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CLASE #17.

I Parte A
UNIDAD: HERMENÉUTICA. PRINCIPIOS Y PROCEDIMIENTOS DE INTERPRETACIÓN BÍBLICA

TEMA GENERAL: El recorrido interpretativo: Nuevo Testamento

TEMA DE LA LECCIÓN: El libro de Apocalipsis

Introducción general: ¿Recuerdas la primera vez que leíste (o intentaste leer) el libro de
Apocalipsis? ¿Qué tal fue la experiencia? ¿Confusa? ¿Inquietante? ¿Estimulante? ¿Inconcebible?
Probablemente entendiste el capítulo 1 a pesar de la insólita visión que aparece al final de uno
«como un Hijo de Hombre». Quizá hasta te sintieras cómodo con los mensajes a las siete iglesias
en los capítulos 2 y 3. Pero ¿cómo reaccionaste ante los cuatro seres vivientes del capítulo 4 o el
Cordero con siete cuernos y ojos en el capítulo 5? ¿O qué pensaste del enrojecimiento de la luna,
o de los 144 000, o de Babilonia, la madre de las prostitutas? Si eres como la mayoría, cuando
terminaste la última página, cerraste la Biblia y pensaste que el libro de Apocalipsis es una obra
bastante “extraña, fantástica y difícil”.

En sus primeras palabras, (Apocalipsis 1: 1) este libro (el último de la Biblia) se describe como una
«revelación de Jesucristo», una expresión que sirve de título para todo el libro. El término
revelación (APOKALYPSIS en griego) sugiere que, algo que en otro tiempo estuvo oculto, ahora se
revela o expone abiertamente. Hablar del libro como de una revelación «de Jesucristo» podría
significar, bien que nos dice algo acerca de Jesucristo, o que se trata de una comunicación de su
parte, o (lo más probable) un poco de ambas cosas. En este «último capítulo» de la historia de la
salvación, Dios descorre el telón para dejar entrever a su pueblo una instantánea de sus planes
para la historia humana, planes que giran alrededor de Jesucristo. El libro de Apocalipsis es
impactante, difícil, desconcertante, pintoresco, intrigante, trágico y sorprendente. Más vale que
nos centremos en entender, conocer y aceptar la maravillosa revelación que Dios tuvo a bien
revelar, porque en el libro de Apocalipsis aplicaremos el recorrido interpretativo y desvelaremos
verdades ocultas, inquietantes y a la vez esperanzadoras para la humanidad.

Lo primero que haremos será hablar de forma general del Libro, visualizando los distintos
episodios, detalles y divisiones que tiene, lo puntos claves de cada división y los personajes de
cada suceso; en forma estructurada se hará lo siguiente:

 Contexto histórico,
 Género literario
 ¿Cuál es el propósito del libro de Apocalipsis?
 ¿Cómo Interpretar el libro de Apocalipsis?
 ¿Cómo se desarrolla el libro de Apocalipsis?

Sin embargo, cabe recordar que, durante todo el análisis del libro de Apocalipsis, se estará usando
los 5 principios de interpretación antes vistos, a continuación, se mencionan:

 Principio #1: “Toda la Escritura debe ser interpretada en su sentido común, natural y
normal (esto es, literal)”, permitiendo por supuesto, los simbolismos y figuras literarias.
Dicho principio quiere decir, en su sentido y aplicación más sencillo, que leemos y
evaluamos las Escrituras con la misma comprensión normal de palabras y lenguaje
simbólico que empleamos al leer o mantener una conversación. Este principio tiene
especial relevancia en el estudio de las profecías.
 Principio #2: “El mensaje de una palabra, expresión o pasaje en general estará delimitado
por el contexto en el que está sumergido”. Para ello se necesita un buen conocimiento del
libro de la Biblia en el que está ubicado el texto pasaje que estoy analizando, involucrando
a los personajes, marco histórico y la situación en la que se desarrolla ese pasaje.
 Principio #3: “Comparar Escritura con Escritura”. Una Palabra, frase o concepto deber ser
primeramente estudiado según su uso en el libro de la Biblia donde se encuentra y
después a la luz de cómo se emplea en otros pasajes. Cuando un texto dado no es explícito
acerca de una verdad, no debería sacarse ninguna conclusión acerca de aquella verdad
hasta que hayan sido estudiados todos los pasajes que implica esa palabra, frase o
concepto. Por supuesto algunos pasajes no son claros como otros, y algunas verdades son
más implícitas que explícitas. Cuando este es el caso, las verdades implícitas deben ser
entendidas a partir de las verdades que son más explícitas.
 Principio #4: “Las antinomias nunca son aceptables”. Una antinomia es una contradicción
entre dos principios racionales. Después que han sido cuidadosamente estudiados y
comparados todos los pasajes relacionados con un asunto específico, ninguna
interpretación resulta válida si verdaderamente no armoniza con el resto de todos los
pasajes en donde se menciona esa palabra, frase, concepto o evento. Si la Palabra de Dios
es sin error, no puede haber contradicción.
 Principio #5: “Muchos pasajes de la Escritura, tienen implicaciones (cumplimiento) y
aplicaciones cercanas y lejanas (esto es DUAL)”. En otras palabras, el desarrollo (si es
profecía) o aplicación si es cualquier pasaje, puede que tenga dos niveles de
cumplimiento, esto es cumplimiento Dual. Es decir, en el primer nivel habrá un
cumplimiento cercano divinamente relacionado con el suceso inmediato (puede ser
histórico o espiritual); y en el segundo nivel habrá un cumplimiento futuro (puede ser
histórico o espiritual).

