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Don't Tell Mom - JJK KTH
Don't Tell Mom - JJK KTH
biqu4rd
- ¿Tú me abandonarías?
-Nunca -dijo de nuevo Jungkook-. Te amo más que a papá. Te amo más que a mamá.
♡1♡
...♡ようこそ
♡6 Años ♡209
Ellos estaban peleando de nuevo, y esta vez parecía la peor pelea de siempre
por que no era en voz alta.55
Jungkook abrazó a Taehyung fuertemente, sin saber como lograr eso. Cerró
los ojos y dijo: —Solo cierra los ojos, como mamá dijo. No mas monstruos.53
—No tengo razones para estar en casa, tú lo sabes —dijo su padre en voz alta
y severa—. Trabajo largas horas para que no tengas que hacerlo tú.
—¡Yo crío a nuestros hijos! —Eunbi se rindió—. Hago mucho más de lo que
crees, Wonwoo, y lo sabrías si siquiera te molestaras en hablarme o
preguntarme qué hago o cómo me siento.
60
—Lo haré —contestó él, glacialmente —,si dejas de humillar mi trasero por
cada pequeña cosa, Eunbi. Por dios.
—¿Cuando pasó? —El tono de ella había perdido su furia—. ¿Cuando dejaste
de estar ahí para mí, para los niños... para nuestra familia? —Wonwoo se
mantuvo unos segundos en silencio.
Taehyung curvó los dedos de sus pies contra el duro escalón y miró, con ojos
abiertos de sobremanera, las piernas de su padre que estaban a la vista. Unos
zapatos fueron calzados, al igual que una chaqueta fue puesta. Él llevaba una
maleta.4
Wonwoo colgó su maleta sobre su hombro, sin ver a los niños arriba de las
escaleras que le estaban mirando fijamente, uno sollozando y el otro
observándole con ojos furiosos, ardientes y los puños cerrados con rabia.48
—Podemos...
—Sí se ha ido.
—¿Cómo así?1
—Simplemente va a estarlo.
—Extraño a papá.
—¿Tú me abandonarías?
—Nunca —dijo de nuevo Jungkook—. Te amo más que papá. Te amo más que
mamá.216
Taehyung sonrió un poco, todavía llorando. En su mente de seis años todo eso
tenía sentido.
Una semana después, Eunbi llevó algo de ropa recién lavada al salón con la
intención de planchar, doblarla y guardarla. Suspiró pesadamente, frotando
su frente con el revés de su mano; se sentía cansada y vieja, mucho más de lo
que una semana antes hubiera parecido. Muchos días siendo madre soltera
había hecho mella en ella.4
—¿Niños?
—Hola —dijo Taehyung, despacio. Eunbi vio que los dedos de sus hijos
estaban agarrados con firmeza.23
—Nada.
Eunbi suspiró. Sus dos hijos, usualmente alborotadores, habían estado dóciles
y callados desde de que su padre se había ido. Wonwoo se había ido antes,
pero esta vez ella sentía que incluso Taehyung y Jungkook sabían que, esta
vez, era la definitiva. Su esposo no iba a volver a casa.
—¿Por qué no van a ver televisión? —Ninguno de los dos respondió, solo se
pegaron un poco más.24
Eunbi entendía que estuvieran molestos y que tomaría algo de tiempo que
superaran lo que había pasado; ella no estaba preocupada. O por lo menos
eso era lo que se decía a sí misma.
Antes de irse prendió las luces del salón. Taehyung escondió su pequeña cara
en el recodo del cuello de Jungkook, y su hermano lo abrazó con fuerza.21
★ •Meses después •★
Una tarde, Eunbi tenía una cita con un hombre que había conocido en una
exposición de arte, su nombre era Mingyu . Él le había hecho sentir valorada
otra vez. Llamó a una niñera para los gemelos y se sentía bastante animada,
no había tenido una noche para ella sola desde hacía meses. Se arregló bien y
se puso algo más de maquillaje y tacones altos. Cuando era tiempo de irse, fue
a la habitación de sus hijos y tomó una bocanada de aire.50
—Taehyung estaba llorando en su cama y Jungkook estaba abrazándole.
—Nada.
—Está bien —contestó Eunbi con delicadeza—. Voy a darles el beso de buenas
noches y cuando se levanten mañana va a haber waffles.18
じゃあまたね♡...
♡2♡
•
...♡ようこそ
♡ Ocho años ♡
Los niños de ocho años estaban sentado, arriba de las escaleras, en pijamas y
esperando. Su madre había salido a las siete y ya eran las diez. La niñera
estaba en el primer piso viendo películas que supuestamente Jungkook y
Taehyung no deberían ver.105
—Lo hará —respondió Jungkook con confianza. Su madre siempre les traía
algo luego de sus salidas con Mingyu. Ambos sabían que eran citas, aunque no
estaban seguros del todo lo que eso significaba.
Meses antes Eunbi había llevado a la casa a Mingyu y los chicos lo habían
conocido. Cenaron y miraron películas y a pesar de que Mingyu se fue pronto,
había estado de vuelta para el desayuno en la mañana. Taehyung había
pensado que eso era algo raro y Jungkook le había llamado "tonto",
explicándole que Mingyu realmente no se había ido.
A pesar de eso, a los dos les agradaba Mingyu, siempre estaba sonriendo y
llevándoles dulces.34
—Ahí están —dijo Jungkook con suavidad. Taehyung asintió. Vieron como
Eunbi pagó a la niñera y Mingyu desapareció por un momento12
—Buenas noches.
—¿Uh?
—Buenas noches.
Solía ser un juego tonto. Se recitaban líneas que habían escuchado a su madre
y a Mingyu decirse, dándose besos juguetones. Sin embargo, mientras el
tiempo pasaba, se había vuelto una cosa más seria. Taehyung había
comenzado a pensar en los besos de buenas noches desde temprano, y
Jungkook pensaba en maneras creativas de dárselos.90
—Jungkook —dijo de nuevo, esta vez en voz alta. Jungkook se movió y se frotó
los ojos.
—¿Uh?
—¿Uh?
—¿Estás molesto?
—¿Por qué? —Era realmente difícil despertar a Jungkook. Taehyung notó
como estaba volviendo a quedarse dormido y le pellizcó—. ¡Ouch!... ¿Qué
pasa?4
—Lo hice.
—Taehyung, ven.
—Aquí arriba.
—¿De qué?
—Monstruos —respondió en voz baja. Jungkook se apartó un poco y le hizo
espacio a su hermano.
—Lo sé.
Habían compartido la cama antes, cuando eran más niños, y Jungkook era
terrible. Pero esa noche no pateó en absoluto, y con Taehyung acurrucado,
ambos durmieron profundamente.12
—Quiero ver una de esas películas —fue todo lo que comentó Jungkook. Jaló
del cabello de Taehyung haciendo que éste se pusiera más cerca suyo,
descansado su cabeza en su hombro.102
—Eres un idiota.
Taehyung rió de nuevo, pero no mucho por sentirse herido por las palabras
dichas en juego por su hermano. Le gustaba que Jungkook le prestase
atención.
—¿Estás seguro?
—Eunbi —dijo Mingyu, con la voz muy seria—. Yo... —Ella lo interrumpió
besándole de nuevo, sus manos puestas en su cabello, en sus brazos, en todo
sitio.
—Tengo que ir a ver a los niños —dijo Eunbi sin aliento. La boca de Mingyu
atacó su cuello de nuevo, chupando con ahínco. Eunbi casi cae al suelo, pero
él la sostuvo.17
—Deben estar bien —dijo entre húmedos besos—. Vamos a la cama, Eunbi.
—Mingyu...
—Está bien, llévame a la cama. —Se besaron una vez más y abandonaron la
cocina agarrados de la mano.
—Oh, Kookie -murmuró Taehyung a través de sus dedos. Jungkook tornó los
ojos y agarró la mano de su hermano, jalándole y dándole un beso casto en los
labios—. Ellos no se besaron así.77
—Suena bonito —respondió evasivo y con una sonrisa vacilante—. ¿Lo estás?...
¿Qué significa eso?
—Quizá es como cuando mamá nos dice que estamos en problemas... Muy en
serio.
—Probablemente.
Jungkook sonrió.
—Buenas noches.
Desde la puerta estaba Eunbi viendo y cubriéndose la boca con una mano.594
じゃあまたね♡...
♡3♡
...♡ようこそ
♡ 9 Años ♡
—Señora Kim, por favor tome asiento —indicó el Sr. Choi, profesor de
segundo grado de los gemelos, mientras se sentaba en su escritorió.48
Eunbi hizo un ligero gesto de desagrado al ser llamada "Sra. Kim"; el divorcio
había finalizado meses atrás, pero no dijo nada. Estaba cansada de explicarse
ella misma y su situación a extraños.
—Supongo que se estará preguntando por qué le pedí que viniera hoy —dijo el
profesor Choi.
—Espero que no sea algo muy malo —respondió Eunbi, estrujando sus manos.
—Sí, son muy cercanos; siempre lo han sido —contesto Eunbi—. ¿Ese es un
problema?
—Creo que es maravilloso que trabajen tan bien juntos y se lleven bien. Pero
ellos no están interactuando con los demás, y usted sabe que los niños
pueden ser crueles.49
—¿Están molestando a alguno de mis hijos? —preguntó Eunbi—. ¿A Jungkook?
—No, nada de eso. Son los otros niños los que no entienden la relación
especial de los gemelos.
—¿Especial? No estoy segura de entender qué quiere decir con eso. —Eunbi
pensó en todas las veces que atrapó a Taehyung y Jungkook sentados en la
oscuridad; y en la vez que los vio besándose. Su estómago se revolvió.91
—Por favor, difícilmente es algo que perturbe la clase. Estoy más preocupado
por los sentimientos y bienestar de sus hijos. No quiero ser molesto, pero...
—El divorcio fue difícil para ellos, nunca quise que su comportamiento se
pusiera extraño.
—Voy a hablar con ellos —dijo Eunbi, tratando de controlar las sensaciones de
su estómago—. Tal vez puedan... expresarse solo en la casa.
—Está bien. Creo que hemos terminado aquí, a menos que tenga alguna otra
pregunta de lo que están haciendo.
-Kookie.
—Tú fuiste el que quiso dejarse el cabello mas largo —dijo Eunbi con recelo.
Terminó con el peine y lo puso en la mesita que estaba entre las camas de los
gemelos—. Bien, tiempo de acostarse.36
—Esta noche lo estoy haciendo —dijo Eunbi con suavidad—. Tae, ven aquí,
siéntate en la cama de Jungkook.
—¿Qué?30
—¿Nos hemos metido en algún problema? —preguntó Taehyung empezando a
mordisquear, de forma preocupada, su labio. Eunbi negó con la cabeza y dio
unas palmaditas a sus hijos en la espalda.
—Por supuesto que lo haces, cariño —aclaró ella—. Está bien que se amen
tanto como lo hacen, quiero que sepan eso.
La boca de Eunbi se secó un poco; no sabía como explicar las diferentes clases
de amor.
—Mingyu yo nos amamos como lo hacen los chicos y las chicas —dijo,
lentamente—. Así como amas a alguien con quien quieres estar para
siempre.123
—Yo quiero estar con Jungkook para siempre —replicó Taehyung, sus labios
sobresaliendo un poco.22
—Sí, lo sé —contestó Eunbi—. Quiero decir, nosotros nos amamos como dos
personas que quieren casarse.
—¿Cómo papá y tú? —preguntó Jungkook. Él estaba mirando fijamente el piso
con el entrecejo fruncido.
—Sí.
—Cariño, todo eso es muy complicado —dijo—. Ustedes dos nunca van a
abandonarse... ¿verdad?
—Sé que estás hablando en serio, querido. Estoy feliz de que se tengan el uno
al otro pero tienen que saber que no todos entienden... Es decir, no quiero que
se separen ni nada. Sé que han sido un par de años difíciles.
—¿Qué?
—No puedes besar a Taehyung en los labios —repitió Eunbi. Jungkook agachó
la cabeza—. ¿De acuerdo?
—Porque se supone que los hermanos no hacen eso —respondió ella, tratando
de darle sentido sus palabras—. Pero pueden besarse en la mejillas, eso está
bien, niños. También pueden abrazarse y sostenerse de las manos.28
—Sí, esa es una cosa agradable de hacer —dijo Eunbi—. Pero tenemos que
hacer una norma que indique que solo pueden hacer esas cosas cuando están
en casa. —Se sentía terrible diciéndole eso a sus hijos. Terrible mientras veía
sus rostros decaer en obvia culpa.6
—No quiero hacerlo si está mal —susurró Taehyung—. No quiero que estés
molesta conmigo.30
—No —respondió Eunbi—. Nada más quiero que las personas no los hieran. —
Jungkook no dijo nada a eso. Eunbi mantuvo sus manos juntas un rato más y
se levantó, besándole a ambos en la cabeza—. Buenas noches, niños.30
—Taehyung.
—Sí.
—Lo sé... Pero lo estoy. —Jungkook se cubrió con las mantas y miró el techo—.
Por lo menos eso creo.
—Pero ella dijo que estaba mal. —Jungkook se levantó y se movió hacia donde
estaba Taehyung.
—Sí.
—Tal vez no debas. Quiero darte el beso de buenas noches, solo quiero
hacerlo. —Jungkook se inclinó hacia delante e intentó depositar un beso en
los labios de Taehyung, pero su hermano giró su cabeza y los labios de
Jungkook rozaron la mejilla de Taehyung—. ¿Taehyung?
Taehyung asintió y giró su cabeza para mirar a Jungkook. Levantó una mano y
pasó los dedos por la mejilla de Jungkook, cuidadoso como nadie y su
hermano sonrió. Estaba oscuro, pero había una estela de luz proveniente de la
cerradura de la puerta y Taehyung podía ver las sombras en el rostro de
Jungkook.
—Kookie —susurró.
—¿Sí?
—No tengas miedo —dijo Jungkook, pero de todas formas regresó hacia la
cama de Taehyung y saltó hacia ella—. No voy a dejar que nada te atrape.3
10 7
じゃあまたね♡...
♡4♡ 143
...♡ようこそ
♡ Diez Años♡
—Mira eso —dijo Taehyung con los ojos muy abiertos mientras miraba la
televisión. Tiró de uno de los cabellos de su hermano y Jungkook gruñó
adolorido—. Lo siento, pero... uh...
—Wow, mira como se besan —dijo Jungkook—. No puedo esperar para besar a
una chica así. Nunca he besado a nadie. —Taehyung jaló del cabello de
Jungkook a propósito.—¡Ouch!124
—Me has besado a mí, estúpido —comentó Taehyung, sonriendo de costado—.
Y solo tenemos diez años, así que no deberías besar a chicas de ese modo.28
—Dame un masaje.
Taehyung sonrió.
—Mira eso —murmuró Jungkook—. Parece que ni siquiera van a separarse por
aire. —La pareja que esta besándose en la televisión hacía que en el estómago
de Jungkook se sintieran mariposas.
—Supongo que están respirando uno del otro, tal vez. —Jungkook pellizcó la
pierna de su hermano.
—Tal vez podamos intentar eso —dijo Taehyung con suavidad—. Solo una vez,
así podrás ver como es.72
Jungkook acercó su cara hasta apenas tenerla unos pocos centímetros lejos
de Taehyung.
—¿En serio? —cuestionó. Taehyung asintió-. No sé si puedas hacer así —dijo
Jungkook, señalando con la cabeza la televisión—. Eso luce bastante bien.
—¿Ah sí?
—Lo siento.14
—No como una chica —reclamó Jungkook pero hizo lo que le indicaba de
todos modos.
Taehyung al principio besó sus labios suavemente, como lo hacían cuando era
tiempo de acostarse, entonces sacó su lengua, apenas rozando la boca de su
hermano. Jungkook cogió los hombros de Taehyung y lo jaló hacia delante.
—¿Sí?
—No lo sé, solo quería hacerlo —respondió Jungkook con tranquilidad—. ¿De
nuevo?
—Sí.
—Uhh, Kook.
—¿Qué es esto?
—Jodidamente sí.
—Jodido Tae.8
—Jodido Kookie.140
—No estoy cansado —contestó Taehyung, pegando sus narices. Besó los
labios de Jungkook con suavidad, lamiendo alrededor de la boca. Había
pasado un mes desde que se daban más que un simple beso de buenas
noches, y ahora raras veces dormían solos.
—¿Qué crees?
Jungkook apretó otra vez su brazo y lo empujó para que quedara de espaldas,
se echó encima de él y le besó profundamente. Adoraban jugar así, amaban
las sensaciones suaves, cálidas de las chispas en sus estómagos. Aún eran muy
jóvenes para entender lo que estaban sintiendo, lo que estaban haciendo.
Todo lo que sabían era que les gustaba y que no podían decirle a su madre.
Ella nunca podía saber.6
—Kookie —susurró Taehyung, sintiendo a Jungkook moviéndose contra su
cuerpo—. Jungkook, detente.34
—¿Qué?
—No lo sé. —Se deslizó por un lado, saliendo de debajo de Jungkook—. Échate
a mi lado, aquí mismo.
—Buenas noches.33
じゃあまたね♡...
♡5♡
...♡ようこそ
Eunbi estaba lavando el servicio, esperando que los gemelos regresaran del
colegio. Estaba pegada al borde del lavadero, concentrada en el agua caliente
lavando los platos. Su cabeza estaba hecha un lío porque tenía que hablarles a
sus hijos sobre algo. Le frustraba saber que a otros chicos de doce años les
gustaría lo que iba a decir, pero Taehyung y Jungkook...
Pensó en el último par de años, en las cosas que accidentalmente había visto.
Nada había sido excesivamente alarmante, pero sabía que algo extraño
pasaba.
Ese era el único modo en el que podía controlarlos, controlar lo que quizá
estuvieran haciendo o no.
—¿Entonces?
—Estás demasiado grande para eso —contestó Eunbi, alzando las manos por
encima de la mesa y apretando las manos de sus hijos—. Los dos necesitan su
espacio personal.64
—¿Por qué siempre tratas de separarnos?... ¿Por qué siempre nos miras así?42
—Tienen doce años y hay el espacio extra —fue todo lo que Eunbi pudo decir.9
—¿Es porque duermo con él? —preguntó Taehyung con la voz baja—. Ya no lo
haré más, lo prometo.
Las lágrimas brillaron en los ojos de Taehyung y Eunbi avanzó hacia él,
abrazándole lo mejor que pudo. Pensó con tristeza que, probablemente, no
podía estar tan cerca como Jungkook. Parecía que Taehyung ya no encajaba
en sus brazos, su hijo había crecido y cambiado.
—Esta noche —dijo con suavidad—. Esta noche vamos a cambiar a Taehyung a
la habitación para invitados. Está cruzando el corredor, justo al frente de su
cuarto de ahora, aún van a estar juntos.
—Voy a dejar que se tranquilicen. Solo... intenten pensar en esto como algo
positivo porque lo es. Todos necesitan su espacio.1
—No —dijo Eunbi alzando la voz—. Esto tiene que parar. Cada uno va a tener
su propio cuarto y punto final. Cajas en el garaje. Van a tener que llenar una de
las cajas con ropa y cosas que ya no quieran. ¿Entendido?58
—¿También vamos a tener que poner nuestra mierda separada? —preguntó
Jungkook—. ¿Vamos a tener que ir en buses separados a la escuela y
sentarnos en diferentes mesas para cenar?96
—¿Jungkook?
—¿Taehyung?
—¿Puedo...?
—¿Tú no?
—Ven.
—¿Lo prometes?
じゃあまたね♡...
1
♡6♡
...♡ようこそ
23
(ง °͡ ͜つ °͡ )ง☒
118
¿Por qué Taehyung no había ido con él? Él casi siempre lo hacía, a menos que
mamá estuviera actuando raro de nuevo. Algunos días ella tenía esa mirada en
los ojos y Taehyung no podía acercársele más de cinco pasos, pero su madre
no había estado en casa todo el día.
—¿Taehyung?6
—¿Jungkook?53
—¿Dónde estabas?
—Ven.
—¿Por qué?
—De ninguna manera —dijo Jungkook—. Algunas veces vienes tarde. ¿Por
qué?2
Taehyung puso sus pies debajo de sí mismo, aún sin acercarse demasiado a
Jungkook.
