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1-*Fuentes formales y materiales: Cuando la ciencia jurídica contemporánea invoca una fuente
del derecho hace referencia al como esa norma es creada y en qué forma esta se manifiesta y se
verifica. Si se parte de las definiciones modernas de fuentes del derecho internacional es posible
clasificarlas en:
Fuentes materiales: son aquellas causas, orígenes e influencias que dan nacimiento a la
norma jurídica y de las cuales el derecho internacional se nutre y desarrolla. Por ejemplo,
las distintas convicciones y posturas políticas internacionales de los Estados, la
interdependencia económico-social de estos, determinados intereses y conveniencias
nacionales o internacionales.
Esta fuente da la fundamentación extrajurídica de porque nace una norma jurídica del
derecho internacional, pero nada agregan acerca del contenido o validez de esa norma.
Fuentes formales: son modos de verificación, y se pueden clasificar en:
a) Fuentes formales en sentido amplio (fuentes evidencia o modos de verificación): son
aquellas a través de las cuales el derecho se manifiesta y formula y en razón de ser su
expresión visible y concreta, se definen como los modos de verificación de la
existencia de normas jurídicas.
b) Fuentes formales en sentido restringido (fuentes creadoras o procesos de creación):
son aquellas aceptadas por el ordenamiento jurídico vigente como los modos o
procesos validos a través de los cuales el derecho internacional es creado. Esta fuente
necesita manifestarse a través de un resultado verificable que será la existencia misma
de la norma jurídica creada.
El texto del art. 38 del Estatuto de la C.I.J permite clasificar a las fuentes en:
Fuentes principales: son los procesos a través de las cuales el derecho internacional es
creado. Son capaces de verificar la existencia de una norma jurídica (tratados, costumbre y
principios generales del derecho). Esta fuente es fuente formal en sentido restringido.
Fuentes auxiliares: son los medios subsidiarios para la determinación de la existencia de
las normas jurídicas. No están facultadas por si mismas para creas normas jurídicas. Esta
fuente es fuente formal en sentido amplio.
*Art. 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia: Al referirnos a las características del
derecho internacional mencionamos la voluntad de los Estados como uno de los elementos
determinantes de su contenido y evolución. La voluntad común de estos agentes generadores,
condicionan los procesos validos de creación y verificación de las normas jurídicas internacionales.
Kelsen sostiene que un elemento característico del derecho en general, y por lo tanto también del
derecho internacionales que regula su propia creación. El derecho internacional general o la
comunidad constituida por el derecho internacional también tienen su “constitución” que es el
conjunto de normas del derecho internación que regulan su creación, o, en otros términos, que
determinan las “fuentes” del derecho internacional.
“1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le
sean sometidas, deberá aplicar:
a. las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas
expresamente reconocidas por los Estados litigantes;
b. la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como derecho;
c. los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas;
d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas
naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo
dispuesto en el Artículo 59.
2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et
bono, si las partes así lo convinieren.”
El contenido para esta disposición es obligatorio para C.I.J cuando decide conforme al derecho
internacional las controversias que le sean cometidas por los Estados. No estaría obligada, en
principio, a su aplicación al formular una opinión consultiva que le requiriese el Consejo de
Seguridad, la Asamblea General, o alguno de los otros órganos de la ONU o un organismo
especializado. La práctica del Tribunal, al igual que la de su antecesoria la Corte Permanente de
Justicia Internacional, reconoció la obligatoriedad del texto en cuestión tanto en materia
contenciosa como en materia consultiva.
Las normas contenidas en el art. 38 son también obligatorias para todos los Estados de la
comunidad internacional. Nace de la practica reiterada y común de los Estados al aceptar a las
fuentes enunciadas en esta norma como expresión del derecho internacional consuetudinario. Sin
embargo, al no tratarse de una norma imperativa de derecho internacional general nada impediría
que dos o más Estados se pusiesen de acuerdo para dirimir sus controversias fuera del marco de la
estricta aplicación de las normas contenidas en el art. 38. De tal modo, cabe a los Estados, como
agentes generadores de derecho, la posibilidad de aceptar nuevas fuentes creadoras de normas
jurídicas internacionales.
