SEMANARIO FEexiVO, LITERARIO, ARTÍSTICO Y DE ACTUALIDADES

AÑO II BUENOS AIRES,, 15 DE ABRIL DE 1899 N." 28

SIETE MIL GRUESAS DE EMIGRANTES

I><'Í;I|I' ll.'ili.-i. e l (liM'ldr, IOIIM CHII g'(>n(,(!

<! i ' - i i . u i i c ' . í - :'i (• X | . ( , v ( . ' i i \

,; \ I T - . n l I H I l i l i ' . l i l i I M l ' l . ' l H K I l h d l K ' l l t . í í

lü mu! Kiilit; maudiii' ?
G L A C I E R - PAPEL IMITACIÓN VITRAUX

LOTERÍA NACIONAL DEL PARAGUAY

Antomida por el Honorable Congreso de la Main por lej del 28 d« Nají d« 1896

Hace sus sorteos en globos de cristal y bajo la intervención del

Gobierno Nacional.
J u e | a el j u e v e s 2 0 de Hbril con 8200 suertes, en §0 millares
7 premio mayor de $ 10.000. El billete entero vale $ 2.50, el quinto
50 centavos. Los premios se pagan en la calle San Martín 288.

MARIANO L. OLLEROS —Administrador.

LA PLATA
u ^w/ lA TOLOSA

MOLINO Y FABRICA DE GALLETITAS

.-taeí

G ALLETITA «TE
jQLn.tonio S a n g u - i r a e t t i . — Úinicro r<zpr(SSizn-
))

ta.in.te; (Z-tn. B u - e n o s jft-ires.— C a l l e ; C a s t e ; l l i

20:Z. TJniórx T e l ^ f . 1 4 0 0 3 .

GALLETITA «TE»
L a s Galle:titas T e ; n o tie;nejn. c o x n p e -
tidox.

GALLETITA «TE»
S o n f a b r i c a d a s c-oxn i a a r i n . a y j m a n t e ; c a <zs-
p e ; c i a l , e;3cpxe;sam.e;n.te. p a r a e ; s t a e ; l a b o -
ración.,

GALLETITA TE»
Son. fabricadas e;3cpre-samc5n.te; p a r a t o -
m a r c o n . Te..

ixr. NOCETI -Y CIÍ:^. ^ ^-^í^^^^ ece

 de Francés Hnos, Coseche-
El Aceite puro de oliva ros y Exportadores, quienes
garantizan la pureza y legfitimidad del artículo, no reconoce supe-
rioridad á ningfún otro similar.
Para evitar falsificaciones y adulteraciones no vendemos más
que en los almacenes de confianza, donde el público puede soli-
citarlo.
lA
J. ARDANZA Y C
ALSINA 7 8 3 y SAN JOSÉ 1 7 5 0
DEFCDSITO

a. jsroLaEi B HIJO
ACABA O' APARECER
• ' — • • -

Y SE M A N D A G R A T I S La B u e n a Medida
CHACABUCO y MORENO
GRAN CATÁLOGO ILUSTRADO
DE APARATOS Y ÚIIUS FOTObRAFILOS Suoursalaa!
CON CUYO y SAN MARTIN . . . .

lluevas Rebajas . . . y PERÚ, AVENIDA DE MAYC

CONFITERÍA DE PARÍS
ENRIQUE LEPA GE í C'.'
BOLIVAR, 375
BUENOS A'PES
LA INMIGRACIÓN
Sociedad en Comandita

F. SCHWEITZER A CÍA.
LOS CHOCOLATES Se ocupa do la colocación de tlerrai par»
- 1)1! ENtanciag y rundación de Colonias, en cualqule
parte del territorio.
VIUDA DE SEMINARIO BOUVAR, 11 ( i l t o i ) , BUENOS AIRES
MAKCAS

LA ARGENTINA y EL SEMINARIO
Primera Fábrica Nocional ^y^yá w
^ Da Ctfloi y Planchti i» plomo, «ilaRo >
IIAII OBíEilDO PRIMER PEEMiO! iEDíLU DE ORO FUNDADA ••tifiado». Munición d* oata. B>l», B>il
EN EL AÑO 1871 " " ' ^''"''•"'''* 9*t* Telégrafo» y T»l»fo-
no», Plomlt.i» 40 ••gurldad para bulto»
K X P O S K l O \ \ ( ( I O \ i f > « •n trtn»lto, oto.

MAVEROFF HERMANOS
fábrica: VUDA DE SEMINARIO ó HIJO
Fábrica do oaHo»: E»orltorlo.'
BARRACAS AL SUD flENCRAL LAS HtRAS I » BUENOS AIRES
Fábrica da üaniolón: UNION TELEFÓNICA
Sueur»al; ARTES 154 BUENOS AIRES
CALIE TARtROI »«A «6«
 LOTERÍA DE BENEFICENCIA DE LA RIOJA
AUTORIZADA POR LEY 12 DE JULIO DE 1894
-it- -

Esta Lotería abona sus premios por el extracto de la Lotería

de Caridad de Montevideo y da mayor cantidad en premios al
público que las otras que juegan por el mismo extracto, como
se puede comprobar comparando los programas. El primer sor-
teo se verificará el día 18 de Abril con el premio mayor de
I $ 40000 y 1001 premios.
Oficina para el pago de premios en la Capital Federal: Calle
Artes 361.
El extracto oficial se publica en el diario La Patria degli
Italiani.
El premio mayor de $ 20000 del sorteo del dia 21 de Marzo
fué cobrado á comisión por el señor Manuel Otero, Viamonte 1088.
El premio mayor del sorteo del día 5 de Abril número 6505 ha
sido abonado en la oficina de la Empresa calle de Artes 361 á los
señores Julio Fregosi, fondero; David Moscardi, jornalero; Odoricio
Carrozzi, fondero; Donato Moscardi, jornalero; todos vecinos del
pueblo de Puan, provincia de Buenos Aires.
 LUPPI HERMANOS Y COMP.
CURTIEMBRE Y FÁBRICA DE CHAROLES

E8to importante establecimiento industrial fné fundado A Anea del año 1861 por Santos
íUppi. Sucesivamente se han hecho cargo de dicha f'Abrica los varios miembros de la familia
: -l_..x„,j.l I ,.„í .1„ ..—1„„ A 1 U,.,.„ nn niin lin,r t.„ „ . , , . „ „ „ t , . „ A nf,. „ I r.,nr.f» 1„ . , _ _

.UUS. I j n i:(ll'tii;iiliíi i; r . i j i i t n . v.wix i...* .I.T ,«,3 iiwii-} i i i i i a i ino ii ¡lo itiwiicj u n o u n i í t
la elaboración do los cueros. L.i producción anual, tó inluo medio, es de ni millón de pesos
moneda nacional. Han obtenido los si;,''ii¡entes pren ,os en los corlAinon's industriales:
Medalla de plata y Diploma, Exposición Nación I de 1M81.—Dos medalius de oro, en 18HG,
—Medalla de oro, en la E.'cpo.siclón It.-iio-Atiierican de (¡ónova.—iMcd.ill.T do oro. en la última
Kxpo.sición do Tiirin. y iiioiljill.a de rrn on la l'xpisii'ión Njn'ional do í^:is.

QTJESADA Y SANTA COLOMA

-nlón Telefónica 2 0 7 0 ff40, CALLE CUYO, 3 4 0 Unión Telefónica 2 0 7 0

<-i P R E C I O S C O R R I E N T E S F^

Vinos de Burdeos ^ Vinos de Burdeos «

TINTOS BLANCOS

Cotes S u p é r i e u r e s . . 160. 7.— Graves 225. 10.-

Médoc 190.- 8.50 Cerons 260.— 11.50
S a i n t EstCiphe 225. 10.- Haut Barsnc 300. 13.
Saintjulien 260. 11.50 Sauternes 330 11..->n
^ a i i n Emilion '/'"i. 13. llaut Sauternes ;J65.—
•'^'•irtíaux ;ÍI" I.^).

VINOS FINOS E N AJONES VINOS FINOS E N CAJONES

i»«nilet C'niiol — ( h i i l r n i i IÍJIIU»' <ÍiH<«>au F i l h o t
« l i a l r a i i Y(|n<>iii «-rónif
! ' \ ( i a . 0 | K ; C ' < O S . .I«'ri'/,. M I I Í N I Í I C M , CliaiiiiMiKiicx. «-ir.
ENTREG/. >
• H E C H A S A DOMICILIO
>•• c i i K t i n t l i d ; «mbot«H>r •! p. c;o de » 15 por barmieit y girtnU l« legltlm:d(4 da lui articulo!.
 EXFOSICIODST :isrjOs.cionsrjPs.]i.
LOS PRIMEROS PREMIOS

{MM'^MW:0M'M^M DIPLOMA DE HONOR '^^^M'^^^MMMMWÍ

Aniel Ettrad* ••nuel Baclgdi'»» « kije Rodolfo L a i n

Pte. de «La Argentina» • Molino del Norte», íuadado en 1890 Director g;cncra', «C.S. A.
loc.anOn., fábrica de papel de Billete* de Banco»

•mm^ MEDALLA DE ORO

m

Frincltco Múñei Farmiii Caía*

Fibiiva de icixi anas, fun iábrica de carru.ijes, fun-
dada en li»)
dada en 1870
Chlantelam Hnot.

fm^www^ Fttodicidn fierro y bronce laller mecánico

y f á b r i c a •'•• i"—'-••.
•ag¿twagagwMgg

Ladxvlco Arlol) Juan SchUrar-Stnll* Jote Leratti Ooml«|a Sortana

«La Mo lerna, f.ib. cara Ca«a inirod. de máq.. iSti!. Fábrka » vapor de fideoa. Carp mecánica, a«err. A
meios, fund. I^fM (Motín) iiiipr. nía v fnb. Iib. blanco fundada en 1990 vap, fund. bronce, f 18KH

