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SÍNTESIS TEOLÓGICA
Guía de Estudio – Katniss Gokū Etzbe’onît
I. INTRODUCCIÓN
Acción de Dios opera en dimensiones que nos son propias y cotidianas (personas, naturaleza,
acontecimientos)
El tiempo como lugar teofánico por medio del cual, Dios manifiesta su eternidad y su acción creadora
Año litúrgico: conjunto de las celebraciones con las cuales la Iglesia celebra anualmente el misterio de Cristo, y
es el fruto de una reflexión teológica sobre el tiempo. Continuación del tiempo bíblico o históricos-salvífico
La liturgia debe ser considerada como un momento de la historia salvífica.
A. El tiempo
Tiempo cósmico: dimensión del universo con la cual se mide el perdurar de las cosas mutables o también,
la sucesión rítmica de las fases en las que se desarrolla el devenir de la naturaleza.
Tiempo de los calendarios dividido en meses, semanas, días
Tiempo histórico: tiempo neutro, independiente del hombre
Sin embargo, los ritmos del tiempo cósmico son percibidos x el h primitivo
Las religiones antiguas le confieren al tiempo cósmico un carácter sacro (reconocimiento en los ciclos de la
naturaleza un significado sacro)
Esta sacralización mítica impone que se establezca el calendario de las fiestas, que siguen por lo tanto, el
ritmo de las estaciones y de los meses.
En la fiesta se ritualiza el tiempo ordinario y se regenera el tiempo cotidiano
El rito se desarrolla en un espacio consagrado y en un tiempo “sacro” (rito realizado por un dios,
antepasado, héroe)
Concepción cíclica del tiempo en las culturas griegas y orientales.
2. En la biblia
Particularmente interesada por el tiempo, a tal grado de leer los acontecimientos del mundo con esta
intención: la revelación de Dios se abre y se cierra con anotaciones temporales.
Prefiere el tiempo tal y como lo presenta el profeta Natán: Dios elige estar presente en la “casa” de la
dinastía davídica
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En el templo la presencia de Dios estaría ligada a los elementos locales, territoriales y no a los
históricos.
Existen varias concepciones bíblicas del tiempo (AT conoce varias)
La característica de la religión judeo-xtna se basaría en el hecho que ella considera seriamente el
tiempo y proclama la acción efectiva de Dios dentro de una historia real que corre hacia un objetivo
Vs otras religiones: “religión histórica contra religión natural”
Novedad en Israel y en su ambiente: la divinidad era reconocida no a través de la naturaleza que era
manifestada de manera cultual, sino en los hechos contingentes de la historia.
Evolución de las concepciones del tiempo: Primera fase: se percibe el tiempo en su acepción más
simple (medir la vida con el alternar del día y la noche)
Se sobreponen dos aspectos:
tiempo cósmico (el tiempo regulado por los ciclos de la naturaleza);
tiempo histórico (tiempo que se desarrolla en el fluir de los acontecimientos)
tiempo salvífico (Dios gobierna en el mismo modo y los orienta conjuntamente hacia un mismo
fin)
NT: Visión lineal del tiempo: ayer, hoy, mañana
Evento decisivo: Xto que da cumplimiento al tiempo veterotestamentario
Realidad central y determinante: Cristo es el Alfa y el Omega, el Primero y el Último, el Principio y el
Fin de la historia.
El xro/noj ha asumido una cualificación salvífica, mediante el kairo/j de la muerte resurrección de
Cristo, que cualifica también su encarnación, dando lugar al e)o/n presente, que al mismo tiempo que
ha puesto fin al pasado, anticipa la solución final, a través de las acciones de Cristo y de la Iglesia.
B. La liturgia y el tiempo
El Verbo eterno con su encarnación se insertó en “el tiempo de la historia” de los hombres, haciéndolo un
tiempo real y siempre actual: “historia de la salvación”.
Con ello se pone especial atención al hecho de la actualización y actuación del misterio que es Cristo,
misterio que está ligado a la eficacia de las acciones que Cristo mismo ha cumplido y sigue cumpliendo.
Mediante la liturgia toda la Iglesia con Cristo puede cumplir año con año, su propio camino hasta la
victoria final y recorrer así, de una a otra, las principales fases del misterio de Cristo, para conformarse de
esta manera, progresivamente con su imagen.
C. El ciclo semanal
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La declaración del Vaticano II sobre la revisión del calendario lo declara
Elaboración de calendario perpetuo e introducirlo a la sociedad civil
Que la Sucesión de semanas quede intacta, a no ser que se presenten razones gravísimas, de las que
juzgará la Sede Apostólica.
S.III: mundo grecorromano, el primer día de la semana estaba puesto bajo el signo del sol
Incluso después de la cristianización
Lenguas germánicas conservan su designación (Sonntag, Sunday, etc.)
Adoptaron para designar al séptimo día shabbat
El ciclo de las semanas proporción un marco para todo el año litúrgico a comunidades cristianas
fuertemente arraigadas en un universo cultural semítico.
Se verifica en la constitución de un ciclo Pascual de “una semana de semanas” que culmina en el
“quincuagésimo día” (pentecostés)
Por lo menos desde la ½ del s. II, la celebración anual de la Pascua ampliará al ciclo del año la concepción
cristiana del tiempo
Para determinar la celebración pascual se enfrentan dos tradiciones:
ante todo de destacar la continuidad con la Pascua mosaica del catorce de Nisán
despreocupada por mantener el ritmo semanal de la celebración del Día del Señor
«Solemnidad de solemnidades» en el que el “día” se prolonga a lo largo de la semana y se renueva en
una semana de semanas.
La Pascua es el centro y cumbre del tiempo cristiano: no es solo una festivitas sino es una solemnitas
Celebración única en el ciclo anual.
E. Los aniversarios
Interfieren conmemoraciones que evocan un acontecimiento histórico y otras situadas en una fecha que
puede ser arbitraria a menos que exista el propósito de cristianizar una festividad tradicional difícil de
desarraigar.
Las fiestas que celebran la Natividad de Cristo o sus “Manifestaciones” que llegaron a constituir, al menos en
occidente, el núcleo de un ciclo análogo al ciclo Pascual.
En Roma: Presentación y Encuentro en el Templo se transformó en la fiesta de “la Purificación de María”; la
conmemoración anual de los antepasados parece ser el origen de la celebración de la Cathedra Petri.
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En este día los fieles deben reunirse a fin de que, escuchando la palabra de Dios y participando en la
Eucaristía, recuerden la pasión, la resurrección y la gloria del Señor Jesús, y den gracias a Dios que los
“hizo renacer en la viva esperanza por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos” (1 Pe 1,3).
Por esto el Domingo es la fiesta primordial, que debe presentarse e inculcarse a la piedad de los fieles, de
modo que sea también día de alegría y de liberación del trabajo...
Empieza con la resurrex-Xto y se puede decir que el Domingo tenía su forma definitiva mucho antes del
Concilio de Nicea
1. Acontecimiento Pascual
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Mártires de Abitene: llamados también los “mártires del Domingo”: arrestados el 12 de febrero del 304
en Cártago ante el procónsul Anulino: habían obrado contra los edictos imperiales: habían celebrado
el Día del Señor en casa del lector Emérito.
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Aparece como nueva designación de este día: “fue arrebatado en espíritu, el Día del Señor, e)n th
kuriakh/ h(me/ra, y oí detrás de mí una voz como de trompeta”
Es el nombre que se extenderá entre las Iglesias de lengua griega
Luego se traducirá al latín Dominicus Dies, entre las Iglesias de Occidente
De sustantivo pasa a adjetivo y de ahí otra vez a sustantivo: kuriakh/, dominica
La celebración xtna del primer día empezó ya en la semana siguiente a la resurr ex-Xto: Ocho días después
estaban otra vez sus discípulos dentro... Jesús se pone delante y les dice: “Paz a vosotros.”
Jesús centra la atención de los discípulos en dos puntos: al mostrar sus llagas gloriosas, coloca la cruz en el
centro de la reunión ritual de los cristianos; al exigir la fe de Tomás, requiere que dicha asamblea reúna a
creyentes, a “fieles”.
La generación apostólica capta inmediatamente la importancia del primer día, vinculado al recuerdo y a la
presencia del crucificado
Pablo: “el primer día de la semana c/u de vosotros ponga a aparte lo que buenamente haya podido
ahorrar”: Congregados el primer día de la semana para partir el pan
c) Día de la resurrección
Esta denominación utilizada particularmente por la Iglesia bizantina, tiene la ventaja de evocar de modo
explícito el vínculo del Domingo con la Pascua del Señor
Domingo con carácter más Pascual conservado en la Iglesia bizantina.
