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Evaluación e Intervención en Psicología Del Deporte
Evaluación e Intervención en Psicología Del Deporte
Desde una perspectiva holística e integral existe una gran cantidad de situaciones que
puede producir una percepción del entorno desagradable y, consecuentemente, pueden
interferir en su rendimiento. A lo largo de su vida el deportista vive diferentes
experiencias que lo encaminan a cambiar la forma en la que percibe la práctica deportiva.
A partir de ellas, su forma de afrontar las adversidades cambia y, por diferentes razones,
puede afectar a su rendimiento. Algo que te puede ayudar a comprender el motivo por el
que los deportistas presentan malestar y problemas de rendimiento es considerar los
diferentes factores que pueden estar interfiriendo.
Para ello, tienes que tener en cuenta algunos factores estresantes que pueden están
implicados. Entre ellos, los que más te vas a encontrar en tu desempeño profesional en
psicología del deporte son:
1.- Lesiones
2.- Expectativas muy altas de rendimiento deportivo
3.- Interferencia con el rendimiento académico del deportista.
4.- Problemas familiares
5.- Problemas sociales
6.- Comparación con otros atletas o con otros miembros del equipo.
7.- Problemas de pareja derivados de las exigencias del deporte.
Asimismo, las habilidades que tienen y las herramientas que utilizan a la hora de afrontar
cualquier situación son la clave para conseguir una gestión más saludable y efectiva para
conseguir un buen rendimiento y, sobre todo, evitar el malestar emocional.
Por esa razón, es importante considerar qué competencias tienen y, al mismo tiempo,
cuáles podrían adquirir para mejorar su aprendizaje y adaptación al medio (Ramos,
2021).
Las competencias que facilitan el funcionamiento de la vida de los deportistas
Hemos mencionado más arriba el estrés en los atletas. La otra cara de la moneda es la
capacidad que tiene el atleta, os recursos con los que cuenta, o que puede desarrollar. En
este sentido, en el manual de Wylleman et al. (2017) se recogen una lista de competencias
que puedes tener en cuenta para evaluar a un deportista. En tu evaluación puedes
observar cada uno de estos elementos:
● Propios de la gestión:
▪ Autodisciplina del deportista para conciliar la exigencia
▪ Capacidad para utilizar el tiempo de forma efectiva
▪ Capacidad de priorizar lo que es necesario hacer
▪ Dedicación para tener éxito
▪ Disposición para hacer sacrificios y tomar decisiones
▪ Capacidad para tomar sus propias decisiones
▪ Capacidad para crear rutinas individuales
▪ Comprensión de lo que es necesario para tener éxito
● Propios de la planificación:
▪ Capacidad para planificar los diferentes elementos importantes en
su vida.
▪ Estar preparado para imprevistos y tenetr planes alternativos
▪ Visión de lo que se quiere conseguir
▪ Tener curiosidad
▪ Capacidad para ser flexible y cambiar planes si es necesario
A partir de tener en cuenta las experiencias que haya vivido la persona deportista, el
entorno que le rodea, su personalidad y las competencias o habilidades que tiene para
hacer frente a las demandas que le devienen, es importante considerar las creencias que
tiene. Las creencias de los deportistas suelen ser la base para hacer una buena gestión de
los diferentes requerimientos que se les presentan en los diferentes momentos de la
práctica deportiva (Jordana, 2021). Por esa razón, es importante que evalúes la forma en
la que perciben las diferentes situaciones y acciones que les van sucediendo.
Desde la visión de una persona deportista, las situaciones son construidas a partir de las
creencias que tiene. Para que comprendas mejor a lo que me refiero, las creencias pueden
ser consideradas como estructuras complejas que representan los propios conceptos
construidos y las propias respuestas conductuales de una forma subjetiva.
En la práctica se ha visto que el saber afrontar una circunstancia tiene que ver más en
cómo la percibe el deportista, con su forma de pensar, sentir y comportarse, que con la
situación en sí (Jordana et al., 2022). Si te centras en estas palabras, podrás entender la
importancia que tiene el hecho de ayudar al deportista a que aprenda a hacer un buen uso
de sus creencias con la finalidad de que consiga respuestas constructivas y adaptativas
para poder combatir las diferentes situaciones que se presenten en su vida diaria.
Las cogniciones, emociones y las conductas son esenciales en el desarrollo y
mantenimiento de la salud mental. Por esa razón, es de gran ayuda empezar a observar
no solo el comportamiento que tiene el deportista, sino también evaluar qué creencias
irracionales generan esos efectos emocionales, cognitivos y conductuales que no ayudan
a su rendimiento y empobrecen su bienestar emocional. A partir de esto, puedes suponer
que cambiando las creencias de los deportistas se pueden minimizar sus desequilibrios
emocionales (Turner, 2019).
Por lo general, tienes que empezar valorando que cuando un deportista tiene una
competición, suele generar ciertas expectativas que conllevan altas exigencias. Esto
despliega un incremento en la presión y en la demanda de la misma competición.
Ese aumento de presión puede producir disfuncionalidad a la hora de llevar a cabo las
funciones como deportista. Por ejemplo, el querer anticipar y controlar situaciones que
no están bajo su control, provocando así un incremento de riesgo en perjudicar su salud
mental.
Si les ayudas a gestionar la percepción del entorno de una manera favorable:
● Conseguirás que progresen
● Mantendrás su equilibrio emocional
● Fomentarás su resiliencia, que es la capacidad de superar las adversidades
e incluso volverse más fuertes ante las dificultades.
● Ayudarás a que acepten las circunstancias tal y como son.
A través de un trabajo basado en las creencias, seguramente, ayudarás a que cambien el
foco atencional ante las emociones desagradables que puedan estar presenciando y
promoverás en ellos un cambio a largo plazo en sus creencias.
