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Escuela de Frankfurt
La Escuela de Frankfurt tenía sede en Alemania y sus pensadores eran de la línea marxista.
Algunos de sus destacados analistas son Walter Benjamin, Erich Fromm, Herbert Marcuse,
Max Horkheimer, Theodor Adorno y más tarde Jurgen Habermas. La teoría se plantea en la
primera mitad del s. XX, específicamente en la década de los ‘20, que coincide con el
ascenso en Alemania del nacionalsocialismo y el auge de los medios modernos y técnicas
de comunicación. Predominaba un clima de intolerancia y violencia política promovida por el
surgimiento de los regímenes totalitarios de la época (nazismo y facismo). Esto motivó a la
Escuela de Frankfurt a interesarse por el estudio sobre autoritarismo, tecnificación de las
sociedades y relación entre conocimiento científico y crítica social. Estos estudios no
agradaron al gobierno de Hitler y tampoco favorecía que la gran mayoría de los pensadores
fueran judíos. Por lo que la mayoría de los miembros de esta escuela tuvo que exiliarse
durante el régimen nazi a EE.UU (menos Walter Benjamin, que decidio quedarse en
Alemania y murió de una sobredosis de morfina).
Dialéctica negativa
Teoría Crítica
La teoría crítica asume postulados del marxismo pero enfocándose en los fenómenos
culturales en lugar de los planteamientos de la economía. Decían que los fenómenos
culturales eran tan decisivos como los económicos, en la reproducción de las desigualdades
sociales y las formas contemporáneas de alienación y sometimiento social. Hay una
determinación en el marxismo ortodoxo o estructuralista, la estructura se relaciona con la
superestructura ya que las instituciones están determinadas por la base económica. La
teoría crítica también tiene como influencia teórica al psicoanálisis freudiano para explicar el
modo en que se interiorizan estos mecanismos en cada sujeto.
La Ilustración rechazaría a todo aquello que no podía explicar con evidencia o la razón. Esto
fue un buen comienzo para dejar atrás los mitos religiosos. Pero con el pasar de las
décadas, esta comenzó a mostrar sus fallas. La ilustración terminaría sirviendo al sistema
capitalista y el problema de los ideales ilustrados fue que el común científico comprende la
naturaleza a medida que aprende a manipularla. La ilustración negaría sistemáticamente
cualquier tipo de conocimiento que no pueda ser explicado, por ejemplo, por una ecuación
matemática. La ilustración entendería solamente aquello que puede manipular y explotar
con fines mercantiles.
Uno de los principales temas abordados por La Escuela de Frankfurt fue la crítica a la razón
moderna. Durante el siglo XIX, la razón se consideraba como un instrumento de progreso
humano, destinado a lograr un futuro equitativo y esperanzador. Sin embargo, a finales de
ese siglo, algunos pensadores educados en la tradición del racionalismo comenzaron a
examinar el lado oscuro y catastrófico de la razón. De esta manera, la razón misma
Ariela Pietrantuono Final de Comunicación Social II
Los pensadores de la Escuela de Frankfurt desafiaron la idea de que la razón moderna era
exclusivamente un motor de progreso y racionalidad. Ellos plantearon la existencia de una
"razón técnico-instrumental", que refería a una relación utilitaria con el mundo, es por ello
que en el capitalismo ilustrado todo aquello que no tenía fin instrumental se consideraba
como irracional. En esta concepción, el mundo era visto como algo externo a los seres
humanos, y la naturaleza se consideraba un objeto que podía ser explotado y transformado
sin tener en cuenta los valores. Esta relación utilitaria estaba estrechamente relacionada
con el avance de la tecnología y la ciencia, que ocultaba los aspectos negativos de la razón
y dejaba de lado los valores y la moral.
Este enfoque crítico se hizo evidente en las devastadoras consecuencias de las dos guerras
mundiales del siglo XX, donde el avance tecnológico y científico impulsado por esta forma
de razón condujo a la creación de armas de destrucción masiva. La Escuela de Frankfurt
remarca la importancia de cuestionar críticamente nuestras suposiciones y valores, y de
cómo la razón puede ser una fuerza ambivalente capaz de generar tanto progreso como
destrucción.
Según sostienen los pensadores de la Escuela de Frankfurt, es falso suponer que la época
del triunfo técnico-instrumental implicó la coronación de la subjetividad libre. La lógica de la
dominación y el mecanismo de homogeneización de las personas y las cosas supuso un
vaciamiento de la subjetividad sobre la que se montó ese proyecto, en una sociedad
atravesada íntegramente por la racionalización y despersonalización. George Friedman
señala en su libro "La Filosofía Política de la Escuela de Frankfurt", que la razón que había
desvanecido los mitos del mundo, destruyó horizontes y dejó al hombre vacío y carente de
rumbo.
Industria Cultural
masas es un síntoma de una era degradada en la que el arte solo es una fuente de
gratificación para ser consumida. Pero lo que la industria cultural crea son exhortaciones a
la conformidad de la sociedad en favor de intereses mucho más oscuros.
Este aparato técnico mercantil está sujetado a las necesidades de los consumidores y,
como toda necesidad, se buscará saciarla con un producto. Para eso, la industria cultural
ofrece su propio producto estandarizado. Sumado al escaso número de centros de
producción, administrados por pocas manos, les permite planificar su producción y
distribución de una forma mucho más eficiente.
Ese consumo acrítico procura evitar que como individuos consigamos objetivar la
información. La industria cultural no hace otra cosa que atentar contra cualquier pretensión
de crear modelos de personalidad individual artísticos y de comportamiento. Por ejemplo, es
tomar un género musical de las clases populares, reinterpretarla y devolvérsela a las masas
como música popular (no es lo mismo). Ya no les pertenece a las clases populares, sino
que a la industria cultural.
Esto ocurre por el sofisticado aparato mediático de propaganda que operan y contribuye a
dar cuerpo y forma a este nuevo género, haciendo de las prácticas un artefacto o de las
expresiones artísticas reales y comunicativas en objetos aislables.
Pseudocultura
El mercado ampliado, del capitalismo avanzado tras la Segunda Guerra Mundial, absorbió
la totalidad de las relaciones humanas y sociales, siendo la creación cultural la que mejor
Ariela Pietrantuono Final de Comunicación Social II