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Don't Tell Mom •Kookv•

biqu4rd
- ¿Tú me abandonarías?

Jungkook apretó a Taehyung fuertemente y susurró: -Nunca voy a abandonarte.

-Y qué tal si lo haces por accidente? -preguntó Taehyung, limpiándose la nariz en el


hombro de Jungkook.

-Nunca -dijo de nuevo Jungkook-. Te amo más que a papá. Te amo más que a mamá.
♡1♡

...♡ようこそ
♡6 Años ♡209

Jungkook agarró la mano temblorosa de su hermano y la estrechó. Taeyung


se inclinó un poco sobre el y miro fijamente escaleras abajo, con los ojos muy
abiertos y sin parpadear, dejando salir un fuerte suspiro.51

Ellos estaban peleando de nuevo, y esta vez parecía la peor pelea de siempre
por que no era en voz alta.55

—Shhh—dijo Jungkook suavemente, pellizcando la rodilla de Taehyung. Éste


sacudió su cabeza y adelantó su cuerpo, colocando su pie un escalón más
arriba para que su estómago descansara contra sus muslos.14

—¿Por qué están gritando? —preguntó Taehyung, llevando la manga de su


camiseta hasta su nariz y ahogando un sollozo—. ¿Qué está pasando?
70

—Nada —mintió Jungkook.


38

—Nada —repitió—. Está bien.


45

Jungkook mantuvo a su hermano muy cerca. Ambos se asustaron cuando


escucharon un portazo.

—¡Vas a despertar a los niños!—gritó Eunbi.40

—¡No menciones a los niños ahora! —gritó de vuelta su padre—. Siempre lo


haces cuando peleamos.
—¡Nunca estás en casa!

Taehyung arrimó con violencia su cara contra el cuello de Jungkook.

—Haz que se detengan. 60

Jungkook abrazó a Taehyung fuertemente, sin saber como lograr eso. Cerró
los ojos y dijo: —Solo cierra los ojos, como mamá dijo. No mas monstruos.53

—Los escucho —susurró Taehyung, con los ojos todavía abiertos.


7

—No tengo razones para estar en casa, tú lo sabes —dijo su padre en voz alta
y severa—. Trabajo largas horas para que no tengas que hacerlo tú.

—¡Yo crío a nuestros hijos! —Eunbi se rindió—. Hago mucho más de lo que
crees, Wonwoo, y lo sabrías si siquiera te molestaras en hablarme o
preguntarme qué hago o cómo me siento.
60

—Lo haré —contestó él, glacialmente —,si dejas de humillar mi trasero por
cada pequeña cosa, Eunbi. Por dios.

—¿Cuando pasó? —El tono de ella había perdido su furia—. ¿Cuando dejaste
de estar ahí para mí, para los niños... para nuestra familia? —Wonwoo se
mantuvo unos segundos en silencio.

—No lo sé. —Eunbi suspiró profundamente.

—No esperaba esa respuesta.7

Taehyung curvó los dedos de sus pies contra el duro escalón y miró, con ojos
abiertos de sobremanera, las piernas de su padre que estaban a la vista. Unos
zapatos fueron calzados, al igual que una chaqueta fue puesta. Él llevaba una
maleta.4

—¿Adónde está yendo papá?—preguntó Taehyung. Jungkook miró también.


Sabía que su padre les estaba dejando.

—A ningún lado -respondió, abrazando a Taehyung—. Nadie se está


marchando.18

—¿Cuándo vas a volver, Wonwoo? —cuestionó Eunbi ruidosamente.

Wonwoo colgó su maleta sobre su hombro, sin ver a los niños arriba de las
escaleras que le estaban mirando fijamente, uno sollozando y el otro
observándole con ojos furiosos, ardientes y los puños cerrados con rabia.48

—Esta vez no voy a volver —respondió.28

—Podemos...

—Mírame.—Una vez más se escuchó un portazo y Taehyung se dobló en el


regazo de su hermano, con mocos y lágrimas corriendo por su cara.33

—Se ha ido, se ha ido, se ha ido. —Jungkook acarició la espalda de Taehyung,


con las manos encogidas.7

—Taehyung, Taehyung —dijo—. Él no se ha ido.

—Sí se ha ido.

—No se ha ido —repitió Jungkook. Los dos se quedaron quietos un par de


minutos, escuchando a su madre moverse en el primer inferior; estaba
maldiciendo y sacudiendo cosas. Taehyung se apegó a Jungkook,
arrimándose más a sus brazos.

—¿Qué va a pasar ahora? —preguntó—. ¿Va a ser diferente?


Taehyung estaba llorando sin parar sobre la camiseta de Jungkook, mientras
éste trataba de calmarlo, sin embargo, sintiéndose molesto.

—Todo va a estar bien.

—¿Cómo así?1

Jungkook encogió sus hombros.

—Simplemente va a estarlo.

—Extraño a papá.

—No deberías, él no nos extraña a nosotros —dijo Jungkook jalando a su


hermano aún más cerca—. Olvídalo.19

—¿Y qué si mamá se va?

—No lo va a hacer —respondió Jungkook. Taehyung frunció el ceño, las


lágrimas deteniéndose por un momento.

—¿Tú me abandonarías?

Jungkook apretó a Taehyung fuertemente y susurró: —Nunca voy a


abandonarte.28

—¿Y qué tal si lo haces por accidente? —preguntó Taehyung, limpiándose la


nariz en el hombro de Jungkook.

—Nunca —dijo de nuevo Jungkook—. Te amo más que papá. Te amo más que
mamá.216

Taehyung sonrió un poco, todavía llorando. En su mente de seis años todo eso
tenía sentido.

—También te amo, Kookie.


Se abrazaron con fuerza, y así fue como Eunbi los encontró horas más tarde.

Una semana después, Eunbi llevó algo de ropa recién lavada al salón con la
intención de planchar, doblarla y guardarla. Suspiró pesadamente, frotando
su frente con el revés de su mano; se sentía cansada y vieja, mucho más de lo
que una semana antes hubiera parecido. Muchos días siendo madre soltera
había hecho mella en ella.4

Puso el cesto de ropa en el sillón y prendió la lámpara... No esperaba ver a los


gemelos en el piso, sentados juntos en la oscuridad.42

—¿Niños?

—Hola —dijo Taehyung, despacio. Eunbi vio que los dedos de sus hijos
estaban agarrados con firmeza.23

—¿Qué pretenden?—preguntó lentamente. Taehyung se acurrucó aún más


contra Jungkook, y éste levantó el mentón y miró a su madre.

—Nada.

—¿Quieren ir a afuera y jugar? —dijo Eunbi. Ambos negaron con la cabeza—.


No han salido durante todo el fin de semana.

—No quiero salir —comentó Jungkook—. Estamos jugando aquí.68

Eunbi suspiró. Sus dos hijos, usualmente alborotadores, habían estado dóciles
y callados desde de que su padre se había ido. Wonwoo se había ido antes,
pero esta vez ella sentía que incluso Taehyung y Jungkook sabían que, esta
vez, era la definitiva. Su esposo no iba a volver a casa.

—¿Por qué no van a ver televisión? —Ninguno de los dos respondió, solo se
pegaron un poco más.24
Eunbi entendía que estuvieran molestos y que tomaría algo de tiempo que
superaran lo que había pasado; ella no estaba preocupada. O por lo menos
eso era lo que se decía a sí misma.

Se arrodilló y abrazó a sus hijos.

—Está bien, pero la cena va a estar pronto.

Antes de irse prendió las luces del salón. Taehyung escondió su pequeña cara
en el recodo del cuello de Jungkook, y su hermano lo abrazó con fuerza.21

★ •Meses después •★

Las cosas se habían calmado; Jungkook y Taehyung habían aprendido el


significado del divorcio. Eunbi había tratado con ahínco de mantener las cosas
lo más normal posible, había tratado de darle a sus hijos amor extra para que
el dolor de que su padre les abandonara no fuera tan grande.48

Pero no tenía por qué preocuparse.

Parecía que Jungkook y Taehyung estaban llenando el vacío con la compañía


del otro. Eunbi seguía encontrándolos abrazados, pegados, acurrucados. Rara
vez iban a algún lado solos, y siempre estaban tomados de las manos cuando
caminaban.31

Pensó que eso era tierno.147

Una tarde, Eunbi tenía una cita con un hombre que había conocido en una
exposición de arte, su nombre era Mingyu . Él le había hecho sentir valorada
otra vez. Llamó a una niñera para los gemelos y se sentía bastante animada,
no había tenido una noche para ella sola desde hacía meses. Se arregló bien y
se puso algo más de maquillaje y tacones altos. Cuando era tiempo de irse, fue
a la habitación de sus hijos y tomó una bocanada de aire.50
—Taehyung estaba llorando en su cama y Jungkook estaba abrazándole.

—¿Qué pasó? —preguntó inmediatamente, caminando hacia ellos. Taehyung


sacudió la cabeza y le miró con los ojos muy abiertos y brillantes.

—Nada.

—Yo lo estoy cuidando —le dijo Jungkook a su madre.35

—Amores —inquirió Eunbi, suspirando un poco y con todos los pensamientos


de su cita desechadas—. ¿Taetae, qué te pone triste?1

Jungkook abrazó a Taehyung con hermetismo, casi posesivamente.2

—¿Adónde te vas? -preguntó Taehyung a través del llanto—. ¿Cuándo vas a


volver?89

Eunbi se sentó en la cama y trató de poner una mano en el brazo de Taehyung,


pero Jungkook lo cubrió con su propia mano. Algo se removió en su
estómago, Jungkook prácticamente le estaba mirando con furia.12

—Solo voy a salir con un amigo—respondió. Ella acarició el cabello de


Taehyung y Jungkook presionó su nariz en la espalda de su hermano—. Voy a
volver muy, muy pronto. No me voy a ir lejos... ¿de acuerdo?13

-Estoy aquí, Taehyung, no te preocupes —murmuró Jungkook desde su


posición. Taehyung sollozó un poco más, su nariz corriendo a través de la
manga de la camiseta de su hermano.

—Niños, no los estoy abandonando.3

—Está bien si lo haces —comentó Jungkook. Taehyung lloriqueó


ruidosamente.119

Eunbi los atrajo hacia sí a ambos, poniéndolos incómodamente sobre su


regazo. Años antes ella podía protegerlos perfectamente, pero ahora parecía
que era Jungkook el que 'apoyaba' perfectamente a Taehyung y nada iba a
interferir con eso. Eunbi besó a los dos en la frente y suspiró de nuevo, su
aliento rozando sus cabellos suavemente.

—¿Saben? —dijo—. Me alegra mucho que ustedes se tengan el uno al otro


porque no siempre voy a estar aquí.6

—¿Adónde vas a...?

—A ningún lado -respondió rápidamente Eunbi. Recorrió con una mano el


antebrazo tenso de Jungkook y con cuidado lo retiró de su hermano.
Taehyung dio una mirada de pánico y ella reemplazó el toque con su mano—.
Quiero que los dos siempre se cuiden mutuamente ¿sí?

—Ya lo hago -dijo Jungkook, inflando un poco el pecho. Su madre sonrió.31

—Lo sé, Jungkook. Eres un maravilloso hermano mayor.14

Taehyung mordisqueó su labio y se inclinó hacia Jungkook, temblando un


poco todavía.

—Está bien si te vas con tu amigo, mamá. Kookie está aquí.7

Jungkook asintió con seguridad.

—Está bien —contestó Eunbi con delicadeza—. Voy a darles el beso de buenas
noches y cuando se levanten mañana va a haber waffles.18

—Rico —dijo Taehyung, sonriendo un poco.67

—¿De buena calidad? —preguntó Jungkook.93

—De la mejor —contestó, besándoles a ambos y levantándose—. ¿Luzco bien?9

—Te ves muy bonita —dijo Jungkook, y Taehyung asintió, apretujando el


brazo de su hermano.6
Eunbi les miró un rato antes de retirarse. Taehyung volvió a ocultar su cara en
el hombro de Jungkook mientras él se movió hacia donde su mamá había
estado sentada; una vez ahí casi empujó a Taehyung hacia su regazo y se
quedaron quietos.

Eunbi tuvo la seguridad de que ellos no se habían percatado que todavía


estaba en la habitación. Movió la cabeza y se giró para irse. Cuando bajaba las
escaleras se preguntó cuánto tiempo irían a estar tan cerca el uno del otro; no
podían estar así por siempre.1

—Nadie lo hace —pensó tristemente.54

じゃあまたね♡...
♡2♡

...♡ようこそ

♡ Ocho años ♡

—¿Cuándo? —preguntó impaciente—. ¿Cuándo, Kookie?8

Jungkook pinchó a Taehyung, en el hombro, con un dedo.

—Pronto. Mamá va a regresar pronto.5

Los niños de ocho años estaban sentado, arriba de las escaleras, en pijamas y
esperando. Su madre había salido a las siete y ya eran las diez. La niñera
estaba en el primer piso viendo películas que supuestamente Jungkook y
Taehyung no deberían ver.105

Ambos habían sido llevados a la cama, pero rápidamente encontraron su


camino hacia las escaleras, su lugar favorito para sentarse y jugar. Taehyung
tenía en sus manos el viejo conejo de peluche, regalo de su padre de cuando
era muy pequeño. A Jungkook le había dado un tigre, pero él ya no lo tenía.57

—¿Crees que vaya a traer algún bocadillo?

—Lo hará —respondió Jungkook con confianza. Su madre siempre les traía
algo luego de sus salidas con Mingyu. Ambos sabían que eran citas, aunque no
estaban seguros del todo lo que eso significaba.

Meses antes Eunbi había llevado a la casa a Mingyu y los chicos lo habían
conocido. Cenaron y miraron películas y a pesar de que Mingyu se fue pronto,
había estado de vuelta para el desayuno en la mañana. Taehyung había
pensado que eso era algo raro y Jungkook le había llamado "tonto",
explicándole que Mingyu realmente no se había ido.
A pesar de eso, a los dos les agradaba Mingyu, siempre estaba sonriendo y
llevándoles dulces.34

—¿Crees que él vaya a dormir aquí esta noche? —susurró Taehyung,


inclinándose.

—No lo sé, tal vez —contestó Jungkook—. Lo ha estado haciendo


últimamente.23

Taehyung frunció el ceño, tirando de los botones de su pantalón.

—Quizá esta vez...

El sonido de la puerta abriéndose le interrumpió, y los gemelos vieron pies


moviéndose. Taehyung reconoció los tacones de su madre.

—Ahí están —dijo Jungkook con suavidad. Taehyung asintió. Vieron como
Eunbi pagó a la niñera y Mingyu desapareció por un momento12

—¿Hacia adónde fue? —murmuró Taehyung. Jungkook dio a entender que no


sabía moviendo la cabeza de un lado a otro.

Minutos más tarde, Mingyu volvió carcajeándose.

—Eunbi, no vas a adivinar en lo que estaba puesta la televisión —dijo aún


riendo—. Parece que Chae-rin olvidó cubrir sus rastros esta vez.72

—Dios... ¿Estaba viendo esos canales de nuevo? Continúo olvidándome de


cancelarlos —contestó Eunbi, sonriendo—. En fin, siquiera es buena con los
niños.

—¿Qué es un poco de porno suave un viernes por la noche? —Mingyu río de


nuevo. Los gemelos le vieron atrapar a su madre en un dramático abrazo.37

—¿Quieres quedarte el resto de la noche?1


—Cariño, no puedo —respondió Mingyu con un gesto de molestia y
acariciando el rostro femenino.2

Taehyung se apegó a Jungkook y su mano fue agarrada por él.

Mingyu besó a Eunbi ligeramente. Ambos escucharon suspirar a su madre con


satisfacción.14

—Buenas noches —dijo Eunbi cuando el besó terminó.

—Buenas noches.

Taehyung y Jungkook se miraron.

—Apresúrate —susurró Jungkook.

Con rapidez corrieron hacia su habitación antes de que los atraparan.


Taehyung fue hacia su cama y puso la manta sobre su cabeza.

—Así que eso es un beso de buenas noches —comentó. Jungkook río y se


sentó junto a Taehyung en la cama jalando del cobertor.104

—Fue un beso de muy buenas noches—dijo. Ambos soltaron risitas tontas y


Taehyung se cubrió de nuevo—. Taehyung. ¿Taehyung?

Taehyung sacó su cabeza fuera del cobertor.12

—¿Uh?

Jungkook se inclinó y con suavidad besó los labios de su hermano.313

—Buenas noches.

Los ojos de Taehyung estaban muy abiertos y su cara sonrojada.

—Buenas noches, Kookie.

Taehyung se escondió entre sus mantas y se tocó labios, sonriendo.64


Taehyung estaba tranquilamente echado en su cama, escuchando la suave
respiración de su hermano. Jungkook no lo había hecho esta vez, no le había
dado el beso de buenas noches como siempre lo había hecho el último par de
meses. Estaba seguro de que su hermano estaba enojado con él, a pesar de
haber pasado juntos el día de buena forma.2

Jungkook dejó salir un pequeño ronquido y Taehyung frunció el ceño,


sentándose.

—Kookie —dijo casi susurrando.

Solía ser un juego tonto. Se recitaban líneas que habían escuchado a su madre
y a Mingyu decirse, dándose besos juguetones. Sin embargo, mientras el
tiempo pasaba, se había vuelto una cosa más seria. Taehyung había
comenzado a pensar en los besos de buenas noches desde temprano, y
Jungkook pensaba en maneras creativas de dárselos.90

—Jungkook —dijo de nuevo, esta vez en voz alta. Jungkook se movió y se frotó
los ojos.

—¿Uh?

—¿Estás molesto conmigo? —preguntó Taehyung directamente. Jungkook


bostezó.

—¿Uh?

Taehyung gateó hacia su hermano, cruzando el pequeño espacio que dividía


sus camas, picándole con un dedo.

—¿Estás molesto?
—¿Por qué? —Era realmente difícil despertar a Jungkook. Taehyung notó
como estaba volviendo a quedarse dormido y le pellizcó—. ¡Ouch!... ¿Qué
pasa?4

—No me diste el beso de buenas noches —susurró. Jungkook se incorporó un


poco.

—Lo hice.

—Nuh uh —dijo Taehyung. No lo hiciste... No puedo dormir.37

—¿No puedes? —Taehyung asintió e hizo una mueca.

—No, pero me alegra que tú sí puedas —respondió. Jungkook dibujó una


sonrisa en sus labios.9

—Taehyung, ven.

—Estoy aquí —dijo Taehyung, casi con un puchero.

—Aquí arriba.

Taehyung subió a la cama de su hermano y se sentó a su lado. Jungkook puso


una mano en su hombro y alzó una ceja.

—¿Buenas noches? —dijo Taehyung, inseguro.

—Taehyung —murmuró Jungkook moviéndose a la nuca de su gemelo. Lo


atrajo y sus labios se conectaron. Taehyung sonrió ampliamente mientras se
separaban.89

—Gracias. ¿Me puedo quedar contigo? Tengo miedo.

Jungkook hizo un gesto.

—¿De qué?
—Monstruos —respondió en voz baja. Jungkook se apartó un poco y le hizo
espacio a su hermano.

—Solo esta noche —dijo—. Suelo patear. —Taehyung rió.90

—Lo sé.

Habían compartido la cama antes, cuando eran más niños, y Jungkook era
terrible. Pero esa noche no pateó en absoluto, y con Taehyung acurrucado,
ambos durmieron profundamente.12

Estaban ahí de nuevo, sentados en lo más alto de las escaleras, despiertos a


horas que no debían. Su niñera, Chae-rin, los había acostado hacía una hora,
pero Jungkook y Taehyung se escabulleron momentos después de que ella se
fuera.2

—Puedo oír malas palabras, creo —dijo Taehyung, mirando fijamente a


Jungkook—. Suenan malas. Esta noche ha puesto el volumen muy alto.42

—Quiero ver una de esas películas —fue todo lo que comentó Jungkook. Jaló
del cabello de Taehyung haciendo que éste se pusiera más cerca suyo,
descansado su cabeza en su hombro.102

—Estoy cansado —murmuró Taehyung bostezando—. ¿Cuándo van a volver?

—Mamá dijo que la noche era joven. —Jungkook apretó la cadera de su


hermano—. Tal vez eso signifique va a venir a casa temprano.92

—Chae-rin no debería estar viendo eso —dijo Taehyung frunciendo el ceño


mientras escuchaban palabras que sabía que eran malas—. Te lo estoy
diciendo.1

—No lo digas, es estúpido. —Jungkook le dio un codazo a Taehyung—. Le voy


a decir a mamá que te escurres a mi cama todas las noches.
—¡No es cierto!

—Sí. —Taehyung río en silencio.

—Eres un idiota.

—Quizá —dijo Jungkook. Picó un lado de Taehyung y éste se retorció—.


Bebé.84

Taehyung rió de nuevo, pero no mucho por sentirse herido por las palabras
dichas en juego por su hermano. Le gustaba que Jungkook le prestase
atención.

—Creo que escuché el auto.

—¿Estás seguro?

La televisión fue apagada de inmediato.1

—Sip, ella ha apagado la televisión. Ya deben de estar en casa —dijo


Taehyung.13

De pronto el sonido de la puerta y las voces familiares invadieron la casa.


Taehyung y Jungkook miraron los pies y retrocedieron unos pasos para ver a
Chae-rin haciendo adiós con la mano y marchándose. Entonces, Eunbi y
Mingyu compartieron un beso, no del tipo que Taehyung y Jungkook
normalmente veían. No era un beso de buenas noches, eso era seguro. Era
más largo. Los gemelos miraron con atención.25

—Eunbi —dijo Mingyu, con la voz muy seria—. Yo... —Ella lo interrumpió
besándole de nuevo, sus manos puestas en su cabello, en sus brazos, en todo
sitio.

—¿Están peleando? —preguntó Taehyung. Jungkook sacudió la cabeza,


silenciando a Taehyung.63
—Estoy tan jodidamente enamorado de ti —suspiró Mingyu.40

—Oh, Mingyu -respondió Eunbi. Se abrazaron fuertemente y Mingyu comenzó


a besarle el cuello, sus manos sosteniéndole con firmeza alrededor de su
cintura.2

—Vamos a la cama —murmuró Mingyu. Eunbi río tontamente, con la cara


ruborizada.52

—¿Ves? No están peleando; ella está sonriendo —susurró Jungkook.

—Tengo que ir a ver a los niños —dijo Eunbi sin aliento. La boca de Mingyu
atacó su cuello de nuevo, chupando con ahínco. Eunbi casi cae al suelo, pero
él la sostuvo.17

—Deben estar bien —dijo entre húmedos besos—. Vamos a la cama, Eunbi.

—Mingyu...

—Por favor, —pidió y acarició sus brazos y ella se rindió.

—Está bien, llévame a la cama. —Se besaron una vez más y abandonaron la
cocina agarrados de la mano.

Taehyung y Jungkook se miraron mutuamente un poco confusos.

—¿Qué van a hacer? —preguntó Taehyung.56

—Creo que van a ir a descansar —contestó Jungkook.208

—No parecían cansados —comentó—. Tal vez nosotros debamos ir a la cama.


—Jungkook asintió. Se levantaron y caminaron hacia su habitación.
Inesperadamente Taehyung giró hacia su hermano.

—Buenas noches —dijo, sonriendo dulcemente. Jungkook movió su cabeza de


lado a lado.
—Estoy jodidamente enamorado de ti —dijo y Taehyung puso una mano en su
boca—. Taehyung...280

—Oh, Kookie -murmuró Taehyung a través de sus dedos. Jungkook tornó los
ojos y agarró la mano de su hermano, jalándole y dándole un beso casto en los
labios—. Ellos no se besaron así.77

Jungkook ignoró sus últimas palabras.

—¿Qué significa "estar enamorados"?33

Taehyung bajó la cabeza y frunció el ceño.

—No lo sé. Y dijiste una mala palabra.

—Lo sé. —Jungkook miró a Taehyung—. ¿Estoy enamorado de ti?

—Suena bonito —respondió evasivo y con una sonrisa vacilante—. ¿Lo estás?...
¿Qué significa eso?

Jungkook encogió los hombros.

—Quizá es como cuando mamá nos dice que estamos en problemas... Muy en
serio.

—Probablemente.

—Muy en serio —dijo Taehyung—. Te amo, así, seriamente.72

—Yo también -respondió Taehyung, sintiendo burbujas en su estómago—.


Estoy... jodidamente enamorado de ti, Kook.3

Jungkook sonrió.

—Mamá dice nuestros nombres completos cuando está hablando en serio.


—Kim Jungkook —ambos sonrieron bobamente—, no voy a llevarte a la cama
porque ya estamos aquí.157

—Está bien —dijo Jungkook, riendo. Besó los labios de su hermano,


prolongándolo un poco más de lo usual. Cuando se apartaron sus mejillas
estaban rojas.

—Buenas noches.

—Buenas noches, Kim Taehyung —contestó Jungkook, sonriendo. Los dos se


fueron a su respectiva cama y se cubrieron.

Desde la puerta estaba Eunbi viendo y cubriéndose la boca con una mano.594

じゃあまたね♡...
♡3♡
...♡ようこそ

♡ 9 Años ♡

—Señora Kim, por favor tome asiento —indicó el Sr. Choi, profesor de
segundo grado de los gemelos, mientras se sentaba en su escritorió.48

Eunbi hizo un ligero gesto de desagrado al ser llamada "Sra. Kim"; el divorcio
había finalizado meses atrás, pero no dijo nada. Estaba cansada de explicarse
ella misma y su situación a extraños.

—Supongo que se estará preguntando por qué le pedí que viniera hoy —dijo el
profesor Choi.

—Espero que no sea algo muy malo —respondió Eunbi, estrujando sus manos.

El profesor sonrió y aseguró: —Usted tiene dos hijos brillantes y especiales.

Ella suspiró en alivio.

—Gracias, pero no creo que eso sea lo que quiera decirme.

—Taehyung y Jungkook están rindiendo, académicamente, muy bien para su


edad. Es la parte social en la que estoy un tanto preocupado. ¿Ha notado que
tienden a estar un poco... demasiado unidos?35

—Sí, son muy cercanos; siempre lo han sido —contesto Eunbi—. ¿Ese es un
problema?

—Creo que es maravilloso que trabajen tan bien juntos y se lleven bien. Pero
ellos no están interactuando con los demás, y usted sabe que los niños
pueden ser crueles.49
—¿Están molestando a alguno de mis hijos? —preguntó Eunbi—. ¿A Jungkook?

—No, nada de eso. Son los otros niños los que no entienden la relación
especial de los gemelos.

—¿Especial? No estoy segura de entender qué quiere decir con eso. —Eunbi
pensó en todas las veces que atrapó a Taehyung y Jungkook sentados en la
oscuridad; y en la vez que los vio besándose. Su estómago se revolvió.91

—Se toman de la mano, por ejemplo —respondió el señor Choi—. En sí es


normal, muy lindo, pero los niños del salón...25

—Oh —dijo Eunbi, parpadeando—. No estaba advertida que estaban


atrayendo la atención.

—Por favor, difícilmente es algo que perturbe la clase. Estoy más preocupado
por los sentimientos y bienestar de sus hijos. No quiero ser molesto, pero...

—Estoy feliz de que me llamara —interrumpió suspirando, Eunbi—. Sin hacer


darle muchos detalles, quiero decirle que ha habido algunos problemas en
casa.8

—¿Sí? —Eunbi frunció el ceño.

—El divorcio fue difícil para ellos, nunca quise que su comportamiento se
pusiera extraño.

—Yo tampoco. —El profesor se detuvo, y un silencio incómodo siguió.

—Voy a hablar con ellos —dijo Eunbi, tratando de controlar las sensaciones de
su estómago—. Tal vez puedan... expresarse solo en la casa.

El señor Choi asintió.

—No quiero que sean blancos de nada.


—¿Qué más hacen aparte de tomarse de la mano? —preguntó Eunbi.

—Bueno —murmuró en respuesta y bajó la mirada—, supongo que más que


todo es la forma en la que se miran, como si solo existieron el uno para el otro;
que se tomen de la mano es la única cosa física.77

Eunbi se sintió aliviada.

—Voy a hablar con ellos —repitió.

—Está bien. Creo que hemos terminado aquí, a menos que tenga alguna otra
pregunta de lo que están haciendo.

—No —dijo ella, moviendo su cabeza y levantándose—. Le llamaré si algo


sucede.

Se despidieron y Eunbi se marchó sintiéndose casi paralizada. No había sido


su imaginación, otras personas lo habían notado. No sabía que hacer o qué
decirle a sus hijos. Ambos estaban tan encariñados el uno con el otro, y no
pensaba que eso era algo malo. Lo que tenían era hermoso.36

Un poco extraño, quizá.

Debía de hablar con ellos acerca de eso más tarde.4

—Taehyung, ponte tu ropa de dormir —dijo Eunbi, sentándose en la cama de


Jungkook y ayudándole a peinar su cabello.

Taehyung se quejó mientras jalaba de su pantalón.

-¡Mamá, préstame atención!


—Un momento Tae —respondió Eunbi con tono cariñoso. Jungkook rió sin
malicia.

—Tae —repitió con ganas de molestar. Su hermano frunció el ceño.

-Kookie.

—Basta —dijo Eunbi pasando los dedos por el cabello enmarañado de


Jungkook—. Taehyung, acomódate.

—No puedo —contestó Taehyung en tono patético—. Ni siquiera estoy


cansado.1

—Yo sí estoy —comentó Jungkook y se encogió de dolor cuando su madre tiró


de su cabello—. ¡Mamá!

—Tú fuiste el que quiso dejarse el cabello mas largo —dijo Eunbi con recelo.
Terminó con el peine y lo puso en la mesita que estaba entre las camas de los
gemelos—. Bien, tiempo de acostarse.36

—¿Nos estás arropando? —preguntó Jungkook—. Ya no lo hacías desde hace


tiempo.

—Esta noche lo estoy haciendo —dijo Eunbi con suavidad—. Tae, ven aquí,
siéntate en la cama de Jungkook.

Taehyung brincó y se sentó al estilo indio en la parte inferior de la cama de su


hermano. Jungkook se movió para acercársele pero Eunbi se posicionó entre
ellos.127

—Niños —comenzó a decir nerviosamente—, quiero hablarles sobre algo.

Jungkook jaló un poco de su cabello y bostezó.

—¿Qué?30
—¿Nos hemos metido en algún problema? —preguntó Taehyung empezando a
mordisquear, de forma preocupada, su labio. Eunbi negó con la cabeza y dio
unas palmaditas a sus hijos en la espalda.

—No es nada de eso —contestó calmadamente—. Solo quiero hablar con


ustedes sobre... como se quieren el uno al otro. —Taehyung y Jungkook
lucieron miradas confusas.

—Yo amo a Taehyung —dijo Jungkook, inflando el pecho un poco.83

—Por supuesto que lo haces, cariño —aclaró ella—. Está bien que se amen
tanto como lo hacen, quiero que sepan eso.

—Estoy enamorado de Jungkook —dijo Taehyung de pronto, mirando a su


madre en busca de aprobación. Eunbi frunció el ceño y acarició la mejilla de su
hijo menor.125

—No, Taehyung, no lo estás. Únicamente lo amas.47

—Amo a Jungkook así como Mingyu y tú se aman. Ustedes están enamorados


—quiso saber Taehyung, su voz algo tensa—. ¿Cierto?

La boca de Eunbi se secó un poco; no sabía como explicar las diferentes clases
de amor.

—Mingyu yo nos amamos como lo hacen los chicos y las chicas —dijo,
lentamente—. Así como amas a alguien con quien quieres estar para
siempre.123

—Yo quiero estar con Jungkook para siempre —replicó Taehyung, sus labios
sobresaliendo un poco.22

—Sí, lo sé —contestó Eunbi—. Quiero decir, nosotros nos amamos como dos
personas que quieren casarse.
—¿Cómo papá y tú? —preguntó Jungkook. Él estaba mirando fijamente el piso
con el entrecejo fruncido.

—Sí.

—¿Entonces por qué se fue si ustedes se amaban? —cuestionó Taehyung.8

—Cariño, todo eso es muy complicado —dijo—. Ustedes dos nunca van a
abandonarse... ¿verdad?

—No —dijo Jungkook, muy serio-. Estoy enamorado de Taehyung. —Eunbi


suspiró y sacudió la cabeza de nuevo.39

—Son hermanos, y los hermanos no se enamoran.123

—¿Por qué? -preguntó Taehyung.

—Lo estoy —afirmó Jungkook, confuso—. Sé que lo estoy porque es en serio.

Eunbi frotó el hombro de Jungkook.

—Sé que estás hablando en serio, querido. Estoy feliz de que se tengan el uno
al otro pero tienen que saber que no todos entienden... Es decir, no quiero que
se separen ni nada. Sé que han sido un par de años difíciles.

—Kookie ha estado cuidando de mí —dijo Taehyung, notándose cabizbajo—.


¿Se supone que no debe hacerlo?8

—Oh, TaeTae —susurró Eunbi, su corazón rompiéndose. Atrajo a su hijo para


abrazarlo y estrujarlo tan fuerte que Taehyung chilló—. No sé como explicarles
que lo que están haciendo está mal.64

—¿Mal? —repitió Jungkook luciendo espantado. Eunbi mordió su labio. No


había querido expresarlo de esa manera, sin embargo, en el fondo, sí había
querido decir eso.
—Realmente no sé qué decir. No puedes besar a tu hermano en los labios,
Jungkook. —Las mejillas de Jungkook se enrojecieron.57

—¿Qué?

—No puedes besar a Taehyung en los labios —repitió Eunbi. Jungkook agachó
la cabeza—. ¿De acuerdo?

—Está bien —murmuró Jungkook. Taehyung hizo un puchero.

—¿Por qué no puede?24

—Porque se supone que los hermanos no hacen eso —respondió ella, tratando
de darle sentido sus palabras—. Pero pueden besarse en la mejillas, eso está
bien, niños. También pueden abrazarse y sostenerse de las manos.28

—¿En la mejilla? —preguntó Jungkook sin ni siquiera mirar a su madre.

—Sí, esa es una cosa agradable de hacer —dijo Eunbi—. Pero tenemos que
hacer una norma que indique que solo pueden hacer esas cosas cuando están
en casa. —Se sentía terrible diciéndole eso a sus hijos. Terrible mientras veía
sus rostros decaer en obvia culpa.6

—No quiero hacerlo si está mal —susurró Taehyung—. No quiero que estés
molesta conmigo.30

—Taehyung —llamó Jungkook, molesto. Eunbi tomó una de las manos de


Taehyung y otra de Jungkook, y las puso juntas.

—Está bien —dijo pacientemente—. Únicamente no quiero que la gente les


mire y piense que están haciendo algo malo. Nadie fuera de esta casa
entiende... Tienen que saber que las personas son crueles y Taehyung,
Jungkook no puede protegerte de todo.7
—Sí puedo —dijo Jungkook, su mentón temblando. Una lágrima cayó desde
un lado de su ojo y Eunbi apretujó sus manos juntas.40

—Escuchen -les pidió—. No dejen de amarse el uno al otro. No dejen de ser


afectuosos. Pero de ahora en adelante, por favor, solo hagan esas cosas aquí.
—Y con una mueca de dolor, añadió—: Si sienten que quieren, um, besarse...
háganlo en las mejillas. Los hermanos se besan en las mejillas.80

Taehyung estaba temblando, con los ojos muy abiertos y húmedos.

—¿Mamá, estás molesta con nosotros? Luces triste.

—No —respondió Eunbi—. Nada más quiero que las personas no los hieran. —
Jungkook no dijo nada a eso. Eunbi mantuvo sus manos juntas un rato más y
se levantó, besándole a ambos en la cabeza—. Buenas noches, niños.30

Taehyung asintió y Jungkook murmuró: —Buenas noches.

Cuando su madre apagó las luces y cerró la puerta, Taehyung y Jungkook se


sentaron en silencio, unos momentos.

—Taehyung.

—Sí.

—Creo que todavía estoy enamorado de ti.152

Taehyung frunció el ceño y fue hacia su cama.

—Mamá dijo que no lo estabas.36

—Lo sé... Pero lo estoy. —Jungkook se cubrió con las mantas y miró el techo—.
Por lo menos eso creo.

—No quiero que mamá esté molesta —dijo Taehyung.


—No... tiene que saber —fue la respuesta de Jungkook—. Sino sabe, no puede
molestarse.70

—Pero ella dijo que estaba mal. —Jungkook se levantó y se movió hacia donde
estaba Taehyung.

—¿Escuchas siempre lo que mamá dice?

Taehyung se volteó, enfrentando a su hermano.

—Sí.

—Tal vez no debas. Quiero darte el beso de buenas noches, solo quiero
hacerlo. —Jungkook se inclinó hacia delante e intentó depositar un beso en
los labios de Taehyung, pero su hermano giró su cabeza y los labios de
Jungkook rozaron la mejilla de Taehyung—. ¿Taehyung?

—Así es como se besan los hermanos —dijo Taehyung.136

—Pero quiero besarte como se besan mamá y Mingyu —susurró Jungkook—.


Así es como te amo, Taehyung. Mamá no sabe.33

—Ella siempre sabe.17

—Yo te cuido —dijo Jungkook—. Siempre.

—Pero mamá... —Las manos de Jungkook tocaron las mejillas de su hermano


con suavidad, así como su mamá siempre lo hacía.7

—Solo... no le cuentes a mamá.52

Taehyung asintió y giró su cabeza para mirar a Jungkook. Levantó una mano y
pasó los dedos por la mejilla de Jungkook, cuidadoso como nadie y su
hermano sonrió. Estaba oscuro, pero había una estela de luz proveniente de la
cerradura de la puerta y Taehyung podía ver las sombras en el rostro de
Jungkook.
—Kookie —susurró.

—Shh —le respondió Jungkook. Besó los labios de su hermano cuidadosa y


lentamente, y entonces se separó—. Buenas noches.28

Taehyung observó como Jungkook se levantaba y se dirigía a su propia cama.

—¿Kook? —dijo de nuevo.

—¿Sí?

—Regresa —respondió Taehyung, con suavidad—. Quédate conmigo, tengo


miedo.4

—No tengas miedo —dijo Jungkook, pero de todas formas regresó hacia la
cama de Taehyung y saltó hacia ella—. No voy a dejar que nada te atrape.3

Taehyung asintió. Ambos sonrieron antes de acomodarse y quedarse


dormidos, espalda a espalda.

10 7

じゃあまたね♡...
♡4♡ 143

...♡ようこそ

♡ Diez Años♡

—Mira eso —dijo Taehyung con los ojos muy abiertos mientras miraba la
televisión. Tiró de uno de los cabellos de su hermano y Jungkook gruñó
adolorido—. Lo siento, pero... uh...

Era bastante tarde y estaban levantados, incluso aunque tuvieran escuela al


día siguiente, viendo los canales que su madre seguía olvidando cancelar; y no
importaba porque Mingyu, ahora su padrastro, y ella, habían ido a cenar con
unos vecinos. Jungkook estaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas y
Taehyung estaba detrás de él, en el sillón, sus piernas a cada lado del cuerpo
de su hermano74

—Wow, mira como se besan —dijo Jungkook—. No puedo esperar para besar a
una chica así. Nunca he besado a nadie. —Taehyung jaló del cabello de
Jungkook a propósito.—¡Ouch!124
—Me has besado a mí, estúpido —comentó Taehyung, sonriendo de costado—.
Y solo tenemos diez años, así que no deberías besar a chicas de ese modo.28

—Eso es lo que mamá dice —respondió Jungkook—. Además, no te he besado


así, solo es un beso de buenas noches. —Apuntó la televisión donde se veía a
dos personas muy cerca que estaban chupándose mutuamente la cara—. Eso
es un beso real. Observa, hay lenguas y toda esa mierda.165

—Parece grotesco —dijo Taehyung, y dio una palmadita en la cabeza de


Jungkook—. No quieres hacer eso.9

—Uh... sí quiero hacerlo.24

Taehyung continuó jalando el cabello de Jungkook, poniendo un pie en el


hombro de su hermano y presionando con sus dedos.

—¿Por qué? Luce húmedo.

—Húmedo está bien —dijo Jungkook, riendo.69

—Hm... —Las manos de Taehyung acariciaron el cuello de Jungkook,


presionando suavemente. Jungkook gimió con el toque. Taehyung nunca
podía sentarse con Jungkook y no tocarle, era imposible. Y Kook amaba eso.34

—Dame un masaje.

—¿Estás adolorido? —preguntó Taehyung, con un poco de preocupación en la


voz—. ¿Es porque anoche te pateé fuera de la cama?

—Quizá —contestó Jungkook—. Quizá ya no vaya a dormir contigo y los


monstruos te vayan a atrapar. —Ambos rieron.5

—Tienes que dormir conmigo porque me amas —dijo Taehyung, poniéndose


serio de repente. Jungkook se giró moviendo las piernas de Taehyung en el
proceso.5
—No voy a dejar de dormir contigo, solo estaba bromeando —contestó. Tomó
la mano de su hermano y apretó—. ¿Está bien?

Taehyung sonrió.

—A mamá le gustaría que lo hicieras.

Jungkook tornó los ojos y centró su atención de nuevo en la pantalla de la TV.


Las manos de Taehyung todavía estaban moviéndose por su cuello y hombro,
y sintió las piernas de Taehyung a sus costados, más cerca. Jungkook se
inclinó hacia atrás, descansado su cabeza en el estómago de su hermano.

—Mira eso —murmuró Jungkook—. Parece que ni siquiera van a separarse por
aire. —La pareja que esta besándose en la televisión hacía que en el estómago
de Jungkook se sintieran mariposas.

Taehyung ladeó su cabeza, viendo.

—Supongo que están respirando uno del otro, tal vez. —Jungkook pellizcó la
pierna de su hermano.

—No puedes respirar por otro, idiota.63

—Oye —contestó Taehyung—. Nada más era una suposición.

Jungkook asintió. Se incorporó y fue hacia el sillón, acurrucándose contra


Taehyung. Tomó la mano y comenzó a apretujar cada nudillo, disfrutando.
Taehyung suspiró contento y apoyó su cabeza contra el hombro de su
hermano.1

—Tal vez podamos intentar eso —dijo Taehyung con suavidad—. Solo una vez,
así podrás ver como es.72

Jungkook acercó su cara hasta apenas tenerla unos pocos centímetros lejos
de Taehyung.
—¿En serio? —cuestionó. Taehyung asintió-. No sé si puedas hacer así —dijo
Jungkook, señalando con la cabeza la televisión—. Eso luce bastante bien.

—Puedo hacerlo mejor.105

Jungkook alzó sus cejas.1

—¿Ah sí?

Taehyung sonrió ampliamente y se puso de rodillas, posicionándose en el


regazo de Jungkook, una pierna a cada lado. Los ojos de Jungkook se abrieron
de sobremanera y puso sus manos en la cintura de Taehyung.107

—¿Ves? —susurró Taehyung—. No es tan difícil.20

—No lo has hecho aún.

—Está bien. —Taehyung se adelantó un poco y rió, retrocediendo de nuevo.


Jungkook sujetó la cara de su hermano con sus manos y juntó sus labios
dolorosamente, sus narices chocaron al igual que sus dientes—. Oww —se
lamentó.60

—¡Dios mío! Idiota. —Jungkook soltó a Taehyung y puso sus manos en su


rostro, frotándose sus labios y nariz—. ¡Taehyung, eso estuvo muy mal!19

Taehyung frunció el ceño, sobándose los labios y se movió del regazo de


Jungkook, sentándose en el sillón y enterrando su cara en sus rodillas.4

—Lo siento.14

Inmediatamente Jungkook se arrepintió de sus palabras. Agarró con fuerza las


manos de su hermano.1

—Yo lo siento —dijo—. Supongo que la mitad fue mi culpa.14


—No me diste tiempo de... —Taehyung alzó su cabeza con la cara sonrojada—.
No me diste oportunidad de hacerlo.2

—Hazlo de nuevo —respondió Jungkook—. Te prometo que esta vez solo me


voy a sentar y voy a dejar que lo hagas.13

Taehyung sonrió un poco.

—¿Estás seguro? Eso fue bastante raro.

—Vamos, Tae —dijo Jungkook, animándole. Acarició la cara de su hermano,


igual que lo hacía cuando su hermano estaba molesto y llorando, pero esta
vez Taehyung se estremeció.

—Bueno —murmuró Taehyung. Se movió hacia Jungkook y juntó sus rostros—


. Abre la boca como la chica.60

—No como una chica —reclamó Jungkook pero hizo lo que le indicaba de
todos modos.

Taehyung al principio besó sus labios suavemente, como lo hacían cuando era
tiempo de acostarse, entonces sacó su lengua, apenas rozando la boca de su
hermano. Jungkook cogió los hombros de Taehyung y lo jaló hacia delante.

—Kookie, se supone que...

En respuesta, Jungkook presionó su lengua dentro de la boca de Taehyung y


ambos gimieron. Era húmedo, flojo, y se apartaron con un jadeo.127

—Quiero... de nuevo —dijo Taehyung.25

—¿Sí?

Jungkook se inclinó hacia delante y Taehyung asintió. Sus labios se


conectaron, con ansia esta vez y Jungkook recorrió con sus manos la espalda
de Taehyung, depositándolas justo encima de su cadera. Taehyung jadeó y
ladeó su cuerpo, abriendo la boca e invitando la lengua de Jungkook. Cerró
los ojos, como recordaba haber visto hacerlo a las personas por TV, y elevó su
cabeza para que sus labios estuvieran en mejor posición. Jungkook lamió el
borde de la boca de Taehyung, y éste se sacudió, arrugando la nariz y
sonriendo.

—Kookie —susurró Taehyung—, ¿cómo sabías que lo hacían así?

—No lo sé, solo quería hacerlo —respondió Jungkook con tranquilidad—. ¿De
nuevo?

—Sí.

Taehyung se acercó más, su pecho plano contra el de Jungkook mientras su


hermano agarraba sus muslos. Nunca habían estado tan cerca antes y estaban
excitados y atemorizados. Jungkook chupó la lengua de Taehyung dentro de
su boca haciendo que gimiera, sus párpados batiéndose
desesperadamente.110

—Uhh, Kook.

—¿Qué es esto?

Taehyung sonrió y abrazó fuertemente a Jungkook, escondiendo su rostro en


el cuello de su hermano.

—Esto —dijo—, es como deberíamos besarnos de ahora en adelante.70

Jungkook le apartó un poco y tomó con sus manos la cara de Taehyung.

—Cambié de parecer —comentó con tranquilidad—. Solo tú. No quiero besar a


nadie más... Solo a ti.107
—Bien. —Taehyung sonrió ampliamente y se limpió la boca—. Qué desastre —
dijo. Jungkook rió y le besó de nuevo, humedeciendo los labios de su hermano
con la lengua—. Ugh, eres un desastre, Kook.

Jungkook se retiró hacia atrás y lamió sus labios.11

—Me gusta el desastre. —Sus manos se encontraron y se sentaron juntos en


silencio.6

—Estoy jodidamente enamorado de besarte —dijo Taehyung.1

—¿Todavía jodidamente enamorado de mí? —preguntó Jungkook. Taehyung


asintió en respuesta.

—Jodidamente sí.

—Jodidamente bueno —dijo Jungkook. Taehyung rió.56

—Quiero ver un poco más de esas jodidas películas.

—¿Quieres buscar algo de jodido pop corn?77

Se levantaron, chocando los hombros.

—Guía el jodido camino.94

—Jodido Tae.8

—Jodido Kookie.140

Se detuvieron en la puerta de la cocina y sus labios se encontraron de nuevo,


húmedos y cálidos.2

Taehyung suspiró profundamente, curvando sus piernas para ponerlas cerca


de su cuerpo y disfrutando de la tibieza. Sintió unas manos moviéndose de
arriba a abajo por sus brazos, tranquilizándole. Jungkook se volteó, quedando
echado de espaldas y sonrió a su hermano.
—Te mueves demasiado —susurró Jungkook.

—No estoy cansado —contestó Taehyung, pegando sus narices. Besó los
labios de Jungkook con suavidad, lamiendo alrededor de la boca. Había
pasado un mes desde que se daban más que un simple beso de buenas
noches, y ahora raras veces dormían solos.

—Mejor descansas ahora —dijo Jungkook—. Te vi durmiendo en Ingles.

—Ingles apesta. —Ambos rieron. Jungkook atrapó con un brazo la cintura de


Taehyung y presionó el rostro con su hombro.7

—Sí, Ingles apesta.46

Taehyung se retorció de nuevo, girando por un costado y enfrentando a


Jungkook.

—Beso de película —dijo. Jungkook sonrió y besó a su hermano profunda y


lentamente, frotando su espalda. Taehyung jadeó ante el agarre de Jungkook,
sintiendo los dedos de su pie encogerse—. Estamos volviéndonos muy buenos
en esto —comentó, apegándose a Jungkook—. ¿Te gusta?76

Jungkook apretó el brazo de Taehyung.

—¿Qué crees?

—No lo sé —contestó sonriendo.

Jungkook apretó otra vez su brazo y lo empujó para que quedara de espaldas,
se echó encima de él y le besó profundamente. Adoraban jugar así, amaban
las sensaciones suaves, cálidas de las chispas en sus estómagos. Aún eran muy
jóvenes para entender lo que estaban sintiendo, lo que estaban haciendo.
Todo lo que sabían era que les gustaba y que no podían decirle a su madre.
Ella nunca podía saber.6
—Kookie —susurró Taehyung, sintiendo a Jungkook moviéndose contra su
cuerpo—. Jungkook, detente.34

—¿Qué?

Taehyung miró a su hermano con los ojos muy abiertos. Su estómago se


sentía muy caliente y los dedos de sus pies casi se estaban acalambrando de
lo bien que se sentía.1

—No lo sé. —Se deslizó por un lado, saliendo de debajo de Jungkook—. Échate
a mi lado, aquí mismo.

Jungkook se sintió confuso, su propio estómago se sentía revuelto, pero se


tranquilizó y puso un brazo en la cintura de Taehyung.

—Eso fue extraño.

—Estoy cansado ahora —dijo Taehyung, sonriendo un poco—. Hiciste que mi


estómago se sintiera raro.

—Creo que eso está bien. —Jungkook besó el mentón de Taehyung—. A mí


también me pasó.8

—Sentí que me iba a enfermar.

—¿En una buena manera?

—No lo sé —contestó Taehyung—. Siento un hormigueo por todo el cuerpo.

Jungkook asintió, apartando el cabello de su cara y moviéndose para estar


más cerca de su hermano.

—Espero que no te haberte herido o algo así. —Taehyung besó a Jungkook y


cerró los ojos.1

—Mm, nope. Solo me hiciste sentir gracioso.


Jungkook sonrió en la oscuridad.

—¿Suficientemente gracioso para irte?

—No, de ninguna forma. Nunca.

Jungkook se acomodó en las mantas, dejando salir un gran suspiro e


intentando calmar sus nerviosas extremidades.

—Buenas noches, Taehyung.

—Buenas noches.33

じゃあまたね♡...
♡5♡
...♡ようこそ

♡ Doce años ♡97

Eunbi estaba lavando el servicio, esperando que los gemelos regresaran del
colegio. Estaba pegada al borde del lavadero, concentrada en el agua caliente
lavando los platos. Su cabeza estaba hecha un lío porque tenía que hablarles a
sus hijos sobre algo. Le frustraba saber que a otros chicos de doce años les
gustaría lo que iba a decir, pero Taehyung y Jungkook...

Pensó en el último par de años, en las cosas que accidentalmente había visto.
Nada había sido excesivamente alarmante, pero sabía que algo extraño
pasaba.

Ese era el único modo en el que podía controlarlos, controlar lo que quizá
estuvieran haciendo o no.

Como si de una señal se tratara, la puerta se abrió y sus hijos entraron,


caminando con dificultad, las manos agarradas y sus hombros chocando.

—¿Chicos? —De inmediato Jungkook soltó la mano de Taehyung y miró el


piso. Eunbi frunció el ceño y cerró el caño—. Tomen asiento por un segundo.

Ambos se sentaron, luciendo un poco desanimados, como si supieran que era


lo que vendría a continuación.

—Solo le estaba tomando de la mano —dijo Jungkook, sin mirar a su madre—.


Nadie nos vio.32

Eunbi movió su cabeza de un lado a otro.


—Eso no era de lo que quería hablarles.

Jungkook, al parecer, suspiró de alivio ante sus palabras.

—¿Entonces?

Taehyung pateó la pata de la silla de Jungkook.

—¿Estamos en problemas de nuevo?

—No, es algo bueno —dijo ella, tratando de mantenerse positiva—. Mingyu y


yo hemos decidido que los dos están creciendo tan rápido que tal vez ya
necesiten su propio espacio.83

—No —dijo Jungkook rápidamente antes de que Eunbi continuara.7

—¿Qué? —cuestionó Taehyung. Obviamente ignorando lo que implicaban las


palabras de su madre.

—Ella quiere separarnos —dijo Jungkook. Taehyung tomó la mano de


Jungkook encima de la mesa y miró fijamente a Eunbi.

—Únicamente creemos que es tiempo de que cada uno tenga su propia


habitación, eso es todo —intervino ella—. No han hecho nada malo.23

—No quiero mi propia habitación —dijo Taehyung—. Me asusto.

—Estás demasiado grande para eso —contestó Eunbi, alzando las manos por
encima de la mesa y apretando las manos de sus hijos—. Los dos necesitan su
espacio personal.64

—No necesito un espacio lejos de Taehyung —dijo Jungkook con vehemencia,


apartando su mano de la de su madre.

Eunbi volvió a poner su mano donde estaba, mirándole y sintiendo su corazón


romperse un poquito. Jungkook estaba mirándole con furia, así como miraba
a su padre cuando éste aparecía ocasionalmente para llevarlos a cenar o a ver
alguna película.

—Estamos bien juntos —dijo Taehyung. Su voz no sonaba molesta como la de


su hermano, solo muy suave y tranquila. Eunbi suspiró.

—Chicos, esta no es su decisión.16

—¿Por qué? —preguntó Jungkook—. ¡Es nuestro cuarto y él es mi hermano!

—No me hables así —exigió Eunbi en tono cansado. Jungkook se levantó, su


silla sonó ruidosamente.

—¿Por qué siempre tratas de separarnos?... ¿Por qué siempre nos miras así?42

El corazón de Eunbi dolió por Jungkook.

—Jungkook, esto no es porque hayan hecho algo malo.

—¿Entonces, por qué estás haciéndonos esto? —replicó su hijo mayor,


cruzando sus brazos y negándose a ver a su madre.

—Tienen doce años y hay el espacio extra —fue todo lo que Eunbi pudo decir.9

—¿Es porque duermo con él? —preguntó Taehyung con la voz baja—. Ya no lo
haré más, lo prometo.

Eunbi no quería hablar de eso.

—No, Taehyung, no es por eso.

—Porque tengo miedo —dijo Taehyung—. Escucho sonidos y no quiero estar


solo. A veces pienso que alguien va a entrar a la casa. A veces creo que papá va
a volver... para llevarnos lejos.39

Las lágrimas brillaron en los ojos de Taehyung y Eunbi avanzó hacia él,
abrazándole lo mejor que pudo. Pensó con tristeza que, probablemente, no
podía estar tan cerca como Jungkook. Parecía que Taehyung ya no encajaba
en sus brazos, su hijo había crecido y cambiado.

—Esta noche —dijo con suavidad—. Esta noche vamos a cambiar a Taehyung a
la habitación para invitados. Está cruzando el corredor, justo al frente de su
cuarto de ahora, aún van a estar juntos.

Jungkook todavía le estaba mirando con rabia, y Taehyung se apartó de ella y


corrió a situarse a lado de su hermano.

—Mamá —dijo Taehyung—, no quiero eso.

—Mingyu va a mover las cosas más grandes, como la cómoda y la cama. —


Eunbi trató, lo mejor que pudo, de ignorar los suaves quejidos de Taehyung—.
Hay algunas cajas en el garaje para poner las cosas pequeñas.1

—Esto apesta —dijo Jungkook.

—Jungkook —advirtió Eunbi y suspiró—. Taetae, puedes decorar tu nueva


habitación como quieras.

—Nunca lo voy a hacer —logró decir Taehyung, llorando un poco. Él y


Jungkook se estaban sosteniendo de las manos, de nuevo. Eunbi ni siquiera
había notado cuando habían vuelto a estar así. Movió la cabeza y se levantó.

—Voy a dejar que se tranquilicen. Solo... intenten pensar en esto como algo
positivo porque lo es. Todos necesitan su espacio.1

—Quiero el espacio de Jungkook —dijo Taehyung.

—Lo tendrás, no te preocupes —dijo Jungkook en voz baja.16

—No —dijo Eunbi alzando la voz—. Esto tiene que parar. Cada uno va a tener
su propio cuarto y punto final. Cajas en el garaje. Van a tener que llenar una de
las cajas con ropa y cosas que ya no quieran. ¿Entendido?58
—¿También vamos a tener que poner nuestra mierda separada? —preguntó
Jungkook—. ¿Vamos a tener que ir en buses separados a la escuela y
sentarnos en diferentes mesas para cenar?96

Eunbi tuvo suficiente.2

—Kim Jungkook, anda a tu habitación y comienza a separar tus cosas ahora


mismo.29

Jungkook pisoteó el suelo, mostrando su rabia y entonces tiró a Taehyung


hacia las escaleras.7

—Taehyung, quédate —pidió Eunbi con severidad. Taehyung miró de


Jungkook a su madre, su rostro mostrando confusión.

—Puedes ir a donde quieras —dijo Jungkook estrujando la mano de su


hermano con fuerza.

—Taehyung —advirtió Eunbi. Se sentía fuera de control y no le gustaba. Para


su gran sorpresa, Taehyung negó con la cabeza, desobedeciéndole y corriendo
escaleras arribas con su hermano. Se sentó y apoyó su cabeza en sus manos.64

¿Cuándo había perdido el control? Suspiró pesadamente. Quizá nunca lo


había tenido en primer lugar.31

Taehyung escuchó las escaleras crujir y se tensó, echado en la cama de su


nueva habitación. Ésta era muy oscura, mucho más que la anterior donde
estaba.1
—¿Mamá? —preguntó mordiendo su labio. Nadie respondió pero las escaleras
crujieron de nuevo. No podía permanecer ahí...

Salió de su cama, sintiéndose un poco apenado y se acercó sigilosamente a la


puerta de Jungkook. Su madre había dicho que no podían compartir el cuarto,
pero ella no estaba ahí ahora mismo.

Taehyung empujó la puerta abierta.

—¿Jungkook?

Jungkook se sentó en la cama.

—¿Taehyung?

—¿Puedo...?

—Por supuesto. —Jungkook ya estaba moviendo sus mantas y haciendo un


espacio—. No pensé que vendrías.

—No podía dormir —respondió Taehyung—. No puedo quedarme.

—Tienes que hacerlo —dijo Jungkook con tranquilidad—. Vamos, quédate.

Taehyung negó con la cabeza, aún permaneciendo cerca a la puerta.

—No sabes lo mucho que quiero hacerlo.

—Mamá y Mingyu comparten un cuarto.

—Ellos comparten una cama —dijo lentamente Taehyung—. ¿Y?

Jungkook se curvó hacia delante, las mantas reunidas en su regazo.

—Te amo, Taehyung, y necesito que estés aquí conmigo.58

Taehyung mordió su labio y se acercó unos pasos.

—Te amo —susurró. Jungkook sonrió. Su estómago se retorcía de emoción.


—Quiero sentirte.200

—¿Qué? —preguntó Taehyung, sorprendido.

—¿Tú no?

—Bueno... sí —contestó Taehyung, sintiéndose ruborizado. Se acercó en


pequeños pasos a su hermano, aún cuando se suponía que no debía—. Tanto
que duele. —Jungkook tomó la mano de Taehyung y tiró para acercarlo.

—Ven.

—Mamá dijo que...

—Ella no tiene que saber —interrumpió Jungkook, suavemente—. Nunca tiene


que saberlo.40

—Se va a enterar y va a empeorarlo todo —replicó Taehyung, frunciendo el


cejo. Se sentó en la cama, inclinándose hacia su hermano—. Odio esto.

—Solo quédate —susurró Jungkook, jalando de Taehyung y haciendo que se


acostase a su lado—. Está bien, te tengo.2

—¿Lo prometes?

—Sí. —Taehyung sonrió y se acomodó cerca de Jungkook, cerrando los ojos.

—Tengo miedo —murmuró. Y lo estaba, pero ya no tenía miedo de los


monstruos de debajo de su cama, o de duendes del closet; sino que estaba
aterrado de lo que podía pasar si su mamá los atrapaba. Estaba temeroso de
que lo apartara, aún más, de Jungkook.

Jungkook besó el cuello de Taehyung, sintiendo los músculos tensos.

—Está bien —dijo al oído de su hermano—. Solo no le cuentes a mamá.49


Lamento la tardanza ; - ;

じゃあまたね♡...
1
♡6♡
...♡ようこそ
23

(ง °͡ ͜つ °͡ )ง☒
118

Jungkook se movió de nuevo, incapaz de dormir. Estaba solo en su cama y


sabía que era tonto, pero no podía dormir sin Taehyung. No era que estuviera
asustado o algo así, solo se sentía intranquilo. Normalmente, para ese punto,
Taehyung ya estaba a su lado, acurrucado contra su cuerpo, respirando en su
cara y roncando.4

¿Por qué Taehyung no había ido con él? Él casi siempre lo hacía, a menos que
mamá estuviera actuando raro de nuevo. Algunos días ella tenía esa mirada en
los ojos y Taehyung no podía acercársele más de cinco pasos, pero su madre
no había estado en casa todo el día.

Jungkook frunció el ceño y golpeó su almohada. Necesitaba a Taehyung para


dormir. Justo cuando estaba moviéndose de nuevo para seguir intentándolo,
la puerta sonó, abriéndose.

—¿Taehyung?6

—¿Jungkook?53

Jungkook sonrió a través de la oscuridad.

—¿Dónde estabas?

—Um. —Jungkook escuchó la puerta cerrarse y luego un pie trastabillar con el


suelo duro de madera—. No puedo encontrar el camino, Jungkook, tu piso es
un desastre.
Jungkook removió las mantas y esperó a que Taehyung se deslizara a su lado.

—Ven.

Podía oír la respiración de Taehyung parado justo a lado de su cama.

—Lamento no haber venido antes.1

—¿Está mamá en casa o algo?1

—No, no lo creo. —Con cautela Taehyung se sentó a lado de su hermano—.


¿Estás molesto conmigo?

—¿Por qué?

—Porque me demoré tanto.

—De ninguna manera —dijo Jungkook—. Algunas veces vienes tarde. ¿Por
qué?2

Taehyung puso sus pies debajo de sí mismo, aún sin acercarse demasiado a
Jungkook.

—Um —dijo suavemente—. Es algo raro.

—¿Raro cómo? —Jungkook estaba comenzando a sentirse algo molesto. No le


gustaba que Taehyung se guardara algo de él—. ¿Qué, Taehyung? —Se inclinó
y puso una mano en el pecho de su hermano. Estaba ardiendo.

—Me siento tonto diciéndote —fue la respuesta de Taehyung mientras


aproximaba la cara hacia la mano de Jungkook—. Solo... se siente algo raro a
veces.4

Jungkook no entendía.

—¿Pero raro cómo?


—Como... ehm. -Taehyung se apartó de Jungkook.

—¿Taehyung? —Jungkook pasó la mano por la espalda de su hermano


haciendo que éste se estremeciera.

—Eso —dijo Taehyung con voz insegura—. Cosas como esa, me hacen sentir...
duro.200

—¿Duro? —Jungkook gateó fuera de sus mantas y se arrodilló a lado de


Taehyung.

—Mi... -Taehyung agachó la cabeza y la puso en el cuello de Jungkook. Aquí


abajo. Se pone duro. ¿Sabes? No entiendo y siento que voy a hacer algo malo.
Algo que a mamá no le gustaría.13

Jungkook sintió todas las palabras dichas contra su cuello y atrapó a


Taehyung con los brazos.

—¿Tu pene se pone duro? —Rió un poco.165

—No es gracioso —dijo Taehyung, apartándose.4

-No, no -contestó Jungkook agarrando los hombros de Taehyung-. Yo


también. Me pasa a mí también. Todo el tiempo que estás conmigo.30

—¿Qué significa eso? —preguntó Taehyung. Se desplazó un poco más cerca de


Jungkook—. Me pasa cuando nos besamos en la noche. Y... um, cada vez que
pienso en besarte.

—Es normal, creo —respondió Jungkook—. Pasa en las películas, y nosotros


solo nos amamos, ¿cierto? —Taehyung asintió—. Entonces esta bien. —
Jungkook estaba seguro de eso.
—Pero —dijo Taehyung arrastrando las palabras—, a veces casi duele y
quiero... frotarme contra ti mientras estás durmiendo. ¿Qué crees que debo
hacer?150

Jungkook sintió su estómago comenzando a doler agradablemente.2

—Creo que supuestamente debo de hacer algo al respecto.47

Taehyung dejó salir un largo y caliente suspiro, sintiendo a Jungkook contra


su piel.

—Si haces algo, ¿qué sería?

—¿Está duro ahora mismo?

—Está empezando.

Jungkook asintió.

—El mío lo ha estado desde hace un rato.127

Taehyung hizo un pequeño sonido, temblando ligeramente contra Jungkook.

—Muéstrame el tuyo, quiero verlo.233

—Bueno.16

—No puedo ver algo, está demasiado oscuro.

—Entonces prende las luces50

Taehyung se inclinó hacia delante y prendió la pequeña lámpara que estaba a


un costado de la cama. Un haz de luz brotó hacia ellos, y ambos sonrieron. Las
mejillas de Taehyung estaban rosadas y sus manos se estrujaban
mutuamente.

