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Introducción

El derecho internacional es uno de los temas de mayor importancia para las


Naciones Unidas. El mandato sobre las actividades en este campo proviene de la
Carta de las Naciones Unidas, en cuyo preámbulo se establece el objetivo de
"crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las
obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho
internacional". El Estatuto de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) es una parte
integral de la Carta de las Naciones Unidas. La CIJ es uno de los órganos
principales de la Naciones Unidas.
El derecho internacional es un campo especializado y complejo.
Esta guía presenta una introducción a la documentación clave de las Naciones
Unidas.
El Derecho Internacional Público se puede definir como el conjunto de
normas jurídicas que regulan las relaciones que se establecen entre aquellos
sujetos que cuentan con personalidad jurídica internacional, en este sentido,
abordaremos aspectos resaltantes e importantes en la temática del Derecho
Internacional Público, aspectos que son por definición parte esencial en el estudio
del Derecho Internacional y en consecuencia todo estudiante de Derecho debe y
está en la obligación de manejar y conocer los conceptos y aspectos que se
desarrollaran a lo largo de este trabajo.
En tal sentido, se abordarán cuatro temas: a) concepto del Derecho
Internacional Público, b) Ubicación del derecho internacional público dentro de la
ciencia del derecho, c) Clasificación y jerarquización de las fuentes del derecho
internacional público, d) otras fuentes.
Es importante resaltar que en cada tema de estudio se desarrollaran puntos
de interés relacionados al mismo, es decir, la conceptualización y abordaje de todo
lo referente y las posibles aristas de estos temas, de manera tal que los objetivos
de la asignatura sean cumplidos en su totalidad.
TEMA 1

Definición de Derecho Internacional Público (Dip)

Podemos definir esta rama del Derecho, como el conjunto de normas


jurídicas que regulan las relaciones que se establecen entre aquellos sujetos que
cuentan con personalidad jurídica internacional. Tenemos entonces, como sujetos
que cuentan con dicha personalidad jurídica internacional: a los Estados
soberanos y a los Organismos Internacionales principalmente, sin embargo,
existen otro tipo de sujetos como la Santa Sede, los movimientos de liberación
nacional, los insurrectos, la Cruz Roja Internacional y los propios individuos (las
personas físicas), entre otros, a los que el Derecho Internacional Público por
excepción y bajo ciertas circunstancias, les reconoce derechos frente a los
Estados soberanos y que, por consiguiente, gozan de personalidad jurídica
internacional, como más adelante veremos al referirnos específicamente a ellos.
Ahora bien, para comprender las relaciones que se dan entre sujetos con
personalidad jurídica internacional y que son reguladas por el Derecho
Internacional Público, vamos a tomar como ejemplo las relaciones comerciales
entre México, Estados Unidos y Canadá.
En ese orden de ideas, cabe recordar que después de la Segunda Guerra
Mundial, estos Estados mantenían relaciones comerciales a niveles mínimos de
intercambio, sin embargo, al pretender incrementar su comercio exterior, tuvieron
que hacer uso de un instrumento jurídico de Derecho Internacional Público, por lo
que a principios de los años noventa, celebraron el Tratado de Libre Comercio
para América del Norte, el cual entraría en vigor a partir del 1º de enero de 1994 y
que, dicho sea de paso, hasta la fecha sigue vigente. Cada uno de los Estados,
facultado por su ordenamiento jurídico interno, estableció las negociaciones del
referido pacto comercial, determinando las ventajas comerciales de su economía,
por lo que tuvieron como fin último el resguardo de los intereses nacionales de
cada uno. Luego entonces, el acuerdo trilateral fue establecido por voluntad propia
de esos Estados, en él manifestaron su consentimiento con el objeto de disminuir
y eliminar barreras al comercio exterior de cada uno de ellos, se otorgaron
facultades recíprocamente para exportar e importar mercancías, desde y hacia sus
territorios, con mayor facilidad que antes y, así, poder incrementar sus flujos de
comercio. Cabe señalar que los signatarios de tal acuerdo comercial además de
actuar con las potestades otorgadas por su derecho interno, lo hicieron con
derechos reconocidos por el Derecho Internacional Público, acordaron una nueva
relación comercial bajo una coordinación de normas nacionales e internacionales.
El pacto de libre comercio significó, asimismo, la prescripción de obligaciones
internacionales, que se traducen en la creación de normas dispositivas de
Derecho, ya que éstas las pueden crear, modificar o extinguir, quienes las
acuerdan y se obligan a sí mismos a su cumplimiento, debido a que cuentan con
facultades para realizarlo, tanto por su ordenamiento jurídico interno como por el
Derecho Internacional Público. Finalmente, cabe agregar, que todas esas
actividades comerciales se sujetaron al multicitado convenio comercial y éste, a su
vez, fue negociado de forma estricta en el marco de la Convención de Viena Sobre
el Derecho de los Tratados de 1969, o sea, que la validez del acuerdo comercial
entre México, Canadá y Estados Unidos está dada al invocar normas de Derecho
Internacional Público, reconocidas por los Estados firmantes y porque éstos están
obligados a su cumplimiento, de igual forma los demás Estados soberanos
pertenecientes a la Comunidad Internacional están obligados a respetar dicha
relación comercial.

La finalidad esencial del Derecho Internacional Público

Es asegurar la paz y seguridad internacionales, fungiendo como modelador


del orden social internacional al crear normas jurídicas mediante las fuentes del
derecho internacional. Para lograr su finalidad y poder contribuir al progreso moral
y material de los sujetos, es esencial que el derecho internacional público adecue
sus reglas a la realidad social.

Ubicación del Derecho Internacional Público en el derecho.

No cabe duda, que, al pretender ubicar las normas de Derecho


Internacional Público, como rama del Derecho, muchos especialistas en la materia
dirigen su atención hacia el estudio de la naturaleza jurídica de estas normas, lo
cual ha dado lugar a trasladar el análisis a un nivel de “filosofía del Derecho
Internacional” lo que, a su vez, ha generado dudas sobre la existencia y
fundamentación de estas normas. Por otro lado, el problema conceptual no ha
dejado de suscitar ciertas polémicas doctrinales. En la Edad Media, por ejemplo,
las normas de Derecho Internacional Público, eran denominadas ius gentium,
“Derecho de Gentes” haciendo referencia al derecho que los romanos aplicaban a
los pueblos bárbaros, y a partir de finales del siglo XVIII, se empezó a extender la
expresión “Derecho Internacional”, para referirse al Derecho Internacional Público,
para diferenciarlo del Derecho Internacional Privado, a pesar de que tal expresión
ha sido criticada e incluso se ha intentado sustituirla por otras, hoy ha adquirido
aceptación y aparece como clara e insustituible. Asimismo, se ha dicho que el
Derecho Internacional Público, es indirecto e incompleto; indirecto, porque los
individuos (personas físicas y morales), se encuentran frente a las normas de
Derecho Internacional Público como sujetos secundarios, es decir, se obligan a
través de los sujetos directos, que son los Estados; y es incompleto, porque para
su creación, las normas de Derecho Internacional Público, tienen que valerse del
consentimiento de los Estados y del ordenamiento jurídico nacional de éstos, y no
de Instituciones propias que, además de crearlo, lo impongan y que, en caso, de
darse su quebrantamiento, exista una entidad que se encargue de sancionar al
responsable. Actualmente, estas críticas van perdiendo fuerza, porque los
individuos están adquiriendo una personalidad internacional propia y directa frente
al Estado, el cual si bien es cierto está obligado por derecho nacional a vigilar por
sus derechos fundamentales, no menos lo está por deberes en la Comunidad
Internacional, e incluso, el Derecho Internacional Público va creando sus propios
órganos internacionales.

El problema que más polémica se ha levantado en torno a la ubicación del


Derecho Internacional Público, ha sido el de determinar qué tipo de normas son
las que pertenecen a esa rama del Derecho, si tienen un carácter dispositivo o
imperativo, es decir, que si éstas pueden ser creadas, modificadas o extinguidas
por voluntad de las partes, o que si por su naturaleza, son normas imperativas
cuando se refieren a las normas “ius cogens”, porque son válidas
independientemente de la voluntad de los sujetos. Esto es, si las disposiciones de
Derecho Internacional Público deban ser cumplidas por quienes están obligados a
ello, o bien, que éstos las puedan dejar sin efecto en un momento dado, por propia
voluntad. Esa es precisamente la forma en que se distinguen estas normas de
Derecho, que algunas son dispositivas, cuando se habla de Derecho Internacional
Público en particular y son imperativas, cuando se refieren al Derecho
Internacional Público general. De hecho, así lo disponen los artículos 53, 64 y 71
del referido Convenio de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, en
cuanto a ese carácter imperativo se refiere.
El estudio del Derecho Internacional Público, muchas veces se sitúa en el
campo del Derecho Público, es decir, en normas jurídicas que regulan la actividad
del Estado, en ejercicio de sus legítimas potestades públicas (administrativa,
legislativa y judicial). Aunado a ello, el Estado coexiste con otros Estados
soberanos y otras entidades de la Comunidad Internacional, en una relación
supracoordinada, de la que emanan necesariamente, esas normas de Derecho
Internacional Público a las que se ha hecho referencia: las normas dispositivas y
las normas imperativas. Asimismo, al ejercer el Estado su potestad pública, frente
a sus subordinados, en una relación supra-subordinada, ésta deberá realizarse sin
lesionar la esfera jurídica de sus súbditos, en una total vigilancia de sus derechos
humanos, así se lo exigen hoy las normas de Derecho Internacional Público.

Diferencias entre el Derecho Internacional Público y El Derecho Internacional


Privado

Sujeto: En el Derecho Internacional Público lo representa el Estado,


mientras que en el Derecho Internacional Privado lo representa la persona natural
o jurídica.

