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TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA

El trastorno del espectro autista (TEA) es una afección relacionada con el


desarrollo del cerebro que afecta la manera en la que una persona percibe y
socializa con otras personas, lo que causa problemas en la interacción social y la
comunicación. El TEA también comprende patrones de conducta restringidos y
repetitivos.

Causas

Los trastornos del espectro autista no tienen una única causa conocida.

 Genética. Varios genes diferentes parecen estar relacionados con el TEA.


Para algunos niños, pueden estar asociados con un trastorno genético,
como el síndrome de Rett o el síndrome del cromosoma X frágil. Para otros,
los cambios genéticos (mutaciones) pueden aumentar el riesgo de padecer
trastorno del espectro autista. Algunas mutaciones genéticas parecen ser
hereditarias, mientras que otras suceden de manera espontánea.
 Factores ambientales. Actualmente, los investigadores estudian si
factores, como las infecciones virales, los medicamentos, las
complicaciones durante el embarazo o los contaminantes del aire,
desempeñan un papel en el desencadenamiento del trastorno del espectro
autista.

No existe ningún vínculo entre las vacunas y los trastornos del


espectro autista

Factores de riesgo

 Sexo masculino. Los niños tienen cuatro veces más probabilidades de


padecer un TEA que las niñas.
 Antecedentes familiares de autismo. 
 Otros trastornos. Los niños con ciertas afecciones tienen un riesgo mayor
de lo normal de presentar un TEA o síntomas parecidos a los del autismo.
Ejemplo: el síndrome del cromosoma X frágil, esclerosis tuberosa, síndrome
de Rett.
 Bebés extremadamente prematuros.
 Padres de edad avanzada. 

Cuadro clínico

En general, los signos se observan a los 2 años. El patrón de comportamiento y la


gravedad son únicos en cada niño, desde un funcionamiento bajo hasta uno alto.
Comunicación e interacción social

 Se resiste a los abrazos y las caricias; además, parece que prefiere jugar
solo y se abstrae en su propio mundo.
 Menor contacto visual, falta de respuesta cuando los llaman por su nombre
o indiferencia ante las personas responsables del cuidado. 
 No habla o tiene un desarrollo tardío del habla. Es posible que utilice una
voz cantarina o que hable como un robot.
 Aborda interacciones sociales de forma inadecuada comportándose de
manera pasiva, agresiva o perturbadora.
 Dificultades de aprendizaje.

Patrones de comportamiento

 Realiza movimientos repetitivos, como balancearse, girar o aletear con las


manos.
 Realiza actividades que podrían causarle daño, como morderse o golpearse
la cabeza.
 Desarrolla rutinas o rituales específicos y se altera con el mínimo cambio.
 Tiene problemas con la coordinación o muestra patrones de movimientos
extraños, como ser torpe o caminar en puntas de pie, y muestra un lenguaje
corporal extraño, rígido o exagerado.
 Se deslumbra con los detalles de un objeto, como las ruedas que giran en
un auto de juguete, pero no entiende el propósito general o el
funcionamiento del objeto.

Diagnóstico

Si tu hijo muestra algún síntoma de trastorno del espectro autista, es probable que
te deriven a un especialista que trata a los niños con este trastorno, como un
psiquiatra o un psicólogo infantil, un neurólogo pediátrico o un pediatra del
desarrollo. Suele ser difícil hacer el diagnóstico, ya que no existe un análisis
médico específico para determinar este trastorno. En lugar de esto, un especialista
puede hacer lo siguiente:

 Observar a tu hijo y preguntarte cómo se han desarrollado y cómo han


cambiado con el tiempo sus interacciones sociales, sus habilidades de
comunicación y su conducta
 Administrarle a tu hijo pruebas que midan la audición, el habla, el lenguaje,
el nivel de desarrollo y los problemas sociales y de conducta
 Presentarle a tu hijo interacciones sociales y de comunicación
estructuradas, y dar un puntaje de su desempeño.
 Trabajar con otros especialistas para determinar un diagnóstico.
 Recomendar análisis genéticos para identificar si tu hijo tiene un trastorno
genético, como síndrome de Rett o síndrome del cromosoma X frágil.
Tratamiento

No hay cura para el trastorno del espectro autista, y no existe un tratamiento único
para todos los pacientes. Entre las opciones de tratamiento, se encuentran las
siguientes:

 Terapias de comportamiento y comunicación. 


 Terapias educativas. Constan de un grupo de especialistas y una variedad
de actividades para mejorar las destrezas sociales, la comunicación y el
comportamiento.
 Terapias familiares. Los padres y otros familiares pueden aprender a jugar
e interactuar con sus hijos en formas que promuevan las destrezas de
interacción social, controlen los comportamientos problemáticos y les
enseñen destrezas y comunicación de la vida cotidiana.
 Otras terapias. En función de las necesidades del paciente, las siguientes
actividades pueden ser beneficiosas: terapia de conversación para mejorar
las habilidades de comunicación, terapia ocupacional para aprender
actividades de la vida diaria y fisioterapia para mejorar el movimiento y el
equilibrio. Un psicólogo puede recomendar maneras de abordar los
comportamientos problemáticos.

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