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Ciudadano:

PRESIDENTE Y DEMÁS MIEMBROS DE LA CORTE DE APELACIONES


DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO MIRANDA
CON SEDE EN LA CIUDAD DE LOS TEQUES.
Su Despacho.

Asunto: Contestación de Recurso de Apelación de Auto,


interpuesto por el Ministerio Público.Causa:N° 3C-20219-2022

Quienes suscriben, Hungria Caro Ferrer y Andry Alejandro Gonzalez


Parra, abogados en ejercicio y de este domicilio e inscritos en el Instituto de
Previsión Social del Abogado bajo los números 82.153 y 227.707,
respectivamente, procediendo en este acto en nuestro carácter de DEFENSORES
PRIVADOS del ciudadano INSUASTY DUQUE MAURICIO, titular de la Cédula de
Identidad N° V-13.321.026, mencionado en la causa penal identificada bajo el N°
3C-20219-2022, cursante en el Juzgado Tercero de Primera Instancia en
funciones de Control de ese Circuito Judicial Penal, por la presunta y negada
comisión del delito de PERTURBACIÓN A LA POSESIÓN PACIFICA, previsto y
sancionado en el artículo 472 del Código Penal Venezolano vigente; en atención al
Recurso de Apelación de Auto, y de conformidad con lo establecido en el artículo
441 del Código Orgánico Procesal Penal, oportunidad procesal legal para DAR
CONTESTACIÓN al recurso de apelación interpuesto por la Fiscal Primero del
Ministerio Público de esta misma Circunscripción Judicial, en contra del fallo
interlocutorio proferido en fecha 15 de Julio del año en curso, por el Juzgado supra
mencionado, mediante el cual dicho órgano jurisdiccional, con ocasión de la
celebración de la audiencia de presentación de imputado, decretó la LIBERTAD
PLENA de nuestro defendido INSUASTY DUQUE MAURICIO, al estimar que en el
caso sub-lite, no se encuentra acreditado en las actuaciones investigativas
acompañadas por la representación fiscal, los supuestos de procedencia a los
cuales se refiere el artículo 234 del Código Orgánico Procesal Penal; procedemos
a CONTESTAR dicho recurso, en los términos siguientes:

Capítulo I
ACTUACIONES POR PARTE DEL REPRESENTANTE FISCAL

Argumenta la representante fiscal en su escrito de apelación, que el fallo


dictado por el Juzgado A-quo, no cumple con la motivación correspondiente para
justificar la decisión, hoy recurrida; sin embargo, a los fines de analizar la fase
inicial del presente proceso así como de una simple lectura al Acta de Audiencia
para Oir al Imputado celebrada en fecha 15 de julio de los corrientes, se evidencia
los siguientes aspectos:

La representante fiscal, en ningún momento de su exposición oral,


oportunidad para intervenir principalmente en dicha audiencia de vital importancia,
no solicitó que se calificarán los hechos como flagrantes, situación que demuestra
la debilidad del procedimiento que presentó ante el Tribunal correspondiente de
guardia, por lo cual, no solo dejó de cumplir con las atribuciones que le confiere la
Ley como representante del Estado venezolano, sino que al no justificar dicho
procedimiento carente de logicidad en los elementos precarios que componen la
investigación, dejó de solicitar y por consiguiente, argumentar la calificación de
flagrancia, la cual dentro del orden procesal viene a ser la base fundamental del
proceso, ya que debe entenderse qué se trata de un hecho por el cual un
imputado es señalado, perseguido y aprehendido, en virtud de haber sido
sorprendido en el lugar donde se suscito el hecho punible o a pocos metros de
este, con instrumentos, objetos o herramientas que hagan presumir su
participación en el mismo; para que luego él representante fiscal, tomando en
consideración los elementos de convicción recabados, para narrar ante el organo
jurisdiccional las circunstancias de modo, tiempo y lugar en las cuales se generó
su aprehensión, cuales son los elementos testimoniales, documentales y periciales
que motivan su petición y de acuerdo a una secuencia lógica, realice una correcta
y objetiva adecuación de ese hecho con la norma sustantiva penal

