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´´Ubi homo ibis societas, ubi societas ibi ius´´ Allí donde hay hombres hay

sociedad, allí donde hay sociedad hay derecho´´.


Lección 1. Comprensión del derecho y terminología jurídica.
La primera habilidad basca del jurista es poder hablar y saber expresarse en público.
Desde la antigüedad se ha destacado el carácter social del hombre y la necesidad de
regulación de la conducta humana en sociedad, de ahí el aforismo ´´Ubi homo ibis
societas, ubi societas ibi ius´´.
Etimológicamente la palabra derecho deriva de la voz latina ´´directus´´, que significa
lo derecho, lo recto, lo rígido. Sin embargo, para referirse a lo que nosotros llamamos
derecho los romanos empleaban la voz ´´íus´´.
El derecho no es el único orden normativo que regula la conducta humana, junto al
derecho podemos hablar d ella moral, los usos sociales y la religión. La ciencia que
estudia la moral se llama ética, la que estudia los usos sociales es la sociología, la que
estudia la religión es la teología y la que se ocupa del derecho es la teoría del
derecho.
La teoría del derecho, puede definirse como el desarrollo de los conceptos jurídicos
fundamentales, es decir, los más abstractos, a esta teoría pertenecen por ejemplo y
entre otras muchas las definiciones de sujetos de derecho, relación jurídica hechos y
actos jurídicos, ordenamiento jurídico o norma jurídica.
Como consecuencia de su naturaleza abstracta, estos conceptos son igualmente
utilizables en todas las ramas del derecho y sus significado permanece invariable con
independencia del contenido concreto al que sean aplicados.
Al jurista la teoría del derecho le permite estudiar los elementos del ordenamiento
jurídico existente en toda organización social y lols fundamentos científicos y
filosóficos que han permitido su evolución hasta nuestros días.
4 sentidos de la palabra derecho:
1. La palabra derecho es una palabra plurisémica, esto es que tiene distintas
acepciones o se usa con diversos significados.
En primer lugar, designa el conjunto de normas o reglas que rigen la actividad
humana en la sociedad cuya inobservancia está sancionada. Este sentido o significado
de la palabra derecho es objetivo como conjunto normativo. Así por ejemplo si
decimos que el derecho español presenta diferencias con el derecho francés.
Existe un acuerdo o convención que casi todos los tratadistas respetan en virtud del
cual en el derecho en sentido objetivo la D de derecho se escribiría con mayúscula
para diferenciarlo del sentido derecho subjetivo. En el sistema anglosajón para
referirse al derecho en sentido objetivo utilizan el término ´´LAW´´.
2. El segundo término designa las facultades o prerrogativas atribuídas a una persona
que le permiten gozar de algo o exigir de otra persona una prestación, sería el derecho
en sentido subjetivo. Así por ejemplo cuando decimos: tengo derecho a la vida, al
amor, a la libertad de expresión…
Para distinguirlo del derecho en sentido objetivo, en el derecho en sentido subjetivo
la D se suele escribir con minúscula. En el sistema anglosajón para referirse al
derecho en sentido subjetivo utilizan el término´´ right´´.
3. En tercer lugar, el derecho como equivalente a justicia, como portador del valor
justicia, así por ejemplo si decimos: no hay derecho a que los insumisos vayan a la
cárcel, en este ejemplo ´´no hay derecho´´equivaldría a ´´no es justo´´.
4. En cuarto y último término se emplea en el sentido de ciencia, investigación, o
estudio del derecho, así por ejemplo si decimos: el derecho que se imparte en la
universidad Complutense de Madrid goza de un alto prestigio.

La palabra derecho además de plurisémica es una palabra que puede resultar en


ocasiones ambigua, en la medida en que resulte confuso determinar con cual de los
significados mencionados es usado, aunque es cierto que esto sucede en pocos casos.

Definición de derecho:
Hay gente que define derecho como orden coactivo, impone sanciones en caso de
incumplimiento y arbitra medios. Otra definición es un control social para evitar la
mayor conflictividad posible.
Afrontar la definición de lo que es el derecho no resulta tarea fácil, podríamos dar
muchas definiciones y todas serían correctas en ciertamente, pero no nos permitirían
entender con claridad el concepto de derecho. De ahí que muchos autores señalen que
uno de los problemas relacionados con el concepto de derecho es el de vaguedad.
La búsqueda de una definición de lo que es el derecho, de lo que se denominan
caracteres esenciales o diferencias del Derecho ha sido una constante de la filosofía
del Derecho. Hay autores que señalan que hablar de Derecho implica hablar de
normas y coactividad, otros autores dicen que implica hablar de normas que
responden a ciertos postulados de justicia o que provengan el Estado.
El problema es que resulta dudoso que alguna de estas características sirvan para
diferenciar claramente al derecho de otros órdenes normativos que regulan la
conducta del hombre en sociedad. Por tanto, no s puede plantear la cuestión de la
definición del derecho en términos de verdadero o falso. Las definiciones del derecho
serán más o menos adecuadas, mejores o peores dependiendo del propósito de la
definición. A lo largo de la historia se ha dicho que el derecho son normas jurídicas
que es la realización de la justicia, que es un aparato de represión de la sociedad o
una técnica de control social o que es la expresión del espíritu del pueblo.
No obstante, cuando la mayoría de la gente habla del derecho se refiere al mismo en
su acepción de derecho en sentido objetivo, esta concepción del derecho es la
mayoritaria o dominante en nuestros días, por ello se puede afirmar que según la
concepción dominante por derecho se entiende al conjunto de normas emanadas por
el poder político soberano propio del estado moderno.
Primera habilidad básica del jurista: capacidad de conocer los conceptos
jurídicos básicos del derecho, entenderlos y saber transmitirlos.
El jurista debe abordar la comprensión del derecho desde una pluralidad de
perspectivas y no limitarse al estudio exclusivo del contenido de las normas. Para la
práctica totalidad de la población el lenguaje jurídico se caracteriza por su difícil, casi
imposible comprensión por tanto, es necesario que el jurista tenga en cuenta siempre
la necesidad de emplear un lenguaje claro y sencillo pero no por ello, carente del
necesario rigor jurídico.
Por ello, se considera una habilidad básica y necesaria del jurista la capacidad para
adaptar el lenguaje jurídico empleado al destinatario o destinatarios del mismo, algo
que en ocasiones puede no resultar una tarea fácil.
En roma, se señalaba que las normas jurídicas deben de ser comprensibles para todos.
Montesquieu afirmaba que la comprensión de las leyeron debe exigir un esfuerzo
especial.
Como ha señalado el tribunal constitucional, el principio de seguridad jurídica
consagrado en el artículo 9.3 de la constitución implica que ´´el legislador debe
perseguir la claridad y no la confusión normativa procurando que acerca de la materia
sobre la que legisle sepan los operadores jurídicos y los ciudadanos a qué atenerse´´.
No obstante, la realidad es que en la actualidad, poder entender el contenido de las
normas jurídicas no es algo que esté al alcance de todos. Es posible pensar que si los
ciudadanos pudieran comprender plenamente las normas jurídicas y las
consecuencias de su inobservancia, no serían necesarios tantos juristas.
En cualquier caso, en los últimos años la búsqueda de un lenguaje jurídico claro se ha
convertido en un objetivo fundamental por parte de todos, incluidos los diferentes
organismos gubernamentales tanto a nivel nacional como en el seno de la UE.
También se ha intentado aunque no parece que se haya logrado del todo, que los
órganos jurisdiccionales utilicen un lenguaje claro y preciso de forma que pueda
comprenderse sin dificultad. No obstante, en ocasiones para los tribunales resulta
sumamente complicado conciliar claridad y sencillez con el necesario rigor técnico,
que no puede ni debe desaparecer técnicamente. Por todo lo señalado, parece
necesario no solamente educar a la ciudadanía en conocimientos jurídicos sino
también simplificar el lenguaje jurídico en la medida de lo posible. Para poder
comenzar a comprender el mundo jurídico de una forma más completa y
especializada es necesario estudiar de manera detenida e individualizada algunos de
los conceptos jurídicos más básicos y fundamentales.
Los conceptos jurídicos básicos son instrumentos indispensables para el estudio y la
práctica del derecho, además de ser la base teórica de otros conceptos más complejos.
Son por tanto, conceptos que todo jurista debe comprender, manejar y saber
transmitir.
Los conceptos jurídicos básicos que vamos a analizar son los siguientes.
1. Sujetos del derecho.
2. Relación jurídica.
3. Hecho y actos jurídicos.
4. Ordenamiento jurídico.
5. Norma jurídica.

