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Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca

Facultad de Ciencias Químicas

Efectos adversos de la metoclopramida


Adverse effects of metoclopramide

Berenice García Taboada, Shunashi Guadalupe Lorenzana López, Arturo Rosales Romero
& Ayonectili Toledo Hernández.
Resumen

La metoclopramida es un medicamento ampliamente utilizado en diversas áreas de atención


médica, con propiedades antieméticas y procinéticas. Se ha demostrado su eficacia en el
tratamiento de patologías que involucran náuseas, vómitos, gastroparesia, migraña
vestibular, disfagia y reflujo gastroesofágico. Estos problemas de salud, que son motivo
frecuente de consulta médica, pueden ser tratados de manera efectiva gracias a la capacidad
de la metoclopramida para actuar tanto a nivel central como periférico al bloquear los
receptores de dopamina mediante su antagonismo. No obstante, es común que se presenten
situaciones de reconsulta médica debido a trastornos del movimiento como efectos
secundarios de su uso, siendo los adultos mayores un grupo de pacientes especialmente
propenso a experimentar estos efectos adversos. A pesar de que se han identificado
medicamentos como los anticolinérgicos y antihistamínicos que pueden ayudar a mitigar
estos síntomas, aún se necesita una mayor evidencia científica para respaldar su uso de
manera más sólida.

Palabras clave: metoclopramida, síntomas extrapiramidales, náuseas y vómito,

gastroparesia

Introducción
La emesis es un proceso a nivel del sistema nervioso que está regulada por dos áreas
localizadas en el tronco del encéfalo: a) centro del vomito: reacciona a estímulos aferentes
del tracto intestinal, corteza cerebral y principalmente de la zona de activación de los
quimiorreceptores; además de ser responsables de la actividad aferente respiratorias,
gastrointestinal y vegetativa asociada a las náuseas y vómitos. b) zona de activación de los
quimiorreceptores: se localiza en el curto ventrículo fuera de la barrera hematoencefálica,
donde se encuentran receptores de dopamina D2, serotonina 5HT3 y sustancia P que al
activarse provocan el vómito debido a sustancias presentes en sangre.

En el acto del vomito, el sistema nervioso parasimpático es el encargado de estimular el


aumento de la producción de saliva. A través del esfínter pilórico relajado, en la zona media
del intestino delgado el contenido intestinal circula en sentido opuesto y por la inspiración
forzada de la glotis cerrada, la presión intratorácica disminuye, pero la presión
intraabdominal aumenta por las contracciones musculares abdominales, lo que ocasiona que
el quimo suba a través del esófago relajando así el esfínter esofágico. Además de que el
sistema nervioso simpático aumenta el ritmo cardiaco y la sudoración. Los fármacos
antieméticos suprimen los síntomas de vomito, así como la sensación de nauseas actuando
como antagonistas de los receptores de D2, 5HT3 y otros quimiorreceptores.

La metoclopramida es una benzamida que pertenece al grupo de los neurolépticos con


propiedades antieméticas y pocinéticas. Este fármaco es utilizado como coadyuvante en el
tratamiento de vomito y nauseas producidos por quimioterapia, radioterapia, postoperatorio,
así como para disminuir las molestias de la endoscopia. Actúa como antagonista de los
receptores D2 de estimulación quimicoceptora en el centro emético de la medula implicada
en apomorfina. A demás de actuar como antagonista de los receptores 5HT3 y 5HT4
implicados en el vómito causado por quimioterapia. Sus efectos farmacológicos se limitan
en gran parte al tubo digestivo superior, al aumentar el tono del esfínter esofágico inferior y
estimular las contracciones antrales y del intestino delgado.