De manera habitual, nos interesa saber que los deportistas pueden tener creencias sobre
estos 3 elementos que siguen (Ellis, 1957):
● Uno mismo: Por ejemplo: “no soy lo suficientemente bueno”
● Sobre los otros. Por ejemplo: “el resto son mejores que yo”
● Sobre el mundo en general. Por ejemplo: “Van todos contra mí”.
Dependiente de los
Disfruta aspectos técnicos Espontáneo Disfruta la teoría
demás
Gusta de la Disfruta el
Disfruta hacer teoría Poca habilidad analítica
experimentación descubrimiento
Es poco empático Empático Poco empático Empático
Hermético Abierto Hermético Abierto
Poco imaginativo Muy imaginativo Disfruta el diseño Asistemático
Buen líder Emocional Planificador Espontáneo
Insensible Flexible Poco sensible Flexible
Deductivo Intuitivo Investigador Comprometido
El modelo de Kolb crea una visión que se ha utilizado como base para la creación de
algunos otros modelos (Agudelo et al., 2010). A partir del modelo de Kolb puedes
identificar dos dimensiones principales del aprendizaje:
1. La percepción
2. El procesamiento
Dado que la TREC considera a la persona desde una perspectiva holística, es importante
que infieras que el rendimiento del deportista no solo depende de la persona en sí misma,
sino también de su entorno deportivo. Por ese motivo, antes que todo, es importante que
consideres:
● Los sucesos vitales (situaciones estresantes que le hagan podido generar un
impacto emocional)
● Los problemas diarios clasificados en diferentes áreas (e.g., deportiva,
académica, laboral, económica, social, familiar)
● Lesiones anteriores (que le puedan hacer experimentar miedo tras pensar
la posibilidad de que puedan volver a ocurrirle)
Tipos de creencias
Seguidamente, para que puedas identificar de una manera más esquemática las creencias
irracionales y las racionales, debes saber que están compuestas de una creencia primaria
y de tres secundarias:
Catastrofismo Anti-catastrofismo
Seguidamente, aquí tienes una ejemplificación de la forma en la que suelen comenzar cada
una de ellas (Turner, 2019; Ramos, 2022):
§ Exigencias rígidas: debo de, tengo que... Perspectiva rígida y generalista.
§ Preferencia: me gustaría, estaría bien, preferiría... Realza el anhelo y la ilusión en lugar
de las exigencias.
§ Catastrofismo: es lo peor que me puede ocurrir, sería como fracasar por completo.
Evaluación sobrevalorada y desproporcionada de manera negativa.
§ Anti-catastrofismo: puedo soportar los fracasos. Evaluación realista de los sucesos
desagradables.
§ Baja tolerancia a la frustración: no puedo soportar, no podría tolerar... Incapacidad de
tolerar el malestar y lucha contra la realidad.
§ Tolerancia a la frustración: sería duro y complicado, pero sería soportable el malestar.
Aceptación y seguimiento ante cualquier malestar percibido.
§ Depreciación de uno mismo, de otros o de la vida en general: si no pasa X, querrá decir
que soy un desastre. Crítica excesiva y generalización.
§ Aceptación de uno mismo, de otros o de la vida en general: cometer un error no
significa ser un fracasado. Evaluación por matices y no de manera global.
§ Como puedes percibir, en la mayoría de los casos, los deportistas presentan dos continuos
separados de creencias, emociones y comportamientos.
Tienes que saber que, como el resto de las personas, todos los deportistas pueden
experimentar ambos continuos. Por esa razón, tienes que realizar una valoración respecto
a:
a) Hasta qué punto el experimentar unas creencias más que otras le ayuda
b) Hasta qué punto el experimentar unas creencias más que otras le interfiere
Tanto en su rendimiento, como en su salud mental.
Lo que te quiero decir con esto es que a cada deportista les influye de una manera distinta
determinar el hecho de utilizar más unas creencias que otras. Por ejemplo, por un lado,
encontrarás a deportistas que la autoexigencia les permitirá que rindan más porque
sabrán gestionarla con la ayuda de un diálogo interno favorable y racional; mientras que,
por otro lado, encontrarás a otros deportistas que experimentarán la autoexigencia como
un círculo vicioso en su cabeza, que les llenará de pensamientos irracionales y que les
impedirá concentrarse en la práctica deportiva.
● Para tener en cuenta los recursos de afrontamiento que utiliza y para conocer si, al
utilizarlos, le interfieren más o regulan su malestar, puedes considerar:
▪ Conductas que realiza a la hora de afrontar las diferentes situaciones
▪ Sistema social de apoyo
▪ Habilidades mentales y gestión del estrés
▪ Medicación propia o prescrita
▪ Entrenamiento invisible: sueño, hidratación, alimentación,
preventivos (movilidad, estiramientos), etc.
6.2. Variables relevantes para trabajar en un entorno deportivo
Tu función como psicólogo junto con cualquier persona deportista es escoger ante qué
objetivo quiere trabajar (Weinberg y Gould, 2010). Una vez establecido ese objetivo, tras
una larga exploración y con un trabajo de autoconocimiento por parte del propio
deportista, tendréis que identificar las creencias irracionales que están afectando a ese
objetivo y de qué forma lo están haciendo (Jordana, 2021). A continuación, tendréis que
discutirlas y reemplazarlas por creencias racionales, con independencia de la variable
elegida (e.g., ansiedad, evitación, exigencias, desconcentración).
Los objetivos
Para comenzar con la concreción de los objetivos es importante que realices junto con el
deportista un filtro para ver si realmente se trata de un objetivo coherente o no. Para ello,
puedes hacerle las siguientes preguntas al deportista (Teoría de los objetivos basada en
el manual de Weinberg y Gould (2010)):
● ¿Depende de ti?
● ¿Te motiva?
● ¿Es observable?
● ¿Se puede medir?
● ¿Se entiende?
● ¿Es definible en el tiempo?
