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Y se relaciona:
Para saber la medición del yeyuno y el íleon, no hay una referencia anatómica
exacta, pero, el 40% proximal del segmento yeyuno ileal se define como la porción del
yeyuno y el 60% distal, se considera el íleon.
IRRIGACIÓN
El duodeno está irrigado por las ramas del tronco celíaco y de la arteria mesentérica
superior; así como las arterias pancreaticoduodenales inferiores.
Las venas del intestino delgado desembocan en la vena porta hepática, y el sistema
linfático drena en los ganglios mesentéricos superiores.
Domina los vasos sanguíneos del intestino delgado con este conjunto de materiales de
estudio.
DRENAJE
Los vasos linfáticos responsables del drenaje linfático se dirigen paralelos a las arterias
correspondientes, esta linfa frena por los ganglios linfático-mesentéricos hasta la
cisterna del quilo, después, a través del conducto torácico y, por último, a la vena
subclavia izquierda.
INERVACION
El intestino delgado es inervado por las ramas del nervio vago (X par) y los nervios
torácicos esplácnicos. Sus ramas nerviosas se extienden a lo largo de todo el intestino
delgado en forma de dos plexos:
• Plexo nervioso submucoso (de Meissner): encontrado en la submucosa del
intestino delgado, este contiene solamente información parasimpática del nervio vago
(X par).
• Plexo nervioso mientérico (de Auerbach): ubicado en la muscular externa del
intestino delgado, este contiene fibras nerviosas tanto simpáticas como
parasimpáticas.
II. Anomalías congénitas Del intestino delgado
Duodeno
Estenosis y atresias
Yeyunoíleon
Atresias y estenosis
Duplicaciones intestinales
Fisiopatología
Cuando inicia una obstrucción, se acumula tanto gas como líquido en la luz intestinal
proximal al sitio de obstrucción. La actividad intestinal aumenta en un esfuerzo por
vencer la obstrucción, lo que explica el dolor tipo cólico y la diarrea que algunos
presentan, incluso en presencia de obstrucción intestinal completa.
Adherencias
Neoplasia Neoplasias primarias de intestino delgado, Cáncer secundario de
intestino delgado (p. ej., metástasis derivadas de melanomas),
Invasión local por neoplasia maligna intraabdominal (p. ej.,
tumores desmoides), Carcinomatosis
Hernias Externas (p. ej., inguinal y femoral).
Internas (p. ej., después de cirugía de derivación gástrica en Y de
Roux).
Enfermedad Vólvulo, Intususcepción, Estenosis inducida por radiación, Estenosis
de Crohn posisquémica, Cuerpo extraño, Íleo por cálculo biliar, Diverticulitis,
Divertículo de Meckel, Hematoma, Anormalidades congénitas (p.
ej., membranas, duplicaciones y rotación anómala).
Presentación clínica
Los síntomas de obstrucción del intestino delgado son dolor abdominal tipo cólico,
náusea, vómito y estreñimiento. Los signos de obstrucción del intestino delgado
incluyen distensión abdominal. Es probable que los ruidos intestinales sean hiperactivos
al principio, pero en etapas avanzadas de la obstrucción se escuchan ruidos mínimos.
Diagnóstico
Tratamiento
Es necesario administrar por vía intravenosa líquidos isotónicos y colocar una sonda
permanente en la vejiga a fin de vigilar la diuresis. Lo común es administrar antibióticos
de amplio espectro. Es necesario extraer en forma constante aire y líquido del
estómago mediante una sonda nasogástrica (NG). El tratamiento estándar para la
obstrucción completa de intestino delgado en términos generales es la intervención
quirúrgica inmediata.
Resultados
Prevención
Como la obstrucción del intestino delgado por bridas representa una gran carga
terapéutica, la prevención de las adherencias posoperatorias se ha convertido en un
área de gran interés. La técnica quirúrgica adecuada, el manejo cuidadoso del tejido,
y el uso y exposición mínima del peritoneo a cuerpos extraños son la base para
prevenir la formación de bridas.
Fisiopatología
Cirugía
abdominal
Causas secundarias
Presentación clínica
Los síntomas más comunes son intolerancia a líquidos y sólidos por la boca, náuseas y
ausencia de flatos o evacuaciones. Pueden ocurrir vómitos y distensión abdominal. Es
característico que los ruidos intestinales no existan o sean muy escasos, en contraste
con los ruidos hiperactivos del intestino
Diagnóstico
Tratamiento
El tratamiento del íleo consiste en limitar la ingesta oral y corregir el factor
desencadenante subyacente. el estómago debe descomprimirse mediante una
sonda NG. Es necesario administrar líquidos y electrólitos por vía intravenosa. La
administración de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (NSAID), como
ketorolaco.
VI. Inflamatoria
Duodenitis.
