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INSTITUTO DE EDUCACION
SUPERIOR PEDAGOGICA
PRIVADO SAN JUAN BOSCO
CARRERA PROFESIONAL
EDUCACION
INICIAL
CURSO
DELIBERACION Y PARTICIPACION
TEMA
EL ACOSO ESCOLAR EN EL AULA
DOCENTE
LLUME MERCADO, DAVID EDWIN
ALUMNA
LADY DAYANNA UNTIVEROS PEÑA
SATIPO – PERU
2023
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INDICE
I. INTRODUCCION....................................................................................................................4
II. CUERPO DE INVESTIGACION.................................................................................................5
2.1. CONCEPTO Y DEFINICIÓN DE BULLYING.......................................................................5
2.2. EVOLUCION HISTORICA DEL BULLING..........................................................................6
2.3. VIOLENCIA Y ACOSO ESCOLAR......................................................................................7
2.4. ACOSO ENTRE ESCOLARES............................................................................................8
2.5. ESTUDIOS SOBRE VIOLENCIA ESCOLAR........................................................................9
2.6. ANÁLISIS POR GÉNERO...............................................................................................10
2.7. NUESTRAS HERRAMIENTAS DE PREVENCIÓN DEL BULLYING.....................................12
2.8. AMENAZA A LA INTEGRIDAD......................................................................................12
2.8.1. Ciberbullyng........................................................................................................12
2.9. PAPEL DE LAS ESCUELAS.............................................................................................13
2.10. EL ACOSADOR/AGRESOR........................................................................................14
2.11. EL ACOSADO/ LA VÍCTIMA......................................................................................16
2.12. EL ESPECTADOR......................................................................................................18
2.12.1. Los espectadores................................................................................................18
2.13. INDICADORES Y CONSECUENCIAS DEL ACOSO ESCOLAR........................................18
2.14. PREVENCIÓN POSITIVA Y RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS........................................20
2.15. ¿QUÉ PODEMOS HACER PADRES Y MADRES?........................................................23
III. CONCLUCIONES..............................................................................................................26
IV. BIBLIOGRAFIA.................................................................................................................27
V. ANEXOS..............................................................................................................................28
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INDICE DE FIGURAS
I. INTRODUCCION
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La palabra bullying se utiliza cada vez más en nuestro idioma. Pero ¿qué es el bullying
o acoso escolar? De entre los muchos autores que hablan sobre el tema y que
expresan lo que es para ellos el acoso escolar, destacaremos la siguiente definición:
“Se trata de un acoso sistemático que se produce reiteradamente en el tiempo por
parte de uno o varios acosadores a una o varias víctimas”.
Este fenómeno “se produce en, al menos, un 5% de los niños del mundo
industrializado” Es por esto, que la prevención de conductas violentas es tan
importante en la etapa de Educación inicial, en la que la interacción continua entre
iguales provoca el surgimiento de grupos con distintas normas, valores, actitudes etc.
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II.1.CONCEPTO Y DEFINICIÓN DE BULLYING
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denominación de bullying. Este tipo de maltrato ha sido etiquetado, en distintos
momentos y países, con términos diferentes y no siempre equivalentes, si bien
es verdad en la actualidad están diferenciados el mobbing –acoso moral en el
trabajo– y el bullying –conductas de acoso y amenaza entre escolares.
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definiciones demuestra que la definición del término depende en gran medida
de la disciplina a partir de la cual se desarrollan los estudios” (Amaya, 1999).
En 1996, la Organización Mundial de la Salud, OMS, al reconocer la violencia
como un problema de salud pública, evidenció la necesidad de caracterizar los
diferentes tipos de violencia y los vínculos entre ellas. La OMS dividió la
violencia en tres grandes categorías generales a partir de quién comete el acto:
violencia autoinfligida que involucra el comportamiento suicida y las
autolesiones; violencia interpersonal que ocurre en la familia, la pareja y la
comunidad; y violencia colectiva que se evidencia en ambientes sociales,
políticos y económicos (OMS, 2003, p. 19). La violencia autoinfligida
comprende el comportamiento suicida que incluye pensamientos suicidas,
intentos de suicidio también llamados “parasuicidio” o “intento deliberado de
matarse” y suicidio consumado. Las autolesiones, es decir, el automaltrato
incluye actos como la automutilación. La violencia interpersonal se caracteriza
por el comportamiento deliberado entre personas de una familia o dentro de
una comunidad y puede llevar a sus miembros a causarse daños físicos o
psicológicos cuando se dan amenazas u ofensas. La violencia colectiva se
comprende a partir de lo social y cultural, que dan cierta legitimidad al uso del
arte, la religión, la ciencia, el derecho, la ideología, los medios de
comunicación, la educación, ya que por medio de ellos se violenta la vida. Por
ejemplo, se admite la violencia en defensa de la fe o la religión que justifiquen
la práctica de guerras santas o atentados terroristas, se otorga legitimidad al
Estado para ejercer la violencia. La violencia autoinfligida y la violencia
interpersonal son claras y visibles, por lo que resulta relativamente sencillo
detectarlas y combatirlas. En cambio, en la violencia colectiva, intervienen
factores que determinan que la detección de su origen, prevención y remedio
sean más difíciles pues cada sociedad aplica diversos estándares en cuanto a
las formas de violencia que son o no son aceptadas. Cualquiera de estas
violencias es sancionada por la ley o por la sociedad; otras son crímenes. La
violencia se caracteriza por la existencia de una relación conflictiva entre las
partes involucradas, relación que requiere ser conocida, caracterizada y
comprendida en todas sus presentaciones, dimensiones y manifestaciones.
