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Sustentante:

Susana Caraballo

Matricula:

2011-0837

Tema:

El Espectro Autista

Profesora:

Licda. Luz Antonia del Alba

Fecha:

03-12-2023
TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA

Descripción general

El trastorno del espectro autista es una afección relacionada con el


desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y
socializa con otras personas, lo que causa problemas en la interacción social y la
comunicación.

El trastorno también comprende patrones de conducta restringidos y


repetitivos. El término espectro en el trastorno del espectro autista se refiere a un
amplio abanico de síntomas y gravedad.

El trastorno del espectro autista comprende afecciones que anteriormente


se consideraban independientes, como el autismo, el síndrome de Asperger, el
trastorno desintegrativo infantil y una forma no especificada de trastorno
generalizado del desarrollo. Algunas personas aún utilizan el término «síndrome
de Asperger» que generalmente se considera que está en el período final leve del
trastorno del espectro autista.

El trastorno del espectro autista comienza en los primeros años de la


infancia y, a la larga, provoca problemas para desenvolverse en la sociedad, por
ejemplo, en situaciones sociales, en la escuela y el trabajo. Los niños suelen
presentar síntomas de autismo en el primer año.

Un número reducido de niños parecen desarrollarse de forma normal en el


primer año y luego pasan por un período de regresión entre los 18 y los 24 meses
de edad, cuando aparecen los síntomas de autismo.
Si bien no existe una cura para los trastornos del espectro autista, un
tratamiento intensivo y temprano puede hacer una gran diferencia en la vida de
muchos niños.

Signos y síntomas de los trastornos del espectro autista

Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo
causadas por diferencias en el cerebro. Las personas con TEA con frecuencia
tienen problemas con la comunicación y la interacción sociales, y conductas o
intereses restrictivos o repetitivos.

Las personas con TEA también podrían tener maneras distintas de


aprender, moverse o prestar atención. Es importante señalar que algunas
personas sin TEA también podrían tener algunos de estos síntomas. Sin embargo,
en las personas con TEA, estas características pueden dificultar mucho la vida.

Síntomas

Algunos niños presentan signos del trastorno del espectro autista en la


primera infancia, como menor contacto visual, falta de respuesta cuando los
llaman por su nombre o indiferencia ante las personas responsables del cuidado.

Otros niños pueden desarrollarse normalmente durante los primeros meses


o años de vida, pero luego repentinamente se vuelven introvertidos o agresivos o
pierden habilidades del lenguaje que habían adquirido. En general, los signos se
observan a los 2 años.

Es probable que los trastornos del espectro autista tengan un patrón de


comportamiento y un nivel de gravedad únicos en cada niño, desde un
funcionamiento bajo hasta uno alto.
Comunicación e interacción social

Un niño o un adulto con trastorno del espectro autista puede tener


problemas con la interacción social y las habilidades de comunicación, incluso
presentar cualquiera de los siguientes signos:

 No responde a su nombre o, en ocasiones, parece no escucharte


 Se resiste a los abrazos y las caricias; además, parece que prefiere jugar
solo y se abstrae en su propio mundo
 No suele hacer contacto visual y carece de expresión facial
 No habla o tiene un desarrollo tardío del habla, o bien pierde la capacidad
que tenía para decir palabras u oraciones
 No puede mantener ni iniciar una conversación o, tal vez, inicia una
solamente para pedir algo o nombrar elementos

Causas

Los trastornos del espectro autista no tienen una única causa conocida.
Considerando la complejidad del trastorno y el hecho de que los síntomas y la
gravedad varían, probablemente haya muchas causas. La genética y el medio
ambiente pueden influir.

 Genética. Varios genes diferentes parecen estar relacionados con los


trastornos del espectro autista. Para algunos niños, los trastornos del
espectro autista pueden estar asociados con un trastorno genético, como el
síndrome de Rett o el síndrome del cromosoma X frágil. Para otros, los
cambios genéticos (mutaciones) pueden aumentar el riesgo de padecer
trastorno del espectro autista. Más aún, otros genes pueden afectar el
desarrollo del cerebro o el modo en que se comunican las neuronas
cerebrales, o pueden determinar la gravedad de los síntomas. Algunas
mutaciones genéticas parecen ser hereditarias, mientras que otras suceden
de manera espontánea.

 Factores ambientales. Actualmente, los investigadores estudian si


factores, como las infecciones virales, los medicamentos, las
complicaciones durante el embarazo o los contaminantes del aire,
desempeñan un papel en el desencadenamiento del trastorno del espectro
autista.

Diagnóstico

El médico de tu hijo buscará signos de retrasos en el desarrollo en los


controles periódicos. Si tu hijo muestra algún síntoma de trastorno del espectro
autista, es probable que te deriven a un especialista que trata a los niños con este
trastorno, como un psiquiatra o un psicólogo infantil, un neurólogo pediátrico o un
pediatra del desarrollo, para que le hagan una evaluación.