—Vamos -susurró.
Jungkook no tuvo problemas con deslizar hacia abajo de su cadera el
pantalón de sus pijamas, exponiéndose completamente.33

Taehyung jadeó y su reacción inicial fue la alzar la mano para tocarlo, sus
nudillos rozaron la erección de Jungkook y ambos gimieron suavemente.112

—Ahora tú —dijo Jungkook estremeciéndose. Taehyung le estaba tocando con


el revés de su mano con delicadeza.

—No puedo con la luz prendida.

—No es justo, necesito verte —dijo Jungkook, frunciendo el ceño.6

—Está bien... pero... —Taehyung mordió su labio—. Después de que lo veas,


necesitamos apagar la luz. Me gusta estar contigo con las luces apagadas.30

Jungkook asintió y Taehyung movió los botones de sus pantalones holgados.


Estaba totalmente ruborizado y sus manos temblaban, pero finalmente jaló
sus pantalones y los dejó caer al suelo. Jungkook miró fijamente la excitación
con los ojos muy abiertos.1

—Me encanta —fue todo lo que Jungkook pudo pensar para decir. Se sonrojó
ante sus propias palabras y tocó el muslo de Taehyung primero—. Me encanta
eso.144

Taehyung sonrió ampliamente.

—A mí me encanta el tuyo.70

—Lucen igual.2

—El tuyo es un poco más grande. —Jungkook río.92

—Gracias. —Movió sus dedos más arriba de los muslos de Jungkook,


poniéndolos en la cadera—. ¿Qué quieres hacer?20
Taehyung estaba mirando fijamente el miembro de su hermano.

—Quiero que hagas que el dolor desaparezca.17

—¿Puedo hacerlo con las luz prendida? —preguntó Jungkook, sonriendo.

Taehyung se retorció y cubrió su creciente erección con las manos.

—Kookie...

—Ah, bueno. —Jungkook se molestó. Rodó un poco y apagó la lámpara


haciendo que el cuarto cayera en la oscuridad. Estaba a punto de quejarse
sobre eso cuando de pronto se vio atrapado por brazos de Taehyung—. Umh.

—¿Puedes frotarlo? —La voz de Taehyung sonó ahogada, conmocionada.

Jungkook pasó sus manos por la espalda de Taehyung.

—Sip, si puedo. —Jaló a Taehyung más cerca, bajando las mantas hasta sus
pies. La primera vez que su piel desnuda y sus piernas se tocaran, ambos
gimieron.3

—Ohhh —gimió Taehyung—. ¿Qué vas a hacer?35

Jungkook hizo lo que sintió que era natural, rápidamente posicionó a


Taehyung debajo suyo. Taehyung jadeó en sorpresa pero amaba la sensación
de Jungkook presionándose contra él.2

—Vamos a tener sexo —dijo Jungkook y agachó la cabeza para besar


profundamente a Taehyung en la boca.357

—¿Sexo? —preguntó Taehyung con la voz titubeante

—Sí, sexo de televisión —respondió Jungkook—. Ya sabes... no real. —


Jungkook arremetió contra Taehyung, sus erecciones tocándose
fuertemente—. Mierda...32
—Dios mío —gimió Taehyung—. ¿Qué es sexo de televisión?

—Ya sabes, cuando tienen sexo en las películas, no es verdadero —dijo


Jungkook apartando su cuerpo lejos de Taehyung. Taehyung hizo un sonido
de queja y trató de jalarlo hacia él.6

—Kookie, más, más -dijo—. Quiero que te frotes más contra mí.1

Jungkook se movió con cuidado hacia abajo y sus cuerpos se deslizaron


juntos.

—Uhhh, Taehyung, estás... humedeciéndote.4

Taehyung dejó que un sonido ahogado saliera desde su garganta.

—Lo siento, a veces pasa eso.

Jungkook rió con suavidad.

—¿Es porque te gusto?62

—No lo sé. —Taehyung suspiró fuertemente y enderezó derechas sus rodillas


antes de poner las piernas alrededor de la cintura de Jungkook y sentir la
dureza de su hermano contra la suya—. ¿Por qué... se siente tan bien?

Jungkook se encogió de hombros y siguió embistiendo a Taehyung.

—Porque eres tú.11

—¿Yo?1

—Taehyung —dijo Jungkook, agarrando la cara de su hermano con una mano.

—Esto no puede estar bien. —Taehyung arqueó su espalda, su erección


friccionándose con energía contra Jungkook—. Esto se siente demasiado bien,
tiene que ser malo.24
—¿Por qué?

—Porque siempre que algo se siente bien... especialmente contigo... es


realmente malo —contestó con suavidad. Abrazó a Jungkook y respiró con
brusquedad—. No dejes que esto esté mal.8

—Solo no le cuentes a nadie —dijo sencillamente Jungkook, sonriendo contra


la piel de Taehyung—. Muévete un poco.

Taehyung lo hizo y ambos gimieron ruidosamente. Taehyung contuvo otro


gemido y se retorció.

—¿Y qué si mamá y Mingyu están en casa?

—No están.2

—Kookie, tócalo. No te detengas pero por favor... tócalo. Toca por todo lado,
duele.18

El estómago de Jungkook se inundó de calor. Besó a Taehyung y deslizó su


mano entre sus cuerpos.

—Espero que esto esté bien —dijo antes de atrapar con su mano toda la
erección de Taehyung, quién gimió inmediatamente y Jungkook sintió la
humedad en la punta.2

—¿Estaría... estaría mamá muy molesta? —jadeó Taehyung. Jungkook le


siguió acariciando aún moviéndose contra él.41

—No lo sé -dijo casi sin aliento.

El cuerpo desnudo de Taehyung se sentía muy bien contra su miembro. No


podía moverse contra el de Taehyung ya, pero le encantaba la sensación del
estómago y la cadera de Taehyung. La piel de Taehyung se sentía tan suave y
caliente que no podía parar de moverse. Algunas veces se había restregado
contra las mantas de noche hasta que ya no podía más, pero esto era mucho
mejor.80

Taehyung se estaba retorciendo debajo de él, sacudiendo la cabeza de un lado


hacia el otro.4

—Mamá odia cuando nos besamos —dijo Taehyung, siendo capaz apenas de
pronunciar las palabras—. Esto, uh... no le gustaría. Kookie, mm...

Jungkook ya no estaba escuchando. No le importaba si su mamá se enteraba,


no les entendía. Ella no sabía como Jungkook se sentía, como Taehyung se
sentía. Eunbi no entendía que ellos estaban enamorados. Ella no era capaz de
creerlo.

—Shh —dijo Jungkook al oído de Taehyung—. Ella nunca va a saber. —Besó


lóbulo de la oreja de Taehyung y se detuvo—. Es decir, ¿quieres que me
detenga?

Taehyung sintió pánico por un momento. Aproximó a Jungkook a su cuerpo,


poniendo sus manos en la espalda de Jungkook y apretando.1

—Kookie, no. No. Tampoco me importa. Te amo. No me importa. Te necesito


tanto. Yo no puedo parar, así tú lo hagas.39

Ambos se movieron uno contra el otro con rudeza.

—Taehyung, eres tan estúpido —suspiró Jungkook—. Por supuesto que no


puedo parar.1

—Estoy todo mojado —contestó Taehyung con una sonrisa formada en los
labios—. Haces que me humedezca... y creo que yo te provoco lo mismo.10

—Voy a explotar —dijo Jungkook. Lamió los labios de Taehyung, y éste sollozó,
poniéndose rígido y eyaculando en el estómago de Jungkook. Jungkook se
quedó mirando a su hermano fijamente con los ojos muy abiertos, retirando
su cuerpo—. Mierda, mierda. ¿Estás bien?24

—Lo hice en ti, perdón —susurró Taehyung, su cuerpo sin fuerza. Él estaba
temblando debajo de su hermano—. Sigue...

—¿Estás seguro?

—Quiero que tú lo hagas en mí... ¿puedes?19

Jungkook deslizo su mano por la humedad que había entre sus cuerpos y
empujó contra su hermano.

—Sí, uhh, pronto —gruñó poniendo su cara en el cuello de Taehyung.7

—Se siente tan caliente —dijo Taehyung, suavemente y acariciando la espalda


de Jungkook con sus manos—. El sexo de películas es muy agradable.6

—Mm —murmuró Jungkook. Sintió la mano de Taehyung atrapar su erección y


gimió, casi mordiendo el cuello de Taehyung. Taehyung oprimió su miembro
con demasiada fuerza, casi haciéndole doler—. Ow.

—Lo siento —dijo Taehyung, tranquilizándose y pasando su mano por el


miembro de Jungkook. Apretó la punta húmeda y Jungkook jadeó
ruidosamente—. Dios mío51

Sintió a Jungkook friccionarse contra él y entonces, un estallido de humedad


entre ellos. Jungkook y Taehyung se miraron, mudos. Todo lo que Jungkook
sabía era besar a Taehyung, y lo besó tan bien como sabía. Lamió los labios de
su hermano, adentrándose a su boca y acariciando el revés de los dientes, así
como a Taehyung le gustaba. Cuando se separó, ambos estaban jadeando aún
más.
—Jungkook, te amo —dijo Taehyung, arrastrando sus dedos por el desastre
entre sus cuerpos—. Me hace sentir tan... gracioso.48

—Excitado —corrigió Jungkook haciendo que Taehyung riera.

—Sip, excitado. ¿Podemos volver a hacerlo?26

Jungkook miró el estómago húmedo de Taehyung.

—¿Ahora?

Taehyung se ruborizó y soltó una risita tonta.

—Bueno... quiero decir, tú sabes, en otra ocasión. Pero...

Jungkook empujó hacia abajo, sintiendo la erección crecer en su estómago


otra vez.

—Estás haciendo que se me ponga duro de nuevo, Taehyung.49

Los ojos de Taehyung se abrieron de sobremanera y arqueó su espalda,


frotándose contra Jungkook como un gato sigiloso.

—¿Esto te lo pone duro? —Tocó la punta del endurecido miembro y Jungkook


jadeó.

—Ése es un buen lugar.

—Está tan húmedo -salió como un suspiró contra los labios de su hermano—.
¿Jungkook, aún me amas?

Jungkook besó a Taehyung.

—Te amo más.

—¿Cómo?
—Cuando me tocas —dijo Jungkook, sin entender realmente cómo se sentía.
Hacer todo eso con Taehyung había logrado que el dolor de ingle
desapareciera, pero que el dolor de su corazón empeorara. Sabía que eso
significaba que amaba a Taehyung, pero no sabía por qué también dolía.7

—Jungkook —llamó Taehyung, sacando a Jungkook de sus pensamientos.

—¿Hmm?

Taehyung levantó la cadera poniendo su erección contra el estómago de


Jungkook.

—A mí también.

Jungkook sonrió. Mientras tuviera a Taehyung no importaba el dolor y la


angustia.40

じゃあまたね♡...
4
♡7♡
...♡ようこそ
28

Una semana después Taehyung estaba en el piso, echado boca abajo en la


sala, con su tarea de Ingles. Estaba atrasado en a clase desde que habían
comenzando a ausentarse. Habían estado practicando en canto y baile para
en un futuro hacer audiciones en una empresa y unirse a un grupo, así que
Taehyung y Jungkook habían pasado mucho tiempo en la ciudad con otros
chicos, Yoongi y Jimin. Esa tarde en particular los cuatro estaban en su casa
teniendo una reunión para hablar de su progreso.35

—Creo que deberíamos cambiar la coreografía —dijo, Jimin comiendo un


puñado de papas que Eunbi había puesto para los chicos.

—Estoy de acuerdo —intervino Jungkook. Se sentó en el piso, al lado de


Taehyung y abrió una bebida. Taehyung sonrió a su hermano y agarró la lata—
. Taehyung, no.

Taehyung suspiró, dejando de lado su tarea.

—Dios, hice tu tarea de Ingles, siquiera podrías darme algo por eso.

—Te daré algo francés —dijo Jungkook con sigilo.102

Taehyung se removió un poco y agachó la cabeza.

—¿Entonces qué si no es esa coreografía? —dijo Yoongi—. Siempre he sido


malo para el baile.23

—¿Qué opinan si... Yoongi hace la coreografía —bromeo Jimin. Todos le


miraron fijamente haciendo que se encogiera de hombros—. No veo que
alguien más esté proponiendo algo.
—Yo hago las coreografías no quiero pensar en hacer otra —habló Taehyung.

—Igualmente lo harás —le dijo Jungkook, sonriéndole abiertamente.


Taehyung le sacó la lengua y se puso encima del regazo de su hermano.

—Dame tu bebida —pidió Taehyung en una queja. Jungkook rió, tratando de


alejar a Taehyung—. No tengo gérmenes.

—Luces como si los tuvieras —se burló Yoongi, riendo. Taehyung puso un
puchero y Jungkook acarició el lacio cabello de la frente de Taehyung.

—Me saca de quicio —dijo Jungkook. Taehyung suspiró y se salió de su sitio.2

—Bueeeeeno. —Taehyung se sentó aparte, mordiendo su labio—. ¿Y qué tal...


Jungkook?

—¿Para qué? —preguntó Yoongi—. ¿Para hacer la coreografía?

Taehyung sonrió.

—Sí, prácticamente todo lo hago yo, que alguien mas haga algo.2

Yoongi le dio la espalda a Taehyung.

—Pendejo.1

—Lenguaje, chicos —dijo Eunbi, entrando a la habitación con sonrisa divertida


en su cara—. Yoongi, tu madre ya vino por Jimin y por ti.16

—¿Se tienen que ir? —protestó Jungkook—. No hemos quedado en nada...


Pueden pasar la noche aquí.1

—Mañana hay clases —intervino Eunbi con severidad.4

—Ma-má -protestaron Taehyung y Jungkook al unísono.1


—Gracias señora Kim. —dijo Yoongi a Eunbi mientras Jimin y él se levantaban
y comenzaban a caminar hacia la puerta.

—Buenas noches, niños —dijo Jimin a los gemelos.

—Jódete —dijo Jungkook con naturalidad.55

—¡Jungkook! —regañó Eunbi, tornando los ojos—. Saluda a tu madre por mí —


le dijo a Yoongi. Todos se despidieron y Eunbi se dirigió a la cocina dejando los
gemelos solos.

—Eso apesta —dijo Taehyung cerrando su libro de Ingles—. Realmente no


acordamos nada.

Jungkook se encogió de hombros antes de echarse boca arriba mirando el


techo.

—Nunca lo hacemos.

—Quizá en la próxima práctica lo hagamos.

Jungkook acarició la cara de Taehyung y sonrió.

—Me alegra que ahora solo estemos nosotros —susurró. Taehyung asintió
apoyándose en sus codos.11

—Jin quería venir esta noche. Tal vez deba llamarlo y cancelar.

—Mañana hay clases —dijo Jungkook en tono fingido tornando los ojos como
lo hizo su madre—. Sí, lo vamos a ver pronto.

—Mañana en la escuela.

—Escuela —repitió Jungkook haciendo una mueca y un leve puchero—. Ya


terminé con la escuela.

—La escuela terminó contigo —sonrió Taehyung—, y conmigo.


—Ya estamos demasiado grandes para asistir —dijo Jungkook poniendo sus
manos detrás de su cabeza—. Ya superamos ese lugar.44

—Si lo hicimos.

—Y yo te superé a ti —Taehyung giró la cabeza y tornó los ojos—. Nuh uh.


Ponte derecho.4

Jungkook se levantó y jaló de Taehyung para que hiciera lo mismo—. Párate a


mi lado. Estoy más alto que tu, lo sé.

—Esto es tonto —gruñó Taehyung. Jungkook estaba algo más alto que él y no
quería admitirlo.

—Cambia esa cara ¿No puedes estar feliz?

—No —contestó rápidamente Taehyung—. Porque... mira. —Apuntó hacia


abajo, a su entrepierna, donde había un bulto formándose.23

—¿Cuánto tiempo has...? —preguntó Jungkook arrastrando las palabras y


observando con atención. Se sintió endurecer instantáneamente—. Oh Dios.

Taehyung agarró la mano de Jungkook y apretó.

—Desearía que fuera más tarde —dijo con los ojos brillantes. Jungkook
asintió, su boca abierta.

—¿Sí?

—Quiero lamerlo —susurró Taehyung. Ambos estómagos se revolvieron de


excitación—. ¿Tú quieres que te lo lama?166

—¿Lo harías? —Jungkook nunca había pensado en la boca de Taehyung ahí,


sin embargo, ahora parecía la mejor idea existente.

—Sí.1
—Mierda.

Taehyung alzó las cejas y avanzó hacia Jungkook.

En la cocina, Eunbi estaba hablando por teléfono con Mingyu mientras


limpiaba la mesa.59

—Sí —dijo poniendo el auricular entre su hombro y su oreja—. A pesar de eso


vas a llegar pronto a casa, ¿no?... Está bien. Voy a hacer algo ligero a los chicos
ahora, y luego ambos podemos encontrar algo para comer más tarde...
Bueno... Te amo, adiós.

Colgó el teléfono y dejó de lado el trapo que tenía en las manos. Tenía que
preguntarles a sus hijos que querían.21

Quizá no les importaría algo de lasaña. Con eso en mente fue a la sala,
esperando que sus hijos no se opusieran. Se sentía exhausta.97

—Chicos...

Sintió que el viento golpeaba con fuerza en el momento que entró a la


estancia. Jungkook tenía a Taehyung contra la pared cerca de la televisión,
sus manos sosteniéndole con firmeza. Sus labios estaban juntos, y no en la
manera suave y casta en la que les había visto besarse antes. Jungkook estaba
presionando los labios de Taehyung ansiosamente, abriéndole la boca con
profundas y hambrientas lamidas; y Taehyung no estaba luchando para
quitarse a su hermano de encima, sino que tenía los ojos cerrados y hacía
sonidos suaves, satisfechos con cada beso húmedo.247

Eunbi se sintió enferma. Salió de la sala lo más rápido que pudo, dejándose
caer pesadamente contra la mesa. ¿Qué era lo que acababa de ver?42

—Dios mío —susurró para sí misma—. ¿Cuándo pasó esto?


En la sala, Taehyung apartó a Jungkook, sonriendo y sin aire.

—Kookie —murmuró—. Eso estuvo mal.8

—¿Fue malo? —preguntó Jungkook, sintiéndose insultado.

—No, quiero decir... No deberíamos hacer estas cosas aquí abajo —contestó
Taehyung riéndose—. Y casi te como, estoy hambriento.16

Jungkook sonrió y mordió juguetonamente un poco a Taehyung en el hombro.


Taehyung se retorció y se inclinó hacia delante, sonriendo.

—Te tengo —dijo Jungkook con timidez. Taehyung le dio un codazo.

—Voy a ver qué hay para cenar.32

—Yo tengo que... ir al baño —murmuró Jungkook.

—Perdedor —dijo Taehyung, mirando con un gesto su propia erección—.


Mierda. —Se dirigió a la cocina y vio a su madre sentada en la mesa luciendo
completamente miserable—. ¿Mamá? —Ella levantó la mirada, sorprendida de
encontrar ahí a su hijo menor.

—Taehyung...

Taehyung mordió su labio. Algo estaba mal.

—¿Estoy en problemas? Voy a llamar a Jin para decirle que no venga, no te


preocupes.

—Siéntate.58

—Bueno —respondió Taehyung nerviosamente. Se sentó en la mesa justo al


frente de su madre—. ¿Cuál es el problema?

Eunbi suspiró, estrujando sus manos con preocupación. Miró a Taehyung, su


cara estaba sonrojada y sus labios un poco hinchados y mojados.
—¿Taehyung has estado mucho a solas con Jungkook? ¿Es agradable contigo,
te trata bien?

Taehyung asintió lentamente.

—Claro que sí. ¿Por qué no lo haría?

—Taehyung.

—Estamos bien.

—Taehyung, dime la verdad —dijo Eunbi con firmeza—. ¿Jungkook te hace...


cosas? ¿Te toca en lugares que tú no quieres?133

—¿Qué? —El estómago de Taehyung se retorció—. ¿Por qué dices...? ¿Qué?

-Cálmate, cariño —dijo Eunbi con cansancio—. Solo necesito saber que está
sucediendo.7

—Nada sucede —respondió rápidamente—. Nada.

Eunbi suspiró. Taehyung lucía como si estuviera a punto de llorar. Puso una
mano en su hombro pero él se apartó.

—Está bien, Taehyung —dijo—. Voy a calentar algo de lasaña para la cena, ¿de
acuerdo?1

Taehyung asintió inexpresivo y se levantó.

—Voy a hacer algo de tarea —dijo y sin esperar alguna respuesta de su madre
salió de la cocina con la cabeza baja.

じゃあまたね♡...
♡8♡
...♡ ようこそ22

—Jungkook tocó la puerta de Taehyung, sintiéndose tonto pero haciéndolo de


igual forma. Taehyung había estado extrañamente callado durante toda la
noche, ni siquiera había mirado a Jungkook durante la cena. Y su madre había
estado igual. Ella había desaparecido durante la cena y actuado raro con
Mingyu, cuando éste había llegado a la casa.

Necesitaba saber que estaba pasando.

—¿Qué? —contestó Taehyung su voz amortiguada por la puerta cerrada.


Jungkook empujó la puerta ligeramente y vio a Taehyung en posición fetal en
su cama.

—¿Tae, estás bien? —Su hermano no respondió y Jungkook se acercó—. ¿Estás


molesto conmigo?

—No —respondió—. Es solo que...

La cabeza de Eunbi apareció por la puerta, una extraña mirada en sus ojos.

-¿Jungkook, estás listo para dormir?

Taehyung se apartó, lejos de Jungkook y de su madre.

—Umh, sí, supongo.

—Necesito hablar contigo a solas un momento —dijo su madre. Jungkook


frunció el ceño. ¿Qué había hecho de malo ahora?2

—Está bien —dijo siguiendo a su madre fuera de la habitación—. Buenas


noches, Taehyung. —Una vez en su habitación, Eunbi cerró la puerta y se
sentó en la cama. Jungkook se puso a su lado con torpeza—. ¿Mamá?
—Jungkook. —Ella estaba moviendo nerviosamente sus manos juntas sin
mirar a su hijo—. Te vi besando a Taehyung hoy día.

Jungkook se sintió como si le hubieran abofeteado y miró fijamente el suelo.

—¿Y?88

—¿Y? —Eunbi sonaba molesta ahora—. Se supone que no deben de hacer eso.
Tú lo sabes. —Jungkook gruñó en respuesta—. ¿Qué más han estado
haciendo? Necesito saberlo.28

—Um.

—¿Estás obligándole a hacer eso? —Eunbi lo agarró fuertemente, casi


sacudiéndole—. ¿Jungkook?41

—Claro que no —respondió Jungkook con lágrimas formándose en sus ojos—.


¿De qué estás hablando?

—¿Por qué Jungkook?

—Fue algo estúpido —dijo Jungkook, tratando de apartar la emoción de su


voz—. Fue por un estúpido reto.48

Eunbi sacudió la cabeza.

—¿Un reto? Jungkook, dime la verdad.

—¡Ésa es! Fue un estúpido reto que Namjoon me hizo —mintió Jungkook—. Me
retó a besarme con alguien, y... uh, estaba demasiado avergonzado así que le
pregunté a Taehyung. Sabía que era estúpido. Lo siento.18

—¿Me estás diciendo que esto es todo? —Eunbi no lucía convencida—.


¿Ustedes nunca duermen juntos ni nada? ¿Eso es todo?
—Sí, solo esta vez —dijo—. Yo no... nosotros, no... —Jungkook se limpió las
lágrimas de los ojos—. Créeme, por favor.47

El ceño de Eunbi se suavizó y jaló a Jungkook hacia ella.

—Jungkook, estoy tan preocupada por ustedes dos.

—No lo estés, estamos bien —respondió Jungkook—. Nunca más voy a


hacerlo.40

—Porque sabes que está mal, ¿verdad?8

El corazón de Jungkook se rompió.4

—Sí, lo sé. Nunca más voy a...

—Está muy mal que lo hagan —interrumpió Eunbi—. Él es tu hermano.7

—Lo sé, lo sé —dijo Jungkook comenzando a sollozar.

—No estés apenado —aconsejó Eunbi abrazando a su hijo—. No estoy molesta


contigo, lo sabes.

—No.

Eunbi estaba perdida. Simplemente abrazó a Jungkook más fuerte.


Habitualmente Jungkook no le dejaba ser cariñosa con él.

—Todo va a estar bien. Tú sabes que amo que sean tan cercanos, pero
necesitan saber que tipo de amor es el correcto para ustedes.

—No es nada —dijo Jungkook—. Nunca más va a volver a pasar, mamá. Te lo


prometo.

—¿Puedes prometerlo?

—Sí —dijo Jungkook muy bajo—. Sí puedo.


—Te amo —murmuró Eunbi besando a su hijo en la frente—. Solo te estoy
cuidando.91

—Lo sé.

Eunbi esperó para ver si a Jungkook le retornaba el sentimiento, pero su hijo


solo se quedó mirando fijamente el piso, sin expresión. Suspiró, levantándose
y saliendo de la habitación. Dio un vistazo a la puerta de Taehyung, estaba
firmemente cerrada. Bajó las escaleras, tratando de no pensar en los gemelos,
pero sabía que no iba a ser capaz, así como también sabía que nunca le podría
decir a Mingyu.

Nadie podía saber.12

Un par de horas más tarde, Taehyung se atrevió a escabullirse. Había estado


sentado en la oscuridad en su cuarto, esperando ansiosamente el tiempo
necesario para ver a Jungkook. Tenía que verlo. Se desplazó a paso ligero.

—Kookie —susurró cuando llegó a la puerta de su hermano. Recordó cuando


también solía ser su puerta, la empujó y asomó la cabeza—. ¿Kookie?

Jungkook estaba acurrucado en su cama, lejos de Taehyung.

—Qué.19

Taehyung hizo un gesto, casi nunca Jungkook sonaba tan lejano. Se aproximó
a la cama y gateó, poniéndose a lado de su hermano. Jungkook se tensó, y
Taehyung tocó su hombro con cuidado

—Jungkook. —Su hermano se contrajo más—. Kookie —llamó Taehyung—.


¿Qué te dijo mamá? ¿También te preguntó?

Jungkook se giró y miró a Taehyung.

—Ella no quiere que estemos juntos. No sé qué hacer.13


Los ojos de Taehyung se acostumbraron a la oscuridad y vio las mejillas de
Jungkook atravesadas con lágrimas, y los ojos llorosos.

—¿Qué más? —susurró Taehyung.

—Creo que sabe —dijo Jungkook con voz miserable—. Dijo que estaba mal.

Taehyung estuvo callado unos momentos, su mano descansando en el


hombro de Jungkook.

—¿Lo es?

Jungkook se puso boca arriba y se quedó mirando el techo.

—Debe serlo. ¿Alguna vez has pensando en eso?4

Taehyung aspiró profundamente.

—¿Porque eres mi hermano?4

—Sí —respondió Jungkook—. Mamá no entiende, nadie lo hará.

Jungkook sintió que sabía hacia dónde se estaba dirigiendo la conversación.

—Kookie, ¿quieres que nos... detengamos?

Jungkook se incorporó y cogió con fuerza a Taehyung de los hombros,


apresándolo contra su pecho.

—¿De qué estás hablando? No, Dios. Taehyung no quiero que nos
detengamos.27

Taehyung suspiró enormemente aliviado y devolvió el abrazo de Jungkook.

—¿Qué hacemos?

—Ser cuidadosos —dijo Jungkook—. Nadie debe siquiera saber que queremos
estar juntos59
—¿Pero cómo? —Taehyung estaba comenzando a sollozar, apretando
fuertemente a su hermano.

—No lo sé, no lo sé —contestó Jungkook—. No puedo estar sin ti. —Jungkook


besó el cuello de Taehyung, forzándolo a echarse de espaldas—. Necesito
esto.

—Está muy mal —dijo Taehyung devolviendo los besos de Jungkook y


empujando contra Jungkook—. Dios, no me importa.

—Todo va a estar bien —murmuró Jungkook—. Sabes que sí.

Taehyuhg asintió y sus labios se encontraron. Jungkook estaba encima de


Taehyung moviéndose contra él, limpiando algunas lágrimas que estaba
resbalando por las mejillas de su hermano. Taehyung suspiró contra la piel de
Jungkook, y lo abrazó tan fuerte, desesperadamente que ambos se unieron.

—No me dejes —dijo Taehyung casi balbuceando y sollozando—. No me dejes,


¿está bien?

—Por Dios, claro que no, Taehyung. Incluso si... mierda, no sé, incluso si mamá
nos encuentra ahora mismo, pelearía por ti.59

Taehyung sonrió a pesar de todo y asintió.

—Sí... está bien.2

Se besaron y se movieron, con las manos unidas. Ambos sentían sus


corazones pesados y rotos, y el dolor había vuelto a sus estómagos.1

—No le podemos contar a mamá —dijo Jungkook, justo en el oído de


Taehyung mientras se deshacían de sus camisetas.

—No —gimió Taehyung suavemente. Jungkook bajó sus pantalones por sus
muslos y los lanzó hacia la cama. Taehyung jadeó y deslizó sus dedos por la
cadera de Jungkook, jalándole también el pantalón. Su piel se tocó y ambos
sonrieron contra los labios del otro.

—Ella no va a saber, vamos a ser cuidadosos —dijo Jungkook—. Te amo pero


no se lo cuentes a mamá.

—Te amo —suspiró Taehyung, sus cuerpos desnudos friccionándose—. Oh,


Kookie...

Jungkook le sonrió mientras se movían en la oscuridad toda la vergüenza y


culpa olvidadas.6

Taehyung se despertó la mañana siguiente a lado de su hermano. Aún estaban


desnudos, y Taehyung sentía pánico creciente en su estómago. Apenas eran
las siete de la mañana, pero sabía que debía ponerse su ropa y regresar a su
habitación.

—Kook —susurró, moviendo a su hermano—. Kookie...

Jungkook se alejó y gruñó, entreabriendo un ojo.

—Todavía estás aquí —dijo Jungkook, su voz sonando gruesa por el


adormecimiento.

—Me tengo que ir.

—Lo sé.

—Pero quiero esperar a que te despiertes —contestó Taehyung—, para


asegurarme de que... aún piensas lo mismo que anoche.

Jungkook bostezó, sobándose los ojos.

—¿Qué quieres decir?

—¿Aún quieres estar conmigo?2


Jungkook atrapó a Taehyung con un brazo.

—Por supuesto... Sí. —Jaló a Taehyung hacia él y puso su cabeza en su cuello—


. Pero tenemos que tener cuidado. No deberías estar aquí.

—Pero lo estoy —dijo Taehyung con una pequeña sonrisa. Jungkook besó su
cuello.

—Tengo una idea —comentó—. Pero es algo tonta, así que no puedes
molestarte.

—¿Qué es?

—Este... bueno...

—Solo dime.

—Necesitamos novias —dijo Jungkook rápidamente. Taehyung dejó caer su


cabeza y Jungkook suspiró—. No podías molestarte.88

—¿Quieres una novia? —preguntó Taehyung. Jungkook acarició el cabello de


su hermano, apartándolo de su cara.

—No. Entiendes por qué lo dije, ¿no?

Taehyung arrugó su entrecejo.

—No, no lo sé.

—Si tenemos novias mamá pensará que nos gustan ellas y no... tú sabes, que
nos gustamos los dos —dijo Jungkook, sonrojándose.23

—Te gusto —intentó molestar Taehyung. Jungkook tornó los ojos.

—¿Qué opinas?

Taehyung se sentó y alcanzó su pantalón, comenzando a ponérselo.


—¿Quieres que bese a una chica? —preguntó con la voz en un hilo.

El pensamiento de alguien más besando a Taehyung hizo que el estómago de


Jungkook se sintiera pesado.

—No lo sé... No, no, de ningún modo.

—Yo tampoco quiero que beses a chicas —dijo Taehyung—. Solo...

Jungkook se acercó a Taehyung y le picó con un dedo.

—No tenemos que besar a nadie, ¿está bien? Tal vez únicamente... ¿salir en
una cita?

—¿Nada de besos? —preguntó Taehyung esperanzado.

—Nada de besos.6

Taehyung sonrió y besó a Jungkook en la nariz.

—Supongo que funcionará.

—Oye, nada de besos —dijo Jungkook en forma de juego.

—Cállate —dijo Taehyung y besó a Jungkook con fuerza en la boca—. Ahora


bésame tú.

Jungkook sonrió y lo hizo.2

じゃあまたね ♡...
82
♡9♡
... ♡ ようこそ
9

♡ Catorce años ♡137

Jungkook estaba mirando fijamente sus manos mientras la mesera parada a


lado de la mesa esperaba la orden. El hombre que estaba al frente suyo se
aclaró la garganta y Jungkook gruñó.

—Jungkook —dijo el hombre impaciente.6

—No tengo hambre —contestó mirando a la mesera—. Nada para mí.

—Jungkook —dijo el hombre de nuevo. Volvió la vista a la chica y suspiró—.


Para él una hamburguesa con queso y papas fritas.7

La mesera asintió y escribió la orden.

—¿Eso es todo?

—Sí —replicó Jungkook hurañamente, mirando la mesa de nuevo.

—Gracias —dijo el hombre y la mesera se alejó—. Jungkook...

—¿Qué, papá? —murmuró. Las luces fluorescentes del pequeño restaurante


hacían un zumbido aburrido y su boca se sentía seca como papel—.
Realmente no tengo hambre.

—Trata de pasarla bien —dijo su padre, inclinándose—. No te veo a menudo.21

—Lo sé.
Un silencio incómodo se situó entre ambos. Jungkook no tenía nada que
decirle a Wonwoo.

—Luces bien —dijo Wonwoo finalmente. Jungkook asintió mientras rompía


una servilleta—. Bueno, excepto el cabello.

—¿Qué hay de malo? —murmuró Jungkook. Sabía lo que estaba viniendo;


cada maldita vez su padre decía algo malo sobre su cabello. Había crecido un
poco, y Wonwoo simplemente no podía aceptarlo.

—Tu madre debería cortártelo —dijo Wonwoo—. Pero luces bien. Estás
creciendo.44

—Um. Gracias. —A él le valía una mierda lo que su padre pensara. Los gemelos
lo habían comenzado a ver unos meses antes, y eso nada más por obligación
de Eunbi. No habían estado con su padre por años, no desde el divorcio.

—¿Cómo está Taehyung? Ya no está usando maquillaje, ¿no? ¿Por qué su


madre le permite eso?30

Jungkook suspiró.

—A ella no le importa. A mí no me importa. Taehyung solo es Taehyung.41

—Espero que eso no vaya a desanimar a esos productores —dijo Wonwoo con
desaprobación.

—Ellos no le dicen que deje de maquillarse.

Wonwoo hizo una mueca.

—Hace pensar de determinado modo. ¿Qué crees que opina la gente?17

—Taehyung está bien —dijo Jungkook exasperado.

—Qué mal que no haya podido venir esta noche.


—Una jodida lástima.17

—Jungkook —dijo Wonwoo con severidad. La camarera apareció con sus


bebidas y Jungkook comenzó a sorber su Coca-Cola—. ¿Taehyung va a estar
bien? También estaba enfermo la última vez que fui a recogerlos.1

Jungkook quiso reír. Su hermano no estaba enfermo, solo era bueno


pretendiendo estarlo cuando quería evadirse de algo; y Taehyung no quería
ver a su padre, la noche anterior se había deshecho en lágrimas ante el
pensamiento. Jungkook lo recordó y sus puños se apretaron. Odió a su papá.

—Espero que tu madre no lo esté mimando, lo va a convertir en un chico


enfermizo —dijo Wonwoo. Eso hizo que la sangre de Jungkook hiciera
ebullición, quería golpear a su papá en la cara—. Y... —Wonwoo tosió— ¿Tu
madre está bien?4

—Sí, Mingyu es genial. —Miró a su padre con furia un segundo y luego volvió la
vista hacia abajo.5

—¿Y la escuela? —preguntó Wonwoo—. Espero que todo esto de la música no


esté interfiriendo.16

Jungkook frunció el ceño.

—No, nada eso.

—Tú y tu hermano se mantienen bien, ¿cierto?4

—¿Qué te importa? —murmuró Jungkook.18

—Jungkook —dijo Wonwoo con dureza—. Soy tu padre y me importa.50

El mayor de los gemelos no le creía, pero no quería pelear. Bueno, en sí, sí


quería hacerlo.6
—Si te importara, nos verías más seguido. —Jungkook no quería ver a su padre
pero sabía que no conseguiría nada diciendo eso.

—Estoy muy ocupado con el trabajo —dijo Wonwoo.3

—Sí, está bien. —La mesera apareció, esta vez con su comida. Jungkook
apartó su hamburguesa.

—Estás muy delgado, necesitas comer —inquirió Wonwoo antes de darle gran
mordida de su sándwich, mirando a su hijo molesto como un animal.

Jungkook tomó una papa francesa y miró su plato. Solo una hora o un poco
más y podría ir a casa, a casa donde estaba Taehyung. Sonrió un poco.4

—Tu madre me dijo que estás saliendo con una chica bonita.

Jungkook gruñó.

—¿Por qué te dijo eso?

—Me gusta saber esa clase de cosas.

—Sí, lo estoy haciendo —dijo Jungkook sin expresión—. Ella es linda.

—¿Nombre?

—Rosé.136

Wonwoo asintió.

—¿Cuánto tiempo estás saliendo con ella?

—Cerca de un mes. —Jungkook agarró un par de papas para comerlas y luego


tomó un largo trago de su gaseosa—. Es bonita —dijo con la boca llena.
Wonwoo sonrió.6
—¿Y Taehyung? Tu madre mencionó algo de que también estaba con una
chica, pero honestamente, no puedo creerle.37

—¿Por qué?

—Porque tu hermano... no es como tú —aclaró Wonwoo, comiendo el último


pedazo de su hamburguesa. Se limpió la boca con una servilleta—. No es...
bueno, tú sabes. —Rió con discreción.104

—No. —Jungkook le dio a su padre una mirada significativa—. ¿Ya estamos


listos para irnos?

—Apenas has tocado tu comida —dijo él luciendo un poco decepcionado—.


¿No quieres postre? Puedes pedir lo que quieras.

—No.

—Bueno, yo sí quiero. —Wonwoo bajó su servilleta—. Si no te importa.8

Jungkook se encogió de hombros, pateando con fuerza la silla.

—Quizá sepas —dijo Wonwoo, dándole una mirada de advertencia a su hijo—


que al menos podrías intentar pasarla bien, o siquiera pretender que te
diviertes, por mí.25

Jungkook no pudo detenerse: —Y tú podrías fingir ser un buen padre.59

Los ojos de Wonwoo ardieron en furia y Jungkook tuvo la impresión de que iba
a levantarse y darle una bofetada; sin embargo, su padre sacó su billetera y
puso unos billetes en la mesa.

—Voy al baño, ve a la camioneta. —se levantó y dejó solo a Jungkook.

Jungkook sintió algo parecido a la satisfacción. Si su padre había pensando


que podía salir y entrar de sus vidas cuando quisiera, estaba equivocado. Él lo
odiaba, odiaba la forma en la que hablaba con Taehyung, la forma en la que
hablaba de Taehyung; había dejado en claro que pensaba que su gemelo era
raro y que su favorito era él.20

Y odiaba la forma en la que hablaba a su madre, tan fría y


condescendientemente.

Se levantó, todavía tenso por la conversación con su padre y salió del


restaurante. Pateó una llanta de la vieja camioneta.2

—Imbécil —murmuró antes de entrar al auto.

Unos minutos después Wonwoo entró al vehículo, prendiendo la radio y


poniendo el volumen en alto para no tener que hablar con su hijo.
Normalmente hubiera sido preferible, pero Jungkook tenía algo en la cabeza y
quería expresársela a su padre, así que bajó un poco el volumen mientras
entraban a la pista.

—Taehyung se ha perforado la lengua—dijo Jungkook con voz normal, y vio


como su padre apretaba las manos en el timón.86

—¿Qué?

—Sip, se ve realmente bien, incluso mejor que el de la ceja.59

—¿En serio? —Jungkook asintió.

—Mamá piensa lo mismo.

—¿Tu madre?

—Sí. Supongo que no viste a Taehyung por la televisión.

—Eso fue humillante —respondió en un susurro que el chico fue capaz de


escuchar.29
—¿Ah sí? —Jungkook se tensó en su asiento— ¿Humillante para quién? ¿Para
ti? ¿Para Taehyung?

Wonwoo miró molesto a su hijo por un segundo.

—No podía creerlo, ¿y ahora un piercing en la lengua?.

—Él va a ser una estrella.

—Sí, claro, va a serlo. —Wonwoo lanzó una carcajada amarga. Jungkook miró
fijamente la carretera.

—Yep.

—Tu hermano —dijo, moviendo un poco la cabeza—, no ha cambiado nada. El


maquillaje...el cabello, la ropa, ... Nunca pensé que iba a tener un puto
maricon por hijo.220

Jungkook sintió el enojo correr por sus venas y vio con ojos furiosos a su
padre.

—Retráctate.15

—Cálmate, Jungkook .

—Taehyung no está enfermo —contestó—. Solo que no quería verte... de


nuevo. —Wonwoo no respondió, sino que subió el volumen de la radio y se
concentró en la carretera. Jungkook quería seguir molestándolo, estaba tan
jodidamente furioso—. ¿Y qué si Taehyung es gay? —cuestionó alzando su voz
sobre la música—. Eso no está mal.

Su progenitor ni siquiera le miró.

—Tu hermano no es gay, es solo una etapa.121


Jungkook no sabía si Taehyung era gay, o no, y realmente no le importaba.
Claro que juntos habían hecho cosas que podrían considerarse homosexuales,
pero él no pensaba así de Taehyung o de sí mismo. Sin embargo, estaba
molesto porque su padre pensaba que había algo malo en eso.

—Lo llamaste maricon.

—No me hables así -gruñó Wonwoo—. No me tienes respeto.44

—Y tú eres una mierda —dijo Jungkook—. No te atrevas a hablar de Taehyung


así nunca más.

Wonwoo apretó los dientes; Jungkook jamás lo había visto tan molesto. La
camioneta llegó cerca de la casa, pero en vez de seguir manejando, se
estacionó en un parque.

—Voy a hablar con tu madre cuando lleguemos y tú no vas a usar ese lenguaje
—ladró el mayor—. ¿Entiendes?19

—No —contraatacó Jungkook—. Estoy harto de escucharte, es jodidamente


exasperante. Lo único que haces es criticar, criticarme a mí, a Taehyung, a
mamá. ¡No eres bienvenido!

—¡Soy tu padre! —gritó Wonwoo.17

—Entonces, ¿cuándo has estado ahí para nosotros? —gritó de vuelta Jungkook
— No vuelvas a decir que Taehyung es un marica, ni siquiera te atrevas a
hablar con él. ¡No quiere ni verte!12

La cara de Wonwoo se puso roja y levantó su mano, como si intentara golpear


al mayor de los gemelos. Jungkook se encogió hacia atrás haciendo una
mueca de dolor ante lo que nunca pasó, y de inmediato, Wonwoo, pálido,
detuvo su mano.
Jungkook abrió la puerta y salió del carro.

—¡Déjanos en paz! —gritó y dio un portazo antes de correr. Estaba temblando,


sudando y casi llorando. Nunca había estado tan molesto.4

Cuando llegó dentro de la casa, se detuvo en el vestíbulo para dar un par de


profundas aspiraciones. Se dio una mirada en el espejo que su madre había
colgado hacía unos años atrás y frotó sus mejillas un poco que estaban rojas.
Sus ojos estaban brillosos, pero... no podía llorar por su padre, había estado
cerca de hacerlo muchas veces, sin embargo, no lo había hecho porque
Taehyung sí...

En el momento en que se recompuso, se quitó el abrigo y lo dejó en el piso. Su


madre lo mataría pero realmente no le importaba.

—Ya estoy en casa —dijo para sí mismo. No estaba seguro de querer llamar la
atención aún.

—¿Kookie? —La cabeza de Taehyung apareció desde la sala; apenas vio a su


hermano frunció el ceño— ¿Qué está mal? ¿Qué pasó?

—Vamos a arriba —dijo Jungkook caminando hacia su habitación. Taehyung le


pisaba los talones—. ¿Mamá está en casa?

—Sí —respondió Taehyung—, pero está en su estudio.

—Bueno.

Taehyung agarró la mano de su hermano y ambos desaparecieron camino al


cuarto de Jungkook. Cuando llegaron Taehyung cerró la puerta y su hermano
golpeó la cama tan fuerte como pudo.

—¿Qué pasó? —preguntó echándose en la cama.


—Papá... Tú sabes, papá es papá. Un imbécil. —Jungkook dejó salir un suspiro
profundo—. No puedo verlo nunca más.1

—Lamento no haber ido.

—No. —Tomó la cara de Taehyung en sus manos y besó una de sus mejillas—.
No, no quiero que lo veas nunca más, él no merece verte.29

—¿Que?14

—¿Qué? —preguntó Taehyung ladeando su cabeza, confuso— ¿Tan mal te fue?


—Jungkook se apartó de su hermano y se encogió de hombros, contestando
con una afirmación—. Rosé te llamó —comentó de pronto, en tono aburrido—.
Le dije que lo hiciera de vuelta más tarde. —Jungkook gruñó—. No tienes que
llamarla...5

—Tal vez sí. Ella se molesta conmigo todo el tiempo —respondió el azabache,
y miró a su hermano, suspirando—. Le grité a papá, y mucho.1

Taehyung frunció el ceño.

—¿Qué dijo esta vez? —preguntó Taehyung.

Jungkook No podía contarle a su hermano lo que su padre había estado


diciendo... nunca.

—Ya sabes, las mismas cosas. Piensa que soy un buscador de problemas, y
por supuesto, tú eres su favorito. —Taehyung hizo un gesto y Jungkook se
sentó a su lado—, y estaba muy interesado en todo el asunto de la novia.39

—Odio a tu novia —dijo su gemelo de repente—. No la llames. —Jungkook


sonrió de lado.30

—Quizá lo haga. Espero que papá no venga por nosotros de nuevo, no pienso
salir con él.
—La próxima vez voy a ir —contestó Taehyung con valentía.

—No —dijo Jungkook firmemente—. No te dejaré. —El menor frunció el ceño,


de nuevo.

—No llames a Rosé, ella es una pérdida de tiempo.

—¿Y si termina conmigo? —Taehyung sonrió ampliamente—. Está bien. —


Jungkook rió dándole un codazo a su hermano. Se sentía mucho mejor—.
Pero uno de los dos tiene que tener una novia.

—Ups —susurró Taehyung tímidamente.

Jungkook lo jaló y lo abrazó con fuerza. Taehyung se puso encima de su


regazo, atrapando con sus piernas sus caderas. Sus labios se encontraron y
silenciosamente se mecieron juntos, disfrutando del beso. Cuando se
apartaron, se quedó viendo los labios de su hermano, pensando en alguien
más besándolos, y se estremeció.4

—¿Jungkook?

—¿Hm?

—Necesito decirte algo —dijo Taehyung con algo de incertidumbre en los


ojos.7

El estómago de Jungkook se retorció un poco, odiaba cuando le ocultaba


cosas porque normalmente eran la clase de cosas que le rompían el corazón,
como la vez que su hermano finalmente admitió que era golpeado por unos
matones de la escuela; Jungkook se había puesto tan furioso consigo mismo
por no enterarse antes que el día siguiente había ido directamente hacia los
chicos mayores para tratar de de pegarles. Al final quien resultó dañado fue
él.19
—¿Qué es? —preguntó— ¿Alguien te ha herido? —Taehyung negó con la
cabeza.

—No, uh. Um. Te vas a molestar. —Jungkook alzó una ceja.1

—¿Le hiciste algo a mis Timberland?80

Taehyung escondió el rostro en el cuello de su gemelo.

—Peor. —No podía imaginar algo peor—. Besé a Jisoo. —Jungkook se quedó
en silencio. Taehyung se alejó del cuello de su hermano y le miró con los ojos
muy abiertos—. ¿Estás molesto conmigo? Lo siento, lo siento.64

—Taehyung —llamó, tratando de mantener una expresión normal—. No puedo


creer que... hayas hecho eso.1

—Lo hice —contestó el otro con voz baja.

Jungkook movió la cabeza y se inclinó hacia atrás, apoyando la cabeza en la


palma de sus manos.

—Bueno... —Taehyung mordió su labio. Jungkook sonrió—. También lo hice,


besé a Rosé.30

—Lo sé —dijo Taehyung dándole un golpe a su hermano en el hombro—. Te vi


después de la escuela, así que besé a Jisoo para, ya sabes, ponerte celoso o
algo.14

—¿Querías ponerme celoso? —Comenzó a reír y Taehyung suspiró


ruidosamente.1

—Besaste a alguien.

—Lo sé —dijo Jungkook, con suavidad—. Lo siento.

—Odio eso.
—Solo quería saber si era diferente —explicó—, diferente de... besarte a ti.

Taehyung cruzó los brazos.

—¿Y?

Jungkook se adelantó y besó a Taehyung con una fuerza que no había


empleado en un tiempo. Taehyung perdió el aliento y se puso contra su
gemelo, atrapando con sus brazos su cuello y arqueándose contra él, sus
crecientes excitaciones friccionándose juntas. Taehyung jadeó por aire y se
separó, sus labios estaban hinchados y húmedos.7

—Claro que fue diferente —dijo Jungkook tocando los labios de Taehyung—,
fue un asco a comparación de ti.6

—Estás mintiendo —afirmó el menor con una pequeña sonrisa.

—De ninguna manera. Ella ni siquiera sabía que hacer con su lengua, no como
tú.18

La sonrisa de Taehyung se amplió.

Espero que tengan un feliz año nuevo, engorden mucho, tomen mucho,
prometan cosas que no van a cumplir y pidan regalos ahr39

じゃあまたね ♡...+
♡ 10 ♡
...♡ようこそ

—Entonces ahora podemos dejar de besar chicas?

—Si me dejas besarte más seguido —contestó Jungkook dejando suaves besos
en la boquita de su hermano.22

—No podemos, ni siquiera deberíamos hacerlo ahora —se quejó Taehyung—.


Mamá.

—Sí, pero... —Jungkook sabía que estaban arriesgándose al besarse antes de


la hora de dormir, pero no podía evitarlo, después de la visita de su padre
estaba todo molesto y necesitaba a Taehyung—. ¿Puedo besarte un poquito
más?

Taehyung ya estaba sonrojado.

—"Un poquito" más siempre se torna "un poco mucho".9

—Esta noche no será así, lo prometo... ¿Sí? ¿Por favor? Por lo de papá estoy
algo inquieto —pidió haciendo un ligero puchero. Jungkook juntó sus labios.

—Pobre Kookie.

—Chicos -llamó Eunbi—. Vengan a recoger su ropa lavada.

—Mierda —murmuró Jungkook contra los labios del otro. Ambos sonrieron y
Taehyung se quitó del regazo de su hermano.17

—Pobre mamá, tiene que lavar tus asquerosas sábanas —canturreó Taehyung.
Jungkook hizo un gesto.6

—Ew, Taehyung. Como si las tuyas estuvieran mejor. —Taehyung se giró.


—Las mías apenas han sido usadas.4

Jungkook le robó un beso más y entonces bajaron las escaleras.

Yoongi sonrió.101

—Así que fuimos a ver una película, ¿no? Pagué por ella, compré las palomitas
y todo. Al final gasté, no sé, todo mi dinero, pero creo que valió la pena.

—¿Ah sí? —Jungkook puso las manos en sus bolsillos, temblando. Estaban
regresando a casa, luego de pasear por la ciudad un sábado por la mañana.
Taehyung estaba apretando un vaso de café caliente a través de sus dedos
enguantados.

—Sí. Entramos al cine y ella se sentó, me puse a su lado y me dirigió una


mirada muy rara —siguió contando Yoongi—. Me quedé como, '¿Qué?'14

—¿Chica equivocada? —preguntó Taehyung.

—No sé como pasó —asintió el peliverde, riendo—, pero sí, no era ella, sino
una chica pelirroja.23

—¿Cómo tuviste tiempo suficiente de "perder" a una chica como ésa? —


cuestionó Jungkook.

—No tengo ni idea. Mi cita estaba muy molesta y se fue. La otra chica no
estaba muy contenta conmigo tampoco... y tampoco su novio.6

Los tres se rieron ruidosamente. Taehyung tomó un sorbo largo de su bebida


caliente, castañeando lo dientes por el frío.
—Nunca haré eso —dijo.

—Tal vez yo sí —intervino Jungkook, encogiendo los hombros—, a veces lucen


iguales.

—La tuya no —dijo Yoongi—. Rosé está... buena.40

—Gracias —contestó Jungkook, sintiéndose extrañamente un poco orgulloso.


Taehyung estrechó los ojos.41

—Qué lástima lo de Jisoo —le dijo Yoongi a Taehyung—. Te dejó botado.

—No la llamé lo suficiente —dijo el menor de los gemelos, quitándole


importancia.

—Algunas chicas son tan exigentes. —Yoongi suspiró, viendo el vapor—.


Entonces, ¿está disponible?1

—Adelante —dijo Taehyung con tono aburrido.

—Estás loco —contestó el mejor amigo de los gemelos—. Dios.

—Tengo el ojo puesto en alguien más —replicó Taehyung—, en alguien mejor.


—Le dirigió una mirada a Jungkook y sonrió con suavidad.8

—Sí, te mereces algo mejor —fue el comentario de Jungkook.8

Jungkook acariciaba con su mano el cabello de Taehyung una y otra vez,


viendo por entre sus dedos el movimiento de la boca de su hermano sobre él.
La boca de Taehyung iba medio en broma, medio en serio, estaba encorvado
sobre Jungkook, lamiéndole, haciéndolo solo por Jungkook, y éste estaba
jodidamente agradecido por eso.13

Taehyung se había vuelto muy bueno en eso, pensó Jungkook, tan bueno que
podía tragárselo un poco y hacer que los dedos de sus pies se encogieran y sus
ojos rodaran en su cabeza. Y también su gemelo amaba hacerle eso. Taehyung
amaba hacerle sentir de ese modo, amaba tener el poder, ya que usualmente
era Jungkook quién tenía control cuando estaban intimando. Sin embargo, en
otro momento hubiera renunciado "al poder" si eso significaba que Jungkook
le diese atención en esa manera.13

Taehyung aspiró el sexo de Jungkook, muy profundo en su boca, casi logran


que tocara su garganta. Sentía el agarre en su cabello, jalando, y sonrió,
arrastrando con delicadeza sus dientes por la dureza sensible. Jungkook
gimió y se deslizó hacia abajo, empujando la cabeza hacia atrás y acariciando
detrás de las orejas de Taehyung, quién jadeó haciendo que su aliento caliente
tocara el miembro de su hermano.56

—Taehyung... sigue... sigue haciendo eso —ordenó Jungkook con un ojo


abierto y echándole un vistazo a la cabeza que ascendía y descendía de
Taehyung.

Taehyung envolvía con su boca a su hermano, que comenzaba a liberar cierta


humedad y un sorprendente sabor. Amaba tomar a Jungkook y tragárselo, en
todo aspecto.35

Taehyung se arrodilló y puso dos manos en la base del miembro de Jungkook,


absorbiendo con más fuerza. Siempre guardaba ese truco para ponerlo al
borde, pero esa noche él estaba dando buena batalla. Jungkook deslizó sus
manos hacia la cara de su gemelo, sus pulgares presionándose contra la
mandíbula de Taehyung.
—Oh —gimió Jungkook ruidosamente.

El menor le dirigió una mirada con brusquedad. Sus dos padres estaban en
casa, en el primer piso. Taehyung movió un poco la cabeza, sonriendo,
advirtiéndole a su hermano con los ojos para que no hiciera ruido. Jungkook
ondeó sus caderas y dejó caer su cabeza hacia atrás, tratando con toda su
voluntad de no eyacular. No quería correrse todavía, se sentía tan bien y a
salvo.17

Jadeó suave entre sus dientes y movió las caderas un poco más,
permitiéndose entrar más en la caliente boca de Taehyung, quién lo tomó,
aunque, como Jungkook sabía, debía de ser difícil por lo mucho que se estaba
moviendo. Y entonces sintió sus testículos encogerse y su estómago
retorcerse. Iba a venirse y no había nada que pudiera evitarlo. La sensación
sería incontrolable, un par más de lamidas y todo habría terminado. Jungkook
suspiró y su estómago volvió a revolverse, sin embargo, de repente, eso no fue
suficiente.1

Su corazón dolió y miró hacia Taehyung, obedientemente lamiéndole,


besándole con suavidad, estimulándole sonidos y no pudo evitar el de apartar
a su hermano de su sexo.

—Detente —dijo mientras intentaba lamerle de nuevo.

—Qué...? ¿Qué? —Taehyung lucía confuso y un poco sonrojado— ¿Hice algo


mal?

—Taehyung. —Jungkook lo empujó y gateó hasta ponerse encima de él,


abrazándole—. Quiero... tener sexo contigo.113

Taehyung tragó saliva.

—¿Qué?
—Sí, quiero tener sexo contigo —afirmó Jungkook de nuevo, esta vez con más
confianza—. Simplemente lo decidí.

—¿Sexo de películas —preguntó Taehyung con cuidado— o sexo real?

—Sexo real... Yo dentro de ti. —El menor de los Kim miró fija e
inexpresivamente a su hermano.56

—Pensé que estábamos teniendo sexo... tanto como podíamos, claro.

Jungkook negó con la cabeza.

—Creo que sé de otra forma... una mejor.

—¿Cómo?

Taehyung estaba mirando a Jungkook como si estuviera loco. No podía ni


imaginarse el significado de lo que su hermano estaba diciendo. Jungkook se
inclinó sobre él y puso su mano en su espalda.

—Voy a enseñarte, no te asustes.58

—Está bien. —Taehyung sintió a Jungkook acariciarle la espalda, recorriendo


con tranquilidad su espina dorsal; arqueó su espalda, tratando de entender lo
que estaba haciendo. Los dedos de su hermano bailaron alrededor de su
trasero y entonces, con delicadeza introdujo sus dedos—. ¿Kookie?

—Aquí —susurró Jungkook tocando el esfínter de Taehyung—, aquí. ¿Está


bien?

Los ojos de Taehyung se abrieron en toda su capacidad y se retrocedió un


poco.

—¿Quieres ponerlo... ahí?6


—Eso sería sexo -contestó Jungkook con simpleza—. Así es como nosotros
tenemos sexo.

—A ese punto voy —dijo Taehyung, sintiéndose muy confundido—. No quiero


que tu pene vaya ahí.14

—¿Taehyung? —dijo Jungkook suavemente— ¿Por qué no?

—No te va a gustar —contestó Taehyung con preocupación en su voz—. No te


gustaré, soy asqueroso. —Jungkook suspiró y acarició a su gemelo con
suavidad.89

—Nunca he pensado que eres asqueroso. Creo que... que sería muy excitante.

—¿Por qué? —Taehyung se ruborizó. Jungkook dejó que su dedo tocara ahí,
dentro a Taehyung, sintiendo un movimiento nervioso bajo el cuidadoso
toque. Estará muy apretado.2

—Jungkook, estás haciendo que me sonroje —dijo Taehyung—. Mucho.

—Voy a ser muy, muy cuidadoso contigo —añadió Jungkook y besó la oreja de
su gemelo—. ¿No siempre soy cuidadoso contigo? ¿No siempre te he cuidado?
Y tal vez también te guste.

—¿Estarás en mí? —preguntó Taehyung, mordiendo su labio—¿Todo dentro...


ahí?23

—Sí —contestó—, tan profundo como me dejes.25

Taehyung no pudo hacer más que sonreír, su corazón palpitando con las
palabras.

—Te dejaré entrar tan profundo como quieras.29

Jungkook lamió la oreja de Taehyung haciendo que éste gimiera.


—¿Cuándo? —preguntó. Su hermano se retorció un poco.

—Aún soy demasiado niño para tener sexo.11

—¿Cuánto quieres esperar? —Taehyung tocó la mejilla de Jungkook y le besó


con suavidad.

—Voy a tratar de no hacerte esperar mucho, Kookie.

Sus labios se juntaron y Jungkook se puso encima de Taehyung, haciendo que


ambos se vinieran sobre las sábanas.1

じゃあまたね♡...
7
♡ 11 ♡
...♡ようこそ18

Taehyung arqueó su espalda mientras Jungkook lamía su cuello. Su hermano


saboreó su sudor, fue por sus labios, lamiéndolos, presionando su boca al ras
de la piel caliente. Taehyung maulló, alargando sus piernas y poniéndose
rígido bajo su hermano. Le clavó las uñas en la espalda y presionó, haciendo
que él jadeara.37

—Lo siento —suspiró Taehyung, cerrando los ojos y enterrando su cara en el


pecho de su gemelo—. Lo siento, lo siento... Oh, dios. — Jungkook movió la
cabeza y espiró, el aire caliente tocando su cabeza.

—No lo hagas —murmuró Jungkook. Jaló a Taehyung hacia delante, a su


regazo y amasó la carne de su espalda—. ¿Se siente bien?

—Mn —fue todo lo que pudo decir. Sus miembros se deslizaron juntos y
Taehyung abrió los muslos, sintiendo un frío viento contra sus testículos—.
Oh... — Jungkook empujó hacia arriba, justo entre las piernas de Taehyung, su
sexo resbalándose justo para presionar contra la entrada. Taehyung chilló y
tembló en los brazos de Jungkook y él lo hizo de nuevo—. —Oh, no, Kookie —
suspiró—. No... ugh... ahí.

Jungkook sonrió y lo hizo de nuevo; Taehyung sollozó en evidente placer.11

—Puedo sentir que tan caliente estás ahí —jadeó Jungkook—, dentro. Aqui4

—Mierda, mierda.4

Se movió en el regazo del otro, dejando que le provocara. El sexo de su


hermano estaba caliente, duro y húmedo, y Jungkook se movió contra él una y
otra vez. Taehyung pensó, incluso, que fácilmente podía deslizarse dentro.2
—Quiero estar ahí dentro algún día —dijo Jungkook. Besó el cuello de
Taehyung y empujó lo suficientemente fuerte para que ambos lloriquearan un
poco alto. Jungkook juntó sus bocas e hizo que Taehyung se echara de
espalda—. Shhh...77

—Kookie —dijo Taehyung en un quejido una y otra vez—. Kookie, Kookie...

Jungkook acarició sus muslos y presionó un pulgar detrás de sus testículos.


Taehyung tensó sus piernas y las apretó alrededor de su hermano, haciendo
que gimiera. Taehyung estaba actuando como si fuera sexo, sexo real. No sexo
de mentira. Jungkook le miró fijamente y soltó un sonido de frustración.2

—Taehyung -susurró.

— ¿Sí? —Relajó su cuello y apoyó pesadamente su cabeza contra el colchón—.


Sí.

—Vamos... —Jungkook tocó entre las nalgas de Taehyung y acarició con


suavidad—. Solo hay que hacerlo. —Taehyung levantó la mirada con los ojos
muy abiertos.49

—¿Quieres... hacerlo? —Se retorció, alejándose del dedo de su gemelo—. No


toques ahí, es muy...

—Muy caliente —terminó Jungkook, mantenido su palma a centímetros de la


entrada de Taehyung—. Vamos, está bien. Te amo y quiero tocar dentro de
ti.19

Taehyung chilló.

—¿Cómo sabes que no es tan asqueroso?

—No lo sé —contestó Jungkook, con honestidad —, pero luce bien.1

—¿Luce? —Taehyung se sonrojó mucho y sus orejas ardieron.


—Sí. —Jungkook tanteó con cuidado el esfínter—. Puedo ver todo. —Taehyung
tembló y trató de apartarse pero no le dejaron, agarrándole de sus muslos y
manteniéndolo contra la cama.9

—Taehyung, ¿no quieres? —El dedo de Jungkook avanzó, apenas tocando el


cuerpo que tenía debajo—. ¿Duele?

No dolía. El miembro de Taehyung sí dolía y su mente estaba desbocada. Tal


vez Jungkook podía ponerlo ahí, tal vez no sería la gran cosa. Taehyung se
encogió mientras el dedo de Jungkook se presionaba un poco más profundo...
Se escabulló hacia atrás.

Quería que fuera la gran cosa.

—No, Kookie, no puedo —dijo, frunciendo el ceño—. Lo siento. —Jungkook


suspiró, pero Taehyung sabía que no estaba molesto.2

—Lo siento, yo solo...

Taehyung tocó la mejilla de su hermano.

—Lo sé —interrumpió—, yo también quiero más. Kookie, tú me pones todo


sudoroso y haces que me duela... y todo eso no me deja. —Jungkook se movió
encima de él, poniendo sus cuerpos juntos de nuevo.5

—Me pones muy duro —dijo Jungkook, empujando contra Taehyung—, y me


enloqueces.27

Taehyung sonrió, sintiendo el placer recorriéndole mientras su hermano se


movía lentamente.

—Tú haces que todo se ponga loco —Jungkook rió y embistió con fuerza—.
Ungh. Tú me pones así y... ¡oh!4
El mayor solo había tocado con su sexo la entrada de Taehyung, logrando que
se estremeciera por el placer. Jungkook le inmovilizó las muñecas en el
colchón, sobre su cabeza, y arremetió contra él; su pene comenzando a
humedecerse. Se miraron a los ojos y suspiraron juntos, en la boca del otro,
lamiéndose los labios.11

El cuerpo de Taehyung se liberó y se apretó fuertemente contra Jungkook, sus


piernas poniéndose rígidas mientras eyaculaba rápidamente contra el
estómago de su hermano. Jungkook jadeó e incrustó su erección entre los
muslos de Taehyung, embistiendo desesperadamente.12

Taehyung perezosamente acarició el sexo de Jungkook entre sus piernas y


éste se movió hacia delante, siseando a través de sus dientes. Se corrió contra
la entrada de Taehyung y pasó de arriba abajo, esparciendo el líquido tibio por
el área privada. Se mantuvieron quietos, jadeando y suspirando. Taehyung
apartó el cabello del rostro de su gemelo y besó sus labios dulcemente para
después lamer la piel entre la boca y la nariz.2

Jungkook resbaló su mano entre sus cuerpos y cogió algo de semen en su


dedo y delineó las caderas de su gemelo.1

—Está bien —dijo Taehyung, gruñendo—. Está bien, necesitamos...


detenernos.

