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TEMA 10. FASE DE EJECUCIÓN.

1. INTRODUCCIÓN.
La fase de ejecución implica que el menor debe cumplir la medida que le ha sido impuesta. Además, es lo
que da esencia para que exista una legislación penal relativa al menor; esto motiva que se le de tanta
importancia a tal fase. No solo se hace relación a la LORP, sino también a su respectivo reglamento, el cual
regula la fase de ejecución.
Esta fase se encuentra regulada:
- Título II LORPM en los artículos del 7 al 15: medidas y reglas de aplicación.
- Título VII LORPM en los artículos de 43 al 60: de la ejecución de las medidas.
 Capítulo 1 relativo a las disposiciones generales.
 Capítulo 2 de las reglas para la ejecución de las medidas.
 Capítulo 3 de las reglas especiales para la ejecución de las medidas privativas de libertad.
- Real Decreto 1774/2014.

2. PRINCIPIOS DE LA FASE DE EJECUCIÓN.


✓ Principio de resocialización: va a implicar la idea de recuperación del menor para la sociedad. Se
busca que el menor asuma las consecuencias de sus actos, que entienda el reproche de la sociedad
da al acto cometido y que no vuelva a cometer ningún delito.
✓ Interés superior del menor: es un principio marco que cubre toda la legislación de menores,
aunque no dispone de un artículo concreto que lo recoja.
✓ Principios de flexibilidad, discrecionalidad e inmediatez: flexibilidad a la hora de adaptar las
medidas a las circunstancias concretas del menor.

El control absoluto de las decisiones de la fase de ejecución corresponde al Juez de menores, por eso se
habla de control judicial. Y, además, hay un control administrativo, entrando en juego lo que la ley llama
como entidad pública, encargada de la protección de los menores y de la reforma (el cumplimiento de la
responsabilidad penal de menores que han cometido un hecho delictivo). El que está por debajo en este
binomio es la Administración Pública, que es la que tiene que dar cuenta al juez de todo lo que hace.
En relación al control judicial, se debe tener en cuenta: que existe la posibilidad de que haya menores que
cumplan el internamiento en centros penitenciarios, en tal caso, nos encontraríamos con 2 jueces, el de
menores y el de vigilancia penitenciaria (controla lo que sucede dentro del centro penitenciario), la
competencia de ambos jueces; el juez de menores decide sobre la permanencia, en suspensión, etc, y el de
vigilancia el competente para decidir sobre la incidencias que se produzcan en el centro penitenciario por
el menor.
El artículo 46 LORPM, dice que el requisito previo para que se inicie la fase de ejecución es que la
sentencia sea firme, y esta es firme cuando contra ella ya no cabe recursos algunos, bien porque se ha
interpuesto y se ha desestimado o porque se ha interpuesto y se ha dejado correr ese plazo. Una vez
extendida se da inicio dicha fase. El letrado de la Administración de Justicia, del juzgado de menores abre
un expediente de ejecución en el que debe incluir una copia autenticada de la sentencia firme dictada y el
programa de ejecución. Con esa apertura del testimonio y este doble contenido, tiene que notificar al fiscal
de menores y al letrado del menor.

Las actuaciones siguientes a la notificación del expediente de ejecución, dependerá del tipo de medida
adoptada. Se suele hablar primero de la medida de internamiento; en esta, en primer lugar, la resolución
de apertura del expediente de ejecuciones se remite a la entidad pública responsable del cumplimiento
de la medida, se le van a pasar los informes que pueda haber en la causa y se va a identificar al letrado del
menor, para que la entidad pública tenga constancia de quién es el representante legal del menor.

Una vez remitido todo ello a la entidad pública competente, se remite la documentación al servicio de
menores infractores y este organismo es el que designa el centro en el que el menor va a cumplir la
medida de internamiento; teniendo en cuenta 2 criterios: en el centro más próximo a su domicilio,
excepcionalmente se puede solicitar fuera del mismo cuando las circunstancias del menor así lo consideren
y, las circunstancias personales del menor. Y ese centro debe hacer un programa individualizado de
ejecución en base a la sentencia interpuesta por el juez y el resto de documentación recibida (un equipo de
profesionales del centro es el que desarrolla ese programa individualizado adecuado a cada circunstancia
del menor).

