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1 Introducción al Desarrollo Humano

“Nada es permanente salvo el cambio”. Heráclito.


Por: Ma. Guadalupe Melesio Moreno.

El ser humano al nacer; es una esperanza y una expectativa, con potencialidades latentes; con
características que lo constituyen en una realidad única e irrepetible. Es un ser inacabado, no
porque se encuentre incompleto, al contrario; es inacabado en relación al crecimiento que
puede alcanzar.

Seguramente, has sido testigo y testimonio de este crecimiento y desarrollo tanto en ti como en
quiénes te rodean. Si ves una imagen tuya en la actualidad y la comparas con una imagen de
tu infancia, podrás constatar que has cambiado, que te has desarrollado.

Este crecimiento abarca dimensiones diversas: aspectos físicos, estéticos, morales, sociales,
intelectuales, culturales y espirituales, entre otras. Todos estos ámbitos conforman la
integralidad del ser humano.

1.1 Concepto de Desarrollo Humano

Figura 1. Generación. Hajninjah (S/F). Recuperado de https://pixabay.com/es/photos/cuadro-marco-de-fotos-


generaci%C3%B3n-416614/ (imagen publicada bajo licencia Creative Commons CC0 de acuerdo con
https://pixabay.com/terms)

©UPGTO. Derechos reservados. Esta obra no puede ser reproducida, modificada, distribuida, ni transmitida, parcial o totalmente, mediante cualquier medio, método o
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de la Universidad Politécnica del Guanajuato.
El estudio del desarrollo humano; involucra la observación, análisis, descripción, interpretación,
predicción e intervención de las diferentes etapas del ciclo de vida de la persona (ver Figura 1).

Pero en sí, ¿qué es el Desarrollo Humano?, a continuación, podrás conocer las definiciones de
algunos representantes de esta disciplina:

➢ Papalia, Feldman y Martorell (2017, p.4), definen el Desarrollo Humano como “el estudio
de los procesos de cambio y la estabilidad durante el ciclo vital”.

➢ Pérez, N. (2012, p.13), sostiene que el Desarrollo Humano es un proceso continuo,


global y flexible.

➢ Según Robles, Espinel y Vargas (2017, p.16), el “Desarrollo Humano es el estudio


multidisciplinario de lo que cambia y lo que permanece igual en las personas con el paso
del tiempo”.

Podemos decir entonces, que el Desarrollo Humano estudia no solo los procesos de cambio en
la persona tales como son: el crecimiento físico, psicológico, emocional, social entre otros; en
las diferentes etapas; así como los factores que influyen es dichos procesos; sino que también
incluye el estudio de aquello que permanece en la persona durante su ciclo vital (su
temperamento, herencia y su propia identidad).

1.1.1 Características
Algunos autores señalan las siguientes como características del Desarrollo Humano (ver Figura
2).

• Multidimensionalidad: Contempla la totalidad de las dimensiones del ser humano: La


dimensión física, la dimensión mental, la dimensión emocional, la dimensión social y la
dimensión trascendental.

• Integridad: Reconoce que todos los aspectos de la persona están relacionados entre sí y
son interdependientes.

• Enfoque en la potencialidad: Reconoce las posibilidades del ser humano como motor de
su propio crecimiento y del desarrollo de su entorno.

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• Continuidad: Es un proceso de presencia permanente durante el ciclo vital.

• Adaptabilidad: Reconoce la importancia de preservar la historia y cultura de la persona y


al mismo tiempo, contempla la capacidad de adaptación del ser humano a entornos
cambiantes.

Multidimen-
sionalidad

Adaptabi- Integridad
lidad
D. H.
Características

Enfoque en la
Continuidad
potencialidad

Figura 2.- Características del Desarrollo Humano. Autoría propia con información de Papalia, Feldman y Martorell
(2012).

1.1.2 Importancia
La importancia del Desarrollo Humano radica en que busca la realización de la persona
contemplándola como una integralidad, incorporando la totalidad de ámbitos que la constituyen
para contribuir a una realización plena del individuo.
Papalia, Feldman y Martorell (2012). menciona tres ámbitos principales en el estudio del
Desarrollo Humano.

• Desarrollo físico: es el proceso de crecimiento del cuerpo, así como los cambios que se
presentan en las capacidades y habilidades psicomotores.

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• Desarrollo cognoscitivo: es el proceso de cambio en los procesos mentales tales como
aprendizaje, atención, memoria, pensamiento, lenguaje y atención.

• Desarrollo psicosocial: el cambio de emociones, personalidad y relaciones sociales.

