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De la innovación al éxito financiero: explorando el mundo de los

activos intangibles
Ronalldo Coral1*, Carmen Saavedra2, Sharon Paredes3, Nicoolk Noriega4
a
EP. Contabilidad y Gestión Tributaria, Facultad de Ciencias Empresariales, Universidad Peruana Unión

Resumen:
El artículo explora el papel de los activos intangibles en la economía moderna, define activos intangibles como recursos valiosos
sin forma física que generan valor y ventaja competitiva. Su importancia radica en mejorar las ventas, reducir costos y aumentar
la productividad. La NIC 38 regula su tratamiento contable, pero tiene limitaciones. La gestión adecuada de activos intangibles
es clave para la transición a una economía innovadora. Se analizan aspectos clave como capital intelectual, compuesto por
capital humano, estructural y relacional. El capital humano se refiere a habilidades y conocimientos de empleados. El capital
estructural representa la infraestructura, procesos y cultura organizacional que respaldan el capital humano e impulsan la
innovación. El capital relacional constituye las relaciones con clientes, proveedores y aliados. En contabilidad, los activos
intangibles son relevantes por su valor económico, aunque no tengan forma física. Contribuyen al desarrollo sostenible al
mejorar ventas, reducir costos y aumentar la productividad. Su medición precisa permite cuantificar la riqueza real de las
empresas. La gestión efectiva del capital estructural e intangibles es clave para el éxito y la competitividad actual. El objetivo
fundamental de este artículo de revisión es explorar en profundidad el papel vital que desempeñan los activos intangibles en la
economía moderna.

Palabras Claves: Activos Intangibles; Capital intelectual; Capital relacional; Capital Estructural; Innovación.

Abstract:

The article explores the role of intangible assets in the modern economy, defining intangible assets as valuable resources without
physical form that generate value and competitive advantage. Its importance lies in improving sales, reducing costs and
increasing productivity. IAS 38 regulates its accounting treatment but has limitations. Proper management of intangible assets is
key to the transition to an innovative economy. Key aspects such as intellectual capital, composed of human, structural and
relational capital, are analyzed. Human capital refers to skills and knowledge of employees. Structural capital represents the
infrastructure, processes and organizational culture that support human capital and drive innovation. Relational capital
constitutes relationships with customers, suppliers and allies. In accounting, intangible assets are relevant for their economic
value, even if they do not have a physical form. They contribute to sustainable development by improving sales, reducing costs,
and increasing productivity. Its precise measurement allows the real wealth of companies to be quantified. Effective
management of structural capital and intangibles is key to success and current competitiveness. The fundamental objective of
this review article is to further explore the vital role that intangible assets play in the modern economy.
Keywords: Intangible Assets; Intellectual capital; Relational capital; Structural Capital; Innovation.

1. Introducción:

La economía actual se distingue por una transformación radical, donde la creación de valor no se limita a activos físicos, sino
que se expande a un ámbito poco tangible, que abarca desde lo intelectual hasta lo profundo del comercio empresarial, con el
tiempo se ha desarrollado la importancia sustancial en el panorama empresarial universal. Los activos intangibles simbolizan una
categoría inigualable de recursos que, disputan de los activos tangibles comunes, a falta de una forma física evidente. Este
conjunto distinto de activos incorpora propiedad intelectual, tales como patentes, marcas registradas y derechos de autor, así
como conocimientos técnicos, secretos comerciales y el apreciado fondo de comercio. Su entorno no es material, sin embargo,
no reduce su impacto, por lo opuesto, estos activos motivan la innovación, la ventaja competitiva y la relevancia empresarial. La
transformación de la economía ha respaldado la importancia de los activos intangibles. Las empresas que lideran el mundo
empresarial han dejado de requerir únicamente de activos palpables y han incorporado la idea legitima de las riquezas que reside
en la capacidad de generar, conservar y aprovechar activos intelectuales. En este ámbito, analizar y gestionar cuidadosamente los
activos intangibles que se han convertido en una estrategia imprescindible para las organizaciones que buscan no solo sobresalir,
sino mejorar su entorno empresarial para que cada vez sea más competitivo y dinámico. La contabilidad presenta importantes
carencias informativas en este contexto, esta postura predominante ha sido restrictiva en lo que respecta a la inclusión de los
intangibles en los estados financieros. Lo esencia de esta postura se asocia a las adversidades que entraña la medición fiable de
los muchos recursos y actividades intangibles. Esto ha destacado que pocos intangibles queden incluidos dentro del ámbito
financiero. Según (Azamat et al., 2023), enfatiza que el papel de los activos intangibles está aumentando en la determinación del
valor de la empresa y se está convirtiendo en el factor más importante de la competitividad de la empresa. Los cambios
tecnológicos y las transiciones económicas han cambiado las actitudes hacia el valor de las normas.

