Guasave, Sinaloa El desarrollo de estrategias comerciales internacionales
El desarrollo de estrategias internacionales de negocios es el sistema que se
utiliza para planificar e implementar una serie de acciones encaminadas a competir y posicionar una empresa en el mercado internacional. Para ello es recomendable llevar a cabo una serie de procesos antes de iniciar el proceso de entrada de un negocio en el ámbito internacional. Las etapas más destacadas serían las siguientes: análisis inicial, evaluación del negocio, implementación de la internacionalización, creación de sociedades extranjeras y asistencia en la continua innovación en nueva tecnología y medición de resultados. Análisis: Para aprovechar al máximo el potencial de crecimiento, una empresa necesita una evaluación de su situación actual. Lo que se pretende conseguir es lo siguiente: Desempeñar una mejor toma de decisiones, descubrir aspectos que podría mejorar, identificar operaciones que podrían ser subcontratadas a terceros en el área internacional, optimizar y agilizar procesos comerciales. Evaluación: Evaluar una empresa y sus áreas de negocio es fundamental para comprender el rumbo de la empresa y sus actividades en relación a la financiación. Hay que considerar también la red de relaciones y otros intangibles, como los que surgen a raíz de pactos de no concurrencia. Implementación internacional: Introducir cambios dentro de una empresa tras analizar los dos puntos anteriores para prepararla a nivel internacional es uno de los principales retos. Una implementación debe ser realizada con un ritmo adecuado y analizada de manera constante. Servicio intermediario: Estrechas relaciones comerciales con los proveedores, gerencia y clientes son vitales para un negocio sustentable. En este caso, hay que dirigirse a estos sectores en el mercado internacional al que quiere acceder el negocio para establecer alianzas mercantiles que ayuden a la empresa en su expansión. Innovación tecnológica: La innovación de nuevas tecnología es un factor clave del éxito de muchas empresas y una necesidad para el crecimiento rápido. Estrategias: Para transformar un negocio es preciso enfocarse en las competencias claves. A veces es necesario separar algunas unidades del negocio. Por eso una estrategia eficaz de salida puede minimizar pérdidas tangibles e intangibles. Medición de resultados: Tras la implementación de las estrategias en el mercado internacional, hay que establecer una periodo de medición de resultados para saber si los objetivos se están cumpliendo de manera correcta y qué acciones son necesarias eliminar o modificar. Según la adherencia a ambos ejes, aparecen cuatro estrategias de internacionalización: 1. Estrategia global La estrategia global sacrifica la adaptación al mercado local en favor de la integración global de la empresa. Esto significa que los productos o servicios que van a ser ofrecidos en todos los países son estandarizados, sin adaptarse a los mercados locales. Su fabricación también va a ser estandarizada y, además, la toma de decisiones va a ser centralizada. 2. Estrategia multidoméstica Justo en el eje contrario a la estrategia global se encuentra la multidoméstica. En este caso, se sacrifica la integración global de una empresa a favor de la adaptación a cada uno de los mercados en los que se implanta. Esta estrategia entiende que cada mercado es diferente: los consumidores requieren de productos y servicios adaptados a su estilo de vida, creencias y motivaciones, y la empresa debe ajustarse o fracasará. 3. Estrategia transnacional La internacionalización de una empresa utilizando la estrategia transnacional busca un lugar intermedio entre la integración global y la adaptación al mercado local. En este caso, se trata de empresas que detectan tanto una fuerte competencia en los precios como la necesidad de ofrecer productos o servicios adaptados al público de cada país. 4. Estrategia internacional Por último, la estrategia internacional se aplica a empresas que requieren una baja integración global y una baja atención a las distintas sensibilidades de los mercados en los que se integran. Esta estrategia también se conoce como modelo de exportación, y supone que la mayoría del volumen de negocio de la empresa va a depender del mercado nacional, aunque también hace un esfuerzo por vender en mercados extranjeros.