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Grupo Legal Ramos Arévalo & Asociados


Especialistas en Criminalística, Derecho Penal y Criminología
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Ciudadano:
JUEZ SEPTIMO DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCIONES DE CONTROL DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL PENAL DEL ESTADO CARABOBO.
Su Despacho.-

CI-2021-360521 (SIN JURIS)


MP-136004-2021

Quien suscribe abogado LUIS EDUARDO RAMOS AREVALO debidamente


inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el número 82.591, con
domicilio procesal en la Calle Cantaura cruce con Silva, Centro comercial profesional
Euro, Piso 02, Oficina 29, Valencia, estado Carabobo, actuando en esta acto con el
carácter de abogado de confianza del ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ
CABAÑA, venezolano, mayor de edad, titular de la cedula de identidad número V-
14.025.456, imputado en el asunto signado con las siglas CI-2021-360521 (SIN
JURIS), de los llevados por su Tribunal, en uso de las atribuciones conferidas en el
artículo 49 numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
acudimos ante su competente autoridad con el debido respeto, estando dentro de la
oportunidad establecida en el artículo 311 del Decreto con rango Valor y Fuerza de Ley
del Código Orgánico Procesal Penal, referido a las facultades o cargas de las partes
en la fase intermedia, a los fines de dar formal contestación a la acusación fiscal
como en efecto se realiza mediante el presente escrito.

Ahora bien, esta defensa se encuentra debidamente notificada, por cuanto tuvo
conocimiento a través de la secretaría de dicho tribunal de la fijación de la Audiencia
Preliminar, de conformidad con lo establecido en el artículo 309 del Decreto con rango
Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal, para el día 23 de
septiembre de 2021 a las 9:00am, procediendo en este acto amparado en el artículo
311 ejusdem y encontrándome dentro del lapso legal establecido en la norma referida
ut supra a dar formal contestación a la acusación fiscal, lo cual realizo en los
siguientes términos:
Capítulo I
De las excepciones a la persecución penal

Ciudadano Juez, esta defensa antes de dar contestación al fondo de la


acusación fiscal, procede a oponer la excepción contemplada en el numeral 4 literal “i”
del artículo 28 del Decreto con rango Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico
Procesal Penal, al estimar quien aquí suscribe el presente escrito, que la acusación
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fiscal, carece de requisitos esenciales para intentarla, ello fundamentando en lo


siguiente:

Existe un obstáculo al ejercicio de la acción penal tal como lo es la falta de


requisitos formales para intentar la acusación fiscal, en razón que el artículo 308 del
Decreto con rango, valor y fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal,
establece taxativamente:

Artículo 308. Cuando el Ministerio Público estime que la


investigación proporciona fundamento serio para el enjuiciamiento
público del imputado o imputada, presentará la acusación ante el
Tribunal de control.
La acusación deberá contener:
1. Los datos que permitan identificar plenamente y ubicar al imputado o
imputada y el nombre y domicilio o residencia de su defensor o
defensora; así como los que le permitan la identificación de la víctima.
2. Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible
que se atribuye al imputado o imputada;
3. Los fundamentos de la imputación, con expresión de los
elementos de convicción que la motivan;
4. La expresión de los preceptos jurídicos aplicables;
5. El ofrecimiento de los medios de prueba que se presentarán en
el juicio, con indicación de su pertinencia o necesidad;
6. La solicitud de enjuiciamiento del imputado o imputada… (Sic
Omissis).

Ahora bien, estima esta defensa técnica que al hacerse un análisis detenido del
escrito acusatorio a los fines de determinar si cumple con los requisitos antes
señalados, se observa que el escrito acusatorio vulnera flagrantemente el derecho a
la defensa, al contradecir lo ordenado por el Código Orgánico Procesal Penal e incluso
por la propia doctrina del Ministerio Publico, en cuanto al hecho que la acusación
deberá contener, una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible
que se atribuye a cada imputado; esta exposición clara, precisa y circunstanciada
del hecho que se imputa, no consiste solamente en narrar unas circunstancias de
modo, tiempo y lugar y demás características de cómo ocurrieron unos hechos, sino
que se debe precisar con exactitud la conducta desplegada por el imputado dentro
de esos hechos que presuntamente le vinculan de manera directa con la
comisión de un hecho punible, siendo lo más grave que el escrito acusatorio que se
contesta mediante el presente escrito, que dentro del capítulo destinado para explanar
estos hechos se limita a narrar unos acontecimientos donde se evidencia una fuga de
detenido sin describir la conducta humana presuntamente desplegada por mi defendido
mediante la cual contribuyó, procuró o facilitó la evasión de ese detenido, máxime
cuando se encontraban una cantidad de funcionarios de guardia para esa fecha,
conforme a los distintos roles desempeñados por cada uno de estos, no siendo mi
defendido a quien le correspondía la custodia o vigilancia del fugado, a los fines de que
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dicha conducta encuadre en el tipo penal atribuido.

No queda claro entonces ciudadano juez, de qué manera contribuyó, procuró o


facilitó la evasión de ese detenido; ¿le abrió la cerradura? ¿Le quito él las esposas?
¿Distrajo al funcionario encargado del resguardo para tal fin? Entre otras interrogantes
planteadas, que dejan en evidencia que la vindicta pública asume que mi defendido el
ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA facilita o contribuye con la evasión
del fugando por el solo alegato de un no cumplimento cabal de horario laboral, es decir
por haberse retirado de su jornada una hora antes de la acordada, circunstancia esta
que en caso de ser cierta, conllevaría a una falta administrativa, no pudiendo asumir
este sola elemento vago e insuficiente, con la participación o facilitación en un una
fuga, máxime, cuando de las actuaciones se desprende que una vez que éste se retira,
el mismo queda en custodia de otros funcionarios. Evidenciándose de manera clara e
inequívoca que mí defendido el ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA no
desplegó conducta alguna tendiente a materializar la comisión de este hecho delictual,
no existiendo adecuación con respecto de la acción de éste, con el tipo penal
calificado.