En el mismo orden es importante destacar un extracto de la jurisprudencia


emanada de la Sala De Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, número
390, expediente A10-151, de fecha 19 de Agosto de 2010, donde señaló entre
otras cosas lo siguiente: “...el imputado deba ser notificado dentro del acto de
imputación fiscal, de los elementos de convicción sobre los cuales se soporta la
decisión fiscal de considerarlo partícipe del hecho disvalioso, sin que pueda
considerarse cumplido este requisito de validez del acto fiscal, con el simple
señalamiento que se haga, indicando que los mismos se encuentran cursantes en
las actas de la investigación… la determinación de los elementos de la misma,
corresponde al fiscal del ministerio público en forma exclusiva, no pudiendo ser
delegable tal atribución en el juez de control…”

En este sentido se observa que en el desenvolvimiento primario de la


audiencia para oir al imputado en el presente caso, la representante fiscal obvió
este requisito fundamental que debe ser garante del debido proceso y el cual de
acuerdo al acta de audiencia para oír al imputado debidamente suscrita por dicha
representante de la vindicta pública, se evidencia en principio que no se solicitó
debidamente la calificación o no del delito flagrante, dejando constancia
únicamente que ponía a la disposición del Tribunal a los imputados mencionados
en el presente expediente tal y como lo señala el artículo 111 del Código Orgánico
Procesal Penal, referída a las atribuciones del Ministerio Público, de las cuales
tampoco discriminó sus facultades inherentes al caso en concreto, y se limitó
basicamente a referirse al artículo 234 ejusdem, del cual debió el representante
fiscal argumentar su solicitud más allá de las circunstancias de tiempo, referidas al
lapso procesal al cual se refiere dicha Norma para poner a disposición del órgano
jurisdiccional a los presuntos imputados, quedando ausentes las circunstancias de
modo y lugar, lo cual esta Defensa, considera como primera falla por parte de la
vindicta pública y en consecuencia, la primera justificación de la decisión recurrida.

Asimismo, luego de limitarse a narrar las circunstancias que originaron el


presunto hecho punible, la representante fiscal solicitó la aplicación del
procedimiento ordinario, establecido en el encabezamiento del artículo 373 de la
norma adjetiva penal, el cual le permite, de ser acordado -tal como se acordó-,
continuar con el proceso de investigación, teniendo como objetivo fundamental
obtener lícitamente los elementos de convicción pertinentes para demostrar los
delitos que haya calificado o cualquier otro que surja del proceso de investigación,
sin menoscabo de las medidas cautelares de coersión personal, que haya podido
decretarse en el proceso a los imputados; por lo cual, observando el argumento
resaltado por el representante fiscal en el cual alude el gravamen irreparable
causado por el Juez de la causa en el presente proceso, se evidencia la notoria
contrariedad y falta de logicidad en dicho argumento, puesto que el mismo
representante fiscal solicito la aplicación del procedimiento ordinario, el cual fue
debidamente acordado por el Juez de la causa justamente con la fiel observancia
para no limitar el proceso de investigación, dando oportunidad al Ministerio Público
de llegar a la verdad procesal de los hechos, siendo resaltado asi, la segunda falla
en el presente caso, puesto que la falta de probidad en la actuación temeraria y
mecánica por parte de la Fiscal del Ministerio Público, sin argumentación lógica y
adecuada al proceso en cuestión, no justifica la acción recurrente, al pretender
atribuir la atribución de probar los hechos al juez de control.

