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Fundamentación en la Argumentación Jurídica: La Piedra Angular del


Razonamiento Legal

Maria Mercedes Martinez Borrero

Universidad del Cauca Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales

Programa de Derecho Diurno

Doctor Aristides Obando Cabezas

Popayán, Colombia

Miércoles 28 de junio de 2023


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Fundamentación en la Argumentación Jurídica: La Piedra Angular del


Razonamiento Legal

¿Cómo afecta la falta de fundamentación en la argumentación jurídica a la legitimidad,


la justicia y la coherencia del sistema legal?

La argumentación jurídica es un componente esencial del sistema legal, ya que permite


a los profesionales del derecho construir razonamientos sólidos y persuasivos para
respaldar sus posiciones y tomar decisiones justas. En este contexto, la
fundamentación desempeña un papel crucial al establecer el marco lógico y sustantivo
sobre el cual se sustenta cualquier afirmación o conclusión en el ámbito del derecho.

La fundamentación en la argumentación jurídica se basa en el principio fundamental de


proporcionar razones lógicas, coherentes y sustanciales para respaldar cada paso del
razonamiento legal. Es a través de una fundamentación sólida que se busca establecer
la legitimidad de las decisiones judiciales y de los argumentos presentados ante los
tribunales. Al presentar una argumentación jurídica fundamentada, los abogados y
juristas buscan persuadir a los jueces y a las partes involucradas en un caso, con el
objetivo de obtener un resultado justo y equitativo.

Palabras claves: argumentación, legitimidad, justicia, Derecho, fundamentación,


legalidad.
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La importancia de la fundamentación en la argumentación jurídica radica en su


capacidad para garantizar la coherencia y la transparencia en el proceso legal. Al
proporcionar razones lógicas y sustanciales para respaldar una posición, se evita la
arbitrariedad y se promueve la imparcialidad en la toma de decisiones legales. La
fundamentación ayuda a asegurar que las decisiones judiciales se basen en principios
legales sólidos y en la interpretación adecuada de las leyes y los precedentes.

Además, la fundamentación en la argumentación jurídica está estrechamente


relacionada con la justicia. Al presentar argumentos bien fundamentados, se busca que
los resultados sean consistentes con los principios de equidad y justicia. La
fundamentación permite a los profesionales del derecho presentar una visión clara y
lógica de los hechos y las normas aplicables a un caso, facilitando así la toma de
decisiones basadas en el mérito y la legalidad.

Por último, la fundamentación en la argumentación jurídica juega un papel


crucial en la garantía de un proceso legal equitativo. Al proporcionar razones lógicas y
coherentes, se asegura que todas las partes involucradas tengan la oportunidad de
presentar sus argumentos y evidencias de manera adecuada. La fundamentación
fomenta la igualdad de condiciones en la discusión legal, evitando cualquier forma de
sesgo o discriminación.

La Legitimidad y el Estado de Derecho

La fundamentación en la argumentación jurídica es fundamental para garantizar


la legitimidad del sistema legal. El Estado de Derecho se basa en la idea de que las
decisiones y acciones de los actores estatales deben estar fundamentadas en normas
y principios jurídicos reconocidos. Al exigir que los argumentos jurídicos estén
adecuadamente fundamentados, se promueve la transparencia, la predictibilidad y la
coherencia en la toma de decisiones, fortaleciendo así la legitimidad del sistema legal.
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La fundamentación en la argumentación jurídica ayuda a evitar la arbitrariedad y


el abuso de poder, ya que obliga a los profesionales del derecho a basar sus
argumentos en la ley y en la interpretación adecuada de las normas. Al respaldar sus
posiciones con razones lógicas y sustanciales, se asegura que las decisiones judiciales
sean justificadas y que se cumpla con el principio de legalidad. Esto implica que las
normas y los principios jurídicos deben ser respetados y aplicados de manera
consistente en todos los casos, sin excepciones injustificadas. Además, la
fundamentación adecuada en la argumentación jurídica promueve la consistencia y la
coherencia en la aplicación del derecho. Como mencionó Ronald Dworkin, jurista y
filósofo del derecho, "la fundamentación es esencial para asegurar que las decisiones
judiciales sean coherentes con los principios y valores que sustentan el sistema legal"
[1]. Al respaldar las decisiones con argumentos sólidos, se busca establecer una base
firme para la interpretación y aplicación de las normas jurídicas, evitando así
interpretaciones arbitrarias o contradictorias.

