Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD VERACRUZANA

FACULTAD DE MEDICINA

E.E.: INMUNOLOGÍA CLÍNICA Y ALERGOLOGÍA


NRC: 96967
ACADÉMICO: DR. CARLOS BRITO SUÁREZ JÁCOME

RESPUESTA INMUNE II

EQUIPO 2:
CATANA VILLEGAS LUIS RAFAEL
HERNÁNDEZ CUEVAS TOMÁS EMMANUEL
LIBREROS ALVARADO ALDRICH
RAMÍREZ CÁRDENAS SKARLETH AUDITH
La respuesta inmunológica
La respuesta inmunológica se caracteriza por la capacidad de ser innata o adaptativa,
ambas respuestas interaccionan constantemente para activarse y regularse, siendo
que la respuesta inmunológica innata se distingue de la adaptativa por cinco
características principales:

• Especificidad: Capacidad de responder a alteraciones homeostáticas, de


detectar antígenos de manera específica que conlleva a una respuesta
eficiente contra los mismos.
• Diversidad: Las células cuentan con una variedad de receptores, dichos
procesos generan múltiples células con receptores unidos, generando
diversidad.
• Tolerancia: El sistema inmunológico es instruido para discernir entre lo propio
y lo ajeno, siendo un proceso mediante los leucocitos son capaces de ignorar
las células del organismo.
• Memoria inmunológica: El primer encuentro con un patógeno, el sistema
inmune lo reconoce como extraño e inicia los procesos que culminan en una
respuesta adaptativa, esta requiere de tiempo y energía para posteriormente
generar una respuesta de reserva.
• Especialización de la respuesta: Los agentes infecciosos proliferan en el
espacio extra o intracelular, por lo que se requiere de una respuesta
inmunológica especializada. Para el espacio extracelular tenemos los linfocitos
B y para el espacio intracelular los linfocitos T.

Los principios de activación y establecimiento de la respuesta inmunológica


son:

1. Eliminación de patógenos mediante reconocimiento.


2. Liberación de citocinas y presentación de antígenos.
3. Activación de los mecanismos de la respuesta adaptativa.
4. Establecimiento de memoria inmunológica y mecanismo de tolerancia.
5. Respuesta antiinflamatoria
Fases de la respuesta inmunológica:
Existen cuatro etapas de la respuesta inmunitaria, las cuales son reconocimiento,
activación, respuesta y etapa efectora.

Reconocimiento Capacidad del sistema inmunitario para identificar antígenos


sobre ciertos materiales como "extraños" y después reaccionar
contra ellos.
• Células B: producen anticuerpos.
• Células T: producen un receptor especial para
antígenos.
• Célula nula, natural killer o linfocito granular grande:
reacciona indiscretamente.
El reconocimiento depende de la presencia de sitios receptores
específicos en la superficie de los linfocitos. Los linfocitos T
tienen receptores TCR que reconocen antígenos fijados a
membrana y los linfocitos B tienen receptores BCR que
reconocen antígenos solubles como hidrocarbonos y lípidos.
Activación Las células se dividen creando un clon de células que
reconocen lo mismo que la célula madre.
• Los linfocitos B pasan a célula plasmática.
• Los linfocitos T CD4+ secretean citoquinas.
• Los linfocitos T citotóxicos CD8 eliminan al antígeno.
Respuesta • Respuesta humoral: Producción de anticuerpos, contra
un antígeno específico, que son liberados en la corriente
sanguínea por lo que residen en el plasma.
• Celular: Los linfocitos sensibilizados que retornan,
probablemente emigran a áreas del ganglio linfático
donde estimulan a los linfocitos residentes.
Etapa efectora El anticuerpo de la respuesta humoral o la célula T de la
respuesta celular llegan al antígeno y se acoplan con él
iniciando una serie de reacciones que en la mayoría de los
casos culminan en la destrucción total de los microbios
invasores o en la neutralización completa de la toxina.
Mecanismos de regulación
La respuesta inmune está regulada tanto en su naturaleza como en su intensidad y
duración por una serie de factores:
• Por el antígeno (naturaleza, dosis y vía de administración)
• Por anticuerpos
• Por inmunocomplejos
• Por la naturaleza de la célula presentadora.
• Por citoquinas.
• Por factores genéticos del hospedador.
• Por redes idiotípicas.
• Por regulación neuroendocrina

Regulación por antígenos


Esta respuesta inmune comienza solamente tras la exposición al antígeno y una vez
que disminuye su concentración bajo un umbral, las respuestas inmunes se detienen.

Regulación por antígenos


• Si un antígeno persiste, el estímulo persiste y la respuesta inmune se prolonga.
• Las respuestas prolongadas tienen lugar tras la inmunización con antígenos
que se degradan lentamente.
• Los linfocitos T responden débilmente a los antígenos que están
constantemente presentes en los órganos linfoides.
• Existen antígenos que requieren la colaboración de linfocitos T para la
activación de linfocitos B, mientras que otros no requieren colaboración de
linfocitos T.
• Según la naturaleza del antígeno: antígenos solubles inducen una respuesta
humoral y los patógenos intracelulares provocan una respuesta celular.
• Según las dosis: Dosis muy altas inhiben la respuesta inmune.
• Según la vía de administración: Subcutánea o intradérmica es inmunogénica,
mientras que las grandes cantidades de antígeno provocan tolerancia.
Regulación por anticuerpos
Retrorregulación negativa basada en supresión mediada por los anticuerpos de clase
IgG.
• Aumentar la concentración de anticuerpos (conforme avanza la respuesta
inmune) se elimina más antígeno.
• Mayor concentración de anticuerpos libres = compiten con los receptores de
los linfocitos B para unirse al antígeno = cada vez haya menos células B que
se activan y expanden (y las que lo hacen son de mayor afinidad).

Experimentalmente se ha visto que cuando se administra simultáneamente un


antígeno y anticuerpos monoclonales IgM frente a dicho antígeno, se mejora la
respuesta inmune.
• Desarrollo de una respuesta antiídiotípica a la IgM monoclonal, que amplifica
la respuesta.
• Unión de complejos inmunes Ag-IgM monoclonal a los receptores para Fc de
ciertas células presentadoras, que de esta forma mejoran su capacidad de
engullir, procesar y presentar el antígeno

También podría gustarte