Según (De Freitas, 2021) , nos dice que los activos intangibles han sido un tema durante muchos años que requiere una
investigación profunda sobre su valor real y su rendimiento adecuado, todavía presentan algunos desafíos únicos cuando se trata
de gestión y cualquier medida que se centre en evaluar su rentabilidad real es poco práctica. especialmente difícil. Por ello, es
necesario seguir desarrollando trabajos de investigación en esta área de las finanzas, que permitan avanzar en la creación y
aplicación de buenos y cada vez más sofisticados métodos y herramientas para la valoración de activos intangibles. Así, muchos
investigadores han intentado obtener una aproximación real de su medición y han introducido métodos que les han permitido
obtener resultados más claros y precisos sobre el valor real de estos activos intangibles.

En el drástico mundo de la contabilidad moderna, donde las actividades económicas y los bienes empresariales son
cuidadosamente registrados, los activos intangibles han escalado una dimensión crucial y desafiante. A medida que las empresas
se desarrollan hacia modelos estratégicos, basados en el intelecto, la contabilidad tiene una tarea de analizar y evaluar activos
que no tiene presencia física. Hoy en día el éxito empresarial es atribuible a los activos intangibles debido a su particularidad, se
basa de activos de lenta y costosa aglomeración, que colaboran a crear valor de las empresas, los términos más utilizados son:
capital intelectual, capital humano, capital relacional, capital estructural, propiedad intelectual. Los activos intangibles no se
valúan ni se registran en su totalidad porque la norma contable actual no lo permite, permitiendo que en los estados financieros
de las empresas no representen su valor real. Por otro lado, también existen los activos de competencia individual que se refieren
a la educación, la experiencia, los conocimientos, las habilidades, los valores y actitudes y la motivación de las personas que
trabajan en la empresa. A este conjunto de activos algunos autores lo denominan capital humano. Los activos de la estructura
interna son procesos administrativos formales e informales, métodos y procedimientos de trabajo, software creado internamente,
bases de datos, investigación y desarrollo (I+D), procesos de gestión y administración, y cultura corporativa. Estos activos
pertenecen a la empresa, algunos pueden ser protegidos legalmente y registrados como patentes, marcas, contratos de
exclusividad, etc., y otros no están registrados por no cumplir con las normas contables, también conocido como capital
estructural.

El objetivo fundamental de este artículo de revisión es explorar en profundidad el papel vital que desempeñan los activos
intangibles en la economía moderna. A través de un análisis, se busca proporcionar una comprensión integral de estos activos,
desde su definición hasta su impacto en la toma de decisiones empresariales.

2. Desarrollo:

2.1. Activos intangibles

Los activos intangibles son recursos valiosos de una entidad cuya existencia física es invisible. A diferencia de los activos
tangibles, como edificios o maquinaria, los activos intangibles no tienen forma material y su valor proviene principalmente de
factores no monetarios. Estos activos juegan un papel importante en la creación de valor y ventaja competitiva para una
organización. Como afirma, (Miranda, 2022), los activos intangibles son información muy relevante en los estados financieros
de empresas y emprendedores. Son recursos económicos que, sin formación física o material, son capaces de generar beneficios
económicos en el patrimonio de su propietario. En este sentido, los activos intangibles más conocidos son los asociados a la
propiedad intelectual y la tecnología, como marcas, patentes y software. Como señala, (Pérez Ortega et al., 2013), es importante
señalar que el concepto de activo intangible no tiene existencia física o que no se puede tocar, es simple e incompleta, ya que una
entidad puede tener muchos activos que no tienen medida física, como en el caso de créditos, gastos devengados.