Los efectos adversos de la metoclopramida se correlacionan principalmente a la dosis y al


tiempo de administración del fármaco. Estos efectos en general, son transitorios y reversibles
al interrumpir el tratamiento. Los principales efectos adverso de metoclopramida son sus
efectos extrapiramidales que son reacciones distónicas agudas; efectos sobre el sistema
nervioso central como cansancio, fatiga y lasitud; síntomas motores como ansiedad,
insomnio y agitación; reacciones cardiovasculares, gastrointestinales, renales, hematológicas
y alérgicas. Es por ello que en esta revisión bibliográfica analizaremos los riesgos asociados
a la administración de metoclopramida en adultos y niños.

Objetivos:

 Conocer el fármaco de metoclopramida y su mecanismo de acción.


 Documentar y analizar los efectos adversos que produce el fármaco.
Materiales y métodos
Se incluyeron individuos con un diagnóstico confirmado de migraña de acuerdo a los criterios
establecidos por la International Headache Society. Estos pacientes habían sido previamente
diagnosticados en la consulta externa de neurología de la Clínica Internacional en Lima, Perú,
y acudieron a la sala de emergencia o a la consulta externa de neurología debido a episodios
de migraña con un nivel de dolor que se situaba entre 7 y 10 en una escala visual análoga
(EVA) de 10 puntos. Además, se consideró un requisito que los pacientes fueran mayores de
18 años de edad.

Se excluyeron a aquellos pacientes que presentaban alergia a la metoclopramida o a


medicamentos relacionados, así como a aquellos con antecedentes de efectos adversos a
neurolépticos o cefaleas que no se podían atribuir a una crisis de migraña en curso.

Para todos los pacientes seleccionados, se registraron datos demográficos y características


clínicas, y se les aplicó la escala EVA en el momento de su ingreso. Luego, se administró a
cada paciente una dosis de 1 ampolla de 2 ml que contenía 10 mg de metoclopramida, diluida
en una ampolla de 20 ml de dextrosa al 33%, a través de una vía endovenosa en un lapso de
1 minuto. Posteriormente, se evaluó a los pacientes a los 30 y 60 minutos después de la
administración utilizando la escala EVA para determinar la eficacia del tratamiento. Se
consideró que el tratamiento era exitoso si se producía una reducción de al menos el 50% en
la puntuación de la EVA con respecto al valor basal. Además, se registraron los efectos
adversos reportados por los pacientes en una ficha de recolección de datos. En las visitas de
seguimiento en la consulta externa, se indagó a los pacientes acerca de cualquier efecto
adverso que no hubiera sido registrado inicialmente.
Luego, se procedió al cálculo de la eficacia y de los efectos adversos de la metoclopramida,
clasificándolos en mayores si afectaban significativamente las actividades diarias de los
pacientes, y menores si eran tolerados sin causar molestias significativas.

Resultados
Con base a las investigaciones realizadas se encontró que
las reacciones adversas medicamentosas (RAM) frecuentes reportadas a este fármaco son:
cefalea, mareos, somnolencia, depresión, reacciones de hipersensibilidad (erupción, bronco
espasmo), constipación, diarrea, cansancio y debilidad no habitual. Si se emplean dosis elev
adas en lactantes, niños y adolescentes, pueden originarse trastornos extrapiramidales transi
torios con espasmos de los músculos de la cara, cuello o lengua, agitación motora y temblor
es, que desaparecen al disminuir la dosis. Otra reacción adversa descrita es la metahemoglo
binemia en recién nacidos. En tratamientos prolongados puede provocar: en ancianos discin
esias tardías o parkinsonismo, hiperprolactinemia, galactorrea, amenorrea, ginecomastia y/o
impotencia, síndrome neuroléptico maligno, alteraciones de la conducción cardíaca tras ad
ministración intravenosa (IV), raramente agranulocitosis, hipotensión arterial, HTA y taqui
cardia.3 Los efectos adversos que limitan el uso de la metoclopramida se deben a sus efecto
s en el SNC, que se presentan en el 10-
20 % de los pacientes, y su gravedad varía desde la leve (ansiedad, depresión, nerviosismo
e insomnio), hasta síntomas más incapacitantes con marcada ansiedad, confusión, desorient
ación y alucinaciones. La acción antidopaminérgica ocasiona manifestaciones extrapiramid
ales. Aguda puede manifestarse en forma de acatisia, que ocurre poco después del inicio del
tratamiento y cede después de la interrupción del medicamento, pero en los niños, distonía
con trismo, tortícolis, espasmos faciales, opistótonos y crisis oculógiras, que se alivian tom
ando anticolinérgicos centrales, se observan con mayor frecuencia. o con diazepam. El park
insonismo y la discinesia tardía son más comunes en pacientes mayores que reciben tratami
ento a largo plazo.

