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Derecho Internacional

Público
Abg. Juan Carlos Rosales A.
Datos Generales de la Clase:
• Asignatura: Derecho Internacional Público 4 UV.
• Hora: 7:20 PM – 8:10 PM
• Modalidad: Presencial-Zoom
• Catedrático: Abg. Juan Carlos Rosales Andino.

• juan.rosales@uth.hn
• 9489-4727 (Únicamente Whatsapp)
• J Carlos Rsls
Normas de la clase.
• Mantener el respeto con los miembros de la clase.
• Utilizar el chat de la videoconferencia para realizar consultas estrictamente de la clase en
curso.
• Estar en el grupo de Whatsapp (link disponible en e-learning).
• Utilizar el grupo de Whatsapp para asuntos estrictamente académicos y de interés
colectivo de la clase. (Prohibido enviar cadenas, imágenes, memes, vídeos, canciones,
noticias, preguntas sobre otras clases y demás análogas)
• Todos los alumnos deben mantener su cámara encendida durante la clase.
• Se tomará asistencia solo a los alumnos con cámara activada.
• Los trabajos, foros, y demás deben ser presentados por la vía indicada por el docente y
en la fecha estipulada por este.
• Los exámenes parciales se realizarán únicamente durante la hora clase con la cámara
encendida.
Evaluación:
10 Acumulativo
I- PARCIAL 20%
10 Examen

20 Acumulativo
II-PARCIAL
35%
15 Examen

30 Acumulativo
III-PARCIAL 45%
15 Examen
100%
Derecho Internacional
Público
Definición:
Se denomina Derecho Internacional al
conjunto de reglas que determinan la
conducta del cuerpo general de los
estados civilizados en sus relaciones
recíprocas-.
Fuentes del Derecho Internacional
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El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, heredero del Estatuto de su antecesora la Corte
Permanente de Justicia Internacional (CPJI), nos acerca a una nómina de fuentes que la doctrina reconoce
relevante, aunque no incluye la totalidad de las fuentes del Derecho Internacional. Este artículo dice:

“Artículo 38. 1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que
le sean sometidas, deberá aplicar:

a) Las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas expresamente
reconocidas por los Estados litigantes;
b) La costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como derecho;
c) Los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas;
d) Las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas
naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 59. 2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir
un litigio ex aequo et bono, si las partes así lo convinieren”.
Fuentes del Derecho Internacional
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A partir de esta enumeración surge una clasificación compartida por la mayoría de la


doctrina en tanto califican como fuentes principales o primarias a las enunciadas en los
tres primeros apartados del primer inciso, mientras que reservan la denominación de
auxiliares o secundarias para las citadas en último término. La razón de esta distinción
radica en que la Corte no puede fundar sus fallos sino en las primeras, mientras que las
segundas sólo se aplican en forma complementaria de las primeras.
Fuentes del Derecho Internacional
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Las Convenciones Internacionales.
La Convención de Viena sobre Derecho de los Tratados de 1969, en tanto y en cuanto es una
convención, firmada y ratificada por un gran número de Estados y que permite cierta precisión,
dejando de lado las posibilidades de discusión que ofrezcan las definiciones que pudiéramos
encontrar. La Convención formula un concepto de “tratado”, sobre el cual se apoya toda la estructura
de la misma:

“Artículo 2. Términos empleados:

1. Para los efectos de la presente Convención:


a) Se entiende por ‘tratado’ un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por
el derecho internacional, ya conste en instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y
cualquiera que sea su denominación particular”.
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Las Convenciones Internacionales.
En primer lugar, se trata de un acuerdo, un auténtico acto de voluntad en el sentido clásico y
tradicional del DI, que tiene por objeto la regulación de conductas exclusivamente entre los firmantes.

Que sea celebrado por escrito. Esta restricción no implica que no sea posible la celebración de
acuerdos no escritos9 , sino que lo entendemos como un requisito a los efectos del registro y de la
consecuente oponibilidad a terceros.

Celebrados entre Estados, los que, por otra parte, ejercen de esta forma uno de sus derechos
fundamentales que derivan de su condición de sujeto soberano.

Reunidos estos elementos, la denominación y la cantidad de cuerpos que lo constituyan carecen en


absoluto de trascendencia.
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La Costumbre.
La costumbre es un procedimiento de creación espontánea no formalizada de normas del Derecho
Internacional Público, surgido por la repetición constante de unas conductas uniformes de sus sujetos
a lo largo del tiempo, las cuales se inician libremente, pero que en un momento indeterminado son
consideradas para todos o por la mayoría de los que las practican como obligación jurídica.

Así pues, la costumbre se compone de dos elementos:

a) la práctica de los Estados o elemento material u objetivo


b) la convicción jurídica de su obligatoriedad u opinio iuris (elemento subjetivo o psicológico).
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La Costumbre.
A. Elemento Material:
El elemento material se llama práctica y consiste en los comportamientos reiterados en el tiempo,
interrelacionados entre ellos, en relación con cualquier tema concreto (Derecho del Mar, Derecho
Aéreo, Relaciones Diplomáticas, etc). Dichos comportamientos forman parte de un proceso.

