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Universidad Central del Paraguay

Curso: Medicina

Linfoma No Hodking

CIUDAD DEL ESTE – PY


2023
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Víctor Hugo Ribas Carriel de Lima
Ana Carolina Reis dos Santos
Luciano Pereira Nascimento
Bruno Maya mendes de Oliveira
Ramon Rodrigues martins
Jhonatas Álvaro dini Duarte
camila carniel brandão

Estevão Pereira Dias


João Pedro Mohamed Said

Linfoma No Hodking

TRABAJO PRESENTADO COMO


REQUISITO PARA OBTENER UN
GRADO EN LA ASIGNATURA DE
ANATOMÍA II Y HISTOLOGÍA II EN
EL CURSO DE MEDICINA EN LA
FACULTAD CENTRAL DE
PARAGUAY.
Dr’s: Solanche Molinas y Rubén Sosa

CIUDAD DEL ESTE


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PY 2023
Sumário
1. Introducción.................................................................................................. 04
2. Linfoma No Hodgkin .....................................................................................05
3. Conclusión.................................................................................................... 12
4. Referencias ................................................................................................... 13

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1. Introducción:

El linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer que se origina en el sistema linfático, un


conjunto formado por órganos y tejidos que producen las células encargadas de la
inmunidad y vasos que transportan estas células por el cuerpo.
El linfoma no Hodgkin tiene la característica de propagarse de forma ordenada, de un
grupo de ganglios linfáticos a otro grupo, a través de los vasos linfáticos. La enfermedad
aparece cuando un linfocito, normalmente de tipo B, se transforma en una célula maligna,
capaz de multiplicarse incontrolablemente y propagarse. La célula maligna comienza a
producir copias idénticas, también llamadas clones, en los ganglios linfáticos. Con el
tiempo, estas células malignas pueden propagarse a los tejidos cercanos y, si no se tratan,
pueden llegar a otras partes del cuerpo. La enfermedad se origina con mayor frecuencia
en la región del cuello y en la región del tórax llamada mediastino.
La enfermedad puede ocurrir en cualquier grupo de edad; sin embargo, es más común
entre adolescentes y adultos jóvenes, adultos y ancianos. Los hombres tienen más
probabilidades de desarrollar linfoma no Hodgkin que las mujeres.
La incidencia de nuevos casos se ha mantenido estable durante las últimas cinco
décadas, mientras que la mortalidad se ha reducido en más del 60% desde principios de
los años 1970 debido a los avances en el tratamiento. La mayoría de los pacientes con
linfoma de Hodgkin se pueden curar con el tratamiento disponible actualmente.

