Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tiempo cósmico.
1. ¿Qué es el tiempo?, se pregunta San Agustín, “si nadie me lo pregunta lo sé, pero si
trato de explicárselo a quien me pregunta no lo sé”.
2. El sistema lineal: esta organización se fundamentos en una experiencia del tiempo
como algo que fluye permanentemente, sin retornar jamás, como una línea recta que
siempre avanza. La cultura y la religión del antiguo Israel, del judaísmo y del
cristianismo adherente básicamente a esta concepción lineal del tiempo.
3. Tiempo medido objetivamente puede ser estar determinado tanto por los ritmos
biológicos y cósmico, como por sistemas de medición artificiales y técnicos. El
tiempo experimentando subjetivamente, en cambio, está determinado por los
acontecimientos que deviene en la vida humana personal o social.
4. Un instante o un lapso mayor de la vida de una persona es experimentado como
“corto” o “largo” según sea entretenido o aburrido, importante o banal, alegre o
doloroso, lo que se vive durante él.
El Tiempo Sagrado:
1. lo sagrado es propiamente el terreno de lo definitivo, de lo veras necesario, de lo
más serio. Es el lugar de la relación con el misterio; y de ella depende un último
término en todo. Esto es lo que se identifica con la transcendencia.
2. El tiempo sagrado dentro del tiempo cósmico que se convierte en una hierofanía
(manifestación de lo sagrado). Supone una interpretación religiosa del tiempo
cósmico. Como el espacio, el tiempo no es, para el hombre religioso, homogéneo.
Existen los intervalos de tiempos sagrado, el tiempo de las fiestas.
3. El tiempo profano del hombre medio de las grandes ciudades del mundo es
anodino (nimio, trivial): Se levanta, higieniza, desayuna y parte al trabajo.
4. el tiempo sagrado implica una riqueza de matices y variaciones que en el hombre
moderno quedan como resonancias que a veces lo sustraen de la opacidad del
tiempo profano.
5. La presencia del Misterio marca en cierto modo, el significado de todo el resto de
la realidad.
estas dos clases de tiempo hay: bien entendido, una solución de continuidad; pero, por
medio de ritos, el hombre religioso puede «pasar» sin peligro de la duración temporal
ordinaria al tiempo sagrado.
II EL AÑO LITURGICO
Naturaleza del año litúrgico
1. El año litúrgico, por tanto, es una realidad teológica antes que una era
organización temporal de la Iglesia. Por la fe en Cristo es comprendido como
tiempo de salvación. El año litúrgico es año cristiano y año del señor porque es
de cristo y a él le pertenece; y es año de a Iglesia o eclesiástico, porque la Iglesia
lo hace suyo para santificar el tiempo y la existencia de los hombres.
2. El concilio vaticano II habla de “Sagrado recuerdo en días determinados, de
desarrollo del misterio de Cristo en el circulo del año y de conmemoración de
los misterios de la redención”
3. El año litúrgico es el resultado de la búsqueda por parte del pueblo de Dios, de
una respuesta al misterio de Cristo por medio de la conversión y de la fe. fruto
de un itinerario roturado por las experiencias de la Iglesia a lo largo de los
siglos.
Formación del año litúrgico:
1. A la formación del año litúrgico contribuyeron diversos, factores, como la
capacidad festiva humana, la humana del año litúrgico hebreo y, sobre todo, la
fuerza misma del misterio de salvación.
2. El acontecimiento de la muerte del Señor se revela no solo como el núcleo de la
predicación de la Iglesia y de la celebración eucarística, sino también como el
fundamento del año litúrgico.
3. la Pascua de Israel había alcanzado su cumplimiento y culminación en la pasión y
resurrección de Cristo con la donación del Espíritu Santo.
4. La muerte y resurrección de Jesús constituyen el acontecimiento celebrado
semanalmente el domingo y anualmente en la fiesta de Pascua, con un criterio de
concentración respecto del criterio cronológico de distribución de los misterios de la
vida de Cristo que se afirmaría posteriormente.
III. Teología del año litúrgica:
1. El año litúrgico, celebra la obra salvadora de Cristo en el tiempo y es a la expresión
de la respuesta de conversión y de fe por parte de la Iglesia.
2. la finalidad del año litúrgico, es mistagógica (Introducir en los misterios sagrados) y
pastoral. Se trata de hacer presente el misterio de Cristo en el tiempo de los hombres
para reproducirlo en sus vidas.
3. La liturgia es el principal medio de la presencia del Señor en su Iglesia. Pero Cristo
no solo se hace presente con su poder de salvación en la Palabra y en los
sacramentos, especialmente en la Eucaristía, sino que también lo hace en cada uno
de los misterios que la Iglesia celebra en el año litúrgico.
4. La celebración de los misterios de la salvación en el año litúrgico, conducen
también a la imitación de Cristo, al celebrar los distintos aspectos de su misterio en
el año litúrgico, desde la encarnación y el nacimiento, hasta la glorificación.
