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d Señores de la guerra. La narrativa hasta el Siglo de Oro

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Curso: Grupo: Fecha:

1 Con la ayuda de Internet, completa el cuadro inferior escribiendo cada novela en el subgénero al que pertenece. Averi-
gua igualmente quiénes son sus autores.
– La sonrisa etrusca.
– El juego de Ender.
– Estudio en escarlata.
– Veinte mil leguas de viaje submarino.
– Ivanhoe.
– Frankenstein.
– Robinson Crusoe.
– Fahrenheit 451.
– La isla del tesoro.
– El retrato de Dorian Grey.
– Trafalgar.
– Dune.
– Extraños en un tren.
– Los tres mosqueteros.
– Un yanqui en la corte del rey Arturo.
– 1984.
– Diez negritos.
– Drácula.
– La vuelta al mundo en 80 días.

SUBGÉNERO AUTOR
NOVELAS DE AVENTURAS

NOVELAS HISTÓRICAS
algaida editores, S.A. Material fotocopiable autorizado. Disponible en PDF.

NOVELAS DE CIENCIA-FICCIÓN

Acticidades de ampliación
NOVELAS POLICÍACAS

NOVELAS DE TERROR

Inclusión y recursos de atención a la diversidad LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA 3 ESO 9

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2 Te presentamos un episodio del Poema de Mio Cid. Léelo y resuelve luego las cuestiones planteadas.
Episodio del león y el pavor de los infantes de Carrión
En Valencia con los suyos vivía el Campeador;
con él estaban sus yernos, Infantes de Carrión.
Un día que el Cid dormía en su escaño, sin temor,
un mal sobresalto entonces, sabed, les aconteció:
Escapose de una jaula, saliendo fuera, un león.
Los que estaban en la Corte sintieron un gran temor;
recogiéronse sus mantos los del buen Campeador,
y rodean el escaño en guarda de su señor.
Allí Fernando González, infante de Carrión,
ni en las salas ni en la torre dónde esconderse encontró;
metiose bajo el escaño, tan grande fue su pavor.
Diego González, el otro, por la puerta se salió
diciendo con grandes gritos: —¡Ay, que no veré Carrión!
Tras la viga de un lagar metiose con gran temor;
todo el manto y el brial sucios de allí los sacó.
En esto que se despierta el que en buen hora nació;
de sus mejores guerreros cercado el escaño vio:
—¿Qué pasa aquí, mis mesnadas? ¿Qué queréis? ¿Qué aconteció?
—Es que, mi señor honrado, un susto nos dio el león.
Apoyándose en el codo, en pie el Cid se levantó:
El manto se pone al cuello y encaminose al león.
La fiera, cuando vio al Cid, al punto se avergonzó;
allí bajó la cabeza, y ante él su faz humilló.
Nuestro Cid Rodrigo Díaz por el cuello lo tomó,
y lo lleva de la mano, y en la jaula lo metió.
A maravilla lo tiene todo el que lo contempló.
Volviéronse hacia la sala donde tienen la reunión.
Por sus dos yernos Rodrigo preguntó, y no los halló;
aunque a gritos los llamaban, ni uno ni otro respondió,
y cuando los encontraron, los hallaron sin color.
No vieseis allí qué burlas hubo en aquella ocasión;
mandó que tal no se hiciese nuestro Cid Campeador.
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Sintiéronse avergonzados infantes de Carrión;

fiera deshonra les pesa de lo que les ocurrió.
Anónimo
Poema de Mio Cid, Anaya
a) Resume el argumento de esta escena. Acticidades de ampliación
b) Analiza su estructura métrica.
c) Convierte el fragmento en prosa. Al ser narrativo, te resultará fácil.
d) ¿Qué visión se nos ofrece del héroe?

3 Completa el siguiente cuadro con los títulos de las novelas idealistas que conozcas según el subgénero al que pertenecen.