De igual forma, considera quien aquí suscribe en cuanto a los fundamentos de


la imputación, con expresión de los elementos de convicción que la motivan, no
tiene el Ministerio Público, suficiente fundamento para inculpar a mí defendido en
los hechos punibles por los cuales lo acusa, máxime cuando no existe ningún
fundamento en el cual sustentar la tipicidad en la conducta desplegada por nuestro
defendido, simplemente se limita el Ministerio Publico a enunciar los mismos elementos
de convicción con los que imputó al momento de la audiencia especial de presentación,
envidiándose así la inexistencia de una investigación penal seria que resguarde los
derechos y garantías procesales y constitucionales enmarcados en nuestro
ordenamiento jurídico debiendo la vindicta pública indicar el motivo por el cual
cada uno de los fundamentos de la acusación constituyen un elemento que
inculpa al acusado y no que lo exculpa como en el caso de marras, donde no
existen fundados elementos de convicción de los cuales se desprenda que
efectivamente nuestro representado desplegó alguna conducta delictiva ni participó
de forma alguna en la materialización de esta fuga, no existe ninguna prueba científica
como telefonía, entre otras que evidencie o deje sentado el dolo o intencionalidad por
parte de mi defendido en el tipo penal, ni describe la conducta humana presuntamente
desplegada por mi defendido mí defendido el ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ
CABAÑA mediante la cual contribuyó, procuró o facilitó la evasión de ese detenido.

En tal sentido, la ausencia de fundados elementos de convicción dejan en


evidencia LA NO EXISTENCIA DE UNA INVESTIGACIÓN EXHAUSTIVA Y SERIA que
haga presumir que este ciudadano facilitó la evasión que se le atribuye mediante la
acusación fiscal, dejando incluso de manifiesto una GRAN omisión por parte del
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Ministerio Público al no recabar durante el lapso de investigación elementos que le


exculpan, obligación que le es impuesta por ley como parte de buena fe, de
conformidad con lo estipulado en el artículo 263 del Código Orgánico Procesal Penal
según la cual el Ministerio Público debe recabar no solo los elementos que le
inculpen sino también los que exculpen al imputado, toda vez que NO existe una
descripción típica que se adecue a la conducta desplegada por mí defendido, sino una
investigación vaga y deficiente a través de la cual se pretende atribuir un hecho
delictual sin fundamento serio que así lo acredite. En armonía con lo anterior en cuanto
a los serios vicios de los cuales adolece el escrito acusatorio, es oportuno citar que el
profesor Pedro Berrizbeitia Maldonado, en cuanto a los elementos de convicción en
el escrito acusatorio, ha señalado:
"...La tercera exigencia que se hace al escrito de acusación, lo es el señalamiento
de los elementos de convicción que motivan el ejercicio de la acción penal y que
le dan fundamento. Con el cumplimiento de este requisito, el juez de control de
la investigación podrá evaluar la seriedad de la imputación y pronosticar si
existe la alta probabilidad de que la pretensión fiscal resulte victoriosa en el
juicio oral o si, por el contrario, se vislumbra de manera indefectible una
sentencia absolutoria..." (La fase intermedia y el control de la acusación, El
Nuevo Proceso Penal, Primeras Jornadas de Derecho Procesal Penal,
Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, 2001, p.208-209)
Conforme a lo anteriormente trascrito, es importante precisar que una correcta
presentación de las evidencias o elementos de convicción, además de constituir una
exigencia del legislador, servirá para comprobar la existencia de un delito y si hay o no
suficientes elementos para llevar a juicio a una persona; porque la inexistencia o falta
de señalamiento de tales elementos deben concluir indubitablemente, por parte del
Juez de Control en la desestimación de la acusación y así evitar la realización de
un debate oral y público sin sentido y con ninguna probabilidad de condena. Lo
expuesto, pone de manifiesto que es necesario desarrollar el contenido de todos los
elementos que resulten idóneos para la demostración material del hecho punible, o por
lo menos lo más determinante para lograr la calificación jurídica adecuada, y con
expresión de los elementos de convicción, así como el ofrecimiento de los medios de
prueba y los preceptos jurídicos a que hubiere lugar, por cuanto, esos elementos de
convicción son los que deben llevar al juzgador a la certeza de que un determinado
sujeto ha participado en la comisión de un hecho punible, es decir de los elementos de
convicción debe resultar la perfecta adecuación entre los hechos ejecutados y el sujeto
involucrado en los mismos. En este orden de ideas, expresa la autora Magaly Vázquez
González, en su obra “Nuevo Derecho Procesal Penal Venezolano”, pp. 154 y 155.

“…Esa determinación supone que el juez deberá efectuar no sólo un control


formal sobre la acusación, control que se reduce a la verificación del cumplimiento
de los requisitos de admisibilidad, esto es, identificación del o los imputados y la
descripción y calificación del hecho atribuido, sino también un control material
que consiste en el análisis de los requisitos de fondo en que se basa el
pedido del Ministerio Público, es decir, si la acusación tiene un fundamento
serio…”. (Sic. Omissis. Negrillas propias)
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El fiscal debe ser preciso en su fundamentación, volcando en el escrito acusatorio


el extracto de aquellos elementos de convicción, que le sirvieron para hacerla o que la
sustentan. Esta falta podría generar dudas, respecto al tipo de delito por cual se hace
la imputación o a la ausencia de responsabilidad del inculpado, dentro del delito que se
le adjudica. Al respecto, expone el autor Eric Lorenzo Pérez Sarmiento, en su libro
“Comentarios al Código Orgánico Procesal Penal”, p. 295:

“…En el ordinal 3° se deben definir claramente los elementos que calcen la


convicción de que el acusado participó en los hechos imputados, según la
resultancia probatoria de la investigación preliminar…”.(Sic. Omissis.
Negrillas propias)

Igualmente, comenta la Dra. Rose Marie España, en su monografía “Los Actos


Conclusivos de la Investigación”, contenida en la obra “La Vigencia Plena del Nuevo
Sistema, Segundas Jornadas de Derecho Procesal Penal”, Escuela de Derecho,
Facultad de Derecho Universidad Católica Andrés Bello, p. 205.