Cabe señalar que considerar los intangibles como activos no depende únicamente de su inmaterialidad, ya que tal concepto
requiere la producción u obtención de beneficios financieros por su posesión y uso. Por tanto, se afirma que “un intangible tiene
valor económico cuando, al igual que otros activos (financieros o tangibles), produce beneficios económicos cuantificables para
el negocio en el que opera, independientemente de otros activos”. Por tanto, para que los intangibles sean valorados en los
estados financieros, existe el requisito de que “se conviertan en un factor económico en la producción de productos y servicios
que permitan, por sus especificidades jurídicas y económicas, crear diferencias de negocio que se traduzcan en diferencias”. en la
creación de productos y servicios. valor y rentabilidad”. En definitiva, la importancia de los activos intangibles se relaciona con
los beneficios económicos que brindan a sus propietarios. Esto se debe a que históricamente este tipo de recurso sustenta la
prevalencia y el éxito de las empresas en el mercado, gracias a su capacidad para incrementar los márgenes de utilidad operativa,
la participación de mercado de sus propietarios y sus vínculos con la producción internacional. Lo anterior respalda la
importancia de evaluar estos activos en las transacciones económicas nacionales e internacionales. Teniendo en cuenta a
(Hu et al., 2022)
, nos recalca que los activos intangibles están expuestos a riesgos de fuga de conocimientos.
La NIC 38 es una Norma Internacional que regula el tratamiento contable de los activos intangibles y establece métodos para
evaluar, reconocer y revelar estos elementos en los estados financieros. Define activos intangibles como activos identificables,
que son de naturaleza no monetaria y sin apariencia física; Sin embargo, esta norma tiene muchas limitaciones en términos de
divulgación de información debido a restricciones en cuanto al reconocimiento de recursos intangibles como activos. Teniendo
en cuenta a (Grzybek, 2023), la NIC 38 restringe el reconocimiento de activos intangibles generados internamente solo al costo
de desarrollo (después de cumplir ciertos criterios) y establece explícitamente que los intangibles generados internamente, como
marcas, cabeceras, títulos editoriales y listas de clientes, no se reconocerán como activos intangibles. Por lo tanto, con las
restricciones de reconocimiento actuales de la NIC 38, las ganancias o pérdidas se “afectan dos veces” (cuando los activos
intangibles reconocidos, en su mayoría adquiridos, se amortizan y cuando los costos de reemplazarlos por intangibles generados
internamente se cargan inmediatamente a gastos), y los intangibles no declarados son el área crucial de asimetría de información
entre administradores e inversores. Eso les da a los gerentes margen de discreción que pueden utilizar para transmitir informes
más informativos o maximizar su propia riqueza. La estrategia de aumentar los ingresos puede compensar, al menos
parcialmente, el doble efecto negativo de la NIC 38. Si la actividad de una empresa se basa en gran medida en intangibles,
entonces la estrategia de aumentar los ingresos con respecto a los activos intangibles está relacionada con la economía
subyacente de una empresa y, así, mejora la información financiera al reflejar mejor las oportunidades de crecimiento futuro.

Los activos intangibles son de particular importancia en relación con la transición de la economía mundial hacia una vía
innovadora de desarrollo, una empresa puede obtener activos intangibles comercializados mediante fusiones y adquisiciones o
mediante sus propios esfuerzos para generarlos. Al desarrollar una estrategia para el progreso innovador de una empresa
industrial se determina y evalúa el papel de los activos intangibles, lo que conducirá a un aumento del potencial innovador de la
empresa. Al gestionar activos intangibles las cuestiones de organizar la evaluación de los indicadores de costos de los activos
intangibles y la formación y su uso de una cartera de activos intangibles en un entorno competitivo siguen siendo las menos
desarrolladas. Al mismo tiempo, debería establecerse un mecanismo de incentivos para alentar a las empresas a invertir los
ingresos del mercado financieros en activos intangibles lo que tendrá un impacto positivo en el desarrollo sostenible para las
empresas, así como también mejorar la calidad y la tasa de convención de los activos intangibles y se debe enfatizar
particularmente la eficiencia de utilización de los activos intangibles de las empresas estatales, (Zhang et al., 2023).

Sin embargo, (Andonova & Ruíz-Pava, 2020), nos dice independientemente del contexto, los activos frecuentemente poseen
muchos atributos necesarios para convertirse en fuentes de ventajas competitivas. Se puede decir que los activos intangibles
como la reputación, las patentes o los conocimientos técnicos son difíciles de imitar ya que tienden a estar protegidos por
derechos de propiedad legales, se caracterizan por altos niveles de especificidad, por lo tanto, los activos intangibles como fuente
de ventaja competitiva en entornos emergentes no parecen funcionar tan eficazmente, ni desempeñar un papel tan determinante
como los activos intangibles que se despliegan en contextos más benévolos.