1. Sujetos de Derecho.

El derecho se destina a regular las relaciones existentes entre personas, a los


destinatarios de las normas se les llama sujetos de derecho, y pueden ser tanto
personas físicas como personas jurídicas, también la Administración Pública.
Los sujetos de Derecho, lo son porque son titulares de derechos y obligaciones, el
artículo 30 del vigente código civil, señala que son personas todos los entes
susceptibles de adquirir derechos o contraer obligaciones. En la actualidad, toda
persona por el hecho de ser persona es sujeto de Derecho, no obstante, a lo largo de la
historia, el hecho de ser persona no siempre ha significado ser sujeto de Derecho,
basta señalar a los esclavos o el papel de la mujer en determinados momentos
históricos.
Los animales y las cosas no son sujetos de Derecho, el hecho de que existía normas
que castigan a una persona que causa daño a un animal no significa que el animal sea
sujeto de Derecho. Toda persona por el hecho de serlo, posee capacidad jurídica, esto
es la aptitud para ser sujeto de Derechos y obligaciones, para ser sujeto o titular de
relaciones jurídicas. No obstante, no todas las personas tienen capacidad de obrar,
esto es la aptitud para realizar actos dotados de eficacia jurídica, es decir, la
posibilidad que tiene una persona de ejercitar por sí mismo los derechos y
obligaciones de los que es titular con plena eficacia.
En el caso de las personas físicas, solamente la edad y la falta de capacidad puede
limitar su capacidad de obrar.
Los menores de edad a partir de los 14 años sobretodo, empiezan a completar su
capacidad de obrar, con la mayoría de edad 18 años, se adquiere la plena capacidad
de obrar, pudiendo ser titulares de cualquier relación jurídica salvo la adopción, para
la que se exige 25 años.
Antes de la reforma del año 2021, la falta de capacidad total o parcial, temporal o
permanente de una persona física, solamente podía determinarse mediante sentencia
judicial en alguno de los casos expresamente previstos en la ley, esto es enfermedades
o deficiencias persistentes de carácter físico o psíquico que impidan a una persona
gobernarse por sí misma, nombrando en estos casos un tutor. Tras la reforma del año
2021, desaparece la tutela tal y como se concebía y se sustituye por la curatela, que
consiste en apoyos puntuales. También, desaparece la incapacitación judicial y la
patria potestad prorrogada más allá de la mayoría de edad. No hay tutela tal y como
se concebía pero la reforma refuerza otras figuras que ya existían como la curatela, la
guardia de hecho y el defensor judicial.
- La curatela es una resolución judicial en la que se especifica cuáles son los apoyos
que necesita la persona discapacitada, en los casos más graves, en los que la
persona no se pueda comunicar o no pueda tomar decisiones, la curatela se
adaptará a esa situación. La pueden ejercitar familiares, gente cercana a la persona
discapacitada y centros o fundaciones que trabaja con ello.
- La guardia de hecho consiste en designar a una persona cercana para que presten el
apoyo que el afectado necesite, no necesita proceso judicial se puede realizar
mediante un acta notarial. Sirve por ejemplo para realizar trámites bancarios.
- El defensor judicial es una persona designada judicialmente para actuar en
momentos concretos. Por ejemplo, la venta de una vivienda, o cuando hay un
conflicto de intereses entre el curador y la persona con discapacidad.
2. La relación jurídica.
Los primeros antecedentes de relación jurídica, se remontan al derecho romano y al
derecho medieval. En el derecho romano, en el vínculo casi físico que unía a acreedor
y deudor, en la edad media, se empieza a distinguir en el matrimonio entre el acto de
contraerlo y la situación resultante de dicho acto. En el siglo XIX, Savingny,
distingue en la relación jurídica un doble elemento, elemento material o relación
social sobre la que se configura la relación jurídica y elemento formal o regulación de
la relación social por el ordenamiento jurídico. Sólo las relaciones sociales que son
dignas de protección jurídica, esto es, que están necesitadas de protección jurídica,
serán reguladas por el ordenamiento jurídico. No basta una relación social
contemplada por las normas jurídicas y con consecuencias jurídicas para que exista
una relación jurídica.
Para Diez-Picazo ´´es una situación jurídica la que se encuentran dos o más personas
respecto de determinados bienes o intereses vitales y que aparece estable y
orgánicamente regulada como cauce para la realización de una función social o
económica merecedora de tutela jurídica ´´
Para Albaladejo ´´es aquella situación en que se encuentran varias personas entre sí
regulada orgánicamente por el derecho que engloba un conjunto de poderes,
facultades y deberes que corresponden a las personas que en ella intervienen´´
En ambas definiciones hay una serie de notas o características comunes:
- La relación jurídica es una situación jurídica, se caracteriza por su carácter estático
y vocación de permanencia en el tiempo frente a los actos jurídicos que son los que
crean, modifican y extinguen las relación jurídica.
- La relación jurídica tiene lugar necesariamente entre personas, no existen
relaciones jurídicas entre cosas ni entre una persona de una cosa ni entre una
persona y un lugar, ni entre una persona y un animal. A las personas que interviene
en la relación jurídica, se les llama titulares o sujetos de la relación jurídica, la
cualidad que a una persona le confiere el hecho de ser uno de los sujetos de la
relación jurídica se denomina titularidad. Las titularidades pueden ser de distinto
tipo, según la posición que ocupa la persona en la relación jurídica se puede hablar
de titularidad activa o de titularidad de poderes jurídicos, titularidad pasiva o
titularidad de deberes jurídicos y titularidad recíproca o titularidad de poderes y
deberes recíprocos. Según el numero de titulares, la titularidad puede ser única, o
múltiple, una cotitularidad.
- La relación jurídica tiene un objeto sobre el que recae, según el artículo 1271 del
Código Civil, pueden ser objeto de una relación jurídica ´´todas las cosas que no
están fuera del comercio de los hombres´´. Puede ser tanto un bien material, una
cosa, como un bien inmaterial, como los derechos de propiedad intelectual e
industrial. También puede ser objeto de una relación jurídica una determinada
conducta o prestación, esto es dar, hacer o no hacer alguna cosa o prestar un
servicio.
- La relación jurídica tiene que estar regulada orgánicamente por el derecho y debe
tener una causa por la cual se da que sea lícita.
El consentimiento prestado entre personas con capacidad legal para poder prestarlo,
es un elemento necesario en cualquier relación jurídica. Será nulo el consentimiento
prestado entre las partes que intervienen en la relación jurídica por error, violencia,
intimidación o dolo.
Hay dolo cuando con palabras o maquinaciones insidiosas una parte induce a la otra a
celebrar un contrato que sin ellas no hubiera llevado a cabo.
3. Hechos y actos jurídicos.
Hechos jurídicos en sentido estricto