Ahora bien, en relación al delito precalificado por el Ministerio Público a


nuestro representado ciudadano Insuasty Duque Mauricio, que vale destacar, no
fue admitido por el Tribunal, como lo es el delito de Perturbación a la Posesión
Pacífica, previsto en el artículo 472 del Código Penal, es importante resaltar las
siguientes consideraciones: el delito en cuestión comprende el verbo rector,
PERTURBAR: Inmutar, molestar, trastornar el orden, o la quietud y el sosiego de
algo o de alguien, y dicha perturbación comprende de acuerdo al tipo penal, la
violencia a personas o cosas, y se entiende por violencia a personas, como el acto
de lesionar causando daño físico o psicológico a personas y se constituye con el
uso intencional de la fuerza física, de hecho o como amenaza, contra uno mismo,
u otra persona, un grupo o comunidad, tambien que cause o tenga muchas
probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del
desarrollo o privaciones, por otra parte, la violencia a las cosas o en la cosa, se
presenta causando la alteración del estado natural de conservación de la misma y
se manifiesta en la transformación, sustracción, destrucción, retención o
distracción de objetos, documentos personales, bienes y valores, derechos
patrimoniales o recursos económicos destinados a satisfacer necesidades y puede
abarcar los daños a los bienes comunes o propios de la víctima. Otro verbo rector
del tipo penal.

En el caso en concreto, no logró el representante fiscal argumentar


suficientemente las condiciones de la comisión del presunto delito puesto que
tanto de su exposición oral como del análisis de las actas que comprenden la
presente causa, no se logra determinar efectivamente la presunta participación de
nuestro representado en el referido delito, en razón que de las mismas actas de
entrevistas tanto de víctimas como testigos no se logró obtener ningún elemento
de convicción procesal que pudiera establecer la presunta participación activa de
nuestro representado en cualquier acto de perturbación o violencia, hacia alguna
de las victimas o hacia el inmueble en si, asi como tampoco, se logró comprobar
ninguna relación contractual o de cualquier otro tipo que no fuese vecinal entre
nuestro representado y las presuntas victimas, tal como se estableció en las
entrevistas rendidas por las mismas, al aseverar que nuestro representado reside
en el edificio donde se genero la controversía, y por otro lado, menos pudo el
representante fiscal, comprobar la posesión pacífica del bien inmueble y asi
determinar la cualidad de las presuntas víctimas, dado que ante la carencia de la
cadena de custodia de evidencias físicas en el presente proceso, no se
comprende la inserción de copias de contratos de arrendamiento en los cuales
nuestro representado no se encuentra mencionado, así como constancias de
transferencias bancarias que en nada lo vínculan; por lo cual, a nuestro criterio,
no se logró atribuir con elementos de convicción fehacientes la presunta
participación de nuestro defendido en el delito calificado.
Estima esta Defensa, que de los elementos a los cuales el representante
fiscal tácitamente pretende hacer valer, ya que reiteramos que dicha fiscal solo se
limito a señalar que los efectivos policiales adscritos al Instituto Autónomo de
Policía del Muninicipio Guaicaipuro, practicaron la aprehensión del ciudadano
MAURICIO INSUASTY DUQUE, sin discriminar la ciscunatncias de modo, tiempo
y primordialmente el lugar donde se origino, solicitó la aplicación del procedimiento
ordinario y solicitó las medidas de coerción personal para cada uno de los
imputados obviando la solicitud o no de la calificación de flagrancia; apreciamos
que de las actas de entrevistas a las presuntas victimas y testigos, señalan a
groso modo que el ciudadano MAURICIO INSUASTY DUQUE, se encontraba en
el edificio donde se desarrollaron los supuestos hechos, siendo indispensable
conocer que el supra señalado reside en uno de los apartamentos de dicho
conjunto, tal como lo hacen saber las víctimas y lo hizo saber el propio imputado
en su oportundiad ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia en Funciones de
Control de esta Circunscripción Judicial, al momento de suministrar sus datos
filiatorios, sin lograr determinar el representante fiscal con exactitud el sitio de su
aprehensión, para poder iniciar una vinculación objetiva al hecho investigado, ya
que se deja constancia en las actas que el ciudadano en cuestión es trabajador de
la Empresa, presuntamente propietaria del edificio, y de acuerdo a lo expuesto por
las victimas, los trabajadores de dicha Empresa, residen en ese inmueble, por lo
cual no resultaria suficiente elemento señalar a nuestro defendido y vincularlo al
presente proceso penal, por el simple hecho de ser trabajador de dicha empresa y
residente del edificio en cuestión, puesto que nuestro defendido, unicamente
informó a su vecina victima identificada 1, el lugar donde se habia trasladado la
mascota que se encontraba en el apartamento donde esta reside, tal y como lo
pudo haber hecho por cualquier otro vecino de la comunidad. Se contradicen las
víctimas entre si, al exponer a través de las actas que el ciudadano en cuestión,
nuestro representado, tenía las llaves del inmueble, y del acta policial se
desprende que no fueron incautadas dichas llaves a nuestro defendido sino a otra
persona, resaltando la representante del Ministerio Público en su narrativa que en
horas tempranas del día 12 de Julio, personas desconocidas se trasladaron al
edificio El Paso 1 a los fines de cambiar las cerraduras, sin lograrse a través de las
actas policiales identificar a las mismas; siendo determinante destacar que ni las
víctimas entrevistadas ni algún otro testigo debidamente declarado ante el
organismo aprehensor o el Ministerio Público, se encontraba en el edificio, a fin de
identificar plenamente o señalar las características físicas de las personas que
cambiaron las cerraduras e ingresaron a los apartamentos; basando sus
declaraciones en suposiciones.
Asimismo la inspección técnica identificada PG-SIP_07-050-2022 cursante
al folio 14 de las actas que comprenden el expediente, realizada por funcionario
adscrito a la Policía Municipal de Guaicaipuro, que al parecer fue realizada antes
del suceso, de acuerdo a la fecha y hora de su contenido, se limita a describir el
inmueble en su parte externa, llegando a la conclusión de que no existió presencia
de hechos de violencia sobre el inmueble y no se colecto ningún elemento de
interés criminalístico, descartando así de una manera total, que nuestro defendido
haya ejercido algún acto de violencia sobre alguna persona o el inmueble en sí,
que sirva de fundamento para acreditar una presunta perturbación a la posesión
pacífica.

