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Expo de Reales 27
Expo de Reales 27
TEMA:
La posesión
PROFESOR:
José Gabriel Feliz Méndez
ASIGNATURA:
Derechos Reales (DER178- 2408)
OBJETIVOS
Diferenciar y definir los requisitos de eficacia de la poses: ausencia de vicios; buena y mala fe
Conocer y distinguir los efectos de la buena y la mala fe en la posesión.
SUMARIO:
Cabe ser poseedor (tener et corpus y el animus) y no beneficiarse de los efectos de la
posesión: a los requisitos de existencia de la posesión se agregan algunos requisitos de
eficacia. La posesión viciosa en principio, no tiene efecto alguno. Algunos efectos de la
posesión son negados cuando la misma no es de buena fe; igualmente, cuando no reúne un
requisito de duración.
AUSENCIA DE LOS VICIOS
Los diferentes vicios de la posesión
Los vicios susceptibles de afectar la posesión son: la Violencia, la clandestinidad, el equívoco y la
discontinuidad.
Violencia y clandestinidad: La posesión debe ser pacifica, exenta de violencia, a la vez en el momento de la
toma de posesión y en et transcurso de la misma.
La posesión debe ser pública, exenta de clandestinidad; el poseedor que, por astucia, disimula su posesión a
la persona que tendría interés en conocerla, no merece más protecci6n que el autor de una violencia.
Estos dos vicios son relativos: no pueden ser invocados sino por las personas que hayan sido víctimas de los
mismos.
Son vicios temporales: desde el instante en que cesen, la posesión vuelve a ser útil.
Equívoco y discontinuidad: La posesión es equivoca cuando los actos realizados por el poseedor
no revelan suficientemente el animus domini. Sucede así: cuando por un copropietario se cumplen
esos actos sobre la cosa común; cuando una situación contractual unía al poseedor con el
propietario de la cosa; cuando cohabitaban. La ley asimila la posesión equivoca los actos de pura
facultad y los actos de simple tolerancia.
La posesión es discontinua cuando el poseedor no realiza los actos de dueño con la misma
regularidad que un propietario.
Lo equívoco y la discontinuidad son dos vicios absolutos: pueden ser invocados por toda persona.
Son vicios temporales.
PRUEBA Y EFECTOS DE LOS VICIOS DE LA POSESION
Posesión equivoca: es equívoca cuando los actos realizados por el poseedor no revelan claramente su
intención de ser el dueño de la cosa. Aunque existe posesión, la prueba de la ausencia del "animus
domini" no se ha hecho y, por lo tanto, se presume que existe posesión. Sin embargo, el influjo ejercido
por el poseedor puede no corresponder necesariamente a la intención de ser dueño. Hay dos series de
casos en los que esto puede ocurrir: cuando varias personas realizan actos de dueño sobre la cosa y
cuando un copropietario realiza actos de dueño sobre la cosa. En ambos casos, la posesión es equívoca
porque no es claro si los actos fueron realizados como copropietario o como propietario exclusivo.
Además, la posesión puede ser equívoca cuando existen relaciones jurídicas previas que no permiten
decidir si se trata de una posesión verdadera o de una detentación. La cohabitación también puede hacer
equívoca la posesión, como cuando alguien que vivía con el fallecido pretende haber recibido objetos o
valores del difunto como donación. En general, la utilidad de la posesión equívoca es que permite a la
jurisprudencia atenuar las consecuencias de la presunción del "animus domini". Aunque existe posesión
cuando el "animus domini" se presume simplemente, esta posesión no será útil.
ACTOS DE PURA FACULTAD O DE SIMPLE TOLERANCIA
El Código Civil establece en su artículo 2.232 que los actos de pura facultad y los de simple tolerancia no
pueden fundamentar ni posesión ni prescripción. Estos no son vicios particulares, sino simples
aplicaciones del vicio de equívoco.
Un acto de pura facultad es aquel que el propietario tiene completa libertad para realizar o no. Por
ejemplo, construir en su terreno. Si un vecino abre un hueco en su pared sobre ese terreno, no puede
pretender que ha adquirido por prescripción la servidumbre de vistas y la de no edificar. Por otro lado, un
acto de simple tolerancia es aquel que un propietario tolera como un acto de cortesía. Por ejemplo,
permitir a un vecino que deposite algunos materiales en el límite de su terreno.
En ambos casos existe duda acerca del animus, es decir, no se puede determinar si la persona que ha
utilizado las vistas ha actuado como poseedor de una servidumbre de vistas o si ha aprovechado
simplemente la facultad que tenía el propietario para no edificar.
POSESIÓN DISCONTINUA
La posesión es considerada discontinua cuando el poseedor no realiza los actos de dueño sobre la cosa de
manera regular o constante, sino que los hace con intervalos irregulares. Esta falta de continuidad debe
ser evaluada objetivamente, teniendo en cuenta la naturaleza del bien, los procedimientos de cultivo, la
división de las tierras y las costumbres del lugar. La Corte de casación ha dictaminado que incluso si la
posesión se realiza solo con la intención del poseedor, sin el corpus, esta no es suficiente para
conservarla, ya que se requiere una posesión continua. En caso de discontinuidad en la posesión, se
plantea la duda sobre si el poseedor ha abandonado o no su posesión. Si se ha producido una
interrupción, la posesión se considera como inexistente.
VICIOS ABSOLUTOS Y VICIOS TEMPORALES EN LA POSESIÓN
- El equívoco y la discontinuidad son vicios absolutos en la posesión. Estos vicios no dependen de la
conducta del poseedor hacia ciertas personas, sino que se basan en la naturaleza de la posesión en sí
misma. Cualquiera puede invocar la existencia de estos vicios si hay duda sobre la existencia del animus
o la interrupción.
LA DURACIÓN DE LA POSESIÓN
Existen efectos de la posesión que están sujetos a un plazo determinado para su
ejercicio. Por ejemplo, las acciones posesorias solo pueden ejercerse después de
un año de posesión útil, excepto la acción de recobrar la posesión que no tiene
requisito de plazo. Además, se requiere una posesión de diez a veinte años para
que el poseedor de buena fe pueda realizar la usucapión de inmuebles, y de
treinta años en el caso de bienes muebles o inmuebles poseídos de mala fe. Estos
plazos son esenciales para consolidar ciertos derechos de posesión y propiedad
y su cumplimiento es un requisito fundamental en el sistema legal. En resumen,
existen efectos de la posesión que están subordinados a un plazo y que deben
cumplirse para adquirir ciertos derechos legales.
La posesión desempeña un papel considerable en materia mobiliaria, ya que sí la mala fe
del poseedor no se demuestra es inmediata la adquisición de la propiedad por el poseedor.
hoy este efecto no carece de peligros, hoy los herederos tropiezan con frecuencia con las
pretensiones de los familiares que vivían en la casa. Al advertirse que se encuentran en
posesión de objetos que habían pertenecido al difunto afirman haberlos recibido por
donaciones en propia mano.