“… Estos fundamentos de la imputación en el escrito de acusación, están


referidos al señalamiento de las resultas de la investigación, a qué fue lo
que se obtuvo en el desarrollo de la investigación realizada en la fase
preparatoria, señalando de manera expresa, los elementos de convicción
que motivan a presentar la solicitud de enjuiciamiento del imputado…” (Sic.
Omissis. Negrillas propias)

En merito a lo anteriormente señalado, reitera esta Defensa Técnica, no existen


elementos de convicción que motiven o sustenten la calificación jurídica otorgada
vulnerando así los requisitos de ley enmarcadas en la ley adjetiva penal. Asimismo, en
cuanto al ofrecimiento de los medios de prueba que se presentarán en el juicio,
con indicación de su pertinencia o necesidad; se observa igualmente que el
Ministerio Público no cuenta con medios de prueba que evidencien que efectivamente
mí defendido el ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA haya contribuido,
procurado o facilitado la evasión de ese detenido, sino que simplemente se limitó en
enunciar los mismos elementos con los cuales realizó la imputación fiscal y que de
ninguna manera prueban la presunta responsabilidad penal de mí defendido, sino que
existió la fuga de un detenido, circunstancia ésta indubitable pues en efecto existió pero
mí defendido el ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA no contribuyo de
forma alguna en esta.

En tal sentido, observa esta defensa técnica, que no cuenta el Ministerio


Público con acervo probatorio o elementos que pretendan probar el tipo delictual
atribuido ni existe la pertinencia o necesidad de la prueba, requisito éste de
inexcusable cumplimiento, establecido en el ordinal 5° del artículo 308 del Decreto con
rango, valor y fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal, observando que en el
caso de marras simplemente se hace mención a las mismas a través de una lista,
situación ésta que transgrede el espíritu de la disposición Constitucional al consagrar
la garantía del debido proceso, pues sitúa en un estado de indefensión a nuestro
defendido al desconocer que pretende probar el Ministerio Público con la prueba
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ofrecida para ser llevada a Juicio. Razón por la cual se estima con fundamento serio,
la acusación fiscal, no cumple con los requisitos de admisibilidad establecidos
en la citada norma procedimental, motivo por el cual, lo ajustado a derecho, es
declarar con lugar la excepción opuesta y decretar el sobreseimiento de la causa
conforme lo señalado en el artículo 34 numeral 4 del Código Orgánico Procesal Penal,
razón por la cual se solicita muy respetuosamente conforme a derecho que sea
declarada con lugar la excepción opuesta y que en consecuencia sea decretado el
sobreseimiento de la causa a favor del ciudadano: EDUARDO JOSÉ JIMENEZ
CABAÑA, conforme lo establecido en el artículo 33 numeral 4 del Código Orgánico
Procesal Penal.

En estrecha vinculación con lo anteriormente afirmado por esta defensa técnica,


es oportuno citar, el criterio de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en
relación con el análisis que debe efectuar el Juez de Control de los requisitos que
debe cumplir el escrito acusatorio, en Sentencia del Magistrado Héctor Manuel
Coronado Flores, expediente 2007-182, de fecha 7 de noviembre de 2007, lo
siguiente:

“… El Juez no es simple tramitador o validador de la acusación fiscal o del


querellante, porque siendo así, la fase intermedia no tendría sentido. El Juez de
Control en la audiencia preliminar debe garantizar que la acusación se
perfeccione bajo las actas de investigación ejecutadas, preservando el derecho a
la defensa e igualdad entre las partes y ello sólo puede alcanzarse a través del
“examen de los requisitos de fondo en los cuales se fundamenta el
Ministerio Público, (…) si dicho pedimento fiscal tiene basamentos serios
que permitan vislumbrar un pronóstico de condena respecto del imputado,
es decir, una alta probabilidad de que en la fase de juicio se dicte una
sentencia condenatoria; y en el caso de no evidenciarse este pronóstico de
condena, el Juez de Control no deberá dictar el auto de apertura a juicio,
evitando de este modo lo que en doctrina se denomina la “pena del
banquillo”… (Sic. Omissis. Cursivas y negrillas propias)
De igual forma, lo ha mantenido a través de criterio pacífico y reiterado la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia siendo necesario traer a colación la
sentencia vinculante N° 1303 del 20 de junio de 2005, la cual expresa entre otras
cosas lo siguiente;

“… Tal es la función del Juez como contralor de los requisitos del escrito de
acusación (artículo 282 del Código Orgánico Procesal Penal), que le está
permitido cambiar la calificación fiscal a que se contrae el escrito de acusación,
pero ello no obedece al azar o a una simple intuición sino que es producto del
examen de los elementos de investigación recabados en la etapa preparatoria.
Cómo puede alcanzar el Juez este convencimiento sino analiza, estudia, o
examina los argumentos de las partes y el acervo probatorio, del cual obtiene un
grado de certeza y con base en ello establecer la culpabilidad o la inocencia del
acusado en el caso en concreto…(Sic. Omissis. Negrillas Propias).
En el mismo orden de ideas,  en relación con las funciones del Juez de Control
durante la celebración de la audiencia preliminar, se ha pronunciado esa misma Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia a través de decisiones como la N° 452
de fecha 24 de marzo de 2004, de la siguiente manera:
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 “...es en la audiencia preliminar cuando el Juez de Control determina


la viabilidad procesal de la acusación fiscal, de la cual dependerá la
existencia o no del juicio oral. Es decir, durante la celebración de la
audiencia preliminar se determina –a través del examen del material
aportado por el Ministerio Público- el objeto del juicio y si es ´probable la
participación del imputado en los hechos que se le atribuyen...Respecto a los
pronunciamientos que el Juez de Control puede emitir al final de la audiencia
preliminar, cabe señalar que el artículo 330 del Código Orgánico Procesal Penal le
confiere una amplia gama de potestades en este sentido, entre las cuales se
encuentra la de pronunciarse sobre la admisión total o parcial de la acusación
del Ministerio Público o del querellante y ordenar la apertura a juicio (numeral 2);
así como también decidir sobre la legalidad, licitud, pertinencia y necesidad de las
pruebas ofrecidas para el juicio oral (numeral 9), estableciéndose en el artículo
331 eiusdem la figura del auto de apertura a juicio, a los fines de canalizar
ulteriormente tales pronunciamientos, entre otros aspectos…”.  (Sic. Omissis.
Negrillas propias).

