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Tema 1
Tema 1
La Psicogerontología:
conceptos fundamentales
Índice
Esquema 3
Ideas clave 6
1.1. Introducción y objetivos 6
1.2. Envejecimiento poblacional: consecuencias y
desafíos 7
1.3. Envejecimiento, enfermedad y dependencia:
conceptos distintos 10
1.4. La variabilidad del envejecimiento 14
1.5. Conceptos importantes de metodología de
investigación en gerontología 24
1.6. Desarrollo adulto y trayectorias de
envejecimiento: cambio y estabilidad 26
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1.7. Conclusiones 32
1.8. Referencias bibliográficas 32
A fondo 41
Test 42
Esquema
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Tipos de envejecimiento
Caso 1. Ana tiene 61 años. Hace tres años le diagnosticaron cáncer de mama y
tuvieron que hacerle una mastectomía total. Aunque superó el cáncer, desde
entonces, son diversas las enfermedades que le han diagnosticado a Ana, entre las
que se encuentran la hipertensión, diabetes y trastorno depresivo mayor. Mientras
la diabetes y la hipertensión están controladas y el cáncer superado, el trastorno
depresivo mayor sigue estando presente. Ana nunca ha tenido una vida social y
familiar muy activa y, desde la mastectomía, ha eliminado prácticamente todos los
contactos sociales. Prácticamente solo sale de casa para ir a citas médicas, pasando
la gran parte del tiempo sentada en el sofá viendo la televisión.
Caso 2. Rosario tiene 75 años. Respecto a las enfermedades que padece, además de
haber perdido visión recientemente, hace unos 10 años le diagnosticaron artrosis en
las rodillas, lo que le causa un dolor leve. Según los médicos, la artrosis está
evolucionando lentamente, por lo que esta enfermedad apenas está impactando en
la vida de Rosario. Respecto a las actividades que realiza Rosario, indica tener una
vida social bastante activa ya que tiene alta cantidad y calidad en sus relaciones
sociales y familiares. Asimismo, Rosario trata de mantenerse también activa física y
mentalmente acudiendo a actividades en el centro de mayores, aunque comenta que
nota cómo sus capacidades físicas y cognitivas han empeorado en los últimos años.
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A continuación, trata de reflexionar sobre las siguientes cuestiones para cada uno de
los casos:
Es por ello que, en primer lugar, se aportarán datos de prevalencia del grupo
poblacional de personas mayores, además, se analizarán las principales
consecuencias y desafíos a los que nos enfrentamos como sociedad debido al
incremento de las cifras de la población mayor. A continuación, se describirán
algunos conceptos importantes dentro del campo de la gerontología, como las
diferencias entre el envejecimiento, la enfermedad y la dependencia o conceptos que
resulta fundamental conocer sobre metodología de investigación en esta área de
conocimiento. Asimismo, el alumno conocerá una de las características
fundamentales de este grupo poblacional: la multivariabilidad, que explica la
diversidad de factores que moldean las diversas trayectorias de envejecimiento.
envejecimiento.
Según datos de prevalencias, al comienzo del siglo XXI la población mayor de 60 años
en el mundo ascendía a algo más de 600 millones (aproximadamente un 7 % de la
población mundial). Si bien, para el año 2050 se estima que esta cifra se triplique,
llegando incluso hasta los 2000 millones (un 19 % de la población mundial) (ONU,
2001).
Consecuencias socioemocionales
Consecuencias económicas
Otra consecuencia económica para las sociedades es que deben hacer frente al gasto
sanitario y asistencial que supone tener una gran proporción de la población mayor
de 85 años. Como veremos más adelante, envejecer no es sinónimo de enfermedad,
pero a partir de cierta edad (alrededor de los 85 años), se incrementa notablemente
la aparición de enfermedades crónicas y, por lo tanto, el gasto sanitario para
atenderlas de forma adecuada. En este punto cabe preguntarse: ¿estamos
preparados como sociedad para atender de manera apropiada las necesidades?
Consecuencias sanitarias
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Desafíos
«Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas
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Así, hasta aproximadamente finales de los años 70, predominaban visiones del
envejecimiento como una etapa en la que la meta final era la aceptación resignada
del declive, la pérdida de poder inevitablemente asociado a este y la necesaria
desvinculación del mundo social (Cumming y Henry, 1961).