La exigencia de fundamentación en la argumentación jurídica también contribuye


a la transparencia del sistema legal. Al presentar argumentos sólidos y coherentes, los
profesionales del derecho permiten que las partes involucradas comprendan las bases
sobre las cuales se sustentan las decisiones judiciales. Esto brinda confianza en el
proceso y asegura que las partes tengan la oportunidad de impugnar y debatir los
argumentos presentados. Además, la transparencia en la argumentación jurídica
permite que las decisiones sean comprensibles para el público en general,
fortaleciendo así la confianza en el sistema legal y en las instituciones judiciales.

La Búsqueda de la Justicia

El objetivo último de la argumentación jurídica es alcanzar la justicia. La


fundamentación juega un papel esencial en este proceso, ya que permite a las partes
presentar argumentos sólidos y convincentes para respaldar sus posiciones. Como
destacó el jurista Robert Alexy, "la justificación racional y discursiva es una condición
esencial para la validez y legitimidad del derecho" [2]. Según John Rawls, filósofo y
teórico del derecho, "la fundamentación es esencial para asegurar que las decisiones
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judiciales se basen en principios morales y éticos reconocidos, evitando así la


discrecionalidad y promoviendo la imparcialidad" [3]. Al exigir que los argumentos estén
respaldados por razones lógicas y sustanciales, se establecen estándares objetivos
que deben ser seguidos en la toma de decisiones, evitando así la influencia de factores
subjetivos.

El Proceso Legal Equitativo

La fundamentación en la argumentación jurídica es esencial para garantizar un


proceso legal equitativo. Todas las partes involucradas en un litigio tienen derecho a
presentar sus argumentos y pruebas, y a recibir una decisión fundamentada y
razonada. Como destacó el jurista Anthony D'Amato, "la fundamentación adecuada es
esencial para asegurar que todas las partes tengan una oportunidad justa de ser
escuchadas y de influir en el resultado del caso" [4].

La fundamentación adecuada en la argumentación jurídica implica más que


simplemente proporcionar razones sólidas para respaldar una decisión. También
implica considerar y refutar los argumentos contrarios presentados por las partes. Esto
asegura que todas las perspectivas sean escuchadas y que se realice una evaluación
justa y completa de los hechos y las leyes aplicables. Como señaló el jurista Neil
MacCormick, "la fundamentación adecuada requiere una consideración imparcial y
objetiva de todos los argumentos presentados, incluso aquellos que no respaldan la
posición adoptada por el tribunal" [5].

Al garantizar un proceso legal equitativo a través de una fundamentación


adecuada, se promueve la confianza en el sistema de justicia. Las partes involucradas
confían en que sus argumentos serán escuchados y evaluados de manera justa, lo que
fortalece la legitimidad del sistema legal en su conjunto. Además, una fundamentación
adecuada permite que las partes comprendan las razones detrás de una decisión, lo
que ayuda a aceptar y respetar el resultado final, incluso si no están de acuerdo con él.

Ahora bien, la fundamentación en la argumentación jurídica en un proceso legal


equitativo está relacionada con el principio de igualdad ante la ley. Al proporcionar una
oportunidad justa para presentar argumentos y pruebas, se asegura que todas las
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partes sean tratadas de manera igualitaria y tengan acceso a la justicia. Como afirmó el
jurista H.L.A. Hart, "la fundamentación adecuada es un componente esencial de la
igualdad ante la ley, ya que permite que todos los individuos tengan la oportunidad de
presentar sus argumentos y recibir una decisión justa y fundamentada" [6].

La Coherencia y la Jurisprudencia

La fundamentación en la argumentación jurídica también es esencial para el


desarrollo coherente de la jurisprudencia. Los tribunales y los juristas deben basar sus
decisiones en razonamientos sólidos y fundamentados, lo que permite establecer
precedentes claros y consistentes. Como afirmó el jurista Oliver Wendell Holmes Jr., "la
fundamentación adecuada en la argumentación jurídica es esencial para la formación
de la jurisprudencia, ya que establece un camino claro y coherente para la
interpretación y aplicación del derecho" [7].

La jurisprudencia se refiere al conjunto de decisiones judiciales y precedentes


establecidos por los tribunales a lo largo del tiempo. Estos precedentes ayudan a guiar
futuras decisiones y a establecer un marco coherente para la interpretación y aplicación
del derecho. Al basar las decisiones en una fundamentación adecuada, se establecen
argumentos sólidos y razonamientos jurídicos que pueden ser utilizados como
referencia en casos similares en el futuro. Esto promueve la previsibilidad y la
coherencia en el sistema legal, evitando interpretaciones arbitrarias o contradictorias.