2.2. Aspectos claves de los activos intangibles.

2.2.1. Capital Intelectual.

El capital intelectual es un sistema de relaciones dentro de la organización apoyado por herramientas de tecnología de la
información, conocimientos, comunicaciones que son esenciales para que la organización funcione y que por sí mismas
constituyen un activo. La gestión del capital intelectual surge como parte de los avances en ciencia y tecnología en el campo de
las tecnologías de la información y las comunicaciones, las cuales dan lugar a una nueva era, la era del conocimiento. Los
activos intangibles recrean una perspectiva más amplia, ya que contempla el aspecto del capital humano y el del capital
relacional y el capital estructural. Como afirma (C. Ficco, 2019) , el capital intelectual posee una expresión intangible y esta
característica deviene del conocimiento aplicado a la creación de un objeto material entendido como producción o servicio, en
otros casos su naturaleza intangible no tiene una percepción de relación directa con el objeto, pero por sí mismo agrega valor a la
organización. En las sociedades del conocimiento, la gestión del capital intelectual es un proceso clave en la generación de valor
y competitividad para las diferentes organizaciones. La medición de los activos intangibles es sin duda una oportunidad para la
institución, pues permite calcular exactamente cuál es su verdadera riqueza y qué hace que la organización se quede y persevere.
Es fuente de atención para la toma de decisiones cuando se enfrentan a limitaciones o restricciones que se producen en la
dinámica de la organización. De este modo, el término “capital intelectual” representa un concepto mucho más amplio, al cual
aún no se ha llegado a una definición de aceptación generalizada. No obstante, sobre la base de las principales características que
están presentes en la mayoría de los conceptos elaborados, se puede afirmar que el capital intelectual refiere al conjunto de
elementos intangibles relacionados entre sí, entre los que destaca el conocimiento disponible, tanto a nivel individual como
organizativo, que están en cierta medida ocultos, por no estar en los estados financieros elaborados según la normativa vigente y
que permiten a la empresa funcionar, en combinación con los demás recursos inherentes a la misma, siendo fuente de ventaja
competitiva y de creación de valor. De este modo, el capital intelectual, en una de sus acepciones más usadas y la que se adopta
en esta investigación, es empleado para hacer referencia a aquellos intangibles que pueden considerarse activos ocultos, en virtud
de que no aparecen en los estados financieros de las empresas, incluyendo elementos de diversa índole que pueden agruparse en
una serie de categorías o dimensiones, siendo las correspondientes a capital humano, estructural y relacional, las que identifican
la mayor parte de los autores. Como opina (Silva Júnior et al., 2023) , el capital intelectual puede entenderse como la suma de
todo el conocimiento dentro de la organización, es la combinación de actividades y recursos intangibles, que abarca la cultura,
las habilidades, la experiencia y la creatividad de los empleados y directivos, además de los procedimientos, procesos y sistemas
de la empresa. El capital intelectual añade valor a la organización y forma parte de su base de conocimientos e información. En
este sentido, el capital intelectual también comprende el conocimiento agregado de los procesos de gestión ambiental con el
objetivo de proporcionar una ventaja competitiva. La medición del capital intelectual es necesario para proyectos en la medida
en que la toma de decisiones, tanto internas y externas debe realizarse sobre base solidas. La totalidad de las habilidades,
conocimientos, habilidades y experiencias individuales de los empleados y directivos de la organización. Suponen que estos
recursos pueden ser de tres tipos: competencias (conocimientos, habilidades, habilidades y saber hacer), actitud (motivación y
capacidad de liderazgo) y agilidad intelectual (capacidad de innovar e iniciativa empresarial, adaptación y creación de sinergias,
etc.). Es el conocimiento - explícito o tácito - útil para la empresa, que poseen las personas y equipos de trabajo que desempeñan
labores en la misma, así como su capacidad de aprender en ella. El capital humano que posee una organización no se puede
comprar, sólo reclutar durante un periodo de tiempo determinado. Básicamente se refiere al personal y sus capacidades,
incluyendo también su satisfacción y sentido de pertenencia a la empresa.