Jungkook no entendía.
—Eso —dijo Taehyung con voz insegura—. Cosas como esa, me hacen sentir...
duro.200
—Está empezando.
Jungkook asintió.
—Bueno.16
—Vamos -susurró.
Jungkook no tuvo problemas con deslizar hacia abajo de su cadera el
pantalón de sus pijamas, exponiéndose completamente.33
Taehyung jadeó y su reacción inicial fue la alzar la mano para tocarlo, sus
nudillos rozaron la erección de Jungkook y ambos gimieron suavemente.112
—Me encanta —fue todo lo que Jungkook pudo pensar para decir. Se sonrojó
ante sus propias palabras y tocó el muslo de Taehyung primero—. Me encanta
eso.144
—A mí me encanta el tuyo.70
—Lucen igual.2
—Kookie...
—Sip, si puedo. —Jaló a Taehyung más cerca, bajando las mantas hasta sus
pies. La primera vez que su piel desnuda y sus piernas se tocaran, ambos
gimieron.3
—Kookie, más, más -dijo—. Quiero que te frotes más contra mí.1
—¿Yo?1
—No están.2
—Kookie, tócalo. No te detengas pero por favor... tócalo. Toca por todo lado,
duele.18
—Espero que esto esté bien —dijo antes de atrapar con su mano toda la
erección de Taehyung, quién gimió inmediatamente y Jungkook sintió la
humedad en la punta.2
—Mamá odia cuando nos besamos —dijo Taehyung, siendo capaz apenas de
pronunciar las palabras—. Esto, uh... no le gustaría. Kookie, mm...
—Estoy todo mojado —contestó Taehyung con una sonrisa formada en los
labios—. Haces que me humedezca... y creo que yo te provoco lo mismo.10
—Voy a explotar —dijo Jungkook. Lamió los labios de Taehyung, y éste sollozó,
poniéndose rígido y eyaculando en el estómago de Jungkook. Jungkook se
quedó mirando a su hermano fijamente con los ojos muy abiertos, retirando
su cuerpo—. Mierda, mierda. ¿Estás bien?24
—Lo hice en ti, perdón —susurró Taehyung, su cuerpo sin fuerza. Él estaba
temblando debajo de su hermano—. Sigue...
—¿Estás seguro?
Jungkook deslizo su mano por la humedad que había entre sus cuerpos y
empujó contra su hermano.
—¿Ahora?
—Está tan húmedo -salió como un suspiró contra los labios de su hermano—.
¿Jungkook, aún me amas?
—¿Cómo?
—Cuando me tocas —dijo Jungkook, sin entender realmente cómo se sentía.
Hacer todo eso con Taehyung había logrado que el dolor de ingle
desapareciera, pero que el dolor de su corazón empeorara. Sabía que eso
significaba que amaba a Taehyung, pero no sabía por qué también dolía.7
—¿Hmm?
—A mí también.
じゃあまたね♡...
4
♡7♡
...♡ようこそ
28
—Dios, hice tu tarea de Ingles, siquiera podrías darme algo por eso.
—Luces como si los tuvieras —se burló Yoongi, riendo. Taehyung puso un
puchero y Jungkook acarició el lacio cabello de la frente de Taehyung.
Taehyung sonrió.
—Sí, prácticamente todo lo hago yo, que alguien mas haga algo.2
—Pendejo.1
—Nunca lo hacemos.
—Me alegra que ahora solo estemos nosotros —susurró. Taehyung asintió
apoyándose en sus codos.11
—Jin quería venir esta noche. Tal vez deba llamarlo y cancelar.
—Mañana hay clases —dijo Jungkook en tono fingido tornando los ojos como
lo hizo su madre—. Sí, lo vamos a ver pronto.
—Mañana en la escuela.
—Si lo hicimos.
—Esto es tonto —gruñó Taehyung. Jungkook estaba algo más alto que él y no
quería admitirlo.
—Desearía que fuera más tarde —dijo con los ojos brillantes. Jungkook
asintió, su boca abierta.
—¿Sí?
—Sí.1
—Mierda.
Colgó el teléfono y dejó de lado el trapo que tenía en las manos. Tenía que
preguntarles a sus hijos que querían.21
Quizá no les importaría algo de lasaña. Con eso en mente fue a la sala,
esperando que sus hijos no se opusieran. Se sentía exhausta.97
—Chicos...
Eunbi se sintió enferma. Salió de la sala lo más rápido que pudo, dejándose
caer pesadamente contra la mesa. ¿Qué era lo que acababa de ver?42
—No, quiero decir... No deberíamos hacer estas cosas aquí abajo —contestó
Taehyung riéndose—. Y casi te como, estoy hambriento.16
—Taehyung...
—Siéntate.58
—Taehyung.
—Estamos bien.
-Cálmate, cariño —dijo Eunbi con cansancio—. Solo necesito saber que está
sucediendo.7
Eunbi suspiró. Taehyung lucía como si estuviera a punto de llorar. Puso una
mano en su hombro pero él se apartó.
—Está bien, Taehyung —dijo—. Voy a calentar algo de lasaña para la cena, ¿de
acuerdo?1
—Voy a hacer algo de tarea —dijo y sin esperar alguna respuesta de su madre
salió de la cocina con la cabeza baja.
じゃあまたね♡...
♡8♡
...♡ ようこそ22
La cabeza de Eunbi apareció por la puerta, una extraña mirada en sus ojos.
—¿Y?88
—¿Y? —Eunbi sonaba molesta ahora—. Se supone que no deben de hacer eso.
Tú lo sabes. —Jungkook gruñó en respuesta—. ¿Qué más han estado
haciendo? Necesito saberlo.28
—Um.
—¡Ésa es! Fue un estúpido reto que Namjoon me hizo —mintió Jungkook—. Me
retó a besarme con alguien, y... uh, estaba demasiado avergonzado así que le
pregunté a Taehyung. Sabía que era estúpido. Lo siento.18
—No.
—Todo va a estar bien. Tú sabes que amo que sean tan cercanos, pero
necesitan saber que tipo de amor es el correcto para ustedes.
—¿Puedes prometerlo?
—Lo sé.
—Qué.19
Taehyung hizo un gesto, casi nunca Jungkook sonaba tan lejano. Se aproximó
a la cama y gateó, poniéndose a lado de su hermano. Jungkook se tensó, y
Taehyung tocó su hombro con cuidado
—Creo que sabe —dijo Jungkook con voz miserable—. Dijo que estaba mal.
—¿Lo es?
—¿De qué estás hablando? No, Dios. Taehyung no quiero que nos
detengamos.27
—¿Qué hacemos?
—Ser cuidadosos —dijo Jungkook—. Nadie debe siquiera saber que queremos
estar juntos59
—¿Pero cómo? —Taehyung estaba comenzando a sollozar, apretando
fuertemente a su hermano.
—Por Dios, claro que no, Taehyung. Incluso si... mierda, no sé, incluso si mamá
nos encuentra ahora mismo, pelearía por ti.59
—No —gimió Taehyung suavemente. Jungkook bajó sus pantalones por sus
muslos y los lanzó hacia la cama. Taehyung jadeó y deslizó sus dedos por la
cadera de Jungkook, jalándole también el pantalón. Su piel se tocó y ambos
sonrieron contra los labios del otro.
—Lo sé.
—Pero lo estoy —dijo Taehyung con una pequeña sonrisa. Jungkook besó su
cuello.
—Tengo una idea —comentó—. Pero es algo tonta, así que no puedes
molestarte.
—¿Qué es?
—Este... bueno...
—Solo dime.
—No, no lo sé.
—Si tenemos novias mamá pensará que nos gustan ellas y no... tú sabes, que
nos gustamos los dos —dijo Jungkook, sonrojándose.23
—¿Qué opinas?
—No tenemos que besar a nadie, ¿está bien? Tal vez únicamente... ¿salir en
una cita?
—Nada de besos.6
じゃあまたね ♡...
82
♡9♡
... ♡ ようこそ
9
—¿Eso es todo?
—Lo sé.
Un silencio incómodo se situó entre ambos. Jungkook no tenía nada que
decirle a Wonwoo.
—Tu madre debería cortártelo —dijo Wonwoo—. Pero luces bien. Estás
creciendo.44
—Um. Gracias. —A él le valía una mierda lo que su padre pensara. Los gemelos
lo habían comenzado a ver unos meses antes, y eso nada más por obligación
de Eunbi. No habían estado con su padre por años, no desde el divorcio.
Jungkook suspiró.
—Espero que eso no vaya a desanimar a esos productores —dijo Wonwoo con
desaprobación.
—Sí, Mingyu es genial. —Miró a su padre con furia un segundo y luego volvió la
vista hacia abajo.5
—Sí, está bien. —La mesera apareció, esta vez con su comida. Jungkook
apartó su hamburguesa.
—Estás muy delgado, necesitas comer —inquirió Wonwoo antes de darle gran
mordida de su sándwich, mirando a su hijo molesto como un animal.
Jungkook tomó una papa francesa y miró su plato. Solo una hora o un poco
más y podría ir a casa, a casa donde estaba Taehyung. Sonrió un poco.4
—Tu madre me dijo que estás saliendo con una chica bonita.
Jungkook gruñó.
—¿Nombre?
—Rosé.136
Wonwoo asintió.
—¿Por qué?
—No.
Los ojos de Wonwoo ardieron en furia y Jungkook tuvo la impresión de que iba
a levantarse y darle una bofetada; sin embargo, su padre sacó su billetera y
puso unos billetes en la mesa.
—¿Qué?
—¿Tu madre?
—Sí, claro, va a serlo. —Wonwoo lanzó una carcajada amarga. Jungkook miró
fijamente la carretera.
—Yep.
Jungkook sintió el enojo correr por sus venas y vio con ojos furiosos a su
padre.
—Retráctate.15
—Cálmate, Jungkook .
Wonwoo apretó los dientes; Jungkook jamás lo había visto tan molesto. La
camioneta llegó cerca de la casa, pero en vez de seguir manejando, se
estacionó en un parque.
—Voy a hablar con tu madre cuando lleguemos y tú no vas a usar ese lenguaje
—ladró el mayor—. ¿Entiendes?19
—Entonces, ¿cuándo has estado ahí para nosotros? —gritó de vuelta Jungkook
— No vuelvas a decir que Taehyung es un marica, ni siquiera te atrevas a
hablar con él. ¡No quiere ni verte!12
—Ya estoy en casa —dijo para sí mismo. No estaba seguro de querer llamar la
atención aún.
—Bueno.
—No. —Tomó la cara de Taehyung en sus manos y besó una de sus mejillas—.
No, no quiero que lo veas nunca más, él no merece verte.29
—¿Que?14
—Tal vez sí. Ella se molesta conmigo todo el tiempo —respondió el azabache,
y miró a su hermano, suspirando—. Le grité a papá, y mucho.1
—Ya sabes, las mismas cosas. Piensa que soy un buscador de problemas, y
por supuesto, tú eres su favorito. —Taehyung hizo un gesto y Jungkook se
sentó a su lado—, y estaba muy interesado en todo el asunto de la novia.39
—Quizá lo haga. Espero que papá no venga por nosotros de nuevo, no pienso
salir con él.
—La próxima vez voy a ir —contestó Taehyung con valentía.
—¿Jungkook?
—¿Hm?
—Peor. —No podía imaginar algo peor—. Besé a Jisoo. —Jungkook se quedó
en silencio. Taehyung se alejó del cuello de su hermano y le miró con los ojos
muy abiertos—. ¿Estás molesto conmigo? Lo siento, lo siento.64
—Besaste a alguien.
—Odio eso.
—Solo quería saber si era diferente —explicó—, diferente de... besarte a ti.
—¿Y?
—Claro que fue diferente —dijo Jungkook tocando los labios de Taehyung—,
fue un asco a comparación de ti.6
—De ninguna manera. Ella ni siquiera sabía que hacer con su lengua, no como
tú.18
Espero que tengan un feliz año nuevo, engorden mucho, tomen mucho,
prometan cosas que no van a cumplir y pidan regalos ahr39
じゃあまたね ♡...+
♡ 10 ♡
...♡ようこそ
—Si me dejas besarte más seguido —contestó Jungkook dejando suaves besos
en la boquita de su hermano.22
—Esta noche no será así, lo prometo... ¿Sí? ¿Por favor? Por lo de papá estoy
algo inquieto —pidió haciendo un ligero puchero. Jungkook juntó sus labios.
—Pobre Kookie.
—Mierda —murmuró Jungkook contra los labios del otro. Ambos sonrieron y
Taehyung se quitó del regazo de su hermano.17
—Pobre mamá, tiene que lavar tus asquerosas sábanas —canturreó Taehyung.
Jungkook hizo un gesto.6
Yoongi sonrió.101
—Así que fuimos a ver una película, ¿no? Pagué por ella, compré las palomitas
y todo. Al final gasté, no sé, todo mi dinero, pero creo que valió la pena.
—¿Ah sí? —Jungkook puso las manos en sus bolsillos, temblando. Estaban
regresando a casa, luego de pasear por la ciudad un sábado por la mañana.
Taehyung estaba apretando un vaso de café caliente a través de sus dedos
enguantados.
—No sé como pasó —asintió el peliverde, riendo—, pero sí, no era ella, sino
una chica pelirroja.23
—No tengo ni idea. Mi cita estaba muy molesta y se fue. La otra chica no
estaba muy contenta conmigo tampoco... y tampoco su novio.6
Taehyung se había vuelto muy bueno en eso, pensó Jungkook, tan bueno que
podía tragárselo un poco y hacer que los dedos de sus pies se encogieran y sus
ojos rodaran en su cabeza. Y también su gemelo amaba hacerle eso. Taehyung
amaba hacerle sentir de ese modo, amaba tener el poder, ya que usualmente
era Jungkook quién tenía control cuando estaban intimando. Sin embargo, en
otro momento hubiera renunciado "al poder" si eso significaba que Jungkook
le diese atención en esa manera.13
El menor le dirigió una mirada con brusquedad. Sus dos padres estaban en
casa, en el primer piso. Taehyung movió un poco la cabeza, sonriendo,
advirtiéndole a su hermano con los ojos para que no hiciera ruido. Jungkook
ondeó sus caderas y dejó caer su cabeza hacia atrás, tratando con toda su
voluntad de no eyacular. No quería correrse todavía, se sentía tan bien y a
salvo.17
Jadeó suave entre sus dientes y movió las caderas un poco más,
permitiéndose entrar más en la caliente boca de Taehyung, quién lo tomó,
aunque, como Jungkook sabía, debía de ser difícil por lo mucho que se estaba
moviendo. Y entonces sintió sus testículos encogerse y su estómago
retorcerse. Iba a venirse y no había nada que pudiera evitarlo. La sensación
sería incontrolable, un par más de lamidas y todo habría terminado. Jungkook
suspiró y su estómago volvió a revolverse, sin embargo, de repente, eso no fue
suficiente.1
—¿Qué?
—Sí, quiero tener sexo contigo —afirmó Jungkook de nuevo, esta vez con más
confianza—. Simplemente lo decidí.
—Sexo real... Yo dentro de ti. —El menor de los Kim miró fija e
inexpresivamente a su hermano.56
—¿Cómo?
—Nunca he pensado que eres asqueroso. Creo que... que sería muy excitante.
—¿Por qué? —Taehyung se ruborizó. Jungkook dejó que su dedo tocara ahí,
dentro a Taehyung, sintiendo un movimiento nervioso bajo el cuidadoso
toque. Estará muy apretado.2
—Voy a ser muy, muy cuidadoso contigo —añadió Jungkook y besó la oreja de
su gemelo—. ¿No siempre soy cuidadoso contigo? ¿No siempre te he cuidado?
Y tal vez también te guste.
Taehyung no pudo hacer más que sonreír, su corazón palpitando con las
palabras.
じゃあまたね♡...
7
♡ 11 ♡
...♡ようこそ18
—Mn —fue todo lo que pudo decir. Sus miembros se deslizaron juntos y
Taehyung abrió los muslos, sintiendo un frío viento contra sus testículos—.
Oh... — Jungkook empujó hacia arriba, justo entre las piernas de Taehyung, su
sexo resbalándose justo para presionar contra la entrada. Taehyung chilló y
tembló en los brazos de Jungkook y él lo hizo de nuevo—. —Oh, no, Kookie —
suspiró—. No... ugh... ahí.
—Puedo sentir que tan caliente estás ahí —jadeó Jungkook—, dentro. Aqui4
—Mierda, mierda.4
—Taehyung -susurró.
Taehyung chilló.
—Tú haces que todo se ponga loco —Jungkook rió y embistió con fuerza—.
Ungh. Tú me pones así y... ¡oh!4
El mayor solo había tocado con su sexo la entrada de Taehyung, logrando que
se estremeciera por el placer. Jungkook le inmovilizó las muñecas en el
colchón, sobre su cabeza, y arremetió contra él; su pene comenzando a
humedecerse. Se miraron a los ojos y suspiraron juntos, en la boca del otro,
lamiéndose los labios.11
—¿Por qué?
—Tanto así quieres tener sexo conmigo? —Jungkook asintió—. Eso me gusta —
dijo Taehyung—, me gusta mucho. —Jungkook suspiró y lo jaló hacia sí, más
cerca.
—A mí también.75
—Buenas noches, Kookie —susurró. No obtuvo una respuesta. Cerró los ojos y
esperó a que el sueño le invadiera.1
-
Taehyung se sentó en la mesa, mirando su tazón medio vacío de Cheerios.
Estaba exhausto, Jungkook y él se habían quedado toda la noche despiertos
con Suga mirando películas de terror. Había sido su fiesta particular de
Halloween porque no habían sido invitados a otra, hasta Hoseok y Jimin
hicieron planes que no los incluían.4
Pero habían tenido un momento divertido, una fiesta real de adultos. Eunbi y
Mingyu los habían dejado solos por la noche y dado permiso para ordenar
pizza y cualquier cosa que quisieran. Suga había llevado a escondidas algo de
cerveza de su papá y miraron ese tipo de películas que sus padres no les
dejarían ver.35
—Go fish —dijo Jungkook, aburrido y lanzando una carta a la desordenada pila
que había entre ellos.
—Así no juegas .—Jungkook alzó los hombros
Taehyung sonrió.
—¿Ah sí? —preguntó. Taehyung tornó sus ojos, bajando la mano que sostenía
las cartas.
—Esto es aburrido.
—Ja, ja. —Taehyung hizo una mueca y miró el reloj—. Quizá podamos
escabullirnos a abajo y mirar un poco de tele.
—Lo dudo —contestó mientras Taehyung juntaba todas las cartas y las puso
en su velador.
—No seas malo. —Jungkook se acostó en la cama y puso sus manos detrás de
su cabeza.7
—Ven aquí.
—Para qué?
Jungkook rió.
—¡No es cierto!1
—¿Sí?
—Sí —Abrió su boca y el beso se volvió mojado y caliente—. Kookie, voy a...
darte algo para navidad. —Jungkook se puso tenso.55
—Sé que no nos compramos cosas, pero esto es... demasiado perfecto.
—Entonces tal vez vaya a conservarlo. —El menor frunció el ceño y se alejó de
su hermano, poniéndose boca abajo.
—Dime.
—No quieres saber, créeme.
Taehyung rió.
—¿Pero qué tal si lo compro? Aún faltan dos meses para navidad.
—Sí.
—¿Puedo?
—Más o menos.
—¿Es más grande que una caja de zapatos? —Una afirmación le contestó—.
Taehyung —llamó Jungkook, bajándole los pantalones—, dime algo. —Éste
tembló mientras los dedos le acariciaban hacia abajo y tocaba su trasero.
—Es... —Taehyung abrió sus piernas e invitó a las manos de Jungkook a sus a
muslos—. Te va a gustar. —Sonrió.5
—Te va a encantar.28
Taehyung tornó los ojos. Estaban camino a casa desde la escuela en el frío
glacial. Sus alientos se notaban como volutas en el aire.
—Lo dudo.6
—Veremos.
じゃあまたね♡...
