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EL DON DE LENGUAS ES BÍBLICO, PERO ¿TIENE ALGUNA RELACIÓN CON LA FORMA EN QUE

MUCHAS IGLESIA LO PRACTICAN ACTUALMENTE?

El don de lenguas es una realidad que puede comprobarse fácilmente en las Escrituras. El día de
pentecostés, 120 discípulos del Señor que estaban reunidos en el aposento alto experimentaron el
maravilloso poder de Dios con una señal contundente por la llegada del Espíritu Santo a morar en
ellos. Allí los discípulos dieron testimonio de los prodigios del Dios Vivo de una forma tan peculiar,
que trastornó a una multitud de personas.

Analicemos juntos el relato bíblico del día de pentecostés según el testimonio de Lucas en el libro
de los Hechos, capítulo 2.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que este momento en la historia de la humanidad es
único. En el antiguo pacto, el Espíritu Santo no habitaba en las personas, sino que se posaba sobre
ellas. Pero el día de pentecostés el Espíritu Santo llegó a residir permanentemente en el creyente
(Efesios 1:13). Este día tan esperado fue anticipado por el profeta Joel, según lo que explicó Pedro
en el relato de Hechos 2:16.

Dice la profecía, que vendría el Espíritu de Dios sobre sus siervos y Él haría prodigios para
inaugurar esta nueva era en el plan de salvación. La Biblia marcó ese día como un tiempo especial
e irrepetible, ya que fue el primer día del derramamiento del Espíritu Santo en la vida de los
cristianos. Así como no esperamos cada año que Dios separe las aguas del mar rojo (Éxodo 14:21-
22), ni esperamos que el tiempo se detenga cada aniversario de la iglesia (Josué 10:13), tampoco
deberíamos esperar que se repita constantemente la señal del día de pentecostés porque fue un
acontecimiento único.

Por otra parte, el relato bíblico menciona con claridad que los creyentes que estaban hablando en
lenguas, no estaban balbuceando sílabas aleatorias e ininteligibles; ellos estaban hablando idiomas
existentes que antes no conocían. Esto se puede comprobar con el testimonio de los extranjeros
piadosos que visitaban Jerusalén, los cuales preguntaban ¿Cómo podían los galileos hablar en sus
lenguas maternas? (Hechos 2:8). Es más, el texto muestra que en sus propios idiomas natales,
entendían que los galileos estaban hablando las maravillas de Dios (Hechos 2:11).

El don de lenguas nunca consistió en repetir sílabas para que el diablo no entienda lo que el
creyente dice, sino que fue la herramienta disponible para que la iglesia primitiva llevara el
evangelio por todo el mundo, incluso a las tierras cuyos idiomas nunca habían podido aprender.

Respecto al don de lenguas, el apóstol Pablo nos deja ver sus opiniones en el capítulo 14 de la
primera carta a los Corintios. Unos renglones antes, nos está dando un concepto excepcional del
amor y en relación a este exhorta a la iglesia de Corinto a ansiar los dones espirituales para el
beneficio de sus hermanos. Pero Pablo aclara que el don de lenguas no edificaba a los hombres,
porque no todos podían entender el idioma que se usaba (1 corintios 14:2), más bien este don era
de edificación exclusiva para el que lo estaba hablando (1 corintios 14:4). El apóstol continúa con
una pregunta retórica según su estilo, con la cual afirma que hablando en idiomas extranjeros no
haría nada de provecho a la congregación a menos que también se predicara en su idioma (1
corintios 14:6), mas adelante insiste en su idea, afirmando que hablar en lenguas extrañas al
pueblo sin que nadie entienda, es igual que hablarle al aire (1 corintios 14:9-11).
Es muy especial lo que Pablo afirma en el versículo 22 del mismo capítulo, ya que dice mucho
acerca del propósito de la señal de lenguas, que no es para creyentes, sino para incrédulos y este
pasaje tiene mucho sentido cuando analizamos los propósitos del don de lenguas:

1. El don de hablar idiomas extranjeros desconocidos es señal de juicio según las Escrituras, como
podemos evidenciar en Isaías 28:11-12 cuando Dios anunció por medio del profeta a la tribu de
Efraín, que serían juzgados por medio de un país de lengua extranjera, específicamente por los
asirios. Así mismo en Jeremías 5:15 se refuerza este propósito cuando Dios habla a Israel
anticipando su juicio en el exilio babilónico. En el antiguo estamento, cuando Dios anunciaba
juicio, se profetizaba que llegaría con la lengua extranjera. El día de pentecostés, los idiomas
extranjeros en boca de los creyentes pudieron ser un anuncio del juicio de Dios que sería
consumado en el año 70 con el sitio de Jerusalén y la destrucción del templo.

2. Este don además de juicio para Israel, era una señal de la buena voluntad de Dios con los
extranjeros, que serían hechos hijos del Dios viviente (Romanos 9:25-26). Por el juicio de Israel, los
gentiles seríamos injertados al olivo que representa al pueblo de Dios, en lugar de las hojas
legítimas arrancadas que representan al pueblo de Israel (Romanos 11:11-24). Este injerto de los
extranjeros se demostró al escuchar en su lengua natal y de forma milagrosa en pentecostés, el
evangelio de la salvación del Dios de Israel.

El don de lenguas era vital para la extensión del evangelio en la iglesia primitiva, pero esta
necesidad, una vez arraigado el mensaje en cada territorio, perdería su funcionalidad. Pablo dijo
que el amor que proviene de Dios nunca dejaría de existir, pero que la profecía (revelación
directa), las lenguas extrañas (idiomas extranjeros) y el don de ciencia (entendimiento
sobrenatural), cesarían cuando la perfección (lo completo) llegara (1 Corintios 13:8-10).

En relación a esto es importante ver que la perfección de los dones de profecía, ciencia y lenguas
llegó cuando se cerró el canon bíblico, porque la Palabra de Dios estaría disponible en su totalidad
conforme a la voluntad del Señor.

No necesitamos hablar o escuchar lenguas extrañas porque tenemos la traducción completa de la


Palabra directa de Dios en 450 idiomas.

Es urgente entender que la Palabra de Dios no apoya prácticas extrañas, ni el uso de balbuceos
incomprensibles con el pretexto de ser un don. Si hablar idiomas extranjeros sin intérprete en el
primer siglo daba una impresión de locura y desorden (1 Corintios 14:23), cuanto más, si lo que se
habla ni siquiera es un idioma existente.

Le rogamos al Señor que este mensaje sea de edificación en la vida de nuestros lectores y que la
verdad de la Palabra de Dios arranque todo error doctrinal de la vida de los creyentes. Si esta
interesado en seguir conociendo acerca de este y otros temas similares, le invitamos a estar
atento a nuestras publicaciones diarias.

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