A la hora de realizar el plan de acción tienes que acordar con la persona “¿Qué se
compromete a hacer”? Para esto, te puedes basar en el modelo de Grow (G: goal, R: reality,
O: options, W: will). Que se basa en realizar el plan de acción mediante las siguientes
preguntas (Díaz, 2018):
• ¿Qué?
• ¿Cuándo?
• ¿Dónde?
• ¿Con quién?
• ¿Cómo sabré que lo estoy logrando?
• ¿Qué haré si veo que no lo estoy consiguiendo?
• ¿Cómo sabré que lo he logrado?
Cuando ya hayas recogido todo esto, puedes hacer junto con el deportista dos listas en las
que recojas el locus de control. Esto ayudará a percibir bien qué está en sus manos para
poder llevar a cabo el plan de acción. A continuación, te adjunto un ejemplo para que
puedas comprender más en profundidad a qué nos estamos refierendo:
▪ Entrenamiento invisible
● Dormir, beber, comer ▪ Plazas de oposiciones
● Hábitos saludables ▪ Dificultad de la competición
● Vida ordenada ▪ Gente que se presenta
▪ Opinión de la gente de tu entorno
▪ Entrenamiento (entrenador, familiares, etc.)
● Establecimiento de objetivos ▪ Ser titular
▪ Condiciones meteorológicas
▪ Competición ▪ Equipo e instalaciones donde
● Exámenes juego
● Funciones propias en partidos
Los motivos por los que verás que funciona el establecimiento de objetivos son porque:
• Dirigen la atención a aspectos importantes de la tarea.
• Movilizan los esfuerzos.
• Prolongan la perseverancia.
• Favorecen estrategias de aprendizaje.
En general, algunas claves que también pueden ayudar a la consecución de objetivos son
las siguientes. Tenlas todas en cuentas junto con el deportista o el equipo deportivo con
el que estés trabajando:
§ Que estén por escrito
§ Que sean públicos (es decir que tú los conozcas y no sea algo que lleve el deportista en
secreto)
§ Que se asuman como propios (es decir, que no sean impuestos por ti. Que la persona
deportista los sienta como suyos)
§ Que participen en el establecimiento de los mismos (En la línea de lo anterior, deben ser
auto-impuestos, y no impuestos por ti o por un entrenador)
§ Que se puedan medir (ojo, esto es muy importante. Tienen que ser susceptibles de
medición.
§ Que sepan cómo conseguirlos, y por lo tanto que sean susceptibles de entrar en un plan de
trabajo.
§ Que el objetivo en sí sea motivante: valor instrumental. El deportista tiene que querer
alcanzar ese objetivo porque le motiva.
§ Poner plazos: corto/medio/largo.
§ Feedback sobre el camino.
§ Que sea un desafío. Los objetivos tremendamente simples de conseguir no son realmente
objetivos. Mejor si entraman cierto nivel de dificultad.
§ Los objetivos se pueden ajustar y reconsiderar si es necesario
Otra estrategia que hay para identificar si un objetivo es apropiado es siguiendo la palabra
SMARTS:
Otros aspectos para tener en cuenta para llevar a cabo la intervención con la persona
deportista son:
● Su grado de ansiedad estado y rasgo
● Su grado de vulnerabilidad al estrés y gestión del mismo
● Su grado de activación y las técnicas de gestión que puede emplear para
afrontar el exceso o la falta de esta
● Su grado de, lo que en general llamamos como, autoconfianza
Dado que es relevante que consideres y evalúes los aspectos mencionados anteriormente,
te recomendamos que también consideres la diferencia que hay entre los diferentes
conceptos teniendo en cuenta la siguiente información:
● ANSIEDAD:
o Estado emocional que puede generar malestar en la persona.
o Incluye nerviosismo, preocupación y aprensión.
o Está relacionada con la activación psicofisiológica.
o En su medida, es adaptativa.
o Encontrarás, por un lado:
▪ Ansiedad cognitiva: hace referencia a las preocupaciones y a las aprensiones.
▪ Ansiedad somática: hace referencia al grado de activación física que percibe
el deportista.
▪ Ansiedad conductual: hace referencia a las acciones que realiza cuando la
manifiesto.
o Encontrarás, por otro lado:
i. Ansiedad ESTADO: estado de ánimo cambiante. Depende de la
situación en la que se encuentra. Ejemplo: “Durante un partido,
puedo atravesar diferentes fases. Notar el corazón antes de
empezar, no volverlo a notar al estar compitiendo y volverlo a notar
cuando jugamos los minutos finales. Esto no depende del cambio de
actividad sino de mi cambio de percepción”. Puede tener un
componente más cognitivo (preocupación o pensamientos
negativos) o más somático (relacionados con la activación física
percibida).
Situaciones
deportivas Respuesta de estrés Aspectos fisiológicos y de atención
potencialmente Valoración cognitiva: Aumento de tensión muscular
estresantes Demandas Estrechamiento del campo visual
Recursos Aumento de la medicación
Consecuencias
Lesión
Intervenciones
Reestructuración cognitiva
Interrupción del
pensamiento
Entrenamiento de la
confianza
Habilidades para la
relajación
Entrenamiento
autógeno/medicación
Visualización/ensayo
mental
Distracción de la
insensibilización
Modificación de la
mediación
Si te fijas, hay múltiples variables que se deben considerar a la hora de abordar el estrés.
Además, cabe considerar que el estrés produce un aumento exponencial en la liberación
de cortisol y que esto puede aumentar la vulnerabilidad a presentar lesiones.
● Preguntarme si depende de mí y
● Importancia del evento
qué puedo hacer
● Identificar atribuciones
● Ansiedad rasgo
internas / externas
● Autoestima
Además, y para terminar con el estrés, es importante que tengas clara la diferencia entre
el estrés y la ansiedad dentro del contexto deportivo:
● Estrés como proceso más amplio de adaptación al medio.
