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[L]a Sala estima necesario precisar que si bien cada una de las entidades
demandadas ostentan la representación de la Nación en casos en los cuales se
discute la responsabilidad del Estado por hechos imputables a la Administración
de Justicia (inciso segundo del artículo 49 de la Ley 446 de 1998 y numeral 8 del
artículo 99 de la Ley 270 de 1996 ), lo cierto es que las decisiones que se
discuten en el presente litigio y que habrían ocasionado el daño por cuya
indemnización se reclama, fueron proferidas por la Fiscalía General de la Nación,
razón por la cual, una vez efectuado el recuento probatorio, se concretará si el
aludido daño antijurídico reclamado se encuentra acreditado y, de estarlo, se
establecerá si el mismo le resulta imputable a la Fiscalía General de la Nación (la
cual fue debidamente notificada y representada).
CONSEJO DE ESTADO
SECCION TERCERA
SUBSECCION A
I. ANTECEDENTES
1. Las pretensiones1.
1
Folios 16 a 25 C. Ppal.
Los señores MANUEL FELIPE BECERRA PALACIOS, quien actúa en nombre
propio y en representación de sus menores hijos JALEYDY y SENILUZ
BECERRA MOSQUERA; MARÍA ZULIA MOSQUERA RENTERIA, FLORA MÁRIA
PALACIOS CUESTA, MARÍA VICTORIA BECERRA CORDOBA, MARÍA
HERNELINDA, LILIANA PATRICIA y YUBER BECERRA PALACIOS, por
intermedio de mandatario judicial debidamente constituido y en ejercicio de la
acción de reparación directa enderezada en contra de la NACION – RAMA
JUDICIAL - FISCALIA GENERAL DE LA NACION –, a las que señalaron como
parte demandada, mediante libelo presentado el día 2 de junio de 2005 2
solicitaron que, previos los trámites de ley, con citación y audiencia de las
demandadas y del Señor Agente del Ministerio Público, se declare la
responsabilidad administrativa de aquellas por la totalidad de los daños y
perjuicios que les fueron causados con motivo de la privación injusta de la libertad
a la que fue sometido el señor MANUEL FELIPE BECERRA PALACIOS.
Por concepto de perjuicios morales, una suma equivalente a cien (100) salarios
mínimos legales mensuales vigentes para cada uno de los demandantes.
3
Fl. 61 C. Ppal.
4
Fl. 67 C. Ppal.
5
Fls. 131 a 138 C. Ppal.
plenamente acreditada la materialidad del hecho y existía, por lo menos, un
indicio grave de responsabilidad del sindicado.
3. La sentencia apelada10.
11
Fls. 105 a 111 C. Ppal.
Finalmente, cuestionó el fallo al considerar que ante una eventual confirmación de
la condena proferida en contra de la Fiscalía General de la Nación, la
indemnización por concepto de perjuicios morales resulta ser excesiva en
consideración a las directrices dadas por el H. Consejo de Estado, teniendo en
cuenta el tiempo que el señor Manuel Felipe Becerra permaneció detenido.
1. Competencia.
12
Fl. 287 C. Consejo de Estado.
13
Fl. 292 C. Consejo de Estado.
14
Fls. 293 a 303 C. Consejo de Estado.
15
Consejo de Estado, Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, auto de 9 de septiembre de 2008, expediente No.
2008 00009 M.P. Mauricio Fajardo Gómez.
2. El ejercicio oportuno de la acción.
Previo a decidir el fondo del sub examine, la Sala considera pertinente hacer la
siguiente precisión:
16
En el mismo sentido consultar, por ejemplo, Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 13 de septiembre de
2001, Exp. 13.392, M.P. Alier Hernández Enríquez, entre muchas otras.
17
Toda vez que dicha providencia se notificó el 13 de octubre de 2004 (fl. 47 C. Ppal), por lo cual quedó en firme tres
días después de su notificación, teniendo en cuenta que los días 16 y 17 de octubre de 2004 no fueron días hábiles
(artículo 179 del C.P. entonces vigente).
