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BLOQUE I
Es frecuente que al hablar del origen del Derecho Internacional Público, se haga
referencia al Derecho Romano, particularmente al llamado ius gentium, “derecho
de gentes”. Éste, era un sistema jurídico especial que regía las relaciones entre
los ciudadanos romanos y los pueblos bárbaros, quienes no se encontraban bajo
el dominio romano. Sin embargo, para que surja el Derecho Internacional Público,
en la historia universal, dependerá de dos sucesos históricos muy importantes,
Primero, el surgimiento de los Estados modernos, que se
desarrollará a través de los siglos XIV y XV y, Segundo, el fin de la Guerra de 30
años, acaecida principalmente entre los pueblos alemanes del Sacro Imperio
Romano-Germánico y el Papado, acontecimiento bélico que de igual forma
comprendía a otros países europeos; estos hechos culminaron en el año de 1648
con el tratado de Paz de Westfalia. La Paz de Westfalia (REGIÓN DE
ALEMANÍA) representa sin duda el inicio del ámbito de validez temporal de las
normas de Derecho Internacional Público moderno; Westfalia dio lugar al primer
congreso diplomático moderno e inició un nuevo orden para Europa Central.
Varios estudiosos de la génesis del Derecho Internacional moderno, asignan una
importancia capital a este suceso,pues en Westfalia se estableció el principio de
igualdad jurídica, es decir, que todos los Estados serían soberanos al
interior de su territorio, pero, sus relaciones serían reguladas por el
Derecho Internacional Público y, por lo tanto, serían reconocidos como
iguales jurídicamente. Esto vino a establecer un nuevo sistema descentralizado
de normas, pero, depositando en la voluntad de los Estados soberanos la
creación de esas normas. Posteriormente y hasta. la instauración de la
Confederación del Rin en 1806, las reglas de Westfalia pasaron a formar parte
de las leyes constitucionales del Sacro Imperio Romano Francia y Suecia
estuvieron conformes con las garantías que dicho tratado de paz establecía, ya
que para estos dos importantes Estados fronterizos del SacroImperio, el equilibrio
europeo de potencias dependía de su autorización para cambiar alguna
disposición invocada por algún Estado firmante. Así, los alemanes, que vivían en
más de 300 Estados independientes, sólo podían fusionarse con otro Estado si
contaban con la aprobación de Francia y Suecia. Posteriormente, al ser
derrotadas las tropas de Napoleón Bonaparte, se celebró el Congreso de Viena,
un encuentro internacional celebrado en esa ciudad austriaca, convocado con el
sólo objetivo de restablecer las fronteras de Europa hasta antes del imperio
napoleónico. De la misma forma, se buscó reorganizar la manera de influir de las
ideologías políticas del Antiguo Régimen. Así pues, su intención era volver a la
situación anterior a la Revolución Francesa de 1789. La reunión se llevó a
cabo del 1 de octubre de1814 al 9 de junio de 1815. La convención tuvo como
bases dos grandes principios: y el principio monárquico de legitimidad principio
de equilibrio entre los Estados europeos, respetándose la igualdad jurídica de
los sujetos de la Comunidad Internacional. Los acuerdos tuvieron vigencia en los
territorios de Europa Central y del Este hasta el final de
la Primera Guerra Mundial. Tiempo después, acontecería otro suceso de vital
importancia para el Derecho Internacional Público, la Paz de Versalles de 1919,
la cual fue adoptada por la Comunidad Internacional en esta Ciudad francesa al
final de la Primera Guerra Mundial, tras la derrota de la Triple Alianza integrada
por los imperios de Alemania, Austro-Hungría y de Italia; de sus principales
objetivos resultaron la creación de la Sociedad de Naciones, un Organismo
Internacional cuya principal tarea sería garantizar la paz internacional, así como
la de otorgar a los Estados facultades para desarrollar la cooperación
internacional, por medio de órganos administrados por los propios Estados
miembros de dicho organismo. Por otro lado, en ese pacto de paz, si bien se
condenó la guerra de agresión, no se le prohibió para hacer valer la defensa de
intereses legítimos. Nuevamente, el principio de soberanía e igualdad jurídica
fueron ratificados por el nuevo pacto internacional de sujetos del Derecho
Internacional Público. El sistema internacional creado en Versalles no tuvo el
éxito deseado, ya sea por la falta de garantías para mantener la paz
internacional, o por falta de voluntad política de las partes; por lo que los
acontecimientos bélicos no se hicieron esperar, desembocando en una Segunda
Guerra Mundial encabezado por los Estados del Eje, Alemania, Italia y Japón
frente al grupo de los Aliados. La guerra culminó con la caída de los países del
Eje en 1945. Del triunfo de los Estados Aliados, resultó la creación de un
organismo internacional con mayor vigor y eficacia: la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), instituyéndose por medio de una Carta en la que fueron
reconocidos valores necesarios para la existencia de la Comunidad
Internacional: la paz internacional y la dignidad humana. Si bien, no obstante, no
serían derogadas totalmente las normas de Derecho Internacional Público
establecidas con anterioridad, el sistema de coacción ahora instaurado vino a
proteger estos valores reconocidos y aceptados por los Estados, y que ha
permitido mantener el sistema sobre el que se erige hasta el día de hoy el
Derecho Internacional Público, es decir, la creación de normas de carácter
imperativo, que no pueden ser modificadas sino por otras del mismo orden.