Bi«

t ^ STfc
Faiiaa Scliwart Ernatto aartlRalll Jvaa 8' «Hala Bloia* Juaa Qotluoo
«Tall V Felipe Schwar I 'inelli Hno» «.fáb. de Zapaicila y botería Taller nacional i'ra'iailn,,
conairuc. mátjaina». f. i Hia» y aillaa inimhre y fáb. medallaii. l\itut. |HHI
 GRAS Y (ARETAS • EMANAHIO FESTIVO. LITERARtO, ARTÍSTICO Y OF ACTUALIDADES

SU8TAQUI0 PELUICER JOSÉ 8. ALVAREZ MANUEL MAYO'-

«EDACTOR DIRECTOR DIBUJANTE

ANO II BUENOS AIRES. 15 DE ABRIL DE 1899 H.' 28

LA MUERTE DEL DOCTOR ÁNGEL MONTES DE OCA

P OK la (iistinción y cnlidnd de \n personii

y por lo singular y inisteriosamento tril-
prico del suceso, Ift muerto del doctor
del Howiiig l'lub, ligera y
fráffil.
La embarcación a j i a r e c i ó
Aufrp] Montes de Oca Im tenido en la socie- volcada, sin su trijiuiante, y
dad boii/ierciisc la sos|)eclia de la desgracia

rosa y profunda.
-m
repercusión dolo- surgió (M) el atribulado espl
ritu (le l'is Miyos, adquirien
Victima de no (lo, i'i cada nueva pesquisa
.'ic .sabe bien (|Ui'' infructuosa, car;'icter de des-
.•lecidcnic lorlui- coiiHolador.'i i'ciicz;i. Se pu-
lo, tal vez de su sieron en nioviiiii(íiilo todos
impericia en el los elementos de i)olicla ma-
iii.'inejo de la pe- rítima, d¡sj)oniendo la fami-
fjiKMTa embarca- lia, j)or su ])arte, pesquisas
ción que monta- reiteradas para dar con el
bü: acaso siinplc- dcsajiarccido, liasla (jue, por
i i i c i i l i ' l i e l;i t'af;i- (iii, luó hallado su c;iil,-'iver, en
lidad ciega y ali- el an-()\(i de 1,'IN l'.'iliiias, por

Dr. Ángel Montei de Ooi

tor MontesdeOca
J
surda, fuó el duc-

a r r e b a t a d o al
amor ajiacible y
el iit'scadiir Jicniigio Flores.
La ceremonia del entierro
filó una excei)c¡onal v sen-
tida manifestación de duelo
Bemiíio Flore,

íeliz (le i,„ (,„^„,. ,ion,i(. t^cs existencias liga social. Numerosos amigos del finado se han
"••'8 A la suya le tendían dulcemente los bra- reunido, ademAs, jiara cambiar ideas acercado
•"'^i á la amistad de cuantos le trataban y le la mejor forma de honrar la estimada memoria
••^«bian leal, caballeresco y bueno; A la esti- del doctor Mmid'.s dr Oca. rii\;i imn ilr enluta
inaeión de la alta sociedad, que le contaba directameiilc .á las nmin'ri.sMs l.iiiiiiías ilc gu
entre sus distinguidos elementos. Puede de- .•ipi'lüibi. i|iii' liaiii.-in inii s.'ilicnli' n-licxc en la
cirsfi f\p ,11 (jyp anochecióle on la mitad del iiH'jor Mii-iciliiil lie lliK'iKiK Aires. ;i la de y ^ .
•^'"..'••"iiioVIe
r«líi, no iiiciioB
"t'-« existencia
distinguida, y á
.joven, troncha-
otras varias
''* <'n flor co-
v i n c u l a d a s al
""> ''"^i.r dijo el
muerto por la-
'•IHICO.
I) l l l - ' I I J l c zos ilf jtfircn-
i'il.'l-
tesf'i Ti-i'-loiiii-
'¡••IS. l.| liij.;.
lia, c i i d i ' 'ii 1 .'is,
t(
i'n\ ,
la ¡(ic.'i l i f .'illi'-
'•' 'I-";;IM||.., f,,.
g.'ir imiii.iK |iara
' " ' ' ' " • Kl <l<.rl,„
iMslcir lina |ila-
Montes de o, a
r.'i •(lie scr;i co-
'•••"M.'i ,s,-ii;.| rin
liu-ada siilire la
•'. I'll
<ii,^ toiniía lii'l la-
••niliMi-cji.
«•Í<Sn lie r<"H-:il(iK II I .-i li I! ex-
Vlite ««1 p i r e j t donde fué h i l l t d o i l oigever Inilii.
 En el momento de escribir es-
tas líneas, cerca de ocho mil co-
cheros se preparan á abando
nar el pescante para dirigirse A
pie, como cualquier transeúnte
de poco más ó menos,—al Con-
cejo Deliberante, con objeto de
protestar contra la disposición
que les obliga á dejar la efigie
en las placas fotográficas de la
Intendencia.
No se temen desórdenes ni al-
borotos, pues losiniciadores del
meeting, lo primero que han
encarecido íl los manifestantes, ^
eslacorrección, para demostrar
ue se puede ser persona de
? usté y de fasta. Lo más que su-
cederá es que se lancen imue-
ras! á Daguerre, y que algún
exaltado tome la palabra para
decir que Bullrich está vendi-
do al oro de Lumitre; que la
Municipalidad no respeta otras
cámaras que las oscuras, y que
los representantes edllicios ol-
vidan los deberes que les impo-
ne el cargo, desde que no tienen
otro objetivo que el de Zeiss,
famoso fabricante de lentes.
— iSi la nueva ordenanza se
cumple — dirá uno —habrá que
cambiar el nombre al Rio de la
Plata, para llamarle el tRlo de
la Platinotipia!»
— ¡Bravo!-exclamará otro-Y
al Intendente «el obturador del
progreso urbano».
—l¡Muy bleni! — vo-
ciferará un tercero—
# i „ Y alpalaciodelaAve-
TP"^^ nida. el «Chasis muni
L a K cipal..
^MTI — Para no revelar
^ 1 M chanchullos se meten
I W a «revelar clichés».
M —Porel gustodeem-
^ bromarnos.
—Esas son más que
bromas: son «bromuros».
Para el vecindario viandante,
I meeting representará un ar-
misticio que la circu
l a c i ó n de carruajes
concede á sa existen-
cia, de continuo ame-
nazada por é«tos. Du-
rante las horas de la
manifestación podre-
mos cruzar libremente
de una vereda áotray
hasta darnos el gusto
de caminar por lacal
zada, donde nadie osó
nunca poner la planta
sin propósitos suici-
das.
Y si i la manifestación se adhieren en persona lo»
cocheros de tmnvla. ya veríis qué bajón pega la mor-
talidad de e»te mes. Calculando sobre los accidentes
registrados esta semana lo menos siete ú ocho perso
ñas van á deber «u vida ó la integridad de l a i miem-
bros á la referid* manifestación.
Del resaltado que con ella obtengan los cocheros,
nada podemos decir A la hora presente. Lo que no»
atrevemos á asegurar es que será positivo en cualquier
caso: »i se anula la ordenanza, porque triunfarán en su
pretensión: y si se mantiene, porque tendrán que retra-
tarse, lo coal es muy positivo tambiín, aunque foto-
gráfico.
Cuando este número aparezca, se hallará de regreso
en Buenos Aires el último ministro ausente, con lo
coal podremos dormir tranquilos.
iues parece nada y es atroz la
fnquietud con que uno se ariif stn
•abiendo que está acéfala
aecretarla de Esiadn y que
lia Incompleto <•'
fiados á éste ni:
»ntója«*nos su in
cesaría en totio mointnin.
hay quien cree que la epíJi mia
del carbunclo V ':<•* inimi'if iones
de Santa Fe »t t «les-
membración del . iropi
cia 4 1» impuniiiaa ae lo» qtie le
temen reonldo, ora se llame con-
Dibujo» ét Catiro //i>
tribuyente, ora bacteridea
carbunclosa, ora rio salido
de madre.
No obstante conside-
rar pernicioso que los
ministros se desparra-
men por el pais en pro-
longados y frecuentes
viajes, debemos reco-
nocer que en esta oca
sión lo han hecho con
gran beneficio para los
intereses nacionales,
pues ya se ha visto lo
que ahondaron con sus
ojos cscudriftadores en
las necesidades públicas
y los proyectos que concibie
ron ante esas necesidades.
Fué el viaje del doctor . .
Magnasco á .Mar del Plata la excursión ministerial de
ue menos pudo prometerse el país, por estar consagra-
3 a únicamente a l a hidroterapia salina del distinguido
viajero, y, sin embargo, dio sus frutos á las convenien-
ciasnacionales,puessabidoes que el ministro, en repre-
sentación del presupuesto, ofreció contribuir con do»
6 tres mil pesos á la terminación de las obra» del
templo de San Pedro.
Y hay quien asegura que no se rcduio á esa piadosa
dádiva su provechosa estadía en Mar del Plata, porque
también concibió algunos planes relacionado» con la
enseñanza libre, sugeridos por la desnudez en que »e
presentan alguno» veraneantes de
ilaya, con cierta clase de calzoncí
, - _ -
f lo» de balio.
Aparte lo que á las ventaja» ma-
teriales se refiere, lo» minlatro»
satisfacen con esa» gira»
el legitimo anhelo que lo»
provinciano» sienten por
conocerlo». De ahí que la»
estaciones se hayan visto
repletas de gente curiosa
al paso de los trenes que
conducían á los ministro»
y que frcntcal vagón ocu-
pado por ísto» se amonto-
nasen las muchedumbre»,
Che, ávidas de contemplarlo».
.^, qu^ín de CÍOS C» el doctor Frer» ?
— El que asoma la oreja por aquella ventanilla.
— i Qué desarrollada ¡...
— i Cómo quiere» que la tenga un ministro ? .Mentó
siempre al clamor público y á las voces de la opinión.
hace tal gasto de oído que acaba por no ser más que
pura oreja. , ,
— Y está flaco. Yo creí que lo» ministroi nacionales
andaban de carne» como lo» de provincias.
— 1 Pues buena diferencia hay éntrelo que necesitan
estudiar y discurrir ano J otro ! ¿Cn-'-s que á los mlni»
tros del general Roca le» queda • r.-i jugar ni
truco V a la malilla como á lo» de : Í frnador -
— Parece mirar con fijeza á la vv i que está
junto al galpón. . .
—¡Quién sabe lo« problema» que e»Urá tratando de
re»oiver, referente» A nuestra riqueza pecuaria!.. ..
- Y lleva la ropa tan llena de tierra como lo» demt»
pasatero» i1c su coralltva. . . . . .
>ie e» «u elemento! <No ve» que dirige la
II i
1 uriosidadque han despertado lo» ministro»,
puede calcularse l« que despertarla el Presidente de la
República. A quien muchos «e le figurarán con luenga
barba blanca, abundante melena y rodeado de angelí
to», A »cmcianza del Supremo Hacedor.
Nuestro hado que »e empella en no dejarnos vivir un
»olo dia completamente venturosos, ha hecho que con
la llegada A Buenos Aire»de lo» últimismlnlstrosexcur-
»ionistas. coincida el viaje A
Europa que se disponen á em-
prenaercasi todo» nuestros pre-
lado». E» decir, que «1 ante» no»
tuvo inquietos la ausencia de
las má» altas autoridades pollti
ca», ahora volvcremo» á estarlo
con el alejamiento de la» más al -
lat autorídade» eclei(á»tlcaR,
porque de presumir e» que el
Jemooio estará acechando e»ta
npnriiiniítad para hacer alguna
•• i. ivas con nuestra alma.
Mil :u' no» pese el abandono
en que nos dejan, deseamos que
yprelados,
para reclamo«I viaje
La sea para bien de lo»
j para de
honra v f}oi\t. de la Iglesia,
tanta mitra•A bordo,
• ' va yacíóH.
A re»ultar el viaje
Porque con
COmplUStn"-"'"- milritía.
Eu»i»omo PELLICBK.
 I ALTO, SEÑOR FRAILE.'

