Está en la página 1de 45

Tema 1

Intervención Psicológica en Tercera Edad

La Psicogerontología:
conceptos fundamentales
Índice
Esquema 3

Planteamiento del caso clínico 4


Tipos de envejecimiento 4

Ideas clave 6
1.1. Introducción y objetivos 6
1.2. Envejecimiento poblacional: consecuencias y
desafíos 7
1.3. Envejecimiento, enfermedad y dependencia:
conceptos distintos 10
1.4. La variabilidad del envejecimiento 14
1.5. Conceptos importantes de metodología de
investigación en gerontología 24
1.6. Desarrollo adulto y trayectorias de
envejecimiento: cambio y estabilidad 26
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

1.7. Conclusiones 32
1.8. Referencias bibliográficas 32

Resolución del caso clínico 39

A fondo 41

Test 42
Esquema
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


3
Tema 1. Esquema
Planteamiento del caso clínico

Tipos de envejecimiento

A continuación, se describen dos casos clínicos:

Caso 1. Ana tiene 61 años. Hace tres años le diagnosticaron cáncer de mama y
tuvieron que hacerle una mastectomía total. Aunque superó el cáncer, desde
entonces, son diversas las enfermedades que le han diagnosticado a Ana, entre las
que se encuentran la hipertensión, diabetes y trastorno depresivo mayor. Mientras
la diabetes y la hipertensión están controladas y el cáncer superado, el trastorno
depresivo mayor sigue estando presente. Ana nunca ha tenido una vida social y
familiar muy activa y, desde la mastectomía, ha eliminado prácticamente todos los
contactos sociales. Prácticamente solo sale de casa para ir a citas médicas, pasando
la gran parte del tiempo sentada en el sofá viendo la televisión.

Caso 2. Rosario tiene 75 años. Respecto a las enfermedades que padece, además de
haber perdido visión recientemente, hace unos 10 años le diagnosticaron artrosis en
las rodillas, lo que le causa un dolor leve. Según los médicos, la artrosis está
evolucionando lentamente, por lo que esta enfermedad apenas está impactando en
la vida de Rosario. Respecto a las actividades que realiza Rosario, indica tener una
vida social bastante activa ya que tiene alta cantidad y calidad en sus relaciones
sociales y familiares. Asimismo, Rosario trata de mantenerse también activa física y
mentalmente acudiendo a actividades en el centro de mayores, aunque comenta que
nota cómo sus capacidades físicas y cognitivas han empeorado en los últimos años.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

A continuación, trata de reflexionar sobre las siguientes cuestiones para cada uno de
los casos:

Intervención Psicológica en Tercera Edad


4
Tema 1. Ideas clave
 ¿Podríamos incluir a Ana y a Rosario dentro del grupo poblacional de personas
mayores? Justifica tu respuesta.
 ¿Qué tipo de envejecimiento están desarrollando Ana y Rosario?
 ¿En qué escenario o hipótesis de envejecimiento podríamos encuadrar cada uno
de los casos?
 ¿Qué aspectos explican que los casos de Ana y Rosario sean tan diferentes entre
sí?

No te preocupes si te surgen dudas en torno a estas preguntas, a lo largo de este


tema podrás ir dando respuesta a estas cuestiones.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


5
Tema 1. Ideas clave
Ideas clave

1.1. Introducción y objetivos

En este tema el alumno podrá comenzar a introducirse en la asignatura y conocer


algunos de los conceptos iniciales de la psicogerontología.

Es por ello que, en primer lugar, se aportarán datos de prevalencia del grupo
poblacional de personas mayores, además, se analizarán las principales
consecuencias y desafíos a los que nos enfrentamos como sociedad debido al
incremento de las cifras de la población mayor. A continuación, se describirán
algunos conceptos importantes dentro del campo de la gerontología, como las
diferencias entre el envejecimiento, la enfermedad y la dependencia o conceptos que
resulta fundamental conocer sobre metodología de investigación en esta área de
conocimiento. Asimismo, el alumno conocerá una de las características
fundamentales de este grupo poblacional: la multivariabilidad, que explica la
diversidad de factores que moldean las diversas trayectorias de envejecimiento.

Los objetivos que se pretenden alcanzar con este tema son:

 Conocer conceptos importantes en gerontología, como, por ejemplo,


envejecimiento normal, patológico o con éxito.
 Conocer conceptos sobre metodología de investigación en psicogerontología.
 Profundizar en los factores que explican la multivariabilidad del envejecimiento.
 La importancia del modelo biopsicosocial en la explicación de las trayectorias de
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

envejecimiento.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


6
Tema 1. Ideas clave
1.2. Envejecimiento poblacional: consecuencias y
desafíos

Según datos de prevalencias, al comienzo del siglo XXI la población mayor de 60 años
en el mundo ascendía a algo más de 600 millones (aproximadamente un 7 % de la
población mundial). Si bien, para el año 2050 se estima que esta cifra se triplique,
llegando incluso hasta los 2000 millones (un 19 % de la población mundial) (ONU,
2001).

A pesar de que el ritmo de envejecimiento parece haberse ralentizado un poco en


el mundo más desarrollado (países occidentales), ha aumentado en los países en
desarrollo. De forma más específica, los datos indican que los subgrupos de edad que
más rápido crecen son el de más de 85 años y el de las mujeres, quienes presentan
una esperanza de vida superior a la de los hombres.

Este considerable aumento de la población mayor está teniendo una serie de


consecuencias de tipo biopsicosocial. Entre otras, ¿qué implicaciones o
consecuencias tiene este cambio demográfico? El envejecimiento poblacional tiene
una serie de implicaciones importantes, algunas de las cuales se comentan a
continuación.

Consecuencias socioemocionales

En el plano socioemocional, las circunstancias del envejecimiento (por ejemplo,


pérdida de red social, problemas de movilidad o dificultades para el transporte en
ambientes urbanos, etc.) son tales que llevan a muchas personas mayores a
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

situaciones de gran soledad y aislamiento, que impactan de forma negativa su salud


física y psicológica. Resulta fundamental atender a estas consecuencias que pueden
estar experimentando las personas mayores debido a que la investigación psicológica
demuestra la importancia de la integración y participación social para la salud,

Intervención Psicológica en Tercera Edad


7
Tema 1. Ideas clave
habiéndose encontrado una relación muy significativa entre la ausencia de relaciones
sociales satisfactorias y el riesgo de muerte (incremento del 91 % del riesgo entre las
personas aisladas socialmente), (Holt-Lunstad, Smith y Layton, 2010).

Consecuencias económicas

En el plano económico, se plantean desafíos importantes. Existe cierta correlación


entre ser mayor de 65 años y la pobreza, especialmente en los países en desarrollo.
La estructura socioeconómica de la mayor parte de las sociedades establece que las
personas mayores ya no trabajen, reciban una prestación económica cuya
adecuación varía enormemente de unos países a otros y de unas clases sociales a
otras, en el caso de que perciban dicha prestación. En demasiados casos, la jubilación
y la ausente o escasa prestación económica sitúan a las personas en una situación de
vulnerabilidad económica que afecta de forma profundamente negativa a su calidad
de vida. Esta situación de vulnerabilidad afecta especialmente al subgrupo de las
viudas, de gran tamaño poblacional debido a la mayor esperanza de vida de las
mujeres en comparación con los hombres.

Otra consecuencia económica para las sociedades es que deben hacer frente al gasto
sanitario y asistencial que supone tener una gran proporción de la población mayor
de 85 años. Como veremos más adelante, envejecer no es sinónimo de enfermedad,
pero a partir de cierta edad (alrededor de los 85 años), se incrementa notablemente
la aparición de enfermedades crónicas y, por lo tanto, el gasto sanitario para
atenderlas de forma adecuada. En este punto cabe preguntarse: ¿estamos
preparados como sociedad para atender de manera apropiada las necesidades?

