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Introducción

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) constituyen un conjunto de alteraciones mentales,


que están directamente relacionadas con la ingesta de alimentos y líquidos. Entre los
comportamientos que se llevan a cabo se indican actos que han cometido conductas restrictivas,
impulsivas y compensatorias dependiendo del tipo de comportamiento de la persona. Estas son
enfermedades que necesitan un tratamiento largo, pueden convertirse en enfermedades crónicas e
incluso llevar hasta la muerte.
El diagnóstico se basa en la patología. En la actualidad, los trastornos alimentarios han aumentado
la incidencia de enfermedades y dominante en el mundo; causa un gran impacto en la sociedad que
se considera muy importante para prevenirlas y curarlas. El trastorno aparece durante la
adolescencia y afecta principalmente a las niñas como forman una población muy vulnerable frente
al "ideal de belleza de la figura delgada”prevalece en la sociedad. Las mujeres son percibidas como
físicamente atractivas,ellas son las que tienen cuerpos extremadamente delgados y bajo peso de lo
recomendado.
La mayoría de los adolescentes con estos trastornos no consultan directamente al respecto porque,
en general, la conciencia de la enfermedad y la motivación para el cambio son bajas, a pesar de que
su salud física y psicológicamente se encuentre severamente amenazada por la enfermedad.
TCA se enmarca entre esos fenómenos sociales, culturas superiores más allá de los campos médico
y científico para la sociedad estas enfermedades influido por los ideales de
la belleza, una idea de belleza representada por modelos, mujeres y hombres de proporciones, el
peso y la altura son reales excepción estadística.

Marco histórico
Históricamente, los trastornos alimentarios se remontan al siglo VI, cuando hay evidencia de que
estos comportamientos se han observado en mujeres. En tiempos antiguos, las razones para
participar en conductas alimentarias inapropiadas se han relacionado con características culturales y
religiosas. Si bien actualmente están asociados con características puramente psicosociales, donde
tanto las psicológicas como las sociedad. En los primeros días, las mujeres limitan su ingesta de
alimentos para conseguir un cuerpo poco atractivo, extremadamente delgado y cubierto de vello
para estar más cerca de la divinidad. Algunas figuras históricas han hecho las conductas
alimentarias restrictivas como símbolo de espiritualidad son: : Sor Juana Inés de la Cruz (poetisa
española), Santa Catalina de Siena (asesora del papa Gregorio XI) y Santa Juana de Arco (líder de
la guerra de los cien años en el frente francés). El objetivo de todas ellas fue alejarse del mundo
material manteniendo el ayuno para acercarse a Dios.
En el siglo XX, se descubrió otro patrón de conducta alimentaria desordenada. Este nuevo
comportamiento se caracteriza por hambre voraz, comer compulsivamente y mediante mecanismos
de compensación. Russell en 1979, nombrándolo "Bulimia"
y lo consideran una fuente de coma de la anorexia nerviosa. La palabra bulimia proviene del griego,
“bous” que significa buey y “limos”, hambre., hambre. Como también hay estudios que muestran
que este desorden era conocido en la época romana como un trastorno de atracones. Cuando
celebran las fiestas, comen a lo grande. cantidad de alimentos y luego practican el vómito para
seguir la fiesta. Entonces empezó a llamarse "Bulimia Nervosa". Actualmente, la sociedad cree que
la mujer debe ser extremadamente delgada para triunfar, la implementación de esta idea está
directamente relacionada con la importancia e influencia de los estilistas en la sociedad,publicidad y
estrategia comercial; a la que contribuyeron en cierta medida que los trastornos alimentarios son un
importante problema de salud pública.

¿Qué es un TCA?
Los TCA son trastornos mentales caracterizados por un comportamiento patológico ante la ingesta
alimentaria y una obsesión por el control de peso. Se piensan trastornos de procedencia
multifactorial, originados por la relación de diferentes razones de procedencia biológico,
psicológico, familiar y sociocultural, y ocasionan secuelas para la salud tanto física como de la
mente del individuo.
Un TCA es un Trastorno del Comportamiento Alimentaria, una patología de la mente grave y
bastante compleja que perjudica a millones de individuos en el planeta. En España se calcula que
perjudica a 400.000 personas (300.000 entre los 12 y 24 años).Un TCA no es un inconveniente con
la comida, es un inconveniente que se refleja en la comida
Los trastornos del comportamiento alimentaria (TCA) son trastornos mentales caracterizados por un
comportamiento patológico ante la ingesta alimentaria y una obsesión por el control de peso. La
anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa son los trastornos de el comportamiento alimentaria (TCA)
más conocidos, sin embargo además hay otros, como el trastorno por atracón, el trastorno de el
comportamiento alimentaria no detallado, la ortorexia (obsesión por la comida sana) y la vigorexia
(obsesión por el ejercicio físico).
En los TCA intervienen diferentes razones de procedencia biológico, psicológico, familiar y
sociocultural, y ocasionan secuelas para la salud tanto física como de la mente. Las complicaciones
médicas integran la pérdida de grasa del cuerpo, masa muscular, variación del desempeño del
tiroides, arritmias, hipotensión, dolor abdominal, estreñimiento, amenorrea, lanugo, edema, acné,
piel seca, disminución de leucocitos, osteoporosis, erosión esofágica y gástrica, disfunción
intestinal, erosión del esmalte dental, caries, caída de partes dentales, crisis epilépticas, neuropatías,
fatiga y postración, etcétera.

El trastorno alimentario es solo la punta del iceberg: El 10% es lo visible (el comportamiento, los
síntomas) y el 90% está sumergido (las emociones y las inseguridades que originan la patología:
temor, culpa, impotencia, autocrítica, soledad, frustración, pánico al rechazo, tristeza, ansiedad…)

Son patologías graves, sin embargo tienen la posibilidad de sanar con tratamientos dirigidos por
grupos de doctores y psicólogos especializados en trastornos de el comportamiento alimentaria
(TCA). El procedimiento para los trastornos de el comportamiento alimenticio es eficaz, sin
embargo es fundamental buscar ayuda cuanto antes; un diagnóstico temprano garantiza un
procedimiento precoz y, por consiguiente, un mejor pronóstico. Los tratamientos son largos y
complicados y es fundamental ser perseverante.
Etimología
 Empieza desde la época griega:
“kynos orexia” : hambre canina

Etiología
Los trastornos de la conducta alimentaria se caracterizan por tener una etiología multicausal y
biopsicosocial. Entre dichas causas están los Factores genéticos: la probabilidad de desarrollar un
trastorno de la conducta alimentaria es mayor en aquellas familias con antecedentes de esta
enfermedad
. También una alteración en el hipotálamo puede producir un mal funcionamiento de
neurotransmisores como la serotonina o noradrenalina. Estas sustancias actúan dirigiendo el centro
regulador del hambre. Si esto ocurre, la persona tiene más riesgo de experimentar conductas
compulsivas, como purgas o atracones
. Por otro lado, el sexo femenino es más vulnerable a estos trastornos. Esto se debe a que los
estrógenos son hormonas con tendencia a ocasionar inestabilidad emocional. Mientras que en los
varones la testosterona actúa como factor protector o Trastornos perinatales: las dificultades
durante el embarazo también se consideran factores de riesgo de trastornos alimentarios. Algunos
ejemplos son: peso bajo al nacer o problemas cardíacos en el feto. Anemia materna, diabetes
mellitus o preeclampsia en la embarazada
Influencia de los medios de comunicación: como ya hemos descrito, actualmente se incluye un
nuevo modelo de satisfacción corporal en la sociedad, el cual se promulga de manera continua a
través de los medios publicitarios y comerciales . Siendo los jóvenes los que dedican mayor número
de horas a los medios de comunicación y por ello, son los que más influenciados están. Intentan
alcanzar el canon de belleza que ven a través de la pantalla, sin pararse a pensar si existe algún tipo
de retoque o filtro, una perfección difícil de conseguir que los lleva a utilizar conductas de riesgo
La familia: es un factor que influye significativamente en la adquisición de valores culturales y
educativos a lo largo del ciclo generacional, siendo la adolescencia la etapa más susceptible a estas
influencias. Ya que la estructura y el funcionamiento de sus miembros es la clave para conocer
posibles alteraciones alimentarias
Las familias disfuncionales con una estructura rígida predisponen a sus miembros a desarrollar
algún tipo de trastorno durante la adolescencia temprana, Adicionalmente, la dinámica familiar y las
relaciones entre los miembros suele incluir síntomas de sobreprotección de los padres, problemas o
falta de comunicación, desaprobación y frustración permanente.

Diagnóstico
El primer paso en el diagnóstico es admitir que usted tiene síntomas de un trastorno
alimenticio,donde la evaluación diagnóstica inicial incluye una entrevista con el paciente y los
padres en el caso de adolescentes. La entrevista consiste en una revisión completa de la historia del
paciente, los síntomas actuales, los antecedentes familiares y otros aspectos relevantes como la
presencia de depresión,estrés,ansiedad o problemas con el consumo de sustancias como las
drogas.Es por ese motivo que ante la sospecha de un Trastorno de la Conducta Alimentaria se
realiza una exploración física como psicológica,con la finalidad de establecer el diagnóstico de un
Trastorno de la Conducta Alimentaria.

Anorexia
 Se describe como la pérdida considerable de peso en un periodo de tiempo muy corto.El
individuo se niega a digerir por el profundo miedo injustificado a subir de peso.

 Síntomas:
 Cuerpo: deshidratación, desmayo, fatiga, mareos, baja presión arterial.
 Comportamiento: aislamiento social, comportamiento compulsivo, apetito desenfrenado.
 Peso: Bajo, delgadez extrema
 Estado de ánimo: ansiedad, culpa, temor.
 Periodo menstrual: Irregular o ausencia de menstruación.
 Desarrollo: crecimiento lento o pubertad tardía.
 Otros síntomas: Cabello seco, depresión, frecuencia cardiaca lenta, piel seca, sensibilidad
al frío o uñas quebradizas.

Factores de riesgo:
Se desconoce la causa exacta de la anorexia, pero se cree que es una combinación de factores
biológicos, psicológicos y del entorno.
 Factores biológicos: No está claro qué genes están involucrados, pero algunas
personas pueden tener una tendencia genética al perfeccionismo, sensibilidad, estas
características están vinculadas a la anorexia.
 Factores psicológicos: Algunas personas pueden tener rasgos de personalidad
obsesiva compulsiva que les facilitan seguir dietas estrictas y privarse de comer.
 Factores del entorno: El ambiente es un factor que puede influenciar de manera
muy fuerte a diferentes trastornos.
Complicaciones:
 Anemia
 Problemas del corazón, como ritmos cardíacos anormales o insuficiencia cardíaca.
 Pérdida muscular.
 En mujeres, ausencia de la menstruación.
 En hombres, disminución de los niveles de testosterona.
 Problemas gastrointestinales, como estreñimiento, hinchazón o náuseas.
 Anomalías electrolíticas, como bajo nivel de potasio, sodio y cloruro en la sangre.
 Problemas renales.

También tienen suelen tener otros problemas de salud mental, pueden ser:
 Depresión, ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo.
 Trastornos de la personalidad
 Trastornos obsesivos compulsivos
 Consumo indebido de alcohol y sustancias
 Autolesiones, pensamientos suicidad o intento de suicidio

Trastornos por Atracón:


Es una condición seria caracterizada por una forma incontrolada de comer que resulta en un
aumento de peso. Considerado el más frecuente en población obesa e incrementando su presencia
rápidamente frente al resto en población general. Su crecimiento es de forma alarmante y va por
delante de la bulimia y la anorexia nerviosa.
Las personas que padecen el Trastorno por Atracón, usan la comida como un modo de sobrellevar
emociones y sentimientos incómodos. Personas que nunca aprendieron a manejar el estrés y
encuentran que comer es reconfortante y calmante. Lamentablemente, suelen terminar sintiéndose
tristes y culpables por no poder controlar su forma de comer, lo cual aumenta el estrés y así
continúa el ciclo.
Criterios:
A. Episodios recurrentes de atracones que se caracterizan por las dos siguientes condiciones:
*Comer en un corto periodo de tiempo (dos horas) una cantidad de comida mayor que la que come
la mayoría de la gente en ese mismo periodo.
*Sensación de pérdida de control durante los episodios (por ejemplo, no poder parar de comer o no
controlar lo que uno come).
B. Durante los episodios de atracones al menos 3 de los siguientes indicadores de pérdida de
control:
*Comer más rápidamente de lo normal.
*Comer hasta sentirse muy lleno.
*Comer grandes cantidades de comida cuando no siente hambre.
*Comer grandes cantidades de comida todo el día, no planificando la hora de la comida. *Comer
solo porque está a disgusto de cómo uno come.
*Sentirse a disgusto con uno mismo, deprimido, o muy culpable después de comer.
C. Importante malestar por los atracones.
D. Los atracones son al menos de 2 veces por semana y en un periodo de 6 meses.
E. No existen criterios para la bulimia nerviosa.
Diagnóstico
Puede ser difícil identificar los trastornos alimenticios ya que los secretos, la vergüenza, y la
negación son característicos de los trastornos. Como resultado, se puede pasar mucho tiempo sin
detectarlos. En la mayoría de los casos, se descubre el trastorno por atracón cuando una persona
busca ayuda profesional para perder peso, o cuando buscan tratamiento para un problema médico
relacionado con la obesidad.
En los casos sospechosos del trastorno por atracón, el médico empezará la evaluación haciendo un
historial completo y un examen físico.
Si no se encuentra ninguna enfermedad física, se les puede mandar a un psiquiatra o a un psicólogo,
que son los profesionales más entrenados para diagnosticar y tratar las enfermedades mentales. Los
psiquiatras y los psicólogos usan herramientas especiales para entrevistar y evaluar a las personas
con Trastornos por Atracón.
Instrumentos de Evaluación
Los cuestionarios e instrumentos que se utilizan para manejar la conducta alimentaria de los
individuos con BED son:
-The Questionnaire 01 Eating and- Weight Patteros. Se utiliza para clasificar en BED y bulimia
nerviosa purgativa/ no purgativa.
-The Binge Eating Scale. Divide a los pacientes según la existencia de atracones (moderados o
severos) o la no existencia de los mismos, basándose en la puntuación de la escala.
-The Eating Disorder Inventory-2. Mide las características clínicas de la anorexia y bulimia
nerviosa, y la severidad de los atracones en población obesa.
-The Three-Factor Eating Questionnaire que mide restricción, desinhibición y sensación de hambre
cuando el paciente se enfrenta a la comida.
-The Eating Disorder Examination. Valora psicopatología y comportamientos específicos de los
trastornos alimentarios. Estudia la restricción, sobreingesta, preocupación por la figura/ peso y
comida.
Tratamiento
La meta del tratamiento para el trastorno por atracón es ayudar a la persona a tomar control de sus
hábitos de comer. En la mayoría de los casos el tratamiento incluye una combinación de las
siguientes estrategias:
• Psicoterapia – La Terapia Cognitiva y la Terapia del Comportamiento. El tratamiento incluye
técnicas prácticas para crear disposiciones sanas hacia la comida y el peso, y también formas para
cambiar la manera en la cual una persona responde a situaciones diferentes.
• Farmacológico – Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS’s) pueden ser
útiles para controlar la ansiedad y la depresión asociadas con un trastorno alimenticio.
• El consejo de una nutricionista – Esta estrategia ha sido diseñada para enseñar a la gente a
relacionarse sanamente con la comida y el peso, para ayudar a restaurar las formas normales de
comer, y para enseñar la importancia de la nutrición y una dieta balanceada.
• Terapia en grupo y/o de la familia – El apoyo de la familia es muy importante para el éxito del
tratamiento. Es importante que todos los miembros de la familia entiendan el trastorno alimenticio y
que reconozcan las señales y los síntomas. Las personas con trastornos alimenticios pueden
beneficiarse de la terapia en grupo, donde les pueden apoyar otras personas con problemas y
experiencias parecidos y pueden hablar de sus sentimientos y sus preocupaciones.

Prevencion e intervencion psicologica


En lo que se refiere a la prevención, se actúa sobre los factores de riesgo, las principales estrategias
son de carácter educativo y se deben centrar básicamente en los siguientes aspectos (Vargas, 2013)
 Información a la población general y en particular a la población de riesgo
 Identificación de grupos de riesgo
 Actuaciones dirigidas a modificar aquellas conductas que podrían favorecer el comienzo de
la enfermedad, en particular en relación con la dieta
 Intervenciones sobre los estereotipos culturales, adelgazamiento y belleza
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) se presentan generalmente en adolescentes y
mujeres jóvenes. Se trata de un problema multifactorial en el que inciden varios factores biológicos,
psicológicos y sociales, pero que se puede intentar evitar. La población de riesgo considerada
entonces, son adolescentes y pubertos, por lo que los padres juegan un rol importante en esta etapa
por la que atraviesa este grupo etario. Existen una serie de recomendaciones que se pueden seguir
para que los padres puedan actuar e intervenir también en la prevención de este tipo de trastornos ya
que la educación empieza en casa y la enseñanza muchas veces se da con el ejemplo (Gaete, 2017)
 Educar y fomentar una alimentación saludable, sin caer en extremos (dar el ejemplo).
 Promover una actividad física moderada, que idealmente involucre socialización.
 Favorecer la construcción de una autoestima adecuada.
 Evitar poner un excesivo énfasis en el peso y la figura.
 Informar a los hijos que no es recomendable hacer dietas, porque muchas de ellas son
contraproducentes.
 Evitar que los jóvenes realicen dietas agresivas, porque éstas suelen ser el punto de entrada
a los trastornos alimentarios.
 Comer en familia en forma regular, evitando los conflictos.
 Frente a la evidencia de dietas inapropiadas, preocupación excesiva por el peso, baja o
incremento importante de peso, indagar cuanto antes con un especialista.
 Estar atentos a los sitios de Internet que visitan las adolescentes.
Prevención primaria:
El objetivo de la prevención primaria es eliminar o reducir los factores que aumentan la
probabilidad de que se dé un trastorno, a la vez que crecen las capacidades personales que
disminuyen las probabilidades de que ocurra el mismo. Así mismo identificar los factores que
predisponen a la persona.
Las intervenciones de prevención primaria en la aparición de TCA actuúan sobre los factores
socioculturales y hay que tener especial cuidado a la hora de poner en practica este tipo de
prevención, ya que las personas a las que esta dirigida suelen estar muy preocupadas y
obsesionadas por perder peso y la información que se proporciona puede provocar el efecto
contrario al que se desea.
 Ámbito escolar: Los adolescentes son el principal grupo de riesgo y tienen muchas ideas,
muchas veces erróneas, sobre los cambios corporales que sufre el cuerpo en la pubertad, la
adecuada nutrición, rutinas de ejercicios, etc. lo que crea falsas expectativas y metas
inalcanzables que los llevan al seguimiento de conductas alimentarias que ponen en peligro
a la salud, por todo ello, es interesante que se promocionan unos hábitos de alimentación
saludable, a través de la creación de programas y proyectos de intervención grupal, charlas
educativas, que promuevan la motivación y fomenten y traten aspectos como la buena
alimentación, conceptos sobre el ideal estético, los mensajes de los medios de
comunicación, de una manera dinámica y didáctica.
 Ámbito deportivo: A pesar de que la práctica continua y adecuada de actividad física y
deporte aporta una serie de beneficios para la salud, una práctica inadecuada puede producir
todo lo contrario perjudicando a la salud física y mental. En la actualidad, y debido a los
cambios sociales, la práctica de ejercicio ha sido protagonista para alcanzar objetivos
estéticos como reducir el peso o tener una imagen corporal socialmente aceptada. De esta
manera, el deporte ya no está considerado como una herramienta para mejorar la salud, sino
como una para alcanzar fines estéticos impuestos por la sociedad, y que en ocasiones, hace
su práctica peligrosa para la salud. Por lo que es imprescindible poner énfasis en la línea
que limita lo saludable de lo que no lo es en este ámbito, para construir un hábito deportivo
sano mentalmente.
 En atención primaria: La detección precoz de factores y comportamientos de riesgo de
TCA es muy importante para evitar su aparición, y los profesionales de atención primaria
deben ser capaces de detectarlos para influir en la población vulnerable a través de
programas formativos y educativos.
Por lo general, la poblacion recibe mucha información sobre la alimentación y el deporte, en este
caso los profesionales deben:
1. Informar sobre una dieta equilibrada y acorde a la edad y los requerimientos de cada
persona.
2. Proporcionar información acerca de los beneficios que aporta la práctica de ejercicio físico,
así como las consecuencias de no practicarlo.
3. Informar sobre el tipo de ejercicio que más se ajusta al paciente y la forma adecuada de
hacerlo.
4. Hacer ver el deporte como una forma de interacción social.
5. Establecer objetivos realistas.
Prevención Secundaria:
Consiste en la identificación precoz de la enfermedad para establecer un tratamiento efectivo lo
antes posible y así reducir la prevalencia. Para desarrollar programas de prevención secundaria se
debe atender al diagnóstico de la enfermedad, al tratamiento precoz, a los tratamientos adecuados,
la prevención de las recaídas y a los dispositivos asistenciales eficaces.
Para la detección de casos de TCA se han creado numerosos cuestionarios de cribado que se
autoaplican y permiten valorar el hábito alimentario de las personas que los responden. Estos
cuestionarios se conforman de preguntas acerca de hábitos de alimentación, peso, autoconcepto y
percepción de la imagen corporal, ejercicio, autoestima y relaciones personales.
Por ejemplo para la AN existe un test de cribado llamado Eating Attitude Test (EAT) con sus
versiones (EAT-40), EAT-26, y el Children’s Eating Attitudes Test. Este consta de 40 ítems que se
autocalifican con una escala Likert desde nunca hasta siempre, con un rango de puntuación final de
0-120 puntos.
Prevención terciaria:
Además de prevenir y reducir la duración y los efectos de la enfermedad, pretende reducir las
complicaciones de la misma.
En los enfermos de TCA se debe: controlar completamente la alimentación y el ejercicio del
paciente, supervisar la recuperación del control del paciente y encaminar a los pacientes hacia una
toma de decisiones de forma independiente.

Intervenciones psicológicas y programas de prevención:


Debido al importante problema que ha supuesto el incremento de los TCA se han creado numerosos
programas de prevención, que incluyen innovaciones que se tratan de sesiones más prácticas Según
Stice se pueden clasificar en seis áreas.
1. Resistencia a las presiones socioculturales para la delgadez.
2. Control de peso saludable.
3. Satisfacción del cuerpo.
4. Autoestima.
5. Psicoeducativa información sobre los trastornos de la alimentación.
6. Afrontamiento del estrés.
Existen diferentes tipos de programas de prevención e intervenciones, pero para llevar a cabo un
programa exitoso hay que fijarse en las características de los programas que han tenido éxito en la
última década y conseguir el efecto deseado. Por una parte, las intervenciones universales se dirigen
al público en general, mientras que las intervenciones selectivas se dirigen a personas o grupos de
riesgo de desarrollar un TCA. Por otro lado, las intervenciones indicadas están dirigidas a
individuos que presentan signos o síntomas de un trastorno, pero este no ha sido diagnosticado
porque no cumple con los criterios de diagnóstico.
Los dos primeros programas, los llevados a cabo mediante intervenciones universales o selectivas,
tienen como objetivo evitar que se desarrollen los síntomas de un TCA, mientras que el desarrollado
por intervenciones indicadas desea evitar el aumento de los síntomas, y así evitar el diagnóstico de
un TCA.
La evidencia científica refleja que los programas que producen más efectos son los selectivos,
posiblemente debido a que existe una mayor motivación para reducir los factores de riesgo, aunque
también hay que tener en cuenta que las personas de riesgo bajo que se incluyen en los programas
universales tendrían menos margen de mejora que los de alto riesgo como son los participantes de
los programas selectivos.
Otros de los factores que hay que tener en cuenta para llevar a cabo una buena intervención son el
sexo y edad de los participantes. Por una parte es cierto que el sexo femenino es el que más riesgo
tiene de desarrollar un TCA, por eso es predecible que las mujeres sean las que más participen en
un programa de prevención. Los programas realizados en las personas entre 15-19 años serían los
más exitosos ya que se trata del rango de edad de máximo riesgo para desarrollar un TCA.
Por otra parte, en cuanto a la dinámica de los programas, se distinguen los didácticos y los
interactivos. Estos últimos pretenden involucrar a los participantes mediante ejercicios prácticos en
los que reflejan los conocimientos provocando mayor efecto y facilitándoles así mayor número de
habilidades y conocimientos. Este tipo de programas consiguen un cambio de actitud en los
participantes, a diferencia de los didácticos, que consiguen mejorar conocimientos (Salmón, 2021)
Tratamiento
El tratamiento de un trastorno de la conducta alimentaria depende del trastorno en particular y de
los síntomas, con frecuencia coexisten con otras enfermedades, tales como la depresión, el abuso de
sustancias o los trastornos de ansiedad. Por lo general, abarca una combinación de distintos factores
como: terapia psicológica (psicoterapia), educación sobre alimentación, supervisión médica y,
algunas veces, medicamentos; también debe plantear otros problemas de la salud provocados por
este, que pueden ser graves o, incluso, pueden poner en riesgo la vida si no se tratan por mucho
tiempo. Si un trastorno de la alimentación no mejora con el tratamiento estándar o provoca
problemas de salud, es posible que se necesite hospitalización u otro tipo de programa hospitalario.
Su finalidad incluye restaurar la nutrición adecuada, lograr un peso corporal saludable, reducir el
exceso de ejercicio y frenar atracones y purgas (comer en exceso y provocar vómitos). Los planes
de tratamiento por lo general están diseñados de acuerdo con las necesidades individuales. Ya sea
que se comience por ver a un médico de atención primaria o algún tipo de profesional de salud
mental, es probable que de una remisión a un equipo de profesionales que se especializan en el
tratamiento de los trastornos alimentarios. Los miembros del equipo de tratamiento pueden incluir:
un profesional de salud mental, como un psicólogo, si se necesita medicamentos con receta, un
psiquiatra, un dietista registrado que proporcione información sobre nutrición y planificación de
comidas, dentista por si se producen problemas dentales a causa del trastorno alimentario y pareja,
padres u otros familiares.
Factores de riesgo
Es posible desarrollar trastornos alimenticios con o sin los factores de riesgo, sin embargo, mientras
más factores de riesgo tenga, será mayor su probabilidad de desarrollar trastornos alimenticios. El
estrés emocional, generado por eventos significativos en la vida, con frecuencia precede el inicio de
un trastorno alimenticio en personas susceptibles.
Se ha descubierto que los siguientes factores incrementan el riesgo de desarrollar un trastorno
alimenticio:
Sexo: Las mujeres son mucho más propensas que los hombres a desarrollar un trastorno
alimenticio. Sólo un estimado de 5%-15% de personas con anorexia o bulimia y un estimado de
35% de aquellos con trastorno del atracón compulsivo son hombres.
Factores Socioeconómicos: Estudios sugieren que, dentro de países económicamente
desarrollados, el riesgo de bulimia podría ser más alto entre grupos socioeconómicos más bajos.
Edad: Los trastornos alimenticios son más frecuentes en personas (por lo general niñas y mujeres
jóvenes) entre los 12 y 25 años de edad, aunque pueden ocurrir en niños y adultos mayores.
Factores Genéticos y Bioquímicos: Estudios recientes sugieren que las anormalidades en los
caminos cerebrales que involucran la serotonina neurotransmisora persisten después de la
recuperación de ciertos trastornos alimenticios.
Pubertad Temprana: Las niñas que experimentan la pubertad temprana tienen mayor riesgo de
desarrollar un trastorno alimenticio. Debido a que ellas maduran físicamente más rápido que sus
pares y tienen un incremento en la grasa corporal normal, podrían sentirse aisladas y bajo mayor
presión para restringir su consumo de alimentos.
Factores de la Personalidad: Algunos factores de la personalidad parecen incrementar el riesgo de
una persona para desarrollar un trastorno alimenticio. Las personas con trastornos alimenticios
tienden a ser perfeccionistas que tienen expectativas altas de sí mismas y de otras personas. A pesar
de tener altos logros, ellas podrían tener baja autoestima y problemas de identidad, son propensas al
pensamiento dicotómico (es decir, ver todo como bueno o malo, un éxito o un fracaso). Este
pensamiento conduce a problemas sobre el peso, en los que ser delgado es bueno y ser más delgado
es mejor. El temor de cambiar y la dificultad para lidiar con el estrés son comunes en personas que
tienen trastornos alimenticios.
Trastornos Emocionales: Las personas con trastornos emocionales, como depresión, trastorno
obsesivo compulsivo, y trastornos de ansiedad, (p.e., trastorno de pánico, trastorno de estrés
postraumático, y trastorno de ansiedad generalizado), tienen mayor riesgo de desarrollar un
trastorno alimenticio. De hecho, entre el 40%-96% de todas las personas con trastornos alimenticios
experimentan depresión o trastornos de ansiedad.
Influencias Familiares: Las influencias negativas pueden desempeñar una función en los
trastornos alimenticios. Algunos estudios sugieren que estos son más frecuentes en personas en
quienes uno o ambos padres son sobreprotectores, imparciales, críticos, rígidos, o inefectivos para
resolver conflictos. Una persona podría tener mayor riesgo de desarrollarlo si tiene padres que
tengan trastornos psiquiátricos o que abusen del alcohol u otras sustancias adictivas.
Presiones Sociales y Culturales: Los estándares de belleza en la cultura occidental se enfocan en
la juventud y delgadez. Constantemente se representan imágenes de personas delgadas, bellas,
exitosas en los medios de comunicación. Estas y otras presiones, como las presiones por
compañeros obsesionados con la apariencia y parejas románticas, conllevan a índices más altos de
trastornos alimenticios en personas en la cultura occidental.
Historial de Abuso Sexual: Es común en mujeres con trastornos alimenticios, especialmente en
aquellas con bulimia. Estudios han encontrado que los índices de abuso sexual son tan altos como
del 35% en mujeres con bulimia.

Referencias
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Revision. Washington, DC: American Psychiatric Association; 2000.
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http://www.clevelandclinic.org/health/shic/doc/s12249.pdf
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