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La atención a la diversidad
40 educativa en centros
de atención a la infancia.
Factores de diversidad
en la infancia. Necesidades
educativas más frecuentes.
La integración escolar:
objetivos y recursos.
Referencias legislativas.
Colaboración con las
familias y otros agentes
de intervención
Volumen III. Educación Infantil
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
6. REFERENCIAS LEGISLATIVAS
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La diversidad es una característica inherente a todos los grupos humanos: todos los
seres humanos semejantes pero individualmente diferenciados.
El hecho diferencial es un rasgo común y objetivo en cualquier dinámica social. Pero el
significado socialmente atribuido a este hecho puede poseer (color de piel) y posee conno-
taciones integradoras o segregadoras
Porque diferentes somos todos, porque cada una de las culturas humanas es diferente
y porque la diferencia es una de las cualidades que mejor caracterizan al ser humano. Y
precisamente esta diferencia, entendida como paradigma de libertad y como elemento
enriquecedor, es la que nos ayuda a organizar una percepción de la otredad que permite
la construcción de una diversidad cultural no jerarquizada, basada en el conocimiento y el
reconocimiento del otro (Kaplan 1993). Con estas palabras aparte de aclarar el concepto
de diversidad se toma una postura clara.
Mientras diversidad es una cualidad objetiva que tienen los seres y objetos de nuestro
entorno, somos nosotros quienes creamos la diferencia a través de nuestra valoración de
aquella diversidad.
El concepto de diversidad debemos contextualizarlo en nuestro modelo educativo, que
parte de la Constitución como marco básico de referencia para convertirse en el modelo
educativo propuesto por la LOGSE, de carácter comprensivo y diversificado y que debemos
acercar a nuestras aulas.
La existencia de diversidad, creciente, entre el alumnado, ya sea de capacidades, inte-
reses o motivaciones, necesita de una enseñanza que tiene que ser igualmente diversa; y
que lo es como resultado de un profesorado que intenta adaptar los medios a su alcance
(objetivos, organización, métodos, tiempo...) para ajustarse a las necesidades de aprendi-
zaje de sus alumnos.
Los nuevos modelos de escuela y de currículo abierto, exigen el ajuste de una respuesta
educativa diversificada a las peculiaridades del centro y de los alumnos. Se trata de adaptar
y contextualizar la atención educativa ofrecida. De esta manera se evita y se previene la
aparición de dificultades en el aprendizaje, o si han aparecido ya se abordan precozmente
una vez conocidas.
Normalmente las medidas de atención a la diversidad que se adopten en los centros
serán medidas de carácter general, y afectarán al segundo y tercer nivel de concreción cu-
rricular, es decir, al Proyecto Curricular de Centro y a las programaciones de aula. En otras
ocasiones, sin embargo, las necesidades educativas de nuestros alumnos serán menos
usuales y precisaremos estrategias más especializadas para atenderlas. Nos referimos a los
alumnos que presentan necesidades educativas especiales (NEE), y que normalmente
son escolarizados en los centros educativos ordinarios.
En resumen, la atención a la diversidad se ha convertido en uno de los pilares básicos,
y más innovadores, de la reforma del sistema educativo. Su resolución eficaz constituirá
la garantía de una educación de calidad que favorecerá una educación personalizada, y la
igualdad de oportunidades para todos los alumnos y alumnas.
dificultad de la tareas o a un evento adverso). Por el contrario, cuando los alumnos no son
tan buenos, atribuimos sus fracasos a causas internas (su baja capacidad) y los éxitos a
causas externas (suerte, tarea fácil...).
Esto entraña un grave riesgo si tenemos en cuenta que es causa de graves problemas
de inadaptación social.
Niños inadaptados los hay en todas las clases sociales y ambientes, pero destacan
por su gravedad y número las capas más bajas de la sociedad. Son estos ambientes mar-
ginales los que producen marginados, en un círculo vicioso difícil de romper. Las carencias
económicas y culturales, las drogas, el alcoholismo, el paro, etc., segregan socialmente
y favorecen la aparición de conductas marginales. Estos grupos marginales forman el co-
lectivo más numeroso con dificultades de integración en la escuela, y pese a ello existe
mucho desconocimiento y temor sobre el tema.