Jungkook se sentó, arrastrando sus dedos por el torso de Taehyung.

—¿Por qué?

—Porque... si sigues así, voy a... comerte —contestó, sonriendo—. Jungkook...2

Jungkook gimió y salió de encima de Taehyung, sentándose con las piernas


cruzadas en la cama.

—Debe ser muy bueno.


—No sabes eso. —Taehyung tocó ligeramente el hombro de su hermano—. Tú
no sabes nada.4

—Mm —dijo Jungkook, aburrido—. Igual, algún día será, ¿no?

—Creo que incluso las personas en las películas, finalmente terminan


teniendo sexo real.

El mayor de los gemelos sonrió y se echó, estirándose.

—Sí... aunque tú nunca lo has escuchado —respondió. Taehyung se encorvó


contra él y le acarició el estómago.

—Tanto así quieres tener sexo conmigo? —Jungkook asintió—. Eso me gusta —
dijo Taehyung—, me gusta mucho. —Jungkook suspiró y lo jaló hacia sí, más
cerca.

—A mí también.75

Taehyung miró a su gemelo bostezar mientras sus ojos comenzaban a


cerrarse. Él también estaba cansado pero su mente estaba en una carrera... y
estaba todo caliente, su estómago ardiendo. Estaba adolorido y sabía cual era
la solución. Besarse o friccionarse uno contra el otro no era suficiente. Todas
las cosas que hacían no eran suficientes.4

Taehyung se acostó y escuchó a Jungkook comenzando a roncar suavemente.

—Buenas noches, Kookie —susurró. No obtuvo una respuesta. Cerró los ojos y
esperó a que el sueño le invadiera.1

-
Taehyung se sentó en la mesa, mirando su tazón medio vacío de Cheerios.
Estaba exhausto, Jungkook y él se habían quedado toda la noche despiertos
con Suga mirando películas de terror. Había sido su fiesta particular de
Halloween porque no habían sido invitados a otra, hasta Hoseok y Jimin
hicieron planes que no los incluían.4

Pero habían tenido un momento divertido, una fiesta real de adultos. Eunbi y
Mingyu los habían dejado solos por la noche y dado permiso para ordenar
pizza y cualquier cosa que quisieran. Suga había llevado a escondidas algo de
cerveza de su papá y miraron ese tipo de películas que sus padres no les
dejarían ver.35

No habían salido a pedir truco o trato y no se habían disfrazado. Eran adultos.


Taehyung pensó eso muchas veces mientras hacía remolinos con los Cheerios
en su tazón.

—Soy un adulto —murmuró y sonrió. Jungkook escogió ese momento para


entrar a cocina, rascándose el pecho y bostezando. La sonrisa de Taehyung se
amplió.6

Era una de esas noches.17

Taehyung no podía dormir. Jungkook tampoco podía hacerlo. Ambos estaban


sentados en la cama del mayor, frente a frente y jugando cartas. Ya eran las
dos de la mañana y ninguno había bostezado, siquiera.1

—Go fish —dijo Jungkook, aburrido y lanzando una carta a la desordenada pila
que había entre ellos.
—Así no juegas .—Jungkook alzó los hombros

—Así es como juego

Taehyung sonrió.

—A mí me gusta como juegas. —Jungkook alzó la mirada con una pequeña


sonrisa en sus labios.

—¿Ah sí? —preguntó. Taehyung tornó sus ojos, bajando la mano que sostenía
las cartas.

—Esto es aburrido.

—Tú eres aburrido.

—Ja, ja. —Taehyung hizo una mueca y miró el reloj—. Quizá podamos
escabullirnos a abajo y mirar un poco de tele.

—Lo dudo —contestó mientras Taehyung juntaba todas las cartas y las puso
en su velador.

—No seas malo. —Jungkook se acostó en la cama y puso sus manos detrás de
su cabeza.7

—Ven aquí.

Taehyung sonrió, alcanzando la pequeña lámpara y apagándola, entonces se


acercó a Jungkook. El cuarto se oscureció y los chicos solo podían distinguir el
rostro del otro por la luz de la luna.

—Para qué?

Jungkook rió.

—No voy a hacer nada, lo prometo.1


—Eso apesta —dijo Taehyung. Intercambiaron sonrisas y Taehyung se echó al
lado de Jungkook, arqueándose hacia él—. Hueles...

—¡No es cierto!1

Taehyung picó a Jungkook en las costillas.

—Sí es cierto, hueles bien. Mmm. —Ahora se pegó al cuello de su hermano.4

—¿Sí?

Taehyung dejó un suave beso justo detrás de la oreja de Jungkook.

—Sí —Abrió su boca y el beso se volvió mojado y caliente—. Kookie, voy a...
darte algo para navidad. —Jungkook se puso tenso.55

—¿Qué? ¡Nunca hacemos eso y... yo no he pensado en darte algo!

Taehyung estrujó la mano de su gemelo.

—Sé que no nos compramos cosas, pero esto es... demasiado perfecto.

—No te creo —dijo Jungkook, haciendo un gesto—. Estás jodiéndome,


probablemente... es algo estúpido.4

—Entonces tal vez vaya a conservarlo. —El menor frunció el ceño y se alejó de
su hermano, poniéndose boca abajo.

—No, lo quiero —insistió Jungkook—. Incluso si es estúpido.2

—Estás siendo malo de nuevo.

Jungkook sonrió y levantó la camiseta de Taehyung, jalándola sobre su


cabeza. Presionó su cara en la espalda de Taehyung y besó entre los
omóplatos.2

—Dime.
—No quieres saber, créeme.

—Sí quiero —dijo Jungkook. Mordió con gentileza el hombro de Taehyung—.


¿Es música?16

—Es... si, algo así —respondió, mirando sobre su hombro—. Sé que tú lo


quieres mucho. —Jungkook se quedó pensando.

—¿Es un CD o algo así?19

Taehyung rió.

—No es importante, olvídalo.

—¿Pero qué tal si lo compro? Aún faltan dos meses para navidad.

—No lo harás —dijo Taehyung con suavidad—. No te preocupes por eso.

—Dame una pista —se quejó Jungkook.1

—No, porque adivinarías —contestó—, y entonces no será tan especial.

—Oh, vamos, estoy aburrido. —Jungkook dejó una franja caliente en la


espalda de Taehyung con su lengua y éste jadeó—. ¿Puedo comerlo? —
Taehyung resopló.25

—Sí.

—¿Puedo?

—Más o menos.

—Es sí o no —dijo Jungkook y presionó su mano contra la espalda de


Taehyung, acariciándole—. Dame una pista y... voy a hacer cualquier cosa que
quieras. —Taehyung se sonrojó, girándose rápidamente para mirar a su
hermano.
—¿Cualquier cosa? —preguntó y Jungkook asintió.

—¿Es más grande que una caja de zapatos? —Una afirmación le contestó—.
Taehyung —llamó Jungkook, bajándole los pantalones—, dime algo. —Éste
tembló mientras los dedos le acariciaban hacia abajo y tocaba su trasero.

—Has puesto tu ojo en eso desde hace un tiempo.

—Oh. —Jungkook se las arregló para deshacerse de los pantalones de


Taehyung, dejándolo desnudo antes que él. Tocó debajo de la curva del
estómago de su hermano y éste ronroneó—. Una pista más.

—Es... —Taehyung abrió sus piernas e invitó a las manos de Jungkook a sus a
muslos—. Te va a gustar. —Sonrió.5

—Me gustan muchas cosas —murmuró el otro gemelo, descendiendo sobre


Taehyung. Él gimió y agarró los botones de su pijama, halándolos. Palmeó el
trasero de su hermano y apretó. Jungkook gruñó.

—Te va a encantar.28

Sus labios se encontraron y, entonces, el juego había terminado.

—¿Conozco a alguien que lo tenga? —preguntó Jungkook— ¿Cómo el


Playstation de Yoongi?15

Taehyung tornó los ojos. Estaban camino a casa desde la escuela en el frío
glacial. Sus alientos se notaban como volutas en el aire.

—No, es una especie de cosa.


—No tengo ni idea —dijo Jungkook—, en serio. No quiero nada para navidad
aparte de unas Timberland negras. —Taehyung viró, caminando hacia atrás y
jalando de la bufanda de Jungkook, arrastrándolo.12

—Kookie, créeme, será mejor que unas Timberland negras.

Ahora fueron los ojos de Jungkook los que se tornaron.

—Lo dudo.6

Taehyung le sacó la lengua y jaló a Jungkook hacia él, lamiendo la punta de su


nariz.

—Veremos.

じゃあまたね♡...
♡ 12 ♡
...♡ようこそ 15

—Pásame las arvejas —pidió Taehyung, mirando a su madre—, por favor.27

Eunbi sonrió y entregó el tazón de arvejas por encima del resto de la cena, y
Taehyung la tomó con avidez. Mientras dejaba un poco de en su plato,
Jungkook le observaba con cuidado.

—¿De qué color es? —preguntó, pateando a su hermano por debajo de la


mesa— La cosa.26

—¿Qué cosa? —Eunbi bajó su tenedor.1

—Un tonto regalo que Taehyung tiene para mí —respondió Jungkook—, por
navidad.

—Vas a estar agradecido esta navidad, Jungkook —dijo Mingyu, limpiándose la


boca y sonriendo—. Tu madre y yo creemos eso.33

Taehyung hizo un puchero.

—¿Y yo qué?

—Cariño, ¿qué es lo que quieres? —preguntó Eunbi. Taehyung alzó los


hombros.

Fama. —Jungkook soltó un resoplido.

—Buena suerte con eso. Vamos, ¿qué color es?

—¿No quieres saber de las tontas Timberland que mamá y Mingyu te van a
dar?

—¡Taehyung! —exclamaron Eunbi y Mingyu.36


—Lo siento —murmuró el menor de los gemelos.2

—Mierda, eso es tan genial —dijo Jungkook emocionado—. ¿Puedo tenerlas


ahora? Podría usarlas ya. ¿En serio? ¿Me van a dar unas? ¿De qué color son?38

Mingyu frunció el ceño.

—Nada más sobre esto, por favor. —Le echó un vistazo a Taehyung, haciendo
que éste pusiera los ojos en blanco.

—No es de ningún color, Jungkook. Es un poco más complicado que eso.4

Jungkook se sentó y comió una cuchara llena de cereal.4

—¿Cuántos días faltan para navidad?78

Lamió el miembro de Jungkook, muy lentamente y chupó la punta; éste gimió


y trató de embestir pero Taehyung apartó su boca.30

—Es mejor que esto —afirmó con voz rasposa. Jungkook estaba lejos de ahí,
su sexo doliéndole por correrse.

—¿Huh?

—El regalo —contestó Taehyung. Presionó su lengua contra la hendidura y


Jungkook tuvo que acallar un gimoteo.

—De ninguna manera —dijo Jungkook—, de ninguna jodida manera.24

Taehyung sonrió y volvió a lo suyo. Jungkook no podía imaginar que algo que
Taehyung pudiera comprarle fuera mejor que el sexo oral. En sí, en ese
momento Jungkook no podía imaginar nada. Todo lo que podía hacer era
sudar y resbalarse por la garganta de su gemelo, sus manos acariciándole
débilmente el cabello.6

—Cállate —dijo Jungkook, riéndose—. Ahora solo te estás inventando pura


mierda.

Estaban enrollados juntos en el sillón, solos en la noche, mirando alguna tonta


película hecha para televisión.

—Estoy diciéndolo en serio, puede hablar —respondió Taehyung. Estaba


cansado de que Jungkook le pidiera indicios, tanto así que quería decirle de
una vez, terminar con eso ya.52

Jungkook suspiró y puso una pierna sobre Taehyung mientras la otra colgaba
del sillón.

—¿Qué dice?

—Cualquier cosa que le dé la jodida gana. —Taehyung sonrió.19

—¿Realmente?

—Sí. —Jungkook dejó salir un gran suspiro, de nuevo.

—Tienes que decirme. Me estás volviendo jodidamente loco.18

—Interesante. Si supieras cuál es el regalo tendría el mismo efecto.1

—Argh —gruñó Jungkook—, eres tan fastidioso.


—No lo soy. —Su hermano rodó los ojos.

—Otra pista y no preguntaré más, pero que sea buena —dijo. Taehyung se
apartó de Jungkook y se le quedó mirando.1

—Cuando te lo dé... tú también me estarás dando algo.93

—¿Qué? —La boca de Jungkook cayó abierta—. Está bien, esto está jodido, no
tengo idea. No hay ningún regalo, ¿no? Estás jugando conmigo.34

—No —contradijo Taehyung en voz baja—, esa es la mejor pista que puedo
darte. —El otro se puso para atrás y asintió.

—Está bien... No tengo ni la más mínima idea, así que supongo que tendré que
esperar.

Unos cuantos minutos pasaron y los gemelos se quedaron mirando


inexpresivamente la televisión. Taehyung se acurrucó cerca de Jungkook y
suspiró, poniendo su cara en el cuello de su hermano. Su estómago estaba
removiéndose por el deseo de decirle todo, estaba casi muriéndose por
hacerlo.

—Jungkook...

—¿Hm? —El mayor estaba acariciando el antebrazo de Taehyung con calma.

—Um... —La cara de Taehyung se puso caliente, más sonrojada que nunca
antes. Jungkook le miró con curiosidad—. Um.

—¿Qué?

—En navidad —Taehyung le dio vistazo rápido a Jungkook— voy a dejar que
tengas sexo conmigo. Eso es. —La boca de Jungkook se abrió por la
impresión.37

—¿Sexo de mentira o real?


Taehyung se escondió tras sus manos, sintiéndose repentinamente, muy
vulnerable.

—¿No estás bromeando? —Las manos de Jungkook se movieron hacia los


hombros de su gemelo, apretándolos con fuerza— ¿En serio?

Taehyung asintió.

—Quiero que lo hagas, Kookie, ya sabes, en mí.2

Lo ojos de Jungkook se oscurecieron y por un momento Taehyung pensó que


estaba molesto, pero sus labios chocaron juntos y de pronto se encontró
echado en el sillón, las manos y labios de su hermano por todo sitio.

—Mierda, mierda, mierda —jadeó Jungkook encima de su hermano. Sus


manos pasaban por arriba y abajo del cuerpo de Taehyung y jaló del cierre de
los pantalones —. No debiste de haberme dicho. No puedo... Voy a volverme
loco con la espera.17

—No quería hacerlo ¡pero tú seguías preguntando! —Taehyung soltó un


chillido mientras Jungkook arrastraba sus pantalones y boxers hacia abajo;
unas manos yendo inmediatamente hacia su trasero.4

—Déjame... tocarlo —dijo Jungkook—. Tocarlo solo un poco.13

—¡No! —protestó Taehyung— Es para navidad.97

—Puta navidad —contestó Jungkook echándole una mirada al sonrojado


esfínter de su hermano—. Solo quiero tocarlo, TaeTae, por favor.22

—Eso es como mirar. —Taehyung mordió su labio—. Y no me he duchado


hoy.49

Jungkook gruñó y tiró del otro hacia su regazo. Taehyung se sentó a horcadas
tímidamente, mirando hacia otro lado.
—No me importa. No creo que seas asqueroso. Nada tuyo me podría parecer
así. Te amo, déjame tocarte.2

—Te amo. —Taehyung besó la comisura del labio de Jungkook—. Tal vez... No
lo sé.

—Tienes que estar muriéndote por saber cómo se siente.

De hecho, Taehyung estaba así.

—Está bien... Solo un poco. Es como sacudir el regalo envuelto para tratar de
adivinar que hay dentro.24

Jungkook rió y deslizó sus dedos por el trasero de su hermano.

—¿Qué hay dentro, Taehyung? —Sus dedos se metieron un poquito. Taehyung


se puso tenso y dejó salir un largo suspiro.65

—No lo sé —respondió—. Se siente... extraño. —Jungkook movió sus dedos y


los llevó hasta su boca, chupándolos. Los ojos de Taehyung se abrieron de
sobremanera.33

—¡Kookie!1

—Tengo que humedecerlos —dijo Jungkook antes de volver a poner su mano


donde estaba antes. Resbaló un dedo y Taehyung gimoteó; su interior
doliendo y su miembro rápidamente endureciéndose.

—Oh, dios, ¿qué voy a sentir con tu... ya sabes, ahí?

Jungkook presionó sus dedos más profundamente.

—Mi pene, Taehyung.24

Taehyung escondió en el cuello de su hermano.

—Sí, tu pene...
—¿Cómo está? —Jungkook movió sus dedos dentro con torpeza y Taehyung se
encogió.

—Es... —Taehyung cerró los ojos y aguantó la respiración—. Oh, wow.

—¿Qué?

—Nunca antes he sentido eso.

Jungkook sacó sus dedos y los miró.

—Sí, es muy pequeño

—No sé si tu... pene... va a caber en mí. —Taehyung frunció el ceño.5

—Tiene —dijo Jungkook en voz baja—. Tiene que caber, somos gemelos.131

—No te asustes, todavía quiero hacerlo. Tiene que... Ugh. Trata de nuevo.

Con impaciencia Jungkook deslizó sus dedos secos. Taehyung siseó y


presionó su cara contra el cuello de su hermano. Se sentía violado pero de una
manera excitante. Se removió un poco en el regazo, haciendo más fácil la
intrusión. Jungkook acarició el cabello de Taehyung mientras profundizaba
más y éste contraía sus músculos.34

Quedó boquiabierto y trató de quitar sus dedos.

—¿Qué? —Taehyung abrió mucho sus ojos.

—Sentí eso.30

Taehyung sonrió y apretó sus músculos alrededor de Jungkook de nuevo.

—Imagina...23
Jungkook podía imaginar con facilidad esa presión alrededor de su sexo.
Jadeó y sacó sus dedos mientras Taehyung se quejaba en protesta y alivio. Su
miembro dolía.

—Taehyung, quiero joderte. —El menor abrió su boca para hablar, pero
Jungkook se adelantó—. Finjamos, arrodíllate. —Taehyung se retorció bajo la
intensa mirada de Jungkook, pero se giró de todos modos. Pudo escuchar a
Jungkook luchando con sus pantalones y pronto sintió su calor detrás suyo—.
Lo pondré así —dijo Jungkook. Presionó su sexo contra la delicada entrada
Taehyung y lo frotó—. Quiero hacerlo así.

—No —jadeó balanceándose contra el pene de Jungkook— Quiero estar de


espaldas, quiero que me beses.

El mayor volteó a Taehyung, arrodillándose entre sus piernas e inclinó la


cabeza.

—Es mi regalo, yo elijo la forma de dártelo —dijo Taehyung, sagaz. Jungkook


separó sus muslos y se inclinó hacia delante.24

—De ambos modos.

Taehyung sonrió.

Quizá. —Jungkook arremetió su dolorido sexo contra la entrada de su


hermano; el calor casi quemándolos. Taehyung suspiró y se alzó un poco,
tratando de tocarle—. Kookie.

—Hm. —Jungkook se inclinó hacia delante aún más y chocó su nariz con la de
Taehyung—. ¿Sí?

—Si haces eso —dijo Taehyung con suavidad— entonces será para siempre,
¿verdad?
—No tenemos que hacer eso para que sea para siempre —contestó,
frunciendo el ceño—. Ya lo es.18

Taehyung gimoteó, tratando de esconder el hecho que sus ojos estaban al


borde de las lágrimas.

—Está bien porque va a ser para ti y nadie más. Siempre.31

Jungkook asintió y besó con fuerza agarrando sus rodillas. Taehyung


parpadeó y una lágrima salió antes coger la cara de Jungkook con ambas
manos...

Escucharon el sonido familiar de un auto estacionándose y ambos jadearon.29

—Mierda —murmuró Jungkook, subiendo sus pantalones.1

—Lo sé, lo sé —dijo Taehyung haciendo lo mismo—. Lo sé.

—Apúrate —susurró —. Luces como si lo acabaras de hacer.

Taehyung alisó su cabello y limpió su cara.

—No lo hice.1

Jungkook sonrió y besó a su hermano rápido antes de que se abrocharan sus


cremalleras y se acomodaran en el sillón. Pronto Eunbi y Mingyu entraron
luciendo como si tuvieran frío y ligeramente ebrios.

—Chicos —saludó Eunbi sentándose a lado de sus hijos. Abrazó a Taehyung


haciéndole sentir la cómoda y familiar esencia—. La fiesta terminó un poco
antes de lo que esperaba.

—Estamos cayéndonos dormidos —contestó Taehyung. Eunbi acarició su


cabello de con suavidad y tocó su mejilla.
—Estás caliente y tus ojos lucen un poco vidriosos. No te estarás enfermando,
¿no? —Taehyung sobó su nariz.

—Espero que no.

—Asqueroso —dijo Jungkook.1

—Cállate o te daré trozos de carbón para navidad —dijo Taehyung, en voz


baja.

Eunbi rió y le dio un golpecito a Taehyung en la cabeza.

—Chicos, compórtense.

—Yo soy el que te va a dar algo —dijo Jungkook dándole una mirada a
Taehyung.22

Ambos muchachos compartieron una sonrisa secreta

じゃあまたね♡...
♡ 13 ♡

...♡ようこそ4

–Chicos, buenas noticias –anunció Eunbi, bajando los escalones hacia el


sótano, donde Jungkook y Taehyung habían pasado el tiempo componiendo
algunas nuevas canciones.13

–¿Qué? –preguntó, levantando la mirada de su guitarra y frunciendo el ceño.

–Bueno, ustedes saben que siempre vamos a la casa de su tía para la cena de
navidad.7

–Mierda –dijo Taehyung–, olvidé que hacíamos eso.

–Taehyung –regañó Eunbi–. Sí, hacíamos eso, pero este año va a ser aquí.

–¿Eh? –Taehyung se levantó, encogiendo los brazos.

–Toda la familia va a venir para la cena de navidad –explicó Eunbi, sonriendo–,


y quiero que ustedes me ayuden a acomodar todo.35

Jungkook y Taehyung se miraron mutuamente.

–Pero después se van a ir, ¿no? –preguntó Taehyung.

–Exacto, ¿no van a... digamos, hospedarse aquí? –añadió Jungkook. Eunbi les
dio una mirada.

–No actúen tan emocionados.4

Taehyung rió un poco.

–¡Estoy tan emocionado! Es solo que nosotros siempre pasamos la navidad


juntos, ya sabes, únicamente los cuatro. –Taehyung intentó sonar sincero,
trató de no sonar muy consternado ante la perspectiva de pasar toda la noche
con su amplia familia.

No podía decirle la verdad a su madre, por supuesto. No podía decirle que


estaba planeando darse él mismo a su hermano en la noche de navidad.24

–Será divertido –comentó Taehyung. Eunbi suspiró y sacó dos sobres de su


cartera

–Esto vino en el correo para ustedes. Es de su padre.

Taehyung se tensó ante la mención y Jungkook apretó su brazo.

–El año pasado no nos envió cartas –declaró el mayor de los gemelos–. Dijo
que iba a parar de enviarlas y dárnoslas personalmente.

–Pero no lo hizo –intervino Taehyung.

–Me alegra –murmuró Jungkook.8

Eunbi les extendió los sobres.

–Traten de no enojarse mucho con él. Está... haciendo lo mejor que puede,
estoy segura. –Jungkook tornó los ojos mientras Taehyung empezaba a
romper el sobre que ya había abierto y se sentaba en el brazo del sillón–. En
fin. La cena va a estar pronto, chicos –cambió de tema, comenzando a
caminar hacia a las escaleras–. Vamos a comer pasta.

–Yum –dijo Jungkook sentándose a lado de su hermano y lanzando el sobre


sin abrir al piso–. ¿Qué decía?.

–No mucho... Feliz navidad. ¿Para qué se toma la molestia? –Jungkook frotó
su pierna y jaló, acercándole.

–Dos semanas hasta navidad.5


Taehyung dejó caer el papel que tenía en la mano a lado de su hermano antes
de posicionarse en el regazo de éste.

–No me lo recuerdes –gruñó en tono de juego.

–¡Hey! –exclamó Jungkook, sonriendo y golpeando a Taehyung en el brazo,


con suavidad– ¿Qué quieres decir con eso? –El menor sonrió con timidez.

–Nada. –Jungkook picó el trasero de Taehyung y éste se retorció.

–¿Nada? –molestó– ¿Estás pensando en devolver el regalo que me compraste?

Taehyung suspiró teatralmente.

–No puedo librarme de él... alguien debe de tomarlo.

–Hmm –Jungkook resbaló sus manos hacia detrás del otro, tocándole por
encima–, ¿puedo tocarlo de nuevo?5

–Jungkook –susurró en respuesta, mirando hacia arriba de las escaleras–, no.

–Seré silencioso.

–Yo no. –El castaño rió, poniendo sus labios en el cuello de su hermano.14

–Te va a gustar.12

–Lo sé. –Comenzaron a moverse juntos, Jungkook masajeando el trasero de


su hermano. Taehyung dejó salir un pequeño gemido y se sonrojó, mirando
sobre su hombro hacia las escaleras, de nuevo.

–Kookie...

–Sshh.
–Mamá me va a ver... –Taehyung se removió, mordiendo su labio. Jungkook
estaba frotando su esfínter con un dedo, causando que se retorciese
deliciosamente–. Ella va a venir... A la izquierda, Kookie.1

Nunca habían hecho eso, aprovechar una oportunidad. Siempre eran muy
cuidosos cuando sus padres estaban en casa, no se miraban mucho tiempo ni
se acercaban demasiado el uno al otro. La tensión entre ellos estaba
cimentándose sin cesar; creciendo. Era demasiado y eso les estaba volviendo
descuidados.4

Jungkook apartó sus dedos del trasero de Taehyung y los llevó a su boca,
humedeciéndolos. Taehyung jadeó y cerró sus brazos en torno a su Jungkook,
mientras deslizaba su mano dentro de sus pantalones de éste. Taehyung
sintió el tibio, húmedo dedo recorriéndole el trasero antes de incrustarse un
poquito.3

Taehyung soltó un quejido.

–Mantente en silencio.16

–Lo intento –susurró–. Lo haces tan bien.

Jungkook movió su dedo, para después, casi inmediatamente, añadir otro.


Taehyung cerró los ojos y trató de relajarse, dejando que sus brazos se
aflojaran sobre los hombros de su hermano. Jungkook se inclinó hacia atrás,
jalando su cuerpo con él y adentrando sus dedos más profundamente.
Taehyung tensó las uñas contra la espalda de su gemelo, removiendo la tela
de la camiseta con su agarre.

–¿Vas a... hacer más esta noche? –preguntó sin aliento. Jungkook retorció dos
dedos dentro de su cuerpo, curioso por saber que tan apretado y caliente
estaba.
–Voy a hacerlo ahora –respondió.19

Taehyung soltó un chillido.

–Está bien, pero... con cuidado.

–Quiero hacerlo con fuerza –contestó, comenzando a bajar el cierre de los


pantalones de Taehyung.38

–Voy a gritar –advirtió temeroso, tratando de alejarle un poco– y mamá bajará.


Entonces estaremos jodidos.6

–Tú serás el jodido –contestó Jungkook. Sus ojos estaban oscurecidos y


terminó de bajar los pantalones. Aún se resistía un poco a continuar, pero su
hermano reafirmó su posición–. Déjame meterlo un poco.13

–Pero he dicho que...1

Jungkook lamió sus dedos y los empujó sin mucho cuidado, sin preocuparle
que Taehyung hiciera suaves protestas. Él también quería, lo sabía, y amaba
los jadeos que hacía mientras no le daba opciones.

Taehyung se arqueó y expuso su garganta, cerrando los ojos y tensando los


dedos de sus pies. La sensación de Jungkook dentro de él era curiosa y
maravillosa, extraña y nueva. Suspiró profundamente, quedándose sin aliento
antes de apretar los hombros de su hermano con apuro.

–Kookie –susurró–, no podemos... Tú no puedes hacerlo porque me vas a


hacer gritar.18

–Lo sé. –Jungkook movió sus dedos y añadió otro, causando que su hermano
se quejase–. No grites, ¿está bien?

–¿Quieres... quieres follarme? –Taehyung miró a Jungkook, y éste asintió.14

–Mucho.
–Por ahora tal vez sólo sexo de televisión –jadeó. Jungkook tenía tres dedos
dentro de él, y todo estaba más apretado y mucho más doloroso que antes.
Sus dientes rechinaron–. Kookie, no puedo... Oh...

–Ahí -sonrió, curvando su dedo medio dentro de su hermanito, acariciando un


tibio dentro–. Ahí, ¿es algo?

La cara de Taehyung se torció en silenciosa confusión. Era algo.

–Sí. Oh... más suave.

–¿Más?

–No, más duro. –Jungkook sonrió de nuevo, amando la sensación de


Taehyung sentado encima de sus dedos.

–Muévete conmigo... Hacia delante, hacia atrás.

–No puedo –contestó Taehyung, encogiéndose. Con cuidado se inclinó hacia


delante, usando a su hermano como soporte–. Espera...

–Taehyung –le llamó en voz baja–. Será muy fácil. Tengo, no sé, toda mi mano
ahí dentro. Déjame.1

–Ugh. –Taehyung se retorció y Jungkook se inclinó, rozando sus labios.

–Déjame hacerlo, estoy tan excitado –murmuró.2

–Tú sólo... tienes... uh, tres dedos ahí –rebatió. Taehyung estaba comenzando
a sudar. Lo que estaba haciéndole dolía, pero le hacía sentirse lleno y eso le
gustaba–. No puedes meterlo ahí, tienes que...

Jungkook curvó sus dedos un poco y Taehyung sintió como si algo explotaba
en su estómago. Eso era demasiado rápido. Apretó sus músculos alrededor de
los dedos de su hermano, observando como la boca de éste se abría. Hizo un
sonido suave, miedoso mientras su interior ardía, y se giró, forzando que los
dedos de Jungkook salieran.7

–No puedo –gimió contra uno de los cojines.

Jungkook miró la denudes de Taehyung y su propio dedo húmedo. Tomó un


largo suspiro.

–Este va a ser el mejor regalo que reciba en mi vida. –Taehyung levantó la


mirada y sonrió, ligeramente sonrojado.

–¿Estás molesto porque hice que te detuvieras?

–Um. –Jungkook se tocó con una mano sus jeans, haciendo un gesto de dolor–
. Estoy muy excitado.2

–Lo sé. –Sonrió tímidamente y acarició el bulto en el pantalón de su hermano,


chasqueando la lengua–. Pobre Kookie.5

Jungkook se echó hacia atrás, invitando a Taehyung a arrastrarse hacia


encima de su regazo de nuevo. El menor regresó a su antigua posición y se
encorvó, tomando la hebilla del cinturón de su hermano con sus dedos.

El azabache le miró fijamente, alzando las cejas.

–¿Qué estás haciendo?

–Hacer que no esté tan duro –contestó Taehyung, sonriendo. Se deslizó de las
piernas de su hermano hasta el suelo y posicionó sus manos en las rodillas de
éste–, con mi lengua.6

–Oh... –Jungkook miró rápidamente las escaleras y escuchó el movimiento


que provenía del piso superior. Cualquiera podía bajar de un instante a otro–.
Taehyung, no tienes que...18

Taehyung negó con la cabeza, jalando de sus pantalones.


–Es mi culpa que estés así.

–Sí –concedió en un murmullo, recorriendo con una mano el cabello de su


gemelo–. Sí, es tu culpa.

Taehyung estaba bajando el pantalón de Jungkook por los muslos cuando la


puerta del sótano crujió, abriéndose. Al ruido se cayó sobre su trasero
desnudo y Jungkook se subió el pantalón.24

–¡Chicos, a cenar! –llamó Eunbi desde arriba de las escaleras. Taehyung


estaba infinitamente agradecido de que ella no bajara porque de otro modo
los hubiera visto. Gateó hacia su pantalón.70
♡ 14 ♡
...♡ようこそ3

–¡Ya vamos! –respondió casi sin aliento.4

Eunbi no dijo nada pero se quedó donde estaba. Taehyung se puso su


pantalón y miró a su hermano que también lucía nervioso porque casi los
habían atrapado.

–¡Ahora! –gritó su madre. Su voz se oía forzada.60

–Estamos yendo... –contestó Jungkook levantándose y acomodando sus


pantalones. Todavía estaba excitado, al igual que Taehyung. Ambos se dieron
miradas preocupadas.

Eunbi comenzó a bajar.

–Dije ahora. –Podían ver sus pies y sus piernas, y sabían que ella también
podía verlos.

–Vamos –murmuró Taehyung–. Está bien –le dijo a su madre. Se subió la


cremallera tan silenciosamente como pudo y le sonrió a su hermano, quien le
respondió con otra sonrisa, pero ladeada–. Eso estuvo muy cerca.

–Chicos. –Eunbi bajó más y pudieron ver su cara. Taehyung estaba sentado en
el suelo y Jungkook estaba desparramado en el sillón–. ¿Qué han estado
haciendo?40

–Hablando –contestó el menor de sus hijos–. Pasando el tiempo con... cosas


sobre música. –Jungkook confirmó y Eunbi asintió lentamente.1

–Está bien... Vayan a lavarse para cenar, ¿está bien? –Taehyung se levantó y
dio un salto hacia las escaleras para subirlas pero Jungkook se quedó
sentado. Aún estaba muy excitado y sentía vergüenza de pararse. Eunbi le
miró, expectante–. ¿Jungkook?

–Voy a esperar a que Taehyung termine –respondió–, sabes que le toma una
vida terminar. –Eunbi asintió lentamente, de nuevo.

–Está bien. ¿Qué les escribió su padre? –Jungkook alzó los hombros.

–Lo de siempre.

–¿Puedo ver?

–Um. –Jungkook se inclinó hacia delante haciendo que la ropa se ajustara


sobre su vistosa ingle, cogió la carta y se levantó para dirigirse hacia las
escaleras arrastrando los pies–. Sí. –Eunbi cogió el papel y lo vio sin atención.

–¿Le escribió lo mismo a Taehyung?

–Supongo.

–¿No lo sabes? –Jungkook suspiró.

–No lo sé, pregúntale a él.

Jungkook se apuró a subir las escaleras, rozando el hombro de su madre en el


apuro. Eunbi le echó una mirada a la carta. Era la de Taehyung, no la de
Jungkook. Levantó la vista y se mordió el labio. Feliz navidad, decía, de papá.
Sacudió su cabeza antes de lanzar el papel e ir a terminar de preparar la cena.2

Los ojos de Taehyung se abrieron de sobre manera y finalmente lo entendió.


Entendió el porqué Jungkook estaba tan ansioso por tener sexo con él.1
Abrió la boca y apenas pudo acallar sus gritos en la almohada. Estaba
apoyándose en sus manos y rodillas, con el trasero al aire. Jungkook tenía
cuatro dedos dentro, tocándole y presionando algo que hacía que perdiese la
cordura33

–¡Ugh! –Sus piernas temblaban mientras su hermano le tocaba.

Tres días para que llegase la navidad, tres días para que Jungkook realmente
le diese lo que quería darle. Estaba sudando y su estómago dolía mucho. Su
hermano le tocó de nuevo y vio estrellas blancas y resplandecientes detrás de
sus párpados cerrados.7

–Por favor, por favor –murmuró una y otra vez. Pensó que podía correrse o
morir. Ni siquiera registraba el dolor, no con el ciego y aterrador placer
recorriéndole. Estaba terminado–. Fóllame.14

Los dedos de Jungkook se congelaron.

–¿Qué?

–Fóllame... –La respiración de Taehyung estaba muy pesada e irregular–.


Fóllame. Debes hacerlo.30

–Taehyung –susurró Jungkook. Empujó sus dedos más–, ¿hablas en serio?

El menor le miró sobre su hombro, su cabello pegado a su frente.

–Te necesito. Lo necesito. Kookie, Kookie, hazlo. –Hizo que su trasero


retrocediera y que el brazo de su hermano se curvara–. ¿Jungkook?1

El sexo de Jungkook se retorció con necesidad. Taehyung estaba rogándole


para que le follara. Estaba rogándole que pusiera su pene dentro de él.
Rogando. Casi se cae hacia delante, no podía creerlo.

–¿Realmente quieres? –Retiró sus dedos con cuidado.4


–Yo... –jadeó Taehyung, retrocediendo de modo que los dedos húmedos
estuvieran dentro de él, de nuevo–. Necesito sentirte. Voy a hacerlo muy bien.
Lo prometo.

Jungkook cerró los ojos. Tres días. Tres días hasta navidad. Tres hasta que él
realmente pudiera joder a Taehyung. Eso no era real.

–No –respondió por fin. Sacó sus dedos y acarició la espalda baja de su
hermano–. No, tenemos que esperar.33

–Mírate –dijo Taehyung con un toque de pánico en su voz–. Mírame. Estoy


listo, Jungkook.7

–No lo estabas hace unas semanas, cuando yo quería –contestó con calma.2

–Tú... Yo... –Taehyung se giró y se echó de espaldas; su miembro duro y


húmedo–. Mírame.

–Puedo verte. –Se adelantó y le dio un suave beso en la mejilla–. Esta vez fue
agradable, ¿no?

Taehyung volteó su cabeza, respirando pesadamente.

–Sí.

–Lo sentí, toqué algo que se sintió bien. Un punto pequeño... tu pequeño
punto. –Taehyung gimió.1

–Tócalo de nuevo.

–Voy a sentirme tan bien cuando esté ahí dentro –dijo Jungkook. Se echó
sobre Taehyung, presionando su cuerpo hacia abajo. Con una mano le tomó el
mentón y le besó profundamente, y con la otra, se bajó el boxer. Se friccionó
entre las piernas sus, su sexo enterrándose en el estómago y muslos de
Taehyung–. Cuando entre en ti, voy a hacerlo tan profundo que voy a tocar tu
pequeño punto.2

Taehyung se retorció, arqueándose hacia arriba y besando a Jungkook con


dureza.

–Ahora, Kookie, duele.

–No puedo abrir mi regalo antes –respondió el mayor, a pesar de que lo que
más quería en el mundo era hacérselo lo más pronto posible. Se imaginó
corriéndose dentro de Taehyung y embistió con fuerza a un ritmo rápido y
brutal–. Esto es lo que voy a hacerte.14

Taehyung chilló pero dejó que Jungkook se moviera sobre él. Pronto ambos
estarían retorciéndose juntos, sin aliento, agarrándose a las sábanas, al otro,
algo.

–Quiero que te corras dentro de mí –gimió–. Por favor.

Jungkook hizo que sus dientes rechinaran y eyaculó, justo entre las piernas de
su hermano, manchando sus muslos y su ingle con el semen. Taehyung se
retorció bajo él y Jungkook esparció algo de semen en el esfínter y presionó
dos dedos húmedos hacia dentro.

–Está en ti –dijo adentrando sus dedos con fuerza. Taehyung gritó y se corrió
instantáneamente, dejándose caer pesadamente y con los ojos muy abiertos–.
Mierda–. Jungkook limpió el estómago de su hermano y pateó el cubrecama–.
Debes irte.12

Su hermano había sido ruidoso, demasiado. Taehyung se sentó, temblando.

–¿Tengo que hacerlo?


Jungkook asintió. Su madre subiría las escaleras en cuestión de minutos,
pensando que el menor tendría otra de sus pesadillas. Ella los encontraría
enrollados juntos, cubiertos de semen y apartaría a Taehyung lejos de él. Sus
ojos se oscurecieron y apuró a su hermano fuera de la cama.

–Tres días –dijo y Taehyung sonrió, inclinándose hacia él y dándole un beso en


la mejilla.

–Tres días.33

Jungkook cogió el cabello de Taehyung, sonriendo. Estaban sentados en el


sillón de la sala y ya era navidad.32

–¿Qué es eso? –preguntó Jungkook, jalando de objeto estaba en la cabeza de


Taehyung.2

–Es un lazo –contestó Taehyung, rodando los ojos. Tenía uno de los lazos de
navidad con pegapega de navidad en su cabeza. Sonrió–. Yo soy un regalo.68

Jungkook refunfuñó.

–Esa no es excusa.

–Ya, está bien. –Se quitó el lazo de la cabeza–. Supongo que no soy un regalo,
entonces. –Jungkook hizo un gesto a Taehyung y Eunbi entró a la estancia.

–Hola chicos. –Estaba sonriente–. Taehyung, luces festivo.9

–¿Cuándo llegan todos? –preguntó su hijo menor, poniendo de vuelta el lazo


en su cabeza.2
–Pronto –contestó Eunbi, luciendo cansada–. Sus abuelos deben de llegar
primero. Es un largo viaje para ellos. –Ambos gruñeron–. Siéntense en la mesa
-añadió su madre–. Deben estar alrededor por el resto del día. Oh, y Jungkook,
asegúrate de tener tu guitarra cerca. Estoy segura que tus tíos y tías quieren
saber que han estado haciendo, y tendrán que mostrar sus habilidades
musicales.1

–Ew –se quejó Taehyung–. No voy a cantar.8

–Sí vas a hacerlo –se adelantó Jungkook, tornando los ojos–. Siempre lo
haces. –Su hermano le sacó la lengua.

–Como sea... El último en la mesa tiene que darle a la abuela el primer beso.

Jungkook salió corriendo a toda velocidad y entró en el comedor, y Taehyung


soltó un quejido.24

Ya estaba ahí toda la familia de los gemelos. Bueno, todos los del lado de su
madre, los cuales no eran un grupo muy grande; solo sus abuelos y su tío,
quien había llevado a su esposa y sus dos hijos que tenían cinco y seis años,
respectivamente.9

Taehyung ya estaba cansado de su compañía. Había demasiadas sonrisas,


demasiados abrazos y mucho de las mismas preguntas y comentarios. ¿Cómo
va la escuela? ¡Tu hermano y tú ciertamente han crecido! ¡Dios, ustedes dos ya
no se parecen! ¿Como esta la banda? ¿Que tal las novias? ¿Esa es una
perforación?33

Y se sentía nervioso, ansioso, sus palmas habían estado sudando todo el día.
En unas pocas horas la familia terminaría de cenar, terminaría de abrir los
regalos y se irían a la ciudad, a su hotel. Entonces podría estar a solas con
Jungkook y le daría su regalo. Únicamente el pensamiento hizo que su
estómago doliera.6
–Los tenedores están del lado incorrecto –comentó su abuela cuando se
sentaron para cenar.

–Taehyung –dijo Eunbi, con una risita.

–Fue Jungkook –fue la respuesta corta del mencionado, añadiendo una


sonrisa a su declaración. Sólo quería que todos se fueran. Jungkook le miró
fijamente desde el otro lado de la mesa y él se sonrojó rápidamente.

–Bueno, quien haya sido –dijo Mingyu, sonriendo y poniendo el asado en el


medio de la mesa– hizo un hermoso trabajo. La mesa se ve maravillosa.7

–Fui yo –intervino Taehyung y Jungkook le pateó por debajo de la mesa.


Tembló ligeramente en su silla y bajó la mirada a su plato.14

–Wow, el tiempo está empeorando –dijo su tía con nerviosismo–. Nuestro


hotel está muy lejos. –Eunbi mordió su labio.44

–Va a estar bien. Terminaremos pronto, de todos modos.1

Taehyung pateó a Jungkook, y su hermano atrapó su pie entre sus piernas.


Tuvo que tomar un sorbo de su vaso para no reírse.

El pie de Jungkook se deslizó hacia las piernas, causándole cosquillas en el


tobillo. Taehyung agachó la cabeza y el pequeño lazo rojo que estaba pegado
a su cabeza cayó hacia la mesa, en su puré de papas.2

Eunbi se adelantó a alzar el lazo, sonriendo.

–Con cuidado –dijo tendiéndoselo a su hijo menor.

Taehyung lo cogió y se lo puso de nuevo en el cabello, sonrojándose al sentir


como el pie de su hermano se aventuraba a ir más arriba. Nadie podía ver,
pero el pie subió por sus piernas y él dejó salir un pequeño chillido. La sonrisa
de Eunbi se apagó y le dio una mirada extraña.33
Taehyung tosió y apartó el pie de Jungkook.

–Las papas saben bien –dijo, llevándose el tenedor hacia la boca.22

La conversación se reanimó de nuevo y la cena se desarrolló sin


contratiempos. Eunbi estaba disfrutando de la cena y la compañía,
disfrutando de lo orgullosos que estaban todos de sus hijos y de cuanto
habían crecido; pero había algo que le tenía con el ceño fruncido y hacía que
su estómago se revolviera con malestar.

Era la misma sensación de hacía unos días cuando dejó a los chicos solos en el
sótano. Miró a Taehyung, su cara estaba sonrojada, su cabeza ladeada y sus
ojos pestañeando juguetonamente a Jungkook quien le había lanzado un
guisante.28

"Nada está mal" se dijo a sí misma. "Estás imaginando cosas. Es navidad,


mantente agradable".6

Pero Eunbi sabía. Siempre había tenido esa sensación sobre sus hijos,
sensación que no la dejaba en paz. Sensaciones que habían venido juntas y no
le abandonaban desde el día que los había atrapado besándose; quería creer
que eso había sido la circunstancia. No los había visto hacerlo de nuevo pero
algo le decía que no se había terminado.10

La manera en la que Taehyung cogió y tiró de uno de los cabellos de


Jungkook, sus ojos brillantes, mandó señales de alerta a su cabeza.

Taehyung estaba coqueteando con Jungkook.101

Se regañó a sí misma por siquiera pensarlo. Se sintió como una mala madre
por barajar esa posibilidad, pero también se sentía así por no saber si era
verdad... Y si era verdad, ¿entonces qué?60
♡ 15 ♡
...♡ようこそ16

Eunbi suspiró moviendo sus manos en la mesa, golpeando un tenedor y


haciendo que éste se cayera. Se agachó a recogerlo, buscándolo con los ojos
en el piso y viendo los pies de Mingyu, los de Taehyung, los de Jungkook... Los
pies de Jungkook estaban atrapados en las piernas de su hermano,
presionando sus muslos y arrastrándolos hacia su estómago. Rápidamente
tomó su cubierto y volvió a su posición, mirando fijamente a sus hijos que
estaban sonriendo con las bocas llenas.88

–Jungkook –dijo sin pensarlo–, ve a la cocina y trae más servilletas. Su hijo


mayor le miró con el ceño fruncido.

–Pero hay miles en la mesa.1

–Sólo ve –repitió Eunbi.

Refunfuñando, Jungkook deslizó su silla y fue hacia la cocina a paso lento,


arrastrando los pies. Eunbi observó con cuidado la cara de Taehyung, todavía
estaba con las mejillas rojas, pero volvió a comer, mirándose notablemente
menos animado que antes y no moviendo sus ojos del plato.

–Escuchen el viento –comentó Mingyu, limpiando su boca–. Me pregunto si la


estación del clima mencionó algo de esto.

–Espero que no –dijo el abuelo, ásperamente–. No planeo conducir si hay


nieve.13

Taehyung levantó la cabeza.

–¿Está nevando?
Mingyu fue hacia el estéreo y cambió a la estación del clima. Todos oyeron en
silencio mientras el locutor hablaba.

"... con vientos de setenta millas por hora, hay un 90% de posibilidad de que
haya nieve y corrientes. Las condiciones de las carreteras serán muy malas, así
que aunque estén lejos de sus casas, quédense donde están".50

–Oh no –se quejó la abuela–. Esto es terrible.

Jungkook regresó, sosteniendo una pila de servilletas.

–¿Qué pasa?

–Se van a quedar aquí –dijo Eunbi con firmeza. Taehyung dejó caer su tenedor,
haciendo que sonara ruidosamente al contacto con el plato.

–No pueden –soltó.56

–Sí, es absurdo –intervino la abuela, dando toques en su boca con la


servilleta–. ¿Dónde nos quedaríamos todos en esta casa tan pequeña?12

–Ustedes pueden quedarse en la habitación de Jungkook –respondió Eunbi–,


y Hansol, Seungkwan y los niños en la de Taehyung.25

–¿Pero dónde se van a dormir los chicos? –preguntó Hansol.

–En el sofá/cama –contestó Mingyu–. No pienso dejar que manejen en este


clima.

–Taehyung puede dormir en el sillón de mi estudio –se interpuso Eunbi, con la


voz tensa. –Su hijo frunció el ceño. Jungkook miró su comida, sin hablar.

–No tiene sentido. El sofá-cama es lo suficientemente grande para ambos –


contestó Mingyu–, además tu estudio debe de estar congelando. Está
decidido.87
Eunbi suspiró, forzándose a sonreír.

–De acuerdo.

Jungkook se sentó, frunciendo el ceño. Él y Taehyung cerraron sus ojos; sus


planes estaban arruinados

–No quiero dormir ahí –se quejó Taehyung–. Pica.2

–Taehyung –dijo Eunbi, con severidad-, duerme en el piso entonces.36

Jungkook se aguantó una risa y pateó a Taehyung por debajo de la mesa pero
su hermano no respondió. Estaba decepcionado.

–Esto apesta –susurró.1

Jungkook le pateó de nuevo, con fuerza y Taehyung suspiró, sacándose el lazo


de la cabeza y terminando el resto de su cena.49

Jungkook ayudó a extender el sofá-cama en la sala, esa misma noche más


tarde. Taehyung estaba sentado en el brazo del sofá, usando pijamas y con las
cejas permanentemente fruncidas.

–Esto servirá –dijo Mingyu asegurando el colchón en su lugar. Sacudió un poco


de polvo de las barras de metal–. Uff, ha pasado el tiempo desde la última vez
que lo desplegamos.1

–Sí, desde que hicimos una fortaleza –contestó, Taehyung sombrío.

–Será mejor que no atrapen a Santa en el acto –molestó Mingyu. Los gemelos
gruñeron.40

–Voy a golpearlo –comentó Taehyung y Jungkook rió.60

–Sí, lo hará.
–Espero no encontrar sangre aquí en la mañana –dijo Mingyu, lanzando
algunas mantas y almohadas al sofá–. ¿Están seguros de que no quieren dejar
sus zapatos fuera de su habitación para Papa Noel? –preguntó, moviendo sus
cejas de arriba a abajo.53

–Ugh –se quejó Taehyung–, ni siquiera estoy en mi cuarto y estoy demasiado


grande para eso. –Jungkook sólo alzó los hombros.2

–Está bien –respondió, riéndose entre dientes–. Ustedes ya no son divertidos.


Buenas noches, muchachos. Feliz navidad.11

–Feliz navidad –dijeron a coro. Mingyu apagó una de las luces y se fue. La
única iluminación provino de una pequeña lámpara en la mesa y de las luces
del árbol de navidad.

Ambos hermanos se sentaron, sin meterse dentro de los cobertores,


simplemente mirando el piso. El resto de la casa estaba en silencio, todos
estaban metidos en sus camas... acostados en las camas de Jungkook y
Taehyung, mejor dicho. Desde una esquina de la estancia, el árbol de navidad
de la familia brillaba y todos los regalos estaban desenvueltos y dispersos. A
Taehyung le habían dado mucha ropa y CD's y unos cuantos pares de medias
tejidas de su abuela. Jungkook había recibido regalos parecidos.

–Esta navidad es un asco –dijo finalmente Taehyung, con un puchero. Se


acercó a su hermano, viendo a la puerta cerrada de sus padres que estaba
cruzando la sala y la cocina.29

La luz que se filtraba de debajo de la puerta se apagó y Taehyung se giró a ver


a Jungkook. Éste estaba con el ceño fruncido, jalando de las mangas de su
pijama.

–Sí, no voy a recibir mi regalo –contestó Jungkook, cruzándose de brazos.


Taehyung suspiró.4
–Papa Noel te va a traer unas tontas Timberland mañana, las vi en el armario
de mamá.37

–Ese no es el regalo al que me refiero.

Taehyung se sonrojó y movió su cabeza.

–Ah eso. –Jungkook atrapó su mano y la apretó.

–Es el regalo que más quiero, a la mierda las Timberland.6

–Tal vez mañana.

–Tal vez esta noche –contestó, jalando a su hermano más cerca–. ¿Qué
opinas? –Taehyung frunció el ceño.92

–Pienso que eres un idiota, mamá está cerca.1

–La puerta está cerrada –argumentó Jungkook–, podemos ser muy


silenciosos.26

–Así no es como quiero... dártelo –murmuró Taehyung en respuesta, besando


el cuello de su hermano–. Tiene que ser especial.7

–No seas una chica –sonrió el azabache–, será bueno. –Taehyung miró la
habitación de sus padres con nerviosismo.21

–Lo sé.

–Vamos, me has estado volviendo loco todo el día. –Su hermano tembló un
poco con sus palabras–. Estamos listos.

–Lo sé –dijo de nuevo, esta vez con más suavidad–. ¿Crees que podamos?

–Sé que podemos –contestó con confianza–. Supongo que depende de ti. –
Taehyung sonrió contra su hombro.
–Tú sabes que quiero.66

Ambos se adentraron en el sofá-cama, acercándose. Taehyung levantó la


mano sobre el hombro de Jungkook y apagó la lámpara, la sala
oscureciéndose casi por completo a excepción de las luces provenientes del
árbol. Sus labios se encontraron y su hermano le empujó para que quedase
echado de espaldas.

–¿Y si la abuela baja por... un vaso de agua y nos ve? –susurró,


estremeciéndose mientras Jungkook le daba besos suaves y húmedos en el
cuello.

–Ella no puede ver ni sus narices –respondió el mayor–. Taehyung, he estado


esperando mucho. –sonrió y le rodeó con sus brazos.16

–Has sido un buen chico.

–Así es, merezco este regalo.54

Taehyung se abrió camino en la boca de Jungkook y se besaron


cuidadosamente. El viento aulló en las afueras y la nieve golpeó las ventanas.
La habitación estaba fría y el menor jaló de los cobertores.

–Aún no podemos, tiene que ser medianoche.

Eran las diez.

–Pero Papa Noel no está trayendo este regalo. –Jungkook presionó su cuerpo
contra el de su gemelo–. Déjame tenerlo ahora. Seré muy callado y bueno. En
serio.

–Has esperado mucho, puedes hacerlo unas horas más. –Jungkook trató de
persuadirlo con su boca o con sus manos.
Sus labios estaban dejando un rastro caliente en el cuello de Taehyung y sus
manos se deslizaban por debajo de los del pijama de franela.

–No voy a hacer ningún sonido cuando lo haga –musitó Jungkook–. Primero
pondré mis dedos y te tocaré como te gusta. Haré que te corras Taehyung.49

じゃあまたね♡...
♡ 16 ♡
...♡ようこそ8

Ante la perspectiva gimió suavemente. Los dedos de su hermano eran muy


convincentes, acariciando sus muslos superiores.33

–No -susurró–. Kookie, detente.

–Se llaman juegos preliminares.

–Sí, ya, detente –suplicó Taehyung con los ojos muy abiertos–. Quiero esperar
a que sea medianoche y tú no estás ayudando.

–Bien. –Jungkook hizo cosquillas en la base del miembro de Taehyung


haciendo que éste siseara, apretando los dientes–. Todo el día te has visto
bien.1

–¿Con mi tonto lazo en la cabeza? –Taehyung apartó su cabeza de Jungkook y


mordió su labio. No se daría por vencido. No lo haría. No–. No puedo.1

Jungkook sacó su mano de adentro de los pantalones de su gemelo y se sentó.

–¿Qué vamos a hacer por dos horas?

Taehyung encogió los hombros con lentitud.

–¿Ver cosas navideñas en la tele? –Jungkook gruñó ruidosamente y Taehyung


le silenció.

–Vas a dejarme hacerlo, ¿verdad? –preguntó con seriedad.

–Kookie –respondió frunciendo el ceño–, por supuesto. Yo quiero.


–Hay que concentrarnos en algo de música –propuso el azabache, alzando
una vieja guitarra del piso–. A menos que la única música que quieras hacer es
cantar villancicos de navidad. Dios, te dije que ibas a terminar cantando.

Taehyung hizo una mueca.

–Eso es lo que hago.

–Quisiera tener mis Timberland nuevas.

–Me tienes a mí –sonrió Taehyung.3

–No hasta medianoche. –Su hermano arrugó la nariz.

–Siento como si fuera... no sé, los horarios del tren.

–Será mejor que esté a tiempo –contestó Jungkook, bajando la cabeza. El


cuerpo de Taehyung tembló ligeramente, su nerviosismo comenzando a
mezclarse con excitación1

–Está bien, música. –Se sonrieron mutuamente y Jungkook tocó las primeras
notas.

Unas cuantas notas se deslizaron dentro de la habitación y Eunbi no podía


dormir. Se movió de costado y casi de inmediato volvió a girarse.

–¿No puedes dormir? –preguntó Mingyu, bostezando.

–No –respondió ella–. Demasiada agitación hoy.17


–Todo salió bien. Los chicos están instalados en la sala... Suena como si
estuvieran trabajando o algo. Espero que a Jungkook le gusten las botas.

–Le gustarán –dijo Eunbi, con delicadeza–. Mingyu...

–¿Hm?

–¿Algunas vez has...? ¿Tú has visto...? –Eunbi arrastró las palabras. No podía
pensar en una forma de plantear la pregunta. Ni siquiera sabía si quería
decirle algo a su esposo acerca de sus suposiciones sobre los gemelos. Era
algo que ella había cargado por tanto tiempo–. Olvídalo.

–¿Cuál es el problema? –Mingyu se sentó– ¿Son los chicos?

–No, es nada –le contestó–. Duérmete.

Mingyu se giró y pronto Eunbi pudo oír su ligero ronquido. Se mantuvo


despierta hasta que el suave tañido de la guitarra se detuvo, entonces cerró
los ojos, tratando de apagar los pensamientos que invadían su mente.27

Jungkook dejó su guitarra y le echó un vistazo al reloj. Faltaban diez minutos


para la medianoche. Taehyung estaba tarareando una melodía.35

–Shh, Taehyung –susurró Jungkook.

–¿Hmm? –Taehyung parpadeó– Pensé que ya teníamos algo.

–Lo teníamos. –El mayor apuntó el reloj.

–Oh. –La cara de Taehyung se tornó rojo brillante.

–Quiero tocarte ahora –dijo y su hermano jadeó con suavidad.1


–¿Cómo?

Jungkook gateó hasta posicionarse encima de Taehyung, forzándolo a


acostarse en el colchón.

–Dentro de ti.2

Taehyung se retorció de debajo de Jungkook, poniendo una mano dentro de


la boca de su sorprendido gemelo.

–Yo también quiero, sólo necesito... traer algo.

–¿Qué?

Taehyung saltó fuera de la cama y agarró la pequeña bolsa que se había traído
de su dormitorio. De ella sacó una pequeña botella de loción y se la enseñó
tímidamente a Jungkook.

–Vamos a necesitarlo para... ya sabes. –Su hermano lució confundido.

–Para... –Sus ojos se abrieron, entendiendo–. Oh.

–Sí, de otro modo dolería. Mejor dicho, va a doler.1

–Voy a hacer que no duela –dijo Jungkook a medias inseguro, a medias


seguro–. Voy a hacer que te sientas bien.22

–Sé que lo harás así –le apoyó–. Por lo menos eso espero.1

–Será así –declaró Jungkook con firmeza–. En serio, así será... Espera, ¿de qué
estamos hablando? –Taehyung rió con nerviosismo.21

–Que, uhm, no va a doler cuando... lo hagas.

–Oh. –Jungkook suspiró profundamente–. Mierda, no sé. –Taehyung asintió y


se aproximó a su gemelo, agarrando la botellita.1
–Kookie...1

–Qué.

–Ese reloj es lento... Probablemente ya sea navidad desde hace unos minutos.

Jungkook sonrió con lentitud.

–Estás retrasándote.

–Oh dios, no lo sé –contestó, sus ojos centellando con pánico–. No sé si pueda


hacer esto.

–Taetaee... –Jungkook arrastró el nombre, con el ceño fruncido. No quería


forzar a su hermano y se le ocurrió una idea–. Está bien, supongo que yo
tampoco puedo.

–¿Jungkook?

–Buenas noches. –Taehyung tocó su hombro.

–No voy a caer en eso.

Jungkook hizo un sonido que fue un evidente ronquido falso.

–Jungkook! –se quejó Taehyung, gateando hacia él y obligándole a que se


volteara. Jungkook mantuvo sus ojos y continuó roncando–. No puedes
devolver un regalo. –Se montó de horcadas en sus caderas y jaló la parte
superior de su pijama por su cabeza, exponiendo su pecho. Lanzó la camiseta
al piso–. Tendré que desenvolverlo por ti.8

Al escuchar eso, los ojos de Jungkook se abrieron.

–No puedes abrir mis regalos, Taehyung, eso no es agradable. –Se puso
encima de su hermano y se volvieron un enredo de miembros retorciéndose al
pie de la cama desplegada.3
Jugaron un poco, Taehyung tratando de quitarse el pantalón y Jungkook
maldiciéndole y tratando de mantener la prenda en su lugar,

–Detente –dijo Jungkook con firmeza. El pijama de Taehyung estaba a mitad


de sus muslos, dejando a la vista sus caderas y su vientre. Taehyung no estaba
usando nada debajo–. Taehyung –suspiró. Alzó el pantalón y tocó con
delicadeza el sexo de su hermano–. Compórtate.15

Taehyung asintió, excitado en todo lado por la lucha con Jungkook.

–Quítalo.

–Quiero tomarme mi tiempo para desenvolverte –dijo Jungkook con voz muy
suave, muy amable.6

–No tenemos tiempo –susurró Taehyung.

–Tengo todo el día –murmuró Jungkook, recorriendo con su mano el


estómago de su hermano–. ¿Estás listo? –Taehyung asintió– ¿Qué tan listo?15

–Um... –Taehyung miró a Jungkook y se estremeció un poco–. No sé qué tan


listo –admitió–, pero quiero hacerlo.16

Jungkook besó su cuello y se movió hacia su cuerpo, rozando con sus labios
cada contorno, disfrutando de cada centímetro. Había explorado el cuerpo de
Taehyung antes pero esa ocasión era diferente. Muy diferente.

–Taehyung, oh –susurró entre dientes mientras lamía la curva de la cadera de


su hermano–, luces tan bien.

–No puedes verme –replicó sin fuerza el menor.

–Sí puedo –replicó Jungkook, deslizando sus dedos por debajo del pijama de
Taehyung–. No puedo esperar para meterme dentro de ti.1
–Kookie –fue todo lo que Taehyung pudo decir mientras su gemelo le
resbalaba el pantalón hacia sus muslos y luego se lo sacaba.7

じゃあまたね♡...
♡ 17 ♡
...♡ようこそ
4

El frío del aire rodeó a Taehyung, quien tembló un poco, halando de su


hermano y enterrando su rostro en su cuello. Llegarían ahí pronto, el
pensamiento le hizo doler. Jungkook lamió su muslo y chupó, haciendo que
gimiera de manera no muy callada. El mayor levantó la mirada y le silenció.20

Taehyung encogió los hombros, desesperanzado.2

–Si me haces eso, no puedo prometer que permaneceré en silencio -


sentenció–. Tú... oh, Kookie. –Jungkook asintió y su nariz rozó el pene de
Taehyung. Quería embestirlo de la vieja forma.

Se sentó y se sacó la camiseta, cubriendo el cuerpo de Taehyung con el suyo.


Se inclinó hacia delante. Con facilidad podía quitarse el pijama y correrse
encima del estómago de su gemelo, sobre sus muslos. Una parte de él estaba
muy excitado por la idea.

De un momento a otro Taehyung ya estaba jalando de su pantalón, sus manos


estaban resbalosas por la loción y corriendo por su miembro, y quiso más que
nada estar dentro de su hermano.1

Jungkook terminó de sacar el pantalón y embistió en el esfínter de Taehyung.

–Mierda –jadeó e inmediatamente mordió su labio–, tenemos que


mantenernos... oh mierda, Taetae... tenemos que estar en silencio.

–No le podemos decir a mamá –dijo Taehyung, acariciando a Jungkook con


fuerza–. No le podemos a decir a mamá que me la vas a meter.107
–Duh –gruñó Jungkook. Movió su cabeza y apartó las manos de Taehyung–.
Dame la loción. –Taehyung rápidamente se la pasó y él puso una generosa
cantidad en su palma, sintiendo que tan húmeda y pegajoso estaba–. Voy a ser
cuidadoso, pero dios, Taehyung... solo quiero meterlo.10

–No puedes.

–Los dedos de Jungkook se tocaron en su entrada, presionando. No fue muy


profundo pero de todos modos jadeó, arqueando su espalda.

–¿Te gustan mis dedos ahí dentro?

–Sí... –dijo apenas–. Es como... ya sabes, es mi trasero, Jungkook. –Taehyung


se ruborizó y cubrió su cara–. Más profundamente, ahí duele.

–¿Dónde? –Jungkook empujó sus dedos hacia delante–. Dime, ¿dónde está tu
pequeño punto?

–Ahí –chilló Taehyung débilmente–, encuéntralo.24

–Shh –dijo Jungkook, acariciando el hombro de Taehyung–. Quédate quieto.

–No puedo. –El cuerpo de Taehyung se retorció, sus piernas vibraron–. Dios...
no puedo. Tú no puedes, oh dios mío. ¿Estás metiendo otro dedo?6

–¿Se siente bien? –preguntó con suavidad.

–No sé –contestó–, no sé. Ahora mismo solo se siente como dedos en mi


trasero. –Jungkook rió.

–¿Eso... no es bueno? –Sacó sus dedos y Taehyung protestó.

–Continúa –le instó–. Me gustan tus dedos... ahí... dentro. No sé.

Jungkook volvió a meterlos antes de hacer una mueca.

–Estás muy apretado esta noche.