♡ 12 ♡
...♡ようこそ 15
Eunbi sonrió y entregó el tazón de arvejas por encima del resto de la cena, y
Taehyung la tomó con avidez. Mientras dejaba un poco de en su plato,
Jungkook le observaba con cuidado.
—Un tonto regalo que Taehyung tiene para mí —respondió Jungkook—, por
navidad.
—¿Y yo qué?
—¿No quieres saber de las tontas Timberland que mamá y Mingyu te van a
dar?
—Nada más sobre esto, por favor. —Le echó un vistazo a Taehyung, haciendo
que éste pusiera los ojos en blanco.
—Es mejor que esto —afirmó con voz rasposa. Jungkook estaba lejos de ahí,
su sexo doliéndole por correrse.
—¿Huh?
Taehyung sonrió y volvió a lo suyo. Jungkook no podía imaginar que algo que
Taehyung pudiera comprarle fuera mejor que el sexo oral. En sí, en ese
momento Jungkook no podía imaginar nada. Todo lo que podía hacer era
sudar y resbalarse por la garganta de su gemelo, sus manos acariciándole
débilmente el cabello.6
Jungkook suspiró y puso una pierna sobre Taehyung mientras la otra colgaba
del sillón.
—¿Qué dice?
—¿Realmente?
—Otra pista y no preguntaré más, pero que sea buena —dijo. Taehyung se
apartó de Jungkook y se le quedó mirando.1
—¿Qué? —La boca de Jungkook cayó abierta—. Está bien, esto está jodido, no
tengo idea. No hay ningún regalo, ¿no? Estás jugando conmigo.34
—No —contradijo Taehyung en voz baja—, esa es la mejor pista que puedo
darte. —El otro se puso para atrás y asintió.
—Está bien... No tengo ni la más mínima idea, así que supongo que tendré que
esperar.
—Jungkook...
—Um... —La cara de Taehyung se puso caliente, más sonrojada que nunca
antes. Jungkook le miró con curiosidad—. Um.
—¿Qué?
—En navidad —Taehyung le dio vistazo rápido a Jungkook— voy a dejar que
tengas sexo conmigo. Eso es. —La boca de Jungkook se abrió por la
impresión.37
Taehyung asintió.
Jungkook gruñó y tiró del otro hacia su regazo. Taehyung se sentó a horcadas
tímidamente, mirando hacia otro lado.
—No me importa. No creo que seas asqueroso. Nada tuyo me podría parecer
así. Te amo, déjame tocarte.2
—Te amo. —Taehyung besó la comisura del labio de Jungkook—. Tal vez... No
lo sé.
—Está bien... Solo un poco. Es como sacudir el regalo envuelto para tratar de
adivinar que hay dentro.24
—¡Kookie!1
—Sí, tu pene...
—¿Cómo está? —Jungkook movió sus dedos dentro con torpeza y Taehyung se
encogió.
—¿Qué?
—Tiene —dijo Jungkook en voz baja—. Tiene que caber, somos gemelos.131
—No te asustes, todavía quiero hacerlo. Tiene que... Ugh. Trata de nuevo.
—Sentí eso.30
—Imagina...23
Jungkook podía imaginar con facilidad esa presión alrededor de su sexo.
Jadeó y sacó sus dedos mientras Taehyung se quejaba en protesta y alivio. Su
miembro dolía.
—Taehyung, quiero joderte. —El menor abrió su boca para hablar, pero
Jungkook se adelantó—. Finjamos, arrodíllate. —Taehyung se retorció bajo la
intensa mirada de Jungkook, pero se giró de todos modos. Pudo escuchar a
Jungkook luchando con sus pantalones y pronto sintió su calor detrás suyo—.
Lo pondré así —dijo Jungkook. Presionó su sexo contra la delicada entrada
Taehyung y lo frotó—. Quiero hacerlo así.
Taehyung sonrió.
—Hm. —Jungkook se inclinó hacia delante aún más y chocó su nariz con la de
Taehyung—. ¿Sí?
—Si haces eso —dijo Taehyung con suavidad— entonces será para siempre,
¿verdad?
—No tenemos que hacer eso para que sea para siempre —contestó,
frunciendo el ceño—. Ya lo es.18
—No lo hice.1
—Chicos, compórtense.
—Yo soy el que te va a dar algo —dijo Jungkook dándole una mirada a
Taehyung.22
じゃあまたね♡...
♡ 13 ♡
...♡ようこそ4
–Bueno, ustedes saben que siempre vamos a la casa de su tía para la cena de
navidad.7
–Taehyung –regañó Eunbi–. Sí, hacíamos eso, pero este año va a ser aquí.
–Exacto, ¿no van a... digamos, hospedarse aquí? –añadió Jungkook. Eunbi les
dio una mirada.
–El año pasado no nos envió cartas –declaró el mayor de los gemelos–. Dijo
que iba a parar de enviarlas y dárnoslas personalmente.
–Traten de no enojarse mucho con él. Está... haciendo lo mejor que puede,
estoy segura. –Jungkook tornó los ojos mientras Taehyung empezaba a
romper el sobre que ya había abierto y se sentaba en el brazo del sillón–. En
fin. La cena va a estar pronto, chicos –cambió de tema, comenzando a
caminar hacia a las escaleras–. Vamos a comer pasta.
–No mucho... Feliz navidad. ¿Para qué se toma la molestia? –Jungkook frotó
su pierna y jaló, acercándole.
–Hmm –Jungkook resbaló sus manos hacia detrás del otro, tocándole por
encima–, ¿puedo tocarlo de nuevo?5
–Seré silencioso.
–Yo no. –El castaño rió, poniendo sus labios en el cuello de su hermano.14
–Te va a gustar.12
–Kookie...
–Sshh.
–Mamá me va a ver... –Taehyung se removió, mordiendo su labio. Jungkook
estaba frotando su esfínter con un dedo, causando que se retorciese
deliciosamente–. Ella va a venir... A la izquierda, Kookie.1
Nunca habían hecho eso, aprovechar una oportunidad. Siempre eran muy
cuidosos cuando sus padres estaban en casa, no se miraban mucho tiempo ni
se acercaban demasiado el uno al otro. La tensión entre ellos estaba
cimentándose sin cesar; creciendo. Era demasiado y eso les estaba volviendo
descuidados.4
Jungkook apartó sus dedos del trasero de Taehyung y los llevó a su boca,
humedeciéndolos. Taehyung jadeó y cerró sus brazos en torno a su Jungkook,
mientras deslizaba su mano dentro de sus pantalones de éste. Taehyung
sintió el tibio, húmedo dedo recorriéndole el trasero antes de incrustarse un
poquito.3
–Mantente en silencio.16
–¿Vas a... hacer más esta noche? –preguntó sin aliento. Jungkook retorció dos
dedos dentro de su cuerpo, curioso por saber que tan apretado y caliente
estaba.
–Voy a hacerlo ahora –respondió.19
Jungkook lamió sus dedos y los empujó sin mucho cuidado, sin preocuparle
que Taehyung hiciera suaves protestas. Él también quería, lo sabía, y amaba
los jadeos que hacía mientras no le daba opciones.
–Lo sé. –Jungkook movió sus dedos y añadió otro, causando que su hermano
se quejase–. No grites, ¿está bien?
–Mucho.
–Por ahora tal vez sólo sexo de televisión –jadeó. Jungkook tenía tres dedos
dentro de él, y todo estaba más apretado y mucho más doloroso que antes.
Sus dientes rechinaron–. Kookie, no puedo... Oh...
–¿Más?
–Taehyung –le llamó en voz baja–. Será muy fácil. Tengo, no sé, toda mi mano
ahí dentro. Déjame.1
–Tú sólo... tienes... uh, tres dedos ahí –rebatió. Taehyung estaba comenzando
a sudar. Lo que estaba haciéndole dolía, pero le hacía sentirse lleno y eso le
gustaba–. No puedes meterlo ahí, tienes que...
Jungkook curvó sus dedos un poco y Taehyung sintió como si algo explotaba
en su estómago. Eso era demasiado rápido. Apretó sus músculos alrededor de
los dedos de su hermano, observando como la boca de éste se abría. Hizo un
sonido suave, miedoso mientras su interior ardía, y se giró, forzando que los
dedos de Jungkook salieran.7
–Um. –Jungkook se tocó con una mano sus jeans, haciendo un gesto de dolor–
. Estoy muy excitado.2
–Hacer que no esté tan duro –contestó Taehyung, sonriendo. Se deslizó de las
piernas de su hermano hasta el suelo y posicionó sus manos en las rodillas de
éste–, con mi lengua.6
–Dije ahora. –Podían ver sus pies y sus piernas, y sabían que ella también
podía verlos.
–Chicos. –Eunbi bajó más y pudieron ver su cara. Taehyung estaba sentado en
el suelo y Jungkook estaba desparramado en el sillón–. ¿Qué han estado
haciendo?40
–Está bien... Vayan a lavarse para cenar, ¿está bien? –Taehyung se levantó y
dio un salto hacia las escaleras para subirlas pero Jungkook se quedó
sentado. Aún estaba muy excitado y sentía vergüenza de pararse. Eunbi le
miró, expectante–. ¿Jungkook?
–Voy a esperar a que Taehyung termine –respondió–, sabes que le toma una
vida terminar. –Eunbi asintió lentamente, de nuevo.
–Está bien. ¿Qué les escribió su padre? –Jungkook alzó los hombros.
–Lo de siempre.
–¿Puedo ver?
–Supongo.
Tres días para que llegase la navidad, tres días para que Jungkook realmente
le diese lo que quería darle. Estaba sudando y su estómago dolía mucho. Su
hermano le tocó de nuevo y vio estrellas blancas y resplandecientes detrás de
sus párpados cerrados.7
–Por favor, por favor –murmuró una y otra vez. Pensó que podía correrse o
morir. Ni siquiera registraba el dolor, no con el ciego y aterrador placer
recorriéndole. Estaba terminado–. Fóllame.14
–¿Qué?
Jungkook cerró los ojos. Tres días. Tres días hasta navidad. Tres hasta que él
realmente pudiera joder a Taehyung. Eso no era real.
–No –respondió por fin. Sacó sus dedos y acarició la espalda baja de su
hermano–. No, tenemos que esperar.33
–No lo estabas hace unas semanas, cuando yo quería –contestó con calma.2
–Puedo verte. –Se adelantó y le dio un suave beso en la mejilla–. Esta vez fue
agradable, ¿no?
–Sí.
–Lo sentí, toqué algo que se sintió bien. Un punto pequeño... tu pequeño
punto. –Taehyung gimió.1
–Tócalo de nuevo.
–Voy a sentirme tan bien cuando esté ahí dentro –dijo Jungkook. Se echó
sobre Taehyung, presionando su cuerpo hacia abajo. Con una mano le tomó el
mentón y le besó profundamente, y con la otra, se bajó el boxer. Se friccionó
entre las piernas sus, su sexo enterrándose en el estómago y muslos de
Taehyung–. Cuando entre en ti, voy a hacerlo tan profundo que voy a tocar tu
pequeño punto.2
–No puedo abrir mi regalo antes –respondió el mayor, a pesar de que lo que
más quería en el mundo era hacérselo lo más pronto posible. Se imaginó
corriéndose dentro de Taehyung y embistió con fuerza a un ritmo rápido y
brutal–. Esto es lo que voy a hacerte.14
Taehyung chilló pero dejó que Jungkook se moviera sobre él. Pronto ambos
estarían retorciéndose juntos, sin aliento, agarrándose a las sábanas, al otro,
algo.
Jungkook hizo que sus dientes rechinaran y eyaculó, justo entre las piernas de
su hermano, manchando sus muslos y su ingle con el semen. Taehyung se
retorció bajo él y Jungkook esparció algo de semen en el esfínter y presionó
dos dedos húmedos hacia dentro.
–Está en ti –dijo adentrando sus dedos con fuerza. Taehyung gritó y se corrió
instantáneamente, dejándose caer pesadamente y con los ojos muy abiertos–.
Mierda–. Jungkook limpió el estómago de su hermano y pateó el cubrecama–.
Debes irte.12
–Tres días.33
–Es un lazo –contestó Taehyung, rodando los ojos. Tenía uno de los lazos de
navidad con pegapega de navidad en su cabeza. Sonrió–. Yo soy un regalo.68
Jungkook refunfuñó.
–Esa no es excusa.
–Ya, está bien. –Se quitó el lazo de la cabeza–. Supongo que no soy un regalo,
entonces. –Jungkook hizo un gesto a Taehyung y Eunbi entró a la estancia.
–Sí vas a hacerlo –se adelantó Jungkook, tornando los ojos–. Siempre lo
haces. –Su hermano le sacó la lengua.
–Como sea... El último en la mesa tiene que darle a la abuela el primer beso.
Ya estaba ahí toda la familia de los gemelos. Bueno, todos los del lado de su
madre, los cuales no eran un grupo muy grande; solo sus abuelos y su tío,
quien había llevado a su esposa y sus dos hijos que tenían cinco y seis años,
respectivamente.9
Y se sentía nervioso, ansioso, sus palmas habían estado sudando todo el día.
En unas pocas horas la familia terminaría de cenar, terminaría de abrir los
regalos y se irían a la ciudad, a su hotel. Entonces podría estar a solas con
Jungkook y le daría su regalo. Únicamente el pensamiento hizo que su
estómago doliera.6
–Los tenedores están del lado incorrecto –comentó su abuela cuando se
sentaron para cenar.
Era la misma sensación de hacía unos días cuando dejó a los chicos solos en el
sótano. Miró a Taehyung, su cara estaba sonrojada, su cabeza ladeada y sus
ojos pestañeando juguetonamente a Jungkook quien le había lanzado un
guisante.28
Pero Eunbi sabía. Siempre había tenido esa sensación sobre sus hijos,
sensación que no la dejaba en paz. Sensaciones que habían venido juntas y no
le abandonaban desde el día que los había atrapado besándose; quería creer
que eso había sido la circunstancia. No los había visto hacerlo de nuevo pero
algo le decía que no se había terminado.10
Se regañó a sí misma por siquiera pensarlo. Se sintió como una mala madre
por barajar esa posibilidad, pero también se sentía así por no saber si era
verdad... Y si era verdad, ¿entonces qué?60
♡ 15 ♡
...♡ようこそ16
–¿Está nevando?
Mingyu fue hacia el estéreo y cambió a la estación del clima. Todos oyeron en
silencio mientras el locutor hablaba.
"... con vientos de setenta millas por hora, hay un 90% de posibilidad de que
haya nieve y corrientes. Las condiciones de las carreteras serán muy malas, así
que aunque estén lejos de sus casas, quédense donde están".50
–¿Qué pasa?
–Se van a quedar aquí –dijo Eunbi con firmeza. Taehyung dejó caer su tenedor,
haciendo que sonara ruidosamente al contacto con el plato.
–De acuerdo.
Jungkook se aguantó una risa y pateó a Taehyung por debajo de la mesa pero
su hermano no respondió. Estaba decepcionado.
–Será mejor que no atrapen a Santa en el acto –molestó Mingyu. Los gemelos
gruñeron.40
–Sí, lo hará.
–Espero no encontrar sangre aquí en la mañana –dijo Mingyu, lanzando
algunas mantas y almohadas al sofá–. ¿Están seguros de que no quieren dejar
sus zapatos fuera de su habitación para Papa Noel? –preguntó, moviendo sus
cejas de arriba a abajo.53
–Feliz navidad –dijeron a coro. Mingyu apagó una de las luces y se fue. La
única iluminación provino de una pequeña lámpara en la mesa y de las luces
del árbol de navidad.
–Tal vez esta noche –contestó, jalando a su hermano más cerca–. ¿Qué
opinas? –Taehyung frunció el ceño.92
–No seas una chica –sonrió el azabache–, será bueno. –Taehyung miró la
habitación de sus padres con nerviosismo.21
–Lo sé.
–Vamos, me has estado volviendo loco todo el día. –Su hermano tembló un
poco con sus palabras–. Estamos listos.
–Lo sé –dijo de nuevo, esta vez con más suavidad–. ¿Crees que podamos?
–Sé que podemos –contestó con confianza–. Supongo que depende de ti. –
Taehyung sonrió contra su hombro.
–Tú sabes que quiero.66
–Pero Papa Noel no está trayendo este regalo. –Jungkook presionó su cuerpo
contra el de su gemelo–. Déjame tenerlo ahora. Seré muy callado y bueno. En
serio.
–Has esperado mucho, puedes hacerlo unas horas más. –Jungkook trató de
persuadirlo con su boca o con sus manos.
Sus labios estaban dejando un rastro caliente en el cuello de Taehyung y sus
manos se deslizaban por debajo de los del pijama de franela.
–No voy a hacer ningún sonido cuando lo haga –musitó Jungkook–. Primero
pondré mis dedos y te tocaré como te gusta. Haré que te corras Taehyung.49
じゃあまたね♡...
♡ 16 ♡
...♡ようこそ8
–Sí, ya, detente –suplicó Taehyung con los ojos muy abiertos–. Quiero esperar
a que sea medianoche y tú no estás ayudando.
–Está bien, música. –Se sonrieron mutuamente y Jungkook tocó las primeras
notas.
–¿Hm?
–¿Algunas vez has...? ¿Tú has visto...? –Eunbi arrastró las palabras. No podía
pensar en una forma de plantear la pregunta. Ni siquiera sabía si quería
decirle algo a su esposo acerca de sus suposiciones sobre los gemelos. Era
algo que ella había cargado por tanto tiempo–. Olvídalo.
–Dentro de ti.2
–¿Qué?
Taehyung saltó fuera de la cama y agarró la pequeña bolsa que se había traído
de su dormitorio. De ella sacó una pequeña botella de loción y se la enseñó
tímidamente a Jungkook.
–Sé que lo harás así –le apoyó–. Por lo menos eso espero.1
–Será así –declaró Jungkook con firmeza–. En serio, así será... Espera, ¿de qué
estamos hablando? –Taehyung rió con nerviosismo.21
–Qué.
–Ese reloj es lento... Probablemente ya sea navidad desde hace unos minutos.
–Estás retrasándote.
–¿Jungkook?
–No puedes abrir mis regalos, Taehyung, eso no es agradable. –Se puso
encima de su hermano y se volvieron un enredo de miembros retorciéndose al
pie de la cama desplegada.3
Jugaron un poco, Taehyung tratando de quitarse el pantalón y Jungkook
maldiciéndole y tratando de mantener la prenda en su lugar,
–Quítalo.
–Quiero tomarme mi tiempo para desenvolverte –dijo Jungkook con voz muy
suave, muy amable.6
Jungkook besó su cuello y se movió hacia su cuerpo, rozando con sus labios
cada contorno, disfrutando de cada centímetro. Había explorado el cuerpo de
Taehyung antes pero esa ocasión era diferente. Muy diferente.
–Sí puedo –replicó Jungkook, deslizando sus dedos por debajo del pijama de
Taehyung–. No puedo esperar para meterme dentro de ti.1
–Kookie –fue todo lo que Taehyung pudo decir mientras su gemelo le
resbalaba el pantalón hacia sus muslos y luego se lo sacaba.7
じゃあまたね♡...
♡ 17 ♡
...♡ようこそ
4
–No puedes.
–¿Dónde? –Jungkook empujó sus dedos hacia delante–. Dime, ¿dónde está tu
pequeño punto?
–No puedo. –El cuerpo de Taehyung se retorció, sus piernas vibraron–. Dios...
no puedo. Tú no puedes, oh dios mío. ¿Estás metiendo otro dedo?6
–Tú rompes todos tus regalos –dijo Taehyung, con una pequeña sonrisa.
Jungkook rió y cubrió su boca con su mano libre.18
–No voy a romperte ni tampoco a mis botas. –Empujó sus dedos lo más que
podía y los torció–. Especialmente no si son Timberland.4
Taehyung apenas pudo acallar el casi grito que salí de su boca mientras su
hermano le tocaba. Los ojos de Jungkook se sobre abrieron mientras el
cuerpo de Taehyung se apretaba y se sacudía en torno a él. Sacó sus dedos
mientras temblaba.
–Kookie... eso... –abrió sus piernas y gimió– se sintió increíble. –Los ojos del
mayor se abrieron de la impresión.8
Taehyung asintió.