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El Domingo empieza con la puesta de sol en la tarde del sábado, según el uso de las comunidades
cristianas surgidas del judaísmo
Misa del sábado se inserta en la práctica de las primeras comunidades cristianas
1. La asamblea eucarística
2. La vigilia pascual
Los sacramentos brotaron con el agua y la sangre del costado abierto del Cristo
Eucaristía dominical: constituye la actualización de la Pascua de Cristo
Bautismo: muerte y resurrex en Cristo
Vigilia pascual ofrece el marco normal del bautismo de los adultos
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Se debe reservar preferentemente el Domingo para: la primera comunión de los niños; la renovación de fe de
los adolescentes; ordenaciones de obispos, presbíteros y diáconos
El Domingo es el día in qua collata sunt Omnia dona gratiarum
4. La alegría dominical
Realizan sin ninguna especificación secundaria el tipo de Domingo Cristiano, en estado puro
Cada uno de ellos es una Pascua y una Fiesta
Su carácter Pascual se expresa tanto en la Liturgia de las Horas como en la misa
En la celebración se cantan cada Domingo los salmos más evocadores del MP: Sal 117; Sal 109; Sal 113 (en
vísperas)
2. La celebración eucarística
En los formularios de la Eux distinguir: lecturas, oraciones y cantos; no se pueden agrupar bajo un tema
particular para cada uno de los Domingos ordinarios
Lecturas del AT, del Apóstol y del Evangelio se desarrolla en tres años: c/u se caracteriza por el evangelio
del que se saca la lectura continua
MT (A)
Mc – Jn (B)
Mc (C)
El salmo responsorial concuerda con las lecturas Veterotestamentarias
Se ofrece a los cristianos reunidos para la celebración Eux una condensación de la predicación apostólica
Provienen en gran parte del Misal tridentino: Oraciones de entrada, sobre las ofrendas y después de la
comunión. Las otras proviene de los antiguos sacramentarios
Carácter Pascual del Domingo como luz viva para los 8 prefacios de estos Domingos
Desarrollo del misterio de la salvación
Obra maravillosa realizada por Cristo en el MP
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Reúne a su alrededor al nuevo pueblo de Dios
La Iglesia, cuerpo de Cristo y templo del ES
Cantos: sacados del Antifonario romano de la alta edad media
El Domingo es la fiesta primordial, por ello no se le antepongan otras solemnidades, a no ser que sea de
suma importancia, puesto que el Domingo es el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico
E. La Semana
La celebración semanal del Día-Sr impuso desde los orígenes el rito de la semana hebrea a la vida de los xtnos
Designaron los días según de la semana según el modo judío por los números ordinales
Otros adoptaron los siete días de la semana con el patrocinio de una divinidad planearía; los fieles de Xto
utilizaron a pesar de todo estas denominaciones
los Padres de la Iglesia se esfuerzan por sustituir los nombres paganos con la denominación xtna, pero es
en vano su esfuerzo
La organización litúrgica de la semana privilegio muy pronto tres días: miércoles, viernes y sábado
Didajé: miércoles y viernes día de ayuno
Pastor de Hermas, Clemente de Alejandría y Tertuliano: “días de estación” (días de ayuno y oración
de carácter penitencial)
Miércoles y viernes ayuno: Roma añade el sábado
En Occidente entre los ss.VI y X: la observancia del miércoles se reduce a la abstinencia y luego
desaparece junto con el ayuno del viernes
Permanecen Mier, viernes y sáb de las 4 temporas hasta la 2da guerra mundial
La Oración:
Se convierte de privada a común, pero según lugares y tiempos, diversas formas de oración
Alejandría (s. V): asamblea sin eucaristía
Roma: estaciones alitúrgicas de las ferias IV y VI
África, Jerusalén y Capadocia: celebran la Eux en esos días
S. VI, se extendió en Occidente el uso de celebrar la misa los miércoles y viernes
Mier y viernes trascurre el ayuno hasta la hora nona xq el miércoles el Señor fue detenido y el viernes
fue crucificado
El sábado xtno sustituyó al sábado judío conservando su nombre. Tendencias:
No judaizante
Día de ayuno (Roma y Alejandría)
Sábado experimentó la atracción del Domingo y se convirtió en día de fiesta
Sábados de cuaresma asimilados al Domingo
S. X se extiende a Occidente el uso de honrar especialmente a la Virgen en sábado.
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2. El trascurso de la semana
Las semanas trascurren bajo el influjo del Domingo que las abre
Pertenecen a las 34 semanas per annum
El Lexionario de la misa ofrece textos propios c/u de los días del año
1era lectura: AT o escritos apostólicos. Distribución en dos años
Evangelio: se leen a lo largo de un año
El Evangelio de Juan se reserva para el final de la cuaresma y tiempo pascual
Oraciones de Adviento, cuaresma y la última semana del tiempo Pascual están dotadas de formularios
completos
Las de Adviento y Pascua tienen varias series semanales de oraciones
Las ferias per annum las sacan de los formularios dominicales, pero poseen seis prefacios propios
Fuera de la cuaresma, las ferias están ocupadas con frecuencia por las fiestas o las memorias de los
santos.
En Roma la Iglesia quiso celebrar desde los siglos IV-V el comienzo de cada una de las estaciones por
medio de una semana de ayuno y oración más solemne
El ppio del verano, otoño e invierno coincidían con las tres cosechas ppales: siega, vendimia y la recogida
de aceituna
Los xtnos de la urbe apostólica quisieron primero solemnizar las “tres temporas” de junio, septiembre y
diciembre. Luego se añadió la celebración del ppio de primavera
La semana de las 4 temporas implicaba, con el ayuno, reuniones litúrgicas estacionales el miércoles y el
viernes, y luego en la noche del sábado al Domingo
No se tardó en unir a esas celebraciones las ordenaciones
Con la difusión de la liturgia romana, las 4 temporas se implantaron en todo el occidente
Los miércoles, viernes y sábados fueron dotados de formularios propios de la misa
S.XVI con el impulso misionero, la Iglesia implantó en todas partes del mundo, el carácter estacional de
las cuatro temporas se hizo difícilmente perceptible fuera del hemisferio norte
Los formularios propios desaparecieron del misal de 1970
Vinculando a las cuatro temporas las plegarias de los frutos de la tierra o rogativas, son celebradas
tres días anteriores a la Ascensión. Las Normas universales del año litúrgico organizan:
Rogativas: ocasión para orar por las diversas necesidades
Se adapten según las necesidades del lugar
Duración: uno o varios días
Para cada día de su celebración se escogerá, entre las misas votivas, la más aju stada a la intención
de las súplicas.
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IV. EL AÑO, EL CICLO PASCUAL
A. La Vigilia Pascual
1. El origen y su evolución
En los documentos más antiguos de la celebración de la Pascua se presenta esencialmente como un ayuno
riguroso de uno, dos o varios días, seguido de una reunión nocturna de plegaria, que culmina en la
Eucaristía.
La obligación de tomar es fundamental el ayuno
“Nadie tomará nada el día de Pascua antes de la obligación, pues quien obra así, esto no se le
cuenta como ayuno”
El ayuno Pascual es el primer tiempo de la Pascua (muerte a la vida; gozo a lágrimas)
Didascalía: ofrece descripción más antigua de la celebración pascual.
Elementos de la Vigilia Pascual: Ayuno, reunión de la comunidad de creyentes, vigilia de oración, lecturas
del AT y NT, celebración de la Eux, ágapes fraternales en la alegría de Xto resucitado
Procesión Vigilia:
Reunión afuera de la Iglesia alrededor de la lumbre
Sacerdote saluda a la asamblea, explica sentido de la vigilia y bendice el fuego
Preparación del cirio pascual
Enciende el cirio con la lama del fuego nuevo evocando la luz de Xto que resucita glorioso
Diácono toma el cirio lo eleva y canta “luz de Xto”
Entrada a la Iglesia: sacerdote y luego los fieles
“yo soy luz del mundo”
Esta procesión evoca la peregrinación del pueblo hebreo a través del desierto detrás de la columna de
fuego, pero más evoca a Jesús, luz del mundo
Se coloca el cirio Pascual en un candelabro junto al ambón , donde permanecerá todo el tiempo pascual
Diacono canta el Exsultet; plegaria y anuncio Pascual en gozosa acción de grax
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4. La Liturgia de la Palabra
Una de las oraciones declara que “Dios, para celebrar el misterio Pascual, nos instruye con las enseñanzas
de los Testamentos”
Conviene que la liturgia de la Palabra sea abundante
Dos lecturas obligatorias del AT, entre ellas el Relato del paso del Mar Rojo
Constituyen la vigilia: los 7 textos propuestos con los salmos o cantos bíblicos intercalados
B. El Triduo Pascual
A partir del s. IV la celebración Pascual se prolonga con la celebración del Triduum sacrum
La celebración eucarística en la tarde del Jueves Santo y la del día Pascual arriesgaron destruir la antigua
unidad del Triduum a causa de los movimientos que se hicieron con el horario celebrativo y a causa de la
dificultad de entender el día litúrgico, en especial después de Trento
Leon Magno define la noche de Pascua como pascale Sacramentum
1. El origen y su evolución
2. Celebración
a) El jueves santo
El Ordo de 1955 modificó profundamente la fisonomía del jueves santo tal como lo había configurado la
piedad de la época post-tridentina
La jornada del jueves se dedicaba a la adoración de la Eux
El rito secundario del traslado del Cuerpo al lugar de la reserva adquirió una importancia
desproporcionada
Ordo de 1955:
La misa en memoria de la cena volvió a encontrar su lugar inicial en la tarde del jueves santo
En la mañana celebración de la misa crismal (obispos y pbros)
Celebración del lavatorio de los pies después de la Liturgia de la palabra de la misa vespertina
Ordo de 1970:
El misal de 1970 conservó el conjunto de innovaciones de 1955.
Lectura del relato de la comida del cordero en la tarde de pascua (Ex 12, 1-14); lecturas de san Pablo y
Jn
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Oraciones: la colecta es nueva, las demás provienen de fuentes antiguas; sobre las ofrendas es del
Misal anterior
Prefacio: sacado del misal parisino de 1738
Dos ritos: concelebración de todos los sacerdotes de la parroquia y la posibilidad ofrecida a los fieles
de comulgar en el cáliz del Señor
Liturgia de las Horas: Es hasta las vísperas, la propia de un jueves cuaresmal sin otra característica
especial
b) El viernes santo
Antes de 1955 se celebraba el oficio del viernes santo por la mañana y en la tarde el vía crucis y el sermón
de la pasión
El Ordo de 1955 fijó el oficio de “la Pasión y muerte del Señor” para la tarde y permitió que la asamblea
participara en la Eux
El Ordo de 1970 devuelve al viernes santo su antiguo título: In Passione Domini.
Realiza cambios a los textos: lecturas del AT Os 6, 1-6 (profecía de Oseas) y Ex 12, 1-11 (comida
del cordero Pascual). Ahora se leen en su lugar: el cántico del siervo doliente y Hb 4, 14-16; 5, 7-9.