Hechos jurídicos: ——>

Actos jurídicos simples


Actos jurídicos —>

Negocios jurídicos.

Un hecho es un todo suceso, acontecimiento o fenómeno acaecido (sucedido, que


tiene lugar) en la realidad, puede ser puntual o prolongarse en el tiempo,
denominándose entonces ´´estado´´. Un hecho será jurídico si las normas jurídicas lo
regulan otorgando al mismo determinados efectos jurídicos (consecuencias jurídicas).
Los hechos jurídicos pueden ser de dos tipos: hechos jurídicos en sentido estricto y
actos jurídicos.
Se considera hechos jurídicos en sentido estricto aquellos en los que la voluntad
humana no es determinante para la existencia de efectos jurídicos, son hechos
procedentes de una realidad ajena a la voluntad de las personas, que son tenidos en
cuenta por las normas jurídicas y que por ello tienen efectos jurídicos, se tratan de
acontecimiento de la naturaleza o momentos relacionados con el hombre como su
nacimiento, paso del tiempo o muerte.
Por el contrario, en los actos jurídicos los efectos jurídicos son consecuencia de actos
humanos conscientes y libres y que han llegado a ser materializados externamente. El
derecho (en sentido objetivo) valora un hecho como acto jurídico si se ha llevado a
cabo por una persona de forma libre, consciente y persiguiendo sus consecuencias
prácticas. Por ejemplo, contraer matrimonio, donar un bien o firmar un contrato de
arrendamiento. Dentro de lo actos jurídicos, en algunos casos, los efectos jurídicos
vienen establecidos de forma tasada y forzosa en las normas jurídicas, hablándose de
actos jurídicos simples, y en otros casos el sujeto puede establecer, modular o graduar
los efectos jurídicos siempre dentro de los límites previstos en el ordenamiento
jurídico, hablándose entonces de negocios jurídicos.

4 y 5. Ordenamiento jurídico y la norma jurídica.


Una de las formas más tradicionales de explicar el derecho, toma como eje a la norma
jurídica, la explicación de la norma jurídica conduce a la explicación misma del
derecho. Partiendo de la idea de que si sabemos lo que es una norma jurídica,
sabremos también lo que es el derecho, se formula la denominada teoría normativista,
que ha ocupado en la historia del pensamiento jurídico un lugar destacado durante
décadas. La razón de la permanencia en el tiempo de esta teoría, hay que buscarla en
la fortuna con que se ha enfrentado a otras teorías del derecho diferentes frente a otras
propuestas de explicación del derecho desde ángulos no normativos como la teoría de
la relación intersubjetiva o la teoría institucional del derecho, el normativismo casi
siempre ha conseguido imponerse.
La teoría de la relación intersubjetiva, que se remonta a Kant, sostiene que lo que
verdaderamente caracteriza al derecho, es la relación entre sujetos. Frente a esta
concepción el normartivismo se pregunta en qué consiste esa relación y señala que lo
que la caracteriza, no es tanto la intervención de dos o más sujetos que se conectan
entre sí, sino el modo específico en que tiene lugar esa conexión, es decir, la posición
que cada parte o sujeto ocupa en la relación jurídica.
El normativismo señala que a la hora de determinar y de limitar la posición que cada
parte ocupa en la relación, juega un papel fundamental en la norma jurídica, incluso
con anterioridad a que las partes tengan intención de relacionarse. Por ello admite la
importancia de la relación jurídica en la configuración y conocimiento del derecho,
pero subraya la mayor importancia de la norma jurídica.
La teoría institucional del derecho, cuyos representantes más destacados fuera
Hauriou en Francia y Santi Romano en Italia, sostiene que el derecho es ante todo
institución, esto es organización de bienes y de personas. Por ello, para explicar qué
es el derecho debemos analizar la institución jurídica. El normativismo ante dichos
planteamientos, señala que toda organización implica una distribución o asignación
de competencias y responsabilidades, y que la misma está establecida conforme a los
criterios fijados en una norma jurídica. Por tanto, una vez más, si queremos saber qué
es el derecho, debemos acudir al estudio de la norma jurídica.
No obstante, existe otra forma de explicar el derecho, se trata de la teoría del
ordenamiento jurídico, que sostiene que el conocimiento de la norma jurídica no nos
puede proporcionar el conocimiento del derecho, porque el derecho no es norma en
singular, sino normas en plural, esto es conjunto ordenado de normas o sistema. Por
tanto, el análisis de uno solo de estos elementos no es suficiente, si pretendemos
entender qué es el derecho, debemos examinar el conjunto normativo, el tipo de
relaciones que unen entre sí a las normas jurídicas y sus características en cuanto a
conjunto. No obstante esta teoría no es una teoría antinormativista, sino más bien, una
continuación o perfeccionamiento del normativismo, puesto que al fin y al cabo la
base del derecho continúa siendo la norma jurídica. Si bien ahora la norma jurídica es
estudiada desde la complejidad y pluralidad de las relaciones entre normas.

La utilización del término ´´ordenamiento jurídico´´se debe a Santi Romano, quien en


1917 en una obra del mismo título popularizó la expresión. Anteriormente, se usaban
los términos ´´ius´´ y ´´lex´´ empleando el término ´´lex´´ en sentido amplio como
sinónimo de legislación. Con la codificación se hacía necesario contar con un término
que designase el conjunto de normas jurídicas.
El ordenamiento jurídico estaría constituido por el conjunto de todas las normas
jurídicas mientras que las normas jurídicas sería cada uno de los elementos o partes
componentes del ordenamiento jurídico. Sin embargo, hoy el término ´´ordenamiento
jurídico´´significa más que un simple agregado de normas jurídicas, intenta destacar
la unidad sistemática del conjunto.
3 son las características del ordenamiento jurídico: plenitud, coherencia y unidad.