mediados del siglo pasado era tal el fervor religioso de los habitantes de Quito, que no había dama A la
fxA cual se le cayera el rosario, ni hombre que no creyera que al cerrar la noche venían almas al mundo y
Á M. andaban por tfl en pena, procurando que gentes piadosas pidieran por ellas al cielo y les mandaran
decir misas, si el caso era para tanto. y en pos de la cena, el rezo an-
Al levantarse y al meterse en la cama, antes y después del almuerzo, antes daba en todos los labios.
El pensamiento de los quite-
ños, como las agujas de los tem
píos moriscos, se elevaba siem-
pre á los cielos.
Toda persona tocaba la tierra
con las rótulas y se santigua-
ba tres veces al pasar el San-
tísimo Sacramento, llevado por
un fraile y dos monaguillos y
seguido de una caterva de pi-
lletes. Y eso y la luz amarilla
li'l farol acompañante, se vef«
A cada ralo, y en cuanto la
muerto con su sC-qnito de lechu-
zones andaba rondando una ca-
sa, era para un enfermo con-
suelo muy dulce recibir los ülti-
mos óleos, i
Por cierto que al toque de
Snímas todos los vecinos esta-
ban recogidos, muchos en el
amín de sus rezos y la mayor
parle dormidos. De suerte que
la ciudad parcela más bien man-
sión de difuntos que de vivo» al
liarse los ocho badajazos en las
< ampanas de las esparramadas
iglesias.
Siendo tanto el amor á Dios.
cstft demás decir que con los
monasterios abundaban los frai-
les, .tves de aquellos nidos;
, ,..,«. pero no será ocioso advertir
'« ,^ ""^ ' ' que, maguer los delicados sen-
•• timientos de los quiteños, no
siempre reinaba la abnndaacia
entre la clase sotanesca, por-
que ni todos pelechaban ni lodos imiieraban con igual predicamento.
Como el hambre aguza el Ingenio, dos frailes agustinos en el tiempo en que Carpanta se les metió en la cofra-
día y hubo ayunos forzosos, no contando con misas ni responsos bastantes, dieron con el medio de sacar partido
de la primera idea que se les ocurriere.
Sentados estaban en un mismo banco de madera, sin que se les ocurriera ninguna; los ojos fi.ios en las baldosas
del pavimcnio; flacas las manos y juntas sobre las rodillas; el cerebro, medita que te medila. Y e n l a h a b i t a -
ción,bastante frlaaquc-
11a tarde, «ni un ratón se
movía», como lo hubiera
podido atestiguar el cen-
tinela de la explanada
de Elsinor. La habita-
ción no estaba del todo
vacía, sin e m b a r g o .
puesto que en un muro
y pendiente de un clavo
¡le alargaba silenciosa
la casi verde sotana de
un hermano f e n e c i d o
nacía meses.
Verla v brotarle al
¡BAs naco de losdnsfrai-
les una Idea luminosa,
todo fui cosa de un ins
tanie. Y divulgar entre
los más zafios de los ere
yenlcs, que cualquier pe
cador. valido de aquella
prenda tendría entrada
Ubre en el Paraíso, sin
que el celeste guardián
en viéndole con ella di-
jese o«tc ni mosir, (ut
cuestión de no mucha*
horas.
Le difl un día por mo-
rirse á cierto crlllici 1,
entonces, de masa < • i
bral de requesón. \ • i
hftbito dr marras u n n
salida; el zafio llegó ¡\
las divina» pucrlas
I de alegrey co
vida, emparentado con linajudos señores, y, «i mal no informan las crónicas, rama froi«So»a
üianzanillo
mo.San Pedro, de los Incas llamado Francluco Plzarro, don Juan de Zurate vivía de zambra en zambra e« la»
algo nbu
inundo.
rrido de permanecer tan •
'OS siglos en el mismo
oficio, mirándolo fraile
por fuera, fraile por donlii' I' • 1, 1 I u !,. , 1 - I)! ¡ < \ •'• ,, ^ n K-S llanura' ii.'. ^" "mdo. el
tríficoílguíó variosanoi V losil"'-h. 1 iii.'ii;.- j( ! • • ni;iKi":..| :iii ii. r:ii"ii .••lechar vil : Jípales.
 Para él. gozar era lo sabio y lo demás chachara de abuelos; si de bailes
sé hablaba, solos le bailaban 'los pies y lo llevaban á la fiesta, asf llovie-
ran chuzos, en viendo mujer, ast fuera la hija del sol, preparaba el carcaj
de sus requiebros ; si de la gloria platicábase, de humo la trataba, añadiendo:
denme placer en v i d a , que no gloria en muerte ; si le aconsejaban buenos
amigos el apartarse de lo disipado de su vida, dinero que no consejos deseo
les decía, y solía tararear:
Y o me soy el rey Palomo ;

i
yo me lo guiso, yo me lo como.
Lo cual no quitaba que alguna que otra v e z sintiera
el temor del más allá, que como una ola amarga solía
batir las playas de la mente en aquellos tiempos de
antaño. Pero, para eso también habría remedio : un ,
hábito de agustino.
Como no todo dura, llególe su turno á nuestro don
Juan. Didle un dia un picaro como él, en cierta riña,
una mala puñalada, y entre los lloriqueos de seis sus
tías, se le fué poquito á poco el aliento, con lo cual el
cadáver fué metido en el s a y o de un agustino y asi saliú
:i
de este mundo.
Alegre, pues no tenia que temer ni de qué estar triste,
marchó Zurate carainito de loscielos; llegó á sus puertas
de diamantes, cuyas facetas eran soles, y en un santi
amén se aproximó á San Pedro, quien al verlo de lejos
se había puesto á pensar, porvez primera, si era posible
que cupiesen tantos fi alies con derecho á la gloria, en
la tierra que él habla conocido demasiado chica.
Malició el divino guardián y después de un ceñudo
razonamiento se dijo de pronto :—i Lo que es éste no
entra I
Esperó corto espacio. Fuésele acercando el fraile de
embuste, y cuando ya lo tenia A distancia de unos pal-
mos, poniendo el rostro duro:—; Alto, señor fraile I gri-
tóle. Y añadió :—Voy á s o m e t e r á usted á un ligero
interrogatorio.
A h i l o se quedó Zurate, tragó saliva, y luego reco-
brando alientos y haciéndose el que no ola, con la mejor
oz que pudo :—Buenas tardes haya, señor guardián ; y
qué cansado v e n g o del mundo á reposar de sus miserias
entre los Justos!—Y el muy taimado no sacaba la vista
de la gran llave que de la cintura del santo pendía.
—i A reposar entre los justos ? refunfuñó San Pedro.
; Y cuáles son tus mérito» ?
— A h . monseñor, soy agustino.—Y al santo se le ocurrió en ese instante una idea sublime.
—! A ver la tonsura ! gritó, tomando con ambas manos la cabeza del pillo.
i Pero qué tonsura habla de tener ! San
Aquello era un bosque absalónico. El píllete no se habla cortado el pelo desde hacia un aflo. Y sin vacilar que
Pedro le sacudió tan soberbio puntapié que lo largó de cabeza al espacio. Algruien que e s u b a cerca, afirma dar
en seguida de tan heroico movimiento, .San Pedro dijo para si con voz áspera :—Vean qué tipo!... Quererme
el cambiaso!
VICTO» A R R E G U I N E .
Dibujos lie liu^í^ri.

