Carlos Rios Lopez, abogado, quien se identifica con el
número de MP 3303, en el LEGAJO FISCAL N° 15061/2023, autos caratulados “MACIEJOWSKIJ CARRERAS JUAN GUILLERMO Y OTROS PSD ESTAFAS REITERADAS EN CONCURSO REAL DE DELITOS EPD HOYOS ANABEL Y OTROS” tramitado ante la Fiscalía Penal de Delitos Complejos, constituyendo domicilio a los efectos legales en CASILLERO N° 1335 DE TRIBUNALES, a V.E. digo:
1. PERSONERÍA:
Que tal como lo acredito con el respectivo PODER
ESPECIAL PARA PROCESO PENAL, revisto la condición de apoderado con cláusula especial de CARLOS PIO MONTENEGRO, cuyos demás datos identificatorios obran en el referenciado instrumento.
2. OBJETO:
Que, de conformidad al mandato otorgado, y siguiendo
expresas instrucciones de mi poderdante, vengo por la presente a entablar formal querella en contra de JOSÉ ANTONIO RIBET, DNI 31.729.370, domiciliado en calle Rawson 155. Barrio Belgrano; MARÍA LAURA RIBET, DNI 33.887.843, domiciliada en calle Rawson 155. Barrio Belgrano y de GUILLERMO JUAN CARRERAS MACIEJOWSKIJ, DNI: 25.852.957, domiciliado en calle Mendoza 451 dpto 1 E, por los supuestos delitos de estafa y asociación ilícita, de conformidad a los argumentos de hecho y de derecho que, a continuación, paso a exponer.
3. HECHOS:
Conforme hemos de denostar a lo largo de la presente
IPP, JOSÉ ANTONIO RIBET, MARÍA LAURA RIBET y GUILLERMO JUAN CARRERAS MACIEJOWSKIJ conforman, al menos desde hace cinco años, una asociación ilícita dedicada a realizar distintas modalidades y tipos penales de los delitos de estafa y defraudación, a través de diferentes medios, maniobras, personas y elementos conectados entre sí por formar parte de una estructura delictiva única, la cual dejó un tendal de víctimas en Sgo. Del Estero y otras provincias y a quienes se les causó daños patrimoniales mensurados en millones de pesos.
Concretamente, la estructura delictiva que integraban
estas personas funcionaba del siguiente modo. Por un lado, existía un simulado FONDO DE INVERSIONES, esto es, una administración o consorcio de dineros (ficticio) que se encargaba de colectar dinero de ahorristas para, supuestamente, colocar ese dinero en diversas empresas e inversiones, prometiendo una ganancia o interés con tasas elevadas, lo que, evidentemente, resultaba tentador para cualquier ahorrista.
La captación de clientes (rectius, víctimas) no se
producía por el mero hecho de una promesa de intereses elevados, sino, además, porque existía una incesante campaña de publicidad y marketing en las redes sociales de estos estafadores, redes sociales que, al día de hoy, aún siguen funcionando y mediante las cuales cualquier persona puede ver exactamente lo que este “fondo de inversión” promete.
Además, el discurso de estas personas estaba
perfectamente preparado y ensayado, lo que no causa ninguna sorpresa, ya que los estafadores tienen una excelente “labia” y un gran poder de convencimiento.
Pero, como si todo eso fuese poco, estos
autoproclamados “empresarios financieros” demostraban solvencia a través de un negocio mucho más tangible. Concretamente, un corralón de materiales de construcción. En efecto, la existencia de dicho corralón y el hecho de que allí había stock visible de mercadería, generaba confianza en las víctimas de los estafadores, las cuales llegaban a convencerse de que estaban tratando con empresarios “exitosos” que eran titulares de varios emprendimientos.
Pero la realidad era otra, bastante distinta a la
aparentada. Básicamente, cuando una víctima decidía colocar una determinada cantidad de dinero en el fondo de inversiones, no resultaba defraudada. Al contrario, al mes siguiente, alguno de los estafadores llegaba a la casa de la víctima y le devolvía el capital con más un interés que podía alcanzar el 8% mensual. Sin embargo, de inmediato, los estafadores ofrecían un nuevo negocio, consistente en que su cliente invierta en ese mismo momento un monto mayor al invertido con anterioridad (generalmente el doble), a cambio de igual tasa de ganancia.
Debido a la confianza generada con la primera
operación, el cliente aceptaba. Y, nuevamente, los estafadores cumplían, devolviendo en tiempo y en forma el capital con más intereses superiores a la media del mercado.
Esta situación de inversión – devolución de capital más
intereses se repetía dos o tres veces, hasta que, una vez que la confianza de la víctima era plena, los estafadores expresaban que tenían una inversión “enorme” en vista, y que las ganancias podían ser superiores a las que estaban acostumbrados, pero para entrar en esa nueva “inversión” se exigía una capital mayor, de valuado en dólares y cuyos montos oscilaban entre 10 mil y 100 mil dólares.
La confianza era tal que las víctimas que no tenían el
capital solicitado llegaban a involucrar a familiares para que ingresen al fondo de inversiones, generándose así una pirámide de personas estafadas.
Obviamente, entregado este capital millonario, los
estafadores ya no procedían a su devolución, lo que revelaba que todas y cada una de las operaciones habían sido realizadas con miras a una estafa final.
Se preguntará SS cómo es que las primeras inversiones
eran devueltas con sus respectivos intereses. Muy sencillo, mientras se estaba devolviendo el capital más los intereses a un cliente, otros clientes estaban haciendo la misma inversión. Esto permitía que exista un flujo constante de dinero que era constantemente utilizado para devolver y cumplir con los clientes nuevos. Luego, cuando un cliente ya adquiría confianza, era defraudado por una suma final millonaria.
