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En palabras sencillas, los costos de distribución son los gastos que deben cubrirse para
llevar los productos desde el almacén hasta el cliente final. Este costo se compone de
distintos elementos, tales como el embalaje, almacenamiento, transporte, entre otros.
¿Habías oído a hablar sobre el término costos de distribución? Es de suma importancia que,
tanto comerciantes como fabricantes, así como también los consumidores, estén bien
informados sobre el tema con el fin de que los productos se ofrezcan a un precio justo.
Para ser sinceros, las empresas que llevan a cabo la producción y distribución de los
productos incurren en innumerables gastos, ya sean costos económicos, de oportunidad u
otros tipos de costos. Es esencial para estas empresas conocer en detalle cada uno de ellos,
y en esta oportunidad trataremos específicamente sobre uno de los costos económicos: el
costo de distribución.
Por lo general, los costos de distribución son elevados, aunque se suelen amortizar
elevando el precio de los productos finales. Un ejemplo es cuando un producto tiene un
largo canal de distribución (mayorista, distribuidor, minorista, etcétera) y cada parte tiene
una merecida ganancia. Sin embargo, en otros casos pueden ser casi inexistentes, dado que
el productor es el mismo ente que distribuye el artículo.
Más allá de saber que el cálculo de los costos de distribución es relevante para que el
receptor reciba la mercancía, su importancia también radica en que debe aumentarse el
precio total del producto que se está ofertando para que puedas garantizar tus ganancias.
Un mal cálculo puede originar pérdidas que podrían no ser recuperables en el corto
plazo.
Lo más probable es que estés pensando en el típico costo que todos se imaginan: el
de transporte. Sin embargo, los costos de distribución engloban otras áreas aparte del flete,
que suelen ser mucho mayores en términos económicos, y que es muy importante
conocerlos.
Son los que incluyen todos los gastos relacionados con la venta de los productos,
como por ejemplo: sueldos y comisiones de vendedores, gastos de las oficinas de ventas,
entre otros.
Se refiere a todos los costos de distribución física del producto. Aquí no solo se
toman en cuenta los gastos de transporte, sino también el resto de los gastos asociados a
elementos logísticos que garanticen que estos productos se entreguen a tiempo.
Tomar en cuenta estos gastos garantizará que tu producto sea recibido según lo
acordado con el cliente, lo que mejorará su satisfacción y, en consecuencia, la experiencia
de compra.
4. Gastos de almacenamiento
5. Gastos de merma
Como sabes, no en todos los casos los productos llegan al consumidor final. Por
ejemplo, puede suceder que se trate de un producto perecedero o que necesite ser
reemplazado por otro para garantizar su calidad.
Ahora bien, los gastos de merma no son iguales al desperdicio. El desperdicio viene
a ser "el residuo de las mercancías después del proceso al que sean sometidas o los envases
y materiales que se hubieran importado como un todo con las mercancías importadas
temporalmente", siendo considerado como desperdicio un producto terminado que no haya
pasado el control de calidad, por ejemplo.
Ahora bien, también es importante que conozcas cómo estimar los costos de
distribución.
Gastos de pérdidas
Como te hemos comentado, en casi todos los casos, los gastos de distribución se
encuentran incluidos dentro del precio final del producto, pues aunque no afecten al
producto en sí, son determinantes para que el producto en cuestión pueda ser comprado por
los clientes. Sin distribución, no hay compras y, por ende, el precio final debe cubrir todos
los costos para que un negocio sea rentable. Si esto no ocurre, no se produce.
No es necesario ser un gran matemático para calcular los costos de distribución. Con
la información dada previamente, tienes todo lo necesario para hacer un correcto cálculo de
estos gastos. En resumidas cuentas, se suman todos los gastos incluidos en los costos de
distribución, tales como los de venta, de publicidad, de transporte y de almacenamiento. Si,
por ejemplo, la suma de todos estos gastos es igual a 100, significa que tendremos un costo
de distribución de 100, el cual debemos agregar al precio final si queremos que nuestro
negocio sea rentable.
Para estimar el costo total de una orden de productos, te recomendamos hacer el
cálculo del total de todos los tipos de gastos explicados en el punto anterior, más la suma de
los costos de producción de tu producto. El resultado será la estimación del precio de la
distribución.
Otra manera de calcular el costo de venta de una orden de productos, de acuerdo con
la Agencia de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), es sumando el costo total
de tu venta, más la utilidad que deseas obtener de ella.
En cualquiera de los métodos que utilices, los costos de distribución deben realizarse
de forma individual para cada tipo de producto. Eso te garantizará que el cálculo sea lo más
ajustado posible a la realidad y a la necesidad de tu consumidor.
El manejo y entrega del producto: que incluye todas las actividades logísticas.
Además, es importante que realices una buena planificación de todas las fases
previas a la distribución de tu producto para garantizar el cumplimiento efectivo del
proceso y evitar retrasos.
Por ejemplo, conocer todo lo relacionado con los puntos de carga te permitirá trazar
rutas rápidas para reducir los costos de combustible y trabajo. También, conocer
exactamente las dimensiones de la mercancía a transportar, te permitirá hacer una selección
inteligente del transporte que debes utilizar.
Como dato extra, el análisis del big data es aconsejable para este sector. De este
modo, puedes conseguir presupuestos realistas, bajar los costos de producción y optimizar
los recorridos.
Dicho de otra forma, si no eres precavido con los mantenimientos necesarios, tus
costos pueden aumentar considerablemente.
Por esto, es necesario transmitir las mejores prácticas a tu personal para disminuir o
evitar costos.
Como vemos, reducir los costos de distribución permitirá que tus precios sean más
accesibles, por tanto, tendrás ventaja competitiva frente a tu competencia.