LA ESTATUA AL DOCTOR ANTONIO MALAVER

Tuvo lugar el lu-

nes la fií'Bta con que
l o s t!HtU(il«iit(í8de iii
Facultad de Dere-
cho y Ciencias So-
cialoH honraban la
tiipnioria del doctor
Antonio M a l a v p r ,
cuya estatua He le-
vanta ahora en el
latio de entrada,
trente A la del doc-
tor Moreno, tjue fué
KU aniifro y compa-
ñero.
Fl finctor MiíTuel
I .iiii Mjí'. quien, en
lii ili.iiit,- dificiir.sd.
hizo la ajioloffla del
ilustrado juriscon-
sulto, luciendo ante
la nuinei-^ • '•• .,11.
rrencia M li-
diaba I.-. !.•
su esplrit
' ' ' I areiiL;.! I-- lina
1 pAffina lilera-
En ni acto i* l i Imugunciún 'jue ha sido jus-
•nle celebrada.
Kii noinUre de IOK «'«tu iimiii's Imliló d señor I'j>Mni8lao López, Utio • i'in ji'iy-' "inr
preparado» de la generación !iui\.i.
A*"f ti.-

J

Aunque ¡ifirma l:i Moral
que la pereza t s pecado
y aunque lo ha clasificado
<¡e pecado capital,
y aunque el cura, que no es lerdo,
igual cosa me enseñó...
la Moral, el cura y yo
estamos en desacuerdo.
Vo quiero en pereza hundirme
'•on placer voluptuoso;
'^''vir siempre perezoso
y <le pereza morirme;
quiero ser sereno lago
4Ue perezoso dormita;
no mar que airado se agita
i^ausando terror y cslraRO.
•^1 t r a b a j a d h o m b r e e s
'« pereza quien lo lanza
y alimenta su esperanza
'le no hacer nada después.
Adán, scRiln asegura
la Biblia, no trabajó
hasta que, torpe, cayó
en la Incontinencia impura;
fui entonces cuando Dios quiso
P'l'-raMiL'^. ;i sn ,,„ ,.,.,
luego A la Biblia me aiuMo
"iciendo que Dios creó
la pereza, y nos la dio
'•"alrrromp,.,,.:, . l , . i i „ „ o ;
mente
'« pena del ,Í,.Í,T
LJPS. I=>EE.E2;JPS.
De todo cuanto ha inventado
la ficción, no hallo placer
más dclciloso que ser
algijn principe encantado.
;Ser de piedral ¿Habrá expresión
más fiel de un goce exquisito?
[estar siempre tan quiutitol,..
isin cambiar de posiciónl...
Pero nunca los humanos
gozan tan dulce quietud,
que hasta en el mismo alaiUl
la perturban los gusanos.
iDcJa, idolatrada diosa,
que yo declare, indiscreto,
el prodigioso secreto,
de tu inacción victoriosa:
que los mágicos misterios
divulgue, con que, invencible,
por hechizo irresistible,
has desmenuzado imperios;
Ató la Arabia con lazos
rudos á la cristiandad;
pero Granada y Hagdad
caycndn. tm (!l:i, rn fns lira/os,
doÍMi on lie >lí< / n;i(i(iii<".
t l c r n i M i t ' M i ' I - la i: i a i i i L i / a ,
s ;i l i i s plaiHM'-. ,<'li }'< ] r / a '
l l l i m i l I.IT ( : '"II' •,
Un! . - '
l u \ M ai A
. o t i .-I IM
bajo el soplo de tu aliento
vi'ncoflni ilf Vf'iii'f'ilííft'*;
y Roma, y Egipto, y tantas
naciones como rigieron,
sumisas, al fin, cayeron
de hinojos bajo tus plantas.
¡Virgen de celeste alma
que entre los dioses naciste,
que del Empíreo trajiste
muelle paz, serena calmal
deja, divina Pereza,
que en tu seno voluptuoso
encuentre blando reposo
mi soñolienta cabeza;
i|nc rii til taMa, al-atiilonado
sienta el roce de tu beso
perezosamente dado;
que sobre mi sien H
la aureola de la viii
se pierda, desvanecida
en el nimbo de la muerte;
leyendo en tu frente helada
esta sentencia por lema;
• ¡Prit:.ii. íí¡< hii sn;>n i>ui
I •" i | " ' a u n , | l i . ,Ia
.|in C a K t , a • 11. i l j i n i . I • . ! ¡ . i,t
i.', \.
 GALERÍA DE INMlGRANTESl
F LORIZEL Mandingaera .. (no se alarmen los jierij-
distas coloniales)... No era español, ni lusitarjo,
ni francés, ni italiano, siendo las cuatro cesas
juntas. Su troncooripinario arranco del Lacio.
De pechos de una sonadora mamó la leche latina, y con
ella la quimera, siempre aprisionada entre las calien-
tes paredes de su cráneo, dando mayor celeridad al
pulso de las sienes.
E r a hijo de la tierra llana, de una populosa ciudad
europea. Nunca vivió en contacto con la naturaleza
pura, ni aprendió las mil formas
de lucha efectiva desarrolladas
en su seno, instrucción útilísi-
ma y gratuita que tonifica el
carácter y acera la voluntad.
Su lastre mental era eclecticis
mo nimio, mera extracción d é l a
ciencia univer>itaria, sobre cu-
yos libros aprendió rail ideas abs-
tractas, secas, pura vaijucdad,
sin Jugo de vida; ideas que nun-
ca confrontó con el mundo real,
viviendo sin la brújula del he-
cho, que e» la mejor orientación
de la existencia.
Pertenecía A una familia que
habla venido & menos en gene-
raciones sucesivas de hembras
místicas y varones dispendio-
sos, haraganes, educados entre
muros seculares, al calor de
rancias y hollinosas costumbres;
que tuvieron por vil la indus
trialización y los trabajos ple-
beyos. Peldafio tras peldaflo,
comidos por la usura, arma for-
midable del imperio burgués,
bajaron ac^ucllos aristócratas
hast.a la miseria de levita, >la
más horrible de todas las mise-
rias.
La hecatombe doméstica le
pescó á Florizcl con 24 aflos
de edad y ninguna carrera con-
cluida. Después del bachillerato
habla ensayado medicina, leyes,
matemáticas, fracasando en lo-
do. No pudiendo llegar en si-
lencio á los dominios de la
ciencia, bajó á gritos á las pelo-
terasateneUtas, Fué uno de esos
disertantes cuyos discurso» tie-
nen singular virtud medicatriz
contra los insomnios. Cultivó
luego el periodismo en su rama calleicra, ingresando en
eta falange de vulgo que escribe para el vulgo; hlzose
gracioso de café, conversador áe cálamo cúrrenle,
Ba.sta tuvo conatos de sainetero.
Con estas recomendables aptitudes, y cuanao U ne-
cesidad, con cara de miseria, apretó de firme, se acordó
de América, de estos países Jóvenes, muletilla de la
cursilería Sjciológica, que parece Indicar hubiera sido
hecho el planeta de piezas superpuestas, como un za
pato, y no todo de una vez, de un divino boleo creador.
Si esa juventud se refiere A la focledad. bueno será ad
vertir á los tíandingas que la familia humana tiene en
todas partes la misma edad, con la diferencia de que
a^ul, los aftos del hombre contienen mayor cantidad de
vida... y no es viejo quien pasa muchos aflos, sino
quien los vive, gozándolos y sufriéndolos activamente.
En tal sentido, los Jóvenes de Dueños Aires tienen de-
recho A una peluca blanca que le» dé aspecto de octo-
genarios, como aquellas que se usaban en la Edad
Medía.
Pero el concepto popular que encarna la frase di
estos países Jóvenes refiérese, principalmente, á la
fecundidad de la tierra, al primer parto de la pampa
baldía. Segün opinión de Kropotkint, la tierra vale lo
que el hombre que la cultiva; y como Kiorizel Mandin
a jamás la engendrarla con sus inuflccas semejantes A
f • s canijas de un pollo de grulla, habla que dirncontar
de sus futuras felicidades los encantos de esta I-"ldtl¡s
terrestre, cuya» primicias virginales sólo i s l á n reser
vadas á los aldeano» europeo", q».- vioiun.- ••• r.-m I.,-
roturadores de América.
p»ra Florize! Mandinga <
decir atraso soci.tl. escolar :, ,„,,,.,,,,.
que no» sobraba el pan de haiinu, pero que no» (altaba
el pan del espíritu; tal era la creencia di- H.,IIC| i!u,(rp
panadero de nuestra» almas ' ' - Pnr un cable de tarjetas Ueg« basta el ministro de
de párvulos cubiertos con
que otiliiaron las monja» p.i.
• atoa de San Nicodemus.
Los etementos de educación eipiritual y de civ
ción moderna que nos traía Mandinga, consistían en su
bachillerato, en sus cualidades ateneístas, en el flujo
abundoso de su verba, en su literatura gacetillesca, en
que sabia canturriar el Lobengrin, serruchar en el
violin á Schubert y bailar el pas de quatre. ítem m.-ls:
era atrozmente gramático, un profesor, en fin, para la
OMortación, portador del redado de la ciencia europea.
Sus primeros pasos por Buenos Aires fueron á través
de una senda de tarjetas, de cartas de recomendación,