*Obligatoriedad: Para que dos Estados estén obligados por una costumbre internacional bastara
la practica reiterada y común, aceptada por estos como derecho. La C.I.J sostuvo que una práctica
particular entre dos Estados, aceptada por ella como derecho, da nacimiento a una norma
consuetudinaria. La aplicación por la Corte de una costumbre que no ha sido aceptada en general,
es decir de una norma particular, no es contraria al art. 38 inc. 1 b).
La práctica general como antecedente de una costumbre general es el resultado de la
multiplicación de las practicas precedentes de los miembros de la comunidad internacional,
consolidadas en el tiempo.
Para que una costumbre internacional sea “general” no es necesario que en su proceso formativo
hayan participado todos los Estados, sino que bastara la concurrencia de la mayoría de ellos. Así,
por ejemplo, los Estados sin costas marítimas no han podido contribuir con sus prácticas a la
creación de normas consuetudinarias sobre el mar territorial; solo los Estados con potencial
aeroespacial podrá, a través de sus prácticas, determinar los antecedentes de futuras costumbre
referente a la aeronavegación espacial.
La norma consuetudinaria general, resultante de la costumbre, podrá obligar a terceros Estados
que no hayan participado directamente en ese proceso siempre y cuando aquellos no hayan
realizado actos contrarios a esas prácticas o no hayan manifestado su conformidad con ellas. El
elemento psicológico, necesario durante el proceso formativo de una costumbre internacional
consiste en la aceptación tácita y pasiva que implica aquiescencia sobre su obligatoriedad.
Una costumbre internacional también obligara a los Estados que habiendo participado
directamente en su proceso formativo quisiesen apártese de ella, si se trata de una norma que ha
sido aceptada y reconocida como interpretativa por la comunidad internacional de Estados en su
conjunto.
En cuanto a la opinio juris deberá ser inferida de todas las circunstancias posibles y no solamente
de los actos constitutivos del elemento material de la norma consuetudinaria invocadas.
Los problemas que puede comportar la prueba de una costumbre internacional se acentúan en
aquellos casos en que esta modifica o deroga normas internacionales anteriores.
¿Desde cuándo una nueva práctica común y reiterada dejaría de ser violatoria del derecho
internacional para convertirse en un licito internacional? En este supuesto la prueba de las nuevas
prácticas y la convergencia de una opinio juris inequívoca se tornan rigurosas y el factor temporal
adquiere un relieve particular a fin de precisar el momento en que nace la nueva norma
consuetudinaria.
El estatuto de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU establece que dicha Comisión
deberá considerar los medios para obtener pruebas fehacientes sobre la existencia del derecho
internacional consuetudinario. La CDI deberá considerar los medios adecuados para hacer la
prueba de la costumbre internacional más accesible y menos controvertida, como ser, a través de
la selección y publicación de los documentos concernientes a la práctica de los Estados y de las
decisiones de los tribunales nacionales e internacionales, con la obligación de dar conocimiento a
la Asamblea General sobre el particular.
4- *Principios generales del derecho. Concepto: Debemos distinguir entre principios generales de
derecho interno reconocidos por los Estados civilizados y principios generales del derecho
internacional.
Principios generales de derecho reconocidos por los Estados en sus ordenamientos
internos: el art. 38 1.c), se refiere concretamente a los principios generales de derecho
interno reconocidos por los Estados civilizados. Se tratan de normas jurídicas muy
generales que tienen vigencia en la mayor parte de los ordenamientos jurídicos internos
de las naciones civilizadas. No es necesario que un principio determinado pertenezca a
todos aquellos ordenamientos, pero si lo es que tengan vigencia en la generalidad de ellos.