Según se dejó indicado en los antecedentes de esta providencia, el libelo
introductorio se dirigió contra la Fiscalía General de la Nación y la Rama Judicial;
asimismo, se tiene que en la contestación de la demanda la Dirección Ejecutiva
de Administración Judicial solicitó que la condena se hiciese en contra de la
Fiscalía, pues partió de afirmar que el hecho dañoso demandado se habría
ocasionado en virtud de unas decisiones proferidas por el ente investigador y, en
consecuencia, dicha entidad era la única llamada a responder por la legalidad de
dichas actuaciones.
Sobre el particular, la Sala estima necesario precisar que si bien cada una de las
entidades demandadas ostentan la representación de la Nación en casos en los
cuales se discute la responsabilidad del Estado por hechos imputables a la
Administración de Justicia (inciso segundo del artículo 49 de la Ley 446 de 1998 18
y numeral 8 del artículo 99 de la Ley 270 de 1996 19), lo cierto es que las
decisiones que se discuten en el presente litigio y que habrían ocasionado el daño
por cuya indemnización se reclama, fueron proferidas por la Fiscalía General de la
Nación, razón por la cual, una vez efectuado el recuento probatorio, se concretará
si el aludido daño antijurídico reclamado se encuentra acreditado y, de estarlo, se
establecerá si el mismo le resulta imputable a la Fiscalía General de la Nación, la
cual fue debidamente notificada y representada.
En una primera etapa la Sala sostuvo que la responsabilidad del Estado por la
privación injusta de la libertad de las personas se fundamentaba en el error
judicial que se produce como consecuencia de la violación del deber que tiene
toda autoridad judicial de proferir sus resoluciones conforme a Derecho, previa
una valoración seria y razonable de las distintas circunstancias del caso y sin que
resultare relevante el estudio de la conducta del juez o magistrado a efecto de
establecer si la misma estuvo caracterizada por la culpa o el dolo 24. Bajo este
criterio, la medida de aseguramiento consistente en detención preventiva se tenía
como una carga que todas las personas tenían el deber de soportar 25.
21
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del dos de mayo de 2001, expediente: 15.463, actor: Adiela Molina
Torres y otros, M.P. Mauricio Fajardo Gómez.
22
El tenor literal del precepto en cuestión es el siguiente: “Artículo 414. Indemnización por privación injusta de la
libertad. Quien haya sido privado injustamente de la libertad podrá demandar al Estado indemnización de perjuicios.
Quien haya sido exonerado por sentencia absolutoria definitiva o su equivalente porque el hecho no existió, el
sindicado no lo cometió, o la conducta no constituía hecho punible, tendrá derecho a ser indemnizado por la detención
preventiva que le hubiere sido impuesta siempre que no haya causado la misma por dolo o culpa grave”.
23
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 4 de diciembre de 2006, expediente: 13.168; Consejo de Estado,
Sección Tercera, sentencia del 2 de mayo de 2007, expediente No. 15.463.
24
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 30 de junio de 1994, expediente número 9734.
25
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 25 de julio de 1994, expediente 8.666.
ordenar la medida privativa de la libertad– fue reducida solamente a aquellos
casos diferentes de los contemplados en el artículo 414 del Código de
Procedimiento Penal26, pues en relación con los tres eventos señalados en esa
norma legal se estimó que la ley había calificado de antemano que se estaba en
presencia de una detención injusta 27, lo cual se equiparaba a un tipo de
responsabilidad objetiva, en la medida en que no era necesario acreditar la
existencia de una falla del servicio28.