Los síntomas extrapiramidales son efectos secundarios graves que pueden ocurrir con el uso
de medicamentos antieméticos, como la metoclopramida. Estos síntomas afectan el sistema
nervioso central y pueden causar una variedad de problemas, incluyendo movimientos
involuntarios, rigidez muscular y dificultad para hablar. La incidencia de síntomas
extrapiramidales con la metoclopramida es de aproximadamente 1 de cada 500 pacientes,
pero es mayor en personas de edad avanzada. Si experimenta alguno de estos síntomas, es
importante que informe a su médico de inmediato. A continuación, se describe brevemente
algunos de ellos.
Síndrome neuroléptico maligno (SNM)

El síndrome neuroléptico maligno (SNM) es una reacción adversa grave que puede ocurrir
con el uso de medicamentos antipsicóticos y antieméticos, como la metoclopramida. El SNM
se produce por el bloqueo de los receptores de dopamina en el cuerpo estriado e hipotálamo.

Los síntomas del SNM incluyen:

 Rigidez muscular

 Catatonía (movimientos y expresión faciales congelados)

 Hipertermia (fiebre alta)

 Diaforesis (sudoración excesiva)

 Temblor
 Alteración del estado mental, como confusión o agitación

 Labilidad de la presión arterial

 Leucocitosis (aumento de los glóbulos blancos)

 Aumento de la CPK (enzima que se encuentra en los músculos)

 Disfagia (dificultad para tragar)

El SNM puede ocurrir hasta 30 días después de la exposición al medicamento.

El diagnóstico del SNM se basa en la historia clínica, el examen físico y los resultados de
laboratorio. El tratamiento del SNM consiste en el retiro inmediato del medicamento
asociado, así como el uso de medicamentos para controlar los síntomas, como
benzodiazepinas, dantroleno y bromocriptina. En casos severos, se puede utilizar terapia
electroconvulsiva.
Acatisia

La acatisia es un trastorno del movimiento que se caracteriza por una sensación subjetiva de
inquietud e intranquilidad que lleva al paciente a moverse constantemente. El nivel de
gravedad de la acatisia se correlaciona con el estrés y puede ser muy difícil de manejar para
el paciente. En casos extremos, la acatisia puede conducir a episodios de violencia e incluso
suicidio.

La acatisia suele presentarse con mayor frecuencia durante el uso de antipsicóticos de primera
generación, pero también puede ocurrir con el uso de metoclopramida.

El tratamiento de la acatisia depende de la causa subyacente. Si la acatisia está asociada al


uso de medicamentos, el tratamiento suele consistir en reducir la dosis o cambiar a un
medicamento con un menor potencial para causar acatisia. En casos de acatisia grave, se
pueden utilizar medicamentos adicionales para controlar los síntomas. Estos medicamentos
incluyen:

 Propranolol, un betabloqueante que puede ayudar a reducir la inquietud y la agitación.

 Mirtazapina, un antidepresivo que puede ayudar a aliviar los síntomas de ansiedad y


depresión.
 Benzodiazepinas, como el diazepam o el clonazepam, que pueden ayudar a calmar
los nervios y relajar los músculos.

 Anticolinérgicos, como la biperideno o la benztropina, que pueden ayudar a reducir


los movimientos involuntarios.

