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Se refiere a todas las estructuras construidas por los cristianos desde el surgimiento
del cristianismo hasta alrededor del siglo V. A partir del año 550 todo arte cristiano
es considerado como arte bizantino, pues fue a este tipo de arte al que evolucionó.
Sin embargo, siempre mantuvo sus influencias originales.
Durante los primeros años del cristianismo las edificaciones cristianas no eran
comunes, dado que la religión no era vista con buenos ojos durante sus
inicios. Luego de que se permitió abiertamente el seguimiento del cristianismo y el
Imperio romano hizo oficial la práctica de esta religión en sus tierras, inició realmente
la arquitectura paleocristiana.
Con la proclamación del Edicto de Milán, los cristianos pudieron practicar libremente
sus cultos religiosos y para ello construyeron las basílicas tomando como modelo
las que habían sido para los romanos centros civiles con actividades de mercado y
como sala de justicia. Las de nueva construcción siguieron los mismos tipos con la
diferencia de su utilización, para los cristianos en los edificios el culto y las
asambleas se realizaban dentro de ellos, mientras que el culto grecorromano se
efectuaba alrededor del templo.
Plano reconstruido de la basílica de San Juan de Letrán, que se puede considerar
como una tipología normal de las basílicas paleocristianas.
Con Constantino a la cabeza, el cristianismo y sus líderes ocuparon posiciones
principales, la arquitectura pasó del simple refugio en casas privadas, a nuevas
formas monumentales, inspirada en la arquitectura romana, con el cambio
necesario para su aplicación a las nuevas funciones de los cultos de la religión, que
además cada día aumentaba en número de creyentes. A pesar de la gran cantidad
de templos o basílicas cristianas que se construyeron durante el siglo IV, en siglos
posteriores fueron muchos de ellos destruidos o reformados.
Estructura
La basílica paleocristiana en general constaba de tres partes: un atrio de acceso,
el cuerpo de la basílica longitudinal, dividido en tres o cinco naves separadas
por columnas, la nave central siempre solía tener más altura, mientras sobre
las naves laterales a veces tenían unas galerías o tribunas
llamadas matroneo especialmente realizadas para las mujeres. En el presbiterio, se
situaba el altar. La cabecera estaba ocupada por un ábside cubierto con
una cúpula de un cuarto de esfera. Los no bautizados ocupaban un lugar ante la
puerta de la basílica llamado atrio o nártex donde solía haber una gran pila de agua
para las abluciones. La cubierta en la construcción de la basílica paleocristiana
primitiva acostumbraba a ser a dos aguas con techumbre de madera, poco pesado,
por lo que sus muros eran completamente lisos y no había necesidad de
construir contrafuertes. La luz exterior provenía de grandes ventanas abiertas en las
paredes laterales y de la parte alta de la nave central por el claristorio. Muchos de
los materiales empleados como las columnas y capiteles fueron aprovechados de
otros edificios romanos.
Arquitectura Románica:
La arquitectura románica fue el primer gran estilo arquitectónico creado en la Edad
Media en Europa después de la decadencia de la civilización grecorromana. Su
desarrollo estaba completamente establecido alrededor de 1060, pero los primeros
signos de cambio fueron diferentes según las regiones y no hay consenso sobre
una fecha para sus inicios, que van desde el siglo VI hasta el siglo XI. Tendrá varias
etapas, fundamentalmente dos, conocidas como primer románico (o románico
temprano o lombardo) y segundo románico (o alto románico o románico maduro).
La arquitectura gótica fue el estilo que le sucedió gradualmente a partir del siglo XII.
El dinamismo monástico, las profundas aspiraciones religiosas y morales y la
espiritualidad de las rutas de peregrinación en una Europa que había recobrado la
paz, presidieron el nacimiento del arte románico y contribuyeron a convertirlo en un
estilo verdaderamente nuevo, dotado de una profunda originalidad. La voluntad de
liberar a la Iglesia de la tutela de los poderes seculares, las cruzadas, la reconquista
cristianaen España con el colapso del califato de Córdoba, la desaparición del
patrocinio real y principesco hicieron del arte románico el arte de toda la cristiandad
medieval.
