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Protocolo Nº 8 (19/05/2021)

Seminario: El estatuto de la filosofía a partir de la Enciclopedia de las ciencias filosóficas.

Profesor: Dr. Hardy Neumann

Alumno: Mario Concha

La clase comienza con la lectura de protocolo por parte de Juan, en ella se exponen las siguientes
cuestiones a las que se les dará continuidad en la sesión. Respecto a la relación Hegel – Kant
a) Relevancia del concepto de Razón, semejanzas y diferencias en ambos filósofos.
b) Relación entre las nociones de pensar y sentir en cada autor.
El centro del asunto radicaría en lo que Valls Plana reconoce como la peculiaridad de la filosofía, a
saber, su universalidad. Siendo esta la que está en juego a partir de las cuestiones expuestas, Hegel
no puede aceptar lo que reconoce como “fuente de todos los males”, a saber lo que considera la
estricta separación kantiana entre intuición y entendimiento, pasividad y espontaneidad. Al estar en
juego la universalidad está en juego también, por supuesto, en cuanto ésta es su condición, la
posibilidad del sistema tan cara a Hegel. No habría para éste esa estricta separación kantiana, al
contrario, como afirma en el párrafo ocho de la Enciclopedia, existiría una relación circular entre el
sentir y el pensar. Haciendo alusión al estagirita Hegel recuerda y replica que, si bien todo
pensamiento viene de la sensación, nada de lo sentido no es pensado. Recordamos la anterioridad
radical que tiene el pensamiento en Hegel respecto al saber, distinta de las condiciones y
limitaciones trascendentales kantianas y la jerarquía aristotélica. Es así también lo que se entiende
por experiencia en los diversos autores revisados lo que está en juego en nuestra dilucidación del
estatuto de la filosofía en la Enciclopedia de las ciencias filosóficas de Hegel.
En Kant la pretensión sistemática de la razón (en torno a las ideas de Alma, Mundo y Dios) es
puramente negativa, esto porque, como afirmó en sus Prolegómenos a toda metafísica futura, para
él la idea del todo, esto es, el conocimiento como sistema en cuanto tal, no es una experiencia en sí.
Esta meta-reflexión es la que será negada por Hegel tomando como base una comprensión distinta
de la experiencia distinta. Por supuesto esto es un tema que implicaría una lectura cuidadosa de su
Fenomenología y de su Ciencia de la Lógica, pero nos detenemos en algunos puntos:
a) La Fenomenología del Espíritu, en cuanto ciencia de la experiencia de la conciencia,
debemos recordarla en su aproximación a la idea, etimológicamente fundada, de viaje, a la
idea de un camino con vicisitudes.
b) En la Fenomenología hay una progresión interna a la (y de la) experiencia, desde la certeza
sensible hasta el Saber Absoluto.
c) La pregunta realizada por Andrea que abre la cuestión de si el pensamiento en Hegel ha de
ser concebido como puramente humano, como el propio autor parece afirmar, o, en virtud
de su relación de continuidad con el sentimiento y la presencia de pensamiento en el sentir,
sentir compartido por humanos y animales (Aristóteles), podría atribuirse también a estos
últimos.
La cuestión es, en suma, la de la experiencia y la de la posibilidad del conocimiento derivada de
ésta. Cómo la entendamos nos permitirá acercarnos a la cuestión del sistema. Herbert Schnädelbach,
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un especialista en Hegel (y probablemente en de Kant también), en torno a la cuestión del