La mejor manera de prevenir la acatisia es ser consciente de los riesgos asociados al uso de
ciertos medicamentos. Si tiene alguna inquietud sobre la posibilidad de desarrollar acatisia,
hable con su médico.
Distonía

La distonía es un trastorno del movimiento que provoca contracciones musculares


involuntarias y espasmos. Estos espasmos pueden causar posturas o movimientos anormales,
como tortícolis, trismus, blefaroespasmo y mordida de lengua. En casos severos, la distonía
puede causar opistótonos o disnea.

La distonía suele presentarse dentro de las primeras 36 horas de consumo de un medicamento


que bloquea los receptores de dopamina, como los antipsicóticos o la metoclopramida.

 La distonía suele presentarse en la cara, el cuello, los hombros y las extremidades


superiores.

 Los síntomas pueden ser dolorosos y limitantes.

 En casos severos, la distonía puede causar complicaciones graves, como dificultad


para respirar o tragar.

El tratamiento de la distonía consiste en descontinuar el medicamento que la causa. Si los


síntomas persisten, se pueden administrar medicamentos anticolinérgicos o antihistamínicos
por vía intravenosa. Las benzodiazepinas también pueden ser beneficiosas en algunos casos.

Discinesia tardía

La discinesia tardía es un trastorno del movimiento que se caracteriza por movimientos


involuntarios, como contracciones musculares, retorcimientos y sacudidas. Estos
movimientos suelen afectar la cara, la lengua y las extremidades.
La discinesia tardía es un efecto secundario grave de los medicamentos que bloquean los
receptores de dopamina, como los antipsicóticos y la metoclopramida. Estos medicamentos
se utilizan para tratar una variedad de afecciones, como la esquizofrenia, la enfermedad de
Parkinson y las náuseas y los vómitos.

La discinesia tardía suele desarrollarse después de un uso prolongado de medicamentos que


bloquean los receptores de dopamina, generalmente más de 12 semanas. Sin embargo,
también se puede desarrollar después de un uso más corto, especialmente en adultos mayores.

La discinesia tardía es más común en adultos mayores, mujeres y personas con antecedentes
familiares de trastornos del movimiento.

No existe un tratamiento eficaz para la discinesia tardía. Sin embargo, se pueden utilizar
medicamentos para controlar los síntomas. Estos medicamentos incluyen:

 Anticolinérgicos, como la biperideno o la benztropina, que pueden ayudar a reducir


los movimientos involuntarios.

 Benzodiazepinas, como el diazepam o el clonazepam, que pueden ayudar a relajar los


músculos.

 Bloqueadores de los canales de calcio, como el dantroleno, que pueden ayudar a


reducir los espasmos musculares.

En general, el uso de metoclopramida puede prolongar el intervalo QT en el


electrocardiograma. Esto puede aumentar el riesgo de arritmias cardíacas, como la
taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular.

Algunos estudios han sugerido que los medicamentos anticolinérgicos o antihistamínicos


pueden ayudar a prevenir estos trastornos. Sin embargo, se necesitan más estudios para
confirmar su eficacia.

Estos medicamentos también pueden tener efectos secundarios, por lo que su uso debe ser
individualizado para cada paciente.
Conclusiones

Los efectos adversos de la metoclopramida se correlacionan principalmente a la dosis y al


tiempo de administración del fármaco.
Si se emplean dosis elevadas en lactantes, niños y adolescentes, pueden originarse trastorno
s extrapiramidales transitorios con espasmos de los músculos de la cara, cuello o lengua, ag
itación motora y temblores, que desaparecen al disminuir la dosis. La mejor manera de
prevenir la acatisia es ser consciente de los riesgos asociados al uso de ciertos medicamentos.
En general, el uso de metoclopramida puede prolongar el intervalo QT en el
electrocardiograma. Esto puede aumentar el riesgo de arritmias cardíacas, como la
taquicardia ventricular y la fibrilación ventricular.

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