Siendo la sentencia Nro 1303 de fecha 20 de junio de 2005,  donde la Sala


Constitucional señaló, con carácter vinculante, que la función del Juez de Control
durante la celebración de la audiencia preliminar tiene por finalidad esencial:

 “… lograr la depuración del procedimiento, comunicar al imputado


sobre la acusación interpuesta en su contra, y permitir que el Juez ejerza el
control de la acusación.  Esta última finalidad implica la realización de un
análisis de los fundamentos fácticos y jurídicos que sustentan el escrito
acusatorio, fungiendo esta fase procesal entonces como un filtro, a los
fines de evitar la interposición de acusaciones infundadas y arbitrarias. Es el
caso que el mencionado control comprende un aspecto formal y otro material o
sustancial, es decir, existe un control formal y un control material de la
acusación. En el primero, el Juez verifica que se hayan cumplido los
requisitos formales para la admisibilidad de la acusación –los cuales tienden
a lograr que la decisión judicial a dictar sea precisa-, a saber, identificación del o
de los imputados, así como también que se haya delimitado y calificado el hecho
punible imputado. El segundo, implica el examen de los requisitos de fondo
en los cuales se fundamenta el Ministerio Público para presentar la
acusación, en otras palabras, si dicho pedimento fiscal tiene basamentos
serios que permitan vislumbrar un pronóstico de condena respecto del imputado,
es decir, una alta probabilidad de que en la fase de juicio se dicte una
sentencia condenatoria; y en el caso de no evidenciarse este pronóstico de
condena, el Juez de Control no deberá dictar el auto de apertura a juicio,
evitando de este modo lo que en doctrina se denomina la ‘pena del
banquillo’”. (Sic. Omissis. Resaltado y subrayado nuestro). 

Más recientemente, el 09 de octubre de 2020, el Tribunal Supremo de Justicia


en Sala de Casación Penal, en sentencia N°85, con ponencia del Magistrado
Presidente Dr. Maikel José Moreno Pérez, respecto a este punto en cuestión,
estableció lo siguiente:

“…En efecto, el escrito acusatorio presentado por el Ministerio


Público adolece de los requisitos fundamentales exigidos por el artículo 328
del Código Orgánico Procesal Penal, que son los presupuestos necesarios
para activar el juicio contradictorio y concentrado, y contiene las bases
sobre las cuales se va a construir la sentencia. 
Ello es así, en razón de que toda imputación de delitos hecha ante el
juez de control se realiza a través de una acusación, en la cual además de la
identificación plena del imputado o imputados debe contener el
señalamiento del lugar, tiempo, modo y demás circunstancias que
caracterizan la comisión del delito, vale decir, la narración de cada hecho, en
forma cronológica, detallada y correlacionada. Si la acusación es confusa y
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contradictoria, por parte del Fiscal del Ministerio Público, esto podría causar
su inadmisibilidad, lo que tendrá como efecto la extinción de la acción penal,
privando a la víctima y al Estado de las acciones que puedan ejercer en el justo
resarcimiento de sus derechos y pretensiones en un proceso.
En este mismo orden de ideas, cabe destacar que de la claridad en la
relación que de los hechos se haga en la acusación dependerá la actuación
de la defensa y, si tal relación no se bastase a sí misma, el imputado podría
alegar la violación del derecho a la defensa y del debido proceso, toda vez
que no estaría en capacidad de determinar de manera precisa los hechos
que se le imputan en la acusación y que, en definitiva, son los que van a ser
considerados por el juez de control para fijar el objeto del juicio.
 También, exige los fundamentos de la imputación, con expresión de
los elementos de convicción que la motivan. Tales elementos están dados
por el resultado de las diligencias practicadas en la fase preparatoria, las
cuales no constituyen medios de pruebas, ya que solo servirán de
basamento para solicitar el enjuiciamiento de una persona o el
sobreseimiento de la causa, o para decretar el archivo fiscal respectivo. Una
acusación sin el fundamento requerido por la ley, se traducirá en una fallida
pretensión por parte del fiscal del Ministerio Público, en tanto que la
correcta presentación de las evidencias o elementos de convicción servirá
para determinar los hechos, comprobar la existencia de un delito y sus
respectivas circunstancias, e imputar su comisión a una persona
determinada. El juez de control, al serle presentado el escrito de acusación,
deberá determinar si existen o no elementos suficientes para llevar al
acusado ajuicio, tomando como base la imputación hecha por el
representante del Ministerio Público. Esta falta podría generar dudas
respecto al tipo de delito por el cual se hace la imputación, o a la ausencia
de responsabilidad del inculpado dentro del delito que se le atribuye. 
Así, dicho escrito acusatorio debe contener un reconocimiento claro,
determinado y pormenorizada de la transgresión de la norma penal que se
atribuye, ya que si la imputación es imprecisa y discordante por parte del
representante del Ministerio Público, ello acarreará como consecuencia que
se desestime la misma, despojando a la víctima y al estado de las acciones que
puedan ejercer en el equitativo desagravio de sus derechos y pretensiones en el
proceso. 
Asimismo, requiere que la acusación contenga en forma clara los
elementos de la imputación con la argumentación precisa de todos los elementos
de convicción que la causa, los cuales serán precisos para basar la acusación: ya
que si no determina la participación en el hecho delictivo del imputado o de los
imputados por consiguiente no cumple con lo establecido en el derecho adjetivo.
 Resultando pertinente recordar, que el Ministerio Público, al ofrecer
los medios probatorios, debe indicar expresamente su pertinencia y la
necesidad, que se centra en la conveniencia de relacionar los medios
probatorios con los hechos imputados, señalando expresamente la forma en
la cual el medio probatorio se adecúa a demostrar el hecho delictivo
descrito en la acusación y  la participación de cada encausado, de ahí que debe
ser preciso el tipo penal y los elementos de prueba de cada uno de los acusados.
Este deber del Ministerio Público, se encuentra directamente relacionado
con el principio de congruencia, traduciéndose en la relación que debe existir
entre los hechos alegados y las pruebas presentadas, con el objeto de otorgarles
a los procesados la seguridad jurídica de una debida imputación sin
ambigüedades, lo que les permitirá realizar una efectiva defensa de forma idónea
y apropiada.  
Por ello, ello en atención a lo dispuesto en los artículos 170 y 171 del
Código Orgánico Procesal Penal, decreta la nulidad absoluta de la acusación
presentada el tres (3) de septiembre de 2019, por los abogados …. Fiscales
Provisorio y Auxiliar Trigésimos Cuartos del Ministerio Público a Nivel Nacional
con Competencia Plena, contra de los ciudadanos… como la de todos los actos
procesales subsiguientes a la presentación de dicho acto conclusivo….(Sic.
Omissis. Negrillas propias)
 
