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Relatoría

Conferencia #19:
Resistencia y represión

Cuando se hace un tratamiento psicoanalítico para liberar al enfermo de sus síntomas


patológicos, va a existir una resistencia, esto da cuenta de porque la duración tan extensa de
este tratamiento. La resistencia se puede expresar de diversas maneras y existe cierta
dificultad para reconocerla.
El médico debe ser desconfiado y mantenerse en guardia frente a la resistecia que oponga
el paciente en su tratamiento. en la terapia psicoanalitica se aplica la tecnica de la
interpretación de los sueños. Al paciente durante el tratamiento se le dice que no se guarde
para decir nada, que deje de lado juzgamientos sobre sus pensamientos, sentimientos y
recuerdos. el mismo tratamiento va a depender de que el paciente deje de lado la represión
que se opone a que su inconciente. en esta técnica se encuentran estas ocurrencias que
generan resistencia y dan cuenta del inconsciente del sujeto.
al dar esta pauta de decir todo, lo primero que va a pasar es que la resistencia va a empezar
a actuar, el paciente se va a empezar a reservar cosas porque de otra manera sería
demasiado vergonzozo para si, decide excluir estas ocurrencias de la comunicación.
Es raro tropezar con un enfermo que no intente reservar para sí algún ámbito a fin
de defenderlo de la cura. Uno, a quien yo no podía menos que considerar una
persona de gran inteligencia, calló así por semanas una íntima relación de amor y,
cuando se le pidió cuentas por haber infringido la regla sagrada, se escudó en el
argumento de que había creído que esa historia era asunto privado. Naturalmente,
la cura analítica no soporta semejante derecho de asilo. Supongamos que en una
ciudad como Viena se admita, como excepción, que no está permitido efectuar
arrestos en un lugar como el Hohe Markt o la iglesia de San Esteban, y después
nos empeñemos en dar caza a determinado criminal. No se lo hallará en otro lugar
que en ese refugio. Cierta vez, a un hombre cuyo restablecimiento tenía
considerable importancia social, le concedí un derecho de excepción 5sí, pues
había prestado un juramento profesional que le prohibía comunicar a otro
determinadas cosas. El, es cierto, quedó satisfecho con el resultado, pero yo no; me
formé el propósito de no repetir el intento en esas condiciones.
resistencia y represión, S.Freud, p.2

la resistencia termina cediendo un poco pero se convierte en resistencia intelectual, lo cual


es una lucha de argumentación se hace fuerte en las dificultades e inverosimilitudes que el
pensamiento normal, pero no instruido, halla en las doctrinas analíticas. pero el paciente
admite razones y quiere que se le instruya para salvar su persona. Pero nosotros
individualizamos este apetito de saber como resistencia, como distracción de nuestras tareas
específicas, y lo rechazamos. en el caso del neurotico obsesivo se tiene que estar preparados
para una técnica especial de la resistencia. se deja que el análisis recorra sin trabas, pero no
se encuentra un debilitamiento de los síntomas. el enfermo se ha dicho que todo esto es
muy bonito pero no cree realmente en esto, lo que desvirtua el tratamiento. así puede
proseguirse por mucho tiempo hasta que al final nos aproximamos a esa posición reservada
y se desata la batalla decisiva.
la resistencia intelectual no es la única, ni la peor que se puede presentar. en lugar de
recordar, repite actitudes y mociones afectivas de su vida, que a través de la transferencia
pueden emplearse para resistir al médico y a la cura. en hombres, por lo general tratara este
material de la relación con su padre, en cuyo lugar pone al médico, entonces sus
resistencias parten del afán de imponerse sobre el otro, de igualarle o superarle. A ratos se
tiene la impresión de que el propósito dé descaminar al médico, de hacerle sentir su
impotencia, de triunfar sobre él, hubiera sustituido por completo en el enfermo al propósito
mejor de poner fin a la enfermedad. en las mujeres se da una transferencia tierna, de tinte
erótico. esta simpatía, llegada a cierta altura, hace que se pierda el interés en la cura, hace
que se abandonen los compromisos que se habían aceptado cuando se ingresó en ella, los
celos y la amargura por el rechazo inevitable, estropean el entendimiento personal con el
médico, así, eliminando una de las potentes fuerzas impulsoras del análisis.
Las resistencias de esta clase no deben ser objeto de un juicio adverso unilateral.
Contienen tanto del material más importante del pasado del enfermo, y lo espejan
de manera tan convincente, que se convierten en los mejores soportes del análisis si
una técnica diestra sabe darles el giro correcto. Lo notable, eso sí, es que este
material siempre se pone al comienzo al servicio de la resistencia y adelanta su
fachada hostil al tratamiento. tratamiento. Puede decirse también que son
propiedades del carácter, actitudes del yo, las que se movilizan para luchar contra
los cambios apetecidos.(...)

resistencia y represión, S. Freud, p.3


estas condiciones están en conexión con las condiciones de la neurosis y como reacción
ante los reclamos, y se disciernen rasgos de ese carácter que llamaríamos latentes , que de
otra manera no podrían mostrarse o hacerlo en esa medida. estas resistencias no son una
amenaza a la terapia psicoanalítica, al contrario, estas deben de aparecer, dado que el
vencimiento de estas resistencias es la operación escencial del análisis y la única pieza del
trabajo que nos asegura que hemos conseguido algo con el paciente.

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