Historia universal y génesis del Derecho Internacional Público


Es frecuente que al hablar del origen del Derecho Internacional Público, se
haga referencia al Derecho Romano, particularmente al llamado ius gentium,
“derecho de gentes”. Éste, era un sistema jurídico especial que regía las
relaciones entre los ciudadanos romanos y los pueblos bárbaros, quienes no se
encontraban bajo el dominio romano. Sin embargo, para que surja el Derecho
Internacional Público, en la historia universal, dependerá de dos sucesos
históricos muy importantes, primero, el surgimiento de los Estados modernos, que
se desarrollará a través de los siglos XIV y XV y, segundo, el fin de la Guerra de
30 años, acaecida principalmente entre los pueblos alemanes del Sacro Imperio
Romano-Germánico y el Papado, acontecimiento bélico que de igual forma
comprendía a otros países europeos; estos hechos culminaron en el año de 1648
con el tratado de Paz de Westfalia. La Paz de Westfalia representa sin duda el
inicio del ámbito de validez temporal de las normas de Derecho Internacional
Público moderno; Westfalia dio lugar al primer congreso diplomático moderno e
inició un nuevo orden para Europa Central.
Varios estudiosos de la génesis del Derecho Internacional moderno,
asignan una importancia capital a este suceso, pues en Westfalia se estableció el
principio de igualdad jurídica, es decir, que todos los Estados serían soberanos al
interior de su territorio, pero, sus relaciones serían reguladas por el Derecho
Internacional Público y, por lo tanto, serían reconocidos como iguales
jurídicamente. Esto vino a establecer un nuevo sistema descentralizado de
normas, pero, depositando en la voluntad de los Estados soberanos la creación de
esas normas. Posteriormente y hasta la instauración de la Confederación del Rin
en 1806, las reglas de Westfalia pasaron a formar parte de las leyes
constitucionales del Sacro Imperio Romano. Francia y Suecia estuvieron
conformes con las garantías que dicho tratado de paz establecía, ya que, para
estos dos importantes Estados fronterizos del Sacro Imperio, el equilibrio europeo
de potencias dependía de su autorización para cambiar alguna disposición
invocada por algún Estado firmante. Así, los alemanes, que vivían en más de 300
estados independientes, sólo podían fusionarse con otro estado si contaban con la
aprobación de Francia y Suecia. Posteriormente, al ser derrotadas las tropas de
Napoleón Bonaparte, se celebró el Congreso de Viena, un encuentro internacional
celebrado en esa ciudad austriaca, convocado con el sólo objetivo de restablecer
las fronteras de Europa hasta antes del imperio napoleónico. De la misma forma,
se buscó reorganizar la manera de influir de las ideologías políticas del Antiguo
Régimen. Así pues, su intención era volver a la situación anterior a la Revolución
Francesa de 1789. La reunión se llevó a cabo del 1 de octubre de1814 al 9 de
junio de 1815.
La convención tuvo como bases dos grandes principios: el principio
monárquico de legitimidad y el principio de equilibrio entre los Estados europeos,
respetándose la igualdad jurídica de los sujetos de la Comunidad Internacional.
Los acuerdos tuvieron vigencia en los territorios de Europa Central y del Este
hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Tiempo después, acontecería otro
suceso de vital importancia para el Derecho Internacional Público, la Paz de
Versalles de 1919, la cual fue adoptada por la Comunidad Internacional en esta
Ciudad francesa al final de la Primera Guerra Mundial, tras la derrota de la Triple
Alianza integrada por los imperios de Alemania, Austro-Hungría y de Italia; de sus
principales objetivos resultaron la creación de la Sociedad de Naciones, un
Organismo Internacional cuya principal tarea sería garantizar la paz internacional,
así como la de otorgar a los Estados facultades para desarrollar la cooperación
internacional, por medio de órganos administrados por los propios Estados
miembros de dicho organismo. Por otro lado, en ese pacto de paz, si bien se
condenó la guerra de agresión, no se le prohibió para hacer valer la defensa de
intereses legítimos. Nuevamente, el principio de soberanía e igualdad jurídica
fueron ratificados por el nuevo pacto internacional de sujetos del Derecho
Internacional Público.
El sistema internacional creado en Versalles no tuvo el éxito deseado, ya
sea por la falta de garantías para mantener la paz internacional, o por falta de
voluntad política de las partes; por lo que los acontecimientos bélicos no se
hicieron esperar, desembocando en una Segunda Guerra Mundial encabezado por
los Estados del Eje, Alemania, Italia y Japón frente al grupo de los Aliados.
La guerra culminó con la caída de los países del Eje en 1945. Del triunfo de
los Estados Aliados, resultó la creación de un organismo internacional con mayor
vigor y eficacia: la Organización de las Naciones Unidas (ONU), instituyéndose por
medio de una Carta en la que fueron reconocidos valores necesarios para la
existencia de la Comunidad Internacional: la paz internacional y la dignidad
humana. Si bien, no obstante, no serían derogadas totalmente las normas de
Derecho Internacional Público establecidas con anterioridad, el sistema de
coacción ahora instaurado vino a proteger estos valores reconocidos y aceptados
por los Estados, y que ha permitido mantener el sistema sobre el que se erige
hasta el día de hoy el Derecho Internacional Público, es decir, la creación de
normas de carácter imperativo, que no pueden ser modificadas sino por otras del
mismo orden.

Evolución Histórica

El Derecho Internacional Público en las diferentes etapas históricas. Hechos


Históricos que han dado aportes al Derecho Internacional Público.

Antes de la Era Cristiana

En documentos que reposan en la biblioteca de la ONU se encuentra que


en el año 1300 A.C se celebró un tratado de paz perpetua de alianza y extradición
entre un Faraón Egipcio y el rey de los Hititas. El judaísmo se hace presente
regulando la guerra y la paz mediante el Deuteronomio (V Libro del Pentateuco
escrito Por Moisés). En la India se conoció el Código de Manu, en donde aparecen
los primeros vestigios de lo que hoy se conoce como las embajadas permanentes.
Son los chinos quienes inician las relaciones diplomáticas.

Edad Antigua

Signada por los imperios de Grecia y Roma.

Grecia

En medio de un pueblo dividido por barajaros y cultos, surgen instituciones que


son vestigios del derecho internacional.
Instituciones de Grecia

Proxenias: Institución que protegía a extranjeros en tránsito; estas


instituciones son el origen de los consulados.

Anfictionias: Eran ligas religiosas que se preocupaban por la protección y


salvamento de templos, mausoleos, panteones e iglesias; donde se refugiaban los
habitantes cuando eran atacados por los bárbaros.

Ligas Helenicas: Regulan las relaciones entre las Repúblicas que


conformaban la antigua Grecia.

Cruzadas: Instituciones que regulaban las relaciones comerciales entre las


Repúblicas. El basamento legal son las leyes rodias que regulaban
el comercio marino entre Grecia y los pueblos con los que mantenían ese tipo de
comercio.

Edad Media

Esta fue la época más oscura vivida por la humanidad. Predomina


el feudalismo, donde el PAPA era el mayor feudal y este junto con los señores
feudales promovieron la institución de una empresa de una conseja que decía
que el trabajo era una maldición publica, el trabajo estaba destinado a los seres
inferiores, es decir, a los desposeídos. Se consideraba que los señores feudales
eran hijos de dios y por ello no podían trabajar. Se acordaban guerras territoriales
entre los señores feudales no para obtener más tierras si no para obtener más
gentes que mermaba la riqueza feudal. Sin embargo se notan instituciones como
el cristianismo, que mitigan la acción de los feudales.

Por otro lado la iglesia, creaba figuras como la paz de Dios que se lleva a
cabo en los templos, y la tregua de dios, que era día de descanso en la guerra.

Edad Moderna

Trajo un giro de 109º para la evolución del Derecho Internacional, se da fin


a la guerra de treinta años emprendida por dos pueblos germanos (Guerra Santa
entre creyentes y protestantes) y en los últimos cuatro años se dan dos acuerdos
el primero de ellos el acuerdo de Munsterly el segundo el acuerdo Osnabruck y
estos producen el tratado de Westfalia que marcaran hechos importantísimos para
el DIP en el 1648.

Bases del Tratado de Westfalia:

 Por primera vez se establece en esas embajadas creadas el concepto de


extraterritorialidad de las sedes diplomáticas.
 Igualdad de los Estados.
 Surge por primera vez un principio de autodeterminación de los pueblos.
 Se ratifica el principio divino de los Reyes.
 Se adopta el idioma francés como lenguaje diplomático.
 Independencia de las trece colonias Británicas en 1776, donde se ratifica el
principio de autodeterminación de los pueblos, la declaración de
los derechos del hombre que se había producido en Virginia en 1770 y que
establece otro principio del DIP, aun en boga Principio de Reconocimiento
de los gobiernos de facto (este último es una de las razones por las cuales
el DIP es un derecho especial).
 En 1780 se produce por vía pública y documental de la Declaración de
Neutralidad por Catalina II de Inglaterra.

Paralelamente a estos hechos aun el feudalismo tenía una fuerte presencia


en Europa. Después de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre se
produce la Revolución Francesa en 1789 que produce hechos importantísimos;

Quiebra del feudalismo.

 Se instaura desde ese momento el Estado Liberal, lo que esta concatenado


a una cantidad de principios desde el punto de vista de la libertad.
 Ese planteamiento de Estado Liberal involucra por primera vez
la soberanía popular.
 Se ratifica la igualdad jurídica de los Estados.
 En 1810 se inicia la Revolución Americana en Caracas (hecho
importantísimo para el Derecho Internacional Americano)
Consecuencialmente al Congreso de Viena y a ese planteamiento interventor
nace la Doctrina de Monrroe en 1823 (James Monrroe 5º Presidente de USA) que
propone la no intervención de Europa y América.

El último caso de la edad moderna fue la guerra de secesión ocurrida en 1860 en


USA, esta era termina en siglo XIX.

Época Contemporánea

Arranca con el siglo XX, se suceden hechos espectaculares por que los
Estados comienzan a convertirse en poderosos por la industrialización. En 1914
se produce la guerra entre Servios y austriacos y nace la primera guerra mundial,
termina en 1918-1919 con el tratado de Versalles, nace la Liga de las Naciones.

Surge la segunda guerra mundial 1939-1945, fecha para la cual nace la ONU

Ámbitos de validez del Derecho Internacional Público

Como se ha señalado, el ámbito de validez temporal de las normas de


Derecho Internacional Público moderno, se ha venido estableciendo desde las
negociaciones de paz entre los Estados soberanos, al término de acontecimientos
bélicos: los Tratados de Paz de Westfalia en 1648, después de la guerra de 30
años, el Congreso de Viena de 1814, seguido de las guerras napoleónicas; la Paz
de Versalles de 1919, al finalizar la Primera Guerra Mundial; y, finalmente, por
medio de la Carta que instituyó a la Organización de las Naciones Unidas en 1945,
al concluir la Segunda Guerra Mundial. De ahí en adelante, se han establecido
una serie de Convenciones Internacionales y de Tratados, que se han ido
sumando a la creación de normas de Derecho Internacional Público, por las que
se establecido la vigencia de los múltiples de tratados multilaterales celebrados y
que a diario se celebran en la Comunidad Internacional.
TEMA 2

Ubicación del derecho internacional público (DIP) dentro de la ciencia


del derecho

El estudio del Derecho Internacional Público a partir de su posición dentro


de la ciencia del Derecho Externo, destacando su ubicación dentro del mismo, así
como sus orígenes y las diversas definiciones operacionales que ha tenido a lo
largo de la historia y por diversos doctrinarios, nos permiten acceder a una
panorámica general del Derecho Internacional, misma que nos servirá para poder
en una primera aproximación estar en posibilidad de comprender las relaciones
internacionales y las características de cada una de las funciones, obligaciones y
derechos reconocidos a las Naciones a partir del Derecho Internacional, que tiene
un basamento primario en las normas consuetudinarias, hasta llegar a las Normas
Jurídicas que rigen el moderno Derecho Internacional y que deben ser
comprendidas para abordar posteriormente cada una de las ramas y
características en particular del Derecho Internacional Público.