La arquitectura románica se desarrolló en una vasta área que iba desde la mitad
norte de España hasta Irlanda, Escocia y la mitad de Escandinavia. La Europa del
Este, los países eslavos desde Polonia a Eslovaquia, Bohemia y Moravia, Hungría
y Eslovenia también adoptaron este estilo, así como el conjunto de Italia con sus
islas. Este espacio correspondía a la influencia de la Iglesia romana en la Edad
Media, al área ocupada por la gran familia de los pueblos romano-germánicos, de
los eslavos occidentales y de algunas reliquias étnicas. Los primeros centros del
arte románico ya eran visibles alrededor del año mil: en Cataluña, en las
estribaciones norte y sur de la parte oriental de los Pirineos; en la Lombardía, que
se extendía desde la llanura central del Po hasta la Italia meridional; en Borgoña,
en la zona fluvial del Saona; en Normandía, cerca del Canal de la Mancha; en el
curso del bajo Rin hasta el Mosela; en la Alta Renania,
desde Basileahasta Maguncia; y en la Baja Sajonia entre el Elba y el Weser. Otras
regiones conocieron un desarrollo más tardío de la arquitectura románica, cuya
originalidad eclosionó en el siglo XI,
como Westfalia, Toscana, Apulia, Provenza y Aquitania. Entre 1042 y
1066, Eduardo el Confesor, cuya madre era normanda, introdujo el arte románico
en Inglaterra y después de la conquista de Inglaterra en 1066, los normandos
integraron aportes anglosajones en el arte anglo-normando.
A nivel técnico, se pasó de la piedra partida con martillo al aparejo de piedra tallada
y al desarrollo del pilar compuesto. En el plano arquitectónico, el arte románico
introdujo la fachada armónica, la cabecera con deambulatorio, las bóvedas de
medio cañón y apuntadas, de aristas y crucería con sus contrafuertes. La
arquitectura románica combinó varias características de los edificios antiguos
romanos y bizantinos con otras tradiciones locales, siendo reconocible por su
cualidad masiva, sus gruesos muros, la falta de la escultura, los arcos de medio
punto y los pilares robustos, las bóvedas de aristas, las grandes torres y las arcadas
decorativas, a veces con banda lombarda. Básicamente de esa época se conserva
una arquitectura religiosa en piedra, que estilísticamente es posible caracterizar por
el uso del arco de medio punto como la reinterpretación del antiguo arco romano.
Las columnas que soportan los arcos son generalmente cilíndricas y están
rematadas con capiteles a menudo tallados con representaciones de animales,
plantas y símbolos o más o menos geométricos. Cada edificio tiene formas
claramente definidas, con frecuencia de una planta muy regular y simétrica; el
aspecto general es de simplicidad en comparación con los edificios góticos que les
van a seguir. El estilo se puede identificar a través de Europa, a pesar de las
características nacionales y regionales y de los diferentes materiales empleados.
El concepto de «arte románico» apareció en Francia por primera vez en 1818. Los
especialistas alemanes hacen remontar el nacimiento del arte románico después
del arte otomano y reservan el término estilo románico para la última fase de su
evolución arquitectónica. La arquitectura románica en Inglaterra se conoce
tradicionalmente como arquitectura normanda.
Características Generales:
Innumerables castillos, iglesias y monasterios románicos se destacan aún hoy en el
paisaje europeo, desde el sur de Italia hasta Escandinavia, desde España hasta
Polonia, en una época, que, aunque sometida a disturbios, divisiones políticas, etc.,
poseía, sin duda, una sólida unidad cultural.
La característica más notoria de los edificios carolingios y románicos es su
combinación del recinto macizo (predomina lo macizo sobre el vano) con una fuerte
dirección vertical (torres, cimborrios). Así pues, por primera vez en la historia de la
arquitectura, la torre se convierte en un elemento formal de primera categoría.
Otra de las propiedades básicas de la arquitectura románica es la articulación
rítmica del espacio. Es destacado así, la peculiar y característica forma en que se
combinan los elementos arquitectónicos del edificio. Todo ello unido a la adopción
de nuevas técnicas que posibilitan construcciones insospechadas hasta este
momento y la nueva mentalidad de la época, configuran la arquitectura románica.
El origen del Románico, sin embargo, no está muy claro. Se sabe que nace en
Francia, pero se va a configurar con una serie de precedentes muy variados:
paleocristianos, romanos, bizantinos, carolingios, asturianos, etc.