–Estoy nervioso –se retorció Taehyung–, Dios, muy nervioso. No me hieras,
Jungkook.7

–Trataré de no hacerlo –respondió–, seré cuidadoso.27

–Tú rompes todos tus regalos –dijo Taehyung, con una pequeña sonrisa.
Jungkook rió y cubrió su boca con su mano libre.18

–No voy a romperte ni tampoco a mis botas. –Empujó sus dedos lo más que
podía y los torció–. Especialmente no si son Timberland.4

Taehyung apenas pudo acallar el casi grito que salí de su boca mientras su
hermano le tocaba. Los ojos de Jungkook se sobre abrieron mientras el
cuerpo de Taehyung se apretaba y se sacudía en torno a él. Sacó sus dedos
mientras temblaba.

–Dios, Taehyung... ¿qué te hice? ¿Estás bien? –susurró Jungkook


frenéticamente, acariciando el cuerpo ahora sudoroso de Taehyung, tratando
de tranquilizarlo– ¿Estás herido? -Su hermano apenas podía respirar.

–Kookie... eso... –abrió sus piernas y gimió– se sintió increíble. –Los ojos del
mayor se abrieron de la impresión.8

–¿Se sintió bien?

Taehyung asintió.

–Sí, sí, ese era mi punto. –Jungkook intentó de volver a meter sus dedos pero
Taehyung se retorció–. No, solo pon tu... pene. Voy a gritar si lo tocas con tus
dedos.27

–No grites –susurró Jungkook–. No hagas ningún sonido.

Taehyung movió la cabeza haciendo que los suaves rizos cafés cubrieran su
frente.
–Sólo... necesito que lo hagas.

Abrió las piernas lo más que pudo y las cerró en torno a la cintura de
Jungkook, jalándole hacia él. Sintió el miembro de su Jungkook entre sus
piernas y luego contra su entrada, y gimió con suavidad. Su hermano puso una
mano sobre su boca y besó su nariz.60

Taehyung murmuró algo a través de los dedos de su gemelo.

–¿Qué? –preguntó Jungkook en voz baja.

–Te amo –respondió Taehyung, con claridad y parpadeando nerviosamente–.


En serio, oh... Por favor, simplemente hazlo.10

Jungkook cogió la mano de Taehyung y besó los nudillos.8

–Estamos haciendo esto... Sexo real.

–Fóllame –respondió, sorprendiendo a ambos. Jungkook dejó que una


pequeña risa saliera y besó la cara sudorosa de su hermano.19

–Está bien –dijo Jungkook. Se inclinó hacia delante, de rodillas y tomó las
piernas de Taehyung y las apretó–, voy a follarte ahora mismo.21

Taehyung aspiró profundamente.

–Dímelo. –Jungkook le miró inquisitivamente–. Esto es inmenso –comentó,


con suavidad–. Te estoy dando... ya sabes. Dímelo.

Jungkook rozó su estómago con el de su hermano y embistió con suavidad,


agarrando la cara de Taehyung.

–Te amo, te amo –repitió contra la piel de su hermano.11

Taehyung gimió y tocó con una mano llena de loción el sexo de su gemelo. Lo
acarició un par de veces antes de que Jungkook arremetiera en su cuerpo
desnudo. Dejó ir la erección de Jungkook y se echó hacia atrás
completamente, estirando su cuerpo y poniendo sus manos sobre su cabeza.

–Feliz navidad.57

Jungkook bajó la cabeza y besó los labios de Taehyung, sus caderas yendo
hacia delante, su sexo probando la resistencia del pequeño cuerpo. Los ojos
del menor se abrieron mucho y sólo pudo sentir el calor mientras la cabeza de
la erección de Jungkook se hundía adentro.

–¡Oh, mierda! –chilló. Se estaba deslizando hacia dentro y Taehyung se


tensaba debajo–. Taehyung, casi estoy... Estoy dentro de ti. Estoy... oh mierda,
Taehyung, estás muy apretado.14

Jungkook no pudo prestarle atención a la expresión de dolor en la cara de su


hermano ni a su respiración entrecortada. Todo lo que pudo pensar fue que
por fin estaba dentro de Taehyung y lo jodidamente bien que se sentía. Casi
demasiado bien y eso que aún faltaba camino por recorrer.29

Taehyung estaba tratando de no llorar, de no alejarse de su hermano y


hacerse una bola. Estaba siendo desgarrado de cierta manera, todo su cuerpo
acalambrándose. Solo podía soltar quejidos y recibir todo el miembro de
Jungkook, porque a pesar de que le dolía como nada nunca antes, no podía
retroceder ahora.26

Había molestado y prometido a Kookie eso... y ahora su hermano le estaba


jodiendo.

–Oh –susurró Taehyung casi sin voz. Veía estrellas y no del buen modo. Su
visión estaba llena de destellos flotantes. Mientras parpadeaba mucho por el
dolor, mordió con fuerza su labio haciendo que sus dientes casi le perforaran–.
Jungkook...18
–Mierda –gimoteó Jungkook, dejando caer su cabeza, presionándola contra el
pecho de Taehyung–. Taehyung, Voy a..., oh... Mierda... Voy a...

Taehyung apartó la mirada, centrándose en el árbol de navidad tan


cuidadosamente decorado. Sus pensamientos estaban vagando. Si eso era el
sexo, no quería hacerlo nunca más.82

Mientras tanto Jungkook estaba pensando que el sexo era la mejor cosa que
existía. Su miembro estaba muy dentro de Taehyung, saliendo y entrando con
rudeza, con movimientos inexperimentados. Sus ojos estaban cerrados, muy
apretados. Quería mirar a Taehyung pero ese era su momento, había estado
esperado tanto y finalmente... era todo lo que pensó que podía ser. El sexo
con Taehyung... El jodido de su hermano era asombroso.46

–Increíble –suspiró Jungkook, asegurándose fuera de Taehyung, para dar una


embestida. Sintió como sus rodillas temblaban–. Oh, no... -Era demasiado,
demasiado intenso. Retrocedió un poco sobre sus rodillas y apretó los puños
mientras se corría con fuerza contra sus muslos y los de Taehyung. Su pene se
sentía como nunca antes. Algo cambió dentro de él. Se sentía muy bien.16

Cuando abrió sus ojos, no estaba preparado para lo que vio. Taehyung lucía
débil y roto, estaba inclinado sobre sus codos y jadeaba pesadamente. Bajó
una mano a su trasero y el rostro de Taehyung se contrajo de dolor.42

–Taehyung –dijo Jungkook dándose prisa–. Tae... ¿estás bien? ¿Taehyung?

–Mierda... Kookie –dejó salir con la voz ronca. Jungkook apartó sus manos de
su hermano y notó que había un poco de sangre en sus muslos.71

–Oh Jesús, ¿estás bien? –La sangre hizo que su estómago se revolviera, pero
Taehyung asintió. Estaba bien.
–No te asustes –dijo, tratando de recuperar el aliento–. Mierda, Jungkook, no
sé si... podamos hacerlo de nuevo. –El corazón de Jungkook se detuvo.

–¿Te rompí? Te prometí que no iba a hacerlo pero se sintió...21

–Sonabas muy bien –respondió Taehyung todavía respirando pesadamente–.


Me alegra que lo hayas disfrutado... Sólo que –sus ojos se llenaron de
lágrimas–, ¿se supone que iba a doler tanto?37

Jungkook abrazó a Taehyung, cuidando de no moverlo demasiado y le besó


los labios con suavidad.3

–Fue tu primera vez. ¿No... quieres volver a hacerlo nunca más?

Taehyung limpió sus lágrimas, sintiéndose estúpido. Por supuesto que era
difícil la primera vez.

–¿Realmente te gustó? Porque si así fue, quiero hacerlo de nuevo... uhm, en


algún momento. –Jungkook negó con la cabeza.4

–No quiero hacerlo solo porque a mí me gustó.2

–¿Pero estuvo bien? –Los ojos de se veían suplicantes– ¿Te sentiste bien en
mí? –Taehyung necesitaba saber que estuvo bien para Jungkook. Su cuerpo
aún estaba ardiendo, su interior se sentía friccionado con rudeza. ¿Cuándo
pararía el dolor? Agarró las manos de Jungkook–. ¿Estuve bien?25

Jungkook no sabía como expresarle lo bien que se sintió. Nunca se había


corrido tan fuertemente ni tampoco se había perdido tanto en el orgasmo.

–Fue el mejor momento de mi vida –contestó con seriedad–. Tú eres muy


excitante y te amo.13

–Entonces –contestó– vale la pena hacerlo de nuevo. Quiero tratar, pero la


próxima vez, Kookie quiero que... ya sabes... te corras dentro. –Besó los labios
de su hermano e hizo una mueca de dolor. Su entrada estaba muy adolorida–.
Ow... creo que necesito limpiar o algo así.4

–Te voy a ayudar. –De pronto un suave sonido se escuchó.1

–Mamá –murmuró Taehyung. Jungkook asintió y jaló los cobertores para


cubrirse, y ambos se separaron hacia diferentes lados de la cama.80

Eunbi había tenido problemas toda la noche. No había podido dormir y había
intentado todo lo que se le ocurrió para hacerlo, hasta que decidió que no le
haría daño levantarse y tomar un vaso de agua.

Mientras caminaba por la sala, levantó la cabeza. En el sofá, bajo una montaña
de cobertores estaban sus dos muchachos. Estaban dormidos. Giró la cabeza
unos cuantos grados. La habitación estaba fría y ambos estaban cubiertos
hasta la cabeza.

Estaba por dejar la estancia cuando vio algo que estaba en el piso. El
pantalón de pijama de Taehyung.233

じゃあまたね♡...
♡ 18 ♡
...♡ようこそ7

De inmediato se volteó, dándoles la espalda a los chicos dormidos, y sintió


que iba a tropezar contra alguna pared. Sus hijos habían estado metidos
inocentemente bajo los cobertores con una división de almohadas entre ellos.

Pero el pantalón de Taehyung... Algo dentro de ella se revolvió.27

Eunbi se sentó en la mesa de la cocina, de nuevo. No podía sacarse de la


cabeza lo que había visto.

El pantalón de pijama de Taehyung, en un ovillo arrugado tirado en el piso.

Se inclinó hacia atrás en la silla y exhaló lentamente. Tal vez no significaba


nada. Tal vez Taehyung había sido únicamente Taehyung, y no pudo decidir
con cual pantalón dormir, así que se trajo dos y que no había usado, terminó
en el piso.55

Eunbi frunció el ceño. O quizá era algo más.

Sacudió la cabeza de un lado a otro. ¿Por qué, casi de pronto, se había lanzado
a la conclusión de que algo estaba pasando? ¿Acaso estaba tan mal de la
cabeza para pensar así sobre sus hijos? ¿O sólo era muy perceptiva?

–¿Qué han hecho? –susurró. Puso la cara en sus manos y suspiró


profundamente. De seguro nada malo. Pero cualquier cosa podía ser mala,
cualquier cosa podía ser muy mala.21

Después de levantase con lentitud, determinó regresar a la cama a meditarlo


un poco. No quería en lo mínimo dedicarle más tiempo a pensar sobre eso,
pero sabía que iba a afligirse de todos modos durante los días que venían.

Tal vez, decidió, no era nada.


Regresó a su habitación con cansancio y sin mirar la sala, aún mientras pasaba
por ella.1

Taehyung abrió un ojo. La luz del dormitorio de sus padres estaba apagada y
todo estaba en silencio de nuevo.

–Jungkook –susurró.

–¿Mm? –Taehyung se sentó con lentitud.

–¿Estabas dormido?

–Yo... –Jungkook abrió sus ojos, bostezando–. Tal vez14

–Eso estuvo cerca –comentó el menor, permitiendo que una sonrisa se


arrastrase en sus labios, pero pronto la cambió por una mueca de dolor–.
Ouch.

Jungkook se despertó instantáneamente, acercándose más cerca de su


hermano.4

–Oh dios, ¿estás bien?

–Lo estaré –contestó Taehyung, besando la nariz de su gemelo–, pero quiero


lavarme... y tengo hambre.4

Jungkook sonrió y bajó su cabeza lo suficiente para rozar sus labios.

–¿Duele? –preguntó con voz silenciosa. Taehyung asintió.1

–No voy a olvidarlo –declaró–. Mañana voy a sentirlo todo el día, Kookie... voy
a sentir como me lo hiciste.

Jungkook tragó duro y le apretó los hombros, jalando de su cuerpo desnudo


para que se levantase.

–Agarra tu pantalón, quiero lavarte.13


-

Cerraron la puerta del baño y Jungkook viró hacia Taehyung, bajándole el


pantalón. El mismo que su madre había visto en el suelo, pero por supuesto,
ellos no lo sabían.

–¿Para qué me lo puse de nuevo? –preguntó Taehyung en tono de burla.1

–En caso de que nos encontráramos con la abuela –respondió Jungkook


haciendo que su hermano riera. Se arrodilló, rozando con sus labios el
estómago de Taehyung y haciendo que él jadeara suavemente–. Voltéate.1

Taehyung dudó y Jungkook deslizó sus manos por sus muslos desnudos,
girándolo lentamente.

–¿Qué... estás haciendo? –preguntó. Podía sentir el cálido aliento de Jungkook


en su espalda.

–Voy a besarte –jadeó Jungkook en respuesta.6

Taehyung trató de decirle que no, que no era innecesario pero su hermano
presionó sus labios en su trasero. A Jungkook le tomó un par de torpes y
húmedos besos encontrar su adolorido esfínter y cuando lo hizo no pudo
evitar gemir.16

–Kookie –suspiró Taehyung, cerrando sus ojos–. Eso es... diferente.

–¿Sí? –Jungkook le besó de nuevo, dejando que su lengua rozara a Taehyung.

–¿Qué sabor tiene? –preguntó el menor, mirando sobre su hombro.71

–Como tú. –Jungkook se pausó–. Y yo.39

–Claro –murmuró.
Puso una mano en la cabeza de Jungkook y pasó un par de mechones de
cabello entre su dedo pulgar e índice. Su hermano se levantó, dejando un
sendero de besos en su espalda hasta su cuello. Chupó la piel de ahí y
Taehyung jadeó de nuevo, incapaz de evitar que sus dedos se encogieran en
los azulejos.2

–Bueno, voy a limpiarte. –Taehyung sonrió y brincó al tocador, abriendo sus


muslos. Ambos hicieron una mueca de dolor ante la sangre seca que ahí había.
Jungkook frunció el ceño ante lo rojo que estaba la entrada de su hermano–.
Lo siento –murmuró Jungkook, tocando debajo de los testículos de Taehyung
con cuidado–. No quería hacer eso.1

Taehyung negó con la cabeza y jaló del cuello a Jungkook, haciendo que sus
narices se tocaran.

–No lo lamentes, me encantó.

–Mentira.

–En serio –dijo Taehyung con suavidad–. Dolió como mierda pero valió la
pena.

–¿Sí? –Jungkook miró a su hermano con escepticismo pero éste asintió.

–¿A ti realmente te gustó?

–¿Estás bromeando? –Jungkook atrapó con sus brazos el cuerpo su hermano–


. Me corrí en... un minuto. Me siento muy tonto. Te dolió a pesar de que
supuestamente debía sentirse bien.1

–Se sintió bien aquí –contestó Taehyung poniendo una mano en su pecho,
justo encima de su corazón–. Nunca voy a olvidar cómo lucías cuando te
corriste. ¿Realmente se sentía tan bien?41
Jungkook se sintió algo emotivo, como si fuera a llorar o algo igual de
vergonzoso y le besó en la mejilla.

–Fuiste el mejor –dijo y recorrió con sus manos el pecho de Taehyung–. Pero
tú no te corriste.

–No me importa.6

–A mí sí. –Taehyung sonrió, pero hizo un gesto de dolor cuando el dedo de su


hermano pasó con fuerza por su entrada adolorida.

–Sé cuidadoso –pidió. Jungkook frunció el ceño, sintiéndose culpable.

–Odio haberte hecho doler.

–Solo fue un poco. –Taehyung tocó cuello de Jungkook, acariciando y luego se


hizo hacia atrás, haciendo una mueca–. Estoy sucio, límpialo.

–¿Yo?

–Claro, tú lo has hecho. –Jungkook rió un poco, sintiéndose relajado. A


Taehyung le había gustado y no estaba herido. Le gustó, se repitió. Estaba
riendo y bromeando.1

–Estás bien –afirmó sólo para asegurarse.

–Lo estoy. –Taehyung abrió el grifo de agua y puso una mano bajo el chorro,
esperando a que saliera el agua tibia–. Tenemos que ser silenciosos. –
Jungkook tomó una pequeña toalla del colgador y la puso debajo del agua,
para luego exprimirla.

–Fuiste callado.

–Para la próxima vez quiero deshacerme en jodidos gritos –comentó


Taehyung– porque eso es lo quería hacer: gritar. –El mayor de los gemelos
gruñó.6
–Vas a matarme.

–Venganza. –dijo Taehyung y sonrió dulcemente.8

Jungkook rodó los ojos y comenzó a deslizar la toalla húmeda por los muslos
de Taehyung, limpiando la sangre y el semen. Su hermano estaba
entremetiéndose según cada toque se acercaba a su entrada y se sintió
culpable... sin embargo, los ojos de Taehyung brillaron.

–¿Vas a aprovecharte porque valió la pena?

–No... duele. –Jungkook estrechó sus ojos.

–No te creo –contestó. Taehyung gimoteó y se removió, alejándose de él y


mordiendo su labio para no reírse.

–Ni siquiera me corrí.

–¿Quién tiene la culpa de eso? –Taehyung suspiró profundamente.

–No había forma de que pasara –dijo, riéndose–. Ya, bueno, no es la gran cosa.
Mierda, me estoy muriendo de hambre.

–Yo también.

Jungkook se agachó y tomó el sexo de Taehyung con su boca, haciéndole


soltar un quejido agudo y que pusiera las manos en su cabello.7

–Kookie, no –negó Taehyung, sin sonar de modo alguno convincente–. Yo... -


Gimió haciéndose escuchar por encima del agua corriendo y se inclinó hacia la
gaveta de medicinas, agarrando la cabeza de su hermano.

Jungkook dejó que su hermano guiara sus movimientos, tratando de hacer lo


mejor que podía. Ese no era su fuerte, pero en ese momento tenía a Taehyung,
casi ahogándose al tratar de tragarlo todo en su garganta. Pero,
aparentemente, el casi ahogarse estaba bien.
Taehyung se retorció mientras su garganta apretaba la erección.

–Sí, Kookie –dijo el menor esta vez. Dejó de guiar su cabeza y comenzó a
acariciarle–. Te amo, oh... oh...1

Jungkook dejó que el miembro se deslizara fuera de su boca y tocó con la


lengua la punta, viendo como los ojos de Taehyung se cerraron, sus manos
temblando. Dejó resbalar un dedo por el muslo de su hermano, buscando con
delicadeza la entrada, cuando la encontró la acarició con suavidad y volvió a
tomarlo en su boca.

La sensación para Taehyung tenía algo de asombrosa. Dolía y hería en


demasiadas maravillosas maneras. Contrajo los dedos de sus pies y dejó que
el dedo de Jungkook se deslizara dentro. Su hermano estaba siendo muy
cuidadoso en eso y Taehyung quería llorar o correrse. O ambos.1

–Voy a... Mierda.

Taehyung se movió contra el espejo y la punta del dedo Jungkook tocó su


próstata. Eso fue todo lo que tomó para que viera estrellas y se corriera en la
lengua hambrienta.3

Jungkook se movió hacia atrás y jadeó, lamiendo sus labios y sonriendo.


Taehyung tenía las piernas tensas y estaba sosteniéndose un lado del espejo
con los ojos muy abiertos.

–Mierda –dijo Taehyung de nuevo, esta vez con más suavidad–. Espero que
nadie oyera eso. –Jungkook se pasó el antebrazo por su boca y se encogió de
hombros.1

–Más o menos no me importa.25

–Jungkook –se quejó Taehyung y se bajó del tocador. Jungkook se levantó y él


lo cubrió de lamidas y besos, haciendo que protestara en forma juguetona.
–¿Ahora qué? –preguntó el mayor– Ahora que ya, tú sabes, tuvimos sexo. –
Taehyung se sentó de nuevo y entornó los ojos.

–Tengo mucha hambre.8

–Hay algo de papas que dejamos. –Taehyung ya estaba subiéndose el


pantalón. Cerró el grifo y gruñó.

–Creo que el abuelo se las comió todas.

–No, tú te las comiste todas –dijo Jungkook, lanzando la pequeña toalla al


piso.33

–Sí, lo hice –admitió Taehyung y se quedó en silenció un segundo, sonriendo


con timidez–. Feliz navidad.

–La mejor jodida navidad de nunca.4

Taehyung se sonrojó hasta la punta de las orejas. Quitaron el seguro a la


puerta y salieron para encaminarse a la cocina.

–Jungkook, ¿puedo hablar contigo un momento?58

El chico ya estaba camino a la puerta, con el gorro y los guantes ya puestos.


Estaba yendo a encontrarse con Yoongi en el parque, pero su madre estaba
parada en la cocina, luciendo cansada. Sus familiares acababan de irse y
Taehyung todavía dormía.8

–Sí, mamá –contestó, quitándose de encima la mochila–. ¿Qué pasa? –Eunbi


miró alrededor, asegurándose de que estaban solos y se sentó en la mesa,
haciendo un gesto a la silla que estaba enfrente de ella
–Necesito hablar contigo sobre algo importan... sobre algo serio. –Jungkook
mordió su labio y se sentó, dubitativo.

–¿Algo serio?

Sintiéndose nerviosa por enfrentar a su propio hijo, Eunbi aclaró su garganta y


toqueteó con torpeza sus mangas. Tenía toda la intención de preguntarle a
Jungkook qué era lo que estaba haciendo con Taehyung, a Taehyung. Para
conservar su propia cordura debía saber. Tenía que confirmar sus sospechas.1

La noche anterior había decidido que no podía decir algo. ¿Cómo hacerlo? Ni
siquiera se imaginaba pronunciando algunas palabras a sus hijos.

Pero entonces se despertó, hizo café y fue al baño a tomar un baño caliente;
cuando se estaba poniendo la bata, vio una toalla que estaba en una de las
esquinas de la habitación. Suspiró. Tener dos hijos significaba ir recogiendo
ropa detrás de ellos. Estaba por lanzar la toalla a la canasta de ropa sucia
cuando notó que había algo que no debía estar: una pequeña mancha de
sangre seca.62

No estaba segura de qué significaba eso. ¿Jungkook estaba haciéndole daño a


Taehyung? Tal vez no era lo que estaba pensando, tal vez pasaba algo más. De
la única cosa que no tenía dudas es que algo estaba pasando.16

Miró a su hijo al otro lado de la mesa. No podía imaginar a ese chico inocente y
dulce haciéndole algo a su Taehyung.6

–Encontré una toalla en el baño –dijo Eunbi observando como la cara de su


hijo se teñía de rojo–, y había sangre en ella. ¿Qué ha pasado? –Jungkook
tragó saliva y bajó la mirada-. Dime la verdad.5

–No... no sé.
–¿Le has hecho daño a Taehyung? –Eunbi se arrepintió inmediatamente de lo
que dijo ni bien los ojos de Jungkook mostraron dolor.17

–¡No! –respondió con voz alta y se detuvo–. Es algo tonto, traté de... –
Jungkook cruzó sus brazos– afeitarme. –Eunbi alzó una ceja.72

–¿Afeitarte?

–Sí, um, me hice corté –aclaró. Eunbi no vio ninguna marca en la cara de
Jungkook y su corazón se detuvo. Por un momento le había creído.

–No veo ningún corte. –Jungkook encogió los hombros.2

–No me he afeitado la cara.161

–¿Entonces dónde...? –arrastró las palabras.2

–No quiero hablar de eso –se adelantó a decir el mayor de sus hijos–. ¿Ya
terminamos?34

Eunbi asintió con torpeza. Jungkook no estaba mintiendo; ningún hijo podía
mentirle tan impecablemente a su propia madre... o por lo menos eso era lo
que esperaba.59

–Está bien, y bueno, ten cuidado con eso.

–Ten por seguro que para la próxima vez lo tendré –contestó Jungkook.

–Diviértete –dijo Eunbi con incomodidad y le despidió con una mano.

Jungkook dio un paso hacia el aire fresco, aliviado de haberse eludido de las
preguntas. No sabía exactamente lo que ella estaba suponiendo, pero sí sabía
que la había despistado de lo que fuera.

Entonces detuvo su caminar. Le había dicho a su madre que se había cortado


afeitando su...68
Sacudió la cabeza, poniendo sus manos en los bolsillos y retomó su camino.

じゃあまたね♡...1
♡ 19 ♡
...♡ようこそ
6

–Tenemos dos botellas de vino –dijo Taehyung con orgullo– y algo de


champaña... La misma cosa, probablemente.13

–Claro que no lo es, idiota –contestó Jungkook, sin amabilidad.1

Era la víspera de año nuevo.

Los gemelos habían rogado a su madre y a Mingyu que les dejaran tener una
pequeña fiesta. Sus padres habían estado de acuerdo. Ellos habían sido
invitados a la fiesta de unos vecinos.

Taehyung y Jungkook invitaron a Yoongi, su único amigo de la escuela y les


habían dicho a Jin y Namjoon que pasaran por ahí.

Yoongi puso una botella de vino entre sus piernas e intentó jalar el corcho.

–Yo exijo ésta como mía.4

–No puedes exigir una botella –se quejó Taehyung–. Dámela, estás
arruinándolo.

Jungkook suspiró ruidosamente y alejó el vino de Yoongi y de Taehyung.


Agarró el sacacorchos y la destapó con facilidad.

–Sólo es mía, no pueden emborracharse ahora.

–¿Qué te hace pensar que voy a emborracharme? –Taehyung sonrió


dulcemente a su hermano, haciendo que éste sintiera un vacío en el
estómago.
–Tú eres un peso ligero –contestó Jungkook, recobrándose–. En serio, voy a
patearles el trasero de aquí a una hora. Y eso es tan jodidamente odioso. –
Yoongi rió.

–Dame un poco.

–Tenemos que esperar a Jin y Namjoon –intervino Taehyung–. Dijeron que se


pasarían por aquí.

–Dudo que lo hagan –dijo Jungkook sin ánimos. Taehyung hizo una mueca.1

–¿Qué? ¿No soy lo suficientemente divertido para ti? –Tanto Yoongi como
Jungkook tornaron los ojos

–Vamos a tomar –declaró Yoongi– de esa botella. –Señaló la que tenía


Jungkook en sus manos, abierta–. Si nos embriagamos, nos embriagamos.
Ahora sírveme.17

Jungkook no pudo rebatir esa lógica. Sirvió a cada uno en un vaso grande,
vaciando la botella. Entonces brindaron y tomaron rápidamente sus bebidas.
Jungkook estaba en lo correcto, todos iban a estar ebrios antes de
medianoche.11

Para el momento en el que Jin y Namjoon aparecieron, justo antes de las


once, encontraron a los tres chicos ebrios riéndose tontamente, pasando el
tiempo con el Playstation y haciendo llamadas de broma.1

–Los niños de estos días –comentó Jin. Él traía vodka y ron, es decir, es decir,
alcohol de verdad.36

–¿Esta es una fiesta? –preguntó Namjoon, sonriendo–. Oh bueno, es mejor que


en la que estábamos.

–¿Dónde estaban? –quiso saber Jungkook.


Se sentía muy chiquillo y quería que sus amigos más grandes pensaran que
era muy maduro; pero con Taehyung rodando por el piso y a veces
terminando en su regazo era algo difícil de lograr.12

–Estábamos en la fiesta de mi ex –respondió Jin, quitándose el abrigo–. Estaba


bien, pero todo el mundo era demasiado...

–Ustedes nos agradan más –terminó de decir, Namjoon. Taehyung les sonrió.

–Eso es porque yo soy... Hey, ¿eso es vodka? –Jin rió, sentándose en la mesa.

–Sí, es de lo que guardaba Jisoo, mi ex –explicó.13

–No debimos de haberle robado –comentó Namjoon–. Ella se veía muy bien. –
El muchacho castaño le frunció el ceño.

–Son cosas del pasado –dijo, abriendo la botella de vodka–. Niños, ¿ustedes
saben lo que son los tragos cortos?6

–Es lo que se toma en una de esas tacitas, ¿no? –Taehyung hipó–. Son lindas. -
Yoongi se levantó, sacudiendo la cabeza

–Él ya está ebrio –dijo entrecortadamente. Aparentemente trataba de lucir


interesante para los chicos mayores que apenas conocía–. Traeré algunas
tazas.

–Vasos –le corrigió Jungkook. Las mejillas de Yoongi enrojecieron mientras iba
hacia la cocina.

Jin tomó un sorbo de la botella de vodka

–Entonces, ¿debo hacer llamadas de broma?5

–Nadie va a hacer bromas a nadie, o por lo menos yo no –dijo Jungkook,


orgulloso de poder hablar sin arrastrar las palabras–. Podemos hacer otra
cosa.1
–De ninguna manera. Voy a llamar a Jisoo –contestó Jin, tomando algo más de
vodka. Se estremeció mientras se lo tragaba y alcanzó el teléfono.

–Se veía tan bien –comentó Namjoon, agarrando la botella de Jin. Tomó un
sorbo largo y luego se la pasó a Taehyung. Éste negó con la cabeza.5

–Quiero el mío en uno de esos, um, vasos bonitos.18

–Qué chica. –Namjoon se sentó a lado de Jin–. ¿Vas a llamarla?

–Sí, espero que no tenga identificador de llamadas.

Taehyung se movió hacia Jungkook, poniendo la botella en sus manos.

–Jin va a hablar con ella toda la noche –susurró. Jungkook levantó la botella,
haciéndole reír–. Qué fiesta, ¿eh?

El mayor de los gemelos tomó algo de vodka, sintiendo como la garganta le


quemaba. Limpió su boca y miró a su hermano. Taehyung se había arreglado
el cabello del modo que le gustaba, suave y ensortijándose hacia sus ojos. Y el
maquillaje simplemente lucía...

"Precioso", decidió. Tocó la garganta de Taehyung con el revés de sus


nudillos, sintiendo ya la sensación zumbante del vodka recorriendo su
sistema.2

–Hey. –El otro pestañeó seguidamente y ambos rieron

–Esta es la mejor fiesta a la que he ido –dijo Taehyung, apoyándose en el


hombro de su hermano–. Bueno, aparte de la de navidad.9

–Ah, claro, porque la abuela es salvajemente divertida –se burló Jungkook


antes de tomar otro sorbo de vodka. Los labios de Taehyung se curvaron en
una sonrisa.6
–Me refiero a después –fue todo lo que dijo. Su hermano parpadeó, sintiendo
como una oleada de excitación corría por todo su cuerpo–. A ti te gustó esa
fiesta mucho.28

Jungkook asintió tontamente, recordando la sensación de estar dentro del


apretado cuerpo de Taehyung. No habían hecho nada desde esa noche.
Estaba siendo cauteloso por su madre y por haber herido a Taehyung...
además, su hermano aún estaba recuperándose.

–Embriágame un poco más y tendremos otra fiesta.

–¿Cuándo?

Taehyung tarareó un poco, tomando con delicadeza de su vaso con vino. Le


guiñó a Jungkook, sonriendo y alzó los hombros.

–¿Este o el próximo año? –Jungkook arrugó la nariz.

–Eso es muy cursi.1

–Tú elige.6

Jungkook miró alrededor. Jin estaba hablando por teléfono y Namjoon estaba
riéndose con su atención centrada en el chico peliverde.2

–Quiero mi beso a medianoche –susurró Taehyung. El estómago de Jungkook


se retorció. Su hermano lucía increíblemente delicioso.17

–Vas a tenerlo –contestó–. Definitivamente vas a tenerlo. –Taehyung sonrió y


tomó la botella de vodka, vertiendo un poco en un vaso de plástico

–Voy a echarle algo de jugo de manzana.6

–Qué niño –molestó Jungkook–. Entonces... ¿en serio? ¿Quieres... hacerlo de


nuevo? –Taehyung asintió mientras se levantaba.
–Pronto. Esta noche.14

Jungkook le miró caminar hacia la cocina. Jin aulló algo acerca de llamada en
espera y él avanzó hacia el teléfono.

–Probablemente sea mamá o Mingyu –dijo–. No te preocupes, no le voy a


colgar a tu novia –molestó, tomando el aparato.

–¡Ex! –gritó Jin–. Espera, Jisoo. –Jungkook tornó los ojos y apretó un botón,
escuchando el sonido que se desarrollaba al otro lado de la línea.

–¿Hola?

–Jungkook –era la voz de Eunbi–, ¿cómo la están pasando?

–Estamos bien –respondió, manteniendo los ojos en donde estaba su


hermano–. Jin y Namjoon vinieron... Estamos jugando y esas cosas.

–Ya veo –respondió ella–. ¿Dónde está Taehyung?

–En la cocina –dijo–. ¿Ustedes están divirtiéndose? –Eunbi rió por un instante.

–Sí, sí. ¿Por qué está Taehyung en la cocina? –cuestionó. Jungkook frunció el
ceño. Su madre estaba actuando extrañamente.6

–Tiene sed.

–Chicos, no tomen mucho –aconsejó–. Solo tienen las tres botellas que les
dimos, ¿cierto?59

Jungkook vio como Taehyung y Yoongi regresaban con vasos. Ambos se


sentaron a un lado de Jin y éste les sirvió.

–Claro –mintió.37

–Es probable que no regresemos esta noche –comentó su mamá–. ¿Los chicos
van a quedarse a dormir? –Ella sonaba tensa.
–No sé.

Miró a Taehyung tomarse el vodka y casi caerse. Los otros muchachos


comenzaron a reírse. Jungkook quería colgar, las preguntas de madre le
estaban poniendo ansioso.1

–Deberían quedarse si están tomando –dijo Eunbi con firmeza–. Pueden


quedarse todos en la sala, acampando.9

–Quizá yo me vaya a mi cuarto –contestó haciendo que su mamá tosiera–.


Bueno, tengo que colgar, estamos jugando cartas.

–¿Puedo hablar con Taehyung?

Taehyung estaba soltando risitas exageradas en el piso, dejando que Yoongi le


echara vodka directamente en la boca. Su estómago se removió mientras su
hermano se movía contra la alfombra con los ojos brillantes y felices.

–Estamos algo ocupados –respondió por fin–. ¿No podemos hablar mañana? –
Eunbi no dijo nada por un momento hasta que se aclaró la garganta.

–No quiero que ustedes dos estén solos.36

–¿Por qué? Ya estamos lo suficientemente grandes para quedarnos en casa


solos.

–Si están tomando, preferiría que... que no lo hiciesen, ¿está bien?25

Jungkook estaba confundido, pero dijo estar de acuerdo.

–Voy a hacer que se queden.

–Bien. Feliz año nuevo, cariño –dijo ella.

–Tú también, adiós.


Colgó el teléfono sintiéndose muy extraño, su estómago hecho un nudo. Pero
Jin y Namjoon lo atacaron y forzaron a que el ron y vodka corriera por su
garganta y pronto no estaba sintiendo mucho de nada.

Jungkook no estaba del todo seguro como habían llegado a la habitación.


Tampoco estaba seguro de cómo le había sacado el pantalón a Taehyung o
cómo tenía ya tres dedos dentro de él. Pero de lo que sí estaba seguro era que
Taehyung estaba gimiendo y arqueándose hacia él, y que eso sentía
jodidamente bien.36

Todas las sensaciones vinieron en olas, en largos relámpagos de irrefrenable


excitación y se dio cuenta de que él también estaba desnudo.

¿Dónde estaba el resto? Que se jodieran, estaba ocupado con su hermano.13

–Sí, Kookie, por favor –rogó Taehyung debajo–. Entra en mí.

–Dios –dijo Jungkook, sacudiendo su cabello y sosteniendo los brazos de


Taehyung con su mano libre–. Espera, espera.

–No puedo –gimió Taehyung retorciéndose sin control–. Es curioso, mi cabeza


está confusa y quiero que me folles. –El estómago de Jungkook saltó.2

–Voy a hacerlo.

–Ya casi es medianoche –dijo con los ojos muy abiertos–. Mira... mira. Oh,
espera. Feliz año nuevo.1

–¿En serio?

–Mierda, ni idea –jadeó en respuesta, encogiéndose–. No muy fuerte... no


muy... –Jungkook le echó un vistazo al reloj.

–No es año nuevo.

–Diablos.6
Se friccionaron. Taehyung estaba muy excitado y sus miembros rozaron,
frotándose juntos. Mientras miraba a su hermano, supo que podía correrse en
su estómago y aún podría estar listo para más; pero ya tenía un plan. Iba a
meterse dentro de Taehyung.

–Diez minutos para año nuevo –cantó Taehyung–. Ohh... Kookie, oh, ¡Kookie!

–Deja de moverte –reclamó Jungkook con torpeza–. Te mueves demasiado.


Nunca paras de moverte... ¿por qué lo haces tanto?18

–Porque estoy listo –jadeó el otro contestándole, sus ojos abiertos como
platos–. Está bien, ambos estamos listos4

–Esto va a ser increíble –murmuró Jungkook, presionando sus dedos dentro


de Taehyung–. Increíble, increíble...2

–¡Mierda! –Apretó sus músculos alrededor de Jungkook haciendo que éste


gruñera y sacara sus dedos–. ¡Jungkook!

–¡Ya sé, ya sé! –El mayor rodó fuera de la cama y empezó a caminar por toda la
habitación, irracionalmente molesto por un momento–. ¿Dónde está la
jodida... jodida... esa loción?7

–No lo sé –contestó Taehyung, feliz–. ¡Encuéntrala!18

–No la encuentro... Oh –dijo cuando se topó con la botella. La recogió y la


apretó para luego comenzar a caminar mientras se echaba algo de loción en
su erección.

Taehyung hizo un sonido en queja y jaló a Jungkook de los muslos.

–Déjame –pidió Taehyung. Tomó el sexo de su hermano y frotó. Jungkook


gimió y retrocedió.
–No lo hagas –advirtió–, sino voy a explotar por toda la jodida casa. –
Taehyung cayó en la cama y abrió sus piernas.

–Vamos.

Jungkook estaba borracho. Repentinamente tuvo un recuerdo: Yoongi


desmayándose en el sillón y Jin y Namjoon dibujando penes por toda su cara.
Su puso entre las piernas de Taehyung.66

–¿Dónde están Jin y Namjoon?

–Se fueron –suspiró su hermano–. En mí, ahora.

–¿A dónde? –Las caderas de Jungkook se movieron hacia delante y su sexo


tocó la entrada de Taehyung. Lo miró fijamente.

–A la casa de esa estúpida chica –contestó. Rodeó con sus piernas la cintura
de Jungkook–. Ahora hazlo4

Eso fue todo lo que Jungkook necesitó, una última demanda y se empujó
dentro de Taehyung, gimoteando mientras su miembro entraba en el calor
estrecho.

–Oh, mierda –gimió–. Oh, Dios. –Taehyung se arqueó y su rostro se


contorsionó por el dolor

–Apúrate, métela toda –dijo entre dientes–. Apúrate, Kookie.38

Jungkook lo hizo, sin ni siquiera pensarlo. Estaba demasiado ebrio para ser
cuidadoso, demasiado ebrio para decirle a Taehyung que no, que no deberían
de hacerlo tan pronto. Taehyung estaba probablemente aún adolorido por lo
de navidad.4

–¿Duele? –preguntó moviendo sus caderas. No podía moverse ir hacia delante


y hacia atrás. Taehyung se agarró de las sábanas.
–Te amo –dijo con voz forzada–. No duele mucho. –Su hermano juntó sus
bocas.12

–Yo también te amo –contestó Jungkook–. Quiero que te sientas bien, ¿se
siente bien? –Seguía moviéndose, cuestionándose si podía golpear el pequeño
punto de Taehyung. No recibió respuesta. Su hermano parecía estar
demasiado concentrado para decir algo. Jungkook se removió un poco
mientras lo follaba–. ¿Taehyung?1

–Sí...

–¿Duele?

Taehyung hizo una mueca, tratando de relajar todo su cuerpo. Dolía un poco,
pero aparte de eso, no sentía algo más ni bueno, ni malo.

–Ow... No, no realmente. Uh...

–Mierda –gruñó Jungkook, empujándose muy profundo dentro de Taehyung.


Éste hizo un gesto de dolor y dejó que un sonido de queja saliera y Jungkook
se inclinó hacia él, besándole. Miró la cara de su hermano menor–. ¿Tu
pequeño punto está ahí?

–No lo sé –murmuró Taehyung, cerrando los ojos–. ¿Estás tú ahí? –Jungkook


retrocedió.23

–¿Qué?

–Oh, mierda, si estás –se corrigió, sonriendo con locura–. Tal vez mi cabeza
duela, no lo sé. Tal vez debería seguir tomando.

–No más –contestó Jungkook. Comenzó a moverse de nuevo, agarrando las


rodillas de Taehyung y apretándolas. El menor estaba balbuceando sobre
nada concreto, entre la conciencia y el inconsciente–. Taehyung, quédate
aquí.

–No voy a ir ningún lado –dijo mirándole–. ¡Oh!

–¿Oh? –Taehyung mordió su labio y se afianzó a los hombros de Jungkook.

–Espera, espera.

Jungkook suspiró, moviéndose con más intensidad. Taehyung contrajo sus


músculos a su alrededor porque le gustaba la expresión que su hermano
hacía. Jungkook gimoteó, embistiendo y maldiciendo ruidosamente.

–Taehyung, Taehyung, Taehyung –gimió. Comenzaba a sentirse cálido y


pesado, su ingle estaba vibrando–. Mierda, voy a correrme, ¿está bien? ¿Está
bien? ¿Taehyung?

–Sí –susurró–. Te amo, Jungkook, mucho. Por favor, córrete en mí.1

Jungkook besó a su hermano y entonces se apoyó en sus brazos, moviéndose


contra Taehyung una vez más. Sus rodillas temblaron y se corrió, casi todo
dentro de Taehyung, pero teniendo que retroceder y luego arremeter de
nuevo.

–Oh, Taehyung –suspiró, sacudiendo la cabeza y cayendo hacia delante. Puso


su mejilla en el estómago de su gemelo, apretando sus piernas.

Taehyung pasó sus manos entre los cabellos de Jungkook, observando como
los ojos de éste se cerraban mientras jadeaba

–¿Estuvo bueno? –Taehyung se sintió inmensamente orgulloso del sonido de


satisfacción que Jungkook hizo.

–Te amo... Se sintió tan bien.–Besó la cadera de Taehyung–. Esta vez fue
mejor.
–Estás ebrio –dijo Taehyung, sonriendo. Jungkook se subió a su cuerpo,
dejando besos por todo su cuerpo mientras se movía.

–Tú lo estás –contestó y besó su cuello, su la garganta –. ¿Dolió?

–Sí –dijo Taehyung–, solo un poco. Me gustó. –Jungkook sonrió mientras


tocaba la semi-erección de su hermano con la mano.1

–Quiero que te encante.1

–Será así, lo juro –respondió–. Mmm, tócame, Kookie.

Jungkook le acarició y con la otra mano tocó con cuidado la entrada irritada.

–También duraré más –dijo Jungkook, empujando sus dentro hacia dentro.
Taehyung chilló–. Te voy a joder por siempre. –Las cosas estaban volviéndose
difusas para Jungkook. Miró a un lado, al reloj. Habían pasado cinco minutos
desde medianoche–. Feliz año nuevo.1

Curvó su dedo, encontrando el pequeño punto y Taehyung lloriqueó.2

–Sólo... ¡oh! Sólo tienes que tocar el punto con tu... –Las caderas de Taehyung
se arquearon mientras temblaba–. Voy a correrme muy rápido, no te
detengas.

–Probablemente debamos regresar –murmuró Jungkook. Tocó el interior de


Taehyung, presionando con fuerza–. Mamá dijo que...

–¿Qué dijo? –Taehyung mordió su labio, cerrando los ojos y luchando para no
explotar–. Oh, oh, oh...

–Dijo que no quería que estuviéramos solos –contestó Jungkook, riendo. Se


rió tan fuerte que cayó sobre Taehyung, haciendo que éste gruñera,
retorciéndose debajo de él–. Ahá, sí, porque cuando estamos solos...
–Algunas cosas pasan –susurró Taehyung. Sintió como el dedo de Jungkook
tocó en el lugar perfecto y sus rodillas temblaron. Hubo un estallido de calor
por todo su cuerpo y se corrió con fuerza contra Jungkook–. Mierda, mierda.1

–Me alegra que estemos solos –murmuró Jungkook, parpadeando para


mantenerse despierto; miró hacia abajo, recorriendo el cuerpo de su
hermano–porque no quiero que nadie más vea lo que yo veo.6

–Nadie lo hará.

Taehyung se echó boca abajo y enterró la cara en el cobertor, sus hombros


aún estaban temblando. Taehyung puso una mano en su espalda y la piel bajo
sus dedos se tensó.1

–¿Taehyung? –Éste levantó su cabeza

–Hay que bajar... Ugh, ropa.

–Tengo rastros de ti por todo lado.

–Sí.

Taehyung tragó duró y se levantó, tratando de mantener el equilibrio con sus


brazos.

–Feliz año nuevo –dijo, sonriendo–. Nos lo perdimos, mierda. ¿Cuándo mamá
te dijo eso?

–Llamó. –Jungkook alzó su pantalón–. Sonaba muy rara.

–Hm. –De repente Taehyung rió–. Bueno, va a estar muy molesta.

–Ella nunca va a saber –dijo Jungkook, su voz sonando de pronto seria–.


Vamos a mantener esto en secreto por siempre para estar juntos, ¿está bien? –
Taehyung asintió y abrazó a Jungkook de la cintura.+
–Para siempre, Kookie.2

Jungkook apretó la mano con fuerza y esperó que fuera cierto.37

じゃあまたね♡...
♡ 20 ♡
...♡ようこそ8

♡Quince años ♡91

Eunbi había calmado la resaca.

–Qué manera de empezar el año nuevo –refunfuñó. Tomó un pequeño sorbo


de su café e intentó que su migraña desapareciera. Mingyu zentró, arrastrando
los pies y con el mismo tipo de gesto adolorido en su cara.4

–¿Aguantando ahí? –preguntó él. Se paró detrás de su esposa y masajeó sus


hombros con fuerza.

–Veremos –dijo ella.

–¿Dónde están los chicos?

–Yoongi y Taehyung están inconscientes en la sala de estar –contestó Eunbi–.


Creo que se consiguieron algo de ron. –Mingyu simplemente rió.2

–Son buenos chicos. –Eunbi se tensó un poco, pero no dijo nada–. ¿Estás bien?
Has estado muy intranquila últimamente, querida.

–Yo solo... ¿No estás preocupado en lo más mínimo por los chicos? ¿Piensas...–
respiró profundamente–... que son muy unidos?

–¿Yoongi y Taehyung? –Mingyu acercó una silla– ¿Eunbi?

–No –contestó. Su corazón latía con fuerza, queriendo decirle acerca de sus
sospechas. ¿Por qué no podía? Él quería tanto a los chicos como si fueran
suyos. Seguramente entendería... o seguramente no lo haría.

Ella no podría soportar si Mingyu se sintiera asqueado por ellos o si los mirase
diferente.12
–Bueno –dijo Eunbi–, sí. Yoongi y Taehyung. ¿Piensas que ellos son...?

Mingyu se sirvió algo de café, frunciendo el ceño.

–¿Importaría si lo fueran, Eunbi?61

–¡No! Oh no, no -respondió ella–. Por supuesto que no importaría. Únicamente


me preocupo por ellos.

–Jungkook cuidará de Taehyung –afirmó Mingyu, sonriendo.17

–Sé que lo hará. –Eunbi plisó los labios. El comentario poseía significados
diferentes para cada uno de ellos–. Él también me preocupa.

–Jungkook está bien, puede cuidarse a sí mismo –dijo–. Y nunca dejaría que
nada le pasara a Taehyung.

–Mingyu... –Eunbi dejó su taza y se quedó mirando a su esposo–. Si te


dijera...15

–¿Qué pasa?

Un fuerte ruido que provenía de arriba se oyó y Eunbi suspiró. Mingyu


incorporó, a través de la mesa, y apretó su mano.

–Lo siento –dijo ella con suavidad–. Tengo muchas cosas en la mente.

–Voy a llevarte a pasear el fin de semana, ¿está bien? –Terminó su taza de café
y Eunbi sonrió–. Unas pequeñas vacaciones.

–¿Quién cuidará a los chicos? –quiso saber con fatiga.

–Son lo suficientemente grandes como para quedarse solos –respondió


Mingyu–. Les pediremos a los vecinos que presten atención por si necesitan
algo.55

La migraña de Eunbi se agravó.


–No lo creo.

–Vamos, será divertido para ellos. Y para nosotros –añadió–. Además, sabes
que pronto estarán por su cuenta.17

–Solo...–dijo Eunbi, trabándose y suspiró–. Maldición, ¿por qué tomamos


tanto anoche? Ya no tenemos treinta años.

–Eunbi –Mingyu le acarició la mano y luego apretándola–. Saldremos de


vacaciones, no discutas conmigo.9

Recién entonces, Taehyung entró a la cocina. Llevaba puesta todavía la ropa


arrugada de la noche anterior.

–Buenos días –murmuró, sentándose en la mesa y encogiéndose hacia


delante.

–¿Demasiado ron para un niño tan pequeño? –preguntó Mingyu. El chico


simplemente gruñó.

–¿Eso era ron? -Taehyung frunció el ceño–. ¿Tenemos ron?17

–No, Taehyung, no tenemos ron –respondió Mingyu, sonriendo–. Se lo


bebieron todo.22

–Mingyu... –Taehyung se frotó la frente–. Recuerdo pequeñas copas.

–¿Yoongi está dormido todavía, cariño?– preguntó Eunbi. Taehyung se estiró


hacia ella y besó su mejilla–. Feliz año nuevo, corazón.

Taehyung sonrió.

–Sí, todavía está dormido. ¿Dónde está Jungkook?

–Escuché un ruido fuerte arriba –dijo Eunbi.


–Eso fue lo que me despertó. –Taehyung bostezó, rascándose la cabeza–.
¿Cómo estuvo la fiesta?

–Encantadora –dijo Eunbi, forzando una sonrisa. Tenía que olvidar sus
sospechas–. Nos divertimos muchísimo.

–Me llevo a tu vieja madre a unas pequeñas vacaciones –le dijo Mingyu a
Taehyung–. El próximo fin de semana.

–¿Y quién nos va a cuidar? –preguntó Taehyung, con cuidado.

–Nadie –contestó Mingyu–. Tu hermano y tú cuidarán la casa.30

–¿De verdad? –Los ojos de Taehyung se agrandaron–. ¿Por...tres días?


¿Seremos solo nosotros?46

–Estoy segura de que podría arreglar para que vengan tus abuelos –intervino
Eunbi.

–De ninguna manera, de ninguna manera –dijo Taehyung, con una sonrisa de
oreja a oreja–. Mierda, eso es genial.

–Cuidado con las palabrotas. –Mingyu le dio unas palmaditas en el hombro a


Taehyung.

–Nada de fiestas alocadas. –Taehyung rodó los ojos.

Eunbi sintió que su estómago se hundía. Ella no quería dejar a Jungkook y


Taehyung solos por todo un fin de semana. Le daba una sensación de temor.
No le preocupaba qué le pudieran hacer a la casa, pero sí pudieran hacerse...
uno al otro.91

Tomó un largo sorbo de su café y trató de alejar esos pensamientos de su


mente.1
–Estarán viviendo en la ciudad pronto, de todas formas –dijo Mingyu, con un
tono de orgullo en su voz.

–Eso espero –dijo Taehyung–. Mamá, ¿me harías unas tostadas?

Eunbi no estaba escuchando, estaba sumergida en su propia mente. No


podría cuidarlos para siempre, sabía eso. Con el contrato para grabar estarían
más tiempo lejos, que cerca de ella. Ese pensamiento hacía que su corazón
padeciera.

¿En qué tipo de problemas podrían meterse? Y si estuvieran haciendo lío, y


ella rezaba porque no lo hicieran, se podrían lastimar. Si estaba asustada de
que su propio marido reaccionara mal, ¿cómo reaccionarían los extraños si lo
descubrieran?9

–¿Mamá?

Eunbi despertó.

–¿Tostadas? Eh, sí. Claro, dulzura.2

Se levantó, con el temor invadiéndola. Tenía que hacer algo, pero no sabía
qué ni cómo.46

–Esta noche –susurró Taehyung, mientras agarraban sus mochilas de los


casilleros. Jungkook gruñó, levantando la suya sobre sus hombros.

–Demasiada jodida tarea.

–Jungkook –se quejó su gemelo, codeándolo–. No vas a hacer tu tarea.

–¿Tú la harás? –le preguntó Jungkook, con seriedad. –Taehyung hizo una cara.
–¿Cuándo dijeron que se iban mamá y Mingyu?

–Ehm... después de que llegáramos a casa –respondió Jungkook. Empezaron a


caminar hacia fuera de la escuela, algunas personas sonriéndole suavemente
a Taehyung–. Sí, querían despedirse de nosotros.

–Espero que no se queden demasiado –dijo Taehyung, haciendo pucheros–.


Quiero... hacer cosas.3

Jungkook miró alrededor, todavía estaban rodeados de gente.

–Ehm, sí

Taehyung tironeó del codo de su hermano.

–¿No quieres hacer cosas también?

–Sí

Taehyung hizo un sonido de frustración, pinchando el codo de su gemelo.


Jungkook gritó y caminaron más rápido, doblando en el camino hacia casa.
Taehyung pasó su brazo alrededor del de Jungkook y caminó a su lado.
Estaban solos en el camino.1

–Esta noche –repitió Taehyung-, quiero hacerlo.4

Jungkook casi se ahoga.

–¿De verdad?

–Será bueno esta vez.

–¿Lo será? –Jungkook respiró profundamente, se estaba excitando.16

–Síp... será bueno porque me siento realmente listo –contestó Taehyung–, y


podemos hacer ruido.18
–¿Quieres hacer ruido? –logró decir Jungkook.4

–Siempre quiero hacer ruido, Kookie –continuó Taehyung, apretando


fuertemente su brazo–. Esta es la primera vez que vamos a estar solos.

–Oh dios, entonces... ¿realmente quieres hacerlo? –preguntó nuevamente–.


No funcionó para ti realmente, ya sabes, la última vez.

No lo habían intentado desde Año Nuevo, de hecho ni siquiera habían


jugueteado desde entonces. Eunbi los había estado observando muy de cerca,
poniéndolos nerviosos.

–Sólo quiero besarte –dijo Jungkook, ruborizándose–. Al menos.9

–Puedes hacer todo lo que quieras –contestó Taehyung–. Puedes besarme, y


tocarme y tú sabes.12

–Oh dios. –Jungkook agachó su cabeza–. Ya estoy duro. ¿Cuándo podemos?


¿De inmediato?

Taehyung se rió

–¿Realmente eso te excitó?

–Ehm... –Jungkook cubrió su entrepierna con un libro y Taehyung sonrió


abiertamente, quitando el libro. Definitivamente estaba excitado, sus
pantalones estaban un poco abultados–. Taehyung, me siento como un
tonto.12

–No lo hagas. –Taehyung tironeó del brazo de su hermano, deteniéndolos–.


Me pone duro eso. Que a ti te excite. –Ambos se sonrojaron–. Mierda, no
podemos entrar a casa así.17

–Mamá podría volverse un poco loca. ¿Qué pasa con ella últimamente? Siento
como si supiera, pero ¿cómo podría hacerlo?
Taehyung ajustó su mochila.

–Ella entró, ya sabes, justo después. Tal vez está con su período. –Jungkook
hizo una mueca.

–Está bien, con eso se fue mi excitación, gracias.69

–Período –repitió Taehyung otra vez, saltando sobre su gemelo.1

–Cállate –gruñó Jungkook.

Taehyung deslizó su mano hacia la de su hermano, y éste se sintió incómodo


inmediatamente. ¿Qué pasaría si alguien los viera?

A pesar de eso, también la apretó y siguieron caminando.2

Cuando llegaron a la casa, se sacaron sus zapatos y tiraron sus mochilas al


piso. Mingyu estaba sentado en el sofá en la sala de estar, al teléfono,
haciendo reservaciones de hotel.

–¿Dónde está mamá? –preguntó el menor. Mingyu miró hacia arriba y señaló
hacia la cocina.

Taehyung asintió y Jungkook se extendió en el sofá, prendiendo la televisión.


Sonriendo alegremente, Taehyung se dirigió hacia la cocina. Eunbi buscaba su
monedero.

–Hola, cariño. ¿Cómo estuvo la escuela?

–Bien. –Taehyung se sentó en una silla y agarró una manzana del medio de la
mesa.

–¿Cuándo se van?1

–¿Estás tratando de deshacerte de nosotros?– Eunbi intentó mantener un


tono suave, pero Taehyung escuchó el chasquido en ello.10
–No... –Taehyung tomó un mordisco de la manzana–. Sólo me preguntaba.

–He dejado algunas cenas para ustedes dos. No ordenen pizza todas las
noches. –Escribió algo y se lo entregó a Taehyung–. Aquí está el número del
hotel y los números de nuestros celulares... ¿Piensan invitar a Yoongi? ¿A los
otros chicos?

–Probablemente no, Jungkook y yo queremos pasar el rato, dormir mucho –


contestó Taehyung con la boca llena.1

–¿En sus habitaciones?8

Taehyung frunció el entrecejo.

–No sé, capaz nos quedamos en la sala de estar. –Eunbi asintió distraídamente
y Taehyung la miró con el ceño fruncido–. ¿Qué te pasa últimamente? –Las
cejas de Eunbi se arrugaron.1

–Nada pasa conmigo. Solamente... soy su madre y tiene que haber reglas, de
otra manera todo será un caos. –Taehyung no pudo contenerse y rió.2

–Nunca te preocupaste antes por las reglas. Bueno excepto cuando digo
mierda, puta o algo.41

–Modales, Taehyung –advirtió Mingyu, viniendo desde la sala–. Querida, mejor


nos vamos.7

–Tal vez deberíamos irnos en la mañana –dijo ella, despacio.

–No –dijeron Taehyung y Mingyu al mismo tiempo y Eunbi abrió sus ojos.57

–Está bien –respondió, manteniendo sus manos arriba–. Sé cuando no soy


bienvenida. –Sonrió un poco y Mingyu dejó salir una risa.

–No pueden esperar a destrozar la casa, estoy seguro. Quieren hacer lo que
siempre hacen... –La sonrisa de Eunbi se congeló.109
–Desde luego. Vamos.

Taehyung miró, comiendo su manzana, a sus padres mientras se alistaban


para irse. Cuando estaban reunidos frente a la puerta principal con sus
maletas, Jungkook y él se acercaron y les abrazaron.

–Pórtense bien –le dijo Eunbi a Jungkook seriamente, dándole una


significativa mirada. Jungkook simplemente la abrazó y se encogió de
hombros, mascullando un "Bien". Ella abrazó a Taehyung después–. Cariño,
llámame si algo pasa.15

–Dios –dijo Taehyung, alejándola–. Estaré bien, Jungkookie está aquí.

–Sí –contestó Eunbi, dejando ir a su hijo–. Bueno... tienen nuestros números.4

–Adiós –corearon los gemelos. Mingyu recogió el equipaje y sostuvo la puerta


abierta para Eunbi... y se fueron.5

Taehyung y Jungkook se miraron el uno al otro.

–Entonces –dijo Taehyung–. ¿Quieres hacerlo? –Los ojos de Jungkook se


ensancharon.41

–¡Taehyung! No puedes simplemente...

El menor sonrió y se giró, dirigiéndose a las escaleras.

–Estaré arriba... si estás interesado.31

Jungkook lo observó irse, mirando fija y silenciosamente la retirada de su


hermano, antes de, súbitamente correr escaleras arriba, siguiéndolo.6

Taehyung gritó sorprendido cuando su gemelo le pellizcó el trasero, y gruñó,


saltando hasta el último escalón.
–¡No, Kookie! –Le miró burlonamente, y corrió lejos de su hermano. Éste rió y
persiguió a su gemelo hasta su habitación, lo tomó por la cintura y lo derribó.1

–Taehyung ríndete, ríndete –susurró en su oído derecho. Taehyung se retorció


y salió con dificultad del asimiento.

–¡Nunca! –gimoteó, y arrastró a Jungkook–. Te atrapé –dijo. El mayor sonrió.

–Eso es lo que tú piensas –le dijo casualmente. Relajó su cuerpo y dejó a su


gemelo sujetarlo, meneándose sobre sus piernas. Jungkook cerró sus ojos y
suspiró–. O tal vez estoy cansado.

–Jungkook, no lo estás.

–Ha sido un día muy largo... –Taehyung apartó la vista de su hermano,


pellizcando sus hombros y codos, y Jungkook esbozó una sonrisa.

–Kookie -lloriqueó su gemelo.

–Mm. –Taehyung plantó un beso sobre los labios de Jungkook haciendo que
abriera los ojos.

–La casa es nuestra –le susurró Taehyung.

–Mamá lucía tan molesta por dejarnos solos, no me sorprendería si al final


envía una jodida niñera al final.

–Mingyu no le dejará.30

Jungkook tiró a su hermano cerca de él y lo apretujó, besando su cuello.

–Tal vez la abuela.

–¿Tal vez la abuela qué? –pregunto Taehyung haciendo un puchero.

–Tal vez mamá la enviará a ella.


–Ella no enviará a nadie –dijo Taehyung, empujando la nariz de Jungkook con
su largo dedo–. Estamos solos, todo el fin de semana y podemos hacer
cualquier cosa que queramos.

–Mmm –tarareó–. ¿Sabes lo que quiero? –Taehyung le sonrió abiertamente,


moviendo su cadera contra Jungkook.

–Creo que sí...

–Quiero...–los ojos de Jungkook se cerraron lentamente–. Una siesta.32

–¡Kookie!

Jungkook fingió roncar y Taehyung le tapó la nariz apretándosela y mirándole


escupir un poco. Jungkook se sacó a su hermano de encima, ambos riéndose.7

–Si estuviésemos solos –dijo Jungkook, cerniéndose sobre Taehyung–. Me


gustaría jugar un poco.

–¿Jugar? –Jungkook sonrió

–Sí, quiero jugar contigo antes de... tú sabes.6

El estómago de Taehyung se estremeció. Nunca habían sido capaces de


jugar, realmente jugar, antes. Siempre habían tenido que ser tan cuidadosos,
constantemente tenían que estar vigilando por si alguien pudiera atraparlos.
Su madre siempre estaba en casa.

Taehyung dejó salir un fuerte gemido, porque podía, y pateó la puerta abierta

–Ni siquiera tenemos que tener cuidado.

–Lo sé –le dijo Jungkook, meciéndose suavemente encima de él–. Podríamos


hacerlo en cada jodida habitación, si quisiéramos.24

–¿Incluso en la de mamá? –preguntó Taehyung. Sus ojos se ensancharon.3


–Bueno, tal vez no en todas las habitaciones –respondió, haciendo una
mueca–. Pero, tú sabes, la mayoría.1

Taehyung tomó el lóbulo de la oreja de su hermano y lo chupó un poco entre


sus labios y silbó cuando la erección de Jungkook, aún cubierta, se arrastró a
través de su ingle.

–Joder, Jungkook, joder.

–Sé lo que hay en tu mente –dijo Jungkook, presionando tan duro contra
Taehyung que ambos apretaron sus dientes–. Sin embargo, tenemos que
esperar.2

–¿Por qué?

–No sé... Tenemos todo el fin de semana –afirmó Jungkook, tirando hacia
atrás–. Tal vez te canses de hacerlo. Tal vez no seas capaz de soportarlo. –
Taehyung estrechó sus ojos

–Tal vez tú seas el que no sea capaz. –Jungkook se rió, sintiéndose arrogante

–No soy el que está abajo. –El menor gruñó y dominó a su hermano,
sujetándolo contra el piso otra vez1

–Retráctate. –Jungkook sacudió la cabeza.

–Bien –le contestó, rodando fuera y yendo hacia la cama–. Creo que haré esto
solo.

–¿Qué?

Taehyung sonrió dulcemente, recostándose sobre el colchón y


desabotonando sus jeans. Deslizó lentamente una mano dentro y gimoteó,
tocándose él mismo. Jungkook lo observaba fijamente desde el suelo, su boca
abierta hasta el suelo.1
–¿Tú solo vas a hacer eso?– le preguntó Jungkook.

–Oh... mm... sí –respondió, cerrando sus ojos. Ahora él era quien estaba
jugando.

–Taehyung, simplemente no puedes... –Taehyung obviamente podía, gimió


más fuerte–. ¡Taehyung!– Jungkook avanzó lentamente hacia la cama y agarró
la muñeca de su gemelo.

–¿Vas a hacerlo? –preguntó con los ojos muy abiertos. Movió sus caderas hacia
arriba y Jungkook sintió su erección.

–Sí –contestó casi gruñendo. De repente sentía la necesidad de devorar a


Taehyung, tomarlo todo–. Voy a hacerlo. –Se inclinó hacia abajo y abrió su
boca sobre la barbilla de su hermano, succionando la piel. Taehyung gimió y
se retorció bajo él. Eso hizo doler el miembro de Jungkook, el saber que tenía
el control, al menos, cuando tenía a Taehyung debajo suyo.1

–¿Vas a follarme?

–No –respondió. Presionó con más fuerza a Taehyung, gimiendo, y


arrastrando sus caderas a través de la ingle de su gemelo–. No ahora.

–¿Por qué no ahora? –Taehyung dijo haciendo un puchero, ensanchando sus


ojos–. ¿No quieres? –Jungkook gruñó. Por supuesto que quería, había
esperado mucho por eso.1

–Tal vez –mintió–. Tal vez, no lo sé.

–¿No lo sabes? –Taehyung se escabulló fuera del agarre y se puso de pie,


abrochando sus jeans–. ¿Jungkookie?