Cuando se ingresa a un menor se le somete a una serie de exámenes para determinar a qué programas
concretos de contenido socio- educativo deberá acudir el menor. El plazo normal es de 20 días, aunque
puede ser menos si el PIE se le pasa al juez y solicita que así sea, y de igual forma cuando se solicita una
prórroga. El juez de menores es el que produce la aprobación de dicho programa individualizado o
rechazarlo de forma total o parcial (pidiendo que se modifique el contenido del PIE). Ahí se inicia
realmente la fase de ejecución (cuando todo ello se le es notificado al menor).

Para el resto de las medidas no privativas de libertad no es necesario designar un centro, el auto de
apertura se remite a la entidad pública y éste es el que designa un profesional para que elabore ese
programa diseñado para las respectivas medidas. El menor debe realizar una serie de entrevistas con dicho
profesional. El profesional desarrolla el PIE y se lo pasa al juez para que lo apruebe o rechace.

Para que el menor comience a cumplir con la medida se debe liquidar, es una actuación que se produce en
sede de ejecución y que consiste en determinar el día de inicio y de fin de la medida impuesta. El día de
inicio se denomina “dies a quo” y el día de fin “dies ad quem”.
Para ello, hay que tener en cuenta una serie de reglas, pues no todas las medidas se liquidan de la misma
forma: EXAMEN.
- En la privativa de libertad, el día de inicio debe ser la fecha de ingreso en el centro. Hay un segundo
plazo porque es posible que a lo largo del proceso es posible que se haya podido aplicar medida
cautelar (se descontará de la condena). Para los casos en los que el menor está cumpliendo medida
cautelar en ese preciso momento se tiene en cuenta la fecha de la firmeza de la sentencia.
- En el caso de liquidación de medida de libertad vigilada, la fecha de inicio es el día de la primera
entrevista con el profesional asignado por la entidad pública correspondiente.
- En el supuesto de que lo que haya de liquidar es la medida de permanencia de fin de semana, el
día de inicio es el primer día de permanencia en el centro o en el domicilio; porque dicha medida,
tiene en la legislación de menores 2 posibilidades:
➢ En el centro de menores: se trataría de una medida privativa de libertad.
➢ En el propio domicilio: no se trata de una medida privativa de libertad.
En la liquidación, se debe tener en cuenta que los meses disponen de 30 días para estos efectos y los años
365 días, sin importar si el año es bisiesto. Si no, nos encontraríamos ante situaciones de discriminación. Y
se computará de fecha a fecha.
Abono de la medida cautelar: compensación del tiempo transcurrido durante la vigencia de una medida
cautelar con el tiempo que reste por cumplir de la medida impuesta definitivamente en sentencia. Criterio
jurisprudencia: otras causas por hechos anteriores a la adopción de la medida cautelar. Cuando el menor
ha cumplido la medida cautelar y luego es absuelto, ese tiempo se pierde y no es compensado de ninguna
forma.
Los abonos de esas medidas cautelares para poderlas restar de las medidas definitivas se deben hacer con
medidas homogéneas. Es decir, cuando las medidas cautelares son homogéneas, significando ello, que son
de la misma naturaleza, se compensa con la impuesta en sentencia.
Por otro lado, cuando el menor ha cumplido cautelarmente una privativa de libertad y luego es condenado
a una medida heterogénea (no es de la misma naturaleza); será discrecionalidad del juez si cree que esto
va a beneficiar al menor y así lo merece. Es decir, en caso de que las medidas cautelares sean
heterogéneas, significando que sean de diferente naturaleza, la opción queda a discrecionalidad del Juez de
Menores.