de influencias á él favorables: visitas aquí, presenta-
ciones allá; obtúvolo todo, menos lo que cuesta dinero.
Asistió á muchas reuniones familiares, haciendo
alarde de cultura meramente externa, de galantería
alambicada, de atildamiento en el vestir, de distinción
principesca. Tuvo una sonrisa benévola para nuestras
costumbres plebeyas y democráticas; disimuló no per
cibir el tufo estancieril de unas clases, el de almacén
de otras, conduciéndose en todas partes con visible
tino, que hubiera convenido no fuera tan visible, por-
que se traslucía su perdón, y aquí somos demasiado
soberbios para aceptar perdones.
Era Florizel un inmigrante aristócrata, digno de la
época de los virreinatos, y no de estos tiempos de prosa
y progreso americano. É n muchas casas encantó su
trato, superfu-ial y ligero, siempre adulador. Hubo
invernador de novíúos que se estremeció de gozo ante
sus elogios hiperbólicos, y ferretero que tuvo la ilusión
momentánea de ser una eminencia en la» evolucione»
de la cerrajería. La» muchachas frivolas, de cabeza
jilgueresca, con peinado de tirabuzones y terminado eo
cucurucho, le tuvieron por moso bien, atentas á so
buena planta, á la gracia de su juventud, á lo atercio-
pelado y musical de su charla, batuteada por ademanes
redondos, llenos de finura, de galante persuasión. A no
pocas se les ovilló en el corazón la figura de Florizcl,
cautivadas por aquella cariátide de blancura linfática,
encerrada en marco de pelo moro; por aouellas pesta-
ñas sedosas y largas, hamacas de unos ojos renegrido*
V grandes, preñados de ensueflos: por aquella cabeza
digna del cincel de Benvcnuto y de una fábula de E s o -
po, en que el pensamiento quedara simbolizado en el
vuelo rápido, pero corto, de una golondrina; hasta por
su nombre romancesco, digno de secularizarse en la
leyenda y en el ruidoso endecasílabo. Los padre» con-
tuvieron prudentemente la» inclinaciones femeniles,
porque el tipo era bueno para ornato de tertulia, pero
no para la familia.
En estas andanza» sociales aparó Florizel sus traje»
y sus mone-
da» de cufio
monárquico,
empezando
tí á vivir con
estrechez in-
• oncina. con
'uroshomlnl-
y 1- o» (le su
misma laya. Fué necctarioentonces pedir nifo < nncreio
laclone»; solicitó empico». cáCe! . bu
,x», todo lo que costara poco ira: íujcra
,.M. „... porque para eso *« habla él l o m a . n la moicstlB
de venir á estos paites jivent*.
1 ion poblica; loé s o moceo, »o hemorroide, su
;:allo; no te dejo en paz. ni a luí ni a sombra, Li.
una reforma total en la enseflanta, un nuevo
l a t k a l , porque aqnl nadie sabia gramática
n «Uabario ilustrado; una glosa del f'ttury
y ÍQ\ Juanita; un compendio histórico de la revolución proclamando la unión y la paz en estilo rimbombante
de mayo. E l profesorado se cerró en bloque de resis- y con mucha coheterla retórica; pero los odios siguieron
tencia ante el sabihondo; se acuñó al ministro por vivos y con actividad de cáncer las envidias.
todas partes para defender las cátedras, y por tlltimo, E s t o s roces con el comercio le llevaron á Florizel á
para dejar á todos contentos, obtuvo Florizel un puesto pensar que en estos países jóvenes conviene más
<n las oficinas del ministerio, con lo cual subió de pre- ejercer el comercio y la industria que meterse á pana-
cio el t é y se encarecieron las galletitas de B a g l e y . dero del espíritu público en las cátedras y en la litera-
Sentó fama de ocurrente entre la empleomanía, ani tura periodística. Observó que muchos de sus connacio-
mando las conversaciones oficinescas en medio de los nales, de escasísima cultura financiera, y por eso mismo
v a h o s del t í y del humo de los ciifarros. en una atmós quizás, habíanse levantado grandes fortunas. Y nuestro
í e r a de indolencia oriental. Allí le descubrió un gober hombre se propuso ser rico, para lo cual, en vez de po-
nador de provincia, famoso concusionario, y se lo llevó nerse á trabajar, se hizo proyectista.
<l su Ínsula pampera, en el doble carácter de bufón y [Arriba, corazón iluso! Su imaginación divagadora,
secretario: que esto es muy comiin en estos países semejante á la vagorosa luz del azufre, realizó inau-
Jóvenes. ditos esfuerzos de creación, y a
Hastiado de la pampa, de sus ju¡ros rebosados, de su nimios ora absurdos;estíril g i m
silencio de losa, de su naturaleza triste )' de la e r a v e nasia de mente. Entre las seda-
solemnidad de su cielo, se volvió pronto A Buenos A i - ciones del ensuefto, que daban í
res. Era hombre que necesitaba respirar atmósfera de su cabeza el aspecto vaporoso de
bullicio, cual planta de estufa que ac nutre de los vahos un incensario, circularon mil pro-
del aliento social. Se ahogaba en el aire libre, bajo el yectos calenturientos. Se le
cíelo desnudo y puro, entre los esplendores del sol y ocurrió exportar tcru terus
sobre el suelo fecundo, propicio á todas las muflecas á Francia para que su cres-
que se entregan á laborarle. Necesitaba por techo la ta de plumas sirviera de co-
neblina de las ciudades, y extraer vida de ios tuniuUos. ronamiento á los monos de
para llenar el las parisienses. Establecida
vacio de su e» lamodaserla un negocio co-
plritu y poblar losal. T a m b i í n pensó
su v a c i a ca- en fundar una fábrica
beza. de bolones elabora-
Dcre/jresoen dos con la concha de
Buenas Aires, los peludos; y expor-
perdido su em- tar dientes de vizca-
pleo, comenzó chas para los dentis-
* actuar en la tas de Europa, «ji-
colonia de su planiando á l a p a s t a
esmerilada de
nacionalidad, los yankees.
«n sus circuios
filantrópicos .Asi pasó mu-
y recreativos. chos aflos el
La aciuiíción ííimigianteba-
« e aquel a Ibo- cliiller. sin to-
Jotapueblos marle la embo-
'Uá tormento- cadura á estos
•a. Promovió -. países jóvenes,
asambleas más '^_^ inútil para si y
ruidosas que ^ — molesto para
los vertederos todo el mundo.
"el Niágara;
•postrofó il las comisiones en lenguaje de pelotera; chi-
"<5 Como un desesperado, abiertos todos los grifos de la
elocuencia revoltijcra. E v o c ó la patria ausente, aunque Hoy, perdida Iii gracia de los .Tftos floridos, muerta la
«lio pegaba allí como en las nalgas de una muía un loro imaginación y convencido de la inmensa seriedad de la
pintado. Dividió á los asociados, parvíficos comercian- vida, se halla Florizel, y a con canas y tapiados l o s e n
tes, muy afectos al viso una vez ricos, en dos bandos Buellos, ensenando 4 leer á los h i j o s d e u n hacendado
roas terribles que los gUelfos y gibellnos. L l e n ó el am- que le tiene en su casa, más en calidad de amigo que de
biente social de odios vigorosos, que formaron poso de profesor, porque la pampa es muv filantrópica y admi-
ojeriza en los robustos pechos de aquellos hlios del rable oasis de bohemios... sin confitería.
pueblo. Todo ello porque Klorizel quería sacar presi La completa historia de Florizel, de la que sólo he
«ente de la sociedad á un cigarrero, su protector y relatado el principio, escapa de los limites del articulo
«migo, contra otra candidatura representada por un y puede invadir los del libro.
fegislrero. algo hinchado con sus gambronas y sargas, Actualmente alterna sus tareas entre echar maíz A
y, según KIorizel decía A sus cofrades, coH cola de una hermosa pollada uuc h;iy en el corral anexo * la
Po/f. estancia, v educar, en la realidad de la vida, á lo» hijos
ifP"** <!"« consiguió sacar adelante al cigarrero, de su amigo. E s ahora ruando Florizel .Mandinga co
escribió un articulo en el órgano oficial de la colonia, mi''nz.-i .1 sur illil .'I I ' ' ' ' '.i ^.

