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Línea del tiempo de los TCA

En la antigüedad no había un conocimiento formal de los trastornos


alimenticios pero si existían registros. En la Grecia clásica se mencionaban
casos de anorexia nerviosa y bulimia en escritos de Hipócrates (medico de
la antigua Grecia)

Por supuesto que Los trastornos alimenticios no son nuevos existen desde
que el hombre tiene consciencia de sí mismo, sumado a esto la sociedad
en todas las épocas refuerza un ideal de perfección, un estándar de
belleza pero eso lo abordaremos después.

Uno de los casos de los que se tiene registros gracias a la religión es el de


Santa Catalina de Siena, la cual falleció con 25 kilos tras varios años de
ayuno.

Había una gran relación entre la práctica de ayunos o conductas


patológicas con cuestiones religiosas, por ejemplo de la bulimia se tiene
registros de la época de los romanos los cuales realizaban grandes fiestas
que implicaban la ingesta compulsiva por jornadas enteras donde era casi
indispensable el vomito para continuar con los banquetes. Otro caso
importante para época fue el de la mujer de Neron (emperador romano)
Clauda Octavia falleció de una enfermedad semejante a la anorexia
descripta por Galeno (medico reconocido en el momento) como la “kinos
orexia” o hambre canina ocasionada por un estado de ánimo anormal.

Básicamente estos trastornos eran entendidos como problemas de la


voluntad y moralidad más que como trastornos médicos y quienes lo
padecían eras estigmatizados.

En el siglo 20 hubieron muchos más avances, el concepto de patologías


alimentarias fue más preciso a partir del desarrollo natural del estudio
sobre estos casos y por la evolución de la ciencia. Con el paso del tiempo,
diversos especialistas hicieron una lectura moderna de esas alteraciones y
buscaron la conexión entre la forma que tenían de relacionarse con el
cuerpo, con los alimentos que consumían, los componentes psíquicos y los
efectos que producía el entorno, en un principio familiar, pero también en
el ambiente extendido.
En 1960 Se establece la Asociación Americana de Anorexia Nerviosa y
Trastornos Asociados (ANAD) para abordar estos problemas y en 1968 los
trastornos alimenticios fueron incluidos en el DSM, el manual de
diagnostico estadístico de los trastornos mentales.

En 1980 Los trastornos alimenticios ganan una mayor visibilidad en la


sociedad. Se crean clínicas especializadas y programas de tratamiento. La
comprensión de la relación entre la salud mental y los trastornos
alimenticios se hizo más clara, y se abordaron las enfermedades desde
una perspectiva más integral.

A partir del siglo 21 se promueve la conciencia pública sobre los


trastornos alimenticios a través de campañas y organizaciones y se
enfatiza la prevención y el acceso a tratamientos efectivos además del
impacto significativo de las redes sociales tanto negativo como positivo en
los TCA

Hoy en día se enfatiza la necesidad de un enfoque multidisciplinario para


el tratamiento, involucrando a médicos, psicólogos, dietistas y otros
profesionales de la salud.

Estándares de belleza

Los estándares de belleza y los TCA se ven relacionados por diferentes


cuestiones

Una de ellas es la presión Social, Los estándares de belleza establecen una


imagen idealizada del cuerpo, promoviendo la delgadez extrema como
deseable aunque a través del tiempo ha variado siempre ha habido un
estándar a seguir según la época. Esta presión social puede llevar a
personas a desarrollar trastornos alimenticios en un intento de alcanzar
estos estándares que muchas veces son imposibles de seguir e incluso
irreales. Luego está la Imagen Corporal, Los trastornos alimenticios, como
la anorexia y la bulimia, a menudo se originan en una percepción
distorsionada de la propia imagen corporal. Los estándares de belleza
poco realistas pueden contribuir a esta percepción negativa, un ejemplo
claro son las personas que se someten a diversas cirugías estéticas en
busca de un cuerpo acorde al canon de belleza aunque no siempre es asi
por supuesto. Otra de las problemáticas es la Comparación Constante, Las
personas tienden a compararse con modelos y celebridades que
representan los estándares de belleza e incluso muchas veces la
comparación se origina desde casa con comentarios como “Estas mas
gordita” o mas flaca efectuados por familiares o allegados por dar un
simple ejemplo aunque reitero las causas pueden ser muchas. Es así
entonces que esta comparación constante puede generar insatisfacción y
llevar a comportamientos alimenticios perjudiciales. Por ultimo quisiera
mencionar los medios de comunicación los cuales junto a la moda juegan
un papel importante en la promoción de estos estándares por ejemplo las
imágenes retocadas y la publicidad pueden agravar la presión sobre la
apariencia. Básicamente los estándares de belleza influyen en la
percepción de uno mismo y la presión social, lo que puede contribuir al
desarrollo de trastornos alimenticios al impulsar a las personas a buscar
cuerpos que se ajusten a estas normas poco realistas.