- Plenitud: con la plenitud se alude a la necesidad de todo sistema jurídico de ser


completo, es decir, de contener las normas jurídicas necesarias para que cualquier
caso, conducta o situación que se presente en la vida real pueda ser solucionado
con arreglo a derecho. Lo que sucede es que la realidad es mucho más rica y
variada, de ahí que exista la posibilidad aunque sea sumamente excepcional de
casos, conductas o situaciones no previstos y que sin embargo necesitan ser
regulados, dado lugar al fenómeno de la laguna o vacíos legales.
- Coherencia: el conjunto de normas jurídicas que forman el ordenamiento jurídico
no es una mera adición superpuesta, sino un todo ordenado en el que cada parte
adquiere sentido en relación con las demás donde cada pieza (norma jurídica)
encaja perfectamente con las restantes constituyendo un sistema normativo. Para
afirmar que el ordenamiento jurídico es coherente, estamos descartando las
antinomias o contradicciones normativas que existen en muy raras ocasiones y a
menudo se destruyen tras una correcta interpretación de las normas aparentemente
contradictorias.
- Unidad: hay una serie de reglas que proporcionan los criterios de pertenencia de
las normas jurídicas al sistema jurídico. Dichas reglas establecen qué requisitos
deben tener una norma para que sea considerada parte del sistema jurídico. Por
tanto, al cumplir todas las normas que forman parte del sistema jurídico unos
mismos requisitos de validez se considera que este constituye una unidad.

La consideración de la norma jurídica como juicio hipotético fue puesta de manifiesto


por Zitelmann y sobretodo por Kelsen, e intenta expresar la relación existente entre
una hipótesis y una tesis, entre un supuesto de hecho y una consecuencia jurídica.
Tradicionalmente la estructura de la norma jurídica ha sido representada con la
siguiente fórmula: ´´si es A, debe ser B´´, donde A representa el sujeto de hecho y B
la consecuencia jurídica.
El vínculo que une a ambos elementos es una relación de imputación, la relación de
imputación es propia de las normas jurídicas, lingüísticamente se manifiesta en
proposiciones prescriptivas, preceptivas o imperativas, que hacen hacer. De las
proposiciones prescriptivas, se puede predicar la justicia o injusticia, la validez o
invalidez, o la eficacia o ineficacia.
Frente a la relación de imputación propias de las normas jurídicas se encuentra la
llamada relación de causalidad que une una causa con su efecto: Sigue la fórmula si
es A es B.
La relación de causalidad es propia de las leyes físicas o leyes de la naturaleza, su
enunciación da lugar a preposiciones descriptivas que hacen saber, de ellas se puede
afirmar su verdad o falsedad. La diferencia entre imputación y causalidad radica en
que en la primera el vínculo entre el supuesto de hecho y la consecuencia jurídica no
es necesaria, sino que es un acuerdo al que han llegado los responsables de la
comunidad política encargados de aprobar las normas jurídicas. Por el contrario, en la
relación de causalidad, el vínculo entre la causa y el efecto es necesario porque no
podría ser de otra manera, de no ser así, de no poderse constatar y comprobar
empíricamente, la ley física perdería su condición de tal.
Junto al supuesto de hecho y la consecuencia jurídica, se suele hablar de un tercer
elemento de la norma jurídica, se trata de la ratio, que puede tener las siguientes tres
acepciones:
1. Como finalidad: esto es el para qué de la norma jurídica.
2. Como fundamento: esto es el porqué de la norma jurídica
3. Como objeto: esto es el qué de la norma jurídica o interés jurídicamente
protegido por la norma jurídica.

Finalmente es necesario diferenciar entre disposición y norma jurídica en sentido


estricto. Conceptos que se han empleado en ocasiones de forma errónea en el mundo
jurídico. Por disposición o enunciado normativo, se entienden la formulación
gramatical o lingüística en la que se expresa un significado normativo, mientras que
una norma jurídica en sentido estricto o significado normativo sería el significado que
se otorga u obtiene al interpretar la disposición.

Lección 2. Fuentes de información jurídica.