Ubicación científica del Derecho Internacional Público en el Derecho


El Derecho Internacional como parte de la ciencia del Derecho, si bien es
cierto que posee antecedentes muy claros y diferenciados desde el Derecho
Romano, empezó a desarrollarse a partir del Siglo XVI, época en la cual aparecen
en Europa los primeros Estados nacionales. Sin embargo, hasta principios del
Siglo XX se desenvolvió bajo el principio de la soberanía, lo cual no facilitaba la
creación de una sociedad internacional. Las tentativas hechas hasta entonces
para regularizar las relaciones inter Naciones se caracterizaban por su empirismo
y por su estrecha relación con la política. Las siguientes manifestaciones
realizadas en la Época Moderna, donde se suceden acontecimientos históricos
para el Derecho Internacional y donde éste se enriqueció con nuevos aportes (se
estableció la igualdad religiosa, se adoptó el idioma francés como lenguaje
diplomático, se establecieron las Embajadas permanentes, entre otras), que van
desde el Imperialismo Universal (Imperio Napoleónico) hasta los compromisos
ideados por la diplomacia (Santa Alianza) no han sido suficientes para asegurar
una paz estable.
El derrumbamiento del sistema diplomático tradicional por la Primera
Guerra Mundial en 1914, provocó la formación de nuevas bases sobre las cuales
los gobiernos asentarían sus relaciones internacionales. El fracaso de la Sociedad
de Naciones y de la política de seguridad colectiva condujo a la Segunda Guerra
Mundial, en la coalición de los pueblos libres cerró el paso a las tentativas de
hegemonía universal. En principio los individuos no son sujetos inmediatos de sus
normas, por lo tanto, el Derecho Internacional Público se define como el conjunto
de normas o principios que regulan las relaciones jurídicas de los Estados entre sí,
es decir, que el Derecho Internacional comprende especialmente normas
establecidas por vía consuetudinaria para regular las relaciones entre los Estados,
creando obligaciones, responsabilidades y derechos para todos los Estados.
Algunos de los representantes más importantes de ésta concepción clásica
fueron: Charles Rousseau, Paul Fauchille, Antonio Truyol, Serra, Bonfils, Carlos
Calvo, Manuel Francisco Mármol, Kelsen, Korovín y Fermín Toro. Al obtener el
individuo, de forma excepcional, la capacidad de reclamar la protección de los
Derechos Humanos fundamentales ante instancias internacionales específicas y al
iniciarse la creación de organizaciones internacionales, el concepto de Derecho
Internacional Público sufre un inevitable cambio, por lo tanto, es posible también
definir al Derecho Internacional Público desde la posición de los modernistas en
términos de ser el conjunto de normas jurídicas que regulan no sólo la relación
entre los Estados, y que también regulan las relaciones entre otros sujetos como
son: los organismos internacionales, los grupos, beligerantes, que comprenden
Naciones que están en guerra y que para que puedan adquirir derechos y
obligaciones internacionales deben cumplir ciertas condiciones, tales como tener
un mando responsable, ocupar parte de relaciones del Estado, realizar actos de
gobierno y conducirse de acuerdo a las Leyes de Guerra, ya que con estas
condiciones son precisamente las que le otorgan capacidad internacional.
El Derecho Internacional Público se adapta a la realidad y establece
distintos deberes y derechos en tiempos de paz y de guerra. Otra división es la
que distingue al Derecho Internacional Público Natural que se considera como el
perfecto e ideal, que persigue la moral y la justicia entre los Estados. Según
Nelson González Sánchez, destacado en la obra del maestro Seara Vázquez "el
Derecho Internacional Público natural tiende a ser universal e inmutable y se
caracteriza por sus preceptos negativos y los deberes que impone, pues procura
asegurar el triunfo de la justicia, de la equidad y de la moral en las relaciones
internacionales. En esta tarea de dignificación, están empeñados los jurisconsultos
y los filósofos, secundados por los estadistas".
El Derecho Positivo es considerado como el conjunto de reglas que han
sido establecidas por el hombre para regular las relaciones entre los Estados. Este
derecho es práctico y las normas que a éste rigen son el resultado del
consentimiento expreso o tácito de los Estados. El Derecho Natural está dado
desde el punto de vista teórico, toda vez que el mismo se refiere y expresa lo que
debe ser, es decir, se refiere al Derecho Ideal. El Derecho Positivo está dado en la
práctica, ha ido cambiando con el tiempo y se ha adaptado a la realidad. Lo teórico
y lo práctico son dos cosas distintas pero inseparables, lo práctico debe alcanzar a
lo teórico y avanza a medida que toma experiencia y enmienda los errores.
El Derecho Internacional Público se divide en: General y Particular.
General es el Derecho que rige a todos los Estados, como, por ejemplo: la
inviolabilidad de los embajadores y los estatutos de la Unión Postal Universal.
Nelson González, citado por Cesar Sepúlveda considera a esta división como
cuasi - universal puesto que no hay normas que se cumplan en su total
universalidad y un ejemplo de ello es la Carta de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU). A su vez las normas que forman al Derecho Internacional Público
Particular tienen un límite de vigencia y están dirigidas a específicas entidades
jurídicas de la Comunidad Internacional. Un ejemplo son los Tratados que se
hacen entre ciertos países, los puntos discutidos y definidos en este Tratado sólo
incumben a los Estados involucrados.

Relaciones entre El Derecho Internacional Público y el Derecho Interno:


dualismo y monismo
El Derecho Internacional Público (DIP), concebido como el conjunto de
principios y de normas que regula las relaciones entre los Estados y otros sujetos
de este Derecho, presenta ciertas notas características que permiten distinguirlo
de los derechos internos (DI) de cada uno de los Estados. Una de las notas
diferenciales está dada por su carácter descentralizado. Esto significa que, a
diferencia del derecho Interno, el DIP carece de órganos centrales encargados de
crear, aplicar y hacer cumplir sus normas. Son los propios Estados quienes de
esta manera se convierten, a la par de creadores del Derecho Internacional
Público, mediante los Tratados y la Costumbre, en los encargados de hacer
cumplir sus disposiciones en el ámbito interno.
Teorías que abordan las relaciones entre el DIP y el DI Dos grandes grupos
de teorías se han enfrentado durante gran parte del siglo XIX y primera mitad del
siglo XX en orden a explicar las relaciones entre el DIP y el DI: las tesis dualistas y
monistas. La primera de ellas plantea la separación e independencia entre ambos
ordenamientos, mientras que la segunda, sostiene que el Derecho Internacional y
el Derecho interno forman un solo orden jurídico. Veamos sus fundamentos:
Para el dualismo, entre quienes encontramos como máximos exponentes a
Hans Triepel (1899) en la doctrina alemana y a Dionisio Anzilotti (1905) en la
doctrina italiana, el Derecho Internacional Público y el Derecho Interno se
presentan como dos órdenes jurídicos distintos, separados e independientes. Esto
es así sostienen, porque presentan distintos fundamentos, distintos sujetos
destinatarios de sus normas y porque distintos son los órdenes de relaciones que
generan. En cuanto a sus fundamentos, sostiene Triepel que el DI tiene como
fundamento la voluntad de un solo Estado, quien en forma unilateral organiza su
sistema jurídico - político y estructura su propio ordenamiento. En cambio, el DIP
encuentra su fundamento en la voluntad común de los Estados, en la unión de
estos sujetos en orden a satisfacer intereses comunes.

En cuanto a los sujetos destinatarios, en el DI serían los individuos,


mientras que en el DIP, los Estados. De allí que se dé un diferente orden de
relación. En el DIP, al tratarse de un ordenamiento que regula principalmente
relaciones entre Estados, la relación es horizontal, de coordinación, dado el
carácter de soberanos que deben tener los Estados, en principio no se podría
concebir el poder de uno sobre otro. En cambio en el orden interno, la relación
sería de carácter vertical, no de coordinación sino de subordinación entre el
Estado que impone las normas y el individuo destinatario de las mismas y en
definitiva, obligado al cumplimiento de dichas normas.
Como consecuencia de esta separación, ¿cómo puede aplicarse la
disposición de una norma de fuente internacional a un individuo súbdito de un
Estado? Al respecto, sostiene el dualismo que para que la norma de fuente
internacional (por ejemplo emanada de un tratado) pueda ser invocada y aplicada
como fundamento normativo en el orden interno, será necesario por parte del
Estado, la realización de un acto de recepción o incorporación que modifique su
naturaleza. Exige como una especie de reglamentación interna. Es decir, que el
Estado en cuestión deberá sancionar una ley interna, aunque la misma reproduzca
el contenido del tratado. En ese caso, al individuo súbdito del Estado se le estaría
aplicando una ley interna, aunque, repetimos, la misma no haga más que reflejar
las disposiciones que emanan de un tratado internacional.
El monismo, entre cuyos máximos exponentes encontramos a Hans Kelsen
(1920), seguido entre otros por Alfred Verdross (1923) y George Schelle (1932),
sostiene que el Derecho Internacional y los ordenamientos internos, forman parte
de un mismo sistema jurídico universal. Aunque estas posturas luego admiten
variantes en cuanto se representan la posibilidad de que una norma del DIP pueda
entrar en colisión con una norma del DI, ¿cuál de ellas prevalece?
El llamado monismo absoluto, que sostiene la primacía del derecho
internacional por sobre el derecho interno, y el monismo atenuado o moderado,
que sostiene la primacía del DI por sobre el DIP al sostener que una ley contraria
al DIP puede ser válida en el ámbito interno, aunque carecería de validez en el
ámbito internacional, porque recordemos, en el ámbito internacional siempre
prevalece el Derecho Internacional Público a la luz de la jurisprudencia nacional,
advirtiendo que más allá del problema de la separación o no entre ambos órdenes,
el verdadero problema a resolver es si en caso de conflicto, las normas del
Derecho Internacional Público prevalecen sobre las de derecho interno o a la
inversa, es decir que abordaremos a continuación el problema que daremos en
llamar de la jerarquía normativa.
La doctrina coincide en sostener que hay un antes y un después del citado
caso en cuanto al criterio sostenido por la jurisprudencia en la recepción de las
posturas dualistas o monistas. Así tenemos que hasta 1992, la mayoría de las
soluciones dadas por la jurisprudencia eran coincidentes con la postura dualista.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la
Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo
Facultativo; la Convención sobre la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio;
la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de
Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros tratos o
Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, la Convención sobre los Derechos del
Niño; en las condiciones de vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan
artículo de la primera parte de la Constitución y deben entenderse
complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos.