Jungkook se encogió de hombros y miró hacia otro lado, haciendo un gran


esfuerzo.
–No es tan bueno... –Taehyung guardó silencio. Jungkook esperó que
reaccionara, que hiciera algo, pero todo lo que escuchó fue un suave sollozo.
Jungkook giró y vio a Taehyung mirar fijamente en el piso, con los ojos y la
nariz roja–. ¿TaeTae?73

–Olvídalo –murmuró el menor, pasando una mano por su cara y volteándose–.


Olvídalo.

Jungkook suspiró en voz alta y se levantó, caminando hacia su gemelo.

–¡Taehyung, por supuesto que no lo dije en serio!

–Acabas de decirlo.

Jungkook estaba a punto de decir algo, pero el timbre sonó escaleras abajo.
Alguien estaba en la puerta.+

–Mierda –se quejó–. Taehyung, yo...

–Voy a ver quién es –le cortó. Dio media vuelta y abandonó la habitación.
Jungkook se pateó mentalmente por lo que había dicho y lo observó irse.
Entonces se pateó físicamente.62

じゃあまたね♡...
♡ 21 ♡
...♡ ようこそ
17

( ͡° ͜ʖ ͡ °)
28

Acababa de perder con Taehyung, por supuesto. Lo que habían compartido


era tan importante para Jungkook que eso le hizo doler el estómago. El sexo
había sido asombroso, en los breves encuentros que habían tenido. Sólo
recordarlos le hacía volverse loco, especialmente durante las noches cuando
estaba a solas y Taehyung estaba únicamente a una habitación de la suya.
Estaba cansado de masturbarse, quería otro intento con Taehyung y ahora
sentía que lo había arruinado.

Suspiró y caminó escaleras abajo, encontrando a Yoongi y a Taehyung


charlando en la cocina. Jungkook gimoteó por dentro, Yoongi se quedaría
toda la noche y no tendría posibilidades de pedir perdón, ni hacerlo con
Taehyung.4

Sentía que había muchas cosas que hacer. La próxima vez que tuvieran sexo
tenía que ser perfecto. Jungkook tenía que hacerlo perfecto.

–Oye –le dijo Yoongi cuando vio a Jungkook. Él pelinegro sonreía, sus mejillas
encontrándose rosadas por el frío exterior–. Mierda, ¿puedo quedarme todo el
fin de semana? ¡No puedo creer su suerte!30

–Por supuesto que puedes quedarte –contestó Taehyung, dulcemente–. Será


tan divertido. –Jungkook gruñó y ambos chicos le miraron.

–Bueno, mamá no dijo que podría haber más personas...


–Estaba bromeando, de todos modos –le dijo Yoongi, riendo–. No hay
problema. Mi mamá todavía esta bastante enojada porque llegué a casa con
resaca en Año Nuevo, por lo que probablemente enloquecería si sabe que
estaba aquí.

–Eso apesta –le dijo Taehyung, comprensivamente– Desearía que pudieras


quedarte.

–Puedo esta noche, al menos por un rato –informó Yoongi, alegremente–. He


traído algunas películas y mi mamá me dio mi mesada hoy, deberíamos pedir
pizza.39

Jungkook hizo una cara. Taehyung estaba actuando de manera demasiado


entusiasta por la presencia de Yoongi... sabía que estaba siendo castigado.

–Estoy algo cansado –intervino, fingiendo un bostezo–. Ha sido un día largo,


probablemente me iré a dormir pronto o algo.

–Bebé –le dijo su gemelo cruelmente–. Sólo vete a dormir ahora.

–Vete a la mierda –le respondió Jungkook. Se sentía irritado, Taehyung estaba


muy sensible.40

Yoongi se puso de pie, aclarando su garganta.

–Sí, vamos a ver la televisión en la habitación de tus padres, ahí tienen los
canales interesantes.12

–Podemos acampar allí durante los próximos tres días– dijo Taehyung–
Mientras Jungkook duerme.2

–Ugh. –Jungkook tornó sus ojos y se alejó.1

Subió a su habitación, sacudiendo la cabeza todo el camino. ¿Cómo se le


jodieron tanto las cosas? Sabía que Taehyung no hablaba totalmente en serio
acerca de la estadía de Yoongi, pero Jungkook había herido los sentimientos
de su hermano.14

–Que estúpido –murmuró. Se sentó sobre su cama y suspiró.

Su gemelo debería estar con él y él debería estar sobre Taehyung, besando,


tocando... algo.

En lugar de ello, estaba solo y su hermano se encontraba escaleras abajo con


Yoongi.

–Perfecto.

Jungkook se dejó caer sobre la cama y cerró los ojos, cayendo en un inestable
sueño.

Taehyung estaba balanceándose en la punta de la cama, comiendo un pedazo


de pizza y viendo una porno en un canal codificado de la televisión. Yoongi
estaba junto a él, gimiendo.75

–Creo que vi algo –dijo Yoongi, apuntando a la televisión con su rebanada de


pizza–. ¡Oh, sí! ¡Tetas!42

–Eres patético –le dijo Taehyung, haciendo un gesto–. No puedo creer que
haya estado viendo esto... ¿casi dos horas? ¿Han sido realmente dos horas? –
Yoongi se encogió de hombros, con la boca llena.

–Yoongi, tienes que irte –dijo Taehyung, sin rodeos–. Mamá dijo que no podía
haber nadie más.4

–No soy nadie –protestó su amigo.12


–Sí, pero... sea quien sea –contestó Taehyung–. Mamá ha estado loca
últimamente, tengo miedo de que ella se entere. Sigue enojada por lo de Año
Nuevo.

–Oh –dijo Yoongi, asintiendo. Se levantó, dejando su plato en el sofá–. Sí, mi


mamá, también. Mierda, sí, debo irme.

Taehyung llevó a su amigo hasta la puerta y dijo adiós, sonriendo.

No había escuchado ni un ruido de Jungkook en todo el tiempo que estuvo


Yoongi se preguntó si él había caído dormido.

–Es hora de despertarlo –anunció Taehyung. El comentario de Jungkook le


había molestado, pero sabía que su hermano estaba molestando. Sólo
Taehyung sabía cuan fuerte Jungkook se venía estando dentro de él.1

Estaba sorprendido de que Jungkook se hubiera rendido cuando Yoongi llegó,


que no hubiera peleado. Taehyung podía imaginarse qué tan frustrado debía
sentirse Jungkook con toda la situación.

Subió las escaleras y tomó una pausa justo frente a la puerta de su hermano.
Tragó aire respirando profundamente, tranquilizándose; Jungkook no había
intentado nada, él sólo estaba bromeando.

–Kookie –dijo suavemente, empujando la puerta abierta y caminando hacia


dentro. Jungkook estaba desparramado en la cama, a lo largo de las sábanas,
roncando ligeramente. Taehyung sonrió y avanzó lentamente sobre de él,
apretando sus hombros–. Jungkookie -susurró.

–¿Qué...? –Jungkook se encogió. –Taehyung arrugó la nariz y frotó su mejilla


contra el cuello de Jungkook.

–Despierta, ya eché a Yoongi. –Jungkook frotó sus ojos. No sabía qué hora era,
no sabía ni qué día era.7
–¿Él está aquí?

–Ya no.

–Ungh. –Jungkook rodó, tirando a Taehyung sobre su pecho. Taehyung besó


la barbilla de Jungkook–. ¿No estás enojado conmigo?

–No –respondió Taehyung–. Solo eres un estúpido.2

–Que mal por ti. –Rió Jungkook.

–No podía estar molesto con nuestro primer fin de semana solos. –Taehyung
le sonrió abiertamente.

–Estás excitado, ¿no? –Jungkook le acarició con sus manos, trazando y


jugando con el cinturón de los pantalones de su hermano.

–Quizá –susurró Taehyung sonrojado, retorciéndose contra el cuerpo de su


gemelo.

–¿Quieres pasar el tiempo...? –Jungkook podía sentir la erección de Taehyung


contra su estómago.

Taehyung agachó su cabeza hacia adelante y besó suavemente el cuello de


Jungkook.

–Oh sí –dijo, y luego Jungkook se inclinó hasta su boca, capturándola.

Comenzó suave, ligeramente abierto, compartiendo la calidez de sus bocas. Y


luego el beso se profundizó hasta convertirse en uno húmedo y duro.
Jungkook acarició la lengua de Taehyung, rozó sus dientes y lamió el contorno
de sus labios, una y otra vez, hasta que gimió y se removió contra él.8

Se besaron durante largos minutos, excitándose el uno al otro,


contorneándose mutuamente hasta adherirse desesperadamente. Jungkook
forzó a Taehyung a ponerse bajo él y rozando con sus manos por encima del
pequeño y ceñido cuerpo de su gemelo.

–¿Puedo...? –Besó la barbilla de su hermano, su boca y cuello–. ¿Puedo


intentarlo de nuevo?

–Sí –gimoteó Taehyung, asintiendo. Jungkook sonrió y aceleró su paso por el


vientre. Taehyung iba a dejarle intentarlo de nuevo. Tratar de tener sexo con
él de nuevo.

–No hay nadie en casa, no tenemos que tener cuidado –comentó Jungkook,
arqueando sus cejas.

–Ohm dios... –Taehyung dejó salir un fuerte aullido, haciendo luego, una cara
de burla–. Hazlo bien, Kookie.

Jungkook asintió, recorriendo el otro cuerpo, tirando de la camiseta con


ambas manos. Taehyung le ayudó, pasando su propia camisa por la cabeza y
lanzándola hacia un costado.

–Brr –susurró Taehyung. La habitación estaba helada y Jungkook sintió la fría


piel. Siempre estaba tan frío.61

Se deshizo de la suya y presionó su cuerpo contra Taehyung, tratando de darle


calor. Taehyung se removió deliciosamente debajo, aferrándose de sus
hombros y brazos. Jungkook deslizó sus dedos por el borde de los jeans y del
boxer, y comenzó a deslizarlos hacia abajo.

–Estás a punto de tener mucho frío –dijo Jungkook.4

–Así que caliéntame. –Taehyung besó los labios de su gemelo y le ayudó a


quitarse sus pantalones–. El tuyo, también –añadió.
Jungkook sonrío y se levantó sobre sus rodillas, desabrochando su cinturón.
Fue difícil, con la erección de Taehyung y estando tan desesperado para que
ambos se friccionasen juntos.1

–Ayuda –pidió Jungkook, sonriendo con satisfacción. Taehyung


inmediatamente tiró los jeans hacia abajo, bruscamente y Jungkook gimió–.
Demasiado rápido –dijo haciendo una mueca de dolor. Su sexo estaba duro y
listo. Taehyung puso sus manos sobre el–. No -dijo respirando
profundamente.

–¿No?

Jungkook sacudió la cabeza, inclinándose hacia abajo, aplastando sus


entrepiernas. Taehyung dejó salir un grito –solo porque podía–, y su gemelo
mordió su labio para tratar de no reír, Taehyung era más ruidoso de lo que
había imaginado.6

–Dios –comentó Jungkook–. Los vecinos pensarán que estás muriendo o


algo.39

–Pon tus dedos en mí –dijo en respuesta–. Y encuentra mi punto, caliéntalo. –


Jungkook gimió, empujando contra su hermano de nuevo y sintiendo la cama
mecerse. Dejó que la cabecera golpeara contra la pared, adorando el sonido.25

–Joder, te amo –dijo Jungkook. Agarró el trasero de su gemelo, presionando la


estrechez y devorando el cuello y pecho de Taehyung.

Taehyung se sacudió debajo, gimió más y más alto, hasta que su garganta
dolió y su voz quedó ronca. Los dedos de Jungkook encontraron la entrada y
se deslizaron dentro, haciendo que gritara aún más fuerte.8

–Oh... eso... –Las manos de Taehyung agarraron los brazos de Jungkook–. Eso
duele, pero no te detengas.
–Voy a buscar el lubricante –murmuró Jungkook.

–No, no te detengas –rogó Taehyung–. Más profundo.4

–Pero dices que te duele... –Jungkook presionó un dedo dentro y Taehyung


chilló.

–Está bien -respiró profundo–. Así que... ¡oh!

Jungkook, había encontrado la próstata Taehyung y la acarició, mirando


como su gemelo se retorcía bajo él.

–Voy a hacer esto hasta que te corras.

–¡Sí, por favor!

–¿Más profundo? –Jungkook sabía que no podía ir más allá, pero quería
escuchar a Taehyung suplicar.

–No, oh, no... tal vez –dijo Taehyung, con sus ojos cerrados–. Solo... sigue
haciendo eso.

Jungkook curvó su dedo contra el punto de su gemelo, maravillado de qué tan


suave era. Empujó dentro, contra él, y Taehyung gritó más fuerte que antes

–¿Te gusta? –preguntó Jungkook.

–¡Mierda, mierda! –Taehyung empujó su trasero contra la mano de Jungkook


haciendo que los dedos se hundieran aún más–. Tan bien, Kookie... Oh...
quema, es tan doloroso.

–¿Duele? –Jungkook movió su dedo dentro, y luego agregó otro, incidiendo


con ellos dentro de Taehyung. Dilató suavemente la entrada y Taehyung
comenzó a sudar, brillantes gotas adhiriéndose a su frente–. Mierda,
Taehyung.6
–Oh, Dios –susurró Taehyung. Sus extremidades temblaban–. Oh, dios, oh
dios...2

–Más fuerte –dijo Jungkook. Las respuestas de su gemelo le hacían


endurecerse más. Taehyung sólo asintió y tiró sus manos hacia atrás,
agarrando la cabecera–. Taehyung...

–Uh –gruñó Taehyung. Hizo una mueca de dolor, apretando sus ojos cerrados–
. Oh, Kookie, duele tanto pero... también haces que se sienta tan bien, joder.10

–¿Más fuerte?

–Mucho más... fuerte, sí –respondió Taehyung, tartamudeando. Mordió un


poco su labio, temblado y vibrando alrededor de los dedos de Jungkook. Su
miembro estremeciéndose. ¿Realmente se iba a correr?–. ¡Mierda, Jungkook!

–¿Eh?

–Oh... –Taehyung oprimió sus muslos juntos, los dedos de sus pies
encogiéndose. Su clímax lo sintió tan intenso... era diferente de todo lo que
había experimentado antes. Jungkook le había hecho llegar de esta manera
antes, siempre había sido sorprendente, pero esta vez fue mejor. Jungkook
iba a empujar dentro de él, y casi perdió la respiración pensando en ello–.
¡Oh!4

–Córrete por mí –le dijo su gemelo, incitándolo, penetrándolo, con los dedos,
de manera constante. Su miembro dolía, no podía esperar para deslizarse
dentro de Taehyung. Abrió la entrada de su hermano, extendiéndola.

–Yo... –gritó Taehyung, arqueando su cadera y oleadas de electricidad


recorrieron su estómago. Su cuerpo apretado alrededor de los dedos de
Jungkook. Ambos maldijeron–. Oh, mierda, mierda –gimió Taehyung,
arrojándose de vuelta en la cama. Se frotó la cara y tembló, haciendo presión
en los dedos de Jungkook otra vez–. Kookie... Kookie...6

Jungkook deslizó sus dedos y puso su cuerpo sobre el de su hermano,


sintiendo como se venía entre ellos.

–¿Estás bien?

–Mmm –Taehyung cerró los ojos y sonrió–. Entra en mí, Kookie, me siento tan
listo. –Jungkook tembló contra el otro cuerpo y besó la piel que estaba a su
alcance.

–Sí. –Jungkook se restregó contra Taehyung y se sentó, hurgó en un cajón del


velador buscando su loción–. Mierda, Taehyung, te ves muy bien. –Taehyung
parpadeó con timidez.2

–Rápido.

–Espera –murmuró Jungkook, empezando a rebuscar en el cajón. La loción


tenía que estar en algún sitio–. Joder, dónde...

–Ow. –Taehyung alcanzó bajo la almohada, lánguido, tomando la botella de


loción–. ¿Jungkook, por qué estaba bajo la almohada? –Jungkook se encogió
de hombros

–Para masturbarme, supongo. –Subió a la cama, cerniéndose sobre


Taehyung–. ¿Me lo colocas? –Los ojos de Taehyung destellaron20

–Está bien –respondió suavemente.

Destapó la loción y lanzó un chorro en su mano. Eso hizo un sonido gracioso, y


ambos rieron.8

–No fui yo –dijo Taehyung.70

–Taehyung... –murmuró Jungkook.


Antes de poder decir cualquier otra cosa, sintió la mano de su gemelo sobre su
miembro, cubriendo con la fría loción a lo largo de toda su extensión. Su
estómago se sentía caliente; sabía que esta vez sería mejor, trabajaría
despacio, iba a esperar por Taehyung, y hacerle sentir increíble.4

–Dios, Taehyung, tus manos...

–Se siente bien, ¿no? –Taehyung dejó ir a Jungkook sonriendo, todavía


luciendo aturdido por su orgasmo–. Jungkook , creo... creo que estamos
preparados.

Se miraron fijamente el uno al otro. Todo hasta el momento había sido


confidente, juguetón. Jungkook tragó con fuerza; tenía que hacerlo bien. Él
tenía que.11

Miró a su gemelo, preguntándole cómo deberían hacerlo.

–¿Tal vez... cómo deberíamos? –masculló.

Taehyung ya estaba sobre su espalda, sus piernas totalmente extendidas.

–Ahora, Kookie. Por favor.

–Puedo ver tu... todo. –Sonrió.2

Taehyung ni siquiera se ruborizó.

–Jungkook –lloriqueó.

–Oh bien –le respondió. Se sentó entre las piernas de Taehyung y empujó su
miembro, suavemente, por la entrada. El menor se retorció y chocó su cadera
contra Jungkook.

–Dentro, tonto –le dijo, empujando a su gemelo. –Jungkook le sacó la lengua.4


–Ya lo sé. –Tomó su miembro y lo colocó en la entrada, sintiendo la resistencia
y gimió. Estaba determinado a durar mucho más esta vez, tenía que hacerlo.
Acarició el muslo de Taehyung con su mano libre y hundió la cabeza de su
erección dentro.

Taehyung se tensó, jadeó, y se abrió ante Jungkook.

–Eso es –le calmó–. Eso es. –Se hundió aún más profundo, sintiendo la
estrechez en torno a él, ya no podría detenerse hasta meterse por completo.

–Oh, mierda –gimoteó Taehyung–. Te sientes tan grande esta noche.12

El rostro de Jungkook ardía y su espalda sudaba. Sus manos se apoderaron de


las caderas de Taehyung y no hizo ningún movimiento.

–Taehyung, eres tan estrecho –se quejó con voz afligida. Se encorvó más,
cayendo a un lado del cuerpo de su gemelo y ambos gimieron. Besó la boca de
Taehyung y movió sus caderas, su miembro moviéndose apenas un poco.

–Kookie, eso se siente... extraño... –jadeó el menor–. Creo... creo... –Jungkook


siguió adelante y Taehyung gritó.

–¿Duele?

–Oh, lo estás tocando –dijo–. Mi punto, Kookie. Cuidado, cuidado...24

Sintiéndose un poco aliviado, Jungkook, descansó en sus codos y se impulsó


hacia dentro. Su gemelo siguió sus caderas. Podía ver la boca abierta de
Taehyung, brillando en el oscuro cuarto. Se podía oír un suave gimoteo.

Y el miembro de Taehyung se sacudía contra su vientre, rígido de nuevo.

–¿Se siente bien? –preguntó Jungkook. Quería follar muy duro a Taehyung,
adentrarse en él y perderse... pero tenía que contenerse–. ¿Taetae?
–Me gusta –susurró–. Kookie... Creo que tienes que hacerlo... más duro, por
favor. –Jungkook sosteniéndose contra Taehyung, gimiendo.2

–¿Ah sí?

–Sí... Ooh, tienes razón al respecto, Kookie... –Taehyung exhalando


fuertemente, su espalda estaba sudando–. Kookie, ¡Kookie!

–¿Sí? ¿Taehyung?

Jungkook tiró un poco hacia afuera y Taehyung enredó sus piernas alrededor
de la cintura, jalándolo cerca de nuevo. Jungkook podía ver la mirada de dolor
en su rostro, pero también había un brillo en los ojos de Taehyung, cierta
determinación en su rostro. Sabía que ambos esperaban hacerlo bien.
Sostuvo las piernas de Taehyung y embistió dentro, para luego salir.6

Miró a su hermano por aprobación. Él sólo asentía.

–Oh –gimió Taehyung–. Bueno, sí... Bueno, sigue haciendo eso... ¡Oh! –
Taehyung aulló en voz alta, apretando los músculos alrededor del pene de
Jungkook. La erección de Taehyung se erguía orgullosa, estaba casi tan duro
como Jungkook, y él se sintió satisfecho por ello al instante.4

–Taehyung, te gusta –afirmó ensanchando los ojos–. Te gusta, tú...

–Sí. –dijo Taehyung, asiéndose de la cabecera. –Kookie, tócame, toca mi...

Jungkook envolvió su mano alrededor del miembro de su hermano y trató de


encontrar el ritmo de bombeo con su puño al mismo tiempo que penetraba a
Taehyung. Fuera de balance, era como tocar la guitarra; sus manos supieron
encontrar su propio ritmo. Jungkook presionó la base de la erección y
Taehyung gritó tan fuerte que Jungkook estaba seguro de que recibirían una
llamada de los vecinos.
–Dios, Taehyung, tú –Jungkook gruñó, metiéndose con cuidado adentro y
fuera de Taehyung. Su propio orgasmo se acercaba rápidamente, él trató de
evitarlo–. Joder, voy a venirme en ti... tan duro, mierda.

–Ohh –jadeó Taehyung.

Estaba siendo peligrosamente ruidoso, la mitad de la excitación de Jungkook


era por cuánto Taehyung se estaba relajando. Jungkook se inclinó hacia
adelante sobre un brazo y siguió agarrándole el sexo a su gemelo, aún
moviendo sus caderas de atrás y hacia adelante contra él. El sudor se
mezclaba entre sus cuerpos y Jungkook saboreó sal en sus labios.

Lamió hambrientamente, mirando hacia abajo. Taehyung estaba tan ido,


arqueándose y retorciéndose bajo él. El pecho de Jungkook se apretó, estaba
haciendo sentir a su pequeño hermano tan bien.14

Jungkook liberó el miembro de su gemelo y tiró de sus testículos. Taehyung


gritó y se agitó contra él, sacudiendo sus caderas y clavando sus rígidos pies
contra su espalda.

–¿Estás cerca? –preguntó entrecortadamente Jungkook.

Taehyung sólo gimió, arqueando su trasero y tomando con sus manos el


cabello de su gemelo, tirando hacia abajo. Jungkook se encorvó contra
Taehyung y unió sus labios.

–¿Puedes correrte? –volvió a preguntar entre besos. No podía acariciar a


Taehyung en esta posición, pero podía sentir el miembro de su hermano en su
vientre–. ¿Puedes correrte, Taehyung?

–Yo... –Los ojos de Taehyung estaban apretados y temblaba debajo de


Jungkook–. Voy a...

–¿Sí? Hazlo, por favor, Taehyung.


Taehyung jaló el pelo de Jungkook y gimió ruidosa e intensamente, sus
caderas sacudiéndose una última vez antes de que Jungkook sintiese la cálida
venida de Taehyung sobre su estómago

–Mierda, mierda –maldijo Jungkook.

Su miembro estaba increíblemente comprimido dentro del cuerpo de


Taehyung. Lo penetró en medio de su orgasmo, follándolo hasta que las
lágrimas salieron de los ojos de éste. Fue demasiado para Jungkook y la cara
de Taehyung se contorsionó adolorida. Jungkook salió, acariciándose a sí
mismo una vez, y viniéndose entre las caderas y vientre de su gemelo.

–Kookie –gimoteó Taehyung pasando el semen por sus largos dedos–. Kookie,
en mí4

Jungkook sacudió su cabeza, pero empujó su sensible sexo de vuelta adentro


de Taehyung, haciendo una mueca de dolor ante la sensación y colapsando en
el cuerpo de él.

–Te gusta –le dijo Jungkook cansadamente, sonriendo. Acarició el pelo de su


hermano y besó su cara–. ¿Te gusta esto, verdad?1

–Voy a hacerlo mejor –dijo Taehyung mientras sus ojos recorrían la cara y
cuerpo de Jungkook–. Esto mejorará, Kookie, vamos a ser muy buenos en
esto. Quiero que te vengas en mí muy fuerte.

–Pero te gustó.

–Me gustó –confirmó. Jungkook sonrió perezosamente, inclinando la cabeza


hacia abajo.

–Estoy tan jodidamente alegre de que te gustara... porque realmente me


encanta hacerlo.22
Taehyung se acomodó cuando su gemelo salió de él, y luego, se echó a su
lado, cubriendo sus cuerpos totalmente desnudos. Jungkook rodeó con su
brazo a Taehyung tirándolo cerca. Ambos estaban pegajosos por los restos del
orgasmo. Jungkook nunca se había sentido mejor.

–Hice que te corrieras –dijo Jungkook–. Lo hice mientras te follaba. Eso es


jodidamente asombroso.4

–Y tenemos todo el fin de semana para hacerlo. –Sus labios se encontraron y


ambos cayeron dormidos.19

じゃあまたね♡...
♡ 22 ♡
...♡ようこそ
2

♡ Diecisiete años, Tour♡61

Jungkook apartó la cortina hacia un lado y los ojos de Taehyung parpadearon.


Miró a su hermano escabullirse en su litera y gruñó con suavidad.

—Kookie,no —dijo con somnolencia. Se sentó y Jungkook se puso encima de


él, empujándolo contra el colchón. Jungkook estaba tibio y olía a casa y
Taehyung no pudo apartarle —.Kookie, ¿qué estás haciendo?

—Silencio —contestó Jungkook y dejó caer su cuerpo, cubriendo el de


Taehyung. Bajó la cabeza y besó todo el cuello de su gemelo, suspirando y
presionando sus cuerpos juntos —.Por favor —susurró.4

La boca de Jungkook se abrió, caliente y húmeda contra la garganta de


Taehyung y ambos jadearon.

—Prometimos que no íbamos a hacer eso —recordó Taehyung,


arreglándoselas para hablar —.No en el bus, es muy peligroso.32

—No puedo —dijo Jungkook—. Sólo déjame... olerte. –Taehyung sonrió y


sintió que los dedos de sus pies se encogían.2

—Ha pasado mucho tiempo, Jungkook. Voy a hacer algo malo... realmente
deberías irte. Anda a dormir.

—No puedo hacerlo. ¿Has escuchado a Hoseok? Ronca muy alto —respondió,
lamiendo el cuello de Taehyung y juntando sus manos—. Suena como si
estuviera... no sé, muriendo.47
—Mm —dijo Taehyung, moviendo su cabeza y juntando sus labios. Se besaron
con lentitud, explorando el cuerpo del otro con sus dedos, con sus manos.
Taehyung suspiró ruidosamente y un pequeño gemido escapó de sus labios—.
Oh, Dios.

—Sshh.17

Jungkook presionó sus cuerpos, juntando las crecientes excitaciones. Se


sentía muy cálido, mucho más de lo que se sentía en su litera. La vida en el bus
era nada en comparación a casa. Jungkook extrañaba su cama, extrañaba su
habitación. Extrañaba a Taehyung en su cama, en su habitación. Cogió el
mentón de Taehyung y empujó su lengua dentro su boca, lamiendo el borde
de su labio y detrás de los dientes. Su hermano sonrió y luego gruñó.

—Dios, Kookie, me estás poniendo tan... tan jodidamente... —Taehyung jadeó


y abrazó con firmeza a Jungkook—. Me alegra que hayas venido. Estaba
congelándome.8

—No estabas así, no mientas —dijo Jungkook, sonriendo.

—Está bien, estaba muy excitado.

—¿Ah, sí? —Taehyung tornó los ojos y empujó a su hermano.

—En serio, no podemos de todas formas.

Jungkook arrastró sus dedos por el cuerpo de Taehyung, sintiendo la piel


suave y los músculos de su estómago y de sus muslos. No habían estado
juntos, realmente juntos en más de una semana y Jungkook estaba
volviéndose loco. Quería estar dentro.

Tocó a Taehyung sobre los boxers y dijo, sonriendo: —Sólo un beso, eso es
todo lo que quiero.
—Sí, claro —dijo Taehyung, arqueando su espalda ante el toque. Jungkook le
acarició con más fuerza y él suspiró—. Está bien, sólo un beso.1

—Mmm... —Jungkook besó la barbilla de Taehyung y subió hacia los labios—.


Sabes que voy a necesitar más de uno.13

Taehyung hubiera reído y asentido, pero la boca de Jungkook estaba en la


suya antes de que siquiera pudiera pensar. Sus bocas se abrieron y sus
lenguas se encontraron; se movieron en la cama. Esa era una pendiente
resbaladiza, ambos lo sabían. Una vez que habían empezado a besarse era
difícil detenerse.

Cuando vivían en el apartamento con los chicos en la ciudad, estuvieron cerca


de ser atrapados un montón de veces. Jungkook podía molestar a Taehyung
con un beso y antes de darse cuenta, estaban juntos, medio desnudos y
retorciéndose en donde sea que encontraran un lugar para acostarse. Había
algo emocionante en ser casi atrapados, pero extrañaban la privacidad de
casa. La última tarde ahí la habían pasado empacando.1

Taehyung suprimió la necesidad de gemir alto mientras Jungkook deslizaba


su mano hacia dentro de su ropa de interior. El dolor había vuelto, el curioso
dolor del que sólo su hermano podía liberarlo. Se restregaron juntos,
moviéndose y enredando sus piernas.

Jungkook acarició el trasero de Taehyung y éste jadeó.

—No —susurró.

—Vamos, no voy a hacer nada.

—Ya estás haciendo algo —Taehyung alzó sus cejas y apretó sus músculos
alrededor de Jungkook. Su hermano empujó un dedo y Taehyung se rindió, no
podía impedirlo. Debía ser silencioso—. Oh, Kookie...1
—Ya sé, ya sé que te gusta —dijo Jungkook—. Se siente muy bien. —Taehyung
asintió. Los dedos de Jungkook también se sentían muy bien.

—Pero... detente. Voy a querer más.

Jungkook movió sus dedos y sacó la mano de debajo de Taehyung.

—Está bien, voy a... —Resbaló una mano por el estómago de Taehyung,
haciendo que casi gritara—. ¿No?

—Yo...

Los gemelos se congelaron, escuchando ruido proveniente.

—Taehyung, ¿estás despierto? —Era Jimin. Jungkook saltó hacia el otro lado
de la cama mientras Jimin jalaba las cortinas—. Um... ¿qué están haciendo?

Taehyung se sonrojó, apartando la mirada y subiendo los cobertores hasta su


mentón.

Jungkook pensó rápido y contestó: —Sólo estoy aquí con Taehyung. Extraña
la casa. —Taehyung asintió como pudo y Jimin se les quedó mirando con una
ceja arqueada.

—Bueeeeeeeno —dijo—. ¿Tienen mis audífonos? Los ronquidos de Hoseok me


están volviendo loco.50

—Um —Taehyung aún estaba ruborizado pero asintió y movió, buscando


debajo del colchón y encontrándolos—. Aquí están —Jiming los tomó, pero no
se fue. Siguió mirando a los gemelos. Taehyung casi podía ver las ruedas de su
cabeza girando—. ¿Qué?2

Jimin se inclinó hacia delante.

—Está bien extrañar tu casa, Taehyung, a veces también me pasa a mí. Tienes
suerte de que Jungkook esté contigo, ¿lo sabes?7
Taehyung sonrió ligeramente.

—Sí, lo sé.8

Jimin le dio una mirada incómoda y entonces se retiró. Mientras eran


cubiertos por la oscuridad, escucharon a Jimin arrastrando los pies,
alejándose. Ninguno de los dos se movió por un momento.

—¿Qué? —susurró Taehyung.

—Tengo miedo de volver.

—Sólo ven —dijo Taehyung, jalando un pie de su hermano—. Estoy


nostálgico.2

—Eso estuvo cerca —dijo Jungkook en voz baja. Con lentitud gateó hacia
Taehyung y besó su barbilla—. Eso fue... Sí, no podemos hacerlo de nuevo.

—¡Lo estás haciendo de nuevo! —Taehyung rió con suavidad y apartó la


cabeza de Jungkook—. Estás...8

—Sshh —Jungkook puso dos dedos contra los labios de Taehyung y éste
sonrió, atrapándolos con la boca. Jungkook gimió y trató de retroceder pero
Taehyung sólo le acercó más, un poco tembloroso—. Taehyung, detente. No
podemos hacer esta mierda, no aquí.7

Taehyung frunció el ceño.

—Bien, lo siento.

—Supéralo.1

—Tal vez —Taehyung hizo que Jungkook se pusiera más cerca de él y le besó
de nuevo, con fuerza y lamiendo sus labios. Amaba el sabor de Jungkook y
quería más, pero sabía que debía contenerse—. Dios, está bien, lo siento.
Suficiente. ¡Ah!
—¿Qué?

—Tenemos hotel este fin de semana —Puso su nariz contra el pecho de


Jungkook —.Entonces... entonces... —Jungkook frunció el ceño.

—¿Entonces qué?

—Entonces podemos estar juntos, idiota. —Taehyung besó la cara de


Jungkook y suspiró, moviéndose. Acarició su cabello, su cara y su cuello.

Sabía que tenía que irse.

—Está bien, bueno —dijo aún tocando a su hermano—. Puedo esperar. —La
sonrisa de Taehyung se ensanchó.

—Has sido un buen chico, Kookie. Un muy buen chico.4

Jungkook resopló e inclinó su cabeza hacia delante, suspirando en la boca de


Taehyung.

—En unos días voy a ser muy, muy malo.49

Taehyung dejó salir un gemido y le dio un último beso, éste último cálido,
prolongado y húmedo.

—Buenas noches, Kookie.

—Buenas noches, TaeTae —dijo Jungkook—. Piensa en mí. Su hermano rió.

—Sabes que lo voy a hacer.

Jungkook gimió y puso a Taehyung hacia abajo, maldiciendo y embistiendo,


más profundamente que antes. Habían estado toda la noche y ahora,
finalmente, estaba dentro de Taehyung, todos los juegos preliminares fuera
del camino y ambos listos para ir al asunto.21

—Oh, sí, mierda —gimió Taehyung—. Házmelo, Kookie, por favor.

Jungkook se retiró pero sólo para empujar, duro y con fuerza, gimoteando el
nombre de Taehyung. Su hermano estaba apretándose a su alrededor
rítmicamente, un truco que había desarrollado durante el año pasado y
Jungkook tenía que detenerse a sí mismo para evitar correrse.

No podía hacer eso, eyacular sólo después de unas cuantas embestidas como
lo hacía cuando eran más chicos. Ahora eran mucho mejores, casi
profesionales, especializados en darse placer el uno al otro. El sexo sólo se
había vuelto mejor a medida que lo hacían, y ellos lo hacían lo más que
podían, siempre que estuvieran a salvo. Lo último que querían era ser
atrapados y perderse el uno al otro.16

—Más, más —dijo Taehyung con los ojos muy abiertos y sus manos agarrando
los hombros de Jungkook—. Mierda, tienes que hacerlo con más fuerza.

—Uh —gruñó Jungkook, yendo contra Taehyung y apretando sus muslos—.


Mierda, me voy a correr muy rápido.

—No, no —reclamó Taehyung—. Haz que dure.

—Lo intentaré... —dijo Jungkook arrastrando las palabras. Su celular comenzó


a sonar y vibrar como loco en la mesa de noche. Suspiró, irritado y le dio una
mirada a la pequeña pantalla. Era su madre—. Mierda.7

—¿Quién es? —La voz de Taehyung estaba irregular.

—Mamá... Es mamá de nuevo —gruñó Jungkook.


—¿De nuevo? —Taehyung sonó casi con pánico, y apretó sus músculos
alrededor del miembro de Jungkook—. ¿Y si algo ha pasado? Kookie...

—No ha pasado nada.

—No lo sé —se quejó Taehyung y Jungkook gruñó de nuevo, determinado a no


perder su erección—. Contesta.

—Está bien, pero no he terminado contigo. —Taehyung asintió mientras su


hermano se inclinaba para coger el teléfono.

—Mamá, ¿ha ocurrido algo? Ah, ¿nada? Bueno, entonces, ¿qué pasa? —
Jungkook puso una mano en el auricular y susurró a Taehyung: —Te lo dije, no
ha pasado nada.

Taehyung casi soltó una risita, Jungkook aún estaba dentro de él, pero para su
disgusto se movió y se apartó, aún muy duro y grande. Taehyung jadeó y se le
quedó mirando.

—Sí, todo está genial —dijo Jungkook. Taehyung gateó, acercándosele y


acariciándole la base de su sexo. Jungkook gruñó y apartó las manos de su
hermano—. No, mamá, estoy bien. En serio. ¿Por qué no lo estaría? El tour es
genial.2

Taehyung hizo un puchero mientras Jungkook seguía hablando con su madre.


Sin duda, nada estaba mal, a pesar de que Taehyung podría decir de que su
mamá estaba comportándose un poco rara, preguntándole a Jungkook y
preocupándose por nada. Había estado muy intranquila por ellos yéndose en
un tour, de hecho, Taehyung tenía la sensación de que estaba preocupada por
dejarlos solos, fuera de su vista.5

Eunbi, en casa, siempre los estaba viendo, no sin amabilidad pero con una
extraña mirada en sus ojos. Taehyung sabía que ella los amaba, que se
preocupaba mucho por ellos, pero era obvio que pensaba que algo estaba
pasando con sus hijos.

Taehyung se quedó mirando el miembro de Jungkook, su interior doliendo.


Definitivamente algo estaba pasando. Se arrastró hacia Jungkook, sentándose
a horcadas en su regazo y negándose a ser empujado. Jungkook tartamudeó
una respuesta a su madre y Taehyung sonrió, agarrando la erección de
Jungkook y poniéndose de rodillas.

Jungkook apartó el teléfono, cubriendo el auricular

—Taehyung... no —murmuró, pero Taehyung descendió y tomó el miembro de


Jungkook de todas formas. Jungkook siseó, casi dejando caer el teléfono y
agarrando la cadera de Taehyung con una mano temblorosa.

—Oh —jadeó Taehyung, sentándose en el regazo de Jungkook.

—Mierda —dijo Jungkook. Presionó el teléfono contra su cara de nuevo,


tratando de controlar su respiración mientras Taehyung se sentaba en su
excitación—. Uh... mamá, creo que debo de irme, estoy cansado.

—No suenas como si lo estuvieras. ¿Dónde está tu hermano? —cuestionó


Eunbi desde el otro lado de la línea.

—Está por ahí —contestó Jungkook. Taehyung le estaba sonriendo,


moviéndose, jodiéndose él solo. Jungkook gruñó suavemente—.
Probablemente puedas llamarle, si quieres. —Taehyung negó con la cabeza
rápidamente—. Pero creo que está durmiendo.

—¿Crees? ¿No lo sabes? —preguntó Eunbi.

—No —contestó—. No soy su niñera.


—Eso ya lo sé —dijo con energía—, sólo que pensé que compartían la
habitación. Su manager me dijo que...

Jungkook movió su cabeza. Únicamente quería colgar el teléfono y terminar


de follar a Taehyung.1

—Sí, a veces nos dan una habitación para cada uno, como esta noche. Es una
recompensa o algo así.

—Él me llama cada vez que se detienen en algún hotel y me da los números de
sus cuartos, es gracioso que esta vez el tuyo y el de Taehyung fueran similares,
el mismo número incluso —remarcó Eunbi.34

—Dios, estoy muy cansado, mamá —dijo Jungkook con voz alta—. Hablamos
mañana, ¿está bien?

—Jungkook, espera...

—Buenas noches, mamá. —Eunbi dudó.

—Buenas noches, te amo.

Jungkook cerró el teléfono y lo lanzó a la mesa.28

—Vas a pagar por eso —le dijo a Taehyung.

—¿Qué?

Taehyung estaba en las nubes, montando a Jungkook. Tenía las manos en su


pecho y estaba meciéndose, balanceándose. Jungkook casi se pierde ante la
visión de Taehyung, casi queriendo echarse y mirar a Taehyung hacer eso, sin
embargo...2

—Está bien —dijo, con lentitud, agarrando a Taehyung por la cadera y


haciendo que se acostara en la cama.
Taehyung jadeó y gimió, removiéndose y rascando la espalda de Jungkook,
quien le ignoró y le embistió deprisa, con un ritmo rápido. Los ojos de
Taehyung se pusieron en blanco y gimió tan alto como hacía tiempo que
Jungkook no le escuchaba, más alto de lo que podía recordar. Jungkook
sonrió, sintiendo como crecía dentro de Taehyung.4

—Mierda, TaeTae, continúa haciendo eso.

—Eres... Oh, Dios... —Taehyung gimió de nuevo, agarrando su cabeza—.


Jungkook, se siente increíble, oh Dios mío. Ya lo había olvidado, oh Dios...30

Jungkook presionó todo su cuerpo contra el de Taehyung, rozando sus pechos


juntos y empujando tan profundo como podía. Taehyung trató de arquearse,
trató de moverse con las arremetidas de Jungkook, pero éste no le dejó,
manteniéndole en su lugar con sus fuertes brazos.

—Déjame mover —gimoteó Taehyung—. Quiero moverme contra ti, Kookie.2

Jungkook gimió y puso un poco de espacio entre ellos. Inmediatamente


Taehyung se arqueó tomando muy dentro de su cuerpo a Jungkook y ambos
gimieron. Amaba mucho a Jungkook para darle todo el control, amaba
apasionadamente a Jungkook dentro de él y retorciéndose.

Taehyung trabajó a Jungkook en su interior y pronto ambos estaban


jadeando, embistiéndose y el clímax acercándose. Jungkook cogió la cadera
de Taehyung y lo llevó más abajo, sentándolo completamente, golpeando la
próstata de Taehyung, quien gimoteó y cubrió su rostro con sus manos. Sentía
como Jungkook alcanzaba y tocaba algo dentro de él que era muy sensible.4

Taehyung suspiró y llegó al orgasmo con facilidad, sacudiéndose hacia


delante y agarrando los hombros de Jungkook. Apretó el sexo dentro de él,
corriéndose con los ojos cerrados mientras estiraba el cuello. Jungkook jadeó,
esparciendo algo del semen en su estómago y lo probó. Sonrió a Taehyug
mientras éste abría mucho los ojos y dejaba salir un sollozo ahogado.4

—Córrete, córrete —susurró Taehyung, pellizcando uno de los pezones de


Jungkook, quien gruñó y casi empujó a Taehyung fuera de la cama mientras
alcanzaba su propio alivio.

Se corrió dentro de Taehyung y luego se salió, manchando el estómago de su


hermano con el líquido tibio. Taehyung sonrió y alcanzó el miembro de
Jungkook, dándole una larga caricia. Jungkook se estremeció, retrocediendo
y dejando salir un suspiro irregular.

—Mierda, eso fue... —dijo Jungkook tembloroso, apoyándose en sus codos—


la más asombrosa...

—No, no lo fue.

—... y jodida cosa —completó Jungkook tocando la cabeza de su sexo y


haciendo una mueca de dolor.

Rodó en la cama y alcanzó un cigarro, Taehyung lo encendió por él y aspiró el


primer rastro de humo.47

—Ahora estoy hambriento —susurró Taehyung, tomando el cigarro de su


hermano y fumando, dejando que el humo saliera por su nariz—. Jodidamente
hambriento... y sediento también.

Jungkook tomó el cigarrillo e inhaló.

—Jesús, ni siquiera sé si pueda levantarme. —Taehyung rió.

—Hemos tenido mejores.

—No es cierto —dijo Jungkook, botando el humo—. Pude sentir todo bajando
hasta la punta de mis pies. —Taehyung sonrió y besó la barbilla de Jungkook.
—¿Y qué tal la vez en la casa de la abuela?45

Jungkook tragó duro ante el recuerdo.

—Bueno, esa fue... —Jungkook no podía pensar en una palabra para esa vez.

Habían estado con la abuela por el fin de semana y se habían aprovechado de


que ella siempre se iba a la cama temprano. Habían tenido unos cuantos
encuentros divertidos, y la noche antes de irse sin duda había absolutamente
la mejor.

—Fue increíble —dijo Taehyung—. Lo juro, despertamos a la abuela —


Jungkook hizo una mueca.

—Ella podría dormir durante un terremoto.

—Fui más ruidoso que un terremoto —contestó a la vez que acariciaba el


pecho de Jungkook —.Me hiciste gritar, fuiste tan travieso.8

Jungkook cerró sus ojos y sonrió. Lo habían hecho en la cocina, encima de la


mesa. De sólo pensar en eso Jungkook estaba excitándose de nuevo.1

—Taehyung...

Taehyung ronroneó, acurrucándose.

—Pásame una Coca-cola del minibar, Kookie. Por favor. —Jungkook gruñó.

—Sólo hay Pepsi. —Taehyung hizo un ceño.

—¿La máquina?

—Taehyung, me tienes todo prendido...9

—Ve —insistió Taehyung, pellizcando el hombro de Jungkook —.Ve y regresa, y


entonces lo haremos de nuevo, esta vez incluso mejor. Mejor que en la casa de
la abuela.1
Jungkook bufó y se levantó, sintiéndose motivado.

—Me la vas a chupar por esto —dijo, alcanzando un par de boxers—. Por largo
tiempo, luego te lo vas a tragar todo, y entonces harás que se endurezca de
nuevo y harás algo más.21

—Quizá tome esa Pepsi.18

Jungkook empujó a Taehyung con fuerza y sonrió.

—Imbécil —insultó—. Vuelvo en un segundo.

—Kookie...

—¿Qué? —Taehyung rodó hasta ponerse boca abajo y sonrió.

—Luces como si acabaras de follar a alguien.16

—Bueno, así fue —Jungkook cruzó los brazos y se miró el espejo. Su frente
estaba brillante por el sudor, su cabello estaba hecho un desorden y sus ojos
lucían nublados—. Regresaré en unos minutos.

Jungkook sacudió la cabeza mientras dejaba la habitación, tintineando las


monedas en su mano. Estaba descalzo, rozando la alfombra del vestíbulo del
hotel y sintiéndose asombroso. Las máquinas estaban puesta al final del
pasadizo, en una pequeña área iluminada con luces fluorescentes. Jungkook
estaba por doblar una esquina cuando casi se choca con Jimin.

—Woah —dijo Jimin, levantando sus manos y riéndose—. Tierra a Jungkook.

Jungkook parpadeó.

—Lo siento.

—¿Qué diablos has estado haciendo? —Jimin puso los ojos en blanco—. Te ves
como... te ves demacrado.1
—Me siento genial —contestó con honestidad.

—¿Qué has hecho? —Jungkook encogió los hombros.

—Pasando el tiempo con algo de música.

—¿Dónde está Taehyung? —preguntó Jimin, frunciendo el ceño

—Está por allá —Jungkook hizo un gesto hacia detrás de él—. En el cuarto,
durmiendo. —Jimin le dio a Jungkook una mirada extraña.

—¿Ya está durmiendo? Es temprano.

—Está cansado. Esta noche fue un gran concierto, ya sabes.2

—Jungkook —dijo Jimin con seriedad—. ¿Has metido una chica o algo?17

—No —respondió Jungkook, cortante—. ¿Por qué debería tener una?

—No pensé que deberías, pero... —Jimin movió su cabeza—. ¿Sólo están
Taehyung y tú ahí?19

Jungkook sintió sus palmas comenzando a sudar, sintió su corazón acelerado


mientras Jimin le daba una severa y larga mirada. Era la misma que les había
dado una noche en las literas, como si supera algo o estuviera
imaginándoselo.

—Sí, sólo estamos Taehyung y yo —contestó—. ¿Ese es un problema? —Jimin


tosió.56

—Claro que no. En fin... Está bien, buenas noches.

—Buenas noches —dijo Jungkook, mirando a su hyung caminando hacia su


habitación.
Esperó a que despareciera tras la puerta antes de inmediatamente voltearse y
caminar hacia su cuarto. Taehyung estaba tumbado en la cama y le sonrió
cuando entró.

—¿Y mi Coca-cola? —Taehyung hizo un puchero. Jungkook negó con la cabeza


y se sentó a un lado—. ¿Algo ha pasado? —preguntó. Se acercó a su hermano y
puso un suave beso en su hombro—. ¿Kookie?1

—Creo que Jimin sabe. —Taehyung movió la cabeza.16

—¿Cómo?

—Incluso si no sabe, lo sospecha. Puedo asegurártelo. Me miró raro mientras


estaba fuera.

—¿Únicamente porque Jimin te vio raro no me conseguiste mi Coca-cola? —


Taehyung pinchó a Jungkook en el brazo—. Creo que estás siendo paranoico.
Somos cuidadosos.32

—No lo somos tanto. Conozco esa mirada —contestó—. Mamá me da esa clase
de miradas cuando ella sabe.

—Mamá no sabe —dijo Taehyung poniendo su voz más seria—. ¿Realmente


crees que él sepa?

Jungkook encogió los hombros.

—Tenemos que ser más cuidosos. No puedo perderte.20

Al instante Taehyung se resguardó bajo el brazo de Jungkook y puso sus


manos en sus muslos. Jungkook se acordó de su gato que estaba en casa y
acarició el cabello de Taehyung, mirando fijamente la pared que estaba al
frente. El otro chico suspiró y arrugó la nariz.
—¿Qué debemos hacer? —preguntó Taehyung, con cuidado. Jungkook
encogió el ceño.

—Si Jimin sabe algo, no lo sé. Además que si él sabe también otras personas.
—Taehyung mordió su labio.

—¿Debemos detenernos?

El agarre de Jungkook se tensó lo suficiente para hacer a Taehyung quejarse.

—No digas eso —gruñó Jungkook, abrazando a Taehyung y besando sus


sienes con fuerza. Taehyung ni siquiera podía moverse con lo fuerte que su
hermano estaba sosteniéndole.1

—No quise decir hacerlo. —La voz de Taehyung era muy suave—. No quisiera
que nunca nos detuviéramos. —Jungkook lo apretujó fuerte, envolviéndolo
con sus brazos—. Kookie, de verdad, no quise decirlo en serio.

—No puedo estar sin ti. —Taehyung se apegó a Jungkook y dejó un beso en su
cuello.18

—Yo tampoco.

—Nadie nunca puede saber —dijo Jungkook—. Y nunca lo sabrán, todo estará
bien... y funcionará. —Jungkook sonaba casi como si fuera a llorar.53

Taehyung se sentó en sus rodillas y besó el rostro de su hermano, acariciando


sus brazos.1

—Seremos más cuidadosos, como cuando estamos con mamá. No te


preocupes.1

—Sí, como con mamá... —Jungkook arrastró las palabras—. Hey, ¿recuerdas
qué tan feliz era mamá cuando tenía una novia o cuando tú la tenías?10

Taehyung se sentó, frotándose la cara.


—Sí...

—Ella se descuidaba completamente de nosotros, bueno, claro que no


completamente, pero cerca.

—¿Quieres tener una novia? —Taehyung sonaba cansado. Jungkook le besó


de nuevo, esta vez en los labios.

—Sabes que no quiero. No digas cosas estúpidas como esas.

Taehyung trató de sonreír, sin embargo, no pudo. Sabía que cada vez que ellos
habían tratado de estar con chicas, Jungkook había sido mejor que él. De
hecho, Jungkook era bueno en eso. Taehyung tenía miedo de que Jungkook
se convirtiera demasiado bueno en eso.26

—Lamento no ser una chica, Kookie —dijo Taehyung con voz suave.65

Jungkook se alejó.

—Serías mi hermana, eso no resolvería nada.54

El mentón de Taehyung tembló ligeramente y Jungkook suspiró, tirando de él


hacia abajo, enrollándose en la cama. Frotó los temblorosos hombros de
Taehyung con dulzura, calmándolo y besando su espalda. Taehyung miró
sobre su hombro y le sonrió un poco.2

—Tienes que ser tú —dijo—. Tienes que... no sé, salir con una chica por un
tiempo.7

—¿Por qué yo? —preguntó Jungkook.

—Nunca he sido bueno en eso —contestó—. Eso lo sabes. No puedo ser...


convincente. Además, tú estarías celoso si estuviera con una chica —Taehyung
le empujó con el codo con delicadeza, sonriéndole abiertamente.

Jungkook frunció el ceño.


—Tú eres el celoso.

—Kookie, estaba bromeando.

—No creo que sea gracioso.

Jungkook se alejó de Taehyung, pero éste no lo permitió. Atrapó con sus


brazos y piernas a Jungkook, moviendo las mantas. Taehyung aún estaba
desnudo, y presionó sus cuerpos juntos.2

—No seas estúpido —dijo—. No salgas con la chica, ¿está bien? Nunca lo
hagas. Tú ya tienes a esa persona... sólo... sólo...

—¿Me acuesto con ellas? —murmuró Jungkook—. ¿Quieres que folle con una
chica? —Taehyung besó la oreja de Jungkook.

—Sí, y entonces las dejas y regresas conmigo, ¿está bien?65

—Bebé —suspiró Jungkook—. No, no puedo. Es mucho y no puedo. ¿Cómo vas


a poder vivir con eso? ¿Cómo voy a poder vivir yo con eso?28

—Kookie —susurró Taehyung. Él acarició el suave cabello que caía sobre la


frente de Jungkook y sonrío—. De acuerdo, de acuerdo. Por supuesto que lo
odio, es una mierda. No puedo siquiera pensar en ello. ¿Pero sabes lo que es
peor?

Jungkook cabeceó pesadamente, visualizaba pequeños círculos oscuros bajo


sus ojos y sintiéndose cansado.

—¿Y si me gusta? —Taehyung hizo una mueca de dolor.6

—Está bien si te gusta... sólo no lo ames.

—Ella no sería tú, esto apesta —dijo Jungkook, agitando su cabeza.1


—Kookie... —Taehyung se liberó de las mantas y estiró su cuerpo desnudo
ante Jungkook, quien le observó y suspiró—. Kookie, esto duele.4

Jungkook tocó su muslo.

—No puedo hacerlo, Taehyung.

—¿Una chica o yo?

Jungkook hizo rodar a Taehyung sobre su espalda y empujó sus propios


boxers abajo.

—Sólo puedo estar dentro de ti.6

—¿Sólo en mí? —Jungkook asintió y alzó sus piernas.

—Sólo tú... —Empujó dentro, hundiéndose profundamente, haciendo que


ambos gimieran, aunque ya no volvieron a hablar.1

La habitación se agitaba y oscilaba, aunque Jungkook solamente había estado


allí durante aproximadamente cuarenta minutos. Hoseok le había palmeado
la espalda mientras le decía que ahora era un hombre, y los hombres reales
bebían vodka. Jungkook rió y asintió, sacando pecho, aspirando el olor de los
tres pequeños vasos frente a él.

Llevó su bebida a los labios y miró alrededor, parpadeando. No podía recordar


exactamente que Taehyung hubiera salido con él. Estaba en una barra con
Hoseok, Jimin, y muchas adolescentes. Taehyung no estaba a la vista.14
—¿Dónde está Taehyung? —habló Jungkook arrastrando las palabras,
volteándose hacia Jimin, y luego hacia Hoseok.

Hoseok se encogió de hombros.

—¿Te gusta esa bebida? Creo que ellos lo elaboran directamente en la ciudad.
—Jungkook hizo un gesto, el vaso olía horrible.

—Taehyung —repitió, tragando con fuerza—. Joder, mi cabeza.

—Él va a tener la más hilarante resaca mañana —comentó Jimin, bebiendo


fácilmente de su oscura cerveza—. ¿No es cierto, amiguito?

Jungkook solamente frunció el ceño y volteó, apoyándose contra la barra


sobre sus codos. Inspeccionó el club, repleto de gente, sobre todo lleno de
muchachas escasamente vestidas. Lamió sus labios y cabeceó en dirección
hacia una de ellas, quien se rió tontamente girándose. Jungkook sonrió con
satisfacción, era demasiado fácil.34

—¿Quién se irá a casa contigo? —le preguntó Jimin audiblemente,


codeándolo.

Jungkook arrugó la nariz. Él iría a casa con Taehyung.6

—Ugh, ¿dónde está Taehyung? —preguntó de nuevo—. Lo necesito.12

—Tú —dijo Hoseok con una sonrisa ufana— necesitas otra copa.

—¡Eso también! —expresó Jungkook, y tomó el pequeño vaso de vodka que


Hoseok le ofrecía. Tragó sintiéndose aún mejor. Al poco tiempo se encontraba
en la barra, rodeado de gente. Vio a Jackson, BamBam, Hoseok y Jimin y a
muchas adolescentes.16

Continuó bebiendo, olvidándose de Taehyung. Taehyung debía haberse


quedado. Eso es lo que debía haber pasado.
Jungkook no sabía cuando había ocurrido, pero repentinamente era
sostenido confianzudamente por una chica. Y luego un gran trago de vodka.
Ella era bonita, olía bien y estaba ligera de ropas. Incluso Jackson le había
dado una palmada en la espalda.

—¿Quieres irte de aquí? —susurró en su oído, sus labios cosquilleando el


cuello de Jungkook.

Los ojos de Jungkook se abrieron como platos y la miró, asombrado.

—¿Qué?

—Tú eres lindo —dijo, jalando un mechón de su cabello—. Y quiero que me


folles. —Jungkook casi se atragantó con su bebida.35

—Quieres que... —Ella asintió con los ojos brillantes.

—Vamos. Tu lengua se siente muy bien en mi boca y quiero saber que más
puede hacer.26

Hoseok debió de oírla porque rió ruidosamente, echándole una mirada a su


compañero. Jungkook se sentía borroso, pesado. Excitado. Necesitaba follar.

—Uh —murmuró—. ¿Dónde está Taehyung?2

—A quién le importa —respondió la chica—. Llévame a tu habitación. —


Jungkook parpadeó y dejó que le besara perezosamente.13

—¿Taehyung estará ahí? —Ella rió y jaló de él fuera del club.

—Por supuesto que sí.

Jungkook sonrió y dejó que le condujera hasta un taxi. Taehyung estaría ahí,
lo irían a ver. ¿Y no era agradable que ella estuviera llevándole?40
Jungkook se aproximó a ella más durante todo el camino, sintiéndose
agradecido.

Taehyung no estaba en el hotel. En la habitación que compartían. Ambas


camas estaban vacías, o era así hasta que la chica empujó a Jungkook contra
la de Taehyung.53

Jungkook tuvo el pensamiento raro de que Taehyung en realidad nunca


dormía en su propia cama, pero que toda su mierda estaba en todo el lugar.
Jungkook golpeó el maletín de Taehyung en el piso y dejó que la chica le
quitara su camiseta.

Ella tenía largas uñas, y recorrió con ellas su pecho. Jadeó con placer y
confusión, no tan estúpido como para no saber adónde se estaba dirigiendo la
situación, pero sí demasiado confundido para saber por qué estaba pasando.
Su sexo dolía y tiró la ropa interior de la chica. Estaba tan borracho que quería
embestir rápidamente, sus pantalones apenas bajados.1

—Taehyung —dijo, pero ella puso una mano sobre su boca.4

—Necesitas uno de estos —dijo.

Sacó un condón y acarició su miembro con él. Jungkook no había usado


preservativos en un buen tiempo, más de un año, incluso. Había tenido sexo
con su última novia algunas veces y habían usado protección. Los odiaba.81
Dejó que se lo pusiera. Lo único que podía pensar era en Taehyung mientras el
calor proveniente de la chica lo rodeaba. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Quién era
ella? ¿Dónde estaba Taehyung?

Nunca había querido a alguien más que a Taehyung. Nunca. Tenía ojos, sí, las
chicas eran bonitas, pero la simple idea le hacía sentirse enfermo.

—Esto está tan mal —gimió.

Sí, se sentía bien. Agarró sus caderas y cerró los ojos. Taehyung era más
estrecho, pero podía pretender que estaba encima de su hermano. Caliente y
tembloroso, montándole. Taehyung era muy bueno en eso, sabía cómo
balancearse y moverse. Sabía cuando empujar y hacer que ambos gritasen.

Jungkook gritó en éxtasis mientras ella lo montaba con fuerza, sin captar la
mirada confusa en su rostro mientras el nombre de su hermano abandonaba
sus labios.36

Pero ella también estaba ebria, demasiado y pronto se olvidó mientras follaba
a Jungkook hasta que él se corrió y se desmayó.

Jungkook se levantó temprano en la mañana y vomitó, y aunque sería


vergonzoso para Hoseok de enterarse, no tenía resaca.

Miró la chica medio desnuda en la cama de Taehyung y tuvo que ir a vomitar


de nuevo.12

¿Y dónde mierda estaba Taehyung?5

—Ahí está —exclamó Hoseok ruidosamente, levantando la mirada de su


desayuno. Jimin, que estaba a su lado, rió.
Se frotó la frente y alzó su dedo medio, se sentía torpe y acaba de sacar a la
fuerza a una todavía ebria muchacha fuera de su habitación.

—Ugh —murmuró2

Parpadeó enfocando la vista y observó al otro lado de la mesa. Taehyung


estaba ahí, mirando fijamente su plato.

—Taehyung —dijo Jungkook, moviéndose hacia él.

—Jungkook, Jungkook, Kook... esa chica... —Hoseok sonrió.

—Ella estaba bien —intervino Jimin, casi gruñendo—. Arrastrándote fuera del
club de ese modo.

—Por favor, dime que ella y tú, ya sabes —habló de nuevo Hoseok—. Oh Dios,
me mataría si no lo hiciste. Me siento como si me hubieran golpeado.

—Lo hiciste —dijo Jimin, sonriendo.

Jungkook frunció el ceño, aún mirando a Taehyung. Sabía que Taehyung


estaba enterado de lo que había sucedido. También que no tenía caso
pretender.

Así que sólo asintió y se sentó.

—Mierda —dijo Hoseok, palmeando el hombro de Jungkook —.Qué genial, tu


primera groupie. —Jungkook hizo una mueca, sintiéndose más enfermo que
en mucho tiempo.

—Hey —llamó suavemente a Taehyung—, ¿dónde dormiste anoche?31

Taehyung finalmente dirigió su mirada hacia Jungkook, y éste


inmediatamente quitó la suya. No podía soportar como los ojos de Taehyung
le quemaban. Taehyung sacudió la cabeza, se levantó y caminó fuera del
cuarto.10
Jungkook se hundió en su asiento, frotándose la cara.

じゃあまたね♡...
♡ 23 ♡
...♡ようこそ13

—Tú dijiste que lo hiciera —fue lo primero que Jungkook dijo cuando por fin se
encontró a solas con Taehyung. Estaban en la habitación de hotel que ambos
compartían, así que iban a tener que hablar tarde o temprano.25

—Esto no es como imaginaba que sucedería —contestó Taehyung sentado en


su cama, sin mirar hacia su hermano—. Pensé que hablarías conmigo primero.
Que esperarías. No sabía que estabas tan deseoso de... de...

—Taehyung, Dios —dijo, sacudiendo su cabeza. Sus temores azotaban a través


de sus labios y dio tentativamente un paso hacia el otro chico—. No estaba
ansioso... fue un accidente, en verdad, y ni siquiera me gustó.

—No me mientas —respondió Taehyung—. Puede gustarte, es sexo. Sólo no


mientas. Pensé que me lo dirías. Que decidiríamos juntos quién sería. Pensé
que yo sabría. No creí que iba a ser echado de mi propia habitación toda la
noche mientras tú te follabas a alguien.48

Recién entonces Taehyung lo miró, sus ojos brillando con lágrimas


contenidas. Todo el enojo y la molestia que Jungkook sentía se evaporó. Cayó
de rodillas frente a Taehyung y se abrazó a sus piernas. Taehyung intentó
alejarlo, pero se acercó aún más a él.

—Lo siento, lo siento tanto —dijo—. No pensé. Y no significó nada para mí, yo
sólo... ni siquiera podía hacerlo bien. Lo juro.

El corazón de Taehyung se encogió ante la visión. Jungkook estaba casi


llorando, respiraba pesadamente tomando grandes bocanadas de aire. Colocó
una mano sobre su cabeza y acarició su pelo una vez.
—Sólo desearía que...

—Lo sé, lo sé.

—No —dijo Taehyung, negando con la cabeza—. No sabes. Supongo que no


importa de todos modos.

—Taehyung, no. —Taehyung frunció el ceño dando un paso hacia atrás,


liberándose de Jungkook.

—¿Puedo confiar en ti? —Jungkook ensanchó los ojos y le miró.

—¿Piensas que no puedes?

Taehyung encogió un hombro lentamente.

—No puedo creer que hiciste esto, Kookie...36

Jungkook dejó salir un suspiro entrecortado y se sentó en el suelo, acercando


sus rodillas a su pecho. Se sentía entumecido, estúpido y agotado. La forma
como Taehyung lo miraba era algo que no podía manejar, y sintió miedo de
ello.8

—Estaba confundido, pensé que quizá estaba haciendo lo que querías —dijo
Jungkook, limpiando sus ojos—. Que querías que lo hiciera.1

Taehyung suspiró y avanzó lentamente fuera de la cama. Se sentó a su lado y


se inclinó contra su hombro.

—No quiero pelear, pero me siento herido. Supongo que... no estaba


preparado para esto. Pensé que podría soportarlo, que sería... no sé, que lo
planearíamos juntos. Tú y yo. Igual que siempre.31

Jungkook asintió y apretó su rostro contra el cuello de Taehyung.

—Nunca te haré daño de esta forma otra vez. No sé qué debemos hacer.6
Taehyung acarició su cabello y le silenció gentilmente. —Lo hiciste por
nosotros, ¿verdad?