Para comprender el derecho es necesario poder acceder a toda la documentación e
información jurídica. Las fuentes de información jurídica, nos permiten acceder a
documentación jurídica valida, de esta manera el jurista puede conocer y entender
globalmente el fenómeno jurídico. Para el jurista la búsqueda de informaron jurídica
es una parte muy importante de su trabajo.
La existencia de bases de datos que contienen la documentación jurídica organizada
sistemáticamente, facilita la labor del jurista ante el abundante número de
disposiciones normativas y resoluciones judiciales existentes.
Internet ha generalizado el acceso de todos a todas las fuentes de información
jurídica. Hay tres clases de documentación jurídica: legislativa, judicial y doctrinal o
científica, que dan lugar a tres fuentes de información jurídicas: fuentes legislativas,
fuentes jurisprudenciales y fuentes doctrinales.
- Fuentes legislativas: son las fuentes más importantes y dentro de las mismas es
necesario incluir toda la documentación legislativa en sentido amplio, es decir,
todas las fuentes del derecho formadas por disposiciones incluyendo la propia
Constitución, también las diferentes fuentes comunitarias: tratados, directivas,
reglamentos comunitarios y decisiones comunitarias, todos los tipos de leyes, tanto
orgánicas como ordinarias, tanto estatales como autonómicas. Las demás fuentes
de rango legal: decretos ley y decretos legislativos y las diversas fuentes de rango
reglamentario: reales decretos y órdenes ministeriales. Para consultar las fuentes
legislativas será necesaria la consulta de los boletines oficiales en los que las
disposiciones normativas se publican. El. Boletín oficial del Estado (BOE) dejó de
publicarse en papel el 31 de diciembre de 2008 y ahora podemos consultarlo
gratuitamente en la página www.boe.es. Otros boletines oficiales, serían el boletín
oficial del registro mercantil, los boletines oficiales de las comunidades
autónomas, y los boletines provinciales. En ocasiones también es conveniente la
consulta de la documentación generada en las cortes generales, tanto del congreso
de los diputados como del senado en el proceso de elaboración normativa. El
acceso a las fuentes de documentación parlamentaria es posible gracias a las
paginas web del congreso y del senado. También hay que mencionar el diario
oficial de la unión europea al que podemos acceder gratuitamente a través de Eur-
lex, que contiene la legislación de la unión europea. También existen en la
actualidad innumerables bases de pago que introducen un gran numero de mejoras
como Thompson Reuters Aranzadi, la ley digital, el derecho, Tirant online y V-
Lex.
- Fuentes jurisprudenciales: en España, el término ´´jurisprudencia´´puede
definirse como la identidad de razón común a un conjunto de sentencias
provenientes de la sala correspondiente del tribunal supremo o a las sentencias del
Tribunal Constitucional en la interpretación y aplicación de normas jurídicas. En
España, antes de la Constitución, la jurisprudencia en sentido amplio e impropio se
entendía que podía provenir de cualquier juez o tribunal al dictar sentencia. Sin
embargo, en sentido estricto o técnico se limitaba el concepto de jurisprudencia al
criterio constante y uniforme mantenido por el tribunal supremo. Tras la
Constitución junto a la jurisprudencia del Supremo, surge otro tipo de
jurisprudencia, la denominada jurisprudencia constitucional. La jurisprudencia
Constitucional es la doctrina que sienta el Tribunal Constitucional al abordar las
cuestiones ante él planteadas. Por tanto, jurisprudencia ya no es solo la del tribunal
supremo, sino también la del tribunal constitucional, pero la Constitución establece
una segunda novedad en materia jurisprudencia al incluir también una
jurisprudencia de ámbito autonómico, la de los tribunales superiores de justicia de
las comunidades autónomas, que se configuran en nuestra constitución como
órganos jurisdiccionales del estado en las CCAA, y crean jurisprudencia en las
sentencias que versen sobre determinadas instituciones existentes en su territorio.
No constituyen jurisprudencia en sentido estricto las sentencias de los órganos
jurisdiccionales inferiores, ni las procedentes de otros órganos administrativos en
forma de resoluciones tales como las de la dirección general de lo contencioso o
las de la dirección general de los registros y del notariado a pesar de su valor
interpretativo. También es jurisprudencia la procedente del tribunal de justicia de
la union europea con sede en Luxemburgo, la procedente del tribunal europeo de
derechos humanos con sede en Estrasburgo y desde abril de 2002, la procedente de
la Corte Penal Internacional con sede en La Haya. Para que haya jurisprudencia del
tribunal Constitucional solo se exige una sentencia, que tiene carácter vinculante,
es una autentica fuente de derecho. En el caso del Tribunal Supremo y de los
tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas se refieren dos o
más sentencias con idéntica interpretación para decir que hay jurisprudencia. La
jurisprudencia del tribunal supremo se discute si es fuente del derecho o no,
señalando que aunque de ´´iure´´ no puede considerarse fuente formal del mismo
en sentido estricto de ´´facto´´sí lo es. Frente al sistema español y los sistemas
continentales, encontramos el sistema anglosajón como el norteamericano donde la
jurisprudencia tiene unas características diferentes por tres razones: 1. En el
sistema anglosajón la jurisprudencia es la principal fuente del derecho. 2. En el
sistema anglosajón basta con una sola sentencia para que halla jurisprudencia. 3.
La jurisprudencia en el sistema anglosajón procede de cualquier juez o tribunal sin
importar su rango jerárquico. Las resoluciones judiciales nacionales se pueden
consultar en la base de datos del centro de documentación judicial (CENDOJ). La
jurisprudencia del Tribunal Constitucional no está en el CENDOJ, pero se puede
consultar a través de la base de datos del BOE o desde el propio buscador del
Tribunal Constitucional. A la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea y del Tribunal Europeo de derechos humanos, podemos acceder
directamente desde sus páginas web, la jurisprudencia del primero, la encontramos
en CURIA y la del segundo en HUDOC. También hay infinidad de bases de datos
jurisprudenciales no gratuitas como Aranzadi, la ley o el derecho.
- Fuentes doctrinales: históricamente la doctrina científica ha tenido un gran
prestigio, incluso fuerza vinculante. En la actualidad no es fuente de derecho si no
solo un medio para conocerlo. Son las opiniones, puntos de vista e interpretaciones
mantenidas por los diferentes autores especialistas en las distintas ramas de
derecho en manuales, monografías, artículos de revista, comentarios de
jurisprudencia, tesis doctorales y otros trabajos de investigación. Su valor depende
del prestigio de cada autor y de lo razonables, convincentes y fundamentados que
resulten los argumentos utilizados. Internet ha facilitado el acceso a un amplio
abanico de fuentes doctrinales, existen numerosos portales bibliográficos como V-
Lex, Dialnet y Latindex. El principal problema al que debe enfrentarse el jurista
que accede a estas fuentes, es saber discernir el valor, utilidad e interés que tiene
cada documento doctrinal
Lección 3. Búsqueda de información jurídica.

El concepto de sociedad de la información se utiliza desde la década de los setenta


para definir a una sociedad en la que la creación, distribución y manipulación de la
información ha adquirido un papel destacado. Las denominadas tecnologías de la
información y de la telecomunicaciones facilitan estas tareas, y pueden definirse
como aquellas técnicas, desarrollos y dispositivos de carácter avanzado que sirven
para almacenar, procesar y transmitir datos y cuyo máximo exponente es internet. El
término sociedad de la información no es más que un reflejo de la sociedad actual,
una sociedad interconectada por las innovaciones tecnológicas que permiten que la
información fluya de manera instantánea desde y en cualquier parte del mundo. La
sociedad de la información es vista como la sucesora de la sociedad industrial y no
está limitada a internet aunque es cierto que internet ha desempeñado un papel
fundamental como medio que facilita el acceso e intercambio de información y datos.
La denominada sociedad de conocimiento, propia del siglo XXI, es consecuencia de
la sociedad de la información. En la actualidad la información se transforma en
conocimiento, las personas ya no solo consumimos información, sino que también la
generamos.
El mundo jurídico ha sido uno de los sectores que más se han tenido que adaptar a
todos los cambios que la sociedad de la información ha introducido, se ha pasado de
consultar la jurisprudencia y la legislación en grandes tomos y repletas bibliotecas a
localizar los documentos a golpe de click.
Los juristas deben saber desarrollar su trabajo en un escenario que cada vez es más
tecnológico.
La relación entre derecho e informática ofrece dos líneas de estudio diferentes. Por un
lado, la informática jurídica, esto es el tratamiento automatizado de la información
jurídica y por otro lado, el derecho de la informática, esto es la regulación jurídica de
las nuevas tecnologías.
Por tanto, el derecho informático es una disciplina que engloba tanto a la informática
jurídica como al derecho de la información.
La informática jurídica es una rama auxiliar de derecho que aparece como
consecuencia del creciente avance de las nuevas tecnonolgías y la necesidad de
automatizar los procesos legales. Se puede definir como el conjunto de técnicas de
almacenamiento y recuperación de datos establecidos con el objeto de sustituir la
actividad humana en sus tareas de localización y recuperación de información
mediante la utilización de ordenadores.
Es una ciencia que estudia la utilización de los recursos informáticos para la mejora
de los procesos de análisis, investigación y gestión en el ámbito jurídico. No es una
rama del derecho en sentido estricto, es un elemento de apoyo para la resolución de
problemas jurídicos, pero no un método de resolución de los mismos. En una materia
tan compleja como el derecho, no se puede correr el riesgo de dejar cierto tipo de
decisiones en manos de un ordenador.
La informática jurídica se clasifica en informática jurídica documental, informática
jurídica de gestión y control y decisorio.
En primer lugar, la informática jurídica documental consiste en la creación,
almacenamiento y recuperación de información jurídica contenida en legislación,
jurisprudencia, estudios doctrinales, contratos y documentos administrativos,
judiciales, notariales o registrales.
Las bases de datos jurídicas, tanto gratuitas como de pago se convierten en un
instrumento de gran ayuda para el jurista.
La informática jurídica de gestión y control está compuesta de programas a través de
los cuales se asiste en la realización de actos y gestiones jurídicos de distinta índole.
Puede subclasificarse en informática notarial, registral y de gestión de estudios
jurídicos. Esta última, la informática de gestión de estudios jurídicos, se ocupa de
administrar los casos, plazos, la facturación, el procesamiento de textos y los recursos
materiales y humanos.
Tiene gran importancia en este ámbito LexNet, un software que es utilizado por los
abogados y procuradores en su trabajo diario. Es una plataforma de imtercanbio
seguro de información entre los tribunales y los operadores jurídicos. Dicho sistema
proporciona máxima seguridad y fiabilidad en las comunicaciones mediante la
utilización de la firma electrónica reconocida.
Por último tenemos la informática jurídica decisoria o también llamada meta
documental sirve de apoyo y ayuda al jurista en la toma de decisiones a través de
sistemas de inteligencia artificial. De esta manera mediante proveemos de
inteligencia artificial se pueden redactar documentos y corregir errores ortográficos y
gramaticales. Los denominados sistemas expertos jurídicos, esto es, sistemas de
inteligencia artificial aplicados al derecho, estructuran conocimientos especializados
y permiten obtener conclusiones a partir de la información suministrada, por lo que
facilitan la toma de decisiones.
La informática jurídica se diferencia del derecho de la informática que es la
regulación jurídica de las nuevas tecnologías. Las materia reguladas por el derecho de
la informática son entre otras muchas las siguientes: contratos informáticas,
protección de datos, delitos informáticos, teletrabajo, teleformación, firma
electrónica, administración electrónica, propiedad industrial, derecho de la
competencia y comercio electrónico.