Principales disposiciones legales venezolanas relacionadas con el derecho


Internacional Público

Basamento Legal Venezolano


Naturaleza Jurídica de la Norma del derecho Internacional Público: Para el
DIP venezolano es la nacionalidad (venezolana). Las normas del DIP venezolano
tienen su naturaleza jurídica variada, tiene distintos puntos de vista:

1) Son de derecho positivo cuando se encuentran expresados en tratados.


2) Son de derecho nacional cuando se encuentran contenidas en el ordenamiento
jurídico venezolano Art. 14 CC y 7 y 8 del CPC.
3) Son de derecho especial cuando sucede que la ley de los tratados (bilateral)
debe ser una ley especial
4) Son de derecho interno cuando está contenido en disposiciones determinantes
(norma específica). Art. 153 al 160 del CP.
Estas son las posibles naturalezas jurídicas de las normas de derecho
internacional en Venezuela.

 DIP-Estado.
 Principales disposiciones legales venezolanas relacionadas con el DIP.
 Constitución Nacional (es la más importante en todo su contenido).
 Código de Procedimiento Civil (Art. 7 u 8 y 19).
 Ley Orgánica de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas.
 Ley de Extranjeros.
Frontera: es la estructura económica, política social y jurídica que tiene
planteamiento diverso de nacionalidades, de religiones, etc., Que responde a una
situación binacional y que por lo tanto debe tener un cuidado especial.

Límite: donde comienzan y terminan los territorios de los Estados.

El Estado: es el único sujeto de derecho internacional público que hay.

Art. 59 al 66 de la Ley de Extranjeros.


Después de agotarse la vía administrativa se pasa a la vía jurisdiccional, al
no obtenerse respuestas en el lapso establecido se produce la denegación de
justicia establecida en el artículo 19 del CPC, que a su vez genera la vía
diplomática que es la cláusula Calvo establecida en el artículo 153 de la C.n por lo
que se emite una nota de protesta.
Vía administrativa- Vía judicial-Denegación de justicia-Vía diplomática.

Estados y Colectividades Estadales:


1. Estado:
1.1. Fenómeno Político-social.
1.2. Fenómeno Jurídico.
2. Nacimiento de los Estados:
2.1. Segregación.
2.2. Independencia.
2.3. Separación.
2.4. Integración.
2.5. Colonización.
3. Clasificación de los Estados:
3.1. Estados Simples.
3.2. Estados Compuestos: Uniones; Reales y Personales. Federaciones:
3.2.1.Confederación o Estado Federal.
3.3. Estado Sui Generis.

4. Extinción de los Estados.


5. Deberes de los Estados:
5.1. Estados Morales.
5.2. Estados Jurídicos.

6. Derechos de los Estados:


6.1. Derecho de Conservación: Perfectibilidad. Seguridad; Interna Y Externa.
6.2. Derecho de Soberanía: Interna Y Externa.

7. Cortesía Internacional.
8. Colectividades no Estadales:
8.1. Mandato
8.2. Fideicomiso
8.3. Orden de Malta

9. Colectividades Internacionales:
9.1. Liga de naciones
9.2. ONU
9.3. Unión Europea
9.4. Organizaciones Regionales.

Estado: Es uno de los elementos que conforman la Republica, cuando hablamos


del contenido general de la Republica nos referimos a la representación jurídica de
los poderes es el nombre del Estado, es el sujeto de derecho internacional público,
y para que sea así tiene que tener población, territorio y poder.

El estado se manifiesta mediante dos fenómenos:

Fenómeno político- Fenómeno Social y Jurídico: El estado funciona


mediante un poder político que se le aplica a una población pero este poder
político descansa en una estructura de gobierno y esta se vale de un
planteamiento jurídico para llegar a los administrados mediante un ejercicio de
gobierno. Para que el estado pueda desempeñarse en la comunidad internacional
necesita de un gobierno. El Poder político necesita de gobierno para sustentarse y
ese gobierno puede darse por distintas vías
TEMA 3

Concepto de las fuentes del Derecho Internacional Público

Actualmente en la doctrina se destacan dos concepciones diferentes en


cuanto a las fuentes del Derecho Internacional:

Concepción Positivista: Según esta doctrina, sustentada por Anzilotti la única


fuente del Derecho Internacional es el acuerdo de voluntades, ya sea bajo la forma
expresa, como es el caso de los tratados internacionales y en forma tácita, en
cuyo caso nos encontramos en presencia de la costumbre.

Concepción Objetivista: En lo referente a las fuentes del derecho de gente, la


concepción objetivista se apoya esencialmente sobre la distinción entre las fuentes
creadoras y fuentes formales. Las primeras son las verdaderas fuentes del
derecho; las segundas son los tratados y las costumbres, que no crea Derecho
sino que son modo de constatación. Según Rousseau.

CLASIFICACIÓN DE LAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL


PÚBLICO

Las fuentes del Derecho Internacional Público, pueden dividirse en: Fuentes
Principales, Directas o Autónomas.

Las fuentes directas o materiales: son aquellos factores de tipo social, político o
económico que están aptos para crear o formar normas jurídicas internacionales
por sí mismas aplicable a las relaciones de los Estados y demás sujetos del DIP,
como es el caso de los tratados y las costumbres internacionales. Un ejemplo
seria la creación de normas para combatir los secuestros y acciones guerrilleras
en la zona fronteriza colombo - venezolana.

Fuentes Secundarias Indirectas o heterónomas: Son aquellas que influyen en


la aplicación y creación de las normas jurídicas, pero no son aptas de crearlas por
sí solas, es decir, influye de manera especial en el procedimiento mediante el cual
una norma es establecida

Los Tratados Internacionales: Constituye la principal fuente de donde emanan


las normas del DIP, se trata de acuerdo de voluntades entre dos o más Estados
implicados en documentos en donde se consigna por escrito obligaciones y
derechos para los jurantes, lo que da una mayor credibilidad o seguridad,
regulando la conducta de los estados entre sí y órganos internacionales con el fin
de promover y proteger el respeto de los derechos humanos, la paz y la armonía
entre los estados. Existen dos formas de clasificar a los tratados:

CLASIFICACIÓN DE ORDEN FORMAL:

Tratados Multilaterales o Colectivos: Es cuando las reglas son aceptadas por la


mayoría de los estados, como por ejemplo la Convención de Viena.

Tratados Bilaterales: que obligan a dos países, como el tratado de Venezuela y


Colombia por el Golfo de Venezuela.

CLASIFICACIÓN DE ORDEN MATERIAL:

Tratados contratos: realización de un negocio jurídico (alianza de comercio, de


límites, etc.), que engendra prestaciones reciprocas entre los estados, pero cada
uno persigue objetivos diferentes.

Tratados Normativos: tienen por objeto formular una regla de derecho y se


caracteriza porque la voluntad de todos los que firman tiene idéntico contenido.

Los Estados pueden firmar un tratado con reservas, lo que significa que
"cualquiera que sea el enunciado o denominación, hecha por un Estado al firmar,
ratificar, aceptar o aprobar un tratado o adherirse a él, con el objeto de excluir o
modificar los efectos jurídicos de ciertas disposiciones del tratado en su aplicación
a ese Estado" (Según La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados –
1969).

LA CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE EL DERECHO DE LOS TRATADOS FUE


SUSCRITA EN VIENA (AUSTRIA) EL 23 DE MAYO DE 1969 Y ENTRÓ EN
VIGENCIA 27 DE ENERO DE 1980.

La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados fue aprobada en 1969,


y entró en vigor once años después. Ella define como tratado al "acuerdo
internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho
internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos
conexos y cualquiera que sea su denominación particular".. Es claro por tanto que
regula los acuerdos entre Estados.

Esta Convención, de 1986, intenta cubrir el vacío legal dejado por la anterior
Convención en cuanto a los acuerdos entre Estados y organizaciones
internacionales, o entre estas organizaciones entre sí.

Fue elaborada por una conferencia internacional reunida en Viena, sobre la base
de un proyecto preparado, durante más de quince años de trabajo, por la
Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas. Su objetivo fue
codificar el derecho internacional consuetudinario de los tratados y, además,
desarrollarlo progresivamente.

El artículo segundo de dicha Convención define al tratado como un "acuerdo


internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho
internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos
conexos y cualquiera que sea su denominación particular", por tanto sus
disposiciones son aplicables sólo a tratados por escrito entre Estados; quedan
excluidos de la definición antes descrita, aquellos que no constan por escrito y los
acuerdos entre un Estado y otros sujetos de derecho internacional (como las
organizaciones internacionales) o entre esos otros sujetos de derecho
internacional.

No obstante, la misma Convención precisa que el hecho no se aplique en tales


casos, no afecta el valor jurídico de tales acuerdos, la aplicación a los mismos de
cualquiera de las normas enunciadas en ella a que estuvieren sometidos en virtud
del derecho internacional independientemente de la Convención y la aplicación de
la Convención a las relaciones de los Estados entre sí en virtud de acuerdos
internacionales en los que fueren asimismo partes otros sujetos de derecho
internacional.

La Convención, en cuanto tal no posee efecto retroactivo, pues sólo se aplica a los
tratados celebrados después de su entrada en vigor y no a los celebrados con
anterioridad (sin perjuicio de la aplicación de cualesquiera normas enunciadas en
ella a las que estén sometidos los tratados en virtud del derecho internacional
independientemente de la Convención). Cuando las Naciones Unidas firmaron la
Convención de Viena previeron que era importante hacer valer los derechos que
contiene, por lo que en varios artículos difusos (es decir que no hay un capitulo
que los contenga en orden), establecen las acciones, los recursos ante juez o
arbitro.