5. El cristiano reconoce en su propia existencia, la vida del Hijo de Dios, que le ha
ahecho renacer con él, vivir en él, padecer, morir, resucitar e incluso estar sentado
con él en los cielos.
Durante estos días feriales, las lecturas se dividen en dos grupos que se van
alternando según sea el año: Año par o año impar. ¿Cuándo es un año par o impar?
Todo dependerá del año civil en que transcurra la mayor parte del año litúrgico; por
ejemplo, este año litúrgico, que empezó el primer domingo de Adviento del año
2020 es, sin embargo, litúrgicamente hablando un año impar, porque la mayor parte
del año transcurre en este 2021, que es un año impar.
Lo del año impar (año I) y año par (año II), aplica también para el Oficio de
Lectura.
Recordemos que cada ciclo empieza con el inicio de cada año litúrgico, es decir con
el primer domingo de Adviento.
b) Aclamación: con la cual toda la asamblea, uniéndose a los coros celestiales, canta
el Santo. Esta aclamación, que es parte de la misma Plegaria Eucarística, es
proclamada por todo el pueblo juntamente con el sacerdote.
III. EL DOMINGO.
1. La celebración del misterio de Cristo en el curso del año, aunque gira en torno a la
máxima solemnidad de la Pascua, se apoya ante todo en el ritmo semanal marcado
por el domingo. En efecto el domingo es el día que recuerda la resurrección del
Señor y la efusión del Espíritu Santo, y en el cual la Iglesia se reúne para celebrar la
Eucaristía ( SC 6 y 106).
2. El día del Señor es una creación genuinamente cristiana que se remonta a los
primeros tiempos. El Concilio Vaticano II atribuye el origen del domingo a una
tradición apostólica.
Origen Apostólico
1. Testimonios bíblicos: Los pasajes del Nuevo Testamento que se refieren al
domingo presuponen de alguna manera la observancia del día del Señor:
2. los paganos convertidos fueron hechos partícipes de los bienes espirituales que esas
comunidades poseían desde el comienzo. Por lo tanto: Si los gentiles han
participado de sus bienes espirituales, ellos a su vez deben servirles con sus bienes
temporales (Rom. 15, 27).
3. Hch 2,42.46 – “Se mantenían constantes en la enseñanza de los apóstoles, en la
comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.
Acudían diariamente al Templo con perseverancia y con un mismo espíritu, partían
el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón” Todo
hace pensar que se trata de una reunión habitual, en la que se da la circunstancia
extraordinaria de la presencia del apóstol.
Es una palabra griega que significa “enseñanza”, “La instrucción del Señor a los
gentiles por medio de los doce apóstoles”. Es considerado como uno de los
documentos más importantes de la Iglesia primitiva perteneciente al grupo de
escritos de los Padres Apostólicos.
Reunidos cada día del Señor, romped el pan y dad gracias… Porque éste es el
sacrificio del que dijo el Señor: En todo lugar y en todo tiempo se me ofrece un
sacrificio puro, porque yo soy rey grande, dice el Señor, y mi Nombre es admirable
entre las naciones.” (Didaché 14,1-3
San Ignacio en su carta a los Magnesios afirmaba que aquellos que guardaban el
sábado y no el domingo como los cristianos se habían dejado engañar por doctrinas
extrañas y han terminado judaizando, pero que los cristianos guardaban como día
del Señor el domingo en virtud de que fue el día en que resucitó el Señor.
“No os dejéis engañar por doctrinas extrañas ni por esos cuentos viejos que no
sirven para nada. Porque si hasta el presente vivimos a estilo de judíos, confesamos
no haber recibido la gracia...”
Es probable que esta y otras advertencias se deban a que todavía había algunos
cristianos que se aferraban a las antiguas ordenanzas de la Ley Mosaica
(circuncisión, diezmo, sábado como día de reposo, alimentos impuros).
Nosotros celebramos también el día octavo con regocijo, por ser el día en que Jesús
resucitó de entre los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos”. El
primer testimonio de la celebración del domingo en Alejandría, entre el 130 y el
138.
El día que se llama del sol se celebra una reunión de todos los que habitan en las
ciudades o en los campos… y celebramos ésta reunión general el día del sol, por ser
el día primero, en que Dios, transformando las tinieblas y la materia, hizo el mundo,
el día también en que Jesucristo, nuestro salvador, resucitó de entre los muertos”.
Afirmaban (los cristianos) que toda su falta y todo su error consistía en reunirse
habitualmente un día fijo, antes del alba, para cantar alternativamente un himno a
Cristo, como a un dios…reconocían también el… encontrarse para tomar todos
juntos una comida, pero ordinaria e inofensiva”. Esta comida era posiblemente la
Eucaristía.