Los materiales y los muros: el sistema constructivo se basa en un tipo muy peculiar
de muro muy grueso, formado por dos paredes realizadas con paramento a soga y
tizón de sillería y un hueco vacío intermedio que se rellena de ripio, a base de arena
o mampostería. De esto se deriva, en principio, la importancia de la piedra, que,
según el lugar de obtención, tendrá variadas policromías, lo que influye en el
aspecto de los edificios.
Los cimientos: son profundos y nos permiten conocer, si se conservan, muchos de
los aspectos de la construcción, si ésta ha desaparecido.
La planta: las iglesias románicas utilizan plantas basilicales (utilizadas por romanos
y bizantinos), aunque predominan las plantas de cruz latina, por lo general de tres
naves, siendo la central más alta y ancha (normalmente el doble) que las laterales.
El punto de intersección de la nave central con los brazos menores de la cruz,
llamado transepto (origen paleocristiano), da lugar al crucero, donde se sitúa el
cimborrio. Los ábsides se multiplican al final de las naves y, a veces, aparecen los
absidiolos y una girola o deambulatorio al final del ábside principal o cabecera, que
permite deambular alrededor del altar mayor. El conjunto de la iglesia se suele
completar con dos torres (sentido ascensional) gemelas que flanquean la entrada.
A veces la iglesia forma parte de una abadía o monasterio, en cuyo caso resulta
obligado la presencia de un claustro.
Los arcos, los elementos sustentantes y las cubiertas: la arquitectura románica se
caracteriza por la utilización de arcos de medio punto (ya utilizados en Roma) en los
vanos. Este arco necesita ser moldurado para ganar en profundidad y para su
refuerzo (también por el deseo de enriquecerlo), de otro arco complementario. Todo
ello da como resultado los característicos vanos abocinados que se aprecian en
puertas y ventanales. Al final del románico, en algunos templos, empieza a utilizarse
el arco apuntado u ojival, propio del Gótico.
En lo referente a las cubiertas, el hecho fundamental en las construcciones es la
sustitución de la cubierta de madera por la bóveda de cañón o aristas. En las
basílicas se utilizaba la cubierta de madera, pero por razones de seguridad y
estética se utilizó este nuevo sistema que exigía un complicado cálculo de
ingeniería., que determinaba la consolidación del edificio con fuertes y gruesos
muros y un sistema de contrafuertes adosados. Sin embargo, en un principio, la
bóveda (cañón o de arista) se utilizó en naves estrechas o edificios reducidos.
¿Cómo se consiguió cubrir grandes espacios? La solución parte de la experiencia
de Cluny: las bóvedas se hallan reforzadas de trecho en trecho por arcos perpiaños
o fajones, que descargan el peso que recogen sobre columnas o pilares y por fuera
se contrarrestan con los contrafuertes. Cada pilar o columna sustentante se enlaza
con arcos formeros dispuestos en paralelo al eje de la bóveda. En muchos casos,
una galería alta o triforio cubierta con media bóveda actúa como descarga de la
nave central hacia el muro. La bóveda de cañón, la más habitual, ya se había
empleado en Roma, y suele cubrir la nave central; las de arista, se forman por la
intersección de dos bóvedas de cañón, y cubren las naves laterales. En cuanto a
las cubiertas de tipo esférico, suelen emplear la cúpula sobre trompas (influencia
oriental), sobre pechinas (influencia bizantina), etc. Se suelen emplear, como hemos
dicho, los arcos de medio punto.
¿Qué elementos se utilizaban para sostener (elementos sustentantes) todo el
entramado?: el muro de sillería con piedras geométricas y unidas formando un muro
sólido, que ya hemos mencionado; la columna se sustituye por gruesos pilares
rectangulares o cruciformes a los que se adosan columnas o medias columnas, y
sobre los que descansan los arcos de las bóvedas; la columna rara vez se emplea
exenta, salvo en claustros y girolas de templos. Es de fuste liso y los capiteles son
de varios tipos: derivados del Corintio, de forma cúbica, lisa con decoración de tallos
vegetales entrelazados, iconográficos o historiados con escenas evangélicas o
simbólicas; hay predominio del macizo sobre el vano, lo que presenta problemas de
iluminación. Los edificios son oscuros y se distinguen por su masa; los grandes
contrafuertes exteriores, que se suelan adosar al muro, etc.