Cuando, allá por los años 70, era evidente que la esperanza de vida estaba
incrementándose de forma notable, fue generándose una visión pesimista según la
cual el aumento en años de vida suponía en realidad alargar un período de
discapacidad, enfermedad y dependencia, ya que aumentar la edad no implicaba
necesariamente mejorar la salud en los «años ganados». Esta hipótesis se conoce con
el nombre de «expansión de la morbilidad», al implicar una extensión del período
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Los datos del Ministerio de Sanidad sobre la esperanza de vida con salud en España
(2006-2011) proporcionan apoyo empírico a la hipótesis de la compresión de la
morbilidad de Fries (1980). En el año 2011, la esperanza de vida de una persona al
nacer era de 82,3 años (1,2 años superior a la que había en el 2006), mientras que la
esperanza de vida sin enfermedad o en condiciones de salud de la población
española al nacer se incrementó hasta los 66,4 años (3,4 años más que en el año
2006).
Sin embargo, la realidad no suele ser tan sencilla como nuestras hipótesis sobre ella
y los perfiles de envejecimiento son muy variados, como veremos en el siguiente
apartado, por lo que no siempre se ajustan a la visión positiva de la compresión de
la morbilidad.
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Existe una visión intermedia entre las dos hipótesis anteriores: la hipótesis del
equilibrio dinámico (Manton, 1982). Esta hipótesis plantea que la razón por la que
las personas con enfermedades crónicas o degenerativas están viviendo más años
puede tener que ver también con un enlentecimiento del progreso de dichas
Figura 1. Posibles trayectorias en relación con la edad, la discapacidad y la muerte. Fuente: basado en Fries,
Bruce y Chakravarty, 2011.
La esperanza de vida con salud, esto es, sin enfermedades incapacitantes, sigue
aumentando en nuestras sociedades.
Es necesario seguir invirtiendo esfuerzos en prevención (primaria, secundaria y
terciaria) de cara a seguir trabajando por aumentar la esperanza de vida en las
mejores condiciones de salud posibles.
A pesar del incremento en la esperanza de vida con salud, hay que reconocer que
los escenarios de declive funcional y enfermedad crónica, ya sea leve, moderada
o, en menor medida, grave, no son infrecuentes en la última etapa de la vida. Esto
tiene implicaciones importantes para entender la intervención psicológica en la
vejez, ya que, muchas veces, tratar problemas emocionales como la ansiedad o la
depresión va a tener como escenario la enfermedad o la pérdida de funcionalidad
en la vida cotidiana.
60 hasta más de 100 años. En no pocas ocasiones nos planteamos buscar respuesta
a la cuestión de cuándo se puede considerar a una persona como «persona mayor».
Aunque la cuestión parezca sencilla, la respuesta a la misma es más compleja de lo
que parece.
Respecto a la edad «de corte» que consideraban las personas encuestadas para
categorizar a una persona dentro este grupo poblacional de personas mayores, los
datos que se obtuvieron indicaron que la mayoría de la muestra consideraba a una
persona mayor cuando se encontraba en torno a los 65 años (lo que en España se
corresponde a la edad de jubilación). A pesar de que la fecha de publicación de este
estudio pueda estar desactualizada, refleja una idea interesante: la mayor parte de
la población se basa en criterios de edad cronológica para tomar decisiones de
inclusión- exclusión dentro del grupo de «personas mayores» y, además, la edad de
corte se establece en torno a los 65 años.
Si bien, esta idea no deja de ser controvertida debido a la gran complejidad que
presenta este grupo poblacional, la cual el alumno verá reflejada a lo largo de toda la
asignatura. Entre las dificultades que presenta este criterio cronológico
encontramos que, teniendo en cuenta la elevada esperanza de vida actual de las
personas, se trata de un grupo poblacional que abarca un rango de edad muy amplio,
a partir de los 60-65 años en adelante (aproximadamente 40 años). Este aspecto se
torna incluso más complejo si tenemos en cuenta que no solo existen muchas
diferencias entre dos personas que tengan 70 años respectivamente (en los próximos
apartados se hablará de la variabilidad interindividual), sino que, además, suelen
existir diferencias significativas cada vez más avaladas a nivel científico entre una
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Se entiende por variabilidad interindividual aquella que considera que las personas
mayores se diferencian mucho entre sí en cuanto a su funcionamiento físico,
psicológico o social. En este sentido, dos personas de 67 años tienen menos
Figura 3. Ilustración de la heterogeneidad en el grupo de personas mayores. Fuente: Montorio e Izal, 1999.