Dibujos de Cao. !• 1 , I •, 1 i , M ( ) . \ I M . \ ) { .

, LA CONSAGRACIÓN DE MONSEÑOR ALBERTI EN LA PLATA

Tuvo lugar, oou gran ¡¡(niipa, l;i consagración de monseñor

,tJ
f,?.""*"*'»'' francisco Alii-
U b i s p o a i n í H a r de l.n
Kranpifli'o Alberti como obispo de Siunia — ciudad imaginaria
.leí Asia Menor — concurriendo al acto, que se celebró en la
••IC.HIÍI (le San Pnnriaiio. en La I'lala. el alio clero bonaerense
niiini'i''i'--'i ciinriirrcrici.'i.
,\|(insi-iiM- \lliiMii i's un ¡oM'ii ~-hijo lie l i u e n o s A i r e s y e d u -
c a d o en MI : r i i m i ; i r i o (•.iiicili;ir C|II(M'S IIII;I v e r d a d e r a e s p e r a n z a
p a r a la Ig-lesia, p u e s á nn.'i <-lai;i ¡iilrli-cnci.M r c u n c dotes de
.viv:V-((>r q n o le distiiifrneii.
, ,,iii|,,iiii'i'i'i lio .•ni!;i el C-IIM-,, j ( , \ | . | , .i<'i |i;ijs — hicieron
a c t o d e p r e s e n c i a en l a ceromoiii.-i. a i r s i i-II.MUCÍ.. ^U .•ifccín A
iiiiiii."-"''fior Alberti con v a l i o s o s reyíilns.
.po q u e d a r á ÍII ( m n c i|c l.-i .li,,,, . ÍM;ii»
MiMiin.i- MiH' l.'i .'lUsencl;! i|(. ,Mi)iis('n(ir Kspinuf-ii. ipie ir.'t á
liiniiar |i.'nic ili'l I'niiriliu h a i m i i . a m e r i c a n o .
 LEYENDAS ENTRERRIANAS
MAS VALE MANA QUE FUERZA
F uf: alrededor de los fogones camperos de Entre
Rfos, donde oi por vez primera los friig
memos del poema simbólico—de que forma par-
te mínima esta leyenda sencilla—destinado A
perpetuar por la tradición oral el conocimiento que los
iiombies adquirían de la vida y costumbres de los ani-
males, ya en las cuchillas enhiestas en que el sol fecun-
dante reverbera, como en las cuestas alegres donde
verdean los pastizales tutelares y negrean los montes
rumorosos ó en los juncales movedizos que tienden su
manto pintarrajeado sobre las aguas dormidas de los
arroyos y de las lagunas.
Cuando el hombre no reinaba lodavia sobre lodos losi
animales que pueblan la tie-
rra, era el avestruz cl rey
de dsta, pues con su veloci-
dad y su oído fino escapaba
il las asechanzas del tigre —
su ünico rival, que le aguar-
daba oculto entre los pasti-
zales hirsutos,—dominándo-
le con su vuelo poderoso,
que le permitía penetrar al
monte enmarañado tfiril sor-
prender sus crías — arrcba-
/• /,• tilndolas al celo de la madre
' " / —para elevarlas en los aires
y estrellarlas sobre los raros
, pedregales del llano 6 de las
abras medrosas.
El avestruz volaba entonces como un gavilAn y nada-
ba como un pez: perdió estas facull.ides cuando, orgu-
lloso de su dominio en los aires, en la tierra y en las
aguas, qui'O llegar hasta las nubes para verlas por
detrAs. Un rayo le cjuemó las alas y con ello le quitó no
solamente el dominio de los aires,sino tambiín el de las
aguas, pues apenas le quedó la propiedad de nadar en
linca recta—recurso extremo en caso de persecución
excepcional—sin poder manejarse á voluntad.
En cada región tenia un rival temible: en la tierra el
tigre, en cl agua el sapo y en los aires cl ;lguila negra,
habitadora silenciosa de la copa de los molles y coro-
nillos.
El sapo—que en el poema personifica la astucia-era
el mfts grande cala\era de la región, y como cantor,
guitarrero y divertido, su fama era tan universal como
su suerte en lides amorosas.
Ya no eran sólo las ranas y renacuajos su prole cono-
-ida, sino que, sorprendiendo una siesta A la vieja del
agua, libando las llores de un camalote, engendró en
ella el bagre negro, que habita entre los charcos y
lagunas, ufano de su origen; en una tararira, que jugtie-
teaba entre un juncal naciente, tuvo al moncholo inquie
lo, y en la anguila, que vive en cl cauce de los riachos
sin corriente, la raya venenosa y agresiva.
Una noche sorprendió dormida una víbora de la cruz
unto A un cañaveral donde acostumbraba ocultar su
onzona f ara bailarse y dio vida al escuerzo repugnan-
le, y en otras víboras inofensivas engendró el lagarto
y la lagartija, y en la de dos cabezas cl camaleón de
veneno letal.
Sus amores y su» riñas con hermano» y maridos ofcn •
dido», forman encl poema un largo capitulo Interesante,
y cuando el avestruz conoció las perturbaciones que en
el agua y en l.i tierra introducía su conducta desorde-
nada, le declaró franca guerra de exterminio.
Apercibido el sapo de la merma que sufría su prole,
buscó al avestruz y lo retó A duebi. m-rccicnd
una sonrisa de desprecio que le .ilaii/''
al alma, si acaso la tenia.
—iNo quiere pelear?... Pues le corro
una carrera, entonces!
Nueva sonrisa del avestruz le valió
csia petulancia.
No obstante, tanto insistió y tanta pro-
paganda hizo con ii.i'1 i ^v
de la tierra, qu'
mo por ironía,
su desafio.
Correrían, en • 1 i i uní i
día tic la próxiniii piima
vera, un tiro de una Ugu.i
en cierta llanura dondi'
el avestruz acostumbraba
ejercllarsc de continuo; en
la raya se pondría un mor-
tero, en cuya parte huera
se scninrÍH cl gana>l..i,
bien que esto ultimo inr
fuera condición oblig.ito
rfa para el sapo, y como
precio, arreglaron que si
el avc»truz triunfaba, el
sapo serla «u evclavo y le
salvarla sus nidadas del latrocinio de los ratones que
las perseguían, y si el sapo era el ganador, el avestruz
no matarla ni comerla jam.'ls A ningún sor que llevara
su sangre, pudiendo, no obstante, matar * cualquiera
de los que admitieran sus requiebros y amoríos.
El sapo, llevando el día y lugar de la cita fué 4 los
pajonales, reunió un centenar de los suyos y dándoles
sus instrucciones secretas, salió con ellos, ocultamente,
algunas noches antes del día fijado para la carrera que
iba A decidir de su porvenir y del de su raza.
Llegó óste, hermoso y alegre como son en Entre Rfos
los días prim.ave'.ales, sorpi'cndiendo ya en el punto de
partida al sapo—ventrudo y pesado—que parecía con
tía su natural, ansioso y anhelante, contrastando con
su esbelto rival, que con aire zumbón gambeteaba sobre
el llano, luciendo la agilidad de sus músculos y la suti-
leza de su espíritu, inagotable para suministrarle for-
mas de cngaílo con que burlar la expectativa do sus
perseguidores ó adversarios.
Dada la sefSal deque los raycros-el peludo, símbolo
de la justicia, por lo Icnlo. probablemente, y la
tortuga, pcr^onlficaclón de la perspicacia y l a ' r e -
llexión—oslaban en su puesto, asi como cl
mortero que servirla de asiento al gana-
dor, se largó la carrera, consta,
tando el avestruz, con sorpresa
creciente, que por mfts ^--
que acelerara su mar- }^'
cha, s i e m p r e
saltaba adelan-
te suyo y ¡\ po-
ca distancia, su
v e n t r u d o ad
versarlo.
Cuando llegó
al mortero y so ,
dejó caer pesa
damente en el
h u e c o que le
s e r v i r l a de
.asit ntoy ü'cuya
forma se adap-
taba a d m i r a -
b l e ni e n t e s u
cuerpo, oyó que
el sapo le gritaba desde cl londo:
— Cuidado, amigo.... mire que hay gentel
Con pesar reconoció el avestruz petulante su increí-
ble derrota y nunca sospechó que su adversario le habla
ganado con mrts ingenio que celeridad, pues habla es
caloñado A lo largo del camino muchos de sus congéne-
res, que tenían por misión saltar delante del Ágil adver-
sario, ft medida que Ostc avanzara, ocultando deniro del
mortero un su heimann, que mfts que sapo alguno se le
parecía y que era habilísimo en parlamentos y discu-
siones.
El avestruz vencido juró respetar la prole de su ven-
cedor y hacerla respetar de los suyo», y éste á su vez,
por caballerosidad, ya ijue el contr.-ito no le obligaba,
prometió al avestruz cuidarle sus nidadas, que el ratón—
por otra parte su enemigo personal por cuestión de mu-
jeres—perseguía encarnizado.
Desde entonces el avestruz no mata ni come sapos ni
alimaña alguna que con éste tenga parentesco, va sea
legal ó ilegal, y cl sapo se hizo cl guardián de las nida
das de aquél, y por esto y no por glotonería ni por amor
A las moscas,—que atraídas por el huevo que con cl fin
do reunirías, para alimento de lo« nacientes polluelos,
11 '1 r \ A siempre sin em-
l"ll;u (I avestruz clueco
— como algunos malicio-
sos suponen — fué que el
sapo tomó sobre sí la odio-
sa comisión que ha cum-
plido lan fielmente.
liste odio tradicional.
!( 1 cual el hombre se ano-
lii lómfts larde por la in-
H I reción de una arana
i Mrlaiana, es el que ha
•' I vido al agricultor para
defender sus trojes de la
voracidad del astuto roe-
dor: local donde se cncie-
11 .in sapos, queda libre de
ratones aun cuando con
tenga montañas de mftit
Irnganley tentador.
 EN LA AVENIDA
~2S3lf

c it> .1 la i n t e m p e r i e , por Mayoi

 ñ^§m«>¡^
Va á tratarse en Europa oficialmente
la propuesta del czar sobre el desarme,
lo que hace que se alarme
una porción de gente
(le esa «de armas tomar», que hoy indignada
contra el jiroyecto está, cual si viviese
por Armstrongy por Krupp subvencionada.
—La idea triunfará, pese á quien pese,
dicen sus ])artidarios ardorosos;—
Francia, Alemania, Rusia... las naciones,
olvidando sus ¡ilanes belicosos,
iransformarán fusiles y cañones
en i)¡(iuetas y arados, instrumentos
del trabajo fecundo.
Los fabricantes áe ai-mas, descontentos,
muy pronto han de observar cómo ¡i millones
(la la Euro|)aen fundir sus bayonetas
realizando el proyecto, hoy discutido.
Y obligados ya todos á aceptarlo
\ eran cómo hasta el mismo Monte Cario
desarma sus ruletas.

Hay ciertos individuos que han tenido

noticias del desarme, y temerosos,
viendo la magnitud de tai proyecto,
han tornado medidas al respecto.
López, sablista de los miis lamosos
que en Buenos Aires viven, (istos días,
no ha encontrado «colega» A quien no deje
de dar este consejo
—Compañero, J^' J
prepara bien tus armas y al primero
que pase le divides por el eje.
Ya en sus postrimerías
nuestro oficio se encuentra, y de (al moilo
flo estA poniendo todo
que se hace en absoluto necesario
pesar del ))orvenir las continfííMicias
y ffanar algo más que de ordinario
antes que nos desarmen las potencias.
Otro á quien el jiroyecto ha desvelado.
«8 Pérez, un actor muy desgraciado
y cuyo repertorio únicamente
p o r Kl puño/ (Ifif t/Oflo eKii'i formado.