En la plegaria universal se ha añadido, pensando en los musulmanes, una intención por los que creen
en Dios sin creer en Cristo
Liturgia de la Horas: no presenta modificaciones ceremoniales para el viernes y el sábado santos
c) El sábado santo
d) El Domingo de Pascua
La celebración del Domingo de Pascua tuvo inicio cuando la Vigilia nocturna terminó. La antigua
vigilia concluía antes del alba
La Iglesia primitiva celebraba c/domingo la resurrex-Xto
No existe el testimonio alguno sobre la celebración, en un domingo predeterminado, de la
resurrex-Xto antes del S.II
Se recuerdan de modo particular los días de ayuno que preceden a la Vigilia; el ayuno cuaresmal
terminaba con el Jueves santo, con el Viernes iniciaba un ayuno festivo infra-pascual en espera de
la resurrex
Didascalía de los Apóstoles:
Viernes y sábado ayuno total
Reunión y desvelo
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Vigilancia toda la noche en la oración, súplicas, salmos, lectura de los profetas, del Evangelio y de
los salmos
Tres elementos fundamentales característicos:
Celebración de la Palabra
Bautismo
Eucaristía
Dos elementos simbólicos más: Bendición del fuego nuevo y la procesión del lumen Christi con la laus
cerei
En la noche de Pascua: bendición del fuego, del cirio pascual y del agua bautismal (hacen entrever los
efectos de la redención)
Hasta el s. IV, Roma no conoció otra celebración eux sino aquella que concluía con la Vigilia
En el s. V se introdujo al alba otra celebración eux
Desde finales del s. XI en adelante, sobre el equívoco de la Navidad, a todos los sacerdotes les era
permitido cantar, en Pascua, el Gloria in excelsis Deo.
El día de Pascua está considerado como la fiesta anunciada por todas las demás fiestas: es la
festivitatum festivitatis
En tiempos de san Agustín era celebrada una misa la mañana misma de Pascua
La liturgia de las Horas de 1970: restaura las Laudes Pascuales como alabanza matutina después del
descanso posterior a la vigilia santa
El Domingo de Pascua es el único día del año que no contiene la lectura patrística
En la misa matutina se lee el relato del sepulcro vacío (Jn 20, 1-9), esta lectura se inserta
armoniosamente entre:
Anuncio de la resurrex a las mujeres por parte del Ángel
Manifestación a los discípulos de Emaús
La Liturgia-Palabra se abre con el mensaje Pascual de Pedro (Hch 10, 34-43) Con este texto lectura
de los Hch hasta pentecostés
Todas las oraciones de la misa han sufrido modificaciones a su forma primitiva (Colecta y
prefacio), la post-comunión proviene de la liturgia ambrosiana
C. El Tiempo Pascual
El Domingo de Resurrex abre un periodo de 50 días, llamado Pentecostés y luego tiempo Pascual
Pentecostés: término reservado para el día quincuagésimo
1. El origen y su evolución
Apenas entrada la Pascua xtna en la historia, aparece como una fiesta que se prolonga durante cincuenta
días.
Celebrarse con gran alegría
Tiene la misma importancia que el Domingo
El Pentecostés xtno es un periodo de 50 días durante el cual c/día tiene el mismo valor e idéntica función
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El misterio de la resurrex es celebrado con todos sus elementos armónicos
Los privilegios del Día del Señor se extendieron a la cincuentena Pascual: se ora de pie y el ayuno está
prohibido
También toda la cincuentena constituye “el mejor tiempo” para conferir el bautismo
La insistencia en la octava de Domingos destaca el carácter escatológico de la cincuentena Pascual: “Todo
el Pentecostés nos recuerda la resurrección que esperamos en el otro siglo”
a) La celebración de la Eucaristía
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b) La celebración de la Pascua a lo largo de siete domingos
1) Ciclo A: En este ciclo, la liturgia nos permite conocer la manera concreta en la que el Señor Jesús
restaura la alianza y le da perfección en paso de la muerte a la vida. Desarrollo: Desde el evento
anastásico contemplamos a aquel que nos da la paz ya que él mismo funda una esperanza viva y llena
de gozo a partir del derramamiento de su sangre como fuente de liberación, pues al dar su vida por
todos, se manifiesta como camino verdad y vida, para constituirse en fundamento del edificio
espiritual y nos da el su Espíritu, para dar testimonio de la esperanza que hay en nosotros.
2) Ciclo B: Este ciclo presenta al Señor resucitado desde una primera línea de conocimiento, que a la luz
del evento de la resurrección se opera una realidad de perdón y de paz que propicia la comunión, a
partir de la única fuente de liberación y de salvación, que se ofrece a todos aquellos que observan los
mandamientos, ya el Salvador está en búsqueda de todos, pues él mismo es el fundamento de la vida
de la Iglesia, sin preferencia de ninguno en particular, ya que ha dado la vida por los hermanos, de este
modo, nos convertimos en testigos de la resurrección.
3) Ciclo C: La reflexión de este ciclo gira en torno a lo siguiente: una vez que la comunidad de los doce
recibe la presencia del Señor resucitado, recibe la paz como don pascual que hará florecer la Iglesia,
llenándola de innumerables frutos, por lo que la actitud del cristiano es la de dar honor y gloria al
Cordero inmolado que está continuamente presente en su Iglesia, y que guía a los redimidos hacia los
manantiales de agua viva, de este modo se manifiesta su glorificación definitiva. En este proceso, la
donación del Espíritu, habrá de ser la garantía de una enseñanza continua en todos los caminos que la
Iglesia recorre hacia la Pascua eterna.
V. EL TIEMPO DE CUARESMA
A. La Cuaresma
Como la pascua significa el gran momento de la Resurrección es necesario prepar arlo con ayuno y
oración.
San León Magno: el ayuno iba acompañado de reuniones de plegaria a la escucha de la palabra.
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b) Etapas de formación de la Cuaresma
2. Celebración de la Cuaresma
a) La inauguración de la Cuaresma
1) Ciclo A
Ligado al catecumenado.
El tema está ligado a los efectos de los sacramentos de iniciación.
Los prefacios están ligados a cada lectura.
2) Ciclo B
Pone de relieve el tema de la alianza reconstituida.
Los evangelios son cambiados por el de Marcos
La tentación de Jesús se entiende como destrucción del mal.
3) Ciclo C
Tema de la conversión
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VI. EL TIEMPO DE NAVIDAD
A. La Navidad
B. Celebraciones
1. La celebración de la Navidad
La fiesta de Navidad comporta en Occidente una característica única: se celebra cuatro veces la misa.
Además la Liturgia se inserta en un conjunto de tradiciones populares, entre las que destaca la instalación
de nacimientos o belenes.
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a) Las misas de Navidad
“La generosidad del Señor nos permite hoy celebrar la misa tres veces”.
Misa de medianoche, misa de la aurora, misa del día y precediéndolas, la misa de la vigilia en la tarde
del 24 de diciembre.
Las tres misas de Navidad eran al principio propias de la Liturgia papal, vinculada al culto local de los
diversos santuarios de Roma.
Inicialmente solo se celebraba una misa de navidad al día.
En el siglo siguiente se quiso tener en Roma una réplica del pesebre de Belén y se construyó cerca de la
basílica un oratorio del nacimiento.
Muy pronto se deseó celebrar en dicho oratorio por Navidad una Liturgia parecida a la que se
realizaba en Belén.
Éste es el origen de la misa de medianoche precisemos que los libros litúrgicos nunca han hablado
estrictamente de “misa de medianoche” sino de misa de la noche, in nocte.
El 25 de diciembre también se celebraba en Roma el aniversario de santa Anastasia en su basílica al pie del
Palatino.
De este modo los libros litúrgicos anunciaban sucesivamente para la tarde del 24 de diciembre la
reunión o estación en Santa María Mayor junto al pesebre, para la aurora la estación en Santa
Anastasia y para el día la estación en San Pedro.
En el siglo XI ésta fue sustituida por una nueva estación en Santa María Mayor, que se convirtió así
plenamente en la basílica de la Navidad.
2. La celebración de la Epifanía
a) La Epifanía de Occidente
Los dos temas de la adoración de los magos y del bautismo del Señor son objeto de dos fies tas
distintas, la de la Epifanía propiamente dicha y la del bautismo del Señor.
1) La Epifanía
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2) El Bautismo del Señor
La octava de la Epifanía se convirtió en la fiesta del bautismo del Señor y se compuso para la misma
un conjunto de formularios propios.
Fue incorporada al calendario romano en 1960.
En 1969 fue fijada para el Domingo después del 6 de enero o para el día siguiente si dicho
Domingo es de Epifanía.
La misa tiene nueve lecturas, repartidas entre los tres años A, B, C.
El prefacio, así como la colecta y la post - comunión, son composiciones nuevas.
b) La Epifanía de Oriente
En todo el Oriente cristiano, de Etiopía a Rusia, el rito característico de la Epifanía es la bendición de las
aguas la tarde del 5 de enero en memoria del Bautismo del Señor.
Ser bautizado es ser sumergido en la muerte y resurrección de Cristo.
El bautismo pasó muy pronto de Pascua a Epifanía pues, al bajar el Jordán, Cristo santificó las aguas para
convertirlas en fuentes de vida eterna.
Cuarenta días después de la Natividad del Señor la fiesta de su presentación en el templo cierra las
festividades de Navidad - Epifanía.
La celebración de la presentación del Señor continúa caracterizada por la procesión de las candelas,
precedida por su bendición.
C. Preparación
La preparación se da por dos ritos que dan un relieve más destacado a esta preparación: el rito bizantino y el
rito siriaco.
En la Liturgia bizantina destaca sobre todo la conmemoración, en el Domingo anterior a Navidad, de “todos
los padres que fueron agradables a Dios, desde Adán hasta José esposo de la santísima Madre de Dios”.
En cuanto al rito siriaco, titula las semanas que preceden a Navidad como las “semanas de las
anunciaciones”.
Son cinco entre los siriacos occidentales y cuatro entre los orientales, los cuales evocan sucesivamente la
anunciación a Zacarías, la anunciación a María seguida de la visitación, la Natividad de Juan Bautista y la
anunciación a José.
El tiempo ordinario ofrece una posibilidad, para reflexionar sobre el misterio del Señor Jesús a partir de una
triple propuesta de meditación que va desde el conocimiento de Cristo en el ciclo A, pasando por una
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reflexión sobre las acciones de Jesús en el ciclo B, para llegar así a un compromiso en el actuar personal en el
ciclo C.
El procedimiento catequético del todo el tiempo ordinario, es comparable al proceso Kerygma, catequesis y
praxis.
La santidad sólo pertenece a Dios y a su Hijo Jesucristo, el único Santo, el único Señor.