–Sí, sí, ese era mi punto. –Jungkook intentó de volver a meter sus dedos pero
Taehyung se retorció–. No, solo pon tu... pene. Voy a gritar si lo tocas con tus
dedos.27
Taehyung movió la cabeza haciendo que los suaves rizos cafés cubrieran su
frente.
–Sólo... necesito que lo hagas.
Abrió las piernas lo más que pudo y las cerró en torno a la cintura de
Jungkook, jalándole hacia él. Sintió el miembro de su Jungkook entre sus
piernas y luego contra su entrada, y gimió con suavidad. Su hermano puso una
mano sobre su boca y besó su nariz.60
–Está bien –dijo Jungkook. Se inclinó hacia delante, de rodillas y tomó las
piernas de Taehyung y las apretó–, voy a follarte ahora mismo.21
Taehyung gimió y tocó con una mano llena de loción el sexo de su gemelo. Lo
acarició un par de veces antes de que Jungkook arremetiera en su cuerpo
desnudo. Dejó ir la erección de Jungkook y se echó hacia atrás
completamente, estirando su cuerpo y poniendo sus manos sobre su cabeza.
–Feliz navidad.57
Jungkook bajó la cabeza y besó los labios de Taehyung, sus caderas yendo
hacia delante, su sexo probando la resistencia del pequeño cuerpo. Los ojos
del menor se abrieron mucho y sólo pudo sentir el calor mientras la cabeza de
la erección de Jungkook se hundía adentro.
–Oh –susurró Taehyung casi sin voz. Veía estrellas y no del buen modo. Su
visión estaba llena de destellos flotantes. Mientras parpadeaba mucho por el
dolor, mordió con fuerza su labio haciendo que sus dientes casi le perforaran–.
Jungkook...18
–Mierda –gimoteó Jungkook, dejando caer su cabeza, presionándola contra el
pecho de Taehyung–. Taehyung, Voy a..., oh... Mierda... Voy a...
Mientras tanto Jungkook estaba pensando que el sexo era la mejor cosa que
existía. Su miembro estaba muy dentro de Taehyung, saliendo y entrando con
rudeza, con movimientos inexperimentados. Sus ojos estaban cerrados, muy
apretados. Quería mirar a Taehyung pero ese era su momento, había estado
esperado tanto y finalmente... era todo lo que pensó que podía ser. El sexo
con Taehyung... El jodido de su hermano era asombroso.46
Cuando abrió sus ojos, no estaba preparado para lo que vio. Taehyung lucía
débil y roto, estaba inclinado sobre sus codos y jadeaba pesadamente. Bajó
una mano a su trasero y el rostro de Taehyung se contrajo de dolor.42
–Mierda... Kookie –dejó salir con la voz ronca. Jungkook apartó sus manos de
su hermano y notó que había un poco de sangre en sus muslos.71
–Oh Jesús, ¿estás bien? –La sangre hizo que su estómago se revolviera, pero
Taehyung asintió. Estaba bien.
–No te asustes –dijo, tratando de recuperar el aliento–. Mierda, Jungkook, no
sé si... podamos hacerlo de nuevo. –El corazón de Jungkook se detuvo.
Taehyung limpió sus lágrimas, sintiéndose estúpido. Por supuesto que era
difícil la primera vez.
–¿Pero estuvo bien? –Los ojos de se veían suplicantes– ¿Te sentiste bien en
mí? –Taehyung necesitaba saber que estuvo bien para Jungkook. Su cuerpo
aún estaba ardiendo, su interior se sentía friccionado con rudeza. ¿Cuándo
pararía el dolor? Agarró las manos de Jungkook–. ¿Estuve bien?25
Eunbi había tenido problemas toda la noche. No había podido dormir y había
intentado todo lo que se le ocurrió para hacerlo, hasta que decidió que no le
haría daño levantarse y tomar un vaso de agua.
Mientras caminaba por la sala, levantó la cabeza. En el sofá, bajo una montaña
de cobertores estaban sus dos muchachos. Estaban dormidos. Giró la cabeza
unos cuantos grados. La habitación estaba fría y ambos estaban cubiertos
hasta la cabeza.
Estaba por dejar la estancia cuando vio algo que estaba en el piso. El
pantalón de pijama de Taehyung.233
じゃあまたね♡...
♡ 18 ♡
...♡ようこそ7
Sacudió la cabeza de un lado a otro. ¿Por qué, casi de pronto, se había lanzado
a la conclusión de que algo estaba pasando? ¿Acaso estaba tan mal de la
cabeza para pensar así sobre sus hijos? ¿O sólo era muy perceptiva?
Taehyung abrió un ojo. La luz del dormitorio de sus padres estaba apagada y
todo estaba en silencio de nuevo.
–Jungkook –susurró.
–¿Estabas dormido?
–No voy a olvidarlo –declaró–. Mañana voy a sentirlo todo el día, Kookie... voy
a sentir como me lo hiciste.
Taehyung dudó y Jungkook deslizó sus manos por sus muslos desnudos,
girándolo lentamente.
Taehyung trató de decirle que no, que no era innecesario pero su hermano
presionó sus labios en su trasero. A Jungkook le tomó un par de torpes y
húmedos besos encontrar su adolorido esfínter y cuando lo hizo no pudo
evitar gemir.16
–Claro –murmuró.
Puso una mano en la cabeza de Jungkook y pasó un par de mechones de
cabello entre su dedo pulgar e índice. Su hermano se levantó, dejando un
sendero de besos en su espalda hasta su cuello. Chupó la piel de ahí y
Taehyung jadeó de nuevo, incapaz de evitar que sus dedos se encogieran en
los azulejos.2
Taehyung negó con la cabeza y jaló del cuello a Jungkook, haciendo que sus
narices se tocaran.
–Mentira.
–En serio –dijo Taehyung con suavidad–. Dolió como mierda pero valió la
pena.
–Se sintió bien aquí –contestó Taehyung poniendo una mano en su pecho,
justo encima de su corazón–. Nunca voy a olvidar cómo lucías cuando te
corriste. ¿Realmente se sentía tan bien?41
Jungkook se sintió algo emotivo, como si fuera a llorar o algo igual de
vergonzoso y le besó en la mejilla.
–Fuiste el mejor –dijo y recorrió con sus manos el pecho de Taehyung–. Pero
tú no te corriste.
–No me importa.6
–¿Yo?
–Lo estoy. –Taehyung abrió el grifo de agua y puso una mano bajo el chorro,
esperando a que saliera el agua tibia–. Tenemos que ser silenciosos. –
Jungkook tomó una pequeña toalla del colgador y la puso debajo del agua,
para luego exprimirla.
–Fuiste callado.
Jungkook rodó los ojos y comenzó a deslizar la toalla húmeda por los muslos
de Taehyung, limpiando la sangre y el semen. Su hermano estaba
entremetiéndose según cada toque se acercaba a su entrada y se sintió
culpable... sin embargo, los ojos de Taehyung brillaron.
–No había forma de que pasara –dijo, riéndose–. Ya, bueno, no es la gran cosa.
Mierda, me estoy muriendo de hambre.
–Yo también.
–Sí, Kookie –dijo el menor esta vez. Dejó de guiar su cabeza y comenzó a
acariciarle–. Te amo, oh... oh...1
–Mierda –dijo Taehyung de nuevo, esta vez con más suavidad–. Espero que
nadie oyera eso. –Jungkook se pasó el antebrazo por su boca y se encogió de
hombros.1
–¿Algo serio?
La noche anterior había decidido que no podía decir algo. ¿Cómo hacerlo? Ni
siquiera se imaginaba pronunciando algunas palabras a sus hijos.
Pero entonces se despertó, hizo café y fue al baño a tomar un baño caliente;
cuando se estaba poniendo la bata, vio una toalla que estaba en una de las
esquinas de la habitación. Suspiró. Tener dos hijos significaba ir recogiendo
ropa detrás de ellos. Estaba por lanzar la toalla a la canasta de ropa sucia
cuando notó que había algo que no debía estar: una pequeña mancha de
sangre seca.62
Miró a su hijo al otro lado de la mesa. No podía imaginar a ese chico inocente y
dulce haciéndole algo a su Taehyung.6
–No... no sé.
–¿Le has hecho daño a Taehyung? –Eunbi se arrepintió inmediatamente de lo
que dijo ni bien los ojos de Jungkook mostraron dolor.17
–¡No! –respondió con voz alta y se detuvo–. Es algo tonto, traté de... –
Jungkook cruzó sus brazos– afeitarme. –Eunbi alzó una ceja.72
–¿Afeitarte?
–Sí, um, me hice corté –aclaró. Eunbi no vio ninguna marca en la cara de
Jungkook y su corazón se detuvo. Por un momento le había creído.
–No quiero hablar de eso –se adelantó a decir el mayor de sus hijos–. ¿Ya
terminamos?34
Eunbi asintió con torpeza. Jungkook no estaba mintiendo; ningún hijo podía
mentirle tan impecablemente a su propia madre... o por lo menos eso era lo
que esperaba.59
–Ten por seguro que para la próxima vez lo tendré –contestó Jungkook.
Jungkook dio un paso hacia el aire fresco, aliviado de haberse eludido de las
preguntas. No sabía exactamente lo que ella estaba suponiendo, pero sí sabía
que la había despistado de lo que fuera.
じゃあまたね♡...1
♡ 19 ♡
...♡ようこそ
6
Los gemelos habían rogado a su madre y a Mingyu que les dejaran tener una
pequeña fiesta. Sus padres habían estado de acuerdo. Ellos habían sido
invitados a la fiesta de unos vecinos.
Yoongi puso una botella de vino entre sus piernas e intentó jalar el corcho.
–No puedes exigir una botella –se quejó Taehyung–. Dámela, estás
arruinándolo.
–Dame un poco.
–Dudo que lo hagan –dijo Jungkook sin ánimos. Taehyung hizo una mueca.1
–¿Qué? ¿No soy lo suficientemente divertido para ti? –Tanto Yoongi como
Jungkook tornaron los ojos
Jungkook no pudo rebatir esa lógica. Sirvió a cada uno en un vaso grande,
vaciando la botella. Entonces brindaron y tomaron rápidamente sus bebidas.
Jungkook estaba en lo correcto, todos iban a estar ebrios antes de
medianoche.11
–Los niños de estos días –comentó Jin. Él traía vodka y ron, es decir, es decir,
alcohol de verdad.36
–Ustedes nos agradan más –terminó de decir, Namjoon. Taehyung les sonrió.
–Eso es porque yo soy... Hey, ¿eso es vodka? –Jin rió, sentándose en la mesa.
–No debimos de haberle robado –comentó Namjoon–. Ella se veía muy bien. –
El muchacho castaño le frunció el ceño.
–Son cosas del pasado –dijo, abriendo la botella de vodka–. Niños, ¿ustedes
saben lo que son los tragos cortos?6
–Es lo que se toma en una de esas tacitas, ¿no? –Taehyung hipó–. Son lindas. -
Yoongi se levantó, sacudiendo la cabeza
–Vasos –le corrigió Jungkook. Las mejillas de Yoongi enrojecieron mientras iba
hacia la cocina.
–Se veía tan bien –comentó Namjoon, agarrando la botella de Jin. Tomó un
sorbo largo y luego se la pasó a Taehyung. Éste negó con la cabeza.5
–Jin va a hablar con ella toda la noche –susurró. Jungkook levantó la botella,
haciéndole reír–. Qué fiesta, ¿eh?
–¿Cuándo?
–Tú elige.6
Jungkook miró alrededor. Jin estaba hablando por teléfono y Namjoon estaba
riéndose con su atención centrada en el chico peliverde.2
Jungkook le miró caminar hacia la cocina. Jin aulló algo acerca de llamada en
espera y él avanzó hacia el teléfono.
–¡Ex! –gritó Jin–. Espera, Jisoo. –Jungkook tornó los ojos y apretó un botón,
escuchando el sonido que se desarrollaba al otro lado de la línea.
–¿Hola?
–En la cocina –dijo–. ¿Ustedes están divirtiéndose? –Eunbi rió por un instante.
–Sí, sí. ¿Por qué está Taehyung en la cocina? –cuestionó. Jungkook frunció el
ceño. Su madre estaba actuando extrañamente.6
–Tiene sed.
–Chicos, no tomen mucho –aconsejó–. Solo tienen las tres botellas que les
dimos, ¿cierto?59
–Claro –mintió.37
–Es probable que no regresemos esta noche –comentó su mamá–. ¿Los chicos
van a quedarse a dormir? –Ella sonaba tensa.
–No sé.
–Estamos algo ocupados –respondió por fin–. ¿No podemos hablar mañana? –
Eunbi no dijo nada por un momento hasta que se aclaró la garganta.
–Voy a hacerlo.
–Ya casi es medianoche –dijo con los ojos muy abiertos–. Mira... mira. Oh,
espera. Feliz año nuevo.1
–¿En serio?
–Diablos.6
Se friccionaron. Taehyung estaba muy excitado y sus miembros rozaron,
frotándose juntos. Mientras miraba a su hermano, supo que podía correrse en
su estómago y aún podría estar listo para más; pero ya tenía un plan. Iba a
meterse dentro de Taehyung.
–Diez minutos para año nuevo –cantó Taehyung–. Ohh... Kookie, oh, ¡Kookie!
–Porque estoy listo –jadeó el otro contestándole, sus ojos abiertos como
platos–. Está bien, ambos estamos listos4
–¡Ya sé, ya sé! –El mayor rodó fuera de la cama y empezó a caminar por toda la
habitación, irracionalmente molesto por un momento–. ¿Dónde está la
jodida... jodida... esa loción?7
–Vamos.
–A la casa de esa estúpida chica –contestó. Rodeó con sus piernas la cintura
de Jungkook–. Ahora hazlo4
Eso fue todo lo que Jungkook necesitó, una última demanda y se empujó
dentro de Taehyung, gimoteando mientras su miembro entraba en el calor
estrecho.
Jungkook lo hizo, sin ni siquiera pensarlo. Estaba demasiado ebrio para ser
cuidadoso, demasiado ebrio para decirle a Taehyung que no, que no deberían
de hacerlo tan pronto. Taehyung estaba probablemente aún adolorido por lo
de navidad.4
–Yo también te amo –contestó Jungkook–. Quiero que te sientas bien, ¿se
siente bien? –Seguía moviéndose, cuestionándose si podía golpear el pequeño
punto de Taehyung. No recibió respuesta. Su hermano parecía estar
demasiado concentrado para decir algo. Jungkook se removió un poco
mientras lo follaba–. ¿Taehyung?1
–Sí...
–¿Duele?
Taehyung hizo una mueca, tratando de relajar todo su cuerpo. Dolía un poco,
pero aparte de eso, no sentía algo más ni bueno, ni malo.
–¿Qué?
–Oh, mierda, si estás –se corrigió, sonriendo con locura–. Tal vez mi cabeza
duela, no lo sé. Tal vez debería seguir tomando.
–Espera, espera.
Taehyung pasó sus manos entre los cabellos de Jungkook, observando como
los ojos de éste se cerraban mientras jadeaba
–Te amo... Se sintió tan bien.–Besó la cadera de Taehyung–. Esta vez fue
mejor.
–Estás ebrio –dijo Taehyung, sonriendo. Jungkook se subió a su cuerpo,
dejando besos por todo su cuerpo mientras se movía.
Jungkook le acarició y con la otra mano tocó con cuidado la entrada irritada.
–También duraré más –dijo Jungkook, empujando sus dentro hacia dentro.
Taehyung chilló–. Te voy a joder por siempre. –Las cosas estaban volviéndose
difusas para Jungkook. Miró a un lado, al reloj. Habían pasado cinco minutos
desde medianoche–. Feliz año nuevo.1
–Sólo... ¡oh! Sólo tienes que tocar el punto con tu... –Las caderas de Taehyung
se arquearon mientras temblaba–. Voy a correrme muy rápido, no te
detengas.
–¿Qué dijo? –Taehyung mordió su labio, cerrando los ojos y luchando para no
explotar–. Oh, oh, oh...
–Nadie lo hará.
–Sí.
–Feliz año nuevo –dijo, sonriendo–. Nos lo perdimos, mierda. ¿Cuándo mamá
te dijo eso?
じゃあまたね♡...
♡ 20 ♡
...♡ようこそ8
–Son buenos chicos. –Eunbi se tensó un poco, pero no dijo nada–. ¿Estás bien?
Has estado muy intranquila últimamente, querida.
–Yo solo... ¿No estás preocupado en lo más mínimo por los chicos? ¿Piensas...–
respiró profundamente–... que son muy unidos?
–No –contestó. Su corazón latía con fuerza, queriendo decirle acerca de sus
sospechas. ¿Por qué no podía? Él quería tanto a los chicos como si fueran
suyos. Seguramente entendería... o seguramente no lo haría.
Ella no podría soportar si Mingyu se sintiera asqueado por ellos o si los mirase
diferente.12
–Bueno –dijo Eunbi–, sí. Yoongi y Taehyung. ¿Piensas que ellos son...?
–Sé que lo hará. –Eunbi plisó los labios. El comentario poseía significados
diferentes para cada uno de ellos–. Él también me preocupa.
–Jungkook está bien, puede cuidarse a sí mismo –dijo–. Y nunca dejaría que
nada le pasara a Taehyung.
–¿Qué pasa?
–Lo siento –dijo ella con suavidad–. Tengo muchas cosas en la mente.
–Voy a llevarte a pasear el fin de semana, ¿está bien? –Terminó su taza de café
y Eunbi sonrió–. Unas pequeñas vacaciones.
–Vamos, será divertido para ellos. Y para nosotros –añadió–. Además, sabes
que pronto estarán por su cuenta.17
Taehyung sonrió.
–Encantadora –dijo Eunbi, forzando una sonrisa. Tenía que olvidar sus
sospechas–. Nos divertimos muchísimo.
–Me llevo a tu vieja madre a unas pequeñas vacaciones –le dijo Mingyu a
Taehyung–. El próximo fin de semana.
–Estoy segura de que podría arreglar para que vengan tus abuelos –intervino
Eunbi.
–De ninguna manera, de ninguna manera –dijo Taehyung, con una sonrisa de
oreja a oreja–. Mierda, eso es genial.
–¿Mamá?
Eunbi despertó.
Se levantó, con el temor invadiéndola. Tenía que hacer algo, pero no sabía
qué ni cómo.46
–¿Tú la harás? –le preguntó Jungkook, con seriedad. –Taehyung hizo una cara.
–¿Cuándo dijeron que se iban mamá y Mingyu?
–Ehm, sí
–Sí
–¿De verdad?
Taehyung se rió
–Mamá podría volverse un poco loca. ¿Qué pasa con ella últimamente? Siento
como si supiera, pero ¿cómo podría hacerlo?
Taehyung ajustó su mochila.
–Ella entró, ya sabes, justo después. Tal vez está con su período. –Jungkook
hizo una mueca.
–¿Dónde está mamá? –preguntó el menor. Mingyu miró hacia arriba y señaló
hacia la cocina.
–Bien. –Taehyung se sentó en una silla y agarró una manzana del medio de la
mesa.
–¿Cuándo se van?1
–He dejado algunas cenas para ustedes dos. No ordenen pizza todas las
noches. –Escribió algo y se lo entregó a Taehyung–. Aquí está el número del
hotel y los números de nuestros celulares... ¿Piensan invitar a Yoongi? ¿A los
otros chicos?
–No sé, capaz nos quedamos en la sala de estar. –Eunbi asintió distraídamente
y Taehyung la miró con el ceño fruncido–. ¿Qué te pasa últimamente? –Las
cejas de Eunbi se arrugaron.1
–Nada pasa conmigo. Solamente... soy su madre y tiene que haber reglas, de
otra manera todo será un caos. –Taehyung no pudo contenerse y rió.2
–Nunca te preocupaste antes por las reglas. Bueno excepto cuando digo
mierda, puta o algo.41
–No –dijeron Taehyung y Mingyu al mismo tiempo y Eunbi abrió sus ojos.57
–No pueden esperar a destrozar la casa, estoy seguro. Quieren hacer lo que
siempre hacen... –La sonrisa de Eunbi se congeló.109
–Desde luego. Vamos.
–Jungkook, no lo estás.