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Tal y como se ha destacado, la jurisprudencia de la Sala Constitucional al


igual que la de la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, así
como la doctrina citada, convergen  en relación a las funciones del juez de control
durante la celebración de la audiencia preliminar, la cual, como quedó anotado, tiene
como finalidad primordial; verificar si efectivamente la acusación se funda en 
elementos de  convicción suficientes que permitan sustentar como probable la
existencia del hecho, su tipicidad y la participación punible del imputado en el
hecho a éste atribuido, que en definitiva justifique el pase a juicio, por cuanto, tal y
como lo sostiene Juan Montero Aroca: “El procedimiento preliminar cumple, pues,
dos finalidades básicas: por un lado preparar el juicio y, por otro, evitar juicios
inútiles” (Principios del Proceso Penal. Una explicación basada en la razón. Editorial
Tirant Lo Blanch Alternativa,  Valencia 1997, p. 61).  

 Debe quedar claro, tal y como lo sostuvo la Sala Constitucional en fecha  03 de


agosto de 2006, mediante sentencia  número 1500, anteriormente  citada, que el
Código Orgánico Procesal Penal lo que prohíbe es que el juez de control, en las fases
preparatoria e intermedia, juzgue sobre cuestiones de fondo que son propias y
exclusivas del juicio oral; de allí que, en materias como la pertinencia, legalidad y
necesidad de la prueba, las excepciones relativas a la extinción de la acción penal
(prescripción de la acción y cosa juzgada), el sobreseimiento (atipicidad de los hechos
que se investigan), concurrencia de una causa de justificación, de inculpabilidad o de
no punibilidad, la existencia del hecho objeto del proceso o la no atribuibilidad del
mismo al imputado, o cambio de calificación jurídica, son indiscutiblemente, materias
sobre las cuales el juez de control tiene plena competencia para su análisis  y
decisión.

Aunado a lo anteriormente precisado, es oportuno señalar que la Sala de Casación


Penal del Tribunal Supremo de Justicia, ha dejado sentado que como garante del fiel
cumplimiento de los Derechos Humanos, que ha suscrito en los Pactos y Convenios
Internacionales, la República Bolivariana de Venezuela, los funcionarios a quienes se
les encomienda la vigilancia de los privados de libertad e investigados en el proceso
penal, que estos deben dirigir su actuación con el fiel cumplimiento a las garantías del
debido proceso y derechos humanos que le asisten en todo momento. Por lo antes
expuesto, solicitamos conforme a derecho, decrete el sobreseimiento de la causa
por cuanto el ejercicio de la acción penal se ha promovido ilegalmente y en
consecuencia, ordene el cese inmediato de la Medida Cautelar Sustitutiva a la
Privación Judicial Preventiva de Libertad que pesa sobre mí defendido y que le fue
impuesta en la oportunidad de la celebración de la Audiencia Especial de Presentación
de Imputados y como consecuencia de ello, ordene igualmente, la Libertad Plena y sin
restricciones de mí defendido el ciudadano: EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA. Y
así lo solicito formalmente.
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Capitulo II
De la contestación al fondo de la acusación fiscal

En el supuesto negado que la excepción opuesta sea declarada sin lugar


procedo en este acto a dar contestación al fondo de la acusación fiscal en los términos
siguientes;

En primer lugar, resulta necesario precisar que los hechos que dieron lugar a la
aprehensión y posterior presentación de mí defendido el ciudadano EDUARDO JOSÉ
JIMENEZ CABAÑA tuvieron lugar en fecha 09/07/2021 cuando en la sede del Servicio
de la Policía Comunal ubicada en la Plaza Fabián de Jesús de la Urbanización Prebo I,
Calle 130 de la parroquia San José del municipio Valencia siendo las 11:30 horas de la
noche aproximadamente el custodio Oficial Herrera Machado Bryan Eduardo
manifiesta que en un descuido suyo se logró fugar por la puerta trasera de dicho
recinto el único privado de libertad, pues este no lo había esposado, aunado al hecho
cierto que dicho lugar no está apto como sitio de reclusión preventiva, dejando
constancia en el Acta Policial de fecha 10/07/2021 suscrita por los funcionarios
actuantes adscritos a la Policía Municipal de Valencia, el custodio Oficial Herrera
Machado Bryan Eduardo fungía para el momento como custodio del privado de
libertad fugado, quien manifiesta encontrarse sólo para el momento porque el
Supervisor de Primera Línea Inojosa Juan se encontraba realizando un patrullaje a
bordo de la unidad Radio Patrullera y mi defendido se había retirado por motivos
personales alrededor de las 7pm de la sede policial. De igual forma, de las
declaraciones rendidas por otros funcionarios tomados como testigos presenciales del
procedimiento, se desprenden diversas situaciones irregulares y de interés, que
denotan la no intencionalidad de favorecer en la fuga el privado de libertad, al respecto
el funcionario testigo Supervisor Jefe Matheus Sandoval Emiro de Jesús declara
entre otras cosas, expresamente;