Dios comunica la santidad a su pueblo y Xto la comunica a su Iglesia, a c/u de los miembros de su cuerpo
El título de santo, no tardó en ser atribuido de un modo especial a los bautizados que habían vivido su
pertenencia a Xto
con una plenitud mayor a los mártires
pasadas las persecuciones, se extendió a otros fieles de Xto, en quienes había resplandecido más la imagen
de su Sr
se conmemoró el aniversario de su entrada en el cielo, se invocó su intercesión, se los propuso como
ejemplo a la comunidad
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Los xtnos no renegaron de ninguno de los usos familiares que rodeaban la muerte, sólo se abstuvieron de
los que atestiguaban una concepción de la otra vida incompatible con su fe.
La fe se expresa en los muros de los cementerios y en las inscripciones funerarias
Fe en la resurrex y en la vida eterna en Xto, certeza de que la muerte constituye el término del
éxodo pascual inaugurado en el bautismo.
Optaron desde un ppio por la inhumación: se siembra un cuerpo mortal, que resucitará como cuerpo
espiritual
No se renuncia a los banquetes funerarios hechas sobre las tumbas y la celebración de la misa en los
cementerios como motivo de las exequias
Cantos de esperanza en los himnos y salmos
Mártir = Testigo
El primer mártir es Xto (el testigo fidedigno)
Es el xtno que confiesa su fe en Jesucristo hasta la muerte, da testimonio del señorío de Xto
Xto vivo atestigua en él el poder de si resurrex
El mártir constituye una sola cosa con el crucificado
Por ello la comunidad de los hermanos, de la Iglesia local rodea su recuerdo con un homenaje especial
Desde el tiempo de las persecuciones, la veneración en que se tenía la memoria de los mártires se extendió
a aquellos que, sin haber derramado la sangre, habían sufrido por la fe en los tormentos, las prisiones o las
minas.
Empezaba a producirse una especie de degeneración imperceptible del concepto del mártir
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a) Los ascetas
el sustituto del martirio es la vida ascética. “Mortificad y crucificad vuestros cuerpos —dice san Juan
Crisóstomo— y también vosotros recibiréis la corona del martirio”.
Había nacido un nuevo tipo de santidad.
Después de su muerte, los maestros de la ascesis fueron honrados con el mismo que los mártires
b) Las vírgenes
Los grandes obispos de los primeros siglos coronaron a menudo su administración con el martirio, según
la expresión usada por san Cipriano para felicitar a la Iglesia romana por el final glorioso del papa Fabián,
Cornelio y Sixto de Roma.
Otros, gracias a las torturas padecidas, a las responsabilidades asumidas en plena persecución, a las rudas
tareas misioneras, fueron colocados entre los confesores de la fe: Gregorio Taumaturgo (270)
al lado del calendario en que estaban inscritos los aniversarios de sus mártires, o incluso de sus
confesores, cada Iglesia tenía otra lista en que inscribía los aniversarios de sus obispos, con el fin de
recordarlos en la oración común.
Durante los primeros siglos el culto de los santos estuvo localizado junto a sus tumbas.
Sin duda esta ley no es absoluta; a mediados del siglo IV, que Roma festeja el Natale de los mártires
africanos Cipriano, Perpetua y Felicidad.
Hacia el siglo IV, sin embargo, el culto de los mártires, conservando su centro en las tumbas santas, poco a
poco irradia más allá.
A pesar de que el día del Natale del mártir la asamblea litúrgica principal se celebra siempre en su basílica
cementerial
Los sacramentarios romanos del siglo VII atestiguan un culto intraurbano de los principales mártires de la
Ciudad apostólica
En el siglo siguiente, la difusión de esos Sacramentarios por los países francos propagará también allí los
nombres y cultos de los mártires de Roma.
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7. Traslado y reparto de las reliquias
Los descubrimientos y traslados de las reliquias de los san tos aparecen a fines del siglo IV en todas las
regiones.
Cada basílica que poseía reliquias de un santo se convirtió en un centro de culto de dicho santo.
Poco tiempo después de haber descubierto los restos de san Esteban no lejos de Jerusalén en el año 415,
una parte de los mismos llegó a Hipona, donde realizó milagros.
Allí donde se poseía el más mínimo fragmento de un cuerpo santo, se tendió a celebrar su Natale, lo
cual atraía a los fieles.
Pronto no se concebiría la dedicación de una Iglesia sin deposición de reliquias bajo el altar.
La difusión de las reliquias multiplicaba los centros de culto de un santo, fue en la basílica vaticana donde
el culto de los santos se liberó de todo soporte material.
8. La literatura hagiográfica
La literatura hagiográfica, además de los escritos de los mismos santos, contribuyó muchísimo a la
difusión de su culto.
Las Acta martyrum, las pasiones, las leyendas y las vidas de los santos han supuesto para tal o cual
santo, a lo largo de los siglos, un culto popular.
Todos esos escritos tienen la finalidad de suscitar la admiración y animar a la fidelidad del Señor.
Las actas de los mártires constituyen los documentos más preciosos de la hagiografía, pero las que han
llegado hasta nosotros sin retoque son poco numerosas.
Las pasiones son narraciones más tardías, cuyo valor histórico es difícil de apreciar. Van desde el relato
basado en archivos hasta la pura ficción.
A veces tienen la finalidad de ilustrar un lugar de culto
La vida de los santos, la más antigua es la vida de San Cipriano escrita por su diácono Pionio
Éxito más resonante fueron las de los Padres del desierto y de los fundadores del monaquismo, como la
vida de Antonio el Grande de san Atanasio y la vida de san Benito de San Gregorio Magno
Escritos de santos (desde Ignacio de Antioquia hasta Francisco de Sales) que los han convertido en
maestros espirituales.
Las peregrinaciones han constituido siempre un factor de difusión del culto de los santos
9. La profundización teológica
Al mismo tiempo que, del siglo IV al VI, se ampliaba la concepción de la santidad a partir de una reflexión
sobre el martirio y sus sucedáneos
el culto cristiano se enriquecía con una aportación totalmente distinta, nacida de la reflexión teológica
sobre el misterio de Cristo.
Esta reflexión, impuesta por las herejías —de Arrio en el siglo IV y de Nestorio y Eutiques a comienzos del
V—, provocó en Oriente la creación de la fiesta de Epifanía, y en Roma la de Navidad:
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en el calendario romano del 354 el Natale de Cristo en Belén ocupa, en un magnífico simbolismo, el
primer lugar de los natalitia de los mártires.
A fines del siglo, Oriente y Occidente celebrarán a la vez ambas solemnidades.
Navidad: aparecía como un cortejo de Cristo la corona del NT
La Iglesia quería un homenaje unánime, honrar en ellos a los hombres que habían sido los servidores más
próximos del Verbo hecho carne
Reflexión más profunda sobre la encarnación: la santísima Madre de Dios (Éfeso 431)
La celebración colectiva de Todos los santos se debe tanto a la piedad popular por los mártires quorum
nomina Deus scit como a la reflexión teológica.
A partir de la segunda mitad el siglo IV, el calendario de Nicomedia anunciaba para el viernes de la
octava Pascual la fiesta de “todos los santos confesores”.
En Roma, el papa Bonifacio IV dedicó a comienzos del siglo VII, el Panteón en honor de “santa María y
todos los santos mártires”, y su aniversario se celebró durante mucho tiempo el 13 de mayo.
En el siglo siguiente aparece en Inglaterra una nueva solemnidad, la de todos los santos, que se fija para el
1 de noviembre.
Cuando a fines del siglo VI san Gregorio Magno declara que en Roma existe la preocupación, por lo que
se refiere a los mártires, de conocer nomen, locus y dies, formula las exigencias jurídicas de un verdadero
culto litúrgico:
que el nombre sea el de un mártir auténtico, testigo de la fe de la Iglesia católica, y que se sepa el lugar
y el día en que hay que celebrar la asamblea.
La vindicatio o reconocimiento del martirio, del que serían testimonio ciertas inscripciones cementeriales,
parece que sólo existió en la imaginación de los arqueólogos del siglo XIX.
Hay que buscar las pruebas de la existencia efectiva del culto.
B. El Calendario Romano
Aunque originalmente los aniversarios de los santos se celebraban junto a sus tumbas, los formularios fueron
recogidos muy pronto en colecciones con los de otras celebraciones, y luego repartidos en los Sacramentos y
Leccionarios en sus fechas respectivas.
Al principio, temporal y santoral estaban mezclados.
A partir del siglo XI, se presenta sucesivamente el temporal, el santoral y los comunes.
Fue así como, de hecho, se elaboró el primer santoral romano.
Entre los siglos VIII y IX el sacramento franco reunió las diversas tradiciones locales de Roma.
En efecto, había prevalecido el uso de celebrar en cada iglesia de Occidente todas las fiestas cuyos formularios
constaban en los libros.
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1. El calendario romano del siglo XII
Con la difusión inmediata del culto de santo Tomás Becket, asesinado en su catedral (+1170), el Calendario
se abre a la santidad contemporánea. Antes solo se festejaban a los mártires antiguos
La base está constituida por el Calendario romano - franco de los siglos VII-IX.
Con el siglo XI, el culto de los papas santos se amplía. Todos los papas anteriores a la paz constantiniana
son honrados como mártires.
En el siglo XII, se comprueba el éxito creciente de las leyendas de los santos, que fueron el catecismo de la
edad media. Aparece otra influencia, la de los monjes
El calendario del Breviario y del Misal de san Pío V registra todas las adquisiciones del siglo XII.
Añade la aportación de los cuatro siglos posteriores con los santos cuyos nombres popularizó la leyenda
En el siglo XV habían aparecido los nombres de Tomás de Aquino y de Buenaventura.
El antiguo Calendario local de Roma continúa proporcionando la trama del santoral
C. La Celebración litúrgica
Desde su origen, el culto de los mártires consistió en la vela nocturna celebrada con motivo de su
aniversario junto a la tumba.
Con el cese de las persecuciones, la celebración de San Policarpo se convirtió en una amplia reunión en la
que la alegría popular llenaba la Basílica cementerial, donde los fieles celebraban el oficio: “Unos en el
interior salmodian, leen y celebran el misterio; otros, durante ese tiempo, llenan toda la plaza con el son
del cuerno y las flautas”
Las lecturas, las oraciones y los cantos de las fiestas de los santos muestran el lugar de cada uno de ellos
en el misterio cristiano.
A través de esos textos, la Iglesia proclama el misterio Pascual cumplido en los santos que sufrieron y
fueron glorificados con Cristo, propone a los fieles sus ejemplos.
