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Recaudación Ejecutiva

Unidad 2. La Diligencia de Embargo. Motivos de oposición y breve


referencia a las Tercerías.

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Índice
1. La Diligencia de Embargo.........................................................................................................................................3
1.1. Ejecución de Garantías (art.168 LGT y art.74 RGR)........................................................................................3
1.2. ¿Qué es la diligencia de embargo?.................................................................................................................4
1.3. La diligencia de embargo en la Ley General Tributaria...................................................................................5
1.4. Orden de embargos........................................................................................................................................6
1.5. Práctica de los embargos................................................................................................................................7
1.6. Los embargos en la Agencia Tributaria de Andalucía...................................................................................11
1.7. Concurrencia con otros procesos de ejecución............................................................................................11
2. Oposición de terceros: Tercerías...........................................................................................................................13
2.1. Inicio del procedimiento de tercería............................................................................................................14
2.2. Calificación de la tercería y efectos..............................................................................................................14
2.3. Resolución de la tercería...............................................................................................................................15

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1. La Diligencia de Embargo.

Antes de comenzar a estudiar la diligencia de embargo, vamos a volver a situarnos en el tiempo.

Recordando lo estudiado en la Unidad 1, tras notificar la providencia de apremio, la deuda no ha sido ingresada
en el periodo que marca el art.62.5 de la LGT.

La deuda no se encuentra suspendida y, en consecuencia, es exigible. Esto es independiente de que el obligado


al pago haya interpuesto recurso de reposición o reclamación económico administrativa. Con la impugnación de
la Providencia de Apremio ha podido solicitar o no la suspensión de la ejecución de la liquidación. Si no ha sido
concedida la suspensión, desde el punto de vista de la recaudación ejecutiva, el siguiente paso es la Diligencia de
Embargo.

Es en ese momento donde nos encontramos.

La notificación de la providencia de apremio nos ha facultado para la ejecución coactiva de la liquidación, en


otras palabras, a intentar cobrar la deuda a través de la realización del patrimonio del deudor. Es decir a
embargar y enajenar sus bienes para cobrar las deudas.

Un inciso previo al inicio de los embargos: La Ejecución de las Garantías.

1.1. Ejecución de Garantías (art.168 LGT y art.74 RGR).

“Si la deuda tributaria estuviera garantizada se procederá en primer lugar a ejecutar la garantía a través del pro -
cedimiento administrativo de apremio.
No obstante, la Administración tributaria podrá optar por el embargo y enajenación de otros bienes o derechos con
anterioridad a la ejecución de la garantía cuando ésta no sea proporcionada a la deuda garantizada o cuando el obli-
gado lo solicite, señalando bienes suficientes al efecto. En estos casos, la garantía prestada quedará sin efecto en la
parte asegurada por los embargos.”.

Para ejecutar las garantías es condición necesaria que la deuda esté en apremio. Es decir, que en algún momen -
to se haya dictado y notificado la providencia de apremio.

Transcurrido el plazo del 62.5 y con anterioridad a iniciar la práctica de embargos, en el caso de que la deuda es -
tuviese garantizada, se procederá a ejecutar las garantías.

Estas circunstancias se pueden dar en aplazamientos o fraccionamientos con garantías en los que no se pagan
los vencimientos y también es habitual en deudas suspendidas con motivo de recursos administrativos o conten-
cioso, cuando estos recursos son desestimados y tras la desestimación no se ingresa por parte del deudor el im-
porte de la deuda.

Casos más habituales: Aval bancario, depósito metálico, seguro de caución.

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¿Qué se hace?. Se notifica a la entidad bancaria o a la compañía de seguros un acuerdo de ejecución de garantía
junto con la carta de pago para que ingresen la deuda. Son responsables del pago de la deuda y si no ingresan la
deuda se procede contra esas mismas entidades. Artículo 74.2 del RGR:

“Si la garantía consiste en aval, fianza, certificado de seguro de caución u otra garantía personal, se requerirá al
garante el ingreso de la deuda, incluidos los recargos e intereses que, en su caso, correspondan hasta el límite
del importe garantizado, en el plazo establecido en el artículo 62.5 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, Gene -
ral Tributaria. De no realizarlo, se procederá contra sus bienes en virtud de la providencia de apremio dictada en
relación con el obligado al pago sin necesidad de nueva notificación.”