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estar únicamente en la opción de respuesta dada por el estudiante cuando
señala: “alguna vez”, se interpreta como maltrato, como violencia; mientras que
si se elige “con frecuencia” se categoriza como acoso o bullying. El carácter
repetitivo, sistemático y la intencionalidad de causar daño o perjudicar a
alguien que habitualmente es más débil son las principales características del
acoso. Dan Olweus señala que “la agresividad intimidatoria entre escolares es
un fenómeno muy antiguo”, pero solo hasta hace poco tiempo —a principios de
la década de los setenta— se hicieron esfuerzos para su estudio sistemático
(Olweus, 1998, p. 17). Dan Olweus fue el primero en abordar esta
problemática. En 1983 aparecen los primeros informes relacionados con la
violencia escolar en los que Dan Olweus y Erling Roland dan cuenta de sus
estudios que en un inicio se realizaron en Noruega desde 1973 y que, luego, se
extendieron a los países escandinavos. Posteriormente, a finales de los
ochenta y principios de los noventa, el fenómeno del acoso entre iguales atrajo
cierta atención pública y de la investigación en otros países, como Japón,
Inglaterra, Países Bajos, Canadá, Estados Unidos y Australia. Para Dan
Olweus, la violencia entre iguales se expresa con el término Mobbing (en
Noruega y Dinamarca) que puede entenderse como “grupo grande de
personas que se dedican al asedio, una persona que atormenta, hostiga y
molesta a otra”. Con el paso de los estudios al contexto anglosajón, se asume
el término bullying, matoneo, matonaje, que de manera más concreta hace
referencia a la intimidación, el hostigamiento y la victimización que se presenta
entre pares en las conductas escolares. La situación de acoso e intimidación y
la de su víctima queda definida en los siguientes términos: “Un alumno es
agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de forma repetida y
durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios
de ellos. En esta situación se produce también un desequilibrio de fuerzas (una
relación de poder asimétrica): el alumno expuesto a las acciones negativas
tiene dificultad para defenderse y en cierto modo está desvalido frente a
quienes lo hostigan” (Olweus, 1998, p. 25). En relación con el origen, Olweus
indica: “en el discurso público sobre el tema, se ha dicho que la agresividad
intimidadora entre escolares es consecuencia de la rivalidad por las buenas
notas que se producen en la escuela y de manera más concreta, estas podrían
explicarse como una reacción a los fracasos y frustraciones en la escuela”
(Olweus, 1998, pp. 46- 47). Los estudios demuestran que se trata de un mito;
por tanto, habría que buscar su origen en otro tipo de realidades; “la rivalidad
por las notas, las diferencias físicas o desviaciones externas negativas entre
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las que se encuentran la obesidad, el color del pelo, llevar gafas” también
pueden generar este tipo de actitudes entre los escolares.
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condiciones de riesgo, como la pobreza, las características de la juventud, los
fenómenos migratorios y su incidencia en estos problemas”. En el enfoque
criminalístico, “el discurso ha sido tradicionalmente psicopatológico y tiende a
aproximarse a análisis descriptivos con los que empieza a interesarse por la
escuela como factor etiológico de la criminalidad juvenil” (Ortega, 2002). Varios
estudios pueden citarse como referencia para evidenciar la comprensión que
se hace de la violencia desde este enfoque. João Yunes y Tamara Zubarew
(1993) especifican que, entre las causas de la violencia, las “características
individuales, experiencias familiares, relaciones de pares, acceso a armas,
consumo de alcohol y otras drogas, exposición a violencia en los medios de
comunicación y otros factores políticos, culturales y sociales se interrelacionan
y juegan un papel fundamental en la ocurrencia de la violencia en jóvenes”
(Yunes & Zubarew, 1993, p. 104). Desde otra perspectiva, pueden citarse los
estudios hechos desde el modelo ecológico. De manera particular, en América
Latina. (evelio, 2011)
Por otra parte de un estudio realizado por Pautasso en el 2006, surge que la
agresión es más común en los niños que en las niñas. Manifiestan que los
varones y las mujeres conjuntamente recibieron patadas o piñas durante una
semana escolar representando el 28,6%.