Consecuencias sanitarias
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

El aumento de este grupo poblacional no solo supone cambios importantes en el


gasto sanitario y asistencial, tal y como se veía en el apartado anterior. Centrándonos
en la atención psicológica, el perfil de las personas mayores está cambiando de forma

Intervención Psicológica en Tercera Edad


8
Tema 1. Ideas clave
significativa dados los cambios culturales y sociales que han facilitado, entre otras
cosas, profundas diferencias en la oportunidad para acceder a recursos educativos,
económicos y sociales de las personas ahora mayores, en comparación con las
personas mayores de hace 20 años.

Una de las consecuencias de esto es que el número de personas mayores que


demandan servicios psicológicos se está incrementando a un ritmo acelerado.
Nuevamente, se hace necesaria la reflexión sobre si estamos preparados para
comprender y abordar de forma adecuada los problemas y las necesidades
psicológicas en esta población. Una conclusión evidente en este sentido es que cada
vez se hacen más necesarios profesionales sanitarios (médicos, psicólogos y
enfermeros) específicamente entrenados para comprender y abordar la salud en las
personas mayores.

Desafíos

No cabe duda de que nuestras sociedades se encuentran ante grandes e importantes


desafíos que deben afrontar de la mejor forma posible si se quiere conseguir el
objetivo de lograr, mantener y/o optimizar los niveles de bienestar social e individual
de las personas.

Una de las principales actuaciones en esta dirección es la de seguir mejorando


nuestras estrategias como profesionales de la psicología para prevenir y retrasar los
problemas de salud física y psicológica en la vejez, promocionando y facilitando
estilos de vida saludables que faciliten el envejecimiento activo y con éxito de las
personas de nuestra sociedad.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Sin duda, esta línea de intervención es enormemente compleja e implica actuar en


todos los ámbitos (político, social, sanitario, educativo, asistencial, familiar e
individual). Para ello, entre otros aspectos, hay que moldear imágenes positivas del
envejecimiento en nuestra sociedad, potenciar ambientes físicos saludables y sin
barreras e incrementar los escenarios de oportunidad para que las personas mayores

Intervención Psicológica en Tercera Edad


9
Tema 1. Ideas clave
puedan seguir desarrollando roles activos que aporten significado a sus vidas y les
permitan seguir «enganchados» en la corriente de la vida social, entre otras muchas
actuaciones.

La investigación, formación y entrenamiento de profesionales en las disciplinas de


la geropsicología clínica y la gerontología conductual es otro de los desafíos que
nuestras sociedades tienen que afrontar de forma satisfactoria si se quieren
conseguir estos objetivos. Estas disciplinas, que constituyen el marco de esta
asignatura, serán definidas en el apartado «Conceptos importantes de metodología
de investigación en gerontología».

Es importante subrayar que no debemos caer en la tentación de contemplar el


escenario del envejecimiento global desde una visión catastrofista, ya que el
envejecimiento de la población también se asocia con elementos positivos, tales
como el progreso y nivel de desarrollo de las sociedades. Además, es fundamental
que nuestra sociedad termine de reconocer que en el grupo poblacional que
llamamos «tercera edad» o de las personas mayores hay un enorme, y todavía
inexplorado, potencial de participación y capacidad productiva. Si sabemos conocerlo
y aprovecharlo o canalizarlo de forma adecuada, podría enriquecer enormemente el
capital humano, social y cultural de nuestras sociedades (Pérez, 2002).

1.3. Envejecimiento, enfermedad y dependencia:


conceptos distintos

«Envejecer es como escalar una gran montaña; mientras se sube las fuerzas
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.»


Ingmar Bergman

Intervención Psicológica en Tercera Edad


10
Tema 1. Ideas clave
El envejecimiento puede ser definido como el conjunto de cambios, negativos (que
implican declive) y positivos (que implican crecimiento o aprendizaje), que
experimentamos las personas a medida que cumplimos años (Siegel, 2012).

En las primeras etapas del estudio del envejecimiento (geriatría y gerontología) no


se tenía, sin embargo, esta visión del acto de envejecer como una combinación de
pérdidas y ganancias, sino que imperaba una visión bastante negativa del mismo,
centrada en el déficit y el declive inherente al hecho de envejecer. Esta visión era
debida, en gran parte, a una concepción muy reduccionista del proceso de envejecer,
al que se hacía equivalente a los procesos biológicos de maduración y deterioro que
ocurren en nuestro organismo a medida que pasa el tiempo.

Así, hasta aproximadamente finales de los años 70, predominaban visiones del
envejecimiento como una etapa en la que la meta final era la aceptación resignada
del declive, la pérdida de poder inevitablemente asociado a este y la necesaria
desvinculación del mundo social (Cumming y Henry, 1961).

Afortunadamente, la investigación dio paso a nuevas formas de pensar sobre el


proceso de envejecer y hoy sabemos que envejecimiento no es sinónimo de
enfermedad o dependencia.

Cuando, allá por los años 70, era evidente que la esperanza de vida estaba
incrementándose de forma notable, fue generándose una visión pesimista según la
cual el aumento en años de vida suponía en realidad alargar un período de
discapacidad, enfermedad y dependencia, ya que aumentar la edad no implicaba
necesariamente mejorar la salud en los «años ganados». Esta hipótesis se conoce con
el nombre de «expansión de la morbilidad», al implicar una extensión del período
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

de enfermedad (Gruenberg, 1977).

Sin embargo, pronto surgieron voces esperanzadoras, como la de Fries, quien en


1980 planteó la hipótesis de la compresión de la morbilidad. Según esta hipótesis,
gracias a los avances de la medicina y la adopción de estilos de vida cada vez más

Intervención Psicológica en Tercera Edad


11
Tema 1. Ideas clave
saludables, el tiempo de vida con salud del que disfrutamos las personas es cada vez
mayor debido a que la morbilidad «se comprime», ya que el momento en el que
comienzan las enfermedades crónicas se retrasa en el tiempo. En otras palabras, la
etapa caracterizada por discapacidad y enfermedad crónica se va reduciendo,
transcurriendo un período progresivamente menor entre el momento en el que
comienza la discapacidad y el momento en el que se muere.

Es cierto que envejecer no es sinónimo de enfermar o ser dependiente. En palabras


de Rodríguez (2014), «la persona mayor que está enferma lo está a causa de su
enfermedad, no por su edad, porque la edad no es una enfermedad». Aunque no se
puede negar que existe cierta correlación entre la edad y la dependencia asociada a
determinados problemas de salud, parece que el inicio de esta etapa de mayor
probabilidad de enfermedad y dependencia se ha retrasado considerablemente, en
general, colocándose actualmente más allá de los 85 años.

Los datos del Ministerio de Sanidad sobre la esperanza de vida con salud en España
(2006-2011) proporcionan apoyo empírico a la hipótesis de la compresión de la
morbilidad de Fries (1980). En el año 2011, la esperanza de vida de una persona al
nacer era de 82,3 años (1,2 años superior a la que había en el 2006), mientras que la
esperanza de vida sin enfermedad o en condiciones de salud de la población
española al nacer se incrementó hasta los 66,4 años (3,4 años más que en el año
2006).