La práctica ha de ser CONSTANTE y UNIFORME, requisitos que excluyen las respuestas contradictorias
y exigen, por un lado, una identidad entre las distintas conductas de cada Estado.

Por último, ha de ser una práctica GENERAL, es decir, ha de ser seguida de forma general, pues la
costumbre se consolida mediante la generalización de una determinada conducta. Pero que la práctica
sea general no quiere decir que todos los Estados realicen el comportamiento en cuestión, sino que
basta con que actúen los Estados interesados.
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La Costumbre.
A. Elemento Espiritual:
El elemento espiritual u opinio iuris sive necessitatis es la convicción expresada de forma pública de
que los precedentes de la práctica se tienen que continuar llevando a cabo porque hay una
obligación jurídica de hacerlo. La opinio iuris debe desprenderse, pues, del propio comportamiento
de los Estados.

Son muchos los actos que pueden servir para inducir la existencia de la opinio iuris: actos
unilaterales de los Estados, correspondencia diplomática, legislación de los Estados, decisiones de
tribunales nacionales, resoluciones de Organizaciones Internacionales, decisiones de tribunales
internacionales, práctica de las Organizaciones y Conferencias internacionales, doctrina.
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Los Principios Generales del derecho.
En esta ocasión trabajaremos con los principios que regulan actualmente las relaciones entre los
estados. Para ello debemos partir de lo establecido por el artículo 2 de la Carta de las Naciones
Unidas:

Artículo 2. Para la realización de los Propósitos consignados en el artículo 1, la Organización y sus


miembros procederán de acuerdo con los siguientes Principios:

1. La Organización está basada en el principio de la igualdad de todos sus miembros.


2. Los miembros de la Organización, a fin de asegurarse los derechos y beneficios inherentes a su
condición de tales, cumplirán de buena fe las obligaciones, contraídas por ellos de conformidad
con esta Carta.
3. Los miembros de la Organización arreglarán sus controversias internacionales por medios
pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz y la seguridad internacionales ni
la justicia.
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Los Principios Generales del derecho.
4. Los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de
la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma
incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.

5. Los miembros de la Organización prestarán a ésta toda clase de ayuda en cualquier acción que ejerza de conformidad
con esta Carta, y se abstendrán de dar ayuda a Estado alguno contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción
preventiva o coercitiva.

6. La Organización hará que los Estados que no son miembros de las Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con estos
principios en la medida que sea necesaria para mantener la paz y la seguridad internacionales.

7. Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente
de la jurisdicción interna de los Estados, ni obligará a los miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo
conforme a la presente Carta; pero este principio no se opone a la aplicación de las medidas coercitivas prescritas en el
Capítulo VII.
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Los Principios Generales del derecho.
La tercera de las fuentes citadas por el artículo 38 del Estatuto de la CIJ es:

... c) Los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas”;

Se trata aquí de una fuente generalmente aplicada por los tribunales internacionales, entre ellos la
CIJ, pero cuya precisión aún hoy deja abiertas numerosas dudas, atento la dinámica del Derecho en
general y del DI en particular.

La referencia a los principios generales de derecho trae consigo toda la amplitud que la expresión
permite, tendiendo un puente entre los principios generales de Derecho, propios a todo sistema
jurídico y los principios generales de Derecho Internacional, particulares a esta rama.
Fuentes del Derecho Internacional
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La Doctrina y la Jurisprudencia
La jurisprudencia ha desempeñado un rol realmente secundario en la aplicación de las fuentes, en
tanto el alto tribunal internacional, inserto en un sistema mundial, ha debido mantener un delicado
equilibrio entre el valor del precedente en el sistema anglosajón y el que le atribuye el sistema
europeo continental, de origen romano.

Y, si bien ni el juez ni el árbitro internacional quedan obligados por su propia jurisprudencia y carecen
de función creadora de normas, el resultado de esa jurisprudencia es la existencia de una modalidad
de identificación y de interpretación de normas jurídicas, en concreto, constituyen un medio auxiliar,
como lo estatuye el artículo 38 del Estatuto de la CIJ.
Los Tratados Internacionales.

Los tratados son acuerdos entre sujetos de derecho internacional, regidos por el
DIP. Debido a la importancia que adquirió el derecho convencional , en 1949 la
Comisión de Derecho Internacional de la Asamblea Genera l de las Naciones
Unidas decidió codificar la materia de tratados. Logró concluir un proyecto en
1966, el cual es adoptado en la Conferencia de Viena el 23 de mayo de 1969.
Definición de Tratado según la CV.
La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados (CV) define los tratados
internacionales en su art. 20., párr. 1 , que dice:

Se entiende por tratado un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y
regido por el Derecho Internacional Público, ya conste en un instrumento único o en dos
o más instrumentos conexos y cualesquiera que sea su denominación particular.