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2. Linfoma no Hodgkin:
Las neoplasias que se originan en el tejido linfoide comprenden un grupo diverso de
enfermedades. Este grupo incluye: linfomas no Hodgkin, linfomas de Hodgkin, mieloma
múltiple, leucemia linfocítica crónica y leucemia linfoblástica.
Los LNH son neoplasias malignas sólidas originadas en tejido linfoide, en células B
o T o Natural Killer y constituyen el 4% de todos los cánceres en Estados Unidos, con
una incidencia anual de 19,1 casos/100 mil habitantes.
Morton y colaboradores estudiaron 136.985 casos de neoplasias hallazgos
hematológicos diagnosticados entre 1992 y 2001 en 12 centros de registro en los EE. UU.
Las neoplasias linfoides representaron el 84% y los LNH el 85% de estos casos. Entre las
neoplasias de células B maduras, la distribución observada fue: linfoma difuso de células
B grandes, 28%; neoplasias de células plasmáticas, 22%; linfoma linfocítico/leucemia
linfocítica crónica, 20%; linfoma folicular, 13% y otros tipos 16%.
La incidencia del LNH ha aumentado en las últimas décadas. En los decenios de 1970
y 1980 se observó un aumento anual del 3 al 4%; La incidencia se estabilizó en el decenio
de 1990 y desde entonces se ha observado una tasa de aumento del 1-2% anual, lo que da
como resultado una incidencia actual de casi el doble de la observada a principios del
decenio de 1980.
Este aumento se ha observado en todo el mundo, especialmente en los mayores de 55
años. Se ha informado predominio masculino en todos los subtipos de LNH. Aunque
históricamente la incidencia ha sido mayor en los blancos que en los negros, este aumento
ha sido mayor en los negros.
La primera descripción de tumores originados en el tejido linfático fue realizada en
1832 por Thomas Hodgkin. En 1865, estos tumores se denominaron enfermedad de
Hodgkin. Posteriormente, se constató que algunos tumores de tejidos linfáticos
presentaban características morfológicas diferentes a la enfermedad de Hodgkin,
recibiendo el nombre de linfomas no Hodgkin (LNH) para distinguirlos de los descritos
originalmente.
Aunque se han producido descripciones de enfermedades linfoides en las décadas
siguientes, los intentos de clasificación histológica del LNH fueron una fuente de
frustración durante muchos años.
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El linfoma no Hodgkin (LNH) consiste en un grupo diverso de tumores malignos de
tejidos linfoides que se sabe derivan de subpoblaciones de glóbulos blancos, células B y
T, con origen en la médula ósea, siendo el 85% de los casos células B. Según la
clasificación REAL (Clasificación europea-americana revisada de neoplasias linfoides),
existen alrededor de 17 tipos de LNH. La mayoría de ellos tienen su patogénesis asociada
a la infección por ciertos virus oncogénicos:
 Virus de Epstein-Barr (VEB): asociado con el desarrollo del linfoma de
Burkitt y del linfoma en el contexto de la terapia inmunosupresora.
 HTLV-I: implicado en leucemia-linfoma de células T en adultos.
 Herpesvirus humano 8 (HHV-8): participa en el desarrollo de linfomas
basados en cavidades corporales (p. ej., linfoma de derrame primario).
Otras causas relacionadas con el LNH incluyen enfermedades autoinmunes como la
tiroiditis de Hashimoto y el síndrome de Sjögren, y agentes químicos y físicos como
insecticidas y anticonvulsivos.
El linfoma de Hodgkin (LH) es una neoplasia caracterizada por un número
relativamente pequeño de células malignas de Hodgkin/Reed-Sternberg mezcladas con
un abundante infiltrado de granulocitos, células plasmáticas, macrófagos y linfocitos.
Varios factores están asociados con la etiología del LH. La infección por el virus de
Epstein-Barr (VEB) es uno de estos factores. Varios estudios han demostrado una
predisposición genética a la enfermedad de Hodgkin, demostrada por la mayor incidencia
en los genogramas de familias judías. Pero se cree que el origen es multifactorial y las
causas ambientales aún no se han demostrado.
Los síntomas del linfoma no Hodgkin no son exclusivos y pueden aparecer en otras
enfermedades. El hecho de que tenga uno o más de los síntomas descritos aquí no significa
que tenga linfoma no Hodgkin.
Debes estar alerta y consultar a tu médico si experimentas los siguientes síntomas:
 Ganglios linfáticos agrandados en el cuello, las axilas y/o la ingle
 Fiebre sin motivo
 Sudores nocturnos
 cansancio enorme
 Pérdida de peso sin motivo
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Lesiones cutáneas con o sin picazón.


 Dolor abdominal, torácico, óseo o de cabeza.
 Abdomen hinchado o sensación de saciedad
 Tos, dificultad para respirar.
La detección temprana del cáncer es una estrategia para encontrar una lesión
precancerosa o un tumor en una etapa temprana y así brindar mayores posibilidades de
éxito en el tratamiento.
La detección temprana se puede realizar mediante la investigación con exámenes
clínicos, de laboratorio o radiológicos de personas con signos y síntomas sugestivos de la
enfermedad (diagnóstico temprano), o mediante el uso de exámenes periódicos en
personas sin signos ni síntomas (screening), pero pertenecientes a grupos. con mayor
probabilidad de padecer la enfermedad.
No existe evidencia científica de que el cribado del Linfoma no Hodgkin traiga
más beneficios que riesgos y, por tanto, a día de hoy no se recomienda.
El diagnóstico temprano de este tipo de cáncer permite mejores resultados del
tratamiento y debe buscarse investigando signos y síntomas como:
 Aparición de uno o más bultos (ganglios linfáticos) debajo de la piel,
generalmente indoloros, principalmente en el cuello, la ingle o la axila;
 Fiebre y sudores nocturnos;
 Fatiga y pérdida de peso sin motivo aparente.
La mayoría de las veces, estos síntomas no son causados por el cáncer, pero es
necesario investigarlos, especialmente si no mejoran en unos pocos días.
Se necesitan varios tipos de pruebas para diagnosticar adecuadamente el linfoma no
Hodgkin. Estas pruebas permiten determinar el tipo exacto de linfoma y aclarar otras
características, cuya información es útil para decidir la forma de tratamiento más eficaz.
Entre las pruebas recomendadas se encuentran la biopsia (extracción de una pequeña
porción de tejido, generalmente de ganglios linfáticos, para su análisis en un laboratorio
de anatomía patológica), la punción lumbar, la tomografía computarizada y la resonancia
magnética.
Una vez confirmado el diagnóstico, la enfermedad se clasifica según el tipo de linfoma
(indolente, es decir, de crecimiento relativamente lento; o agresivo, de alto grado y de
rápido desarrollo) y el estadio en el que se encuentra. Los linfomas indolentes representan
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aproximadamente el 40% y los linfomas agresivos representan el 60% restante.