En relación con estos factores, la escuela infantil cumple una gran tarea en cuan-
to a la compensación, siendo un entorno organizado, educativo y seguro en el que
desarrollar actitudes positivas hacia todos y poder construir una autoestima positiva y
equilibrada.
El criterio fundamental que se debe manejar para determinar cuándo un alumno pre-
senta mayores dificultades de aprendizaje que sus compañeros de edad debe basarse,
sobre todo, en que el propio profesorado, individual o colectivamente, haya puesto en mar-
cha y agotado los recursos ordinarios de que dispone (cambios metodológicos, materiales
distintos, más tiempo...) y considera que, a pesar de ello, el alumno necesita ayuda extra
para resolver sus dificultades.
En conclusión, todos los niños tienen necesidades educativas, y algunos, que requeri-
rán recursos no ordinarios, las tienen especiales. Este nuevo enfoque sustituye al modelo
llamado de déficit, reflejándose en el siguiente cuadro las diferencias entre ambos:
Sobreprotección. Autovaloración.
No
desplazarse INTER-
en esta NADO
dirección más o
de lo necesario UNIDADES
HOSPITALARIAS
Retomar
Centro en esta
específico diurno dirección
Unidad de transición lo más
en centro específico rápidamente
Clase especial en centro ordinario posible
Integración actividades no académicas
Clase especial en centro ordinario
Integración actividades no académicas
Programa combinado en centro ordinario
Clase ordinaria / Clase especial
Clase ordinaria con apoyo individual o en grupo
de un especialista fijo o itinerante. Programa y
tiempo en función de las necesidades especiales.
Clase ordinaria con apoyo al profesor.
Recursos para el profesor de la clase normal.
CLASE ORDINARIA
Este esquema de servicios en cascada contempla una amplia gama de alternativas que
permite a cada sujeto incorporarse a aquellas que sean más adecuadas a sus característi-
cas e implica el funcionamiento coordinado de todos los servicios como parte del sistema
educativo general.
Bajo este prisma, todos los niños pertenecen al sistema educativo ordinario, el cual
debe ofrecer soluciones diferenciadas conforme a las particularidades y necesidades espe-
ciales de cada alumno.
El siguiente cuadro recoge los distintos modos o formas de integración que prevalecen
en España, con indicaciones referidas a las variables sujeto, ratio, curriculum, tipo de apoyo
y profesorado.
Alumnos con difi- Alumnos con dificul- Dificultad grave en Dificultad grave y
cultad ligera de ca- tades de carácter todas las áreas de continuada en to-
rácter transitorio. previamente transi- forma continuada. das las áreas. La
Sujeto torio en algún área Posibilidad de par- profundidad de la
del curriculum que ticipación en activi- minusvalía acon-
exija un tratamien- dades curriculares. seja la escolariza-
to especializado. ción en el centro.
FORMAS DE INTEGRACIÓN.
2. Problemas pedagógicos: son los que plantean alumnos con dificultades o trastor-
nos de aprendizaje, asociados a disminuciones sensoriales (ciegos, sordos, amblio-
pes...), a un ligero retraso cognitivo, a retrasos por cualquier causa (ausentismo,
etc.), dificultades específicas de aprendizaje (dislexia, discalculia, etc.) o leves tras-
tornos conductuales.
3. Aspectos psicosociales: son los que plantean alumnos con graves deficiencias
o trastornos de personalidad. Alumnos borderline cuya apariencia externa es nor-
mal, pero muestran importantes dificultades de comprensión, etc.; así mismo
pueden estar en el origen problemas de marginación social o medios familiares
muy desfavorables.
4. Variables personales del alumno que influyen en la integración: tales como
edad, nivel de autonomía, estimulación previa, nivel intelectual, grado de adapta-
ción social, autocontrol, grado de colaboración familiar, etc.
Las ACI para los alumnos con necesidades educativas especiales deberían asegurar el
cumplimiento de las siguientes funciones:
– Establecer una coherencia entre la valoración o evaluación psicopedagógica de las
necesidades y la programación individual para atenderlas.
– Preparar y coordinar las actuaciones educativas ordinarias y especiales que se uti-
lizarán con los alumnos.
– Retirar, en la medida de lo posible y cuando se considere conveniente, los recursos
educativos especiales y hacer que el alumno utilice servicios y situaciones escola-
res lo más normalizadas posibles.
