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PSICOANÁLISIS

Resumen 2° Parcial

SEMINARIOS

-Del arte de la interpretación al levantamiento de las resistencias. El analista intérprete

TRANSFERENCIA Y REGLA DE LA ABSTINENCIA

-Concepción dinámica de la neurosis.

-Clisés que se repiten: Todo ser humano, por efecto conjunto de sus disposiciones innatas
y de los influjos que recibe en su infancia, adquiere una especificidad determinada para el
ejercicio de su vida amorosa. Esto da por resultado un clisé que se repite de manera
regular en la trayectoria de la vida. Sólo un sector de esas mociones determinantes de la
vida amorosa ha recorrido el pleno desarrollo psíquico; ese sector está vuelto hacia la
realidad objetiva, disponible para la personalidad conciente. Otra parte de las mociones
libidinosas ha sido demorada en el desarrollo, está apartada de la personalidad conciente
como de la realidad objetiva, y sólo tuvo permitido desplegarse en la fantasía o bien
permanecido por entero inconciente.
Los clises son, entonces, repeticiones de la vida amorosa infantil inconcientes, que se dan
en el análisis con la persona del médico.

-Transferencia positiva y negativa: Freud se ve dispuesto a separar una transferencia


negativa de otra positiva. Una refiere a la de sentimientos tiernos y la otra a la de
sentimientos hostiles.
La positiva se descompone en la de sentimientos amistosos o tiernos y los sentimientos
eróticos, de modo que se nos impone esta intelección: todos nuestros vínculos de
sentimiento, simpatía, amistad, confianza y similares, que valorizamos en la vida, se
enlazan genéticamente con la sexualidad y se han desarrollado por debilitamiento de la
meta sexual a partir de unos apetitos puramente sexuales. En el origen sólo tuvimos
noticia de objetos sexuales; y el psicoanálisis nos muestra que las personas de nuestra
realidad objetiva meramente estimadas o admiradas pueden seguir siendo objetos
sexuales para lo inconciente en nosotros.
La negativa se nota cuando algo del material del complejo es apropiado para ser
transferido sobre la persona del médico, se produce la transferencia y da por resultado la
ocurrencia inmediata y se anuncia mediante los indicios de una resistencia.
La transferencia sólo resulta resistencia cuando es negativa, o una positiva de mociones
eróticas reprimidas.
-Transferencia motor: sentimientos tiernos. Apertura del inconsciente. Despliegue del
Recordar: Un vínculo de apego tierno, devoto, puede salvar todas las dificultades de la
confesión. En circunstancias reales análogas suele decirse: “ante ti no me avergüenzo,
puedo decírtelo todo”. Entonces, la transferencia sobre el médico podría igualmente
servir para facilitar la confesión. Por ello decimos que la transferencia es también la
portadora del éxito.

-Transferencia obstáculo: versión hostil o erótica. Demanda pulsional al analista. Cierre


del inconsciente. Detención de las asociaciones: Como disminuye el sector de la libido
susceptible de conciencia, vuelta hacia la realidad, y en esa misma medida aumenta el
sector de ella entrañada de la realidad objetiva, inconciente, que, si bien puede todavía
alimentar las fantasías de la persona, pertenece a lo inconciente. La libido se ha internado
por el camino de la regresión y reanima los imagos infantiles. Hasta allí la sigue la cura
analítica, que quiere volverla asequible de conciencia y, por último, ponerla al servicio de
la realidad objetiva. Toda vez que la investigación analítica tropieza con la libido retirada
en sus escondrijos, no puede menos que estallar un combate; todas las fuerzas que
causaron la regresión de la libido se elevarán como unas resistencias al trabajo. La libido
disponible para la personalidad había estado siempre bajo la atracción de los complejos
inconcientes, y cayó en la regresión por haberse relajado en la atracción de la realidad.
Para liberarla es preciso vencer esa atracción de los inconciente, cancelar la represión de
las pulsiones inconcientes y de sus producciones.
Si se persigue un complejo patógeno desde su subrogación en lo conciente hasta su raíz
en lo inconciente, enseguida se entrará en una región donde la resistencia se hace valer
con tanta nitidez que la ocurrencia siguiente no puede menos que dar razón a ella y
aparecer como un compromiso entre sus requerimientos y los del trabajo de
investigación. En este punto, sobreviene la transferencia. Y la desfiguración por
transferencia. Van encaminando a una situación en la que todos los conflictos tienen que
librarse en definitiva en el terreno de la transferencia. Así es como aparece siempre como
el arma más poderosa de la resistencia.