La utilidad del TC viene dada sobretodo en la urgencia, donde suelen acabar los
procesos ulcerosos que se perforan. Los signos de perforación/penetración en el TC
son: a) el engrosamiento parietal de la pared duodenal, que puede llegar a
estenosarse; b) la presencia de líquido periduodenal; y c) la presencia de gas
extraluminal, ya sea peritoneal o retroperitoneal.
Las neoplasias benignas representan 30 a 50% de los tumores del intestino delgado e
incluyen adenomas, lipomas, hamartomas y hemangiomas. Son raros los cánceres
primarios de intestino delgado. Entre los cánceres del intestino delgado, los
adenocarcinomas representan 35 a 50% de todos los casos, los tumores carcinoides
comprenden 20 a 40% y los linfomas, alrededor de 10 a 15%.
Los tumores del estroma gastrointestinal (GIST) son los tumores mesenmatosos más
comunes que se originan en el intestino delgado y que comprenden la gran mayoría
de tumores que con anterioridad se clasificaban como leiomiomas, leiomiosarcomas y
tumores de músculo liso intestinal.
Presentación clínica
Casi todas las neoplasias de intestino delgado son asintomáticas hasta que crecen lo
suficiente.
Hasta 25% de pacientes con neoplasias malignas del intestino delgado tiene una masa
abdominal palpable. Los informes indican que en 25% de los enfermos se encuentran
datos de obstrucción intestinal. A veces, la prueba de sangre oculta en heces es
positiva. Podría haber ictericia secundaria a obstrucción biliar o metástasis hepáticas.
En la enfermedad avanzada puede haber caquexia, hepatomegalia y ascitis.
Diagnóstico
Debido a que en la mayor parte de las neoplasias del intestino delgado los síntomas
son inexistentes o inespecíficos, rara vez se diagnostican estas lesiones antes de la
intervención quirúrgica.
X. Patología neoplásica
Se clasifican en procesos benignos y malignos.
• Pólipos adenomatosos: son los más frecuentes, habitualmente son únicos, con
una superficie lobulada o en forma de “coliflor”.
• Pólipos hiperplásicos: son raros y suelen presentarse como múltiples pólipos
sésiles de pequeño tamaño.
• Pólipos hamartomatosos: son poco frecuentes y habitualmente se ven en el
síndrome de Peutz-Jeghers, manifestándose como múltiples pólipos
duodenales, en intestino delgado y en estómago.
Adenocarcinoma duodenal
Carcinomas periampulares
Tumor carcinoide
Son las lesiones submucosas más frecuentes en el duodeno, derivados de las células
intersticiales de Cajal. Aunque la mayoría de las lesiones suelen ser benignas, con
curación en el momento de la resección, hasta un 10 % puede malignizarse y debutar
con gran tamaño, ulceración, sangrado e incluso metástasis a distancia.
Linfoma duodenal
Puede ocurrir bien por un linfoma primario duodenal o tratarse de una afectación
secundaria a un proceso sistémico. La afectación secundaria es más frecuente, y
cuando se trata de linfomas primarios suele asociarse a otras entidades como el SIDA,
la enfermedad celíaca o estados de inmunodeficiencia. Los linfomas suelen
manifestarse como una masa submucosa voluminosa.
• Fístula interna: La comunicación entre dos partes del tubo digestivo u órganos
adyacentes, (p. ej., fístula enterocolónica o fístula colovesicular).
• Fístula externa (como la fístula enterocutánea o rectovaginal) afecta la piel u
otro epitelio de la superficie externa. Las fístulas enterocutáneas que drenan
menos de 200 ml de líquido por día se conocen como fístulas de bajo gasto, en
tanto que las que drenan más de 500 ml de líquido al día se denominan fístulas
de alto gasto.
Las fístulas que surgen espontáneamente sin antecedentes de una lesión yatrógena
suelen ser manifestaciones de progresión de la enfermedad de Crohn o cáncer
subyacentes.
Fisiopatología
Diagnóstico
Tratamiento
Resultados
Más del 50% de las fístulas intestinales cerraron en forma espontánea. Dentro de los
factores que inhiben el cierre espontáneo de las fístulas intestinales tenemos: cuerpo
extraño en el trayecto fistuloso, enteritis por radiación, infección o inflamación en el
origen de la fístula, epitelización del trayecto fistuloso, etc.
Presentación clínica
Las manifestaciones más comunes de enteritis por radiación aguda son náuseas,
vómitos, diarrea y dolor abdominal tipo cólico. Los síntomas son pasajeros y se remiten
una vez que se suspende la radioterapia. No se requieren pruebas diagnósticas
específicas. Las manifestaciones clínicas de enteritis por radiación crónica son
evidentes en el transcurso de dos años de administrar la radiación, aunque es posible
que se inicien luego de tan sólo unos meses o hasta décadas después. La
presentación clínica más común es la obstrucción parcial del intestino delgado con
náuseas, vómitos, distensión abdominal intermitente, dolor del abdomen tipo cólico y
pérdida de peso. El segmento afectado con mayor frecuencia es el íleon terminal.