NOVELAS DE CABALLERÍAS NOVELAS PASTORILES NOVELAS BIZANTINAS NOVELAS MORISCAS

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4 Lee el siguiente texto perteneciente al final del Quijote, momento en el Alonso Quijano realiza su testamento.
Entró el escribano con los demás, y después de haber yo he caído de que hubo y hay caballeros andantes en el
hecho la cabeza del testamento y ordenado su alma don mundo.
Quijote, con todas aquellas circunstancias cristianas que —¡Ay! —respondió Sancho llorando—. No se muera vuestra
se requieren, llegando a las mandas, dijo: merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos
—Iten, es mi voluntad que de ciertos dineros que Sancho años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre
Panza, a quien en mi locura hice mi escudero, tiene, que en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie
porque ha habido entre él y mí ciertas cuentas, y dares le mate ni otras manos le acaben que las de la melancolía.
y tomares, quiero que no se le haga cargo dellos ni se le Mire no sea perezoso, sino levántese desa cama, y vámo-
pida cuenta alguna, sino que si sobrare alguno después de nos al campo vestidos de pastores, como tenemos con-
haberse pagado de lo que le debo, el restante sea suyo, certado: quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora
que será bien poco, y buen provecho le haga; y si, como doña Dulcinea desencantada, que no haya más que ver.
estando yo loco fui parte para darle el gobierno de la ínsu- Si es que se muere de pesar de verse vencido, écheme
la, pudiera agora, estando cuerdo, darle el de un reino, se a mí la culpa, diciendo que por haber yo cinchado mal a
le diera, porque la sencillez de su condición y fidelidad de Rocinante le derribaron; cuanto más que vuestra merced
su trato lo merece. habrá visto en sus libros de caballerías ser cosa ordinaria
Y, volviéndose a Sancho, le dijo: derribarse unos caballeros a otros y el que es vencido hoy
ser vencedor mañana.
—Perdóname, amigo, de la ocasión que te he dado de pa-
recer loco como yo, haciéndote caer en el error en que
a) ¿En qué partes se puede dividir el texto?
b) ¿Se trata de un texto realista o idealista? Justifica tu punto de vista.
c) A partir de lo expresado por Sancho, explica cómo es la evolución de este personaje.
d) ¿Qué recomendaciones realiza Sancho a don Quijote?

5 Lee el siguiente texto y contesta a las actividades.

Tendieron don Quijote y Sancho la vista por todas partes:
vieron el mar, hasta entonces dellos no visto; parecio-
les espaciosísimo y largo, harto más que las lagunas de
Ruidera que en la Mancha habían visto; vieron las galeras
que estaban en la playa, las cuales, abatiendo las tien-
das, se descubrieron llenas de flámulas y gallardetes que
tremolaban al viento y besaban y barrían el agua; dentro
sonaban clarines, trompetas y chirimías, que cerca y lejos
llenaban el aire de suaves y belicosos acentos. Comen-
zaron a moverse y a hacer un modo de escaramuza por
las sosegadas aguas, correspondiéndoles casi al mismo
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las galeras. El mar alegre, la tierra jocunda, el aire claro,
solo tal vez turbio del humo de la artillería, parece que
iba infundiendo y engendrando gusto súbito en todas las
gentes. No podía imaginar Sancho cómo pudiesen tener
tantos pies aquellos bultos que por el mar se movían. En
esto llegaron corriendo, con grita, lililíes y algazara, los de
las libreas adonde don Quijote suspenso y atónito estaba,
y uno dellos, que era el avisado de Roque, dijo en alta voz
a don Quijote:
—Bien sea venido a nuestra ciudad el espejo, el farol, la

estrella y el norte de toda la caballería andante, donde más

modo infinitos caballeros que de la ciudad sobre hermo- largamente se contiene; bien sea venido, digo, el valeroso
sos caballos y con vistosas libreas salían. Los soldados de don Quijote de la Mancha: no el falso, no el ficticio, no el
las galeras disparaban infinita artillería, a quien respon- apócrifo que en falsas historias estos días nos han mos-
dían los que estaban en las murallas y fuertes de la ciu- trado, sino el verdadero, el legal y el fiel que nos describió
dad, y la artillería gruesa con espantoso estruendo rompía Cide Hamete Benengeli, flor de los historiadores. Acticidades de ampliación
los vientos, a quien respondían los cañones de crujía de
a) Elabora un resumen de texto.
b) ¿Qué tipologías están presentes en el fragmento?
c) Señala y explica, al menos, cuatro figuras retóricas que te parezcan representativas del texto.
d) En la parte final del texto, un personaje alude a la versión apócrifa del Quijote. Investiga quién la compuso y cuándo se
publicó. ¿Influyó de alguna manera en Cervantes?
e) Investiga sobre la figura de Cide Hamete Benengeli.

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