conocimiento, propone contrastar la idea de ‘conocimiento concipiente’ con la noción que tiene
Kant del conocimeiento en cuanto determinado este por dos momentos que son el pensar mismo
(Denken) y la intuición (Anschauung). Kant está estableciendo una distinción entre la espontaneidad
(Spontaneität) y, frente a ella, la receptividad (Rezeptivität). Hegel no acepta que estas fuentes de
conocimiento se den así, independientes una de otra. En contra, siguiendo con Schnädelbach, Hegel
hablaría de un ‘concepto inclusivo del pensar’. Los elementos del conocimiento (sensación,
percepción, etc.) sólo representan una diferencia de forma dentro del pensar. El pensar incluye ya de
suyo esos elementos. De acuerdo con Hegel todo lo humano es precisamente humano y solo
humano por el hecho de que el humano está movido por el pensar (aunque no deberíamos olvidar
que “la cuestión animal” ya ha sido abierta en el curso de nuestras sesiones). Así el pensar en Hegel
no solo participaría de la relación pensamiento-sensibilidad, sino que también de la relación
pensamiento-querer. Este concepto inclusivo del pensar es así también activo, tendría una relación
con la voluntad y la acción. Cabe destacar que los estoicos pueden ser considerados precursores en
este sentido.
Continuando con las relaciones con otros filósofos que nos permitan seguir dilucidando el lugar del
pensamiento en Hegel, Descartes aparece también como un sugerente precursor. El filósofo francés
distingue y enumera una serie de facultades humanas aparte del pensar, pero todas suponen a éste
último. En su obra principal, Meditaciones metafísicas, una vez arribado a la certeza del cogito
ergo sum aún queda la pregunta por el qué soy que es respondida: una cosa que piensa, pero ¿qué
es una cosa que piensa?
“(…) una cosa que duda, que entiende, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que
imagina también, y que siente”.
Podríamos decir que en Descartes hay una anticipación del concepto inclusivo del pensar. Hegel
cree que Descartes ha descubierto la tierra nativa del pensar, ¿cuál es esta tierra? La tierra a la que
todas las facultades vienen a incluirse. La tesis de Descartes que Hegel está haciendo suya es que en
cada uno de nuestros actos, más allá del rendimiento propio que tengan, va anejo a ellos el pensar.
Otro punto importante considerado en la relación de estos dos filósofos es la conexión establecida
entre Filosofía y Método. Descartes es el primero en quien la conexión entre filosofía y método se
presenta de manera inseparable, la filosofía como filosofía es impensable en Descartes sin el
método. Claro que no ocurre todavía, como en Hegel, como una identificación entre forma y
contenido, esto no se lo podemos atribuir a Descartes, es una ganancia que el propio Hegel exhibe.
La conexión cartesiana es más laxa. Si no hay método no hay filosofía, no así dicha pero si
ejecutada, es una tesis presente en Descartes.
Descartes se habría adelantado a Husserl al distinguir una actitud natural de una actitud filosófica
cuya búsqueda de certeza llevaría a nivelar la incerteza o incluso la mera verosimilitud con lo falso.
Lo que se está buscando es un punto arquimediano, una garantía absoluta para el conocimiento.
Esta nivelación duda-falsedad es hecha desde una posición filosófica, no hacemos eso en nuestro
cotidiano. Es hiperbólico (exagerado) y universal. Entre lo verosímil o dudoso y lo falso, desde una
actitud filosófica, debemos realizar una igualación y, por lo tanto, un descarte conjunto. Todo esto,
y esto es lo más importante, se desprende del método. La duda hiperbólica se desprende de la duda
metódica. Filosofía y método, esta equiparación se va a mantener durante la filosofía moderna.
(Estas son consideraciones tematizantes de lo que afirma Descartes).
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Descartes estaría de acuerdo con Hegel en que la filosofía se convierta en saber y que deje de ser
mero amor a la sabiduría por la necesidad de encontrar un principio absolutamente firme (firme y
constante en las ciencias, un fundamento). Así explicitando este encuentro vemos la siguiente
afirmación hegeliana:
En todo intuir humano hay pensar; asimismo, el pensar es lo universal en todas las representaciones,
recuerdos y, en general, en toda actividad espiritual, en todo querer, desear, etc. Todo esto son sólo
otras especificaciones del pensar. En la medida en que concebimos así al pensar, aparece lo mismo
en otra relación que cuando simplemente decimos: tenemos capacidad de pensar entre otras
capacidades y junto a otras capacidades, tales como intuir, representar, querer, etc.”
(Adición 1 en el § 24).
Das Allgemeine, lo universal, lo general en Hegel es lo común a todo y a todos. El pensar es lo
común a todas las representaciones y es lo común en todas las representaciones. Pero como las
representaciones son distintas, el pensar se convierte en lo común de las representaciones en su
diversidad. Las diversas representaciones son en su diversidad especificaciones (Spezifikationen del
pensar). Cuando decimos que algo es especie de otra cosa más general, sub entendemos que hay una
comunidad de base. O sea que eso que decimos que es específico comparte rasgos más generales
del elemento mayor y eso es en lógica lo que llamamos el genus (el género).
Género se dice en latín genus y en griego géenos (γένος), que significa ‘el tronco común originario’.
En la Ilíada los héroes hablan del géenos al que pertenecían (Aquiles era del genos de los pélidas,
por ejemplo). El géenos es lo común. Gemeinsam, también significa lo común a todos, lo que los
reúne a todos. Ya los griegos pensaban que el lógos, su sentido originario era el de unión. Gemein /
Gemeinschaft también puede ser entendido como comunidad en cualquier sentido, desde la familia
a la comunidad política, pasando por junta de vecinos, etc.
Este sentido incluyente del pensar rebaja, reduce la distinción tan estricta (para Hegel en definitiva,
una separación), kantiana, entre pensamiento e intuición. En Kant el entendimiento piensa pero la
razón no, la razón razona, realiza inferencias. Hegel suaviza esta distinción poniendo a la
sensibilidad y a la intuición como momentos del pensar.

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