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CLASE #7 (Parte A)

UNIDAD: HERMENÉUTICA. PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS DE INTERPRETACIÓN BÍBLICA

TEMA: El análisis del Contexto literario

INTRODUCCIÓN GENERAL
Cuando se trata de interpretar y aplicar la Biblia, el contexto es crucial. De hecho, nos
atrevemos a decir que el principio más importante de interpretación bíblica es que el
contexto determina el significado. Cuando ignoramos el contexto, podemos torcer las
Escrituras y “demostrar” casi cualquier cosa. Sin embargo, cada violación del contexto se
convierte en un asunto peligroso. Cuando tenemos respeto por el contexto de la Escritura,
lo que estamos diciendo es que queremos oír lo que Dios ha de decimos, no poner
palabras en su boca. ¡El contexto determina el significado!
Para entender y aplicar la Biblia, hemos de tener en cuenta dos clases fundamentales de
contexto: el histórico y el literario. El contexto histórico es el trasfondo histórico y cultural
del texto, del que hemos hablado en la clase anterior. El contexto literario tiene relación
con la forma concreta que adquiere un pasaje (el género literario) y con las palabras,
frases, y párrafos que rodean el pasaje que estás estudiando (el contexto orbital). El
contexto literario es el tema que desarrollaremos en este capítulo.
¿QUÉ ES EL GÉNERO LITERARIO?
Cuando estudiamos cualquier pasaje de la Escritura, hemos de observar en primer lugar la
forma que adquiere (i.e., cómo se expresa) antes de analizar su contenido (i.e., qué
significa). La palabra género es un término procedente del latín que significa «forma» o
«clase». Cuando se aplica a la interpretación bíblica, la expresión género literario se
refiere, sencillamente, a las distintas categorías o tipos de literatura que encontramos en
la Biblia. En el Antiguo Testamento encontramos narrativa, ley, poesía, profecía, y textos
sapienciales. Los géneros literarios del Nuevo Testamento son el evangelio, la historia, la
carta y la literatura apocalíptica. Sin embargo, tanto el Antiguo como el Nuevo
Testamento presentan algunos subgéneros (p. ej., parábolas, enigmas, sermones).
Trataremos los principales géneros literarios en las próximas clases. Por ahora, nos
conformaremos con plantear las razones por las que hemos de reconocer el género
literario a fin de poder leer un pasaje «en contexto».
¿cómo podemos clarificar el significado que los antiguos autores quisieron dar a sus
textos si no podemos dirigimos a ellos con nuestras preguntas? La respuesta está en el
género literario. De este modo, los géneros literarios actúan como una forma de pacto de
comunicación, un acuerdo establecido entre el autor y el lector acerca del modo en que
han de comunicarse. A fin de que podamos «guardar el pacto», hemos de permitir que sea
el género que ha escogido el autor el que determine las reglas que vamos a utilizar para
entender sus palabras. Cuando se trata de la Biblia, desatender el género literario significa
violar nuestro pacto con el autor bíblico y con el Espíritu Santo que inspiró su mensaje.
Entrando en materia, a la hora de hacer un análisis literario, inmediatamente después de
haber hecho un análisis histórico cultural (en ese orden), lo primero que hay que hacer es
seguir la secuencia del siguiente circulo:

En la figura anterior se muestra una serie de pasos que, siguiéndolo de manera


consecuente se puede hacer un análisis literario acertado. Pasos a seguir:
1. Lo primero que hay que hacer es tomar un pasaje bíblico (o el que se desea analizar e
interpretar).
2. Seguidamente se debe considerar el contexto inmediato. Es muy importante darle la
máxima prioridad al contexto inmediato cuando se trata de determinar el significado del
pasaje que queremos estudiar. Como ilustran los círculos del diagrama del contexto,
cuánto más cerca está un círculo del centro, mayor es la influencia que ejerce
normalmente sobre el significado del pasaje. En resumen, el contexto inmediato es aquel
que nos muestra la idea principal o tema central del texto que estamos analizando. Una
vez aprendamos a identificar el contexto inmediato será más fácil deducir una correcta
interpretación.
3. El paso más crucial es el de identificar el contexto orbital. Pero ¿Qué es el contexto
orbital? Al hablar de contexto orbital nos referimos simplemente a los textos que rodean
el pasaje que estamos estudiando. Podemos considerarlo como el mundo textual en el
que vive el texto en cuestión. El contexto orbital está formado por las palabras, frases,
párrafos y discursos que van antes y después del pasaje objeto de estudio. (este punto se
ampliará de forma más detallada en la Parte B de la próxima lección, ya que constituye la
parte más crucial e importante del análisis literario)
4. El siguiente paso es deducir el contexto del libro, el cual para ser identificado se
necesita que previamente se haya leído el libro del cual se tomó el pasaje en cuestión que
estoy analizando; ya que es importantísimo que se tenga en mente la idea o tema general
que el autor previamente escribió en todo el libro.
5. Por último, el paso final es identificar el contexto general de la Biblia, que es no es más
que considerar cuantos pasajes o libros de la Biblia hablan del tema que estoy analizando
haciendo una referencia, o si hay (como se da frecuentemente) pasajes paralelos
hablando del mismo tema.
PELIGROS DE PASAR POR ALTO EL CONTEXTO LITERARIO
El mero hecho de que nos acerquemos a la Escritura como cristianos evangélicos no nos
hace inmunes a las interpretaciones erróneas si decidimos descuidar el contexto literario.
Existen varios peligros que surgen de pasar por alto el contexto literario. Aquí solo
trataremos dos de los más comunes: el primero afecta a los exégetas aislados y el
segundo a los predicadores.
A. Ignorar el contexto orbital
Esto sucede por regla general cuando se centra la atención en un solo versículo sin prestar
atención al modo en que los versículos que lo circundan pueden afectar a su significado.
Por ejemplo, los versículos siguientes se citan con mucha frecuencia. ¿Conoces sus
contextos?
 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré
a él, y cenaré con él y él conmigo (Ap. 3:20).
Análisis del contexto inmediato: Apocalipsis 3:20 se utiliza comúnmente para
hacer referencia a la promesa que Jesús hace a cualquiera que le acepte como
Salvador Y Señor; o sea, se ve como una promesa para aquellos a quienes se les
predica el Evangelio: “Si abres la puerta de tu corazón, Cristo promete entrar”. Sin
embargo, en su contexto, ¿Apocalipsis 3:20 es un versículo para evangelizar?
Claramente no, es más bien una promesa que el Cristo resucitado hace a una
congregación de cristianos «tibios»; en otras palabras, no se pueden evangelizar a
quienes han creído. El Señor asegura a estos creyentes desobedientes que está
dispuesto a renovar la comunión con ellos (de hecho, lo espera al decir que está
llamando a la puerta) si se arrepienten (abren la puerta). Este versículo se aplica
directamente a los cristianos que viven sin tener comunión con Cristo. Como
creyente, ¿te has alejado alguna vez tanto de Cristo que te preguntabas si acaso Él
podía traerte de nuevo a la comunión con Él? En Apocalipsis 3:20 Él promete que
te ama y que desea restaurar tu vida si te arrepientes.
 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos (Mt 18:20). Análisis del contexto inmediato: A menudo se cita Mateo: 18 20
para recordar que la oración colectiva de la Iglesia es especialmente efectiva, o se
aplica este versículo para hacer referencia a las reuniones congregacionales. Pero
rara vez nos paramos a reflexionar acerca de lo que estamos de hecho diciendo.
No estamos diciendo que Cristo no está presente en las reuniones de cristianos,
sino que al analizar el contexto inmediato del pasaje nos damos cuenta que el
verdadero significado del pasaje dista mucho de nuestras suposiciones. ¿Acaso
Jesús está únicamente con nosotros cuando estamos con otros cristianos? El
contexto de Mateo 18:20 es el de la disciplina en la Iglesia, como dejan claro los
versículos 15-1 7: “por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando
tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. Mas si no te oyere, toma aún
contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda
palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle
por gentil y publicano.”
En otras palabras, Jesús está diciendo que, cuando una congregación (aunque la
integren solo unos pocos creyentes) sigue las directrices de Dios respecto a la
disciplina congregacional, experimentará su bendición, ya que el estará allí
reunidos con ellos dirigiéndolos en la toma de decisiones.
IMPORTANTE: Estos ejemplos ilustran los problemas que surgen cuando ignoramos el
contexto que rodea un versículo en concreto. Los criterios que se han utilizado para
establecer los capítulos y versículos de la Biblia tampoco son de mucha ayuda que
digamos. Los números de capítulo y versículo nos ayudan a localizar los pasajes con
rapidez, sin embargo, también pueden llevamos a creer que cada versículo es una unidad
aislada, como un número de teléfono en una guía. El mero hecho de que asignemos
números a las frases de los párrafos no significa que podamos arrancar una determinada
frase de su contexto desconectándola de lo que la precede o sigue. Hemos de recordar
también que las divisiones en capítulos y versículos no forman parte de los documentos
originales, sino que fueron añadidas en un periodo muy posterior. Cuando hablamos de la
inspiración de las Escrituras por parte del Espíritu Santo, nos referimos al texto en sí, no a
las referencias numéricas de capítulos y versículos.
B. Ignorar la secuencia lógica en una predicación o enseñanza temática.
La predicación temática es válida cuando cada uno de los pasajes que se utilizan se
entiende en su contexto y el mensaje general no viola tales contextos. Sin embargo,
demasiado a menudo la predicación temática deforma el sentido de la Escritura al pasar
por alto el contexto literario, ya que quien enseña o predica muchas veces menciona
muchos textos en una predicación, y algunas veces estos textos no tienen relación entre sí
ni del tema ni por el contexto, por consiguiente, se tiene una enseñanza sesgada o
incorrecta. Para hacer una predicación temática lógica debemos tomar todos los versos
que hablan del mismo tema o hacen referencia o bien solo hablar de un solo texto (si este
da para enseñar solamente), ya que la predicación temática ilógica, por el contrario, pasa
con frecuencia de un pasaje a otro vinculando una serie de pensamientos originariamente
inconexos. La mejor predicación temática seria aquel que se haría siguiendo el contexto
inmediato del autor (es decir su conclusión).
Diagrama de flujo que ilustra una Predicación Temática siguiendo lo más cercano la idea
del autor original.

Diagrama de flujo que ilustra una Predicación Temática que no sigue un orden logico ni se
apega a la idea del autor original.

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