Sin embargo, la realidad no suele ser tan sencilla como nuestras hipótesis sobre ella
y los perfiles de envejecimiento son muy variados, como veremos en el siguiente
apartado, por lo que no siempre se ajustan a la visión positiva de la compresión de
la morbilidad.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Existe una visión intermedia entre las dos hipótesis anteriores: la hipótesis del
equilibrio dinámico (Manton, 1982). Esta hipótesis plantea que la razón por la que
las personas con enfermedades crónicas o degenerativas están viviendo más años
puede tener que ver también con un enlentecimiento del progreso de dichas

Intervención Psicológica en Tercera Edad


12
Tema 1. Ideas clave
enfermedades, que no son tan graves o incapacitantes como antes debido a los
avances en prevención secundaria y a la mejora general de la salud poblacional «de
base». Según esta perspectiva, hay que reconocer que en muchas ocasiones lo que
ocurre es que aumenta el número de años que vivimos con discapacidad, si bien el
nivel de discapacidad es menor.

Aunque se ha tendido a ver estas visiones como mutuamente excluyentes, no son


necesariamente incompatibles. Cada una de ellas subraya la importancia de factores
distintos que contribuyen a explicar el incremento en la esperanza de vida: el
incremento en la supervivencia de las personas con discapacidad y enfermedad
severa (expansión de la morbilidad), el retraso en la aparición de las enfermedades
crónicas (compresión de la morbilidad) y el enlentecimiento del progreso de las
enfermedades (equilibrio dinámico). La figura 1 recoge una ilustración de estas
posibilidades.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Figura 1. Posibles trayectorias en relación con la edad, la discapacidad y la muerte. Fuente: basado en Fries,
Bruce y Chakravarty, 2011.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


13
Tema 1. Ideas clave
Conclusiones:

Algunas conclusiones que podemos extraer de esta sección son:

 La esperanza de vida con salud, esto es, sin enfermedades incapacitantes, sigue
aumentando en nuestras sociedades.
 Es necesario seguir invirtiendo esfuerzos en prevención (primaria, secundaria y
terciaria) de cara a seguir trabajando por aumentar la esperanza de vida en las
mejores condiciones de salud posibles.
 A pesar del incremento en la esperanza de vida con salud, hay que reconocer que
los escenarios de declive funcional y enfermedad crónica, ya sea leve, moderada
o, en menor medida, grave, no son infrecuentes en la última etapa de la vida. Esto
tiene implicaciones importantes para entender la intervención psicológica en la
vejez, ya que, muchas veces, tratar problemas emocionales como la ansiedad o la
depresión va a tener como escenario la enfermedad o la pérdida de funcionalidad
en la vida cotidiana.

1.4. La variabilidad del envejecimiento

La categorización del envejecimiento

Como ya puede intuirse tras lo aprendido en el apartado anterior, hablar de personas


mayores en general es siempre algo arriesgado y, en rigor, inadecuado. Es demasiado
fácil cometer errores de generalización, ya que estamos metiendo «en el mismo
saco» a personas de edades comprendidas en un rango tan amplio como el que va de
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

60 hasta más de 100 años. En no pocas ocasiones nos planteamos buscar respuesta
a la cuestión de cuándo se puede considerar a una persona como «persona mayor».
Aunque la cuestión parezca sencilla, la respuesta a la misma es más compleja de lo
que parece.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


14
Tema 1. Ideas clave
Son diferentes autores los que han tratado de responderla, basándose en diversos
criterios como, por ejemplo, la edad cronológica, la edad de jubilación, la salud, la
forma de ser, etc. En relación a esta cuestión, el Estudio CIRES (1992) realizó una
encuesta a una muestra española de 1200 personas, encontrando que el 77 %
consideraba a una persona mayor basándose en el criterio de edad cronológica,
mientras que el restante se basaba en el aspecto físico, la forma de ser, la salud, etc.

Respecto a la edad «de corte» que consideraban las personas encuestadas para
categorizar a una persona dentro este grupo poblacional de personas mayores, los
datos que se obtuvieron indicaron que la mayoría de la muestra consideraba a una
persona mayor cuando se encontraba en torno a los 65 años (lo que en España se
corresponde a la edad de jubilación). A pesar de que la fecha de publicación de este
estudio pueda estar desactualizada, refleja una idea interesante: la mayor parte de
la población se basa en criterios de edad cronológica para tomar decisiones de
inclusión- exclusión dentro del grupo de «personas mayores» y, además, la edad de
corte se establece en torno a los 65 años.

Si bien, esta idea no deja de ser controvertida debido a la gran complejidad que
presenta este grupo poblacional, la cual el alumno verá reflejada a lo largo de toda la
asignatura. Entre las dificultades que presenta este criterio cronológico
encontramos que, teniendo en cuenta la elevada esperanza de vida actual de las
personas, se trata de un grupo poblacional que abarca un rango de edad muy amplio,
a partir de los 60-65 años en adelante (aproximadamente 40 años). Este aspecto se
torna incluso más complejo si tenemos en cuenta que no solo existen muchas
diferencias entre dos personas que tengan 70 años respectivamente (en los próximos
apartados se hablará de la variabilidad interindividual), sino que, además, suelen
existir diferencias significativas cada vez más avaladas a nivel científico entre una
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

persona de 65 años y otra persona de 95 años (aspectos en los que también se


profundizará a lo largo de la asignatura).

Respecto a la gran amplitud de este rango poblacional, afortunadamente, en la


actualidad existe bastante consenso sobre la necesidad de reconceptualizar nuestro

Intervención Psicológica en Tercera Edad


15
Tema 1. Ideas clave
esquema de los grupos de edad y, concretamente, de reconocer subgrupos dentro
de la categoría de personas mayores para poder abarcar y comprender mejor esta
amplia etapa de la vida.

En este sentido, podemos mencionar la clasificación de Suzman y Riley (1985),


quienes hace ya décadas plantearon tres subgrupos dentro del grupo de personas
mayores: mayores jóvenes (entre 55 y 75 años), mayores-mayores (de entre 75 y 85
años) y mayores muy mayores (con más de 85 años). Por su parte, Baltes y Smith
(2003) distinguen entre la tercera edad y la cuarta edad; mientras que la tercera
edad incluye a las personas mayores en buenas condiciones de salud y
funcionamiento, la cuarta edad estaría formada por aquellas con problemas de salud,
fragilidad y dependencia.

La variabilidad del envejecimiento

Variabilidad de las trayectorias evolutivas

Continuando con la polémica existente en torno a los problemas de categorización


de las personas mayores, además de por el enorme rango de edades distintas
incluidas en el grupo de las «personas mayores», otra de las razones fundamentales
por las que es inadecuado hablar de «personas mayores» de forma genérica es
porque son el grupo de edad que mayor variabilidad presenta. En este sentido, son
diversos los factores que moldean la trayectoria de envejecimiento de cada individuo
a lo largo de su vida.

El resultado de la historia de vida de cada uno, de los aprendizajes realizados, etc. da


lugar a que nos encontremos con una enorme multidiversidad dentro de este grupo
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

poblacional. Es por ello que es necesario encuadrar el envejecimiento dentro de una


perspectiva de ciclo vital (o lifespan), que nos indica que el envejecimiento
experimentado por cada individuo va a estar determinado por la acción de múltiples
dimensiones, las cuales van a ir evolucionando en trayectorias y ritmos diferentes
(Baltes, Reese y Lipsit, 1980; citados en Villar, 2003). En este sentido, se habla de

Intervención Psicológica en Tercera Edad


16
Tema 1. Ideas clave
multidimensionalidad, multitemporalidad y multidireccionalidad. A continuación, se
describen los tres conceptos:

Figura 2. Definición de multidimensionalidad, multitemporalidad y multidireccionalidad.

Variabilidad interindividual y variabilidad intraindividual

Toda la multidiversidad explicada en el apartado anterior hace que nos encontremos


con una gran heterogeneidad de trayectorias evolutivas y, por tanto, de tipos de
envejecimiento. Esto explica, a su vez, la variabilidad que presenta la población
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

mayor, tanto a nivel intraindividual como interindividual.