DGJ (sf) Mujer Simarik (sf)Crecimiento


https://pixabay.com/es/vectors/mujer- Broesis (SF) Amistad. Recuperado de
mental.Recuperado
wireframe-bajo-poli-anatom%C3%ADa- https://pixabay.com/es/photos/amistad
2773507/ www.istockphoto.com
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Desarrollo físico: es el Desarrollo cognoscitivo:


proceso de crecimiento del es el proceso de cambio Desarrollo psicosocial: el
cuerpo así como los en los procesos mentales cambio de emociones,
cambios que se presentan tales como aprendizaje, personalidad y relaciones
en las capacidades y atención, memoria, sociales
habilidades psicomotores. pensamiento, lenguaje y
atención.
Ámbitos del Desarrollo Humano

Figura 3. Ámbitos del Desarrollo Humano. Autoría propia con información de Papalia, Feldman y Martorell (2012).

El desarrollo armónico y adecuado del ser humano en todas sus dimensiones, no solo contribuye
a lograr la autorrealización de la persona, sino que se constituye en un motor que genera una
sinergia que beneficia a su entorno.

1.1.3 Etapas del Desarrollo Humano


Existe un gran número de estudios elaborados por diversos autores, en relación al desarrollo
humano desde todos y cada uno de los ámbitos que los conforman: físico, cognitivo, biosocial, etc.
En esta ocasión se abordará el desarrollo humano en el aspecto socioafectivo.

De 0 a 6 años de vida.
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En estos primeros años, el ser humano experimenta un crecimiento físico sorprendente e
irrepetible; el bebé duplica su estatura en doce meses. También tiene grandes avances en el
aspecto psicomotor: en pocos meses, aprende a sentarse, a rodar, a gatear y a caminar.
Paralelamente a este desarrollo se da lo que algunos científicos llaman el crecimiento invisible; el
cerebro aumenta de tamaño y se multiplican conexiones nerviosas.
Durante esta etapa, el niño es capaz de reconocer a las personas e identificar expresiones
emocionales de los demás, a través del rostro. También se da el reconocimiento de sí mismo y de
su rol en la familia. En esta fase del desarrollo, el niño requiere gran atención y cuidado de los
adultos quienes deben cubrir sus necesidades físicas y afectivas ya que esto tendrá un gran
impacto en su desarrollo integral.
Respecto al conocimiento de las normas y de los valores que regulan las conductas del niño,
inicialmente desconoce su sentido; por eso reacciona con rabia como expresión de un conflicto
entre sus deseos y las exigencias de los adultos. Pérez (2012).
Durante esta etapa, del niño comienza a asistir a la escuela, con lo que se amplía su campo de
relaciones. El apego y la amistad son vínculos afectivos que juegan un papel muy importante en el
aprendizaje de conductas sociales y afectivas. Pérez (2012).
Cuidar el entorno y el ambiente que rodea al niño, es muy importante para lograr un desarrollo
armónico. Crear entornos sanos y favorecedores, así como atender las necesidades básicas del
niño, pero al mismo tiempo, establecer límites adecuados; es de gran importancia ya que le
permitirá aprender a manejar la frustración.
De 7 a 12 años de edad.

Figura 4. Niños Rio. Sasint (2016). Recuperado de https://pixabay.com/es/photos/ni%c3%b1os-r%c3%ado-ataque-artes-


marciales-1822701/ (imagen publicada bajo licencia Creative Commons CC0 de acuerdo con https://pixabay.com/terms)

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En esta etapa, el niño desarrolla un autoconcepto realista. Hace descubrimientos sobre sus
actitudes, valores y habilidades a través de la relación con sus amigos (Ver Figura 4).
La popularidad empieza a ser importante, así como la amistad. Los niños aprenden a cooperar y
a comunicarse con sus amigos; además esta relación les permite probar y adoptar valores de
forma independiente a los padres. Al identificarse con sus pares, se genera un sentido de
pertenencia y este les ayuda a desarrollar su autoconcepto e identidad. Papalia, Feldman y
Martorell (2012).
A lo largo de la niñez y con un acompañamiento adecuado; se da un desarrollo en las habilidades
sociales: existe una mayor conciencia de los sentimientos propios, el manejo de emociones y la
empatía; lo que motiva a que el niño tienda a ayudar a quien lo necesite.

Adolescencia.

Figura 5. Amigos. Sammiel (SF). Recuperado de https://pixabay.com/es/photos/amigos-juntos-abrazos-1262152/ (imagen


publicada bajo licencia Creative Commons CC0 de acuerdo con https://pixabay.com/terms)

Si bien la adolescencia es muy importante en el desarrollo del ser humano, no deja de ser una
etapa en el crecimiento de la persona, por lo que no está desligada de las etapas anteriores.
En este sentido, los rasgos característicos del niño en la infancia como son: la autoestima y el
temperamento, continúan estando presentes en la identidad del adolescente. Pérez (2012).
En esta etapa, los jóvenes buscan la compañía de sus iguales (Figura 5) y comparten sus valores
e intereses logrando satisfacer la necesidad de pertenencia, además de tomar una sana distancia
de las figuras paterna y materna; con lo que va consolidando su propia personalidad.

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Adultez y vejez.