Otro tipo de garantía: Hipoteca Inmobiliaria a favor de la ATRIAN. Se ejecuta de la misma manera que si de un em -
bargo de inmueble se tratara: Enajenación mediante Subasta.

Una puntualización, la garantía se tiene que ejecutar dentro del procedimiento de apremio, es decir con la providen-
cia de apremio notificada e impagada. Se puede dar el caso de que un deudor al que se le desestima un recurso
contra una liquidación y que se había suspendido la ejecución de la liquidación al aportar una garantía, por ejemplo,
un aval bancario, solicite en el momento de la notificación del fallo desestimatorio y dentro del periodo voluntario
de pago que se le abre, que se ejecute y se salde la deuda con la garantía. No es posible, el aval sólo se puede ejecu-
tar tras el impago de la deuda en periodo voluntario y tras la notificación de la providencia de apremio y su falta de
ingreso en el periodo del art.62.5 de la LGT.

Tras el inciso de la ejecución de garantías, ya podemos empezar a estudiar la Diligencia de Embargo.

1.2. ¿Qué es la diligencia de embargo?

La diligencia de embargo es el acuerdo por el que el órgano competente (en el caso de la Agencia Tributaria, el
Director de Aplicación de los Tributos) DECLARA embargados determinados bienes y/o derechos del deudor.
Podrán ser saldos bancarios, derechos de cobro (nóminas, alquileres, devoluciones tributarias), bienes
inmuebles y cualquier bien o derecho que forme parte del patrimonio del deudor.

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Veamos una diligencia de embargo real, es este caso, sobre saldos bancarios:

Una diligencia de embargo de otro tipo de bienes, llevaría la misma estructura, si bien tendría los ajustes en el
texto necesarios, de acuerdo a la tipología del bien a embargar. En esencia, sería igual.

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1.3. La diligencia de embargo en la Ley General Tributaria.

Según establece el artículo 160 LGT, con respeto siempre al principio de proporcionalidad, se procederá al
embargo de los bienes y derechos del obligado tributario en cuantía suficiente para cubrir:

a) El importe de la deuda no ingresada.


b) Los intereses que se hayan devengado o se devenguen hasta la fecha del ingreso en el Tesoro.
c) Los recargos del período ejecutivo.
d) Las costas del procedimiento de apremio.

Cuando del producto del embargo practicado, resulte un saldo insuficiente para saldar todas las deudas, hay que
tener en cuenta lo que establece el artículo 116 del Reglamento General de Recaudación, que determina que
cuando el importe obtenido fuera insuficiente, se aplicará por el siguiente orden:

1. Costas del procedimiento de apremio


2. A deudas determinadas cuando las cantidades obtenidas que estén afectadas singularmente al pago de
las mismas, sea por garantía, derecho real u otras de igual significación.
3. Se tendrán en cuenta las preferencias genéricas establecidas a favor de determinadas clases de créditos
en la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria, así como en otras leyes aplicables.

4. Realizadas las aplicaciones anteriores, si existe sobrante, se aplicará por orden de antigüedad de los
créditos, determinado por la fecha en que la deuda fue exigible.

1.4. Orden de embargos.

En el articulo 169.2 LGT, el orden de embargos será el siguiente:

• El acordado por la Administración y el obligado tributario (articulo 169.4 LGT).


