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Para la fe bíblico-cristiana lo sagrado del tiempo no está ligado a los ciclos cósmicos,
sino a acontecimientos históricos; el tiempo es siempre un tiempo con Dios,
sembrado de acontecimientos salvadores, tejido por una historia de salvación.
Historia que llega a su punto culminante, a su realización plena y escatológica, a ser
salvación en Cristo, y sobre todo en el misterio pascual de Cristo.
Y en los diferentes tiempos del año litúrgico la Iglesia perfecciona la formación de los
fieles mediante piadosos ejercicios corporales y espirituales, enseñanzas, oraciones,
penitencias y obras de misericordia, de acuerdo con la disciplina tradicional.
El Verbo, el Hijo eterno del Padre, sin dejar de ser Dios, se ha hecho
hombre. Este maravilloso encuentro entre Dios y el hombre, entre lo
humano y lo divino, ha tenido lugar en las virginales entrañas de
María.
«Oh hijo mío, sol mío, ¿cómo vas a envolverte en pañales? ¿Cómo
vas a ser alimentado con leche tú que alimentas a todas las
criaturas? ¿Cómo vas a estar en mis manos tú que sostienes todas
las cosas? ¿Cómo podría yo contemplarte sin temor, a ti, a quien no
se atreven a contemplar los seres que cubren sus ojos?».
«Tú que alimentas a los infantes en su seno, has escogido ser niño e infante... A
ti, que riegas la tierra con el rocío y la lluvia, a ti te alimenta la hija del hombre con
leche. Por tu poder has levantado las montañas, tú, que habitas en una pobre
gruta. Con tu grandeza sostienes el firmamento, tú, a quien una Virgen lleva en
sus brazos. Tú, que te sientas sobre el resplandeciente trono de la gloria eres
envuelto humildemente en pañales. Tú, que das el movimiento a las creaturas,
estás en Belén sobre el suelo, como un pequeño niño»
Ante la insondable grandeza del misterio de Dios hecho hombre, ¿cuál es la actitud de
la Iglesia? La actitud de la Iglesia, reunida en asamblea para celebrar el misterio del
Dios hecho hombre, es una actitud profundamente contemplativa, de gozosa
admiración y de alabanza, en la línea del Evangelio de Juan cuando dice:
Breve: entre la Navidad y la Cuaresma, va del lunes después del Bautismo del Señor,
hasta el Miércoles de Ceniza exclusive.
Larga: desde Pentecostés hasta el siguiente Adviento. Va desde el lunes después de
Pentecostés con una larga duración hasta el primer Domingo de adviento.
La Pascua semanal del domingo proyecta su luz sobre los otros días de la
semana, entre los cuales la Iglesia hace resaltar discretamente algunos
elementos del viernes que recuerdan la pasión del Señor, y con la
posibilidad de celebrar la memoria de Santa María cada sábado que no
esté ocupado por la memoria obligatoria de un santo
El día como presencia de Cristo Parte el valor del tiempo cristiano, que en
cualquier momento tiene su referencia total al misterio de Cristo y la
historia de la salvación.
Para los cristianos cada día -desde la mañana hasta la noche- tiene un
sentido cristológico; y por eso, en cada una de las horas de la oración de
la Iglesia hay, junto con la dimensión cósmica, una memoria salvífica
referida a lo que aconteció en esos momentos:
Tiempo alimentado por la Palabra de Dios: ya los actuales leccionarios han iluminado con
mucha riqueza el itinerario de nuestra propia salvación. Teniendo en cuenta estos valores,
el canto que interpreta nuestra asamblea dominical se une al gozoso canto del Aleluya
que Cristo interpretó la mañana de la Resurrección.
PAPA PABLO VI
DADA EN FORMA DE “MOTU PROPRIO” POR LA QUE
SE APRUEBAN LAS NORMAS UNIVERSALES SOBRE
EL AÑO LITÚRGICO Y EL NUEVO CALENDARIO
ROMANO GENERAL
Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el Nombre sobre todo nombre;
de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra,
en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios
Padre».
▪ Para escoger los cantos es necesario tener en cuenta siempre la temática del
tiempo litúrgico.
Hoy Jesús nos invita a quienes nos congregamos para celebrar, a que sigamos
su camino hacia la victoria pascual (los ramos simbolizan esta victoria), aunque
para ello sea necesario el camino de la cruz (que se recuerda en la larga lectura
evangélica).
«Durante la procesión los cantores y el pueblo cantan los cantos indicados en el Misal
Romano, como son el salmo 23 y el 46, y otros cantos apropiados en honor de Cristo Rey».
Escoger cantos apropiados para este día es una tarea pastoral muy importante ya que a
través del canto vamos a favorecer el que todos sintonicen con el misterio que celebramos.
❖Liturgia de la Palabra
❖Liturgia eucarística
La comunión bajo las dos especies para todos los fieles pone de
relieve la plena participación en el misterio eucarístico del
Cenáculo donde nace el nuevo Pueblo de la Nueva Alianza.
GLORIA
En este día podemos destacar la procesión de los dones realzando el pan y el vino
como los dones escogidos por Cristo para su auto donación. Esta colecta de
solidaridad recobra todo su sentido, sobre todo, si los donativos para los pobres son el
fruto de nuestra penitencia cuaresmal.
Canto de comunión:
❖ Acerquémonos todos al altar (F. Palazón); los salmos 22 y 33, con las distintas
musicalizaciones:
Pasión venerada:
la adoración de la Cruz. Una doble ritualización pone ante los ojos
la sagrada pasión: la presentación de la Cruz como árbol de la vida
y la adoración de la Cruz con un simple signo de amor y de
gratitud, como el beso de la Esposa al Esposo Crucificado.
Se celebra la exaltación de Cristo, se le contempla, se adhiere con
la mente, el corazón y los labios a este misterio.
VIERNES SANTO
Cristo es la LUZ, simbolizada por el Cirio. Nosotros, con velas encendidas en las manos, salimos a su
encuentro como las vírgenes prudentes del evangelio acogieron al Esposo:
Se enciende el Cirio, que tiene grabada la fecha de este año: la Pascua siempre es nueva y siempre sucede
"hoy"; el sacerdote dice:
❖ "Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega,
❖ suyo es el tiempo y la eternidad,
❖ a él la gloria y el poder
❖ por los siglos de los siglos. Amén".
VIGILIA PASCUAL
De la Eucaristía a la vida
La celebración ha sido larga, festiva. Pero la Pascua no termina aquí: más bien
empieza. Nos quedan cincuenta días -siete semanas de Cincuentena Pascual-
que concluirán con el don del Espíritu en Pentecostés.
El sacerdote nos bendice; a cada una de sus frases contestamos: "Amén";
El sacerdote nos despide festi¬vamente:
"Podéis ir en paz, aleluya, aleluya" "Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya".
Cantos para la
VIGILIA PASCUAL
El sacerdote canta:
▪ Cristo luz del mundo.
▪ Pregón Pascual (en su defecto lo puede hacer un cantor cuidando las partes reservadas a ministros
ordenados).
❖ Se deben cantar los Salmos. Y no cambiarlos por otros cantos
❖ Se canta: Gloria.
❖ Aleluya.
❖ Evangelio
❖ Las letanías.
❖ Canto bautismal.
Domingo de Resurrección
Misa del día