● Ansiedad como una reacción emocional de alerta ante una amenaza.
● Ambas son una reacción caracterizada por alta activación fisiológica; sin
embargo, la ansiedad puede desencadenarse a partir del estrés que produce un
problema concreto, pero, una vez desaparecido o solucionado el problema, el
estrés desaparece y la ansiedad continúa.
La activación
▪ La intensidad de la motivación en un momento determinado.
▪ Activación general fisiológica y psicológica del organismo.
▪ Va desde el sueño profundo a la excitación intensa.
▪ Activación elevada hace que estés mentalmente activo.
▪ Aumenta el ritmo cardíaco, la respiración y la sudoración.
▪ La activación no se vincula automáticamente con episodios placenteros o
desagradables (e.g., mismo nivel de activación tras ganar la lotería o ante la
muerte de un ser querido).
A continuación, te muestro un breve resumen de las técnicas de gestión que puedes
emplear para poder trabajar la activación, ya sea para afrontar el exceso o la falta de la
misma:
§ Modificar las autoverbalizaciones. Intenta que identifique sus emociones
negativas, las acepte y genere emociones positivas. Aquí tienes que tener en
cuenta el diálogo interno de la persona deportista.
§ Visualización. Este proceso implica que la persona construya mentalmente la
situación que le inquieta y, a partir de simulársela, que vaya experimentando las
sensaciones agradables que le pueden ayudar a afrontarla.
§ Diálogo socrático. Encárgate de que la persona genere preguntas para evaluar
los pensamientos contraproducentes a través de un proceso de autorreflexión.
§ Experiencias correctivas. Ayúdale a reevaluar sin juzgar y a mantener el foco
de mejora, teniendo en cuenta la autoexigencia.
§ Análisis personal. Intenta aumentarle el autoconocimiento a partir de analizar
las variables que le influyen (externas, biopsicosociales y habilidades
aprendidas).
§ Reformulación. Ayúdale a identificar su perspectiva e intenta generar un
cambio de foco atencional.
La autoconfianza.
Creencia de que se puede realizar de manera satisfactoria una conducta deseada.
Deportistas seguros de sí mismos: creen que son bueno y que pueden aprender lo que
necesiten para mejorar tanto a nivel físico como mental.
Deportistas menos seguros de sí mismos: dudan de sus capacidades y de si son lo
suficientemente buenos.
Encontrarás, por otro lado:
a) Autoconfianza RASGO: confianza que poseen en un momento particular sobre su
habilidad para tener éxito en el deporte (general).
b) Autoconfianza ESTADO: grado de creencia que normalmente tienen sobre su
habilidad para tener éxito en el deporte (específica).
Cosas para tener en cuenta a la hora de considerar la autoconfianza:
▪ Poca confianza = poco rendimiento
▪ Exceso de confianza = poco rendimiento
▪ Analizar expectativas: propias, del entrenador, por parte de otros (e.g., familia,
compañeros de equipo, managers, amigos).
Una vez determinados los objetivos y una vez se hayan considerado todas las variables
recogidas hasta el momento, puedes utilizar la Terapia Racional Emotiva
Comportamental (TREC) para poder trabajar todo lo abordado en el contexto deportivo
(e.g., estrés y ansiedad).
Como te hemos explicado antes, la vida de los deportistas de élite conlleva una cantidad y
variabilidad de demandas a las que atender. Las altas exigencias y la presión que viven en
las diferentes áreas que tienen que compaginar hace que cuenten con un factor de riesgo
que puede suponer un indicio para desarrollar creencias irracionales. Este estilo de vida
puede aumentar la vulnerabilidad de las personas deportistas a padecer problemas de
salud mental (e.g., síntomas de bajo estado anímico y ansiedad).
También debes saber que la situación a la que se expone un deportista no es lo que
presagia el éxito en el afrontamiento, sino que corresponde más con lo que el deportista
hace, siente y piensa. Por esa razón, el hecho de utilizar la TREC ha sido recomendada en
diferentes estudios como un enfoque cognitivo-conductual potencialmente efectivo para
promover el rendimiento y la salud mental de los deportistas.
Con la aplicación de esta intervención incorporarás la posibilidad de hacer uso de la TREC
en el contexto deportivo para que las personas deportistas puedan contar con esta
herramienta y puedan compaginar de una manera más saludable las diferentes áreas de
sus vidas, en especial, el afrontamiento de situaciones complicadas dentro del ámbito
deportivo (Ramos, 2022).
Intervención basada en la TREC: la aplicación práctica a un deportista
Antes de iniciar este apartado, lee este breve artículo en el que te resume lo que es la
TREC. A partir de él, más adelante iremos profundizando en estas páginas sobre la
aplicación de la TREC al ámbito del deporte:
https://www.miconsulta.es/terapia-racional-emotiva-trec/
Una vez ya has identificado el objetivo/meta que quiere perseguir el deportista, para
poder reflejarte de una forma más práctica la continuidad de la intervención, te mostraré
un ejemplo adaptado de la TREC en el contexto deportivo. Esto te permitirá que puedas
ocuparte de la parte de las creencias que presenta el deportista. De este modo, evitarás
que sean las creencias quienes dificulten la persecución del objetivo.
La intervención profesional debe adaptarse a la persona en función de su edad.
Generalmente, y dentro de la curva normal, las sesiones con deportistas mayores de 13
años suelen hacer sesiones de más de 20 minutos. Por ejemplo, en un caso de un
deportista de 15 años, podrías realizar una intervención de tres sesiones de 45 minutos
aproximadamente. En este caso, podrías incluir:
1. Parte educativa
2. Parte de identificación
3. Parte de debate
Además, no te puedes olvidar de la parte que implica tareas para casa entre sesiones y la
parte de seguimiento.