I'i'rcz, |)iir ciiiií-iuuií'iilc.

lio\ ni Inmu, ni cimu',, ni i('pns;i,
IHir l.'i r.'izón sencilla
(líí haberle dicho un crlliro ,'i!;in)a(lo
que la obra de Zorrilla,
en sn.-í manos es arma ¡leligrosa.
— i Desi'irmese al ejíMcito ! -- exclamaba
ciíírto señor (|ue liiiblnlia
con otro.
¿ \ .'I I I\j,ri'Ho
lie Siilvacion Uíi\\\)\i\\ f i\\\u el ¡-i'gundo.
¡t.'laro!
- ;, 'í i ' ( ' i l l l n '•'
<,'u(''i(i,sc ci |ir(',<:nii(;iii(i
^ i ; n (• \ iiicdilubninlo,
y ilijij liíi.s lie laig.-i.s rcdiXKinc.'-:
I'lies (pieda d e s a r m a d o
(MI cn.'inld cKli'' privfido
de liis .•[(•(iliilMilIcS lll.'^t idiii'-iiS
ciii! (|ii(' ciildnii MIS c.'iiiiii^, II ; •• iiM-
I, l.\.
i>ll Uf \'llllt¡i l'OS.
 NOTA MONTEVIDEANA

L A madre del que fué alma de la revolución naciona-

lista del 97, tiene desde hace pocos días, un techo
seguro en que pasar tranquilamente los liltimos
días de su vejez. E n el fondo de la calle Uruguay,
en un barrio solitario y sano, la gra-
cionario, cuyo tacto, pericia y serenidad de juicio han si-?
do reconocidos por sus mismos adversarios. El triunfo
coronó los esfuerzos de los propagandistas de la idea y al
poco tiempo se recolectó la suma de 16,600 pesos oro.
Medio Montevideo ha visi-
titud de una colectividad política ha tado el edificio, de arriba á
levantado un edificio de corte mo- abajo, y todo Montevideo ha
derno, ni muy lujoso, ni muy humil- encontrado jusia la modesta
de, que es hoy propiedad de la seño ..-r-tS"^ recompensa que en la perso-
na de su anciana madre ha
recibido el que estaba des-
tinado á ser figura principa-
lísima dentro de su partido y
dentro de su país.
De las cosas que llaman la
atención de los visitantes en
el edificio que se levanta en
la calle Uruguay N.«483, me-
rece citarse el jarrón maceta
que decora el patio y que lu-
ce las iniciales del extinto
coronel del ejírcilo argenti-
no. E s obra del escultor
Carlos Brignonc. que la cedió
galantemente á la comisión.

ra Mercedes Delgado de I.a

ma», cuyo retrato acomp:iii:i
en esta página A l:is vista
terior é interior Uc l a c a
La idea de iniciar una sus-
cripción para ese objeto fué
acogida con sincero entusias-
mo. El 25 de Mayo se constitu
veron en el domicilio del seflor
l^nrique A n a y a los seflorc-,
Diego Martínez, Manuel Ari.i
jjaveytia, Aureliano R o l i :
Ifuez Larreta, Enrique I,-.:
l^and, Rodolfo Fonseca, A n -
lenor Pereyra y .Antonio Gon-
zález Rocca, y quedó formada
la comisión que habla de dar
l i m a A los propósitos de ofre-
cer una mansión propia A In
madre del valiente jefe revolu-

Píb. át ,le Fila-ralriek.

 EL BOSQUE DE LA INSPIRACIÓN

E N un rincón dePftIenno, cercano al rio, existe una

plazoleta rodeada de una vegetación fecunda,
exuberante y frrandiosa, en que revela la na-
ini aleza el derroche de sus galas y tesoros, para ha-
jestuosa de las llanuras
sencillez del desierto, la
chos al pie del ombú, las
bay y cíen otros detalles
pampeanas, con la austera
Intima belleza de los ran-
lomas coronadas de ñandu-
saturados de grandeza, qu»

!W

cer re-
saltar
míis su ~T
hermo-
sura. Una casilla de
madera, con techum-
bre de paja seca, cla-
vada en el centro de
la plazoleta, sirve de
allicrgue .1 los guardianes en
cargados de la seguridad y
conservación de lo» Arbole».
A decir verdad, es un lu-
g a r delicioso, donde apenas penetran prestan al
los rayos del sol por la espesura del ra artista mo-
maje. t i v o s que
Un distinguido pintor lo designaba ,»,, constituyen
con el nombre di- 11 /.IM;'"' '''' '<• tnspirartóit. la inmortal
Tan enamorado estaba de aquel rinconclto, cloria.
que durante muchos días lo visitaba de mo- i lUscurrien-
l a n a , con el caballete A cuestas, la paleta pr" 1 c ami naba
vista de los colores, dispuesto d transportan.> á 1 i i I ' 11 M .iiiüro ' 1.'. i :r li i M ' , ' ,'-<ífur de la ins-
para sorprender al públKo con una creación iiinasaila Jniutiúii, i-NiKi,n: Uc i.:.^ i;:idi i lu tjiie la divina provi-
di- bellezas terrenales. dencia le deparaba para el triunfo de sus aspiracio-
Xuestro artista sentía amor profundo por el paisaje, nes. 1 Quí cuadro sublime I L a obra con todas las
despreciando las prftcticas acadiimicas por las inspira- magnificencias de la creación, que se ofrecía para
revelación del genio l a pnre?» de la es(<*tira, las
'if. i.t, II" oslíV < los tallen'. manchas de clar<i"'-' m ". \Í\- IÍM, ;r. nií.\ ita^- '!• \'<-^ • >jr
ntud, entre pult lU"' i • las to-
h\ libre inspira' nalidail •'í, lo»
• n . I l i n . on avi nrr"i. 1 Treno,
•1. / 1,,., s de la \:Í I bos-
• •llUli' 'Jas sus qui ... .,,..;. i. -„u« en-
manit est u - charcada que reflejaba
diandi, , ena es 1,.^ . « i . i i i , , , , . . , i , - l . i l l c s ,lot
I'li'ndida en que Dios
colocó al hombre. Salir
<!« la rula c U s i c a pai.i
invadir los campos, en
«regarse á lo» sublimes i-l es
goces ,n,,. ,„,„„„,..inft ] i i 1(11 i on 1»
1K ,
M-Dilü irans'
 portado á nn mando de ensueño, — su alma remontábase nadas que arrojaba al viento, lomando formas capri-
á regiones invisibles hasta entonces, cobraba alas 5» chosas al flotar blandamente antes de evaporarse por
mente embriagada por delicados aromas, y deleitábase el aire. A ser poeta, hubiera invocado las musas en
su espíritu agitado por el efecto irresistible de una presencia de aquel espectáculo, pero sus estrofas esta-
poesía desconocida y profunda. ban en los colores, su inspiración en la paleta, y con
Venían á su memoria los cuadros de Cérot, el pintor estos elementos, puestos á la mano de un stfr privile-
de las praderas, de los bos- giado como era, bien podía pre-
ques y de las lagrunas con sus sentar á los contemporáneos
mansas aguas, y en su éxtasis la obra maestra que recorda-
veía destacarse en medio de la se la existencia del bosque de
oscuridad de ramas la mujer ¡a inspiración.
mariposa, dibujados los con- Transcurrieron varios días
tornos con sin igual elegan- sin dejar de concurrir al lugar
cia, las morbideces del cuer- pintoresco de la invocación,
po delicadamente acentuadas, buscando de nn lado y de otro
revelando, en el velo que la un punto de vista que abar
cubría, suavemente las carnes. case en conjunto la armonía
Recostado en un tronco de ár- de la grandiosidad, pero antes
bol un sátiro tocando la doble de elegir ninguna consideraba
flauta con toda la fuerza de necesario aspirar un poco de
sus pulmones, divirtiendo A un humo del cigarrillo, tomando
grupo de danzantes ninfas. de nuevo la misma posición
Del alma del pintor brotaban á raudales deseos de contemplativa de ios otros días, hasta que al fin, cansa-
triunfo, aspiraciones de gloria, esperanzas de inmort.i- do de tanto deleite, concluyó por abandonar el en-
lidad. Y para impresionar artísticamente las chispas del cantado sitio con la tela en blanco. Desde entonce»
genio, dejóse caer en el verde lecho, tomando una posi- no volvió á pisar más el bosque de la inspiración.
ción cómoda para sus deleites. Aspiraba el humo del
FRANCISCO F O R T U N V .
cigarrillo y se recreaba siguiendo con la vista las boca- / ) ; ' u!ns del autor.

A BENEFICIO DEL HOSPITAL ESPAÑOL

EN EL CENTRO CATALÁN

rulante debía ser por los elementos sociales que activamente concurrían á darle prestigio, y brillante fué,
en efecto, la velada lírico-dramática celebrada el domingo en el teatro del Centro Catalán, á beneficio del
Hospital Espafiol. Lo más selecto que cuenta en su seno la colectividad espafiola hacia acto de presencia en la
hermosa fiesta filantrópica, irradiando el recinto de luces, de diamantes, v de ojos femeninos, no menos luminosos.

Dos números del programa descollaron: las graciosa'- • nm !;,;!•• -r»; ir para alto y La reja, admirablemente
interpretada la primera por la señorita Gi-rtrudi" SCKOVI.I d ' u i Kaí.ui Caltada y Manuel Eicalambre. y la
segunda por las íelloritas Laura Esquerr ' • • . ^ovia,
;;ovia, Mari» Aiienia, ry seflore*
" Francisco
" ' de
• la Fuente,
•-••
Heriberto López, Evaristo Touriflo, F o Hra, Benigno
ara. Benigno Xavarro,
Xavarro, li
Inocencio Garrido y Mario Aticn-
xa. rtmnm icj/icacuiviuin:» luciuii icui adefo acierto, soltura y *«t. Número ir ir. tr, fu.» lainhlén
a. Ambas representaciones fueron reui
el monólogo Dolores, gentilmente declamado por la kcfiorita de Se|ro»ia. Todo* lo» deauU ntir no»
del coBJonto, resultando una velada de tas más agradables y teleclas.
Fot, dt C A Í A - . . < •V«M'-..
 UNA LECCIÓN DE VIOLONCELO

Keproilii.' (1 présenle (trabado la fotoRrafla de un grupo de ocho sefloritas violoncelistas, alumnas del ins
Ututo Sama Cecilia, que dirige el maestro Forino. . _ '
Estas señoritas, de cuyos adelantos en el un tanto original instrumento de sus predilecciones no ha podido
apreciarse aún sino en detalle, por haber tomado parte algunas de ellas en diversos conciertos, donde h»n oído
justicieros aplausos, constituye un grupo ünico en Sud América. La afición femenina al violoncelo no ha hecho
en ninguna parte del continente semejante progreso; que, sin embargo, rslá justifuado por la dulzura senlimcn
taK poítica y grave del instrumento, que atenúa 1» poca gracia estítica de su forma.
Es de desear que la afición de las ñiflas, dadas al cultivo del divino arte musical, se detenga en el violoncelo y
no descienda á su congénere ventrudo el monstruoso violón, especialidad de loa ejecutantes políticos.
Fot. de CARAS Y CARETAS.