Como el trastorno del espectro autista varía mucho en síntomas y


gravedad, puede ser difícil hacer un diagnóstico. No existe un análisis médico
específico para determinar este trastorno. En lugar de esto, un especialista puede
hacer lo siguiente:

 Observar a tu hijo y preguntarte cómo se han desarrollado y cómo han


cambiado con el tiempo sus interacciones sociales, sus habilidades de
comunicación y su conducta
 Administrarle a tu hijo pruebas que midan la audición, el habla, el lenguaje,
el nivel de desarrollo y los problemas sociales y de conducta
 Presentarle a tu hijo interacciones sociales y de comunicación
estructuradas, y dar un puntaje de su desempeño
 Usar los criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-
5), publicado por la American Psychiatric Association (Asociación
Estadounidense de Psiquiatría)
 Trabajar con otros especialistas para determinar un diagnóstico
 Recomendar análisis genéticos para identificar si tu hijo tiene un trastorno
genético, como síndrome de Rett o síndrome del cromosoma X frágil

Tratamiento

No hay cura para el trastorno del espectro autista, y no existe un


tratamiento único para todos los pacientes. El objetivo del tratamiento es
maximizar la capacidad de tu hijo para desempeñarse al reducir los síntomas del
trastorno del espectro autista y respaldar el desarrollo y el aprendizaje. La
intervención temprana durante los años preescolares puede ayudar a tu hijo a
aprender habilidades fundamentales de conducta, de comunicación, funcionales y
sociales.

La variedad de tratamientos e intervenciones para el trastorno del espectro


autista, en el hogar y en la escuela, puede ser abrumadora, y las necesidades de
tu hijo pueden cambiar con el paso del tiempo. Tu proveedor de atención médica
puede recomendarte opciones y ayudarte a identificar recursos en tu zona.

Si a tu hijo le diagnostican trastorno del espectro autista, habla con expertos


sobre la elaboración de una estrategia de tratamiento y forma un equipo de
profesionales para atender las necesidades de tu hijo.

Entre las opciones de tratamiento, se encuentran las siguientes:

 Terapias de comportamiento y comunicación. Muchos programas


abordan la variedad de dificultades sociales, de lenguaje y de
comportamiento asociadas al trastorno del espectro autista. Algunos
programas se centran en reducir las conductas problemáticas y en enseñar
nuevas destrezas. Otros, se enfocan en enseñarles a los niños cómo actuar
en situaciones sociales o cómo comunicarse mejor con los demás. El
análisis conductual aplicado puede ayudar a los niños a aprender nuevas
habilidades y generalizarlas a varias situaciones a través de un sistema de
motivación basado en recompensas.

 Terapias educativas. Los niños con trastorno del espectro autista, a


menudo, responden bien a los programas educativos muy estructurados.
Los programas exitosos, en general, constan de un grupo de especialistas y
una variedad de actividades para mejorar las destrezas sociales, la
comunicación y el comportamiento. Los niños en edad preescolar que
reciben intervenciones de comportamiento intensivas e individualizadas en
general muestran un buen avance.

 Terapias familiares. Los padres y otros familiares pueden aprender a jugar


e interactuar con sus hijos en formas que promuevan las destrezas de
interacción social, controlen los comportamientos problemáticos y les
enseñen destrezas y comunicación de la vida cotidiana.

 Otras terapias. En función de las necesidades de tu hijo, las siguientes


actividades pueden ser beneficiosas: terapia de conversación para mejorar
las habilidades de comunicación, terapia ocupacional para aprender
actividades de la vida diaria y fisioterapia para mejorar el movimiento y el
equilibrio. Un psicólogo puede recomendar maneras de abordar los
comportamientos problemáticos.

 Medicamentos. Ningún medicamento puede mejorar los signos centrales


del trastorno del espectro autista, pero algunos medicamentos específicos
pueden ayudar a controlar los síntomas. Por ejemplo, se pueden recetar
ciertos medicamentos si tu hijo es hiperactivo; a veces, se usan
medicamentos antipsicóticos para tratar los problemas graves de
comportamiento; y se pueden recetar antidepresivos para tratar la
ansiedad. Mantén informados a todos los proveedores de atención médica
sobre los medicamentos o los suplementos que está tomando tu hijo.
Algunos medicamentos y suplementos pueden interactuar y provocar
efectos secundarios peligrosos.

Factores de riesgo

La cantidad de niños que reciben un diagnóstico de trastornos del espectro


autista está aumentando. No está claro si esto se debe a una mejor detección e
informe, a un aumento real de la cantidad de casos o a ambos.

Los trastornos del espectro autista afectan a los niños de todas las razas y
nacionalidades, pero determinados factores aumentan el riesgo de padecerlos.
Estos pueden ser:

 El sexo de tu hijo. Los niños tienen cuatro veces más probabilidades de


padecer un trastorno del espectro autista que las niñas.

 Antecedentes familiares. Las familias con un niño con trastorno del


espectro autista tienen un mayor riesgo de tener otro hijo con este
trastorno. También es frecuente que los padres o familiares de un niño con
trastorno del espectro autista tengan problemas menores con las
habilidades sociales y de comunicación, o ciertas conductas típicas de este
trastorno.

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