Diagnóstico
Tratamiento
Casi todos los casos de enteritis por radiación aguda curan de manera espontánea.
Suele ser suficiente el tratamiento de apoyo, administración de antieméticos. Los
pacientes con deshidratación inducida por diarrea tal vez requieran hospitalización y
administración parenteral de líquidos. Rara vez los síntomas son bastante graves como
para requerir que se disminuya o suprima la radioterapia. En contraste, el tratamiento
de la enteritis por radiación crónica representa un formidable desafío. La intervención
quirúrgica para este trastorno es difícil, ocasiona tasas de morbilidad altas y debe
evitarse cuando no existen indicaciones específicas como obstrucción de alto grado,
perforación, hemorragias, abscesos intraabdominales y fístulas.
Prevención
Fisiopatología
Presentación clínica
Diagnóstico
Tratamiento
Fisiopatología
Una de las hipótesis sobre los aspectos patogenéticos de los divertículos adquiridos, se
vincula con anormalidades adquiridas del músculo liso intestinal o motilidad alterada,
que ocasionan herniación de la mucosa y submucosa a través de áreas débiles de la
muscular. Los divertículos adquiridos se relacionan con crecimiento bacteriano
excesivo, lo cual conduce a carencia de vitamina B12, anemia megaloblástica,
absorción deficiente y esteatorrea.
Presentación clínica
Diagnóstico
Tratamiento
1. Émbolo arterial.
2. Trombosis arterial.
3. Vasoespasmo (que también se conoce como isquemia mesentérica no
oclusiva [NOMI]).
4. Trombosis venosa. La embolia es la causa más común de isquemia mesentérica
aguda y es la razón de más de 50% de los casos.
El origen del émbolo es el corazón, pero, con mayor frecuencia, son los trombos
auriculares o ventriculares izquierdos o las lesiones valvulares. De hecho, hasta 95% de
pacientes con isquemia mesentérica aguda causada por émbolos tendrá un
antecedente comprobado de cardiopatía. La embolia de la arteria mesentérica
superior origina 50% de los casos. La isquemia mesentérica no oclusiva es el resultado
de vasoespasmo y se diagnostica en pacientes muy graves que reciben
medicamentos vasopresores.
Ascitis quilosa
Intususcepción
Por lo general, se tolera bien la resección de menos de 50% del intestino delgado.
Desde el punto de vista clínico se origina absorción deficiente cuando se reseca más
de 50 a 80% del intestino delgado. En pacientes adultos que carecen de colon
funcional, es probable que persista la dependencia de la nutrición parenteral total
durante toda la vida si quedan menos de 100 cm de intestino delgado residual. En
lactantes con síndrome de intestino corto, suele lograrse la supresión de la
dependencia hacia la NPT con tan sólo 10 cm de intestino delgado residual.
Tratamiento
Trasplante intestinal.
Este complejo procedimiento se realiza cada vez más a menudo para tratar pacientes
con síndrome de intestino corto. Las complicaciones específicas en las que se
recomienda un trasplante intestinal son: a) insuficiencia hepática inminente o
manifiesta, b) trombosis de venas centrales mayores, c) episodios frecuentes de
septicemia relacionada con el catéter y d) episodios frecuentes de deshidratación
grave.
El duodeno representa una de las regiones a las que resulta más difícil
aproximarse en la cirugía, debido a la fijación del duodeno y el páncreas, a la
irrigación sanguínea compartida por ambos órganos (arcadas
pancreaticoduodenales superior e inferior), y a la desembocadura del
conducto biliar común y los conductos pancreáticos. La
pancreaticoduodenectomía es necesaria en el paciente con una
enfermedad neoplásica maligna. En presencia de una neoplasia benigna se
prefiere una intervención más conservadora, como la resección segmentaria.
Es preciso recordar que en el 10% de los casos tan sólo existe un conducto
pancreático: el conducto de Santorini. La arteria gastroduodenal pasa «por
detrás» del duodeno y por delante de este conducto. Una sutura muy
profunda para interrumpir la hemorragia puede ligar el único conducto
pancreático presente, con fatales consecuencias.
Los principales síntomas de compresión vascular del duodeno son los vómitos y
el dolor epigástrico después de ingerir alimentos. Es frecuente el
adelgazamiento después del comienzo de los síntomas, dado que el paciente
regurgita los alimentos o teme ingerirlos.
Tratamiento
• Esofagografía.
• Enema opaco
• Arteriografía selectiva de la arteria mesentérica superior.
• Flebografía.
• Enteroscopia.
• Reconstrucción vaginal.
• Refuerzo de injertos vasculares.
• Revascularización de la mama.
Aunque algunas de estas técnicas se han abandonado, otras se emplean
todavía con resultados satisfactorios.
• Diarrea y esteatorrea.
• Proliferación bacteriana.
• Carencia nutritiva,
• Colelitiasis.
Lesiones vasculares
Lesiones orgánicas