En tal sentido Ciudadanos Magistrados, se evidencia un procedimiento


policial totalmente arbitrario y fuera de las normas adjetivas del proceso, con falta
de control absoluto en la investigación por parte del representante fiscal, toda vez
que no cursan los elementos de convicción procesal suficientes para vincular la
presunta participación de nuestro defendido en el tipo penal calificado en
Audiencia para Oir al Imputado por el representante fiscal, aunado a todas las
debilidades y carencias en las que fue presentado el procedimiento, tales como
haber obviado la base fundamental que es la calificación de flagrancia, la falta de
argumentación en el tipo penal imputado, aunado a la ausencia de la cadena de
custodia, los errores de tiempo y lugar de las pruebas técnicas y la incoherencia
de la inserción de elementos documentales que no fueron expuestos por víctimas
y testigos, y no se evidencia la licitud de su recolección y posterior inserción a las
actas.

Capitulo II
DE LA JURIDICIDAD DEL FALLO APELADO Y DE SU
CONFIRMATORIA POR ESA ALZADA

Por cuanto del minucioso examen del fallo impugnado, dictado por el
Tribunal a-quo, se puede perfectamente evidenciar que el mismo además de estar
suficientemente motivado tal como lo preceptúa el Código Orgánico Procesal
Penal, se encuentra en totalmente ajustado a derecho, toda vez que ante la
ilogicidad de los elementos que componen las actas y la falta de argumentación
por parte del representante fiscal, estiman quienes suscriben que la decisión
decretada por el Juzgado Aquo, se encuentra totalmente ajustada a derecho, y
contrario a lo expuesto por el recurrente, en ningún momento limita ni menos aún
pone fin al proceso, puesto que al decretar la aplicación del procedimiento
ordinario, permite continuar la investigación penal hasta lograr la verdad de los
hechos, debiendo obtener las pruebas pertinentes, lícitas y necesarias que
pudiesen coadyuvar al esclarecimiento de los hechos y arribar al correspondiente
acto conclusivo, ponderando la función principal del representante fiscal como
titular de la acción penal y garante del debido proceso.