La mayoría de los autores que han trabajado las creencias en el mundo del contexto
deportivo en los últimos años, lo han hecho con la TREC (e.g., Wood et al., 2019). Por esa
razón, a continuación, te explicaré cómo podrías aplicarla en el caso de un deportista de
15 años que presenta una serie de creencias irracionales que le interfieren en su
rendimiento deportivo (adaptación del diseño de la intervención realizada en Ramos,
2022).
En primer lugar, lo más relevante es que te centres en conocer qué creencias tiene la
persona deportista (B). Una vez identificadas esas creencias, tienes que analizar y
observar cómo ellas son las que determinan cómo funcionan los sentimientos y las
acciones de la persona (C).
Para continuar, tienes que intentar mostrarle a la persona deportista que esas situaciones
por sí solas no causan emociones perjudiciales ni conductas desadaptativas (A).
Además, tienes que explicarle que esas situaciones tampoco impiden o bloquean las metas
u objetivos personales (G).
Para terminar con la explicación del modelo, en esta sesión le explicarás que en las
siguientes le ayudarás a debatir (D) sus creencias irracionales.
Finalmente, también en las próximas sesiones, le ayudarás a reflexionar para formar
nuevas alternativas efectivas (E).
De esa manera, con esto le ayudarás a reducir esas emociones y conductas desadaptativas
y no saludables.
Para facilitarle la tarea, por ejemplo, puedes enviarle un cuestionario Google forms donde
pueda ir registrando las creencias y un documento en el que explique resumidamente la
teoría explicada en esa misma sesión. Este sería un claro ejemplo de lo que se podría
incluir en ese documento:
A: Situaciones o eventos activadores (e.g., “el entrenador no me pone de titular en
el partido”).
B: Las creencias disfuncionales que se manifiestan (e.g., “debo tener éxito en la
competición y por eso ya no lo tendré”).
G: Las creencias bloquean o impiden metas personales (e.g., conseguir mostrar una
buena actitud de afrontamiento, adaptarme y hacer lo que esté en mis manos para
poder demostrar lo que puedo aportar, estar de mala leche y no rendir,
relacionarme bien con las personas de mi entorno).
C: Por sí solas no desencadenan emociones y comportamientos de malestar para
la persona (e.g., frustración, enfado, desmotivación).
Las creencias disfuncionales crean emociones negativas que no ayudan a tener ganas de
rendir a nivel deportivo y, como consecuencia, impiden poder aprender, seguir
trabajando y contar con habilidades beneficiosas. Por eso, el objetivo principal de la
intervención es:
⇒ Ayudar a los deportistas-estudiantes a debatir (D) sus creencias.
⇒ Animarlos a formar nuevas alternativas racionales efectivas (E).
⇒ Con la finalidad de reducir las emociones negativas y las conductas
desadaptativas asociadas.
● Para terminar, le pedirás que reflexione sobre qué le hace sentir ese tipo de
creencias (B) y cómo le hacen actuar (C), de qué modo impiden que consiga sus metas (G),
y cómo le pueden afectar en su funcionamiento.
Tras esta sesión, le puedes sugerir a la persona deportista que piense un ejemplo de una
situación que le haya interferido en varias ocasiones en su vida dentro del ámbito
deportivo, así como también puedes sugerirle que te muestre un ejemplo de otros ámbitos
para mejorar su bienestar emocional.
⇒ La finalidad de esto es que lo incorpore en el modelo GABCDE y que practique.
3. Parte de debate. En la tercera sesión puedes empezar por preguntarle a la
persona deportista por los ejemplos que haya planteados en casa. Para continuar, podéis
analizar juntos las situaciones o eventos (A) y las consecuencias negativas que haya
considerado (C). Seguidamente, es interesante que te exponga las consecuencias
adaptativas y la meta que en realidad querían conseguir, antes de explorar las creencias
disfuncionales básicas (B). Una vez que te haya aclarado eso, puede exponerte las
creencias irracionales que le había generado cada situación. Después, con tu ayuda, puede
disputarlas (D) y reemplazarlas con nuevas creencias efectivas (E). Este proceso implicará
preguntarle si considera que eso realmente le afectaba de manera negativa para ver hasta
qué punto esas creencias le interfieren.
Seguidamente, para hacerlo más dinámico, puedes mostrarle otros ejemplos sobre
creencias que pueden interferir en el funcionamiento de un deportista. Además, podéis
reflexionar juntos sobre el cómo y por qué pueden surgir esas creencias irracionales
antes, durante y después de las competiciones, situaciones académicas o compaginación
de las diferentes áreas de su vida. La idea es que le ayudes a “discutir” y a reflexionar a la
persona deportista sobre sus creencias.
Para terminar, le puedes proporcionar una hoja en la que aparezca una actividad para
trabajar en la que tenga que elegir una situación y completar el modelo GABCDE. Puedes
entregarle más de una copia para que practique.
Un ejemplo de material que le podrías dar es el siguiente:
Esto facilitará que sus creencias irracionales sean alteradas y que se plantee la inclusión
de nuevas alternativas funcionales. De esa forma, le ayudarás a que aprenda a generar una
manera de pensar más saludable y adaptativa. Es decir, esto le permitirá reemplazar las
creencias disfuncionales (irracionales) que había expuesto por creencias funcionales
(racionales).
4. Tareas para casa. Entre sesiones es importante que le pidas que realice las tareas
sugeridas. Además, después de mostrarle cómo puede afectarle esa manera de pensar en
su rendimiento, le puedes aconsejar que reflexione sobre ello. En ese sentido, le puedes
explicar que cada vez que tenga un tipo de creencia de ese tipo, ya sea a nivel deportivo,
académico o personal, puede crear la posibilidad de plantearse alternativas y, en ese
sentido, ser más adaptativo.