Se entiende por variabilidad interindividual aquella que considera que las personas
mayores se diferencian mucho entre sí en cuanto a su funcionamiento físico,
psicológico o social. En este sentido, dos personas de 67 años tienen menos

Intervención Psicológica en Tercera Edad


17
Tema 1. Ideas clave
probabilidades de parecerse entre sí en estos dominios de funcionamiento mientras
que dos niños de dos años van a tener funcionamientos de dominio bastante
semejantes entre ellos. Esta idea queda reflejada en la «Metáfora del abanico»,
ilustrada en la figura 3, que muestra esta mayor variabilidad interindividual de las
personas mayores respecto a otros grupos de edad poblacional.

Figura 3. Ilustración de la heterogeneidad en el grupo de personas mayores. Fuente: Montorio e Izal, 1999.

En cuanto a la variabilidad intraindividual, hace referencia al hecho de que los


diferentes ámbitos de funcionamiento o capacidades de una misma persona no
cambian al mismo ritmo con el paso del tiempo: una persona puede mostrar una
pérdida significativa en algunas capacidades sensoriales, pero tener una capacidad
cognitiva completamente preservada.

Envejecimiento normal, envejecimiento patológico y envejecimiento con éxito

Tal y como se viene analizando, cada persona es el resultado de una historia única e
irrepetible, de múltiples y variadas interacciones entre sus factores biológicos y
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

psicológicos (genes, temperamento, etc.) y sus circunstancias (entorno físico; acceso


a recursos educativos, económicos y sociales; estructura social y cultural…). Estas
múltiples interacciones van dibujando un entramado diverso de experiencias de vida

Intervención Psicológica en Tercera Edad


18
Tema 1. Ideas clave
y trayectorias particulares que contribuyen a explicar estas mayores diferencias entre
las personas a medida que se van cumpliendo años.

Centrando la atención en la salud física y psicológica de las personas que envejecen


y su capacidad para adaptarse y vivir de forma autónoma, resulta fundamental saber
distinguir entre las trayectorias de envejecimiento normal y de envejecimiento
patológico, lo cual no siempre se ha sabido hacer de forma adecuada.

Las primeras definiciones del envejecimiento humano lo equiparaban a un proceso


biológico muy similar al de la enfermedad, ya que lo definían como el proceso
intrínseco, inevitable e irreversible de pérdida de viabilidad e incremento en
vulnerabilidad biológica asociado a la edad (Comfort, 1964). Afortunadamente,
pronto surgieron voces como la de Palmore (1970, p. 7), quien planteó la importancia
de saber distinguir entre «los procesos normales e inevitables implicados en el
envejecimiento de aquellos que lo acompañan debido a accidentes, estrés,
desadaptación, falta de uso» o, podríamos añadir, enfermedad. Solo haciendo esta
distinción podremos «centrar nuestra atención y esfuerzo en los factores que pueden
ser cambiados y corregidos».

Efectivamente, el envejecimiento normal implica procesos de cambio biológico


(pérdida de masa muscular) y psicológico que pueden implicar cierto declive
funcional (disminución de fuerza física) y que son, en gran medida, inevitables. Así,
envejecer de forma normal no conlleva necesariamente desarrollar discapacidad
física, procesos de enfermedad o deterioro generalizado, como planteaba la visión
negativa inicial de la vejez. Existen muchas personas mayores que gozan de una gran
salud tanto física como psicológica y con capacidad para funcionar de forma
autónoma y adaptada en su día a día.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Cuando el proceso de envejecer va acompañado de procesos de enfermedad que


generan cambios estructurales y funcionales (arterioesclerosis, demencia tipo
alzhéimer, cataratas, accidentes cerebrovasculares, etc.) hablamos de
envejecimiento patológico. Dicho esto, hay que reconocer que no es tarea fácil

Intervención Psicológica en Tercera Edad


19
Tema 1. Ideas clave
distinguir entre los procesos de envejecimiento normal y los del envejecimiento
patológico.

En la tabla 1 se recogen algunos de los principales cambios con implicaciones para la


intervención psicológica objeto de esta asignatura. Por motivos de extensión no se
recogen todos los cambios fisiológicos asociados a la edad y se remite al alumno
interesado a las fuentes citadas en la tabla. Así mismo, para ampliar información a
este respecto, se recomienda al alumno acceder al primer recurso de la sección A
fondo (Montorio e Izal, 1999).
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


20
Tema 1. Ideas clave
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


21
Tema 1. Ideas clave
Tabla 1. Algunos de los cambios que se producen en el envejecimiento normal y sus consecuencias
funcionales. Fuentes: González, 2006; Olmos, Martínez y González, 2007; Ribera, 2009; Salech, Jara y Michea,
2012.

El cuadro de posibles trayectorias de envejecimiento es todavía más complejo, ya que


existen cada vez más personas que protagonizan un envejecimiento saludable,
positivo o «con éxito». En el año 1987, Rowe y Kahn criticaron el concepto de
«envejecimiento normal» porque, al centrarse en las tendencias «promedio», no
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

hacía justicia a la heterogeneidad existente entre las personas mayores que entraban
dentro de esta categoría, muchas de las cuales mostraban niveles elevados de salud,
un funcionamiento óptimo y una gran autonomía.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


22
Tema 1. Ideas clave
Estos autores proponen la conveniencia de distinguir entre envejecimiento normal
y envejecimiento con éxito, al que definen como el proceso de envejecimiento
caracterizado por (Rowe y Kahn, 1997):

 Ausencia o baja probabilidad de enfermedad y discapacidad asociada a la


enfermedad.
 Alta capacidad funcional física y cognitiva.
 Implicación activa con la vida.

Esta definición de envejecimiento con éxito fue criticada pronto porque era
demasiado «exigente» y dejaba fuera a un porcentaje demasiado amplio de las
personas mayores. Y es que muy pocas personas mayores reúnen estas tres
características, especialmente a partir de cierta edad en la que la probabilidad de
aparición de enfermedades o problemas de salud crónicos aumenta (Cho, Martin y
Poon, 2012). Este concepto ha sido objeto de no pocas revisiones desde su propuesta
en 1987.

En el año 2002, la Organización Mundial de la Salud propone como alternativa el


modelo de envejecimiento activo, que supera los límites de la propuesta de Rowe y
Kahn (1987; 1997) al poner el foco en la actividad de la persona y asumir que las
personas que envejecen con problemas de salud también pueden tener un
envejecimiento positivo si se mantienen activas física, cognitiva y socialmente.

Una visión alternativa de envejecimiento con éxito, especialmente interesante por su


gran trascendencia en el pensamiento gerontológico, fue la aportada por Baltes y
Baltes (1990). Para ellos, la clave del éxito del envejecimiento estaba en una
adecuada gestión de las pérdidas inevitables asociadas al envejecimiento por parte
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

del individuo que envejece, quien ha de ser capaz de adaptarse a estas a través de
procesos de regulación que implican seleccionar, compensar y optimizar los recursos,
fortalezas y capacidades todavía existentes.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


23
Tema 1. Ideas clave
Estas ideas las plasmaron en su «Enfoque del ciclo vital» y, más concretamente, en
su modelo de «Optimización Selectiva con Compensación» (modelo SOC), que será
expuesto con detalle en el tema «Modelos psicosociales del envejecimiento» de esta
asignatura. Por otro lado, en el tema «Promoción del envejecimiento con éxito» se
profundiza en estos conceptos de envejecimiento activo, saludable o con éxito y
tendrás oportunidad de aprender más en relación a este asunto.

