Heráclito

Libros:

 Heráclito: uno es todo, todo es uno. Nestor Luis Cordero

Gracias a Heráclito existe Heidegger, también Hegel y su dialéctica. Hoy en día está mas vigente
que nunca

Es un pensador del cambio y el movimiento. Dialéctica de todas las cosas que auna y recoge en
su interior la relación entre la experiencia de las metafísica y el concepto de la metafísica.

Idea en torno al cambio de las cosas.

¿si tuviéramos una experiencia de orden metafísico, o sea, mas allá de los sentidos físicos,
como entraría eso en relación con nuestra razón conceptual, capacidad de describir y
conceptualizar esa experiencia? Relación entre lenguaje y experiencia.

La experiencia siempre es más rica y extensa que nuestra capacidad de conceptualizarla

¿Cómo podemos hacer para que nuestra capacidad de formular ideas y conceptos acompañe
de una manera armoniosa la experiencia? Esto es la metafíica.

Heráclito es un filosofo en un sentido serio, es un sabio, en contraposición con los eruditos

actuales, repletos de conocimientos pero sin experiencias.

Para Heráclito hay orden en el universo, está ordenado, y si lo está, es porque algo lo ordenó,
un agente. Nosotros formamos parte de ese ordenamiento. Ese orden depende de algo que va
más allá de los sentidos. Para acceder a ese orden hay que entender qué significa hablar de la
razón. Para inteligir las estructuras fundamentales que sostienen el universo, se captan
racionalmente pero a condición de que ampliemos qué es lo que entendemos por razón. Ser
racional no es mero intelecto, es una capacidad humana asociada a la sabiduría que nos
conecta con estas estructuras fundamentales que ordenan el cosmos. Entendiéndolo así,
podemos ser metafísicos y racionales al mismo tiempo. En la modernidad nos hemos quedado
con el concepto de que la razón se relaciona con la inteligencia y ya. Lo que inteligimos es lo
que es la existencia.

Razón: canal capaz de vincularnos con las estructuras conceptuales del cosmos. La verdadera
racionalidad puede captar todo, lo sensible y no sensible, lo conceptual y no conceptual. Hegel
dice ‘Lo verdadero es todo’.

Sexto Empirico, hablando de la iluminación, cita a Heráclito con respecto a aquella persona que
cree en sus propios pensamientos: ‘Es necesario seguir a lo común, es decir, lo compartido,
pues lo común es lo compartido, pero, aunque el Logos es algo común, la mayoría de las
personas viven como si tuvieran una inteligencia particular’

Heraclito pensaba que este vicio de la inteligencia particular era un problema asociado a la
estupidez, a lo animal. Dice: ‘Los bueyes son felices cuando encuentran arvejas para comer’

El individuo en vez de querer captar estas estructuras metafísicas, racionales, se conforma con
sus propias ideas, preconcebidas, parasitarias.
Las estructuras metafísicas son permanente cambio, o bien, cambio en un sentido estático. Son
todo al mismo tiempo, todos los polos están contenidos en este movimiento y esta
contradicción.

Para Heráclito la permanencia es permanencia del cambio. En Heráclito hay objetivismo

filosófico. ¿Se me puede repetir la misma experiencia dos veces de la misma exacta manera?

Hay que ver las cosas desde arriba, la vista del águila de Nietzsche. Tenemos que salir de este
cambio permanente para observarlas desde arriba y entonces comprenderlas.

En Heráclito es posible la reencarnacion porque las leyes son siempre las mismas y afectan a
toda la eternidad, nosotros vamos moviéndonos en ellas. De aquí sale el eterno retorno del
que hablaría Nietzsche.

Spinoza dice que si una persona tirara una piedra hacia arriba, y la piedra tomara consciencia
en mitad del vuelo, la piedra diría que ese vuelo se lo dio ella misma y no vería que fue lanzada
por una persona.

Que yo no pueda percibir las leyes que actúan en la realidad no significa que no existan.

Heráclito nos permite entender que el pensamiento metafísico no tiene nada de irracional ni
de caótico. Se puede inteligir, comprehender, siempre y cuando no nos quedemos reducido a la
noción de que la razón es inteligencia.

Witgenstein dirá: ‘Lo misterioso no es cómo es el mundo, sino que hay mundo’

Heidegger en Qué es metafísica dirá: ¿Por qué hay ente y no más bien nada?

Si acordamos pensar que no es casual que haya cosas, entonces ¿Para qué hay cosas?

Si la creación no es caos y todo está ordenado, ¿Para qué? Ahí aparece la idea existencial de
que nosotros tenemos que hacer algo con nuestra existencia.

El logos es el vinculo entre nuestra razón humana y la razón cósmica. Es el ‘rayo’.

La idea de que formemos parte de una razón cósmica que ordena la existencia nos lleva a una
visión determinista de las cosas.