En el misal de 1970, cada memoria de santo ha sido dotada, por lo menos, de una oración propia.
Escuchando la palabra de Dios se puede penetrar mejor en el alma de los santos. A veces descubrieron en
una página determinada del evangelio la luz que guió su vida
Cada común propone una selección de oraciones y lecturas que ayudan a descubrir la significación del
martirio, la misión del martirio, la misión del pastor, la del santo o santa que dedicó su vida a la educación
o al servicio caritativo.
Descubre el sentido de la virginidad y de la vida consagrada.
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En la Liturgia de las Horas, el oficio del santo va precedido de una breve noticia biográfica. Luego, sacado
de fuentes diversas, se ofrece un texto para el oficio de lecturas. Puede tratarse de un texto escrito:
por el santo; de las actas de los mártires; de una vida antigua; del testimonio de un confidente o de
un compañero; de un texto patrístico particularmente adoptado a la fisionomía espiritual del
santo.
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B. La difusión de las fiestas de María
Papa Sixto III dedicó una basílica a la VM en Esquilino, llamada después Santa María la Mayor. La primera de
occidente con esta advocación.
1. Orígenes
Como lo hacía oriente, Roma quiso honrar a María en los días siguientes de Navidad.
A partir del s. VII se celebró el Natale S. Mariae, el 1 enero. Primera fiesta Mariana en la liturgia romana.
las otras fiestas del 2 de febrero, 15 de agosto y 8 de septiembre oscureció la del 1º
En tiempos de León Magno, Navidad solo tenía asamblea eucarística. Es 150 años después que se tienen
tres misas de navidad.
en Navidad María es proclamada como la Madre y se presenta para ser contemplada por toda la Iglesia.
en Adviento: tiempo de la espera de los hombres y tiempo de la espera de María.
Está presente en los miércoles y viernes de las cuatro témporas.
El LIBER PONTIFICALIS REFIERE QUE el Papa Sergio I ordenó hacia el siglo VII que se hicieran
procesiones en los cuatro días de fiesta dedicados a María, de san Adriano hasta Santa María la mayor.
Fiesta que duró así hasta el s. XIV
1) Asunción de María
EL LIBER PONTIFICALIS conservó la fiesta del 15 de agosto.
El evangeliario del 740 refiere que es Solemnidad…
En el Sacreamentario Hadrianum de los 770 aparece el título de Asunción.
En el s. IX se mantiene cierta discreción respecto de la asunción corporal de María.
Papa Pio XII proclama el dogma en la bula: Munificentissimus Deus.
Es la fiesta más popular celebrada a María.
2) Natividad de María
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Anuncia la aurora de la salvación.
La oración de su nacimiento se pone en relación a su maternidad divina.
Las lecturas de la misa abordan el enraizamiento de María en el pueblo de Dios.
3) Anunciación y purificación de María
Eran originalmente fiestas del Señor. Lo fueron de nuevo hasta 1969
Durante un milenio fueron dedicadas a la VM
d) Las fiestas de María en Galia, Hispania y Milán
Estas celebraciones seguían tradiciones propias.
1) La fiesta de María en Galia
Según Gregorio de Tours, s. VI se celebra en enero fiesta a María.
Esta fiesta es la de la asunción, única fiesta que celebraron, hasta antes de conocer los libros
romanos.
2) La fiesta de María en Hispania y en Milán
En s. VII Hispania solo celebraba una fiesta igual que en Galia.
El objeto de la fiesta era el misterio de la anunciación
La iglesia de Milán celebraba a María los dos domingos anteriores a Navidad.
Del s. VII al XIV la iglesia romana no aumentó el número de sus fiestas marianas, mantuvo las cuatro.
Hasta 1398 el papa agrego otra fiesta la Visitación.
a) Visitación de María
b) Concepción de María
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c) Otras fiestas
a) Fiestas de María
La celebración de las fiestas de María no agotaba en la edad media la piedad de los xtnos hacia María
1) Los oficios de Beata
El oficio de Santa María en Sábado empieza a imperar hacia el s. XV.
El misal votivo de Alcuino propuso la misa de Santa María.
En s. XI y XII entra en uso el oficio marian o en las familias religiosas.
2) Las oraciones de María
En primer lugar están las antífonas finales del oficio.
las cuatro antífonas después de completas: Alma Redemptoris Mater, Ave Regina, Regina
Coeli, Salve Regina.
La más popular es la Salve Regina. Compuesta en el s. XI se propagó con rapidez.
la más querida de las oraciones es el Ave María.
la oración del ave María, en la mañana, tarde y noche, se propagó por el Angelus.
b) Fiesta de san José y de Santa Ana
1) El culto de san José
En Occidente la mención más antigua a San José
El 19 de marzo: Joseph sponsus Mariae
en el siglo XV cuando el culto de san José conoció un verdadero florecimiento por influjo de
san Bernardino de Siena, de Pedro de Ailly y, sobre todo, de Juan Gerson
2) El culto de santa Ana
El calendario bizantino menciona la memoria de santa Ana y de san Joaquín el 9 de
septiembre, el 9 de diciembre la Concepción de santa Ana y el 25 de julio la Dormición de
santa Ana.
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3. Las ampliaciones modernas de las fiestas de María
A finales del s. XVII empieza una nueva fase de culto litúrgico de María: se multiplican las fiestas en su
honor.
La iglesia enseña, que admira y ensalza en María el fruto más espléndido de la redención y la contemplación
gozosamente como una purísima imagen de lo que ella misma, ansía y espera ser.
El Papa Pablo VI presentó las líneas de la renovación del culto litúrgico de María en la exhortación apostólica
Marialis cultus.
En general no han sido modificadas las fiestas: se borró la memoria de la compasión de María en
cuaresma, el Santo nombre de María y nuestra Señora de la Merced
Cuatro memorias son obligatorias: la Presentación de María, Ntra. Sra. De los Dolores, María Reina y
Ntra. Sra. Del Rosario.
“han sido recogidas únicamente aquellas lecturas que, o por la evidencia de su contenido o por las
indicaciones de una atenta exégesis, avalada por las enseñanzas del magisterio o por una sólida tradición,
pueden considerarse, aunque de manera y en grado diversos, de carácter mariano”.
El capítulo VIII de la constitución Lumen gentium, que trata de María “el misterio de Cristo y de la
Iglesia”, ha podido servir de modelo de lectura litúrgica de la Biblia.
El documento conciliar pone de manifiesto los textos de los profetas, en que María, madre del Mesías,
aparece como la hija de Sión, la imagen de la nueva Jerusalén, el modelo acabado de los humildes de
Israel.
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En Navidad: solemnidad de la Santa Madre de Dios
Dos oraciones:
31 de mayo: pedimos al Señor “que, dóciles al soplo del Espíritu, podamos con María, cantar tus
maravillas durante toda nuestra vida”
15 de septiembre: se pide que
“la Iglesia, asociándose con María a la pasión de Cristo, merezca participar de su resurrección”.
a expresión “Liturgia de las Horas” (Liturgia Horarum), designa ahora esta oración con preferencia al término
tradicional “Oficio divino” (Officium divinum), que todavía utilizaba el concilio Vaticano II.
la alabanza de Dios es un deber, una función que hay que cumplir (officium); san Benito hablaba de “La obra
de Dios” (Opus Dei);
pero lo que caracteriza la Liturgia de las Horas y la diferencia de las demás acciones litúrgicas es que está
repartida según distintos momentos del día, momentos privilegiados que ayudan a orientar todas las
actividades hacia el ideal de la oración incesante.
Se ha abandonado el término “Breviario” (resumen, compendio)
Su sentido radicaba en si se completaba “Breviarum officii”
Los orientales dan al libro básico de su oficio cotidiano el nombre de Horologion.
La Liturgia de las Horas tiene su origen en el ideal espiritual que nos propone el Nuevo Testamento: la
oración incesante.
Dicho ideal intenta realizarse por medio del ritmo de las horas de oración destinadas a jalonar el día
Desarrollo a partir del uso judío.
Aunque el culto cristiano significó una ruptura, más o menos rápida, con la Liturgia del templo y con las
observancias de la antigua Ley, se comprueba una profunda continuidad en los ritmos de la oración,
La oración judía obedecía a dos ritmos, de origen y naturaleza distintos, pero que finalmente terminaban
confundiéndose.
Uno se basa en la prescripción del Dt 6, 4
Comentarios rabínicos y plegaria judía
Al lado de este ritmo se encuentra:
Dn 6, 11: oraba y alababa a Dios tres veces al día, de rodillas viendo hacia Jerusalén
Judit 9, 1;12, 5-6; 13,3
Sal 54, 17-18
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La Tefillah se convirtió en la oración de las dieciocho bendiciones. Incluye dos tiempos: sacrificio por la
tarde y sacrificio por la mañana
Acompañados de los salmos ejecutados por levitas y algunos salmos destinados a determinados días.
Participación de los fieles en Jerusalén sobre todo en la tarde.
Los que no estaban presentes en la Liturgia oraban en privado
La tercera oración corresponde al cierre de las puertas del templo por la noche
El uso de los 3 tiempos se impuso en la época del NT
Mañana y noche: Shema
Tarde: recitación de la tefillah
Jesús era fiel a los usos religiosos de sus compatriotas: participaba en las sinagogas; shemá; oración de la
ora nona; bendiciones tradicionales sobre la comida; recitaba himnos con sus discípulos.
Los evangelios señalan a menudo ocasiones en que Jesús se aparta de la gente para orar: Lucas insiste en
ello de un modo constante;
Lucas es el evangelista de la oración: la de Cristo, la de María y, más adelante, la de la comunidad
cristiana.