3. CONCURRENCIA DE MEDIDA CAUTELAR Y MEDIDDA DEFINITIVA (ART. 47 LORPM).


✓ Preferencia de cumplimiento de internamiento terapéutico: tiene preferencia respecto al resto de
internamientos, puesto que, el menor precisa de dicho tratamiento y, estos no pueden ser
derivados al cumplimiento de otras medidas.
✓ Preferencia del cumplimiento de la medida de internamiento: porque la medida de internamiento
se adopta para los delitos más graves…
✓ Cumplimiento sucesivo de medida de internamiento junto a la de libertad vigilada: se cumplen de
manera sucesiva; es decir, primero el internamiento y luego la libertad vigilada.
✓ Cumplimiento sucesivo de 2 o más medidas de la misma naturaleza: se cumplen de manera
continuada, primero una y luego la otra. Esto influye en la liquidación, en función de las diferentes
medidas y así saber determinar cuándo empieza con la primera y finaliza con la misma, para
determinar cuándo dará comienzo la siguiente.

4. REFUNDICIÓN DE LAS MEDIDAS (ART. 47 LORPM).


Cuando un menor posee varias condenas en diferentes procesos hay un límite máximo de cumplimiento
de duración de lo que impone la ley. Acumular a la primera de las sentencias firmes todas las condenas
que recaen con posterioridad a ese momento.
La ley misma dice que el tiempo de cumplimiento de una condena no puede exceder del resultado de
multiplicar por 2, la más grave de las medidas impuestas (la que suponga el mayor periodo de privación de
libertad). Es decir, se refunden ambas condenas y se establecen los topes máximos (también se aplica en
el caso de los adultos).
Esto es legitimado de oficio por el Juez de Menores. Por tanto, para poder acumular esa primera
sentencia, la acumulación debe ser posterior y no necesita que el juez que las haya apreciado sea el mismo;
y le corresponderá al Juez de Menores que es el que dicta la primera sentencia en tiempo; debiendo
refundir la condena del resto.

 Contenido del auto de refundición de las medidas (art. 47 LORPM).


Debe expresar de manera obligatoria: la fecha de las distintas sentencias, con expresión de la fecha de su
firmeza; los delitos cometidos por el menor y la respectiva fecha de comisión de los hechos; así como las
medidas que se le han impuesto en cada caso.

5. INFORMES SOBRE LA EJECUCIÓN (ART. 49 LORPM Y 13 DEL REGLAMENTO).


La ejecución de la medida va a decidirse mediante un plan de intervención individualizado y que, además,
esto va a corresponder a la entidad pública. Así pues, cuando el menor comienza a cumplir con dicha
medida, debe realizar una serie de informes porque el juez debe conocer en todo momento cuál es la
evolución del menor.
Estos informes están regulados en este artículo 49; y existen unas reglas para la realización de estos:
- Obligación de emitir informes periódicos trimestralmente y siempre que el juez considere
oportuno. La ley señala ese plazo general para las medidas normalmente privativas de libertad.
- Cuando no se trata de medidas privativas de libertad; medida de permanencia de fin de semana, la
entidad pública debe emitir un informe cada 4 fines de semana cumplidos.
- Medida de prestaciones en beneficio de la comunidad, un informe cada 25 horas cumplidas si la
medida es inferior a 50 horas, y uno cada 50 horas cumplidas si su duración es superior.
- Necesidad de informe final al finalizar la medida (son importantes los pronósticos de reincidencia,
para adoptar una serie de medidas u otras).
6. QUEBRANTAMIENTO DE MEDIDAS (ART. 50 LORPM).
Qué ocurre si el menor incumple las medidas a las que ha sido condenado.
Tenemos 2 párrafos en dichos artículos:
 Quebrantamiento de medidas privativas de libertad.
El quebrantamiento es un delito doloso (no se puede quebrantar por ignorancia); requiere que el menor
conozca la resolución que él impone las medidas y tener voluntad de incumplir dichas medidas. Los
retrasos no implican un quebrantamiento; este retraso temporal da lugar a una sanción disciplinaria, pero
no a responsabilidad penal.
Entonces, cuando realmente quebranta (se fuga, sale del centro, etc), dará lugar a orden de busca y
captura y posterior reingreso en el centro; es necesario presentar una nueva liquidación; además, se le
abre un nuevo expediente por la comisión del delito de quebrantamiento.

 Quebrantamiento de medidas no privativas de libertad.