• Si la Administración y el obligado tributario no hubieran acordado otro orden diferente se embargarán los
bienes del obligado teniendo en cuenta la mayor facilidad de su enajenación y la menor onerosidad de ésta
para el obligado.
• Si los criterios establecidos en el párrafo anterior fueran de imposible o muy difícil aplicación, los bienes se
embargarán por el siguiente orden:

a) Dinero efectivo o en cuentas abiertas en entidades de crédito.


b) Créditos, efectos, valores y derechos realizables en el acto o a corto plazo.
c) Sueldos, salarios y pensiones.
d) Bienes inmuebles.
e) Intereses, rentas y frutos de toda especie.
f) Establecimientos mercantiles o industriales.
g) Metales preciosos, piedras finas, joyería, orfebrería y antigüedades.
h) Bienes muebles y semovientes.
i) Créditos, efectos, valores y derechos realizables a largo plazo.

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1.5. Práctica de los embargos.

Sin perjuicio de las características específicas de cada bien o derecho, el RGR establece una serie de normas
comunes en la práctica de los embargos de lo que destacamos lo siguiente:

• Cada actuación de embargo se documentará en diligencia de embargo, documento donde se dejará


constancia del cumplimento del mandato contenido en la providencia de apremio, tras el trascurso del
plazo del 62.5 LGT sin ingreso de la deuda.
• Las deudas de un mismo obligado al pago podrán acumularse en una diligencia de embargo, y cuando las
necesidades del procedimiento lo exijan, se procederá a la segregación de las deudas acumuladas.
• La administración dirigirá un mandamiento de embargo a los terceros depositarios de los bienes y derechos
de los obligados al pago, que deberán realizar las trabas en favor de la administración en función del
importe la deuda que conste en la diligencia.

• Una vez realizado el embargo de los bienes y derechos, la diligencia se notificará al obligado al pago y, en su
caso, al tercero titular, poseedor o depositario de los bienes si no se hubiesen realizado con ellos las
actuaciones, así como al cónyuge del obligado al pago cuando los bienes embargados sean gananciales o se
trate de la vivienda habitual, y a los codueños o cotitulares.

Para saber más, remitimos el estudio a los artículos 169 y siguientes de la Ley General Tributaria y a los artículos
72 y siguientes del Reglamento de Recaudación.

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En el anterior apartado de práctica de los embargos se ha indicado que “La administración dirigirá un
mandamiento de embargo a los terceros depositarios de los bienes y derechos de los obligados al pago, que
deberán realizar las trabas en favor de la administración en función del importe la deuda que conste en la
diligencia. “.

¿Qué significa esto?. Lo que quiere decir es, que una vez firmada la diligencia de embargo, que recordemos es
un acuerdo en el que se declaran embargados determinados bienes, este acuerdo lo tenemos que dirigir a quien
puede materializar los embargos. En el caso de los saldos bancarios, nos dirigimos al banco para que éste nos
ingrese el saldo que el deudor tenga depositado en sus cuentas, de acuerdo a unos límites que veremos
después. En el caso de los inmuebles, nos dirigimos al registro de la propiedad. En el caso de que lo embargado
sea un salario o pensión, al pagador (empresa, seguridad social). Si lo embargado es un arrendamiento, al
arrendatario ( el inquilino ) para que ingrese el importe de la mensualidad en la Hacienda de la Junta y no se lo
pague al propietario/arrendador/deudor. Así con cualquier bien, de acuerdo a su naturaleza.

El siguiente paso, una vez que los depositarios arriba indicados, han materializado el embargo, notificamos la
diligencia de embargo al deudor y cotitulares/codueños de los bienes. La notificación llevará pie de recurso
indicando al deudor las posibilidades de impugnación de la diligencia de embargo ( reposición o reclamación
económico administrativa). Los motivos de oposición a la diligencia de embargo son tasados y son enunciados
en el artículo 170.3 de la Ley General Tributaria:

“Contra la diligencia de embargo sólo serán admisibles los siguientes motivos de oposición:
a) Extinción de la deuda o prescripción del derecho a exigir el pago.

b) Falta de notificación de la providencia de apremio.

c) Incumplimiento de las normas reguladoras del embargo contenidas en esta ley.

d) Suspensión del procedimiento de recaudación.”.