ÁMBITOS DE VALIDEZ DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
Las instancias del derecho internacional público, así, son órganos descentralizados y
mínimamente coercitivos, dinámicos y dotados de cierta relatividad respecto de los
deberes jurídicos internacionales, esto es, que podrán ser siempre negociados y sujetos
de labor política.
Introducción
Las fuentes, son entendidas por los autores desde varios puntos de vista, ya sea
como el lugar o hecho de donde proviene el derecho, su origen, la forma de
creación o elaboración de las normas jurídicas y por los instrumentos que
demuestran su existencia o lo que es lo mismo, como dice Moreno Quintana; por
sus medios de manifestación.
Art. 38
Se aprecia que, además de enumerar las fuentes establece dos categorías; los
tratados o convenciones internacionales, la costumbre reconocida y aceptada
como derecho y los principios generales de derecho, que serían las fuentes antes
denominadas formales o principales o simplemente fuentes del derecho
internacional; y, las fuentes auxiliares o subsidiarias, que bien pueden no ser
consideradas fuentes, sino simplemente medios auxiliares para determinar las
reglas de derecho, como expresamente indica el citado artículo y que son las
decisiones judiciales y al doctrina; y, por fin aplicación de criterios de equidad
cuando las partes en un litigio facultan a la Corte decidir ex aequo bono,
conceptos generalmente tenidos como sinónimos (equidad- ex aequo et bono),
a pesar de que doctrinariamente pueden ser considerados conceptos distintos,
conforme explicaremos cuando tratemos de esta fuente auxiliar.
FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL:
a. TRATADOS
No cabe acuerdo con la sola voluntad de una parte o de una de los sujetos, ay
que en ese caso estaríamos hablando de un acto unilateral.
Hay tratadista que al definir a los tratados les asignan un elemento adicional que
es el objetivo de producir efectos jurídicos, así para Charles Rousseau el tratado
?es un acuerdo entre sujetos del derecho de gentes destinado a producir
determinados efectos jurídicos?. Reconoce los tratados en estricto sentido que
requieren de ratificación, es decir todo el proceso desde la negociación,
suscripción, y hasta la ratificación y los tratados simplificados que no requieren
ratificación y no son suscritos por los Jefes de Estado como sugiere para los
primeros.
Esta posición voluntarista iniciada por Hugo Grocio y luego renovada por los
positivistas alemanes e italianos que fundamentan a la costumbre internacional
(norma consuetudinaria) en el asentimiento de los Estados, en los últimos
tiempos ha sido discutida por los objetivista que separan la costumbre de la
voluntad y la fundamentan en una convicción jurídica colectiva superior e
independiente de la simple voluntad de las partes.
De la función judicial con las sentencias dictadas por los jueces o tribunales
internos sobre aspectos relacionados con el ámbito internacional y que reflejan
el reconocimiento o utilización y aplicación de una costumbre del Estado
proyectada hacia el campo internacional.
Otro aspecto que demuestra la mutua relación entre estas dos fuentes del
derecho internacional es que muchos tratados tienden a codificar las normas
consuetudinarias, tanto como un reconocimiento de las mismas como para definir
y determinar su alcance y contenido, tal el caso de la Convención de Vienasobre
Derecho de los Tratados de 1964 y la de Ginebra de 1958 sobre Derecho del Mar,
específicamente relativa a la alta mar. En otros casos fijan y dan forma a unas
incipientes normas consuetudinarias como la siguiente Convención sobre
Derecho del Mar en lo referente a la plataforma continental.
LA JURISPRUDENCIA INTERNACIONAL.
Hay que recordar que la labor judicial del actual tribunal de La Haya, es
continuación de lo que ya venía haciendo, desde inicios de la segunda década
del siglo pasado, su predecesor el Tribunal Permanente de Justicia Internacional,
creado bajo los auspicios de la Sociedad de Naciones, y cuyas directivas
fundamentales se retoman en la reglamentación de la actual Corte . Ello explica
la arcaica redacción del supramencionado artículo 38 de su Estatuto.