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Las niñas por el contrario son más sutiles utilizando estrategias como herir los
sentimientos. Se detectó en las escuelas objeto de estudio un “índice de
victimización” del 9,6% y un 11,2% a agresión general. Se reconocen también
otras estrategias que exceden los límites de la escuela como 17 lo son el chat,
los blogs, grafittis que permiten la exposición de los compañeros de escuela
(Pautasso, 2006). Los estudios demuestran que en cuanto al género, los chicos
son los más involucrados en las situaciones de maltrato, encontrándose que
las tasas como agresores y como víctimas son más altas en estos (Cerezo;
Postigo, González, Mateu, Ferrero y Martorell; Solberg y Olweus; Tapper y
Boulton, citados en Sánchez y Cerezo, 2010). Sánchez y Cerezo (2010) por su
parte encuentran que en relación al género, los chicos se encuentran más
implicados como agresores en el fenómeno representando un 25% frente a un
6% de las chicas. Observan que considerando los perfiles de los estudiantes
como agresores se evidencia que un 15,5% son chicos y un 0,5% son chicas.
En una muestra total evaluada por estos autores el 20% de los encuestados
admite que fue víctima de acoso físico y/o verbal. En lo que al género respecta,
los jóvenes (26%) están más expuestos a ser víctimas de acoso en relación a
las chicas (14,3%). Los autores muestran que en referencia al género la sub-
escala de victimización en relación con la de EAEP (escala de agresión entre
pares), en la que no había una diferencia de género, el doble de los chicos en
relación a las jóvenes afirman haber sido objeto de maltrato o víctima, la causa
según los autores se deba a que la agresión física es más común en los
varones. (Cajigas et al., 2013, pp. 95-97) En la muestra analizada por los
investigadores nacionales se indaga sobre la prevalencia del acoso entre pares
según el factor “bullying” y se demuestra que alcanza a un 15% del total. En lo
que a género se refiere el 22,1% afirma acosar a algún compañero,
representando en este caso el doble que las jóvenes (Cajigas et al., 2013,
p.70).
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manera frecuente y un 48% lo considera medianamente frecuente. Un
porcentaje de 60% afirma haber observado situaciones altamente riesgosas.
II.8.AMENAZA A LA INTEGRIDAD
Agrupa las conductas de acoso escolar que buscan amilanar mediante las
amenazas contra la integridad física del niño o de su familia , o mediante la
extorsión.
II.8.1. Ciberbullyng
Los chats (Messenger, Skype, etc.) Páginas web de corte chismógrafo, que
son portales en dónde se registran una gran cantidad de escuelas y los
alumnos se dedican a subir chismes, groserías y amenazas clasificando a
las personas por año escolar, nombre y apellidos y salón de clases
(RODRIGUEZ, 2022)
Este tipo es uno de los más peligrosos ya que al existir cada vez
más tecnología y no ser utilizada de la forma correcta, ya no existe la
privacidad con todas estas redes sociales pues cualquiera puede subir una
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foto o algún video o simplemente hablar cualquier cosa sobre los demás y
lo hace público sin el consentimiento de la persona afectada la cual recibe
burlas.
Opino que debería existir mayor control en todas estas redes sociales para
que disminuya el porcentaje de personas afectadas por el ciberbullyig.
La UNESCO propone que las personas tomen conciencia que todos somos
hermanos y por lo tanto no debemos pelearnos entre nosotros sino por el
contario intentar apoyar a nuestros prójimos.
Es necesario que los docentes tomen medidas contra las agresiones verbales,
el acoso, los golpes y las amenazas; su papel es decisivo y el establecimiento
de límites algo imperativo.
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Sabemos que actualmente las exigencias que se les hacen a los docentes son
múltiples y complejas, pues además de encargarse de la transferencia de
conocimientos y del desarrollo de habilidades, también son pieza clave en la
formación social, ética y personal de los alumnos. En específico cuando se
habla de bullying el trabajo debe ser integral entre padres, alumnos y
docentes, juntos deben inculcar el respeto, la empatía, responsabilidad y
la igualdad, sin embargo el docente tiene un lugar privilegiado puesto que se
encuentra en el escenario donde sucede todo.