“…DECIMA PREGUNTA: ¿DIGA USTED CUALES FUERON LA CAUSAS


PARA QUE EL PRIVADO DE LIBERTAD DE ENCONTRARA EN EL
SERVICIO POLICIA COMUNAL?; CONTESTÓ: con conocimiento de la
superioridad y dicha información se pasaba a diario a los grupos de
coordinadores y grupos de trabajo y de igual manera plasmado por el libro
de novedades… (…) DECIMA SEGUNDA PREGUNTA: ¿DIGA USTED
CUALES FUERON LA CAUSAS PARA QUE LA PUERTA DEL LUGAR
DONDE SE ENCUENTRA EL PRIVADO DE LIBERTAD NO CUENTE CON
UN DISPOSITIVO DE SEGURIDAD CERRADURA O CANDADO?;
CONTESTÓ: porque esa es una instalación que aún no está culminada
para la retención de privados de libertad y se encuentra en
remodelación… (…) DECIMA CUARTA PREGUNTA: ¿DIGA USTED QUE
SUPERVISOR SE ENCUENTRA RESPONSABLE DURANTE EL SERVICIO
EL DIA 09 DE JULIO DEL 2021 EN HORAS DE LA NOCHE?; CONTESTÓ:
el supervisor de primera línea del personal que se encuentra de servicio
24 por 48 horas… (…) DÉCIMA SEXTA PREGUNTA: ¿DIGA USTED
CUALES FUERON LA CAUSAS PARA QUE ESTUVIERA PERNOCTANDO
UN SÓLO FUNCIONARIO POLICIAL EN EL SERVICIO DE LA POLICIA
COMUNAL?; CONTESTÓ: en horas tempranas aproximadamente las 8:30
horas de la noche del 09 de julio del presente año, me notifica vía redes
sociales (Whassap), el Supervisor Inojosa Juan Carlos quien se encontraba
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como Supervisor de Primera Línea 24 horas que por orden emanada de la


ciudadana Sub Directora… (…) se trasladara para que reforzara y diera
apoyo… (…) y por tal motivo el funcionario Herrera Bryan se
encontraba sólo, ya que el Supervisor de Primera Línea Inojosa Juan
tenía que realizar los recorridos correspondientes… (…) resaltado propio

De la declaración parcialmente transcrita, así como del resto de las entrevistas se


desprende un conocimiento y aprobación por parte de la Superioridad de dicho
organismo policial de la permanencia de ese privado de libertad en dichas
instalaciones, siendo este un procesado por delito grave y no encontrándose dicho
espacio apto para la reclusión de procesados ni penados, por no contar con los
requisitos mínimos de seguridad, no existiendo intencionalidad por parte de mi
defendido el ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA en favorecer dicha fuga,
ni siquiera a través de conducta imprudente como pretende hacer ver el ministerio
público, máxime cuando era del conocimiento de la totalidad de los funcionarios
adscritos a dicha sede, incluyendo los directivos, de la permanencia de este ciudadano
en dichas instalaciones si las condiciones óptimas de seguridad, ni se desprende de
modo alguno la participación directa o indirecta de este en el tipo penal atribuido, de
qué manera contribuyó, procuró o facilitó la evasión de ese detenido; ¿le abrió la
cerradura? ¿Le quito él las esposas? ¿Distrajo al funcionario encargado del resguardo
para tal fin? Entre otras interrogantes planteadas, que dejan en evidencia la no
participación de mí defendido en el hecho que se le atribuye.

No obstante a ello, en fecha 12/07/2021 le fue realizada ante el Tribunal Séptimo


en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Carabobo, Audiencia
Especial de Presentación, donde le fue imputado al ciudadano EDUARDO JOSÉ
JIMENEZ CABAÑA la presunta comisión del delito de EVASIÓN FAVORECIDA
CULPOSA previsto y sancionado en el artículo 265 segundo aparte del Código Penal
otorgándole Medida Cautelar Sustitutiva a la Privación Judicial Preventiva de Libertad.

Posteriormente en fecha 25/08/2021 fue consignada por parte de la


representación del Ministerio Público Formal Acusación en contra de nuestro defendido
EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA por la presunta comisión de los delitos de
EVASIÓN FAVORECIDA previsto y sancionado en el artículo 265 del Código Penal y
AGAVILLAMIENTO previsto y sancionado en el artículo 286 ejusdem, siendo una
calificación distinta a la dada por la misma oficina fiscal al momento que tuviere lugar la
audiencia especial de presentación, sin haber ejercido recurso ordinario de ley y firme
como quedo la decisión de la audiencia especial de presentación por no haber
recurrido, debía acusar en los mismos términos, aunado al hecho que sustenta el
escrito acusatorio con exactamente los mismos elementos de convicción con los que
imputó al momento de la Audiencia Especial de Presentación, dejando en evidencia la
no investigación de los hechos sino que se limitó a transcribir unos hechos que no le
vinculan de forma alguna con la comisión de dicho tipo delictual.
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Ahora bien, en cuanto a la comisión del delito de EVASIÓN FAVORECIDA


CULPOSA previsto y sancionado en el artículo 265 segundo aparte del Código Penal
el mismo consagra expresamente:

“artículo 265. El funcionario público que, encargado de la conducción o


custodia de un detenido o sentenciado, procure o facilite de alguna
manera su evasión, será penado de os a cinco años…. (…) Cuando la
evasión se haya verificado por negligencia o imprudencia del funcionario
público, este será castigado con prisión de dos meses a un año…” (…)
resaltado propio

En tal sentido, mi defendido el ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA


aun cuando forma parte de los funcionarios que debían estar en sede a ese hora de la
noche por razones de servicio, como a otros tantos más que no se encuentran
procesados, se evidencia el mismo se había retirado horas antes por motivos
personales, circunstancia esta que no conlleva a la comisión de un tipo penal, ni se
evidencia en forma alguna, el detenido se haya quedado con este como custodio al
momento de la fuga, ni éste le haya favorecido de forma alguna para colaborar con
dicha evasión, ni de manera directa ni siendo negligente en ello, lo cual podría operar
en el caso del funcionario que indica se descuidó en sus funciones, no colocándole las
esposas y este procedió a burlar y darse a la fuga. De tal manera que se desprende
que el ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA no desplegó ninguna
conducta tendiente a materializar la comisión de este hecho delictual, no existiendo
adecuación con respecto a la conducta de nuestro defendido con el tipo penal
calificado, por las razones fácticas antes esgrimidas.