Día señorial: Alude ante todo al día que hizo el Señor (Sal. 117,24). Cristo fue
exaltado como Señor y Mesías (Hch 2,36). La invocación “Jesús Señor” constituye
la confesión de la fe bautismal (Hch 2,38) y la aclamación nupcial de la Iglesia
( Ap. 22,17.20).
Señor de los días: Símbolo del señorío de Cristo sobre el tiempo “Cristo es el alfa y
la omega… el que es, el que era y el que viene, el Omnipotente… el primero y el
último, el viviente (Ap. 1,8.18.19).
Día de la Asamblea: Símbolo de la Iglesia del Señor, que se hace visible sobre todo en la
celebración Eucarística. La referencia del domingo al Señor y a la Iglesia recuerda que ésta
no existe sino en dependencia del que es su cabeza y esposo (Ef. 5,23). No acudir a la
Asamblea era muy grave (Heb. 10, 24-25). La celebración del domingo es un signo de
pertenencia a la Iglesia y de identidad cristiana.
Fiesta de los cristianos: El domingo es fiesta primordial, que debe presentarse e inculcarse
a la piedad de los fieles, de modo que sea también un día de alegría y de liberación del
trabajo (SC 106).
IV TIEMPO LITURGICOS.
Riquezas y espiritual
1. La Iglesia, al celebrar el adviento unido a la navidad, es consciente de cumplir a
la vez la espera del Antiguo Israel en la Expectativa mesiánica y su propia espera
de la consumación de la filiación divina comunicada por Cristo en su venida
histórica es avisar en los creyentes la espera del Señor. Es un tiempo privilegiado
con una triple finalidad:
2. Recordar el Pasado: celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El
señor ya vino y nació allí. Esta fue su venida en la carne, llenos de humildad y
pobreza, se hizo hombre, igual a nosotros exceptos en el pecado. Fue su primera
venida, la que se recuerda.
3. Vivir el presente: se trata de vivir en el presente
4. Preparar el futuro
5. Riqueza pastoral lo que el adviento pide a los cristianos:
6. El adviento es el tiempo de la gracias y de la salvación. Por eso, la
consideración de la última venida nos estimula a valorar la venida actual y a
prepararnos debidamente.
7. Adviento no se reduce un simple sentimiento de penitencia. Es tiempo de gozo y
alegra. Es a hora del despertar del sueño, porque es la entrada de un mundo
infinitamente mejor. La venida del Mesías es un gran gozo “Os anuncio un gran
gozo. que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy un salvador
8. la Iglesia está constituida por la misión, tiene que romper una tradición que
basa la acción eclesial solamente en el culto, tiene que hacer planteamiento de
dialogo, tiene que aprender del mundo la eficacia en sus planteamientos.
9. En una palabra, la relación y el dialogo de la Iglesia con el mundo debe estar en
la fuente misma de la acción pastoral; la nueva estructura social está exigiendo
que la Iglesia no se anquilose en sus estructuras y cree estructuras nuevas caras a
la misión.
10. El camino de descubrimiento de la pastoral de conjunto incluyo a los
siguientes pasos: el descubrimiento y el estudio de las situaciones de la sociedad.
11. El descubrimiento de la necesidad de conjugar en la Iglesia los distintos
medios y agentes para su misión desde un planteamiento pastoral a una
programación común.
ÑAPA:
Domingo, día de la resurrección:
1. El domingo “día del señor”, es el ritmo más antiguo de la liturgia cristiana, día de
la “pascua semanal”. Es el estricto.
Pascua anual:
1. El primer periodo de la iglesia, la muerte y resurrección de Cristo que fue el
núcleo de la predicación, de la celebración y toda la vida cristiana. Esta
celebración anual, se fue consolidando como la principal fiesta del año litúrgico.
Los tiempos entorno a la pascua anual:
1. La primera, fiesta típicamente romana, se fijó el 25 de diciembre, probablemente
para contrarrestar con la fiesta del nacimiento de Cristo “sol que nace de lo alto”
2. el segundo lugar entre las celebraciones cristianas de año litúrgico, después de la
pascua. La Epifanía surgió como unas fiestas que celebrada tanto el nacimiento
como el bautismo de Jesús (manifestación en la carne y filiación divina). Se
celebrada el 06 de enero. El adviento. Y tiempo de preparación a la fiesta de
navidad, es propio de la liturgia occidental,
Tiempo ordinario o “durante el año”:
1. Es el tiempo que queda fuera de los dos grandes ciclos de pascua y navidad, se trata
del tiempo más originario del año litúrgico, ya que durante su curso los domingo
son las fiesta principales. Ya en el siglo VI el tiempo ordinario apareció con una
estructura clara y unitaria, dividida, desde luego, en dos partes, una entre el fin del
ciclo natalicio y el inicio de la cuaresma, y el otro más largo, entre la fiesta de
pentecostés y el inicio del adviento. En él no se celebra ningún misterio de Cristo en
particular, como sucede en los ciclos de pascua y navidad, sino la totalidad del
misterio.