Aquí nos muestra que los países de europa del norte, países notoriamente mas
desarrollados han podido combatir este problema de forma mas eficaz y por lo
tanto sus escalas de acoso escolar es mucho menor. Deberíamos tomar como
ejemplo estos países para poder también disminuir el acoso escolar en las
escuelas de nuestro país basándonos en una enseñanza llena de valores
II.10. EL ACOSADOR/AGRESOR
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El objetivo de un acosador escolar es eliminar, amedrentar, aterrorizar y
destruir al que no es su seguidor, al que se resiste, al diferente, al que
sobresale académicamente, en definitiva, al que le hace sombra y le rebaja
socialmente y académicamente y al que, en el fondo, le hace de espejo de sus
propias carencias.
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Lo habitual en los centros educativos es que, con frecuencia, el niño o niña que
acosa a otro compañero suele estar rodeado muy rápidamente de una banda
que se une al comportamiento de acoso contra la víctima. Para evitar esto, es
importante la presencia de una figurade autoridad exterior que imponga límites
a este tipo de conductas, como sería el personal docente o no docente.
Los centros tienen que ayudar a las familias de hijos o hijas acosadores al igual
que lo hacen con las familias de los acosados. Aquí es donde entran los
programas de prevención y estrategias de intervención y la información sobre
los programas para la mejora de la convivencia.
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casos más raros, donde la víctima suele tener un comportamiento irritante
hacia los demás. A veces, sus compañeros les provocan para que reaccionen
de mala manera, y así poder acosarlo pareciendo que la responsabilidad del
acto agresor está justificada, disfrazando así la culpabilidad del acosador frente
al resto de niños y niñas y, a veces, frente a los adultos.
Las víctimas de acoso escolar no suelen contarlo a sus padres o madres, sobre
todo a partir de los 10 o 12 años. Sentimientos como la vergüenza, la
inseguridad o el sentirse inferior hacen que el niño o niña sufra las agresiones
en silencio. Por eso, es muy importante que los adultos seamos capaces de
ponernos en guardia ante determinadas conductas que pueden darnos pistas
de que está siendo víctima de algún acosador escolar. La primera alarma debe
saltar cuando se observa un cambio importante en la conducta habitual del
niño o niña.
Para este último punto, es muy importante la conducta que desarrollamos los
adultos. No debemos valorizar más las acciones deun niño o niña o de un
grupo de niños ya que elogiando sus acciones físicas o intelectuales estamos
reforzando este tipo de estereotipos y creando distancias entre ellos,
aumentando la distancia de aquellos niños menos adaptados.
II.12. EL ESPECTADOR
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El acoso escolar no solamente tiene como protagonistas al agresor y a la
víctima, sino que siempre va acompañado de unos espectadores que
respaldan el acoso por parte de la figura de poder. Aun siendo simples
espectadores, participan del acoso al ser observadores del mismo, pudiendo
ser pasivos o activos. Pasivos hace referencia a niños o niñas que prefieren no
intervenir, pero contemplan el acoso sin ser parte del mismo. Para ellos, se
vuelve cotidiano que un agresor acose a uno de sus compañeros en específico
y no hacen nada, ni siquiera son capaces de comunicarlo a ninguna figura
adulta del personal del centro. Y los observadores activos son los que
intervienen como espectadores activos o compinches, serían aquellos que
secundan al agresor al ser sus amigos y se vuelven parte del acoso. Sin
embargo, no pueden ser considerados los agresores, aunque lo sean en algún
grado menor, debido a que quien encabeza el acoso es el cerebro de la acción.
En este sentido, es importante que las familias trabajemos con nuestro hijo
o hija para desarrollar la habilidad y el coraje de informar en caso de
observar o conocer situaciones de acoso o intimidación. Explicarles que un
espectador que no informa del acoso que sufre algún compañero puede
convertirse en parte de la conducta de acoso.
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víctimas de este proceso. Los acosadores, los espectadores y, por supuesto,
las víctimas directas son las que más secuelas negativas sufrirán tanto físicas
como emocionales y psicológicas.
Cuando los sentimientos del niño o niña no están siendo bien encauzados y se
quedan sin resolver, pueden desarrollarse modificaciones en su
comportamiento diario y rutinario como insomnio, pérdida de apetito, ataques
de ira, etc. Es común que el niño víctima viva aterrorizado con la idea de asistir
a la escuela y, por ello, intenta aparentar estar enfermo en la mañana, o
pueden aparecer síntomas psicosomáticos como vómitos, dolores abdominales
o de cabeza sin causa aparente, o puede cambiar de camino para ir al centro.