En una tercera línea, tras reiterar el carácter injusto atribuido por la ley a aquellos
casos enmarcados dentro de los tres supuestos previstos en el artículo 414 del
Código de Procedimiento Penal, la Sala añadió la precisión de acuerdo con la cual
el fundamento del compromiso para la responsabilidad del Estado en estos tres
supuestos no es la antijuridicidad de la conducta del agente del Estado, sino la
antijuridicidad del daño sufrido por la víctima, en tanto que ésta no tiene la
obligación jurídica de soportarlo29, reiterando que ello es así independientemente
de la legalidad o ilegalidad del acto o de la actuación estatal o de que la conducta
del agente del Estado causante del daño hubiere sido dolosa o culposa 30.
26
Otros casos de detención injusta, distintos de los tres previstos en el artículo 414 del Código de Procedimiento
Penal, podrían ser, por vía de ejemplo, los siguientes: detención por delitos cuya acción se encuentra prescrita;
detención por un delito que la legislación sustrae de tal medida de aseguramiento; detención en un proceso promovido
de oficio, cuando el respectivo delito exige querella de parte para el ejercicio de la acción penal, etc.
27
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 17 de noviembre de 1995, expediente 10.056.
28
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 12 de diciembre de 1996, expediente 10.229.
29
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia de 4 de abril de 2.002, expediente número 13.606.
30
Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 27 de septiembre de 2000, expediente 11.601.
ocurrir, por vía de ejemplo, cuando el hecho exclusivo y determinante de la
víctima da lugar a que se profiera en su contra la medida de aseguramiento 31–.
32
Sobre el punto, véase DE ASIS ROIG, Agustín, Las paradojas de los derechos fundamentales como límites al poder,
Debate, Madrid, 1992; RODRÍGUEZ-TOUBES MUÑIZ, Joaquín, La razón de los derechos, Tecnos, Madrid, 1995.
protección requerida para su preservación y respeto 33. No en vano ya
desde la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano,
adoptada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto
de 179834, en su artículo 2º, con toda rotundidad, se dejó consignado:
“«Artículo 2. El fin de toda asociación política es la conservación de los
derechos naturales e imprescriptibles del hombre. Estos derechos son la
libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión» …
Así las cosas, se tiene que el ordenamiento jurídico colombiano, orientado por la
necesidad de garantizar de manera real y efectiva los derechos fundamentales de
los ciudadanos, no puede escatimar esfuerzos que conlleven al aseguramiento y
disfrute de esos derechos. Es por lo anterior que no se puede entender que los
administrados estén obligados a soportar como una carga pública la privación de
la libertad y que, en consecuencia, estén obligados a aceptar como un beneficio o
una gracia que posteriormente la medida sea revocada. No, en los eventos en
que ello ocurra y se configuren causales como las previstas en el citado artículo
414 del C. de P. C., o incluso cuando se absuelva al detenido por in dubio pro reo,
el Estado está llamado a indemnizar los perjuicios que hubiere causado por razón
de la imposición de una medida de detención preventiva que lo hubiere privado
del ejercicio del derecho fundamental a la libertad, pues esa es una carga que
ningún ciudadano está obligado a soportar por el sólo hecho de vivir en sociedad.
33
SANTOFIMIO GAMBOA, Jaime Orlando, Tratado de Derecho Administrativo, Tomo I, Introducción, Universidad
Externado de Colombia, Bogotá, D.C., 2003, p. 375.
34
Se toma la cita de la trascripción que del texto de la Declaración efectúa FIORAVANTI, Maurizio , Los derechos
fundamentales..., cit., p. 139.
La Sala entrará a analizar las pruebas aportadas debidamente al proceso y, por
ende, susceptibles de valoración.