OBJETIVO Y CARACTERÍSTICAS

La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados celebrados entre


Estados y Organizaciones Internacionales o entre Organizaciones Internacionales
no tiene carácter retroactivo, es decir, no afecta a los tratados suscritos con
anterioridad a ella. En aquellos casos no contemplados en la Convención, según
su propio preámbulo, las normas de Derecho internacional consuetudinario
continúan rigiendo tales cuestiones.

1. Sólo es aplicable a tratados entre estados, sin embargo dispone que no


afecta el valor de otros acuerdos internacionales no regulados por la
misma, por ejemplo los celebrados entre Estados y Organizaciones
Internacionales.
2. No tiene carácter retroactivo.
3. La capacidad para perfeccionar un tratado se basa únicamente en las
normas de las organizaciones o naciones implicadas.
4. En la gran mayoría de ocasiones, la totalidad de las normas relativas a un
tratado (autentificación, fecha de entrada en vigor, consecuencias,
cláusulas, etcétera) dependen exclusivamente de la regulación incluida en
el mismo tratado.
5. Cualquier intento de violación de un tratado por las partes implicadas
queda prohibido, aunque se lleve a cabo antes de la puesta en vigor de
éste.
6. Si un tratado es firmado por una representante aparente de una
organización, pero careciendo de los poderes de representación
necesarios, el tratado queda anulado a no ser que la organización decida
que está de acuerdo con él.
7. Si un tratado fue realizado incurriendo en error verificable queda
igualmente anulado.

PRINCIPIO PACTA SUNT SERVANDA

El principio pacta sunt servanda es un principio fundamental en el Derecho


internacional, conforme al cual los tratados deben ser cumplidos. Se trata de un
principio absoluto, contemplado en la Convención de Viena sobre el Derecho de
los Tratados de 1969, cuyo artículo 26 dice: "todo tratado en vigor obliga a las
partes y debe ser cumplido por ellas de buena fe". También aparece consagrado
en el preámbulo de la carta de las Naciones Unidas cuyo artículo 2 párrafo
segundo dice: "sus miembros cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas
por ellos de conformidad con dicha carta".

Algunos autores han encontrado en este principio la base del sistema jurídico
internacional, como Kelsen y la escuela de Viena.

Al firmarse un tratado, las partes adquieren derechos y obligaciones


perfectamente definidas, las cuales deben ser cumplidas. Para algunos autores,
como Vázquez Seara, el cumplir con estos compromisos es una regla elemental o
una regla universal de moralidad. Se considera un principio de carácter
consuetudinario: sus innumerables precedentes y la creencia universal de su
obligatoriedad lo han convertido en costumbre internacional.

Se aceptan tres excepciones al principio pacta sunt servanda:

1. Imposibilidad física: Ésta tiene efecto cuando las condiciones físicas


hacen imposible el cumplimiento del tratado. La Convención de Viena
establece que una parte podrá alegar la imposibilidad de cumplir un tratado,
si esa imposibilidad resulta de la desaparición o destrucción del objeto
mismo del tratado. Si la imposibilidad es temporal, solamente se podrá
alegar como causa para suspender el tratado, no para terminarlo.
2. Imposibilidad moral o "carga excesiva": Ésta tiene lugar cuando la
ejecución del tratado puede poner en peligro la existencia del Estado. En
este caso es físicamente posible el cumplimiento de la obligación, pero no
lo es desde el punto de vista moral.
3. Cláusula rebus sic stantibus: Un tratado puede quedar sin efecto cuando
determinadas circunstancias históricas o políticas aceptan su denuncia.
Está contemplada en el artículo 56 de la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados.
PRINCIPIO REBUS SIC STANTIBUS

La llamada cláusula rebus sic stantibus implica la restauración del equilibrio de las


prestaciones pactadas por las partes. En concreto, se aplica cuando por
circunstancias sobrevenidas, resulte imposible el cumplimiento de la obligación.

En definitiva, implica que las estipulaciones de cualquier relación jurídica se


adaptarán a las circunstancias excepcionales que puedan sobrevenir entre las
partes.

En el marco de la actual crisis mundial en la que nos encontramos como


consecuencia del coronavirus, esta cláusula ha vuelto a cobrar importancia.

REQUISITOS PARA APLICAR LA CLÁUSULA “REBUS SIC STANTIBUS”

Esta cláusula no está regulada legalmente, quedando en manos de la


jurisprudencia y doctrina durante todos estos años, quienes han establecido los
requisitos para que pueda aplicarse la misma. En concreto:

1. Que se haya producido una alteración extraordinaria e imprevisible de los


elementos tenidos en cuenta al firmar el contrato y que las partes al
celebrarlo no podían prever.  Es decir, se exige el carácter sobrevenido que
implique un cambio de las circunstancias que existían cuando se firmó el
contrato.
2. Que esa alteración de la base del negocio produzca o bien la frustración de
la propia finalidad del contrato o un perjuicio grave a una de las partes. Es
decir, que se produzca una desproporción exorbitante y excesiva
onerosidad en la parte que pretende la aplicación de la cláusula.
3. Que las partes hayan intentado negociar la modificación del contrato y no
se haya llegado a un acuerdo sobre la cuestión, como podría ser por
ejemplo intentar reducir la cantidad de la renta por el alquiler de un local de
negocio.
4. Que la solución que se persiga sea poner fin al contrato o modificarlo.

A modo de ejemplo, para entender la operatividad de la cláusula, imaginemos un


contrato de alquiler de un local para un negocio firmado en 2018, destinado a
actividades turísticas, descendiendo drásticamente los ingresos del arrendatario
como consecuencia de las restricciones impuestas debido al coronavirus.

Las partes, al celebrar el contrato de arrendamiento no podían prever la existencia


de esta situación extraordinaria.  En este sentido, se cumple el requisito de
imprevisibilidad que exige la indicada cláusula.

Se ha producido un perjuicio grave y excesivamente oneroso a la parte


arrendataria ya que su negocio ha reducido de una manera muy elevada los
beneficios que venía obteniendo con anterioridad a la pandemia.

Las partes han intentado negociar la modificación del contrato y no se ha llegado a


un acuerdo en cuestión, intentando el arrendatario la reducción de la renta,
habiendo incluso acreditado el perjuicio sufrido por la suspensión de la actividad.

Entendemos que, en este caso, podría solicitarse la aplicación de la


cláusula “rebus sic stantibus” mediante el procedimiento judicial pertinente, al
cumplirse con los requisitos establecidos para que pueda operar la misma.

LOS TRATADOS COMO FUENTES DEL DERECHO EN VENEZUELA

CONDICIONES DEL TRATADO PARA SER FUENTE JURÍDICO-


ADMINISTRATIVA:
Según Merkl, para que el tratado pueda ser considerado fuente de derecho
administrativo es preciso que reúna las siguientes condiciones:

a) La recepción del tratado en el ordenamiento jurídico interno; b) Que el tratado


tenga un contenido jurídico material; c) Que contenga preceptos para cuya
aplicación sean competentes los órganos administrativos.
La recepción del tratado en el ordenamiento jurídico interno depende de la
Constitución de cada país. En Venezuela, es formalidad necesaria para que el
tratado celebrado pueda entrar en vigor, la ratificación del mismo por el Presidente
de la República, previa la aprobación, impartida por la Asamblea Nacional en
forma de Ley. En efecto, corresponde al Presidente de la República por órgano del
Ministerio de Relaciones Exteriores y de los agentes diplomáticos (embajadores y
demás jefes de misiones), la celebración de los tratados, acuerdos y convenios
internacionales, los cuales deberán ser posteriormente sometidos a la aprobación
de la Asamblea Nacional, en forma de Ley, y una vez dada dicha aprobación,
incumbe al jefe del Estado la ratificación. La ratificación es el acto por el cual el
Presidente de la República aprueba definitivamente los tratados, acuerdos o
convenios internacionales que han celebrado en su nombre los agentes
diplomáticos investidos para esos efectos de sus plenos poderes. El Estado sólo
queda comprometido en virtud de la ratificación, de tal modo que en tanto no haya
sido otorgada, no existe propiamente sino un proyecto de tratado.

A título excepcional, no están sujetos a la aprobación de la Asamblea Nacional,


según el artículo 154 de la Constitución venezolana, los acuerdos internacionales
en los siguientes casos: si mediante ellos se trata de ejecutar o perfeccionar
obligaciones preexistentes de la República; o de aplicar principios reconocidos por
la República; o de ejecutar actos ordinarios en las relaciones internacionales; o de
ejercer facultades que la ley atribuye expresamente al Ejecutivo Nacional. Los
tratados que pudieren comprometer la soberanía nacional o transferir
competencias a órganos supranacionales podrán ser sometidos a referendo
popular, por iniciativa del Presidente de la República en Consejo de Ministros, por
el voto de las dos terceras partes de los integrantes de la Asamblea Nacional, o
por el quince por ciento de los electores inscritos en el Registro Civil y Electoral.

Después de efectuada la ratificación, se procede a su publicación en la Gaceta


Oficial, al canje de notas, o sea, a la entrega de las actas de ratificación, y
finalmente, al registro del tratado. Conforme a la Carta de las Naciones Unidas,
artículo 102, aparte 2, todo tratado deberá ser registrado en las oficinas de dicha
organización, formalidad sin la cual no podrá ser invocado ante los organismos
dependientes de la misma.

La Asamblea Nacional carece de facultad para modificar las cláusulas de los


tratados sometidos a su consideración. La potestad del órgano legislativo se limita
a dar o negar su aprobación, de manera global.

No en todos los países se requiere la aprobación del tratado en forma de ley para
que adquiera fuerza definitiva. Algunas Constituciones no exigen la intervención
legislativa en forma alguna. La Constitución mexicana establece la necesidad de la
aprobación por el Senado. En la Nación Argentina el artículo 75, aparte 22 de la
Constitución dispone que los tratados y convenciones de los derechos humanos,
luego de ser aprobados por el Congreso requerirán del voto de las dos terceras
partes de cada cámara para gozar de la jerarquía constitucional.

El procedimiento establecido en la Constitución venezolana, de imponer la


necesidad de la ley aprobatoria para la ejecución del tratado, es llamado en la
doctrina el método de la conversión o de la transformación, pues se afirma que de
ese modo, para alcanzar su fuerza obligatoria, el tratado tiene que transformarse
en ley. Muchos autores sostienen que, al requerirse la ley aprobatoria para la
obligatoriedad del tratado, no puede decirse que éste tenga fuerza propia, sino
derivada de la ley; y por lo tanto, que en estos casos los tratados no son fuente de
derecho administrativo, sino la ley que los aprueba.