Así, resulta curioso que siendo el consentimiento de los Estados una condición
omnipresente en toda la configuración y actuación del máximo tribunal
internacional, este nunca se haya pronunciado directa y específicamente acerca
de tal institución jurídica, al extremo que quienes nos dedicamos a la
investigación y/o adecuación normativa de esta fase del proceso de celebración
de tratados, jamás hemos contado con una jurisprudencia propia, sino que
debemos seleccionar y extraer, a retazos, los fragmentos de las citas judiciales
más convenientes con el handicap permanente de saber que la cuestión de
fondo en el asunto tratado es ajena a nuestro tema.
Hay autores que señalan, que constituyen fuente principal aquellos principios
superiores, que son parte del derecho natural, que son los reconocidos por la
conciencia de todos los Estados, a los que Rousseu se niega a incluirlos en el
derecho natural, peri en general a los principios del derecho les asigna la
categoría de fuente autónoma y no auxiliar.
La equidad
BLOQUE II
Consideraciones Generales.
B.- LOS MEDIOS JURÍDICOS.- Los medios jurídicos de solución pacífica de las
controversias internacionales son: el arbitraje y la solución judicial (justicia
internacional), ambos terminan con la decisión obligatoria de un Tribunal, pero
con la diferencia que en el arbitraje las Partes constituyen el Tribunal, escogen
los árbitros y convienen el procedimiento; y en el arreglo judicial se presupone la
existencia de un Tribunal o Corte Permanente preconstituido que tiene sus
propios jueces y reglas de procedimiento.
SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS.-
Al igual que la mayoría de leyes, las normas internacionales son rara vez
ejecutadas coercitivamente, pero son usualmente obedecidas.- Harold Koh
El cumplimiento voluntario por parte de los Estados de las normas del derecho
internacional ha sido un fenómeno complejo y difícil de explicar. En términos
generales, las normas internacionales son obedecidas voluntariamente y de
manera constante por los actores del derecho internacional. Podría
argumentarse que esto obedece a la posibilidad de incurrir en sanciones y a la
implementación de mecanismos judiciales, arbitrales y de control cuyo objetivo
es garantizar la eficacia de las normas. Sin embargo, la mayoría de mecanismos
usualmente no cuentan con procesos coercitivos que impongan al Estado su
cumplimiento, ni explican el cumplimiento voluntario en sistemas carentes de
entidades adjudicadoras de disputas. En gran parte, el derecho internacional se
fundamenta en el cumplimiento voluntario. Algunas escuelas de pensamiento
sostienen que el cumplimiento de las normas internacionales se sustenta en la
percepción de legitimidad del ordenamiento y obedece a consideraciones
elementales de justicia.
El profesor Henkin sostuvo que "casi todas las naciones cumplen casi todos los
principios del derecho internacional y casi todas sus obligaciones casi todo el
tiempo".6 De esto necesariamente resulta que en varias oportunidades existan
incumplimientos, lo que conlleva una consecuencia y acarrea la responsabilidad
internacional del Estado. Además, en ciertas condiciones confiere al afectado el
derecho a una reparación. La responsabilidad estatal frente a un incumplimiento
es un principio general del derecho internacional firmemente establecido. Este
principio ha sido reiterado constantemente por la jurisprudencia internacional.
Al efecto, y para resaltar este punto, pueden citarse las decisiones de la Corte
Permanente Internacional de Justicia en el Caso de los Fosfatos en Marruecos
y de la Fábrica en Chorzow.8 Asimismo, puede citarse a su sucesora, la Corte
Internacional de Justicia, en el Caso del Canal de Corfú, el Caso Relativo a las
Actividades Militares y Paramilitares en Nicaragua y Contra Nicaragua y el Caso
Relativo al Proyecto Gabĉíkovo-Nagymaros, entre muchos otros. La
responsabilidad internacional también es un principio firmemente establecido en
materia arbitral desde inicios del siglo XX. Incluso tribunales regionales
especializados, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, han
destacado esta obligación al señalar que "es un principio de Derecho
Internacional que toda violación de una obligación internacional que haya
producido daño comporta el deber de repararlo adecuadamente".
Para que exista un incumplimiento internacional debe existir una conducta que
sea atribuible al Estado y que constituya una violación de una obligación
internacional. A esto cabe señalar que también puede generarse responsabilidad
internacional del Estado por hechos cometidos entre particulares, por ejemplo,
cuando sus agentes tenían conocimiento de la situación y no tomaron medidas
razonables para evitarla o cuando faltaron a su obligación de sancionarla.13 La
caracterización de legalidad de la actividad atribuible al Estado debe realizarse
también conforme al derecho internacional, de ahí que no es posible argumentar
que la conducta era legalmente permisible bajo el ordenamiento nacional para
justificar su incumplimiento.