Comencemos nuestro viaje con una mirada al contexto histórico de Apocalipsis.

CONTEXTO HISTÓRICO

Para entender por qué era necesaria una revelación de este tipo, imagínate a ti mismo en la
siguiente situación: Los primeros cristianos vivían en una anhelante expectativa del regreso de
Cristo. Sin embargo, setenta años después de su muerte ésta aún no se había producido; la
persecución iba en aumento, y algunos comenzaban a dudar. Por ello, se hicieron necesarias tanto
las cartas a las siete iglesias como el libro de Apocalipsis en su totalidad, a fin de estimularles a
permanecer firmes. A pesar de lo que pueda parecer, Dios tiene el control de la situación. El Señor
de la Historia es Cristo no el Emperador. Él tiene las llaves del destino. Y va a venir de nuevo para
administrar justicia. Hay un futuro glorioso y maravilloso esperando a cada creyente fiel (y en
especial a aquellos que han tenido que sacrificar sus vidas por Cristo). Existen indicaciones
internas (dentro del propio libro) de que los cristianos estaban siendo perseguidos por su fe y que
la persecución se estaba haciendo más intensa y general. El propio Juan está sufriendo por su
compromiso con Cristo (1 :9): “9 Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación,
en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la
palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.”
Se nos dice que la iglesia de Éfeso ha soportado con perseverancia las dificultades y no ha
desmayado (2:3). Obsérvese también lo que Jesús le dice a la iglesia en Esmirna (2:9-10): “9 Yo
conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se
dicen ser judíos, y no lo son, sino sinagoga de Satanás. 10 No temas en nada lo que vas a padecer.
He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis
tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”

Antipas, un fiel testigo de Jesús, había sido ejecutado en la ciudad de Pérgamo (2: 13). Los
cristianos de Filadelfia tenían poca fuerza, pero habían guardado la palabra de Jesús y no habían
negado su nombre (3:8).

Fecha: por el contexto antes mencionados en el que se redacta sus escritos, parece indicar que se
escribió cuando comenzaban las persecuciones contra los cristianos. Y estos períodos de máxima
persecución se dan bajo el gobierno de Nerón y bajo los gobiernos de Vespasiano y sus hijos Tito y
Domiciano. Sin embargo, los relatos introductorios (capítulo 1 hasta el capítulo 3) parece indicar
un tiempo de estabilidad en el poder imperial, situación que no corresponde al reinado de Nerón
en los años 60. Por otra parte, de su lectura se puede deducir que el culto al Emperador estaba
ganado fuerzas y convirtiéndose en una amenaza para los cristianos, y esto solo pasó bajo el
gobierno de Domiciano. Dicho esto, la mayoría de los eruditos sitúan la fecha del libro de
Apocalipsis en el año 95 d.C. Una buena parte de esta persecución se producía ya a finales del siglo
primero durante el reinado del emperador romano Domiciano (81-96 d. C.). La siguiente es una
lista de algunos de los emperadores más importantes hasta la vida de Juan.

 Augusto 27a. C. – 14 d. C. (muerte debido a causas naturales a la edad de 76 años).