–Mm. –Taehyung plantó un beso sobre los labios de Jungkook haciendo que
abriera los ojos.
–Mingyu no le dejará.30
–¡Kookie!
Taehyung dejó salir un fuerte gemido, porque podía, y pateó la puerta abierta
–Sé lo que hay en tu mente –dijo Jungkook, presionando tan duro contra
Taehyung que ambos apretaron sus dientes–. Sin embargo, tenemos que
esperar.2
–¿Por qué?
–No sé... Tenemos todo el fin de semana –afirmó Jungkook, tirando hacia
atrás–. Tal vez te canses de hacerlo. Tal vez no seas capaz de soportarlo. –
Taehyung estrechó sus ojos
–Tal vez tú seas el que no sea capaz. –Jungkook se rió, sintiéndose arrogante
–No soy el que está abajo. –El menor gruñó y dominó a su hermano,
sujetándolo contra el piso otra vez1
–Bien –le contestó, rodando fuera y yendo hacia la cama–. Creo que haré esto
solo.
–¿Qué?
–Oh... mm... sí –respondió, cerrando sus ojos. Ahora él era quien estaba
jugando.
–¿Vas a hacerlo? –preguntó con los ojos muy abiertos. Movió sus caderas hacia
arriba y Jungkook sintió su erección.
–¿Vas a follarme?
–Acabas de decirlo.
Jungkook estaba a punto de decir algo, pero el timbre sonó escaleras abajo.
Alguien estaba en la puerta.+
–Voy a ver quién es –le cortó. Dio media vuelta y abandonó la habitación.
Jungkook se pateó mentalmente por lo que había dicho y lo observó irse.
Entonces se pateó físicamente.62
じゃあまたね♡...
♡ 21 ♡
...♡ ようこそ
17
( ͡° ͜ʖ ͡ °)
28
Sentía que había muchas cosas que hacer. La próxima vez que tuvieran sexo
tenía que ser perfecto. Jungkook tenía que hacerlo perfecto.
–Oye –le dijo Yoongi cuando vio a Jungkook. Él pelinegro sonreía, sus mejillas
encontrándose rosadas por el frío exterior–. Mierda, ¿puedo quedarme todo el
fin de semana? ¡No puedo creer su suerte!30
–Sí, vamos a ver la televisión en la habitación de tus padres, ahí tienen los
canales interesantes.12
–Podemos acampar allí durante los próximos tres días– dijo Taehyung–
Mientras Jungkook duerme.2
–Perfecto.
Jungkook se dejó caer sobre la cama y cerró los ojos, cayendo en un inestable
sueño.
–Eres patético –le dijo Taehyung, haciendo un gesto–. No puedo creer que
haya estado viendo esto... ¿casi dos horas? ¿Han sido realmente dos horas? –
Yoongi se encogió de hombros, con la boca llena.
–Yoongi, tienes que irte –dijo Taehyung, sin rodeos–. Mamá dijo que no podía
haber nadie más.4
Subió las escaleras y tomó una pausa justo frente a la puerta de su hermano.
Tragó aire respirando profundamente, tranquilizándose; Jungkook no había
intentado nada, él sólo estaba bromeando.
–Despierta, ya eché a Yoongi. –Jungkook frotó sus ojos. No sabía qué hora era,
no sabía ni qué día era.7
–¿Él está aquí?
–Ya no.
–No podía estar molesto con nuestro primer fin de semana solos. –Taehyung
le sonrió abiertamente.
–No hay nadie en casa, no tenemos que tener cuidado –comentó Jungkook,
arqueando sus cejas.
–Ohm dios... –Taehyung dejó salir un fuerte aullido, haciendo luego, una cara
de burla–. Hazlo bien, Kookie.
–¿No?
Taehyung se sacudió debajo, gimió más y más alto, hasta que su garganta
dolió y su voz quedó ronca. Los dedos de Jungkook encontraron la entrada y
se deslizaron dentro, haciendo que gritara aún más fuerte.8
–Oh... eso... –Las manos de Taehyung agarraron los brazos de Jungkook–. Eso
duele, pero no te detengas.
–Voy a buscar el lubricante –murmuró Jungkook.
–¿Más profundo? –Jungkook sabía que no podía ir más allá, pero quería
escuchar a Taehyung suplicar.
–No, oh, no... tal vez –dijo Taehyung, con sus ojos cerrados–. Solo... sigue
haciendo eso.
–Uh –gruñó Taehyung. Hizo una mueca de dolor, apretando sus ojos cerrados–
. Oh, Kookie, duele tanto pero... también haces que se sienta tan bien, joder.10
–¿Más fuerte?
–¿Eh?
–Oh... –Taehyung oprimió sus muslos juntos, los dedos de sus pies
encogiéndose. Su clímax lo sintió tan intenso... era diferente de todo lo que
había experimentado antes. Jungkook le había hecho llegar de esta manera
antes, siempre había sido sorprendente, pero esta vez fue mejor. Jungkook
iba a empujar dentro de él, y casi perdió la respiración pensando en ello–.
¡Oh!4
–Córrete por mí –le dijo su gemelo, incitándolo, penetrándolo, con los dedos,
de manera constante. Su miembro dolía, no podía esperar para deslizarse
dentro de Taehyung. Abrió la entrada de su hermano, extendiéndola.
–¿Estás bien?
–Mmm –Taehyung cerró los ojos y sonrió–. Entra en mí, Kookie, me siento tan
listo. –Jungkook tembló contra el otro cuerpo y besó la piel que estaba a su
alcance.
–Rápido.
–Jungkook –lloriqueó.
–Oh bien –le respondió. Se sentó entre las piernas de Taehyung y empujó su
miembro, suavemente, por la entrada. El menor se retorció y chocó su cadera
contra Jungkook.
–Eso es –le calmó–. Eso es. –Se hundió aún más profundo, sintiendo la
estrechez en torno a él, ya no podría detenerse hasta meterse por completo.
–Taehyung, eres tan estrecho –se quejó con voz afligida. Se encorvó más,
cayendo a un lado del cuerpo de su gemelo y ambos gimieron. Besó la boca de
Taehyung y movió sus caderas, su miembro moviéndose apenas un poco.
–¿Duele?
–¿Se siente bien? –preguntó Jungkook. Quería follar muy duro a Taehyung,
adentrarse en él y perderse... pero tenía que contenerse–. ¿Taetae?
–Me gusta –susurró–. Kookie... Creo que tienes que hacerlo... más duro, por
favor. –Jungkook sosteniéndose contra Taehyung, gimiendo.2
–¿Ah sí?
–¿Sí? ¿Taehyung?
Jungkook tiró un poco hacia afuera y Taehyung enredó sus piernas alrededor
de la cintura, jalándolo cerca de nuevo. Jungkook podía ver la mirada de dolor
en su rostro, pero también había un brillo en los ojos de Taehyung, cierta
determinación en su rostro. Sabía que ambos esperaban hacerlo bien.
Sostuvo las piernas de Taehyung y embistió dentro, para luego salir.6
–Oh –gimió Taehyung–. Bueno, sí... Bueno, sigue haciendo eso... ¡Oh! –
Taehyung aulló en voz alta, apretando los músculos alrededor del pene de
Jungkook. La erección de Taehyung se erguía orgullosa, estaba casi tan duro
como Jungkook, y él se sintió satisfecho por ello al instante.4
–Kookie –gimoteó Taehyung pasando el semen por sus largos dedos–. Kookie,
en mí4
–Voy a hacerlo mejor –dijo Taehyung mientras sus ojos recorrían la cara y
cuerpo de Jungkook–. Esto mejorará, Kookie, vamos a ser muy buenos en
esto. Quiero que te vengas en mí muy fuerte.
–Pero te gustó.
じゃあまたね♡...
♡ 22 ♡
...♡ようこそ
2
—Ha pasado mucho tiempo, Jungkook. Voy a hacer algo malo... realmente
deberías irte. Anda a dormir.
—No puedo hacerlo. ¿Has escuchado a Hoseok? Ronca muy alto —respondió,
lamiendo el cuello de Taehyung y juntando sus manos—. Suena como si
estuviera... no sé, muriendo.47
—Mm —dijo Taehyung, moviendo su cabeza y juntando sus labios. Se besaron
con lentitud, explorando el cuerpo del otro con sus dedos, con sus manos.
Taehyung suspiró ruidosamente y un pequeño gemido escapó de sus labios—.
Oh, Dios.
—Sshh.17
Tocó a Taehyung sobre los boxers y dijo, sonriendo: —Sólo un beso, eso es
todo lo que quiero.
—Sí, claro —dijo Taehyung, arqueando su espalda ante el toque. Jungkook le
acarició con más fuerza y él suspiró—. Está bien, sólo un beso.1
—No —susurró.
—Ya estás haciendo algo —Taehyung alzó sus cejas y apretó sus músculos
alrededor de Jungkook. Su hermano empujó un dedo y Taehyung se rindió, no
podía impedirlo. Debía ser silencioso—. Oh, Kookie...1
—Ya sé, ya sé que te gusta —dijo Jungkook—. Se siente muy bien. —Taehyung
asintió. Los dedos de Jungkook también se sentían muy bien.
—Está bien, voy a... —Resbaló una mano por el estómago de Taehyung,
haciendo que casi gritara—. ¿No?
—Yo...
—Taehyung, ¿estás despierto? —Era Jimin. Jungkook saltó hacia el otro lado
de la cama mientras Jimin jalaba las cortinas—. Um... ¿qué están haciendo?
Jungkook pensó rápido y contestó: —Sólo estoy aquí con Taehyung. Extraña
la casa. —Taehyung asintió como pudo y Jimin se les quedó mirando con una
ceja arqueada.
—Está bien extrañar tu casa, Taehyung, a veces también me pasa a mí. Tienes
suerte de que Jungkook esté contigo, ¿lo sabes?7
Taehyung sonrió ligeramente.
—Sí, lo sé.8
—Eso estuvo cerca —dijo Jungkook en voz baja. Con lentitud gateó hacia
Taehyung y besó su barbilla—. Eso fue... Sí, no podemos hacerlo de nuevo.
—Sshh —Jungkook puso dos dedos contra los labios de Taehyung y éste
sonrió, atrapándolos con la boca. Jungkook gimió y trató de retroceder pero
Taehyung sólo le acercó más, un poco tembloroso—. Taehyung, detente. No
podemos hacer esta mierda, no aquí.7
—Bien, lo siento.
—Supéralo.1
—Tal vez —Taehyung hizo que Jungkook se pusiera más cerca de él y le besó
de nuevo, con fuerza y lamiendo sus labios. Amaba el sabor de Jungkook y
quería más, pero sabía que debía contenerse—. Dios, está bien, lo siento.
Suficiente. ¡Ah!
—¿Qué?
—¿Entonces qué?
—Está bien, bueno —dijo aún tocando a su hermano—. Puedo esperar. —La
sonrisa de Taehyung se ensanchó.
Taehyung dejó salir un gemido y le dio un último beso, éste último cálido,
prolongado y húmedo.
Jungkook se retiró pero sólo para empujar, duro y con fuerza, gimoteando el
nombre de Taehyung. Su hermano estaba apretándose a su alrededor
rítmicamente, un truco que había desarrollado durante el año pasado y
Jungkook tenía que detenerse a sí mismo para evitar correrse.
No podía hacer eso, eyacular sólo después de unas cuantas embestidas como
lo hacía cuando eran más chicos. Ahora eran mucho mejores, casi
profesionales, especializados en darse placer el uno al otro. El sexo sólo se
había vuelto mejor a medida que lo hacían, y ellos lo hacían lo más que
podían, siempre que estuvieran a salvo. Lo último que querían era ser
atrapados y perderse el uno al otro.16
—Más, más —dijo Taehyung con los ojos muy abiertos y sus manos agarrando
los hombros de Jungkook—. Mierda, tienes que hacerlo con más fuerza.
—Mamá, ¿ha ocurrido algo? Ah, ¿nada? Bueno, entonces, ¿qué pasa? —
Jungkook puso una mano en el auricular y susurró a Taehyung: —Te lo dije, no
ha pasado nada.
Taehyung casi soltó una risita, Jungkook aún estaba dentro de él, pero para su
disgusto se movió y se apartó, aún muy duro y grande. Taehyung jadeó y se le
quedó mirando.
Eunbi, en casa, siempre los estaba viendo, no sin amabilidad pero con una
extraña mirada en sus ojos. Taehyung sabía que ella los amaba, que se
preocupaba mucho por ellos, pero era obvio que pensaba que algo estaba
pasando con sus hijos.
—Sí, a veces nos dan una habitación para cada uno, como esta noche. Es una
recompensa o algo así.
—Él me llama cada vez que se detienen en algún hotel y me da los números de
sus cuartos, es gracioso que esta vez el tuyo y el de Taehyung fueran similares,
el mismo número incluso —remarcó Eunbi.34
—Dios, estoy muy cansado, mamá —dijo Jungkook con voz alta—. Hablamos
mañana, ¿está bien?
—Jungkook, espera...
—¿Qué?
—No, no lo fue.
—No es cierto —dijo Jungkook, botando el humo—. Pude sentir todo bajando
hasta la punta de mis pies. —Taehyung sonrió y besó la barbilla de Jungkook.
—¿Y qué tal la vez en la casa de la abuela?45
—Bueno, esa fue... —Jungkook no podía pensar en una palabra para esa vez.
—Taehyung...
—Pásame una Coca-cola del minibar, Kookie. Por favor. —Jungkook gruñó.
—¿La máquina?
—Me la vas a chupar por esto —dijo, alcanzando un par de boxers—. Por largo
tiempo, luego te lo vas a tragar todo, y entonces harás que se endurezca de
nuevo y harás algo más.21
—Kookie...
—Bueno, así fue —Jungkook cruzó los brazos y se miró el espejo. Su frente
estaba brillante por el sudor, su cabello estaba hecho un desorden y sus ojos
lucían nublados—. Regresaré en unos minutos.
Jungkook parpadeó.
—Lo siento.
—¿Qué diablos has estado haciendo? —Jimin puso los ojos en blanco—. Te ves
como... te ves demacrado.1
—Me siento genial —contestó con honestidad.
—Está por allá —Jungkook hizo un gesto hacia detrás de él—. En el cuarto,
durmiendo. —Jimin le dio a Jungkook una mirada extraña.
—Jungkook —dijo Jimin con seriedad—. ¿Has metido una chica o algo?17
—No pensé que deberías, pero... —Jimin movió su cabeza—. ¿Sólo están
Taehyung y tú ahí?19
—¿Cómo?
—No lo somos tanto. Conozco esa mirada —contestó—. Mamá me da esa clase
de miradas cuando ella sabe.
—Si Jimin sabe algo, no lo sé. Además que si él sabe también otras personas.
—Taehyung mordió su labio.
—¿Debemos detenernos?
—No quise decir hacerlo. —La voz de Taehyung era muy suave—. No quisiera
que nunca nos detuviéramos. —Jungkook lo apretujó fuerte, envolviéndolo
con sus brazos—. Kookie, de verdad, no quise decirlo en serio.
—No puedo estar sin ti. —Taehyung se apegó a Jungkook y dejó un beso en su
cuello.18
—Yo tampoco.
—Nadie nunca puede saber —dijo Jungkook—. Y nunca lo sabrán, todo estará
bien... y funcionará. —Jungkook sonaba casi como si fuera a llorar.53
—Sí, como con mamá... —Jungkook arrastró las palabras—. Hey, ¿recuerdas
qué tan feliz era mamá cuando tenía una novia o cuando tú la tenías?10
Taehyung trató de sonreír, sin embargo, no pudo. Sabía que cada vez que ellos
habían tratado de estar con chicas, Jungkook había sido mejor que él. De
hecho, Jungkook era bueno en eso. Taehyung tenía miedo de que Jungkook
se convirtiera demasiado bueno en eso.26
—Lamento no ser una chica, Kookie —dijo Taehyung con voz suave.65
Jungkook se alejó.
—Tienes que ser tú —dijo—. Tienes que... no sé, salir con una chica por un
tiempo.7
—No seas estúpido —dijo—. No salgas con la chica, ¿está bien? Nunca lo
hagas. Tú ya tienes a esa persona... sólo... sólo...
—¿Me acuesto con ellas? —murmuró Jungkook—. ¿Quieres que folle con una
chica? —Taehyung besó la oreja de Jungkook.
—¿Te gusta esa bebida? Creo que ellos lo elaboran directamente en la ciudad.
—Jungkook hizo un gesto, el vaso olía horrible.
—Tú —dijo Hoseok con una sonrisa ufana— necesitas otra copa.
—¿Qué?
—Vamos. Tu lengua se siente muy bien en mi boca y quiero saber que más
puede hacer.26
Jungkook sonrió y dejó que le condujera hasta un taxi. Taehyung estaría ahí,
lo irían a ver. ¿Y no era agradable que ella estuviera llevándole?40
Jungkook se aproximó a ella más durante todo el camino, sintiéndose
agradecido.
Ella tenía largas uñas, y recorrió con ellas su pecho. Jadeó con placer y
confusión, no tan estúpido como para no saber adónde se estaba dirigiendo la
situación, pero sí demasiado confundido para saber por qué estaba pasando.
Su sexo dolía y tiró la ropa interior de la chica. Estaba tan borracho que quería
embestir rápidamente, sus pantalones apenas bajados.1
Nunca había querido a alguien más que a Taehyung. Nunca. Tenía ojos, sí, las
chicas eran bonitas, pero la simple idea le hacía sentirse enfermo.
Sí, se sentía bien. Agarró sus caderas y cerró los ojos. Taehyung era más
estrecho, pero podía pretender que estaba encima de su hermano. Caliente y
tembloroso, montándole. Taehyung era muy bueno en eso, sabía cómo
balancearse y moverse. Sabía cuando empujar y hacer que ambos gritasen.
Jungkook gritó en éxtasis mientras ella lo montaba con fuerza, sin captar la
mirada confusa en su rostro mientras el nombre de su hermano abandonaba
sus labios.36
Pero ella también estaba ebria, demasiado y pronto se olvidó mientras follaba
a Jungkook hasta que él se corrió y se desmayó.
—Ugh —murmuró2
—Ella estaba bien —intervino Jimin, casi gruñendo—. Arrastrándote fuera del
club de ese modo.
—Por favor, dime que ella y tú, ya sabes —habló de nuevo Hoseok—. Oh Dios,
me mataría si no lo hiciste. Me siento como si me hubieran golpeado.
じゃあまたね♡...
♡ 23 ♡
...♡ようこそ13
—Tú dijiste que lo hiciera —fue lo primero que Jungkook dijo cuando por fin se
encontró a solas con Taehyung. Estaban en la habitación de hotel que ambos
compartían, así que iban a tener que hablar tarde o temprano.25
—Lo siento, lo siento tanto —dijo—. No pensé. Y no significó nada para mí, yo
sólo... ni siquiera podía hacerlo bien. Lo juro.
—Estaba confundido, pensé que quizá estaba haciendo lo que querías —dijo
Jungkook, limpiando sus ojos—. Que querías que lo hiciera.1
—Nunca te haré daño de esta forma otra vez. No sé qué debemos hacer.6
Taehyung acarició su cabello y le silenció gentilmente. —Lo hiciste por
nosotros, ¿verdad?
—Bueno —dijo Taehyung—. Muy bien. Entonces eso es todo. Lo hiciste por
nosotros. No estoy molesto. Hemos tenido novias antes, incluso has dormido
con mujeres antes, esto es como todo aquello.88
—¿Sí?
—Sí —Taehyung asintió, riendo un poco pero aún dolido, parpadeando con
fuerza un par de veces. Sus ojos también estaban humedecidos por las
lágrimas, y tomó aire profundamente—. Dios, esto es estúpido. Jungkook,
desde luego que no quisiste hacerme daño. ¿Verdad?20
—¿Hm?
—Pero no fue muy bueno, ¿verdad? ¿Con ella? —Jungkook sacudió la cabeza
moviéndola hacia abajo y besó los dedos de Taehyung.4
—¿De verdad? —le susurró su hermano. Él se movió más cerca, casi sobre las
piernas de Jungkook—. ¿Me prefieres a mí?6
—Por supuesto —le aseguró Jungkook—. Claro que sí, Taehyung. No quiero
hacerlo con nadie más. Tú eres mucho mejor.7
—Muéstramelo.2
Jungkook acarició toda la parte baja del cuerpo de Taehyung e hizo su mejor
esfuerzo para demostrarle lo mucho que lo amaba.