Se trata de una enumeración exhaustiva y taxativa, por lo que no será admisible ningún otro motivo para recurrir.
Esta oposición podrá hacerse en el plazo de un mes contado desde la notificación a través de Recurso de reposición
o reclamación económico administrativa.

Como ejemplo en incumplimiento de las normas reguladoras del embargo contenidas en este ley, nos podemos refe -
rir al embargo de una cuenta bancaria en la que se abona un sueldo, salario o pensión, sin respetar los límites que
establece el artículo 607 de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Lo estudiaremos en la Unidad 3.

Respecto al motivo “Suspensión del procedimiento de recaudación”, simplemente se trata de que la deuda tenía que
estar suspendida ( o pendiente de resolver una solicitud de suspensión ) y sin tener en cuenta esta circunstancia, se
embarga un bien del deudor. Imaginemos una sanción recurrida que debiera estar suspendida. Si esta suspensión no
está reflejada en SUR en el módulo de seguimiento de deudas, el procedimiento de apremio continua, pudiendo
producirse un embargo al que no había lugar.

Veamos una notificación real de una Diligencia de Embargo:

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1.6. Los embargos en la Agencia Tributaria de Andalucía.

Tras la finalización de los convenios con las ocho Diputaciones Provinciales el 31 de diciembre de 2020, los
actuaciones tendentes a embargar el patrimonio de los deudores, se realizan por las Oficinas Técnicas de
Recaudación Ejecutiva (OTRE) de acuerdo al principio de regionalización y al reparto de competencias
comentado en la Unidad 1. No obstante, se sigue manteniendo como Agente Recaudador Externo a la AEAT, en
virtud de Convenio firmado por Resolución de 17 de noviembre de 2006.

Las deudas que se cargan a la AEAT para su gestión se seleccionan específicamente por el Servicio de
Recaudación Central. Los envíos a la AEAT se hacen forma mensual a través de SUR y, mensualmente también, la
AEAT remite lo que han recaudado durante el mes anterior reteniendo el coste de su servicio e incorporando la
información de las correspondientes liquidaciones que han sido gestionadas en unos ficheros a los que se les
denomina Resultados de Gestión de Cobro. Esos ficheros pasan un proceso de validación y contabilización que
una vez terminado generan anotaciones en las liquidaciones que han sido gestionadas.

1.7. Concurrencia con otros procesos de ejecución.


El procedimiento de apremio es un procedimiento administrativo de ejecución de deudas tributarias, lo que no
impide que pueda concurrir con otros procedimientos ejecutivos, ya sean singulares o universales, judiciales o
no judiciales.

Esta concurrencia exige que se establezcan criterios para determinar la preferencia entre los procedimientos
concurrentes. Las normas establecidas al respecto, sin afectar a la preferencia de los créditos que se ejecutan, la
cual deberá determinarse, en su caso, a través del cauce pertinente de la tercería de mejor derecho atendiendo
a la naturaleza de los créditos, solucionan el aspecto formal, determinando qué procedimiento goza de
preferencia, en tanto no se solvente la cuestión material de la preferencia de los créditos.

En concreto en las relaciones entre el procedimiento concursal y el procedimiento de apremio es improcedente


dictar providencia de apremio tras del auto de declaración de concurso. Esta prohibición se recoge en el artículo
142 del Real Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley
Concursal: “Desde la declaración de concurso, no podrán iniciarse ejecuciones singulares, judiciales o
extrajudiciales, ni tampoco apremios administrativos, incluidos los tributarios, contra los bienes o derechos de la
masa activa.”

El artículo 164 LGT contiene precisamente las reglas que solucionan la preferencia para la tramitación de los
procedimientos y diferencia en función de que los procedimientos con los que concurre el apremio sean
singulares o universales.