Por otra parte, el corralón no era una mara pantalla,
sino que también era utilizado para realizar defraudaciones. Esto lo demuestran las defensas de denuncias y querellas interpuestas por clientes del corralón, quienes abonaban grandes sumas de dinero en concepto de compras de materiales, los cuales nunca eran entregados en el domicilio de las víctimas.
En conclusión, el dinero que ingresaba en el corralón
servía para financiar al fondo de inversión (para permitir el cumplimiento de las inversiones iniciales de las víctimas), a la vez que el dinero del fondo de inversiones permitía abastecerse al corralón y posibilitaba el cumplimiento de las inversiones iniciales de las víctimas. La conexión entre el corralón y el fondo de inversiones, entre las víctimas del corralón y las víctimas del fondo de inversiones era INESCINDIBLE. No es posible explicar las estafas de un “comercio” sin las estafas que acontecían en el otro. Y es aquí donde las estafas dejan de ser meramente eso para dar paso a una auténtica asociación ilícita.
Mi cliente fue una de las tantas víctimas del fondo de
inversión, como lo demuestran las declaraciones testimoniales que obran en el legajo de esta querella. Pero quizá, es quien se encuentra en mejor posición probatoria, en tanto, debido a la enorme insistencia del sr Montenegro al sr Carreras, este le emitió una serie de cheques que, por supuesto, NO TENÍAN FONDOS. Al margen de ello, se tratan estos cheques rechazados un indicio muy fuerte demostrativo de la maniobra estafatoria denunciada. Más concretamente, denunciamos un monto de estafa de DOLARES CINCUENTA MIL.
4. DE LAS FIGURAS ENDILGADAS:
ASOCIACIÓN ILÍCITA y DEFRAUDACIÓN:
Que surge de manera prístina de los testimonios que se
colectaron en fiscalía y en el legajo de querella, que tanto Carreras, como Ribet y su propia hermana, conformaron una asociación ilícita y espuria destinada a desapoderar a las personas de sus ahorros.
Para ello, valiéndose de amistad y/o la confianza de las
víctimas, captaban los ahorros bajo pretexto de inversiones que otorgaban pingües ganancias, que a la postre iban a ser ganancias para ellos mismos.
Particularmente, Ribet José oficiaba como recaudador y
captador de ahorristas, la hermana de éste, era la fachada perfecta donde se escondían los bienes que se adquirían con estas ganancias, de modo tal de que cuando explote la bomba financiera, tanto Ribet como Carreras, pudieran afrontar una convocatoria de acreedores y/o una quiebra sin ningún bien para responder.
Es decir, que la hermana de Ribet oficiaba como
testaferro de los bienes producidos por estas estafas.
Asimismo, José Ribet era el encargado de captar a los
inversores, donde ofrecía suculentos beneficios, argumentando y mintiendo de supuestas inversiones cripto, que nunca se realizaban, para ello se daba la “dolce vita” para aparentar un status económico que no poseía, y que tenía como único fin, despertar la envidia de cualquier ciudadano que también quería tener esa vida.
Ante las consultas, era su propia fachada la misma
propaganda del éxito, ya que el “emprendimiento” era tan exitoso, que a él le iba tan bien, por lo que no se podía sospechar que nada malo ocurriría.
Es allí donde aparece en escena el cerebro o jefe de la
banda criminal, quien era el captador final del dinero, el que dirigía las acciones y las inversiones del dinero, y quien armaba la logística de donde, como y cuando invertir.
Sin dudas estaba todo calculado de primera mano.
A pesar de esta multiplicidad de causas y de la
exposición pública que esta causa ha generado, con el jefe o cabecilla ya detenido, la banda sigue operando, lo que demuestra lo “aceitada” que está esta estructura y lo poderosa que se ha vuelto.
Para ello, basta con revisar las redes sociales y
publicaciones de Ribet donde capta a clientes y víctimas de estos delitos. Se aprecia como sigue captando a desesperados y angustiados personajes que intentan llegar a fin de mes, pero estos esclavos del dinero, no trepidan en destruir la ilusión y los ahorros de la gente. Esta banda actuó de manera coordinada, dirigida y con un plan sistemático de adquirir los fondos de los incautos clientes, a sabiendas que jamás les devolverían su dinero.
Asimismo, nótese que la banda, no solo delinquía a
través de la captación de ahorros, sino que lo hacía con diversos modus operandi, lo que le da la característica de asociación ilícita.
Por un lado captaban fondos de terceros, bajo pueriles
argumentos de pseudo inversiones, Carreras asimismo vendía materiales para la construcción que NUNCA ENTREGABA, también entregaban cheques sin fondo y hacían operaciones financieras no autorizadas a través de cheques de terceros que a la postre iban a ser denunciados, por ende la multiplicidad de medios comisivos era tal, que acredita que no estamos ante una simple estafa
En virtud de ello, es que solicito a S.S. que se me tenga
por constituido como querellante y por acreditados los extremos que tipifican las figuras de asociación ilícita y de defraudación.
5. PETITORIO.
Por lo expuesto brevemente, y reservadome el derecho de
ampliar hechos y prueba, a SS solicito:
1) Me tenga por presentado en tiempo y forma y por constituido el
domicilio legal; 2) Tenga por deducida formal constitución de QUERELLANTE PARTICULAR en contra JOSÉ ANTONIO RIBET, MARÍA LAURA RIBET y GUILLERMO JUAN CARRERAS MACIEJOWSKIJ, por los supuestos delitos de estafa, asociación ilícita y los delitos que la Fiscalía entienda configurados.