Las consecuencias son: continuar la ejecución de la medida quebrantada sin perjuicio de abrir un nuevo
expediente; sustituir la medida quebrantada por otra de la misma naturaleza, o, sustituir la medida
quebrantada por la de internamiento en régimen semiabierto por el tiempo que reste de cumplimiento
(porque se trata de conseguir una evolución correcta del menor).

7. SUSTITUCIÓN DE MEDIDAS (ART. 51 LORPM).


Le corresponde de oficio al Juez de Menores:
- Sin que nadie se lo pida.
- A instancia del MF, del Letrado del menor o administración competente.
- Oídas las partes, Equipo Técnico representante de la entidad pública de protección o reforma.
Sólo se pueden sustituir las medidas en la fase de ejecución del proceso. Sólo pueden ser por tiempo igual
o menor que el de la medida que es sustituida. Nunca se puede sustituir una medida por otra más gravosa,
aunque esto es un eufemismo, porque sí que se desarrolla.
Las posibilidades que tiene el juez son:
✓ Dejar sin efecto la medida impuesta (no es una sustitución en sentido estricto): entiende que ya ha
cumplido los objetivos necesarios, archivando el procedimiento.
✓ Mantener la misma medida, pero reducir su duración: entiende que los objetivos se van a cumplir
antes (no es una medida en sentido estricto).
✓ Sustituir la medida impuesta por otras que se estimen más adecuadas (sí es una sustitución en
sentido estricto).
 Reglas especiales.
- Si el juez de menores ha sustituido una media de internamiento en régimen cerrado por
internamiento semiabierto o abierto: evaluación favorable del menor.
- Si el juez de menores adopta la medida de internamiento en régimen semiabierto y el menor
evoluciona desfavorablemente internamiento en régimen cerrado.
- Conciliación en los términos del artículo 19.2 LORPM.
- El Juez de menores entiende que el menor ha comprendido el reproche que merece su conducta,
poniendo fin a la medida y archivando el procedimiento.

8. DERECHOS DEL MENOR.


✓ Protección física y psíquica del menor: examen médico al ingresar y necesidad de que el centro
haga registros periódicos de la habitación y pertenencias del menor, así como registros de la
persona. Buscando que el menor no disponga en su poder sustancias que puedan ser perjudiciales
para su salud o instrumentos que pudiesen hacer daños tanto a otras personas del centro como a sí
mismo. El registro de las personas hace referencia a que periódicamente son sometidos a análisis de
orina y a veces de sangre (si es encontrado algún tipo de consumo se le establecerá una sanción
disciplinaria y será puesto a disposición del juez).
✓ Educación básica y formación integral: hasta los 16 años es obligatoria la educación de esos
estudios obligatorios. A partir de los 16 años no es obligatoria, pero si el menor manifiesta interés
por cursar estudios posteriores, el centro deberá prestarle la posibilidad de acceder a ellos.
✓ Comunicaciones y visitas: la ley prevé 2 visitas a la semana y alguna visita extraordinaria. Es
empleado como premio a la buena conducta. Ahora bien, si el menor ha dado lugar a sanción
disciplinaria podrían ser suspendidas las visitas de sus familiares. Con otras personas, deberá recibir
autorización del director del centro. Correspondencia y paquetes: apertura en presencia de
personal del Centro.
✓ Derecho a la intimidad en comunicaciones y visitas. Visitas reservadas con: juez de menores, fiscal
de menores, letrado, inspección de centros.
✓ Derecho a la libertad religiosa: no sólo la posibilidad de asistencia religiosa y respeto a los ritos y
costumbres propios de su confesión religiosa.
✓ Derecho a asistencia sanitaria gratuita.

Todos estos derechos son los deberes que el menor tiene dentro del centro. Cuando tiene esta serie de
obligaciones y son incumplidas, da lugar a régimen disciplinario, es decir la imposición de sanciones para
garantizar la convivencia pacífica del centro.
La imposición de las sanciones conlleva un procedimiento que en el centro está encomendado a un jurista
miembro del Equipo Técnico. Las sanciones son: leves, graves y muy graves, con su correspondiente
sanción.

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