2.2.2. Capital relacional.

En el contexto socioeconómico actual, gran parte del éxito empresarial se debe al continuo esfuerzo de la compañía en el campo
de la innovación tecnológica. Estos esfuerzos son el resultado de las acciones colectivas de todos o la mayoría de los miembros y
unidades organizacionales de una empresa, así como de las relaciones que ésta es capaz de construir a lo largo del tiempo con
sus clientes, aliados, proveedores, etc. En este sentido y desde la perspectiva de la innovación abierta, el capital social y el
capital relacional de una organización se configuran como factores clave para alcanzar la innovación tecnológica y por tanto el
éxito empresarial. Como señala (C. Ficco, 2019) , el capital relacional se refiere a la red de relaciones de la empresa con
diferentes stakeholders, entre los que se incluyen: clientes, proveedores, socios aliados y accionistas comprendiendo también las
percepciones que estos tienen de la compañía. Se trata pues de una dimensión externa a la organización que incluye también los
nombres de los productos, las marcas y la reputación o imagen de la empresa. No obstante, en el valor de esas relacione, influyen
las acciones que desarrollan sus miembros, que son quienes las inician y mantienen. (López-Navarro et al., 2023), sostiene que
capital relacional son los conocimientos, capacidades, procedimientos, etc. Poseídos por la organización derivados de las
relaciones mantenidas con otros agentes. Por lo tanto, el conocimiento derivado de las relaciones institucionales entre la empresa
y otros agentes será recogido dentro del denominado capital relacional, y el conocimiento que surge como consecuencia de las
relaciones personales e informales mantenidas entre los empleados de la organización será incluido dentro del capital social. Esta
diferenciación parece necesaria, ya que no pueden entenderse indistintamente, ni de manera conjunta, tipos de relaciones tan
dispares. (Madhavaram et al., 2023) , enfatiza que el capital relacional es una construcción mediadora central en un marco de
alianza estratégica, este constructo es fundamental para la formación y el mantenimiento efectivos de alianzas estratégicas entre
los socios de la cadena de suministros.

El capital relacional se refiere a los recursos de las relaciones comerciales con sus clientes, proveedores y socios externos.
También cubre las partes del capital humano y organizacional involucradas en la relación de la empresa con estos grupos de
interés, algunos ejemplos son la imagen de marca, la fidelización del cliente, la satisfacción del cliente, relaciones con
proveedores, el poder de mercado y la capacidad de negociación con entidades financieras. (Alqershi et al., 2020), expresa que
existe evidencia limitada sobre como el capital relacional afecta el impacto de las dimensiones y el desempeño de Pymes en los
países del Medio Oriente. Capital relacional se refiere al conjunto de relaciones externas de la empresa, tanto con clientes y
proveedores como con otros actores, universidades y bancos. Por ejemplo, surge del intercambio de información con partes
externas, son las relaciones de la organización con los actores de su entorno, los acuerdos de cooperación y alianzas estratégicas,
tecnológicas, productivas y comerciales, la conceptualización de las marcas y la imagen de la empresa, los medios. y alianzas.
El capital relacional es el valor que tiene una empresa por el conjunto de relaciones que mantiene con los agentes del entorno
interno y externo, que son necesarias para realizar de manera más eficiente sus actividades.