Lección 4. Análisis de los documentos jurídicos de producción normativa en el


ámbito público.
Una fuente es el lugar del que emana o proviene algo, denominándose fuente del
derecho el lugar del que emana el derecho, es decir, las normas y los demás
materiales jurídicos. Se habla de fuentes del derecho en sentido formal para referirse
a aquellos actos o procedimientos de los cuales el ordenamiento jurídico hace
depender la producción de normas jurídicas.
La producción de los distintos materiales normativos es un proceso complejo en el
que pueden identificarse al menos 4 elementos:
1. Una autoridad normativa, esto es un órgano al que el sistema jurídico le
otorga el poder para crear derecho.
2. Un procedimiento normativo, esto es una serie de actos que la autoridad
normativa debe llevar a cabo para producir derecho.
3. Un documento normativo, esto es un texto aprobado por la autoridad normativa
como consecuencia del procedimiento establecido. Cada documento normativo
está compuesto de una serie de enunciados a los que se denomina disposiciones
normativas.
4. El contenido del documento normativo, esto es el significado otorgado a las
disposiciones que forman el documento normativo tras su interpretación, es ese
significado el que va a ser denominado norma jurídica.
Las fuentes del derecho son las diversas categorías normativas creadas por las normas
sobre la producción jurídica que son utilizadas por las autoridades normativas para
producir documentos normativos, por tanto, las autoridades normativas no producen
fuentes del derecho si no que las utilizan para producir documentos normativos, por
ejemplo, la ley orgánica es un tipo de fuente del derecho mientras que la ley orgánica
de poder judicial o la ley orgánica del tribunal constitucional son diferentes
documentos normativos promulgados utilizando el mismo tipo de fuente del derecho.
Todos los elementos del proceso de ordenamiento jurídica, la determinación de
diferente tipos de derecho, las características de cada fuentes de derecho y sus
relaciones entre sí son cuestiones reguladas por las denominadas normas sobre la
producción jurídica.
En España, las normas sobre las normas jurídicas más importantes se encuentran en
la Constitución, que ha creado muchas de las fuentes existentes en el sistema jurídico
español. No obstante, antes de la promulgación de la constitución existía ya una
regulación de las fuentes de derecho en el código civil.
El sistema de fuentes establecido en la constitución no supuso la derogación del
sistema previsto en el código civil, puesto que no se produce una incompatibilidad
manifiesta entre ambos, pero sí obliga a una reinterpretación del código civil en
materia de fuentes de derecho para adecuarlo a la regulación constitucional.

Vamos a analizar la distintas fuentes de derecho existentes:


En primer lugar nos vamos a referir al sistema de fuentes comunitario. La adhesión
de España a la entonces todavía denominada Comunidad Europea, se produjo el 1 de
enero de 1986. La UE es una organización supra nacional autónoma que ejerce los
poderes que españa y los demás estados miembros de la misma le han decido
expresamente desde el momento de su integración en ella, ejerce poderes normativos
propios que no requieren necesariamente la intervención de estados miembros para
producir efectos y que en todo caso goza de primacía sobre las normas nacionales a
las que desplazan en caso de conflicto.
El derecho comunitario es el conjunto de normas y principios jurídicos que
determinan el funcionamiento, estructura y competencias de la unión europea,
constituye un ordenamiento jurídico propio diferenciado del derecho internacional,
dotado de sus propias fuentes y capaz de generar sus propios principios y sus prioras
categorías conceptuales.
Se compone de los tratados constitutivos y de los tratados de adhesión el denominado
derecho originario y de las normas aprobadas por las instituciones comunitarias en
aplicación de dichos tratados el denominado derecho comunitario derivado. Las notas
que caracterizan al derecho comunitario originario son su pluralidad y diversidad, su
supremacía sobre el derecho derivado y el efecto directo que poseen sus normas.
Las principales fuentes del derecho comunitario derivado, son el reglamento, la
directiva y la decisión.
- El reglamento (comunitario), tiene un alcance general, es obligatorio en todos sus
elementos y directamente aplicable en cada Estado miembro desde su publicación
y entrada en vigor sin necesidad de acto formal alguno de recepción o
incorporación al derecho nacional.
- La directiva, obliga a cada estado miembro en cuanto a resultado que deba
conseguirse, pero deja a las autoridades nacionales la elección de la forma y los
medios para alcanzar ese resultado. No es por tanto directamente aplicable,
requiere de una norma nacional transposición para alcanzar los objetivos fijados
por la directiva. No tiene un alcance general sino que puede tener como
destinatarios bien a todos los estados miembros, bien a algunos o bien en concreto
a uno. No es obligatoria en todos sus elementos sino que solo obliga a alcanzar un
resultado en el plazo establecido por la propia directiva. Eso sí, el incumplimiento
del plazo constituye una violación del derecho comunitario.
- La decisión (comunitaria) es obligatoria para sus destinatarios, que pueden ser un
Estado miembro, varios o todos los Estados miembros o también un particular,
tiene en común con el reglamento el hecho de ser obligatoria en todos sus
elementos diferenciándose del reglamento en que carece de alcance general.
El tribunal de justicia de la UE con sede en Luxemburgo, es el órgano jurisdiccional
que garantiza el respeto del derecho comunitario por parte de los estados miembros y
de las instituciones comunitarias y la uniformidad de interpretación del mismo.
Ante la creciente carga de trabajo del tribunal, en 1989, se le agregó un tribunal del
primera instancia.