En realidad, todo el sistema intenta buscar altura y lograr, de esta forma, que la luz
penetre en el templo. Ello lo trata de conseguir de varias formas: abriendo vanos en
la nave central, situando una cúpula-torre llamado cimborrio en el crucero.
La búsqueda de altura y luz por necesidades técnicas y del mayor espacio para
acoger a los fieles, hacen necesaria la presencia de una tribuna, ya nombrada,
situada sobre las naves laterales y abierta a la nave central. Esto constituye un
elemento muy típico de las iglesias de peregrinación francesas. Esta división
horizontal se puede complicar con los triforios y los claristorios.
Edificios Principales el Románico: La Iglesia de Peregrinación, El Monasterio
Y El Castillo.
Cada época se caracteriza por un tipo de construcción que resume en cierto sentido
el espíritu de su tiempo. La arquitectura románica está representada por grandes
edificios religiosos (templo y monasterio) y castillos feudales.
En el núcleo urbano, la Iglesia es el principal edificio y dentro de éste se desarrollará
el modelo de peregrinación necesario para albergar a la masa de peregrinos que se
mueve por Europa.
El Templo románico es un edificio simbólico (notas sobre el simbolismo del templo
románico las pasaré en clase, recordar al profesor) y funcional a la vez.
En todas las culturas el templo es una imagen del Cosmos, ya que para el
pensamiento religioso se establece la analogía entre cosmos y divinidad: “Dios
como Señor de todo lo creado, y el Templo es la Casa de Dios”
Para la Edad Media, todo lo creado constituye una manifestación de Dios, y Éste se
revela al hombre a través de su obra. El hombre es lo más perfecto que Dios ha
creado. Y el hombre con los brazos en cruz se convierte en la imagen perfecta de
Dios hecho hombre en la figura de Cristo crucificado:
La Iglesia Románica toma como modelo al hombre-Dios Jesucristo:
– El presbiterio corresponde a la cabeza.
– El transepto a los brazos en cruz.
– El resto del edificio al resto del cuerpo.
El plano divino viene configurado por las formas circulares de las bóvedas, las
cúpulas, los arcos de medio punto y el ábside.
El plano terrestre y humano, por las formas poligonales (cuadrados, rectángulos,
etc.) de los tramos de las naves y del crucero, así como de los diferentes alzados
de las fachadas.
La Iglesia se orienta con la cabecera hacia el Este, el lugar por donde cada día nace
el Sol iluminando con sus rayos la vida sobre la Tierra. La orientación del edificio no
sólo concuerda con la imagen de Cristo como Señor del mundo, sino también
porque Cristo, como dios y cabeza de la Iglesia, es la luz del mundo.
El templo románico obedece a una estricta ordenación de sus elementos
arquitectónicos, de sus proporciones y de su orientación, todo ello basado en la
armonía de las formas geométricas simples: el cuadrado, el rectángulo, el círculo y
semicírculo.
En este templo, el Crucero, constituye el centro de la iglesia, el lugar donde
confluyen la dimensión terrestre (cuadrado lo simboliza) con la divina (el círculo de
la cúpula lo simboliza). Aquí la luz divina purifica al hombre preparándolo para el
encuentro con la manifestación de la presencia divina del santuario semicircular del
ábside: este es el espacio divino por excelencia y la decoración pictórica del mismo
lo refuerza (Cristo en Majestad o Pantocrator, Juez supremo).
Santiago de Compostela es el ejemplo característico del modelo de Iglesia de
peregrinación. Era la meta de los peregrinos europeos y culmen del románico
español, por ser un ejemplo único por la creación de un espacio para la circulación
de las masas y por su carácter de compendio del prerrománico y sus innovaciones.
Es la típica iglesia de peregrinación: templos de considerables dimensiones para
acoger a los peregrinos y provocar la admiración de ellos ante la obra sublime de
Dios. La iglesia de peregrinación, y la de Compostela por supuesto, suele tener la
planta de cruz latina, con tres naves que continúan en el crucero. Consta de nave
central y dos naves laterales más estrechas. Al igual que en las basílicas cristianas
primitivas, todas las líneas se orientan hacia la cabecera. Otros elementos, aunque
ya los hemos nombrado, son: el Transepto; el Crucero y la Cabecera, que en las
iglesias de peregrinación consta de nuevos elementos: girola o deambulatorio,
ábside principal, absidiolos (también pueden abrirse en los brazos del transepto),
etc.