• Concurrencia con procesos o procedimientos singulares de ejecución:

Cuando concurra con otros procesos o procedimientos singulares de ejecución, el procedimiento de apremio
será preferente si el embargo efectuado en el curso del procedimiento de apremio fuera el más antiguo.

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• Concurrencia entre el apremio y otros procedimientos de ejecución universales.

Cuando concurra con otros procesos o procedimientos concursales o universales de ejecución, el procedimiento
de apremio será preferente para la ejecución de los bienes o derechos embargados en el mismo, siempre que el
embargo acordado en el mismo se hubiera efectuado con anterioridad a la fecha de declaración del concurso.

En ambos supuestos, se estará a la fecha de la diligencia de embargo del bien o derecho.

Veamos algunos ejemplos para clarificar la preferencia entre procedimientos concurrentes:

1. La ATRIAN emite una diligencia de embargo el 15/05/2022 sobre una pensión de la Seguridad Social de un
determinado deudor. El mandamiento se dirige al Instituto Nacional de la Seguridad Social.

A pesar de tener una pensión superior al SMI, un Ayuntamiento emitió una diligencia de embargo de la pensión
por deudas del IBI contra el mismo deudor con fecha 10/01/2022.

En este caso, la Seguridad Social atenderá el embargo efectuado por el Ayuntamiento ya que la fecha de la
diligencia del Ayuntamiento es anterior, embargando la pensión de acuerdo a los limites establecidos en el
artículo 607 de la Ley de Enjuiciamiento Civil ( LEC, en adelante ). Sólo cuando haya terminado de cobrar su
deuda el Ayuntamiento y emita mandamiento de cancelación de embargo, se empezará a embargar la pensión a
favor de la ATRIAN.

2. Si en el caso anterior, con las mismas fechas, se emitiera diligencia de embargo sobre un determinado bien
inmueble, el registrador de la propiedad inscribiría una anotación preventiva a favor de cada Administración. La
del Ayuntamiento tendría la letra A y la de la ATRIAN, la letra B. En el caso, de que se enajenara la vivienda
mediante subasta, la ATRIAN sólo cobraría si sobra dinero tras cobrar el Ayuntamiento.

En resumen, el que primero emite la diligencia, antes cobra. La fecha de la diligencia es la clave.

• Caso especial. Concurso de acreedores. En cualquier caso, el párrafo 2 del art. 164 precisa que en caso de
concurso de acreedores se aplicará lo dispuesto en la Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal ( actualmente, Real
Decreto Legislativo 1/2020, de 5 de mayo, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Concursal ) y, en su
caso, en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria, sin que ello impida que se dicte la
correspondiente providencia de apremio y se devenguen los recargos del período ejecutivo si se dieran las
condiciones para ello con anterioridad a la fecha de declaración del concurso o bien se trate de créditos contra la
masa.

El artículo 143 del texto refundido de la Ley Concursal, establece que “Las actuaciones y los procedimientos de
ejecución contra los bienes o derechos de la masa activa que se hallaran en tramitación quedarán en suspenso
desde la fecha de declaración de concurso, sin perjuicio del tratamiento concursal que corresponda dar a los
respectivos créditos. Serán nulas cuantas actuaciones se hubieran realizado desde ese momento”. En artículo
siguiente, exceptúa de esta suspensión a los procedimientos administrativos de ejecución en los que la diligencia
de embargo fuera anterior a la fecha de declaración del concurso . Además, establece el art. 164.3 LGT que los
jueces y tribunales colaborarán con la Administración tributaria facilitando a los órganos de recaudación los
datos relativos a procesos concursales o universales de ejecución que precisen para el ejercicio de sus funciones.