—Sí. No podía solamente...36

—Bueno —dijo Taehyung—. Muy bien. Entonces eso es todo. Lo hiciste por
nosotros. No estoy molesto. Hemos tenido novias antes, incluso has dormido
con mujeres antes, esto es como todo aquello.88

—Te amo —dijo Jungkook. Abrazó a su gemelo enérgicamente, besó su cuello


y recorrió con sus manos el otro cuerpo, desde arriba hacia abajo.2

Taehyung suspiró y se apretó contra Jungkook.

—Está bien, Kookie, te amo.28

—¿Sí?

—Sí —Taehyung asintió, riendo un poco pero aún dolido, parpadeando con
fuerza un par de veces. Sus ojos también estaban humedecidos por las
lágrimas, y tomó aire profundamente—. Dios, esto es estúpido. Jungkook,
desde luego que no quisiste hacerme daño. ¿Verdad?20

Jungkook solamente apretó a Taehyung aún más fuerte, extendiendo sus


dedos sobre el dorso de la cabeza de su gemelo, masajeando su pelo.

—Taehyung, detente. Tú sabes...

—Sí, sí, sí —dijo Taehyung precipitadamente, asintiendo con la cabeza—. Lo


siento, Kookie, lo siento.2

—¿Ahora te estás disculpando? —Jungkook rió suavemente, finalmente


sonrió, creyendo en que todo saldría bien—. Detente, eres tan tonto.4

Taehyung golpeó gentilmente el hombro de su hermano.1


—Bésame.4

Jungkook sonrió con satisfacción e introdujo a Taehyung en un largo y


duradero beso. Cuando se apartaron, ambos sonreían casi tímidamente.

—Supongo que algo bueno salió de esto —dijo Taehyung suavemente.

—¿Hm?

—Hoseok y Jimin te vieron salir con ella, evidentemente —dijo Taehyung,


arrugando la nariz—. Quizás Jimin deje de estar detrás de nosotros.

—Sí, eso creo —respondió Jungkook.

Taehyung tocó con sus suaves dedos la mandíbula de Jungkook y le preguntó,


silenciosamente:

—Pero no fue muy bueno, ¿verdad? ¿Con ella? —Jungkook sacudió la cabeza
moviéndola hacia abajo y besó los dedos de Taehyung.4

—No fue nada. Yo sólo podía pensar en ti.24

—¿De verdad? —le susurró su hermano. Él se movió más cerca, casi sobre las
piernas de Jungkook—. ¿Me prefieres a mí?6

—Por supuesto —le aseguró Jungkook—. Claro que sí, Taehyung. No quiero
hacerlo con nadie más. Tú eres mucho mejor.7

—¿Lo soy? —los labios de ambos se rozaron y cayeron al suelo. Jungkook


aprisionó a Taehyung bajo suyo, besándolo hasta su garganta.

—Eres mío, Taehyung —dijo Jungkook, ásperamente. Taehyung sonrió,


arqueándose.37

—Muéstramelo.2
Jungkook acarició toda la parte baja del cuerpo de Taehyung e hizo su mejor
esfuerzo para demostrarle lo mucho que lo amaba.

Jungkook aprisionó a Taehyung y se movió contra él, mientras su gemelo se


retorcía deliciosamente bajo suyo. Sus bocas se conectaron y Taehyung
succionó el labio inferior de Jungkook con su boca, y amó el sabor de los
labios de su hermano.11

Estaban en casa, tomando un pequeño descanso. Su mamá y Mingyu habían


estado todo el día afuera, y los gemelos habían tomado ventaja de su tiempo a
solas en la habitación tan familiar, la cama donde todo comenzó años atrás.1

Taehyung amaba el aroma de la habitación de Jungkook, que antes también


solía ser su habitación. Era reconfortante y cálido, y le hacía sentir
ridículamente feliz.

—¿Cuándo dijo que volvería a casa? —exhaló Taehyung. Sintió la erección de


Jungkook chocando contra su entrada. Se estremeció, empujando
ligeramente contra el toque—. ¿Cuánto más?... Oh...

Jungkook empujó hacia adelante, sin hundirse en Taehyung, deslizándose


entre sus muslos calientes.

—Taehyung, shh, no hablemos de mamá mientras estamos...6

—Lo sé, lo sé —respondió Taehyung, sonriéndole y buscando el cuello de


Jungkook. Atrapó el miembro de su gemelo entre sus muslos, presionando—.
Estás tan duro, tan duro, Kookie. ¿Por qué?4
—¿Estás bromeando? —Jungkook hizo una pausa, dominando al cuerpo
debajo suyo—. Taehyung...

—Mmm —fue todo lo que Taehyung dijo, cerrando sus ojos y liberando el
miembro de su hermano de entre sus piernas—. En mí. Ahora. Estoy listo.

—Déjame conseguir más lubricante —fue la respuesta, provocando que


Taehyung le mordiera el brazo—. ¡Ouch!4

—No más lubricante —le dijo Taehyung—. Haz estado molestándome por
siempre y no tenemos mucho tiempo.

—Mamá dijo que estaría afuera todo el día —Jungkook empujó su erección
contra Taehyung otra vez, y ambos gimieron.

—Kookie, ha sido todo el día —lloriqueó Taehyung. Restregó su nariz contra


Jungkook—. Sólo fóllame.4

Jungkook gimió y luego le sonrió abiertamente, empujando contra Taehyung,


enterrándolo sobre el colchón.

—Sólo... sé paciente.1

—Mmm —gimió Taehyung suavemente, parpadeando sobre su hermano.

Jungkook sintió su pecho encogerse un poco. Taehyung se veía tan a su


merced y, en ese momento, no quiso nada más que apretarse contra el otro
cuerpo y moverse dentro de él.

—Kookie, te estás tomando mucho tiempo... demasiado tiempo.4

—Es mejor de esta forma, me estás poniendo tan jodidamente duro —le
susurró Jungkook—. Tu trasero... Taehyung, ugh.10

Taehyung rió y se retorció, derribando a Jungkook y cerrando sus piernas al


rededor de él. La erección de Jungkook se deslizó directamente entre sus
muslos, golpeando ligeramente sus testículos, haciendo que gimiera
audiblemente—. Vamos, hazlo.22

—Trabajo en ello —siseó Jungkook.

Taehyung sintió algo empujar contra su entrada y luego, la deliciosa


quemazón de ser penetrado. Maulló y seguidamente resopló cuando
comprendió que sólo eran los largos dedos de Jungkook—. No Kookie, ya
hiciste eso.1

—Sólo un poco más —dijo Jungkook—. Amo tocarte.6

—Amo que me folles —le disparó de vuelta—. Duro. Cuando nadie está cerca. Y
por una vez no hay nadie alrededor. Por favor, Kookie. Necesito...

Taehyung gritó cuando Jungkook quitó sus dedos y se empalmó de golpe en


su cuerpo, fuerte y rudo.1

—¡Jesús!84

Jungkook rechinó los dientes, forzándose a no correrse inmediatamente.5

Eunbi rebuscó en su cartera llena de cosas, buscando las llaves de su casa.


Acababa de ser dejada por su amiga, después de un día de compras en la
ciudad. Estaba cansada, con sus pies adoloridos y se encontraba ansiosa de
ver a los chicos. Encontró las llaves y sacó, además, su teléfono celular. Marcó
el familiar número y esperó a que atendiera.91

—¿Hola?
—Mingyu, mi cielo —dijo Eunbi, dejando sus bolsas en el suelo y apoyándose
contra la entrada—. Solamente llamaba para decirte que ya estoy en casa.

—¿Tan pronto? —rió Mingyu despacio—. ¿Cuánto me costará?

—Oh —respondió Eunbi, rodando los ojos—. ¿Te esperamos para la cena?
¿Qué quieres comer?

—Ah, llegaré tarde. Los muchachos y tú deberían ordenar pizza o algo así.4

—Bien —dijo Eunbi, recogiendo sus compras y colocando la llave en la puerta


de entrada—. Te llamaré más tarde, te amo.

—Te amo, adiós.

Eunbi guardó el teléfono en su bolso y giró la perilla de la puerta.115

—Ohhh, sí —gimió Taehyung—. ¡Sí, sí!165

Jungkook salió y mantuvo a Taehyung debajo, viéndole retorcerse contra el


colchón. —Mierda, Taehyung, eres tan hermoso —dijo con voz grave y
profunda.19

La cara de Taehyung se enrojeció aún más.

—Más —fue todo lo que dijo y Jungkook volvió a penetrarlo fácilmente. La


cama crujió cuando comenzaron a moverse. Sus ojos nunca dejaron de estar
conectados.5

Jungkook tomó la cabecera y empujó, dentro de su gemelo, lo más fuerte que


pudo.8
—Oh Dios, te amo —dijo Jungkook.7

Taehyung sonrió y extendió aún más sus piernas.

—Te amo. ¡Oh, joder, te amo!

El calor se extendió por el vientre de Jungkook, no podría contenerse más.


Comenzó a penetrar con todas sus fuerzas sosteniéndole debajo y gimiendo.
Taehyung también gemía. Gemía y gimoteaba. ¿Y también gritaba?47

—¡Voy a correrme! —masculló Taehyung—. ¡Oh...! ¡Oh!1

Jungkook empujó una vez más y se arqueó bruscamente hacia delante.

—Yo también —susurró.

Eunbi cerró la puerta con un suave clic en ella y dejó las bolsas sobre la mesa
de la cocina. Sus pies la estaban matando.

—¿Chicos? —llamó.79

La única respuesta fueron unos sonidos graciosos. Oyó un sonido ronco que
provenía de escaleras arriba. Un estruendo, un choque y luego un grito.70

—¿Taehyung? —Eunbi subió rápidamente por las escaleras. Hizo una pausa,
escuchando más.87

Palideció.

—Oh, Dios Jungkook... Jungkook, oh por Dios, eres tan... Ugh, Jesús,
Jungkook... Kookie... tan cerca, voy a correrme... Oh Dios, siempre lo haces tan
bien... Hazlo... Duro... —la voz de Taehyung recorrió todos los pasillos de la
casa, golpeando a Eunbi como una tonelada de ladrillos.214

—Oh mi Dios. —susurró, retrocediendo un poco. Su vista se clavó en la puerta,


en lo alto de la escalera; la puerta de Jungkook.14

Se oyó un ruidoso gemido, haciendo que ella se estremeciese, y luego escuchó


un gruñido.

—Dios, Taehyung, está por todas partes.40

—Está en mí, en mí. Oh, Dios —respondió audiblemente Taehyung, jadeando.


A continuación, Eunbi escuchó un estruendo contra la pared, haciéndola
sacudir ligeramente.10

—Taehyung, mierda, te amo, eres tan hermoso...48

Eunbi cubrió su boca con una mano y salió rápidamente hacia afuera, su
estómago dando sacudidas. Caminó un poco por el sendero y se sostuvo
contra el buzón, doblándose hacia adelante y respirando profusamente. Su
boca estaba diluida y sintió que podría vomitar. No estaba segura.48

No obstante estaba segura de una cosa: ella había tenido razón todo el
tiempo. Todos esos años cuando sospechaba las peores cosas sobre sus
gemelos, ella había tenido la razón.29

Se puso de pie y tomó aire profundamente, cerrando los ojos y frotando su


estómago.1

—Mierda —dijo amargamente—. Jodido infierno.

Pateó el buzón airadamente.

—Esto es mi culpa —Eunbi quería gritar o llorar. Cualquier cosa que liberara el
enojo y la tristeza dentro de ella—. ¿Qué puedo hacer?
Hizo lo único que podía. Caminó de vuelta a la casa, temblando hasta que
alcanzó la puerta. Abrió y cerró con un fuerte golpe.

—¡Chicos, estoy en casa! —llamó.

La casa estaba en silencio. Suspiró aliviada. ¿Tal vez había imaginado todo?107

Oyó un crujido en la escalera y Taehyung descendió con una camiseta


arrugada y pantalones de dormir. Su pelo estaba desordenado, aún más de lo
normal, y su rostro estaba sonrojado. Él le sonrió y se estiró.2

—Hola, mamá, ¿ya de vuelta? —dijo Taehyung. Ella no pudo decir nada por un
momento, le miró fijamente. Él lucía tan radiante, feliz y como si acabara
de...66

—Sí. —dijo Eunbi.

—¿Estás bien? Te ves un poco enferma —dijo Taehyung alzando una ceja.

—No, no. Estoy bien —respondió—. Sólo un poco... cansada.

Ella notó, entonces, una toalla alrededor de su cuello.

—Voy a tomar una ducha —dijo él—. ¿La cena estará lista pronto? Estoy
hambriento.

Ella tragó.

—¿Por qué no usas el baño de arriba?

—Jungkook está usándolo. Y sé lo que dirás, el agua caliente se acabará. Así


que supongo que podemos ducharnos juntos para conservar el agua —
comentó Taehyung riendo un poco.64

Eunbi palideció y Taehyung le miró extrañado.36


—Estaba bromeando —dijo—. Deberías sentarte o algo. ¿Tal vez podríamos
ordenar pizza?

—Um, sí —Eunbi se sentó junto a la mesa y Taehyung le dio un pequeño beso


en la mejilla, para después desaparecer en el baño. Olía a sudor y a la colonia
de Jungkook. Eunbi se estremeció un poco con el toque y colocó su mano
sobre su mejilla sintiéndose enferma.

Ella no sabía que debía hacer. Tenía que hacer algo, era necesario. No podía
simplemente sentarse allí y pensar en lo que sus hijos estaban haciendo. Se
volvería loca.32

Se preguntó si ella era la única que lo había notado, la única que sabía.
Esperaba que así fuera. Por sobretodo, más allá de la sorpresa, el disgusto y el
desconcierto, ella estaba preocupada. Por ellos, por lo que podía sucederles.
O de lo que les sucedería.

No eran muy cuidadosos. No en casa, por lo menos. Eunbi suspiró en alta voz y
enterró su cara entre sus manos, inclinándose y sollozando. No notó que
Jungkook aparecía arrastrando los pies y frotando su cara.

—¿Mamá?

Eunbi alzó la vista y su cara se nubló inmediatamente. Sentía ira hacia


Jungkook. Sólo pudo mirarlo airadamente, sin saber que decir.110

—Mamá, um, ¿qué pasa? —preguntó Jungkook nerviosamente. Lucía tan


desarreglado como Taehyung.

—¿Qué pasó con tu ducha? —dijo bruscamente.

Jungkook frunció el ceño

—Tú sabes que la ducha de arriba apesta.1


—Deberías ducharte —le dijo Eunbi, mirando hacia abajo—. Tu hermano se
está bañando.1

—Sí, lo sé... —Jungkook cambió el peso de su cuerpo, incómodamente, hacia


su otro pie—. Lo haré, no te preocupes.2

Eunbi se levantó y pasó a su lado, mascullando algo por lo bajo. Jungkook le


miró confuso, mordiendo su labio.

—¿Mamá...?

Escuchó la puerta del dormitorio de su madre cerrarse estruendosamente. Él


se sentó pesadamente frente a la mesa de la cocina. No comprendía que era lo
que estaba molestando a su madre.

Eunbi colocó el teléfono contra su oído, tembló un poco mientras oía como
sonaba en el otro extremo. Era más de medianoche y ella estaba a un costado
del fregadero en el cuarto de baño, la casa entera estaba oscura y silenciosa.
Quizá esto era una mala idea. Tal vez debería colgar.8

No pudo.

El teléfono sonó dos veces más antes de que una voz somnolienta atendiera.

—¿Hola?

—Ellos están en casa —dijo ella, incapaz de ocultar la rabia en su voz—. ¿Lo
sabías?

Wonwoo aclaró su garganta.3


—¿Eunbi? Son, joder... casi la una de la mañana. ¿De qué estás hablando?

—Nuestros hijos están en casa luego del tour —dijo. Ella se sostuvo contra el
fregadero, mirando su rostro en el espejo.

—Mierda, ¿y qué quieres decir? —contestó Wonwoo. Hubo un momento de


silencio, sólo sus cansadas respiraciones sobre la línea.

—Tú no formas parte de sus vidas —le respondió Eunbi. Wonwoo suspiró
audiblemente.

—¿Cuál es tu punto?

—Si ellos lo arruinan será tú culpa —ella sintió las lágrimas agolparse en sus
ojos—. Tuya.5

—¿Cómo? —preguntó él—. Los vi por la televisión el otro día. Estaba


disgustado. ¿Cómo dejas que Taehyung se vea así?57

Una punzada de dolor le atravesó por Taehyung y frunció el ceño.

—No estoy hablando de Taehyung. Estoy hablando de Taehyung y de


Jungkook. Juntos

—¿Qué ha pasado? —preguntó Wonwoo—. ¿Se están drogando o algo? —Eunbi


no sabía cómo decirlo. Sabía que debería, tenía que decírselo a alguien.23

—No, Wonwoo, no sé qué hacer. Ellos...

—Tú no me dejaste estar en sus vidas —le interrumpió—. ¿Y sabes qué? Ellos
no me quieren en sus vidas. Nunca me dejarán, y después de todo lo que he
hecho por ti. Apoyándolos para que luego de hacerlo lo lances a mi cara. Lo
que ellos hacen no me interesa.

Eunbi se aferró al fregadero, sintiéndose mareada de ira.


—¿Sabes qué? No importa —escupió ella—. Tú no mereces saber. Tú nunca
has sido un padre, Wonwoo.

No esperó respuesta, sólo colgó el teléfono y se dejó resbalar hasta el suelo,


tratando de respirar. Ella no podía soportarlo. ¿Cómo podría?2

¿Cómo podría decirle a alguien? ¿Cómo lidiaría con esto sola? La destrozaba,
rompía su corazón.6

Ella amaba a sus chicos sin importar qué, pero esto tenía que parar. Tenía que
terminar. Era incorrecto.91

Pero estaba tan asustada de decir algo, reconocer que era real. El sólo
pensamiento hizo que se sintiera enferma.

Sus dos bebés, sus hermosos y talentosos hijos estaban...

—Incesto —dijo y se estremeció. Unas cuantas lágrimas se derramaron en el


piso y ella se quedó mirándolo fijamente.123

Jungkook estaba sentado solo en la sala de estar, practicando con la guitarra.


Intentaba elaborar algunas notas fuertes, tratando de perfeccionar algunos
ritmos que habían estado dándole problemas. Estaba realmente en ello,
moviendo la cabeza y murmurando algunas palabras de la canción. Ni siquiera
notó cuando su madre caminó hacia él.

—Jungkook —lo llamó Eunbi cruzando sus brazos, tensándose—. Jungkook.

Jungkook alzó la vista inexpresivamente, todavía enfocado en su música.


—¿Qué?

—Deja eso —respondió, gesticulando hacia la guitarra—. ¿Dónde está tu


hermano?

—Uh... —Jungkook acostó su guitarra sobre su regazo—. Con Yoongi, creo. De


compras, tal vez.1

Eunbi suspiró y se volteó para entrar a la cocina, pero algo le hizo volver a
girarse y mirar fijamente a su hijo.

—¿Qué pasa? —preguntó Jungkook, irritado—. ¿Estás bien?2

—Estoy bien —frunció el ceño y comenzó a voltear otra vez, pero se detuvo—.
No. No, en realidad. Tengo que hablar contigo.11

Jungkook soltó un ligero suspiro y apoyó su guitarra contra el sofá.

—¿Qué ocurre? —preguntó casualmente.

Ella abrió la boca para decir algo pero permaneció mirando a Jungkook,
imaginando lo que él podría estar haciéndole a Taehyung, lo que podría
obligar a Taehyung a hacer. Se sintió enojada, tan furiosa, que comenzó a
temblar.112

—¿Mamá? —Jungkook se levantó y se le acercó, tocando su hombro. Ella le


alejó, negando rápidamente.

—No, no. No —dijo firmemente, sin mirar a Jungkook. Él trató de acercársele


de nuevo, pero ella retrocedió.23

—¿Mamá? —Jungkook nunca le había visto así y su corazón comenzó a


acelerarse. Ella nunca le había rechazado antes. No de esa forma.

—Jungkook —dijo ella, estremeciéndose—. ¿Qué estás haciendo?


—¿Qué?

Ella miró hacia otro lado y dijo:

—¿Qué estás haciéndole a Taehyung?67

Jungkook sintió como si le hubieran golpeado directamente en el estómago.


¿Qué era lo que quería decir? Ella no podía saber. Nadie sabía. Ellos se habían
asegurado de ello.

—No estoy haciendo nada. Que...

—¡Lo escuché ayer! —gritó. Su cara estaba completamente roja—. ¡Los


escuché!16

—¿Escuchaste qué? —preguntó Jungkook. Él lo sabía y su estómago se


revolvió.4

Eunbi negó con la cabeza furiosamente.

—No me hagas decirlo, Jungkook.

Jungkook azotó su mano contra la parte posterior del sofá y maldijo.

—Mierda, mierda, mierda —ahora él no podía verle a los ojos, pero ella asió su
rostro y le obligó a mirarle. Sus uñas hundiéndose en sus mejillas y él jadeó
por la agresividad de su madre.42

—Mírame —le demandó Eunbi. Las lágrimas comenzaron a agolparse en los


ojos de Jungkook.

—Mamá, lo siento. Yo... ¡Lo siento! ¡Lo siento!23

—¿Cómo pudiste, Jungkook? —le dijo ella. Dejándole ir pero sin retroceder—.
Dime cómo pasó esto.

Él maldijo de nuevo.
—No.

—¿Le hiciste daño? ¿Lo hiciste?23

Jungkook apretó los puños y gritó:

—¡Lo amo! ¡Nunca le haría daño!51

—Yo sabía que esto estaba pasando, hace mucho que lo sabía. ¿Por qué no
dije nada? Esto es mi culpa —Eunbi limpió sus ojos y Jungkook quiso
consolarla, pero estaba aterrado.

—Mamá, no —dijo—. Tú no hiciste nada.

—No puedes hacer esto —le dijo Eunbi, impotente—. No puedes hacer esto,
Jungkook. Está mal y es enfermo y... Tú no puedes hacer esto. No en mi casa,
ni en ningún lugar. Pobre Taehyung, Jungkook. ¿Cómo puedes hacerle
esto?104

Jungkook se enderezó. En esos momentos él era más alto que su madre, pero
ella le fulminó con la mirada, desafiándole.

—Mamá, tú no tienes idea. No es lo que parece. Nada es como piensas, estás


imaginando cosas. No le he hecho nada a Taehyung, Jesús. ¡No hice nada!19

—Jungkook.

—Nosotros no... No es lo que crees —Jungkook se sintió frenético, enojado y


desesperado.

—¡Jungkook, lo escuché! —le gritó Eunbi, sus palabras golpeaban a Jungkook


como un ladrillo contra su rostro—. Los oí, caminé por la casa y... ¡Los
escuché!

Jungkook palideció y tropezó un poco al retroceder.


—No, tú no lo hiciste, no es lo que crees.

—Kim Jungkoook, deja de mentirme. Lo oí y sé exactamente qué escuché —le


respondió abatida Eunbi.

—Mierda —el estómago de Jungkook se contraía de incomodidad—. Mierda,


mierda. Mamá... Sólo fue... ¡Fue sólo una vez! Una vez, escuchaste la única
vez.6

—No te creo —fue la respuesta, su voz conmocionada—. No te creo, Jungkook,


ya no más. No puedo. He sospechado esto por mucho tiempo.1

Jungkook estaba perplejo. No podía discutir por eso, porque sabía que ambos
entendían exactamente lo que estaba pasando.

—¿Qué vas a hacer? —fue lo único que Jungkook pudo decir. Se sintió
derrotado, cansado. Ni siquiera podía estar avergonzado, estaba
desesperado.

—¿Qué puedo hacer? —preguntó ella4

Las lágrimas cayeron por las mejillas de Jungkook y le tomó firmemente de los
brazos.

—Por favor, no le digas a Taehyung. No le preguntes nada acerca de esto.


Prometo que no vamos a hacerlo en casa nunca más. Sólo no le digas a
Taehyung. Nunca oirás una palabra sobre esto otra vez, lo juro. Será como si
nunca hubiera ocurrido. Mamá. Por favor. Por favor, Dios, no le digas.40

Las lágrimas caían de manera constante y sollozaba, sosteniéndose de su


madre.4
Eunbi no podía ayudarle. No importaba que tan molesta se encontrara, tenía
que consolarlo. No le había visto llorar en años a pesar de que era su hijo.
Envolvió sus brazos alrededor de él.20

—Jungkook, está mal —dijo ella suavemente. Frotó su espalda y besó su


cabeza—. Está tan mal. Él es tu hermano, tu hermano gemelo. Y ustedes están
siempre en el ojo público. No estás sólo arruinando tu vida, sino también la de
Taehyung y la de la banda. Nuestra vida, Jungkook. No puedes querer esto.44

Jungkook sólo lloró, enterrando su cara en el hombro de Eunbi.

—No le digas a Taehyung. Solamente no le digas.

Eunbi suspiró y lo prometió, aunque sabía que era una promesa que no podría
mantener.14

じゃあまたね♡...
♡ 24 ♡
...♡ようこそ8

Estaba oscuro en el bus y Jungkook estaba adormecido, el movimiento le


arrullaba dentro y fuera de la conciencia. Giró y se relajó contra el colchón.
Habían tenido un día muy largo; todo entrevistas, apariciones en la televisión
y sesiones de fotos.4

Ya estaba por caer en un profundo sueño, uno que realmente necesitaba,


cuando la cortina de su litera fue bruscamente abierta.

–Ugh –gruñó y Taehyung se deslizó en su cama.4

–¿Jungkook? –Su hermano se acurrucó inmediatamente bajo las sábanas,


moviéndose sobre él–. ¿Kookie, estás enojado conmigo?18

Jungkook se incorporó un poco y tocó ligeramente detrás del oído de


Taehyung, eso siempre calmaba a su hermano. Curvó sus dedos alrededor de
la oreja y acarició.2

–¿Qué?

–Has estado raro –dijo Taehyung–, desde que estábamos en casa. Mamá
también. Tú... no me has tocado.

–Estoy tocándote –respondió Jungkook–. Estos días han sido estresantes y


hemos estado cansados, ¿verdad?

–Es más que eso –replicó, insistente–. Antes nunca importó si estabas
agotado... estábamos agotados los dos.

–Estoy realmente cansado –dijo Jungkook, frunciendo el ceño–. Muy cansado


¿sabes?
Tocó el cabello de Taehyung y suspiró. Su gemelo sólo retrocedió un poco,
con torpeza.1

–¿Es una chica? –preguntó–. ¿Lo jodiste de nuevo? Sólo dime, prometo no
enojarme.21

–No es una chica.

–Entonces, ¿qué es? –El tono en la voz de Taehyung era casi infantil,
suplicante. Jungkook lo acercó y frotó su espada–. Mamá y tú han estado
extraños.

Jungkook miró a su gemelo bruscamente. –¿Qué pasa con mamá? ¿Qué te


dijo?

–Nada –respondió Taehyung–. Es justamente eso. No ha dicho nada porque


ella no quiere hablar conmigo.

–¿Qué? –Jungkook comenzó a sentirse enfadado.

–La llamé este lunes, como lo hago cada semana. Es nuestra rutina, ¿no? Y ella
no contestó. Eso nunca había pasado, Jungkook, ella siempre responde
cuando la llamo los lunes –dijo Taehyung, cabizbajo–. Ella nunca se perdió
una semana y ahora siento como si hubiera hecho algo, porque ustedes dos
han estado actuando muy raros conmigo.22

El corazón de Jungkook casi se rompió con sólo de mirar a Taehyung. Parecía


tan pequeño y vulnerable, incluso su labio inferior temblaba un poco.
Jungkook se enojó con su madre; ella no necesitaba castigar a Taehyung, no
por esto.1

–Creo que ha estado ocupada con la galería –dijo. Tiró de Taehyung, abriendo
sus brazos y abrazándolo. Su hermano suspiró placenteramente y le devolvió
el gesto–. Ella no está enojada, está bien
Taehyung presionó su cara contra su cuello y besó su piel con suavidad.

–Koookie, ella ni siquiera se despidió. No lo hizo. No me miraba y casi no


estaba en casa. No lo sé...

–Mamá también tiene una vida –le dijo contestó amablemente–. Ha estado
trabajando como loca, tú sabes.

–Lo sé –lloriqueó Taehyung–. Pero... ¿entonces no estás molesto?

Jungkook sonrió y besó la frente de Taehyung.

–No, no seas tonto. –Se sentía horrible por hacer que su gemelo pensara que
estaba enojado. Lo sostuvo estrechamente, tratando de compensarlo. Sabía
que tendría que esforzarse más para salir del lío en el que se había metido.6

El resto de su estadía en casa había sido extraña. Jungkook, sabiendo lo que


sabía, se había sentido intensamente incómodo cerca de Taehyung y de su
madre. Apenas había pasado tiempo con su hermano, incluso, apenas le había
mirado. Con su madre, ni siquiera podía verle a los ojos. Mingyu y Taehyung
permanecieron relegados, ignorantes de la tensión entre Jungkook y Eunbi.

Jungkook había contado los minutos que faltaban para que pudieran
marcharse, y Eunbi prácticamente se había esfumado: de pronto, la galería
siempre estaba llena y ella estaba fuera de casa todo el tiempo. Eso calmó la
culpa de Jungkook.

Le explicó a Taehyung que deberían dormir en sus propias camas por el resto
de la visita. Elaboró una pequeña mentira, diciendo que había visto a Mingyu
quedarse más tarde de lo habitual y que no quería dejar ninguna posibilidad
abierta a que les atraparan. Taehyung había sido cooperativo.

–Ha sido un día largo –susurró Taehyung–. Ahora que sé que no estás molesto,
supongo que piensas que soy feo o algo.
–Si tú eres feo, entonces yo también –bromeó Jungkook y Taehyung le golpeó
el brazo suavemente, haciendo que ambos rieran despacio.20

–Creo que debo irme –dijo Taehyung con tono aburrido.

–Quédate un poco más –respondió Jungkook–. Aún es temprano. –Taehyung


sonrió.

–¿Ahora me quieres cerca?

–Siempre te quiero cerca, no seas idiota –respondió Jungkook, besando la


mandíbula del otro chico–. No estoy enojado, no te preocupes. Y mamá
solamente está ocupada, ella no quiso ignorarte.

Taehyung sólo asintió, satisfecho momentáneamente. Jungkook suspiró


suavemente, aliviado. Iba a tener que arreglar esto, de algún modo.

Jungkook agarró su teléfono y lo observó con los ojos entrecerrados. Era tarde
y todo el mundo ya estaba dormido en el bus. Estaba en el salón, luego de
haber dejado a su hermano en su litera, y se sentía increíblemente intranquilo.
Sabía lo que tenía que hacer, lo había ensayado en su cabeza todo el día, pero
ahora no tenía idea qué decir.

Sin otra cosa en mente marcó el familiar número con los dedos temblorosos.1

–¿Hola? –dijo una voz cansada.

–Mamá –dijo Jungkook en voz baja. Hubo un silencio en el otro extremo y


Jungkook mordió su labio–. ¿Mamá? -trató de nuevo.
–Sí –respondió Eunbi, cortante.

Jungkook suspiró: –Vamos, mamá.

–¿Qué pasa?

–Lo siento –dijo, mirando hacia la puerta abierta–. Realmente, realmente lo


siento. Nunca quise... es decir... nunca...

–Jungkook...

–No puedes castigar a Taehyung por esto –interrumpió–. Es mi culpa.24

Eunbi suspiró a través de la línea: –Estaba equivocada al culparte como lo


hice.

–No –susurró Jungkook–. Cúlpame. No a Taehyung. Puedes odiarme a mí.38

–Yo no te odio –dijo Eunbi, su voz estaba cargada de una emoción que
Jungkook no podía distinguir. Sonaba cansada, enojada... vieja–. Yo nunca
podría odiarte.

–Tienes que llamarlo, lo está matando –dijo Jungkook.

–¿Y él no sabe? –preguntó rápidamente Eunbi. Jungkook mordió un poco su


labio.

–No -dijo, cerrando los ojos–. Yo... no puedo.

–Te quiero –dijo Eunbi débilmente–. Quiero que lo sepas. Todo estará bien.

–¿Cómo? –respondió Jungkook sintiendo las lágrimas acumularse en sus


ojos–. ¿Cómo puede estar bien? Se suponía que nadie, nunca, se debía
enterar.4

–Nadie más puede saberlo –afirmó ella–. Tienen que ser cuidadosos,
Jungkook. Muy cuidadosos. Prométeme que tendrán cuidado.115
–Siempre lo somos –dijo Jungkook.

–No lo suficiente.

Jungkook tragó duro: –Lo haré. Lo haremos. –Hubo un breve silencio y Eunbi
carraspeó.

–Siempre te gustaron las chicas.

–Siempre fue sólo Taehyung –respondió Jungkook, inmediatamente–. Te


prometo eso.12

–¿Pero cómo? ¿No pueden detenerse? Él es tu hermano, Jungkook. Es mi hijo


–dijo ella–. Por favor, Jungkook.15

Jungkook sacudió la cabeza, tirando de su cabello dolorosamente.

–Lo amo –dijo–. Simplemente es así, siempre... desde el principio, desde el


verdadero principio. Y yo...26

Hubo un suave clic, de la puerta abriéndose y Jungkook maldijo.

–Mamá, tengo que irme.

–Jungkook, no–

–Te quiero –dijo él. Eunbi suspiró, tal vez para responder de alguna manera,
pero él ya había colgado el teléfono. La puerta de la sala crujió al abrirse y
Taehyung metió su cabeza dentro.

–¿Kookie? ¿Por qué estás despierto? –preguntó somnoliento. Jungkook bajó


el teléfono y suspiró.

–Ven aquí.

Taehyung hizo una cara, pero se sentó junto a su gemelo de todas formas.
Jungkook lo empujó cerca y las piernas del chico quedaron sobre él.
–Taehyung –Presionaron sus narices juntas con suavidad.2

–¿Qué pasa? –preguntó Taehyung.

Jungkook sacudió la cabeza y besó a Taehyung.

–Nada.20

–Dice que nos extraña, especialmente a mí –hablaba Taehyung, sonriendo y


alzando las cejas.2

Jungkook suspiró aliviado. –Bueno, sí, por supuesto que lo hace.

Taehyung rodó a un lado, lanzando su teléfono lejos. Acababa de hablar con


Eunbi y ella se había comportado, diciendo cosas agradables y poniendo, de
nuevo, una sonrisa fácil en la cara de Taehyung. Jungkook sintió que se
sacaba un gran peso de los hombros.11

–Kookie –susurró Taehyung–. ¿Cuál es el problema? –Jungkook miró a su


gemelo, vio su expresión de confusión y forzó una sonrisa brillante.

–Nada. Te dije que ella sólo estaba ocupada.

–Sí, me dijo que está teniendo algunas buenas ventas en la galería.

Jungkook asintió, sabiendo que no había ventas, buenas o de otro tipo.

–Claro. Ella pone como locos a todos cuando cosas como esa pasan, ya sabes.

–Extraño nuestra casa –expuso suavemente Taehyung, descansando su


mentón sobre su pecho–. Y a mamá.
–Cuentas conmigo –dijo Jungkook casi inaudiblemente, besando la frente de
su hermano. Él no podía extrañar su casa, no cuando sentía mucha más
libertad fuera, donde era mucho más fácil estar con Taehyung. Estar en casa
nunca se sintió como libertad o seguridad para él. Siempre había tensión.

Taehyung rodó sobre su espalda.

–Ella dijo que nos envió algo. Espero que pueda comerse.9

–Me alegra que te haya llamado –fue todo lo que Jungkook dijo. Atrajo a
Taehyung contra su pecho y besó el espacio entre sus hombros.

Taehyung dejó escapar un pequeño chillido.

Pero Jungkook no podía relajarse. Se sentía intranquilo, nunca olvidaría cómo


Eunbi le había hecho sentir y se prometió a sí mismo que se aseguraría de que
Taehyung nunca se enterase y también se sintiese de esa forma.4

¿Pero cómo podría guardarlo para sí mismo? ¿Cuánto tiempo podría? Él le


decía todo a Taehyung y sabía que el calvario con su madre aún estaba lejos
de terminar. Ella todavía se encontraba enojada, siempre lo estaría, y
Jungkook no la culpaba por ello.

No era estúpido, sabía que lo que Taehyung y él hacían era considerado


erróneo, que probablemente fuera un error. Pero eso no significaba que
pudiera detenerse, incluso aunque hubiese querido. Ellos estaban demasiado
conectados, uno era la vida del otro. Jungkook nunca podría alejarlo, nunca
podría alejar a Taehyung.32

El sólo pensar en perder a su gemelo hacía que las palmas de sus manos
sudaran y que su corazón latiera de forma irregular. Nadie, ni siquiera su
propia madre, había estado allí para Taehyung como había estado Jungkook.
Y nadie había estado nunca para él como Taehyung. Crecieron confiando sólo
en ellos, hasta llegar a enamorarse uno del otro. Había tomado años, pero
habían caído en ello y ahora no había retorno.1

Jungkook se preguntaba, mientras sostenía a Taehyung cerca de sí sintiendo


cómo caía en un profundo sueño, si algo de esto habría sucedido si su padre
no se hubiera ido. No, Jungkook sabía que el que su padre se fuera no tenía
nada que ver. Fue mejor cuando se marchó.1

Significaba que debían estar juntos, decidió. Y si ellos lo querían así, nadie
podría detenerlos. Nadie podía decirle al destino que se fuera a la mierda. No
era un error.11

Estaba destinado y a Jungkook no le importaba que tan duro tuviera que


trabajar para mantenerlo. Él siempre tendría a Taehyung.

La música sonaba ruidosamente en torno a Jungkook. Se encontraba en la


barra, apoyado sobre uno de sus codos y sorbía lentamente su bebida. Era un
licor fuerte, más que nada alcohol, demasiado para que él pudiese manejarlo.
No acostumbraba tomar. Su mundo comenzaba a volverse borroso y su
vientre se sentía cálido mientras miraba a Taehyung en la pista de baile.27

Taehyung estaba sonriendo, bromeando, riendo y moviéndose alrededor de la


pista, bailando al ritmo de la música y saltando alrededor de todo el mundo.
Hoseok estaba cerca de él, empujando y tirando de Taehyung, y tenían un aire
de presunción. Jimin se detuvo junto a Jungkook y asintió.

–Vergonzoso –comentó Jimin, cabeceando hacia Hoseok. Quien bailaba.


–Celoso –replicó Jungkook, riendo un poco. Su cabeza se sentía pesada y sólo
deseaba tomar a Taehyung y frotarse contra él. Su estómago se agitó un poco
cuando vio cómo una chica se movía hacia la derecha, hasta Taehyung,
mientras él reía y le tomaba de la cintura.8

Sabía que no significaba nada, que Taehyung sólo se divertía, pero el extraño
sentimiento aún se retorcía en su estómago. Celos. Jungkook rió levemente,
casi le agradaba sentirse posesivo sobre Taehyung. Era una emoción normal.

Tomó un trago de su bebida y miró a Jimin.

–Tal vez deberíamos ir por ellos antes de que se vuelvan unos completos
idiotas –dijo.

Jimin tomó un largo sorbo de su cerveza.

–¿Celoso?

–Yo podría arrebatársela a Taehyung en un segundo –dijo Jungkook,


sonriendo.1

–No me refería a eso –dijo Jimin. Vació su botella y se volteó hacia la sección
VIP donde habían estado toda la noche–. Vuelvo allá.46

Le dio una última mirada y desapareció dentro de la cabina. Jungkook miró


abajo, hacia la pista de baile. Hoseok había dejado solo a Taehyung y volvía,
también, hacia la sección VIP con los chicos.

Ahora, sólo quedaban Taehyung y una linda castaña.

Suspiró y continuó mirando. Taehyung se movía contra la chica, riendo,


tomando su cadera. Intentó ver hacia otro lado, tratando de ignorar la
agitación en su estómago. Sin embargo, tenía que seguir viendo. Nunca había
visto a Taehyung en acción de esa forma, ni siquiera había pensado en ello.
Una parte de él se sintió fascinada.

Pero una parte aún más grande quería a Taehyung sólo para sí, y rápido.

Jungkook se preguntó si Taehyung se sentía de la misma forma cuando él


estaba con chicas. El pensamiento hizo que apartara rápidamente la vista.
Echó una ojeada hacia la sección VIP y decidió unirse a Jimin, también Hoseok
iba en camino hacia el lugar.

¿Podría dejar a Taehyung, así como estaba, en la pista?5

Vio como el rostro de su gemelo se enterraba en el cuello de la muchacha y


decidió que sí, que podía dejarlo.

–¿Otro trago para ti? –preguntó Jimin cuando apareció. Se deslizó dentro de la
cabina y asintió, tomando el último sorbo de su bebida.

–¿Tú pagarás? –Jungkook hizo una mueca.

–Sip. ¿Qué pasó, no pudiste tomarlo allí? –Jimin le dio una sonrisa ladeada a
Jungkook.5

Jungkook sabía qué era lo que Jimin estaba insinuando y se sintió un poco
incómodo.

–Todas las chicas guapas se han ido. –Jimin sólo asintió, luciendo poco
convencido. Hoseok comenzó a reír.

–¿Qué? –dijo Jimin, pareciendo irritado.

–¿Has visto a Taehyung? Estaba como... follándosela en la pista. O algo así. –


Hoseok golpeó la mesa, moviendo la cabeza–. No pensé que lo tuviera en él.

–No lo tiene –dijo Jungkook directamente, sin pensarlo. Se puso de pie, de


nuevo–. Saben... debería volver.
Jimin rió y Jungkook lo hizo a un lado.

–Ya vuelvo –dijo y corrió escaleras abajo, hacia la enorme pista de baile. Se
paró, por unos momentos, torpemente a un lado de la pista, localizando a
Taehyung entre la multitud y sólo se quedó viendo. Tuvo que admitir que le
gustaba ver a Taehyung con la chica. Era diferente, incluso excitante. Su
miembro se agitó entre sus pantalones y pudo ver claramente las manos de
Taehyung deslizándose por el trasero de la chica.88

Pero su hermano no presionaba su trasero, azotándolo, o nada rudo. Él la


sostuvo y rió hundido en su cuello.

La muchacha era todo sonrisas, muy bonita, incluso más atractiva de lo que
había notado. Y estaba bien por él, hasta que ella alzó la cabeza y besó
suavemente a Taehyung, sobre la comisura de los labios. Jungkook sabía que
no debía enojarse, él había dormido con mujeres antes, arruinándolo, pero
algo acerca de esto ya no se sentía bien. Él no había estado con chicas en
años, no había podido, ni siquiera bajo la insistencia de Taehyung.12

Su pecho dolió y antes de que supiera lo que estaba haciendo se encontró en


el medio de la pista de baile, tan cerca de Taehyung que podía oler su sudor.

Únicamente tocó a su gemelo entre los omóplatos y Taehyung volteó la


cabeza, sonriéndole suavemente.

–¿Hm? –canturreó Taehyung.

–Deberías volver arriba.

–Tú deberías quedarte –respondió Taehyung–. Esta es Nancy, es realmente


agradable.76

–Hola –dijo la chica, Nancy, y Jungkook simplemente le sonrió como


respuesta.
Los ojos de Nancy destellaron y Jungkook supo que la palabra trío estaba en
su mente.118

–Hola –dijo–. No estamos haciendo esto. ¿Taehyung?

–Kookie, vete, déjame ser –respondió Taehyung frunciendo el ceño–. Ve a


hablar de deportes con Jimin.9

–Ugh –gruñó Jungkook. Tomó el brazo de Taehyung y tiró de él, sintiendo los
celos rasgándole por dentro. Sí, era excitante pensar en Taehyung con la
chica, pero esta chica era agresiva. Demasiado agresiva. Taehyung aulló y se
dejó arrastrar, incluso cubriéndose bajo el brazo de Jungkook.4

–¿Puedo ir con ustedes? –preguntó Nancy.79

Jungkook negó con la cabeza.

–Estamos en el VIP –dijo, sintiéndose como un esnob, pero era una forma fácil
de cortarla. Arrastró lejos a Taehyung, mientras saludaba a la chica y tragaba
lo último de su bebida.

–Kookie, Kookie, Kookie –susurró Taehyung, tropezando con sus propios pies
cuando Jungkook lo empujaba hasta la sección más exclusiva–. Ouch, estás
agarrándome muy fuerte.6

–Taehyung –dijo Jungkook, poniendo los ojos en blanco. Taehyung estaba


más ebrio que él. ¿Cómo había pasado eso? Ayudó a su hermano a subir las
escaleras y luego entraron en el compartimiento donde estaban los chicos.

–¡Caballeros! -gritó Taehyung, empujándose hacia la esquina de la pequeña


cabina.6

Hoseok alzó su vaso a modo de saludo y Jimin rió.


–Ustedes chicos, tienen mucha clase –dijo Jungkook, siguiendo a Taehyung
hacia el rincón. Se sentó muy cerca de él, más de lo que usualmente hacía en
público, pero no le importaba. Algo, quizás el picor de celos en su espalda, le
hacía ansiar una repentina cercanía con su gemelo.2

–Yo... soy un caballero –Hoseok arrastró las palabras–. Taehyung lo dijo.

–Claro, lo eres. –Jungkook rodó los ojos y puso una suave mano, bajo la mesa,
sobre el muslo de su hermano.2

Taehyung rió tontamente y se apretó más cerca.

–Entonces, ¿anotaste con esa chica? –preguntó Jimin. Jungkook lo observó,


no parecía tan borracho como los otros y los miraba con un poco de cautela.4

Debería haber apartado a Taehyung, pero en cambio, apretó aún más la mano
en el muslo de Taehyung, haciendo que este gruñera.

–¡No! –dijo Taehyung–. Kookie me alejó de ella. Celoso, celoso, Jungkookie.43

Taehyung agarró la nariz de Jungkook un segundo, riendo peligrosamente


cerca de su cara.

–Debía de ser muy sexy –dijo Hoseok– como para que Jungkook se pusiera
celoso.

–Lo era –contestó el pelinegro. Taehyung sonrió ampliamente y descansó su


cabeza sobre el hombro de su hermano.

–Kookie, tráeme otra bebida –murmuró.

–Creo que ya ha tenido suficiente –dijo Jimin–. Creo que todos lo hemos
tenido.6

–Aguafiestas –canturreó Hoseok–. ¡Tú no has tenido bastante!


Jimin resopló, examinando la multitud. –Creo que Jackson está por allí, iré a
ver si puede traernos el auto.

Los tres chicos gruñeron cuando Jimin se marchó.

–Nada divertido –dijo Taehyung, directamente en el cuello de su gemelo.


Jungkook tembló cuando los labios rozaron su piel y sólo pudo mirar hacia
Hoseok. Él estaba con la cara contra la mesa, su mano aún sosteniendo su
Cerveza.

–No está mirando –dijo Taehyung, presionándose con el más suave de los
besos contra la garganta de Jungkook–. Kookie celoso.

–De ninguna manera –murmuró Jungkook, separándose, probando la


resistencia. Taehyung continuó y su estómago ardió ligeramente. Los labios
de Taehyung se conectaron de nuevo a su cuello y su lengua rozó su clavícula.
Jungkook dejó salir un suave suspiro, apoyado contra Taehyung, moviendo su
mano por su muslo y presionando contra la sorprendente dureza en la ingle
de su hermano.

–Uh, uh –susurró Taehyung–. No hagas eso. No ahora.

Jungkook gimió, apretando ligeramente la erección y Taehyung se retorció,


presionando directamente sus labios contra los de su gemelo. Jungkook casi
se ahogó, no podía creer que Jungkook lo besara en público. Quiso alejarlo,
golpear su hombro o gritarle, pero debido a toda la preocupación, se
encontraba muy excitado. Estar en público era algo que los gemelos nunca se
habían permitido, y eso lo emocionaba un poco.29

Colocó su mano tras el cuello de Taehyung, acariciando, y este empujó su


lengua entre sus labios lamiendo detrás de sus dientes. Gimió, amaba eso.
Cerró los ojos olvidándose de todo y empujando a Taehyung contra los
asientos de vinilo.60
Las manos de Taehyung volaron bajo su pecho y tomaron su cintura, mientras
sus lenguas se encontraban.

–Mierda –masculló Jungkook contra los labios de su gemelo, quien lo hizo


callar con un doloroso beso. El miembro de Jungkook casi estallaba, estaba
tan duro y necesitaba entrar en Taehyung. Era lo único en su mente–.
Taehyung, oh, Taehyung...

–Mmmm –siseó Taehyung, casi sentado sobre el regazo de Jungkook.

Se escuchó un ruidoso chasquido y Jungkook se giró, viendo como Hoseok


golpeaba su vaso contra la mesa y alzaba la cabeza. Jimin acababa de
aparecer y tenía una ceja alzada.47

–El auto llegará pronto.1

–Oh –dijo Jungkook, lo más casual que pudo. Alejó a Taehyung, tratando de
que pareciera un juego. El menor le dio una mirada molesta, pero Jungkook
cabeceó bruscamente hacia Jimin y Taehyung palideció un poco.6

–¿Puedo conseguir otra de estas antes de irnos? –gruñó Hoseok, todavía


sosteniendo su cerveza.19

El recorrido dentro del auto estuvo lleno de tensión, aunque pareciera que
sólo Jungkook y Jimin eran conscientes de ello. Hoseok, en su asiento, pasaba
de la conciencia a la inconsciencia y Taehyung hablándole mucho a nadie.4
–En verdad no quiero volver al hotel –estaba diciendo Taehyung–. Es
asqueroso, lo juro. Muy asqueroso. Mi bañera estaba sucia. ¿Tu bañera
también estaba sucia, Kookie?

Jungkook observaba a Jimin por el rabillo del ojo, tratando de imaginar lo que
su amigo había y no había visto.

–¡Kookieeee!

Se volteó a verlo. –¿Ah? -Taehyung sonrió y se inclinó hacia adelante, muy


cerca de Jungkook.

–No me estás escuchando.

Jungkook no podía hacer menos que ver de reojo a Jimin. Él miraba por la
ventana, fijamente hacia fuera.

–Lo siento –le dijo a Taehyung y éste apoyó su barbilla sobre su hombro–.
Um...

–Kookie travieso –susurró Taehyung, antes de agachar su cabeza y golpearle


el brazo cariñosamente. Jungkook le dio un codazo por detrás y Taehyung
hizo una cara de fastidio–. Kookie, cuando lleguemos... –hizo un gesto con las
cejas.33

–Será mejor que duermas un poco –interrumpió Jimin–. Tenemos un gran


show y entrevistas por la mañana.

–Pero no quiero dormir –dijo Taehyung. Miro fija y directamente hacia


Jungkook–. Me siento muy despierto.

–Apuesto a que lo estás –dijo Jungkook, trató de reírse, también de encogerse


y mirar por la ventana como hacía Jimin, pero Taehyung estaba adherido a su
costado y prácticamente respiraba sobre su cuello. Eso le gustaba, mucho. Su
problema era que no estaba seguro de poder ocultar cuanto le gustaba y
Jimin parecía todo ojos y oídos.1

–Tal vez, yo sólo... –Taehyung se acercó más a Jungkook y apretó su rodilla–.


Oye. Oye.4

Jungkook agitó su cabeza y dio una aguda mirada a su gemelo. –Shh.

–¿No quieres? –trató de susurrar Taehyung, pero lo que salió lo bastante


ruidoso como para que hasta el conductor se enterase.64

–¿Dormir? Sí –le dijo Jungkook, significativamente.

Taehyung exhaló un gran suspiro y se arrojó hacia atrás en su asiento. Jimin


miraba a los gemelos con una cara inexpresiva.

–¿Cómo están tus padres? –preguntó Jungkook, tratando de hacer


conversación con él baterista. Quería tratar la situación lo más normal que le
fuera posible.

–Mejor.

Jungkook arrugó la nariz. Entonces, Jimin no estaba para conversaciones en


ese momento. Se encogió de hombros y se inclinó hacia atrás, preguntando
cuanto faltaba para llegar al hotel.

Taehyung bostezó ruidosamente y cayó contra su hermano. Jungkook se


tensó un poco, pero decidió que estaba bien, Hoseok estaba prácticamente
apoyado contra Jimin.11

Jungkook acarició el hombro de su gemelo y Taehyung capturó su mano y la


apretó. No tenía corazón para separar su mano, así que metió sus manos
discretamente entre ellos, acariciando con su pulgar sobre los nudillos de
Taehyung. Esperaba que el toque le trasmitiera lo que él no podía decir.1
Taehyung presionó su mano y sonrió. Había entendido el mensaje.10

Jungkook dijo buenas noches Jimin y a Hoseok, antes de deslizar la tarjeta en


la puerta y dejar que Taehyung entrara en su habitación de hotel. Sus ojos
persistieron sobre Jimin por un momento antes de seguir a Taehyung hacia el
interior.

Su hermano se hundió en la cama y dejó salir un sonido suave.

–¿Kookie?

Jungkook cerró la puerta y se dirigió hacia Taehyung, lo encontró


retorciéndose despacio contra el colchón. Tragó saliva y Taehyung se frotó a sí
mismo contra las mantas, gimiendo suavemente. Jungkook dio un paso
adelante y Taehyung gimió de nuevo.1

–Por favor, Jungkook –suplicó Taehyung–. Ven aquí.6

Jungkook alzó una ceja y se movió hacia la cama. Taehyung estaba


completamente desvergonzado, apretándose despacio contra el colchón y
tocándose ligeramente. Jungkook mordió su labio. Nadie podía volverlo loco
como su hermanito lo hacía. Podría correrse en sus pantalones con sólo
mirarlo.

–Taehyung –murmuró Jungkook, avanzando otros pocos pasos–. Quítate la


ropa.

–Mmm –susurró Taehyung, yaciendo sobre su espalda y empujando su


camiseta por encima de su vientre–. Sácala tú.
–No, quiero verte haciéndolo –dijo insistentemente, parándose unos
centímetros. Su ingle dolía con fuerza, y él solamente deseaba saltar sobre la
cama y follar a Taehyung furiosamente–. Vamos, hazlo.1

–Hmmmm.

Taehyung sonrió con satisfacción y deshizo su cinturón, dejándolo abierto.


Entonces arqueó un poco su espalda, deslizando su camisa roja lejos de su
torso hasta que el rosa de sus tetillas estuvo expuesto. Jungkook lamió sus
labios sin entender aún. Siempre pensaba que Taehyung era increíblemente
atractivo, pero esa noche había algo más. Jungkook estaba temblando.

–¿Más? –preguntó Taehyung. En respuesta cabeceó mudamente–. ¿Qué


quieres ver primero?

Todo lo que Jungkook podía decir como respuesta era. -Mierda, todo.17

Taehyung se rió tontamente y acarició su cuerpo, temblando bajo su propio


toque. Empujó su camisa y se inclinó sobre sus codos

–¿Más que esto? –preguntó, ruborizándose tímidamente.

Jungkook sabía que Taehyung no era tímido referente a lo sexual, pero la


inocente mirada en la cara de su hermano hizo que su estómago se calentase.

–Desabróchate los pantalones –dijo Jungkook–. Quiero ver tu erección.

Taehyung se sonrojó de verdad: -Jungkook... estoy tan duro. Si me toco me


correré.

Jungkook maldijo y empujó una firme mano contra su propia ingle.

–Sácatelos, Taehyung –hizo saltar el botón de sus pantalones y su miembro


presionó hacia afuera, caliente y erguido, desde la abertura de sus boxers–.
Quítatelos, así puedo entrar en ti.1
–¿Qué vas a hacer? –preguntó Taehyung.

–No voy a durar –admitió Jungkook–. Yo sólo quiero...

Taehyung asintió y se deshizo rápidamente de sus pantalones, tratando de no


tocarse.

–Termina aquí.

Jungkook no perdió el tiempo. Acortó el espacio entre ellos y se subió sobre


Taehyung, e inmediatamente comenzó a frotar su miembro contra la ingle de
su gemelo. Sintió como Taehyung bajaba la mano, hurgando para tomar su
miembro. Jungkook jadeó cuando finalmente sintió la piel húmeda y caliente
de Taehyung. Aumentó la fuerza, arrastrando su erección hacia arriba y hacia
abajo, sus caderas envistiendo involuntariamente. Se iba a venir, y con
fuerza.2

–Dios, Kookie –Taehyung se las arregló para cubrirse los ojos con una mano–.
Lo haces tan jodidamente bien...

Jungkook sólo asintió, mordiendo su lengua y balanceando su cadera contra


las de Taehyung. Tenían un muy buen ritmo, podía sentir su orgasmo apenas a
unos segundos de distancia

–Córrete conmigo, ¿de acuerdo? –le susurró Jungkook, lamiendo una zona
bajo el cuello de Taehyung–. Tenemos que venirnos juntos.

–Dime cuándo, estoy listo –respondió Taehyung, y luego lo besó, sus labios
comprimiéndose juntos, casi dolorosamente. Jungkook gimió y sintió
recorrerle hormigueo en sus dedos de los pies. Estaba tan cerca, su necesidad
de correrse era tan desesperada. Pensó en tirar de Taehyung y empujarse
dentro de él, pero no duraría mucho tiempo.
Taehyung gritó y se vino con fuerza, sobre los pantalones de Jungkook, quien
soltó un gemido pesadamente.

–Mierda Taehyung, mierda, eso fue...

–Hazlo –dijo Taehyung, su voz sonaba atorada en su garganta–. Hazlo, lo


necesito en mí... Dios, ¿quieres que lo chupe?33

–Sí –dijo rápidamente Jungkook, cayendo de espaldas y sonriendo


silenciosamente. Taehyung avanzó lentamente sobre sus piernas y tomó la
erección entre sus manos, e inmediatamente estaba casi tragándosela–.
¡Mierda!

Taehyung asintió, lamiendo alrededor de pene de Jungkook.

–Yum –masculló Taehyung, con una mirada lasciva en su rostro. Jungkook


sólo inclinó su cabeza hacia atrás, se volvería completamente inútil después
de que se viniera. Taehyung chupó con fuerza, aprovechando toda la
humedad de su miembro, y cuando tragó la primera vez, Jungkook sintió
como su estómago ardía y se corrió duro contra la lengua del otro chico.16

Taehyung lo tragó todo, primero luchando por aire y después lamiendo


alrededor de sus labios. Jungkook retrocedió contra la cama y pronto su
hermano avanzaba muy lentamente, abrazándole cerca.

Ambos estaban pegajosos, con sudor, restos del orgasmo y aún semi vestidos.

–Mierda –gruñó Jungkook–. Me has dejado hecho un desastre.

Taehyung suspiró feliz y se acurrucó más cerca.

–Dios, Jungkookie, estabas tan irritado en el club...


–Tú hiciste que me irritase –dijo Jungkook. Apretó a Taehyung con fuerza y
yacieron en silencio por uno momento–. Um... ¿te diste cuenta que Jimin
actúa extraño?

–No –dijo Taehyung, bostezando–. ¿Por qué?

–Él casi nos vio, estoy seguro que sospecha algo –dijo Jungkook–. No creo que
sea un gran problema, probablemente estoy paranoico.

Taehyung no respondió, sólo besó la garganta de Jungkook.

–¿Alguna vez sientes preocupación por ello?

Taehyung gruñó.

–Por supuesto, Jungkook. Yo sólo... Estoy cansado y medio ebrio. ¿Podemos


hablar en la mañana?

–Sí –dijo Jungkook silenciosamente. Sabía que probablemente no lo harían.1

Se quitaron el resto de sus ropas y se cubrieron con las mantas, desnudos y


sudorosos. Taehyung se acurrucó alrededor de su brazo y Jungkook cerró los
ojos. No podía dejar de pensar en Jimin, y repentinamente, su madre asaltó su
mente1

–Oh, no.

–¿Cuál es el problema? –Taehyung se revolvió contra Jungkook y suspiró.

–Nada. –Jungkook tragó y trató de despejar su cabeza. Estaba feliz, todo


estaba bien–. Sí, nada.1

–De acuerdo –dijo Taehyung, despacio. Cerró sus ojos y puso su cabeza sobre
su brazo.

Por unos minutos hubo silencio.


–¿Taehyung?

–Sí.

–¿Nunca has pensado que mamá lo sabe?

Taehyung frunció el ceño.

–Hemos sido muy cuidadosos con eso. Kookie, hablamos mañana.34

–Sí, está bien. –Jungkook trató de olvidarse de todo aunque fuera por un
segundo, pero no ayudaba sentir que no habían sido lo suficientemente
cuidadosos.+

...♡じゃあまたね
♡ 25 ♡
...♡ようこそ 7

Por la mañana, completamente sobrio y con una ligera resaca, Jungkook


quiso golpearse en la cabeza por lo descuidados que habían sido. No sólo la
noche anterior, sino por todo. Habían sido tan descuidados en casa, en el
autobús, en los clubes...

Jungkook observó a Taehyung durmiendo profundamente sobre la cama, y


sacudió la cabeza. Su propia madre sabía, y ahora quizá también Jimin. Ellos,
obviamente, estaban perdiendo el control de la situación. Quería sentirse
peor, culpable o avergonzado, pero una gran parte de él no podía sentirse mal
por lo mucho que amaba a su hermano.7

¿Era tan malo que no quisiera ocultarlo siempre?

—Sí lo es —se masculló a sí mismo. Suspiró y dejó que su mano acariciara


suavemente a Taehyung, antes de ponerse de pie.

Decidió bajar para desayunar temprano. No tenía hambre, pero sabía que
Jimin estaría allí.

Después de que estuvo bañado y vestido, Jungkook dejó un beso sobre el


vientre de Taehyung y marchó hacia el área de desayuno. Tiró nerviosamente
de su gorra mientras descendía en el ascensor. ¿Qué iba a decir?2

Sentía miedo de tal vez confesarlo todo únicamente por decírselo a alguien.
No confiaba en que Jimin estuviera de su lado, pero tanto esconderse y
escabullirse realmente era un peso sobre él.

—Buenos días —saludó caminando por el área de desayuno. Jimin estaba


sentado en una de las mesas con un periódico y un plato de waffles.
—Oh, hola —respondió Jimin. Dejó el periódico y le señaló las sillas
continuas—. Sírvete. Desayuno continental gratis.

Jungkook rió ligeramente. —Claro.

—Te despertaste temprano -Jimin se inclinó hacia delante—. ¿Algo te


molestaba?2

—No. —Jungkook desvió la mirada, fingiendo echar un vistazo al desayuno—.


¿Por qué? —Jimin tomó un largo sorbo de su jugo.

—No lo sé, Jungkook.

Ahí estaba, ese tono. Jungkook estuvo inmediatamente seguro de que Jimin
sabía algo. Trató de no hacerle caso a sus nervios, relajar sus hombros y
parecer despreocupado.

—Estas camas del hotel son horribles.

—La mía estaba muy bien, pero yo tenía toda la cama para mí solo, así que... —
dijo Jimin, volviendo a leer su periódico.76

Jungkook mordió su labio. ¿Qué significaba eso? Decidió ignorarlo y eligió su


desayuno, a pesar de que se sentía como si fuera a vomitar.

—Entonces —dijo Jimin con el periódico ocultando su rostro—, ¿cómo está


Taehyung esta mañana?

Jungkook dejó caer la rosquilla que sostenía.

—¿Cómo voy a saberlo?

Nope, eso no sonó para nada a la defensiva.10

—Ustedes dos comparten habitación —dijo Jimin, suavemente—. Igual que


Hoseok y yo, ¿no?
Jungkook asintió y dijo: —Sí, pero él estaba dormido cuando me fui. Um.
Anoche estaba realmente ebrio, ¿sabes?

—Los dos lo estaban —dijo Jimin—. Ustedes no aguantan nada. —El baterista
rió levemente entre dientes y eso tranquilizó a Jungkook.4

—Uh, sí. Apenas recuerdo algo —mintió—. No hice nada vergonzoso, ¿verdad?
—Jimin rió de nuevo.

—Ah, sólo lo habitual.44

Jungkook miró su desayuno, su estómago se revolvía de manera


desagradable.

—Tan mal ¿eh?

—Nada que no hubiera visto antes —Jimin volteó la página y resopló—. Sin
embargo, Hoseok sigue inconsciente. Ni siquiera podrá decirte si anoche
salimos. ¿Lo viste? Boca abajo sobre esa mesa.12

Jungkook logró soltar una débil risa.

—De todas formas, Hoseok se comportó —dijo Jimin.30

El terrible malestar en el estómago de Jungkook empeoró. Se inclinó hacia


atrás, desistiendo completamente de comer algo. Jimin aún tenía su cabeza
enterrada en la prensa, y Jungkook quiso, desesperadamente, verle la cara.
Ese periódico actuaba como una pared y era frustrante.

—Pero ya sabes —continuó Jimin, mirando por sobre las páginas—. Tal vez
deberíamos ser más cuidadosos sobre cuanto bebemos. Algunas cosas que yo
podría considerar normales, otros podrían considerarlas distinto.56

Jungkook miró a Jimin cuidadosamente, sin apartar la mirada.

—¿Algo cómo qué?2


El periódico subió, nuevamente, y Jimin dijo: —Ya sabes.

—¿Lo sé? —Jimin rió, cosa que estaba haciendo bastante esa mañana.

—Eso espero. De todas formas, ¿es por eso que bajaste tan temprano?

—Uh, yo...

—Porque sólo nosotros debemos saber —afirmó el baterista.41

—¿Nosotros?

—No eres estúpido, Jungkook. Deja de actuar como uno. No creo que jugar al
tonto ayude a alguien —dijo Jimin, en un tono tenuemente agudo—. Sólo... no
bebas mucho, ¿bien? No siempre estaremos alrededor para...12

—De acuerdo —interrumpió rápidamente Jungkook, poniéndose en pie y


apartando lejos su desayuno—. Puedes quedarte con el resto de esto, voy a...
Sí.

—Nos vemos más tarde —dijo Jimin, cortante.

Jungkook caminó lo más rápido que pudo intentando parecer casual. Caminó
hasta que llegó a su habitación y en cuanto entró, Taehyung le atacó.

—Kookie —dijo Taehyung bostezando, cerrando sus brazos en su cuello —.


¿Adónde fuiste? Es muy temprano.