Asimismo de manera sorprendente y aun cuando no le fue imputado al momento


de la audiencia especial de presentación le atribuyen mediante la acusación fiscal el
delito AGAVILLAMIENTO previsto y sancionado en el artículo 286 del Código Penal,
sin imputación previa, siendo que no debe ser admitido ciudadano Juez toda vez que
carece de imputación formal y de elemento serio que lo sustente pues no existe
ninguna prueba técnica que lo sustente. Resulta entonces a todas luces insuficiente un
mero señalamiento inferido por parte de la representación fiscal siendo a todas luces
un elemento vago e insuficiente el hecho de un no cumplimento cabal de horario
laboral, es decir por haberse retirado de su jornada una hora antes de la acordada,
circunstancia esta que en caso de ser cierta, conllevaría a una falta administrativa, no
pudiendo asumir este sola elemento vago e insuficiente, con la participación o
facilitación en un una fuga, máxime, cuando de las actuaciones se desprende que una
vez que éste se retira, el mismo queda en custodia de otros funcionarios.
Por su parte el Tribunal Supremo de Justicia Sala de Casación Penal mediante
Sentencia Nro 313 de fecha 14 de junio del 2006, señaló:
(…) a fin de establecerse el hecho ilícito y la responsabilidad penal de los
acusados, debe determinarse la acción desplegada y su adecuación
dentro del tipo penal en concreto, es decir, la tipicidad indefectible para
la existencia del delito, siendo ineludible que se acredite el desvío de
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sustancias controladas con un fin ilícito, como una de las exigencias


del tipo (…)

…En este orden de ideas la acción típica puede describirse refiriendo


el comportamiento humano, en sus movimientos, acciones, haciendo
referencia a conceptos o a la intención. Toda esa descripción típica
recae sobre caracteres o elementos del tipo que se refieren al agente del
delito o a su víctima o a exigencias del tiempo o lugar, al objeto y en
cuanto a su naturaleza, destinación y cantidad, a la ocasión, al medio
empleado, así mismo a los elementos subjetivos del tipo, es decir, a una
intención especial o dolo especifico (relacionado con lo injusto), o a la
intención global o dolo genérico de la gente (enraizados a la culpabilidad).
En tal sentido, la imagen rectora o el tipo requiere su reproducción en
el proceder del supuesto agente delictual, lo contrario conduciría al
aspecto negativo de la tipicidad, que es la ausencia del tipo (Sic.
Omissis. Negrillas y subrayado nuestro)

Ello así, se requiere indefectiblemente dejar sentado la presencia tanto del tipo
objetivo (conducta humana) como el subjetivo (intencionalidad) requerido para la
correcta subsunción de la conducta supuestamente desplegada con el tipo penal
atribuido que denote la realización del mismo y la intencionalidad, es decir, no existe
una adecuación con respecto a la conducta desplegada por mí representado el
ciudadano EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA y los tipos penales calificados ni
menos la existencia de la intencionalidad de cometer delitos previsto en la normativa
penal vigente, que deben estar perfectamente descritos en su actuar. En consonancia
con lo anterior, evidenciándose en este caso la NO EXISTENCIA de tipicidad en
virtud de la conducta desplegada por nuestro defendido EDUARDO JOSÉ JIMENEZ
CABAÑA, tal como es sostenido por esta representación de la defensa y verificable en
todos y cada uno de los elementos y medios de prueba ofrecidos en su oportunidad,
mal podría el Ministerio Público criminalizar conductas no existentes ni punibles como
el caso que nos ocupa, en tal sentido el Tribunal Supremo de Justicia en Sala
Constitucional mediante Sentencia Nro 1.676 de fecha 03 de agosto del 2007
consagra;

¨El principio de intervención mínima del derecho penal y concretamente el


principio de subsidiariedad, es aquel en virtud del cual el derecho penal ¨… ha de
ser la ultimo ratio, es decir, el último recurso que se debe emplear a falta de
otros mecanismos menos lesivos, como son los establecidos en el derecho
civil, en el derecho mercantil y en el derecho administrativo.¨
¨Debe afirmarse que el principio de intervención mínima se desprende del modelo
de Estado Social consagrado en el artículo 2 del texto Constitucional, siendo uno
de sus rasgos fundamentales la existencia de necesidad social de la
intervención penal. Así, el Derecho Penal deja de ser necesario para resguardar
a la sociedad cuando esto último puede alcanzarse mediante otras vías, la cuales
tendrán preferencia en la medida en que sean menos lesivas para los derechos
individuales. En resumidas cuentas: en un Estado Social al servicio de sus
ciudadanos, la intervención penal estará legitimada siempre y cuando sea
absolutamente necesaria para la protección de aquellos, y esto se da
cuando los mecanismos extra penales no son suficientes para garantizar
dicha protección.¨ (Sic. Omissis. Negrillas y subrayados nuestros)
En tal sentido, considera la defensa que el Ministerio Público pretende
criminalizar conductas no punibles utilizando para ello de manera temeraria el derecho
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penal, por cuanto no encuadran dentro de la descripción típica o supuestos del tipo,
toda vez que se desprende de las actuaciones que conforman el presente asunto mí
defendido no favoreció dicha fuga ni directa ni siendo negligente. Razón por la cual y
bajo los fundamentos y criterios jurídicos, jurisprudenciales y doctrinarios antes
esgrimidos le solicito muy respetuosamente DECLARE INADMISIBLE la Acusación
presentada por el representante del Ministerio Público en contra de mí defendido
EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA, por no contar con fundados elementos que éste
sea responsables de los hechos que justifiquen su enjuiciamiento y sustenten un
pronóstico de condena, por lo que solicitamos de conformidad con lo previsto en el
artículo 300 numeral 1 Segundo Supuesto del Decreto con Rango, Valor y Fuerza
de ley del Código Orgánico Procesal Penal declare el SOBRESEIMIENTO DE LA
CAUSA por cuanto el hecho objeto del proceso no puede atribuírsele a nuestro
defendido: EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA.

Capítulo III
Del ofrecimiento de los medios de prueba

 Conforme a lo establecido en el artículo 338 del Decreto con Rango Valor y


Fuerza de Ley del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código
Orgánico Procesal Penal, se ofrece:

1.- Declaración del ciudadano EMIRO DE JESÚS MATHEUS SANDOVAL titular de la


cedula de identidad número V-12.101.463 el cual puede ser citado en el mismo
comando policial o mediante el abonado telefónico número 0414-4326578.
Declaración útil, necesaria y pertinente toda vez que se trata de testigo con
conocimiento directo de los hechos objeto de este proceso penal, así como de la
trayectoria intachable de mi defendido EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA y las
irregularidades sobre la permanencia del ese privado de libertad en esas instalaciones
no acorde para detención preventiva con la anuencia de los Directivos, dicha
declaración corrobora la tesis sostenida por esta defensa que contradicen de manera
notoria lo expuesto por el ministerio público.