– Describir, concretar y justificar la respuesta educativa que se dirige al alumno, de
forma clara y comprensible. De esta manera se favorece la coordinación y la efi-
cacia de todas la personas implicadas en el crecimiento personal y educativo del
alumno.
En resumen, según Giné y Ruiz (1990), las ACI deberían incluir estos tres elementos
básicos:
– La valoración o evaluación psicopedagógica: supone un resumen de la informa-
ción recogida. En ella se recogen los niveles actuales de competencia del alumno
en relación con el currículo escolar, y otros factores que puedan dificultar o facilitar
su desarrollo y aprendizaje.
– La propuesta curricular: dicha propuesta se dirigirá al alumno durante un de-
terminado periodo (como máximo un ciclo o curso académico); en la misma se
indican las adaptaciones a realizar en los elementos básicos del currículo:
* Qué enseñar: áreas, contenidos, objetivos.
* Cómo enseñar: enfoques metodológicos y didácticos; tipo, duración y perio-
dicidad de los servicios educativos (ordinarios y específicos); los materiales e
instrumentos.
* Cuándo enseñar: secuencia prevista de las actuaciones educativas referidas
a áreas, contenidos y objetivos.
* Qué, cómo y cuándo evaluar.
– La promoción del alumno: elementos que permitan percibir y evaluar los es-
fuerzos que se prevén realizar para promover al alumno hacia entornos menos
restrictivos.
El inicio de una ACI ha de partir de una valoración psicopedagógica por parte del depar-
tamento de orientación. Esta evaluación debe completar la información de que dispone el
tutor y la familia sobre las necesidades del alumno.
6. REFERENCIAS LEGISLATIVAS
– La Constitución Española (1978), que de forma implícita reconoce a los de-
ficientes la igualdad ante la ley, al tiempo que les hace acreedores de la atención
especial. Los artículos 14 y 49 desarrollan estas ideas.
– Ley 13/1982, de 7 de abril, de Integración Social del Minusválido (LISMI).
– Real Decreto 2.639/82, de 15 de octubre, de Ordenación de la Educación Espe-
cial por el que se regulan una serie de principios en los que fundamenta los dere-
chos reconocidos por la Constitución y aborda la integración de forma global dando
directrices a todos los niveles (educativo, laboral...). Se apoya en los principios de
normalización, integración, sectorización e individualización.
– RD 696/95, de 8 de abril, de Ordenación de la educación de alumnos con NEE, por el
que se regulan las condiciones para la atención educativa a los alumnos con necesida-
des educativas especiales, temporales o permanentes, asociadas a su historia educativa
y escolar, o debidas a sobredotación o discapacidad psíquica, motora o sensorial.
– Real Decreto 229/1996, de 28 de febrero, de Ordenación de las acciones diri-
gidas a la compensación de desigualdades en Educación (BOE de 12/3/96).
– Real Decreto 943/2003, de 18 de julio, por el que se regulan las condiciones
para flexibilizar la duración de los diversos niveles y etapas del sistema educativo
para los alumnos superdotados intelectualmente.
– Orden de 10 de julio de 1995, por la que se regula la adaptación del currículo
de la Educación Física, para los alumnos con necesidades educativas especiales
en el Bachillerato Unificado y Polivalente, en la Formación Profesional de primer y
segundo grados y en la educación secundaria, así como la dispensa de la misma
para los mayores de veinticinco años.
– Orden de 14 de febrero de 1996, por la que se regula el procedimiento para
la realización de la evaluación psicopedagógica y el dictamen de escolarización y
se establecen los criterios para la escolarización de los alumnos con necesidades
educativas especiales (BOE 23.2.96).
– Resolución de 25 de abril de 1996, por la que se regula la elaboración del pro-
yecto curricular de la Enseñanza Básica Obligatoria en los centros de Educación
Especial (BOE 17.5.96).
– Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
Artículo 2. Objeto
El objeto de este Real Decreto es regular las condiciones y el procedimiento para flexibilizar
la duración de los diversos niveles y etapas del sistema educativo para aquellos alumnos que
sean identificados como superdotados intelectualmente y que cursen enseñanzas escolares
en los centros docentes especificados en el artículo anterior.