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Asimismo, tendrán este deber de colaboración, respecto de sus procedimientos, cualesquiera órganos
administrativos con competencia para tramitar procedimientos de ejecución. Por último, el apartado 164.4 de la
LGT señala que el carácter privilegiado de los créditos tributarios otorga a la Hacienda Pública el derecho de
abstención en los procesos concursales. No obstante, la Hacienda Pública podrá suscribir en el curso de estos
procesos los acuerdos o convenios previstos en la legislación concursal, así como acordar, de conformidad con el
deudor y con las garantías que se estimen oportunas, unas condiciones singulares de pago, que no pueden ser
más favorables para el deudor que las recogidas en el convenio o acuerdo que ponga fin al proceso judicial. Este
privilegio podrá ejercerse en los términos previstos en la legislación concursal. Igualmente podrá acordar la
compensación de dichos créditos en los términos previstos en la normativa tributaria.

Como resumen, en los casos de declaración de concurso:

1. No se puede dictar providencia de apremio tras la declaración de concurso. A efectos prácticos, las deudas en
concurso quedan suspendidas.

2. Si se había dictado providencia de apremio y se había emitido la diligencia de embargo antes de la declaración
de concurso, se puede continuar, ya que la Administración tiene preferencia para la ejecución de los bienes
embargados.

2. Oposición de terceros: Tercerías.

Además de los sujetos obligados, puede ocurrir que un tercero, no obligado al pago de forma directa, vea
perturbados sus intereses, ya sea porque se hayan trabado bienes que son de su propiedad, o porque ostente
frente al deudor ejecutado un derecho de crédito preferente al que la Administración pretende hacer efectivo
mediante el procedimiento ejecutivo. En estos supuestos, la defensa del tercero debe llevarse a cabo a través
del ejercicio de las correspondientes tercerías de dominio o de mejor derecho (artículo 165 LGT).

Las tercerías presuponen, por tanto, la concurrencia de los siguientes elementos:

a) La existencia de un procedimiento administrativo de ejecución en el cual se haya decretado el embargo de


determinados bienes para obtener coactivamente la satisfacción del crédito.
b) La comparecencia en el procedimiento de una tercera persona, distinta del deudor y del acreedor.
c) La alegación por el tercero de la titularidad de los bienes embargados o la preferencia de su derecho frente al
que se pretende hacer efectivo a través del procedimiento.

La competencia para la tramitación de la tercería, así como la competencia para su resolución, corresponde a los
órganos que se determinen en la norma de organización específica. En el ámbito de nuestra Comunidad
Autónoma, corresponde la resolución a la persona titular de la Dirección de la Agencia Tributaria de Andalucía.

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2.1. Inicio del procedimiento de tercería.
El procedimiento se inicia mediante la reclamación de tercería, que se formula por escrito, acompañando los
documentos en que el tercerista funde su derecho. El escrito se dirigirá al órgano que esté tramitando el
procedimiento de apremio, el cual lo remite a su vez al órgano competente para su tramitación. Si el escrito de
reclamación no reúne los requisitos exigibles a las solicitudes que se dirijan a la Administración o el tercerista no
acompaña los documentos en los que pueda fundar su derecho al escrito de reclamación, el órgano competente
para la tramitación ha de requerirle para que subsane su falta, para lo que dispondrá de un plazo de 10 días
contados a partir del día siguiente al de la notificación del requerimiento, con la advertencia expresa de que, de
no hacerlo así, se procederá al archivo de la reclamación.

Recibida la documentación o, en su caso, subsanados los defectos observados en la presentada, se dicta, si


procede, acuerdo de admisión a trámite que debe ser notificado al tercerista y al obligado al pago. Dicho
acuerdo debe ser dictado en el plazo de 15 días desde que se reciba la reclamación o se entiendan subsanados
los defectos.

Procederá dictar acuerdo de inadmisión:

• La segunda o ulterior tercería fundada en títulos o derechos que poseyera el tercerista al tiempo de
formular la primera.
• La tercería de dominio con posterioridad al momento en que, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación
civil, se produzca la transmisión de los bienes o derechos a un tercero que los adquiera a través de los
procedimientos de enajenación, o a la Hacienda pública por su adjudicación en pago.
• La tercería de mejor derecho después de haberse percibido el precio de la venta mediante la ejecución
forzosa o, en el supuesto de adjudicación de los bienes o derechos al ejecutante, después de que este
adquiera su titularidad conforme a lo dispuesto en la legislación civil.