Los tratados internacionales, una vez que hayan sido ratificados por España, forman
parte de nuestro ordenamiento jurídico, como señala en artículo 99.1 de la
Constitución: ´´los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez
publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno´´.
La Constitución juega un papel central en muestro ordenamiento jurídico, su
importancia deriva de su propio contenido, la Constitución contiene los principios
básicos de la organización del Estado, como el principio de separación de poderes y
los principios que rigen el propio ordenamiento jurídico como los principios de
legalidad, jerarquía normativa, publicidad, y retroactividad de las disposiciones
sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, seguridad
jurídica, responsabilidad patrimonial de los poderes públicos, e interdicción de la
arbitrariedad de los poderes públicos.
La constitución también reconoce los valores superiores del ordenamiento jurídico
como la libertad, la igualdad y la dignidad de la persona y establece los derechos
fundamentales y las libertades públicas artículos 15 a 29 de la constitución que
limitan el poder del estado. Todas las demás normas del ordenamiento jurídico deben
ajustarse tanto en su contenido como en su forma a la Constitución, existiendo un
sistema de control a cargo del tribunal constitucional que asegura esta adecuación.

(Ley = ley ordinaria)


• La ley es un tipo o clase de norma jurídica, muy importante pero sólo una clase de
norma jurídica aunque a veces de forma incorrecta se equipara el término ley al de
norma jurídica. Es la expresión de la voluntad popular como indica el preámbulo de
la Constitución Española. Hay cuatro clases de leyes (las 4 tienen el mismo rango
jerárquico):
1) La Ley (o Ley Ordinaria): es aquella norma jurídica elaborada, esto es, discutida y
aprobada por el Parlamento. La iniciativa puede corresponder a las Cortes, bien
Congreso o bien Senado, y entonces se hablará de proposiciones de ley o también al
Gobierno, y entonces se hablará de proyectos de ley.
La aprobación de una ley ordinaria requiere mayoría simple en el Congreso, a no ser
que remitida al Senado, éste la vete, en cuyo caso requerirá la mayoría absoluta del
Congreso.
2) La Ley Orgánica: fue creada como novedad por la Constitución Española inspirada
en la Constitución Francesa de 1958 (es una fuente más del derecho). Es la destinada
a desarrollar determinadas materias siendo la propia Constitución la que establece
cuales son las materias reservadas a la ley orgánica, en efecto, el artículo 81.1 de la
Constitución establece que, "son leyes orgánicas, las relativas al desarrollo de los
derechos fundamentales y de las libertades públicas, las que aprueben los Estatutos de
Autonomía y el régimen electoral general, y las demás previstas en la Constitución".
Hay otras muchas materias reservadas a la ley orgánica por la Constitución como por
ejemplo, la Organización Militar, el Poder judicial, el Consejo de Estado, el Defensor
del Pueblo, el Tribunal Constitucional, el Tribunal de Cuentas (es el fiscalizador de
las cuentas), la sucesión a la Corona, la seguridad del Estado o los Estados de alarma,
de excepción y de sitio.
La aprobación, modificación o derogación exige mayoría absoluta del Congreso.
3) Decreto-ley (o real decreto-ley): está contemplado en el artículo 86 de la
Constitución, la Constitución permite al Gobierno dictar un decreto-ley sólo "en caso
de extraordinaria y urgente necesidad", como ha reconocido el Tribunal
Constitucional, es un juicio puramente político del Gobierno la apreciación de tales
circunstancias. De tal manera, que el Gobierno dispone de un razonable margen de
discrecionalidad para apreciarlos /si se dan esas circunstancias o no.
Existen una serie de materias excluidas de posible regulación por decreto-ley:
El ordenamiento de las instituciones básicas del Estado.
El Tribunal Constitucional ha interpretado que por instituciones básicas del Estado
hay que entender aquellas organizaciones públicas previstas en la Constitución cuya
regulación reclama una ley.
Los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título 1 de la
Constitución.
El régimen de las CCAA.
El derecho electoral general.
La regulación de aquellas materias atribuidas específicamente a las Cortes por la
Constitución, como los presupuestos generales del Estado o la autorización de los
Tratados Internacionales.

En los 30 días hábiles siguientes desde la publicación del Decreto-Ley en el BOE, el


pleno del Congreso de los Diputados debe decidir sobre la convalidación o
derogación del mismo.
El acuerdo se alcanza por mayoría simple y se reduce a un sí, a un no, o a una
abstención sobre la totalidad del Decreto-Ley sin que quepa introducir
modificaciones en el mismo.

El resultado negativo de la votación, que solo ha ocurrido en tres ocasiones, produce


la inmediata cesación de los efectos del Decreto-Ley y su desaparición del
ordenamiento jurídico, pero no la anulación de los efectos producidos durante su
vigencia.

El resultado positivo de la votación hace que el Decreto-Ley deje de ser una norma
provisional y se integre en el ordenamiento jurídico conservando la misma
denominación.

El control sobre la constitucionalidad del Decreto-Ley compete al Tribunal


Constitucional.

4) Decreto Legislativo: nace como consecuencia de la posibilidad de las Cortes de


delegar en el Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley sobre
determinadas materias, siempre que no sean materias reservadas a las leyes orgánicas.
La delegación deberá establecer un plazo. El decreto legislativo puede ser de dos
tipos, texto refundido y texto articulado.
En el primer caso, texto refundido, es necesario que las Cortes aprueben una ley
ordinaria de delegación que permita al Gobierno refundir en un solo texto legal, texto
refundido, la regulación de una materia contenida en varias normas legales.
En el segundo caso, texto articulado, es necesario que las Cortes aprueben una ley de
bases que permita al Gobierno aprobar un texto articulado que podrá introducir
mínimos cambios en la regulación de una materia. Nunca podrá la ley de bases
facultar al Gobierno para dictar normas con carácter retroactivo.

Al Gobierno, la Constitución le atribuye en su artículo 97 el ejercicio de la potestad


reglamentaria, esto es, el poder en virtud del cual dicta reales decretos o reglamentos;
normas jurídicas que están siempre situadas por debajo de las leyes. En efecto, los
reales decretos, se sitúan en el orden de prelación de las normas jurídicas
inmediatamente después de las normas con rango de ley y antes de la orden
ministerial.
Son normas jurídicas, secundarias, subalternas, inferiores y complementarias de la
ley.
El real decreto precisa para su aprobación del Consejo de Ministros, mientras que la
orden ministerial precisa la aprobación de un ministro y se reserva a materias propias
de ese ministerio.
Los reglamentos, en virtud del principio de jerarquía normativa, no pueden
contradecir lo dispuesto en las leyes, y la Constitución prohíbe que regulen
directamente una serie de materias que reserva a la ley. Incluso es posible también
hablar de reglamentos de las entidades locales, en los municipios se denominan
ordenanzas municipales.