Luego, puedes explicarle que la atención plena en el momento presente puede resultarle
difícil al principio, por ello, le puedes empezar proponiendo un ejercicio que consiste en
observar con los cinco sentidos. Se trata de que centre su atención en lo que está
ocurriendo a su alrededor y lo observe con los cinco sentidos, como si fuera la primera
vez que lo ve. Un ejemplo que le puedes explicar es que podría centrarse en su desayuno,
o en cualquier otra comida, y, por ejemplo, en el momento en el que se está duchando,
utilizando la vista, el gusto, el olfato, el oído y el tacto. Seguidamente, algo más complejo
sería que se empezara a centrar en su respiración, en las sensaciones corporales de su
cuerpo y en las diferentes zonas que lo constituyen.
Tras esta explicación, para que experimente mayor conciencia emocional respecto a lo
que le estás contando, algo que puedes siempre funciona es sugerirle que cierre los ojos
durante unos segundos y que observe el nivel de distracción que presenta tras decirle que
intente centrar su atención en la respiración. De ese modo, podrá ver cómo en seguida
nota la multitud de pensamientos que dan vueltas en su cabeza y cómo lo arrastran de un
lado a otro. En este caso, aun queriendo mantener el foco en su respiración, le ayudarás a
que observe cómo de inestable se encuentra su atención.
A partir de esto, le explicarás que del mismo modo que entrena su cuerpo, puede aprender
a entrenar su atención, concentración y la tolerancia a sus emociones para aprender a
decidir hacia donde quiere encaminar sus sentimientos y sus pensamientos para poder
rendir y encontrarse mejor.
Puedes continuar mostrándole que, ante la presencia de sentimientos desagradables
como pueden ser la ira, el resentimiento, la frustración, la envidia, la ansiedad, el miedo,
la angustia, la sensación de impotencia o la desesperanza, lo más importante es que tenga
en cuenta los pasos siguientes para conocer lo que implica la práctica (estos pasos son
una guía de lo que le puedes explicar, e incluso se los puedes dar en una hoja):
§ Identificar y reconocer sus sensaciones corporales.
§ Evitar el resentimiento a experimentar esas sensaciones corporales, aunque
sienta el impulso a hacerlo.
§ Intentar que se mantenga en el presente sin quedarse enganchado a otros
pensamientos como pueden ser cualquier experiencia agradable o desagradable
del pasado o un momento de esperanza o temor del futuro.
§ Prestar atención a las sensaciones del cuerpo sin necesidad de nombrarlas, si
bien es cierto que en momentos de calma y tiempo puede hacerlo (E.g., «esto es
miedo, esto es ira, esto es angustia»). Sin embargo, en esos momentos de
especial desafío en la práctica deportiva es mejor tolerar la emoción sin
etiquetarla, en lugar de enjuiciar lo que te está ocurriendo como bueno o malo,
deseable o indeseable, agradable o desagradable.
§ Fijarse y focalizarse, sobre todo, en las sensaciones de la respiración sin intentar
modificarlas. Esto le ayudará a que pueda identificar su nivel de activación. Le
debes recordar que una buena respiración ayuda a que el sistema funcione
mejor.
§ La finalidad que tiene es observar sin juzgar.
§ Tiene que mantener la intención de encontrarse en el aquí y en el ahora con
actitud interesada. En el caso de que te sea complicado, es importante que vayas
insistiendo en redirigir el foco y volverá dirigirlo a tu objetivo.
Entrenamiento en mindfulness
Para ilustrar la teoría anterior, te explicaré a continuación de manera más concreta cómo
podrían ser las sesiones de un entrenamiento en mindfulness para una persona
deportista. Estas sesiones son una adaptación de La Guía Práctica para encontrar la paz
en un mundo Frenético de Williams y Penman et al. (2013).
Sesiones de mindfulness
Para empezar, le explicarás que significa el modo ser en el mindfulness y para qué sirve:
a. Aprender a prestar atención a las cosas como realmente son, a propósito, en el
momento presente y sin juzgar
b. Capacidad de introducir cambios en lugar de permanecer atascados en la misma
situación
c. Tomar plena conciencia de su vida
d. Registrarte a ti mismo de vez en cuando para realizar elecciones deliberadas
e. Alinear tus intenciones y tus acciones en lugar de dejar que el piloto automático
te aparte a un lado
Todo lo anterior es importante explicárselo como herramienta que le permite dejar de
“malgastar” su tiempo incurriendo en los mismos hábitos de pensamiento y acción (como
pudiera ser el recurrir a pensamientos catastróficos o realizar conductas disfuncionales
tras cometer un error), que han dejado de servirle hablando en términos de rendimiento.
Teniendo en cuenta la teoría anterior y con la explicación del siguiente entrenamiento por
semanas, podrás conseguir trabajar el mindfulness con la persona deportista:
Primera semana
⇒ Objetivo: ayudar a ver el funcionamiento del piloto automático y a explorar qué
ocurre cuando “despierta” del mismo.
⇒ Intervención: meditación de cuerpo y respiración.
⇒ Aprendizaje: estabilizar la mente y ayudarle a ver qué le ocurre cuando dirige
toda su atención en una sola cosa.
⇒ Como meditación más informal, la explicada con anterioridad a través de sus
sentidos, por ejemplo, mientras se está duchando o está comiendo.
Segunda semana
⇒ Objetivo: conseguir entrar en su mente para dirigir su atención directamente en
sus sensaciones corporales sin juzgar o analizar lo que descubre.
⇒ Intervención: escaner corporal que ayuda a explorar la diferencia entre pensar
en una sensación y experimentarla.
⇒ Aprendizaje: ver con más claridad cuándo se dispersa la mente y aprender a
“identificar” la diferencia entre la “mente pensante” y la “mente que siente”.
⇒ Reflexión: valoración sobre el tiempo que pasa viviendo “en su cabeza” que le
impide experimentar directamente la vida a través de los sentidos.
⇒ Como sugerencia y aportación: revisar y organizar sus problemas y
preocupaciones. Puede realizar una lista de cosas pendientes, así como las
personas y situaciones que puedan desencadenar su ansiedad.