Artículo 3. Identificación y evaluación de las necesidades de los alumnos superdotados
intelectualmente
Las Administraciones educativas adoptarán las medidas necesarias para identificar a los
alumnos superdotados intelectualmente, evaluando las necesidades educativas específicas
de dichos alumnos lo más tempranamente posible.
Artículo 4. Medidas de atención educativa
1. La atención educativa específica a estos alumnos se iniciará desde el momento de la
identificación de sus necesidades, sea cual sea su edad, y tendrá por objeto el desarro-
llo pleno y equilibrado de sus capacidades y de su personalidad.
2. Las Administraciones educativas determinarán las condiciones que deben reunir los
centros para prestar una adecuada atención educativa a estos alumnos, así como los
criterios para que los centros elaboren programas específicos de intensificación del
aprendizaje.
3. Las Administraciones educativas adoptarán las medidas oportunas para que los padres
de los alumnos superdotados intelectualmente reciban el adecuado asesoramiento con-
tinuado e individualizado, así como la información necesaria sobre la atención educativa
que reciban sus hijos y cuantas otras informaciones les ayuden en la educación de és-
tos. Asimismo, se informará a los padres y a los alumnos sobre las medidas ordinarias
o excepcionales de atención que se adopten. Para la aplicación de éstas será necesario
el consentimiento de los padres.
Artículo 5. Requisitos
La decisión de flexibilizar la duración de los diversos niveles y etapas del sistema educativo
para los alumnos superdotados intelectualmente se tomará cuando las medidas que el cen-
tro puede adoptar, dentro del proceso ordinario de escolarización, se consideren insuficientes
para atender adecuadamente a las necesidades y al desarrollo integral de estos alumnos.
Artículo 6. Registro de las medidas de flexibilización de la duración de los diversos nive-
les y etapas del sistema educativo para los alumnos superdotados intelectualmente
De la autorización de la flexibilización de la duración de los diversos niveles y etapas del
sistema educativo para los alumnos superdotados intelectualmente se dejará constancia
en el expediente académico del alumno, y se consignará en los documentos oficiales de
evaluación, mediante la correspondiente diligencia al efecto, en la que constará la fecha de
la resolución por la que se autoriza dicha medida.
Artículo 7. Criterios generales para flexibilizar la duración de los diversos niveles, etapas
y grados para los alumnos superdotados intelectualmente
1. La flexibilización de la duración de los diversos niveles, etapas y grados para los alumnos
superdotados intelectualmente consistirá en su incorporación a un curso superior al que
le corresponda por su edad. Esta medida podrá adoptarse hasta un máximo de tres
veces en la enseñanza básica y una sola vez en las enseñanzas postobligatorias.
Artículo 9. Criterios generales para flexibilizar la duración de los diversos grados, ciclos y
niveles para los alumnos superdotados intelectualmente, en las enseñanzas de régimen
especial
En el caso de las enseñanzas de régimen especial, la flexibilización de la duración de los
diversos grados, ciclos y niveles para los alumnos superdotados intelectualmente consistirá
en su incorporación a un curso superior al que le corresponda por su edad, siempre que la
reducción de estos períodos no supere la mitad del tiempo establecido con carácter general.
No obstante, en casos excepcionales, las Administraciones educativas podrán adoptar me-
didas de flexibilización sin tal limitación. Esta flexibilización incorporará medidas y programas
de atención específica.”
TÍTULO II
Equidad en la Educación
CAPÍTULO I. Alumnado con necesidad específica de apoyo educativo
Artículo 71. Principios
1. “Las Administraciones educativas dispondrán los medios necesarios para que todo el alum-
nado alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional, así como los
objetivos establecidos con carácter general en la presente Ley.
2. Corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para
que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordi-
naria, por presentar necesidades educativas especiales, por dificultades específicas de
aprendizaje, por sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde al
sistema educativo, o por condiciones personales o de historia escolar, puedan alcan-
zar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los
objetivos establecidos con carácter general para todo el alumnado.
3. Las Administraciones educativas establecerán los procedimientos y recursos preci-
sos para identificar tempranamente las necesidades educativas específicas de los
alumnos y alumnas a las que se refiere el apartado anterior. La atención integral al
SECCIÓN PRIMERA
Alumnado que presenta necesidades educativas especiales
Artículo 73. Ámbito
“Se entiende por alumnado que presenta necesidades educativas especiales, aquel que re-
quiera, por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, determinados apoyos y
atenciones educativas específicas derivadas de discapacidad o trastornos graves de conducta.