—Mmm —fue todo lo que Taehyung dijo, cerrando sus ojos y liberando el
miembro de su hermano de entre sus piernas—. En mí. Ahora. Estoy listo.
—No más lubricante —le dijo Taehyung—. Haz estado molestándome por
siempre y no tenemos mucho tiempo.
—Mamá dijo que estaría afuera todo el día —Jungkook empujó su erección
contra Taehyung otra vez, y ambos gimieron.
—Sólo... sé paciente.1
—Es mejor de esta forma, me estás poniendo tan jodidamente duro —le
susurró Jungkook—. Tu trasero... Taehyung, ugh.10
—Amo que me folles —le disparó de vuelta—. Duro. Cuando nadie está cerca. Y
por una vez no hay nadie alrededor. Por favor, Kookie. Necesito...
—¡Jesús!84
—¿Hola?
—Mingyu, mi cielo —dijo Eunbi, dejando sus bolsas en el suelo y apoyándose
contra la entrada—. Solamente llamaba para decirte que ya estoy en casa.
—Oh —respondió Eunbi, rodando los ojos—. ¿Te esperamos para la cena?
¿Qué quieres comer?
—Ah, llegaré tarde. Los muchachos y tú deberían ordenar pizza o algo así.4
Eunbi cerró la puerta con un suave clic en ella y dejó las bolsas sobre la mesa
de la cocina. Sus pies la estaban matando.
—¿Chicos? —llamó.79
La única respuesta fueron unos sonidos graciosos. Oyó un sonido ronco que
provenía de escaleras arriba. Un estruendo, un choque y luego un grito.70
—¿Taehyung? —Eunbi subió rápidamente por las escaleras. Hizo una pausa,
escuchando más.87
Palideció.
—Oh, Dios Jungkook... Jungkook, oh por Dios, eres tan... Ugh, Jesús,
Jungkook... Kookie... tan cerca, voy a correrme... Oh Dios, siempre lo haces tan
bien... Hazlo... Duro... —la voz de Taehyung recorrió todos los pasillos de la
casa, golpeando a Eunbi como una tonelada de ladrillos.214
Eunbi cubrió su boca con una mano y salió rápidamente hacia afuera, su
estómago dando sacudidas. Caminó un poco por el sendero y se sostuvo
contra el buzón, doblándose hacia adelante y respirando profusamente. Su
boca estaba diluida y sintió que podría vomitar. No estaba segura.48
No obstante estaba segura de una cosa: ella había tenido razón todo el
tiempo. Todos esos años cuando sospechaba las peores cosas sobre sus
gemelos, ella había tenido la razón.29
—Esto es mi culpa —Eunbi quería gritar o llorar. Cualquier cosa que liberara el
enojo y la tristeza dentro de ella—. ¿Qué puedo hacer?
Hizo lo único que podía. Caminó de vuelta a la casa, temblando hasta que
alcanzó la puerta. Abrió y cerró con un fuerte golpe.
La casa estaba en silencio. Suspiró aliviada. ¿Tal vez había imaginado todo?107
—Hola, mamá, ¿ya de vuelta? —dijo Taehyung. Ella no pudo decir nada por un
momento, le miró fijamente. Él lucía tan radiante, feliz y como si acabara
de...66
—¿Estás bien? Te ves un poco enferma —dijo Taehyung alzando una ceja.
—Voy a tomar una ducha —dijo él—. ¿La cena estará lista pronto? Estoy
hambriento.
Ella tragó.
Ella no sabía que debía hacer. Tenía que hacer algo, era necesario. No podía
simplemente sentarse allí y pensar en lo que sus hijos estaban haciendo. Se
volvería loca.32
Se preguntó si ella era la única que lo había notado, la única que sabía.
Esperaba que así fuera. Por sobretodo, más allá de la sorpresa, el disgusto y el
desconcierto, ella estaba preocupada. Por ellos, por lo que podía sucederles.
O de lo que les sucedería.
No eran muy cuidadosos. No en casa, por lo menos. Eunbi suspiró en alta voz y
enterró su cara entre sus manos, inclinándose y sollozando. No notó que
Jungkook aparecía arrastrando los pies y frotando su cara.
—¿Mamá?
—¿Mamá...?
Eunbi colocó el teléfono contra su oído, tembló un poco mientras oía como
sonaba en el otro extremo. Era más de medianoche y ella estaba a un costado
del fregadero en el cuarto de baño, la casa entera estaba oscura y silenciosa.
Quizá esto era una mala idea. Tal vez debería colgar.8
No pudo.
El teléfono sonó dos veces más antes de que una voz somnolienta atendiera.
—¿Hola?
—Ellos están en casa —dijo ella, incapaz de ocultar la rabia en su voz—. ¿Lo
sabías?
—Nuestros hijos están en casa luego del tour —dijo. Ella se sostuvo contra el
fregadero, mirando su rostro en el espejo.
—Tú no formas parte de sus vidas —le respondió Eunbi. Wonwoo suspiró
audiblemente.
—¿Cuál es tu punto?
—Si ellos lo arruinan será tú culpa —ella sintió las lágrimas agolparse en sus
ojos—. Tuya.5
—Tú no me dejaste estar en sus vidas —le interrumpió—. ¿Y sabes qué? Ellos
no me quieren en sus vidas. Nunca me dejarán, y después de todo lo que he
hecho por ti. Apoyándolos para que luego de hacerlo lo lances a mi cara. Lo
que ellos hacen no me interesa.
¿Cómo podría decirle a alguien? ¿Cómo lidiaría con esto sola? La destrozaba,
rompía su corazón.6
Ella amaba a sus chicos sin importar qué, pero esto tenía que parar. Tenía que
terminar. Era incorrecto.91
Pero estaba tan asustada de decir algo, reconocer que era real. El sólo
pensamiento hizo que se sintiera enferma.
Eunbi suspiró y se volteó para entrar a la cocina, pero algo le hizo volver a
girarse y mirar fijamente a su hijo.
—Estoy bien —frunció el ceño y comenzó a voltear otra vez, pero se detuvo—.
No. No, en realidad. Tengo que hablar contigo.11
Ella abrió la boca para decir algo pero permaneció mirando a Jungkook,
imaginando lo que él podría estar haciéndole a Taehyung, lo que podría
obligar a Taehyung a hacer. Se sintió enojada, tan furiosa, que comenzó a
temblar.112
—Mierda, mierda, mierda —ahora él no podía verle a los ojos, pero ella asió su
rostro y le obligó a mirarle. Sus uñas hundiéndose en sus mejillas y él jadeó
por la agresividad de su madre.42
—¿Cómo pudiste, Jungkook? —le dijo ella. Dejándole ir pero sin retroceder—.
Dime cómo pasó esto.
Él maldijo de nuevo.
—No.
—Yo sabía que esto estaba pasando, hace mucho que lo sabía. ¿Por qué no
dije nada? Esto es mi culpa —Eunbi limpió sus ojos y Jungkook quiso
consolarla, pero estaba aterrado.
—No puedes hacer esto —le dijo Eunbi, impotente—. No puedes hacer esto,
Jungkook. Está mal y es enfermo y... Tú no puedes hacer esto. No en mi casa,
ni en ningún lugar. Pobre Taehyung, Jungkook. ¿Cómo puedes hacerle
esto?104
Jungkook se enderezó. En esos momentos él era más alto que su madre, pero
ella le fulminó con la mirada, desafiándole.
—Jungkook.
Jungkook estaba perplejo. No podía discutir por eso, porque sabía que ambos
entendían exactamente lo que estaba pasando.
—¿Qué vas a hacer? —fue lo único que Jungkook pudo decir. Se sintió
derrotado, cansado. Ni siquiera podía estar avergonzado, estaba
desesperado.
Las lágrimas cayeron por las mejillas de Jungkook y le tomó firmemente de los
brazos.
Eunbi suspiró y lo prometió, aunque sabía que era una promesa que no podría
mantener.14
じゃあまたね♡...
♡ 24 ♡
...♡ようこそ8
–¿Qué?
–Has estado raro –dijo Taehyung–, desde que estábamos en casa. Mamá
también. Tú... no me has tocado.
–Es más que eso –replicó, insistente–. Antes nunca importó si estabas
agotado... estábamos agotados los dos.
–¿Es una chica? –preguntó–. ¿Lo jodiste de nuevo? Sólo dime, prometo no
enojarme.21
–Entonces, ¿qué es? –El tono en la voz de Taehyung era casi infantil,
suplicante. Jungkook lo acercó y frotó su espada–. Mamá y tú han estado
extraños.
–La llamé este lunes, como lo hago cada semana. Es nuestra rutina, ¿no? Y ella
no contestó. Eso nunca había pasado, Jungkook, ella siempre responde
cuando la llamo los lunes –dijo Taehyung, cabizbajo–. Ella nunca se perdió
una semana y ahora siento como si hubiera hecho algo, porque ustedes dos
han estado actuando muy raros conmigo.22
–Creo que ha estado ocupada con la galería –dijo. Tiró de Taehyung, abriendo
sus brazos y abrazándolo. Su hermano suspiró placenteramente y le devolvió
el gesto–. Ella no está enojada, está bien
Taehyung presionó su cara contra su cuello y besó su piel con suavidad.
–Mamá también tiene una vida –le dijo contestó amablemente–. Ha estado
trabajando como loca, tú sabes.
–No, no seas tonto. –Se sentía horrible por hacer que su gemelo pensara que
estaba enojado. Lo sostuvo estrechamente, tratando de compensarlo. Sabía
que tendría que esforzarse más para salir del lío en el que se había metido.6
Jungkook había contado los minutos que faltaban para que pudieran
marcharse, y Eunbi prácticamente se había esfumado: de pronto, la galería
siempre estaba llena y ella estaba fuera de casa todo el tiempo. Eso calmó la
culpa de Jungkook.
Le explicó a Taehyung que deberían dormir en sus propias camas por el resto
de la visita. Elaboró una pequeña mentira, diciendo que había visto a Mingyu
quedarse más tarde de lo habitual y que no quería dejar ninguna posibilidad
abierta a que les atraparan. Taehyung había sido cooperativo.
–Ha sido un día largo –susurró Taehyung–. Ahora que sé que no estás molesto,
supongo que piensas que soy feo o algo.
–Si tú eres feo, entonces yo también –bromeó Jungkook y Taehyung le golpeó
el brazo suavemente, haciendo que ambos rieran despacio.20
Jungkook agarró su teléfono y lo observó con los ojos entrecerrados. Era tarde
y todo el mundo ya estaba dormido en el bus. Estaba en el salón, luego de
haber dejado a su hermano en su litera, y se sentía increíblemente intranquilo.
Sabía lo que tenía que hacer, lo había ensayado en su cabeza todo el día, pero
ahora no tenía idea qué decir.
Sin otra cosa en mente marcó el familiar número con los dedos temblorosos.1
–¿Qué pasa?
–Jungkook...
–Yo no te odio –dijo Eunbi, su voz estaba cargada de una emoción que
Jungkook no podía distinguir. Sonaba cansada, enojada... vieja–. Yo nunca
podría odiarte.
–Te quiero –dijo Eunbi débilmente–. Quiero que lo sepas. Todo estará bien.
–Nadie más puede saberlo –afirmó ella–. Tienen que ser cuidadosos,
Jungkook. Muy cuidadosos. Prométeme que tendrán cuidado.115
–Siempre lo somos –dijo Jungkook.
–No lo suficiente.
Jungkook tragó duro: –Lo haré. Lo haremos. –Hubo un breve silencio y Eunbi
carraspeó.
–Jungkook, no–
–Te quiero –dijo él. Eunbi suspiró, tal vez para responder de alguna manera,
pero él ya había colgado el teléfono. La puerta de la sala crujió al abrirse y
Taehyung metió su cabeza dentro.
–Ven aquí.
Taehyung hizo una cara, pero se sentó junto a su gemelo de todas formas.
Jungkook lo empujó cerca y las piernas del chico quedaron sobre él.
–Taehyung –Presionaron sus narices juntas con suavidad.2
–Nada.20
–Claro. Ella pone como locos a todos cuando cosas como esa pasan, ya sabes.
–Ella dijo que nos envió algo. Espero que pueda comerse.9
–Me alegra que te haya llamado –fue todo lo que Jungkook dijo. Atrajo a
Taehyung contra su pecho y besó el espacio entre sus hombros.
El sólo pensar en perder a su gemelo hacía que las palmas de sus manos
sudaran y que su corazón latiera de forma irregular. Nadie, ni siquiera su
propia madre, había estado allí para Taehyung como había estado Jungkook.
Y nadie había estado nunca para él como Taehyung. Crecieron confiando sólo
en ellos, hasta llegar a enamorarse uno del otro. Había tomado años, pero
habían caído en ello y ahora no había retorno.1
Significaba que debían estar juntos, decidió. Y si ellos lo querían así, nadie
podría detenerlos. Nadie podía decirle al destino que se fuera a la mierda. No
era un error.11
Sabía que no significaba nada, que Taehyung sólo se divertía, pero el extraño
sentimiento aún se retorcía en su estómago. Celos. Jungkook rió levemente,
casi le agradaba sentirse posesivo sobre Taehyung. Era una emoción normal.
–Tal vez deberíamos ir por ellos antes de que se vuelvan unos completos
idiotas –dijo.
–¿Celoso?
–No me refería a eso –dijo Jimin. Vació su botella y se volteó hacia la sección
VIP donde habían estado toda la noche–. Vuelvo allá.46
Pero una parte aún más grande quería a Taehyung sólo para sí, y rápido.
–¿Otro trago para ti? –preguntó Jimin cuando apareció. Se deslizó dentro de la
cabina y asintió, tomando el último sorbo de su bebida.
–Sip. ¿Qué pasó, no pudiste tomarlo allí? –Jimin le dio una sonrisa ladeada a
Jungkook.5
Jungkook sabía qué era lo que Jimin estaba insinuando y se sintió un poco
incómodo.
–Todas las chicas guapas se han ido. –Jimin sólo asintió, luciendo poco
convencido. Hoseok comenzó a reír.
–Ya vuelvo –dijo y corrió escaleras abajo, hacia la enorme pista de baile. Se
paró, por unos momentos, torpemente a un lado de la pista, localizando a
Taehyung entre la multitud y sólo se quedó viendo. Tuvo que admitir que le
gustaba ver a Taehyung con la chica. Era diferente, incluso excitante. Su
miembro se agitó entre sus pantalones y pudo ver claramente las manos de
Taehyung deslizándose por el trasero de la chica.88
La muchacha era todo sonrisas, muy bonita, incluso más atractiva de lo que
había notado. Y estaba bien por él, hasta que ella alzó la cabeza y besó
suavemente a Taehyung, sobre la comisura de los labios. Jungkook sabía que
no debía enojarse, él había dormido con mujeres antes, arruinándolo, pero
algo acerca de esto ya no se sentía bien. Él no había estado con chicas en
años, no había podido, ni siquiera bajo la insistencia de Taehyung.12
–Ugh –gruñó Jungkook. Tomó el brazo de Taehyung y tiró de él, sintiendo los
celos rasgándole por dentro. Sí, era excitante pensar en Taehyung con la
chica, pero esta chica era agresiva. Demasiado agresiva. Taehyung aulló y se
dejó arrastrar, incluso cubriéndose bajo el brazo de Jungkook.4
–Estamos en el VIP –dijo, sintiéndose como un esnob, pero era una forma fácil
de cortarla. Arrastró lejos a Taehyung, mientras saludaba a la chica y tragaba
lo último de su bebida.
–Kookie, Kookie, Kookie –susurró Taehyung, tropezando con sus propios pies
cuando Jungkook lo empujaba hasta la sección más exclusiva–. Ouch, estás
agarrándome muy fuerte.6
–Claro, lo eres. –Jungkook rodó los ojos y puso una suave mano, bajo la mesa,
sobre el muslo de su hermano.2
Debería haber apartado a Taehyung, pero en cambio, apretó aún más la mano
en el muslo de Taehyung, haciendo que este gruñera.
–Debía de ser muy sexy –dijo Hoseok– como para que Jungkook se pusiera
celoso.
–Creo que ya ha tenido suficiente –dijo Jimin–. Creo que todos lo hemos
tenido.6
–No está mirando –dijo Taehyung, presionándose con el más suave de los
besos contra la garganta de Jungkook–. Kookie celoso.
–Oh –dijo Jungkook, lo más casual que pudo. Alejó a Taehyung, tratando de
que pareciera un juego. El menor le dio una mirada molesta, pero Jungkook
cabeceó bruscamente hacia Jimin y Taehyung palideció un poco.6
El recorrido dentro del auto estuvo lleno de tensión, aunque pareciera que
sólo Jungkook y Jimin eran conscientes de ello. Hoseok, en su asiento, pasaba
de la conciencia a la inconsciencia y Taehyung hablándole mucho a nadie.4
–En verdad no quiero volver al hotel –estaba diciendo Taehyung–. Es
asqueroso, lo juro. Muy asqueroso. Mi bañera estaba sucia. ¿Tu bañera
también estaba sucia, Kookie?
Jungkook observaba a Jimin por el rabillo del ojo, tratando de imaginar lo que
su amigo había y no había visto.
–¡Kookieeee!
Jungkook no podía hacer menos que ver de reojo a Jimin. Él miraba por la
ventana, fijamente hacia fuera.
–Lo siento –le dijo a Taehyung y éste apoyó su barbilla sobre su hombro–.
Um...
–Mejor.
–¿Kookie?
–Hmmmm.
Todo lo que Jungkook podía decir como respuesta era. -Mierda, todo.17
–Termina aquí.
–Dios, Kookie –Taehyung se las arregló para cubrirse los ojos con una mano–.
Lo haces tan jodidamente bien...
–Córrete conmigo, ¿de acuerdo? –le susurró Jungkook, lamiendo una zona
bajo el cuello de Taehyung–. Tenemos que venirnos juntos.
–Dime cuándo, estoy listo –respondió Taehyung, y luego lo besó, sus labios
comprimiéndose juntos, casi dolorosamente. Jungkook gimió y sintió
recorrerle hormigueo en sus dedos de los pies. Estaba tan cerca, su necesidad
de correrse era tan desesperada. Pensó en tirar de Taehyung y empujarse
dentro de él, pero no duraría mucho tiempo.
Taehyung gritó y se vino con fuerza, sobre los pantalones de Jungkook, quien
soltó un gemido pesadamente.
Ambos estaban pegajosos, con sudor, restos del orgasmo y aún semi vestidos.
–Él casi nos vio, estoy seguro que sospecha algo –dijo Jungkook–. No creo que
sea un gran problema, probablemente estoy paranoico.
Taehyung gruñó.
–Oh, no.
–De acuerdo –dijo Taehyung, despacio. Cerró sus ojos y puso su cabeza sobre
su brazo.
–Sí.
–Sí, está bien. –Jungkook trató de olvidarse de todo aunque fuera por un
segundo, pero no ayudaba sentir que no habían sido lo suficientemente
cuidadosos.+
...♡じゃあまたね
♡ 25 ♡
...♡ようこそ 7
Decidió bajar para desayunar temprano. No tenía hambre, pero sabía que
Jimin estaría allí.
Sentía miedo de tal vez confesarlo todo únicamente por decírselo a alguien.
No confiaba en que Jimin estuviera de su lado, pero tanto esconderse y
escabullirse realmente era un peso sobre él.
Ahí estaba, ese tono. Jungkook estuvo inmediatamente seguro de que Jimin
sabía algo. Trató de no hacerle caso a sus nervios, relajar sus hombros y
parecer despreocupado.
—La mía estaba muy bien, pero yo tenía toda la cama para mí solo, así que... —
dijo Jimin, volviendo a leer su periódico.76
—Los dos lo estaban —dijo Jimin—. Ustedes no aguantan nada. —El baterista
rió levemente entre dientes y eso tranquilizó a Jungkook.4
—Uh, sí. Apenas recuerdo algo —mintió—. No hice nada vergonzoso, ¿verdad?