Como antes se dijo, es condición indispensable para que el tratado pueda ser
considerado fuente de derecho, que posea un contenido jurídico material, esto es,
que contenga preceptos jurídicos. En opinión de Eloy Lares Martínez (2001),
únicamente los tratados normativos, en los cuales se formulan reglas de derecho
de aplicación general, tienen un contenido jurídico material; sólo ellos pueden ser
admitidos como fuentes de derecho administrativo. Se debe apuntar que un
importante sector de la doctrina, inspirado en las ideas del profesor Kelsen, se
opone al dualismo entre tratados que estatuyen derecho y tratados calificados
como actos subjetivos. Merkl sostiene que no se debe restringir el concepto de
precepto jurídico al de norma general, sino reconocer semejantes preceptos
también en las normas individuales que constituyen el contenido de esos tratados-
actos subjetivos.

Finalmente, el tratado entra en la categoría de las fuentes de derecho


administrativo cuando su aplicación corresponde a los órganos de la
administración. En consecuencia, son fuentes de derecho administrativo los
tratados de comercio, navegación marítima y aérea, educación, títulos
académicos, postales, sanitarios, ferroviarios, entre otros.

RANGO DE LOS TRATADOS ENTRE LAS FUENTES DE DERECHO


VENEZOLANO

Se plantea con frecuencia el problema relativo al rango que corresponde a los


tratados en el ordenamiento jurídico positivo. En el ordenamiento jurídico
venezolano, no existe duda acerca de la supremacía de la Constitución sobre toda
clase de acuerdos internacionales, puesto que aquélla es la base del orden
jurídico, y no puede válidamente ser violada o desconocida por norma o acto
alguno, que han de ser necesariamente de jerarquía inferior a ella. Los preceptos
de la Constitución privan, pues, sobre las cláusulas de los tratados. En Venezuela
puede afirmarse, tal como en Estados Unidos lo ha declarado la Corte Suprema,
que un tratado no puede cambiar o alterar la Constitución, o ser sostenido como
válido si viola este instrumento.

Es objeto de controversia entre los autores la determinación de la prelación entre


el tratado y la ley. La Corte Suprema de los Estados Unidos, en sentencia famosa
conocida con el nombre de the chinese case, ha decidido que una ley puede
prevalecer sobre un tratado anterior, porque «los tratados nunca fueron de mayor
obligación legal que las leyes del Congreso. En cada caso la última expresión de
voluntad soberana debe privar.
No obstante lo anterior, la actual Constitución venezolana admite la aplicación
preferente de los tratados relativos a derechos humanos en la medida en que
éstos contengan normas más favorables a los derechos humanos que las
establecidas en la propia Constitución y en las leyes. En efecto, el Artículo 23 de la
Constitución de 1999 expresa que los tratados, pactos y convenciones relativos a
derechos humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía
constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan
normas sobre goce y ejercicio más favorables a las establecidas en la Constitución
y en las leyes de la República, y son de aplicación inmediata y directa por los
tribunales y demás órganos del Poder Público.

Las constituciones de algunos países establecen en forma expresa la prioridad del


tratado sobre la ley. La actual Constitución de Francia dispone que los tratados o
acuerdos regularmente ratificados tienen, desde su publicación, una autoridad
superior a la de las leyes. En Venezuela, salvo lo previsto en el Artículo 23 en
relación con los tratados relativos a derechos humanos, no existe en la
Constitución norma explícita sobre el particular; pero el Código de Procedimiento
Civil (Artículo 80) y la Ley de Derecho Internacional Privado (Artículo 10)
consagran en esta materia la primacía del tratado sobre la ley. En ese sentido, por
virtud de tales disposiciones y del precepto del Código Civil (Artículo 14) que
proclama la prevalencia de la ley especial sobre la general, es preciso reconocer
que los tratados, sea cualquiera la materia regulada por ellos, tienen valor
preferente sobre las leyes.

CONSIDERACIONES SOBRE LOS TRATADOS

Un Tratado Internacional es aquel que suscriben sujetos de derecho internacional


y que puede constar en uno o varios instrumentos jurídicos conexos. Esta
herramienta suele utilizarse para fijar límites territoriales o poner fin a un
enfrentamiento bélico.
Uno de los tratados más famosos es el Tratado de Versalles, que se firmó en 1919
al finalizar la Primera Guerra Mundial. Una de sus principales consecuencias fue la
imposición a Alemania y sus aliados de aceptar la responsabilidad material de la
guerra.

Un tratado internacional es un acuerdo escrito entre ciertos sujetos de Derecho


internacional y que se encuentra regido por este, que puede constar de uno o
varios instrumentos jurídicos conexos, y siendo indiferente su denominación.
Como acuerdo implica siempre que sean, como mínimo, dos personas jurídicas
internacionales quienes concluyan un tratado internacional. Por ejemplo los
gobernantes de cada país se reúnen para ponerse de acuerdo con sus límites de
países para no tener problemas con sus territorios.

Lo más común es que tales acuerdos se realicen entre Estados, aunque pueden
celebrarse entre Estados y organizaciones internacionales. Los primeros están
regulados por la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969;
los segundos, por la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados
celebrados entre Estados y Organizaciones Internacionales de 1986.

Los acuerdos entre empresas públicas de un Estado y Estados no son tratados


internacionales. La Corte Internacional de Justicia tuvo la oportunidad de
pronunciarse acerca de esta cuestión en el caso “Anglo-Iranian Oil” (1952). Irán
había firmado un acuerdo con la empresa “Anglo-Iranian Oil” para la explotación
de los recursos petrolíferos. Este acuerdo tenía dos caras: era un acuerdo de
concesión y al mismo tiempo tenía la naturaleza de un Tratado entre Irán y el
Reino Unido. Esta tesis no fue aceptada por la Corte Internacional de Justicia
porque los Tratados internacionales solo pueden tener lugar entre estados y
porque los acuerdos con empresas se rigen por las normas del Derecho
internacional privado.

Los Tratados internacionales deben realizarse por escrito aunque pueden ser
verbales. En este último caso no se regirían por la Convención de Viena de 1969.
Su denominación es indiferente pues, si se dan las condiciones anteriores, nos
encontramos ante un Tratado internacional independientemente del nombre que
reciba.

TRATADOS INTERNACIONALES SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS

Las políticas públicas desplegadas por el Estado venezolano, desde 1999, se


orientan (al menos, teóricamente, en la letra) a garantizar los derechos humanos y
lograr la inclusión plena de los venezolanos y las venezolanas, haciendo posible
su realización y disfrute de manera integral y, especialmente, los derechos
colectivos económicos, sociales y culturales.

El Título III del Texto Fundamental desarrolla el articulado de derechos


consagrados para la construcción del nuevo modelo de nación, basado en el
respeto de los derechos humanos. El artículo 19, garantiza el respeto de los
derechos humanos conforme al principio de progresividad y sin discriminación,
siendo obligatoria para los órganos del Poder Público, de conformidad con la
Constitución, con los tratados sobre derechos humanos suscritos y ratificados por
la República.

En Venezuela el artículo 23 de la constitución establece: “Los tratados, pactos y


convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados por
Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la
medida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las
establecidas en esta Constitución y en las leyes de la República, y son de
aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder
Público”.

Entre los instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por el


Estado venezolano se encuentra el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea
General en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966. Su entrada
en vigor se produjo el 23 de marzo de 1976, de conformidad con el artículo 49
Lista de los Estados que han ratificado el pacto.

TEMA 4

OTRAS FUENTES

La costumbre internacional

Hasta principios del siglo XX, se consideró a la costumbre, como


la máxima fuente de DI, pero después de la Segunda Guerra Mundial,
fue perdiendo cierta fuerza, debido al movimiento de codificación del DI,
a cargo de los países más desarrollados, pero aun así, sigue siendo
de gran importancia pues ocupa un lugar primordial en los procesos de
creación de normas consuetudinarias. Esto se debe al dinamismo que
aporta a la materia principalmente por su adaptabilidad a las
situaciones cambiantes de la comunidad internacional, impidiendo que
las normas se queden estáticas y puedan variar según los actos de los
sujetos de DI.

Además, se puede distinguir el carácter democrático de la


costumbre, que sirve de ayuda a la adaptabilidad, en la formación de
la costumbre internacional general que no sólo afecta la conducta o
abstenciones de determinados Estados, sino que debe incluir el
consentimiento expreso o tácito de toda comunidad internacional. Y
finalmente podemos distinguir la naturaleza nunca impuesta, ya que se
atiene a la conducta independiente de los Estados en el escenario
internacional.

La costumbre internacional puede definirse como un


reconocimiento general de los sujetos internacionales a ciertas
prácticas, que los Estados consideran como obligatorias. La única
definición existente en un instrumento internacional, se encuentra en el
Estatuto de la CIJ, cuyo artículo ya ha sido citado anteriormente.

Es necesario mencionar que la costumbre se distingue de los


usos y las normas de cortesía, y que mientras aquélla es considerada
como obligatoria por los sujetos de DI, los segundos son cumplidos
por los Estados, sin concederles el carácter imperativo. Así se pueden
encontrar ejemplos de actos estatales que no constituyen normas
consuetudinarias, como el acudir a la toma de posesión del jefe de
Estado de un país, etc.

Elementos de la costumbre.

La costumbre se compone de dos elementos: la reiterato


consuetuda, consistente en la práctica reiterada de los Estados, y la
opinio iuris sive necessitatis, que es la convicción de los sujetos de
que esas conductas son jurídicamente obligatorias.

Reiterato consuetuda o Precedente.

Este elemento también es conocido como elemento material, que

consiste en la conducta de los Estados, en la manera de comportarse.


Es necesario que la actuación de estos no sea en una sola ocasión, se
requiere que esta acción sea repetida en el tiempo, además de la
aceptación de terceros, y que la conducta hecha por los Estados tenga
estabilidad, para que se pueda convertir en una práctica general y
lograr la convicción de los Estados de que esa conducta es obligatoria.
Provocando que en toda situación futura similar, los Estados deban
actuar conforme a esa costumbre, ya establecida como norma jurídica
internacional. Gutiérrez Espada menciona que: “La costumbre
internacional es un perpetum mobile, y encierra en su seno un
instrumento de evolución del Derecho Internacional Público”.
Entendemos entonces que la reiterato consuetudo, es la práctica
repetida de los Estados que posean un significado relevante en el
proceso consuetudinario. Estas conductas son las que componen la
costumbre, y sirventambién de prueba para probar su existencia. Las
conductas que se toman en cuenta para el establecimiento de una
costumbre derivan de los “comportamientos de los Estados y otros
sujetos de Derecho Internacional que se repiten a lo largo del tiempo,
y que son llevados a cabo por una generalidad de ellos”, como
asegura Gutiérrez Espadas

Opinio iuris sive necessitatis.