En el templo románico de peregrinación se desarrollan 2 elementos nuevos: la
tribuna: situada a modo de segundo piso encima de las naves laterales. Cumplían
la función de aumentar la capacidad del templo a la vez que contribuían a iluminar
el oscuro templo románico; y el triforio es la salida a la nave central de la tribuna.
Especie de ventanal que aligera la pared de la nave central y la decora con sus
arcos y columnas formando un conjunto rítmico de arcos o series de arcos. A través
de él penetra la luz exterior.
El monasterio es el segundo de los edificios característicos del Románico. Cumple
un relevante papel en la configuración del feudalismo. Es una Ciudad con fines
materiales y espirituales a la vez. Eran ciudades de Dios, que acometen con éxito
la dirección de roturaciones y repoblaciones reproduciendo en su organización las
características propias de una sociedad feudal.
El monasterio tiene a la Iglesia como parte fundamental. En los monasterios
masculinos el templo es más grande que en los femeninos. El pueblo tenía acceso
al templo por la puerta principal. El templo suele ser muy amplio para acoger al
pueblo y a los monjes. Junto a la iglesia, el Claustro, gran patio central cuadrangular
con árboles y un pozo o fuente. Está rodeado de una galería con arcos de medio
punto apoyados sobre columnas. Por su importancia en la vida del monje (paseos,
rezos individuales) se cuida la decoración escultórica y la sensación de recogimiento
general. Las galerías del Claustro comunican con las diversas dependencias
anexas: Sala capitular o Capitulum para tomar acuerdos; Locutorio o Auditorium,
que servía para las conversaciones particulares; Refectorium para la comida.
Cocina y bodega junto al mismo; Scriptorium, especie de biblioteca; Dormitorium;
Cementerio y Enfermería; Caballerizas, letrinas, oficinas para trabajos (zapatería,
sastrería, vidriería, orfebrería, esmaltaría), ya que el monasterio fue un centro
laboral, aunque servido por laicos; junto a la entrada de la iglesia se situaba la
Hospedería que daba alojamiento a los peregrinos.
En definitiva, era una potente organización litúrgica, cultural y artística, con una
capacidad de medios que rindió frutos en el campo de la mecánica, la industria, el
arte, etc.
En la época románica, el castillo cumplía una importante función social: contribuyó
junto con las iglesias parroquiales y los monasterios a la transformación del paisaje
rural y a la reagrupación de núcleos de población. Su primera función, no obstante,
era la defensiva, sin olvidar que era la residencia del señor feudal. Su estructura
tenía que responder, pues, a unas pautas de vivienda y de recepción. Por último, el
castillo podía contar con otras funciones si se trataba de un centro administrativo o
si dominaba una explotación agrícola. Entre sus partes más destacadas,
encontramos: muralla, torre del homenaje, puente levadizo, barbacana, adarve,
patio de armas, mazmorras, saeteras, etc.
La arquitectura románica se realiza con sillares de piedra que se utilizarían tanto
en los muros como en las bóvedas, sustituyendo los antiguos artesonados de
madera evitando así la posibilidad de su destrucción por los incendios.
Bóveda de cañón
Se construye con la prolongación
semicircular de un arco de medio
punto.
Los arcos de refuerzo interiores se
denominan arcos fajones o torales,
que se prolongan por los pilares de la
nave y tienen su refuerzo exterior en
los contrafuertes
imágen: www.arqhys.com
Bóveda de arista
Es el resultado de la intersección de
dos bóvedas de cañón. Se utiliza para
espacios cuadrangulares.
Cúpulas semiesféricas
Son cúpulas que se utilizan para
cubrir un espacio circular
www.ruizmaso.blogspot.es
La abadía de Cluny (Cluni o Clugny) situada en Francia fue fundada en la zona de
lo que más tarde sería el municipio francés homónimoel 2 de septiembre del
año 909 por Guillermo I de Aquitania, conde de Auvernia, el cual instaló allí al
abad Bernón de Baume, y puso la abadía bajo la autoridad inmediata
del papa Sergio III. La abadía y su constelación de dependencias se convirtieron
pronto en el ejemplo del tipo de vida religioso del siglo XI. Entre sus abades
reconocidos como santos figuran Bernón, Odón, Odilón, Hugo, Mayolo y Pedro el
Venerable.