De igual forma, la fundamentación en la argumentación jurídica contribuye a la


autoridad de la jurisprudencia. Los tribunales superiores y los juristas de renombre
suelen ser reconocidos por su capacidad para fundamentar y justificar adecuadamente
sus decisiones. Esto genera confianza en la jurisprudencia y en los precedentes
establecidos, ya que se perciben como el resultado de un razonamiento jurídico sólido
y fundamentado. Como señaló el jurista Benjamin N. Cardozo, "la autoridad de la
jurisprudencia radica en su fundamentación adecuada y en su capacidad para
proporcionar orientación y certeza en la aplicación del derecho" [8].
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La coherencia en la jurisprudencia también es crucial para la igualdad ante la


ley. Al establecer precedentes claros y consistentes, se evita la arbitrariedad y se
asegura que los casos similares sean tratados de manera similar. Esto garantiza que
las personas sean tratadas de manera igualitaria y que sus derechos y obligaciones
sean interpretados y aplicados de manera consistente. Como sostuvo el jurista Lon L.
Fuller, "la coherencia en la jurisprudencia es esencial para asegurar que la ley sea igual
para todos y que los individuos sean tratados de manera justa y equitativa" [9].

En resumen, la fundamentación en la argumentación jurídica desempeña un


papel esencial en el desarrollo coherente de la jurisprudencia. Al basar las decisiones
en razonamientos sólidos y fundamentados, se establecen precedentes claros y
consistentes que ayudan a guiar futuras decisiones y a garantizar la previsibilidad y la
coherencia en la interpretación y aplicación del derecho. Esto fortalece la autoridad de
la jurisprudencia, promueve la igualdad ante la ley y contribuye a la estabilidad y
confianza en el sistema legal.

En conclusión, la fundamentación en la argumentación jurídica es la piedra


angular del razonamiento legal. Al exigir que las decisiones y los argumentos jurídicos
estén adecuadamente fundamentados, se promueve la legitimidad, la justicia y un
proceso legal equitativo. La fundamentación proporciona el marco lógico y sustantivo
necesario para respaldar las decisiones judiciales y garantizar que se consideren todos
los aspectos relevantes del caso. Además, la fundamentación contribuye a la
transparencia, la coherencia y la igualdad ante la ley, evitando la arbitrariedad y
promoviendo la imparcialidad en la toma de decisiones legales.

La fundamentación en la argumentación jurídica también juega un papel crucial


en la búsqueda de la justicia. Permite a las partes presentar argumentos sólidos y
persuasivos, basados en principios morales y éticos reconocidos, evitando la
discrecionalidad y promoviendo la imparcialidad en las decisiones judiciales. Asimismo,
garantiza un proceso legal equitativo al permitir que todas las partes sean escuchadas
y tengan una oportunidad justa de influir en el resultado del caso, lo que fortalece la
confianza en el sistema de justicia.
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También, la fundamentación en la argumentación jurídica es esencial para el


desarrollo coherente de la jurisprudencia. Al basar las decisiones en razonamientos
sólidos y fundamentados, se establecen precedentes claros y consistentes que ayudan
a guiar futuras decisiones y garantizan la previsibilidad y la coherencia en la
interpretación y aplicación del derecho. Esto promueve la autoridad de la
jurisprudencia, la igualdad ante la ley y la confianza en el sistema legal.

En definitiva, la fundamentación en la argumentación jurídica es crucial para


fortalecer la legitimidad del sistema legal, buscar la justicia, garantizar un proceso legal
equitativo y desarrollar una jurisprudencia coherente. Al exigir una fundamentación
adecuada, se promueven los principios fundamentales del derecho y se asegura que
las decisiones sean justas, equitativas y basadas en el imperio de la ley.

Referencias

[1] Dworkin, R. (1986). Law's Empire. Harvard University Press.


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[2] Alexy, R. (2002). The Argument from Injustice: A Reply to Legal Positivism. Ratio
Juris, 15(4), 345-378.

[3] Rawls, J. (1971). A Theory of Justice. Harvard University Press.

[4] D'Amato, A. (2001). Legal Reasoning. In The Oxford Handbook of Legal Studies.
Oxford University Press.

[5] MacCormick, N. (2005). Legal Reasoning and Legal Theory. Clarendon Press.

[6] Hart, H.L.A. (1961). The Concept of Law. Oxford University Press.

[7] Holmes Jr., O. W. (1881). The Common Law. Little, Brown, and Company.

[8] Cardozo, B. N. (1921). The Nature of the Judicial Process. Yale University Press.

[9] Fuller, L. L

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