2.2.3. Capital estructural.

El capital estructural es el conocimiento que la empresa alberga en su personal y sistemas, por lo que se puede asumir que es el
conocimiento que la organización puede explicitar, sistematizar e interiorizar y que inicialmente está latente en las personas y las
empresas pueden ser equipos disponibles. Cabe señalar que un capital estructural sólido facilita una mejora en el flujo de
conocimientos y esto conlleva una mejora en la eficacia organizacional. Sin embargo, también cabe señalar que el capital
estructural es la propiedad de la empresa y permanece en la organización cuando la gente lo abandona. También se puede
recalcar que un capital estructural fuerte facilita mayores flujos de conocimientos e implica una mayor eficacia organizacional.
De igual forma se destaca componentes del capital estructural, como elementos y variables como; innovación, producción de
productos, cultura organizacional, procesos de aprendizaje, capacitación y otros procesos que crean valor agregados en las
empresas. Sostienen que la gestión del capital estructural está, por tanto, relacionada con la capacidad de una organización para
orientar sus activos intangibles a la innovación de procesos, productos y todo aquello que contribuya a su éxito, en el mercado y
en el entorno en el que se desarrolla, e influye en él varias maneras creando valor para la empresa. (Braune et al., 2020), describe
que el capital estructural se refiere a la capacidad de la empresa para movilizar a sus empleados, así como para apoyar el proceso
necesario para ejecutar la estrategia. Incluye las practicas, procedimientos, sistemas, culturas y bases de datos de la empresa. Los
ejemplos incluyen la flexibilidad estructural, un servicio de documentación, existencia de un centro de conocimiento, el uso
general de tecnologías de la información y prácticas de aprendizaje organizacional vigentes. El capital estructural hace relación a
aspectos internos a la organización (estructura, forma organizativa, tecnologías, patentes, conceptos, computadoras, sistemas
administrativos, cultura empresarial, etc.), dentro del capital estructural son menos habituales los trabajos que analizan su efecto.
Se dice que el capital estructural influye en la capacidad innovadora de la empresa. La conexión entre capital estructural y la
capacidad innovadora no es clara, no hay una teoría universal que explique cómo se produce esta conexión, dentro de todos estos
componentes, el capital estructural es el único elemento, que es, efectivamente, propiedad de la empresa. (Guzmán et al., 2020),
menciona que el capital estructural consta de tres dimensiones: capital organizacional (la estructura que sustenta el capital
humano: procesos de trabajo, tecnologías, métodos, sistemas informáticos y de comunicación, bases de datos, etc.), capital de
innovación (derechos comerciales protegidos, propiedad intelectual y otros activos intangibles y talentos). Utilizado para crear y
llevar rápidamente nuevos productos y servicios al mercado) y capital tecnológico (procesos de trabajo, estándares técnicos de
calidad y programas que mejoran la eficiencia de la producción o la prestación de servicios). (C. R. Ficco et al., 2021) , señala
que el capital estructural es la infraestructura que integra, da forma y sostiene al capital humano. Pero al mismo tiempo lo
potencia y le permite optimizar su rendimiento y por tanto el de toda la empresa. Se trata esencialmente de conocimientos que la
organización ha sabido internalizar, revelando así su capacidad de transmitir y acumular material intelectual. Incluye, por tanto,
las rutinas organizativas que permiten la transformación del conocimiento individual en conocimiento colectivo. Incluye una
variedad de componentes que se pueden agrupar en dos grandes bloques: los elementos internos que actualmente están activos
en la organización, como la infraestructura, los procesos y la cultura corporativa, y los que se relacionan con la capacidad de
renovación de la empresa y los resultados de la innovación. relatar. Estos últimos incluyen marcas, patentes, derechos de autor,
etc. (Gazzera & Lombardo, 2019), también definen que capital estructural es el conjunto de recursos intangibles que surgen de
la estructura, diseño y procesos de la organización y son propiedad de ella, aun cuando las personas la “abandonan”. El capital
estructural es la representación de los conocimientos existentes en la organización que son su propiedad. Es el conocimiento
encajado en las rutinas de la empresa y en los mecanismos y estructuras que pueden apoyar los empleados en la búsqueda de
desempeño intelectual Un elemento importante del capital estructural es la configuración organizativa. Esta, por su parte facilita
estructurar las capacidades internas en nuevas y flexibles formas de competir, resolver los problemas estructurales y facilita la
aplicación de las estrategias de la empresa.

2.3. Relevancia de los activos intangibles en la contabilidad.

Los activos intangibles son aquellos activos no monetarios, sin apariencia física, pero susceptibles de valoración económica, que
sin tener soporte material son capaces de generar valor para una empresa o para un proyecto en crecimiento generando
beneficios económicos futuros que ser controlados por entidades financieras. Los activos intangibles son de gran importancia
debido a que ellos: mejoran la capacidad para incrementar las ventas, reducen los costos de producción, aumentan la
productividad en el desarrollo sostenible de la empresa. Se estipula que los intangibles adquiridos deben reconocerse como
activos con base en su valor razonable. mientras que los activos intangibles desarrollados internamente deben reconocerse como
gastos cuando ocurren. Un cambio significativo fue la amortización de activos intangibles identificables. Los activos intangibles
identificables adquiridos solían amortizarse en un período máximo de 40 años, pero ahora se amortizan durante su vida útil
finita. La importancia de los activos intangibles en la valoración de las empresas, la relevancia del valor y la confiabilidad de los
intangibles siguen sin estar claras. Específicamente, los activos intangibles son de importancia crítica para las empresas debido a
la naturaleza intangible de sus servicios principales. Aunque se percibe que los intangibles tienen un efecto sustancial sobre el
valor de la empresa, falta evidencia concreta sobre la relevancia del valor y la confiabilidad de los intangibles en relación con el
valor de la empresa. Por lo tanto, sería significativo comenzar con la industria donde que los intangibles desempeñan un papel
importante en las operaciones.

Las investigaciones pioneras realizadas dentro de la comunidad contable, se enfocaron en estudiar la relevancia valorativa de
alguna categoría en particular de activos intangibles, siendo la llave de negocio la que más se ha estudiado. La relevancia
valorativa de este activo, encontrando evidencias de una relación significativa y positiva entre la llave de negocio adquirida y el
valor de las firmas en el mercado. En años más recientes, las investigaciones de la comunidad contable se han concentrado en la
totalidad de intangibles reconocidos por las empresas, a nivel global o por tipos o categorías, siendo la clasificación más
empleada la que diferencia entre llave de negocio y otros activos intangibles identificables. Estas investigaciones han estado
motivadas, principalmente, por las controversias que aún persisten en torno al tratamiento contable de los activos intangibles, lo
que ha generado el interés por estudiar si la información referida a estos activos, disponible en los estados financieros de las
empresas, refleja el valor de su beneficio económico futuro y, por tanto, si son percibidos por los inversores como activos
legítimos, capaces de proporcionar información relevante para la estimación del valor de la empresa en el mercado.