Asumiendo la complejidad, multidimensionalidad y multidireccionalidad del


desarrollo adulto y el envejecimiento, ¿existen factores que moldeen la trayectoria
de envejecimiento que sigue cada persona? Si es así, ¿cuáles son? En el siguiente
apartado, se aborda en mayor detalle el desarrollo adulto y la variabilidad en las
trayectorias de envejecimiento.

1.5. Conceptos importantes de metodología de


investigación en gerontología

No es objetivo de este tema profundizar en la metodología de la investigación sobre


desarrollo adulto, pero sí consideramos que, de cara a entender saber interpretar
bien y poder analizar críticamente los hallazgos de la investigación en este ámbito
(algunos de los cuales se comentan más adelante), conviene comprender algunos
conceptos fundamentales en este sentido. Por eso, a continuación, se presentan
algunas notas sobre metodología de investigación en gerontología (Cicchetti y
Rogosch, 1999).

Cuando se encuentran diferencias entre grupos de personas mayores y jóvenes en


© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

algunas variables, ¿cómo podemos interpretar estas diferencias? ¿Es la edad la


responsable de tales diferencias o hay otros factores que pueden explicarlas?

Intervención Psicológica en Tercera Edad


24
Tema 1. Ideas clave
Es muy difícil aislar el efecto de la edad y conocer exactamente los cambios que se
deben exclusivamente al envejecimiento, ya que la edad se asocia con muchas
variables que también pueden influir en el comportamiento, como es el caso de los
efectos de cohorte. La única forma de acercarnos a «capturar» estos efectos de la
edad es realizando estudios longitudinales cuidadosamente diseñados, ya que los
estudios transversales no permiten separar los efectos de la edad de otras posibles
influencias. A continuación, se definen estos conceptos fundamentales para la
investigación sobre el desarrollo adulto y el envejecimiento.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


25
Tema 1. Ideas clave
Figura 4. Definición de conceptos fundamentales para la investigación sobre el desarrollo adulto y el
envejecimiento.

1.6. Desarrollo adulto y trayectorias de


envejecimiento: cambio y estabilidad

Envejecimiento como proceso de cambio y estabilidad:

Actualmente, existe bastante acuerdo en afirmar que el envejecimiento va asociado


tanto a estabilidad como a cambio en el comportamiento de las personas (Roberts,
Caspi y Moffitt, 2003). La investigación aporta datos muy interesantes que revelan
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

patrones de envejecimiento distintos para las diferentes habilidades cognitivas,


habiendo declive en algunas de ellas y estabilidad e incluso ganancias en otras a lo
largo del ciclo vital. Por ejemplo, parece que los principales rasgos de personalidad,
como el neuroticismo o la extroversión, permanecen bastante estables a lo largo de
nuestras vidas (Roberts y DelVecchio, 2000).

Intervención Psicológica en Tercera Edad


26
Tema 1. Ideas clave
Aparte de la predisposición genética a tener un determinado temperamento o ciertas
disposiciones biológicas y psicológicas concretas (por ejemplo, inteligencia), otra
razón fundamental para explicar la consistencia del comportamiento humano es la
constancia de los entornos sociales en los que se mueven las personas, quienes
tienden a escoger de forma proactiva escenarios de vida que contribuyan a mantener
y dar continuidad a su identidad o autoconcepto personales (Baltes, Lindenberger y
Staudinger, 2006).

En cuanto a la inteligencia, sus diferentes dimensiones parecen seguir trayectorias


con direcciones distintas (Hertzog y Shaie, 1986). Así, la investigación sugiere que a
los 30-40 años ya comienza a dibujarse una sutil curva de declive lento y progresivo
en nuestras capacidades intelectuales relacionadas con la denominada inteligencia
fluida (solución de problemas, razonamiento, pensamiento abstracto…). Sin
embargo, las habilidades intelectuales relacionadas con la inteligencia cristalizada
(conocimiento adquirido por la experiencia y el aprendizaje) serían mucho más
estables y solo revelarían patrones de declive a partir de la edad muy avanzada (75-
80 años) (Cattell, 1971; Stuart-Hamilton, 2002).

Como ya se ha sugerido anteriormente, el desarrollo adulto también implica


cambios. Y es que la investigación muestra que, si se compara a personas jóvenes y
mayores en múltiples aspectos del funcionamiento, se encuentran diferencias
importantes. En virtud de la multidireccionalidad del desarrollo, comentada más
arriba, estos cambios pueden implicar pérdidas o ganancias.

En la tabla 1 se presentaron algunos de los principales cambios que suelen producirse


en el ámbito del funcionamiento fisiológico con el envejecimiento normal. Algunas
consecuencias de estos cambios fisiológicos implican cierto declive en el
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

funcionamiento neurocognitivo y conductual (disminución en la velocidad de


procesamiento, dificultad de coordinar el movimiento, dificultades de atención y
memoria, etc.) de las personas a partir de cierta edad.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


27
Tema 1. Ideas clave
Sin embargo, la investigación ha demostrado que este declive funcional asociado al
envejecimiento se puede retrasar y reducir a través de la realización de actividades
motoras, cognitivas o físicas. Implicarse activamente en actividades físicas o
cognitivas (intelectuales) y mantenerse en ambientes en los que no se deje de recibir
estimulación multisensorial puede prevenir el declive funcional y preservar las
funciones cognitivas, consiguiendo estar en «buena forma cognitiva» (brain fitness)
(Cai, Chang, Yan y Peng, 2014).

Crecimiento y ganancias

En el envejecimiento, también hay crecimiento y ganancias tales como nuevos


aprendizajes tras un entrenamiento adecuado.

En este punto, resulta fundamental comprender la importancia de la llamada


plasticidad neural, que está en la base de la capacidad humana para retrasar el
declive funcional neurocognitivo y motor comentado en el párrafo anterior. La
plasticidad neural refiere a la capacidad del sistema nervioso central para alterar o
modificar sus estructuras y funciones corticales (anatomía y organización) en
respuesta a la experiencia, el aprendizaje y el entrenamiento o tras lesiones en
determinadas zonas cerebrales (Hubel y Wiesel, 1970).

A pesar de que Sigmund Freud (en Hernández, 2005) opinaba que a partir de los 50
años de edad las estructuras psicológicas se vuelven tan rígidas que el cambio no es
posible, hoy sabemos que el aprendizaje y el cambio psicológico también son
patrimonio de las personas mayores. Esto se debe tanto a la plasticidad neural y
conductual como a la neurogénesis o creación de nuevas neuronas, presentes a lo
largo de todo el ciclo vital (Noack, Lövdén, Schmiedek y Lindenberger, 2009; Lövdén,
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Lindenberger, Bäckman, Schaefer y Schmiedek, 2010).

Las personas mayores aprenden, mejoran en algunas capacidades tras recibir el


entrenamiento adecuado y cambian o evolucionan hacia formas de comportarse más

Intervención Psicológica en Tercera Edad


28
Tema 1. Ideas clave
adaptativas si se les dan las condiciones para ello (Li, Schmiedek, Huxhold, Röcke,
Smith y Lindenberger, 2008).

Factores que moldean la trayectoria de envejecimiento

Para poder analizar los múltiples factores que influyen en la trayectoria de


envejecimiento de las personas hay que atender necesariamente al modelo
biopsicosocial. Según este modelo, los factores que moldean las trayectorias de
envejecimiento son de tres tipos:

 Biológicos. Se incluyen aquí los factores genéticos y constitucionales, pero


también factores epigenéticos tales como la nutrición y los efectos físicos de los
ambientes, además de las consecuencias fisiológicas de comportamientos como
la actividad física a lo largo del ciclo vital.
 Psicológicos. Se incluyen en esta categoría factores de personalidad y estrategias
de afrontamiento y autorregulación aprendidas por la persona, estilos de vida,
patrones de acción y actitudes o creencias tales como los autoestereotipos sobre
la vejez (por ejemplo: «Como ya soy mayor, no estoy para ese tipo de
actividades.»).
 Sociales. Entre otros factores, encontramos aquí la imagen social de la vejez y los
estereotipos sobre el envejecimiento mantenidos en la sociedad; los entornos
físicos (ambiente urbano frente a rural) y sociales en los que se nueve la persona
a lo largo de su vida; las oportunidades de acceso a recursos sociales, educativos
o económicos y las oportunidades de acción.