La localidad de Cluny, situada en el departamento de Saona y Loira, en la región
de Borgoña, en el centro-este de Francia, creció alrededor de la antigua abadía.
La Orden benedictina fue clave en la estabilidad conseguida por la
sociedad europea del siglo XI, y, en parte debido a su estricta adhesión a un código
benedictino reformado, Cluny se convirtió en el monasterio reconocido como
ejemplo del estilo de vida monacal en Occidente desde finales del siglo X. Una
sucesión de abades competentes fueron también figuras relevantes en el terreno
internacional. El propio monasterio de Cluny se convirtió en el mayor y más
prestigioso monasterio, y en la institución monástica mejor preparada de Europa. La
influencia de Cluny se extendió desde la segunda mitad del siglo X hasta principios
del siglo XII.
La abadía fue saqueada y destruida en su mayor parte por una turba
de revolucionarios en 1790. En la actualidad sólo permanece una pequeña parte del
conjunto arquitectónico original.
El Hotel de Cluny de París, datado alrededor de 1334, fue antiguamente la
residencia de los abades de Cluny en la ciudad. Fue convertido en museo público
en 1833, y aparte de su nombre, nada lo relaciona directamente con la abadía.
En el año 2007 la abadía de Cluny fue considerada como Patrimonio europeo.1
Actualmente, y desde finales del siglo XIX, la Gran Escuela de ingeniería Arts et
Métiers ParisTech está instalada en una parte de la abadía.
Arquitectura Gótica:
Es la forma artística sobre la que se formó la definición del arte gótico, el estilo
artístico comprendido entre el románico y el Renacimiento, que se desarrolló
en Europa Occidental —cristiandad latina— en la Baja Edad Media, desde finales
del siglo XII hasta el siglo XV, aunque más allá de Italia las pervivencias góticas
continuaron hasta los comienzos del siglo XVI.
El vocablo «gótico» es el adjetivo correspondiente a godo y fue utilizado en este
contexto por primera vez por el tratadista italiano Giorgio Vasari (1511-1574), quien
en su famosa obra de biografías de pintores toscanos incluye varios capítulos sobre
el arte en la Edad Media. En sentido peyorativo usó este término para denominar la
arquitectura anterior al Renacimiento, propia de los bárbaros o godos, cuyos
componentes le parecían confusos, desordenados y poco dignos, por contraste a la
perfección y racionalidad del arte clásico. En su propia época, se solía denominar
como opus francigenum (estilo francés), por referencia al origen de la innovación.
Paradójicamente, en la España del siglo XVI se calificaba al gótico final
(isabelino o plateresco) como la forma de construir a lo moderno, mientras que la
arquitectura clasicista que introducía el renacimiento italiano era vista como una
forma de construir a la antigua o a lo romano.1
La arquitectura gótica puso especial énfasis en la ligereza estructural y la
iluminación de las naves del interior de los edificios. Surgió del románico, pero acabó
oponiéndose a los volúmenes masivos y a la escasa iluminación interior de sus
iglesias. Se desarrolló fundamentalmente en la arquitectura
religiosa (monasterios e iglesias), teniendo su mayor éxito en la construcción de
grandes catedrales, secular tarea en que competían las ciudades rivales; aunque
también tuvieron importancia la arquitectura civil
(palacios, lonjas comerciales, ayuntamientos, universidades, hospitales y vivienda
s particulares de la nueva burguesía urbana) y la arquitectura militar
(castillos y murallasurbanas).
Los dos elementos estructurales básicos de la arquitectura gótica son el arco
apuntado u ojival y la bóveda de crucería, cuyos empujes, más verticales que
el arco de medio punto, permiten una mejor distribución de las cargas y una altura
muy superior. Además, la parte principal de estas son transmitidas desde las
cubiertas directamente a contrafuertes exteriores al cuerpo central del edificio
mediante arbotantes. El resultado deja a la mayor parte de los muros sin función
sustentante (confiada a esbeltos pilares y baquetones), quedando la mayor parte de
aquellos libres para acoger una extraordinaria superficie de vanos ocupados por
amplias vidrieras y rosetones que dejan paso a la luz.