La doctrina ha puesto énfasis en ello, lo importante es que tengan vigencia en los órdenes
internos: no son principios de derecho internacional, sino principios generales del
derecho.
Principios generales del derecho internacional: A partir de una reflexión de Pastor
Ridruejo, se sostiene que puede haber algunos de tales principios que no sean aplicables al
derecho de gentes debido a las especiales características que este tiene y, a la inversa,
principios generales del derecho de gentes que no son aplicables internamente, como
aquellos atinentes a la soberanía estatal.
También expresa que, para ser fuentes del derecho de gentes, estos principios de derecho
interno deben ser transferibles al orden internacional. Esto es que, deben ser compatibles
con los caracteres fundamentales del orden internacional y para ello han de considerarse
caso por caso, teniendo en cuenta la diferencia de estructura entre le derecho interno y el
internacional.
5- *Jurisprudencia: La remisión hecha por el art. 38 el art. 59 debe entenderse como una
reafirmación del alcance de los fallos de la Corte, en cuanto a la imposibilidad de constituir
“precedentes” creadores de normas jurídicas internacionales.
Cuando la Corte hace alusión expresa a sus sentencias anteriores las invoca como medios por los
cuales es posible verificar la existencia de normas jurídicas internacionales.
Cuando el juez aplica derecho existente para dirimir un conflicto determinado, particulariza en la
sentencia derechos y obligaciones de las partes, contenidos en una norma jurídica antecedente.
La decisión judicial de la C.I.J es siempre la consecuencia directa de la aplicación de normas
jurídicas internacionales. Pero la Corte puede al aplicar una norma de derecho internacional
precisar su contenido, interpretándola.
Las decisiones judiciales son la prueba fehaciente y directa de la existencia de una norma jurídica
preexistente.
La actividad de la propia Corte podrá influir en una nueva interpretación del contenido y alcance
de la norma. Cuando la Corte deba aplicar una costumbre internacional, que no ha sido formulada
con precisión por la práctica reiterada de los Estados, será la misma Corte la llamada a verificar el
contenido y alcance de aquella.
*Caracteres:
Verificar el contenido y el alcance de la norma consuetudinaria que la corte ha sido
llamada a aplicar cuando ella no ha sido formulada con precisión por la practica reiterada
de los Estados.
La jurisprudencia crea normas individuales para un caso en particular.
*Doctrina: El art. 38, 1.d) del Estatuto de la C.I.J establece como medio auxiliar para la
determinación de las reglas del derecho internacional, a la doctrina de los publicistas de mayor
competencia de las distintas naciones.
El publicista, o sea el estudioso del derecho internacional a través de su actividad académico-
científica interpreta y sistematiza el derecho existente, a la vez que propone normas de conducta
de acuerdo a esquemas conceptuales predeterminados.
Son medios auxiliares para la determinación de las reglas de derecho, se refiere a la actividad de
interpretación y sistematización por medio de la cual puede clasificarse el alcance y contenido de
las normas jurídicas internacionales existentes.
Es muy difícil aislar la actividad del doctrinario internacional de su formación jurídico-política
nacional, el art. 38 1.d) hace expresa referencia a los publicistas de mayor competencia de las
distintas naciones para asegurar la verificación de la existencia de normas jurídicas
internacionales.
En la actualidad, la importancia de la doctrina como medio para determinar la existencia de
normas jurídicas es limitada. Distinto fue el caso de los primeros doctrinarios del derecho
internacional, quienes fueron creando un sistema técnico adecuado para estudiar y entender
jurídicamente las interrelaciones de los Estados, como nuevos fenómenos políticos de los siglos
XVI y XVII
*Equidad: El art. 38, 2 del Estatuto de la C.I.J dice que “la presente disposición no restringe la
facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono, si las partes así lo convinieren”.
Esa norma fue ideada, según Anzilotti, no solo para resolver conflictos de acuerdo a la aplicación
del principio de la equidad, sino también como mecanismo al cual se debe recurrir en busca de
una base compromisoria.