El acuerdo de inadmisión debe ser notificado al tercerista y al obligado al pago. Contra dicho acuerdo no
procede recurso o reclamación en vía administrativa.

2.2. Calificación de la tercería y efectos.

Recibido el escrito y los documentos que han de acompañarlo, se une al expediente de apremio, se califica la
tercería como de dominio o de mejor derecho y de haberse presentado en tiempo y forma, caben dos
posibilidades: suspender o proseguir el procedimiento sobre los bienes o derechos controvertidos.

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Tercería de dominio.

Una vez admitida a trámite, se producen los siguientes efectos:

• Se adoptan las medidas de aseguramiento que procedan según la naturaleza de los bienes. Entre otras, puede
practicarse anotación de embargo en los registros correspondientes o realizarse el depósito de los bienes. Una
vez adoptadas tales medidas, se suspende el procedimiento de apremio respecto de los bienes o derechos
objeto de la tercería.

• Si los bienes consisten en dinero, en efectivo o en cuentas, se consigna su importe en la Caja General de
Depósitos o se ordena su retención en cuentas a disposición del órgano de recaudación competente, según
decida éste.

• Si los bienes o derechos no pueden conservarse sin sufrir deterioro o quebranto sustancial en su valor en caso
de demora, el órgano de recaudación competente puede acordar su enajenación y se consigna en este caso el
importe obtenido a resultas de la resolución de la reclamación de tercería.

• El procedimiento debe seguir con respecto a los demás bienes y derechos del obligado al pago que no hayan
sido objeto de la tercería hasta quedar satisfecha la deuda.

En este caso, se deja sin efecto el embargo sobre los bienes y derechos controvertidos, sin que ello suponga
reconocimiento alguno de la titularidad del reclamante y se procede al archivo de la reclamación de tercería
planteada.

Tercería de mejor derecho.

Una vez admitida a trámite:

• Se prosigue el procedimiento de apremio hasta la realización de los bienes o derechos y se consigna el importe
obtenido a resultas de la reclamación de tercería. No obstante, puede suspenderse su ejecución si el tercerista
consigna el importe de la cantidad adeuda, o el valor del bien a que se refiere la tercería si este último fuese
inferior.

• Igualmente, si los bienes consisten en dinero, en efectivo o en cuentas, puede acordarse la consignación de su
importe en la Caja General de Depósitos o su retención en cuentas a disposición del órgano de recaudación
competente, según decida éste.

2.3. Resolución de la tercería.


El órgano competente para resolver puede ordenar que se complete el expediente con los antecedentes,
informes, documentos y datos que resulten necesarios. Igualmente, debe solicitar informe del correspondiente
órgano con funciones de asesoramiento jurídico, que dispone para emitirlo un plazo de 15 días. La solicitud de
informe debe estar acompañada de todos los documentos del expediente de apremio que puedan tener
trascendencia para la resolución de la tercería.

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La resolución debe notificarse en el plazo de seis meses. Transcurrido dicho plazo sin que se haya notificado la
resolución, se puede entender desestimada la reclamación a efectos de formular la correspondiente demanda
judicial. Si transcurridos 10 días, contados a partir del día siguiente a la notificación de la desestimación de la
reclamación, no se justifica documentalmente, ante el órgano competente para tramitar la reclamación de
tercería, la interposición de la demanda judicial, deben continuarse los trámites del procedimiento de apremio
que quedaron en suspenso.

El órgano con funciones de asesoramiento jurídico que intervenga en los procesos de tercería ante los juzgados
o tribunales civiles debe comunicar, en su caso, a los órganos que tramiten los procedimientos de apremio las
resoluciones judiciales firmes que recaigan en aquellos procesos.