Pregorexia

La pregorexia es la anorexia durante el embarazo. Este término castellano


es resultado del acortamiento de la palabra inglesa pregnant
‘embarazada, preñada’ o pregnancy ‘embarazo’ del sustantivo orexia
que significa apetito o deseo. Como la vigorexia o la ortorexia pueden ser
diferentes manifestaciones de un trastorno alimentario como anorexia,
bulimia o trastornos atípicos de los que ya charlamos, básicamente se
trata de un temor obsesivo a aumentar de peso que pone en riesgo la vida
de la madre y la del bebe. Puede que haya estado latente anteriormente y
se haga evidente en el embarazo.
La pregorexia no es un diagnóstico médico reconocido formalmente, sino
un término se ha utilizado recientemente en los medios, el público y
algunos médicos para describir las manifestaciones de trastornos
alimentarios durante el embarazo, lo que podría incluir dietas y ejercicios
intensos, pero también comer en exceso y vomitar. No toda mujer que
lucha con el aumento de peso en el embarazo tiene un trastorno de la
conducta alimentaria aunque el 30 por ciento de las mujeres no se
nutren lo suficiente durante el embarazo sin embargo no todas
padecen de pregorexia, de hecho, solo una minoría de las mujeres
embarazadas se ven afectadas por este desorden de la alimentació n.

La falta de nutrientes ingeridos afecta la placenta, la nutrición y el


neurodesarrollo del bebe. El trastorno no aparece durante el embarazo
sino que es un incremento de distorsiones alimentarias y psíquicas previas
como los TOC, depresión, trastornos de la imagen corporal, embarazo no
deseado, conflictos de pareja, etc.

María Ester Strada, médica psiquiatra experta en trastornos alimentarios


explicó que fundamentalmente es el miedo al incremento del peso y
quedar con sobrepeso en el post parto es lo que hace que las jóvenes
caigan en pregorexia.

Es sabido que la alimentación durante el embarazo es fundamental para


garantizar una adecuada salud materna y fetal, por eso, una joven que
transita la pregorexia puede generar consecuencias para el feto, como el
bajo peso al nacer, partos prematuros, abortos espontáneos, hiperémesis
gravídica y varias malformaciones que afectan el neurodesarrollo del
bebé.

En el caso de una anorexia nerviosa, puede llevar a un cuadro grave de


desnutrición que afecta tanto a la madre como al feto. Por lo tanto
requiere estricto control obstétrico, ya que son embarazos de alto riesgo y
en el caso de bulimia nerviosa el embarazo puede cursar con importantes
episodios de vómitos que podrían conducir a deshidratación y
desequilibrio electrolítico que comprometen la vida de ambos.

Pero dado que el estado nutricional de la mujer que amamanta es crítico


porque repercute en la calidad de su leche e impacta en su propio estado
de salud y los futuros embarazos que pudiera tener, la Universidad de
Buenos Aires, a través del Programa de Intervención Nutricional (ProINut),
con la colaboración de Fundalam fundación de lactancia y maternidad,
desarrollaron el estudio Lactar, para indagar sobre qué saben las mujeres
sobre la alimentación durante la lactancia y cómo manejan esa
información.
Ahora me gustaría hablar brevemente sobre el caso de Maggie Baumman,
un testimonio de una mujer inglesa que relato su conflicto con el trastorno
durante el embarazo. En su caso, comenzó rutinas intensas y extendidas
y no comía lo suficiente. A las 11 semanas de embarazo presentó
sangrado en el ú tero y su médico le ordenó que dejara de ejercitarse
inmediatamente sin embargo ella no dejo de hacerlo.

Era su secreto. Nadie sabía de sus entrenamientos extendidos, la


restricció n de calorías, los comportamientos de trastornos
alimentarios con los que batalló toda su vida y ahora de nuevo como
futura madre. Nadie sabía cuá n horrible se sentía sobre sí misma.

Cuando Baumann dio a luz a su segundo bebé, solo había aumentado 8


kilogramos, comparados con los 14 y 5 de su primer embarazo. Su hija
desarrolló convulsiones en los primeros meses de su vida, y su médico
dijo que probablemente estaba relacionado con la mala nutrició n que
recibió en el ú tero. Ella se culpo por esto y su trastorno empeoro.
Añ os después recibió tratamiento y logro recuperarse, su hija quien ya
tiene veinte tantos añ os creció saludablemente.
Ella afirmo que para las personas que no padecen este trastorno les es
muy difícil entender lo que sucede en la cabeza de la persona que lo
sufre.

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