La equidad como institución jurídica, esta históricamente relacionada: a) con el derecho
pretoriano, que nace en Roma; y b) con la jurisdicción del canciller que cumplió funciones similares
a las del derecho pretoriano, dentro del derecho ingles medieval.
El concepto guarda una íntima relación con la idea de justicia y si bien no hay en la actualidad un
consenso general sobre su contenido, la equidad ha sido invocada como medio para atemperar y
completar el derecho y podría serlo aun para suplirlo.
La solución de conflictos internacionales a través de la aplicación de la equidad, ha sido pactada en
varios acuerdos arbitrales. Hasta el momento la C.I.J no ha sido llamada a decidir ex aequo et
bono.
El fallo Sud-Oeste Africano (1966) la C.I.J ha dicho que su función es la de decir el derecho y no de
hacer una justicia subjetiva bajo la apariencia de reglas morales vagas, más o menos asimilables a
la equidad.
En el caso sobre la Plataforma Continental del Mar del Norte (1969) la Corte afirma que
“cualquiera sea el razonamiento jurídico del juez, sus decisiones deben ser justas; por lo tanto, en
tal sentido, equitativas… No se trata en consecuencia en el caso de una decisión ex aequo et bono,
y agrega “no se trata de aplicar una regla de derecho que prescribe el recurso a principios
equitativos conforme de la plataforma continental en la materia.
De este modo, en su reciente evolución la Corte parece aplicar la equidad como principio general
de derecho de los contemplados art. 38 1.c) de su Estatuto.
*Ex Aequo et Bono: El concepto de ex aequo et bono no es identificable con la equidad concebida
como principio general del derecho, ni como método de interpretación que le permite al juez
atenuar el rigorismo de las normas, sino como la posibilidad conferida al órgano jurisdiccional de
decidir las controversias creando la norma individual de derecho a aplicar al caso.
A través de este procedimiento, las partes podrían jerarquizar a la institución del ex aequo et bono
como una fuente autónoma o principal del Derecho Internacional Publico, asimilable a la equidad
como parte sustancial del derecho tal como es entendida en el sistema anglosajón.
6- *Resolución de Organismos Internacionales: Los tratados constitutivos de los organismos
internacionales contienen, generalmente, disposiciones por las que se faculta a los órganos a
adoptar decisiones, resoluciones, reglamentos o recomendaciones dirigidos a los Estados
miembros, también contemplan la posibilidad de autorizar a los órganos por ellos creados a
reglamentar sus propios derechos y obligaciones, al igual que ciertos derechos y obligaciones de
los individuos directamente vinculados con los organismos internacionales.
Los efectos jurídicos de los actos de los organismos internacionales dependen de lo que al
respecto se disponga en los tratados constitutivos. En ciertos supuestos, aquellos efectos podrán
también inferirse de los poderes implícitos de la organización o bien de las prácticas reiteradas de
sus órganos, creadoras de una costumbre internacional. Difieren en cuanto a propósitos y
objetivos, a su composición, a sus potestades. De igual modo difieren sus posibilidades o su
aptitud para establecer normas.
Las resoluciones de la Asamblea General de la ONU: no son obligatorias para los
miembros de la organización; tienden, sólo, a influenciar en la actividad de los Estados
mediante recomendaciones que fijan pautas de conductas; pero pueden llegar a producir
importantes consecuencias jurídicas. Por ejemplo, la actividad del Estado miembro de la
ONU motivada en el cumplimiento de una resolución de la Asamblea General será siempre
lícita para el derecho internacional.
Sin embargo, en ciertos casos, una resolución podría ser considerada obligatoria en razón
de reiterar normas contenidas en un tratado o recoger una costumbre internacional. En
estos supuestos, la fuerza obligatoria no derivaría de la resolución en sí, sino del tratado o
de la norma consuetudinaria de la que es expresión