-Regla de abstinencia: dimensión técnica/ética. Abstinencia a la sugestión: La cura tiene


que ser realizada en abstinencia; con ello no nos referimos a la privación corporal, ni a la
privación de todo cuanto se apetece, pues quizá ningún enfermo lo toleraría. Lo que
queremos es postular este principio: hay que dejar subsistir en el enfermo necesidad y
añoranza como unas fuerzas pulsionantes del trabajo y de la alteración, y aguardarse de
apaciguarlas mediante subrogados. Es que uno no podría ofrecer otra cosa que
subrogados, puesto que la enferma, a consecuencia de su estado y mientras no hayan sido
levantadas sus represiones, será incapaz de lograr una efectiva satisfacción. De no ser así
el médico aseguraría su imperio sobre la paciente.

-Neurosis de transferencia: Por medio de la relación con el médico la neurosis pasa de


psiconeurosis a neurosis de transferencia. Se establece un repetir de los recuerdos
penosos en el análisis, que es posible sólo a través de este. Mediante la transferencia la
neurosis comienza a ser neurosis de transferencia ya que las producciones del inconciente
están destinadas al médico.
El analista viene a ocupar un lugar con relación a esos fragmentos de vida penosos que no
fueron reprimidos. Ahí, la transferencia no es motor sino obstáculo. Se produce
necesariamente como un cliché que se repite.
La satisfacción sintomática es autoerótica. La operación primera que realiza el analista es
que esa satisfacción deje de ser cerrada sobre si misma e incluya el lugar del analista. El
efecto de esto es la transferencia. Ella implica la sustitución de la neurosis vulgar por la de
transferencia. Se despliega el agieren, donde en vez de recordar, actúa en transferencia.
Para tratar una neurosis vulgar es necesaria la transferencia.

-Reglas técnicas: atención parejamente flotante. No fijarse, no analizar desde los


complejos, mecanismos de defensa y fantasías del analista. Análisis del analista: La
técnica consiste en guardar en la memoria los innumerables nombres, fechas, detalles del
recuerdo, ocurrencias y producciones patológicas que se presentan durante la cura, y en
no confundirlos con un material parecido oriundo de otros pacientes analizados antes o al
mismo tiempo. Esta técnica es muy simple. Desautoriza todo recurso auxiliar, aún el tomar
apuntes, y consiste meramente en no querer fijarse en nada en particular y en prestar a
todo cuanto uno escucha la misma atención permanente flotante. Uno se ahorra el
esfuerzo de atención. Empieza también a escoger entre el material ofrecido. El precepto
de fijarse en todo por igual es el correspondiente necesario de lo que se exige al
analizado, a saber: que refiera todo cuanto se le ocurra, sin critica ni selección previa. Uno
debe alejar cualquier injerencia conciente sobre su capacidad de fijarse, y abandonarse
por entero a sus memorias inconcientes. Uno debe escuchar y no hacer caso de si se fija
en algo. El médico no debe ser transparente para el analizado, sino mostrar solo lo que le
es mostrado.

-Posición del analista: ni guía, ni consejero ni pedagogo; hacer cumplir asociación libre:
Es preciso ser sobre todo tolerante con las debilidades del enfermo. La ambición
pedagógica es inadecuada. Es incorrecto dictar al analizado unos deberes. Este tiene que
aprender sobre todo que ni en virtud de una actividad mental como la reflexión, ni de un
esfuerzo de atención y de voluntad, se resolverán los enigmas de la neurosis, sino solo por
la paciente obediencia a la regla psicoanalítica que ordena desconectar la critica a lo
inconciente y sus retoños.

-Reglas para el comienzo del análisis. Entrevistas preliminares. Regla fundamental. -


Transferencia operativa: tierna.