'ero pronto será el árbol,

Cuyos brazos desencaja
l.a mano de la tormenta
Con invencible pujanza.
Vivido cáliz que al cífiro
El árbol se ha despojado Tienda sus hóliccs de ámbar.
De su túnica lozana Cuando la diosa del canto,
Y abate las ramas mustias l.a primavera rosada.
Como esqueleto con alas; Vuelva á cruzar por la tierra
No hay en el templodcl bosque Con su tul de lilas blancas,
Pavimento de esmeralda \'eslir;l el templo del bosque
Ni colgaduras de frondas Con nuevas pompas lozanas:
Verdes, límpidas y mügicas; Tendrá cenefas mirificas,
Bn sus aliares notantes Oue festonen, como caudas
Han callado las plegarias, He hicido raso nítido
¡Pobres a l u r e s vacíos. l.a cortina de sus ramas,
Sobre cariátides pálida», .Amplia bóveda soberbia
La cruz tendida en el polvo, •>e ojivas tornasoladas,
•Sin óleo las truncas ánforas. líntreabiertas y oscilantes.
Con las molduras deshechas, Kn que las fúlgidas llamas
Sin estructura estatuaria, Del sol, vcndr,'in á quebrarse.
El lienzo descolorido. Como ráfagas de plata;
Rotas las místicas l.'lniparas, Sutil tejido de felpa
Despojado, el pebetero Ornará sus puertas áureas.
De las ondas perfumadas. Un tnosaicb de clemátide»
Las iniciadas del culto Bordado con rosas Cándidas
Lejos de sus mustias aras, lín lujosa grama límpida
Venguen la escueta figura Vestirá el pie de sus aras.
Como huesas desoladas Y la natura, su diosa,
Kn que sólo gime el viento Se verá otra vez cantada
Cruíandoen las noches l.Angui lín vario son, por las aves,
Con su velo tembloroso |da>., lisas clt.aras con alas.
La inmensidad funeraria, Vibraciones del espacio.
Como ignoto legionario Del bosque eternas plegarias.
De adrea liza fanláRtica; Sólo al templo desolado
Sólo un collar de hojas secas Oel hondo invierno del alma.
A sus columnas se enln/.i No vuelve la primnvrra
Corona vieja y musgosa De la fe y
Hatida ñor las borrasen
Frágil ofrenda, sin vida.
Sin color y sin fragancia,
Culrnaldá de los recuerdir-
Por el tiempo marchitada.
 n;TT • n ^ T - v i j P s . z

y A llevaba varias noches de arllslica y

emocionante exhibición la (renlil tira-
dora mejicana que llegú A ser el clou
del Casino, cuyo público alegre se
quedaba, contra sus hábitos, como en misa, con
teniendo el aliento, cuando la artista realizab.i
sus arriesgadas suertes, — verdad»ra maravilla
de puntería,—que resaltaban bizarrías temera-
rias y excéntricas, hechas por una mujer.
Kl pasado domingo, la atención especiante del
piiblico que llenaba la sal.i subió de improviso
hasta la emoción penetrante de la tragedia. La
' tista se habla herido gravemente de un balazo
el vientre por una leve desviación del pro
> ectil. que, en la consumación de una peligrosa
y complicada suene, debía ir & batir un pequeflo
blanco colocado en la cintura de la tiradora.
El público del Casino, que no es ficll de im-
presionar, se impresionó en grande con la sensi-
ble desgracia. Era una inesperada variante del
programa que á muchos que hablan ido allí A
rcirlo» hizo enternecerse hasta llorar.
Felizmente, la simpática artista rápidamente
.Hendida, rodeada, mecida, mimada por el cnler
nccimiento masculino-que no hay barbudo que
resista impasible el espectáculo de una mujer
herida—se halla á estas horas fuera de peligro.
si bien tendrá que renunciar, probablemente, á
los tocantes ejercicios cuya perfección la habla
constituido en una especialista singularísima,
de esas que uno desea ver por sentir una emo-
ción, y desea DO ver por temor de un disgusto...

LOS SENEGALENSES EN BUENOS AIRES

.uD ,'. n csti; sr.r mmigrnnies I rlc ' Son «Ito». fornidos, de andar airoso y
ilcvri' ' la ancha capa c«a que te envuelvan y
limamente de i ancesas del '• f* cobren.
Icntal.-Son orii;¡--- '• • ..• «al y ic lltu lair * Tucnauia. donde Ir* han ron
,n s ' ' : viejo .Moek. rey de i Jalear, que los fr«f, 'i-ií«r tn uno df ioi m.l« íínnoil:*n(r<t
, , - I ,. ' • n.-tdo y mantienen en sus colonias elri
, n-n<i.? luiiwionei' de patriarca funtoche. .Se llaman I)a
var S»w, de 27 »Bos; Madle Sck y DIapp Mody, de » . y
 VA lícncral KocaesiA i'fi menU' con ;ni
rircparandocl nlcn^a(e i millones menos de
lia de leer en el los que existen en
, I trieso A piiri'.ipios cireulacii'in •
i. 1 i'ii^ximo mcí. Habría un medio
'.• 'i. nramo.i lo que de arreglarlo lodo.
' li meiisaie. Disuibuir esos
i Ti,11 |H'CÍ':de«Guía millones de p e s o s c n U i > ('inpr i.r.iii i
Icl v i a i e í o v en donde que sobren.
liifurarán todas las lí-
neas fírrcns y rumbos Mi amigo don Zenón
maríiimrs que ha se se pone del revés el p.inlalón:
({uido el seftor presi- y su cuñado Andrtfs
denie. el pantalón se pone del revés;
•i- y es que algunos varones
se ponen del r c v í s los pantalones.
Dicen
uicen tie (le v^noMiiutai
Chosnialal
que un comisario, encargado por el vlcfen'^or de meno •f
íes de traerle dos huérfanos que se bailaban al cuida- Otro de los resultados de la conferencia sobre e! dev
do de una honrada familia, hirió e i a v e m c n t c al jclc ,Hrme universal:
de esta «en cumplimienio dcjsu misión*. Los acorazados Rrown. Independencia y Libertad \
Buen sistema el de esa gente 1 los cruceros 9 de lulio y '¿[i de Mayo, serán colocados en
b
lefendiendo A los menores,
van cariíaiivamcnle
situ.'ición de medio desarme.
« El Uiown—dice un colega—ya tiene tripulación re
' revent:Hi>1<i ;'i In'^ mayores ducida por hallarse en compostura. •
y así siui ^1 v;iini-nli.'. ; Por hallarse en compostura la tripulación -
Cualquiera, al leer ft\n diríi:
— ¿ Qué es lo que ticni U- uipuesto ?
—¿E«tuvo u>ii( ^atai?
(preguniaron .1 don C l i i o •i-
que es liberal furihundd Pasa la fe como pasó la duda:
y espaftol hasta los huesos). pasa la leinpesiad como la calma:
—Pues ya lo creo que estuve; 10 que no pa'^n nunca, caballeros,
acudo entre lo» primeros. »s,,, lo que nunca pasa.
Soy liberal y amo iodo
lo que p i o v i c n e de Riego.
+ JEROGLIFICO
Asegura un diario con mucha formalidad que, no obs
l a m e ios millones acumulados en los bancos en una TICOS
proporción algo mayor de la acostumbrada, no se sien TICOS
•e en el mercado la cjcasez de papel moneda,
Protestamos,
Hn el mercado no se senlir.l; nosotros si que la scnii
1880-18^0 TICOS
TICOS
mns. i. TICOS
Sigue el diario formal:
• ...lo que demuestra que el país se pajarla peí |. i M

^^^^^^^!^mmmm!^mswm''^^p^-.
7n)^^^^<i W
'T'

m
Simón.'-Buanoi Aire I nnihn ' Mliiter Cachimbo.—Tucumán—(Oue lii'.
nn ÍT:Í ir-rd iam.'ls I:i t;Uiii:i ni :i • i h e i n o s a l canasto si no no^
nin:;nn:l p:itli'. l'ui's queda Usted complacido.
Ciiutián —Bu nos ATÜH ,>O liay es- Piti. San Luis, -Pateco a.l" .1. I F. 8. R.-Oualeguayri'ii . N',, .
f'rlior cursi que no csrriba sobre esos c;ii bnnrlo, I' d el castigo dii
desengaños (hil amor. Pell-rublo.-Villa Ciillda. 'I 'i'i ia -as inmoraiidadi'
J. L Buanot Airo». —Kn lodo este lector que lo acuanlase, C. C. ii.~C6rlliibi.- ,Nahe u»ie.i (u
•ifl'i v.i ¡\ ser impn-iíble publícilrselo. A. O,-Sin»» Vlctor-ia.-l "i'i le llaman ñ eso los andaluces-
8. U de Q - Buenoi Air<t«. Mii\- vtil llamo que quiere usted I 1 V-.alira I
garcs ambos A ilos. E«o. - La Plata. -Diic n-
Trlelclo.-Buenos Aln Uim Nadie -Curuiú Cuatlá. — Il.Mcen muy m crudo.
ojos hemo" podido v. 11, •. i,, ^^ I ar sus virsos, no :ini(i |inr lo i i i s 8. 0. Ri'ii«''le ''•"'"
0. R.—Butnoi Alrei.—Gana tt .leí asunto, comu i iri l:i idea que »e li;i • IHM •
la» tórtolas en inocencia. • n de su ignoranc 11. i hnc. I.

drl número anterior. 7r.- •7<</il . TaNlllN'IK.

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