Jesús ora:
Cuando cura a la suegra de Pedro
Después de la curación de un leproso
Después de la multiplicación de los panes
Antes de la designación de los doce
Trasfiguración
Confesión de Cesarea: proseuxo/menon en un lugar aparte y los discípulos estaban con él.
la actividad cotidiana de Jesús, según el testimonio de los evangelistas, “estaba tan unida con la oración
que incluso aparece fluyendo de la misma.
hasta el final de su vida, acercándose el momento de:
pasión
ultima cena
en la agonía
en la cruz
Cuando pide a sus discípulos que velen y oren, es su propio ejemplo el que les propone:
signo escatológico, la espera del maestro, del esposo en medio de la noche
en todo tiempo, la oración que Jesús pide a sus fieles tiene que ser constante y perseverante
Después de la ascensión del Salvador, y hasta que la comunidad de los discípulos fue dispersada por la
persecución, éstos continuaron frecuentando con asiduidad el templo:
Lucas, que había empezado el relato de su Evangelio con el anuncio de Zacarías en el templo (Lc 1,9-
22),
lo termina mostrando cómo los apóstoles “estaban continuamente en el templo bendiciendo a Dios”
(Lc 24,53);
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Hch: todos son los nuevos creyentes: diariamente perseveran unanimemente en el Templo…acuden sobre
todo a la oración de la hora nona
Aunque no se especifique los apóstoles permanecen fieles a los tres momentos de la oración judía
Didajé: prescribe la oración tres veces al día, pero sustituye las fórmulas judías con la recitación del
Padrenuestro
Aunque conserven los tiempos de oración de los judíos, los cristianos lo hacen con el nuevo espíritu
aportado por Jesús. Pero no se contentan con los usos litúrgicos establecidos:
oraciones nocturnas
la liturgia habitual del día siguiente al sábado tiene lugar por la noche, se prolonga más allá de la
media noche
oración xtna: tiene que ser
Unánimemente: ομοθυμαδον: “uno era el corazón y una el alma de la muchedumbre de los que
habían creído”
Asidua y perseverante: Pablo multiplica las exhortaciones a perseverar en la oración, empleando la
enseñanza de Jesús “orar sin cesar”. Por su parte, declara que ora día y noche Pablo quiere dar a estas
fórmulas, traza un programa espiritual al que las almas cristianas intentarán siempre acercarse: las
horas de oración serán consideradas como el tiempo fuerte y el recuerdo de la oración continua
Marcada por un intenso fervor espiritual, atestiguado en 5 autores xtnos: Clemente ( Stromata); Tertuliano
(De oratione y De ieiunio); Hipólito de Roma (Tradición apostólica); Orígenes (De la oración); San
Cipriano (De oratione dominica). Todos insisten en orar de modo ininterrumpido.
Clemente:
División ternaria = los tres grado de las moradas celestiales
Distingue las partes del día
Tertuliano:
Diversos momentos de la oración, los vincula a acontecimientos de la comunidad apostólica
Hipólito:
Incluye en el horario de la jornada de oración dos tiempos vinculados la aurora y el crepúsculo.
Introduce otros dos tiempos de oración: medianoche y al alba.
La oración la recomienda hacia la medianoche.
Orígenes:
cree seguir de este modo el ritmo de las horas que lee en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.
Propone 4 tiempos de oración
Oración nocturna: se refería al del salmista y al de Pablo en la prisión
Cipriano:
Oración nocturna: imitar el ejemplo de Xto y de la viuda Ana.
Hay que orar por la mañana para celebrar por medio de la plegaria la resurrex del Señor
Y descubrir el amor juntos caída
Juntos de evocación de Cristo, sol de justicia.
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Vinculada con la revelación que continua siendo válida hoy
Este tema inspiraba la oración de ax-grax que pronuncia el obispo en los ágapes cuando caída la tarde,
el diácono llevaba la lámpara
El ágape, con su “lucernario”, es una reunión excepcional de la comunidad
Todos los tiempos de oración que los autores espirituales del siglo III prescriben o recomiendan son
observados individualmente o en familia.
Sin embargo, crean una comunidad invisible, al hacer orar a todos los fieles en los mismos momentos.
El final de las persecuciones y el desarrollo de los edificios de culto permitirán la manifestación
exterior de esos ritmos de oración.
El simbolismo de las horas
Será adoptado y trasmitido por todos los autores que traten de la oración
sobre todo inspirará en gran parte los textos y los gestos que harán de la Liturgia de las Horas la
evocación cotidiana de la economía de la salvación.
A lo largo del siglo IV la paz de la Iglesia favorece la vida litúrgica, gracias a la construcción de los lugares
de culto, a las peregrinaciones y sobre todo al auge de la ascesis; la oración de las horas se hace
comunitaria y se organiza por todas partes en dos formas.
La oración del pueblo cristiano alrededor del obispo y el Pbro
La oración de los ascetas y monjes
Eusebio de Cesarea, al comentar hacia el 330-340 el salmo 64, exclama con entusiasmo a propósito de los
versículos 9-10: himnos, alabanzas y gozos divinos, que cada mañana tarde se elevan en la Iglesia por
toda la tierra
A partir de mediados del s. IV:
Abundan testimonios que describen las asambleas en Antioquía, en Constantinopla, en África
Necesarias para la jornada de un cristiano
Los conflictos hispanos y galos de los siglos V y VI legislan a menudo para fijar sus detalles o
recomendar su frecuentación.
reuniones populares: los fieles cantan los “salmos de la mañana” y los “salmos de la tarde”, siempre
idénticos y que saben de memoria; se añaden, sobre todo por la mañana, algunos cánticos bíblicos o
incluso no bíblicos;
los fieles pueden ser convocados de modo más o menos frecuente a vigilias y asambleas nocturnas
a imitación de la vigilia Pascual, otras grandes fiestas eran celebradas con una vigilia, que abarcaba
lecturas, plegarias y cantos y terminaba con la misa: Navidad, Epifanía, Pentecostés;
hubo vigilias cada Domingo y a veces los viernes
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7. La oración de los ascetas y monasterios
Entre los cristianos deseosos de una vida más perfecta, de una consagración al Señor en la ascesis y la
oración, algunos continúan viviendo en la ciudad; su oración se organiza entonces en la Iglesia local,
presidida por presbíteros: son, en oriente, los “hijos e hijas de la alianza”, en Occidente, las vírgenes
consagradas y los devoti o sancti.
Otros se retiran al desierto, a los monasterios donde el interior se vivía un lugar de oración
Todos intentan observar lo más estrictamente posible el precepto de la oración incesante tan claramente
formulado en el Nuevo Testamento y en los tratados de los primeros autores espirituales.
Los monjes de Egipto solo tenían dos reuniones de oración prolongada: por la tarde y por la mañana
Con dicha excepción, se puede decir que todas las familias monásticas hicieron comunitarias las horas
de oración que vimos que eran recomendadas a los cristianos por los maestros espirituales del siglo
III.
Observan, durante el día, las horas tercera, sexta y nona, en el transcurso de las cuales los monjes
cantan u oyen proclamar varios salmos, seguidos a veces de lecturas.
Oraciones nocturnas prolongadas o de medianoche
Además, en el uso monástico aparecen dos nuevos tiempos de oración. Primero, en el momento de
acostarse, una oración que consiste principalmente en la recitación del salmo 90: completa o
completorum, sutaro.
Pero esa unión entre ambos ritmos de plegaria y su genio respectivo se hizo con mucha naturalidad en las
iglesias que eran frecuentadas por ascetas o monjes que habitaban en la ciudad.
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10. Sobrecarga del ritmo de las horas
Ciertos ermitaños de los primeros tiempos, e incluso en determinadas épocas monasterios enteros,
intentarán practicar la laus perennis, o bien prolongando las oraciones de las horas hasta el límite de las
fuerzas humanas (los “ascetas”), o bien haciendo turnos en el oratorio para asegurar una salmodia
perpetua.
Fue sin duda en el mismo espíritu como los monjes hispánicos multiplicaron las horas del oficio: el Rituale
antiquissimum del siglo XI, a las horas del Ordo cathedralis —matutinum y vesperum— y a las horas
“canónicas” de tercia, sexta, nona, completas y nocturnos, las horas siguientes: prima et secunda, quarta et
quinta, septima et octava (unidas dos a dos), decima, undecima et duodecima (las tres juntas), ante
completa, post completa, ante lectulum, ad medium noctis, ordo pecularis (vigiliae), con el fin de obtener
doce horas diurnas y doce horas nocturnas.
La edad media latina sufrió otra forma de sobrecarga de la Liturgia de las Horas: la adición diaria o por lo
menos frecuente del oficio de la Virgen y del oficio de difuntos, y en ciertos días unas oraciones
suplementarias: salmos penitenciales, salmos graduales, psalmi familiares, letanías de los santos.
La Liturgia de las Horas conoció finalmente una degradación todavía más considerable: progresivamente
fue la “verdad de las horas” (veritas Horarum, como dice el Vaticano II) la que se abandonó.
En la celebración coral y pública influyeron diversas causas para perturbar el horario.
Por su lado, el rezo privado dio lugar a distorsiones todavía más anormales. El loable principio según el
cual “hay que servir a Dios primero”, llevaba a los sacerdotes piadosos del siglo XIX y primera mitad del
XX a rezar por la tarde y maitines y Laudes del día siguiente, y a solicitar el privilegio de celebrar vísperas
y completas antes del mediodía.
En 1960 el Codex rubricarum publicado bajo la autoridad del papa Juan XXIII había querido terminar con
algunos de los abusos que hemos mencionado y formulaba este principio: oficio divino conviene que se
observe el tiempo que más se acerca al tiempo verdadero de cada hora canónica.
El concilio Vaticano II, en su constitución SC sobre la Liturgia, también insistió en la “verdad de las horas”
del oficio divino: restablézcase el curos tradicional de las horas
Pero el concilio también quiso tener en cuenta “las circunstancias de la vida moderna en que se hallan
especialmente aquellos que se dedican al trabajo apostólico”. Ideal de oración tradicional
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B. La Liturgia de las horas
1. Oración de la Iglesia
La Liturgia de las Horas se desarrolló poco a poco hasta convertirse en oración de la Iglesia local, de modo que, en
tiempos y lugares establecidos, bajo la presencia del sacerdote, vino a ser como un complemento necesario del acto
perfecto de culto divino que es el sacrificio eucarístico, el cual se extiende así y se difunde a todos los momentos de la
vida de los hombres.
“Toda vez que el oficio es oración de todo el pueblo de Dios, ha sido dispuesto y preparado de suerte que
puedan participar en él no solamente los clérigos sino también los religiosos y los mismos laicos.”
Los cristianos de las primeras generaciones ciertamente formaban parte de la Liturgia del templo,
donde algunos de ellos eran cantados diariamente, como, por la mañana, el salmo 104 que narra los
magnalia Dei y, por la tarde, el salmo 95, himno a la realeza de Dios.