-Agieren: repetición en acto. Articulación transferencia–resistencia: Si diferenciamos


esta técnica de la anterior, notamos que el analizado no recuerda, en general, nada de lo
olvidado y reprimido, sino que lo actúa. No lo reproduce como recuerdo, sino como
acción: lo repite, sin saber, desde luego, que lo hace. En general, él empieza la cura con
una repetición así. No sabe decir palabra, calla, afirma que no se le ocurre nada. Esta es la
repetición de una actitud homosexual que se esfuerza hacia el primer plano como
resistencia a todo recordar. Esta es su manera de recordar.
Por supuesto que lo que más nos interesa es la relación de esta compulsión de repetir con
la transferencia y la resistencia. Pronto advertimos que la transferencia misma es solo una
pieza de repetición del pasado olvidado. Por eso tenemos que estar preparados para que
el paciente se entregue a la compulsión de repetir, que le sustituye ahora al impulso de
recordar, no sólo en la realidad personal con el médico, sino en todas las otras actividades
y vínculos simultáneos de su vida. Mientras mayor sea la resistencia, más será sustituido
el recordar por el actuar.
Tenemos dicho que el analizado repite en vez de recordar, y repite bajo las condiciones de
la resistencia. Repite todos sus síntomas, todo lo reprimido, lo inhibido.

-Nueva técnica: hacer repetir: El hacer recordar dentro de la hipnosis no podía menos
que provocar la impresión de un experimento de laboratorio. El hacer repetir en el curso
del tratamiento analítico, según esta técnica nueva, equivale a convocar un fragmento de
la vida real. De aquí arranca todo el problema del empeoramiento durante la cura.
Cuando la ligazón transferencial se ha vuelto de algún modo viable, el tratamiento logra
impedir al enfermo todas las acciones de repetición más significativas y utilizar el designio
de ellas como material para el trabajo terapéutico.

-La repetición que se anuda al estatuto del inconsciente dinámico.

-Lo que causa la repetición.

-Fragmentos de vida real. Compulsión de repetición.

-Limite a la interpretación y del psicoanálisis como rememoración.

-Reelaboración de las resistencias: Es preciso dar tiempo al enfermo para enfrascarse en


la resistencia, no consabida para él, para reelaborarla, vencerla prosiguiendo el trabajo en
desafío a ella y obedeciendo a la regla analítica fundamental. Sólo en el apogeo de las
resistencias descubre uno las mociones pulsionales reprimidas que la alimentan y de cuya
existencia y poder el paciente se convence en virtud de tal vivencia.
Esta reelaboración de las resistencias puede convertirse en una ardua tarea para el
analizado, y en una prueba de paciencia para el médico. Es la pieza de trabajo que
produce el máximo efecto alterador sobre el paciente y que distingue al tratamiento
analítico de todo influjo sugestivo. En teoría se la puede equiparar a la abreacción de los
montos de afecto estrangulados por la represión.

-Concepto de resistencia diferente al de represión: La misma renuncia a dejar penetrarse


en la conciencia a algo inconciente se opone durante la cura analítica al esfuerzo por
volver a transportar lo inconciente a lo conciente. Esto es lo que sentimos como
transferencia. El proceso patógeno que la resistencia nos revela ha de recibir el nombre de
represión. Esta es la precondición de la formación del síntoma. La esencia de la represión
es conservar la energía y no restar recuerdo alguno del proceso. Se consuma sin que el yo
lo note. El destino de la represión para una moción singular consiste en que el guardián
no la deja pasar del sistema inconciente al preconciente. Es el mismo guardián con quien
tomamos conocimiento en calidad de resistencia.

-Neurosis artificial neocreada. Desplazamiento de la libido del síntoma al analista. La


transferencia debe ser desmontada. Revisión del proceso represivo. Dos fases del
trabajo analítico. Alteración del yo.

-Transferencia al servicio de la resistencia. Presencia del analista. Anticipo del fracaso


de la síntesis yoica.

-Conexión transferencia-repetición: La relación transferencial que se establece respecto


del analista es particularmente apta para favorecer el retorno de tales vínculos afectivos.

-El síntoma como satisfacción sexual sustitutiva: En la formación del síntoma tiene que
haber ocurrido algo que ahora podemos reconstruir por las experiencias que hacemos en
su solución. La existencia del síntoma tiene por premisa que algún proceso anímico no fue
llevado hasta el final normalmente, de manera que pudiera devenir conciente. El síntoma
es un sustituto de lo que se intercepto. Debe haberse producido una violenta renuncia a
que el proceso anímico cuestionado penetrase hasta la conciencia. El síntoma es un
sustituto de algo que fue estorbado por la represión (representación sexual). Los síntomas
sirven de la satisfacción sexual de los enfermos, son un sustituto de esta satisfacción que
les falta en la vida. Dan satisfacción y a la vez su contrario porque son producto de una
formación de compromiso entre la fuerza reprimida y la represora.

