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EL LIDERAZGO EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS INCLUSIVAS

Eufemia Limache Ninaja

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Las instituciones educativas se enfrentan ahora al reto de enseñar en un nuevo


contexto en el que, desde la perspectiva de una escuela inclusiva, la diversidad y
la integración cobran mayor importancia. La mayoría de veces, cuando hablamos
de diversidad en el aula, nos referimos a aspectos cognitivos básicos como la
capacidad intelectual y otros aspectos del aprendizaje que ayudan a diferenciarla
de otros grupos.

Esta diversidad ha aumentado drásticamente en el sistema educativo,


acompañada de una serie de características difíciles que deben ser enfrentadas
con liderazgo asertivo, uso inteligente de la gestión educativa, generando nuevos
modelos para enfrentar el cambio en lugar de rechazarlo y aprovechar esta
ventaja para convertir una aparente amenaza en una oportunidad para aprender y
fortalecerse, para contribuir a través de innovaciones y mejoras en los procesos y
servicios que determinan la calidad de la educación.

La complejidad y heterogeneidad que caracterizan a las instituciones educativas


actuales exigen una respuesta rápida, un cambio constante y un ajuste a largo
plazo, sin embargo, tanto los lideres como los demás actores del sistema
educativo no capacitado, dificulta adaptarse a estos nuevos contextos. Es
importante reflexionar sobre el criterio de Portugal que considera que el sistema
educativo carece de contextos culturales y supone una homogeneidad inexistente,
este hecho produce que existan otra realidad en los individuos en torno al
aprendizaje.

La inclusión educativa debe ser concebida como un proceso que afronta y da


respuesta a la diversidad de las necesidades de los estudiantes, generando una
mayor participación en el proceso de enseñanza – aprendizaje y subyugando las
exclusiones que han caracterizado tradicionalmente al sistema educativo. Es
importante que los líderes educativos empleen la inclusión como una herramienta
orientada a transformar la realidad educativa, garantizando el derecho a una
educación que provea igualdad de oportunidades, permitiendo que tanto docentes
como estudiantes se sientan cómodos con los aspectos diversos que los
caracterizan y perciban este hecho como un desafío y una oportunidad para
enriquecer el entorno de aprendizaje.

El presente ensayo expone la importancia del liderazgo en las instituciones


educativas, y cómo debe potenciar el líder la inclusión educativa, proponiendo el
fortalecimiento del rol de líderes educativos como protagonistas de importantes
transformaciones en el sistema educativo, potenciando la inclusión como uno de
los elementos principales para trasformar la educación y elevar la calidad de la
misma.

Al hablar de liderazgo en las instituciones educativas, es importante considerar la


dinámica expuesta por Sierra que lo presenta como “la acción formativa de las
personas fundamentada en ideales filosóficos y consecuentemente en su
formación integral”. Es importante señalar que el liderazgo educativo se basa en
dos ejes principales. El primero es un sentido de la visión que marca la dirección
de la organización; y el segundo es influenciar a los participantes para que tomen
sus acciones hacia la realización de esta visión.

Por otro lado, el liderazgo educativo, como tal, es uno de los puntos de creciente
importancia y se menciona en la agenda de investigación educativa a nivel
regional y mundial, siendo también un factor importante en la introducción de
nuevas políticas educativas públicas.

Los líderes son responsables de planificar, organizar, coordinar, dirigir y evaluar


las actividades y procesos que se desarrollan en las instituciones educativas. Por
ello, es necesario que gestione con eficacia y eficiencia las competencias del
talento que lidera, de acuerdo con la misión, visión, metas y objetivos de la
institución.
El Ministerio de Educación ha trabajado durante la última década para desarrollar
un proceso de reestructuración, basado en una nueva propuesta de organización y
currículo en todos los niveles y modalidades del sistema educativo. Este hecho ha
contribuido a fortalecer la educación inclusiva en el país, no solo para personas
con capacidades diferentes, sino para todos los grupos focales prioritarios que
forman parte de la nueva diversidad educativa.

Los cambios como las políticas educativas públicas adoptadas por el gobierno en
materia de educación inclusiva han logrado avances significativos en esta materia.
Sin embargo, los esfuerzos del gobierno no serán correspondidos si los
responsables de la educación no crean las condiciones que permitan a todos los
estudiantes tener acceso a una educación que desarrolle sus capacidades y
potencialidades individuales para desarrollarse, acondicionarse y participar
plenamente en el ambiente educativo en que operan, y atender adecuadamente
los índices de exclusión, discriminación y desigualdad en la educación.

El papel del líder educativo se fortalece con la cooperación y el esfuerzo de los


colaboradores. Es importante adoptar un enfoque de liderazgo transformador que
genere continuamente el flujo de ideas y conocimientos para transformar los
aspectos que crean la desigualdad educativa. Este liderazgo, como resultado de
un enfoque transformacional, debe asegurar “la igualdad de oportunidades en el
aprendizaje y la plena participación en la comunidad educativa”

Existen algunas investigaciones que demuestran el efecto del liderazgo educativo


en el éxito de la inclusión quienes sostienen que las practicas de liderazgo
compartido y sostenido en el tiempo satisfacen a todos los miembros de la
comunidad escolar, lo que sin duda es importante para la conformación de una
cultura educativa inclusiva.

En síntesis, un enorme desafío para las escuelas es aprender a laborar


colaborativamente con toda sociedad educativa. Se debe comprender que las
civilizaciones que tengan los establecimientos estudiantiles tienen la posibilidad de
condicionar de manera considerable aquel objetivo. Por esa razón la necesidad de
apuntar a la obra de escuelas que tengan grupos directivos involucrados con el
desarrollo de civilizaciones estudiantiles más inclusivas, puesto que, como ya se
dijo, una cultura inclusiva es tanto fomento como factor de comprensión de una
enseñanza más justa y equitativa.

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