Otros salmos eran peculiares de tal o cual día de la semana: el primer día, el salmo 23; el lunes, el
salmo 47; el martes, el salmo 81; el miércoles el salmo 93; el jueves, el salmo 80; la vigilia del
sábado, el salmo 92; el sábado, los salmos 37 y 91.
Además, ciertos salmos expresaban mejor el sentido de las grandes fiestas, sobre todo en los
salmos 134 y 135 para Pascua.
Sin duda los salmos desempeñaban un papel en la catequesis escolar,
La familiaridad de los judíos con los salmos es ciertamente manifiesta, pues Jesús y sus interlocutores
lo citan con frecuencia y serán utilizados de modo constante en la predicación apostólica.
Por una parte, por la “cristologización” de los salmos, tal como aparece en el Nuevo Testamento y en
los escritos de los Padres de los primeros siglos;
por otra parte, por la predilección con que los contemplativos buscaron después en los salmos la
iniciación a la oración de la alabanza, la meditación de las perfecciones divinas y la expresión de la
miseria humana.
Lucas 22, 44, había explicado a sus apóstoles «que tiene que cumplirse todo lo que está escrito acerca
de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos».
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son unos versículos de salmos los que los evangelistas ponen en labios de Jesús en su oración
suprema: los salmos 21 y 30, o aquellos en que ven figurados ciertos detalles de la pasión, como el
mismo salmo 21, el salmo 40 y el salmo 68.
También fue a partir de los salmos como a menudo los apóstoles anunciaron a Jesucristo en Jerusalén
o en las sinagogas.
el salterio es por excelencia la iniciación a la intimidad con Dios, a la vez que la Iglesia y voz del alma
fiel, de Cristo y voz del discípulo.
Cristo es el modelo, el “tipo” de la humanidad, el salterio, al expresar los sentimientos de Cristo, nos
ofrece la imagen ideal de nuestra vida espiritual, el modo de curar nuestros movimientos y de resistir
a las tentaciones.
El manuscrito griego de la Biblia llamado Codex Alexandrinus (Londres, British Library, Royal 1 D V. VIII)
del siglo V añade ya, a continuación del salterio, los cánticos siguientes:
Ex 15,1-2 (cántico de Moisés); Dan 3,26-57 (oración de Azaras);
Dt 32 (segundo cántico de Moisés); Dan 3, 57-88 (cántico de los tres jóvenes);
1 Sam 2, 1-10 (cántico de Jonás) Lc 1, 46-55 (cántico de la Virgen María);
Hab 3,2-19 (lamentación de Habacuc); Lc 2, 29-32 (cántico de Simeón);
Is 38,10-20 (cántico de Ezequías); Lc 1,68-79 (cántico de Zacarías).
la apócrifa Oración de Manasés;
El uso de la mayor parte de esos cánticos era general en las vigilias en las horas del día, o incluso en la misa.
2. La himnografía
Con el nombre de himnografía se designa habitualmente el conjunto de cantos que no son ni salmos
canónicos ni cánticos bíblicos pero que forman parte de la celebración litúrgica, sobre todo en Liturgia de
las Horas: himnos, troparios, antífonas, responsorios.
La distinción es a menudo imperceptible entre la salmodia propiamente dicha y la himnografía: en efecto,
ésta fue creada casi siempre para prolongar la salmodia o para acompañarla.
Así, en los manuscritos más antiguos de los salmos, después de los cánticos bíblicos se halla a menudo un
canto no bíblico o incluso una colección completa de himnos destinados a ser ejecutados en general
inmediatamente después de los salmos.
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La introducción de la himnografía no se hizo sin resistencias en algunas partes: ciertos anacoretas creían
que la misma no era conveniente para la austeridad de una vida contemplativa, sobre todo porque iba
acompañada de música.
las composiciones poéticas exigen un discernimiento artístico y sobre todo doctrinal y que, especialmente
en Oriente, a veces han ahogado la salmodia con su exuberancia.
a) Troparios, antífonas, responsorios
Más aún que los himnos, las diversas liturgias desarrollan otros géneros literarios y musicales más
breves destinados a servir de estribillos sálmicos, o a ser ejecutados por sí mismos independientes de
todo vínculo con la salmodia: troparios, antífonas, responsorios, etc., sea cual fuere el nombre que se
les da en los diferentes ritos o según su estructura o función.
3. Las lecturas
La Liturgia de las Horas de 1971 conservó, reformándolo, el uso tradicional del oficio romano de reservar
un lugar en la celebración a las lecturas bíblicas, patrísticas y hagiográficas.
a) Lecturas bíblicas
La presencia de varias lecturas del Antiguo Testamento, en la vigilia de ciertas fiestas a la hora de
vísperas (μεγαλοι εσπερινοι) es el resto de una vigilia catedralicia inspirada en el modelo de la vigilia
Pascual.
sólo en cuaresma, principalmente en vísperas que incluyen una Liturgia de presantificados y
secundariamente en alguna que otra hora del día, encontramos entre los bizantinos lecturas bíblicas,
que sin duda son como el recuerdo de la catequesis prebautismal.
El oficio sirio hacer leer en las fiestas una perícopa evangélica en las vísperas y por la mañana, a veces
también en la oración de la noche; los maronitas anticipan a las vísperas de las fiestas las lecturas de la
misa del día siguiente.
El oficio copto y etiópico actual es el único que ha conservado siempre perícopas evangélicas en todas
las horas y, en cuaresma, textos del Antiguo Testamento en la oración de la mañana:
propio de los monjes egipcios era hacer seguir siempre la salmodia por la lectura del Antiguo y del
Nuevo Testamento, ideal que no fue seguido completamente por todas las Iglesias
La Regla de san Benito, siguiendo la Regla del Maestro, distingue lecturas largas y lecturas breves
los Domingos, después de los seis primeros salmos, se leen cuatro lecturas; después de los otros seis,
también cuatro lecturas; después de los cánticos, cuatro lecturas más, éstas del Nuevo Testamento.
En todas las demás horas la salmodia va seguida de una lectura breve recitada de memoria; en la
plegaria de la mañana, entre la semana se saca del Apóstol; los Domingos, del Apocalipsis.
Para obedecer el mandato del Vaticano II, se previó un ciclo de dos años para la lectura bíblica del
oficio de lecturas, conservando en lo posible el lugar tradicional de ciertos libros en el año litúrgico y
recorriendo cada año la historia de la salvación: Se tiene que imprimir íntegramente la liturgia de las
Horas
“ayuda a poner de relieve determinadas palabras a las que posiblemente no se presta toda la atención
en la lectura continua de la Sagrada Escritura”.
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4. Intercesiones y oraciones del celebrante
La celebración de las horas, como de la misa, incluye tradicionalmente unas intercesiones o plegarias de
petición por las intercesiones generales de la Iglesia y por el mundo.
La oración del Señor Pater, se halla también de un modo casi constante.
En todas las Iglesias de Oriente y Occidente el oficio contiene oraciones presidenciales del obispo y los
presbíteros
En las distintas tradiciones catedralicias y monásticas, caracterizadas por el genio espiritual de cada una de
ellas y por el medio cultural en que se desarrollaron. Por otra parte, un conocimiento verdadero de estas
formas de oración sólo se pueden adquirir desde dentro a través de una participación activa en las mismas.
1. En Oriente
a) Egipto y Etiopía
Siglo III, Clemente de Alejandría y Orígenes proponían a los cristianos de Egipto realizar el ideal de la
oración incesante gracias al ritmo de las horas.
Fue en Egipto donde la vida monástica también manifestó su primer esplendor: Juan Casiano
popularizó en el mundo latino su Liturgia de las Horas,
La tradición copta permaneció fiel a la austeridad de los anacoretas: el oficio diario hace recitar
unos 75 salmos, siempre los mismos, y algunos repetidos en diferentes horas.
El oficio etiópico observa más o menos el mismo reparto de salmos, pero admit e más elementos líricos
según su genio propio, en especial cantos a la Virgen María.
En cada una de dichas horas, la salmodia va precedida de preludios y seguida de una lectura
evangélica, un tropario, un Theotokion (canto a María), el Pater, numerosos Kyrie eleison y una
breve oración de despedida; además, la hora de la mañana incluye la recitación del Gloria in
excelsis.
No hay “oficio de velo”; el oficio de medianoche termina con el cántico de Moisés, el salmo 135 y el
cántico de los tres jóvenes;
los etíopes tienen un oficio “al canto del gallo”, que empieza con los salmos 148-150 e incluye los
tres cánticos evangélicos y el de Ezequías.
b) Sirios orientales
El oficio caldeo es quizá todavía más austero y más cercano a los orígenes; sin embargo, según el
testimonio de Dalmais, «conviene destacar que el oficio nocturno, a pesar de su longitud, se haya
mantenido vivo en esta Iglesia, no sólo entre los monjes, sino también entre los laicos, agrupados en
verdaderas cofradías que se honran con el título de diáconos».
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c) Palestina, Siria y Capadocia s. IV y V
Comienzos del s. V: del oficio de los «monasterios de Palestina, de Mesopotamia y de todo el Oriente»
es algo más exacta que la que hacía del oficio de los monjes de Egipto
San Basilio fue el organizador tanto de la Liturgia popular de su Iglesia de Cesarea como de la de los
ascetas que vivían a su alrededor; sus cartas y sus reglas monásticas difundieron ampliamente los
principios en que se inspiraba.
Jerusalén, lugar de peregrinación, fue un modelo para todo el mundo cristiano; más adelante, la
organización litúrgica del monasterio de San Sabas se convertirá en norma para muchas iglesias del
dominio bizantino.
En cuanto a Antioquía, su irradiación se ejercerá tanto en los medios de lengua griega como en el
Oriente siriaco.
d) Oficio Bizantino
Procede del encuentro de varias tradiciones: unas catedralicias, como la de la Iglesia de Jerusalén y la
de Santa Sofía de Constantinopla; otras monásticas, como la palestina de la laura de San Sabas y la
constantinopolitana de Studion, obra de San Teodoro: éste pretendía empalmar con San Basilio.
La ocupación de Constantinopla por los latinos (1204) arruinó el oficio catedralicio y su repertorio de
cantos
Fue el oficio monástico el que se celebró casi por todas partes, según el uso de San Sabas.