2.- Declaración del ciudadano TONNY JAVIER PORRAS ROJAS titular de la cedula de
identidad número V-12.816.194 el cual puede ser citado en el mismo comando policial
o mediante el abonado telefónico número 0414-4164718. Declaración útil, necesaria
y pertinente toda vez que se trata de testigo con conocimiento directo de los hechos
objeto de este proceso penal, así como de la trayectoria intachable de mi defendido
EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA y las irregularidades sobre la permanencia del
ese privado de libertad en esas instalaciones no acorde para detención preventiva con
la anuencia de los Directivos, dicha declaración corrobora la tesis sostenida por esta
defensa que contradicen de manera notoria lo expuesto por el ministerio público.

Asimismo según lo dispuesto en el artículo 341 del Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico
Procesal Penal, se ofrece como otros medios de pruebas:
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1.- Boleta de Encarcelación del ciudadano fugado de la sede policial el cual


responde al nombre de MONTENEGRO LUENGAS ALEXANDER procesado por el
delito de Abuso Sexual, asunto penal signado bajo la nomenclatura interna de dicho
cuerpo policial bajo el Nro C-PMV-SPC-003-18-06-2021. La mismo es útil, necesario y
pertinente para dejar constancia dicho centro no era el centro de reclusión ordenado ni
apto para la detención preventiva de dicho ciudadano con la anuencia de los Directivos,
desvaneciendo así la tesis que EDUARDO JOSÉ JIMENEZ CABAÑA haya participado
de forma alguna o favorecido en la fuga del mismo. Asimismo se solicita su
incorporación al juicio, de conformidad con lo establecido en el artículo 322
Numeral 2º del Decreto con Rango Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico
Procesal Penal.

2.- Listado de Ciudadanos procesados y penados que fueron trasladados


efectivamente por funcionarios de la Policía Municipal de Valencia hacia el Internado
Judicial de Carabobo. La mismo es útil, necesario y pertinente para dejar constancia
de la irregularidad de haber dejado ese procesado con conocimiento de los Directivos
de dicho cuerpo, aunado al hecho dicho centro no se encontraba apto para la detención
preventiva de dicho ciudadano, desvaneciendo así la tesis que EDUARDO JOSÉ
JIMENEZ CABAÑA haya participado de forma alguna o favorecido en la fuga del
mismo. Asimismo se solicita su incorporación al juicio, de conformidad con lo
establecido en el artículo 322 Numeral 2º del Decreto con Rango Valor y Fuerza de
Ley del Código Orgánico Procesal Penal.

Asimismo se hace del conocimiento del Tribunal que esta defensa técnica hará
uso de las atribuciones conferidas a través del artículo 150 del Decreto con Rango,
Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal en cuanto a hacerse
acompañar de consultor técnico en un eventual juicio oral y público, de igual
forma invocamos el principio de comunidad de la prueba, y hacemos nuestros los
medios probatorios que ese digno Tribunal le admita al Ministerio Público de los cuales
se desprende la no participación de mí defendido EDUARDO JOSÉ JIMENEZ
CABAÑA en el tipo penal atribuido.

Capítulo IV

De la sustitución de la Medida Cautelar Sustitutiva de Privación Judicial


Preventiva de Libertad

Ahora bien, en la presente causa, una vez analizados todos y cada uno de los
elementos de convicción que anteceden considera esta defensa no existen para este
momento procesal elementos suficientes para Acreditar o Atribuir mediante escrito
Acusatorio fundado, la Responsabilidad Penal del imputado EDUARDO JOSÉ
JIMENEZ CABAÑA en el tipo penal atribuido, conforme a las consideraciones de
hecho, jurídicas, jurisprudenciales y doctrinarias antes esgrimidas, no encuadrando su
conducta en ningún tipo delictual consagrado en el ordenamiento jurídico penal
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venezolano, razón por la cual solicitamos muy respetuosamente en este momento


procesal al referido ciudadano se le otorgue Libertad Plena y Sin Restricciones a
través de la Sustitución de la Medida Cautelar Sustitutiva de Privación Judicial
Preventiva de Libertad, que pesa sobre mí defendido todo de conformidad a las
estipulaciones del artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal, ya que la coerción
personal es la restricción o limitación que se impone a la libertad del imputado por
razones estrictamente procesales, y sólo la necesidad, verificada en cada caso, de
evitar que el imputado frustre los fines del proceso es lo que puede justificar las
medidas coercitivas de quien goza de un estado jurídico de inocencia, siendo que para
poder atribuirle un resultado a una persona como producto de su acción, es necesario
determinar si aquel aparece ligado a esta por una relación de causalidad, de tal
manera que se pueda predicar la existencia de un vínculo de causa a efecto entre uno
y otra, vinculo este que no se encuentra acreditado en los fundamentos de la acusación
fiscal.

Capítulo V
Petitorio

Por último y en consideración a las circunstancias expuestas con anterioridad,


así como criterios jurídicos, jurisprudenciales y doctrinarios explanados le solicito:

PRIMERO: Admita el presente escrito de contestación a la acusación, por ser


presentado oportunamente.

SEGUNDO: Declare con lugar las excepciones opuestas y decrete el sobreseimiento


de la causa a favor de mí representado.

TERCERO: Declare inadmisible la acusación fiscal al no existir fundamento suficiente


para acusar a mí representado, o en su defecto la admita parcialmente y disienta de la
calificación jurídica realizada por la representación fiscal.

CUARTO: Admita las pruebas promovidas por esta defensa técnica para el eventual
juicio oral y público, en virtud de ser legales, útiles, necesarias y pertinentes.

Es Justicia en valencia, a la fecha de su presentación.

LUIS EDUARDO RAMOS AREVALO

______________________________________________________________
DIRECCION: Calle Cantaura cruce con Silva, Centro Comercial profesional Euro, Piso 02, Oficina 29,
Valencia estado Carabobo.

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