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Existen varios tipos de biopsia, incluidos los siguientes:
 Biopsia por escisión o incisión: a través de una incisión en la piel, se extirpa
todo el ganglio linfático (escisión) o una pequeña parte del tejido afectado
(incisión). Se considera el estándar de calidad para el diagnóstico de linfomas;
 Punción por aspiración con aguja fina: se extrae una pequeña porción de
tejido mediante aspiración con una aguja;
 Biopsia y aspiración de médula ósea: se extrae una pequeña muestra de
médula ósea (biopsia) o sangre de la médula ósea (aspiración) con una aguja.
Este examen es necesario para determinar si la enfermedad se extiende
también a la médula ósea, lo cual es información importante para decidir el
tratamiento a utilizar;
 Punción lumbar: se extrae una pequeña porción del líquido cefalorraquídeo
(LCR), que baña el cerebro y la médula espinal (que no debe confundirse con
la médula ósea). Este procedimiento determina si el sistema nervioso central
se ha visto afectado.
La mayoría de los linfomas se tratan con quimioterapia, una combinación de
inmunoterapia y quimioterapia, o radioterapia. La quimioterapia consiste en una
combinación de dos o más fármacos, administrados por vía oral o intravenosa. La
inmunoterapia se refiere al uso de medicamentos que tienen un objetivo específico para
un componente que se encuentra en las células del linfoma (por ejemplo, el anticuerpo
anti-CD20, un antígeno que se encuentra en las paredes celulares de algunos linfomas).
La radioterapia es una forma de radiación utilizada, en general, para erradicar o reducir la
carga tumoral en localizaciones específicas, para aliviar los síntomas o también para
reforzar el tratamiento de quimioterapia, reduciendo las posibilidades de que la
enfermedad regrese en localizaciones más propensas a recaer.
En el caso de los linfomas indolentes, las opciones de tratamiento van desde la
simple observación clínica hasta tratamientos muy intensivos, dependiendo de la
indicación médica.
Para los linfomas con mayor riesgo de invasión del Sistema Nervioso Central –
SNC (cerebro y médula espinal), se utiliza la terapia preventiva (inyección de
medicamentos de quimioterapia directamente en el líquido cefalorraquídeo y/o
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radioterapia que involucra el cerebro y la médula espinal). En pacientes cuyo SNC ya está
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afectado, o que desarrollan esta complicación durante el tratamiento, se realizan estos