De dicha disposición se deduce que la Convención se aplica únicamente a:

l . Tratados celebrados entre Estados


2 . Por escrito
3. Regidos por el D I P.
Proceso de Celebración del Tratado.

Las etapas en el proceso de celebración de los tratados son las siguientes:

l . Negociación.
2. Adopción del texto.
3. Autenticación del texto.
4. Manifestación del consentimiento.
Etapas en el proceso de celebración del tratado.
l . Negociación: Tiene por objeto lograr un acuerdo entre las partes a fin de determinar las cláusulas del
tratado. Esta fase no se encuentra regulada de forma autónoma por la CV.

2. Adopción del texto. Una vez negociado el tratado, se adopta como definitivo; tradicionalmente los
tratados se adoptaban por el acuerdo unânime de las partes. En la actualidad los tratados bilaterales se
adoptan por unanimidad y los multilaterales según lo dispongan los Estados parte, y a falta de acuerdo,
por las dos terceras partes presentes y votantes.

3. Autenticación del texto. Es e l acto mediante e l cual se establece el texto definitivo de u n tratado y e
n el que se certifica el texto correspondiente quedará establecido como auténtico y definitivo:

a ) Mediante el procedimiento que se prescriba en él o en que convengan los Estados que hayan
participado en su elaboración, o

b) A falta de tal procedimiento, mediante la firma adreferendum o la rúbrica puesta por los
representantes de su Estado en el texto de tratado o en el acto final de la Conferencia en que
figure el texto.
Etapas en el proceso de celebración del tratado.
4. Manifestación del consentimiento. Es el acto por el cual l os Estados se obligan a cumplir el tratado. Las formas
de m a n i festación del consentimiento son:

a) La firma.
b) El canje de instrumentos que constituyen un tratado.
e) La ratificación.
d) La aceptación.
e) La aprobación.
f) La adhesión.

Los Estados negociadores son los que escogen libremente cuál va a ser el modo concreto de manifestar el
consentimiento, como se desprende de l os arts. 12, 13, 1 4 Y 1 5 de la Convención. Antes de la CV, en la doctrina y
en la práctica era corriente la distinción entre tratados y acuerdos en forma simplificada. Los tratados eran aquellos
que se celebraban en forma mediata, en cuanto que el procedimiento de celebración, se descomponía en varios
actos: negociación, firma y ratificación. Por el contrario, los acuerdos en forma simplificada se concluían
normalmente por el Jefe de Estado, Ministro de Relaciones Exteriores o jefe de la respectiva misión diplomática.
Tales acuerdos no estaban sujetos a una ratificación posterior, sino que obligaban a partir de la firma o el canje de
instrumentos.
Órganos estatales competentes para la
celebración del tratado.
El arto 70. , párr. 2 , de l a CV reconoce competencia para la realización de determinados actos en el proceso de la
celebración de los tratados, a:

a) Los Jefes de Estado y Ministros de Relaciones Exteriores, para la ejecución de todos l os actos re lativos a la
celebración de un tratado.
b) Los jefes de misión diplomática, para la adopción del texto de un tratado entre el Estado acreditante y el Estado
ante el cual se encuentra acreditado.
e) Los representantes acreditados por los Estados ante una conferencia internacional o ante una OI, para la
adopción del texto.

Fuera de estos su puestos , cualquier otra persona deberá presentar ple nos poderes (representación expresa) o
bien, de no presentarlos, podrá rea l izar actos de celebración de un tratado si resulta de la práctica de los Estados o
de las circunstancias el considerar a esa persona como representante de un Estado (representación implícita).

En todo caso, un acto de celebración de un tratado, realizado por una persona que no tenga competências
conferidas directamente por la CV o que no se beneficie de la representación expresa o implícita, no producirá
efectos jurídicos a menos que ulteriormente sea confirmado.
Reservas a los Tratados
La Convención en su arto 20., párr. 1 , define a las reservas de la siguiente manera:

Una declaración unilateral , cualquiera que sea su enunciado o su denominación, hecha por un Estado al firmar,
ratificar, aceptar o aprobar u n tratado o adherirse a él, con objeto de excluir o modificar los efectos jurídicos de
ciertas disposiciones del tratado en su aplicación a ese Estado.

La práctica contemporánea codificada en la Convención , admite con liberalidad la formulación de reservas; los
únicos casos en que no se admite formular reservas son:

l . Cuando están prohibidas expresamente por el tratado.


2. Cuando no se encuentre n dentro de las permitidas por un tratado.
3. Cuando el tratado es omiso al respecto. En este caso las reservas sólo se admiten cuando no son
contrarias al objeto y fin del tratado en cuestión.
Reservas a los Tratados

Las reservas autorizadas expresamente por el tratado no requieren una


aceptación posterior, a menos que el tratado así lo dispusiera. En los demás
supuestos, las reservas requieren ser aceptadas aunque sea en forma implícita.
En los supuestos en que se requiere la aceptación, una reserva se considerará
como aceptada por un Estado cuando éste no formule objeción a la reserva
dentro de los 12 meses siguientes a la fecha en que la misma haya sido
notificada.

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