Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
2. Madurez de la psicología
Además, van surgiendo teorías más complejas que permite un estudio de la personalidad más
sistemático centrado en la descripción del sujeto observando sus actitudes, sus éxitos y fracasos. Se
pueden determinar tres momentos principales en el desarrollo o madurez de la psicología:
psicología humanista, psicología transpersonal y ontopsicología (cfr. PVE 23-31).
1
En el presente trabajo se colocarán las notas de la obra Psicología y vida espiritual de Benito Goya con las siglas
PVE y las páginas según corresponda.
1
En primer lugar, aparece la psicología humanista, la cual en el contexto de la Segunda Guerra
Mundial aparecen las primeras obras sobre la personalidad sana. Entre los representantes más
importantes de esta escuela psicológica se pueden mencionar: Allport, Rogers, Maslow, Thomae,
Nuttin y V. Frankl. Buscaban un servicio al individuo concreto y la explicación de la compleja
conducta humana en su conjunto (cfr. PVE 24-25).
Por otra parte, conviene señalar que los autores Allport y Frankl han realizado aportaciones
importantes en el campo de lo religioso. Ellos han presentado elementos decisivos para la reflexión
sobre la religiosidad y la espiritualidad. Allport afirma que la experiencia cristiana funciona como
un principio integrador de la existencia humana. Igualmente, Frankl añade que la auténtica
religiosidad es una fuente primordial de la salud mental (cfr. PVE 26).
En segundo lugar, está la psicología transpersonal, la cual surge en los Estados Unidos en 1969
y uno de sus principales fundadores es Maslow. Uno de los aportes de la psicología transpersonal
consiste en que el ser humano está llamado a descubrir las dimensiones superiores de la psique, es
decir, alcanzar un desarrollo integral de la potencialidad y la creatividad de su personalidad (cfr.
PVE 27-28).
2
La liberación de dicho nivel espiritual consiste en sacar a la luz los niveles de espiritualidad y
potencialidades para liberar al ser humano de la realidad de su existencia. El sentido de creatividad
es el cumplimiento de actividades en la esfera del ámbito universal de la existencia, es decir, el
desarrollo integral de las potencialidades humanas con una actitud de mejorar constante.
Finalmente, los métodos de meditación que gracias a los estudios de las meditaciones orientales la
psicología considera que el ser humano puede llegar a alcanzar niveles superiores de iluminación y
liberación interior del inconsciente espiritual (cfr. PVE 29-30).
Asimismo, el autor considera que en el estudio del desarrollo de la vida espiritual es necesario
tener en cuenta los condicionamientos psíquicos del individuo, pero sin llegar a caer en un
psicologismo, porque en primer plano está siempre la referencia de la acción divina y en este sentido
las ciencias humanas pueden brindar una aportación teórico-práctica de la vida espiritual, pero
teniendo presente que en todo acompañamiento espiritual siempre le atañe una visión antropológica
de base, con el fin de favorecer una formación más eficaz en el itinerario del crecimiento espiritual
de las personas (cfr. PVE 64).
3
Por eso, en preciso desarrollar una antropología que conduzca al ser humano a realizarse
plenamente. Pero inspirada en Cristo “Hombre perfecto” como presencia del Creador en el mundo
que permite y posibilita a la vez, ponerse en camino a través de la gracia hacia un perfeccionamiento
de la persona según el proyecto particular y la misión concreta a realizar en la vida (cfr. PVE 68).
Según Goya, la naturaleza es requerida por la gracia como condición, como referente sobre el
cual se apoya, pero la gracia no actúa en el vacío, sino que se inserta en el ser bio-socio-racional
afectado por sus raíces y formación de la persona. Es decir, hay condiciones humanas, ambientales
y también psicofísicas que indicen en su condición vital. Se puede decir entonces que la realidad
del ser humano es como una preparación básica para la actividad divina, sin embargo, la persona
puede negarse a ser partícipe del influjo divino (cfr. PVE 79-80).
En la realidad humana deben existir unas condiciones para la recepción y la eficacia de la gracia.
La vida psíquica de alguna manera puede condicionar la vida espiritual. Es necesario que se tenga
claro que naturaleza y gracia no son dos realidades independientes, sino que constituyen una
continuidad y concordancia. Existen elementos psíquicos que pueden afectar la vivencia de una
espiritualidad sana e integrada en la experiencia de fe de las personas ya que no permiten un
crecimiento de los dones y la gracia recibida (cfr. PVE 80).
Así, como lo que se “introduce en un recipiente se adapta a las dimensiones de dicho recipiente”
también se puede aplicar en ámbito religioso respecto a la gracia en cuanto que se inserta en las
facultades humanas y sus limitaciones respectivamente. En este sentido, hay condiciones humanas
que van a favorecer la expresión de la obra divina y otras que le van entorpecer su acción dinámica.
4
Ciertamente, Dios ofrece su gracia como don gratuito, pero el ser humano puede poner obstáculos
y no dar lo frutos según los carismas de cada individuo. Como dice Lucas 13,6, “un hombre tenía
una higuera plantada en su viña y fue a buscar en ella fruto y no lo encontró” (cfr. PVE 82).
Como consecuencia de todo esto, la persona desarrollará sus carismas con peculiaridades que
le son propias. “No solo por su diferencia de edad y sexo, de ambiente y de educación, sino también
por la peculiaridad de su temperamento y de su carácter”. De allí que es necesario considerar que
la plena madurez en el ámbito humano y el ámbito espiritual requieren de una formación armoniosa
y adecuada para alcanzar una realización de uno mismo y la perfección de la personalidad cristiana
(PVE 84).
En conclusión, el presente capítulo hace un breve recorrido de la evolución de la psicología
como ciencia y su reciente incursión en la espiritualidad. Ciertamente, la psicología a través del
análisis y estudio de la persona humana puede ayudar a descubrir que elementos afectan el
desarrollo de una buena salud mental e integrarlos adecuadamente, pero la espiritualidad en la vida
de las personas es determinante ya que tiene un impacto positivo en el desarrollo de la personalidad
de los individuos, porque permite un desarrollo más pleno de sus capacidades y habilidades, así
como de la gracia recibida. Sin duda, la psicología y la vida espiritual tienen una incidencia en el
crecimiento de los dones y la gracia divina porque permite un perfeccionamiento de la propia
existencia.