En definitiva, este niño puede mostrarse muy nervioso, triste y solitario en su
vida cotidiana.
• Insomnio.
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•Tristeza o síntomas de depresión.
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Desde un atasco en la carretera, un compañero que no nos apoya en el
trabajo, un hijo o hija que no ha ordenado su cuarto.
Una buena idea puede ser la de ir escribiendo las distintas fases del proceso,
para facilitar su realización. En los programas de prevención de la violencia
escolar que se están desarrollando en los últimos tiempos, se incluyen la
mediación y la negociación como métodos de resolución de conflictos sin
violencia.
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Padres y madres somos responsables de la educación y transmisión de
valores, de la toma de conciencia de sus derechos,pero también obligaciones,
del aprendizaje del respeto a los demás ya sus diferencias ya sean ideologías
o personales. Para ello, padres y madres debemos ser firmes y poner límites,
éstos les ayudaran a ir diferenciando a lo largo de su desarrollo las conductas y
comportamientos positivos
de los negativos. Parece que hoydía tenemos miedo de poner límites, pero es
la ausencia de límites lo realmente perjudicial, si los hijos e hijas no aceptan
ciertas normas básicas en un futuro su índice de tolerancia a la frustración y
aceptación de las diferencias será pésimo.
Por ejemplo, padres y madres somos los responsables de permitir ver a los
hijos e hijas ciertos programas de televisión, películas en cine, juegos de
videoconsolas, etc. sin que medie nuestra opinión crítica sobre ellos, sin que
hayamos establecido un diálogo sobre esos temas con nuestros hijos e hijas.
Las nuevas tecnologías en los medios de comunicación han facilitado la
exposición a la violencia sin filtros ni comentarios posteriores que les ayuden a
entender los comportamientos agresivos que observan, ya que parece que la
violencia está justificada en la sociedad en la que dichas circunstancias se
producen.
• Alumnado
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Los alumnos y alumnas deben saber y entender que deben contarles a sus
padres y madres las acciones de intimidación y de acoso escolar que están
sufriendo en el centro por parte de algún compañero o compañera. Deben
saber que no van a sufrir ninguna represalia ni repercusión por denunciar los
actos del acosador. Los acosados deben tener la certeza y confianza de que
van a ser escuchados y que se les va a creer cuando lo cuenten.
• Profesorado
• Familias
• Centro educativo
La dirección del centro debería informar a las familias de una manera u otra de
las políticas de actuación e intervención en los casos de acoso escolar.
• AMPA
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Nuestros hijos e hijas deben ser seguros emocionalmente y físicamente.
Debemos enseñarles a hacer frente a los signos de intimidación o acoso en su
estado inicial, antes de que el comportamiento y la agresiónempeoren.
Existen algunas conductas que las familias, en la vida cotidiana del hogar,
debemos llevar a cabo para garantizar que nuestro hijo o hija no sea víctima
del acoso ni sea acosador:
Los niños solo podrán hablar acerca de la intimidación cuando tienen absoluta
certeza de que van a ser escuchados y ayudados. Por eso, es muy importante
que escuchemos y hablemos con nuestro hijo o hija, y así, podremos ser
capaces de determinar el nivel de participación que se necesita. Tener en
cuenta las siguientes preguntas:
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• ¿Qué información necesito?
Mientras se busca una solución positiva, debemos tener en cuenta una serie de
aspectos como mantener la seguridad de nuestro hijo. Es importante que
conozcamos qué recursos y servicios están disponibles en el centro desde el
punto de vista de apoyo psicológico o emocional, en caso de que fuese
necesario.
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III. CONCLUCIONES
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pobreza, analfabetismo y falta de empleo, en verdad será difícil contrarrestar
el problema, pero vale la pena intentarlo.
IV. BIBLIOGRAFIA
garcia, s. h. (2015). "ACOSO ESCOLAR: ESTRATEGIAS PARA UNA CLASE EN ARMONIA DESDE LAS
CIENCIAS. VALLADOLID.
assael, j. & neumann, e. (1991). CLIMA EMOCIONAL DEL AULA. SANTIAGO: PIIE. AVILÉS, J. M. &
ELICES, J. A. (2007). INSEBULL. INSTRUMENTOS PARA LA EVALUACIÓN DEL BULLYING. MADRID:
CEPE.
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V. ANEXOS
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Ilustración 1 DENUNCIAS DE ACOSO ESCOLAR POR REGION
29
Ilustración 2 TIPOS DE MALTRATOS Y CASOS POR AÑO EN EL PERU
30
Ilustración 3 CONSEJOS SOBRE EL ACOSO ESCOLAR
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