A tales fines, quienes suscriben consideramos en nuestro carácter de


Defensores Privados del ciudadano MAURICIO INSUASTY DUQUE, que la acción
recurrente por parte del Representante del Ministerio Público, se encuentra fuera
del ámbito de logicidad y probidad en su condición de garante del debido proceso,
por todas las circunstancias anteriormente explanadas, y en referencia al ajustado
dictamen del órgano jurisdiccional, nos permitimos fundamentar nuestro
argumento en cuanto a la correcta decisión de no admitir la calificación del delito
por parte del representante fiscal, citando parte de la Sentencia N° 050 de fecha
23-02-2022 Expediente A-22-44 emitida por la Sala de Casación Penal, a
continuación:
“En este orden de ideas, es oportuno acotar que no establecer la participación del sujeto
imputado en la perpetración del delito, en la oportunidad correspondiente, en el presente
caso, para el momento de su presentación ante el juez de control, constituye un
quebrantamiento de los principios de la tutela judicial efectiva, del debido proceso, y del
derecho a la defensa, contenidos en los artículos 26 y 49 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, además atenta contra el Estado Social de Derecho y
de Justicia proclamado en el artículo 2 de nuestra Carta Magna, y quebrantan
flagrantemente el ejercicio de la función jurisdiccional.
Así pues, es preciso señalar que el derecho a la tutela judicial efectiva, encuentra su razón
de ser en que la justicia es, y debe ser, tal como lo consagran los artículos 2 y 3 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, uno de los valores fundamentales
presente en todos los aspectos de la vida social. Así, el proceso constituye una garantía
para que las partes puedan ejercer su derecho a la defensa de manera libre y efectiva,
siendo obligación del Juez interpretar las instituciones jurídicas al servicio de un proceso
cuya meta es la resolución de los conflictos de manera imparcial, idónea y transparente,
contribuyendo a la consecución de uno de los objetivos de la actividad del Estado, como lo
es la garantía de la paz social.
Por consiguiente, se tiene como objetivo primordial del proceso penal, resaltar el derecho
de todo ciudadano a conocer que existe una investigación en su contra así como los
cargos específicos que existen; de allí la importancia que en la audiencia de imputación se
identifique al imputado y se determine su participación en el hecho delictivo, situación
esencial y necesaria, para poder fundar una presunción incriminatoria y formalizar
averiguación penal.
Por otra parte, esta Sala de Casación Penal advierte que se está en presencia de hechos
de relevancia social los cuales han generado un estado de incertidumbre en la población,
aunado a que existen multiplicidad de imputados a quienes se debe individualizar de
manera clara la conducta o participación que se le atribuye, asimismo, si concurren en
cada caso en particular, el cumplimiento de las condiciones que ameriten la imposición de
las medidas de privación judicial preventiva de libertad”

En tal sentido, solicitamos muy respetuosamente a esta honorable Corte de


Apelaciones, que en la oportunidad de pronunciarse sobre la procedencia de la
cuestión planteada por la parte recurrente, se sirva conforme a lo preceptuado en
el artículo 442 del Código Orgánico Procesal Penal, DECLARAR SIN LUGAR el
recurso interpuesto, y en consecuencia CONFIRMAR TOTALMENTE el fallo
impugnado.
PETITORIO FINAL

En mérito de lo expuesto en los capítulos precedentes, solicitamos


finalmente a esta Honorable Corte de Apelaciones, se sirva emitir los siguientes
pronunciamientos: Declarar SIN LUGAR el recurso de apelación de autos,
ejercido por la Representante de la Fiscalía primera del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Miranda con sede en la ciudad de Los Teques,
y en consecuencia CONFIRMAR EL FALLO emitido en fecha 15 de Julio de 2022
por el Juzgado Tercero de Primera Instancia en funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del Estado Miranda con sede en la ciudad de Los Teques, a través
del cual se otorgó LIBERTAD PLENA a nuestro defendido INSUASTY DUQUE
MAURICIO, ampliamente identificado en autos.

Es Justicia que solicitamos en la ciudad de Los Teques, a los dos (02 ) días
del mes de Agosto de 2022.

LOS DEFENSORES PRIVADOS,

N° 3C-20219-2022

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