Ejemplo de la adquisición de un activo intangible para una empresa tecnológica.


Descripción de la transacción: Tecnología peruana SA decide adquirir una licencia de software clave para mejorar sus
operaciones internas. La licencia tiene un costo de s/ 500,000 y se espera que tenga una vida útil de 5 años.
Efecto en la situación financiera:
A. Antes de la adquisición:
Activo total: s/ 2 000 000
Total pasivo: s/ 800,000
Patrimonio neto: s/ 1.200.000
B. Después de la adquisición:
Activo no corriente:
Activos intangibles: s/ 500,000 (nueva adquisición)
Activo total: s/ 2 500 000 (s/ 2 000 000 + s/ 500 000)
Pasivo total: s/ 800,000 (sin cambios)
Patrimonio neto: s/ 1 700 000 (s/ 1 200 000 + s/ 500 000)
Explicación:
A. La adquisición de la licencia de software se refleja como un aumento en el activo no corriente de la empresa, específicamente
en la cuenta de activos intangibles.
B. El activo total de la empresa aumenta en s/ 500,000 debido a la adquisición de la licencia de software.
C. El pasivo total permanece sin cambios, ya que la empresa ha financiado la adquisición con sus propios recursos.
D. El patrimonio neto aumenta en s/ 500,000, ya que la adquisición de la licencia de software representa un activo intangible que
se espera que genere beneficios económicos futuros.
Amortización:
A. A lo largo de la vida útil de la licencia de software (5 años en este caso), tecnología peruana sa amortizará el valor de la
licencia en sus estados financieros.
B. Supongamos que la empresa utilice el método de amortización lineal. Cada año, se amortizará s/ 100,000 (s/ 500,000 / 5) de la
licencia de software.
C. Cada año, se reflejará una disminución en el activo de activos intangibles y una reducción en el patrimonio neto, ya que la
empresa reconoce el gasto de amortización.
Este ejemplo demuestra cómo la adquisición de un activo intangible, en este caso, una licencia de software, afecta la situación
financiera de una empresa peruana al aumentar su activo total y su patrimonio neto. Además, muestra cómo la amortización a lo
largo del tiempo afecta gradualmente los estados financieros.
3. Conclusiones:

Los activos intangibles son y han sido un recurso sumamente importante para las empresas, y su optima valoración puede
considerarse como una fuerte ventaja competitiva para las éstas; por ser, en algunos casos, activos irremplazables que aportan un
gran valor al patrimonio de las compañías. Dadas las limitaciones que presentan los métodos tradicionales de valoración de
activos intangibles y específicamente de inversiones en activos de base tecnológicas, y su dificultad para adaptarse a entornos
cambiantes, hace ardua la tarea para que empresas y futuros inversionistas puedan considerar una valoración de este tipo como
una base confiable y cierta de datos sobre los cuales tomar decisiones importantes. Por ello, se hace necesario explorar
escenarios bajo métodos con capacidades más amplias, como es el caso de la metodología de opciones reales, el cual considera
los intangibles y la flexibilidad operativa como elementos que pueden alterar la decisión de realizar una inversión o desarrollar
un determinado proyecto.

Los activos intangibles son imprescindibles para el desarrollo económico de cualquier empresa ya que, a través de ellos se
consigue el aumento de valoración en la marca que impulsa y posiciona a la empresa en el mercado, siendo de carácter
primordial la inversión en activos intangibles dentro de la misma lo que permite crear mayor ventaja con los competidores
comerciales, gracias a ello, las empresas pueden incrementar su número de ventas, así como también ampliar su cartera de
clientes, estando consiente los empresarios que de no existir un activo intangible, los activos tangibles de la empresa no podrán
aumentar su valor. Los activos intangibles son los recursos más preciados para el desarrollo sostenible de una empresa. Los
mecanismos financieros y económicos de la influencia de los activos intangibles en el valor de la empresa pueden implementarse
eficazmente con enfoques cualitativos y cuantitativos. Un papel importante lo desempeña la valoración de activos intangibles,
que está diseñada para proporcionar tanto la dirección de la empresa como a sus inversores la información necesaria.