En caso de estimación, los efectos serán los siguientes:

• Tercería de dominio. La estimación de la reclamación determina el levantamiento del embargo acordado sobre
los bienes o derechos objeto de la reclamación, salvo en el supuesto de que se hubiera acordado previamente
su enajenación por no haber podido conservarse sin sufrir deterioro o quebranto sustancial en su valor en caso
de demora; en este caso, le debe ser entregado al reclamante el producto obtenido en aquélla con la oportuna
liquidación del interés legal a su favor sobre la cantidad percibida calculado desde la fecha de consignación del
depósito y hasta la ordenación del pago.
• Tercería de mejor derecho. La estimación de la reclamación determina la entrega al reclamante del producto
obtenido en la ejecución, una vez deducidos los costes necesarios para su realización en el procedimiento
administrativo de apremio.

Para finalizar vamos a ver unos ejemplos básicos de tercerías:

1. La ATRIAN embarga un bien inmueble, que en el registro de la propiedad figura inscrito a nombre del deudor,
y se realiza por el registrador la preceptiva anotación preventiva de embargo con objeto de iniciar el
procedimiento de enajenación.

Se presenta una tercería de dominio por otra persona que dice ser el dueño real del inmueble sobre el que recae
el embargo. Para ello, presenta la escritura de compraventa del inmueble y la fecha de la escritura es anterior a
la fecha de la diligencia de embargo.

En este caso, parece claro que se debe estimar la tercería de dominio, ya que el embargo se ha realizado sobre
un bien que no era del deudor a la fecha de la diligencia, sino de un tercero. Lo que ha ocurrido es que la
escritura de compraventa no se presentó en el registro de la propiedad. No obstante, la inscripción registral no
es obligatoria y no altera el hecho que desde la fecha de otorgamiento de la escritura el deudor no era dueño
del inmueble por lo que no se podía embargar.

La estimación provocará que la ATRIAN emita un mandamiento de levantamiento de embargo dirigida al


registrador de la propiedad.

En resumen, una tercería de dominio se basa en que el deudor no es el dueño real del bien embargado,
independientemente de lo que figure en los registros pertinentes. El reclamante deberá acreditarlo por
cualquier medio admitido en derecho.

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2. En un procedimiento de enajenación mediante subasta de un bien inmueble, una vez iniciada la subasta a
través de la plataforma electrónica del BOE, la Comunidad de Propietarios presenta escrito indicando que existe
una deuda con la comunidad de ese inmueble generada durante varios años por el impago de las cuotas de la
comunidad.

El artículo 9.1.e de la Ley 49/1960 de la Ley de Propiedad Horizontal declara preferentes los créditos a favor de la co-
munidad de propietarios, con lo que cabe calificar la tercería como de mejor derecho, continuar con el proceso de
enajenación hasta obtener el producto de la enajenación y, de acuerdo a lo que se acredite y la resolución que se
acuerde, la Comunidad de Propietarios podría tener derecho a cobrar su deuda o parte con preferencia sobre la ad-
ministración.

2.4. Tercería a favor de la Hacienda Pública


El art. 122 del Reglamento General de Recaudación establece cómo actuar en caso de que el tercerista sea la Ha -
cienda Pública de Andalucía. Es decir, que seamos nosotros los que tenemos un derecho preferente sobre un bien
embargado por autoridad judicial u otra Administración Pública.

Básicamente, debemos recabar asesoramiento del Gabinete Jurídico de la Junta de Andalucía para que se ejerciten
las acciones pertinentes.

Artículo 122. Tercerías a favor de la Hacienda pública.

Cuando al efectuarse el embargo de bienes se compruebe que estos ya han sido embargados en el seno de otro pro -
cedimiento ejecutivo, judicial o administrativo, se informará al órgano competente con el detalle necesario para que
este lo comunique al órgano con funciones de asesoramiento jurídico, a fin de que, si se estima procedente, se ejer -
citen las acciones pertinentes en defensa del mejor derecho de la Hacienda pública.

Curso Recaudación Ejecutiva

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