Tercera semana
⇒ Objetivo: conseguir que la mente continúe el proceso de reintegración con el
cuerpo.
⇒ Intervención: añadir a la práctica anterior, movimientos suaves que permitan
que se focalice en ellos, como las prácticas basadas en el yoga.
⇒ Aprendizaje: el cuerpo es muy sensible a los sentimientos perturbadores
emergentes cuando uno se centra demasiado en objetivos poco realistas y esto
permite ver qué grado de tensión y emociones negativas alcanzas cuando las
cosas no salen como uno quiere.
⇒ Reflexión: esto favorecerá también la práctica deportiva porque permitirán ver
también dónde están sus límites mentales y físicos y cómo reacciona cuando no
los alcanza. Se trata de un sistema de alarma precoz, con un gran poder que
permite que el deportista se adelante a los problemas antes de que adquieran
una generación de sensaciones disfuncionales recurrentes que le afecten.
Cuarta semana
⇒ Objetivo: identificar progresivamente cómo se le dan demasiadas vueltas a una
idea sin darse uno cuenta y aprender a que los pensamientos son como los
hechos mentales que vienen y van, como los sonidos.
⇒ Intervención: meditación de sonidos y pensamientos. Incluye centrarse en los
sonidos que le rodean y aprender a que “la mente es al pensamiento lo que el
oído al sonido”. En ese sentido, puedes trasladárselo a la práctica deportiva
como cambio de foco atencional al que atender cuando experimenta
sensaciones desagradables.
⇒ Aprendizaje: adoptar una postura “descentrada” respecto a sus pensamientos
y sentimientos, a observar cómo van y vienen en el espacio de la consciencia.
⇒ Reflexión: esto permite adoptar una perspectiva distinta con el cambio de foco
atencional respecto a la valoración de los problemas y conflictos que se le
devengan.
Quinta semana
⇒ Objetivo: afrontar los problemas con atención plena, tolerancia a las sensaciones
y con compasión (comprensión y aceptación de los hechos sin juzgarlos).
⇒ Intervención: meditación de “explorando las dificultades” y exposición a las
mismas
⇒ Aprendizaje: ayuda a enfrentarse a las dificultades que surgen en la práctica
deportiva o en la vida de vez en cuando.
⇒ Reflexión: en lugar de evitarlas las situaciones complejas, ya sea de manera
cognitiva o conductual, adoptar una conducta de afrontamiento para que quepa
la posibilidad de reinterpretar los hechos y reducir el malestar.
Sexta semana
⇒ Objetivo: cultivar de forma activa la compasión y continuar con las
meditaciones anteriores con posibilidad de escoger en cada momento la que
mejor le vaya.
⇒ Intervención: realizar prácticas de meditación de la amabilidad y actos de
generosidad en la vida cotidiana.
⇒ Aprendizaje: ver cómo se desvanece gradualmente la manera de pensar de
forma negativa y focalizar la atención en pequeños detalles positivos,
recordarlos y priorizarlos en el pensamiento.
⇒ Reflexión: se trata de ser consciente de cómo la amabilidad hacia uno mismo
(diálogo interno - autocompasión) ayuda a tener un mejor estado anímico. Eso
se consigue a través de que considere sus “fracasos” e “incapacidades” como
aceptación para encontrar la tolerancia en las ocasiones en las que presenta
malestar.
Séptima semana
⇒ Objetivo: disfrutar de más tiempo para las cosas que le gustan y no limitarse a
la parte negativa de aquello que le impide centrarse en nuestros recursos
internos.
⇒ Intervención:
§ Elige dos ejercicios de mindfulness de las sesiones anteriores (el que más
te haya gustado y el que más te haya costado)
§ Haz una lista de actividades agradables
§ Haz algo que te aporte sensación de satisfacción, logro o control
§ Actúa con plena conciencia
⇒ Aprendizaje: tomar decisiones cada vez más acertadas y la relación que tiene
entre sus rutinas, actividades, comportamientos y estados de ánimo en los
diferentes momentos de su vida.
⇒ Reflexión: cuando se sienta estresados y agotados, puede dejar de lado los
pensamientos que le interfieren y cambiar el foco atencional y recordar los
objetivos y funciones que tiene que realizar en la práctica deportiva. Esto evitará
que entre en el círculo vistoso que disminuye su creatividad, rendimiento y
disfrute y atención plena del momento presente.
Octava semana
⇒ Objetivo: ayudar a integrar el mindfulness en su vida diaria.
⇒ Intervención:
1. Empieza el día con mindfulness
2. Practica espacios de respiración a lo largo del día
3. Mantén la práctica del mindfulness tanto formal como informal
4. Acepta con bondad tus sentimientos
5. Cuando te sientas cansado, frustrado, nervioso, enfadado o sientas
cualquier otra emoción poderosa, practica un espacio de respiración
6. Actividades con mindfulness
7. Recuerda mantener una buena respiración
⇒ Aprendizaje: practicar el deporte como actividad de disfrute y no solo como
competición y presión.
⇒ Reflexión: el mindfulness lo puede utilizar siempre que lo necesite.
En general, es importante que entienda que cuando es capaz de observar las cosas desde
una visión más amplia, puede darse cuenta de que no hay nada exterior que pueda
desequilibrarlo si no hay algo interior que lo favorezca.
El objetivo de estas prácticas de meditación es que la persona deportista calme a la mente
a través de la concentración y la observación.
Por ejemplo, en la meditación basada en mindfulness o atención plena para la práctica
deportiva, la persona busca el distanciamiento de los pensamientos para lograr,
potencialmente, la relajación, el alivio del estrés e intentar focalizarse en las funciones
que favorecen a su rendimiento.