Incluye todas sus horas: oficio de la media noche (mesonyktikon), prima, tercia, sexta, nona y
completas, a las que se añadieron unas horas intermedias
Las horas catedralicias de la mañana y de la tarde adquirieron un gran desarrollo.
El Orthros, que en realidad agrupa un doble oficio, es el lugar en que se manifiesta con exuberancia la
himnografía
2. En Occidente
Conviene que el ordenamiento de (la oración de) la Iglesia sea guardado del mismo modo por todos, hay
que procurar que, según el uso universal, después de las antífonas se digan las colectas sucesivamente por
los obispos o los presbíteros; que los cantos (hymnos) de la mañana y de la tarde se canten cada día.
En esta época el monaquismo latino tiene ya una larga experiencia de la Liturgia de las Horas: el Ordo
monasterii
El oficio romano estaba ya constituido en sus características esenciales; era un cursus monástico, sin duda
el de los monjes que estaban al servicio de las grandes basílicas urbanas y de los santuarios de los
mártires.
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Era austero: los himnos, como vimos, no será admitidos hasta muy tarde. La oración de la mañana, las
Laudes, tiene siete salmos (cada día: los salmos 50 —sustituido en Domingo por el salmo 92—, 62, 66, 148-
150; además, un salmo variable: 99, 5, 42, 64, 89, 142, 91; todos son salmos matutinos), un cántico bíblico,
una lectura, el cántico evangélico Benedictus, la letanía.
La distribución de los salmos se mantuvo hasta 1911.
Las horas diurnas: prima, tercia, sexta y nona desgranan uniformemente los octonarios del salmo 118. Las
completas, también invariables, utilizan los salmos 4, 30 (versículos 1-6), 90, 133. El resto del salterio se
repartía de modo que se recitara por entero durante la semana, en dos series: los salmos 109-147 en las
vísperas.
Es la valoración jerarquizada de cada una de las horas, mientras que anteriormente se tenía tendencia, tanto
en la casuística como en la práctica, a considerar el oficio cotidiano como un conjunto uniforme.
Cada hora tiene su fisonomía propia, su espiritualidad original; unas son más importantes que otras.
La primera hora del oficio canónico empieza con una introducción que toma normalmente la forma de
invitatorio, o exhortación a la alabanza divina, que reviste de una gran solemnidad y se compone de uno
o varios salmos escogidos con estribillos susceptibles de ser variados.
Liturgias sirias: sal 133, 116, 118
Oficio hispánico: antífona y uno o varios salmos según el día
Liturgia ambrosiana: canto Benedictus es con su estribillo
Tradición monástica: Señor abre mis labios…, durante la noche
Oficio romano: Domine labia y sal 94
El salmo 94 es particularmente adecuado: invita a cantar las alabanzas de Dios, a escuchar hoy su voz, a
esperar el “descanso del Señor”, con fórmulas cuya riqueza nos descubrió el Nuevo Testamento.
Cuando el oficio de las lecturas se celebra en primer lugar, por la noche o a primeras horas de la mañana,
el invitatorio conserva su lugar tradicional al principio de dicho oficio.
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Ambas horas se inscriben en el ritmo natural de la vida humana
1) Simbolismo de la hora
En todas las liturgias sin excepción, esta oración de la mañana se caracteriza en primer lugar por la
alabanza divina —de ahí su nombre de Laudes—, de la que es expresión clásica la presencia diaria
de los tres salmos 148, 149, 150.
Otro rasgo que da a dicha hora su significación es la elección de uno o varios salmos que evocan la
mañana.
son tradicionales los salmos 62 y 50.
Un tercer elemento universal de la oración de Laudes, son los cánticos. La Liturgia bizantina se
cantaban cada día ocho cánticos del Antiguo Testamento y los tres cánticos evangélicos,
agrupados en nueve “odas”, pero terminaron siendo sacrificados a la himnografía que debía
acompañarlos con estribillos.
una última característica de Laudes es la oración que constituye su conclusión. Incluye una parte
litánica, con intenciones diaconales y respuestas estereotipadas que facilitan la participación
popular, y luego la oración dominical dicha con cierta solemnidad y la intervención del celebrante
por medio de una oración o colecta.
El himno, que en el uso antiguo se cantaba después de la lectura breve, se ha trasladado al
comienzo de su celebración. En efecto, “el himno se seleccion a y se sitúa de forma que dé a cada
hora o a cada fiesta el colorido propio
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c) Las vísperas, oración del atardecer
1) Simbolismo de la hora
El oficio romano tradicional sólo había conservado de la oración catedralicia de la tarde dos
elementos, reducidos al estado de órganos testigos: el versículo Dirigatur, que evocaba el salmo
140, y la letanía de las preces feriales.
La reforma de 1971 hace empezar las vísperas por el himno, como en las Laudes matutinas y por el
mismo motivo. La salmodia consiste en dos salmos y un cántico, pero los salmos ya no son una
simple lectio continua: son ”apropiados a esta hora y a la celebración del pueblo”.
En cuanto a la letanía, hecha de versículos de salmos (capitella), sólo tenía lugar los días de ayuno.
La salmodia hacía recitar los salmos 109-116, 119-147, distribuidos a lo largo de la semana: era,
pues, una lectio continua casi monástica.
La salmodia consiste en dos salmos y un cántico (txt del NT: Ap) el cual se coloca después de los
salmos
Finalmente se canta el Cántico evangelico magnificat
Lectura breve va seguida de un responsorio breve
Numerosas familias litúrgicas han conservado más claramente sus Vísperas en el carácter de
oración eclesial de la tarde, ante todo por medio de los salmos tradicionalmente escogidos para
ello:
Sal 140; 141; 116; 103.
Se ha mantenido el rito
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Ambrosiano al comienzo de Vísperas, acompañado de un cántico apropiado ejecutado en forma de
responsorio, y en el rito bizantino donde sigue la salmodia y constituye la cumbre de la
celebración:
se canta el φως ιλαρον y los Domingos da lugar a una procesión.
La Liturgia ambrosiana ha conservado felizmente para Vísperas un carácter bautismal gracias a la
procesión al bautisterio que la cerraba cada día, con el canto de psallendæ, de responsoria in
baptisterio, y con las oraciones.
Oración nocturna: Expresa y estimula la espera del Señor que vino, que resucitó y que volverá.
Ha dado lugar a confusiones: Fue erróneamente puesta en los libros romanos al principio de la noche,
el cual incluía uno o varios “nocturnos”. La Iglesia, en primer lugar, y sobre todo, observó
intensamente la Vigilia Pascual
A imitación de la vigilia Pascual, diversas Iglesias inauguraban con una vigilia ciertas solemnidades,
sobre todo en Navidad y Pentecostés.
b) El oficio romano de las lecturas
La hora llamada maitines, en el coro se conserva el carácter de alabanza nocturna
la Institutio precisa: “Son dignos de alabanza los que mantienen el carácter nocturno del oficio de las
lecturas”;
el concilio Vaticano II incluso pidió que “tenga menos salmos y lecturas más largas”.
El oficio empieza, como en las demás horas, con la invocación Deus in adiutorium y el Gloria Patri,
El himno corresponde a la fiesta o al tiempo; en el tiempo ordinario, según la hora de la celebración, se
escoge el himno nocturno o el himno diurno.
La salmodia comprende ahora tres salmos o secciones de salmos, currente psalterio, excepto en las
solemnidades y las fiestas que tienen salmos y antífonas propios
c) La Vigilia festiva
Los elementos constitutivos de estas vigilias son los de las antiguas vigilias dominicales
“catedralicias”.
Después de la celebración del oficio de lecturas habitual y antes del Te Deum se añaden tres cánticos,
indicados al efecto en el apéndice del libro de la Liturgia de las Horas.
Durante la cuaresma, sin embargo, se ha preferido poner unas perícopas evangélicas que anuncian la
pasión y la resurrección.
En las solemnidades celebradas fuera del Domingo se lee un pasaje evangélico apropiado a tales
solemnidades.
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4. Tercia, sexta y nona, o la hora “intermedia”
”Deberá mantenerse este uso litúrgico de recitar las tres horas, salvo derecho particular, por todos
aquellos que se consagran a la vida contemplativa; se aconseja también a todos, principalmente a los que
se encuentran en retiro espiritual o en alguna reunión de pastoral”.
Fuera de estos casos, está permitido escoger una de las tres horas, aquella que más se acomode al
momento del día, a fin de que se mantenga la tradición de orar en medio del trabajo
Cada una de las tres horas tiene la misma estructura invariable: después del versículo de introducción y
del Gloria Patri, un himno, tres salmos o secciones de salmos, una lectura breve seguida de un versículo
como respuesta, la oración y, por lo menos en celebración comunitaria, la aclamación “Bendigamos al
Señor”.
La salmodia habitual incluye casi todos los días uno de los octonarios del salmo 118, empalmando así con
la antigua tradición romana, y otros dos salmos o secciones de salmos.
Los Domingos ciertas solemnidades tienen salmos propios o apropiados; igualmente, el viernes de la
tercera semana se recita el salmo 21, que es el salmo de la pasión por excelencia.
En las solemnidades que se celebran entre semana y que no tienen salmos propios se utilizan los salmos
graduales.
5. Completas
Las completas son la última oración del día, que se ha de hacer antes del descanso nocturno, aunque haya
pasado ya la “medianoche”.
De sus orígenes monásticos conservaban, con la lectura breve con que empezaban, la huella de la lectura
que reunía a los monjes en el claustro después de la cena: era normal que se suprimiese este órgano
testigo.
Las completas empiezan actualmente como las demás horas, por el versículo ”Dios mío, ven en mi
auxilio” y el Gloria Patri.
En el uso del Breviario romano incluyen la recitación del Confiteor
Viene luego el himno apropiado, y después la salmodia.
Después de la salmodia se hace una breve lectura, a la que sigue el hermoso responso romano tradicional:
“A tus manos, Señor.” Luego se dice, con su antífona el cántico evangélico Nunc dimittis, con el cual
“podemos decir que culmina esta hora”, y después la oración final apropiada y la bendición Noctem
quietam.
Al final de completas, los cistercienses popularizaron el uso de una situación a la Virgen: adoptaron para
ello el canto cotidiano de la Salve Regina
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