Figura 6 Hija adulta alegre saludo feliz madre. Andrea Piacquadio (SF). https://www.pexels.com/es-es/foto/hija-adulta-alegre-saludo-feliz-madre-
senior-sorprendida-en-el-jardin-3768131/ (imagen publicada bajo licencia Creative Commons CC0 de acuerdo con https://pexels.com/terms)

En el ámbito familiar, la maternidad, la paternidad, el “nido vacío” (cuando los hijos abandonan el
hogar), el rol de abuelo o abuela, la separación, el divorcio y la viudez; son decisiones y
circunstancias que se dan en la etapa adulta y en la vejez (ver Figura 6).
En el área laboral, se da la inserción y la consolidación en el trabajo, que tiene un gran impacto en
la autorrealización y la autoestima.
En situaciones como la separación, el divorcio, la viudez, el desempleo y jubilación; el soporte de
una red de apoyo familiar y de amistades es indispensable para atravesar estas etapas con mayor
facilidad.
En la vejez se realizan balances de lo realizado a lo largo de la vida y de la manera en la que se
hayan vivido las etapas anteriores, se podrá transitar de una forma más o menos satisfactoria. Es
sin duda, indispensable el contar con el acompañamiento de familiares y amigos para afrontar los
retos evolutivos que constituyen las circunstancias de esta fase en el ciclo vital.
Podemos concluir, que el conocimiento del Desarrollo Humano es de gran ayuda para entender
las necesidades y circunstancias que enfrenta la persona en cada una de las fases del ciclo vital,
así como visualizar el gran potencial que radica en cada ser humano.

1.1.4 Identificación de la realidad personal.

La identificación personal, es el resultado de un largo camino que recorre el ser humano; desde la
infancia temprana en dónde se inicia este conocimiento y el niño se auto identifica con
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expresiones como “soy pequeño y tengo ojos cafés”. En la adolescencia se da una confirmación
de la personalidad que se ha formado durante las etapas anteriores pero además, el adolescente
construye la imagen que tiene de sí mismo y de su realidad personal; además será capaz de
tomar una postura ante esa realidad y actuar en consecuencia, decidiendo en aspectos
importantes tales como ideología religiosa, elección de su profesión, el adoptar un estilo de vida
en vez de otro, elegir un deporte o una afición, la elección de amigos; entre muchos otros.
En la etapa adulta se encuentra generalmente, un individuo con una personalidad consolidada y
adaptable, que permite a la persona gestionar sus capacidades para adecuarse y compensar las
pérdidas y mantener una adecuada dinámica personal, social, laboral y profesional.

Al llegar a la vejez, el individuo hace un balance de lo que ha significado su trayectoria y este


balance, así como la forma de posicionarse ante el mismo; será definitivo en la vivencia de esta
última etapa en el ser humano.

Así pues, el desarrollo satisfactorio en cada una de las etapas del ciclo vital constituye un factor
importante para la autorrealización de la persona. Por otro lado, éste depende en gran medida de
las relaciones interpersonales, la cultura, las tradiciones y los lazos familiares que rodean al
individuo y que le dan sustento y soporte.

Sin duda, el Desarrollo Humano redundará en un bienestar de la sociedad y de las generaciones


posteriores, ya que un ser humano equilibrado contribuirá de manera benéfica no solo a su
entorno, sino que ejercerá su influencia de manera trascendente.

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Referencias.
Papalia D., Feldman R., y Martorell G. (2017). Desarrollo Humano. México. Mc Graw Hill Education.
ISBN: 9781456255701

Pérez, N. (2012). Psicología del desarrollo humano: del nacimiento a la vejez. ECU. Recuperado
de https://elibro.net/es/ereader/upgto/62378?page=252

Robles J., Espinel V., y Vargas G. (2017). Dimensiones del Desarrollo Humano bajo un enfoque
de interculturalidad. Ecuador: Ediciones Holguín. ISBN: 9789942969835

Referencias de imágenes.
Andrea Piacquadio (SF). Hija alegre adulto feliz. Recuperado de https://www.pexels.com/es-
es/foto/hija-adulta-alegre-saludo-feliz-madre-senior-sorprendida-en-el-jardin-3768131/
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Hajninjah (SF). Generación. Recuperado de https://pixabay.com/es/photos/cuadro-marco-de-fotos-


generaci%C3%B3n-416614/ (imagen publicada bajo licencia Creative Commons CC0 de
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Sammiel (SF). Amigos. Recuperado de https://pixabay.com/es/photos/amigos-juntos-abrazos-


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Sasint (2016). Niños Río. Recuperado de https://pixabay.com/es/photos/ni%c3%b1os-r%c3%ado-


ataque-artes-marciales-1822701/ (imagen publicada bajo licencia Creative Commons CC0
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Undefined undefined (2018). Bebé de cuerpo y cinta métrica. Recuperado de


stockphoto.com/es/foto/bebé-de-cuerpo-y-cinta-métrica-gm1054513150-
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