—Jimin rió de nuevo.
—Nada que no hubiera visto antes —Jimin volteó la página y resopló—. Sin
embargo, Hoseok sigue inconsciente. Ni siquiera podrá decirte si anoche
salimos. ¿Lo viste? Boca abajo sobre esa mesa.12
—Pero ya sabes —continuó Jimin, mirando por sobre las páginas—. Tal vez
deberíamos ser más cuidadosos sobre cuanto bebemos. Algunas cosas que yo
podría considerar normales, otros podrían considerarlas distinto.56
—¿Lo sé? —Jimin rió, cosa que estaba haciendo bastante esa mañana.
—Eso espero. De todas formas, ¿es por eso que bajaste tan temprano?
—Uh, yo...
—¿Nosotros?
—No eres estúpido, Jungkook. Deja de actuar como uno. No creo que jugar al
tonto ayude a alguien —dijo Jimin, en un tono tenuemente agudo—. Sólo... no
bebas mucho, ¿bien? No siempre estaremos alrededor para...12
Jungkook caminó lo más rápido que pudo intentando parecer casual. Caminó
hasta que llegó a su habitación y en cuanto entró, Taehyung le atacó.
—Salió bien.14
Unas semanas más tarde, los gemelos estaban en casa durante el fin de
semana para celebrar el cumpleaños número cuarenta de su madre. Los
vecinos habían planeado una fiesta para ella, y aunque se suponía que fuera
una sorpresa, Eunbi era tan entrometída que sabía de la celebración desde
semanas antes.15
Jungkok podría haber matado a su madre, pero era su cumpleaños, así que
sonrió a través de una mueca. No era culpa de la chica que su madre estuviese
loca y, además, ella era bastante bonita. Pero, por supuesto, no se encontraba
interesado.
Taehyung miró hacia arriba, a Eunbi, con ojos confundidos, pero se alejó de
Jungkook para que Tzuyu pudiera sentarse entre ellos.
—Recuerdo el baile —dijo Jungkook, cuando ella se volteó a verlo—. ¿Cómo
has... uhm...estado?
—Está muy gorda —Tzuyu rió tontamente—. ¡Ah!, y bueno, tiene un bebé, pero
nadie podría asegurarlo porque...
Jungkook comenzó a recordar que hizo más que bailar con Tzuyu. Habían
salido algunas veces, y ella le había gustado.79
Jungkook se volteó hacia Tzuyu y frunció las cejas. Le había gustado Tzuyu,
pero siempre amó a Taehyung.69
—Te veo luego —dijo apresuradamente, y se puso en pie para seguir a su
hermano.
—Jungkook...
—¿Qué?
—Yo iré a hablar con él —le cortó firmemente. Jungkook trató de protestar,
pero mantuvo su mano encima de su hombro—. Es mi cumpleaños. ¿Por
favor?20
—Vuelve allí y charla con la muchacha —fue todo lo que dijo Eunbi dándole
una mirada tan severa que él solamente ensanchó los ojos y se giró para
volver. Eunbi suspiró, sabía exactamente lo que pasaba. Entendía el poco
control que tenía sobre ello, y no quería traicionar a Jungkook hablando con
Taehyung directamente sobre la situación.
Eunbi cruzó el césped y caminó hacia su casa. Estaba oscuro y silencioso, y vio
los zapatos de Taehyung directamente en el vestíbulo. Los tomó, por hábito, y
luego se dirigió hacia la habitación de su hijo.
Eunbi suspiró.
—Taehyung.
—Mamá –se quejó Taehyung—. La chica, Tzuyu, era una enorme perra
conmigo en la escuela, la mitad de... la mayor parte de los niños allí lo era. Es
duro estar alrededor de ellos.37
—¿Por qué? —preguntó Taehyung—. ¿Qué tienes que decirme? —Se sentía
nervioso y no sabía el por qué, sólo era consciente de que nunca había visto a
su madre mirarlo de esa forma antes. Ella le veía con... lástima.4
—No puedes enojarte por Jungkook —dijo Eunbi, con voz neutra.10
—¡Él no siempre va a estar allí para ti! —estalló Eunbi. Trató de calmarse, pero
sentía las emociones abrumarla—. ¡Va a tener su propia vida, Taehyung! Una
familia, una esposa, niños. ¡Y tú también! Ustedes dos necesitan... seguir
adelante.84
—¿Qué?
—Sé que crees que siempre estarán juntos, pero cariño, así no es como son las
cosas —dijo. Puso una mano sobre el hombro de Taehyung y apretó—. Es una
idea encantadora, pero no es realista.17
—No puedo. Perdón, mamá, pero mírame. No puedo volver allí. Estoy
demasiado cansado y...
Eunbi miró a su hijo, lucía absolutamente miserable y aún cuando ella quisiera
empujarlo a la normalidad, simplemente no podría. No esa noche.
—Me gusta así —fue lo último que dijo, refiriéndose a su pelo. Taehyung sólo le
dio una sonrisa débil.
Ella se marchó sintiéndose inestable y decepcionada.20
—¿Mamá?4
—¿Estás bien? Traté de venir después de que te fuiste, pero mamá enloqueció
y traté de regresar antes, pero...
—Ugh. —Taehyung se empujó aún más cerca hasta que sus vientres quedaron
juntos—. Ella soltó alguna mierda sobre que te casarías y me dejarías.
Jungkook tocó los labios de Taehyung contra los suyos, en el más suave de los
besos.
—Taehyung...
—Tal vez sí lo sabe —dijo Taehyung. Se alejó un poco de Jungkook—. ¿Por qué
me diría todo eso? Ella... ella me gritó, Kookie. Pero no podría saber...
—Bueno, yo sólo pensé que... —Taehyung dejó salir un largo suspiro y miró a
Jungkook con ojos tristes—. Mierda, no sé. Mamá realmente me descolocó.
—No lo sé.
—¿Qué? —Taehyung frunció el ceño, con los hombros caídos. Empujó lejos a
su hermano—. ¿Cómo? -parpadeó, mordiendo su labio—. ¿Cómo? ¿Cuándo?6
—La vez pasada, cuando vinimos por un descanso y pensamos que estábamos
solos —dijo Jungkook suavemente—, pues... no lo estábamos.1
—No nos odia —dijo Jungkook—. Está molesta, ¿sabes? Pero nos ama.2
—Es por eso que no me llamaba, ¿verdad? Por eso no se quedaba cerca de
nosotros... —Taehyung estuvo a punto de comenzar a gritar, pero Jungkook
tiró de él y lo besó profundamente.
—Taehyung, tienes que entender que ella, obviamente, tenía que estar
molesta y confundida —dijo Jungkook, haciéndose hacia atrás—. Pero eso no
significa que tenga el derecho a decirte esas cosas.1
—No te sientas de esa forma sobre nosotros, por favor. Nadie lo entenderá,
pero eso no significa que sea un error.16
—Taehyung.
—Eres mi hermano, Jungkook. ¡Se supone que tú no...! ¡Se supone que yo
no...! ¡Jesús! Nunca vas a ser capaz de tener una familia.20
—¿Qué te dijo? —Jungkook negó con la cabeza, pero Taehyung tomó sus
manos y le forzó a mirarlo—. Dime, Kookie.
—Creyó que yo te hacía daño, y que te obligaba a... ya sabes, pensó que yo te
forzaba. —Jungkook desvió la mirada—. No lo hago, ¿verdad?10
—Ella me culpó.12
—Kookie, no sé... realmente quiero salir aquí. Quiero que me lleves fuera de
aquí. ¿Podemos ir a un hotel?
—¿Puedes pagar un hotel? —Jungkook se inclinó sobre la cabeza de su
hermano, y Taehyung arrugó la nariz—. Estamos atorados en este lugar. No te
preocupes. Mamá no te dirá nada, hice que lo prometiera.
—¿Qué?
—No te preocupes.
—Taehyung.
—Bien —dijo Jungkook en voz baja, cerrando sus ojos—. Nunca voy a dejarte,
Taehyung.
—¿De verdad?
—¿Qué?
—Yo... solamente...
—Lo sé —se movió hacia delante y besó a Jungkook suavemente—. No vuelvas
a esconderme las cosas, Kookie.
—¿Cualquier cosa?27
Taehyung pateó sus propias mantas fuera de la cama y se recostó sobre las de
Jungkook. Estas se sentían más suaves que las suyas, y se enrolló en ellas,
acurrucado y oliendo a Jungkook alrededor suyo.9
Al carajo el mundo, ellos iban a estar bien sin importar lo que costara.
Jungkook había dicho para siempre y Taehyung lo creía. Se acurrucó todavía
más en las mantas y apagó la lámpara, sumergiendo el cuarto en la
oscuridad.+
Taehyung no sabía cómo se sentía para siempre, pero imaginó que debía ser
algo caliente y suave como esto.31
じゃあまたね♡...
♡ 26 ♡
...♡ようこそ5
Tal vez fuera toda la atmósfera. Jungkook y Taehyung habían sido invitados a
una cena en casa de su padre por sus cumpleaños número diecinueve. Estaba
claro que ninguno de ellos quería que la cena se diese a lugar, y solamente se
limitaban a seguir la corriente. La novia de su padre, Mina, parecía ser la única
inconsciente de lo engorrosa que era la situación.4
–Desde que las niñas se mudaron, de todo lo que escuchamos hablar es sobre
el grupo, hora tras hora...
–Tengo posters en toda mi pared –dijo una de las chicas con timidez. Su
hermana le dio un codazo, sonrojándose furiosamente–. ¿Qué? Los tengo.43
Pero Wonwoo había llamado esa mañana con sus propios planes y Eunbi
insistió en que le dieran otra oportunidad a su padre. No lo habían visto o
tenido noticias de él en meses, y aunque el corazón de Jungkook estuviera frío
para el hombre, no podía decirle no a Taehyung.6
Su hermano quería que las cosas estuviera bien con Wonwoo, especialmente
ahora que se sentía tan desconectado de su madre.
–Puedo firmar algunos de ellos. En realidad, todo lo que quieras –le dijo
Taehyung a la pequeña niña, y el rubor que se extendió por sus mejillas igualó
al de su gemela–. ¿Sabían que Kookie y yo somos gemelos como ustedes?4
–Yo un tatuaje de estrella como la tuya. Acabo de verlo en Bravo –dijo la otra
chica tranquilamente–. ¿Te dolió?
–Todavía no puedo creer que tu madre te haya permitido hacerte todo eso –
murmuró Wonwoo.30
–Mina –dijo a su novia, sin apartar la vista de su hijo mayor–. Creo que ya es
hora de que Irene y Seulgi se vayan a la cama.49
–Son solo las once –dijo Mina, mirándolo confusa–. Recién acabamos de
empezar a comer.5
–Quiero que Taehyung firme mis cosas –gimoteó una de las chicas.
–Wonhwoo –dijo Mina, tocando su brazo–. Las niñas han estado esperando
esto toda la semana, y ellas...
Wonwoo dio un duro golpe con su puño sobre la mesa, haciendo que platos y
vasos se agitaran. Mina miró hacia su regazo y las niñas chillaron al unísono,
saltando fuera de sus sillas y corriendo hacia las escaleras. La cara de
Jungkook ardió de ira observando cómo las niñas se iban, una ola de empatía
atravesándolo.21
–Lo lamento –dijo Mina, mirando a Taehyung–. Es tu cumpleaños y... ellas sólo
están emocionadas, eso es todo.
–¡No voy a dejar que los traten como si fueran unos anormales! –rugió
Wonwoo–. Es enfermo.18
–Es verdad –intervino ella, asintiendo con la cabeza hacia ellos–. Espero...
espero que les guste.29
Jungkook sintió pena por Mina, igual como sintió pena por las niñas, pero eso
no era suficiente para que se quedara. Se prometió a sí mismo que nunca
dejaría que su padre lastimara a Taehyung de nuevo, no le dejaría decir todas
esas cosas que soltaba cuando se enfurecía.
–La cena estuvo deliciosa, gracias, Mina. –Miró hacia Jungkook, rogándole con
los ojos–. Todavía ni hemos partido el pastel.22
–Está bien –dijo Wonwoo–. Pero no quiero... esta fiesta es para ustedes. Sólo
quiero que sea agradable, normal. Somos una familia.26
Taehyung asintió.
Su corazón dolía por las niñas, sabía que la vida con Wonwoo no debía ser
perfecta. Sabía que su padre no lastimaría nunca a nadie físicamente, pero a
veces lo verbal es peor que lo físico. Algunos de sus momentos más
vergonzosos y dolorosos habían sido con su padre. Se estremeció ante los
recuerdos.2
–Es Jungkook –dijo Taehyung, haciendo que su voz sonara un poco más
profunda–. Déjenme entrar.4
Se escucharon risitas detrás de la puerta y cuando abrieron, las chicas rieron
abiertamente.1
–Lo acepto, es Taehyung. –dijo, rodando los ojos. Recorrió con la vista el
dormitorio. Había posters de la banda por todas partes. Eso le hizo sentir un
poco mareado–. ¿Quieren un poco de pastel?
–Mamá lo hizo –dijeron al mismo tiempo. Una de ellas hizo una mueca, y
añadió–. Ella es una terrible cocinera.7
No se había sentido tan a gusto con fans en años, y eso le calmaba, aunque
estuviera increíblemente incómodo en la casa de su padre. Las cosas no
habían cambiado. Todavía se sentía fuera de lugar, subnormal y no querido en
presencia de su padre. Él sabía que nada cambiaría entre ellos, pero le
gustaría que las cosas estuvieran bien.
Cuando subió unos pasos, las dos niñas que reían alegremente bajaron
saltando a su lado. Jungkook les sonrió, sintiendo de nuevo un pinchazo de
empatía. Esperaba que Wonwoo fuera bueno para ellas.10
Jungkook vagó por el pasillo y encontró a Taehyung con los brazos cruzados,
mirando una foto en la pared. Jungkook dio un paso directamente hacia él, y
vio que era un muy pequeño y viejo retrato de familia, los dos chicos, Wonwoo
y Eunbi.
–El cabello de mamá era tan demente –fue todo lo que dijo Taehyung,
suavemente.
Jungkook sonrió con satisfacción y colocó una mano sobre la espalda baja de
Taehyung. Miró la fotografía, entrecerrando los ojos.
–Y ahora tú eres el que las tiene así –dijo Jungkook, empujando a su gemelo
juguetonamente. Taehyung le hizo un gesto de burla y lo empujó de vuelta,
pero Jungkook lo tomó de la cintura haciendo que su hermano descansara la
cabeza contra él.
–Esto es incómodo –murmuró Taehyung–. Toda esta noche lo ha sido. Mina es
simpática.
Taehyung sonrió.
–No quería que únicamente nos vayamos y dejar a las chicas, y no quiero
pelear con papá.
–Eres dulce –dije Jungkook, alejándose de su hermano–. Creo que las has
hecho felices por todo el año.1
Jungkook dejó que sus manos recorrieran el cuerpo de su gemelo y apretó sus
caderas.
–Voy a follarte cuando volvamos, voy a... mierda... -Jungkook agarró el trasero
de Taehyung y le obligó a colisionar su ingle con la suya-.Taehyung,
Taehyung...4
–Espera -Taehyung empujó a su gemelo un poco más cerca, con una pequeña
sonrisa malvada en sus labios–. Un beso más para recordarme15
Jungkook gruñó.
Se inclinó hacia adelante y besó los labios de su gemelo y permaneció así por
un momento, y Taehyung ronroneó un poco. Cuando se separaron, Taehyung
continuaba aferrándose a la tela de su camisa. Jungkook lo miró y se sintió
orgulloso, y tan excitado que dolía.3
–Dios, te amo.
–Ustedes dos...
–Vamos, Taehyung –dijo Jungkook. No quería otra pelea, pero los ojos de
Taehyung estaban oscurecidos y empujó a Jungkook cerca.
–Nunca tuve un padre por tu culpa –dijo Taehyung, lento y blando al principio,
pero entonces sus palabras ganaron ímpetu y rabia–. ¡Nunca tuve un padre! –
colocó sus manos a los costados de Jungkook y envió una mirada mortal a
Wonwoo–. No me digas que deje a la única persona que nunca me dejó
derrumbarme.47
–Vamos, Jungkook.
Las luces estaban bajas y todo lo que podía verse eran miembros apretados y
miradas de deseo, enredados entre ellos y luchando por el dominio que
ambos sabían que fácilmente sería de Jungkook. Taehyung luchó para quedar
arriba, sólo para besarle el cuello, cosa que Jungkook permitió, pero para
rápidamente dominarlo y ponerle debajo de su cuerpo de nuevo. Él se
encargaría de cuidar de Taehyung esta noche.4
Dieciocho años y todavía eran irresistibles el uno para el otro, si no era ahora
más que nunca. El miembro de Jungkook dolía con necesidad, y el interior de
Taehyung temblaba dolorosamente.
–Estoy sobre en ti –dijo Jungkook. Movió su cabeza y chupó con fuerza sobre
el cuello de Taehyung. Estaba seguro de que dejaría una marca y su estómago
se retorció de excitación.
–No, necesito más, más duro –respondió Taehyung. Empujó sus caderas hacia
arriba, casi alejando a Jungkook de él.2
Se movieron juntos en silencio por unos momentos hasta que Taehyung gimió
con un sonido roto sobre el oído de Jungkook.
–¿Dejarías de ver a papá para siempre si eso significara que puedes estar en
mí?
–Taehyung...
–¿O a mamá? ¿Mandarías a todos al diablo para follarme? ¿Te duele mucho
esto, también?
–Nada más importa –fue todo lo que Jungkook pudo decir, levantándose y
hundiendo sus caderas sobre Taehyung. Ambos gimieron, sus pantalones se
enterraban entre ellos y causaban sensaciones agradables–. Desnúdate,
desnúdate para mí, amor.66
Los ojos de Taehyung destellaron y alzó sus brazos, haciendo una cara.
–Ayuda.25
–Dios... Dios.
–¿Estoy bien? –Taehyung se estiró, mostrándose descaradamente para
Jungkook, quien tanteó su entrepierna, sintiendo su caliente erección. Dios,
Taehyung lucía lo suficientemente bien como para comerlo, tragarlo, y
follarlo–. ¿Soy lo mejor que has visto, Kookie?36
–Yo... mierda... Taehyung, si significara que podría follarte una vez más,
dejaría a todos atrás.
–¿Y si significara sólo... verme? –Taehyung ladeó su cabeza hacia atrás y estiró
todo su cuerpo, abarcando toda la longitud de la cama–. ¿Qué pasaría si...?
Jungkook podría haber gruñido por las palabras, pero en cambio se deslizó
hacia abajo, lamiendo las caderas, muslos, testículos y trasero de Taehyung, a
medida que se movía. Taehyung olía a almizcle y sabía a limpio. Jungkook no
perdió tiempo en hacer subir las caderas de su gemelo y comenzar a lamer los
pliegues del trasero de Taehyung.21
–Sí –Taehyung suspiró, cerrando sus ojos y alargando la mano para alcanzar
algo...
–Oh, Jungkook...
Jungkook gruñó en respuesta, y todo lo que se oía eran los intensos sonidos
de succión, el azote de labios y humedad. Taehyung sintió la nariz de
Jungkook tocando sus testículos y los dedos de sus pies se encogieron. Haría
que Jungkook lo lamiera por siempre, si fuera posible.
–No, tú luces jodidamente fantástico, y sabes que quiero follarte muy duro –
contestó Jungkook, enterrando su cara en el trasero de Taehyung, de nuevo.
Chupó con fuerza haciéndole gritar, llenando el cuarto del hotel con sus
súplicas de más.
–Oh... casi, casi, casi –comenzó a decir Taehyung. Jungkook ya no había
tocado su miembro, pero eso no importaba, Taehyung se iba a correr de todos
modos–. Ah, ah, Kookie, Kookie.
Fue el más dulce mantra que Jungkook hubiera escuchado nunca. Lamió a
través de la entrada tocando suavemente, viendo las caderas de Taehyung
empujar y su erección latir. Lamió una vez más antes de presionar en el
interior de nuevo, torciendo su lengua profundamente dentro de su gemelo.1
–Mm, tan bueno, siempre es tan bueno –murmuró Taehyung, girando sus
rodillas hacia arriba y desparramando sus brazos a los lados.