Artículo 74. Escolarización
1. La escolarización del alumnado que presenta necesidades educativas especiales se
regirá por los principios de normalización e inclusión y asegurará su no discriminación
y la igualdad efectiva en el acceso y la permanencia en el sistema educativo, pudiendo
introducirse medidas de flexibilización de las distintas etapas educativas, cuando se
considere necesario. La escolarización de este alumnado en unidades o centros de
educación especial, que podrá extenderse hasta los veintiún años, sólo se llevará a
cabo cuando sus necesidades no puedan ser atendidas en el marco de las medidas de
atención a la diversidad de los centros ordinarios.
2. La identificación y valoración de las necesidades educativas de este alumnado se rea-
lizará, lo más tempranamente posible, por personal con la debida cualificación y en los
términos que determinen las Administraciones educativas.
3. Al finalizar cada curso se evaluarán los resultados conseguidos por cada uno de los
alumnos en función de los objetivos propuestos a partir de la valoración inicial.
Dicha evaluación permitirá proporcionarles la orientación adecuada y modificar el plan
de actuación así como la modalidad de escolarización, de modo que pueda favorecerse,
siempre que sea posible, el acceso del alumnado a un régimen de mayor integración.
4. Corresponde a las Administraciones educativas promover la escolarización en la educa-
ción infantil del alumnado que presente necesidades educativas especiales y desarrollar
programas para su adecuada escolarización en los centros de educación primaria y
secundaria obligatoria.
5. Corresponde asimismo a las Administraciones educativas favorecer que el alumnado
con necesidades educativas especiales pueda continuar su escolarización de manera
adecuada en las enseñanzas postobligatorias, así como adaptar las condiciones de
realización de las pruebas establecidas en esta Ley para aquellas personas con discapa-
cidad que así lo requieran.
Artículo 75. Integración social y laboral
1. Con la finalidad de facilitar la integración social y laboral del alumnado con necesidades educa-
tivas especiales que no pueda conseguir los objetivos de la educación obligatoria, las Adminis-
traciones públicas fomentarán ofertas formativas adaptadas a sus necesidades específicas.
2. Las Administraciones educativas establecerán una reserva de plazas en las enseñanzas
de formación profesional para el alumnado con discapacidad.”
SECCIÓN SEGUNDA
Alumnado con altas capacidades intelectuales
Artículo 76. Ámbito
“Corresponde a las Administraciones educativas adoptar las medidas necesarias para identificar
al alumnado con altas capacidades intelectuales y valorar de forma temprana sus necesidades.
Asimismo, les corresponde adoptar planes de actuación adecuados a dichas necesidades.
Artículo 77. Escolarización
El Gobierno, previa consulta a las Comunidades Autónomas, establecerá las normas para
flexibilizar la duración de cada una de las etapas del sistema educativo para los alumnos con
altas capacidades intelectuales, con independencia de su edad.”
SECCIÓN TERCERA
Alumnos con integración tardía en el sistema educativo español
Artículo 78. Escolarización.
1. “Corresponde a las Administraciones públicas favorecer la incorporación al sistema
educativo de los alumnos que, por proceder de otros países o por cualquier otro moti-
vo, se incorporen de forma tardía al sistema educativo español. Dicha incorporación se
garantizará, en todo caso, en la edad de escolarización obligatoria.
2. Las Administraciones educativas garantizarán que la escolarización del alumnado que
acceda de forma tardía al sistema educativo español se realice atendiendo sus circuns-
tancias, conocimientos, edad e historial académico, de modo que se pueda incorporar
al curso adecuado a sus características y conocimientos previos, con los apoyos oportu-
nos, y de esta forma continuar con aprovechamiento su educación.
CAPÍTULO II.
Compensación de las desigualdades en educación
Artículo 80. Principios
1. “Con el fin de hacer efectivo el principio de dad en el ejercicio del derecho a la educa-
ción, las Administraciones públicas desarrollarán acciones de carácter compensatorio
en relación con las personas, grupos ámbitos territoriales que se encuentren en situa-
ciones desfavorables y proveerán los recursos económicos apoyos precisos para ello.