La conducta de los Estados no es suficiente para la creación de


una norma consuetudinaria, además es necesario que los sujetos
actúen y el resto de la comunidad internacional estén convencidos de
la obligatoriedad jurídica de esa conducta en cualquier situación
similar. La Corte reafirmó la necesidad de este elemento al establecer
en el asunto de la plataforma del Mar del Norte que:

“No sólo los actos considerados deben poner de relieve una


práctica constante, sino que por añadidura deber ser testimonios,
por su naturaleza o la manera en que han sido aceptados, de la
convicción de que esa práctica se ha hecho obligatoria por la
existencia de una regla jurídica”.

A esto se refiere el Art. 38-1 b), al hablar de “una práctica


generalmente aceptada como siendo de Derecho”.

La costumbre y la práctica de los Organismos


Internacionales.

La práctica de los Organismos Internacionales, puede contribuir


a la creación de la costumbre internacional, pues son también sujetos
de DI. Como ejemplos podemos mencionar, la celebración de tratados
con Estados o con otros OI, o cuando invocan privilegios, e
inmunidades en beneficio de ellas o de sus servidores. En estos casos
los precedentes de los OI, tienen el mismo valor que los creados por
Estados. El aspecto de los OI que más problema representa y que es
motivo de esta tesis, es el que surge de las resoluciones de sus
órganos, adoptadas dentro del alcance de su autoridad, pero no en
relación con otros sujetos de DI; por ejemplo las resoluciones que son
referentes a la elección de funcionarios, a la creación de órganos
subsidiarios o a la interpretación y las resoluciones declaratorias de
principios o que hacen recomendaciones. La mayoría de las
resoluciones de esta clase tienen la evidente calidad de actos jurídicos
que producen efectos jurídicos generalmente definidos en el
instrumento constitutivo. Contribuyen también a la creación de una
práctica que puede originar normas consuetudinarias, que no solo
obliguen a los Organismos, sino además a los Estados miembros y en
algunos casos a los Estados no miembros. Se puede decir entonces
que los Organismos Internacionales, contribuyen a la formación de
normas consuetudinarias del DI, en la medida en que refleja y
manifiesta la existencia de un consentimiento general en cuanto a la
formación de esas normas

PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO.

Los principios generales del derecho componen la tercera


categoría de normas que la CIJ debe aplicar, conforme al artículo 38-1
(c), el cual establece: “Los principios generales del derecho
reconocidos por las naciones civilizadas”. Esta frase denota principios
de derecho reconocidos dentro de los sistemas jurídicos en desarrollo,
hay que tomar en cuenta que los principios generales de derecho, se
originan en los sistemas jurídicos internos, y constituyen una fuente
diferente, deben distinguirse de los principios del DI, puesto que estos
últimos en realidad no son más que aquellas normas del DI que se
derivan de la costumbre o de los tratados.

Origen y definición.

Esta tercera fuente de Derecho Internacional, tuvo su origen en


los tribunales arbítrales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando
no podían fundar su decisión en alguna norma consuetudinaria o
convencional existente, por lo que basaban su opinión en los principios
del derecho existentes, es decir los ordenamientos jurídicos internos
de los Estados. La mayoría de los tratadistas consideran a los
principios generales como una fuente autónoma de DI. Aunque esta
fuente no ha sido aplicada comúnmente por la CIJ, ha habido casos
donde han recurrido a principios generales derivados de
ordenamientos jurídicos internos, y por tal aplicación los jueces no han
considerado que vayan más allá de su función exclusiva de aplicación
como lo establece el artículo 38.

MEDIOS AUXILIARES PARA LA DETERMINACIÓN DE LAS


REGLAS DE DERECHO.

El artículo 38-1, considera a la doctrina y a la jurisprudencia


como medios auxiliares, lo cual deja en claro que no constituyen una
fuente formal, sino que son fuentes subsidiarias que sirven para
determinar el contenido de normas existentes o interpretar su
significado.

Las decisiones judiciales.

Estas consisten en principio, en la sentencia válida de un tribunal


internacional cuya decisión sirve para dirimir una controversia
internacional, es obligatoria para las partes en conflicto como norma
individualizada, pero notiene carácter obligatorio hacia terceros, o para
ser aplicada análogamente, a conflictos con características similares.
Las decisiones que mas tienen relevancia son las de la CIJ, pues
estas son integradas por un grupo selecto de juristas, expertos en DI e
imparciales en su juicio, y que representan a los diversos sistemas
jurídicos de la comunidad internacional.

La doctrina.
Consiste en los trabajos de investigadores, redactores de
artículos y libros sobre el tema, así como otros comentaristas privados,
análogamente pueden considerarse los proyectos, informes reportes y
memorandums, de la Comisión de Derecho Internacional de las
Naciones Unidas, así como el trabajo de otras instituciones
prestigiadas en el área de DI como serían los publicados por la
Academia de Derecho Internacional en la Haya. Actualmente la
relevancia de la doctrina reside en que es un valor de prueba o factor
de revelación de normas de DI, y es utilizado como métodopara
descubrir lo que es el derecho en algún punto en particular, más que
ser una fuente de normas. Específicamente sirve para descubrir la
práctica regional o postura de los Estados en particular, y para saber si
existe la obligatoriedad jurídica sobre un acto determinado.

La doctrina es usada con regularidad por los tribunales arbítrales


que tienen libertad en cuanto, a la elección de las normas a aplicar, y
se basan con más frecuencia en la determinación que hacen los
tratadistas prestigiados de DI.

EQUIDAD
La equidad se ha establecido con una doble concepción en el derecho público
internacional, adquiriendo por un lado el carácter de principio general de derecho,
y por otro, el de fuente de derecho internacional público. A partir de lo anterior se
evidencia la aplicación de la equidad, la cual en materia de derecho internacional
público se ha definido como: “El sentimiento de lo que exige la justicia en el caso
concreto, teniendo en cuenta todos los elementos específicos y haciendo
abstracción de las exigencias puramente técnicas del derecho positivo. La
equidad permite así descartar todo lo que, su pretexto de aplicación automática y
ciega del derecho estricto, sería sin razón, desproporción o extravagancia. Ella
contiene pues la idea de balanza y de equilibrio y, a este propósito, se habla
precisamente de balanza de los derechos y de las obligaciones de las partes en
litigio, de balanza de los hechos y de los intereses o de equilibrio imparcial y
racional de los intereses. Modelo standard de racionalidad, la equidad es
ponderación y moderación” (Lugar y Función de la Equidad en el Nuevo Derecho
Internacional, Romualdo Bermejo García, El concepto previo de Equidad permite
establecerla como una manera idónea de llegar a solucionar los litigios, debido a
que el fin último de la equidad es conseguir un equilibrio en los derechos materia
de litigio. Sin embargo, dadas las condiciones de la equidad, se presenta de
manera casi que “utópica” su relación debido a que las partes siempre tendrán la
tendencia de buscar la consecución de sus derechos y de tratar de que la
contraparte no tenga ningún beneficio, aunque vale aclarar que dependerá de
cada caso en particular para darle una correcta aplicación al principio de equidad.
“Se ha considerado en general que la equidad tiene tres funciones principales:
correctora, supletoria y eliminadora. La equidad podría pues, sea atenuar la rigidez
de la regla jurídica, sea completarla, sea ir en contra de la regla jurídica. En el
primer caso se manifiesta infra legem, en el segundo praeter legem y en el tercero
contra legem” (Lugar y Función de la Equidad en el Nuevo Derecho Internacional,
Romualdo Bermejo García, Recuperado de
https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/21056/1/ADI_VII_1983-84_08.pdf) A partir
de las funciones de la equidad se pueden establecer las ocasiones en que se
configura como fuente de derecho y como principio general de derecho. Dicho lo
anterior,
La equidad praeter legem aparece, pues, como un medio de colmar las lagunas
del derecho positivo. Así, la equidad puede constituir una norma subsidiaria del
derecho internacional.
Es decir que frente a esta función de la equidad se establece la posibilidad de
llenar vacíos jurídicos, ante lo cual es evidente que se cumple una función de
fuente de derecho al crear el derecho o la norma que se deberá aplicar para el
determinado caso, por ende, es pertinente establecer a la equidad como fuente de
derecho internacional dadas sus características de aplicarse a casos que no
tienen ninguna normatividad aplicable. Por otro lado, “en cuanto a la equidad infra
legem, se puede decir que su característica principal reside en el hecho de que
está comprendida en una aplicación normal del derecho positivo, siendo su
finalidad la de atenuar las consecuencias, frecuentemente demasiado rigurosas”.
(LUGAR Y FUNCIÓN DE LA EQUIDAD EN EL NUEVO DERECHO
INTERNACIONAL, Romualdo BERMEJO GARCÍA, Recuperado
dehttps://dadun.unav.edu/bitstream/10171/21056/1/ADI_VII_1983-84_08.pdf)
Frente a esta característica de la equidad se establece la facultad de atenuar o
disminuir las sanciones que imposibilitan el correcto actuar de la administración de
justicia, es decir, en este punto, se adquiere un mayor valor para la equidad en la
medida en que no se presenta como fuente de derecho, pero se pueden
acondicionar los fallos, dando la posibilidad de darle una mayor interpretación a
los fallos.
Por último, la equidad contra legem tiene un alcance más amplio, «Si la equidad
no puede ir en contra de las reglas positivas del derecho internacional, al menos

servirá, sea para precisar el sentido cuando es dudoso, sea para interpretarlas .

Jurisprudencia Internacional y Nacional

La jurisprudencia internacional constituye fuente primaria de conocimiento para el


estudio y comprensión del Derecho Internacional Público, conjuntamente con las
normas convencionales y consuetudinarias, la doctrina y la práctica.

La indudable importancia y relevancia de la jurisprudencia han sido resaltadas por


Rodríguez Carrión al expresar que la misma “(...) ofrece la posibilidad de poner de
manifiesto cuál es la práctica generalmente seguida por los Estados, como prueba
de una norma general de Derecho Internacional.”

El artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia incluye la


jurisprudencia como un medio auxiliar para la determinación de las reglas de
Derecho a aplicar en la solución de controversias internacionales y, desde su
propio establecimiento, este órgano judicial de Naciones Unidas, “(...) si no ha
creado tales normas, al menos sí ha tenido la virtualidad de explicarlas y
profundizarlas. Así, la Corte ha producido una amplia jurisprudencia sobre
disímiles temas, de valor excepcional para apreciar las características y desarrollo
progresivo del Derecho Internacional.