“(…)
“Emergen como pruebas de singular importancia demostrativas de la
probable responsabilidad de los sindicados VENANCIO CORDOBA GARCIA,
EMILIO IBARGUEN BEJARANO, MANUEL FELIPE BECERRA PALACIOS,
EPIFANIO PALACIOS CORDOBA, en primer término el informe de policía
judicial número 051 GRUDE SIJIN, fechado 12 del mes y año que calenda
visible a folios 1 y 2 del sumario, signado por el Intendente JACOBO
ELIECER GARCES ALBORNOZ, en su condición de funcionario judicial de a
Sijín DECHO, ratificado bajo juramento por el mismo y las declaraciones
juramentadas rendidas por los agentes CARLOS SANCHEZ MURILLO y
WILSON MORENO, quienes de sumo y en forma coincidente relatan los
pormenores que rodearon la incautación del estupefaciente y la aprehensión
de los sindicados de marras, de donde se infiere el estado de flagrancia en
que estos fueron aprehendidos en posesión de 13 gramos de
estupefacientes base de cocaína, los cuales estaban camuflados dentro de
un morral color negro y un costal, en la cocina y en la sala respectivamente
de la casa donde fueron capturados.
“(…)
“Por la potísima razón que se ha explicado en precedencia, surge de
bulto concluir que legalmente las pruebas arrimadas en el plenario
determinan un grave compromiso en el evento sucedido a los
sindicados VENANCIO CORDOBA GARCIA, EMILIO IBARGUEN
BEJARANO, MANUEL FELIPE BECERRA PALACIOS y EPIFANIO
PALACIOS CORDOBA, hasta el punto que colma con creces las
exigencias sustanciales del artículo 356 de nuestra norma
procedimental penal, en concordancia con el artículo 357 ejusdem y por
ende se emitirá en contra de ellos medida de aseguramiento en el grado
de detención preventiva por encontrarse señalado por las pruebas
practicadas hasta este momento procesal, como probables autores
materiales de la conducta punible que define y regula el ordinal 1º del
Artículo 376 de nuestro ordenamiento penal, por cuanto el
estupefaciente decomisado analizado preliminarmente como cocaína,
excede la dosis personal alcanzando un peso neto de 13.031.9 gramos
netos”.
36
Fls. 113 a 126 C 2.
37
Fls. 33 a 46 C Ppal y 169 a 182 C. 2).
MANUEL FELIPE BECERRA PALACIOS del punible de tráfico, fabricación o porte
de estupefacientes, por el que fue acusado y respondió en juicio criminal.
Así las cosas, la Sala encuentra demostrado que el señor MANUEL FELIPE
BECERRA PALACIOS fue objeto de privación de su libertad por supuestamente
haber cometido el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, así
como también que dicha detención finalmente devino en injusta puesto que se
absolvió de toda responsabilidad penal en su contra al no encontrarse pruebas
suficientes sobre la responsabilidad penal por la comisión de dichos ilícitos o, lo
que es lo mismo, que no se logró demostrar que éste cometió el delito por el que
fue investigado, hipótesis prevista en el artículo 414 del ya derogado Decreto Ley
2700 de 1991, referida a que el sindicado no cometió el delito, evento que
compromete la responsabilidad de la administración de forma objetiva en tanto no
se juzga la antijuridicidad del daño sufrido por la víctima, sino por el entendido de
que ésta no se hallaba en la obligación de soportarlo.
Debe precisar la Sala que en casos como este no corresponde a la parte actora
acreditar nada más allá de los conocidos elementos que configuran la
responsabilidad: actuación del Estado, daño antijurídico e imputación, extremos
que se encuentran suficientemente acreditados en el expediente, pues fue una
decisión de la entidad demandada la que determinó que el señor MANUEL
FELIPE BECERRA PALACIOS tuviera que padecer la limitación a su libertad
hasta cuando se lo absolvió de las acusaciones que le fueron hechas por el
Estado, absolución que se correspondió con la circunstancia de que él no había
cometido el delito por el cual fue investigado.
39
Al respecto ver, por ejemplo, Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 8 de julio de 2009, Exp. 17.517 y
del 15 de abril de 2010, Exp. 18.284, entre otras.
6.1 Perjuicios inmateriales. Perjuicios Morales.
Ra = Rh índice final
índice inicial
Ra = Rh índice final
índice inicial
Ra = $18.600.000 115.71
101.91
Ra = $21.118.692,96
7. Costas.
F A L L A: