TRASTORNOS ALIMENTICIOS EN LA ADOLESCENCIA.

PSICOLOGIA EN LA ADOLESCENCIA

PROFESORA

VALERIA AGUILAR VÁZQUEZ

ALUMNOS

GUADALUPE ANDREA GONZÁLEZ JIMENÉZ

660127946

ALEJANDRA VIRIDIANA MAGAÑA GARCÍA

25244401

DENNIS FUENTES TRUJILLO

190146981

FECHA DE ENTTREGA

20/FEBRERO/2021
Introducción

El bien más valioso que poseemos los seres humanos es la vida, la cual deberíamos
vivirla sanamente, es decir maravillados de todo lo que nos ofrece, libre de
pensamientos que transgredan nuestro presente; en la actualidad cerca de 450
millones de personas sufren de algún tipo de trastorno mental, de los cuales cerca
de 50 millones son casos de trastornos alimentarios impactando más en las mujeres,
siete de cada mil, que en los hombres, 1 de cada 1000 (OMS), lo lamentable de
estas cifras es que en los últimos años se tiene registro de una tendencia cada vez
mayor.

Los trastornos alimentarios, provocan hábitos de alimentación irregulares,

preocupación excesiva del peso, así como, que una persona se valore de forma
negativa, que estemos en desacuerdo con lo que miramos cada vez que nos
ponemos de pie frente a un espejo, un alto grado de insatisfacción física; en la
actualidad se ha asociado el termino ser delgado con el de tener buena salud, y el
de ser atractivo como un factor esencial para tener éxito y alcanzar riquezas, otro
rasgo importante de los (TCA), es que son más comunes en la etapa de la
adolescencia, quizás, debido a que en esta etapa del crecimiento, los jóvenes
buscan una identidad que los definirá el resto de sus vidas, la aceptación de sus
pares es de suma importancia de aquí que se esfuercen por proyectarse atractivos,
el sentirse rechazado por sus pares, en algunas personas, crea insatisfacción física,
lo cual provoca que las personas realicen un sin número de acciones para bajar de
peso, lo lamentable de este tipo de padecimientos es que a pesar de encontrarse
en estado de desnutrición, siguen percibiendo una imagen irreal lo cual los obliga a
lesionarse y en casos extremos cuando no son tratados oportunamente, pueden
ocasionar la muerte.
Desarrollo.

En 1689 se describió el primer caso de anorexia nerviosa por Richard Morton,

médico inglés, en sus aportaciones, consideraba que las causas de la anorexia se
derivan del cambio de roles y la búsqueda de la aceptación social, en 1968 se
emplea por primera vez el termino de anorexia nerviosa, se tiene el registro que fue
William Gull (Realizo estudios en medicina en la Universidad de Londres), quien
acuño este término, en los últimos años se ha visto en nuestra sociedad un
incremento progresivo en edades más tempranas de adolescentes y jóvenes los
trastornos alimentarios. Está demostrado que el constructo “imagen corporal” está
involucrado en este trastorno, de igual forma, la cultura de cada área geográfica
define los estándares de belleza, imagen que se ve reforzada por la información que
nos ofrecen los medios masivos de información como el cine, televisión, revistas,
redes sociales, páginas de internet, entre otros, lo cual agudiza la insatisfacción y la
distorsión de la imagen del propio cuerpo (Vaz, Salcedo, Suárez y Alcaiana, 1992)

La pubertad y adolescencia es una etapa de significativos cambios físicos y

psicológicos en los que la construcción de la propia imagen cobra una importancia
singular. Los adolescentes se ven enfrentados a un desarrollo físico sexual
disarmónico y desproporcionado en sus inicios, propio de la edad, que contradice
esta cultura de la delgadez. Los adolescentes tienden a equiparar bajo peso con
belleza, así como éxito y aceptación social con delgadez. Hay adolescentes con una
insatisfacción importante en relación a su imagen corporal y del modelo social
propuesto.

Situación COVID-19

En la actualidad las medidas adoptadas por los distintos países, es decir, las
limitaciones impuestas para evitar la propagación del virus COVID-19, han generado
cambios en el estilo de vida de las personas. Como consecuencia de la situación
actual en la que muchas personas se encuentran confinadas en sus hogares, los
niveles de actividad física y ejercicio disminuyen drásticamente mientras que los
hábitos alimentarios no se modifican o no logran compensar esta inactividad
produciendo un balance energético positivo.
El efecto de COVID-19 en los desórdenes alimenticios es desconocido. Sin
embargo, existen algunos factores que se están presentando durante las medidas
de contención de la pandemia que contribuyen en agudizar estos desordenes ya
que generan las condiciones para desarrollar sentimientos como:

• Soledad
• Ansiedad
• Aislamiento
• Frustración
• Irritabilidad
• depresión estos factores, asociados a los problemas de conducta
propios de la adolescencia crean un ambiente propicio, es decir incrementan las
posibilidades para generar TCA, por otra parte, la situación de confinamiento
puede ser causante de la aparición de complicaciones metabólicas derivadas de
la inactividad física, la soledad y el aislamiento son factores comunes de la
anorexia nerviosa; los cuales pueden exacerbase durante el proceso de
cuarentena.

El aislamiento social ha favorecido un incremento del uso medios de comunicación

masiva, así como, de redes sociales, en donde se presenta un estereotipo de la
persona con obesidad como aquella con falta de autocontrol y autocuidado,
promoviendo que se vuelva un problema intolerable, condicionando a prácticas
extremistas de control de peso que se han señalado como riesgosas para
desarrollar TCA

Factores relacionados a los TCA.

• Factores biológicos
• Factores psicológicos
• Factores familiares
• Factores sociales
Factores biológicos

Son creados por niveles químicos anormales en el cerebro lo que predispone a las
personas a sufrir ansiedad, comportamientos y pensamientos compulsivos, lo cual
crea una mayor vulnerabilidad a desarrollar algún tipo de trastorno alimenticio.

Factores psicológicos

La persona puede llegar a sentirse incapaz, o inepta incluso se llegan a tachar de

defectuosos, tienen problema de identidad, al intentar tomar el control de su vida se
ven enfocados en la apariencia física para lograr una aceptación social.

Factores familiares

Un entorno familiar en extremo sobreprotector, inflexible e ineficaz para resolver

problemas tienden a desarrollar estos trastornos, en la edad infantil se aprende a no
demostrar sus sentimientos, ansiedades, dudas, ETC.

Durante la niñez y adolescencia es más factible que un menor satisfaga sus

necesidades de alimentación con bebidas altas en contenidos de azucares, así
como, alimentos altos en grasas saturadas, comúnmente conocidos como, comida
chatarra.

Factores sociales

Los medios de comunicación y las actuales redes sociales, asocian la belleza física
a la perfección física, la popularidad, el éxito, la inteligencia, admiración, se relaciona
a personas con un cuerpo perfecto y bello, la imperfección por el contrario se asocia
al rechazo y fracaso.
Recomendaciones.

Durante el confinamiento, se debe evitar recomendar las dietas hipocalóricas, ya

que no han demostrado ser efectivas a largo plazo y no aportan la suficiente energía
que una persona podría requerir ante esta situación del aislamiento en casa. No
olvidemos que los carbohidratos son una fuente esencial y apropiada de energía,
principalmente si se asocian con el ejercicio aeróbico. Por tanto, los alimentos ricos
en carbohidratos con un índice glucémico bajo (cereales integrales, verduras,
legumbres, frutas, etc.) y las proteínas, pueden ser una estrategia útil para la
adecuación de la dieta, especialmente durante este período de mayor inactividad,
evitando los carbohidratos con un alto índice glucémico. De igual forma, los
alimentos ricos en proteínas con menor porcentaje de grasa como carne de pollo y
pavo, pescado, quesos frescos, legumbres (soya), así como productos lácteos,
tienen un efecto estimulante por su alto contenido proteico; afectando el
metabolismo y participando en la eliminación de grasas. Por tanto, la combinación
de una dieta saludable y ejercicio físico regular debe servir para mantener un
equilibrio metabólico estable durante estos tiempos de pandemia por COVID-19.