La figura 5 recoge un esquema de estos factores, que pueden representarse en el


marco del modelo biopsicosocial en el que debe situarse la explicación de cualquier
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

comportamiento humano.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


29
Tema 1. Ideas clave
Figura 5. Factores que moldean las trayectorias de envejecimiento.

Como puede verse en la figura 5, las tres áreas o niveles que actúan sobre el
envejecimiento (biológico, psicológico y social) se relacionan entre sí, influyéndose
mutuamente. Así, por ejemplo, la salud psicológica y física de las personas mayores
están íntimamente vinculadas entre sí a través de complejas vías de interacción que
deben ser conocidas, identificadas y abordadas por los profesionales de la medicina
y de la psicología que atienden a esta población.

Por otro lado, el entorno familiar y social de la persona que envejece, con sus
expectativas acerca de lo que esta puede y no puede hacer (estereotipos) y sus
interacciones con la misma (por ejemplo, los refuerzos y castigos que emiten ante
determinados comportamientos de la persona mayor, las oportunidades o incentivos
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

que le ofrecen para actuar de forma autónoma y saludable, ejercer roles


significativos, etc.), también moldea de forma fundamental su trayectoria de
envejecimiento.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


30
Tema 1. Ideas clave
Es por tanto que el «modelo biopsicosocial» supone un marco de referencia
necesario para los psicólogos para poder explicar así la trayectoria de envejecimiento
individual y diferenciado de cada persona mayor. En el siguiente vídeo, La
moldeabilidad del envejecimiento, se puede profundizar en todos estos aspectos
relacionados con la multivariabilidad del envejecimiento y sus diferentes trayectorias
vistos en este tema.

Las implicaciones que tienen las complejas interacciones entre los tres niveles de
funcionamiento (biopsicosocial) para la atención psicológica a las personas mayores
serán abordadas con mayor detalle en el tema «Habilidades terapéuticas para la
evaluación y la intervención con personas mayores».

Una vez expuesto este modelo, es importante subrayar que creemos que todo
profesional que centre su actividad en la población mayor debe interiorizarlo como
marco necesario para entender la trayectoria particular de envejecimiento que ha
seguido una persona, así como para situar el análisis de cualquier problema o
comportamiento sobre el que se quiera intervenir. A este respecto, en la sección A
fondo, el alumno podrá encontrar en el segundo recurso disponible información
sobre la relevancia del papel del psicólogo en el campo de la psicogerontología.

En el tema «Modelos psicosociales sobre el envejecimiento» se desarrolla con mayor


detalle el enfoque del ciclo vital (Baltes y Baltes, 1990), que ampliará la información
sobre los procesos biopsicosociales que moldean las trayectorias individuales de
envejecimiento.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


31
Tema 1. Ideas clave
1.7. Conclusiones

De lo comentado en las secciones anteriores, podemos extraer las conclusiones


siguientes:

Las personas seguimos trayectorias de envejecimiento muy diferentes, siendo la


variabilidad inter e intraindividual especialmente elevada en la población mayor.

El desarrollo adulto se caracteriza por la multidimensionalidad, la


multidireccionalidad y la variabilidad en la temporalidad (ritmos de cambio).

En virtud de su multidireccionalidad, envejecer implica cambios y estabilidad. Los


cambios pueden implicar pérdidas/declive o bien ganancias/crecimiento.

La plasticidad neural y conductual y la capacidad de aprendizaje y crecimiento son


también patrimonio de las personas mayores y pueden prevenir, retrasar y
amortiguar los cambios que implican declive funcional.

Existen factores biológicos, sociales y psicológicos que moldean las trayectorias de


envejecimiento. Es necesario conocerlos para entender los procesos particulares de
envejecimiento de cada persona: el modelo biopsicosocial nos proporciona el marco
para esta conceptualización.

1.8. Referencias bibliográficas


© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Baltes, P. B. (1983). Life-span developmental psychology: Observations on history and


theory revisited. En R. M. Lerner (Ed.), Developmental psychology: Historical and
philosophical perspectives (pp. 79-111). Hillsdale, NJ: Erlbaum.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


32
Tema 1. Ideas clave
Baltes, P. B. y Baltes, M. M. (1990). Psychological perspectives on successful aging:
The model of selective optimization with compensation. En P. B. Baltes y M. M. Baltes
(Eds.), Successful aging: Perspectives from the behavioral sciences (pp. 1-34). Reino
Unido: Cambridge University Press.

Baltes, M. M. y Barton, E. (1977) New approaches toward aging: A case for the
operant model. Educacional Gerontology: An International Quarterly, 2, pp. 383-405.

Baltes, P. B., Lindenberger, U. y Staudinger, U. M., (2006). Life span theory in


developmental psychology. En R. M. Lerner y W. Damon (Eds.), Handbook of child
psychology: Theoretical models of human development (pp. 569-664). Hoboken, NJ:
John Wiley & Sons, Inc.

Baltes, P. B. y Smith, J. (2003). New frontiers in the future of aging: From successful
aging of the young old to the dilemmas of the fourth age. Gerontology, 49, pp. 123-
135.

Burgio L. y Burgio K. (1986). Behavioral gerontology: Application of behavioral


methods to the problems of older adults. Journal of Applied Behavior Analysis, 19,
pp. 321–328.

Cai, L., Chan, J. S. Y., Yan, J. H. y Peng, K. (2014). Brain plasticity and motor practice in
cognitive aging. Frontiers in Aging Neuroscience, 6, p. 31.

Carstensen, L. L., Charles, S. T., Isaacowitz, D. y Kennedy, Q. (2003). Life-span


personality development and emotion. En R. J. Davidson, K. Scherer y H. H.
Goldsmith, (Eds.), Handbook of affective sciences (pp. 726-746). Oxford: Oxford
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

University Press.

Cattell, R. B. (1971). Abilities: Their structure, growth and action. Boston: Houghton-
Mifflin.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


33
Tema 1. Ideas clave
Cho J., Martin P. y Poon L. W. (2012). The older they are, the less successful they
become? Findings from the Georgia Centenarian Study. Journal of Aging Research,
pp. 1-8.

Cicchetti, D. y Rogosch, F. A. (1999). Conceptual and methodological issues in


developmental psychopathology research. En P. C. Kendall, J. N. Butcher. y G. N.
Holmbeck, (Eds.), Handbook of research methods in clinical psychology (pp. 433-465).
Nueva York: Wiley.

CIRES, (1992). La tercera edad. Madrid: CIRES.

Comfort, A. (1964). Ageing: The Biology of Senescence. Londres: Routledge and Kegan
Paul.

Cumming E. y Henry W. (1961). Growing Old: The Process of Disengagement. Nueva


York: Basic Books.

Erikson, E. H. (1959). Identity and the Life Cycle. Nueva York: International Universities
Press.

Fries, J. F. (1980). Aging, natural death, and the compression of morbidity. The New
England Journal of Medicine, 303, pp. 130-135.

Fries, J. F., Bruce, B. y Chakravarty, E. (2011). Compression of morbidity 1980-2011:


A focused review of paradigms and progress. Journal of Aging Research.