La NIC 38 regula el tratamiento contable de estos activos, pero las limitaciones del registro de activos realizado internamente
pueden resultar en asimetría de información. Las estrategias de aumento de beneficios relacionadas con activos intangibles
pueden compensar estos impactos negativos. La gestión adecuada de los activos intangibles es esencial en la transición hacia una
economía innovadora. Además, crear incentivos para que las empresas inviertan en activos intangibles puede contribuir al
desarrollo sostenible. La gestión eficaz de los activos intangibles se considera un elemento fundamental para el éxito y la
sostenibilidad en un mercado en constante evolución.
El capital intelectual es un activo fundamental para las organizaciones en la era del conocimiento. Este concepto incluye una
serie de elementos intangibles, como el capital humano, estructural y relacional, que no se reflejan en los estados financieros
convencionales pero que son importantes para las operaciones y la competitividad de una empresa. La gestión eficaz del capital
intelectual implica reconocer y valorar el conocimiento aplicado a la producción de bienes y servicios, así como la combinación
de recursos intangibles como la cultura, las habilidades, la experiencia y la creatividad. Medir con precisión estos activos ocultos
brinda una valiosa oportunidad para cuantificar la verdadera riqueza de una organización y guiar las decisiones estratégicas. Los
recursos humanos, en particular, son un componente importante porque no pueden obtenerse directamente, sino contratarse
durante un determinado período de tiempo. La competencia, la actitud y la agilidad intelectual de los empleados son elementos
que contribuyen significativamente a la ventaja competitiva y la capacidad de innovación de una empresa. Comprender y
gestionar el capital intelectual es fundamental para el éxito a largo plazo de una organización en un entorno empresarial en
constante evolución, donde la capacidad de aprovechar y utilizar estos activos intangibles se ha convertido en un factor
determinante para la supervivencia y prosperidad.
En el contexto socioeconómico actual, la innovación tecnológica juega un papel fundamental en el éxito empresarial, y la
capacidad de una organización para innovar está indisolublemente ligada a su capital relacional y social. Desde una perspectiva
de innovación abierta, el capital relacional está determinado por las relaciones comerciales con diversos stakeholders como
clientes, proveedores y socios aliados, así como por la percepción externa de la empresa. El capital relacional, que está
influenciado por las acciones de los miembros de la organización, incluye conocimientos, habilidades y rutinas derivadas de las
relaciones mantenidas con otros agentes. Es importante para formar y mantener alianzas estratégicas de manera efectiva en la
cadena de suministro e influye en aspectos como la imagen de marca, la lealtad del cliente, la satisfacción del cliente, las
relaciones con los proveedores y las habilidades de negociación. Aunque la evidencia sobre cómo el capital relacional influye en
el desempeño de las pymes en medio oriente es limitada, se ha destacado su importancia en la creación de valor. El capital
relacional se manifiesta en acuerdos de cooperación, alianzas estratégicas e intercambio de información con partes externas,
contribuyendo al desempeño de las actividades comerciales. En definitiva, el capital relacional representa el valor acumulado por
una empresa a través de sus relaciones con diversos agentes, tanto internos como externos. Esta red de relaciones se posiciona
como un recurso estratégico que impulsa el desempeño y las capacidades de innovación de la organización, fortaleciendo su
posición competitiva en el dinámico entorno empresarial actual.
El capital estructural representa el conocimiento aprendido y los recursos intangibles inherentes a la infraestructura, los procesos
y la cultura de una organización. Este capital es necesario para mejorar el flujo de conocimiento, aumentar la eficacia
organizacional y promover la innovación en procesos y productos. Aunque el capital estructural permanece en una empresa
incluso cuando la gente se va, su fortaleza contribuye a aumentar los flujos de conocimiento y, por tanto, a una mayor eficacia
organizacional. Los aspectos del capital estructural incluyen el capital organizacional, que respalda el capital humano; capital de
innovación, que se utiliza para desarrollar y llevar al mercado nuevos productos y servicios; y capital tecnológico, que mejora la
eficiencia de la producción o la prestación de servicios. Este capital influye en el potencial innovador de la empresa y actúa
como un recurso estratégico propiedad de la organización. En contabilidad, los activos intangibles son fundamentales como parte
del capital estructural. Estos activos, aunque no tienen forma física, tienen un valor económico mensurable. Su relevancia radica
en su capacidad para mejorar las ventas, reducir los costos de producción y aumentar la productividad, contribuyendo así al
desarrollo sostenible de la empresa. Por lo tanto, la gestión eficaz de los activos intangibles y del capital estructural es
fundamental para el éxito y la competitividad en el entorno empresarial actual.

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