mismos tratamientos. La estrategia de tratamiento dependerá del tipo específico de
linfoma no Hodgkin.
Rutina de seguimiento postratamiento para pacientes con linfoma no Hodgkin:
Exámenes de seguimiento regulares: visitar al médico con regularidad para realizar
exámenes físicos y pruebas de laboratorio para controlar su condición. Las pruebas de
laboratorio incluyen hemogramas completos, pruebas químicas, pruebas de función
hepática y renal y pruebas de imágenes como tomografías computarizadas o resonancias
magnéticas, según sea necesario. La frecuencia de estos exámenes dependerá del tipo de
linfoma, el estadio de la enfermedad y el tratamiento realizado.
Monitoreo de los efectos secundarios: durante y después del tratamiento, es
importante monitorear los efectos secundarios de la terapia. Esto puede incluir
evaluaciones de la función cardíaca, pulmonar y hepática. Además, es fundamental
comprobar la presencia de infecciones oportunistas debidas a la supresión del sistema
inmunológico por el tratamiento, especialmente si se administran terapias
inmunosupresoras adicionales.
Detección temprana de recaídas: se deben evaluar los signos de posible recaída del
linfoma no Hodgkin, como agrandamiento de los ganglios linfáticos, sudores nocturnos,
fatiga persistente o síntomas similares a los de la gripe.
Es importante recalcar que esta es una rutina de seguimiento general y que las
necesidades de cada paciente pueden variar. La rutina de seguimiento se adaptará a las
características específicas de cada caso, teniendo en cuenta el tipo de linfoma, el estadio
de la enfermedad, el tratamiento realizado y las condiciones médicas individuales.
Linfomas no Hodgkin: Los LNH se presentan principalmente en adultos, aunque
también pueden verse afectados niños y generalmente en casos más agresivos. La
presentación clínica varía según el tipo histológico, pudiendo comportarse de forma
menos agresiva, intermedia o muy agresiva.
Las primeras manifestaciones clínicas de la enfermedad aparecen como un
agrandamiento indoloro de los ganglios linfáticos, que progresa lentamente de tamaño y
llega a otros ganglios linfáticos. Los síntomas constitucionales como pérdida de peso,
fiebre y sudores nocturnos son menos frecuentes.
El LNH también ocurre extranodal, principalmente en la boca, en la región del fondo
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del surco, encías y paladar. Se presenta como hinchazones firmes y difusas, de color
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eritematoso o violáceo y generalmente con superficie ulcerada.


El linfoma de Burkitt es un tipo de LNH de células B que afecta principalmente a los
huesos gnáticos. Radiográficamente aparece como destrucciones radiolúcidas del hueso
con márgenes irregulares y mal definidos. El linfoma de Burkitt se ha relacionado con el
virus de Epstein-Barr (VEB).

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Los LNH se caracterizan histológicamente por una proliferación de células
linfocíticas, que presentan características de malignidad como hipercromatismo nuclear,
nucléolos evidentes, pleomorfismo nuclear y mitosis atípicas.

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3. Conclusión:

Con base en las investigaciones realizadas, se concluye que forman un grupo


heterogéneo de trastornos que implican la proliferación monoclonal maligna de células
linfoides en sitios linforreticulares, incluidos los ganglios linfáticos, la médula ósea, el
bazo, el hígado y el tracto gastrointestinal. Los síntomas de presentación suelen incluir
linfadenopatía periférica. Sin embargo, algunos pacientes se presentan sin linfadenopatía
pero con linfocitos anormales en la circulación. Es probable que la enfermedad esté
diseminada en el momento de la presentación y el diagnóstico generalmente se basa en
una biopsia de ganglios linfáticos o de médula ósea, o ambas. Las estrategias de
tratamiento pueden incluir observar y esperar, quimioterapia, fármacos dirigidos e
inmunoterapias; ocasionalmente se añade radioterapia. Con pocas excepciones, el
trasplante de células madre generalmente se reserva para pacientes con linfomas agresivos
después de una remisión incompleta o una recaída.

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4. Referencias:

I. CHESON BD, et al. Report of an international workshop to standardize response


criteria for non-Hodgkin's lymphomas. NCI Sponsored International Working
Group. J Clin Oncol 1999;17(4):1244.
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Oncol 2007;25(5):579-86.
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alone in elderly patients with diffuse large-B-cell lymphoma. N Engl J Med
2002;346(4):235-42.
V. COIFFIER B. State-of-the-art therapeutics: diffuse large B-cell lymphoma. J Clin
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VI. CROSS CK, HARRIS J, RECHT A. Race, socioeconomic status, and breast
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VII. DEVESA SS, FEARS T. Non-Hodgkin’s lymphoma time trends: United States
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VIII. DOGAN A, MORICE WG. Bone marrow histopathology in peripheral T-cell
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IX. ECONOMOPOULOS T, et al. Multifocal extranodal non-hodgkin lymphoma: a
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X. FAGUNDES EM, et al. De novo acute myeloid leukemia in adults younger than
60 years of age: socioeconomic aspects and treatment results in a Brazilian
university center. Leuk Lymphoma 2006;47(8):1557-64.
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