Gruenberg, E. M. (1977). The failures of success. The Milbank Quarterly. Health and
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Society, 55, pp. 3-24.

González, J. (2006). Desarrollo de una batería de test para la valoración de la


capacidad funcional en las personas mayores (VACAFUN-ancianos), y su relación con
los estilos de vida, el bienestar subjetivo y la salud. Recuperado de:

Intervención Psicológica en Tercera Edad


34
Tema 1. Ideas clave
http://www.imserso.es/InterPresent2/groups/imserso/documents/binario/vacafun.
pdf

Hernández, Z. E. (2005). La psicoterapia en la vejez. Revista Intercontinental de


Psicología y Educación, 7, pp. 79-100.

Hertzog, C. y Schaie, K. W. (1986). Stability and change in adult intelligence: 1.


Analysis of longitudinal covariance structures. Psychology and Aging, 1, pp. 159-171.

Holt-Lunstad, J., Smith, T. B. y Layton, J. B. (2010). Social relationships and mortality


risk: A meta-analytic review. PLOS Medicine, 7(7).

Hubel, D. H. y Wiesel, T.N. (1970). The period of susceptibility to the physiological


effects of unilateral eye closure in kittens. Journal of Physiology, 206, pp. 419-436.

Izal M. y Montorio I. (1999) Gerontología Conductual. Bases para la intervención y


ámbitos de aplicación. Madrid: Síntesis.

Kessler, E. M., Kruse, A. y Wahl, H. W. (2014). Clinical gero-psychology: A lifespan


perspective. En N. A. Pachana y K. Laidlaw, (Eds.), The Oxford handbook of clinical
geropsychology: International perspectives (pp. 3-25). Londres: Oxford University
Press.

Levenson, M. R. y Crumpler, C. A. (1996). Three models of adult development. Human


Development, 39, pp. 135-149.

Li, S. C., Schmiedek, F., Huxhold, O., Röcke, C., Smith, J. y Lindenberger, U. (2008).
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Working memory plasticity in old age: Practice gain, transfer, and maintenance.
Psychology and Aging, 23, pp. 731-742.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


35
Tema 1. Ideas clave
Lövdén, M., Lindenberger, U., Bäckman, L., Schaefer, S. y Schmiedek, F. (2010). A
theoretical framework for the study of adult cognitive plasticity. Psychological
Bulletin, 136, pp. 659-676.

Manton, K.G. (1982). Changing concepts of morbidity and mortality in the elderly
population. The Milbank Memorial Fund Quarterly, Health and Society, 60, pp. 183-
244.

Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (2014). Indicadores de Salud 2013


Evolución de los indicadores del estado de salud en España y su magnitud en el
contexto de la Unión Europea. Recuperado de:
http://www.msssi.gob.es/estadEstudios/estadisticas/inforRecopilaciones/docs/Indi
cadores2013.pdf

Montorio, I. e Izal, M. (1999). Cambios asociados al proceso de envejecimiento. En


M. Izal e I. Montorio, (Eds.), Gerontología Conductual. Bases para la intervención y
ámbitos de aplicación (pp. 33-66). Madrid: Síntesis.

Noack, H., Lövdén, M., Schmiedek, F. y Lindenberger, U. (2009). Cognitive plasticity


in adulthood and old age: Gauging the generality of cognitive intervention effects.
Restorative Neurology and Neuroscience, 27, pp. 435-453.

Olmos, M., Martínez, J. y González, J. (2007). Envejecimiento músculo-esquelético.


Revista Española de Enfermedades Metabólicas Oseas, 16, pp. 1-7.

ONU (2001). World Population Prospects: The 2000 Revision: Highlights. Recuperado
de:
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

http://www.un.org/esa/population/publications/wpp2000/highlights.pdf

Pachana, N. A. y Laidlaw, K. (2014). The Oxford handbook of clinical geropsychology:


International perspectives. Londres: Oxford University Press.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


36
Tema 1. Ideas clave
Palmore, E. (Ed.). (1970). Normal aging; reports from the Duke longitudinal study.
Durham, NC: Duke University Press.

Pérez, M. (2002). La participación de las personas mayores. Apuntes para una agenda
de intervenciones gerontológicas. Revista Interuniversitaria de Formación del
Profesorado, 45, pp. 21-32.

Ribera, J. M. (2009). La edad y el envejecimiento del corazón. En López, A. y Macaya,


C. (Coords.), Libro de la salud cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos y la
Fundación BBVA (pp. 195-202). España: Fundación BBVA.

Roberts, B. W., Caspi, A. y Moffitt, T. (2001). The kids are alright: Growth and stability
in personality development from adolescence to adulthood. Journal of Personality
and Social Psychology, 81, pp. 670-683.

Roberts, B. W. y DelVecchio, W. F. (2000). The rank-order consistency of personality


traits from childhood to old age: A quantitative review of longitudinal studies.
Psychological Bulletin, 126, pp. 3-25.

Salech, M., Jara, L., y Michea, A. (2012). Cambios fisiológicos asociados al


envejecimiento. Revista Médica Clínica Las Condes, 23, pp. 19-29.

Schaie, K. W. (1994). The course of adult intellectual development. American


Psychologist, 49, pp. 304-313.

Schaie, K. W. (1996). Intellectual development in adulthood: The Seattle Longitudinal


Study. Nueva York: Cambridge University Press.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Siegel, J. (2012). The demography and epidemiology of human health and aging.
Nueva York: Springer.

Stuart-Hamilton, I. (2002). Psicología del Envejecimiento. Madrid: Morata.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


37
Tema 1. Ideas clave
Suzman, R. y Riley, M. W. (1985). Introducing the ‘Oldest Old.’ The Milbank Memorial
Fund Quarterly, 63, pp. 175-186.

Rodríguez, E. (13 de enero de 2014). La compresión de la morbilidad. Recuperado de:


http://www.nuevatribuna.es/articulo/consumo/compresion-
morbilidad/20140113133309099900.html

Rowe, J. W. y Kahn, R. L. (1987). Human aging: Usual and successful. Science, 237, pp.
143-149.

Rowe, J. W. y Kahn, R. L. (1997), Successful aging. The Gerontologist, 37, pp. 433-440.

Uttal, D. H. y Perlmutter, M. (1989). Toward a broader conceptualization of


development: the role of gains and losses across the life span. Developmental Review,
9, pp. 101-132.

Villar, F. (2003). Psicología Evolutiva: Modelos y Encrucijadas. Recuperado de:


http://www.ub.edu/dppsed/fvillar/principal/pdf/proyecto/cap_02_encrucijadas_m
odelos.pdf

Villar, F. (2003). Desarrollo adulto y envejecimiento desde un punto de vista socio-


contextual. Recuperado de:
http://www.ub.edu/dppsed/fvillar/principal/pdf/proyecto/cap_12_ciclovital.pdf

World Health Organization (2002). Active Aging: A Policy Framework. Ginebra: WHO.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


38
Tema 1. Ideas clave
Resolución del caso clínico
Resolución del caso clínico

 ¿Podríamos incluir a Ana y a Rosario dentro del grupo poblacional de personas


mayores?

Es controvertida la cuestión relacionada con la inclusión de una persona dentro del


grupo de personas mayores. Si bien, la categorización general suele estar basada en
criterios de edad cronológica, no debemos de olvidarnos de otros aspectos también
importantes, como la salud. Las aportaciones científicas van en la línea de la
conveniencia de establecer rangos de edad dentro de este grupo poblacional, como
la propuesta de Baltes y Smith (2003) o Suzman y Riley (1985).

 ¿Qué tipo de envejecimiento están desarrollando Ana y Rosario?