Gobernó 40 años
 Tiberio 14-37 d. C. (muerte debido a causas naturales a la edad de 77 años). Gobernó 23
años.
 Calígula 37-41 d. C. (muerte debido a asesinato a la edad de 28 años). Gobernó 4 años.
 Claudio I 41 – 54 d. C. (muerte debido a causas naturales a la edad de 63 años). Gobernó
14 años.
 Nerón 54-68 d. C. (muerte debido a suicidio a la edad de 30 años). Gobernó 14 años.
 Galba 68-69 d. C. (muerte debido a asesinato). Gobernó 7 meses.
 Otón 69 d. C. (muerte debido a suicidio). Gobernó 3 meses.
 Vitelio 69 d. C. (muerte debido a asesinato). Gobernó 8 meses.
 Vespasiano 69-79 d. C. (muerte debido a causas naturales a la edad de 69 años). Gobernó
10 años
 Tito 79-81 d. C. (muerte debido a causas naturales a la edad de 41 años). Gobernó 2 años
 Domiciano 81 -96 d. C. (muerte debido a asesinato a la edad de 44 años). Gobernó 16
años.

Las fuentes más solventes de aquel periodo (p. ej., Plinio, Tácito, Suetonio) presentan a Domiciano
como salvaje, cruel, taimado, inmoral, demente y perverso. La descripción que hace Plinio del
palacio imperial en el tiempo de Domiciano no inspira precisamente atracción y simpatía: “[Es el]
lugar donde ... ese espantoso monstruo construyó sus defensas con terrores innumerables, donde
escondido en su guarida lamía la sangre de sus parientes asesinados o donde tramaba la masacre
y destrucción de sus súbditos más distinguidos. Las amenazas y los horrores eran los centinelas
que custodiaban sus puertas ... buscó siempre la oscuridad y el misterio, y solo salió del desierto de
su soledad para crear otro (Pan. 48,3-5)”. Domiciano quería que sus súbditos se dirigieran a él
como DOMINUS ET DEUS NOSTER («nuestro señor y dios»). Muchos de los títulos que se
daba a los emperadores romanos del primer siglo se parecían a los que los cristianos daban a
Jesús. La confesión más antigua y esencial de los primeros cristianos, era «¡Jesús es el Señor!».
Cuando éstos se negaban a confesar: «César es Señor» en un contexto de adoración imperial, se
les consideraba desleales al Estado y se les perseguía. En aquel momento de la Historia, la presión
para postrarse ante el Emperador se había convertido en una imposición muy extendida y
sistemática. No creamos, sin embargo, que todos los cristianos de Asia Menor permanecían firmes
contra la persecución. Cuando tenían que hacer frente a la amenaza del sufrimiento por su fe,
muchos permanecieron fieles y padecieron las consecuencias, pero algunos negaron abiertamente
a Cristo, y otros intentaron llegar a un acuerdo con los poderes paganos. Con objeto de escapar de
los problemas, algunos cristianos volvieron al judaísmo, que era una religión legal en el Imperio
Romano. Otros se afiliaron a los gremios artesanos para evitar las dificultades económicas, sin
embargo, como miembros de tales instituciones, muchas veces tenían que participar de la
idolatría. Otro grupo de creyentes fue arrastrado por los falsos maestros.

Los mensajes a las siete iglesias están llenos de advertencias para aquellos que se sienten tentados
a apartarse de Cristo y ceder al sistema del mundo. Los creyentes de Éfeso han dejado su primer
amor (2:4). Algunos en Pérgamo y Tiatira están siguiendo a los falsos maestros (2: 14-15, 20). La
iglesia de Sardis aparenta estar viva, pero está muerta (3: 1). Después tenemos a la tibia Laodicea,
que el Señor está próximo a vomitar de su boca (3: 16).

Sin embargo, el libro de Apocalipsis contiene abundantes palabras de ánimo para aquellos que
están siendo perseguidos, y serias advertencias para quienes intentan evitarlo. En el contexto
histórico, la falsa religión se ha aliado con el poder político pagano. Uno de los resultados es que
aquellos que profesan seguir a Cristo se están viendo sometidos a una tremenda presión.
¿Entrarán en componendas con el mundo para evitar la persecución, o confesarán abiertamente
a Cristo, sabiendo que ello puede costarles la vida? Cuando leemos el libro de Apocalipsis
teniendo en mente su contexto histórico, vemos que este libro imparte esperanza a aquellos que
sufren y desafía a quienes adoptan una actitud displicente o indiferente.

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