Plan de intervención

Algunas herramientas para determinar la presencia de TCA pueden ser los

siguientes:

+ Escala de conducta anoréxica de slade

+ Cuestionario de actitudes relacionadas con la anorexia de Goldberg
+ Prueba de actitud ante la comida de Garner
+ Cuestionario de auto imagen de Offer
Tratamiento psicológico

Se debe tener presente que los TCA son considerados como rebeldes al tratamiento
debido principalmente a la falta de cooperación del paciente y a la dificultad del
problema.
De igual forma se debe tener presente que una de las claves para tener éxito será
la relación paciente/especialista de la salud mental, evitar todo tipo de
confrontaciones con la finalidad de no comprometer las intervenciones, la estrategia
psicológica puede enfocarse en:

• Estrategias para regular el peso

• Estrategias para reducir la vulnerabilidad del paciente

Estrategias para regular el peso.

Se recomienda atender al sujeto desde una corriente conductista, sin menoscabar

las demás corrientes, en una primera etapa se le ponen metas al sujeto a fin de ir
alcanzando peso y conforme vaya cumpliendo estas metas, se le pueden dar
libertades; un ejemplo sería, si cumple con la cantidad de ingesta de alimentos
indicada por el médico, podría seguir el tratamiento en casa.
Estrategias para reducir la vulnerabilidad del paciente.

Ante una situación de esta índole es recomendable trabajar desde un corriente

cognitivo conductual, con la intencionalidad de que el sujeto reconozca el daño que
le hace a su organismo y la forma en que impacta en su familia, amigos y en las
generaciones siguientes.
Ha este respecto se cuenta con la experiencia que el apoyo de la familia es de gran
ayuda para conseguir resultados positivos, se debe concienciar a cada uno de los
integrantes que los términos empleados para dirigirse con el sujeto deben ser
encaminados a reflejar sus logros que se sienta motivado, que descubra lo
importante que es para los demás.
Conclusiones

Los trastornos de conducta alimentaria son un padecimiento que afecta a gran parte
de la población mundial el cual afecta a mujeres y hombres, aunque suele ser más
común en mujeres, este trastorno se manifiesta por una insatisfacción física,
preocupación excesiva del peso, preocupación por la apariencia, derivado de ello
puede producir problemas de desnutrición, irritabilidad, depresión, otros problemas
físicos asociados a la desnutrición y en casos graves hasta la muerte; la situación
actual, impuesta por los gobiernos de los países para evitar la propagación del virus
COVID-19 es un factor que agrava la manifestación de los síntomas asociados a la
anorexia nerviosa, debido a la frustración, irritabilidad, depresión y un sin número
más de problemas asociados al confinamiento; este tipo de trastornos se presenta
con mayor frecuencia en la adolescencia lo que dificulta su detección, debido a que
suele confundirse con la conducta normal de un adolescente, es decir, actos de
rebeldía, irritabilidad, desacato de la autoridad en general y una constante búsqueda
de aceptación por parte de sus pares por medio de su apariencia física, la cultura,
así como, información difundida por los medios de información masiva contribuyen
a una asociación errónea de los conceptos de belleza, delgadez, obesidad, poder,
relacionando la delgadez con la belleza y como un factor clave para la consecución
del éxito y asociando la obesidad con el abandono, desagrado y el fracaso en
general.

Los trastornos de conducta alimentaria son un padecimiento con una tendencia cada
vez mayor y que para el logro de una recuperación se debe contar con el apoyo de
un especialista de la salud mental, así como, el apoyo de la familia en general.

Referencias Bibliográficas

Papalia, D. E., Duskin Feldman, R., Martorell, G., Berber Morán, E., Vázquez
Herrera, M., Ortiz Salinas, M. E., & Javier Dávila, J. F. (2012). Desarrollo... Adolecer:
la aventura de una metamorfosis: una visión psicoanalítica de la adolescencia /
Guillermo Carvajal Corzo. Craig, g. j. (1997). Desarrollo psicológico (3a. ed., 3a.
reimp.). México: Prenticehall hispanoamericana