2. Las políticas de educación compensatoria reforzarán la acción del sistema educativo de
forma que ten desigualdades derivadas de factores sociales, económicos, culturales,
geográficos, étnicos o de otra índole.
3. Corresponde al Estado y a las Comunidades Autónomas en sus respectivos ámbi-
tos de competencia sus objetivos prioritarios de educación compensatoria.
Artículo 81. Escolarización
1. Corresponde a las Administraciones educativas asegurar una actuación preventiva y
compensatoria garantizando las condiciones más favorables para la escolarización, du-
rante la etapa de educación infantil, de todos los niños cuyas condiciones personales
supongan una desigualdad inicial para acceder a la educación básica y para progresar
en los niveles posteriores.
2. Corresponde a las Administraciones educativas adoptar medidas singulares en aquellos
centros escolares o zonas geográficas en las cuales resulte necesaria una intervención
educativa compensatoria.
3. En la educación primaria, las Administraciones educativas garantizarán a todos los
alumnos un puesto escolar gratuito en su propio municipio o zona de escolarización
establecida.
4. Sin perjuicio de lo dispuesto en el capítulo I de este mismo título, las Administraciones
educativas dotarán a los centros públicos y privados concertados de los recursos hu-
manos y materiales necesarios para compensar la situación de los alumnos que tengan
especiales dificultades para alcanzar los objetivos de la educación obligatoria, debido a
sus condiciones sociales.
Artículo 82. Igualdad de oportunidades en el mundo rural
1. Las Administraciones educativas tendrán en cuenta el carácter particular de la escuela
rural a fin de proporcionar los medios y sistemas organizativos necesarios para atender
a sus necesidades específicas y garantizar la igualdad de oportunidades.
za intentado continuamente los mismos ejercicios, a veces sin demasiado éxito inmediato.
La lentitud del aprendizaje y la necesidad de repetición no significan que el niño no aprenda
ya que, si es estimulado, evoluciona.
Los programas de estimulación han de estar cuidados, y aunque dependerán de cada
niño concreto, en general de todos ellos se puede decir que:
– Los ejercicios deberán de ser atractivos, variados y pocos.
– No hay que prolongarlos más de lo necesario.
– Presentar los estímulos y ejercicios en orden distinto cada día, para evitar que
aprenda una secuencia.
– Ir introduciendo paulatinamente nuevos ejercicios para ir aumentado la compleji-
dad del aprendizaje.
– Finalizar el bloque de ejercicios con los que ya sabe, para reforzar positivamente la
sesión con el éxito.
Los ejercicios se realizarán a base de manipular y coger objetos con las manos y
dedos, apilar, encajar cubos, enrollar y pasar cuerdas, ensartar bolas, hacer segui-
mientos con dedos o ceras, amasado y elaboración de formas y figuras, dibujos con
los dedos, etc.
– Discriminación de colores y formas: empezando por los colores básicos hacien-
do clasificaciones, formar figuras con bolas del mismo o diferente color, lo mismo
con las formas.
– Estimulación sensorial y perceptiva: ejercicios para enseñarle a identificar so-
nidos y la procedencia de los mismos, canciones y pequeños ritmos. Para el tacto
trabajaremos con texturas diferentes, temperaturas, formas, etc. Para el olfato le
proporcionaremos diferentes olores, y lo mismo con los sabores.
Para la percepción y estructuración de las nociones espaciales básicas trabajare-
mos los conceptos: arriba-abajo, cerca-lejos, dentro-fuera, delante-detrás, etc.
BIBLIOGRAFÍA
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1988.
García Pastor, C.: Una escuela común para niños diferentes: la integración escolar. PPV,
Barcelona, 1993.
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Gisbert, J. y col.: Educación Especial. Cincel, Madrid, 1980.
Grau Rubio, Claudia: Educación Especial. Integración escolar y necesidades educativas
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Hegarty, S. y otros: Aprender juntos: la integración escolar. Morata, Madrid, 1986.
Palacios, J. y otros: Desarrollo psicológico y educación III: Necesidades. Alianza Psicología,
Madrid, 1990.
Toledo González, M.: La escuela ordinaria ante el niño con necesidades especiales. Santillana,
Aula XXI, Madrid, 1984.
UNESCO: La Educación Especial. Ed. Sígueme, Salamanca, 1977.
Varios: Educación Especial. Cincel, Madrid, 1984.