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Las Demográficas
El siglo XIX fue también un siglo de alta conflictividad social, y ella no fue ajena
al proceso migratorio.
Una vez más, la situación varió en términos regionales. Algunos autores trataron
de encontrar una correlación entre altos niveles de organización social -
sindicatos y partidos políticos fuertes- y bajas tasas de emigración. E
inversamente, entre bajos niveles de organización social y elevadas tasas de
emigración. Ello no es necesariamente así: podía darse que mientras los estratos
más sumergidos elegían la sindicalización o la lucha política, los arrendatarios y
pequeños propietarios podían optar por la emigración. No se trataría de altas y
bajas tasas de emigración, sino de diversos estratos sociales que emigraban.
Más allá de las variantes regionales, la emigración era una válvula de escape
para las sociedades con alta conflictividad. En realidad, la emigración política se
había iniciado con el exilio de liberales y republicanos, y se continuó más tarde
con el de socialistas, anarquistas y comunistas. En algunos casos, como el
italiano, las autoridades fomentaban la emigración de militantes radicalizados,
otorgándoles la libertad y un pasaporte "limpio" a cambio de que abandonaran el
territorio italiano.
A los emigrados por razones sociales o políticas, debemos agregar a los que se
expatriaban por razones religiosas. Entre ellos se incluyen tanto los miembros
de minorías que emigraban para realizar proyectos comunitarios en los países
de destino -por ejemplo los valdenses- como los grupos víctimas de
persecuciones en los países de origen, como los judíos o los armenios.
De entre la variedad de protagonistas y situaciones del movimiento migratorio,
es posible recortar dos figuras.
En primer lugar, la de aquellos afectados en su actividad por el cambio de las
condiciones económicas, demográficas y sociales (nacionales o continentales)
que hemos considerado previamente. Esta categoría abarca desde los artesanos
urbanos desplazados por la aparición del sistema de fábrica hasta los
agricultores perjudicados por una ampliación de mercados que favorece a ciertas
regiones y empobrece a otras. Ambos, artesanos y agricultores, buscan
revalorizar, a través de la emigración, sus profesiones. Intentan defender
actividades que no sólo les permitan subsistir, sino también mantener una forma
de sociabilidad y un tipo de estructura familiar.
Una segunda figura sería la de aquellas personas que buscan valorizar al
máximo, a través de estrategias de movilidad social, ciertas ventajas
comparativas que poseen, como un pequeño capital, un título, o simplemente un
conjunto de conocimientos empíricos. Los nuevos espacios que se abren en las
sociedades de ultramar aparecen ante ellos como muy adecuados para
favorecer su veloz ascenso social.
https://es.wikipedia.org/wiki/Siglo_XIX#:~:text=En%20Europa%20el%20siglo%2
0XIX,las%20ideas%20republicanas%20y%20liberales.
http://www.rinconcastellano.com/sigloxix/2mitsigloxix.html