Este trabajo persigue hacer notar que la responsabilidad individual y del Estado
coexisten y no son mutuamente excluyentes. En estos casos la responsabilidad
estatal no exime al individuo de su responsabilidad individual y tampoco la
responsabilidad individual debe eximir al Estado de su propia responsabilidad
internacional. El nuevo enfoque en la responsabilidad del individuo es un avance
bienvenido producto del establecimiento de los tribunales ad hoc y de una nueva
orientación sobre el papel de los individuos en el derecho internacional. Sin
embargo, esto no debe de desviar el enfoque de la comunidad internacional
hacia el desarrollo progresivo y codificación de la responsabilidad estatal cuyos
avances más representativos provienen de la Comisión de Derecho
Internacional. Para ello, este trabajo analizará los tipos de responsabilidad en los
que puede incurrir el Estado, enfocándose en la responsabilidad internacional
por actividades relacionadas con ilícitos internacionales, los crímenes
internacionales, y, la responsabilidad por actos lícitos que causen o puedan
causar daños transfronterizos. En cada uno de estos temas se hará referencia a
sus conceptos y efectos más importantes, y a su vez, a los aspectos que aún
presentan dificultades en el ámbito internacional. Finalmente, se defenderá la
armonía y complementación entre la responsabilidad estatal e individual en aras
de garantizar el cumplimiento de las obligaciones internacionales.
LA REPARACIÓN INTERNACIONAL.
Ahora bien, esta obligación de reparar en sentido lato cubre en realidad dos
aspectos distintos en Derecho internacional: el hecho internacionalmente ilícito
causa un daño o perjuicio que es preciso reparar, pero puede, además, estar en
el origen de una situación ilícita que persiste o se prolonga en el tiempo, en cuyo
caso lo que está en juego es una vuelta a la legalidad. En Derecho internacional
y bajo el título de reparación lato sensu, se engloban tanto la compensación del
perjuicio (reparación stricto sensu) como la cesación de la situación ilícita o
vuelta a la legalidad.
El Estado responsable está obligado no sólo a hacer cesar el hecho ilícito, sino
también a reparar íntegramente el perjuicio causado por ese hecho. El perjuicio
comprende todo daño, tanto material como moral, causado por el mismo.
El daño puede consistir en una lesión directa de los derechos de otro Estado o
en un perjuicio ocasionado a un particular extranjero. No obstante, desde el punto
de vista jurídico internacional, sólo el daño sufrido por el Estado es relevante, sin
perjuicio de cualquier derecho que la responsabilidad internacionalde un Estado
pueda generar directamente en beneficio de una persona o de unaentidad distinta
de un Estado.
Por otra parte, la obligación de reparar, al igual que la de hacer cesar el hecho
ilícito, puede darse con respecto a otro Estado, a varios Estados o a la
comunidad internacional en su conjunto, según sean la naturaleza y el contenido
de la obligación internacional violada y las circunstancias de la violación. Así, la
contaminación del mar, en caso de ser extensa e importante, puede afectar a la
comunidad internacional en su conjunto o a los Estados ribereños de una región
y, en otras circunstancias, puede afectar tan sólo a un Estado vecino. Por lo
demás, el Estado responsable no puede invocar las disposiciones de su Derecho
interno o su propia práctica institucional para no cumplir con su obligación de
reparar.
La obligación de reparar alude a los diversos medios con que cuenta el Estado
para liberarse de la responsabilidad derivada del hecho internacionalmente ilícito
y que podrían básicamente resumirse en tres modalidades: la satisfacción, la
restitución y la indemnización o resarcimiento. Mientras que la satisfacción es la
forma adecuada de reparación de los perjuicios no materiales, la restitución (o
compensación por equivalencia en su caso) y la indemnización operan
esencialmente en el campo de los daños patrimoniales causados al propio
Estado o a particulares extranjeros.
A) La satisfacción.
B) La restitución
C) La indemnización
En relación con el lucro cesante y los intereses, los arts. 36.2 y 38 del proyecto
de artículos de la Comisión de Derecho Internacional de la ONU vienen a
corroborar una práctica bien establecida al prever que la indemnización, que
cubrirá todo daño económicamente valorable sufrido por el Estado lesionado,
podrá incluir el lucro cesante (en la medida en que éste sea comprobado) y los
intereses (devengados desde la fecha en que debería haberse pagado la suma
principal hasta la fecha en que se haya cumplido la obligación de pago).