—Bajé a desayunar con Jimin —contestó bajando gentilmente los brazos de su


hermano.

Taehyung le miró un poco consternado

—Oh, ¿sí? ¿Cómo fue eso?7


Jungkook se sentó en la cama y frotó su frente bajo su gorra. No podía mirar a
Taehyung. Incluso en la intimidad de su propia habitación se sentía
observado8

Dejó salir un pequeño suspiro y encendió la televisión.

—Salió bien.14

Unas semanas más tarde, los gemelos estaban en casa durante el fin de
semana para celebrar el cumpleaños número cuarenta de su madre. Los
vecinos habían planeado una fiesta para ella, y aunque se suponía que fuera
una sorpresa, Eunbi era tan entrometída que sabía de la celebración desde
semanas antes.15

Taehyung y Jungkook estaban sentados en un sofá en la sala de estar del


vecino, viendo como transcurría la fiesta. Cada uno tenía bebidas en sus
manos, y se sentían increíblemente incómodos.

Jungkook tomó un largo sorbo y echó un vistazo hacia Taehyung. Su


hermanito estaba enroscado como una pelota, sus piernas dobladas bajo su
cuerpo, y la mirada fija e inexpresiva. De vez en cuando, uno de los amigos de
la familia caería en picada sobre ellos, diciéndoles la agradable cosa que
habían hecho al lograr ir. Como si aparecer en la fiesta de cumpleaños de su
madre hubiera sido un sacrificio asombroso de su parte.

—Aburridísimo —masculló Taehyung, dejando su vaso en la mesa detrás de él.


Jungkook sólo asintió y Taehyung se le acercó un poco más en el sillón,
haciéndole tensarse—. ¿Cuánto más tenemos que quedarnos?
—Chicos, ¿no estarán pensando en escaparse ya? —Eunbi se aproximó a ellos,
sonriente, con una gran copa de vino en la mano. Jungkook no la había visto
tan relajada en años—. Ni siquiera hemos cortado el pastel aún, y le prometí a
Tzuyu que la saludarían... —Miró expectante hacia Jungkook mientras hablaba
y su hijo menor hizo una mala cara.

—¿Tzuyu? —preguntó Taehyung—. ¿Te refieres a la de la escuela?

—Sí —dijo Eunbi, con una sonrisa vacilante—. Te acuerdas de Tzuyu,


Jungkook. La llevaste a uno de esos bailes escolares. Recuerdo que
conseguimos que usaras un traje.18

Jungkook luchó contra las ganas de poner los ojos en blanco.

—Eso fue hace años, mamá. No sé si quiero...

—¡Oh! Aquí está —gritó Eunbi, tomando a una sorprendida muchacha y


tirando de ella para que se acercara—. Tzuyu, justamente estábamos
hablando de la vez que Jungkook te llevó a ese baile.

La mencionada se sonrojó y bajó la cabeza.16

—Ah, él... um, probablemente no lo recuerde —dijo.

Jungkok podría haber matado a su madre, pero era su cumpleaños, así que
sonrió a través de una mueca. No era culpa de la chica que su madre estuviese
loca y, además, ella era bastante bonita. Pero, por supuesto, no se encontraba
interesado.

—Toma asiento —alentó Eunbi—. Taehyung, muévete, cariño.81

Taehyung miró hacia arriba, a Eunbi, con ojos confundidos, pero se alejó de
Jungkook para que Tzuyu pudiera sentarse entre ellos.
—Recuerdo el baile —dijo Jungkook, cuando ella se volteó a verlo—. ¿Cómo
has... uhm...estado?

—Muy bien, ya casi he terminado con el estudio —contestó Tzuyu, un rubor


rosado todavía muy brillante en sus mejillas—. No ha sido lo mismo si ti. Sin
ambos —añadió rápidamente.20

—Dios, la escuela apestaba —dijo Jungkook, riendo—. De verdad. Cómo está...


¿cuál era su nombre? ¿Señora Ji-eun?1

—Está muy gorda —Tzuyu rió tontamente—. ¡Ah!, y bueno, tiene un bebé, pero
nadie podría asegurarlo porque...

—Cierto, cierto —dijo Jungkook, sonriendo ampliamente. Echó un vistazo


hacia Taehyung. Su hermano miraba fijamente el piso y jugaba con la pajilla
de su bebida.6

—De todas formas, muchas chicas siempre me preguntan cómo eres


realmente, qué es lo que te gusta —dijo Tzuyu— y yo estoy cómo: "¡no sé! Fue
hace años que salí con él.2

Jungkook comenzó a recordar que hizo más que bailar con Tzuyu. Habían
salido algunas veces, y ella le había gustado.79

—Nah, sigo igual —dijo suavemente—. Como siempre.4

—¿De verdad? —ella sonrió y bajó la cabeza recatadamente. Taehyung soltó


un suspiro y se levantó, caminando fuera de la habitación. Eunbi lo observó
mordiendo su labio.8

Jungkook se volteó hacia Tzuyu y frunció las cejas. Le había gustado Tzuyu,
pero siempre amó a Taehyung.69
—Te veo luego —dijo apresuradamente, y se puso en pie para seguir a su
hermano.

Taehyung fue directo a la cocina, moviéndose discretamente hacia la puerta


de atrás, y Jungkook estaba a punto de tomar la manija de la puerta, cuando
sintió una mano sobre su hombro.

—Jungkook...

Se dio vuelta para afrontar a su madre y se encogió ante la vista enojada de su


cara. Ya no estaba sonriente y Jungkook casi sintió vergüenza por alterarla en
su cumpleaños. Pero entonces, recordó por qué estaba molesta y él, le miró
molesto.

—¿Qué?

—¿Puedes quedarte un segundo? —preguntó Eunbi—. ¿Por favor?15

—Pero, mamá, Taehyung está...

—Yo iré a hablar con él —le cortó firmemente. Jungkook trató de protestar,
pero mantuvo su mano encima de su hombro—. Es mi cumpleaños. ¿Por
favor?20

Jungkook sólo pudo suspirar. No quería desistir, pero no podía comenzar a


discrepar con ella.

—Bien, pero no me quedo toda la noche y no... No le digas nada Taehyung


sobre...

—Vuelve allí y charla con la muchacha —fue todo lo que dijo Eunbi dándole
una mirada tan severa que él solamente ensanchó los ojos y se giró para
volver. Eunbi suspiró, sabía exactamente lo que pasaba. Entendía el poco
control que tenía sobre ello, y no quería traicionar a Jungkook hablando con
Taehyung directamente sobre la situación.

Pero debía hacer algo.9

Eunbi cruzó el césped y caminó hacia su casa. Estaba oscuro y silencioso, y vio
los zapatos de Taehyung directamente en el vestíbulo. Los tomó, por hábito, y
luego se dirigió hacia la habitación de su hijo.

—Taehyungie —dijo suavemente, empujando la puerta de madera que estaba


abierta. Vio que la cama estaba vacía, y su pecho se encogió. Sin otro
pensamiento, fue directo a la habitación de Jungkook y empujó la puerta.

Taehyung estaba enrollado en la cama de su hermano, enredado entre las


mantas, y de espaldas a Eunbi.

—¿Kookie? —dijo despacio.48

Eunbi suspiró.

—Taehyung.

—¿Mamá? —Taehyung rodó sobre sí mismo rápidamente y se sentó. Sus ojos


estaban inyectados en sangre y le miró cansado, su maquillaje corrido bajo
sus ojos. Salió de la cama, poniéndose en pie.

—Siéntate, Taehyungie. —Los hombros de Taehyung se hundieron y se sentó


al borde de la cama—. ¿Te importa si yo también me siento? —El chico se
encogió y Eunbi se sentó junto a él sobre el colchón—. ¿Qué pasó allá? —
preguntó cuidadosamente.

Taehyung desvió la mirada.

—No me sentía bien y no quise arruinar tu fiesta.


—Taehyung, dime la verdad. —Ella no quería presionarlo, pero necesitaba
hablar con su hijo. Necesitaba resolver las cosas, deseaba sentirse mejor
respecto a su relación con él.31

—Mamá –se quejó Taehyung—. La chica, Tzuyu, era una enorme perra
conmigo en la escuela, la mitad de... la mayor parte de los niños allí lo era. Es
duro estar alrededor de ellos.37

Taehyung sabía que aquella únicamente era la mitad de la verdad, pero no


quería explicarle a su madre cuánto le molestaba ver a su hermano con alguna
muchacha. Sabía que Jungkook no la quería, estaba seguro de ello, solo no le
agradó como su madre la lanzaba hacia Jungkook.10

—Tenemos que hablar, cielo —dijo Eunbi, luego de un incómodo silencio.4

—¿Por qué? —preguntó Taehyung—. ¿Qué tienes que decirme? —Se sentía
nervioso y no sabía el por qué, sólo era consciente de que nunca había visto a
su madre mirarlo de esa forma antes. Ella le veía con... lástima.4

—No puedes enojarte por Jungkook —dijo Eunbi, con voz neutra.10

—Mamá, no es eso, te dije que yo...

—¡Él no siempre va a estar allí para ti! —estalló Eunbi. Trató de calmarse, pero
sentía las emociones abrumarla—. ¡Va a tener su propia vida, Taehyung! Una
familia, una esposa, niños. ¡Y tú también! Ustedes dos necesitan... seguir
adelante.84

Taehyung sólo pudo mirarla fijamente.

—¿Qué?
—Sé que crees que siempre estarán juntos, pero cariño, así no es como son las
cosas —dijo. Puso una mano sobre el hombro de Taehyung y apretó—. Es una
idea encantadora, pero no es realista.17

—No lo digas —dijo Taehyung, sintiendo sus ojos escocer. Se alejó de su


madre, sosteniendo una mano contra su pecho—. Jungkook no va...1

—Ustedes dos se harán daño mutuamente, aferrándose a algo como esto —


aseveró ella—. No puedes dejarle controlar tu vida.15

Taehyung se giró, lejos de ella, sintió una lágrima sobre su mejilla.

—Lo amo —susurró. —Eunbi acarició su espalda y esto lo hizo sentirse


enfermo.1

—Volvamos allá, bien, ¿cariño?12

Taehyung se encogió y sacudió su cabeza.

—No puedo. Perdón, mamá, pero mírame. No puedo volver allí. Estoy
demasiado cansado y...

Eunbi miró a su hijo, lucía absolutamente miserable y aún cuando ella quisiera
empujarlo a la normalidad, simplemente no podría. No esa noche.

—Taehyung, me gustaría que lo reconsideraras. Sólo se cumplen cuarenta una


sola vez —dijo ella, dándole un codazo amistoso.14

Taehyung sonrió sin ganas.

—Feliz cumpleaños, mamá.

Eunbi asintió, levantándose y acariciando el pelo de Taehyung con cariño.

—Me gusta así —fue lo último que dijo, refiriéndose a su pelo. Taehyung sólo le
dio una sonrisa débil.
Ella se marchó sintiéndose inestable y decepcionada.20

Pasaba de la medianoche cuando Jungkook, finalmente, pudo alejarse de la


fiesta. Se acercó cansadamente a su dormitorio, sabiendo que Taehyung
estaría allí. Vio a su gemelo dormido sobre la cama, y su corazón dolió un
poco.

Se recostó a su lado, acurrucándose contra él, y acarició su hermoso cabello


suavemente. Taehyung se despertó al instante, girando su cabeza y
bostezando en la cara de Jungkook.1

—¿Mamá?4

Jungkook envolvió sus brazos alrededor de su cintura y lo apretó.4

—Soy yo, idiota.1

—Sabía que no olías como mamá. Tú hueles como a Jungkookie. —Jungkook


rió y bajó su cabeza, besando el cuello de Taehyung.23

—¿Estás bien? Traté de venir después de que te fuiste, pero mamá enloqueció
y traté de regresar antes, pero...

Taehyung se abrazó más cerca.

—Estoy bien —dijo—. Sólo que mamá está rara.

—¿Rara? —preguntó Jungkook—. ¿Qué te dijo?

—Ugh. —Taehyung se empujó aún más cerca hasta que sus vientres quedaron
juntos—. Ella soltó alguna mierda sobre que te casarías y me dejarías.
Jungkook tocó los labios de Taehyung contra los suyos, en el más suave de los
besos.

—Taehyung...

—Pero eso no va a pasar —dijo Taehyung—. Quiero decir... ¿verdad? —


Jungkook lo apretujó con fuerza contra su cuerpo.

—Voy a estar siempre contigo —dijo, con un tono feroz en su voz—. No


escuches a mamá. Ella no lo entiende. Ella no sabe.17

—Tal vez sí lo sabe —dijo Taehyung. Se alejó un poco de Jungkook—. ¿Por qué
me diría todo eso? Ella... ella me gritó, Kookie. Pero no podría saber...

Jungkook mordió su labio, sintiéndose culpable.

—Sí, solamente se imagina... no entiende —terminó sin convicción.

Taehyung se quedó en silencio por un momento y luego presionó sus labios


contra Jungkook, profundizando inmediatamente el beso, convirtiéndolo en
algo íntimo y apasionado. Jungkook le sostuvo, ahogando en lo profundo su
culpa, y devolvió el beso.

Cuando Taehyung se separó estaba sollozando.

—Mamá siempre va a estar sobre nosotros porque no sabe la verdad. Joder,


tal vez sería mejor si supiera. Seguramente nos odiaría, pero no trataría de
hacer que te pusieras a coquetear con una cualquiera directamente en frente
de mí.17

—Lo haría —dijo Jungkook suavemente. Se enderezó un poco y Taehyung le


observó hacia arriba con ojos interrogatorios.— Taehyung, tengo que decirte
algo.
—¿Estás terminando esto? ¿Me estás dejando? —Taehyung se sentó,
histérico—. ¿Jungkook?

—No, no, no —dijo Jungkook firmemente, incorporado totalmente y tocando


el hombro de Taehyung—. Desde luego que no, Taehyung. Maldición.

—Bueno, yo sólo pensé que... —Taehyung dejó salir un largo suspiro y miró a
Jungkook con ojos tristes—. Mierda, no sé. Mamá realmente me descolocó.

Jungkook se sintió molesto y tragó con fuerza, intentando tranquilizarse.

—Ella se equivoca —dijo él—. Y debería estar jodidamente avergonzada de sí


misma por lo que nos hizo esta noche.19

—No lo sé.

—Yo sí —contestó Jungkook—. Ella lo sabe, Taehyung. Ella jodidamente sabe


lo nuestro.

Taehyung sacudió su cabeza.

—Solo estás preocupado...

—No, ella lo sabe. Me ha hablado sobre eso varias veces.

—¿Qué? —Taehyung frunció el ceño, con los hombros caídos. Empujó lejos a
su hermano—. ¿Cómo? -parpadeó, mordiendo su labio—. ¿Cómo? ¿Cuándo?6

—Hace un tiempo —contestó Jungkook, despacio—. Poco más de un mes, tal


vez. Probablemente más. ¿Estás bien?

—Kookie... —Taehyung se echó hacia atrás hasta que sus omóplatos


golpearon la pared, y tembló ligeramente—. ¿Cómo lo averiguó?1

Jungkook arrugó la nariz.

—No creo que quieras saberlo...


—Dime.

—La vez pasada, cuando vinimos por un descanso y pensamos que estábamos
solos —dijo Jungkook suavemente—, pues... no lo estábamos.1

—Joder —murmuró Taehyung—. Mierda, mierda, Jungkook, ¿qué vamos a


hacer? —Taehyung lucía asustado, temblaba constantemente—. No puedo
quedarme aquí, ¿qué piensa mamá? Nos odia, debe hacerlo. Oh, Dios mío.8

—No nos odia —dijo Jungkook—. Está molesta, ¿sabes? Pero nos ama.2

—Es por eso que no me llamaba, ¿verdad? Por eso no se quedaba cerca de
nosotros... —Taehyung estuvo a punto de comenzar a gritar, pero Jungkook
tiró de él y lo besó profundamente.

—Taehyung, tienes que entender que ella, obviamente, tenía que estar
molesta y confundida —dijo Jungkook, haciéndose hacia atrás—. Pero eso no
significa que tenga el derecho a decirte esas cosas.1

Taehyung tembló en los brazos de su hermano.

—Me siento tan avergonzado, Jungkook.

Jungkook meció a su gemelo en sus brazos, y lo calló.

—No te sientas de esa forma sobre nosotros, por favor. Nadie lo entenderá,
pero eso no significa que sea un error.16

—Pero está mal —dijo Taehyung—. Lo está.11

—Taehyung.

—Eres mi hermano, Jungkook. ¡Se supone que tú no...! ¡Se supone que yo
no...! ¡Jesús! Nunca vas a ser capaz de tener una familia.20

Jungkook lo abrazó con tanta fuerza que Taehyung chilló.


—No digas eso —espetó bruscamente—. Tú eres mi familia. La única familia
que necesito.14

—¿Y en cuanto a mamá? —Taehyung gimoteaba, sintiéndose muy confuso.

—Mamá va tener que aprender a aceptarnos —dijo Jungkook. Taehyung


estaba agitado entre sus brazos y le acarició la baja espalda—. Porque nunca
voy a ser capaz de ser solamente tu hermano. Nunca.34

—¿Por qué no me lo dijiste antes? —preguntó Taehyung, relajándose en sus


brazos—. No me gusta que me escondieras esto. No es justo.

Jungkook acarició el cuello de Taehyung con su nariz.10

—Lo siento tanto, Taehyung. Me costaba manejarlo, no sabía qué hacer. Y


mamá estaba tan alterada, tan molesta. No quería que te dijera lo que me dijo
a mí.

—¿Qué te dijo? —Jungkook negó con la cabeza, pero Taehyung tomó sus
manos y le forzó a mirarlo—. Dime, Kookie.

—Creyó que yo te hacía daño, y que te obligaba a... ya sabes, pensó que yo te
forzaba. —Jungkook desvió la mirada—. No lo hago, ¿verdad?10

—Jungkook, cállate —masculló Taehyung—. Por supuesto que no.

—Ella me culpó.12

Taehyung envolvió sus brazos alrededor del cuello de Jungkook y lo besó.


Todavía temblaba y aún peleaba contra el impulso de sollozar muy fuerte.

—Kookie, no sé... realmente quiero salir aquí. Quiero que me lleves fuera de
aquí. ¿Podemos ir a un hotel?
—¿Puedes pagar un hotel? —Jungkook se inclinó sobre la cabeza de su
hermano, y Taehyung arrugó la nariz—. Estamos atorados en este lugar. No te
preocupes. Mamá no te dirá nada, hice que lo prometiera.

—Desearía que lo hiciera. Creo que esta noche iba a decírmelo.

Jungkook sacudió su cabeza.

—Si te hace sentir como me hizo sentir, en serio voy a...

Taehyung besó los labios de Jungkook y se recostó bajo su brazo.

—Vayamos a algún sitio.

—Tendremos que afrontarla tarde o temprano.

—No esta noche.

—Probablemente está ebria, Taehyung. No tendremos que verla hasta


mañana —dijo Jungkook. De verdad quería llevarse a Taehyung, pero sabía
que debían quedarse—. Lamento que te enteraras. No debería haberte dicho.

—No, prefiero saber —dijo Taehyung—. No estoy molesto porque no me lo


contaste, pero no vuelvas a esconderme cosas otra vez, ¿bien?

Jungkook tomó un profundo aliento.

—Um. Jimin sabe.15

Los ojos de Taehyung se abrieron desproporcionadamente.

—¿Qué?

—No me lo dijo directamente, pero fue obvio —dijo Jungkook rápidamente.


Taehyung gruñó y retrocedió, cubriéndose su cara con las manos.

—Apuesto a que todos están enterados, Jungkook. Si mamá y Jimin lo saben.


Jungkook no sabía nada de eso. Tiró de Taehyung contra él de nuevo y
acarició su espalda.

—No te preocupes.

—Llévame —susurró Taehyung—. Sólo por ahora. Volveremos y lidiaremos con


todo esto más tarde, pero ahora mismo lo único que quiero es irme contigo.

—Taehyung.

—Por favor. —Se enroscó contra Jungkook y enterró su cara en el pecho de su


hermano—. Di que está bien.11

—Bien —dijo Jungkook en voz baja, cerrando sus ojos—. Nunca voy a dejarte,
Taehyung.

El menor asintió y se alejó, sus ojos marrones brillantes y húmedos.

—Desearía dormir contigo esta noche.

—Probablemente sea una mala idea.

—Lo sé —Taehyung frunció el ceño y se levantó, frotando sus brazos de arriba


hacia abajo—. Joder, hace frío.1

—Puedes tomar mis mantas —dijo Jungkook. Taehyung rió un poco.1

—¿De verdad?

—Sí, de verdad. —Jungkook se levantó y amontonó sus mantas en los brazos


de su gemelo, que las abrazó contra su pecho—. Cielos, Taehyung.

—¿Qué?

—Yo... solamente...
—Lo sé —se movió hacia delante y besó a Jungkook suavemente—. No vuelvas
a esconderme las cosas, Kookie.

Jungkook tocó la cara de su gemelo tiernamente.

—No voy a hacerlo. Ahora ve a la cama. Mañana estaremos en un hotel y


entonces haré lo que quieras, ¿bien?

Taehyung alzó una ceja.

—¿Cualquier cosa?27

Jungkook le dio un codazo empujándolo.

—Sí, pero sólo si te vas a dormir ahora.

La cara de Taehyung volvió a la normalidad y le dio un último beso corto a


Jungkook sobre los labios.

—Buenas noches, Jungkookie.

El corazón de Jungkook se encogió cuando Taehyung se dio vuelta, aún


abrazando las mantas contra su pecho.4

—Buenas noches, Taehyung.1

Taehyung pateó sus propias mantas fuera de la cama y se recostó sobre las de
Jungkook. Estas se sentían más suaves que las suyas, y se enrolló en ellas,
acurrucado y oliendo a Jungkook alrededor suyo.9

Al carajo el mundo, ellos iban a estar bien sin importar lo que costara.
Jungkook había dicho para siempre y Taehyung lo creía. Se acurrucó todavía
más en las mantas y apagó la lámpara, sumergiendo el cuarto en la
oscuridad.+

Taehyung no sabía cómo se sentía para siempre, pero imaginó que debía ser
algo caliente y suave como esto.31

じゃあまたね♡...
♡ 26 ♡
...♡ようこそ5

♡ Dieciocho años ♡56

Dos pares de ojos observaban a Jungkook en silencio desde el otro lado de la


mesa. Aquellos ojos pertenecían a las hijas de la novia de su padre, gemelas.
Ambas de once. Jungkook se removió incómodo. Ellas estaban siguiendo cada
uno de sus movimientos, y pese a que estaba acostumbrado, se le hacía
molesto.50

Tal vez fuera toda la atmósfera. Jungkook y Taehyung habían sido invitados a
una cena en casa de su padre por sus cumpleaños número diecinueve. Estaba
claro que ninguno de ellos quería que la cena se diese a lugar, y solamente se
limitaban a seguir la corriente. La novia de su padre, Mina, parecía ser la única
inconsciente de lo engorrosa que era la situación.4

–Chicas –dijo ella, tocando la muñeca de la pequeña muchacha que estaba


más cerca de ella–. No miren fijamente y coman su comida.1

–Está bien –murmuró Jungkook, sonriendo para ellas.

Wonwoo aclaró su garganta.

–Desde que las niñas se mudaron, de todo lo que escuchamos hablar es sobre
el grupo, hora tras hora...

–Tengo posters en toda mi pared –dijo una de las chicas con timidez. Su
hermana le dio un codazo, sonrojándose furiosamente–. ¿Qué? Los tengo.43

Taehyung, que se había sentado junto a Jungkook, le sonrió a la pequeña


niña, aunque Jungkook podía ver como la situación le estaba agotando.
Acababan de grabar su último álbum, y la última cosa que querían era pasar
una noche con su padre y su nueva familia.3

No habían querido hacer algo ni siquiera por su cumpleaños, así de


desgastados estaban. Además que se necesitaban mutuamente; pasar un mes
entero, apretujados en un mismo pequeño bungalow con Hoseok y Jimin casi
había borrado sus vidas sexuales.3

Jungkook había querido pasar la noche en la cama, de preferencia con


Taehyung y una botella de su lubricante favorito. Había hecho todo tipo de
planes para su hermano (incluso alquiló una habitación de hotel en Hawaii),
planes que le hacían que sus manos sudaran y que su ingle quemara de
deseo.18

Pero Wonwoo había llamado esa mañana con sus propios planes y Eunbi
insistió en que le dieran otra oportunidad a su padre. No lo habían visto o
tenido noticias de él en meses, y aunque el corazón de Jungkook estuviera frío
para el hombre, no podía decirle no a Taehyung.6

Su hermano quería que las cosas estuviera bien con Wonwoo, especialmente
ahora que se sentía tan desconectado de su madre.

–Puedo firmar algunos de ellos. En realidad, todo lo que quieras –le dijo
Taehyung a la pequeña niña, y el rubor que se extendió por sus mejillas igualó
al de su gemela–. ¿Sabían que Kookie y yo somos gemelos como ustedes?4

–Sí, sabemos todo –habló la menos tímida, casi orgullosamente. Y luego


estalló en risitas–. ¡Aunque ustedes no se parecen!

–Eso es culpa de Jungkook, estaba cansado de mí así que no quería mirarse al


espejo y ver a alguien igual a mí –respondió Taehyung, sonriendo. Jungkook
se desplomó un poco en su silla, su estómago se sentía enfermo con lo
amigable que estaba actuando Taehyung. Era una estrella, hasta la médula.
Un verdadero intérprete.

–Yo un tatuaje de estrella como la tuya. Acabo de verlo en Bravo –dijo la otra
chica tranquilamente–. ¿Te dolió?

Wonwoo bajó su tenedor. –No lo creo.

Taehyung miró a su padre y, a continuación, a las chicas.

–No, sólo me dio cosquillas. Muchas cosquillas.

–Todavía no puedo creer que tu madre te haya permitido hacerte todo eso –
murmuró Wonwoo.30

–¿Todo qué? –preguntó Jungkook, observando a su padre a los ojos por


primera vez en años. Wonwoo le devolvió la mirada, y no había absolutamente
ninguna emoción.

–Mina –dijo a su novia, sin apartar la vista de su hijo mayor–. Creo que ya es
hora de que Irene y Seulgi se vayan a la cama.49

–Son solo las once –dijo Mina, mirándolo confusa–. Recién acabamos de
empezar a comer.5

–Quiero que Taehyung firme mis cosas –gimoteó una de las chicas.

–No –respondió Wonwoo, casi enojadamente–. No quiero nada más de eso en


mi casa.2

–Wonhwoo –dijo Mina, tocando su brazo–. Las niñas han estado esperando
esto toda la semana, y ellas...

Wonwoo dio un duro golpe con su puño sobre la mesa, haciendo que platos y
vasos se agitaran. Mina miró hacia su regazo y las niñas chillaron al unísono,
saltando fuera de sus sillas y corriendo hacia las escaleras. La cara de
Jungkook ardió de ira observando cómo las niñas se iban, una ola de empatía
atravesándolo.21

De alguna forma, ellas le recordaban a Taehyung y a él mismo cuando eran


más pequeños. Por supuesto, sólo en algunos aspectos. Miró a Taehyung; su
hermano lucía cansado. Ellos no necesitaban esto, no ahora.

–Lo lamento –dijo Mina, mirando a Taehyung–. Es tu cumpleaños y... ellas sólo
están emocionadas, eso es todo.

–Está bien –respondió Taehyung despacio–. No dijeron nada malo.

–¡No voy a dejar que los traten como si fueran unos anormales! –rugió
Wonwoo–. Es enfermo.18

Taehyung y Jungkook compartieron una mirada.

–No, dije que está bien –replicó Taehyung.

–No somos anormales –dijo Jungkook, tranquilamente.

–Desde... demonios, no sé. Ustedes siempre actúan como si fueran algo


especial, y su madre no ha hecho nada para detenerlo. Jungkook, tú saliste
bien. Si Dios quiere. Pero Taehyung... –Wonwoo sacudió la cabeza–. A veces
enciendo la televisión y ni siquiera puedo mirarte57

Taehyung observó a su padre.

–¿Estás bromeando? –preguntó Jungkook, sintiendo sus orejas encendidas.

–Culpo a su jodida madre –dijo Wonwoo, poniéndose en pie. Mina se removió


incomoda, mirando su plato–. No tuvieron ninguna oportunidad, ninguno de
los dos la tuvo. ¿Saben qué? Me culpo a mí mismo, si me hubiera quedado–9

–Tú no te quedaste –respondió Jungkook en voz alta–. Eres tú el que está


jodido...
Wonwoo se irguió, torciendo la cara de ira. –No te atrevas a hablarme así,
Jungkook. No de nuevo. No en mi casa.10

Jungkook sintió su sangre hervir.

–Quiero irme a casa.

–No, escuchen, se quedarán –Wonwoo echó un vistazo a ambos gemelos, sus


ojos posándose persistentemente sobre Taehyung–. Mina hizo una cena
especial.13

–Es verdad –intervino ella, asintiendo con la cabeza hacia ellos–. Espero...
espero que les guste.29

Jungkook sintió pena por Mina, igual como sintió pena por las niñas, pero eso
no era suficiente para que se quedara. Se prometió a sí mismo que nunca
dejaría que su padre lastimara a Taehyung de nuevo, no le dejaría decir todas
esas cosas que soltaba cuando se enfurecía.

Pero entonces Taehyung habló:

–La cena estuvo deliciosa, gracias, Mina. –Miró hacia Jungkook, rogándole con
los ojos–. Todavía ni hemos partido el pastel.22

–También he hecho uno especial –expresó Mina.21

Jungkook miró por sobre el hombro de su padre hacia la pequeña torta de


vainilla sobre el aparador. Taehyung odiaba la vainilla, pero estaba seguro de
que Mina no lo sabría, tal vez sus hijas sí.

–Y las chicas deben querer un poco –dijo Taehyung. Se levantó y le sonrió a


Wonwoo–. ¿Qué tal si subo y voy por ellas, de acuerdo? Probablemente
signifique mucho para ellas.
Wonwoo se ablandó un poco, al igual que la mayoría de la gente con el
encantador comportamiento de Taehyung.5

–Está bien –dijo Wonwoo–. Pero no quiero... esta fiesta es para ustedes. Sólo
quiero que sea agradable, normal. Somos una familia.26

Taehyung asintió.

–Regreso enseguida –Jungkook trató de capturar la mirada de Taehyung,


trató de leer en sus ojos lo que su hermano estaba sintiendo y pensando, pero
Taehyung subió las escaleras antes de que pudiera decir otra palabra.

Taehyung encontró con facilidad la habitación de las gemelas, y sonrió


cuando vio fotografías suyas y del resto del grupo en la puerta del cuarto. Le
recordaban a él cuando era pequeño, cuando pegaba fotos de Bogum por
todos lados de su habitación.36

Su corazón dolía por las niñas, sabía que la vida con Wonwoo no debía ser
perfecta. Sabía que su padre no lastimaría nunca a nadie físicamente, pero a
veces lo verbal es peor que lo físico. Algunos de sus momentos más
vergonzosos y dolorosos habían sido con su padre. Se estremeció ante los
recuerdos.2

Tocó ligeramente la puerta.

–¿Quién es? –dijo una pequeña voz desde adentro.

–Es Jungkook –dijo Taehyung, haciendo que su voz sonara un poco más
profunda–. Déjenme entrar.4
Se escucharon risitas detrás de la puerta y cuando abrieron, las chicas rieron
abiertamente.1

–Mentiroso –dijo una de ellas. La otra sólo se sonrojó.

–Lo acepto, es Taehyung. –dijo, rodando los ojos. Recorrió con la vista el
dormitorio. Había posters de la banda por todas partes. Eso le hizo sentir un
poco mareado–. ¿Quieren un poco de pastel?

–Mamá lo hizo –dijeron al mismo tiempo. Una de ellas hizo una mueca, y
añadió–. Ella es una terrible cocinera.7

–Igual que la mía. –Taehyung se sentó en el suelo y miró alrededor de nuevo–.


Chicas, ustedes tienen más mierda que yo.

Las muchachas rieron tontamente aún más alto.

–¿Puedes firmar algo de esto? –preguntó la más tímida, y su hermana le dio un


codazo–. Sólo algunos, por Dios.

–¿Tienen un marcador? –Taehyung sonrió.

No se había sentido tan a gusto con fans en años, y eso le calmaba, aunque
estuviera increíblemente incómodo en la casa de su padre. Las cosas no
habían cambiado. Todavía se sentía fuera de lugar, subnormal y no querido en
presencia de su padre. Él sabía que nada cambiaría entre ellos, pero le
gustaría que las cosas estuvieran bien.

Abajo, Jungkook permanecía sentado con Mina y su padre, y un latoso silencio


se cernía sobre la mesa. Mina había tomado el pastel y le había colocado
dieciocho velas.6
–¿Qué diablos están haciendo allí? –murmuró Wonwoo, dando golpecitos con
los dedos, impacientemente–. Más le vale no estar poniendo ideas en sus
cabezas y...7

–¿Y qué? –preguntó Jungkook irritado. Wonwoo sólo sacudió la cabeza.

–¿Cuánto tiempo han estado... con ese pelo?

Jungkook sólo suspiró y se levantó.

–Iré a ver que hacen –dijo y se alejó dirigiéndose a las escaleras.

Cuando subió unos pasos, las dos niñas que reían alegremente bajaron
saltando a su lado. Jungkook les sonrió, sintiendo de nuevo un pinchazo de
empatía. Esperaba que Wonwoo fuera bueno para ellas.10

Jungkook vagó por el pasillo y encontró a Taehyung con los brazos cruzados,
mirando una foto en la pared. Jungkook dio un paso directamente hacia él, y
vio que era un muy pequeño y viejo retrato de familia, los dos chicos, Wonwoo
y Eunbi.

–El cabello de mamá era tan demente –fue todo lo que dijo Taehyung,
suavemente.

Jungkook sonrió con satisfacción y colocó una mano sobre la espalda baja de
Taehyung. Miró la fotografía, entrecerrando los ojos.

–Por poco y no he podido reconocerme.

–Tú eras el que tenía las mejillas gordas.1

–Y ahora tú eres el que las tiene así –dijo Jungkook, empujando a su gemelo
juguetonamente. Taehyung le hizo un gesto de burla y lo empujó de vuelta,
pero Jungkook lo tomó de la cintura haciendo que su hermano descansara la
cabeza contra él.
–Esto es incómodo –murmuró Taehyung–. Toda esta noche lo ha sido. Mina es
simpática.

–Está buena –replicó Jungkook. Taehyung le pellizcó el costado y este se


encogió de hombros.16

–Quiero irme. –Taehyungse giró hacia él y le hizo un leve gesto de desagrado,


el tipo de puchero que conducía a Jungkook a una insana necesidad–. Esto
apesta.1

–Taehyung... –dijo Jungkook acercándolo–. Estaba tratando de hacer un corte


definitivo en nuestra relación antes, ya sabes.

Taehyung sonrió.

–No quería que únicamente nos vayamos y dejar a las chicas, y no quiero
pelear con papá.

Jungkook envolvió sus brazos alrededor de la silueta de Taehyung y le besó


suavemente en la boca. Podía sentir a Taehyung temblando en sus labios.
Mierda, ni siquiera habían sido capaces de evadir a los demás por mucho
tiempo; Jimin siempre parecía estar viéndolos.15

–Eres dulce –dije Jungkook, alejándose de su hermano–. Creo que las has
hecho felices por todo el año.1

–Alguien necesita tener un buen momento esta noche –dijo Taehyung.

Jungkook dejó que sus manos recorrieran el cuerpo de su gemelo y apretó sus
caderas.

–Nosotros también lo tendremos –dijo Jungkook, justo en su oído. Taehyung


se estremeció y fue contagioso, provocándole lo mismo–. Alquilé en un hotel
en Hawaii.
–Kookie –suspiró-. Dios, te necesito...17

Ningún gemelo podría contenerse, no ahora, no cuando estaban metidos en la


esquina de un pasillo oscuro sin nadie alrededor. Bueno, de todos modos, no
era un pasillo muy estrecho. Jungkook besó a Taehyung, quitándole la
respiración y lo presionó con fuerza contra la pared. Estaba desesperado y
caliente, y ambos sintieron dolor con en el primer roce de sus lenguas.45

–Voy a follarte cuando volvamos, voy a... mierda... -Jungkook agarró el trasero
de Taehyung y le obligó a colisionar su ingle con la suya-.Taehyung,
Taehyung...4

–No podemos -dijo Taehyung, suspirando por el último beso y apartándole.


Sonrió un poco, todavía sosteniendo la camisa de su hermano-. Dios, eres
malo. Casi me tenías de rodillas.

–Mm -murmuró Jungkook-. ¿Y?

–Y yo... te la chuparía -dijo Taehyung, sus mejillas sonrojadas-. Mierda, ¿por


qué me siento tímido?

–Porque estamos en casa de papá -respondió Jungkook, tratando de no mirar


a Taehyung, porque mirarlo casi lo arruina , vamos a atorarnos con un poco de
torta y nos marchamos.

–Espera -Taehyung empujó a su gemelo un poco más cerca, con una pequeña
sonrisa malvada en sus labios–. Un beso más para recordarme15

Jungkook gruñó.

–¿Para recordarte qué?

–Que esta noche vas a matarme –susurró Taehyung, inclinándose hacia


adelante y respirando acaloradamente sobre su cuello –. En Hawaii45
–Oh –dijo dócilmente.

Se inclinó hacia adelante y besó los labios de su gemelo y permaneció así por
un momento, y Taehyung ronroneó un poco. Cuando se separaron, Taehyung
continuaba aferrándose a la tela de su camisa. Jungkook lo miró y se sintió
orgulloso, y tan excitado que dolía.3

Se abrazaron durante unos minutos, balanceándose suavemente. Taehyung


suspiró profundamente, inhalando el aroma de Jungkook, y dijo suavemente:

–Dios, te amo.

–Lo sé, yo...

–¿Qué demonios están haciendo ustedes dos?134

Los ojos de Taehyung destellaron y capturaron la mirada de su padre.7

–¿Qué? –preguntó, retrocediendo, pero sin soltar la camisa de Jungkook, que


trató de alejarse, pero no se lo permitió–. ¿Qué? –volvió a preguntar. Inclinó su
cabeza hacia un lado y dio a su padre un frío vistazo.

–Ustedes dos...

Jungkook miró cómo la mandíbula de su padre se comprimía, miró cómo sus


puños se crispaban. No habían sido encontrados haciendo algo
particularmente impactante, pero para Wonwoo era suficiente.7

–Suéltalo –ordenó Wonwoo a Jungkook–. Déjalo y vamos abajo.

–Vamos, Taehyung –dijo Jungkook. No quería otra pelea, pero los ojos de
Taehyung estaban oscurecidos y empujó a Jungkook cerca.

–Nunca tuve un padre por tu culpa –dijo Taehyung, lento y blando al principio,
pero entonces sus palabras ganaron ímpetu y rabia–. ¡Nunca tuve un padre! –
colocó sus manos a los costados de Jungkook y envió una mirada mortal a
Wonwoo–. No me digas que deje a la única persona que nunca me dejó
derrumbarme.47

–Esto no está bien –dijo Wonwoo–. Eso no es...4

Taehyung dejó ir a Jungkook, pero no para apaciguar a Wonwoo. De repente,


todos los años de esconder la cara de su padre o simplemente de ocultarse se
habían transformado en demasiado

–¡No me importa lo que es! –dijo casi gritando–. Yo no... no te quiero.

La cara de Wonwoo enrojeció y Taehyung tomó la mano de Jungkook.

–Vamos, Jungkook.

Jungkook siguió los pasos de Taehyung, dejando a Wonwoo detrás. Él quería


llamarlos, pero sus pies no se movían y su boca estaba trabajando
mudamente en torno a las disculpas que no sabía cómo escupir.28

Jungkook sostuvo a Taehyung y lamió su cuello, inhalando el encantador olor


de su pelo y piel. No se había sentido tan desesperado en devorar a Taehyung
por completo en un tiempo, pero después de la noche que acababan de tener,
quería hacerle sentir seguro de que era querido.7

Taehyung dejó salir un estruendoso ronroneo y se arqueó debajo suyo,


dejándose de buen grado, extendiendo sus piernas y cerrando sus tobillos
alrededor de la cintura del otro chico. Aún estaban completamente vestidos,
con los zapatos incluso, pero en cuanto habían llegado al hotel y habían
llegado a su habitación, Jungkook no había perdido tiempo en empujarlo
hacia la cama y comenzar a moverse contra él.

Las luces estaban bajas y todo lo que podía verse eran miembros apretados y
miradas de deseo, enredados entre ellos y luchando por el dominio que
ambos sabían que fácilmente sería de Jungkook. Taehyung luchó para quedar
arriba, sólo para besarle el cuello, cosa que Jungkook permitió, pero para
rápidamente dominarlo y ponerle debajo de su cuerpo de nuevo. Él se
encargaría de cuidar de Taehyung esta noche.4

–Te necesito –gimoteó el menor suavemente, su voz cargada de emoción.

Años de abandono se acumulaban dentro de él y nunca se había sentido tan


agradecido por su hermano, y Jungkook nunca se había sentido tan orgulloso
de Taehyung. De alguna manera se habían hecho más cercanos, libres,
independientes de todo, pero juntos.4

Dieciocho años y todavía eran irresistibles el uno para el otro, si no era ahora
más que nunca. El miembro de Jungkook dolía con necesidad, y el interior de
Taehyung temblaba dolorosamente.

–Súbete en mí –gimió Taehyung.

–Estoy sobre en ti –dijo Jungkook. Movió su cabeza y chupó con fuerza sobre
el cuello de Taehyung. Estaba seguro de que dejaría una marca y su estómago
se retorció de excitación.

–No, necesito más, más duro –respondió Taehyung. Empujó sus caderas hacia
arriba, casi alejando a Jungkook de él.2

–Calma –Jungkook hizo un ruido con su nariz. Taehyung le estaba poniendo


tan caliente que sintió el temor de correrse antes de que consiguieran sacarse
los pantalones–. Tenemos que reducir la velocidad.
–Pero necesito... –Taehyung bajó la cabeza a medida que se movían juntos,
friccionándose y jadeando–. Oh, dime qué tanto necesitas estar en mí, Kookie.

Jungkook se apretó aún más contra él, besando la garganta de Taehyung y


acariciando con sus palmas las estrechas caderas.

–Tanto, jodidamente tanto.22

Se movieron juntos en silencio por unos momentos hasta que Taehyung gimió
con un sonido roto sobre el oído de Jungkook.

–¿Dejarías de ver a papá para siempre si eso significara que puedes estar en
mí?

Jungkook estaba tan excitado que no podía ni pensar.

–Taehyung...

–¿O a mamá? ¿Mandarías a todos al diablo para follarme? ¿Te duele mucho
esto, también?

–Nada más importa –fue todo lo que Jungkook pudo decir, levantándose y
hundiendo sus caderas sobre Taehyung. Ambos gimieron, sus pantalones se
enterraban entre ellos y causaban sensaciones agradables–. Desnúdate,
desnúdate para mí, amor.66

Los ojos de Taehyung destellaron y alzó sus brazos, haciendo una cara.

–Ayuda.25

Jungkook sonrió con satisfacción y casi arrancó la camisa de Taehyung, y


luego deslizó los jeans, sin desabrochar, y los boxers. Después de que
Taehyung pateó sus dos zapatos, se encontró absolutamente desnudo, y
Jungkook tembló un poco.

–Dios... Dios.
–¿Estoy bien? –Taehyung se estiró, mostrándose descaradamente para
Jungkook, quien tanteó su entrepierna, sintiendo su caliente erección. Dios,
Taehyung lucía lo suficientemente bien como para comerlo, tragarlo, y
follarlo–. ¿Soy lo mejor que has visto, Kookie?36

Jungkook dejó salir un suspiro atragantado y se inclinó de nuevo, todavía


paralizado sobre el cuerpo de Taehyung.

–Yo... mierda... Taehyung, si significara que podría follarte una vez más,
dejaría a todos atrás.

Taehyung se inclinó hacia adelante, sus labios abiertos.

–¿Y si significara sólo un beso?

–Que todos se jodan –respondió Jungkook, de rodillas frente a Taehyung. No


tenía intención de quitarse su ropa, aún no. El cambio de poderes entre ellos
era tan intenso. Jungkook tenía a Taehyung desnudo, pero Taehyung tenía a
Jungkook.37

–¿Y si significara sólo... verme? –Taehyung ladeó su cabeza hacia atrás y estiró
todo su cuerpo, abarcando toda la longitud de la cama–. ¿Qué pasaría si...?

–Shh. –Jungkook descendió y lamió el hueso de la cadera de Taehyung. El


miembro del otro golpeó contra su cuello de haciéndole sonreír, acariciándolo
una vez con sus nudillos temblorosos.

–¿Qué obtengo por mi cumpleaños? –preguntó Taehyung y las manos de


Jungkook bajaron para acariciar sus testículos–. Hmmmm, ¿Jungkookie? –Sus
piernas estaban abiertas en toda su extensión y Jungkook podía sentir el calor
que latía de su cuerpo.6
–¿Qué es lo que más quieres? –Jungkook se arrodilló entre las piernas de
Taehyung y acarició por encima de sus muslos desnudos, mirándolo se
retorcía y se arqueaba con cada toque.

–Quiero... –Taehyung ronroneó cuando los dedos de Jungkook acariciaron los


bordes de su trasero–. Quiero tu lengua... en mí.20

Jungkook podría haber gruñido por las palabras, pero en cambio se deslizó
hacia abajo, lamiendo las caderas, muslos, testículos y trasero de Taehyung, a
medida que se movía. Taehyung olía a almizcle y sabía a limpio. Jungkook no
perdió tiempo en hacer subir las caderas de su gemelo y comenzar a lamer los
pliegues del trasero de Taehyung.21

–Sí –Taehyung suspiró, cerrando sus ojos y alargando la mano para alcanzar
algo...

Agarró un puñado de pelo y lo apretó entre sus dedos, solamente saboreando


la caliente humedad que se deslizaba debajo de su trasero. Se sentía delicioso
y Taehyung casi podía saborearlo; la lengua de Jungkook era una cosa muy
familiar a él y estaba muy acostumbrado a que lamiera cada pulgada de su
cuerpo.

Jungkook respiró contra el trasero de Taehyung y encontró su entrada. Lamió


todo a su alrededor, probando meter su lengua, respirando despacio.
Taehyung gimió, retorciéndose y casi apretando su cabeza con sus muslos.
Eso lo volvió loco; aunque le dificultara el poder lamerlo, amaba cuando hacía
eso. Amaba volver absolutamente loco a Taehyung.2

–Kookie, Kookie –gimió Taehyung suavemente, dejando el cabello de


Jungkook y sujetó las sábanas detrás de él. Quería gritar, quería hacerse
implosión a sí mismo. Ni siquiera era que la lengua de Jungkook estuviera
golpeando dentro de él, aún no. Taehyung miró hacia abajo y vio el rostro de
su Jungkook enterrado en su trasero.28

Jungkook presionaría su boca y succionaría sin vacilación, provocándole que


su vientre doliera.

–Oh, Jungkook...

Jungkook gruñó en respuesta, y todo lo que se oía eran los intensos sonidos
de succión, el azote de labios y humedad. Taehyung sintió la nariz de
Jungkook tocando sus testículos y los dedos de sus pies se encogieron. Haría
que Jungkook lo lamiera por siempre, si fuera posible.

Taehyung bajó una de sus manos y tomó su erección masajeándola, pero


Jungkook colocó una mano sobre la suya y le señaló que él iba a hacerlo. Iba a
complacer a Taehyung de todas las maneras.4

–Sí, quiero correrme –dijo Taehyung, suspirando de placer a medida que la


mano caliente de Jungkook rodeaba su pene. Masturbarse nunca se sintió
bien desde que Jungkook estuvo dentro de él. Sus dedos, su boca, su
miembro, eso no importaba. Taehyung se arqueó con el primer gentil roce e
hizo presión contra la boca que trabajaba en él con impaciencia.

Jungkook presionó dentro más profundo, su mandíbula ya doliendo. Gimió


contra el trasero de Taehyung, frotándose contra la cama, deseando
encontrarse desnudo para, entonces, encontrar algún alivio. Quería que
Taehyung se corriera de esta forma, pero no estaba seguro si él tendría la
paciencia. Su propia erección tiraba contra sus pantalones, y sabía que podría
hacer que ambos se corrieran si lograba abrir lo suficiente a Taehyung para su
erección.
–Jesús –dijo Jungkook, directamente contra el trasero de su gemelo. Los
dedos de Taehyung clavados en su cuero cabelludo, sus caderas meciéndose y
casi follándole la lengua.6

–Por favor, únicamente no te detengas –pidió Taehyung.

Jungkook acarició la dura erección de su gemelo, dispersando el pre-semen


de la punta hacia abajo. No podía negarle nada a Taehyung, no importaba qué
tanto necesitara correrse. Atormentó dentro de Taehyung, exprimiendo su
miembro y gruñendo, Taehyung temblaba bajo él excitándolo de modos que
no había sentido en un largo, largo tiempo.4

Se perdieron uno en el otro, idos completamente. Jungkook respiró


profundamente, empujando su lengua hacia adelante y lamiendo lo más
profundo que pudo. Taehyung sabía tan fresco y tan familiar, mientras
Jungkook tragaba, que casi se corrió con fuerza. Estaba traspasando su
trasero, más concretamente, su entrada. Se tocó por sobre sus pantalones,
sintiendo la dureza, y se alejó un poco de Taehyung. Quien miró hacia abajo,
sus ojos abiertos totalmente y su frente brillante de sudor.

–Dios, ¿qué pasa? ¿Kookie... Kookie?

–Es sólo... –Jungkook se movió hacia adelante y lamió la entrada de


Taehyung, abriéndola de nuevo y haciendo que se estremeciera–. Sólo, joder.
Sé que digo esto todo el tiempo, pero...

–Luzco tan bien –Taehyung rió un poco y Jungkook exhaló–, ¿verdad?1

–No, tú luces jodidamente fantástico, y sabes que quiero follarte muy duro –
contestó Jungkook, enterrando su cara en el trasero de Taehyung, de nuevo.
Chupó con fuerza haciéndole gritar, llenando el cuarto del hotel con sus
súplicas de más.
–Oh... casi, casi, casi –comenzó a decir Taehyung. Jungkook ya no había
tocado su miembro, pero eso no importaba, Taehyung se iba a correr de todos
modos–. Ah, ah, Kookie, Kookie.

Fue el más dulce mantra que Jungkook hubiera escuchado nunca. Lamió a
través de la entrada tocando suavemente, viendo las caderas de Taehyung
empujar y su erección latir. Lamió una vez más antes de presionar en el
interior de nuevo, torciendo su lengua profundamente dentro de su gemelo.1

Taehyung lloró y agarró con fuerza la cabeza de Jungkook, meciendo su


trasero sobre su cara. Dos íntimos lametazos y Taehyung gritó, corriéndose
con fuerza sobre su vientre y pecho. Jungkook suspiró y sonrió abiertamente,
se inclinó hacia atrás observándolo. Taehyung todavía se retorcía despacio,
frotando su mano arriba y abajo de su estómago, dispersando su semen.2

Jungkook sostuvo la cadera de Taehyung haciendo que se estremeciera,


cerrando sus ojos y sonriendo perezosamente.

–Mm, tan bueno, siempre es tan bueno –murmuró Taehyung, girando sus
rodillas hacia arriba y desparramando sus brazos a los lados.

–¿Quieres algo mejor? –preguntó Jungkook suavemente, desabrochando su


cinturón–. ¿Taehyung?

–Mm –Taehyung inclinó su cabeza hacia un lado, sus ojos todavía cerrados–.
No sé qué podría ser mejor.

–Oh. –Jungkook deslizó tranquilamente sus pantalones por sus caderas y


movió su dura erección hacia afuera. La sostuvo sobre el estómago de
Taehyung y la deslizó a lo largo de las líneas del vientre de su gemelo,
deteniéndose a admirar el nuevo tatuaje con forma de estrella.1

Taehyung dejó salir un suspiro sonriente, pero no abrió los ojos.


–Oh, eso... Cuidado, Kookie, todavía duele –susurró Taehyung.

–Mira.

Taehyung sacudió su cabeza.

–Si hago eso saltaré sobre ti.

–Entonces, mira.

Taehyung abrió perezosamente los ojos, mirando hacia abajo y gimiendo. Su


pene se sacudió, ya endurecido y vio como Jungkook presionó suavemente su
erección contra la reciente piel tatuada.5

–Puedes... hacerlo un poco más fuerte –suspiró Taehyung.

Jungkook apartó la vista del tatuaje y siseó, frotando su erección contra él, un
poco más insistentemente. el abdomen de Taehyung era hermoso, y se
estremeció de sólo pensar en correrse por todos lados sobre él. De verdad
tenía que hacerlo.

Acarició con sus manos sobre el pecho de Taehyung, juntando el semen de su


gemelo entre sus dedos y empujó un poco su pene entre las piernas de
Taehyung.

–¿Te duele ahí? –preguntó Jungkook, presionando con un dedo la entrada de


Taehyung–. ¿Hice que te doliera?

Taehyung sacudió su cabeza y empujó contra el dedo de Jungkook.

–Haz que duela –dijo Taehyung–. Vamos, Kookie. –Jungkook le dio una media
sonrisa y dio un empujoncito dentro de la sonrosada entrada de Taehyung con
su dura erección

–No me das mucha opción


–Es porque sólo quiero una opción –los ojos de Taehyung estaban
oscurecidos, ya no estaba jugando–. ¿Te gusta mi cuerpo?12

–Es hermoso –admitió Jungkook, sintiendo pesadez en su estómago. Le


gustaba pensar en qué tan puta podía ser Taehyung, y sabía que ni siquiera lo
intentaba. Bueno, no realmente. Jungkook tomó la cadera de su gemelo,
delineando el área marcada a medida que presionaba sus caderas hacia
adelante, incitando la entrada de Taehyung.4

–Dios, por favor –dijo Taehyung, apoyándose sobre sus codos para mirar a su
hermano–. Tienes que hacerlo.

–Lo sé. –Jungkook extendió el trasero de Taehyung con ambas manos y dio un
pequeño empujón, su miembro transgrediendo el cuerpo que tenía delante.
Taehyung gimió fuerte y abrió sus muslos mucho más, hasta que estuvieron
casi perpendiculares con su cuerpo. Jungkook apenas podía continuar
mirando, la visión era demasiada y deseó poder cerrarse de golpe contra él
repetidamente–. ¿Puedo ir rápido?

–Dije que quiero que duela –dijo Taehyung despacio–. Realmente quiero
sentirte.

–Seré cuidadoso.

–No –contestó con un tono casi decepcionado–. Siempre eres tan cuidadoso
conmigo, Kookie, y te amo tanto. Esta vez quiero que me lo hagas tan duro.
Sólo quiero que me folles lo más duro que jamás lo hayas hecho... por favor.47

Las palabras sacudieron el corazón su Jungkook e hizo una pausa antes de


deslizarse dentro de Taehyung.

-Antes te he follado con bastante fuerza.

Taehyung asintió, jadeando un "Por favor".


Jungkook podría haber gritado a medida que se hundía más profundo, apenas
había preparado a Taehyung y, sin el lubricante, su erección estaba siendo
oprimida mucho más de lo que nunca antes. Sólo la pre-eyaculación hizo más
fácil el camino, y ambos se tensaron con la sensación.

–Oh Dios, oh dios mío –jadeó Taehyung–. Mierda, duele tan bien.12

Jungkook se hundió hasta el fondo, temblando mientras se apoyaba sobre


Taehyung.

–¿En serio? –Taehyung se sentía aún más apretado que la primera vez, se
sentía aún más caliente, y Jungkook lo necesitaba aún más ahora–. ¿Puedo...?
-Antes de que pudiera terminar su pregunta, incluso antes de que le pudieran
contestar, se empujó hacia fuera y de nuevo hacia dentro, gruñendo a medida
que Taehyung se estrechaba alrededor suyo.

–Oh, no, por favor, oh –dijo Taehyung, confuso.

–¿No? –Juengkook empujó de nuevo y Taehyung apretó sus piernas alrededor


del cuerpo de Jungkook–. ¿O sí?20

–Duele, duele –se quejó Taehyung–. Pero no te detengas. Más duro, por favor.3

Jungkook no sentía ninguna vergüenza en absoluto, así que folló a su


hermano sobre el colchón, sintiendo como el calor lo cegaba y tenía la
dolorosa necesidad de correrse.

–Me voy a correr –jadeó–. Taehyung...

–No todavía, no todavía, Kookie –dijo Taehyung–. Fóllame más, por favor.

–Cristo –Jungkook logró hundir su miembro en su interior y presionó su


cadera directo al trasero de Taehyung. Se sostuvo por un momento y vio
lágrimas en las mejillas del otro chico. Tocó su cara–. Taehyung, cariño,
¿estás...?30

–Sigue –gimoteó Taehyung–. Esto duele, sí, pero joder. Necesito esto, sólo...
sólo...

Jungkook arrastró su pene hacia fuera otra vez para luego colisionar dentro,
sus testículos golpeando con fuerza contra el trasero de Taehyung, y en ese
momento ambos gimieron. Todo se sentía tan caliente, tan apretado, tan
limitado y asombroso. Jungkook mantuvo una mano sobre la cara de
Taehyung, y éste chupó uno de los dedos, con un poco de fuerza. Jungkook
gritó y cayó hacia adelante, chocando sus narices.

–Hey –dijo Jungkook suavemente, besando la cara de Taehyung, y haciendo


que él cerrara sus ojos y le acariciara con su nariz el cuello–. Luces tan bien,
Taehyung. Te sientes tan bien, siempre lo haces...

–Te amo –Taehyung suspiró desigualmente, presionando fuertemente


alrededor de su hermano y lamiendo su cuello. Jungkook tiró hacia delante,
casi viniéndose, casi descargándose entero dentro, pero sus ojos se posaron
sobre el cuerpo de su hermano y se contuvo, suspirando y besándolo con
fuerza.

–¿Lo quieres? –preguntó–. ¿Tú lo quieres? Porque yo lo quiero.

–Dámelo.6

Jungkook empujó dentro una vez más antes de sentir el familiar tirón en su
vientre y se corrió en Taehyung. Entonces sacó su miembro y empujó hacia
adelante de nuevo. Más semen se deslizó de su sexo y decoró el vientre de
Taehyung, haciendo que ambos jadearan. Jungkook dominó a su gemelo y
presionó su erección contra su cadera, necesitando sentirlo, queriendo que
esto no terminara aún.
–Ponlo de nuevo –dijo Taehyung, empujando el cuerpo de Jungkook hacia
abajo con las caderas–. Por favor, necesito...

Jungkook agarró su sensible pene empujándolo temerosamente hacia el


interior del cuerpo de Taehyung. Todavía estaba excitado, pero también
completamente agotado.

Su cabeza cayó hacia adelante y gimió mitad de dolor y mitad de placer.

–Dios, Kookie, por favor, fóllame –dijo Taehyung. Su voz era desesperada,
rota, y Jungkook se impulso débilmente en Taehyung, apretando los dientes a
medida que se apretaba contra de él.14

–No puedo –dijo Jungkook–. Se siente tan...

Jungkook no podría, entonces Taehyung se movió por él, moviendo


espasmódicamente sus caderas contra Jungkook y haciendo que la cama
temblara por todas partes.

–Por favor, Taehyung –gimió Jungkook–. ¡Córrete, córrete! –Taehyung arqueó


su trasero, exprimiendo el miembro de Jungkook con tanta fuerza que le hizo
ver estrellas–. ¡Ngh, Taehyung! Te amo, te amo. –Jungkook abrigó sus manos
alrededor de la erección de Taehyung sólo sosteniéndola mientras este se
movía por ambos.

–Tan cerca, Dios, estoy tan cerca puedo sentirlo –lloriqueó Taehyung,
montándose sobre el miembro de Jungkook y temblando por todas partes–.
Dios, Jungkook, lo necesito tanto, lo necesito tanto...

–Vamos –dijo Jungkook silenciosamente, enterrando su cara en el cuello de


Taehyung, sus labios en el oído de su gemelo–. Córrete, quiero sentirlo.
¿Puedo sentirlo en ti?
–Sí, sí, sí, –respondió con un hilo de voz, su cara completamente contraída–.
Ah, sí... Apriétalo, Jungkook, tómalo y por favor...

Jungkook logró sostener el miembro de Taehyung y acariciarlo con fuerza,


sintiendo el calor en su mano, el aumento en la longitud, y supo que Taehyung
debía estar frustrantemente cerca de correrse. Sonrió y siguió acariciando a su
hermano, gimiendo mientras su sexo le penetraba una y otra vez. Taehyung
soltó un suspiro, su pelo pegado a su frente con el sudor. Con un último grito,
se corrió con fuerza en la mano de Jungkook y todo se volvió oscuro para
ambos.

–No te vayas, no lo saques –susurró Taehyung, poniendo una mano en su


frente y frotando–. Solamente... quédate.

–No puedo moverme –contestó Jungkook, liberando a su gemelo y frotando


su mano húmeda entre ellos, dispersando el semen en todas direcciones
sobre sus cuerpos calientes. Taehyung que todavía se aferraba con sus piernas
a él, se relajó, dejando que sus pies cayeran sobre el colchón y haciendo que
se moviera dentro de él–. Oh, Taehyung...

–Todavía estás duro –dijo Taehyung–. Mmm, quieres que...

–No, no puedo –dijo Jungkook–. No, uh, te muevas. –Ambos permanecieron


en silencio, sujetos firmemente uno del otro.

–Este no fue un tan mal cumpleaños, después de todo –dijo Taehyung.9

Jungkook besó el cuello de Taehyung y suspiró felizmente.

–Cuando le dijiste eso a papá... –Su boca estaba abierta contra el cuello de
Taehyung y chupó con amor la piel–. Fue tan caliente. Fuiste tan...

Las caderas de Taehyung se movieron bajo Jungkook y se mecieron juntos


sobre la cama. Tan despacio, tan suave, tan dulcemente.9
–No creo que debamos verlo otra vez. –Taehyung jadeó cuando el movimiento
se hizo más intenso y Jungkook se movió más duro dentro de él–. Jungkook,
pensé que no podrías.7

Jungkook bajo un poco más sobre el cuello expuesto y se arqueó hacia


delante con un gemido.

–¿Quieres que pare?

Taehyung estaba dolorido y agotado y su corazón dolía lo suficiente como


para hacer que pequeñas lágrimas brotaran de sus ojos. Pero se mantuvo
sujeto a Jungkook, porque él era la única cosa que realmente importaba en su
vida en ese momento. Ni su padre o sus carreras o lo que alguien pensaría por
lo que hacían.

–Hazme gritar –susurró Taehyung.3

Habían encontrado la seguridad y la comprensión entre ellos. La pasión, el


calor y el infierno. Pero Taehyung no creía en el infierno, o tal vez simplemente
no le importaba. Él sólo creía en los incendios que ya estaban empezando a
lamer su ingle, y por supuesto, en Jungkook.+

Y esa era la forma en que siempre había sido.2

じゃあまたね♡...
Final
...♡ようこそ29

Afuera hacía frío y caía una ligera nieve. Taehyung apenas podía ver a través
de la ventana nublada. Estaba en el estudio de grabación en Seul, trabajando
con Jackson, revisando las nuevas letras del álbum.13

—Tu pronunciación todavía necesita un poco de trabajo —dijo Jackson—, pero


creo que estarás bien.

Taehyung suspiró, poniendo una mano al costado de su audífono.

—Son mis jodidas "erres". No puedo pronunciarlas, es tan estúpido.23

—Te acostumbrarás. —Jackson observó su reloj y frunció el ceño—. Mierda,


tengo que encontrarme con mi novia... Ya terminamos por hoy, buen
trabajo.29

—Voy a quedarme y practicar —masculló Taehyung, aún observando fijamente


las partituras delante suyo—. Buenas noches.

—Ese es el plan. Nos vemos luego. ¡Oh! —Sonrió—. No te veré más tarde.
Estarás en Daegu en unos días, te veré en un par de semanas.

—Oh, sí —dijo Taehyung, y una sensación de calidez inundó su estómago—.


Dios. Necesito esas jodidas vacaciones.

—Te las merecen. —Jackson miró su reloj nuevamente—. Estoy retrasado. Ten
buenas vacaciones.

—Sí —murmuró Taehyung, concentrándose en su música de nuevo. Miró


fijamente las palabras, reconociéndolas en su cabeza, antes de abrir la boca y,
cerrando sus ojos, dejar salir la letra. Su voz resonó en la pequeña habitación y
le produjo escalofríos, como siempre que trabajaba en el estudio de
grabación. Se sentía en casa, como si nunca se hubiese marchado.1

Oyó un irritante golpeteo sobre el vidrio y volteó para ver de qué se trataba.
Allí estaba su hermano, sonriéndole abiertamente y sosteniendo su guitarra.31

Balbuceó algo, y Taehyung arrugó el ceño y entrecerró los ojos.

—¡¿Qué?! —gritó, y luego se estremeció. El sonido retumbó en sus oídos.2

Jungkook tiró del interruptor, permitiendo al intercomunicador trabajar de


ambos lados, y sonrió de nuevo.

—Estás trabajando duro allí dentro.

Taehyung rodó los ojos.

—Ven aquí. Necesito un poco de música.

Jungkook entró en la cabina con la guitarra puesta en su espalda, y cerró la


puerta detrás de él.

—No puedes hacerlo sin mí, ¿eh?3

—Jódete —replicó Taehyung, sonriendo. Se ajustó los audífonos y le sacó la


lengua. Jungkook le devolvió la sonrisa, moviéndose hacia delante y
capturando la lengua del otro chico entre sus labios—. ¡Mmph!13

Taehyung chupó la lengua dentro de su propia boca y lo besó profundamente


haciéndole gemir dentro del beso. Movió sus manos sobre la camisa de
Jungkook y tiró de ella para atraerlo más hacia él. Jungkook rió y se tiró hacia
atrás.

