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aprendizaje en línea
En este artículo conocerás los desafíos de la evaluación para el aprendizaje y cómo
implementarla en un ambiente en línea.
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Noviembre 13, 2020Por Helen Colman
Una lectura de 6 minutos
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Las evaluaciones sumativas son más formales y son usadas como puntos de
chequeo al final del año o del curso para evaluar cuánto del contenido los
estudiantes aprendieron en general. Estas evaluaciones cubren todo lo que
los estudiantes han estudiado durante el año o el curso. Se pueden proveer
comentarios de retroalimentación, pero los aprendices pueden no tener otra
oportunidad para hacer los cambios.
Las herramientas de autor tales como iSpring Suite Max permiten a diseñadores
instruccionales y profesionales en educación crear cursos online y evaluaciones
en cuestión de minutos. A través de plantillas preconstruidas y métodos de
evaluación es fácil personalizar cursos con contenido de tu elección. A
continuación, te presento 5 prácticas para evaluar el aprendizaje en línea.
5 prácticas para evaluar el aprendizaje en línea
1. Cuestionarios en línea
4. Simulaciones de diálogo
5. Encuestas en línea
En Resumen
Acerca de la autora
Helen Colman (helen.colman@ispringsolutions.com) es Editora y Estratega de
Contenido en iSpring. Disfruta de combinar la investigación rigurosa con su
experiencia en la industria de eLearning.
Evaluación en la Virtualidad
Evaluación en la virtualidad, el gran desafío…
Toranzos, 2010).
Según Lipsman (2009), “la evaluación es el aspecto más vulnerable del trabajo
de los profesores”. Cuando nos referimos a la evaluación, la consideramos una
parte indisociable del proceso de enseñanza y aprendizaje (Anijovich, 2019). La
evaluación debe realizarse durante todo el proceso educativo y considerar
siempre sus funciones diagnóstica, formativa y sumativa. A pesar de eso, existe
una visión muy arraigada en el cuerpo docente que insiste en concebirla como
un elemento final en el proceso de enseñanza y aprendizaje con la aplicación de
instrumentos propios de una evaluación sumativa, tales como las pruebas
escritas (Auvieux, et. al. 2020).
La concepción de evaluación de los aprendizajes ha evolucionado hacia un
concepto más integral, evaluar para aprender; deja de reducirse a una mera
calificación para convertirse en un proceso que contribuye a optimizar los
aprendizajes. Evaluar no es solo calificar. Evaluar implica juzgar el valor de la
enseñanza y del aprendizaje, construir un espacio que genere información
respecto de la calidad de la propuesta de enseñanza que redunde en la mejora.
Evaluar para aprender supone una manera más auténtica y desafiante de
integrar la evaluación con la enseñanza y el aprendizaje (Anijovich, 2019).
La evaluación debería ser entendida como una oportunidad para que los y las
estudiantes pongan en juego sus saberes, visibilicen sus logros, aprendan a
reconocer sus debilidades y fortalezas, además de la función “clásica” de
aprobar, promover, certificar (Anijovich y Cappelletti, 2017).
Lo ideal es que las propuestas pedagógicas centren más su atención en procesos
de evaluación formativa que de sumativa. Si la evaluación está bien diseñada,
debería darnos claros indicios del proceso de aprendizaje de los estudiantes. En
tiempos donde no podemos concurrir a la universidad, es conveniente apostar por
el seguimiento del aprendizaje de los estudiantes antes que realizar evaluaciones
sumativas, tipo parciales, para calificarlos. Ese tipo de evaluaciones se podrían
dejar para el final de cuatrimestre o para cuando nos podamos reencontrar en las
aulas físicas.
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