La arquitectura gótica tuvo su origen en las regiones de Normandía e Isla de
Francia, desde donde se difundió primero a todo el reino de Francia y
posteriormente (ya a mediados del siglo XIII), sobre todo por la extensión del arte
cisterciense y las rutas jacobeas, por el Sacro Imperio Romano Germánico y los
reinos cristianos del norte de España (que durante ese periodo de
la Reconquista se estaban imponiendo a los musulmanes del sur).
En Inglaterra penetró pronto el estilo francés, aunque adquirió un fuerte carácter
nacional. A Italia llegó tarde, no tuvo mucha aceptación, y su impacto fue muy
desigual en las distintas regiones, y muy pronto fue sustituido por el Renacimiento.
El medievalismo suscitado por el romanticismo y el nacionalismo del siglo XIX hizo
reelaborar como arquitectura historicista un neogótico que reproducía
el arquitectónico propio del estilo con formas más o menos genuinas, destacando la
labor restauradora y reconstructora del francés Eugène Viollet-le-Duc.
En qué consiste
Consiste en un estilo artístico que se encuentra comprendido entre lo románico y el
renacentismo, ya que su desarrollo se encuentra centrado en Europa
Occidental desde finales del siglo XII hasta mediados del siglo XV.
Características de la arquitectura gótica
Las características principales de la arquitectura gótica se basan en elementos
notorios y constantes dentro de su estructura, los cuales son:
Altura: esto le ha permitido a las nuevas técnicas y a los nuevos arquitectos
poder extender un peso en las paredes para así poder hacerlos más grandes,
tomando como referencia planos del inicio de este arte.
Innovación de arcos: esta fue una clave de la arquitectura gótica, ya que
tiene un significado meramente decorativo y ostentativo.
Techos abovedados: estos eran muy irregulares ya que, con la tecnología
del arco apuntado, se volvieron poco usados, de esta manera se lograr
separar el peso de los pisos superiores
Origen e historia
Su origen se remonta al norte de Francia a mediados del siglo XII. Inicialmente se
conoce que los primeros registros del mismo, fueron durante la restauración del
abad Suger. Más allá de las primeras datas de inicio de este arte, su técnica ha sido
perfeccionada a finales del siglo XI donde se había comenzado con la construcción
de la catedral de Durham, la cual constaba con una bóveda de crucería y estructura
gótica.
Según los historiadores que se mantiene en un consecutivo estado de evolución
hasta el siglo XVI. Para poder tener un orden cronológico de su evolución
e historia vamos a ver alguna de sus obras más representativas:
Abadía de Saint Denis: Esta fue una de las primeras catedrales donde se
pudo apreciar de manera relevante el estilo gótico en su arquitectura, donde
no solo su edificación debía tener un estilo medieval, sino también reflejar el
nuevo concepto de las catedrales. Dentro de esta arquitectura se
incorporaron la bóveda de ojivas y el arco puntado, los cuales, en
combinación con las columnas principales, redistribuían el peso del techo al
suelo.
Catedral de Sens: Esta catedral, ubicada a 115 kilómetros al sudeste de
parís, se considera la catedral más antigua del mundo, además esta se
comenzó a construir al mismo tiempo que la Abadía de Sant Denis. Fue en
esta catedral donde la experimentación y evolución de la arquitectura gótica.
En esta catedral podemos observar como los constructores buscaron elevar
la nave central y establecer una división vertical centrándose en sus
arquerías, claristorio y triforio.
Catedral de Chartres: En la localidad del Chartres se perfecciono el arte
gótico que luego sería el modelo principal del gótico clásico. En esta
estructura podemos observar como sus pilares horizontales formaron parte
de la clave para la obertura de vano y rellenar las vidrieras góticas.
Capilla de Saint Chapelle: Esta fue una de las arquitecturas definitivas de
la arquitectura gótica. Considerada como una caja de cristal y denominado
así mismo por los expertos como uno de los mejores ejemplos del modelo de
arquitectura gótica.
Elementos
Los elementos que forman parte del arte gótico fueron innovadores y de forma muy
constructiva ayudaran a elevar distintas edificaciones de aspecto esbelto con
medios y materiales muy sencillos.