Hay que recordar que la labor judicial del actual tribunal de La Haya, es
continuación de lo que ya venía haciendo, desde inicios de la segunda década del
siglo pasado, su predecesor el Tribunal Permanente de Justicia Internacional,
creado bajo los auspicios de la Sociedad de Naciones, y cuyas directivas
fundamentales se retoman en la reglamentación de la actual Corte[3]. Ello explica
la arcaica redacción del supramencionado artículo 38 de su Estatuto.

El consentimiento, libremente manifestado, aparece como requisito indispensable


para someterse a la jurisdicción de la Corte. Ese consentimiento puede
manifestarse por cuatro vías fundamentales: por tratados que tienen como objeto
la determinación de la jurisdicción internacional para toda situación de
controversia, la cláusula facultativa de jurisdicción obligatoria del artículo 36,
párrafos 2 y 3 del Estatuto, la existencia de cláusula compromisoria dentro de un
tratado específico y referente solo a ese instrumento jurídico o la aceptación
implícita derivada del forum prorrogatum.

Así, toda la jurisprudencia de la Corte basa su alcance y efectos jurídicos en la


existencia previa del consentimiento de los Estados. Sin embargo, el acto de
manifestación del consentimiento no llega a constituir el objeto de un litigio
internacional pues lo identificable del mismo son sus efectos o los vicios presentes
que impiden esos efectos.

Así, resulta curioso que siendo el consentimiento de los Estados una condición
omnipresente en toda la configuración y actuación del máximo tribunal
internacional, este nunca se haya pronunciado directa y específicamente acerca
de tal institución jurídica, al extremo que quienes nos dedicamos a la investigación
y/o adecuación normativa de esta fase del proceso de celebración de tratados,
jamás hemos contado con una jurisprudencia propia, sino que debemos
seleccionar y extraer, a retazos, los fragmentos de las citas judiciales más
convenientes con el handicap permanente de saber que la cuestión de fondo en el
asunto tratado es ajena a nuestro tema

ACTOS UNILATERALES DE LOS ESTADOS

Entendemos por tal la manifestación de voluntad de un solo Estado, cuya validez


no depende de otros actos jurídicos y que tiende a producir efectos (creación,
modificación, extinción o conservación de derechos y obligaciones) para quien la
emite y, en ocasiones, para terceros. De este concepto deducimos que los
elementos esenciales del acto unilateral son: a) la manifestación de voluntad
unilateral; b) realizada por un solo sujeto; c) que no depende de otros actos
jurídicos, y d) que produce efectos para quien la realiza, que queda obligado por
su propio comportamiento.

La importancia del acto unilateral radica en que, si bien en principio no es una


fuente de derecho internacional, sí que compromete la actuación del Estado que lo
realiza, siéndole, por tanto, oponible. Es decir, el Estado queda ligado por sus
declaraciones pudiendo llegar a generar obligaciones para él mismo. La mejor
expresión de lo que el acto unilateral supone para el Estado que lo realiza la
encontramos en la teoría anglosajona del Estoppel: cuando un sujeto, a través de
sus declaraciones, lleva a otro sujeto a creer en un cierto estado de cosas y actúa
en consecuencia, el primero no puede establecer frente a éste un estado de cosas
diferente.

En la definición hemos apuntado que el acto unilateral, en principio, sólo tiene


efectos para quien lo realiza, no siendo oponible para terceros. Sin embargo, la
sucesión de actos unilaterales de carácter uniforme realizados por varios sujetos
pueden terminar cristalizando en una norma consuetudinaria que, a partir de ese
momento, sí será oponible erga omnes.

Las figuras de actos unilaterales más frecuentes son las siguientes: a) el


reconocimiento, que es una declaración de voluntad unilateral por la cual un sujeto
de derecho internacional constata la existencia de un hecho, de una situación o de
una pretensión, y expresa su voluntad de considerarlas como legítima; se trata de
un acto unilateral habitualmente relacionado con el reconocimiento de Estados y
de Gobiernos; b) la renuncia, consistente en una manifestación de voluntad de un
sujeto dirigida a abandonar un derecho o poder propios con la finalidad de
provocar su extinción; c) la protesta, manifestación de voluntad unilateral por la
que un sujeto de derecho internacional toma posición contraria respecto de un
acto, pretensión o situación de hecho creada por otro u otros sujetos de derecho
internacional y muestra con ello la no aceptación de las consecuencias que de
ellos se pudieran derivar; d) la notificación, que consiste en el acto por el que se
pone en conocimiento de un tercero un hecho, una situación, una acción o un
documento, del que se pueden derivar efectos jurídicos y que será en
consecuencia considerado como jurídicamente conocido por aquel a quien se
dirigió, y e) la promesa, manifestación de voluntad unilateral por la que el sujeto de
derecho internacional se compromete a un comportamiento futuro.

Los actos unilaterales están estrechamente relacionados con la práctica de los


Estados y, por tanto, sometidos a un enfoque fuertemente casuístico. Sin
embargo, el Tribunal Internacional de Justicia se ha pronunciado sobre esta
categoría en varias ocasiones, en especial en la sentencia de 20 de diciembre de
1974 recaída en el asunto sobre las pruebas nucleares que enfrentó a Francia y
Nueva Zelanda, y en la que el Tribunal afirmó que «las declaraciones que revisten
la forma de actos unilaterales y que conciernen a situaciones de derecho o de
hecho pueden tener como efecto la creación de obligaciones jurídicas» y «el
Estado interesado puede entender que tiene derecho a seguir una línea de
conducta conforme a esa declaración».

En los últimos años, la Comisión de Derecho Internacional se ha ocupado de los


actos unilaterales, a fin de delimitar los elementos esenciales que los definen y los
efectos que los mismos producen para los Estados. En este marco, el Relator
Especial de la Comisión de Derecho Internacional, Sr. Rodríguez Cedeño, ha
elaborado diversos informes y una guía de principios que ha sido remitida a la
Sexta Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006.

LAS RESOLUCIONES DE LAS


ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

Las resoluciones de organizaciones internacionales como


fuente de derecho
Como fuente de derecho internacional, las resoluciones de las organizaciones
internacionales requieren de una mayor precisión. Es tal la proliferación de dichas
organizaciones, cada una de ellas dotada de poderes disímiles, y tan variados
como desiguales sus actos formales de expresión, que resulta prácticamente
imposible señalar de una manera unívoca no sólo el valor jurídico de las
resoluciones internacionales, sino incluso su concepto mismo. Sin embargo,
prescindiendo de aquellas resoluciones que carecen de efectos vinculatorios y
que, por ende, no son fuentes de derecho, pueden señalarse básicamente dos
tipos de resoluciones.
Las que obligan a los Estados en virtud de un poder conferido a la organización
internacional por su tratado constitutivo y aquellas que declaran la vigencia o
existencia de una norma jurídica.
Naturalmente este esquema no agota el tratamiento de todas las resoluciones
susceptibles de ser dictadas por una organización internacional; pero, al menos,
permite una adecuada sistematización en este capítulo de aquellas resoluciones
más importantes que pueden ser fuentes de derecho internacional.
La costumbre en el derecho internacional público

Int. púb. Norma no escrita que resulta de una práctica general, constante,
uniforme y duradera de los sujetos de derecho internacional público, aceptada por
ellos como derecho

La doctrina internacional

La doctrina como fuente del Derecho Internacional se conoce como la opinión


de los jurisconsultos y de las asociaciones especializadas. Puede ser de carácter
filosófico, sociológico o histórico. ... Un fin crítico, trata de mejorar cada vez más al
derecho procurando un contenido más justo de las normas.

Principios generales del Derecho

Los principios generales del Derecho Internacional son:

El principio de la igualdad jurídica y soberana de los Estados.

En cuanto al principio de la prohibición del uso de la fuerza, se aplican


excepciones como en el derecho a la legítima defensa.

Son reglas de organización muy generales que pretenden enmarcar jurídicamente


el comportamiento de los órganos de la ONU y las relaciones entre los Estados
miembros, con el objetivo de propiciar la paz y la seguridad internacionales.

¿Qué es la equidad en derecho internacional?

La equidad infra legem, también llamada secundum o propter legem, es aquella


que tiene un contenido interpretativo que es autorizado por la esencia misma de
una norma jurídica
¿Qué es la jurisprudencia en el derecho internacional público?

La jurisprudencia internacional constituye fuente primaria de conocimiento para el


estudio y comprensión del Derecho Internacional Público, conjuntamente con las
normas convencionales y consuetudinarias, la doctrina y la práctica.

¿Qué es la jurisprudencia nacional?

se refiere al conjunto de pronunciamientos de los tribunales superiores de justicia -


en nuestro sistema la Corte Suprema de Justicia- que son los lla- mados a formar
jurisprudencia a través cíe la uniformidad del derecho, que se logra justamente en
la aplicación del mismo al caso concreto.

Actos unilaterales

Entendemos por acto jurídico unilateral una manifestación de voluntad de un solo


sujeto del Derecho internacional, cuya validez no depende prima facie de otros
actos jurídicos y que tiende a producir efectos para el sujeto que la emite y para
terceros en determinadas circunstancias

Resoluciones de las organizaciones

Las resoluciones son expresiones oficiales de la opinión o voluntad de los órganos


de las Naciones Unidas. Las resoluciones del Consejo de Seguridad, la Asamblea
General y el Consejo Económico y Social se publican como documentos
individuales y se incluyen en las compilaciones anuales o de períodos de
sesiones.

¿Cuál es la clasificación de los organismos internacionales?

Conforme a este criterio, existen tres clases de Organizaciones Internacionales:


las Intergubernamentales, la No gubernamentales y las especiales o atípicas, esta
clasificación, también es ocupada por la Unión Internacional de Asociaciones, pero
es renombrada como convencionales, no convencionales y atípicas
¿Cuáles son las funciones de las organizaciones internacionales?

LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES AYUDAN A FIJAR OBJETIVOS


COMUNES. ... Si bien la responsabilidad de las organizaciones internacionales
por fijar objetivos y facilitar su consecución se diluye considerablemente a nivel
mundial, la situación puede ser diferente en el plano regional.

¿Qué son los organismos internacionales?

Un organismo internacional u organización intergubernamental (OI) se define


como "todo grupo o asociación que se extiende más allá de las fronteras de un
Estado particular, y que adopta una estructura orgánica permanente"

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