LECCIÓN 5: ANÁLISIS DE LOS DOCUMENTOS JURÍDICOS DE


PRODUCCIÓN NORMATIVA EN EL ÁMBITO PRIVADO. ``LA
NEGOCIACIÓN´´
El documento privado es aquel en el que no interviene notario o funcionamiento
publico, solo produce efectos entre las partes que lo otorgan salvo algunas
excepciones sus herederos. No puede ser contrario a la ley ni al orden público, ni a la
moral. Para que un documento privado sea válido necesitan reunir una serie de
elementos, hay dos tipos de elementos: esenciales y naturales.
Elementos esenciales: son aquellos necesarios para que el contrato pueda producir
efectos, si la concurrencia de los mismos el contrato no existe, son de dos tipos:
comunes y especiales.
Los elementos comunes se exigen en todos los contratos. Según el artículo 1261 del
código civil son los tres siguientes:
- Consentimiento de los contratantes: el consentimiento debe darse entre personas
con capacidad legal para poder prestar, por lo que, queda excluidas personas
discapacitadas o menores de edad. Será nulo el consentimiento prestado por error,
violencia intimidación o dolo. Hay dolo cuando con palabras o maquinaciones
insidiosas una parte induce a la otra a celebrar un contrato que sin ellas no hubiera
celebrado. Para que el dolo produzca la nulidad de los contratos debería ser grave
y no haber sido empleado por las dos partes.
- Objeto que sea materia del contrato: el objeto es el bien o servicio que es
materia de la obligación de dar o hacer. Debe cumplir tres requisitos, 1.
posibilidad, esto es que en el momento de celebración del contrato exista o que
pueda existir en lo sucesivo. 2. Licitud, solo puede ser objeto de contrato las cosas
que no estén fuera del comercio de los hombres, incluso las futuras. También
cualquier servicio que no sea contrario a la ley y a las buenas costumbres. 3.
Determinación, esto es, debe ser una cosa determinada en cuanto a su especie, la
indeterminación en la cantidad no será un problema.
- Causa de la obligación que se establece: es el para qué del contrato y ha de ser
cierta.
Los elementos esenciales especiales existen solo en algunas clases de contratos, por
ejemplo en el contrato de depósito la entrega del bien.

Los elementos naturales o accidentales los establecen las partes de común acuerdo o
aparecen en casos concretos, por ejemplo la concurrencia de un tercero o un
documentos especifico.

El contrato: es el documento privado por excelencia, existe desde que una o varias
personas consienten en obligarse frente a otra u otras en dar alguna cosa o prestar
algún servicio. Como regla general en nuestro ordenamiento jurídico existe libertad
de forma, siendo suficiente el consentimiento de las partes para que exista un
contrato.
En materia de contratos privados rige el principio de libre autonomía de la voluntad
de las partes que permite que las partes contratantes establezcan todos los pactos que
quieran siempre que los mismos no sean contrarios a la ley, la moral o al orden
público.
En el código civil existen una serie de reglas en materia de contratos, las más
importantes son las cuatro siguientes:
1. Según el artículo 1091 del código civil las obligaciones que nacen de los contratos
tiene fuerza de ley entre las partes contratantes y deben cumplirse a tenor de los
mismos.
2. Según el artículo 1057 del código civil los contratos solo producen efectos entre
las partes que los otorgan y sus herederos, en el caso de los herederos, puede
suceder que los derechos y obligaciones no sean transmisibles por su naturaleza
por pacto entre las partes o por imperativo legal.
3. Según el artículo 1258 del código civil, los contratos se perfeccionan por el mero
consentimiento y desde entonces obligan no solo al cumplimiento de lo
expresamente pactado, sino también a todas las consecuencias que según su
naturaleza sean conformes a la buena fe, al uso y a la ley.
4. Según el artículo 1259 del código civil, nadie puede contratar en nombre de otras
persona sin estar autorizado o tenga representante legal.

La ley de enjuiciamiento civil considera al documento privado como un medio de


prueba. Igual sucede con le documento privado electrónico, considerando como tal la
información de cualquier naturaleza archivada en un soporte electrónico según un
formato determinado y susceptible de identificación y tratamiento diferenciado.
Loas contratos deben contener entre otros muchos una serie de extremos, fecha,
naturaleza, sujetos intervinientes, causas de resolución del contrario y determinación
de la jurisdicción a la que se someten las partes.

Negociación.
En muchas ocasiones antes de la firma del contrato es necesaria una negociación de
las estipulaciones de las partes intervinientes. La negociación es el sistema de
resolución de conflictos mediante el cual dos o más partes con intereses
contrapuestos mantienen un dialogo entre si para llegar a un acuerdo, consiguiendo
resolver por sí mismas sus diferencias. Es una habilidad básica de todo jurista y del
abogado en particular que permite en oclusiones evitar que determinados conflictos
acaben llegando a los tribunales con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero.
Cada conflicto requiere de un tipo de negociación diferente, hoy en día se busca una
negociación colaborativa, que busca generar beneficios en todas las partes
involucradas, uno de los métodos de negociación más destacados y seguidos es el
denominado método Harvard, que defiende la negociación en base a intereses. Dicho
método identifica los elementos básicos de la negociación en base a intereses que
resumidamente serían los siguientes:
- Diferenciar las personas del problema.
- Identificar los intereses subyacentes a cada posición.
- Establecer un diálogo para identificar las distintas posibilidades de llegar a un
acuerdo.
- Utilizar criterios objetivos y desarrollar las alternativas existentes fuera de la
negociación.
El proceso de negociación tiene tres fases:
1. Preparación: es necesario conocer a la otra parte, el asunto u objeto de la
negociación y lo que realmente queremos, también analizar qué puede suceder si
tenemos que acudir a los tribunales y establecer que tipo de acuerdo podemos
aceptar y cual no. Es necesario preparar el lugar en el que van a tener lugar las
reuniones. Es conveniente utilizar una sala tranquila, insonorizada, bien
iluminada y ventilada, con una temperatura idónea y tamaño adecuado. Es
importante facilitar comida y bebida a los negociadores y buscar una distribución
de los asientos que facilite la comunicación.
2. Desarrollo: es conveniente ser puntual, educado y cordial. Se debe empezar por
lo más fácil y dejar lo difícil para el final. No hay que ser arrogantes, ni
interrumpir, acorralar o humillar a la otra parte, se deben hacer descansos y
mantener un ambiente distendido y favorable al acuerdo. Hay que ser pacientes,
prudentes, hacer concesiones y saber adaptarnos al tipo de negociación. La mayor
parte de los acuerdos llega en la parte final de la negociación. Siguiendo la regla
de Pareto, el 80% de los acuerdos se toman en el último 20% del tiempo de
negociación. Es necesario buscar un idioma común a las partes y evitar recurrir a
los intérpretes.
3. Cierre: la negociación puede terminar sin acuerdo, con un acuerdo parcial o con
un acuerdo total. Es conveniente redactar los términos del acuerdo. Los acuerdos
suponen obligaciones futuras para las partes, por lo que es frecuente incluir
normas de seguimiento y revisión pasado un tiempo o considerando posibles
cambios que puedan tener lugar.

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