Según lo explicado en el tema, Ana está desarrollando un envejecimiento patológico


caracterizado por el padecimiento de diversas enfermedades no necesariamente
asociadas a la edad y un bajo funcionamiento social, cognitivo y físico. Por su parte,
Rosario, si tenemos en cuenta la definición de la OMS, parece tener un
envejecimiento positivo o con éxito ya que, aunque padezca artrosis, tiene un buen
funcionamiento a nivel biopsicosocial.

 ¿En qué escenario o hipótesis de envejecimiento podríamos encuadrar cada uno


de los casos?
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

De los cuatro escenarios posibles de envejecimiento, Ana podría encuadrarse en el


Escenario 2 de envejecimiento o la hipótesis de la expansión de la morbilidad que
indica que aumenta la esperanza de vida, pero se amplían los años padeciendo
enfermedades y/o discapacidades.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


39
Tema 1. A fondo
En cuanto Rosario, podría encajar en el Escenario 4 o hipótesis del equilibrio dinámico
que nos dice que aumenta la esperanza de vida y se enlentece el progreso de las
enfermedades o discapacidades.

 ¿Qué aspectos explican que los casos de Ana y Rosario sean tan diferentes entre
sí?

No solo se podría atender a las evidencias científicas que resaltan la importancia de


dividir en subrangos al grupo de personas mayores debido a que suelen mostrar
características diferentes, sino que es importante tener en cuenta la gran variabilidad
que existe en este grupo poblacional, entre las que encontramos la variabilidad
interindividual.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


40
Tema 1. A fondo
A fondo
Cambios asociados al envejecimiento

Montorio, I. e Izal, M. (1999). Cambios asociados al proceso de envejecimiento. En M.


Izal e I. Montorio, (Eds), Gerontología Conductual. Bases para la intervención y ámbitos
de aplicación (pp. 33-66). Madrid: Síntesis.

En este capítulo del libro se hace una revisión muy completa de los cambios asociados
al envejecimiento en el funcionamiento físico, psicológico y social de las personas.
Además, se abordan los conceptos básicos en el estudio del envejecimiento que han
sido tratados en este tema.

El papel del psicólogo en gerontología

American Psychological Association (2004). Psychology and Aging: Psychologist make a


significant contribution. Recuperado de
https://www.apa.org/pi/aging/resources/guides/aging.pdf

En esta guía de la American Psychological Association se define y justifica la necesidad


de la disciplina de la geropsicología clínica, se analiza el papel del psicólogo
especializado en las personas mayores, con algunos ejemplos de intervención, y se
abordan otras cuestiones fundamentales sobre la intervención psicológica en el
ámbito de la clínica con las personas mayores.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


41
Tema 1. A fondo
Test
1. El aumento de las prevalencias de la población mayor está generando una serie de
consecuencias sociales, económicas y sanitarias. Según lo revisado en el tema,
señala la respuesta incorrecta:
A. Se ha incrementado el gasto sanitario y asistencial.
B. Ha aumentado la cantidad de personas mayores que se encuentran en
situación de aislamiento.
C. Está disminuyendo la demanda de asistencia psicológica por parte de las
personas mayores.
D. El ritmo de envejecimiento parece haberse ralentizado un poco en países
más desarrollados.

2. Señala la definición correcta de envejecimiento:


A. Es un conjunto de cambios tanto negativos como positivos que experimentan
las personas que superan los 60 años.
B. Es un conjunto de cambios positivos que experimentamos a medida que
vamos cumpliendo años.
C. Es un conjunto de cambios negativos que experimentamos a medida que
vamos cumpliendo años.
D. Es un conjunto de cambios, tanto negativos como positivos, que
experimentamos las personas a medida que vamos cumpliendo años.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


42
Tema 1. Test
3. ¿Cuál de las siguientes hipótesis sobre la relación entre envejecimiento y
dependencia plantea que, con los cambios demográficos y sociales y el avance de
la medicina, se ha producido un enlentecimiento del progreso y una disminución
de la gravedad de las enfermedades crónicas en la vejez?
A. Hipótesis de la compresión de la morbilidad.
B. Hipótesis de la expansión de la morbilidad.
C. Hipótesis del equilibrio dinámico.
D. Hipótesis del equilibrio estático.

4. La metáfora del abanico hace referencia a:


A. La plasticidad neural en el envejecimiento.
B. La heterogeneidad en el envejecimiento.
C. El incremento progresivo de la esperanza de vida con salud en nuestras
sociedades.
D. Un lenguaje gestual utilizado por las mujeres del siglo XVIII.

5. El hecho de que los cambios asociados al envejecimiento en las distintas


dimensiones de funcionamiento puedan reflejar o bien ganancias/crecimiento o
bien pérdidas/declive se conoce con el término de:
A. Multidimensionalidad del desarrollo.
B. Multifuncionalidad del desarrollo.
C. Multidireccionalidad del desarrollo.
D. Temporalidad del desarrollo.

6. Juan se está mirando al espejo y puede observar las arrugas que se le dibujan en
la piel a sus 73 años. Con el paso de los años, cada vez están más marcadas. Este
cambio que está experimentando Juan es debido a:
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

A. Envejecimiento normal.
B. Envejecimiento anormal.
C. Envejecimiento patológico.
D. Todos los anteriores.

Intervención Psicológica en Tercera Edad


43
Tema 1. Test
7. A pesar de que Pepa y Lola tienen la misma edad (86 años), entre ambas existen
muchas diferencias en sus dimensiones de funcionamiento. Por ejemplo, mientras
Lola tiene muy buenas capacidades de memoria, Pepa suele tener muchas más
dificultades para recordar acontecimientos. Según lo estudiado en el tema, ¿cómo
se pueden explicar estas diferencias entre pepa y Lola?
A. Por la no variabilidad.
B. Por la variabilidad temporal.
C. Por la variabilidad intraindividual.
D. Por la variabilidad interindividual.

8. Paco y Luis acuden juntos al centro de día. Ambos tienen un diagnóstico de


demencia de 5 años de evolución, pero, mientras Paco está en una fase leve de la
enfermedad, el alzhéimer de Luis ha avanzado hasta una fase moderada. ¿Cómo
se explicaría esta diferencia que hace que el alzhéimer de ambos avance a ritmos
diferentes?
A. La multitemporalidad.
B. La multidimensionalidad.
C. La multirehabilitación.
D. La multidireccionalidad.

9. ¿Cuál de los siguientes no es un cambio que se haya visto asociado a la edad?


A. Adelgazamiento de las válvulas cardiacas.
B. Reducción de la visión periférica.
C. Incremento en la dificultad para percibir sonidos de alta frecuencia.
D. Menor capacidad para concentrar la orina.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


44
Tema 1. Test
10. Un equipo de investigación quiere analizar las diferencias asociadas a la edad en
la inteligencia emocional. Para ello, compara a un grupo de personas de edades
comprendidas entre 18 y 30 años con otro grupo de personas con edades situadas
en el rango entre 65 y 85. Encuentran que el grupo de jóvenes presenta mayor
inteligencia emocional que el grupo de mayores. ¿Cuál de las siguientes
afirmaciones es correcta?
A. Se trata de un estudio secuencial puesto que evalúa a diferentes grupos de
edad a lo largo del tiempo.
B. Es un estudio transversal del que puede concluirse que la edad
(envejecimiento) tiene efectos negativos sobre la inteligencia emocional.
C. Es un estudio transversal del que no puede concluirse que la edad
(envejecimiento) tiene efectos negativos sobre la inteligencia emocional.
D. Es un estudio longitudinal del que puede concluirse que el envejecimiento
va asociado a un declive en la inteligencia emocional.
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

Intervención Psicológica en Tercera Edad


45
Tema 1. Test

También podría gustarte