–Mm –Taehyung inclinó su cabeza hacia un lado, sus ojos todavía cerrados–.
No sé qué podría ser mejor.
–Mira.
–Entonces, mira.
Jungkook apartó la vista del tatuaje y siseó, frotando su erección contra él, un
poco más insistentemente. el abdomen de Taehyung era hermoso, y se
estremeció de sólo pensar en correrse por todos lados sobre él. De verdad
tenía que hacerlo.
–Haz que duela –dijo Taehyung–. Vamos, Kookie. –Jungkook le dio una media
sonrisa y dio un empujoncito dentro de la sonrosada entrada de Taehyung con
su dura erección
–Dios, por favor –dijo Taehyung, apoyándose sobre sus codos para mirar a su
hermano–. Tienes que hacerlo.
–Lo sé. –Jungkook extendió el trasero de Taehyung con ambas manos y dio un
pequeño empujón, su miembro transgrediendo el cuerpo que tenía delante.
Taehyung gimió fuerte y abrió sus muslos mucho más, hasta que estuvieron
casi perpendiculares con su cuerpo. Jungkook apenas podía continuar
mirando, la visión era demasiada y deseó poder cerrarse de golpe contra él
repetidamente–. ¿Puedo ir rápido?
–Dije que quiero que duela –dijo Taehyung despacio–. Realmente quiero
sentirte.
–Seré cuidadoso.
–No –contestó con un tono casi decepcionado–. Siempre eres tan cuidadoso
conmigo, Kookie, y te amo tanto. Esta vez quiero que me lo hagas tan duro.
Sólo quiero que me folles lo más duro que jamás lo hayas hecho... por favor.47
–Oh Dios, oh dios mío –jadeó Taehyung–. Mierda, duele tan bien.12
–¿En serio? –Taehyung se sentía aún más apretado que la primera vez, se
sentía aún más caliente, y Jungkook lo necesitaba aún más ahora–. ¿Puedo...?
-Antes de que pudiera terminar su pregunta, incluso antes de que le pudieran
contestar, se empujó hacia fuera y de nuevo hacia dentro, gruñendo a medida
que Taehyung se estrechaba alrededor suyo.
–Duele, duele –se quejó Taehyung–. Pero no te detengas. Más duro, por favor.3
–No todavía, no todavía, Kookie –dijo Taehyung–. Fóllame más, por favor.
–Sigue –gimoteó Taehyung–. Esto duele, sí, pero joder. Necesito esto, sólo...
sólo...
Jungkook arrastró su pene hacia fuera otra vez para luego colisionar dentro,
sus testículos golpeando con fuerza contra el trasero de Taehyung, y en ese
momento ambos gimieron. Todo se sentía tan caliente, tan apretado, tan
limitado y asombroso. Jungkook mantuvo una mano sobre la cara de
Taehyung, y éste chupó uno de los dedos, con un poco de fuerza. Jungkook
gritó y cayó hacia adelante, chocando sus narices.
–Dámelo.6
Jungkook empujó dentro una vez más antes de sentir el familiar tirón en su
vientre y se corrió en Taehyung. Entonces sacó su miembro y empujó hacia
adelante de nuevo. Más semen se deslizó de su sexo y decoró el vientre de
Taehyung, haciendo que ambos jadearan. Jungkook dominó a su gemelo y
presionó su erección contra su cadera, necesitando sentirlo, queriendo que
esto no terminara aún.
–Ponlo de nuevo –dijo Taehyung, empujando el cuerpo de Jungkook hacia
abajo con las caderas–. Por favor, necesito...
–Dios, Kookie, por favor, fóllame –dijo Taehyung. Su voz era desesperada,
rota, y Jungkook se impulso débilmente en Taehyung, apretando los dientes a
medida que se apretaba contra de él.14
–Tan cerca, Dios, estoy tan cerca puedo sentirlo –lloriqueó Taehyung,
montándose sobre el miembro de Jungkook y temblando por todas partes–.
Dios, Jungkook, lo necesito tanto, lo necesito tanto...
–Cuando le dijiste eso a papá... –Su boca estaba abierta contra el cuello de
Taehyung y chupó con amor la piel–. Fue tan caliente. Fuiste tan...
じゃあまたね♡...
Final
...♡ようこそ29
Afuera hacía frío y caía una ligera nieve. Taehyung apenas podía ver a través
de la ventana nublada. Estaba en el estudio de grabación en Seul, trabajando
con Jackson, revisando las nuevas letras del álbum.13
—Ese es el plan. Nos vemos luego. ¡Oh! —Sonrió—. No te veré más tarde.
Estarás en Daegu en unos días, te veré en un par de semanas.
—Te las merecen. —Jackson miró su reloj nuevamente—. Estoy retrasado. Ten
buenas vacaciones.
Oyó un irritante golpeteo sobre el vidrio y volteó para ver de qué se trataba.
Allí estaba su hermano, sonriéndole abiertamente y sosteniendo su guitarra.31
—¿Dónde?
Jungkook asintió, e hizo que Taehyung se girara: —Pon tus manos sobre el
vidrio —dijo con llaneza—. Sujétate contra él.23
—¿Qué? —Taehyung miró hacia abajo, sobre su hombro, con las mejillas
ruborizadas—. Tú vas a... ¿tú vas a?
—Mm. —Jungkook deslizó sus dedos dentro de los jeans de Taehyung y tiró de
ellos, notando como se deslizaban por sus caderas sin ni siquiera desabrochar
el cinturón. Entonces retiró también los boxers y quedó enfrentándose al
trasero de Taehyung.
—The water pipes had mold all over them...uh, The room was fit for two... —
Taehyung exhaló. Estaba hablando más que cantando, y entendió la ruda
mordida de Jungkook a su muslo izquierdo como una señal de que debía
esforzarse más.
—The bed was left in ruins... Oh, Dios... The neighbor was knocking... Mierda,
tú me estas volviendo loco, Jungkook —lloriqueó.5
Jungkook se detuvo
—Termina la canción.
Eso era lo que tanto había estado esperando y casi gritó cuando la lengua de
Jungkook encontró de nuevo su entrada, y esta vez sin apartarse, presionó
contra él y luego le penetró.
—Sí.1
—¿Qué?
—Bajé para decirles —dijo Jimin con desánimo— que Jackson está en camino
y que quiere practicar una cosa más con Taehyung. Sin embargo, parece que
Taehyung está ocupado, entonces si quieren que le llame de nuevo...
—Bien, bien —Jimin lucía como si quisiera ahorcarse a sí mismo, aunque había
un rastro de sonrisa en su cara—. Tal vez, um... no tengan su tiempo de
gemelos donde todo el mundo pueda encontrarlos.8
—Bueno —dijo Jimin, olfateando alrededor—. Ew. —Y con eso cerró la puerta,
apagó el intercomunicador y desapareció.23
Jungkook sonrió.
—Sí que lo soy, ¿no?
—No lo harás... esa es la única cosa por la que no estoy preocupado —afirmó
Jungkook, sonriendo y frotando el hombro de su gemelo—. Deberías
preocuparte por problemas reales, como no caerte del escenario, o ser
golpeado por la caída de algún equipo de iluminación, o ser mutilado por las
fans.5
—No —gruñó Taehyung, enterrando su cara entre sus manos. Había
demasiadas cosas dando vueltas en su cabeza.
—Estamos listos.
Jungkook observó como Hoseok hacía desaparecer otro trago. No podía creer
cuánto podía tomar y se preguntó si pediría otro.
—Taehyung...
—Lo hice, no pude evitarlo. Esas palabras son para ti, Jungkook. No puedo
cantarlas al público porque no son para ellas. —Taehyung frunció el ceño.31
—De acuerdo.
Los gemelos pronto tendrían diecinueve años, algo que realmente habían
estado esperando. Se sentían habilitados para hacer muchas más cosas, sin
tener que responder tantas preguntas, ganando un poco de libertad1
—¿Qué opinas?
Jungkook miró hacia arriba, sólo por un momento para que el coche de
carreras que no sufriera un accidente: —¿De qué?
—Tienes demasiados.21
—¿Por qué tienes que llenar todo tu cuerpo de tinta? —Jungkook frunció el
ceño, aunque no estuviera molesto. Los tatuajes de su gemelo le ponían más
de una forma8
—¿Libertad?
—Jesús, Jungkook, no seas tan negativo. Todo va muy bien y... —Taehyung
apartó la mirada, sus labios se curvaron hacia abajo.
—Taehyung...
—Eso es tonto, Taehyung. No cambies de opinión sólo por algo que dije.1
Jungkook puso los ojos en blanco: —También me preocupo por lo que dices,
pero tienes que ser tú mismo. Algo así como que yo llevaré la ropa que quiera
a nuestra fiesta.
Ese era un tema delicado y los ojos de Taehyung se entrecerraron aún más.
Jungkook hubiera deseado no abrir la boca.
—Eso es injusto —dijo Taehyung con petulancia—. ¿No puedes usar un traje
por una noche?
—De acuerdo, haré eso —replicó Jungkook con sarcasmo—. Ten la última
palabra.
Él se alejó con rapidez, y los gemelos podrían haberle dicho que no era
suficientemente rápido. Taehyung suspiró y se cruzó de brazos, y miró a su
hermano con ira.
—Están bien.
—Vamos, Taehyung.
—No trates de ser dulce únicamente para callarme —dijo Taehyung girando y
quitando la mano de Jungkook—. Quiero que estés de mi lado.
—¿Era?
—¿Lo hicimos? —preguntó Taehyung. Su voz sonó casi sin aire, necesitada.
—Follame.61
—Este no puede ser el lugar en donde peleamos, debe ser el lugar donde
follamos.31
Jungkook gruñó de nuevo y Taehyung presionó una pierna entre sus muslos,
enterrándola allí.
—Vamos, no puedes decir que no quieres —susurró Taehyung—. Ha pasado
tanto tiempo.
—Ella no puede entrar al baño de chicos, Kookie —le cortó poniendo los ojos
en blanco—. Además, nos hemos portado tan bien.4
Sus labios se encontraron y sus manos se unieron. Eran chicos muy malos.23
Eunbi se erizó otra vez: —Sí —dijo con los dientes apretados, ni siquiera
molestándose en corregir al hombre—. ¿Dónde están los muchachos?
—Pero han estado allí durante veinte minutos más o menos. Tal vez no los vi
salir —continuó el hombre.39
Pero, ¿qué podría decir que ya no hubiera dicho? ¿Qué podría hacer? Ya no
eran sus pequeños niños, y no podría controlarlos nunca más, aunque sabía
que, la verdad, nunca había tenido el control.20
Por supuesto, sólo fue por un momento porque, a continuación, cayeron hacia
delante, riendo histéricamente.
—Ni siquiera puedo ver hacia delante con claridad —dijo—. Vamos, ¡quiero
una cama!
—Cerveza. Vino. Tragos —sonrió Taehyung—. Joder, tan ebrio... tan ebrio...1
—Sí... bien —dijo y deslizó la llave por la puerta y ambos cayeron hacia
adentro, riendo y sosteniéndose mutuamente. Cuando la puerta se cerró,
Jungkook depositó a Taehyung contra la pared y le besó tan fuerte que casi se
quedaron sin aire.
—Joder —dijo Taehyung, con los ojos abiertos de par en par. Agarró los
hombros de Jungkook, tirando de él—. Hazlo de nuevo.
—Yo también.
Jungkook lo amó aún más entonces, tan obviamente cautivado con algo sólo
porque él lo había hecho y sólo porque era dirigido a Taehyung.16
—Oh, Kookie —suspiró Taehyung. Jungkook tocó una parte particularmente
desafinada y Taehyung ni siquiera se estremeció—. ¿Para mí?52
Jungkook asintió, mirando hacia abajo, a medida que sus dedos arrancaban
descuidadamente los acordes. Eso debía hacerlo al final de la canción... si
hubiera un final. No estaba muy seguro.
—¿En serio?
Taehyung dejó la guitarra a un lado y tiró de sus pantalones hasta que sólo
quedó con una diminuta camiseta negra y boxers. Avanzó lentamente sobre
Jungkook y besó su mandíbula.
Jungkook se atragantó con las palabras que habría querido decir y besó a
Taehyung profundamente. Se sostuvieron el uno en el otro y comenzaron a
moverse juntos. Cuando Taehyung arqueó su trasero, sentando sobre sus
muslos, Jungkook se sintió un poco avergonzado.
—Tú podrías... estar arriba si quisieras. Digo, de verdad arriba. —En realidad,
no le gustaría estar abajo, no es así como él es, pero si su Taehyung quisiera,
podría dárselo.78
Le daría cualquier cosa, incluso eso.
—Jungkook, eres muy tonto —dijo entre risitas—. Así no es como nos
complementamos, tontito.35
—Ugh —murmuró.
—No, tú.
—¿Yo?
—Te amo —dijo Taehyung, sus ojos centellaron a medida que sus caderas se
mecían hacia adelante y atrás sobre Jungkook. Taehyung alcanzó la cintura de
los pantalones de Jungkook y tiró de ellos, sus fríos dedos rozaron las caderas
de su gemelo.
Sin Taehyung, parecía como si estuviera perdido en el océano, cerró los ojos
sintiéndose a la deriva, estaba cansado, duro y tan caliente.
El calor de su gemelo regresó, sobre sus muslos, aunque no podía verlo. Sus
ojos no estaban cooperando y el tiempo se estiró o acortó, con pensamientos
breves y rápidos, no estaba muy seguro.
Todo lo que sabía era que su miembro de pronto había sido cubierto, y
cuando finalmente fue capaz de abrir los ojos, pudo ver a Taehyung
arrodillarse sobre él. Estaba acariciando su miembro con lubricante.
—Por favor —suplicó Jungkook, colocando sus manos sobre las caderas de su
gemelo—. Taehyung.
Taehyung cerró los ojos y dejó que su cabeza cayera hacia atrás mientras se
penetraba a sí mismo, lentamente, sin duda. Sus piernas temblaban y
Jungkook lo observaba con la boca abierta, lamiendo sus labios y con la
sensación de que su boca estaba seca.6
—Esta es la única cosa que tiene sentido —Taehyung suspiró, haciendo que
sus pestañas se movieran rápidamente.
Sólo a sí mismos.
-
Mingyu continuaba diciéndole que se calmara. Pero ella sabía que él sólo
imaginaba que estaba nerviosa porque la noche saliera bien. Ella sería la
anfitriona de una pequeña fiesta de cumpleaños para los gemelos, en su casa
de Seul, y casi todos los parientes que tenían, irían. Eunbi había contratado
una empresa de catering, además de su propia comida casera.
Sin embargo, no podía mantener los ojos alejados de sus gemelos, le dolía lo
malas que se habían vuelto las cosas
Los observó con un penetrante interés; ¿podría alguien más ver lo que ella
veía? ¿Eran tan obvios como le parecían?37
—Puedes hacerlo mejor que eso —dijo Mingyu—. Vamos, sólo los tenemos por
una noche, vamos a sacar el máximo partido de ello.8
—Sólo... —su voz se fue desvaneciendo mirando a sus hijos con fijeza. El dedo
meñique de Taehyung se había enganchado del cinturón de Jungkook,
tirándolo juguetonamente más cerca—. Mingyu...75
—Se ven bien —dijo él—. ¿No estás feliz de que estén en casa por una vez y no
luzcan desarreglados?
—Sí... —Eunbi suspiró y se inclinó sobre él. Mingyu pasó un brazo alrededor
suyo, abrazándola.
Eunbi rió sintiéndose aliviada. Si Mingyu, que había vivido en la misma casa
con ellos todos esos años, no lo había notado, ¿entonces quién podría?20
El comentario era para aligerar el ambiente, una broma, pero a Eunbi le sentó
muy amarga, así que dio vuelta para alejarse.
—Nada —Eunbi le contestó con dureza—. Ve y saluda a tu tía abuela que acaba
de llegar.5
—Sólo no hagas que se enoje, deja que diga lo que quiera decir —le advirtió
Jungkook. Una vez que entraron en el baño, Eunbi cerró la puerta y se giró
hacia sus hijos.
—Yo soy tu madre —le respondió Eunbi, acaloradamente—. Ya sea que quieras
respetar eso o no.8
—No, estoy molesto —dijo Jungkook. Su rostro estaba caliente y sentía como
todas las emociones acumuladas a través de los años bullían dentro de él—.
Más que enojado. Estoy avergonzado de ti, mamá.26
—Ustedes no se van —dijo Eunbi con suavidad. Sus palabras sonaban como
hielo.
—¿Qué? —preguntó.
—Ahora que ya no somos unos jodidos niño, estaremos por nuestra cuenta —
dijo Jungkook. Tomó la mano de Taehyung y la apretó—. En sí hemos estado
por nuestra propia cuenta desde que teníamos catorce. No es que hayas sido
una mala madre, pero la verdad es que no has estado demasiado alrededor.19
—"No has estado demasiado alrededor" —dijo ella, sin ánimos—. Sólo quiero
que sean felices.2
—No puedo solamente... ustedes dos necesitan ayuda, lo digo en serio. Algo
está mal con ustedes y no puedo...43
Eunbi jadeó ante las palabras y sintió el pinchazo de las lágrimas en sus ojos:
—Jungkook, no pensarás...
—No quiero sentirme avergonzado por amar —dijo Jungkook con simpleza—.
No necesitamos ayuda y no necesitamos tu desaprobación. Te quiero mamá,
pero no puedo vivir con eso. No puedo vivir con las cosas que has dicho de
nosotros, con lo que nos has dicho.23
—¡No estoy equivocada! —gritó— ¡Ustedes lo están! ¿No entienden que están
enfermos de la cabeza?114
—Porque es enfermizo —dijo ella con los dientes apretados—. Está mal, es... es
enfermo. Dios, ¿por qué? ¿Qué fue lo que hice?7
—Está bien, nos vamos —le respondió suavemente, besando su frente—. Nos
marchamos, tal vez para siempre.6
Los gemelos condujeron en silencio durante casi dos horas. Taehyung estaba
enrollado en el asiento de pasajeros del nuevo SUV de Jungkook, mientras
éste conducía tenso, con los nudillos casi blancos.2
Habían pasado casi dos horas desde que habían dejado la casa, y la fiesta, y
ambos se sentían vacíos.
—Me gustas, de verdad —dijo, mirando hacia abajo, hacia la tinta—. Es muy
apropiado
—Eso no importa —dijo Jungkook—. ¿Por qué debería importarle eso a alguien
más?3
—Porque —dijo Taehyung, sin mirar a Jungkook—, porque quiero ser capaz de
contarle todo a mamá, quisiera sólo... ¡No lo sé!
—Estar contigo es fácil —dijo Taehyung, con una sonrisa tonta formándose en
su rostro. Fue de repente jalado hacia el asiento de Jungkook, tan cerca que
estaba sobre el regazo de su gemelo—. Tú nunca has sido el problema —dijo
contra los labios de Jungkook—. Tú nunca serás el problema.22
—No tenemos un problema, los demás sí. No me importa si está mal, porque,
de todas formas, el mundo está jodido, y ¿cómo podría esto dañar a alguien?
—apretó a Taehyung con fuerza, lo sostuvo hasta que sus brazos dolieron.57
—¿Por qué debería dolerle? —preguntó Jungkook—. Yo te amo, ¿por qué que
eso es tan malo?
—¡Hey! Esa canción no estaba tan de nena cuando estaba sobrio —se
defendió—. ¿No te gustó?
—No podemos.
—Ese que está en Hawaii que tú amas, tú sabes. El que tiene la enorme bañera
y waffles muy buenos. —Taehyung se inclinó de nuevo, estremeciéndose
cuando el volante se clavó contra su parte posterior—. Mmm, podría ir por
unos waffles realmente buenos.
Después de un último beso, Taehyung se deslizó de nuevo al asiento de
pasajeros y Jungkook encendió el auto otra vez. Taehyung permaneció con la
vista fija hacia fuera, mirando las luces de la ciudad y apoyándose contra el
cristal.2
—¿Hm?
—¿Lo hará?
Eran los gemelos contra todos los demás, y por primera vez, ellos habían
ganado.105
FIN