Entre sus elementos principales podemos hallar:
Planta: Responde inicialmente a dos tipos:
o De tradición románica.
o De salón.
Arco apuntado: se trata de un elemento técnico dentro de la arquitectura
gótica, se resalta por ser esbelto y ligero, a la par de transmitir menor tensión
lateral y elevar la estructura de la construcción.
Bóveda de crucería: se conforma por arcos puntuados, los cuales asemejan
a un esqueleto. Es más ligera y refleja un esqueleto tridimensional.
Materiales de la arquitectura gótica
Los materiales más importantes utilizados en esta arquitectura son usualmente de
origen natural como madera o piedra, los cuales eran escogidos por su resistencia
y permanencia. Así mismo se usaba tierra o barro aprisionado el cual era secado al
sol y quedaba compacto y resistente. Con el tiempo los materiales fueron
evolucionando, pero en sus inicios, solo se buscaba que la estructura resistiera y se
viera estilizada.
Planta
La planta se encuentra en la disposición de una basílica, la cual tiene tres o cinco
naves en las grandes construcciones. La cabecera tiene una gran girola que puede
ser doble o simple la cual se abre en capilla poligonales.
Arco
Es uno de los elementos con mayor versatilidad, ya que su forma y uso se ha
implementado en la mayoría de las estructuras góticas del mundo. Se utiliza con la
intensión de contener la presión que tiene la propia construcción. Así mismo, este
tipo de estructura se ve estético y elegante, a la par de otorgarle altura a la
estructura.
Arquitectura gótica por país
Inglaterra
Esta arquitectura tiene una evolución diferente al resto del continente ya que finales
del siglo XII se comenzó a sustituir el estilo normando reinante, la cual es una
denominación que recibe en este país el estilo románico y poco a poco al pasar del
tiempo se fue prolongando hasta más de un siglo posteriormente de que en
Florencia se metiera el estilo renacentista lo cual comenzó a seguir principios del
siglo XVI.
Italiana
La arquitectura italiana mostró durante el período gótico características las cuales
se fueron encontrando muy propias, ya que se separan de modo esencial del resto
que se encuentra en el occidente europeo.
La intensidad de la tradición clásica fue poco a poco contribuyendo al recibir con
recelo un estilo bárbaro las cuales cuyas raíces estilísticas se comenzaron a
rompen en la arquitectura con los legados de las civilizaciones clásicas.
España
La arquitectura gótica comenzó en España, a través de los monasterios de la Orden
del Císter, y así alcanzó una amplia difusión en todo el país. El estilo de transición
desde el Románico se plasma en las catedrales de Tarragona, Lérida y Ávila.
En el siglo XII, de máximo apogeo del gótico, se construyen las manifestaciones
más puras de este estilo en España: las catedrales de Burgos, León y Toledo. En
la Meseta están presentes dos influencias: la borgoñona, en el Reino de León,
debido al origen de la dinastía leonesa; y la inglesa, en el Reino de Castilla, llegada
a través de la alianza matrimonial de los reyes castellanos con la Casa de
Lancaster.
Alemania
Este estilo llega desde Francia ya que convivirá en un tiempo con las formas
románicas alemanas las cuales comenzaron a resistir al nuevo estilo, tales como
los arcos de ojiva los cuales construyeron hasta los primeros años del siglo XII.
Importancia
Es importante ya que se toma como influencia en los tiempos modernos y por el
gran legado que dejó en la sociedad, tales como los edificios construidos y los
cuales perduran hasta las estas fechas en la actualidad porque son una base
del arte y cultura.
Representantes
Los principales representantes de la arquitectura gótica son:
Jan van Eyck
Simone Martini
Roger Van Der Weyden
Libros de arquitectura gótica
Arquitectura Gótica Paul Frankl (1962).
Una Arquitectura gótica mediterránea Arturo Zaragoza Catalán (2003).
La Catedral Gótica: Los orígenes de la arquitectura gótica y el concepto
medieval de orden Otto Von Simson (1956).
Lonja de Valencia: edificio del gótico civil para comercio, obra de Pere Compete, del siglo XV.
Consta de arcos conopiales en puerta y ventanas, remate en almenas y amplio salón interior con
columnas torsas. Semejantes son las lonjas de Palma de Mallorca y de Zaragoza. Revelan la
importancia del comercio en la Corona de Aragón durante la Edad Media.