—Estás juguetón —dijo Jungkook, ya con ojos oscurecidos por el deseo—.


Quieres trabajar en esto o...46
—¿Volver a nuestra habitación?—-preguntó Taehyung. Jungkook frotó sus
manos, avanzando hacia él—. Kookie, tengo que practicar. No podemos.

—Mmm, también tengo que practicar un poco —contestó Jungkook, en voz


baja. Besó la mandíbula de Taehyung, dejando a sus labios vagar sobre el
cuello de su gemelo, hacia su oído, chupando el lóbulo con su boca.3

Taehyung se derretía por Jungkook, amando la atención que su hermano le


brindaba.3

—Kookie, no necesitas ninguna práctica en esto —suspiró—. Kookie...

Jungkook sonrió contra la piel de su gemelo y comenzó a descender, besando


su cuello y luego succionando su clavícula. Alzó la vista, los ojos de Taehyung
estaban cerrados, y se veía tan lindo con sus pestañas rizadas y esos
audífonos demasiado grandes. El miembro de Jungkook dolió, a medida que
descendía más y más, tomando las caderas de Taehyung.7

—Rápido, lo necesito, duele —susurró Taehyung—. Lámeme.

—¿Dónde?

—Mm... No me importa... —Taehyung se retorció y alzando sus caderas hacia


adelante, golpeando ligeramente el mentón de Jungkook, quien gimió y
empujó hacia atrás su guitarra, y cayó de rodillas—. Ooh, Jungkook... Ooh...

Jungkook asintió, e hizo que Taehyung se girara: —Pon tus manos sobre el
vidrio —dijo con llaneza—. Sujétate contra él.23

—¿Qué? —Taehyung miró hacia abajo, sobre su hombro, con las mejillas
ruborizadas—. Tú vas a... ¿tú vas a?

—Mm. —Jungkook deslizó sus dedos dentro de los jeans de Taehyung y tiró de
ellos, notando como se deslizaban por sus caderas sin ni siquiera desabrochar
el cinturón. Entonces retiró también los boxers y quedó enfrentándose al
trasero de Taehyung.

Jungkook lamió sus labios y se inclinó hacia delante, inhalando el olor a


almizcle, un aroma dulce.33

—Ah, Dios mío —gimió suavemente Taehyung, ladeando su cabeza y dejando


que su cabello cayese sobre su cara. Sus palmas estaban extendidas sobre el
grueso vidrio y separó las piernas, empujando su trasero hacia atrás para
Jungkook.1

A Taehyung se le ocurrió, justo antes de que los labios de Jungkook rozaran


sus testículos, que este podría ser uno de los momentos más sensuales de su
vida. Jungkook estaba de rodillas detrás suyo, y ellos estaban a punto de
hacerlo en el estudio de grabación.7

Toda la situación se había vuelto porno, y las rodillas de Taehyung


temblaron.5

Jungkook lamió el trasero de Taehyung una vez, su lengua deslizándose a


través de la entrada con rapidez.1

—Más —lloriqueó Taehyung.

Jungkook lamió con la misma rapidez, molestando a Taehyung con las


aceleradas lamidas.

—Necesitas practicar las canciones —dijo Jungkook. Dio a la entrada de


Taehyung una firme y larga caricia, con su lengua y, entonces, comenzó a
besar la parte posterior del muslo.

—Kookie, vamos, por favor.


—Quiero escucharte cantar —dijo Jungkook—. Quiero escuchar... A little
death. Y oiré las duras "erres".30

Taehyung tembló, sosteniéndose contra el cristal, y empujó su trasero hacia


atrás.

—No estoy cantando.

—Bien... —Jungkook empujó los pantalones de Taehyung hacia sus tobillos—.


Entonces encontraré otras cosas que besar. —Mordisqueó la pierna de
Taehyung, besando detrás de sus rodillas.

—¡Jungkook! —Taehyung chocó su nariz contra el vidrio y suspiró—. Ugh, está


bien. —Sus mejillas ardían completamente rojas de vergüenza, excitación y
molestia, pero se encontró cantando de todos modos—. Vacancy was lit, the
guests were checking in... The concierge was cold...14

Jungkook lamió hasta su muslo, acariciando con su lengua sólo la parte


inferior de su trasero.

—The water pipes had mold all over them...uh, The room was fit for two... —
Taehyung exhaló. Estaba hablando más que cantando, y entendió la ruda
mordida de Jungkook a su muslo izquierdo como una señal de que debía
esforzarse más.

—The bed was left in ruins... Oh, Dios... The neighbor was knocking... Mierda,
tú me estas volviendo loco, Jungkook —lloriqueó.5

Jungkook se detuvo

—No creo que así vaya la canción...46

Presionó su cara contra el trasero de Taehyung, haciendo que chillara.


—But no one would let him in... Jungkook, no puedo... Touch me yeah... Oh
mierda, has que me corra, por favor...18

—Termina la canción.

—Termíname —demandó Taehyung, empujando su trasero contra la cara de


Jungkook y escuchando como él gruñía.12

—Quiero escucharte cantar —dijo Jungkook.

Taehyung miró sobre su hombro y dio a su gemelo una acalorada mirada. —


¿Estás bromeando? Tú siempre me haces cantar. Sólo tienes que tocarme.3

Jungkook permaneció, por un instante, observando fijamente a su gemelo y


luego metió su cabeza y lamió lentamente por entre los pliegues del trasero de
Taehyung.

Eso era lo que tanto había estado esperando y casi gritó cuando la lengua de
Jungkook encontró de nuevo su entrada, y esta vez sin apartarse, presionó
contra él y luego le penetró.

—Sí —siseó Taehyung—. Oh, sí, Jungkook.

La lengua de Jungkook se movió más profunda y Taehyung sintió como el


dolor comenzaba a expandirse profundamente en su vientre. No existía nada
parecido a Jungkook lamiéndolo allí, nada como eso en el mundo. Lo único
que disfrutaba más que eso era el miembro de Jungkook en su trasero.

—Mierda, fóllame —dijo Taehyung, repentinamente.

—¿Umm? —Jungkook se aproximó y tomó la erección de Taehyung,


comenzando a bombearla rítmicamente—. ¿Así?
—Oh... Dios. —Taehyung cerró sus ojos y los dedos de sus pies se tensaron
dolorosamente. Estaba viendo estrellas, así de bien Jungkook lo masturbaba,
pero no estaba sorprendido. Su gemelo siempre lo hacía ver galaxias.7

—Canta —dijo Jungkook en un tono tan casual que enloqueció a Taehyung.


Sus testículos se sentían tensos y a medida que pensaba acerca de la
situación, realmente pensar sobre ello, no podía creerlo.

Tomó un profundo respiro: —I want you to touch me there...

Jungkook presionó con fuerza el miembro de Taehyung haciendo que él


gritara: —Dios, perdón... perdón... Make me feel like I am... um ... breathing...
Ohh... Dios, Jungkook, allí. Jodidamente justo allí.10

Jungkook estaba bombeando la erección de Taehyung y presionando su


lengua tan profundamente dentro de su trasero que las piernas de Taehyung
casi se doblaban. No sabía cómo aún continuaba de pie, pero debía
continuar.1

—Feel like I am... —Los ojos de Taehyung se abrieron desmesuradamente. Su


vientre estaba tan caliente y lo único que esperaba era ser follado—. Oh,
Jesus. Jungkook...1

Jungkook movió su boca hacia atrás y Taehyung soltó un gemido frustrado

—¿Like I am? —preguntó Jungkook y presionó su lengua de nuevo dentro del


ansioso trasero de Taehyung.

Taehyung gritó, su estómago se agitó violentamente: —¡Human! —gimió y se


corrió con fuerza. Su semen golpeó la ventana y sus brazos—. Joder... joder...

Quería derrumbarse, colapsar sobre el suelo, pero Jungkook lo sostuvo. Pudo


sentir a su hermano detrás de él y de repente había un miembro caliente
rozando su trasero.3
—Oh, Dios —gimió Taehyung.

La erección de Jungkook golpeó su entrada y empujó ligeramente contra ella.

—Taehyung, voy a...

—Sí.1

Jungkook presionó hacia delante, casi deslizándose dentro de Taehyung,


cuando escuchó un ruidoso golpeteo sobre la puerta. Taehyung alzó la vista y
chilló, viendo a Jimin en la ventana. Por suerte, Jimin estaba del otro lado y
probablemente sólo podía ver sus pechos, pero Taehyung aún estaba
mortificado y alejó rápidamente a Jungkook. Frotó su antebrazo contra el
cristal, borrando cualquier prueba de su orgasmo.47

—¡Ustedes! —gritó Jimin, su voz se escuchaba claramente a través del


intercomunicador. Fue entonces cuando Jungkook se dio cuenta de que había
dejado la maldita cosa encendida. Ambos gemelos estaban rojos en su
totalidad, tirando de sus ropas frenéticamente—. Se dan cuenta de que esta
cosa está encendida, ¿no? Jesús, ustedes son como... jodidos conejos o
algo.111

—Mierda —gruñó Jungkook, abrochando su cinturón y ajustando su guitarra—


. Mierda, estoy tan duro.

—Todavía puedo oírte —dijo la enfadada voz de Jimin.63

—¡Cállense! —contestó bruscamente Taehyung, alisando su cabello y bajando


su camiseta. Se alejó de Jungkook y se retorció un poco, sintiéndose
incómodo. La parte delantera de sus pantalones estaba húmeda y no se sentía
bien contra su caliente ingle—. Oh, Dios.

—¿Qué es lo que quieres? —preguntó Jungkook, irritado.


—Yo sólo... ¿están todos decentes ahí dentro? —gruñó Jimin a través del
intercomunicador.

—Sí —dijo Taehyung despacio, atormentado.

La puerta se abrió violentamente y Jimin entró, luciendo disgustado.

—Jesús, nunca jodidamente de nuevo me haré cargo, y les dejaré a ustedes


que lidien la próxima vez si pasa algo.1

Taehyung ni siquiera podía levantar la mirada, y Jungkook suspiró.

—¿Qué?

—Bajé para decirles —dijo Jimin con desánimo— que Jackson está en camino
y que quiere practicar una cosa más con Taehyung. Sin embargo, parece que
Taehyung está ocupado, entonces si quieren que le llame de nuevo...

—Jodete —murmuró Taehyung.

—Bien, bien —Jimin lucía como si quisiera ahorcarse a sí mismo, aunque había
un rastro de sonrisa en su cara—. Tal vez, um... no tengan su tiempo de
gemelos donde todo el mundo pueda encontrarlos.8

—Oh, Dios —gruñó Taehyung—. No pretendíamos eso.

—Bueno —dijo Jimin, olfateando alrededor—. Ew. —Y con eso cerró la puerta,
apagó el intercomunicador y desapareció.23

—Realmente tenemos buenos amigos —dijo Taehyung, aún sonrojado.

—Amigo —corrigió Jungkook—. Hoseok probablemente hubiera renunciado al


grupo si fuese él quien hubiera entrado. Dios, ¿por qué somos tan estúpidos?

—Eso es simple —dijo Taehyung—. Tú eres jodidamente caliente.28

Jungkook sonrió.
—Sí que lo soy, ¿no?

Ambos sonrieron y entonces, estuvieron a punto de cometer el mismo error


que hacía unos minutos (implicando lenguas en el asunto), cuando Jackson
entró sin permiso.

—Dios, necesitamos un poco de moderación —murmuró Taehyung e


intercambiaron miradas acaloradas.4

—Quizá sea demasiado.

Jungkook alzó la vista de su Gibson. Taehyung y él estaban en la habitación


verde antes del primer concierto del nuevo tour, y los nervios eran muchos.
Taehyung estaba de pie delante de Jungkook, jugando con el dobladillo de su
camiseta.1

—No lo sé —replicó Jungkook, ajustando una de las cuerdas de su guitarra—.


Luchamos tanto para incluirla en la lista de canciones, y parece que las fans
también la quieren.

Taehyung se sentó al lado de Jungkook: —Todos estamos cansados, por


alguna razón estoy nervioso por el show. Es sólo una canción. ¿Y si la arruino?

—No lo harás... esa es la única cosa por la que no estoy preocupado —afirmó
Jungkook, sonriendo y frotando el hombro de su gemelo—. Deberías
preocuparte por problemas reales, como no caerte del escenario, o ser
golpeado por la caída de algún equipo de iluminación, o ser mutilado por las
fans.5
—No —gruñó Taehyung, enterrando su cara entre sus manos. Había
demasiadas cosas dando vueltas en su cabeza.

Ambos estaban nerviosos, y no era sólo miedo escénico.

—No puedo evitarlo, luzco completamente enamorado de ti cuando canto esa


canción —murmuró Taehyung, hablando muy bajo, para que nadie más que
su hermano lo escuchase.45

Jungkook arrugó la nariz y ladeó la cabeza con timidez. —Entonces... no nos


miremos. Será fácil, ¿sabes? De todas formas, estaré concentrado en no joder
los cambios en los acordes.1

Taehyung frunció el ceño, la respuesta no lo complació demasiado: —Bien,


supongo. Sí, de acuerdo. De todas formas, estaré cantándole al público.

Ahora fue Jungkook el que frunció el ceño. Esa respuesta tampoco


lo complació mucho: —Desde luego.

Taehyung le dio una pequeña sonrisa, se inclinó un poco y apretó su mano.

—De acuerdo. Muy bien. Saldrá...

—Bien —dijo Jungkook.

Taehyung asintió y la puerta del cuarto verde se abrió. Era un asistente.

—Estamos listos.

Los chicos se pusieron de pie y siguieron al chico al backstage, reuniéndose


con Hoseok y Jimin. Ellos también intentaron calmar sus nervios haciendo sus
propias rutinas. Jimin aún tenía sus auriculares, meciendo su cabeza al ritmo
de cualquier canción de Metallica que estuviera escuchando. Hoseok agitaba
sus brazos y tomaba aire profundamente.6

Los gemelos permanecieron juntos, sin mirarse el uno al otro.


Pero los dedos de Taehyung sujetaron fuertemente al borde de la larga
playera de Jungkook, presionando sobre la tela.

Después del concierto, todos mantenían aún la adrenalina de una


presentación espectacular, y la banda se había dejado llevar a un club para
pasar un buen rato y beber. Se estaba transformando en una tradición
terminar ebrios después de un gran concierto, y aunque Taehyung sentía su
cabeza un poco pesada, estaba teniendo un poco de diversión recostado en el
VIP, y viendo a Hoseok beber hasta el olvido, hasta olvidarse de su existencia.

Taehyung se encontraba sentado a un lado de Jungkook, manteniendo


suficiente espacio entre ellos, pero sonrojándose debido a que sus dedos
estaban entrelazados debajo de la mesa.11

—Kookie... —dijo despacio, apretando la mano de su hermano.

Jungkook levantó la vista de su cerveza: —¿Hm?

—No me miraste en ningún momento, durante A Daily Song —dijo Taehyung,


con un pequeño puchero sobre sus labios36

Jungkook observó como Hoseok hacía desaparecer otro trago. No podía creer
cuánto podía tomar y se preguntó si pediría otro.

—Lo sé, ese era el plan. Te dije que podríamos hacerlo.

—Pero... —Taehyung apretujó los dedos de Jungkook—. Te miré todo el


tiempo.18

—Taehyung...
—Lo hice, no pude evitarlo. Esas palabras son para ti, Jungkook. No puedo
cantarlas al público porque no son para ellas. —Taehyung frunció el ceño.31

—Finge —masculló Jungkook.

—No me importa —replicó—. Seguiré cantándote a ti, y la próxima vez, si no


me miras... —Jungkook alzó sus cejas—. Te patearé —dijo Taehyung—. Fuerte,
en la espinilla.15

—No lo hagas —protestó Jungkook.

—Lo haré, si no me dejas cantarte nuestra canción.9

Los labios de Jungkook se curvaron en una pequeña sonrisa y Taehyung se


empujó un poco más cerca.

—De acuerdo.

El resto del tour transcurrió con tranquilidad, y pronto la banda encontró un


poco de tiempo libre, un poco de tiempo para esconderse y reinventarse.
Estaban disfrutando de un éxito que nunca antes habían tenido, y parecía que
no se detendría pronto.

Los gemelos pronto tendrían diecinueve años, algo que realmente habían
estado esperando. Se sentían habilitados para hacer muchas más cosas, sin
tener que responder tantas preguntas, ganando un poco de libertad1

—Libertad —dijo Taehyung una noche mientras él y Jungkook estaban


sentados juntos, en el departamento ubicado encima del estudio.

—¿Ah? —Jungkook estaba terminando un nuevo juego de video que Hoseok


había dejado.

—¿Qué opinas?
Jungkook miró hacia arriba, sólo por un momento para que el coche de
carreras que no sufriera un accidente: —¿De qué?

Taehyung bajó el anotador en el que había estado garabateando y avanzó


lentamente hacia Jungkook, extendiendo su antebrazo: —Mi siguiente tatuaje.

—Tienes demasiados.21

Taehyung empujó a su gemelo: —No es cierto.

—¿Por qué tienes que llenar todo tu cuerpo de tinta? —Jungkook frunció el
ceño, aunque no estuviera molesto. Los tatuajes de su gemelo le ponían más
de una forma8

—No es todo mi cuerpo, es sólo mi antebrazo. Justo aquí —dijo Taehyung


señalando—. Quiero tener escrito "Libertad" aquí. Casi cómo un regalo de
cumpleaños para mí mismo.

—¿Libertad?

—Sí —asintió Taehyung—. Creo que me representa... y a ti. Finalmente vamos


a ser libres.

—Taehyung —dijo Jungkook, suspirando y soltando el control del juego—.


Nunca vamos a ser libres.36

Los ojos de Taehyung se estrecharon con esas palabras.

—Jesús, Jungkook, no seas tan negativo. Todo va muy bien y... —Taehyung
apartó la mirada, sus labios se curvaron hacia abajo.

—No lo dije para molestarte —dijo Jungkook, moviéndose cerca. Tocó el


antebrazo de Taehyung, dejando que sus dedos trazaran el lugar donde
estaría el tatuaje—. Lo siento.

Taehyung apartó su brazo.


—Está bien... ya ni siquiera lo quiero.

—Taehyung...

—Y realmente lo quería. Antes.16

Jungkook frunció el ceño.

—Eso es tonto, Taehyung. No cambies de opinión sólo por algo que dije.1

Taehyung resopló y se movió todavía más lejos. Jungkook no estaba seguro


de qué se había metido dentro de Taehyung, y demonios, ni siquiera el otro
estaba seguro el porqué estaba con ese estado de ánimo. Había estado tan
emocionado por el tatuaje y había esperado que Jungkook también lo
estuviera.15

—Bueno, lamento si lo que dices significa algo para mí —se quebró.10

Jungkook puso los ojos en blanco: —También me preocupo por lo que dices,
pero tienes que ser tú mismo. Algo así como que yo llevaré la ropa que quiera
a nuestra fiesta.

Ese era un tema delicado y los ojos de Taehyung se entrecerraron aún más.
Jungkook hubiera deseado no abrir la boca.

—Eso es injusto —dijo Taehyung con petulancia—. ¿No puedes usar un traje
por una noche?

—No usaré un jodido traje —dijo Jungkook, su cara se sentía repentinamente


caliente Taehyung podía exacerbarlo (en muchas formas), tan fácilmente—.
¿Cuándo fue la última vez que me viste usando uno? ¡Ni siquiera me puse un
traje para la graduación! La última vez... papá me obligó a vestirme así cuando
tenía... cinco años.
—No estoy obligándote —contestó Taehyung tensamente, apretando los
dientes—. Puedes hacer lo que quieras. Sólo estoy preguntándote porque, no
lo sé, significaba algo para mí. Todo el mundo va a estar bien vestido. Si
quieres ser el único imbécil ahí... Carajo, incluso Hoseok llevará un traje.6

—Hoseok puede usar un traje —respondió cortantemente—. Yo no.

—Esto es típico. —Taehyung tornó los ojos y miró de lejos a Jungkook—.


¿Sabes qué? Mañana ni siquiera tienes que venir conmigo para ver el local
para nuestra fiesta. En realidad, ni siquiera tienes que venir a nuestra fiesta de
mierda.4

—De acuerdo, haré eso —replicó Jungkook con sarcasmo—. Ten la última
palabra.

—Jódete —escupió Taehyung cruzando sus brazos.

—Jódete a ti mismo —dijo Jungkook, volviéndose al videojuego—. Y mientras


estás en eso, escribe "libertad" por todo tu cuerpo y, de paso, ponte un traje
con Hoseok.43

Taehyung dejó la habitación dando un fuerte golpe contra el piso y


maldiciendo a Jungkook, quien apretó los dientes y encorvó sus hombros.
Repentinamente, el apartamento se sentía muy pequeño y ya estaba
comenzando a temer que dormiría solo esa noche.

Los gemelos siguieron por un vestíbulo al hombre de traje, silenciosamente.


Tenían la cita programada hacía más de un mes para ver el lugar en donde se
realizaría su fiesta de cumpleaños y, aunque no se hablaran el uno al otro,
ambos sabían que no podían omitirlo.

—Aquí está la barra —dijo el hombre mostrándoles una enorme habitación—.


Será barra abierta por una tarifa plana que cubriremos en el contrato. Sus
invitados podrán entrar y salir de aquí y, a continuación, ingresar al el salón de
fiestas con una pista de baile. Por aquí.

Taehyung se cruzó con una gran zancada delante de Jungkook y se mantuvo


al lado del hombre. Jungkook rodó sus ojos y miró alrededor. Debía admitir
que el sitio era bastante agradable. Taehyung tenía buen ojo.

—¿Su fiesta tendrá un tema? —preguntó el hombre.

—Sí, todos usarán trajes —no pudo evitar decir Jungkook.

Taehyung gruñó: —Será una noche de Casino.

—Ah —respondió el hombre, ignorancia, por educación, la tensión entre los


gemelos—. Bueno, tenemos un código de vestimenta, pero puede hacerse una
excepción para una fiesta privada.

—Eso no será necesario —dijo, dulcemente, el menor de los gemelos.


Jungkook se mordió la lengua.

—Entonces, ¿qué opinan? —preguntó—. Puedo ir por el papeleo e iniciaremos


el trámite de alquiler.

—Bueno, estamos esperando a alguien más —dijo Taehyung, echando un


vistazo a su hermano—. Se supone que nuestra madre se reuniría con
nosotros aquí.

—Pero el lugar es genial —dijo Jungkook—. Estoy seguro de que podemos


empezar con el trámite.
Taehyung sacudió la cabeza: —No, no, tenemos que esperar. Prometimos que
ella podría revisar el lugar antes de...

—Es nuestro dinero, y yo digo que lo hagamos —interrumpió Jungkook—. Y


creo que debemos hacer excepciones con el código de vestimenta —le dijo al
hombre que lucía incómodo en extremo.17

—De acuerdo —contestó el señor aclarándose la garganta—. ¿Qué tal si ambos


echan un vistazo alrededor un poco más y, por si caso, iré a traer los papeles?
Mientras pueden esperar a su mamá.

Él se alejó con rapidez, y los gemelos podrían haberle dicho que no era
suficientemente rápido. Taehyung suspiró y se cruzó de brazos, y miró a su
hermano con ira.

—¿Qué? —preguntó Jungkook—. Es nuestro dinero.

—Ella es nuestra madre.

—Nunca antes te preocupaste por lo que pensara —respondió—. Y no usaré un


traje.

—Bien —dijo Taehyung en voz alta, volteándose y caminando a pisotones—.


Tengo que ir a revisar los baños.

Jungkook vio a su hermano alejarse y sintió ira revolviéndose en su vientre. La


pelea había sido estúpida y ya había pasado demasiado tiempo. Normalmente
se besarían y lo arreglarían luego de una hora. Pero ahora no se habían
hablado más de un día, y Taehyung era tan obstinado. Jungkook suspiró en
voz alta y caminó detrás del otro chico. Pensó en el compromiso... tal vez
podría usar un traje, uno casual. La idea casi le hizo enfermar, los trajes eran
tan incómodos y formales y picaban y...21
Empujó la oscilante puerta del baño y vio a Taehyung de pie frente al espejo
observándole con una mueca.

—¿Están a tu gusto? —no pudo evitar preguntar—. Los baños.

—Están bien.

—Vamos, Taehyung.

Taehyung observó fijamente a su hermano en el espejo con los hombros


tensos: —Piensas que soy un idiota, lo entiendo.

—No... —Jungkook se calmó—. Nosotros sólo... somos diferentes. Tú quieres


trajes y yo quiero reservar este lugar.

—¿Por qué el traje es un gran maldito problema? —preguntó Taehyung.


Colocó su mano contra el espejo, con la palma hacia abajo, y curvada en un
puño—. ¡Haces que me enoje tanto!

Jungkook sacudió la cabeza, acercándose por detrás de Taehyung.

—Taehyung... —Acarició la espalda de su gemelo. Se hallaba cansado de


discutir, y más porque su cumpleaños estaba tan cerca.

—No trates de ser dulce únicamente para callarme —dijo Taehyung girando y
quitando la mano de Jungkook—. Quiero que estés de mi lado.

—Estoy de tu lado, siempre lo estoy —replicó Jungkook. Se acercó de nuevo y,


esta vez, Taehyung no lo alejó—. Mi cielo... —dijo agarrando la mejilla de su
gemelo.37

—Entonces, usa el traje y no te burles de mi tatuaje —dijo Taehyung con un


exagerado puchero.1

—Taehyung, fui estúpido en cuestión al tatuaje.


—Siempre eres estúpido. —Los labios de Taehyung se curvaron en una
pequeña sonrisa—. Ésta es una pelea estúpida, ¿no?30

—Una de las más estúpidas —concedió Jungkook. Besó la barbilla de su


gemelo con suavidad, sosteniendo su cara—. ¿Te gusta el lugar?

—Era perfecto —dijo Taehyung inclinándose sobre la mano de Jungkook.

—¿Era?

—Ahora no —sonrió Taehyung—. Peleamos en él.

—Pero nos arreglamos —dijo Jungkook. Se inclinó sobre la cabeza de


Taehyung y besó sus labios.7

—¿Lo hicimos? —preguntó Taehyung. Su voz sonó casi sin aire, necesitada.

Jungkook asintió: —Lo siento.

—Yo también —respondió suavemente—. A pesar de que fueras un idiota.

—Taehyung —gruñó Jungkook.

—Bueno, bueno —dijo riendo un poco y abrazándole la cintura—. Quizá


tampoco use un traje.

—Sí, claro. —Taehyung sonrió contra los labios de su gemelo.

—Follame.61

Jungkook alzó las cejas y se alejó un poco: —¿Qué?

—Este no puede ser el lugar en donde peleamos, debe ser el lugar donde
follamos.31

Jungkook gruñó de nuevo y Taehyung presionó una pierna entre sus muslos,
enterrándola allí.
—Vamos, no puedes decir que no quieres —susurró Taehyung—. Ha pasado
tanto tiempo.

—Como todo un día.26

—Sí, dámelo —suspiró, presionando su creciente erección contra Jungkook—.


Duele, Kookie.

—No podemos —dijo Jungkook—. Taehyung, que pasaría si mamá...1

—Ella no puede entrar al baño de chicos, Kookie —le cortó poniendo los ojos
en blanco—. Además, nos hemos portado tan bien.4

—No es cierto —dijo Jungkook, pero él ya había cedido, tirando de Taehyung.


Encontró uno de los cubículos y empujó dentro a su hermano—. Siempre
somos malos.6

—Tú eres malo —dijo Taehyung, y Jungkook lo empujó contra la puerta—.


Estoy indefenso contra ti.

Jungkook gruñó con las palabras y cerró la pequeña puerta.

—Taehyung, Jesús. —Besó la garganta de su gemelo, acarició sus costados, y


gimió—. Jesús.19

Sus labios se encontraron y sus manos se unieron. Eran chicos muy malos.23

Eunbi entró al club rápidamente, echando un vistazo a su reloj y resoplando.


El tráfico había estado horrible y llegaba tarde. Odiaba llegar tarde.25
Y no había visto a sus hijos en meses. Se sentía nerviosa, pero aún más, se
sentía estúpida por sentirse nerviosa. Eran sus hijos, no importa lo que pasase.

—Buenas tardes —dijo un señor parado detrás de un podio, tomando notas—.


¿Puedo ayudarla, señora?

Eunbi se deprimió; odiaba que la llamaran "señora".9

—Sí, mis hijos deberían estar aquí...

—Oh, usted es la señora Kim —dijo el hombre, sonriendo.

Eunbi se erizó otra vez: —Sí —dijo con los dientes apretados, ni siquiera
molestándose en corregir al hombre—. ¿Dónde están los muchachos?

—Oh, ellos... están teniendo un intercambio de opiniones —respondió,


frunciendo el ceño—. Les dejé solos. Aunque les vi entrar a los baños. Justo
por allá.42

—De verdad —dijo Eunbi sin expresividad. Su estómago daba vueltas y


suspiró, cerrando los ojos momentáneamente. Eso no significaba nada, ellos
siempre estaban discutiendo, y que entraran juntos al baño no significaba...
nada—. Bien.19

—Pero han estado allí durante veinte minutos más o menos. Tal vez no los vi
salir —continuó el hombre.39

Eunbi apretó los labios.

—Gracias, señor. Voy a esperarlos aquí.2

—¿Qué piensa del lugar? —Preguntó el hombre.

—Hermoso —dijo Eunbi rápidamente. Estaba a punto de buscar un lugar para


sentarse cuando sus hijos salieron tropezando del baño, riendo, molestándose
y empujándose. Eunbi alzó sus cejas. El rostro de Taehyung estaba sonrojado,
su cabello algo enredado, y Jungkook lucía... satisfecho.49

—¡Mamá! —gritó Taehyung separándose de su hermano y corriendo para darle


un abrazo.

Eunbi se dejó envolver por Taehyung y le devolvió el abrazo, tratando de no


notar lo sudoroso que él se sentía.

—Hola, cariño —dijo suavemente, alejándose un poco y mirando a su hijo.


Miró por sobre el hombro de Taehyung y vio a Jungkook. La expresión en la
cara del mayor de los gemelos le recordó con vaguedad la misma mirada que
él le había dado cuando eran niños y ella salía por la tarde, dejándolos con
una niñera.

La mirada en la cara de Jungkook decía "mío", y Eunbi dejó ir a Taehyung.56

—Hola, Jungkook —saludó a su otro hijo—. Dame un abrazo, ¿sí?2

Jungkook finalmente dejó ir una diminuta sonrisa al abrazar a su madre.

—Luces bien, mamá.

—Entonces, chicos —dijo ella con un ligero tono de desaprobación. Taehyung


se sonrojó un poco con la mirada que le dio y Eunbi hubiera querido decir
algo, hacer algo.

Pero, ¿qué podría decir que ya no hubiera dicho? ¿Qué podría hacer? Ya no
eran sus pequeños niños, y no podría controlarlos nunca más, aunque sabía
que, la verdad, nunca había tenido el control.20

Así que, Eunbi se lo tragó y mantuvo la boca cerrada.19

—Veamos el lugar —dijo.


Taehyung soltó un gritito de entusiasmo y la tomó de su brazo llevándola por
el club mientras, detrás, Jungkook los seguía con lentitud, sacudiendo la
cabeza.

Jungkook casi cayó de la escalera, pero Taehyung lo agarró alrededor de la


cintura y los estabilizó a los dos.

Por supuesto, sólo fue por un momento porque, a continuación, cayeron hacia
delante, riendo histéricamente.

—¡Taehyung! Salte de encima, pesas —resopló Jungkook, riendo y Taehyungle


aplastó aún más.

—Quiero estar arriba —dijo Taehyung riendo tontamente contra el oído de


Jungkook. Por alguna razón, habían escogido subir las escaleras en vez de
tomar el elevador, y tan ebrios como estaban, recién habiendo cumplido
diecinueve años y llegando de su fiesta, no se encontraban en condiciones de
subir muchos escalones.34

—De ninguna forma —dijo Jungkook. Hizo rodar a Taehyung y ambos


volvieron a reír—. ¿Realmente quieres estar arriba?

Taehyung hizo una cara y trató de ponerse de pie.

—Ni siquiera puedo ver hacia delante con claridad —dijo—. Vamos, ¡quiero
una cama!

—Sshh —Jungkook pasó un brazo por el cuello de Taehyung, y éste chilló


cuando llegaron a su piso—. Aparte, tengo algo para ti.
—¿Hmm? —parpadeó Taehyung subiendo el último peldaño y manteniendo el
equilibrio—. Ah... Ah, bien. Estamos aquí. ¿Qué vas a darme?5

—Vamos a buscarlo. —Jungkook tomó la mano de Taehyung y se empujaron a


través de la pesada puerta de su piso de hotel—. Mmm, hueles a...

—Cerveza. Vino. Tragos —sonrió Taehyung—. Joder, tan ebrio... tan ebrio...1

—¿Cuál habitación? —masculló Jungkook.

—Trescientos... cuarenta... esa —dijo Taehyung, señalando hacia una puesta y


tocando allí.

—No —siseó Jungkook, separando a Taehyung—, no es esa.

Taehyung golpeó de nuevo antes de que Jungkook lo empujara hacia el final


del pasillo. Tenían la última habitación en el piso, una gran habitación, una
suite. Jungkook había pedido una especial, dejando saber a todo el mundo
que entretendría a alguien allí, esa noche.

Y eso haría. Rebuscó la llave en su pantalon y la sostuvo, tratando de enfocar


la vista: —Mierda.

—Cama —susurró Taehyung. Jungkook asintió.15

—Sí... bien —dijo y deslizó la llave por la puerta y ambos cayeron hacia
adentro, riendo y sosteniéndose mutuamente. Cuando la puerta se cerró,
Jungkook depositó a Taehyung contra la pared y le besó tan fuerte que casi se
quedaron sin aire.

—Joder —dijo Taehyung, con los ojos abiertos de par en par. Agarró los
hombros de Jungkook, tirando de él—. Hazlo de nuevo.

Jungkook sonrió de lado. —Voy a sacarte ese traje.


La cara de Taehyung se encendió, y ambos miraron hacia abajo al flamante
traje rayado de Taehyung.

—Tengo algo aún mejor bajo él —dijo Taehyung débilmente.22

—Oh, espera. —Jungkook tropezó un poco, guiando a Taehyung en la


habitación. Cuando llegaron al dormitorio principal, vieron la espléndida
cama extra grande, dos botellas de vino y la guitarra acústica de Jungkook
descansando en la parte superior del edredón—. Tengo que... tengo un regalo
para ti —murmuró, con las mejillas enrojecidas.

—Lo sé. —Taehyung comenzó a tirar de la chaqueta de su traje, pero Jungkook


lo detuvo.2

—No, realmente tengo algo.

—Yo también.

—No, realmente lo tengo —insistió Jungkook haciendo que Taehyung se


sentara en la cama—. Voy a tocar esto para ti.32

—¿Qué? —Taehyung parecía de repente interesado, sus ojos estaban


seriamente centrados en su hermano.

—Yo... —miró hacia abajo—. Escribí algo.58

El rostro de Taehyung brillaba y cubrió su boca con una mano riendo.

—¡Kookie! Eso es tan... tan...

—¿Tonto? —Estaba sonrojado—. No tengo que hacerlo, es estúpido y yo...

Taehyung estaba fuera de la cama en un segundo, agarrando a Jungkook y


besándolo descuidadamente en la boca.

—Oh, Jungkook, eso es tan romántico.20


Jungkook tembló un poco dentro del agarre de Taehyung. No era muy bueno
en este tipo de cosas, no sabía exactamente qué decir ni qué hacer. Pero
Taehyung parecía excitado, y no se estaba riendo de él, al menos no todavía.

—Tócala para mí —dijo Taehyung, arrastrando a Jungkook hacia la cama—.


Toca mi canción. Nadie nunca me había escrito una canción antes.13

—Y tú me has escrito un montón. —Jungkook ladeó la cabeza y se rascó detrás


de la oreja con timidez—. En sí no es mucho... Espero que te guste.6

Tomó la guitarra, sus dedos estaban lentos y perezosos a medida que


arrancaba unas notas. Taehyung hizo un gesto y Jungkook sonrió—. ¿Tal vez
demasiado ebrio?1

—Tócala de todas formas, eres bueno —alentó Taehyung. Se estrechó y


acarició los dedos de Jungkook, sobre las cuerdas—. ¿Tiene letra?

Jungkook sacudió la cabeza. La canción era algo en lo que había estado


trabajando en secreto durante meses, y si no estuviera tan borracho, se
hubiera decepcionado de saber que lo jodería tan espléndidamente. Sus
dedos no cooperaban y en cuanto comenzó a tocar, escuchó el desafinado
tono de las notas.

Estaba orgulloso de la canción y realmente había querido tocarla para


Taehyung antes de la fiesta, pero el tiempo no le había alcanzado y las cosas
habían quedado así.

Ahora estaban tan ebrios y Jungkook se hallaba masacrando la canción.5

Pero Taehyung no parecía notarlo. Estaba de rodillas delante de Jungkook


con los ojos muy abiertos y brillosos. Lucía como si pudiera ponerse a llorar.

Jungkook lo amó aún más entonces, tan obviamente cautivado con algo sólo
porque él lo había hecho y sólo porque era dirigido a Taehyung.16
—Oh, Kookie —suspiró Taehyung. Jungkook tocó una parte particularmente
desafinada y Taehyung ni siquiera se estremeció—. ¿Para mí?52

Jungkook asintió, mirando hacia abajo, a medida que sus dedos arrancaban
descuidadamente los acordes. Eso debía hacerlo al final de la canción... si
hubiera un final. No estaba muy seguro.

—Mierda —murmuró. Había cambiado completamente los tonos, pero


Taehyung aún estaba cautivado viéndole con los ojos muy abiertos.1

—Jungkook —murmuró Taehyung, acariciando la rodilla de su hermano—.


Mmm, Dios, eres tan dulce Kookie...

—Nah —masculló mirándolo y sonriendo.8

—Continúa —insistió Taehyung.

De repente, los dedos de Jungkook parecían haber despertado, comenzaron a


tocar la canción maravillosamente y Taehyung se apoyó contra las piernas de
Jungkook, abrazándolas.

Besó los nudillos de Jungkook mientras tocaban y acarició los costados de su


gemelo. Jungkook continuó viéndolo de reojo, sus mejillas ahora
permanentemente rojas.

Pronto la melodía desapareció y Jungkook no tocó más, pero sostenía la


guitarra y se miraba fijamente sus dedos.

—Entonces, eso fue todo —dijo con tranquilidad.

Taehyung se quedó callado por un momento, y entonces se levantó, tomó la


guitarra, y empujó a su gemelo sobre la cama con gentileza.

—Eso fue —dijo Taehyung—, lo mejor que he escuchado nunca.18


Jungkook le dedicó una sonrisa, viendo como Taehyung se quitaba la
chaqueta de su traje y pateaba sus zapatos.

—¿En serio?

—Mhmm —canturreó Taehyung quitando los zapatos de Jungkook para


después trabajar en su cinturón—. Ahora quiero mostrarte...

—Nada que no haya visto antes.10

Taehyung sonrió con satisfacción, todavía sosteniendo el cuello de la guitarra


de Jungkook. Besó la madera lisa y Jungkook gimió.27

—Sólo mátame de una vez —dijo Jungkook.9

Taehyung dejó la guitarra a un lado y tiró de sus pantalones hasta que sólo
quedó con una diminuta camiseta negra y boxers. Avanzó lentamente sobre
Jungkook y besó su mandíbula.

—Estoy arriba —susurró.9

—Joder, no —gimió Jungkook. Taehyung descendió sólo un poco sobre el


lóbulo de su oreja, y luego deslizó su lengua por el cuello de Jungkook.

—No seas tonto, Kookie —dijo Taehyung, acomodándose sobre Jungkook—.


Quiero montarte51

Jungkook se atragantó con las palabras que habría querido decir y besó a
Taehyung profundamente. Se sostuvieron el uno en el otro y comenzaron a
moverse juntos. Cuando Taehyung arqueó su trasero, sentando sobre sus
muslos, Jungkook se sintió un poco avergonzado.

—Tú podrías... estar arriba si quisieras. Digo, de verdad arriba. —En realidad,
no le gustaría estar abajo, no es así como él es, pero si su Taehyung quisiera,
podría dárselo.78
Le daría cualquier cosa, incluso eso.

Taehyung rió tontamente, cubriendo su boca y encorvándose, riendo


fuertemente.

—Jungkook, eres muy tonto —dijo entre risitas—. Así no es como nos
complementamos, tontito.35

Jungkook se sintió aliviado a medida que Taehyung calmaba su risa,


sosteniéndolo de los hombros. Taehyung se colocó sobre la ingle de su
gemelo, contorneándose, haciendo presión hacia abajo. Ambos gruñeron
cuando el trasero de Taehyung se frotó contra la dura erección de Jungkook.

—Ugh —murmuró.

—Mm —respondió Taehyung, cerrando sus ojos—. Desnudos.

Jungkook asintió, tomándolo por la cintura y empujándolo delicadamente


hacia atrás. Taehyung se movió hacia adelante y empujó la playera de
Jungkook hacia arriba. Pero la camiseta capturó el cabello de Jungkook,
haciendo que Taehyung riera, besando la cara de su hermano.

—Vamos —dijo Jungkook, señalando hacia la camisa de Taehyung y


sonriéndole abiertamente.

Taehyung sacudió la cabeza y cruzó sus brazos.

—No, tú.

—¿Yo?

—Quítatela —lloriqueó Taehyung, deslizando sus propios boxers por sus


cadera.24

Jungkook jadeó y quitó su camiseta rápidamente. La lanzó hacia un costado y


volvió a mirar, Taehyung estaba absolutamente desnudo encima de él.
Jungkook parpadeó, no sabiendo cuando había pasado o como, solamente
necesitaba poner sus manos sobre Taehyung.

—Dios —murmuró Jungkook, acariciando con su nariz el pecho de Taehyung,


quien ronroneó un poco, inclinándose calurosamente sobre los labios de
Jungkook—. Te amo...

—Te amo —dijo Taehyung, sus ojos centellaron a medida que sus caderas se
mecían hacia adelante y atrás sobre Jungkook. Taehyung alcanzó la cintura de
los pantalones de Jungkook y tiró de ellos, sus fríos dedos rozaron las caderas
de su gemelo.

—Kookie —dijo suavemente, exponiendo a Jungkook, quitando el resto de su


ropa—. Kookie. —Respiró directamente contra el oído de Jungkook, rasposo y
húmedo.

—¿Sí? —preguntó entrecortadamente Jungkook. Taehyung aún permanecía


encima suyo, sus cuerpos desnudos presionándose juntos.

—Feliz cumpleaños —dijo Taehyung, y se inclinó para darle un abrasador


beso. Besar a Taehyung era como ser golpeado por una fuerte ola, se sentía
cubierto y como si no pudiera respirar. Iba a ahogarse, pero estaba bien.4

Se besaron más y más duro, retorciéndose juntos, y Jungkook estuvo seguro


de que se correrían antes de haber comenzado, estaban demasiado bebidos y
necesitados.

Pero Taehyung se alejó de Jungkook, todo ese maravilloso calor y peso se


alejó de su cuerpo, y Jungkook se hundió entre las almohadas y el colchón.

Sin Taehyung, parecía como si estuviera perdido en el océano, cerró los ojos
sintiéndose a la deriva, estaba cansado, duro y tan caliente.
El calor de su gemelo regresó, sobre sus muslos, aunque no podía verlo. Sus
ojos no estaban cooperando y el tiempo se estiró o acortó, con pensamientos
breves y rápidos, no estaba muy seguro.

Todo lo que sabía era que su miembro de pronto había sido cubierto, y
cuando finalmente fue capaz de abrir los ojos, pudo ver a Taehyung
arrodillarse sobre él. Estaba acariciando su miembro con lubricante.

—Voy a sentarme sobre él —murmuró Taehyung, acomodándose sobre


Jungkook—. Kookie.1

—Por favor —suplicó Jungkook, colocando sus manos sobre las caderas de su
gemelo—. Taehyung.

Taehyung cerró los ojos y dejó que su cabeza cayera hacia atrás mientras se
penetraba a sí mismo, lentamente, sin duda. Sus piernas temblaban y
Jungkook lo observaba con la boca abierta, lamiendo sus labios y con la
sensación de que su boca estaba seca.6

Con Taehyung aún sentado sobre su erección, permanecieron durante un


largo instante en silencio, Taehyung miró a Jungkook sonriendo vagamente.

—Esta es la única cosa que tiene sentido —Taehyung suspiró, haciendo que
sus pestañas se movieran rápidamente.

Jungkook asintió, aunque no podía encontrar las palabras. Tenía muchas,


pero su boca no cooperaría con él. Sólo observó a su pequeño hermano,
presionando su miembro, y dejó salir un jadeo

Ahora tenían diecinueve años, verdaderos adultos, y ya no tendrían que dar


respuestas a nadie.21

Sólo a sí mismos.
-

Eunni estuvo tensa toda la noche.14

Mingyu continuaba diciéndole que se calmara. Pero ella sabía que él sólo
imaginaba que estaba nerviosa porque la noche saliera bien. Ella sería la
anfitriona de una pequeña fiesta de cumpleaños para los gemelos, en su casa
de Seul, y casi todos los parientes que tenían, irían. Eunbi había contratado
una empresa de catering, además de su propia comida casera.

Sin embargo, no podía mantener los ojos alejados de sus gemelos, le dolía lo
malas que se habían vuelto las cosas

Ya no podría volver a disfrutar realmente el estar con sus hijos. Ya no podía


relajarse igual que siempre. Desde luego que los amaba, nada podría apartarla
de ser la seguidora y fan número uno de los chicos, pero no podía apoyar eso
que nadie sabía excepto ella.21

Esperaba, al menos, que ella fuera la única.2

Pasó la mayor parte de la velada alejada de sus hijos, viéndolos


entremezclarse alrededor, sonriendo correctamente hacia las personas que
no habían visto hacía años.

Los observó con un penetrante interés; ¿podría alguien más ver lo que ella
veía? ¿Eran tan obvios como le parecían?37

Jungkook colocó su mano en la espalda de su gemelo y lo guió hacia la cocina,


le sirvió una bebida y una servilleta, y se inclinó muy cerca, susurrando algo en
el oído de Taehyung.
La escena lucía tan íntima, tan enfermizamente mal, que Eunbi comenzó a
enervarse. ¿Todos lo sabrían si ellos seguían comportándose de esta forma?

—Whoa, cálmate —dijo Mingyu, apretando su mano—. Parece que estás a


punto de explotar, ¿está todo bien?

Eunbi tomó una gran bocanada de aire e hizo un intento de sonrisa.

—Puedes hacerlo mejor que eso —dijo Mingyu—. Vamos, sólo los tenemos por
una noche, vamos a sacar el máximo partido de ello.8

Ella sacudió la cabeza.

—¿No crees que los chicos están actuando extraño?

Mingyu entrecerró los ojos, mirando a través de la sala donde Taehyung y


Jungkook estaban hablando con sus abuelos. Se encontraban muy cerca,
¿pero no lo habían estado siempre? Le pareció que todo lucía muy normal.

—Lucen bien a mi parecer, saludables y descansados por una vez —dijo


Mingyu—. De verdad, ¿qué pasa?

—Sólo... —su voz se fue desvaneciendo mirando a sus hijos con fijeza. El dedo
meñique de Taehyung se había enganchado del cinturón de Jungkook,
tirándolo juguetonamente más cerca—. Mingyu...75

Mingyu, mirando la misma escena, rió un poco.

—Se ven bien —dijo él—. ¿No estás feliz de que estén en casa por una vez y no
luzcan desarreglados?

—Sí... —Eunbi suspiró y se inclinó sobre él. Mingyu pasó un brazo alrededor
suyo, abrazándola.

—Ya sé lo que pasa —susurró Mingyu.


Eunbi casi se congeló. Abrió desmesuradamente los ojos: —¿Qué?

Mingyu puso su boca cerca del oído de Eunbi.

—Estás triste porque tienen diecinueve, y ya no serán tus pequeños niños.


Ahora son adultos.31

Eunbi rió sintiéndose aliviada. Si Mingyu, que había vivido en la misma casa
con ellos todos esos años, no lo había notado, ¿entonces quién podría?20

—Y otra cosa —continuó Mingyu.

—¿Qué? —preguntó Eunbi con brusquedad.

—Es por Taehyung, ¿no es cierto?

—¿Qué hay sobre Taehyun?

—Ahora él recurre a Jungkook —respondió Mingyu acariciándole el pelo— por


ayuda. Piensas que has sido reemplazada. Eso debe ser difícil. Pero sabes que
siempre serás su madre5

Eunbi cerró sus ojos por un instante.

—¿Qué piensas? ¿Que realmente me ha reemplazado? ¿Qué quieres decir?4

—Quiero decir... —Mingyu se encogió—. Mierda, cariño, no lo sé. Míralos.

Eunbi sacudió la cabeza, escogiendo no hacerlo: —Mingyu...

—Nuestros niños ya no son nuestros niños, ya no, lo sé —dijo Mingyu


silenciosamente, besando su frente—. Pero está bien, se tienen el uno al
otro.44

Eunbi suspiró y se alejó de su marido, y recorrió el lugar fuera de la fiesta.


Alguien tocó su hombro y cuando ella volteó, vio a Taehyung ahí parado,
luciendo radiante.
—Hola, mamá —dijo Taehyung intensamente.

—¿Dónde está tu hermano? —preguntó Eunbi con frialdad, sorprendiéndose


de cuán fría había sonado.

—Él... no lo sé, no estamos casados —dijo Taehyung, apretando su brazo.65

El comentario era para aligerar el ambiente, una broma, pero a Eunbi le sentó
muy amarga, así que dio vuelta para alejarse.

—Mamá, espera, ¿qué mierda?

Eunbi se giró de nuevo.

—¿Qué es qué, Taehyung?

—¿Qué demonios ocurre?

—Nada —Eunbi le contestó con dureza—. Ve y saluda a tu tía abuela que acaba
de llegar.5

—De ninguna manera, nunca la conocí, y tú obviamente estás enojada con


nosotros —respondió Taehyung, parado en frente suyo con firmeza. Tenía su
cabello rizado, y su maquillaje era suave, pero aun mantenía un poder
extraño, tan extraño que Eunbi apenas había notado que había dicho
"nosotros".1

—Sólo ve —masculló Eunbi.

—Mamá —dijo Taehyung bruscamente. Jungkook estaba, de repente, detrás


de Taehyung, sonriendo hasta que notó las expresiones en sus rostros.

—¿Qué pasa? —preguntó. Eunbi sólo suspiró.

—Mamá está... —Taehyung le dio un vistazo.


—No hables así de mí, como si fuera yo fuera la que está mal —dijo Eunbi,
demasiado fuerte. Uno o dos primos se voltearon a mirar hacia allí y Eunbi
esbozó una falsa sonrisa—. Vengan conmigo.

Caminó lejos de la cocina y entró en el pequeño cuarto de baño del fondo de


la casa. Jungkook y Taehyung vacilaron un momento, pero le siguieron.

—Gran cumpleaños —murmuró Taehyung a medida que caminaban.

—Sólo no hagas que se enoje, deja que diga lo que quiera decir —le advirtió
Jungkook. Una vez que entraron en el baño, Eunbi cerró la puerta y se giró
hacia sus hijos.

—No me gusta la forma en la que se están comportando, la manera en que la


que estamos actuando. En especial aquí donde toda la familia está —dijo.
Juntó ambas manos tensamente y se movió con nerviosismo. Estaba
alterada.1

—¿Cómo estamos comportándonos? —preguntó Jungkook con voz


controlada—. La estábamos pasando bien.

—No me importa lo que te prometí antes —dijo Eunbi—. Sé acerca de ustedes


dos —le dijo a Taehyung.

—Lo sé —le soltó Taehyung—. Kookie me lo dijo.

—¿Y continuaste? —Eunbi lucía disgustada—. Estoy sorprendida de ti,


Taehyung.45

—¿Por qué de él? —dijo Jungkook airadamente—. ¿Crees que


estoy forzando...?

—Cállate, Jungkook —murmuró Taehyung, sus mejillas ardían.

Jungkook miró a su gemelo, con la boca abierta.


—En serio, cállate. No estás obligándome a nada, nunca digas eso —miró con
irritación a su madre mientras ella frotaba sus sienes.

—Estoy perdida —dijo Eunbi—. No sé qué hacer.13

—¡Déjanos jodidamente solos! —dijo Jungkook en voz alta.

—Yo soy tu madre —le respondió Eunbi, acaloradamente—. Ya sea que quieras
respetar eso o no.8

—Entonces, ¿qué? ¿Estás directamente autorizada a hacer que tus hijos se


sienten como una completa mierda? —preguntó Jungkook—. Porque así es
como me hiciste sentir durante años, mamá.38

—Ustedes son hermanos —dijo Eunbi en vano—. Si he hecho que te


avergonzaras, te sintieras mal o te enfadaras, bueno... Bueno, ¡fue sólo por el
bien de nuestra familia y de sus carreras!8

—Atrévete a quitarme lo único que mantiene equilibrada toda mi vida —le


disparó Jungkook de nuevo, tomando la mano de Taehyung—. Joder, te
desafío a que lo intentes, mamá.37

—Jungkook, por favor —dijo ella, cansinamente.

—Jungkookie, está bien, sólo vámonos —dijo Taehyung con timidez.

—No, estoy molesto —dijo Jungkook. Su rostro estaba caliente y sentía como
todas las emociones acumuladas a través de los años bullían dentro de él—.
Más que enojado. Estoy avergonzado de ti, mamá.26

—¿Qué? —Eunbi separó sus manos—. ¿Vergüenza de mí por... tú relación con...


tú hermano?6

Jungkook sacudió la cabeza: —No, mamá, es mucho más que eso.


Taehyung gimoteó un poco, acercándose un paso más hacia Jungkook: —
Kookie, vámonos.

—Ustedes no se van —dijo Eunbi con suavidad. Sus palabras sonaban como
hielo.

—Nos iremos cuando queramos hacerlo —dijo Jungkook—. Pero no ahora.


Necesito aclararte algunas cosas.13

Eunbi entrecerró los ojos y Taehyung bajó la cabeza.

—¿Qué? —preguntó.

—Ahora que ya no somos unos jodidos niño, estaremos por nuestra cuenta —
dijo Jungkook. Tomó la mano de Taehyung y la apretó—. En sí hemos estado
por nuestra propia cuenta desde que teníamos catorce. No es que hayas sido
una mala madre, pero la verdad es que no has estado demasiado alrededor.19

—"No has estado demasiado alrededor" —dijo ella, sin ánimos—. Sólo quiero
que sean felices.2

—Entonces déjanos serlo —dijo Taehyung muy despacio. Presionó la mano de


su gemelo y permaneció allí, suplicante frente a su madre— ¿Por favor?

—No puedo solamente... ustedes dos necesitan ayuda, lo digo en serio. Algo
está mal con ustedes y no puedo...43

—Puedes —dijo Jungkook—. De lo contrario, no estarás en nuestras vidas.

Eunbi jadeó ante las palabras y sintió el pinchazo de las lágrimas en sus ojos:
—Jungkook, no pensarás...

—No quiero sentirme avergonzado por amar —dijo Jungkook con simpleza—.
No necesitamos ayuda y no necesitamos tu desaprobación. Te quiero mamá,
pero no puedo vivir con eso. No puedo vivir con las cosas que has dicho de
nosotros, con lo que nos has dicho.23

—¡No estoy equivocada! —gritó— ¡Ustedes lo están! ¿No entienden que están
enfermos de la cabeza?114

Taehyung jaló cerca a Jungkook, justo a su lado, y sacudió la cabeza.

—No lo entiendes —dijo Taehyung—. No tiene por qué gustarte, ¿pero no


puedes dejarlo pasar?

—No puedo —dijo Eunbi. Su voz estaba cargada de agotamiento e ira—.


Ustedes no son los niño que yo... Ustedes no son mis hijos.54

—No lo somos —acordó Jungkook—. Nos pertenecemos el uno al otro.33

—Tú nunca me amaste como Jungkook lo hace —dijo Taehyung mansamente.

—Porque es enfermizo —dijo ella con los dientes apretados—. Está mal, es... es
enfermo. Dios, ¿por qué? ¿Qué fue lo que hice?7

—Tú no hiciste nada —respondió Jungkook—. Excepto hacernos sentir como


una completa mierda.

—Detengan esto —dijo Eunbi—. Sólo deténganlo, y sigan adelante. Sé que


deben estar confundidos, creciendo, especialmente con su padre y la manera
en que es..13

—Tú te casaste con él -murmuró Taehyung.1

Eunbi se plantó delante de Taehyung y le dio una dura bofetada en la cara.


Taehyung dio un paso hacia atrás, cubriendo su cabeza con sus manos y
soltando un sonoro llanto.87

Eunbi miró a Jungkook y lo que vio le hizo temblar un poco.7


La rabia en la cara de Jungkook era tan inexorable que le hizo dar un paso
hacia atrás.

—Nunca vuelvas a tocarlo —dijo Jungkook con lentitud—. Nunca vuelvas a


jodidamente tocarlo o te juro que no volverás a vernos nunca más.33

Ella sólo permaneció observando a su hijo mayor, sin parpadear. Jungkook


movió a Taehyung, frotando su espalda y mirando a su madre con fiereza.

—Taehyung, nos vamos. —Taehyung asintió.

—Taehyung... —empezó Eunbi.

—No —le dijo Jungkook—. No puedes hablar con él.42

—Kookie —susurró Taehyung.

—Está bien, nos vamos —le respondió suavemente, besando su frente—. Nos
marchamos, tal vez para siempre.6

—Jungkook, no —dijo Eunbi, su voz era casi inaudible, estaba cargada de


emociones.9

—No puedo evitar esto —dijo Jungkook, sosteniendo cerca a Taehyung—. No


puedo detenerlo y no quiero hacerlo: él es todo. Lo daría todo por él.28

Eunbi tembló un poco, mirando a sus hijos persistentemente: —Taehyung-


dijo.

—Yo también —susurró Taehyung—. No me importa si arruina todo.

—Eso es egoísta —continuó, Eunbi—. Tienes que preocuparte si esto...

—No tengo que hacerlo —interrumpió Taehyung—. Y si es egoísta, entonces...


entonces soy egoísta.10

—Vamos —Jungkook tiró de Taehyung, hacia la puerta—. Salgamos de aquí.


—Supongo que no puedo detenerlos —dijo Eunbi.— Sé que no puedo. Pero no
quiero perderlos.11

—¿Nos apoyarás? —preguntó Jungkook.

Eunbi miró al piso, sin decir una palabra, sin moverse.

—Adiós, mamá —dijo Taehyung pausadamente. Jungkook no dijo nada


mientras empujaban la puerta del cuarto de baño y salían de la fiesta.

Eunbi se apoyó contra la pared, tragando el nudo de su garganta, sintiéndose


abandonada aún peor que cuando su marido la dejó a ella y a los gemelos
hacía tantos años atrás.78

Los gemelos condujeron en silencio durante casi dos horas. Taehyung estaba
enrollado en el asiento de pasajeros del nuevo SUV de Jungkook, mientras
éste conducía tenso, con los nudillos casi blancos.2

Habían pasado casi dos horas desde que habían dejado la casa, y la fiesta, y
ambos se sentían vacíos.

—Aparca —murmuró Taehyung—. Mareos.23

—¿De verdad? —la voz de Jungkook se rompió, no había hablado hacía


mucho. Echó un vistazo hacia Taehyung, que lucía realmente pálido—. Bien,
espera.

Dejó la carretera y condujo hacia un área de descanso cubierta por la


oscuridad. Por unos minutos permanecieron sentados, sin hablar, y mientras
Taehyung abrazaba sus piernas, subió la manga de su chaqueta y se miró el
tatuaje fijamente.

Jungkook se inclinó más y, con gentileza, lo besó.

—Me gustas, de verdad —dijo, mirando hacia abajo, hacia la tinta—. Es muy
apropiado

Taehyung sonrió un poco y se acurrucó cerca de Jungkook: —¿Crees que


mamá estará bien con nosotros?

Jungkook no lo sabía, y eso, le asustaba: —Taehyung, yo...

—Lo sé —dijo Taehyung—. ¿La veremos de nuevo?

Jungkook asintió: —Por supuesto que lo haremos. —No se hallaba seguro de si


sus palabras eran ciertas, pero eso podría calmar a Taehyung. Sostuvo el
brazo de su hermano hacia arriba y besó el tatuaje una vez más, dejando que
su lengua lamiera deslizándose por su antebrazo—. Sabes, realmente somos
libres.

—¿Cómo? —preguntó Taehyung.

Jungkook succionó por sobre los tensos músculos de la muñeca de Taehyung,


haciendo cosquillas en su palma, y luego calmando la sensación con sus
labios.

—Porque controlamos nuestra vida, ¿no? Salimos de la casa bajo nuestros


propios términos. No tenemos que hacer nada que no queramos, y ya no
estamos enjaulados.

—Pero nadie puede saber —dijo con tristeza Taehyung.16

—Eso no importa —dijo Jungkook—. ¿Por qué debería importarle eso a alguien
más?3
—Porque —dijo Taehyung, sin mirar a Jungkook—, porque quiero ser capaz de
contarle todo a mamá, quisiera sólo... ¡No lo sé!

—Taehyung... —las manos le sudaban y dejó caer el brazo de Taehyung—. Sé


que esto no es fácil, pero ¿alguna vez lo ha sido?

—Estar contigo es fácil —dijo Taehyung, con una sonrisa tonta formándose en
su rostro. Fue de repente jalado hacia el asiento de Jungkook, tan cerca que
estaba sobre el regazo de su gemelo—. Tú nunca has sido el problema —dijo
contra los labios de Jungkook—. Tú nunca serás el problema.22

Jungkook lo besó con cuidado, acunándolo en sus brazos.

—No tenemos un problema, los demás sí. No me importa si está mal, porque,
de todas formas, el mundo está jodido, y ¿cómo podría esto dañar a alguien?
—apretó a Taehyung con fuerza, lo sostuvo hasta que sus brazos dolieron.57

—Mierda —suspiró Taehyung contra el cuello de Jungkook—. Estamos


haciéndole daño a mamá. Nunca había pensado en eso antes.

—¿Por qué debería dolerle? —preguntó Jungkook—. Yo te amo, ¿por qué que
eso es tan malo?

—No lo es —dijo Taehyung, exhalando profundamente contra Jungkook, todo


su cuerpo estaba relajado al fin—. Eres la única persona que nunca me hizo
daño, eres el único al que necesito.13

—Dios, Taehyung, nunca me dejes —dijo Jungkook, abrazando ferozmente a


Taehyung, con amor desesperado—. Nunca1

—Nunca —repitió Taehyung, meciendo la cara de Jungkook, su antebrazo


presionando contra la mejilla de su gemelo.

Jungkook besó el tatuaje de Taehyung de nuevo.


—Entonces somos libres, siempre que estemos juntos.7

Taehyung rió y limpió una lágrima de la cara de Jungkook.3

—Últimamente te has estado convirtiendo en una niña conmigo —dijo


Taehyung—. Primero la canción y ahora esto.16

—¡Hey! Esa canción no estaba tan de nena cuando estaba sobrio —se
defendió—. ¿No te gustó?

—La amé —dijo Taehyung—. De verdad. Tenemos que ponerle palabras, y


colocarla en un CD.

—No lo sé —dijo Jungkook—. Era sólo para ti.8

—Lo entiendo —dijo Taehyung, lanzándole una mirada insinuante. Jungkook


lo besó con fuerza, acariciando la parte de atrás de su cuello y succionando su
labio inferior con la boca. Jungkook gimió, retorciéndose en su asiento a
medida que Taehyung se acercaba más y más. Se frotaron juntos lentamente,
y cuando Taehyung se alejó, estaba sonriendo.

—Vamos a un hotel muy caro —dijo—. Camas jodidamente grandes y servicio a


la habitación y...18

—No podemos.

—Tenemos diecinueve —respondió Taehyung—. Podemos permitirnos


cualquier mierda que queramos.

—Bueno —asintió Jungkook—. ¿Cuál hotel?27

—Ese que está en Hawaii que tú amas, tú sabes. El que tiene la enorme bañera
y waffles muy buenos. —Taehyung se inclinó de nuevo, estremeciéndose
cuando el volante se clavó contra su parte posterior—. Mmm, podría ir por
unos waffles realmente buenos.
Después de un último beso, Taehyung se deslizó de nuevo al asiento de
pasajeros y Jungkook encendió el auto otra vez. Taehyung permaneció con la
vista fija hacia fuera, mirando las luces de la ciudad y apoyándose contra el
cristal.2

—Taehyung —murmuró Jungkook.

—¿Hm?

—Siento haberme puesto un poco loco allí, pero cuando te golpeó...1

Taehyung sacudió su cabeza. —De todas formas, no dolió, no de esa forma.

—Va a mejorar a partir de ahora.

—¿Lo hará?

Jungkook miró a Taehyung y frunció el ceño: —Si no es así, todavía te tengo,


así que, ¿qué importa?"13

—Mm —murmuró Taehyung, devolviéndole la mirada a su gemelo y sonriendo


un poco—. Siempre me tienes.

Jungkook dirigió su atención de nuevo a la carretera y sintió la mano de


Taehyung sobre un costado de su rostro y se inclinó sobre el toque,
sintiéndose cálido y relajado.1

Realmente, nunca habían tenido nadie, salvo el uno al otro. Y mientras


estuvieran en su propio pequeño mundo, se encontrarían seguros. El mundo
entero podría desaparecer; pero no importaba.5

Eran los gemelos contra todos los demás, y por primera vez, ellos habían
ganado.105

FIN

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