-Narcisismo: libido del yo–libido de objeto. Trasvasamiento libidinal: enfermedad -


orgánica, hipocondría, enamoramiento. Neurosis narcisistas. La posibilidad de
transferencia respecto de la regresión de libido.

-Los puntos de fijación. Amor indócil. Resto reacio a la interpretación.

Módulo C: Interpretación y Construcción


CONSIDERACIÓN ESTRUCTURAL DEL INCONCIENTE

-La resistencia de transferencia da lugar a dos operaciones: interpretación y


construcción. Diferencias: Opina que construcción es la designación más apropiada para
el análisis. Interpretación se refiere a lo que uno emprende con un elemento singular del
material: una ocurrencia, una operación fallida, etc. Es construcción, en cambio, que al
analizado se le presente una pieza de su prehistoria olvidada.

-Función y valor de la construcción: La construcción funciona como labor preliminar. Es


importante el hecho de que el analista debe construir el pasado del paciente, haciendo,
con todas las interpretaciones y relatos, dichas construcciones que le parezcan
apropiadas. Si son ciertas movilizan al paciente y permiten que el médico siga con su
construcción. Si son falsas no producen daño alguno, sólo una pérdida de tiempo. El
paciente queda como no tocado, no reacciona ni por sí ni por no.

-La construcción como labor preliminar: Labor preliminar, en verdad, no en el sentido de


que deba ser tramitada primero en su totalidad antes de comenzar con los detalles, como
en la edificación de una casa, donde tienen que levantarse todas las paredes y colocarse
todas las ventanas antes que pueda uno ocuparse de la decoración. Todo analista sabe
que el en el tratamiento analítico las cosas suceden de otro modo. El analista da cima a
una pieza de construcción y la comunica al analizado para que ejerza efecto sobre él;
luego construye otra pieza a partir del nuevo material que fluye, procede con ella de la
misma manera, y en esta alternancia sigue hasta el final. Si en las exposiciones de la
técnica analítica se oye tan poco sobre construcciones, la razón de ello es que, a cambio,
se habla de interpretaciones y su efecto.

-Validación: corroboraciones indirectas. Efectos de la construcción. Restos visuales y


auditivos. Pulsión emergente. Reacción terapéutica negativa. Fragmento de verdad
histórico vivencial: El sí directo del analizado es multívoco. Puede en efecto indicar que
reconoce la construcción oída como correcta, pero también puede carecer de significado.
Este sí sólo posee valor cuando es seguido por corroboraciones indirectas; cuando el
paciente produce, acoplados inmediatamente a su sí, recuerdos nuevos que
complementan y amplían la construcción.
El no del analizado es igualmente multívoco y todavía menos utilizable que el sí. Rara vez
expresa una desautorización justificada, muchísimo más a menudo exterioriza una
resistencia. El no del paciente no prueba nada. La única interpretación segura de su no es
que aquella no es integral.
Existen variedades indirectas de corroboración. Mediante vivencias extra analíticas o
asociaciones que recibimos en el análisis. Contradicciones directas con operaciones
fallidas.
Si la construcción es falsa, no modifica en nada al paciente; pero si es correcta, o aporta
una aproximación a la verdad, él reacciona frente a ella con un inequívoco
empeoramiento de sus síntomas y de su estado genera.
La pulsión emergente de lo reprimido, en los sueños y el fantaseo, había querido
transportar hasta la conciencia aquellas sustantivas huellas mnémicas, y una resistencia
había conseguido, no por cierto atajar el movimiento, pero si desplazarlo sobre objetos
vecinos circunstanciales. Habría sido posible llamar alucinaciones a esos recuerdos
(Desfiguración, desplazamiento).
Afirmación de que no sólo hay un método en la locura, sino que contienen un fragmento
de verdad histórico-vivencial. Lo cual nos lleva a suponer que la creencia compulsiva que
halla el delirio cobra su fuerza de esa fuente infantil.

-El hombre de las ratas: construcción en estado práctico, efectos. Ratten.


Conexión transferencia-resistencia. El complejo paterno.

-El hombre de los lobos: La fijación. La compulsión y la condición de amor. Posición


frente a la castración. La función de la construcción. La escena primordial. Vivenciar
individual. Fantasía. La resolución de la tarea de la cura.

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