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Sonidos sin sentido y en éxtasis

Este punto de vista casi siempre relaciona la glosolalia del Nuevo Testamento con fenómenos
similares en el mundo no cristiano y pagano.El que habla, se sostiene, está en un estado de trance
y pronuncia sonidos incoherentes.19 Hablar en lenguas, opina un defensor de esta idea, incluye «la
creencia del uso desconectado, sin significado, de la lengua para hacer sonidos». 20 James Dunn,
interesantemente, adscribe este tipo de «pronunciamientos extáticos» a los creyentes corintios,
pero procede a decir que la creencia que Pablo tiene es diferente porque dice que la glosolalia
puede ser controlada.21 Es difícil entender, si esta creencia es correcta, cómo las Escrituras
presentan el hablar en lenguas como un don del Espíritu Santo, puesto que parlotear difícilmente
se podría identificar como una de sus obras. Por muy bajo que uno quiera colocar este don en la
jerarquía de los carismas, sigue siendo un don del Espíritu y, como tal, no se debe hablar de él en
forma ligera o despectiva.
Algunos aducen que el verbo lalein, usado continuamente en relación con glosolalia, sugiere la
idea de que el fenómeno es de «laleo», o sea, parloteo. Pero en tiempos helenísticos el verbo
ordinariamente no quería decir habla incoherente. Es más, Pablo lo usa también en conexión con
profetizar (1 Co 14:29) y con las mujeres haciendo preguntas (14:34-35). Además, usa la palabra
más común para hablar (legein) por lo menos una vez en conexión con glosolalia (14:16).

Expresiones arcaicas
El Greek-English Lexicon de Liddell y Scott da, como significado de glossa, «palabra obsoleta o
foránea, que necesita explicación». El diccionario de Bauer-Arndt-Gingrich-Danker sugiere un
significado similar para el fenómeno de lenguas. 23 Relativo a esto tenemos el concepto de
criptomnesia, que dice que en un estado de éxtasis o emoción inusual, o incluso borrachera, la
gente puede soltar palabras o frases extranjeras desconocidas para ellos, que de alguna manera
están su memoria. Comentando sobre la glosolalia de Pentecostés, Cyril G. Williams dice que los
sonidos que pronunciaron los discípulos les parecieron a algunos oyentes judíos como «palabras
identificables en idiomas que recordaban vagamente». Luego pasa a sugerir la posibilidad de que
«entremezcladas entre los vocablos inarticulados habría palabras reales identificables».Es difícil
entender cómo tal enfoque psicológico, sea cual sea su mérito, puede explicar adecuadamente toda
la información bíblica que trata del don. Exige un uso más bien raro de la palabra glosa, y lo
impone sobre el Nuevo Testamento. Es mucha mejor exégesis entender la palabra o término
griego en su significado más común, nominal, a menos que exista evidencia
imperiosa para interpretarlo de otra forma.

Idioma
Tal vez la opinión sostenida más ampliamente, por lo menos entre los comprometidos a un
concepto alto de las Escrituras, ve la glosolalia como hablar idiomas diferentes. Según esto, en
general, las «clases de lenguas» (1 Co 12:10,28) son tipos o especies de idiomas.

Este punto de vista se sostiene por dos razones básicas:


1. Aunque la palabra griega glosa designa a menudo el órgano físico del habla, o, es en sentido
técnico una expresión poética o arcaica, el significado que más fácilmente viene a la mente en
conexión con la glosolalia es la de idioma. La palabra se usa en la Septuaginta para el relato de la
confusión de lenguas (Gn 11:1,6-7,9) y es traducción del hebreo lashon. Se usa asimismo para
traducir la palabra hebrea safa] (Gn 10:5,31) para indicar el idioma o idiomas que hablaban las
diferentes familias de la tierra después de la dispersión del capítulo 11. Una aparición de la
palabra que viene totalmente a cuento se halla en Isaías 28:11, que Pablo cita en 1 Corintios 14. La
referencia es a los asirios, cuyo idioma no entenderían los israelitas.
2. Una consideración más es que la palabra griega hermeneia y sus cognados implican el
significado de «idioma» para glosa en 1 Corintios 12—14, y que por consiguiente el verbo
jermeneuein quiere decir «traducir» o «interpretar» un idioma ininteligible. Con una sola
excepción (Lc 24:27), y exclusiva de 1 Corintios 12—14, donde se busca su significado, esta
palabra y las relacionadas con ella del Nuevo Testamento se usan para presentar el significado de
palabras o expresiones foráneas
(por ejemplo, Mr 5:41; 15:34; Hch 4:36). La preponderancia de
evidencia en el Nuevo Testamento, por tanto, es que jermeneia y sus cognados conllevan la idea
de traducir, o interpretar, un idioma desconocido para los oyentes o los lectores. Es cierto que el
concepto que uno tenga del don de interpretación de lenguas está a merced del concepto que se
tenga de la naturaleza de la glosolalia, pero el uso bíblico de la familia de palabras de jermeneia es
una fuerte indicación de que Pablo está hablando de traducción de idiomas.
La conclusión de que glosolalia es hablar en ciertos idiomas, sin embargo, requiere mayor
investigación. ¿Cuál es la naturaleza de estos idiomas? Existen dos posibilidades. Pue
den ser idiomas humanos, identificables, o pueden ser alguna clase de lenguaje no humano,
angélico o celestial. Algunos ven una contradicción entre la presentación de Lucas (idiomas
humanos) y la de Pablo (lenguajes angélicos o celestiales), y consecuentemente tratan de
interpretar al uno en términos del otro.
¿Es la glosolalia un lenguaje espiritual, celestial? Los que defienden este punto de vista dicen que
así lo sugiere el tenor general de la enseñanza de 1 Corintios 14. Las lenguas parecen dirigirse en
todo tiempo a Dios (v. 2); también se hace referencia a orar en lenguas (v. 14). Si, entonces, esto
es un medio de comunicación entre el hombre y Dios, y si este hablar es impulsado por el Espíritu
Santo, entonces un lenguaje celestial es más apropiado para la ocasión que simplemente otro
idioma humano.27 Se apela también a las «lenguas ... de ángeles» mencionadas en 1 Corintios 13:l.

¿Es glosolalia hablar en un lenguaje humano (xenolalia)? Hechos 2 resulta ciertamente decisivo
en cuanto a esta posibilidad. Además, hay una afinidad lingüística entre Hechos 2:4 («otras
lenguas» heterais glossais) y la cita de Pablo de Isaías 28.11, que contiene el compuesto
heteroglossois, que también significa «otras lenguas». La posición más sostenible es que
glosolalia se debe entender como hablar en idiomas, pero que estos pueden ser humanos, angélicos
o celestiales. La reunión de tantos representantes de varias naciones fue programada
providencialmente, así que vemos en el habla glosolálica de los discípulos un presagio de su
comisión de ir a todo el mundo (Hch 1:8). Aunque no todas las naciones del mundo estuvieron
representadas, John R. W. Stott observa que Lucas incluyó en la lista descendientes de Sem, Cam
y Jafet, y nos da una «"tabla de naciones" comparable a la de Génesis
10» .
El contenido de la glosolalia de los discípulos fue una glorificación de Dios. Ellos proclamaban
«las maravillas de Dios» (Hch 2:11). Está claro que no predicaron en los idiomas inspirados
divinamente. La predicación fue hecha por Pedro muy brevemente en arameo, que todos
entendían. Sus pronunciamientos fueron en el orden de la alabanza y adoración. Para el propósito
específico de este capítulo una observación de lo más significativa en cuanto a Hechos 2 es que la
palabra «todo», del versículo 4 es el sujeto de ambas cláusulas principales: Todos fueron llenos
del Espíritu, todos hablaron en lenguas. Para parafrasearlo: Todos los que fueron llenos con el
Espíritu hablaron en lenguas; no hubo excepciones.

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