Un ejemplo práctico que podrías sugerirle a un jugador de básquet para aplicar el
mindfulness a través del sentido de la vista podría ser:
Durante una semana, el deportista tiene que mirar a un punto fijo (e.g., puede ser un reloj)
durante ciertos minutos. Puede empezar por 5 minutos y cada día aumentar 5 minuto
más. La idea es que aprenda a focalizarse en un punto en concreto y que deje de lado el
resto de las interferencias, con la finalidad de potenciar su tiro a canasta.
Una de las características más importantes que puede proporcionarle el mindfulness es
ayudarle a observar su mente y empezar a enfrentarse a los pensamientos y emociones
que le producen ansiedad.
En definitiva, el mindfulness, es decir, la meditación persigue relajación y reducción de la
ansiedad por medio de la observación de nuestros pensamientos, emociones y
sensaciones en el momento presente. Implica una capacidad de mirar hacia dentro para
observar nuestras experiencias sin juzgar, sin apegos, sin reaccionar. La clave es ayudar a
la persona deportista a concentrarse en un solo punto de atención, como la respiración,
una palabra, una frase o un objeto. Para redirigir a la mente de forma hábil. Normalmente,
se necesitan años de práctica. Sin embargo, si tiene continuidad, podrá notar cambios
significativos en unas semanas.
En la práctica, podrás ver que, tras realizar entrenamiento en mindfulness, las funciones
que salen favorecidas tras la reducción de la mente divagativa (la rumiación) son las
siguientes:
● Inhibición y control de hábitos, tendencias e impulsos nocivos. En algunas
personas deportistas como pueden ser los futbolistas, esta función puede jugar un papel
importante debido a la cantidad de comportamientos apropiados que deben seleccionar
en el campo. Esto puede deberse al hecho de que la capacidad de inhibir respuestas
inapropiadas está directamente relacionada con la autorregulación del comportamiento.
Es decir, la capacidad de suprimir acciones en curso o planificadas pero inapropiadas en
una situación dada requiere un control inhibitorio.
Esta función en estado óptimo podría favorecer la agilidad que tienen, por ejemplo, los
futbolistas, cuando realizan un movimiento rápido de todo el cuerpo con un cambio de
velocidad o dirección en respuesta a un estímulo y cuando tienen la capacidad de cambiar
de dirección mientras corren.
Una vez ya le hayas explicado por qué motivos se reduce el rendimiento cuando uno
presenta ese nerviosismo y, de esa forma, le sea más fácil identificarlo, puedes proceder a
explicarle algunas estrategias para afrontar el nerviosismo excesivo y la tensión (Martin,
2008):
Pasos:
§ Cambiar manera en la que se ve un evento.
§ Ver la situación como una oportunidad para aprender y como un reto nuevo al
que puede enfrentarse.
§ Focalizarse en lo que puede controlar, no en lo que no depende solo de él.
§ Fijarse en lo que tiene que hacer (e.g., cuáles son sus funciones) y que priorice
ese pensamiento respecto a los otros negativos.
§ Justo antes de la acción, que recuerde todas las veces que lo ha entrenado y ha
obtenido resultado exitoso (e.g., usar la imaginación para gestionar esas
emociones).
§ Enfocarse en el proceso del rendimiento, no en los posibles resultados
Mantener un discurso para actuar de manera asertiva. Esto es explicarle al deportista que,
si se habla bien y se comunica bien a él mismo, se va a encontrar mejor.
En primer lugar, te describiré algunos ejemplos para que puedas identificar situaciones
en las que el deportista suele cometer errores, y en las que podrías trabajar los recursos
que te explicaré a continuación.
● Falta de atención a algunos estímulos apropiados antes de realizar una tarea o
destreza.
Este tipo de situaciones suelen ser las más comunes en los contextos deportivos.
▪ Para llevar a cabo este recurso, a nivel comunicativo, es importante indicar qué
tipo de recurso podría utilizar el entrenador para favorecer esa conducta deseada.
▪ El tipo de refuerzo puede ser elegido por el entrenador, si conoce bien a la persona
deportista, o por el mismo deportista, si considera que hay alguna palabra o frase que le
podría ir bien.
Concentración
Puedes identificar el grado de concentración a partir de hacer un análisis al deportista
basándote en su:
§ Orientación
§ Observación
§ Atención
§ Enfoque (focos)
En otras palabras, la concentración es la conducta que hace que la persona se ponga en
contacto con los estímulos apropiados del entorno para conseguir el objetivo que tiene.
Además, no podemos olvidarnos de la duración de la misma, es decir, del tiempo con el
que está conectada la persona sobre el estímulo apropiado y permite el rendimiento hábil.
2. Los deportistas deben revivir sus mejores ejecuciones. Pueden recordar todo lo
entrenado y aprendido.
POST ENTRENAMIENTO
PRE ENTRENAMIENTO DURANTE EL ENTRENAMIENTO Pulsaciones altas justo después
Pulsaciones más bajas Pulsaciones más altas Pulsaciones más bajas minutos
después
POST COMPETICIÓN
PRE COMPETICIÓN DURANTE LA COMPETICIÓN Pulsaciones altas justo después
Pulsaciones más bajas Pulsaciones más altas Pulsaciones más bajas minutos
después
A partir de tener en cuenta las variables individuales del deportista, puedes considerar si
la comunicación puede afectar al estado anímico o aumentar la vulnerabilidad a padecer
ansiedad. Entre otras cosas, a partir del discurso que le puedas dar, tanto tú como
cualquier técnico, puedes llegar a transmitirle una situación como amenaza (e.g.,
percibida de manera ansiosa) o reto (e.g., percibida como objetivo que quiere conseguir).
También es importante identificar su nivel de activación e irascibilidad. De ese modo,
podrás considerar si es mejor comunicar, o no, y de qué forma.
En definitiva, puedes apreciar que toda variable puede influir en la comunicación y que
puedes trabajar en ella con la finalidad de mejorarla. Por ese motivo, es importante que
tengas en cuenta la comunicación de manera holística e integral.