Tal y como se viene analizando, cada persona es el resultado de una historia única e
irrepetible, de múltiples y variadas interacciones entre sus factores biológicos y
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hacía justicia a la heterogeneidad existente entre las personas mayores que entraban
dentro de esta categoría, muchas de las cuales mostraban niveles elevados de salud,
un funcionamiento óptimo y una gran autonomía.
Esta definición de envejecimiento con éxito fue criticada pronto porque era
demasiado «exigente» y dejaba fuera a un porcentaje demasiado amplio de las
personas mayores. Y es que muy pocas personas mayores reúnen estas tres
características, especialmente a partir de cierta edad en la que la probabilidad de
aparición de enfermedades o problemas de salud crónicos aumenta (Cho, Martin y
Poon, 2012). Este concepto ha sido objeto de no pocas revisiones desde su propuesta
en 1987.
del individuo que envejece, quien ha de ser capaz de adaptarse a estas a través de
procesos de regulación que implican seleccionar, compensar y optimizar los recursos,
fortalezas y capacidades todavía existentes.
Crecimiento y ganancias
A pesar de que Sigmund Freud (en Hernández, 2005) opinaba que a partir de los 50
años de edad las estructuras psicológicas se vuelven tan rígidas que el cambio no es
posible, hoy sabemos que el aprendizaje y el cambio psicológico también son
patrimonio de las personas mayores. Esto se debe tanto a la plasticidad neural y
conductual como a la neurogénesis o creación de nuevas neuronas, presentes a lo
largo de todo el ciclo vital (Noack, Lövdén, Schmiedek y Lindenberger, 2009; Lövdén,
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comportamiento humano.
Como puede verse en la figura 5, las tres áreas o niveles que actúan sobre el
envejecimiento (biológico, psicológico y social) se relacionan entre sí, influyéndose
mutuamente. Así, por ejemplo, la salud psicológica y física de las personas mayores
están íntimamente vinculadas entre sí a través de complejas vías de interacción que
deben ser conocidas, identificadas y abordadas por los profesionales de la medicina
y de la psicología que atienden a esta población.
Por otro lado, el entorno familiar y social de la persona que envejece, con sus
expectativas acerca de lo que esta puede y no puede hacer (estereotipos) y sus
interacciones con la misma (por ejemplo, los refuerzos y castigos que emiten ante
determinados comportamientos de la persona mayor, las oportunidades o incentivos
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Las implicaciones que tienen las complejas interacciones entre los tres niveles de
funcionamiento (biopsicosocial) para la atención psicológica a las personas mayores
serán abordadas con mayor detalle en el tema «Habilidades terapéuticas para la
evaluación y la intervención con personas mayores».
Una vez expuesto este modelo, es importante subrayar que creemos que todo
profesional que centre su actividad en la población mayor debe interiorizarlo como
marco necesario para entender la trayectoria particular de envejecimiento que ha
seguido una persona, así como para situar el análisis de cualquier problema o
comportamiento sobre el que se quiera intervenir. A este respecto, en la sección A
fondo, el alumno podrá encontrar en el segundo recurso disponible información
sobre la relevancia del papel del psicólogo en el campo de la psicogerontología.
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¿Qué aspectos explican que los casos de Ana y Rosario sean tan diferentes entre
sí?
En este capítulo del libro se hace una revisión muy completa de los cambios asociados
al envejecimiento en el funcionamiento físico, psicológico y social de las personas.
Además, se abordan los conceptos básicos en el estudio del envejecimiento que han
sido tratados en este tema.
6. Juan se está mirando al espejo y puede observar las arrugas que se le dibujan en
la piel a sus 73 años. Con el paso de los años, cada vez están más marcadas. Este
cambio que está experimentando Juan es debido a:
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A. Envejecimiento normal.
B. Envejecimiento anormal.
C. Envejecimiento patológico.
D. Todos los anteriores.